Anda di halaman 1dari 5

Apuntes Epistemología: Sobre el argumento del lenguaje privado.

La crítica a la idea de un lenguaje privado constituye un rechazo a una variedad de


posiciones filosóficas. En relación al cartesianismo podemos determinar ciertas
consecuencias de su doctrina, que implícita o explícitamente entrañan la posibilidad de un
lenguaje privado.

La perspectiva egocéntrica: la certeza que busca Descartes es dada en aquello que le


parece oír, ver y sentir; no lo está acerca de los objetos físicos a los cuales se refieren mis
cogitationes (modos del cogito. Habría modos de orden sensible como oír, ver, sentir y de
orden puramente intelectual como imaginar, reflexionar, etc.) Sino que solo hay certezas de
mis cogitationes. Por tanto, decir que sólo tengo certeza de mis cogitationes, implica
afirmar que solamente los (mis) datos sensoriales están epistemológicamente garantizados,
esto quiere decir que, no puedo dudar de las apariencias de aquello, que por ejemplo, estoy
viendo. No puedo dudar de que percibo una mancha roja, con una cierta forma y ciertas
cualidades extensas, etc. pero sí, cabe la posibilidad de dudar ontológicamente del objeto.
Ahora bien, mis cogitationes son entidades privadas en cuanto que me suceden a mí y no
tengo una garantía suficiente para afirmar que el otro es alguien que tiene sensaciones y no
es solamente un autómata.
La consecuencia fundamental que podemos extraer de acá, con consecuencias de orden
epistémico, sería lo siguiente: cada uno tiene acceso solamente a sus propios contenidos
experimentales, de sensaciones (contenidos experimentales de naturaleza privada), lo cual
involucra que conocer será posible, si solo si, conocer está justificado en algún contenido
experimental de tipo X de un sujeto Y. Por tanto, cabría concebir que solamente el sujeto Y
podría tener por conocimiento aquello que se justifica en algún contenido experimental de
tipo X, ya que, todo tipo de contenido experimental del sujeto Y habría de depender
necesaria y exclusivamente del sujeto Y.

Solipsismo: Posición extrema que se sigue de la adopción de la perspectiva egocéntrica. Si


afirmamos que nuestro conocimiento está fundado irreductiblemente sólo en contenidos
experimentales de naturaleza privada, tenemos que sugerir que (a) el mundo del que
tenemos conocimiento es privado, (b) carecemos de criterio para determinar
epistémicamente la existencia de las otras personas, por tanto, (c) sólo yo y mis
experiencias existimos.

*Se debe tener presente que la crítica a la idea de un lenguaje privado de Wittgenstein no
solo se restringe a las consecuencias de la concepción cartesiana, sino que también a la
tradición empirista, como la teoría del significado de Locke o incluso hasta ciertos
lineamientos del atomismo lógico de Bertrand Russel. Aún más, Wittgenstein mismo en sus
Investigaciones filosóficas, cuando habla de un lenguaje privado, no menciona una doctrina
filosófica específica, sólo advierte las consecuencias que sería afirmar algo así como un
lenguaje privado.
Desarrollo argumento del lenguaje privado:

La idea de seguir una regla: Seguir una regla (§198-§242) es una práctica, una técnica, una
costumbre. Seguir una regla necesariamente es una regularidad, “un uso estable para que
podamos decir que se sigue una regla” (García Suárez 1990, p. 88)
En el §199 Wittgenstein dice:

“¿Es lo que llamamos <<seguir una regla>> algo que pudiera hacer sólo un hombre
sólo una vez en la vida? –Y ésta es naturalmente una anotación sobre la gramática de
la expresión <<seguir una regla>>.
No puede haber sólo una única vez en que un hombre siga una regla. No puede haber
sólo una única vez en que se haga un informe, se dé una orden, o se la entienda, etc. –
Seguir una regla, hacer un informe, dar una orden, jugar una partida de ajedrez son
costumbres (usos, instituciones).
Entender una oración significa entender un lenguaje. Entender un lenguaje significa
dominar una técnica”

De acuerdo a esto, sería un sin sentido concebir la idea de ‘seguir una regla’ como
para solamente una vez en la vida. Por tanto, las reglas son públicas, no podría haber
algo así como una regla privada, ya que, seguir una regla implica la posibilidad de
que más de una persona las comparta. De acuerdo a García Suárez, “la noción de
seguir una regla conlleva la de una pluralidad de usuarios” (García Suárez 1990, p.
88).
El lenguaje sería un medio de comunicación basado en reglas, ahora bien, ¿qué
sucedería si el lenguaje no fuera un medio de comunicación?, esto sería concebir algo
así como un lenguaje para hombres que hablan sólo consigo mismos.

Lenguaje privado: no nos referimos a un lenguaje privado de hecho, como el lenguaje de un


diario cifrado, ya que para tal tipo de lenguaje privado está la posibilidad de traducir los
términos utilizados. (§243)
Lo que está en juego cuando Wittgenstein se refiere a un lenguaje privado es a la
posibilidad de que exista un lenguaje que por estructura no pueda ser un medio de
comunicación, también podemos considerar la idea, de que si es posible la existencia de un
lenguaje privado, podría ser el caso de que ciertas ideas cartesianas fueran válidas.
Las condiciones del lenguaje privado al que se refiere Wittgenstein, serían las siguientes:

(i) Las palabras deben referirse a lo que sólo puede ser conocido por el hablante.

(ii) Las palabras de este lenguaje deben referirse a las sensaciones inmediatas,
privadas del hablante.

(iii) Otro no puede entender este lenguaje.

La condición (i) presenta un argumento de orden epistémico. Ya que “las palabras de este
lenguaje se refieren a algo <<de lo cual sólo el hablante puede saber>>” (Tugendhat 1993,
p. 76).
En el lenguaje común las palabras que hacen referencia a mis sensaciones, están conectadas
con manifestaciones naturales de sensaciones (como gritar, una mueca de dolor, etc.). este
no sería un lenguaje privado, en cuanto que otra persona podría entender a lo que me
refiero en cuanto aparece, por ejemplo, mi conducta como manifestación, por ejemplo, de
la sensación ‘dolor’.

Ahora bien, si se estableciera una conexión entre la palabra y la sensación, evitando


referirse a la expresión natural de la sensación (suspendiendo la expresión natural de la
sensación, como la posibilidad de una mente desencarnada o la existencia de un sujeto de
experiencias inmaterial).

*Palabra (signo) sensación. Asociación pura del signo con la sensación.

Funcionamiento del lenguaje privado (§258).


Diario privado:
(1) Se asocia determinada sensación con el signo “S”. Iré marcando en el calendario
con el signo “S”, por cada día que tenga la sensación asociada con el signo “S”.

Lo primero que podemos inferir de (1) sería que (α) no hay una definición verbal del
signo “S”. Solamente el signo “S” aparece como pura asociación con determinada
sensación. Por tanto, el autor del diario privado no podría hacerse entender cuando
usase el signo “S” y sólo él habría de entenderla sin ser capaz de explicar su significado
a nadie. Ahora bien, el autor,(β) podría intentar definir el signo “S” de manera ostensiva
(definición ostensiva). Esto se produciría en cuanto al sentir la sensación me
concentrara en el signo “S”, como señalamiento interno. De esta manera el autor del
diario privado tendría un mecanismo (basado en el señalamiento interno) para
establecer directamente la conexión entre signo y sensación. Esta idea implica que
entender el significado de una palabra es conocer el objeto que representa. Para
Wittgenstein tal idea sería algo así como el “Bautismo de un objeto” (§38 [se realiza
una crítica a esta concepción del significado]).
Sin embargo, en relación a (β), podemos considerar las ideas contenidas en §30 y §31:
Donde lo primordial es la idea de que la definición ostensiva explica el significado de
una palabra, siempre que esté claro el rol que la palabra desempeña en el lenguaje. Por
ejemplo, si se quisiera explicarle a alguien el significado de la palabra ‘mela’ señalando
un vaso y diciendo “Esto se llama ‘mela’” , la persona a la cual se le intenta explicarle
el significado de la palabra ‘mela’ podría interpretar lo que le dije como “Esto es un
vaso”, “Esto es cristal”, “Esto es uno”, “Esto es cilíndrico”, etc. Habría ambigüedad al
momento de que se quiera entender el significado de la palabra, por ejemplo, ‘mela’.
Es necesario que sepa el rol que juega la palabra dentro del lenguaje para poder
entender ostensivamente el significado de la palabra. Si no sé la función, no sé a lo que
se refiere, por tanto no puedo entender su significado.
En relación a esto, debemos preguntar ¿qué sucede en el caso del lenguaje privado?,
¿puede la definición ostensiva dotar de significado el signo “S”?.
El autor podría responder que sí, en cuanto que no habría ambigüedad con respecto qué
sensación es esta y lo nombrado con el signo “S”. Nuestro autor podría argumentar esto,
en función de que está seguro de que no hay ambigüedad en tanto que él ve
(introspectivamente) la sensación que se ha identificado con el signo “S”.
De acuerdo a tal idea (ver introspectivamente), el autor del diario privado, ¿puede
comprometerse a usar el signo “S” en el futuro para designar la misma sensación?
Se podría argüir que un mecanismo que posibilite el uso del signo “S” en el futuro,
habría de ser la memoria, ya que hasta el momento no hay un criterio que compruebe el
uso del signo “S”. En este punto es aclarativo lo que propone Strawson:

“Podríamos tener la tentación de decir que su memoria proporciona ese comprobante.


Pero, ¿qué comprobante guarda en su memoria? Supongamos que, a propósito de una
palabra en particular [en nuestro caso el signo “S”], persiste en recordar su mal uso.
¿Qué diferencia supondrá ello? No habrá manera de distinguir un uso correcto de uno
incorrecto, Así, pues, la idea de un uso correcto se ha quedado vacía en este caso; y
con ello también la idea de lenguaje” (Strawson 1995, p. 114).

Lo que Strawson propone aquí, es que al no haber un criterio de corrección de uso de una
palabra, no podría estar asegurado su uso correcto, en cuanto que el registro de uso puede
estar basado siempre en un mal uso de la palabra. Esta idea se relaciona con el §258, donde
Wittgenstein insiste que no se puede saber cuál es el significado correcto del signo. Por lo
que se puede llegar a concluir, como centro de la crítica a la idea de un lenguaje privado:

“La ceremonia de la definición ostensiva interna no bastaría para establecer un criterio


que nos permita distinguir entre usos correctos y usos incorrecto del signo. No se
satisfaría entonces un requisito general exigible de cualquier uso de reglas (…) Ese
requisito es que debe poder diferenciarse apariencia de realidad en la aplicación de las
reglas, de manera que <<creer seguir la regla no es seguir la regla>>” (García Suárez
1990, p. 95).

En conclusión, el uso de la memoria no garantiza el uso correcto del signo “S”. Por
tanto, no habría modo de determinar el uso del signo “S” en el futuro.

Pero aún, puede ser que se realice tal acción. Con esto tendríamos el segundo
elemento que compone el caso del diario privado:

(2) Escribir “S” en el diario porque nuestro autor ha experimentado de nuevo la


sensación determinada.
¿Cómo saber si es correcto (2) si no hay un criterio?
Podemos interpretar (2) como si nuestro autor aisló del flujo de sus vivencias
una sensación determinada. Ejemplo, el dolor de muelas.
Decir esto, supone que al escribir “S”, nuestro autor ya poseía el concepto de
“dolor de muelas”. Lo cual basándonos en (i) y (ii), tal tenencia del concepto
“dolor de muelas”, sólo podría ser posible, si se sostiene algo así como un
lenguaje mental. Pero suponer esta posibilidad implica por un lado presuponer
lo que se quiere explicar, a saber, cómo puede existir un lenguaje privado.
Volviendo al caso de la memoria, el autor debe basarse en esta facultad y traer
a su mente el recuerdo de la sensación que se identificó con el signo “S”. Pero
debe ser el recuerdo correcto, en cuanto que no hay posibilidad de apelar a
una instancia independiente. Pero, ¿cómo saber si es el recuerdo correcto?
No habría modo, ya que no existe un criterio que justifique el uso correcto del
singo “S”, ya que puede ser el caso, que nuestro autor siempre recuerde
erradamente la correlación de la sensación con el signo “S”.
Ahora bien, tampoco se puede llamar “S” el signo de una sensación, pues el
concepto “sensación”, es una palabra del lenguaje común, no es sólo un
concepto para mí. Realizar esto, exige no cumplir (iii).

El modo en que podemos concebir un lenguaje privado no es posible, porque requiere


de condiciones que involucran problemas en sí mismas. De tal forma, no podemos
concebir un lenguaje privado con respecto a las sensaciones, como un lenguaje real
de las sensaciones y su modo de referencia con sentido.

Bibliografía.

García Suárez, Alfonso. “Wittgenstein y la idea de un lenguaje privado”, en Δαίμων


N°2, 1990; pp. 87-98 (Versión digital [.pdf] disponible).

Strawson, Peter. “Las investigaciones filosóficas de Wittgenstein”, en Libertad y


resentimiento. Ediciones Paidós, España, 1995; pp. 93-138

Tugendhat, Ernst. Autoconciencia y autodeterminación. Fondo de cultura económica.


México, 1993.

Wittgenstein, Ludwig. Investigaciones filosóficas. Crítica. México. 2008.

Anda mungkin juga menyukai