La tacha a los documentos debe estar referida a los defectos formales de los
instrumentos presentados y no a su extemporaneidad o impertinencia.
En los procesos sumarísimos y no contenciosos, las tachas deben ser acreditadas con
pruebas de actuación inmediata, es decir, aquellas pruebas que se pueden actuar en
la audiencia única tales como: los documentos, declaraciones de parte y testimoniales,
exhibición de documentos y el cotejo.
II. LA TACHA
La tacha es el instrumento procesal por el cual se cuestiona a los testigos, documentos
y pruebas atípicas. Dicha cuestión probatoria tiene por finalidad quitarle validez a las
declaraciones testimoniales, o restarle eficacia probatoria a los documentos y/o pruebas
atípicas.
Con respecto a la tacha de documentos, ésta tiene por finalidad restarle eficacia
probatoria al documento mismo, mas no al acto jurídico contenido en él. Esto es, la tacha
documentaria buscará que el documento no sea tenido en cuenta para probar la materia
controvertida, ello se desprende de los artículos 242 y 243 del Código Procesal Civil.
De tales artículos también se puede deducir que las causales por las cuales se
puede tachar un documento son: a) falsedad, y b) la ausencia de una formalidad
esencial que para el documento la ley prescribe bajo sanción de nulidad.
CADUCIDAD
El artículo 36ª del Texto Único Ordenado TUO del Decreto Legislativo 728 -Ley de
Productividad y Competitividad Laboral- aprobado por Decreto Supremo 03-97- TR
establece que el plazo para accionar judicialmente en los casos de nulidad de despido,
despido arbitrario y hostilidad, caduca a los treinta (30) días naturales de producido
el hecho sin que tal circunstancia perjudique el derecho del trabajador de
demandar, dentro del período de prescripción, el pago de otras sumas líquidas
que le adeude el empleador.
b) El artículo 36º del Texto Único Ordenado del Derecho Legislativo Nº 728, Ley de
Productividad y Competitividad Laboral aprobado por Decreto Supremo Nº 003-97-TR,
establece lo siguiente: “El plazo para accionar judicialmente en los casos de nulidad
de despido, despido arbitrario y hostilidad caduca a los treinta naturales de
producido el hecho”.
II.14 Por otro lado, el plazo prescriptorio de 4 años que establece la Ley 27321, para
interponer las acciones por derechos derivados de la relación laboral, se computa desde
el día siguiente en que se extingue el vínculo laboral. Es decir, el supuesto de hecho es
la extinción del vínculo laboral, lo que no sucede con el despido incausado y fraudulento,
que sólo produce, en realidad, la suspensión imperfecta del vínculo laboral. Entonces,
si aplicamos esta norma legal, estaríamos aceptando que dichos despidos extinguirían
el vínculo laboral, lo que es contrario a la pretensión de la demanda de reposición en la
NLPT. Motivo por el cual, el argumento que expresa a favor de esta posición, la apelante,
debe desestimarse.
II.15 En consecuencia, observando el principio iura novit curia (el Juez pone el
derecho) contemplado en el artículo VII del Código Procesal Civil , de aplicación
supletoria al presente proceso, debemos señalar que, el sistema jurídico presenta una
laguna siempre que un caso concreto no pueda ser resuelto de ningún modo sobre la
base de normas pre existentes en el sistema. Lo que no es el caso, ya que el plazo de
prescripción de 10 años correspondiente a la acción personal que alude el art. 2001,
numeral 1, viene a suplir tal ausencia de norma procesal especial, respecto a la
pretensión de reposición sea planteado en el proceso ordinario laboral o en el abreviado
de la NLPT.
II.16 Conclusión
En consecuencia, se concluye que no existe plazo de caducidad para interponer
demandas de reposición en la NLPT. Empero, ante el vacío normativo especial,
debemos aplicar el plazo prescriptorio general de 10 años correspondiente a la acción
personal, que establece el artículo 2001, numeral 1, del Código Civil. Motivo por el cual,
debemos revocar la apelada y reformándola declarar infundada la excepción de
caducidad.