nar)( *) a fines del siglo XVII y en el XVIII, período que será objeto de este
análisis, provino de la articulación con la sociedad colonial fuera de sus co-
munidades. Trataré esta violencia cuando afecte directamente a los indios ,
pero no voy a analizar aquí "El Sistema Colonial" , donde existía la violencia.
Voy a analizar más la violencia que se originó en su propia cultura (sabiendo
que es imposible separar al pueblo de la sociedad y que uno puede hablar úni-
camente de diferentes grados de articulación) y sugeriré maneras en que la
percepción de varios tipos de violencia local por los naturales pueda , tal vez ,
modificar nuestra percepción del impacto de la sociedad colonial sobre las
comunidades indígenas.
Estudiar la violencia cotidiana que afectaba a los naturales nos permi-
tirá profundizar nuestro entendimiento del pueblo y sus problemas desde un
punto de vista más cercano a su realidad, y espero que nos posibilite enten-
derlos más , como los entendieron ellos mismos(** ). El problema de analizar
un sistema desde arriba es que a veces aprendemos mucho del sistema , pero
poco de la gente que vivió bajo el mismo. Hay que tener cuidado de no pen-
sar que los sucesos que uno analiza desde arriba eran percibidos de la misma
manera por los que tuvieron sus pies en la tierra. Por ejemplo, si una econo-
mía está en crisis, podemos comprender que haya más gente desesperada y
que a veces lleguen a robar ; pero si nos roban, ¿en qué pensamos más : en la
crisis o en el robo? , ¿y la respuesta de la mayoría de la gente cuál será: recla-
mar contra el sistema o contra el crimen? Para ser más claro , si Ud. es origi-
nario de Layo, Canas y Canchis y vive bajo un sistema que demanda mucho ,
donde hay hacendados con tierras que tal vez eran del pueblo en el pasado , y
los indios de la comunidad contigua, Langui , entran en sus tierras por la fuer-
za, sembrando y cosechando, ¿de quién se va a quejar : de las demandas y los
hacendados, que son parte de una sociedad colonial que está presionando a
todas las comunidades , o de los naturales de Langui que han tomado su tie-
rra? Probablemente se quejaría de los dos, pero sin duda reclamaría contra
los de Langui y probablemente no iba a tener un buen concepto de ellos.
Este es sólo un ejemplo de la manera en que estaban divididas las comunida-
des indígenas. También existían tensiones entre familias, entre ayllus, entre
originarios y forasteros y entre los kurakas y tributarios , sin mencionar otras .
(*) Uso términos que se emplearon en esa época, como naturales, indios y cholos, por-
que es importante entender algunas de las violencias.
(**) De ninguna manera estoy sugiriendo que se pueda hablar de " una cultura indígena"
fuera de cosas muy generales. Gran parte de mi argumento trata de demostrar casi lo
contrario, y cuando hablo de la cultura indígena, no estoy hablando de la cultura
que encontraron los conquistadores, sino de la cultura que había evolucionado du-
rante la época que estoy estudiando. Una sociedad que, por ejemplo, había mezcla-
do la cristiandad con las creencias indígenas, pero que tuvo ideas concretas sobre la
conducta honorable de un cura católico.
(*) Sin duda las cifras cambiarán cuando revise todos mis datos del Cusca y otros ar-
chivos. Aquí no se incluye ejecuciones ni, obviamente , muertes por la rebelión de
Tupa Amaru .
gidor, por lo cual los indios, debido a la ira del cura sobre el asunto de la ima-
gen, creyeron posible un castigo tan cruel? De qué manera afectaron el futu-
ro las acciones del cura y de Francisco y las impresiones que causaron en los
indios este conflicto y su temor a las represalias nunca lo sabremos con segu-
ridad. Pero el pueblo era San Pablo de Cacha (cerca de Tinta), el año 1780 y
el corregidor se llamaba Arriaga. Ahora el corregidor nos parece un profeta
pues escribiéndole al cura sobre el asunto expresó: "Cuando los incendios no
se apagan en los principios, suelen sus llamas consumir lo más distante".
La tierra era la base de la vida indígena. El derecho de acceso a la tie-
rra fue el factor más importante para ser originario de la comunidad. Perso-
nas o comunidades que no poseyeron las tierras suficientes para su sustento y
para pagar muchos de los tributos, se consideraban pobres. La importancia de
la tierra y sus productos, las cosechas y los animales, fueron el centro de mu-
chos conflictos. Quispicanchis, Canas y Canchis no fueron excepciones. Co-
mo ya he mencionado, estos enfrentamientos tuvieron sus raíces en proble-
mas profundos como la desagregación del sistema imperialista incaico , que si
bien no fue benévolo en todos sus aspectos, por lo menos aseguró tierras a
quienes estaban acostumbrados a trabajarlas. En retribución por la mano de
obra -tributo- , el imperio almacenó productos que , entre otras cosas, sirvie-
ron para proteger a la población contra desastres naturales. El gobierno colo-
nial no incluyó tales protecciones. El aumento de demandas, haciendas y
fluctuaciones en la población empobrecieron a algunos individuos y comuni-
dades. No he analizado todos mis datos, pero parece que a fines del siglo
XVII y principios del siglo XVIII, cuando el porcentaje de conflictos entre
comunidades y europeos fue más alto, muchas haciendas aún estaban en pro-
ceso de formación, particularmente en doctrinas cerca del Cusco. Todo el
resto del siglo XVIII se caracteriza por el aumento de los problemas entre las
comunidades, particularmente en Canas y Canchis. Existieron otros factores
de igual importancia en la lucha rural por tierras que dieron enfoques distin-
tos a los conflictos que acosaron a los naturales.
Las epidemias y la política sobre tierras que las acompañaron fueron
causantes de tensiones adicionales en el siglo XVIII. Las epidemias, particu-
larmente la de 1720, trastornaron la región. Muchos indígenas murieron, de-
jando tierras baldías por falta de mano de obra para barbecharlas , cultivarlas
y cosecharlas. A veces el Gobierno vendía estas tierras, pero más tarde , cuan-
do la población creció, la presión por su usufructo aumentó.
Un ejemplo de los problemas que se originaron entre indios y españo-
les con la peste de 1720, pero no muy ligado a mi argumento, nos lo da un
hecho que se dio en Quispicanchis, en 1745 . Ese año, los indios de Urcos y
Andahuaylillas trataron de recuperar algunas tierras vendidas por el gobierno.
Después de la peste se realizó una revisita, la misma que tuvo como resultado
la rebaja de los tributos que tenían que pagar los indios y la venta de algunas
de sus tierras, pues el Gobierno consideró que éstas sobraban y que existían
con todo gusto" protegiéndolos sin hacer caso de sus caciques, sus servicios
personales o tributos, aumentando las cargas sobre los otros. Tampoco res-
pondieron a la doctrina cristiana(S). Sin embargo, esto resulta ser casi un
caso clásico: simplemente, los naturales "olvidaron" mencionar qu'e Ochoa
poseía las tierras legalmente y que estaba usando estos métodos para recupe-
rarlas. Pero si ellos exageraron la verdad , el protector de los naturales mostró
en su defensa que Ochoa la había tergiversado para conseguir sus tierras . Otra
vez, no sabemos con seguridad cómo se resolvió la situación , pero con este
ejemplo hemos visto que las comunidades , al igual que los europeos, podían
ser bien sutiles en usar la ley en la defensa de sus intereses.
Los naturales también usaron la fuerza para apropiarse de tierras y
no únicamente contra otros indios. Un clérigo , enfermo en su lecho, se quejó
de un cacique, su familia y otros indios :
"se han conspirado con notable excezo en arruinar las sementeras de
la hacienda ... que poseo; pasteando sus ganados y sembrando las
mejores tierras que dejé para descansar"( 6 ).
Los indios también se quejaron contra este cacique y su familia , di-
ciendo que ellos los privaron de sus tierras. De hecho, los problemas por tie-
rras entre la comunidad e individuos de la comunidad con su cacique son in-
numerables. Muchos son los caciques que defendieron las tierras y a su gente
gastando a veces sus propios recursos en desempeñar su oficio. Pero hubieron
otros, particularmente en el siglo XVIII, que abusaron de su posición , apro-
piándose de tierras de la comunidad para su propio bienestar y demandando
más trabajo de la comunidad para cultivar estas tierras.
Los conflictos por tierras entre comunidades son numerosos. Muchas
veces las tierras lejanas y limítrofes con otras comunidades fueron centro de
conflictos. A veces eran "tierras flacas" que la comunidad dejaba en descanso
por años. Había gente que vigilaba las tierras de vez en cuando, pero no fre-
cuentemente, lo que permitía a otros aprovechar estas tierras. El caso del
ayllu Machacamarca, en Ureas, es un ejemplo de esto. A este ayllu le pertene-
cían 500 topos de tierras flacas que eran barbechadas cada siete años y que
estaban cerca del límite con la Provincia de Paucartambo. En 1714, indios de
esta provincia apoyados por su corregidor se apropiaron de algunas de estas
tierras destruyendo mojones, lo que complicó el asunto . Esta era la sexta vez
en poco menos de un siglo y medio que el ayllu reclamaba oficialmente con-
tra indios o españoles de Paucartambo de tal abuso. La importancia de las
tierras, pobres o no , y la distancia de la comunidad permitieron desarrollar
una situación de conflicto continuo.
Con tanto conflicto, las comunidades tuvieron que aprender a usar el
sistema para defender sus intereses. Algunas comunidades se convirtieron en
·litigantes continuos en defensa de sus tierras y a veces se envolvieron en una
máscara de legalidad para encubrir sus propias apropiaciones . Este proceso
puede ser muy complejo, como sucedió en Layo (Layosupa, Canas y Can-
cimiento de la gente y el ambiente era de gran ayuda para los ladrones. Comu-
nes son los casos como el de Andrés Quecaño , indio de Checasupa , quien des-
de una edad tierna se ganó la vida robando mulas , caballos y vacas, llevando
un estilo de vida "desarreglado". Un cacique y un español testificaron que
Andrés, en su última juerga, les había robado a ellos y a otros indios más de
quince caballos y tres mulas. Por su crimen fue condenado a dos años en el
obraje de Lucre , para que "sirva de escarmiento a otros delincuentes"(! O) .
Otro caso común fue el de Agustín Gonzales, indio de Coporaque . Este pue-
blo fue el centro del comercio de las mulas y mercado muy importante de
muchos otros animales . Cuando Agustín estuvo asociado con algunos arrieros
mestizos, robó mulas y caballos de un cacique. Confesó que había robado
otros animales antes y que a un indio le robó una mula que luego vendió " a
unos de los tucumanes trancientes"(l l).
Ferias y mercados eran oportunidades importantes para robar no sola-
mente porque los ladrones tenían la oportunidad de mercadear sus "adquisi-
ciones". Muchas veces, la gente descuidaba sus bienes , dando a los ladrones
más oportunidades para robar. Por la misma razón , las fiestas figuran como
muy buenas ocasiones para el robo , especialmente de cosas o bienes, como
cosechas y yuntas, que eran guardadas cerca de las casas. En 1780, en la fies-
ta de Corpus Christi, a un indio , mayordomo del Sor Sacramento de la igle-
sia, que estaba en Yanaoca desempeñando su cargo , le robaron muchos de los
bienes que recibió en el reparto, como paño de Quito . Dos indios confesaron
el crimen. Los testigos indicaron que dichos indios estuvieron vendiendo bie-
nes pertenecientes al reparto en Yanaoca y Pampamarca.
(*) Las cifras que mencionan la bebida pueden ser más altas. En realidad, muchas situa-
ciones tuvieron alta posibilidad de incluir bebida, pero los documentos no mencio-
nan el hecho específicamente .
que ella se casaría con él y lo trataría mui bien"(l6). Muchas veces la violen-
cia entre marido y mujer involucró a otras personas . Esto fue especialmente
frecuente en el adulterio. Maridos con amantes tendían a pegar más, acción
bien común, a sus mujeres, y/o se volvían violentos cuando sospechaban el
mismo engañci en sus mujeres. Esta violencia no se manifestó siempre contra
la mujer . Cuando el marido de Santusa Guamán sospechó que su mujer tenía
relaciones con otro hombre, "tomó el arbitrio del homicidio" , dando porra-
zones que ellos estaban "atropellando el matrimonio .. . y de zelos para li-
bertarse de quien lo injuriaba"(l 7) . La víctima que provocó sus celos fue un
muchacho de doce o catorce años.
En situaciones de adulterio no siempre eran los miembros de la pareja
los que usaron la violencia. Algunas veces las amantes trataron de mejorar su
situación con el hombre . Cuando la mujer de Domingo Utcca se despertó con
"dolor en su vientre y todo su cuerpo", el marido salió a buscar medicina.La
consiguió de su propia amante. Cuando su mujer tomó la medicina, su lengua
se hinchó inmediatamente y vomitó sangre por tres semanas(l 8).
La brutalidad entre parejas se dio con frecuencia y fue algo que la
mayoría de la gente soportó como parte de la vida marital. Pero algunos no
la toleraban o decidieron finalmente no tolerarla más y tomaron medidas
para cambiar su vida . El divorcio era una posibilidad , pero pocas son las mu-
jeres que , como Joana Inquillay , solicitaron el divorcio de su marido después
de un largo período de sufrimientos. El marido de Joana mantuvo una amis-
tad ilícita con otra y la había "azotado en diferentes ocasiones poniendola
desnuda en carnes con tanta crueldad que la dejado toda llena de sangre y
cardenales"( 19). A pesar de todo , ella no solicitó el divorcio hasta la vez en
que fue azotada cuando estaba encinta de ocho meses, porque creyó que su
marido quiso matarla para huir con su amante .
Muchos eran los que huían de relaciones negativas, pero , después de
huir, se encontraban con que la sociedad ponía obstáculos en el sendero de
aquellos que querían tener otras relaciones. Era difícil anular matrimonios y
aun cuando la sociedad lo aceptó, no miró con buenos ojos a los amanceba-
dos. Teresa Sisa huyó de su marido para escapar de sus "malos tratamientos"
después de un año de matrimonio. Sin anular su matrimonio se volvió a casar.
Cuando la Iglesia descubrió la verdad, la condenó a que
"sea sacada en una bestia de alvarada desnuda de la sintura para arriva
con corosa en la cavesa . .. y con voz de pregonero , manifieste su de-
lito y la den cien azotes"(20).
Además, ella tuvo que trabajar en un convento por seis meses , pero
tal vez lo peor de todo fue que la forzaron a hacer vida marital con su primer
marido, anulando el segundo matrimonio. Tales castigos y la dificultad de
conseguir un divorcio o una anulación hicieron que la decisión de huir o asu-
mir una vida nueva con otro hombre fuese cosa seria , algo más que un trauma
normal.
trajo matrimonio dos veces, fue también condenado "en que ... sea sacado
. .. en bestia de albardo y con bos de pregonero que manifieste su delito .. .
y se le den cincuenta azotes".
Numerosas son las peleas que tuvieron por origen los celos o insultos
con connotaciones sexuales. La palabra "puta" fue injuria común contra mu-
jeres y también fue usada en rifias entre hombres para insultar a la mujer del
adversario.
Es importante la presencia de caciques y curas en los problemas
sexuales ocasionados por abusos de poder y por ofensas a la comunidad a tra-
vés de su conducta. De hecho, los dos grupos estuvieron involucrados de tal
manera en la violencia hacia los naturales que cada uno -caciques o curas-
puede ser terna de un artículo entero en Quispicanchis. Canas y Canchis en el
siglo XVIII. por lo que prefiero concluir aquí y dejar para otra oportunidad
el desarrollo de este interesante terna.
En resumen, al examinar la vida cotidiana de los indígenas, vernos
que ésta está articulada con la sociedad mayor. pero las investigaciones de la
sociedad mayor no necesariamente reflejan las actitudes de los indígenas.
Esta articulación involucra sus propias percepciones de la vida y asuntos más
personales e inmediatos. Sus pensamientos y las soluciones de los problemas
tienen corno origen esta experiencia cotidiana. Para entender este mundo en
toda su complejidad es menester integrar las dos realidades: la vida cotidiana
y la estructura de la sociedad colonial.
Al examinar los motines, vernos que tuvieron corno origen conflictos
profundos de la sociedad colonial, corno las relaciones entre funcionarios del
gobierno y la comunidad indígena. Pero estos motines generalmente no re-
chazaban la socied.!d colonial. Fueron resultado de abusos de autoridad, te-
mor a tales abusos o de situaciones especiales, corno la embriaguez colectiva,
y permitieron aflorar expresiones generalmente reprimidas . El detonante de
los motines era un impulso inmediato que resultaba de una larga experiencia
cotidiana. Después del alzamiento , los involucrados en el mismo retornaban
su cauce. La rebelión de Tupa Amaru fue poco común puesto que fue plani-
ficada y ofreció una dinámica -la leyenda del Inca- que permitió a algunos
indígenas, no a la mayoría , superar sus intereses particulares y sus conflictos
para unificarse y desafiar el sistema colonial.
En el siglo XVIII nos encontramos con muchas disputas por tierras
entre comunidades . Estas tensiones tuvieron causas como las ventas de tie-
rras, más demandas y la presión demográfica . Los naturales se quejaban de
manera general del sistema que producía los problemas, pero los conflictos
y tensiones eran consecuencia de acciones inmediatas, como apropiaciones
de tierras . En el siglo XVIII, europeos e indios se apropiaron de tierras perte-
necientes a indios (y a europeos a veces), pero la mayoría de quejas fue de
una comunidad en contra de otra comunidad . Estos conflictos magnificaron
problemas que siempre existieron entre las comunidades , como los que eran
manifestados ritualmente en las carnestolendas. Diferencias raciales y cultu-
rales entre indios e indios y entre indios y otros grupos, como negros , mesti-
zos y europeos, también fueron causas importantes de violencia. Los indios
fueron tanto perpetradores como víctimas del racismo y etnicismo.
A nivel individual , mucha de la violencia en las comunidades se origi-
nó en las relaciones personales, especialmente entre hombres y mujeres. La
mayoría de las causas de asesinatos tuvieron una vinculación con tales rela-
ciones . Numerosas fueron también las violencias y robos que sucedieron du-
rante las fiestas religiosas , muchas veces en relación con el estado de embria-
guez. En resumen , gran parte de la violencia se originó en las propias culturas
y comunidades indígenas.
Existen aún algunos que ven a los indígenas únicamente como vícti-
mas pasivas de la explotación colonial. Usando ejemplos de documentos que
nos acercan más a las vidas de los naturales, he demostrado que si bien a nivel
del "sistema colonial" y también a nivel regional y local los indios muchas
veces fueron víctimas , no siempre fueron pasivos y en muchos casos ni siquie-
ra se puede decir que fueran víctimas. De cualquier manera , la vida es dema-
siado complicada para pensar únicamente en perpetradores y víctimas. Las
personas y las culturas no presentan rostros buenos o malos , negros o blan-
cos. Los indígenas influyeron activamente en sus propios destinos dentro del
sistema colonial y dentro de sus propias culturas. Uso el plural porque única-
mente a nivel muy general y con gran riesgo podemos hablar de una sociedad
o cultura indígena, ya que ellos mismos percibieron las diferencias que los
separaban .
He sugerido algunas maneras para que nuestra comprensión de la rea-
lidad de Quispicanchis, Canas y Canchis pueda modificar y profundizar los
estudios que analizan la sociedad colonial. Espero también que este estudio
haya ayudado a otros a percibir a la gente del valle del río Vilcanota y sus
alrededores no únicamente como indios de una región o modelos para estu-
dios en otras partes, sino como a seres humanos , con todas las alegrías y su-
frimientos que ello conlleva.
· Espero que, además del análisis a nivel del sistema colonial, podamos
comprender un poco mejor la importancia de la etnohistoria y la necesidad
de entender a la gente y sus problemas de una manera más cercana a como se
ha venido haciendo. Estos dos aspectos no pueden ser separados si se quiere
entender la historia del mundo andino . El corregidor Arriaga , perpetrador y
víctima de la violencia en el siglo XVIll , entendió muy bien esta relación al
escribir: "Cuando los incendios no se apagan en los principios , suelen sus lla-
mas consumir lo más distan te".
Ward A. Stavig
Universidad de California, Davis
Davis, 9S616
California, USA
NOTAS
(3) ADC. Corrg. Prov. Crim. Leg. 79, 1745-73. Año 1768. Don Cristobal Sinanyaca
Cacique de Collana de Coporaque ... se ha ausentado ...
( 4) ADC. Corrg. Prov. Crim. Leg. 81, 1776-84. Año 1780. Criminal contra Francisco
negro livertino doméstico del cura.
(5) ADC. Corrg. Prov. Leg . 61 , 1679-1705. Año 1699. Indios del Ayllo Collatia del
Quiquijana contra Cap. Juan Frans. de Ochoa.
(6) ADC. Intendencia (Intend.) Crim. Leg. 120, 1785-88. Año 1786. El común de
yndios de ayllo quejuar contra Maria Cheque; Simon Benta. Aymituma .. .
(7) Archivo Arzobispal del Cuzco (AAC). LXVII, 2, 26. Miserables-Pobl. Indígena 1787.
Clemente Zapata, alcalde mayor, cacique y gobernador de Layo.
(8) ADC. Corrg. Prov. Leg. 60, 1601-1677. Años 1633 y 1676. Don Diego Arqui, indio
viejo natural de Pichigua .. .
(9) ADC. Corrg. Causas Ordinarias. Leg. 27, 1700-1711. Año 1703. Thomas Condori,
yndio natural del pueblo de San Francisco de Guayqui.
(10) ADC. Corrg. Prov . Crim. Leg. 79, 1745-73. Año 1771. Criminal contra Andrés
Quecaño.
(11) ADC. Corrg. Prov. Crim. Leg. 81, 1776-84. Año 1777. Criminal de Dn. Eugenio
Sinanyuca ... contra Agustín Gonzalez.
(12) ADC. Corrg. Prov. Leg. 63, 1719-1730. Año 1724. Don Juan Ramos,indioprinci-
pal y cacique . .. contra Silvestre Alfonso del Castillo.
(13) ADC. Corrg. Prov. Crim. Leg. 81 , 1776-84. Año 1776. Criminal contra Bernardo
Cachi, Mestizo.
(14) ADC. Intend. Prov . Crim. Leg. 125 , 1800-1824 . Año 1802. Sumario seguido contra
Hipólito Aguilar .
(15) ADC . Intend. Prov. Crim. Leg. 125, 1808-1824. Año 1802. Autos criminales segui-
dos de oficio de la Rl. Justicia (Ayllo Anza) .
(16) ADC. Corrg. Prov. Leg. 62, 1706-1718. Año 1706 . Ocongate . Estancia de Tocto-
pata.
(17) ADC. Intend. Prov . Crim. Leg. 121, 1789-90. Año 1789. Criminal contra Javier
Rafael e Ygnacio Rafael Yndios del pueblo Pitumarca.
(18) ADC. Intend. Prov. Ordin. Leg. 91, 1788-90. Año 1790. Acto criminal que sigue de
oficio de la R. Justicia contra Domingo Utcca . No sabemos con seguridad quién dio
el veneno. El marido y la amante estuvieron en la cárcel por el crimen.
(19) AAC. XLIX, 2, 40. Miserables-Pobl. Indígena . 1671. El protector de naturales, a
nombre de Joana lnquillay mujer y conjunta persona de Domingo López.
(20) AAC. LXXV, 2, 30 y 33. Liturgia. Auto, cabeza de proceso y comisión contra una
india nombrada Teresa Sisa, casada dos veces ... 1698.
(21) ADC. Corrg. Prov . Crim. Leg . 81, 1776-84. Año 1779.Coporaque. Criminal contra
Pasqual Paucara y Faviana Paucara por la muerte violenta que ejecutaron en Pablo
Guana yndio del pueblo de Coporaque.
(22) ADC. Corrg. Prov . Leg. 61, 1679-1705 . Año 1704. Causa criminal contra Gregario
Leon, yndio . ..