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UN MAYOR DESARROLLO DE LA CAPACIDAD INTELECTUAL 1

DISMINUYE EL RIEGO DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER

UN MAYOR DESARROLLO DE LA CAPACIDAD INTELECTUAL


DISMINUYE EL RIESGO DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
MORE DEVELOPMENT OF INTELLECTUAL CAPABILITY REDUCES THE RISK OF ALZHEIMER'S DISEASE

Ana M. Lozano1-2, Brenda J. Céspedes1-3, Pedro A. Benavides1-4


1 Estudiantes, cuarto semestre de la Facultad de Medicina Universidad Cooperativa de

Colombia, sede Villavicencio - Colombia.


2 ana.lozanof@campusucc.edu.co. Tel: (+57) 310 2437369
3 brenda.cespedesm@campusucc.edu.co. Tel: (+57) 3202379639
4 pedro.benavidesp@campusucc.edu.co. Tel: (+57) 320 3213549151

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: La enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más común y,


actualmente, más de 28 millones de personas la padecen. Diferentes estudios han
observado que los cerebros en personas más inteligentes y con un mayor grado de
educación actúan diferente generando una protección contra el Alzheimer. Esta
investigación demuestra desde el punto de vista científico y genético, que contar con
rasgos característicos de un mayor desarrollo cerebral e intelectual, reducen el riesgo de
padecer la enfermedad de Alzheimer.

METODOLOGÍA: La investigación se basó en una búsqueda amplia y selectiva de


fuentes científicas sobre las variables objeto del presente estudio, con el uso de motores
de búsqueda especializados, filtros y conectores, conforme a los requerimientos
establecidos.

RESULTADOS: Se obtuvieron más de 20 títulos, de los cuales más de 15 corresponden


a publicaciones de revistas científicas con un factor de impacto mayor a 2,000 con
resultados de gran relevancia para el tema de investigación, y algunos títulos adicionales
con temas complementarios de interés para el desarrollo del tema.

DISCUSIÓN: Se evaluaron diferentes y recientes hallazgos, en materia científica y


genética, que ratificaron la idea de que los mismos genes y variantes génicas implicados
en desarrollo cerebral e intelectual, están vinculados directamente con la presencia de la
enfermedad de Alzheimer, y la mitigación de su riesgo, identificando un patrón, que sirve
como base para futuras investigaciones de enfoque diferencial, que permitan mayores
avances en la comprensión y tratamiento esta enfermedad que afecta a millones de
personas en el mundo.
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ABSTRACT

INTRODUCTION: Alzheimer's disease is the type of the most common dementia and,
nowadays, more than 28 million persons suffer it. Different studies have observed that
the brains in more intelligent persons and with a major degree of education they operate
differently generating a protection against the Alzheimer. This investigation demonstrates
from the scientific and genetic point of view, that to possess features typical of a major
cerebral and intellectual development, they reduce the risk of suffering Alzheimer's
disease..

METHODOLOGY: The investigation was based on a wide and selective search of


scientific sources on the variables I object of the present study, with the use of specialized
search engines, filters and connectors, in conformity with the established requirements.

RESULTS: there were obtained more than 20 titles, of which more than 15 they
correspond to publications of scientific magazines with a factor of bigger impact than
2,000 with results of great relevancy for the topic of investigation, and some additional
titles with complementary topics of interest for the development of the topic.

DISCUSSION: different and recent findings were evaluated, in scientific and genetic
matter, which they ratified the idea of that the same genes and variants génicas implied
in cerebral and intellectual development, are linked directly by the presence of
Alzheimer's disease, and the mitigation of his risk, identifying a boss, who serves as base
for future investigations of differential approach, which allow major advances in the
comprehension and treatment this disease that affects million persons in the world

PALABRAS CLAVES: Inteligencia, Alzheimer, genética, factor g, ADN, CI, reserva


cognitiva, Reserva cognitiva.

KEY WORDS: Intelligence, Alzheimer, genetics, g factor, DNA, IQ, cognitive reserve,
Cognitive reserve.

INTRODUCCIÓN

La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2017), indica que, en el mundo entero hay
unos 47,5 millones de personas que padecen demencia, y cada año se registran
7,7 millones de casos nuevos, y la enfermedad de Alzheimer (EA) (o AE por sus siglas
en inglés) es la causa más común de demencia con una presencia de entre 60% y 70%
de los casos, es decir que se podría calcular que más de 28 millones de personas
padecen de esta enfermedad y aumenta cada año, por lo que constituye uno de los temas
de investigación más activos en el área de salud.
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Alzheimer's Association (2017) expone que, la enfermedad de Alzheimer causa


encogimiento de la corteza cerebral, encogimiento severo del hipocampo y
agrandamiento de los ventrículos, muerte de neuronas y pérdida en la sinapsis
(encargada de la comunicación neuronal). Además, presenta dos principales
neuropatologías, la primera caracterizada por la presencia de depósitos extracelulares
de proteína beta-amiloide (βA) codificada por el gen PPA (por PPA - Proteína Precursora
del Amiloide, o APP por sus siglas en inglés), formando placas que pueden llegar a
bloquear la sinapsis e inclusive hacer que el sistema inmune termine causando
inflamación y la eliminación de otras neuronas, y una segunda neuropatología
caracterizada por la acumulación intracelular anormal de proteína TAU, causando la
aparición de marañas u ovillos neurofibrilares que terminan afectando la estructura
celular de las neuronas y posteriormente la muerte neuronal.

Se pueden identificar además dos formas de la EA: Alzheimer familiar (EAF)


generalmente de inicio precoz, es decir antes de los 65 años de edad, que tiene un patrón
de herencia mendeliano autosómico dominante en la que intervienen mutaciones de los
genes PPA, PS1 o PSEN1 (por Presenilina-1) o, PS2 o PSEN2 (por Prenesilina-2); y el
Alzheimer esporádico (EAE), asociado al inicio tardío y caracterizado principalmente por
la presencia del alelo APOE4 variante del gen APOE (por Apoliproteína E), factor de
susceptibilidad genética más reconocido. Sin embargo la mayor parte de los casos de
EA esporádico está influenciado por una genética compleja con múltiples factores de
susceptibilidad en interacción con factores medioambientales (Lopera, 2016).
Durante años, científicos han buscado métodos e indicios para ayudar a identificar de
forma prematura los cambios cerebrales asociados con el Alzheimer en el proceso de la
enfermedad, de forma que puedan tratar de detenerlos o incluso revertirlos antes de que
afecten gravemente la vida de las personas (Sundaram et al., 2016), y diferentes estudios
han observado que los cerebros en personas más inteligentes y con una mayor grado de
educación actúan diferente generando una protección contra el Alzheimer (Hagenaars et
al., 2016).

La presente investigación se centra en esta hipótesis, buscando evaluar diferentes


hallazgos científicos recientes en materia genética que permitan comprender las
correlaciones presentes entre la enfermedad de Alzheimer y la inteligencia humana, y
concretamente responder al siguiente interrogante: ¿Contar con rasgos
característicos un mayor desarrollo cerebral e intelectual, reducen el riesgo de
padecer la enfermedad de Alzheimer?

Para lo anterior, se presenta en primer lugar la metodología y herramientas utilizadas en


el desarrollo de la presente investigación, conforme a los requerimientos establecidos,
seguido de la presentación de los resultados obtenidos, y finalizando con la discusión de
los resultados observados frente a las variables objeto de estudio, sus principales
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características y connotaciones científicas de interés, y el análisis de los principales


hallazgos científicos y genéticos que apuntan a que los mismos genes que ayudaron a
mejorar la conectividad de nuestros cerebros y permitieron la evolución del hombre
moderno y de su inteligencia, están implicados en la posible aparición de la enfermedad
de Alzhéimer; las diferencias genómicas que nos hacen más inteligentes que los
primates y en quienes no se ha demostrado la existencia totalmente desarrollada de esta
enfermedad, y otros resultados científicos varios, que refuerzan la idea de que los
mismos genes y variaciones génicas, así como otros factores genéticos y no genéticos,
implicados en el desarrollo cerebral y el desarrollo intelectual, pueden estar vinculados
con la presencia y evolución de la enfermedad, y a partir de estas correlaciones resolver
la problemática planteada.

La comunidad científica ha realizado grandes esfuerzos por comprender las variables


aquí estudiadas, y nuestro objetivo es lograr descubrir elementos en común que no solo
permitan dar respuesta al interrogante que originó el estudio, sino también, la búsqueda
de un patrón que sirva como soporte para investigaciones más especializadas y
profundas, que con la ayuda de las nuevas tecnologías y herramientas que en constante
evolución están a disposición de los equipos, grupos y organizaciones científicas,
permitan desarrollar nuevas técnicas para el diagnóstico temprano, prevención y
tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y mayores avances en la búsqueda de una
cura, teniendo en cuenta la muy representativa cantidad de personas que sufren de esta
enfermedad degenerativa que no solo termina afectando la calidad de vida de quienes la
padecen sino también la de sus entornos familiares.

METODOLOGÍA

La investigación se basó en una búsqueda amplia y selectiva de fuentes científicas sobre


estudios altamente acreditados en cuanto a la influencia genética en aspectos y
características complejas presentes en los seres humanos como lo son el desarrollo del
cerebro y de la inteligencia humana y enfermedades asociadas, particularmente la
enfermedad de Alzheimer, y sus correlaciones. Se realizaron búsquedas en bases de
datos digitales disponibles en la web con la ayuda de los motores de búsqueda PubMed,
PubMed Central (PMC), Google Académico (Google Scholar) y el motor de búsqueda
Google para consulta de artículos periodísticos y de revistas no journal, blogs, columnas
de opinión en sitios web, entre otros, sobre los temas relacionados con el caso de estudio
que permitieran hallar referencias para posteriormente realizar búsquedas específicas,
fidedignas, sobre los motores más especializados antes mencionados. Se aprovecharon
los filtros, de fecha, idioma y relevancia, disponibles en los motores de búsqueda.

Se establecieron algunos filtros y criterios de búsqueda con base a los requerimientos


establecidos por la guía catedra y los docentes del área de inmunología de la Universidad
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Cooperativa de Colombia, limitando las búsquedas a material científico publicado entre


los años 2011 y 2017, en revistas científicas con un factor de impacto (Impact factor - IF)
mayor a 2,000, y relacionados con la pregunta de investigación y algunos factores claves
para su resolución. Igualmente se dio prioridad a los artículos y estudios que contaban
con disponibilidad de “Texto completo” para conocer y estudiar los detalles de cada uno
de los mismos, exceptuando algunos “abstracts” donde se consultaron términos y
conceptos básicos complementarios; también se tuvo en cuenta que la fuente de los
mismos fuera fidedigna y confiable, respaldadas igualmente, en este aspecto, por las
bases de datos consultadas como la del Centro Nacional para la Información
Biotecnológica (NCBI) y el filtro (IF) prestablecido; se tuvieron en cuenta artículos
originales, artículos de revisión de expertos y manuscritos de autores. Se utilizaron las
palabras clave “Intelligence”, “Inteligencia”, “IQ”, “Intellectual quotient”, “Coeficiente
Intelectual”, “Alzheimer”, “Reserva cognitiva”, “Cognitive reserve” y los conectores
boléanos “AND” y “OR”, con diferentes combinaciones de las mismas y el uso de comillas
en el caso de palabras compuestas; se realizaron igualmente búsquedas básicas en la
web a través del motor de búsqueda de goolgle.com para encontrar en blogs y, paginas
académicas y periodísticas, referencias a autores o títulos específicos de estudios
relacionados con el tema tratado, para después realizar búsquedas específicas en los
motores especializados PubMED, PMC y Google Scholar. Adicionalmente, se realizaron
otras consultas y referencias complementarias en cuanto conceptos y términos básicos
e introductorios, sin las estrictas limitaciones, establecidas para el contenido de fondo,
pero siempre siguiendo las normas APA (American Psychologycal Association, 2010), y
se hizo uso de traductores, diccionarios billingues, diccionarios de términos, disponibles
de forma gratuita en línea.

RESULTADOS

Para la resolución de la pregunta planteada se estudiaron y analizaron cada uno de


artículos seleccionados de forma integral y comparativa, partiendo desde la revisión
detallada y concienzuda del texto completo disponible con un gran énfasis en los
resultados y conclusiones obtenidas por los autores y coautores de dichas
investigaciones, que permitieron una mayor comprensión de los conceptos y la influencia
de la genética en los aspectos objeto de la presente investigación y sus correlaciones;
posteriormente, buscando elementos en común como una base sólida para resolver la
pregunta de investigación. De esta forma y por medio de la metodología planteada para
la búsqueda y selección del material se relacionan los títulos que hacen parte de las
referencias.

DISCUSIÓN:
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A partir de los resultados obtenidos, se desarrolla la pregunta de investigación conforme


a la metodología planteada.

Inteligencia, características y su evolución en la humanidad

La evolución del hombre desde el Neandertal hasta el homo-sapiens actual, se ha


caracterizado por un aumento considerable en el tamaño y complejidad del cerebro,
acompañado de un acondicionamiento físico adaptativo y reflejando a su vez un aumento
en su inteligencia (Bruner, 2012), que se define como, la capacidad de aprender de la
experiencia y de adaptarse a, la forma y el ambiente selecto (Sternberg, 2012); otra
definición para la inteligencia, que es comúnmente aceptada por la comunidad científica
que estudia este aspecto, es “…la capacidad de razonar, planificar, resolver problemas,
pensar de forma abstracta, comprender ideas complejas, aprender rápido y aprender de
la experiencia” (Plomin & Deary, 2015). La ciencia ha demostrado que la inteligencia es
un aspecto complejo con gran influencia genética (Deary, 2012) y de otros factores no
genéticos, pero en menor medida (Plomin & Deary, 2015). Las variantes genéticas
comunes conocidas representan aproximadamente el 24% de la variación en el cambio
de capacidad cognitiva desde la infancia a la vejez, según un estudio realizado en 1.940
inviduos a los 11 años y posteriormente en la edad adulta mayor (Deary, 2012).

La enfermedad de Alzheimer, algunas connotaciones científicas de interes

Clinicamente, la EA se caracteriza por la pérdida progresiva de memoria, alteraciones


del lenguaje, y de la orientación en el espacio y el tiempo, disminución de las capacidades
ejecutivas, alteraciones en la conducta y, consecuentemente, la pérdida progresiva de
autonomía personal (McKhann et al., 2011).

Como en el caso de la inteligencia, la enfermedad de Alzheimer, ha sido considerada por


la ciencia genéticamente compleja, con origen multigénico y multifactorial, por tanto con
diversos factores de riesgo de susceptibilidad genética (Fernandez & Cruchaga, 2016)
que interactúan con otros factores de riesgo modificables (Xu et al., 2015; Prince et al.,
2014), siendo el bajo nivel educativo el más alto Riesgo Atribuible a la Población global
según un meta-análisis reciente (Norton et al., 2014).

“En total, el 53,24% de la varianza fenotípica se explica por la genética, pero los SNP
conocidos sólo explican el 30,62% de la varianza genética. De la varianza genética
inexplicada, aproximadamente el 41% se explica por SNPs desconocidos en regiones
adyacentes a los SNPs conocidos, y la varianza genética inexplicable restante fuera de
estas regiones” (Ridge et al. 2016).
Correlaciones de las variables
Centrándose en la pregunta que originó el desarrollo del presente artículo, se presentan
los resultados obtenidos mediante la metodología descrita:
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La relación directa entre el desarrollo cerebral y su complejidad, el desarrollo intelectual


y cognitivo, los resultados de pruebas de inteligencia y su influencia en la patología de la
enfermedad de Alzheimer, se ven constantemente presentes, incluso en los resultados
y hallazgos más recientes de importantes investigaciones científicas, apoyadas por
grandes avances en nuevas tecnologías y técnicas de estudio.

Dentro los resultados encontrados, vemos entonces, cómo hay una gran posibilidad de
que en el proceso evolutivo del cerebro humano, entre el Neandertal y el Humano
Anatómicamente Moderno (HAM), seis genes (SPON1, MAPT, SORL1, ELAVL4, SNCA
y SHC3) que están relacionados con la función cerebral, estuvieron presentes en los
diferentes barridos selectivos, y podrían haber afectado la red de sinapsis y
neuroplasticidad aumentando la complejidad cerebral y sus capacidades cognitivas, pero
al mismo tiempo haber aumentado su inestabilidad estructural y carga metabólica
incrementando los riesgos de la neurodegeneración en el envejecimiento del cerebro
como ocurre con el Alzheimer (Zhou et al., 2015), y esa selección natural marco la
evolución de la inteligencia del hombre que nos diferencia ampliamente de otras
especies, y al explorar esta gran diferencia contra el genoma del chimpancé, nuestro
pariente más cercano en la rama evolutiva, Boyd et al. (2015) filtraron en el genoma
humano 106 potenciadores (enhancers), encargados de controlar la actividad de los
genes, que además de estar expresados en el tejido cerebral y su desarrollo temprano,
marcaban claras diferencias con sus símiles de la especie de chimpancé estudiada, y
finalmente se seleccionaron 6 que se encontraron cerca de genes que se cree están
ampliamente vinculados al desarrollo del cerebro, bautizandolos “Potenciadores de
Regulación Acelerados en Humanos” o “HARE” por sus siglas en inglés (human-
accelerated regulatory enhancer), HARE1 a HARE6. El potenciador HARE5 se encontró
cercano al gen de Frizzed 8, del que se conoce hace parte de una vía molecular implicada
en el desarrollo del cerebro y sus enfermedades, y además las dos secuencias de ADN
hacían contacto en el tejido cerebral. Aunque el HARE5 humano solo se diferencia en 16
letras de código genético del HARE5 del chimpancé, al realizar experimentos en
embriones de ratón equipados con Frizzed 8, bajo su respectivo control, se observó una
diferencia aproximada del 12% en el crecimiento cerebral a favor de la especie humana,
afectando mayormente al neocórtex, zona que participa en funciones de nivel superior
como el lenguaje y el razonamiento, resaltando que la células progenitoras neurales
proliferaron a mayor velocidad y con una cantidad final mucho mayor (Boyd et al., 2015).
Lo interesante aquí es ver como estos hallazgos, no solo pueden brindar una idea del
porque el ser humano tiene el cerebro más grande en cuanto a cociente de encefalización
y por lo tanto una mayor inteligencia en comparación con las demás especies, sino que
respalda la hipótesis de Zhou et al. (2015) en cuanto a su relación con la EA, teniendo
en cuenta que hasta el momento no se ha podido comprobar al ciento por ciento que
esta enfermedad afecte naturalmente a otras especies, ni siquiera en los grandes simios,
tal como lo sugieren Finch & Austad (2015) quienes exponen, que la enfermedad de
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Alzheimer sigue siendo discutiblemente una enfermedad única en los seres humanos,
pues no hay evidencia patológica de la EA totalmente desarrollada ni siquiera en los
grandes simios, ya que a pesar de presentar acumulación de Aβ, aunque a una temprana
edad comparada con los humanos, los cerebros de los simios no han mostrado evidencia
de neuritas distróficas cerca de las placas y en el envejecimiento de sus cerebros tienen
pocos ovillos neurofibrilares.

Siguiendo con el mismo patrón, vemos como en un estudio realizado durante tres años
por un equipo de más de 200 científicos en ocho países diferentes, a cerca de 20.000
personas, se descubrieron algunas variantes genéticas determinantes para la
inteligencia, la memoria, el tamaño del cerebro y el riesgo del alzheimer (Stein et
al., 2012). Se identificaron dos genes (HMGA2 y TESC) asociados con el volumen
intracraneal ocupado por el cerebro, ya desarrollado después de los 20 años de edad,
encontrando que quienes presentaban variantes beneficiosas en estos genes tenían su
cerebro 1% más grande que el promedio normal. En el caso del HMGA2 quienes
presentaron la variante beneficiosa tenían el cerebro más grande y un mejor desempeño
en las pruebas de inteligencia; la variante (rs10784502) radica en la presencia de la base
nitrogenada C (Citosina) en lugar de T (Timina). Stein et al. (2012) advierten que, el
volumen del hipocampo es un biomarcador de la enfermedad de Alzheimer incipiente, y
por consiguiente el tamaño de los cerebros de los sujetos, con estas variantes genéticas
favorables, los protege en cierta medida del alzheimer. En contraposición este mismo
grupo de científicos encontró otras variantes que pueden encoger el tamaño del cerebro
aceleradamente, especialmente la zona del hipocampo, relacionada con la memoria y la
capacidad cognitiva, luego las personas con estas variantes genéticas tienen un mayor
riesgo de alzheimer (Bis et al., 2012). Commented [U1]: Buscar los genes
Commented [U2R1]: Locus 12q14, el alelo G de
En cuanto a variaciones estructurales en el cerebro, investigadores del King College de rs17178006, intrónica dentro MSRB3
Mayor riesgo de AD y atrofia del hipocampo
Londres han descubierto un gen involucrado en el espesor de la materia gris del
cerebro que a su vez se relaciona con la inteligencia. Los científicos Desrivières et Commented [U3]: rs7852872 situada en
un ASTN2 intrón en el cromosoma 9, donde el alelo C
al. (2015) estudiaron, en 1.583 adolescentes sanos de 14 años de edad, muestras de - menor volumen del hipocampo (β = -47,7 mm 3 , p =
1,0 × 10 -7 ).ASTN2 es una molécula de adhesión
ADN e imágenes de resonancia magnética de sus cerebros, quienes además celular expresada en las neuronas,
presentaron una serie de pruebas de inteligencia verbal y no verbal. Con el análisis de
más de 54.000 variantes genéticas posiblemente involucradas en el desarrollo del
cerebro, se descubrió que la presencia de la variación genética rs7171755 en el gen
NPTN (que codifica la glicoproteína de adhesión celular sináptica) está relacionada con
una corteza del hemisferio cerebral izquierdo más delgada, particularmente en los
lóbulos frontal y temporal, y con peores resultados en las pruebas de capacidad
intelectual, lo que pude sugerir que diferencias en las capacidades intelectuales se
pueden deber a una disminución funcional de la NPTN en el hemisferio izquierdo del
cerebro,
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Reserva cerebral y Reserva cognitiva

La reserva cerebral se da en personas con cerebros más grandes, con más neuronas o
mayor sinapsis, que se presentan gracias a factores genéticos como los que hemos
revisado, y también por la estimulación cognitiva temprana, y a lo largo de la vida, que
puede activar mecanismos de compensación como la neurogénesis o plasticidad
sináptica. (Seifan, Schelke, Obeng-Aduasare & Isaacson, 2015). Los factores presentes
en el estilo de vida que ha llevado cada persona (Xu et al., 2015), pueden influir en la
salud cognitiva de la edad adulta y, contribuir a reducir el riesgo del deterioro cognitivo y
la demencia. Es acá donde aparece el concepto de reserva cognitiva, propuesto
inicialmente como un mecanismo para explicar las diferencias individuales en las tasas
de deterioro cognitivo entre persona y persona con la misma neuropatología, pero su
importancia radica en que refleja la capacidad para proporcionar una protección contra
los efectos de la patología cerebral relacionada con la demencia (Clare et al., 2017).
Actualmente existen terapias para el tratamiento del Alzheimer, basadas en estos dos
conceptos (Mondini et al., 2016).

CONSLUSIONES

La relación directa, entre el desarrollo cerebral y su complejidad, el desarrollo intelectual


y cognitivo, los resultados de pruebas de inteligencia y, su influencia en la patología de
la enfermedad de Alzheimer, está ampliamente soportada y avalada por múltiples y
diferenciados hallazgos en materia científica, genética, génica y genómica, que ponen a
las variables estudiadas como un elemento en común. El desarrollo cerebral e intelectual,
y la EA, son de naturaleza multigénica y multifactorial (Plomin & Deary, 2015; Fernandez
& Cruchaga, 2016). Genes y variantes génicas presentes en la evolución humana,
producto de una selección natural, contribuyeron a la evolución del cerebro humano y su
desarrollo estructural con un aumento en volumen y complejidad, haciéndonos más
inteligentes y al mismo tiempo causando la posible aparición de la EA (Zhou et al., 2015);
Diferencias genómicas con nuestro pariente más cercano en la rama evolutiva,
demuestran estar vinculadas con un mayor desarrollo cerebral, especialmente en el
neocórtex, que explicarían nuestra inteligencia superior frente a las demás especies
(Boyd et al., 2015), en las cuales, se presume, no se desarrolla la EA (Finch & Austad,
2015); personas con la presencia de diferentes variantes génicas asociadas a un mayor
volumen cerebral del hipocampo, biomarcador de la EA, obtienen mejores resultados en
pruebas cognitivas (Stein et al., 2012) y peores resultados para los polimorfismos que
causan un efecto contrario en el cerebro (Bis et al., 2012); jóvenes con variante génica
relacionada con una corteza del hemisferio cerebral izquierdo más delgada, reportan un
menor CI (Desrivières et al., 2015); personas con un estilo de vida marcado por una
mayor actividad cognitiva y preparación académica, muestran mayor CI y una mayor
reserva cognitiva o cerebral, con mayores probabilidades de no desarrollar síntomas
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clínicos de EA o retrasar su aparición, en comparación con personas con un bajo nivel


educativo (Seifan et al., 2015; Clare et al., 2017).

Vemos entonces, una constante relación directamente proporcional entre las variables
estudiadas, que nos muestra un patrón. Estos hallazgos, no solo responden al
interrogante planteado, sino que también, constituyen un oriente para nuevos estudios
más especializados, apoyados en las nuevas tecnologías y herramientas de
investigación modernas, y con enfoque diferencial en patrones como el que se propone,
que contribuyan en los esfuerzos por desarrollar nuevas técnicas para el diagnóstico
temprano, prevención y, tratamiento de esta enfermedad y lograr mayores avances en la
búsqueda de una cura, teniendo en cuenta la muy representativa cantidad de personas
que sufren de esta enfermedad degenerativa que no solo termina afectando la calidad
de vida de quienes la padecen, sino también la de sus entornos familiares.

REFERENCIAS

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