Alejandro Guzmán. Violinista UPN 2016275019. Profesora: Lila Castañeda. Educación Cultura y Sociedad.
REFLEXIÓN COMPARATIVA
Texto: Profesores como Intelectuales y 350.000 maestros en paro
Los profesores en Colombia entraron en paro, situación que ha producido
muchos tipos de reacciones y posiciones. Haciendo la comparación con el contenido de la lectura se puede ver que estas posiciones hacen que los profesores en todo el mundo tengan una función simplemente dentro del aula, cuando deberían tener una parte más activa en la sociedad y en la formación de los planes curriculares de las escuelas. Pero al estado no le interesa la formación de los estudiantes como críticos, sino como ejecutores, papel que hace que los profesores tomen, por ejemplo en el artículo de los 350.000 maestro en paro, ellos ponen como tragedia el hecho de que más de 8 millones de estudiantes estén sin estudio pero ignoran y minimizan las condiciones de trabajo de los profesores y la circunstancias que estos viven, alegando que se ha venido cumpliendo lentamente pero según ellos efectivamente los acuerdos a los que llegaron con FECODE en el anterior paro de profesores. En los “profesores como intelectuales” se muestra claramente que los profesores simplemente tienen que cumplir con una serie de requisitos impuestos por los intereses de estado para la civilización y frecuentemente estos planes olvidan que el deber del maestro es hacer a un estudiante consciente de su entorno, tener una posición y una opinión propia y alcen su voz para defender lo que ellos creen, hablábamos en clase que un profesor pensante, un profesor que no esté constantemente ocupado con planillas, problemas salariales y con sus respectivos servicios de salud, es un profesor que le representa peligro al estado, porque genera consciencia, genera pensamientos creativos y genera nuevas ideas, cuestión que se supone debería pensarse buena, pero el estado necesita producción cuadriculada y estructurada que de dinero, no ideas y pensamiento humanístico. Los recursos y los materiales también son un bien limitado para mantener los lineamientos escolares, es decir, no hay libertad en la elección de textos y métodos de enseñanza, el texto concluye con la posibilidad del maestro como transformador de sociedad, donde el maestro como testigo de los ambientes pueda dar una visión e idea clara acerca de cómo desarrollar un currículo, de pensar a los profesores como reales intelectuales y que estos en vez de dedicarse a ser ejecutores equipados para enseñar a otros a llegar a metas ya fijadas sean formadores de valores de inteligencia y morales, lastimosamente y al menos por un largo tiempo esto seguirá siendo una utopía, en donde la generación siguiente de maestros (nosotros) tendremos que hacer algún aporte para lograrlo.