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A 100 años de la Comuna de Puerto Natales

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El pasado 23 de enero se conmemoro el centenario de la insurrección obrera que tuvo lugar en


Puerto Natales (provincia de Última Esperanza en la XII región chilena, ubicada en la Patagonia), una
experiencia que duro tan solo una semana, pero que puso el poder local en manos de los
trabajadores.

Esteban Valdebenito

Jueves 31 de enero | 15:50

Magallanes: El enclave ganadero del imperialismo Inglés

Para principios del siglo XX, así como toda la industria del Salitre de la zona norte del país estaba en
manos del imperialismo Inglés, la zona austral de sudamericana estaba en manos de la Sociedad
Explotadora de Tierra del Fuego (SETF) que controlaba toda la vida de la zona.

El imperialismo bajo la necesidad de abastecer de materias primas a la industria textil británica,


transformó la Patagonia en un polo de desarrollo industrial agro-ganadero, iniciando un proceso de
colonización, introduciendo el ganado ovino, saqueando y apropiándose de los territorios, junto con
llevar a cabo el genocidio indígena[1] más grande en la región, después del perpetrado por la Corona
Española.

La SETF era un enorme monopolio patronal terrateniente, que tenía a la cabeza a la familia Braun,
los que para 1920 acaparaban unas 1.376.160 hectáreas[2] en ambos lados de la frontera de Tierra
del Fuego.

Carlos Lope de Vega, Historiador Natalino, cuenta -a partir de una narración de Pedro Cid Santos-,
como la STEF en noviembre de 1905 “en un remate en Santiago”, “se adjudicaron la friolera de
330.040,25 hectáreas en Ultima Esperanza, a un precio de 12.05 pesos la hectárea, para la época lo
equivalente a un saco de papa por cada diez mil metros cuadrados”. Agregando: “Si alguien desea
trabajar, casi todos los puestos de trabajo, en el frigorífico, faenas de campo, el comercio en las
pulperías, embarque y desembarque en los puertos, transportes, están controlados por la SETF.
Todos los caminos y puestos de la región están enclavados en sus vastas propiedades”[3].
Para el estado Chileno, Magallanes no poseía el estatuto administrativo de “Provincia”, por lo que
para la época no existían elecciones para cargos de representación pública[4], como si ocurría en el
resto de Chile. Los alcaldes eran elegidos directamente por el Gobernador, el cual era elegido a dedo
por el presidente, que seguía el mandato de la SETF. Magallanes era “un territorio de colonización”,
un enclave ganadero del capital Ingles.

Puerto Natales en particular, como localidad recién oficializada en 1911, tenía una enorme
actividad, por su bahía localizada en el estrecho de Magallanes, circulaban vapores de carga, siendo
el punto de embarque de la producción de lanas y cueros del ganado proveniente de la Patagonia
Argentina; se faenaban en los frigoríficos y luego los productores cárnicos eran depositados en las
bodegas, a la espera de ser estibados en dirección a Punta Arenas camino al extranjero, o bien en
cabotaje por la costa norte del pacifico.

A seis kilómetros de Natales, estaba Puerto Bories, lugar donde en 1913 se construyó el “Frigorífico
Bories, de propiedad de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, era el más grande
establecimiento frigorífico de la región magallánica. (…) abarcaba las labores de conservación,
fabricación de extractos de carne y curtiduría, poseyendo además una fábrica de ladrillos, un
aserradero, un vapor, y un pequeño ferrocarril de trocha angosta hasta Puerto Natales. Se trataba
de un establecimiento con capacidad para faenar 300.000 animales, habiéndose producido en 1918
la suma de 5.000 toneladas de carne frigorizada, en la cual llegaron a trabajar un promedio de 700
obreros”[5].

La vida obrera en Natales y Tierra del fuego

El carácter terrateniente y monopólico de la burguesía que tendió a la concentración de la tierra,


fue desarrollando una enorme masa de mano de obra despojada y empleada en laborales tanto
industriales, como estacionales. A esto debemos sumar los contingentes de trabajadores que
llegaban de Punta Arenas, también de Chiloé, así como una gran dotación de trabajadores
inmigrantes[6] europeos y de distintas latitudes frías del mundo, aunque la mayor colonia sería la
de los croatas.

La vida del pueblo trabajador era totalmente durísima para la época. El periodista de izquierda
Gregorio Iriarte, en 1915 describía el maltrato en el periódico “El Trabajo” de la siguiente forma:

“La habitación (obrera) son los establos en que guardan los caballos durante el invierno; son ellas
sucias, mal olientes, llenas de estiércol, sin forro por adentro y llena de aberturas por donde se cuela
el viento portador de bronquitis, pulmonías, constipados y otras enfermedades derivadas del
cambio brusco de aire. (…) Los comedores son, como los de todas las Estancias, de forma
cuadrangular, con dos hileras de mesas, hechas de cuatro tablas mal unidas, la superficie cubierta
de una gruesa capa de mugre. (…) El trato que dan a los trabajadores los capataces y demás
empleados superiores es autoritario, humillante, sobre todo para los chilenos, a quienes creen
afrentar llamándolos chilotes, esto es según ellos, indios; les venden las mercancías a precios
usurarios, sujetos al capricho del encargado de almacén, los que suben muchas veces solo para
preponderar en utilidad al de otros almacenes del a misma compañía; en una palabra estos
almacenes no son para atender las necesidades de los trabajadores creados por la industria, si no
para lucrar a costa de estos”[7].

La carestía de la vida y la precarización laboral a la que estaban sometidos fueron formando un


cuadro cada vez más insostenibles entre las familias magallánicas.

Es parte de la llamada “cuestión social” que atravesaba el país, “condiciones de pauperización


extrema” imponían las patronales sobre la naciente clase obrera moderna.

En el norte a la carestía de la vida que afectaba crónicamente a los sectores populares, se sumo la
cesantía provocada por la crisis de la industria del nitrato. En los últimos años de la “Gran Guerra”
empezaron a escasear los alimentos, mientras crecía el volumen de los productos agrícolas
destinados a la exportación provocando una fuerte alza en los precios[8]. En 1910 los precios se
habían doblado respecto a la década anterior, repitiéndose el mismo fenómeno en 1920[9]. La crisis
del salitre, hizo volar por los aires el desempleo, en el norte grande, producto de los lock-out
decretados por los administradores de las salitreras. Para 1920 se llegó a un pico de desocupación
de 55.000 personas entre la provincia de Tarapacá y Antofagasta, 72.000 a nivel nacional y 45.000
“deportados” hacia el centro-sur del país[10].

El problema del hambre azotaba al país completo y era una de las preocupaciones centrales de la
clase obrera. En 1912 sería un año convulsionado en Punta Arenas. Alzas desmedidas de los precios
impuestas por el monopolio de la SETF provocaron fuertes movilizaciones. Aumentos de hasta en
un 45% en los víveres y productos de primera de necesidad, además de la imposición de “tarifas
aduaneras[11]”. En febrero tendría lugar una huelga general organizada por la Federación Obrera
de Magallanes (FOM) y el Centro de Resistencia de Oficios Varios (CROV), que fue respondida con
fuego por la Comandancia de Armas. “Entre las detenidas figuraba Natalia Tobar, Dirigenta de las
lavanderas, quien pese a su embarazo, encabezo la protesta por las calles céntricas alzando una
bandera”[12]. La huelga termino en un triunfo el 3 de marzo, con la destitución del alcalde, la
modificación de los precios y la liberación de los presos políticos de la huelga[13]. Esta huelga seria
el punta pie inicial de un ciclo huelguístico, que tendría como pico la toma de Puerto Natales en
1919.

Movimiento obrero y lucha de clases en Magallanes


La Patagonia recibió una afluencia notable de inmigrantes europeos, que en busca del porvenir
trajeron consigo sus experiencias de lucha y organización revolucionaria del viejo continente. Estos
desarrollaron grandes aportes a la formación de una conciencia de clase, y también política entre
los trabajadores, que sumado a las condiciones de explotación a las que le sometían los estancieros
y los ingleses, permitió formar un movimiento obrero poderoso, que desde muy temprano fundo
organizaciones, clubes, sociedades y periódicos; que enfrento desde muy temprano, con los
métodos de la acción directa, los abusos de la burguesía.

En 1986 se produjo una de las primeras huelgas modernas, cuando los obreros constructores de
lanchas cisternas emprendieron una lucha por el aumento salarial[14]. En 1987 se fundó la “Unión
Obrera” en Punta Arenas, de orientación socialista. Esta sociedad de resistencia publico el periódico
“El Obrero”, que definía sus aspiraciones de la siguiente manera: “Por la posesión del poder político
por la clase trabajadora, y la transformación de los instrumentos de trabajo en propiedad colectiva,
social o común[15]”.

En 1911 nace la FOM, como fusión de la Unión de Esquiladores y Trabajadores del campo, dirigida
por el Socialista José Fariña, con la Sociedad de Carneadores Unión y Progreso, que a su vez era
influenciada por el Ácrata Juan F. Barrera. Con esto se daba un paso en la unificación de la clase
trabajadora de la región. Su órgano oficial fue el periódico “El Trabajo”; La FOM estaba dividida en
5 zonas, con delegados por cada estancia, sin reconocer las fronteras que dividían Chile con
Argentina.

El dirigente socialista Luis Emilio Recabarren solía referirse a ella como la organización más poderosa
de América del Sur”. Para 1916, llego a organizar alrededor 6.030 obreros[16] y organizaba a las
distintas tendencias actuantes dentro del movimiento obrero, a los trabajadores militantes
socialistas, anarquistas, sindicalistas demócratas y radicales, los había cristianos y ateos.

Después de la huelga de febrero en 1912, en el mes de mayo se funda el Partido Socialista de Punta
Arenas, como parte de las tendencias a la militancia socialista que surgían en el resto del país a partir
de una serie de quiebres del viejo Partido Demócrata. En diciembre del mismo año se organiza una
huelga general, que la FOM desplegó en todas las Estancias en ambos lados de la frontera. El 13 de
diciembre se firmó el “primer convenio colectivo” con la SETF[17].

En 1915 se levanta en huelga el gremio de los carneadores en Puerto Bories contra los despidos,
que para enfrentar a la compañía recibió el apoyo del conjunto de la población, constituyendo la
primera huelga Natalina propiamente tal.
En julio de 1916 paralizaron los mineros de Loreto por el atraso en los salarios. Luego de 20 días
lograron un aumento salarial de 15% y fijaron una fecha de pago del 1er al 3er del mes.

En Diciembre del mismo año, se organizó un paro general recorrió todas las Estancias de la costa y
el Centro de la Patagonia, llegando a la provincia de Ultima Esperanza. Salieron a luchar contra el
hambre y el encarecimiento del costo de la vida de un 40%[18]. La huelga se extiende hasta el 18 de
enero de 1917, consiguiendo un gran triunfo sindical, que motorizo la lucha por la jornada de 8
horas por parte de la FOM.

En 1918 los gremios federados de la gente de mar y playa, los metalúrgicos y los carpinteros de
Punta Arenas tomaron esa bandera además de iniciar un nuevo movimiento por alzas salariales.
Después de la represión policial que abrió fuego contra los huelguistas de la FOM, los miembros de
la Federación retomaron las labores, consiguiendo solo una conquista parcial[19].

La Huelga y el levantamiento Natalino de 1919

El 20 de enero de 1919, a partir de un reclamo de los dos maquinistas ferroviarios de Puerto Natales
que estaban siendo removidos de sus puestos de trabajo[20], los trabajadores de la FOM declararon
una huelga, reuniéndose además en asamblea y levantando un petitorio general: Por un régimen
laboral de 8 horas de trabajo, reposición de los trabajadores despedidos, los maquinistas y 20
carpinteros, reducción de los fletes marítimos en 40%, rebaja de un 30% de todos los artículos
expedidos por la casa Braun & Blanchard[21]. La FOM mandato un Comité para defender las
demandas trabajadores, con Carlos Viveros y Enrique Espinoza a la cabeza. Se dio un plazo de 24
horas para tener una respuesta.

El miércoles 22 se suscribió un acuerdo que ponía fin al conflicto[22]. Pero la mañana del jueves 23
de Puerto Bories daría un giro en la situación. El Administrador del recinto “Mr. Kidd” se negaría a
pagar un trabajo de pintura a dos obreros. Previamente el gerente se había coordinado con la
policía, la cual se mantenía dentro del recinto en lugares claves del frigorífico.

La misma comisión de la FOM con Viveros y Espinoza marcho a reunirse con “Mr. Kidd”; después
que el administrador rechazó todas las propuestas, en medio de un altercado, el representante de
la compañía explotadora saco un revolver y asesino de un tiro a Carlos Viveros. El asesino huyó del
establecimiento protegido por la policía que disparaba sobre los obreros que intentaron perseguirle.
Dos cayeron muertos. Otros obreros abrieron fuego y consiguieron herir a un carabinero.

El tren de Puerto Bories a Natales se repletó rápidamente al saberse de la balacera y la muerte del
secretario de la FOM. Se extendió el paro general en la zona. Los trabajadores se reunieron en la
sede la Federación Obrera de Natales, consiguieron armas y montaron piquetes de autodefensa y
salieron a marchar por el pueblo en señal de protesta frente a la abierta provocación de la SETF,
mientras el cuartel de policía izo una bandera roja en señal de estado de sitio. Los obreros se
enfrentaron a la policía. El combate duro 6 horas, 3 obreros caídos y con 4 policías muertos. Los
otros se rindieron, fueron desarmados y dejados en calidad de detenidos.

La Casa Braun y Blanchard, junto al Banco y el Cuartel de policías fueron incendiados en señal de
venganza.

En ese momento la ciudad quedo bajo poder directo de los trabajadores, los que montaron una
administración provisional en manos de la FOM, la cual monto guardias obreras, controlo la
movilización y la locomoción, se restablecieron faenas la distribución de alimentos y asistencias. Por
más de 5 días se mantuvo en pie “La Comuna de Natales”, como se le conoció a esta experiencia en
clara alusión a lo que se conoció como “La Comuna de Paris”, el primer estado obrero de la historia
en la capital de Francia en 1871, donde los trabajadores tomaron el poder alrededor de 3 meses.

Sin embargo, dentro de los mismos trabajadores surgió la posición de enviar una comisión especial
de negociación a Punta Arenas (a 300 kilómetros), para ofrecer la entrega de la comuna a las,
autoridades civiles a razón de que no enviaran tropas militares.

Para el domingo 26 recién hacen arribo las tropas militares. El “Vapor Sur” llego con un batallón de
fusileros del Destacamento Magallanes, y el crucero “Zenteno”, con su tripulación de marinos
fusileros.

Por parte de Argentina, el gobernador Edelmiro Correa Falcón, de Río Gallegos cumple con el pedido
de auxilio del Mayor Bravo y envían cerca de 60 policías bien armados a restaurar el orden. Nunca
antes, ni después ocurrirá algo parecido con una fuerza de ocupación extranjera interviniendo en
colaboración el estado Chileno para aplastar una rebelión obrera[23].

Luego de recuperar el control de la ciudad, los militares, lograron tomar preso a 27 trabajadores los
cuales fueron enjuiciados en un proceso que duro al menos 3 años. El periódico “El Trabajo” del
FOM escribió en su edición del 2 de febrero de 1919: “La leyes, la justicia no han sido hechos para
el trabajador si no hechas para los burgueses. (…) Al atenernos a los comentarios y declaraciones
estampadas en los diarios tendríamos la conclusión de que el obrero es el único culpable. (…) ¿Y
cómo hirieron entonces desde el primer momento, los carabineros, a varios trabajadores?[24]”
Una vez mas señaló: “¿Por qué en el famoso proceso aparecen culpables nuestros compañeros
nomas? ¿los asesinos de nuestros camaradas: Viveros, Espinoza, Therán, Saldavia, Mancilla, etc.,
donde están detenidos esos asesinos?”[25].

Un homenaje necesario y unas cuantas preguntas abiertas

A 100 años de este levantamiento obrero, hoy rendimos homenaje a los trabajadores Magallanicos,
que se pusieron de pie contra el hambre y los abusos de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego
que se enriqueció a costa del saqueo de la región, con la sangre obrera e indígena de la Patagonia.
Un homenaje a los obreros de Natales quee desafiaron el poder de la Patronal Imperialista más
fuerte de la zona austral que estaba, asociada directamente a los Estados Chileno y Argentinos.

La conciencia de clase, la unidad y la disposición de combate de los obreros fueron fruto de uno de
los sectores de la clase obrera más organizada del conosur para aquel entonces.

Aun así, la posibilidad de haber controlado y gestionado el orden de la ciudad y el haber impuesto
un poder obrero que logró derrotar los destacamentos de la policía estatal Chilena, es un aspecto
muy poco estudiado por los socialistas de aquel entonces. Cabe preguntarse también por que la
dirección de la FOM decidió hacer entrega de la Comuna, y a la vez, porque este levantamiento no
fue secundado y defendido por el resto de las organizaciones socialistas y revolucionarias de aquella
época, tanto en la propia Patagonia, como particularmente en Chile, donde la crisis social tenia al
movimiento obrero y a la juventud totalmente convulsionada, en un momento histórico de pleno
ascenso en la lucha de clases; donde además la bandera de la Rusia Revolucionaria había puesto el
problema del poder obrero y el debate de estrategias en la el horizonte de todo el movimiento
revolucionaria de aquel entonces. Sin embargo, estas preguntas que hoy exceden esta experiencia
en particular (de la cual aún permanecen muchas sombras[26]), deberán ser motivo de otras
investigaciones que contribuyan a realizar un balance de lo que fue el periodo que Luis Emilio
Recabarren, señalo como la época en que el movimiento obrero tenia olor a pólvora; esta vez no
solo desde un sentido histórico, analizando “la táctica de los socialistas Chilenos” y sus “aportes” al
movimiento obrero, si no desde un punto de vista estratégico, que ponga en sintonía las
experiencias de la lucha de clases más avanzada que se desarrolló en Chile a principios del Siglo XX
con los debates abiertos del movimiento comunista internacional, que surgía a partir de una
dimensión, que para esa fecha había sido bastardeada por la II Internacional, que es la de un
Marxismo con preponderancia estratégica, es decir centrado el arte de construir un fuerza material
para la revolución socialista, empresa abortada por los principales partidos socialistas en la primera
década del siglo pasado.

NOTAS
[1] Etnias completas fueron exterminadas en ambos lados de la frontera, como los Selk´nam de
tierra del Fuego. En lado Argentino se llamó la “Conquista del Desierto”.
[2] Bayer, Osvaldo, “La Patagonia Rebelde, los Bandoleros, editorial Planeta, Buenos Aires 1992, pág.
26”.

[3] De Pedro Cid Santos “Historia del Movimiento Obrero en Ultima Esperanza (1911-1973).
Sindicalistas, Anarquistas y Socialistas (2004).” En Lope de Vega, Carlos “1915 La primera Gran
Huelga Natalina, Editorial ATELI Punta Arenas, 2006, pág. 8”.

[4] Navarro López, Jorge, “Revolucionarios y parlamentarios, La cultura política del partido Obrero
Socialista, 1912-1922, LOM, pág. 175”.

[5] Rodríguez U. Manuel, “La revuelta obrera de Puerto Natales en Enero de 1919- Contribución
para la historia social de la Patagonia, Punta Arenas, 2013”.

[6] Uno de los periódicos de la clase dominante de la época, “El Magallanes, 25-11-1915” señalaba
esta latitud, como un punto de relegación de deportados políticos: “ha sido muchos años atrás
colonia penal, en seguida punto de relegación y siempre refugio de innumerables perseguidos por
anarquistas en España, en el Uruguay y en la república Argentina”.

[7] Iriarte, Gregorio. La organización Obrera En Magallanes. Imprenta El Trabajo, Punta Arenas,
1915, pp. 36-37.

[8] Grez Toso, Sergio, “Historia del Comunismo en Chile, La era de Recabarren (1912-1924)”, LOM,
2011, pág. 89.

[9] Ortiz Letelier, Fernando, “El movimiento obrero en Chile 1891-1919”, Madrid, Ediciones michay
SA,. 1985, pp- 275-285.

[10] Grez, op. Cit., pág. 134.

[11] Vega, Op. Cit., pág. 17.

[12] Ibid.

[13] Navarro, Op. Cit.,169

[14] Vega Delgado, Carlos: La masacre en la Federación Obrera de Magallanes. Punta Arenas, 1996.
pág. 19.

[15] El Obrero, Punta Arenas, 26-12-1987, cita en Rodríguez, Manuel Luis, “Colonos, gañanes y
peones. Historia del trabajo y los trabajadores de Magallanes y la Patagonia”, Punta Arenas, 2204,
pág. 249.

[16][16] La Aurora, Taltal, mayo 1916, Luis Emilio Recabarren. “Escritos de Prensa, Tomo 3 (1914-
1918). Fundación Recabarren”.

[17] Vitales, Luis, “Interpretación Marxista de la Historia de Chile, Tomo V, pág. 168.

[18] En El Magallanes, 7 de diciembre de 1916. Citado por Vega Delgado, op. cit. Pág. 65
[19] Silva, Miguel, “Recabarren en Vivo y en Directo”, Quimantu, Santiago 2012, pág. 199

[20] Fueron despedidos bajo una “notificación sutil” en el que se les pedía desocupar las
habitaciones que era para uso “solo de empleados superiores”.

[21] The Magellan Times, 29-01-1919,

[22] Cid, Pedro. “Sucesos del 23 de enero de 1919 en Puerto Bories y Puerto Natales”. Revista
Impactos N 79, Punta Arenas, 1996, Pág. 6°

[23] https://www.laizquierdadiario.com/Puerto-Natales-a-100-anos-de-la-insurreccion-obrera-
que-conmociono-Magallanes

[24] El Trabajo, Punta Arenas, 02-02-1919

[25] El Trabajo, Punta Arenas, 02-03-1919

[26] Parte de esa obscuridad, es aportada tanto por la historiografía oficial, como por la obra misma
de la Dictadura, que en 1976, bajo la administración del Alcalde Designado se ordenó reemplazar la
plazoleta hecha por los propios obreros natalinos en conmemoración de esta gesta, por un monolito
con la siguiente leyenda; “La Ilustre Municipalidad de Puerto Natales al insigne marino Juan Tomas
Rogers”.

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