Anda di halaman 1dari 34

CENTRO DE ESTUDIOS TECNOLOGICO INDUSTRIAL Y DE SERVICION No.

18

Historia de México

Ing. Gilberto Ávila Iñiguez

Materia: Elaboración de Paginas Web

Alumna: Vallejo Castro Gabriela

Semestre: 3ro. Grupo: E

Especialidad: Informática
Introducción:

A continuación se presenta información útil basada lo mas posible a lo real, de


fuentes confiables sobre el tema, para que los visitantes puedan obtener datos
acerca de la Historia de México, por lo que es mas seguro el contenido sea
extenso para una mejor compresión.

Marco Teórico:
La Historia de México nos presenta un legado histórico, donde los
acontecimientos que en el pasado sucedieron, causaron algunos cambios muy
significativos en el desarrollo de la cultura mexicana.
Para aprender de cómo es que se a desarrollado la sociedad mexicana,
tenemos que observar y aprender del pasado, y como podemos ver, México no
es un país cuya historia sea muy simple, sino a lo largo de sus comienzos esta
llena de grandes culturas y sus tradiciones, que por muy fantasiosas que se
pueden escuchar y leer, son parte de un pueblo con diversas creencias.
Llena de muchos conflictos, aun así hubo gente con grandes ideas y
pensamientos de libertad, después de la Conquista, y gracias a ellos, México
es independiente de España.
Conocer la Historia de México no es solo recordarla, sino poder aprender de
ella, y saber el, por que algunas situaciones actuales, y aprender de los errores
del pasado para un progreso mas adecuado de la sociedad.
Contenido:

1. México antiguo

• Culturas Mesoamericanas
• Periodo Formativo o Preclásico
• Periodo Clásico
• Periodo Clásico (civilizaciones)
• Periodo Posclásico
• Los aztecas o mexicas
• La conquista
• La conquista (Parte 2)

2. Virreinato de la Nueva España

• México Virreinal

3. La Independencia de México

• Primera Etapa: Antecedentes y "Grito de Independencia"


• Segunda Etapa: Campañas de José María Morelos
• Tercera Etapa: Campañas de Guerrero y José Mina
• Cuarta Etapa: Abrazo de Acatempan Consumación de la
Independencia

4. Imperio y República

• Imperio y República
• Guerra con Estados Unidos
• Juárez y Maximiliano I

5. El Régimen de Porfirio Díaz

• Porfiriato

6. Revolución Mexicana

Revolución Mexicana Revolución maderista


Presidencia de Madero y Gobierno de Victoriano Huerta
Luchas Revolucionarias

7. México y la Guerra Mundial

• La II Guerra Mundial
• México de posguerra

8. México Actual
• México Actual (parte 1)
• México Actual (parte 2)

Conclusión

• Conclusión
El México antiguo

La culturas mesoamericanas

Antes de la llegada de los europeos, el territorio que hoy ocupa la republica


Mexicana estaba dividido en dos grandes áreas culturales, llamadas por los
antropólogos del siglo XX: Áridoamérica y Mesoamérica. La primera de esas
regiones, en la que predomina el clima desértico, se ubica en el norte del
territorio y abarca los actuales estados de Sonora, Chihuahua, Baja California,
Sinaloa, Zacatecas, Durango, Coahuila y Nuevo León. En tiempos
prehispánicos estaba habitada generalmente por pueblos nómadas y
seminómadas que se dedicaban a la caza, la pesca y la recolección de
vegetales, y algunos habían empezado a practicar la agricultura. En cambio, en
Mesoamérica se desarrollaron varias civilizaciones que compartían rasgos
culturales comunes, ubicadas en una amplia región geográfica que en el
momento de la Conquista española abarcaba, de norte a sur, desde el actual
estado de Sinaloa y los ríos Lerma y Pánuco, hasta el territorio de lo que hoy
es Costa Rica. Algunos de los rasgos comunes de las diferentes culturas de
esta área, que constituyen el llamado “patrón de cultura de mesoamericana”,
son los siguientes: el conocimiento y la utilización de una extensa variedad de
técnicas para la producción agrícola; la fabricación de terrazas y obras
hidráulicas de diversa índole; el cultivo de maíz, frijol calabaza, chile, cacao,
chía y tomate; la preparación de tortillas de maíz con cal; el empleo de armas
líticas, principalmente de obsidiana y bálsamo; la edificación de complejos
urbanos y plataformas piramidales escalonadas, el uso del estuco (aplanado o
revestimiento) para el recubrimiento de superficies arquitectónicas, el trazo de
patios en forma de I para el juego de pelota, y de manera significativas la
existencia de un amplio y sostenido excedente de producción agrícola y
artesanal que permitió el intercambio comercial y el desarrollo de una
organización social, política y económica. Las culturas de Mesoamérica
desarrollaron complejos sistemas de gobierno de tipo monárquico y teocrático,
conocimientos científicos que les permitieron importantes avances en
matemáticas y astronomía, una escritura jeroglífica que incluía signos
numéricos, y un sistema de calendarios muy preciso. Tenían una religión
politeísta y los dioses más importantes, relacionados con las fuerzas de la
naturaleza, eran venerados por varias culturas con algunas adaptaciones
locales. Su economía se centraba en la producción agrícola dedicada
principalmente al maíz, alimento básico en la dieta mesoamericana, y otros
cultivos propios del ambiente natural de cada región geográfica de esta área
cultural, caracterizada por contar con una gran diversidad biológica, que
proporcionada además una rica variedad de especies animales para la
alimentación humana. Otras de las actividades productivas fue la artesanía,
sobre todo textiles y cerámica, los cuales no solo se destinaban al consumo
local sino que eran objeto de tráfico entre diversas culturas y regiones.
Las culturas mesoamericanas

En el extenso espacio de tiempo transcurrido entre la formación de


Mesoamérica y la Conquista española, se desarrollaron en el territorio
civilizaciones, ubicadas en orden cronológico:

Periodo Formativo o Preclásico

Este periodo, que inicia aproximadamente en el año de 2500 a.C. y termina


hacia el 200 d.C., se caracteriza, de manera general, por un proceso evolutivo
a partir del nacimiento de la agricultura, con el consecuente sedentarismo, y el
aumento en el números de aldeas en diversos puntos del actual territorio
mexicano, hasta el surgimiento y desarrollo de la primera civilización, la de los
llamados Olmecas, considerada como la “cultura madre” de las posteriores
sociedades mesoamericas, y cuya área nuclear estuvo ubicada en la región
centro-sur de la costa del Golfo de México.

Cultura Olmeca
La historia del grupo Olmeca, ya con una cultura establecida e identificable, se
divide en dos periodos; el primero entre los años 1200 y 900 a.C., y el segundo,
La Venta, entre los años 900 y alrededor de 400 1.C., cuando, al parecer, la
civilización Olmeca dejó de existir. El sitio más importante es La Venta,
antiguamente una isla en donde los Olmecas construyeron un complejo
arquitectónico integrado por varias edificaciones, mismas que por sus
dimensiones y planificación hacen de este sitio el ejemplo mas antiguo
encontrado hasta ahora en Mesoamérica de un asentamiento humano con
características urbanas, El Olmeca fue el primer pueblo mesoamericano en
crear un sistema de escritura numérica y un calendario similares a los que
desarrollo posteriormente la cultura maya, y un sistema de creencias místico-
religiosas cuya deidad principal estaba representada por la figura de un jaguar.
Los Olmecas extendieron su influencia más allá de su zona debido al intenso
comercio que desarrollaron, como lo demuestra los restos arqueológicos
encontrados en numerosos sitios de Mesoamérica, principalmente en el
Altiplano Central, en Oaxaca, en algunos puntos del actual estado de Guerrero,
en Chiapas y en Guatemala. En estas regiones empezaba a darse un
importante desarrollo sociocultural que en el siguiente periodo habría de llevar
al florecimiento de otras altas culturas mesoamericanas.

Periodo Clásico

El perdido clásico mesoamericano comprende de un lapso entre los años 200 y


800 d.C., dividido en Temprano, de 200 a 550 d.C., y Tardío, de 550 a 800 d.C¹
Se caracteriza fundamentalmente por la existencia de ciudades-Estado, en
calidad de centros político-religiosos que ejercieron control sobre el área
circundante, bajo la dirección de gobernantes cuya presencia se manifiesta por
medio de la escultura monumental, particularmente en la zona maya. En este
periodo es notable la formación gradual de asentamientos humanos
organizados alrededor de un centro político-religioso, de manera similar ala
organización en el área nuclear Olmeca, y muy posiblemente como efecto de la
influencia de esa sociedad. Las civilizaciones que florecieron en Mesoamérica
durante el periodo Clásico fueron la maya, la teotihuacana, la de El Tajín y la
Zapoteca.

¹ El número de años de estos subperiodos puede tener variaciones,


dependiendo de la región cultural de que se trate.

Civilización Maya

El territorio de los antiguos mayas se encuentra ubicado en un área de más de


350 mil kilómetros que comprende buena parte del sureste mexicano y algunas
porciones de Belice, Guatemala y Honduras. El área central de ese territorio,
donde la civilización maya llegó a sus más altas manifestaciones, comprende
desde el Petén guatemalteco hasta Tabasco y el sur de Campeche, a través de
la densa selva del sur de las Tierras Bajas, incluyendo Belice. En esta área se
desarrollo una especie de confederación de ciudades-Estado relativamente
autónomas, que además eran centro ceremoniales religiosos gobernados por
monarcas teocráticas. Entre las ciudades más importantes del periodo se
encuentran Palenque, Piedras Negras, Bonampak en el actual territorio
mexicano de Chiapas y Tikal en Guatemala. Además de sus funciones
ceremoniales, las ciudades-Estado mayas eran centros administrados y
políticos donde se tomaban decisiones relacionadas con la distribución de
recursos, las relaciones comerciales interregionales y los problemas de
mantenimiento de fronteras o expansión del territorio en condiciones de
conflicto bélico con los centros de población vecinos. Además de la guerra y el
comercio, en la centralización política de las ciudades mayas hay indicios de
que la ideología debió de jugar también un papel importante; a parir del periodo
Clásico, la iconografía religiosa simboliza un conjunto de ideas propiamente
mayas, plasmadas en el arte junto con una “literatura” jeroglífica y un avanzado
sistema de calendario de gran complejidad, mediante los cuales se registraban
con asombrosa precisión los hechos más sobresalientes y la sucesión de los
reyes que gobernaron cada ciudad-Estado.

Teotihuacan

Situada en el Altiplano Central de México, Teotihuacan fue la primera


manifestación urbana de grandes dimensiones en el continente americano y la
ciudad más importante de Mesoamérica en su época. Se trataba de una
ciudad-Estado centralista con un gobierno teocrático, que logro unificar bajo su
dominio a los diversos pueblos a su alrededor y extendió su influencia, al
parecer mediante contactos comerciales, a lugares más alejados como el
centro de Veracruz y el área central maya. Su evolución histórica pasó por
varias fases, comenzando con los primeros asentamientos humanos durante el
periodo Formativo, hasta su fase final cuando fue abandonada alrededor del
año 750 d.C. Teotihuacan fue una ciudad sagrada construida con base en un
trazo urbano reticular, d acuerdo con un orden cósmico, y estaba regida por
dos dioses tutelares: el Sol y la Luna. A ellos están dedicadas las dos
pirámides escalonadas más grandes de la arquitectura monumental
teotihuacana, a las que sigue en importancia la estructura dedicada a
Quetzlcoatl, cuy papel como dios creador es vital en la mitología de los pueblos
del centro de México. La influencia cultural de Teotihuacan no solo se extendió
geográficamente durante su existencia, sino que transcendió a las sociedades
del grupo étnico nahua que habitaron el centro de México en épocas
posteriores.

Cultura de El Tajín

La región del Totonacapan donde floreció esta cultura estuvo situada en la


zona central del actual estado de Veracruz y de Papantla, y de sur a norte
desde la cuenca del río Papaloapan hasta la cuenca del río Cazones. La
cultura de El Tajín ocupa un lugar muy especial entre los pueblos que habitaron
Mesoamérica durante el periodo Clásico. Aunque se sabe poco de su
organización socio política, las sorprendentes huellas de su cultura material
permiten inferir un significativo grado de avance tecnológico comparable al de
las culturas mesoamericanas contemporáneas, lo cual se debió muy
posiblemente a los contactos con Teotihuacan a través de las ciudades-satélite
de aquella metrópoli, y también con algunos grupos procedentes del área
maya. La ciudad más grande e importante de la región toma su nombre de l
dios Trueno, o Tajín, dios en idioma totonaca, al parecer la deidad más alta en
la jerarquía del panteón de esta cultura, sometida año con año a los embates
de los huracanes. El Tajín se desarrolló como centro ceremonial durante el
Clásico tardío, cuando recibió la influencia cultural de Teotihuacan, tanto en lo
técnico como en lo ideológico, quizás a través de Cholula o de Tula, según se
infiere por algunos elementos arquitectónicos y sobre toso por la presencia en
la zona de dioses venerados en el Altiplano Central. Más tarde, El Tajín
adquirió características de centro urbano y en el siglo XII declinó hasta ser
abandonada durante el siglo XIII.

Cultura Zapoteca

En el valle de Oaxaca, habitado por aldeanos agricultores desde el periodo


Preclásico temprano, destaca durante el Clásico el centro ceremonial de Monte
Alban, ubicado en un cerro a unos 400 metros por encima del valle, sur de la
actual ciudad de Oaxaca. El nombre de Monte Albán fue aplicado a esta ciudad
zapoteca en tiempos posteriores a la llegada de los españoles, y se desconoce
como fue llamada originalmente, aunque algunos investigadores suponen que
el nombre en castellano es una deformación de la palabra zapoteca danibann,
cuyo significado es “montaña o colina sagrada” En la ciudad de Monte Albán
floreció la cultura zapoteca, cuyos rasgos esenciales perduraron en el valle
hasta la época de la Conquista española, lo cual significa que el proceso
histórico de esta cultura tuvo una continuidad de aproximadamente 14 siglos,
lapso dividido por los investigadores en cinco fases. La etapa de mayor auge
ocurre en el tercero de esos periodos, que coincide con el Clásico y muestra
los rasgos socioculturales característicos de las sociedades mesoamericanas
en esta etapa. Este auge incluye el crecimiento demográfico, según se puede
inferir tanto por la gran cantidad de restos de casas habitación y de tumbas,
como por las ricas ofrendas depositadas en ellas, de gran cantidad estética y
admirable dominio en la técnica ceramista.

Periodo Posclásico

Este periodo comienza alrededor del siglo IX, tras la desaparición de los
grandes centros políticos del clásico, y termina en 1521, con la Conquista
española. Se caracteriza en primer lugar por una serie de grandes movimientos
migratorios tanto de grupos mesoamericanos como de algunos procedentes de
Áridoamérica. A la caída de los grandes centros de población, sobre todo los
que ocupaban la cuenca de México encabezados por Teotihuacan, grupos
chichimecas procedentes del norte penetraron en Mesoamérica, lo cual origino
una serie de mezclas culturales que dieron como resultado los rasgos que
habrían de caracterizar el Posclásico. Entre otras características importantes
de este periodo destaca la existencia de un militarismo acentuado, manifiesto
en la formación de ordenes militares y en una serie de elementos ideológicos
relacionados con la guerra, presentes sobre todo en la zona central de
Mesoamérica, al parecer como consecuencia de la dispersión de los diversos
grupos que salieron de Teotihuacan a la caída de esta ciudad como centro
político. Tal militarismo implico el surgimiento de líderes o caudillos que
encabezaron grupos tribales, en permanentes guerras unos con otros, y tras
conquistar algunos territorios, establecieron bajo su mando diversas unidades
políticas. Esto dio lugar a la existencia de un mosaico de pequeños estados
locales registrados en la historia como “señoríos” o “ciudades-Estado”, términos
aplicados por los cronistas españoles del siglo XVI debido a cierta semejanza
con entidades políticas europeas designadas con tales nombres. Se trataba de
unidades políticas de reducida extensión territorial, basadas en una economía
agrícola y en una población campesina que dependía de un centro urbano
donde se localizan la sede de gobierno y la residencia de la clase noble
dominante. Le guerra jugaba un papel de gran importancia en todo los
aspectos de la vida social de estos pueblos, en virtud de la tendencia a
incorporar a su dominio nuevos territorios por medio de la conquista, a los
cuales les imponía tributo. En el aspecto religioso, además de mostrar un
panteón mas complejo, los pueblos posclásicos utilizaron en los rituelas una
practica mas frecuente y variada de sacrificios humanos que la de etapas
anteriores, la cual se vinculo estrechamente con la guerra de conquista para
justificar la obtención de prisioneros destinados a satisfacer las demandas de
sangre exigidas supuestamente por los dioses.
Áreas culturales

Durante el periodo posclásico, la extensión territorial de Mesoamérica no era


muy diferente a la establecida en el periodo anterior, sino compuesta de cuatro
principales regiones culturales. El Altiplano Central, dominado por grupos
étnicos de habla y cultura náhuatl, principalmente por los toltecas herederos de
Teotihuacan, con sede en la ciudad de Tula, el actual estado de Hidalgo,
fundada hacia el año 900 de nuestra era, que mantuvo un vasto imperio en
Mesoamérica, el cual llegaba hasta el golfo de México y el área de Yucatán. La
historia de los toltecas termina hacia el año 1200, cuando ocurrió una
decadencia y los grupos tribales, incluyendo los aztecas o mexicas, emigraron
hacia el valle de México.
El occidente, que comprendía en parte los estados de Sinaloa, Nayarit, Jalisco,
Michoacán, Colma y Guerrero, y donde se desarrollaron las llamadas culturas
Occidente, entre las que destaca la cultura tarasca o purépecha, en Michoacán,
cuya capital fue la ciudad de Tzintzuntzan. El expansionismo de los tarascos,
impulsados por su carácter aguerrido, les permitió formar un gran imperio que
compitió en poderío con el de los aztecas, a quienes incluso pudieron vences
cuando éstos trataron de conquistar el territorio tarasco.

Los mexicas o Aztecas

La cultura azteca, aunque se ubica cronológicamente en el periodo posclásico,


requieres un tratamiento mas especifico en estos antecedentes sobre México
antiguo, no solo porque fue la civilización vencida por el conquistador español,
sino por su gran importancia como el imperio vasto y poderoso en la historia de
Mesoamérica; fue el imperio que llego a tener la organización administrativa,
económica y social mas avanzada y compleja del México antiguo, la civilización
que heredo a la Republica Independiente no solo de su nombre y sus símbolos,
sino su riqueza cultural, la cual aun subyace en el pensamiento y las
costumbres de los habitantes del México moderno.

La historia de los aztecas nace propiamente en 1325, cuando termina su


peregrinación desde la mítica cuidad de Aztlán y fundan la ciudad de México-
Tenochtitlan después de encontrar, en un islote en medio del lago de Texcoco,
la señal anunciada por su dios tribal. Esa señal de un profundo significado
religioso constituyó la base del dominio imperial mexica y el pretexto para
buscar prisioneros y sacrificarlos para ofrendar su corazón (representado por el
fruto rojo del nopal) a su dios solar Huitzilopochtli (representado por el águila) a
fin de que éste recuperara su fuerza vital perdida en la lucha contra las fuerzas
de la noche (simbolizadas por la serpiente).
Esta idea cósmica, central en la mitología religiosa de los aztecas, fue la base
de la ideología políticas del Estado mexica, cuyo propósito económico inicial
fue obtener tributos, pero a la larga dio como resultado una considerable
expansión territorial. Al comparar la diminuta isla donde se tuvo lugar la
fundación de Tenochtitlan con los dominios del reino de Moctezuma II (1502-
1520), se muestra la impresionante extensión del imperio, que engrandecido a
partir de las conquistas del emperador Izcóatl (1427-1440) y de la formación de
la Triple Alianza en los señoríos de Tetzcoco y Tacuba, extendió su hegemonía
por casi toda Mesoamérica, al tiempo que la ciudad de México-Tenochtitlan
alcazaba un predominio indiscutible.
Sin embargo, en la segunda decada del siglo XVI el poderoso imperio azteca
se encontraba en crisis. Los principales objetivos de la Triple Alianza consistían
en obtener alimento para los dioses y tributos para el Estado, pero una vez
conseguidos éstos, los mexicas no estuvieron preparados para enfrentar los
problemas que a lo largo plazo representaba el control de los pueblos
sometidos.
Existían además zonas independientes enclavadas en el imperio que no habían
sido conquistadas y llegaron a plantear serios problemas. Deseosos de
preservar su autonomía, los gobernantes de esos enclaves fomentaban
insurrecciones en las regiones del imperio que los circundaban, y cuando los
aztecas sofocaban las revueltas, los Estados independientes ofrecían asilo a
los jefes rebeldes, dispuestos a enfrentar nuevas luchas contra el imperio. Uno
de esos enclaves fue el reino tlaxcalteca, quizás el que ocasiono mayores
problemas al Estado mexica, por sus características como pueblo belicoso que
resistió con éxito a os ejércitos de la Triple Alianza durante mas de 50 años.
Por otra parte, a principios del siglo XVI, debido al notable incremento de la
población habían aumentado en gran medida las exigentes materiales de
Tenochtitlan, sin que se diera un crecimiento equivalente en los productos
alimenticios.

La Conquista

Primera etapa: la ruta de Cortés

El 18 de febrero de 1519 Hernán Cortés sale de la isla de Cuba, al frente de


una armada integrada por once naves. Trae consigo poco más de 600
hombres, 16 caballos, 32 ballestas, 10 cañones de bronce y algunas otras
piezas de artillería de corto calibre. Vienen con él varios hombres que llegarían
a ser famosos en la conquista del Nuevo Mundo. Entre ellos está Pedro de
Alvarado, a quien los aztecas habrían de apodar Tonatiuh, "el sol", por su gran
presencia y lo rubio subido de su cabellera. Alvarado habría de ser el único de
los grandes capitanes que iba a participar también en al conquista de
Guatemala y más tarde en la de Perú. Con Hernán Cortés vienen asimismo
Francisco de Montejo, futuro conquistador de Yucatán, Bernal Díaz del Castillo
y otros varios más que consignarán por escrito la historia de esta serie de
expediciones.
Al pasar por las costas de Yucatán, Cortés recoge a Jerónimo de Aguilar que
había quedado allí como consecuencia de un naufragio y que había aprendido
la lengua maya con fluidez. Mas adelante, frente a la desembocadura del río
Grijalva, recibe Cortés veinte esclavas indígenas, una de las cuáles, la célebre
Malinche, desempeñará un papel importante en la Conquista. La Malinche
hablaba la lengua maya y la azteca o náhuatl. Gracias a la presencia
simultánea de Jerónimo de Aguilar; éste a su vez, sirviéndose del maya,
traduciría lo dicho a la Malinche, y ella se dirigiría directamente en lengua
azteca a los enviados y emisarios de Moctezuma, el gran tlatoani - término
azteca equivalente a emperador -.

Precisamente el Viernes Santo, el 22 de abril de 1519, los conquistadores


desembarcan en las costas de Veracruz. Pasan por las regiones de Rinconada,
Coatepec, Xalapa y Xico. Un poco mas de seis meses después, el 8 de
noviembre de 1519, contemplaban atónitos la metrópoli de México-
Tenochtitlan, la gran ciudad construida por los aztecas en medio de los lagos
en el Valle de México.

Tanto los cronistas españoles como los indígenas refieren puntualmente los
varios acontecimientos que tuvieron lugar. Los textos en idioma azteca hablan
de los mensajes enviados por Moctezuma, de los presentes de oro y plata.
Hernán Cortés, en sus cartas de relación a Carlos V, Bernal Díaz en su Historia
Verdadera de la Conquista , así como el resto de los cronistas españoles
refieren sus primeros contactos con la gente de Cempoala en las costas del
Golfo, su puesta en marcha hacia la altiplanicie, su alianza con los tlaxcaltecas
(un pueblo enemigo natural de los mexicas), su paso por el poblado aliado
azteca de Cholula donde se perpetró la matanza de la gente de ese lugar así
como la destrucción de sus templos.

Segunda etapa: la conquista de México-Tenochtitlan

Por fin, después de cruzar volcanes, los conquistadores llegan a la ciudad de


México-Tenochtitlan y se entrevistan con Moctezuma que los recibe como
huéspedes. Desde un principio el gran Señor de los aztecas había creído que
se trataba del retorno de Quetzalcoatl (un rey tolteca traicionado el cual juró
vengarse y regresar por el mar del este.)

La estancia de los hombres de Castilla como huéspedes en la capital azteca


tuvo un final violento. Cortés había tenido que ausentarse para combatir a
Pánfilo de Narváez, quien venía a quitarle el mando por órdenes del
gobernador de Cuba, Diego de Velázquez, el cual nunca autorizó a Cortés esta
empresa. Pedro de Alvarado quedó al mando de la Ciudad de Tenochtitlan y
queriéndose anotar un triunfo, atacó por traición a los aztecas, durante la gran
fiesta de Tóxcatl, que se celebraba en fecha cercana a la Pascua de
Resurrección del año de 1520.

Cuando Hernán Cortés regresa, después de vencer a Narváez, tiene que hacer
frente a la indignación de los aztecas. Decide entonces escapar de la ciudad.
En su huida pierde mas de la mitad de sus hombres, así como todos sus
tesoros de que se había apoderado. Esta derrota sufrida por los conquistadores
al huir de la ciudad rumbo al poniente, por la calzada de Tacuba, se conoce
con el nombre de "la noche triste" del 30 de junio de 1520. Se dice que Hernán
Cortés se detuvo en medio de la huida a llorar debajo de un árbol y que Pedro
de Alvarado cayó en una zanja rompiéndose una pierna. Los españoles
marchan en busca de auxilio con sus aliados tlaxcaltecas y no es sino hasta
casi un año después, o sea el 30 de mayo de 1521, cuando pueden dar
principio al asedio formal a México-Tenochtitlan.. Para esto encuentra Hernán
Cortés mas de 80,000 soldados tlaxcaltecas y refuerza sus propias tropas
españolas con la llegada de varias otras expediciones a Veracruz.

La elección de Cuauhtemoc, escogido como gobernante supremo, ya que


muerto Moctezuma (víctima de una pedrada dirigida a los conquistadores), su
sucesor, el príncipe Cuitláhuac, había también fallecido víctima de la epidemia
de viruela que, traída por los españoles, causó miles de bajas entre los
indígenas. Durante el reinado de Cuauhtemoc que sería el último emperador
azteca, los hechos de armas se suceden unos tras otros y no puede negarse
que hay actos de heroísmo por ambas partes.

Por fin, casi después de ochenta días de sitio, en un 13 de agosto de 1521, cae
la ciudad de México-Tenochtitlan y es hecho prisionero el joven Cuauhtemoc
(que mas tarde sería torturado y muerto en la actual región de Chiapas en otra
expedición de Cortés). Se dice que el agua del lago de Texcoco estaba
totalmente pintada de rojo. La ciudad quedó devastada.

Así pues, Cortés colocó su ejército en Coyoacán, una región cercana a


Tenochtitlan. Todos los plumajes, oro, y regalos se remitieron como regalos a
cónsules, reyes, emperadores y procuradores en Europa. Mas tarde, Cristóbal
de Tapia llegó de Cuba por órdenes del gobernador Velázquez y del rey a
gobernar el nuevo territorio conquistado. Cortés lo obligó a regresar.

Se tiraron la mayoría de los templos y generalmente, sobre ellos se


construyeron iglesias o más tarde, monasterios.

El 15 de octubre de 1522, Hernán Cortés por fin fue nombrado gobernador,


Capitán General y Justicia Mayor de la nueva colonia española.

Pedro de Alvarado se dirigió a conquistar cruelmente Guatemala y El Salvador.


Cristóbal de Olid se rebeló entonces a Cortés, pero Olid fue rápidamente
asesinado. El 13 de agosto de 1523 llegaron 3 religiosos a México, para dar
inicio a lo que sería la "conquista espiritual". Los tres religiosos son: Fray Juan
de Tecto, Fray Juan de Aora y Fray Pedro de Gante.
Se comenzó a explotar la tierra y a cultivar la caña de azúcar, trigo, árboles
frutales europeos, etc... El nuevo territorio fue entonces llamado Nueva
España. Iniciaría el periodo de la Colonia que terminaría hasta 1821 con la
Consumación de la Independencia.

Virreinato de la Nueva España

México Virreinal

A la caída de Tenochtitlan, los antiguos dominios mexicas quedaron bajo el


mando de Hernán Cortés, a quien el emperador Carlos V nombró Capitán
General. Sin embargo, la ilimitada ambición de éste y los abusos cometidos por
sus colaboradores, convencieron al monarca de que era necesario establecer
un gobierno más disciplinado en los dominios a los que se llamó Nueva
España. Primero designó un equipo de cinco hombres, denominado Audiencia,
que sólo provocó más problemas. Finalmente decidió nombrar un
representante directo de la monarquía, que gobernaría con el título de Virrey.

El virreinato duró casi 300 años. En ese lapso hubo 63 virreyes, quienes
encabezaban un grupo muy numeroso de funcionarios encargados de cobrar
impuestos, mantener el orden y proteger el territorio y su explotación
económica.

Las autoridades del Virreinato

En la Nueva España, la autoridad máxima era el Virrey. Dirigía la política del


Virreinato, veía que se hiciera justicia y administraba la economía; era el jefe
del ejército y debía proteger a la Iglesia católica.

Además del virrey, había dos Audiencias o tribunales superiores que se


encargaban de oír quejas de los pobladores, hacer justicia y asegurarse de que
las leyes se cumplieran. Una estaba en la ciudad de México y la otra en
Guadalajara.

Los alcaldes mayores gobernaban en los pueblos de indios, y los corregidores


en los de españoles. Las autoridades más importantes en las ciudades eran los
cabildos o ayuntamientos. Este sistema de cabildos o ayuntamientos, que se
mantiene en estos días, fue traído a la Nueva España por los conquistadores. A
finales del siglo XVIII, la Nueva España fue dividida en intendencias, que fueron
la base de nuestra actual división política en estados.

En un principio, la población española se concentró en el centro de México,


pero muy pronto se extendió por los actuales estados de Michoacán y Jalisco y
siguió hacia el norte por la costa del Pacífico. Los españoles ocuparon la región
zapoteca y mixteca y siguó después la difícil conquista de la península de
Yucatán y el sureste montañoso, venciendo la decidida defensa de los pueblos
mayas.
A mediados del siglo XVI los españoles encontraron ricas vetas de plata en
Zacatecas y Durango, lo que estimuló la exploración y la conquista del norte de
México y más allá del río Bravo, muy adentro del actual territorio de Estados
Unidos de América. La resistencia de las tribus nómadas de esa enorme región
dificultó la colonización estable. Por eso, las fronteras del norte de Nueva
España fueron imprecisas por mucho tiempo, hasta que fueron fijadas en 1786.
La colonia tenía entonces una extensión de cuatro millones de kilómetros
cuadrados, el doble de la actual superficie de México.

La Independencia de México

Primera Etapa

Antecedentes y "Grito de Independencia"

Esta etapa comienza a principios de la década entre 1800 y 1810, cuando los
colonos de la Nueva España, incluyendo a los ricos, criollos, indígenas y
latifundistas, ya no deseaban compartir la riqueza del nuevo pueblo con los
españoles a quienes también se llamaba "gachupines", además que dentro de
la Nueva España había mucha desigualdad social, éste era el pretexto principal
para pensar en la Independencia. En 1808, Napoleón ocupa España, por lo
tanto los españoles estaban muy ocupados defendiendo su país. El pueblo de
México al enterarse de la invasión francesa en España, aprovecha para
promover el movimiento de la Independencia, por medio de carteles en todo el
país.

Al principio se organizó un movimiento a favor de la independencia en


Valladolid, pero rápido fue sofocado, sin embargo pronto surgieron otros al
frente de Ignacio Allende, el corregidor Domínguez y su esposa Josefa,
Abasolo, Aldama y Don Joaquín Arias. El más importante fue el de Querétaro
organizado por el corregidor Domínguez, a esta se le unieron intelectuales,
oficiales y parte del bajo clero; este grupo estaba formado por el presbítero
Sánchez y los licenciados Parra, Altamirano y Laso, así como el capitán Arias.
Las reuniones aparentaban ser culturales en la casa de Parra. Sabiendo que el
pueblo mexicano era un fiel seguidor de la iglesia, pensaron en invitar a un
sacerdote a fin de convencer a todo el pueblo, por eso Allende propuso a
Miguel Hidalgo y Costilla quien era cura de Dolores; Hidalgo aceptó la
invitación., y fue Allende quien se encargó de mantener el contacto con
Hidalgo.

Se tenía planeado comenzar el movimiento de independencia el 2 de Octubre


en San Juan de los Lagos (Jalisco), pero por denuncias hechas ante las
autoridades por Mariano Galván, fue necesario adelantarla en septiembre.

La corregidora le avisó a Ignacio Pérez y a Aldama que la conspiración había


sido descubierta; estos marcharon a avisarle a Allende, y en Dolores fue Don
Miguel Hidalgo quien decidió iniciar la lucha inmediatamente. Primero pusieron
en libertad a los presos, aprehendieron a los españoles que se encontraban en
la población. Luego a las 5 de la mañana del 16 de septiembre de 1810, se
llamó a misa, el pueblo acudido al llamado y con el grito ¡Mexicanos, viva
México!, ¡"Viva la Virgen de Guadalupe"!, ¡Viva Fernando VII! y ¡Muera el mal
gobierno!; Hidalgo incitó al pueblo a levantarse contra los españoles. A este
suceso se le conoce como "Grito de Dolores".

Hidalgo acusó a los españoles de pretender entregar el reino a los franceses y


hacer peligrar la religión, y en seguida informó a los habitantes que quedaban
exentos de pagar impuestos e iba a realizarse la independencia. El pueblo muy
molesto se armó como pudo (machetes, cuchillos, palos, lanzas, etc.) y se unió
al movimiento. Llegando a San Miguel se les unió el ejército de Dragones de la
Reyna, y partieron hacia Celaya, donde Hidalgo fue nombrado General del
ejército, Allende fue nombrado teniente y Aldama Mariscal, esto con el fin de
organizar un poco a la gente. Y de ahí salieron hacia Guanajuato y en medio de
una fuerte lucha entraron a la Alhóndiga de Granaditas (donde estaban los
españoles), tomando así la ciudad.

Luego se dirigieron hacia Valladolid, ciudad que fue tomada sin ninguna lucha,
ya que el ejército que iba a apoyar a los españoles fue sorprendido por el
ejército insurgente, en Valladolid Hidalgo dio las primeras reformas sociales,
aboliendo la esclavitud y suprimiendo el pago de tributo de las castas y las
cargas, lo que hizo que más gente se le uniera.

Cuando se dirigían a la capital derrotan a las fuerzas españolas al mando de


Torcuato Trujillo en el Monte de las Cruces. Allende decide ir a Guanajuato, e
Hidalgo marcha hacia Valladolid, y luego hacia Guadalajara, donde organizó el
primer gobierno el cual tuvo dos ministros: Ignacio López Rayón, a cargo del
Estado, y José Ma. Chico, en Gracia y Justicia, quedando Hidalgo como
magistrado supremo de la nación. También se hizo la primera reforma agraria
en la cual se manifestó que los indígenas eran propietarios de la tierra, se
suprimieron los tributos y se confirmó la libertad de los esclavos.

En Guadalajara se les une Allende y Abasolo, sin embargo fueron derrotados


16 de septiembre de 1811. Luego de esta derrota el ejército insurgente se
dispersó. Hidalgo y los demás jefes salieron rumbo a Aguascalientes, y durante
el trayecto Hidalgo fue despojado de su cargo de primer magistrado, el cual fue
otorgado a Allende. Después decidieron dirigirse a Estados Unidos con la
finalidad de pedir ayuda económica. Elizondo que era el jefe del movimiento
libertador en Coahuila, los traicionó y fueron arrestados en Acatita de Baján
(Las Norias). Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez fueron juzgados y
condenados a morir fusilados, luego de ser fusilados los decapitaron y sus
cabezas las pusieron dentro de jaulas y las colgaron en las 4 esquinas de la
Alhóndiga de Granaditas. La muerte de estos caudillos marcó el final de la
primera etapa de la lucha por la independencia.

Segunda Etapa

Campañas de José María Morelos


La segunda etapa se caracteriza por las extensas luchas en el Sur del país al
mando de José María Morelos que antes había sido el Cura de Carácuaro,
pero al se entrevistado tiempo antes con Hidalgo, este le dijo que se encargara
de organizar al pueblo del sur, esta etapa se caracteriza por la organización y
definición de este movimiento.

Se le unieron los hermanos Juan, José y Hermenegildo Galeana que contaban


con mucha popularidad, tierras y conocimiento. El Virrey Venegas mandó a
Francisco Paris a combatir contra Morelos, pero en Tres Palos el ejército
insurgente obtuvo la victoria. José María Morelos y Pavón, comienza a tener
victorias en el sur y el centro del territorio nacional. Durante esta etapa, se
definieron con claridad los propósitos del movimiento de independencia. El
documento que mejor refleja el ideario social y político de Morelos es el
conocido con el título de Sentimientos de la Nación donde por primera vez se
planteó la independencia de México del dominio español.

En este tiempo se ganaron muchas provincias del territorio nacional y la lucha


cobró forma.

Uno de los episodios más importantes durante la lucha de Morelos, lo fue el


Sitio de Cuautla; el 23 de Enero de 1812 Morelos derrotó en Tenancingo al
brigadier Rosendo Porlier y después se retiró a Cuautla de Amilpas (en el
estado de Morelos) para esperar a Callejas. Tenía cerca de 4000 soldados
mandados por Matamoros, Galeana y los Bravos. Los realistas contaban con
tres divisiones mandadas por Callejas, Llano y Porlier. Estas fuerzas sumaban
ocho mil hombres. Morelos resistió terribles asaltos desde el 18 de Febrero
hasta el 2 de Mayo de 1812, en que a causa de la falta de elementos de guerra
y de alimentos, rompió el sitio salvando la mayor parte de sus tropas.

Morelos se replegó a Orizaba y luego a Oaxaca, donde nombró como su


segundo a Matamoros y lo hizo mariscal de campo, lo mismo que a Galeana;
además fundó el periódico Correo Americano del Sur.

En Oaxaca se les une Félix Fernández quien más tarde había de cambiar su
nombre por el de Don Guadalupe Victoria. De Oaxaca, Morelos partió rumbo al
puerto de Acapulco al que tomó el 12 de abril de 1813. <> En 1813 fue llamado
el Virrey Venegas a España, y su puesto lo ocupó Don Félix Ma. Calleja de
hasta 1816.

El 13 de septiembre de 1813, en Chilpancingo Morelos convocó al primer


congreso independiente que sustituyó a la junta de Zitácuaro y por primera vez
en un documentos escrito se habló de total independencia de España.

Morelos se retiró a Puruarán para atacar desde ahí a los realistas, pero ahí
cayó prisionero Don Mariano Matamoros que fue ejecutado. Luego en Coyuca
fue derrotado también Hermenegildo Galeana.

Morelos redactó la famosa Constitución de Apatzingán en 1814, y se eligieron


para el puesto del poder en el congreso a Bustamante, Quintana Roo y otros.
Rosains, Secretario de Morelos leyó después la manifestación que hacía al
Congreso con el título de "Sentimientos de la Nación", en el que pedía se
declarase que: América es libre e independiente de España y de cualquier otra
nación, gobierno o monarquía, se reconoce a la religión católica como único
culto. En cuanto a lo político, se asentó la soberanía del pueblo, el poder debía
de caer en sus representantes, a su vez dicho poder debía dividirse en los tres,
legislativo, ejecutivo y judicial. Los americanos ocuparían los puestos públicos y
no se admitirán en la nación más extranjeros que los artesanos, capaces de
instruir en sus profesiones y libres de toda sospecha. Debía ser respetada la
propiedad, y el domicilio inviolable. Quedaban prohibidas la tortura y las penas
infamantes, se abolió el tributo; además que quedaron instituidos como fiestas
nacionales el 12 de diciembre consignado a la Virgen de Guadalupe y el 16 de
septiembre, aniversario del Grito de Dolores.

Morelos fue derrotado en Valladolid y los realistas penetraron el Sur. El


Congreso tuvo que andar peregrinando por distintos lugares, y cuando llegó a
Apatzingán, en octubre de 1814, dio a conocer la Constitución, inspirada en la
Francesa de 1793 y la Española de 1812. La Constitución de Apatzingán jamás
estuvo en vigor. Cuando se promulgó, los insurgentes habían sido desalojados
de las provincias del Sur. Morelos fue hecho prisionero y fusilado el 22 de
diciembre de 1815 en San Cristobal Ecatepec.

Cuarta Etapa

Abrazo de Acatempan
Consumación de la Independencia

La última etapa, que es cuando se logró la consumación de independencia,


Vicente Guerrero e Iturbide, son los principales actores. Tras once años de
lucha, los criollos y el pueblo en general empezaban a ver perdida la rebelión.

En el sur se mantenía invicto Guerrero, con un pequeño ejército, ahí se le unió


Pedro Ascencio que había combatido cultivando las tierras al mismo tiempo
para no carecer de alimento. Ascencio había luchado en la Sierra de Goleta, en
esta los accidentes geográficos fueron un aliado para los insurgentes, ya que
los realistas no estaban acostumbrados a pelear en esas condiciones.

Fernando VII, mando a Riego y Quiroga a suprimir las luchas en la Nueva


España, pero éstos se levantaron para obligar al monarca a aceptar la
Constitución, por lo que éste se vio obligado a jurarla y a convocar a Corte.

Los conspiradores de la Profesa resolvieron entonces proclamar la


independencia llamando al poder a un príncipe español. Monteagudo propuso
para realizar el plan a Don Agustín de Iturbide, en sustitución de Armijo. Al ver
los problemas de los españoles, los insurgentes se alentaron para iniciar otra
vez la lucha.

Iturbide aceptó el Plan de la Profesa, este se encontraba despojado del mando,


pero ahora se le devolvieron sus tropas (el regimiento de Celaya) y la caballería
de la frontera; quienes al conocer las ideas de su capitán y lo aceptaron.
Iturbide iba ir hacia el Sur pero se dio cuenta que era inútil ya que Guerrero
tenía bien dominada la zona aparte lo accidentado del lugar favorecía a
Guerrero, por lo que opta por negociar. Iturbide decide mandarle una carta a
Guerrero donde le ofrece buenas condiciones, entre ellas se reconocería su
grado, su ejército y sus tierra; y que en el caso de no llegar a un acuerdo sería
el mismo quien intervendría para lograr la independencia. Viendo esto Moleros,
se interesó mucho en que Iturbide deseara la independencia, así que busco la
forma de entrevistarse con el. Después de largas conversaciones en
Acatempan el 10 de febrero de 1821, se llegó a un acuerdo en el cual Guerrero
quedaba a las órdenes de Iturbide. A este suceso se le conoce como el
"Abrazo de Acatempan". Después le siguió la proclamación del Plan de Iguala,
donde Iturbide modifica los acuerdos de la Profesa. Iturbide fue apoyado por
los españoles, ya que este les informaba que tenía sometidos a los
insurgentes, sin embargo lo que el quería era unir tanto a criollos como
españoles, para crear una nación que no estaría sometida a España.

Al principio se pensó en un gobierno monárquico, pero se quería que el


gobernante (aunque fuera de la familia de los Borgones) gobernara en forma
liberal e independiente. Y por último se estableció que la única religión sería la
católica. Estas fueron las famosas Tres Garantías: unión (rojo), independencia
(verde) y religión (blanco), entendiéndose por la primera la fusión de los
americanos y españoles. Con tales principios, Iturbide el 1 de marzo de 1821,
reunió a sus tropas y juró ante ellas cumplir los postulados de las Tres
Garantías, al ejercito resultante de la unión de españoles y criollos se le llamó
Trigarante o de las Tres Garantías.

En Acapulco, Iturbide sufrió algunas bajas por el ejército de Armijo que se


encontraba en el sur. Iturbide marchó al Bajío y se le unieron varios realistas,
entre ellos Filisola.

En casi todas las provincias se les unieron personas importantes tanto del los
realistas como Bustamante y Cortázar; como insurgentes como Bravo,
Guadalupe Victoria, Rayón, Negrete.

A los pocos días, llegó de España, Juan O'Donojú, con el cargo de Virrey,
quien aceptó negociar con Iturbide y puso su firma el 24 de agosto de 1821, en
el tratado de Córdoba, que ratificaba en lo esencial el Plan de Iguala. El 27 de
septiembre, el ejército Trigarante, con Iturbide al frente, hizo su entrada triunfal
a México y el 28 se nombró al primer gobierno independiente. Así después de
once años de lucha México se proclama un país independiente.

Imperio y República

A continuación, el país vivió un periodo turbulento. En 1822 Iturbide fue


proclamado emperador con el nombre de Agustín I. Diez meses más tarde fue
depuesto por una rebelión dirigida por Antonio López de Santa Anna, su
anterior colaborador. Se proclamó la república y Guadalupe Victoria se convirtió
en el primer presidente. México, sin embargo, no estaba preparado para la
repentina democracia. Se inició el conflicto entre los centralistas (grupo
conservador formado por líderes religiosos, terratenientes, criollos y oficiales
del ejército, decididos a mantener una forma de gobierno centralizada) y los
partidarios de un gobierno federal (facción liberal y anticlerical que apoyaba el
establecimiento de estados soberanos unidos en una federación, además del
apoyo social a los indígenas y a otros grupos oprimidos). Vicente Guerrero,
líder liberal, llegó a ser presidente en 1829, pero fue asesinado en 1831 por las
fuerzas dirigidas por el líder político y militar Anastasio Bustamante. Hasta
1833, año en que López de Santa Anna fue elegido presidente, se sucedieron
las rebeliones en el país. Sin embargo, poco después de su llegada al poder,
su política centralista involucró a la nueva república en una guerra.

Guerra con Estados Unidos

Los habitantes de Texas, entonces bajo la ley mexicana, no estaban conformes


con el decreto gubernamental (1829) que abolía la esclavitud, y el plan de
Santa Anna para centralizar el gobierno incrementó su resentimiento. Texas se
rebeló en 1836 y declaró su independencia después de que Santa Anna fuera
derrotado de manera decisiva por el líder texano Samuel Houston el 21 de abril
de 1836 en San Jacinto. Como resultado de la disputa sobre el límite occidental
de Texas entre ciudadanos estadounidenses y mexicanos, y de la intención de
los primeros de apoderarse de California, Estados Unidos declaró la guerra a
México en mayo de 1846 (véase Guerra Mexicano-estadounidense). Las tropas
estadounidenses ocuparon el norte de México y un año después cayeron sobre
la capital. El 2 de febrero de 1848, bajo los términos del tratado de Guadalupe
Hidalgo, el río Bravo o Grande del Norte se fijó como límite de Texas. Estados
Unidos se apoderó además del territorio que actualmente forman los estados
de Arizona, California, Colorado, Nuevo México, Nevada, Utah y parte de
Wyoming. Unos años después, el Tratado de la Mesilla de 1853 definió el límite
de Nuevo México y añadió una franja más de territorio a Estados Unidos.

Después de la guerra, México se enfrentó a un fuerte problema de


reconstrucción. Las finanzas estaban devastadas y el prestigio del gobierno, ya
débil, había disminuido considerablemente. Santa Anna, obligado a renunciar,
regresó del exilio en 1853 y, con el apoyo de los centralistas, se autoproclamó
dictador. A principios de 1854 se inició una rebelión liberal y, después de más
de un año de intensos enfrentamientos, Santa Anna huyó de México. La
revolución fue el primer acontecimiento de una larga y feroz lucha entre las
clases poderosas, que tradicionalmente habían dominado México, y los
demócratas liberales, que demandaban tener voz en el gobierno.

Juárez y Maximiliano I

El gran líder que surgió entre los liberales fue un indígena, Benito Juárez, que
llegó a ser famoso por su integridad y firme lealtad a la democracia. Durante los
siguientes 25 años Juárez fue la figura central de los políticos mexicanos. El
gobierno federal, la libertad de expresión y otras libertades civiles tomaron
cuerpo en la Constitución de 1857, a la que los grupos conservadores se
opusieron encarnizadamente. Estos últimos estaban apoyados por España, y
en 1858 la guerra de Reforma o guerra de los Tres Años, entre grupos
conservadores y liberales, devastó a México. El gobierno de Juárez era
apoyado por Estados Unidos y, en 1860, los ejércitos juaristas habían triunfado
definitivamente. Entre tanto, como presidente provisional entre 1858 y 1861,
Juárez había emitido las Leyes de Reforma (1859) que decretaban la
nacionalización de los bienes de la Iglesia, la ley del matrimonio civil, la
separación de la Iglesia del Estado, la ley del registro civil, la secularización de
los cementerios y los hospitales, y la libertad religiosa.

Elegido presidente en 1861, Juárez comenzó a poner orden. Una de sus


primeras acciones fue la suspensión del pago de intereses a la deuda
extranjera adquirida por los gobiernos precedentes. Molestos con su decreto,
Francia, Gran Bretaña y España decidieron intervenir conjuntamente para la
protección de sus inversiones en México. El primero en actuar fue Napoleón III
de Francia. Una expedición conjunta ocupó Veracruz en 1861, pero cuando las
ambiciones colonizadoras de Napoleón se hicieron evidentes, los británicos y
españoles se retiraron en 1862. Durante un año las tropas francesas libraron su
camino a través de México y finalmente entraron en la capital en junio de 1863.
Juárez y su gabinete huyeron, mientras que un gobierno conservador
provisional, apoyado por los sectores monárquicos del país, proclamó el
Imperio mexicano y ofreció la corona, a instancias de Napoleón, a Maximiliano
I, archiduque de Austria.

De 1864 a 1867 Maximiliano I y su esposa Carlota gobernaron el Imperio, pero


en 1865, bajo presión de Estados Unidos, que seguía reconociendo a Juárez,
Francia retiró sus tropas. Las fuerzas de Juárez recobraron el país después de
que los franceses se retiraran en 1867, y las tropas republicanas, bajo el
mando del general Porfirio Díaz, ocuparon la ciudad de México. Maximiliano I,
sitiado en Querétaro, fue obligado a rendirse y, después de un consejo de
guerra, fue fusilado.

Nuevamente Juárez intentó restablecer el orden, pero se encontró con


numerosos sectores que se oponían a su gobierno. En 1871, después de una
dudosa elección, el Congreso reeligió como presidente a Juárez. Porfirio Díaz,
uno de los candidatos que había sido derrotado, encabezó una insurrección sin
ningún éxito. Juárez murió en 1872 y fue sucedido por Sebastián Lerdo de
Tejada, presidente de la Suprema Corte. En 1876, cuando Lerdo de Tejada
vislumbraba la reelección, Díaz encabezó otra rebelión. En esta ocasión tuvo
éxito y fue elegido presidente.

El régimen de Porfirio Díaz

Porfiriato

El Porfiriato comprendido entre 1876 y 1911, durante el cual el país estuvo


gobernado por el general Porfirio Díaz. Este ejerció una dictadura
modernizadora y propició un gran crecimiento económico.
Díaz, que derrocó a Sebastián Lerdo de Tejada, continuó la reforma liberal y
anticlerical de Benito Juárez, restauró el orden e implantó la paz interior,
atrayendo a los personajes más importantes e influyentes y consolidando un
sistema que se basaba en las relaciones personales y en la fuerza militar. No
obstante, bajo su gobierno estallaron numerosos conflictos. Desempeñaron un
importante papel en la dictadura porfiriana un grupo de intelectuales y
profesionales, los llamados científicos, que veían el porfiriato como instrumento
necesario para la modernización y la democracia. El gobierno de Díaz, mezcla
de progresismo y conservadurismo, se caracterizó por sus contradicciones.
Aunque su lema era 'sufragio efectivo, no reelección', llegó a ser reelegido en
siete ocasiones, abandonó muchas de sus propuestas iniciales y obtuvo el
apoyo de la Iglesia y los terratenientes.

Bajo la dictadura porfiriana, México consiguió un importante progreso


económico, apoyado en gran medida por el alto crecimiento de población que
experimentó el país en esas décadas. Aumentaron los latifundios a costa de las
tierras de las comunidades indígenas, la desamortización de los bienes
eclesiásticos y las tierras baldías. Con las grandes propiedades, la agricultura
se orientó a la exportación y creció espectacularmente, sobre todo en la
producción de henequén, café, cacao, hule y chicle. Se favoreció la llegada e
inversión de capital extranjero. El Estado no intervenía en los conflictos
obreros, dejando libertad de acción a los patronos. Se pagaban salarios bajos,
lo que evitaba la llegada de inmigrantes y favorecía el empleo de mano de obra
nacional y una alta rentabilidad. Y con ese capital extranjero se financiaba el
programa de progreso, la construcción y expansión de la red de ferrocarriles
concedidos a las compañías extranjeras y el desarrollo de la minería de plata.

En los primeros años del siglo XX, el gobierno de Porfirio Díaz se fue
debilitando, tenía poca credibilidad y muchos opositores. Se recrudecieron los
actos de represalia contra campesinos y trabajadores, como las matanzas de
Río Blanco (1905) y Cananea (1906) y poco después el Partido Liberal
Mexicano, bajo el liderazgo de los hermanos Flores Magón, publicaba un
manifiesto de 28 puntos, considerado el antecedente inmediato del
levantamiento popular. En 1908, Francisco I. Madero, hijo de un rico industrial y
latifundista, publicó un libro que pronto se hizo famoso, La sucesión
presidencial en 1910, en el que condenaba el militarismo, rendía culto a la
Constitución de 1857 y llamaba a la ciudadanía a organizarse de cara a las
próximas elecciones políticas. Madero organizó el Partido Antirreeleccionista,
se entrevistó con Díaz y tras las elecciones, que volvió a ganar
fraudulentamente el dictador, en julio de 1910 lanzó el llamado Plan de San
Luis, en el que se reivindicaban, entre otras cosas, la devolución de las tierras
a los campesinos y el 'sufragio efectivo, no reelección', tan esgrimido por el
propio Díaz en época anterior.

El 20 de noviembre de 1910, siguiendo la llamada de Madero, se iniciaba la


Revolución Mexicana, que acabaría con el porfiriato después de un breve pero
intenso enfrentamiento político y militar. El 25 de mayo de 1911, la Cámara de
Diputados recibió la renuncia formal a la presidencia de la República del
general Porfirio Díaz. Esa misma noche salía rumbo a Veracruz, donde se
embarcó con destino a Europa.
Revolución Mexicana

Entre 1910 y 1920 México fue sacudido por una serie de luchas y revueltas
conocidas como revolución mexicana, que intentaron transformar el sistema
político y social creado por Porfirio Díaz. La revolución mexicana, que
contribuyó a formar el México contemporáneo, no tuvo un carácter homogéneo,
sino que consistió en una serie de revoluciones y conflictos internos,
protagonizados por distintos jefes políticos y militares que se fueron sucediendo
en el gobierno de la nación. En sus orígenes, las primeras tentativas
revolucionarias, inspiradas por Francisco I. Madero, pretendían el
derrocamiento de Porfirio Díaz, que se había mantenido en el poder durante
más de treinta años. Tras el triunfo de los maderistas, la necesaria
reconstrucción del país se vio dificultada por las disputas entre las propias
facciones revolucionarias.

Después del asesinato de Madero, hubo nuevas luchas en las que triunfó
Venustiano Carranza, quien promulgó la constitución de 1917, paso decisivo
para la organización del estado posrevolucionario. No obstante, los sectores
más radicales de la revolución mantuvieron la lucha hasta 1920.

La revolución maderista

La revolución mexicana nació en un panorama de insatisfacción contra la


política elitista y oligárquica de Porfirio Díaz, que había favorecido a los
estamentos más privilegiados, sobre todo a los terratenientes y a los grandes
capitalistas industriales. Si bien el país gozaba de prosperidad económica, las
continuas reelecciones de Díaz causaban insatisfacción política entre las
nacientes clases medias, en tanto que los beneficios de la prosperidad no
habían alcanzado a los grupos más pobres de la sociedad.

Madero, un rico terrateniente del norte del país, propuso una fórmula de
compromiso político según la cual Díaz mantendría la presidencia y aquél,
desde la vicepresidencia, iniciaría un proceso de reforma. Tras el rechazo de
Díaz a la propuesta, Madero fue postulado candidato a la presidencia para las
elecciones de 1910 por el Partido Antirreeleccionista, que incluía a intelectuales
como Filomeno Mata y José Vasconcelos.

Díaz hizo detener a su oponente y se declaró vencedor en las fraudulentas


elecciones de junio, pero Madero logró escapar de la prisión y publicó en la
localidad texana de San Antonio su célebre plan de San Luis Potosí, en el que
denunciaba el fraude electoral e incitaba a la población a que se uniera a una
sublevación el 20 de noviembre. Escasos fueron los levantamientos en la fecha
señalada, pero el llamamiento contribuyó a alentar la sublevación posterior en
diversos puntos de México. En el norte, en Chihuahua, Pascual Orozco y
Francisco (Pancho) Villa, con unas tropas improvisadas, empezaron a asaltar
las guarniciones gubernamentales; y en el sur, en Morelos, Emiliano Zapata
llevó a cabo una sangrienta campaña contra los caciques locales.

Otros focos revolucionarios destacados fueron Sonora, con José María


Maytorena, y Zacatecas.
Poco a poco se fue hundiendo el régimen de Díaz, cuyo ejército, dirigido por
envejecidos militares, no supo hacer frente a las guerrillas revolucionarias. En
la primavera de 1911, tras la caída de Ciudad Juárez, Díaz se vio obligado a
renunciar y entregar el poder a Madero.

Presidencia de Madero

Después de un breve gobierno provisional, Madero fue electo presidente en


octubre de 1911. Inicialmente su régimen fue acogido con entusiasmo por el
pueblo, pero pronto se vio enfrentado al descontento de los campesinos, que
reclamaban una reforma agraria, y al de los hacendados, que deseaban
sofocar el radicalismo de los seguidores de Zapata. En noviembre de 1911,
éste se rebeló contra Madero en Morelos a causa del retraso en la restitución
de las tierras a las comunidades indígenas, punto que se había acordado en el
plan de San Luis. Asimismo, Orozco optó en Chihuahua por la lucha armada
ante la resistencia a poner en marcha la reforma agraria y nacionalizar el
ferrocarril.

Por otro lado, los sectores fieles al derrocado sistema porfirista, y los Estados
Unidos, que veían peligrar sus intereses comerciales y petrolíferos, también
contribuyeron a desestabilizar el gobierno maderista.

Las tensiones llegaron al límite cuando estalló la revuelta de Félix Díaz, sobrino
de Porfirio Díaz, que se enfrentó con las tropas federales del general Victoriano
Huerta en la misma ciudad de México. El 18 de febrero de 1913, después de
nueve días de bombardeos, conocidos como "la decena trágica", Huerta y Díaz
se entrevistaron con el embajador estadounidense Henry Lane Wilson, y los
tres concretaron un pacto contra Madero. Huerta asumió la presidencia de
México y detuvo a Madero, que fue asesinado a los pocos días.

El gobierno de Victoriano Huerta

Las primeras medidas del nuevo presidente, tales como la prohibición de la


libertad de prensa, la eliminación de destacados revolucionarios y la
persecución de los movimientos obreros, contaron con el apoyo de los sectores
más conservadores. Sin embargo, la oposición se organizó y pronto estalló una
nueva insurrección en diferentes puntos.

En el norte, en los estados de Chihuahua, Sonora, Sinaloa y Tamaulipas, se


sublevaron Venustiano Carranza y Pancho Villa; y en el sur, en Morelos,
Zapata volvía a erigirse en líder de la revuelta. La alianza entre ambas
facciones, tras el acuerdo de Guadalupe, y el apoyo del presidente de los
Estados Unidos Woodrow Wilson a la causa revolucionaria, con el envío de
tropas a Veracruz, llevaron a Huerta a exiliarse en julio de 1914.

Luchas revolucionarias
La designación de Carranza como nuevo presidente el 20 de agosto de 1914,
en contra de las ideas de Villa, desató una nueva época de anarquía y luchas
entre los distintos bandos revolucionarios. En el sur operaba el movimiento
insurreccionista de Zapata, de carácter campesino y centrado en Morelos, que
pedía la restitución de las tierras y la expropiación de los latifundios. Se trataba
de una facción unida y coherente, pero con pocas posibilidades de triunfar
debido a la limitación de sus planteamientos sociales, centrados en el problema
agrario, y a la incapacidad de su ejército para extender la revolución por todo el
país. Por su parte, Villa, en Chihuahua, defendía también las reivindicaciones
campesinas y contaba con el apoyo de un amplio sector popular.

El denominado "ejército constitucionalista" de Carranza era mucho más


profesional y contaba con el respaldo, no de los campesinos, sino de los
obreros, los mineros y los intelectuales.

En la convención de Aguascalientes intervinieron representantes carrancistas,


zapatistas y villistas y comparecieron Álvaro Obregón, aliado de Carranza, y
Villa. En ella se intentó conciliar las facciones en lucha, pero resultó un rotundo
fracaso. Se puso de manifiesto la rivalidad existente entre Villa y Carranza, y
tan solo se pudo llegar a la designación de Eulalio Gutiérrez como presidente
interino de la nación.

Villa solicitó la ayuda de Zapata y ambos se enfrentaron a las tropas de


Obregón y Carranza, que tenían el apoyo de los Estados Unidos. Los primeros
fueron derrotados en 1915 en la batalla de Celaya y decidieron retirarse a sus
respectivos estados. Zapata regresó a Morelos y allí fue asesinado en 1919 en
una emboscada. Por su parte, Villa reorganizó su ejército en Chihuahua y,
aunque fue vencido en Agua Prieta, aún pudo mantener una guerrilla, con la
que realizó varias incursiones contra los Estados Unidos (a los que acusaba de
apoyar a Carranza). La actitud belicosa de Villa obligó a los estadounidenses a
enviar al general John J. Pershing en su persecución.

El gobierno de Venustiano Carranza Al acceder de nuevo a la presidencia, en


1915, Carranza se dedicó a reorganizar el país, mientras las tropas de Obregón
batían los focos de rebelión. Una de sus más importantes labores fue promover
la elaboración de la llamada constitución de Querétaro, promulgada en 1917,
que confería amplios poderes al presidente, daba al gobierno derechos para
confiscar las tierras de los latifundistas, introducía medidas laborales referidas
a salarios y duración de jornadas, y se mostraba decididamente anticlerical.

Además, Carranza fue eliminando paulatinamente a sus anteriores enemigos.


No obstante, en 1920, su decisión de dispersar una huelga del sector
ferroviario en el estado de Sonora significó el hundimiento de su prestigio
personal. Abandonado por sus seguidores, incluido Obregón, quedó solo en el
poder; después de que Obregón lo hizo escapar de la ciudad de México, fue
asesinado en su huida el 21 de mayo de 1920.

Tras la muerte de Carranza, Adolfo de la Huerta asumió la presidencia interina


hasta que Obregón fue elegido en las elecciones de noviembre de ese mismo
año.
Para muchos historiadores, la fecha de 1920 marcó la finalización de la
revolución mexicana. Sin embargo, las revueltas militares y las situaciones de
violencia esporádica prosiguieron hasta 1934, cuando llegó a la presidencia
Lázaro Cárdenas, quien institucionalizó las reformas que se habían iniciado en
el proceso revolucionario y que se legitimizaron con la constitución de 1917.

México y la Guerra Mundial

La II Guerra Mundial

México rompió sus relaciones diplomáticas con Japón el 8 de diciembre de


1941 y, tres días más tarde, con Italia y Alemania. El 22 de mayo de 1942,
después del hundimiento de dos petroleros mexicanos por submarinos
alemanes, el Congreso mexicano declaró la guerra contra Alemania, Italia y
Japón. Quince mil soldados mexicanos combatieron en la II Guerra Mundial,
con la muy destacada participación de los 233 pilotos aéreos del Escuadrón
201. En junio de ese año México firmó la declaración de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) y a finales de 1942 se negoció un acuerdo comercial
entre México y Estados Unidos que establecía concesiones arancelarias
mutuas.

La cooperación militar total entre las dos naciones tuvo efecto en 1943, cuando
se acordó que cada país podía alistar en su ejército a los nacionales del otro
país que vivieran dentro de sus fronteras. Otros proyectos en tiempo de guerra
incluían la creación de una comisión conjunta para la cooperación económica,
instituida para encontrar métodos que aliviaran la escasez de alimentos y de
materiales estratégicos, y una comisión industrial mexicano-estadounidense
orientada a programar la industrialización de México. A cambio, Estados
Unidos solicitó mano de obra para cubrir los puestos de los soldados que
habían ido a combatir y abrió sus fronteras a 300.000 trabajadores mexicanos.
En 1944 México pagó a las compañías petroleras estadounidenses 24 millones
de pesos, más unos intereses del 3% por las propiedades petroleras
expropiadas en 1938.

México de posguerra

En junio de 1945 México se convirtió en uno de los miembros fundadores de la


Organización de las Naciones Unidas. Un año después, en 1946, Miguel
Alemán Valdés sucedió a Ávila Camacho como presidente, habiendo sido
elegido en una plataforma con un programa político cuyos objetivos eran la
distribución equitativa de la riqueza, la realización de obras de irrigación
extensivas y una mayor industrialización del país. Alemán mantuvo estrechas
relaciones con Estados Unidos.
En 1947 el Banco de Exportaciones e Importaciones prestó 50 millones de
pesos para ser invertidos en obras públicas y de desarrollo industrial. A finales
de ese año el gobierno mexicano anunció que las compañías petroleras
británicas y alemanas, demandantes de 250 millones de pesos por las
propiedades expropiadas, habían aceptado el pago de 21 millones. En 1948 el
gobierno, esforzándose por revertir el balance desfavorable del comercio,
devaluó el peso. Las importaciones no esenciales para el desarrollo industrial
fueron restringidas de manera notable. En marzo de 1949, por primera vez
desde las expropiaciones de 1938, se permitió a dos compañías petroleras
estadounidenses realizar perforaciones bajo la supervisión de PEMEX. En el
mes de junio el gobierno estabilizó el peso con la ayuda de préstamos por parte
del Tesoro de Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional. El 3 de julio
de 1949 se celebraron elecciones y el partido del gobierno, conocido ya
entonces como Partido Revolucionario Institucional (PRI), ganó por mayoría
absoluta en la Cámara de Diputados.

En 1950 la situación económica mexicana mejoró considerablemente, a raíz del


préstamo de 150 millones de pesos que otorgó el Banco de Exportaciones e
Importaciones para la financiación de varios proyectos con el fin de mejorar el
transporte, la agricultura y las instalaciones generadoras de energía en el país.
Al año siguiente, el problema de los mexicanos que entraban de forma ilegal a
Estados Unidos para tratar de obtener un trabajo temporal en el campo, se
convirtió en un asunto de gravedad para los dos gobiernos. Los acuerdos
oficiales entre México y Estados Unidos dieron como resultado la entrada legal
anualmente de un número determinado de trabajadores. Sin embargo,
aproximadamente un millón de personas cruzaban de forma ilegal la frontera
cada año. El problema se hizo aún más complicado al demandar el gobierno
mexicano el respeto a los derechos laborales de los trabajadores emigrados, y
el cese de la hostilidad de las organizaciones agrícolas de ese país, que no
aceptaban que los mexicanos estuvieran dispuestos a trabajar a cualquier
precio. En marzo de 1952 el Congreso de Estados Unidos aprobó un proyecto
de ley estableciendo el castigo por medio de multas y encarcelamiento a
aquellos que contrataran extranjeros que hubieran entrado al país de forma
ilegal.

El anterior secretario de Gobernación (ministro del Interior), Adolfo Ruiz


Cortines, candidato del PRI, fue elegido presidente de México en 1952. Al año
siguiente la legislatura ratificó una reforma constitucional extendiendo el
derecho al voto a la mujer. En 1958 Ruiz Cortines fue sucedido por Adolfo
López Mateos, quien antes había ocupado la secretaría del Trabajo.
Revirtiendo una tradición de silencio presidencial en las relaciones con la
Iglesia católica, López Mateos declaró que los logros de las metas
revolucionarias no deberían encontrar obstáculo alguno en la religión. En 1962
se aprobó una reforma constitucional autorizando al gobierno a promover
negocios en los que se compartieran los beneficios con los trabajadores. El
descontento campesino se mostró por medio de huelgas de hambre e
invasiones ilegales a las grandes propiedades privadas. A principios de 1963
se formó la Central Campesina Independiente para competir con la
Confederación Nacional Campesina bajo el dominio del PRI. En el Congreso
constitutivo los oradores manifestaron que el país tenía todavía 3 millones de
campesinos sin tierra y que 9.600 individuos poseían 80 millones de ha de
tierra, de las cuales sólo 20,2 millones eran cultivadas.

México Actual

México Actual (Parte 1)

 En la campaña presidencial de 1964 el candidato del PRI, Gustavo Díaz


Ordaz, hizo hincapié en la necesidad de aliviar la situación de los campesinos
sin recursos. Apoyado por la mayoría de los partidos políticos, y en oposición al
candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Díaz Ordaz fue elegido
presidente el 5 de julio. México se negó a apoyar la decisión de la Organización
de Estados Americanos (OEA), acordada en julio de 1964, de romper
relaciones diplomáticas con Cuba; en la explicación se citó una política de no
intervención en los asuntos de otras naciones. Durante ese año, Estados
Unidos puso fin al acuerdo de entrada legal de trabajadores temporales
mexicanos en este país, eliminando de esta forma una importante fuente de
ingresos de dólares para México. La acción estadounidense más popular fue la
devolución a México del territorio de El Chamizal, en El Paso (Texas), una
extensión de casi 160 ha que quedó bajo jurisdicción mexicana por las
alteraciones en el curso del río Bravo o Grande del Norte.

En 1966 el presidente Díaz Ordaz anunció la puesta en marcha de un


programa de desarrollo y planificación económica para cinco años. Durante ese
mismo año, PEMEX comenzó a incrementar el número de plantas
petroquímicas en operación. En 1967, en un esfuerzo por mejorar los lazos
económicos regionales, el presidente mexicano visitó varios países de América
Central. Durante 1968 el gobierno tuvo que enfrentarse a grandes
manifestaciones estudiantiles que demandaban la no intervención en las
universidades por parte de los cuerpos policiales y el apoyo a la educación
superior popular. El 2 de octubre, durante una manifestación en la plaza de
Tlatelolco, situada en el centro histórico de la capital, el gobierno intentó acallar
el descontento social con una fuerte represión en la que murieron numerosos
estudiantes (véase Sucesos de Tlatelolco). Días después se celebraban los
Juegos Olímpicos de 1968, bajo la indignación de un importante sector del
país.

 En 1970, Luis Echeverría Álvarez, anterior secretario de Gobernación,


alcanzaba la presidencia. Durante su sexenio se llevó a cabo el crecimiento
económico de forma más equilibrada, de manera que todos los niveles de la
sociedad mexicana se beneficiaran; Echeverría adoptó medidas para reducir la
influencia extranjera en la economía e incrementar las exportaciones. Redujo
los lazos con Estados Unidos y en su lugar negoció acuerdos económicos con
varias naciones de América Latina, Canadá y la Comunidad Europea
(actualmente Unión Europea). Del mismo modo, negoció un acuerdo con el
Consejo para la Ayuda Mutua Económica patrocinado por la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). La economía mexicana creció a un
saludable ritmo anual del 6,3% durante el periodo de 1970 a 1974, pero ya en
1975 la tasa de crecimiento económico disminuyó marcadamente y la inflación
aumentó de manera sustancial. En un intento por reducir el déficit comercial
extranjero, el gobierno devaluó el peso en 1976 en más del 50%, estableciendo
una tasa cambiaria flotante. Un hecho potencialmente beneficioso para la
economía del país tuvo lugar en 1974 y 1975: el descubrimiento de extensos
yacimientos de petróleo crudo en los estados de Campeche, Chiapas, Tabasco
y Veracruz. Además, a finales de 1976 Echeverría decretó que unas 100.000
ha de las mejores tierras agrícolas de los estados de Sonora y Sinaloa serían
expropiadas mediante el pago de indemnizaciones.

 José López Portillo, candidato por el PRI, fue elegido presidente en 1976.
Había sido, entre otros cargos, secretario de Hacienda y Crédito Público, por lo
que llevó a cabo un programa de austeridad económica después de la toma de
poder en diciembre; llamó a los trabajadores a reducir las demandas de
salarios y a los empresarios a mantener los precios y a incrementar los gastos
de inversión. Los siguientes años se registró una mejora considerable de la
economía, a pesar de que la inflación se mantenía alta. En política exterior,
López Portillo intensificó los lazos con Estados Unidos en 1977 y restableció
las relaciones diplomáticas con España, interrumpidas durante 38 años.

La producción de petróleo aumentó al doble durante la segunda mitad de la


década de 1970, lo que, combinado con un considerable aumento de su precio,
proporcionó a México una independencia más significativa, especialmente en
las relaciones con Estados Unidos. Sin embargo, la baja de los precios del
petróleo terminó con los planes de crecimiento, limitándose su producción y
exportación. Al término de su mandato, López Portillo impuso la nacionalización
de la banca y el control monetario. Durante la década de 1980 el país siguió
una política de reafirmación dentro del continente. En 1982 Miguel de la Madrid
Hurtado fue elegido presidente para suceder a López Portillo. A mediados de
esta década, el acelerado aumento de la deuda extranjera, unida a la caída de
los precios del petróleo, había sumido al país en fuertes dificultades
financieras. En medio de informes sobre grandes irregularidades, el PRI
reclamó la victoria en las elecciones al Congreso en 1985. En septiembre de
ese mismo año un terremoto devastó la capital, en la que murieron
posiblemente más de 20.000 personas y miles quedaron sin hogar, lo que
agravó todavía más la situación financiera del país. Carlos Salinas de Gortari,
candidato del PRI, fue elegido presidente en 1988, nuevamente en medio de
grandes protestas por la sospecha de posibles irregularidades en el proceso
electoral. También en 1988 el huracán Gilberto devastó la península de
Yucatán, cuyas pérdidas se estimaron en 880 millones de pesos.

 En 1989 el gobierno de Salinas aceleró la privatización de las empresas del


Estado y modificó las regulaciones restrictivas del comercio e inversión para
incentivar la inversión extranjera, permitiendo incluso el control mayoritario de
las empresas a los inversionistas extranjeros. En octubre, Carlos Salinas y
George Bush, reunidos en la ciudad de Washington (Estados Unidos), firmaron
lo que fue descrito como el acuerdo más amplio de comercio e inversión
concertado entre las dos naciones. En julio de 1992 se modificó la Constitución
para reconocer la personalidad jurídica de la Iglesia católica. En diciembre, los
presidentes Salinas y Bush, junto con el primer ministro de Canadá, Brian
Mulroney, firmaron el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).
La legislatura mexicana ratificó el TLC en 1993 y el acuerdo entró en vigor el 1
de enero de 1994, creando la zona de libre comercio más grande del mundo.

 La creación de una zona de libre comercio en América del Norte y la


privatización de la industria estatal fueron parte del plan del gobierno de
Salinas para revitalizar la economía mexicana. En 1993 el gobierno mexicano
había vendido el 80% de sus industrias a inversionistas privados en cerca de
21 billones de pesos y había reducido la inflación del 150% al 10%. Sin
embargo, esto no significó que se tomaran medidas efectivas para reducir la
enorme deuda extranjera.

 El 1 de enero de 1994 un grupo de indígenas, miembros del llamado


Ejército Zapatista de Liberación Nacional, EZLN, ocupó cuatro poblaciones del
sur de México en el estado de Chiapas. Sus demandas más urgentes eran la
autonomía, la restitución de tierras, el establecimiento de un régimen
democrático, así como el establecimiento de servicios de salud y educación
para toda la población indígena. El grupo se denominó “zapatista” en memoria
del líder campesino Emiliano Zapata. A pesar de que las tropas mexicanas
recuperaron rápidamente el territorio ocupado y se acordó el alto el fuego, el
EZLN provocó una situación que llevó a prolongados debates sobre las
demandas formuladas.

México Actual (Parte 2)

 En agosto de 1994 Ernesto Zedillo Ponce de León ganó las elecciones


presidenciales. Zedillo fue coordinador de la campaña presidencial del
candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien fue asesinado en
marzo de 1994 durante un mitin de campaña en la ciudad de Tijuana.

El presidente Zedillo se enfrentó casi de inmediato con una de las peores crisis
financieras de México, provocada por un déficit de aproximadamente 30.000
millones de dólares en su cuenta corriente. Se planeó un paquete de rescate
internacional bajo la coordinación del presidente estadounidense Bill Clinton, y
Zedillo anunció medidas de austeridad y la privatización de los bienes del
Estado. Entretanto, el levantamiento del sur de Chiapas, que continuaba bajo el
liderazgo del subcomandante Marcos, puso de manifiesto la precaria situación
de los indígenas y forzó al gobierno a prestar oídos a sus demandas. En 1996
la economía mexicana, sin haber sorteado por completo la crisis iniciada en
1994, ofrecía síntomas de mejoramiento.

En las últimas elecciones legislativas del 6 de julio de 1997, el PRI perdió la


mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y los principales partidos de
oposición, PAN y PRD, consolidaron su presencia en el Congreso: el PRI
alcanzó el 38% de los votos, el PAN el 26% y el PRD el 25%. El presidente de
la nación, Ernesto Zedillo, manifestó que “se inicia en el país una nueva actitud
política, cultura política y ética de responsabilidad pública”. El PRI, después de
decenas de años en el poder, seguía desempeñando la presidencia de la
República, y poseía la mayoría absoluta en el Senado y en buena parte de los
municipios más importantes del país, pero a raíz de esa fecha hubo de
comenzar a cohabitar, negociar y pactar en el Congreso con los partidos de la
oposición.

Sin embargo, el conflicto indígena no cesa, sino que se agrava en la región de


los Altos de Chiapas. El 22 de diciembre de 1997 fueron asesinados 45
indígenas de la etnia tzotzil en Acteal, municipio de Chenalhó, donde viven
actualmente algunos de los miles de desplazados de otras comunidades. La
matanza, en su mayoría mujeres y niños, provocó la dimisión del secretario de
Gobernación (ministro del Interior), Emilio Chuayffet, y la renuncia del
gobernador del estado de Chiapas. El nuevo secretario, Francisco Labastida,
se enfrentó a una complicada situación en la que se planteó como primera
medida la posible desmilitarización de la zona.

 Las elecciones celebradas en varios estados a lo largo de 1998 y 1999


contradijeron el previsto declive del PRI. Labastida se convirtió en noviembre
de ese último año en el candidato presidencial del PRI, al ganar las elecciones
convocadas por primera vez por su partido para dirimir quién se presentaría a
los comicios presidenciales de la República. De otro lado, en febrero de 2000,
después de que los esfuerzos por hallar una salida negociada a la huelga de
estudiantes que mantenía paralizada a la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM) desde abril del año anterior se mostraran inútiles, un
contingente de 2.500 agentes de la Policía Federal Preventiva entró por
sorpresa en la UNAM y recuperó todas las instalaciones de la misma, por orden
del presidente Zedillo. La mayoría de alumnos, personal docente e investigador
y personal administrativo volvió el día 13 de ese mes a sus actividades en la
UNAM.

El 2 de julio de 2000 tuvieron lugar una serie de elecciones, entre las que
destacaba la que debía dirimir la presidencia de la República, que supusieron
un vuelco histórico en la estructura de poder mexicana. Vicente Fox Quesada,
al frente de la Alianza por el Cambio, integrada por el Partido de Acción
Nacional (PAN) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), se impuso al
candidato del PRI, Labastida, y al representante de la Alianza por México,
formada principalmente por el PRD y el Partido del Trabajo, Cuauhtémoc
Cárdenas. La derrota del PRI se completó en los comicios legislativos del
mismo día, que dieron asimismo el triunfo, en esa ocasión por minoría simple,
tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores a la coalición
liderada por el PAN. Fox fue investido presidente el 1 de diciembre siguiente y
de inmediato comenzó a aplicar su programa político. En este sentido fueron
significativas sus primeras actuaciones presidenciales: la elevación al
Congreso del Proyecto de Ley sobre Derechos y Cultura Indígenas (aspiración
zapatista ya recogida en los Acuerdos de San Andrés, firmados en 1996 por el
gobierno de Zedillo y el EZLN) y el desmantelamiento de retenes militares en el
estado de Chiapas, ambas destinadas a reactivar el diálogo y el proceso de
paz con el EZLN. En este mismo sentido, un importante episodio ocurrió en los
primeros meses de 2001: el 24 de febrero, Marcos y otros 23 líderes zapatistas
iniciaron en San Cristóbal de las Casas una marcha pacífica hacia la ciudad de
México, a la que llegaron el 11 de marzo tras haber recorrido 12 estados. El día
28 de ese último mes, un miembro del EZLN defendió en el Congreso la
aprobación de una ley que reconociera los derechos y culturas de los
indígenas, y que concediera una amplia autonomía a las 57 etnias del país.
Finalmente, la Ley sobre Derechos y Cultura Indígenas aprobada durante ese
año fue considerada insuficiente por el EZLN y el Congreso Nacional Indígena,
pues limitaba el alcance del texto redactado en 1996 por la Comisión de
Concordia y Pacificación, en el marco de los Acuerdos de San Andrés.

 Al margen de la cuestión indígena, durante la primera mitad de su mandato


Fox intentó abordar profundos cambios en los ámbitos social y económico,
promoviendo amplias reformas en los órdenes laboral y fiscal. Pero los
resultados no satisficieron a diversos sectores de la sociedad mexicana, que
los consideró, en la mayoría de los casos, insuficientes. Por otra parte, la
situación de minoría parlamentaria del PAN se tradujo en que las iniciativas del
ejecutivo sufrieran frecuentes detenciones, o numerosas enmiendas, en el
legislativo. Los resultados de las elecciones del 6 de julio de 2003, marcadas
por un elevado índice de abstención, determinaron que tal circunstancia se
prolongara en el tiempo, ya que el PRI obtuvo 224 diputados en la Cámara de
Diputados, por 153 del PAN y 95 del PRD.

En septiembre de ese año 2003, Fox presentó ante la Cámara de Diputados su


proyecto de reorganización del Estado. Entre las medidas propuestas se
hallaba la incorporación a la Constitución del uso del referéndum y la iniciativa
popular. Por lo que respecta a la política exterior de Fox, es reseñable la
determinación con que, en 2003, la diplomacia mexicana adoptó ante el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una posición contraria a la
intervención bélica estadounidense en Irak al margen de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU). Por otra parte, las tradicionales relaciones especiales
mantenidas por México con el régimen cubano entraron en crisis cuando Fox
retiró al embajador mexicano de La Habana y expulsó al cubano de México, en
mayo de 2004; la causa fueron unas duras manifestaciones efectuadas por
Fidel Castro tras el voto de México contra su gobierno en la Comisión de
Derechos Humanos de la ONU. Las elecciones presidenciales celebradas el 2
de julio de 2006 se dilucidaron por un margen muy estrecho. Tras finalizar el
reñidísimo escrutinio, el Instituto Federal Electoral declaró ganador al candidato
del PAN, Felipe Calderón, al haber recabado el 35,89% de los votos. Su gran
rival, Andrés Manuel López Obrador, postulante de la Coalición Por el Bien de
Todos (integrada por el PRD; el Partido del Trabajo, PT; y el Partido
Convergencia, PC), obtuvo el 35,31%, y más lejos quedó el aspirante priísta,
Roberto Madrazo (22,3%). Poco después de que estos resultados se hicieran
oficiales, López Obrador anunció que los impugnaría. En los comicios
legislativos desarrollados ese mismo día, el PAN obtuvo 206 escaños en la
Cámara de Diputados; Por el Bien de Todos logró 160 (127 del PRD, 16 del PT
y 17 del PC); y la Alianza por México, 121 (103 del PRI y 18 del Partido Verde
Ecologista de México). A partir de ese momento, México se vería sumido en
una doble crisis. Por un lado, la generada como consecuencia de una revuelta
que tuvo lugar en Oaxaca y cuya chispa inicial había sido una huelga de
maestros. Por otro, la derivada de la resistencia del PRD a reconocer la validez
de los resultados de las elecciones presidenciales, lo que no impidió que
Calderón tomara posesión de la jefatura del Estado, el 1 de diciembre del año
2006.
Conclusión

La conclusión respecto a la historia de México, es un país multicultural lleno de


grandes rasgos históricos que han marcado a la sociedad por el resto del
presente y futuro, el cual ha llegado a ser un país de gran fama mundial debido
a su característica gente y grandes tradiciones que han sobrevivido al paso de
los años.

Un país que sigue adelante y muy perseverante, como se puede apreciar en el


pasado, luchando por la libertad e igualdad para todos, a pesar de que hoy en
día esos valores no son muy respetados, a comparación de épocas anteriores,
vemos un gran avance en esas cuestiones, solo depende de las personas
presentes no olviden y aprendan de los errores sucedidos, para que pueda
existir un futuro mejor. Aprender a seguir luchando, a elegir mejores lideres y
no dejar aquellos que obtengan poder y se aprovechan de ello, olviden a su
pueblo, y el respeto hacia los demás, ya que después de la conquista, el
pueblo mexicano no solo desciende de sangre española e india, sino de otros
continentes con diversas características que nos hacen diferentes a cada uno y
por ello multiculturales.

Anda mungkin juga menyukai