Ya sabemos que querer es poder, por eso a mis clientes siempre les
pregunto cuál es su gran porqué a la hora de llevar a cabo un proyecto.
Una razón lo suficientemente fuerte que te motive a perseverar cuando
las cosas no salgan bien, o cuando estés desanimada y, a mi parecer, es
fundamental.
1. Reducir la incertidumbre.
Hay personas que toleran bien la incertidumbre y otras que realmente
sufren cuando no saben qué va a pasar en un futuro o cómo se va a
desarrollar una situación. Si este es tu caso (y especialmente si quieres
ser emprendedora) es importante que trabajes eso.
2. Relajarte.
Es muy importante cuidarte en estas situaciones de estrés, ya sea
haciendo deporte, yoga, meditación (aquí tienes un recurso muy útil
para meditaciones de un minuto), respiración controlada. Técnicas para
relajarte físicamente, lo que impacta de manera directa en el miedo y la
ansiedad.
3. Enfadarte.
Esta técnica sólo funciona en algunos casos, no sería muy útil para el
miedo a hablar en público por ejemplo (o a lo mejor para ti sí, quién
sabe.)