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La tacha de documentos debe estar referida a los defectos formales de los instrumentos

presentados, y no a la nulidad o falsedad de los actos contenidos en los mismos cuya


nulidad o falsedad se debe hacer valer en vía de acción.

La tacha a los documentos debe estar referida a los defectos formales de los
instrumentos presentados y no a su extemporaneidad o impertinencia.

En los procesos sumarísimos y no contenciosos, las tachas deben ser acreditadas con
pruebas de actuación inmediata, es decir, aquellas pruebas que se pueden actuar en
la audiencia única tales como: los documentos, declaraciones de parte y testimoniales,
exhibición de documentos y el cotejo.

Código Procesal Civil.


Artículo 553.- Cuestiones probatorias.- Las tachas u oposiciones sólo se acreditan con
medios probatorios de actuación inmediata, que ocurrirá durante la audiencia prevista
en el artículo 554.

En los procesos de conocimiento y abreviados las tachas se acreditan con cualquier


clase de prueba.

II. LA TACHA
La tacha es el instrumento procesal por el cual se cuestiona a los testigos, documentos
y pruebas atípicas. Dicha cuestión probatoria tiene por finalidad quitarle validez a las
declaraciones testimoniales, o restarle eficacia probatoria a los documentos y/o pruebas
atípicas.

Con respecto a la tacha de documentos, ésta tiene por finalidad restarle eficacia
probatoria al documento mismo, mas no al acto jurídico contenido en él. Esto es, la tacha
documentaria buscará que el documento no sea tenido en cuenta para probar la materia
controvertida, ello se desprende de los artículos 242 y 243 del Código Procesal Civil.

De tales artículos también se puede deducir que las causales por las cuales se
puede tachar un documento son: a) falsedad, y b) la ausencia de una formalidad
esencial que para el documento la ley prescribe bajo sanción de nulidad.

En consecuencia, no procederá tachar un documento por causales sustentadas en la


nulidad o anulabilidad del acto jurídico, o en hechos de extemporaneidad o impertinencia
de la prueba. Ello, además, ha sido afirmado por la Corte Suprema en la Casación Nº
1357-96/Lima y por la Corte Superior de Lima en el Expediente Nº 131-98
respectivamente.

CADUCIDAD
El artículo 36ª del Texto Único Ordenado TUO del Decreto Legislativo 728 -Ley de
Productividad y Competitividad Laboral- aprobado por Decreto Supremo 03-97- TR
establece que el plazo para accionar judicialmente en los casos de nulidad de despido,
despido arbitrario y hostilidad, caduca a los treinta (30) días naturales de producido
el hecho sin que tal circunstancia perjudique el derecho del trabajador de
demandar, dentro del período de prescripción, el pago de otras sumas líquidas
que le adeude el empleador.

Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral 2012


Ante ello, se llevó a cabo en la ciudad de Lima, los días 28 y 29 de setiembre de 2012,
el Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral, que en su tema 3, acordó por mayoría: No
existe plazo prescriptorio, sólo plazo de caducidad de treinta (30) días naturales
de producido el despido. Por los fundamentos siguientes:

a) La caducidad es la figura mediante la cual, ante la existencia de una situación donde


el sujeto tiene potestad de ejercer un acto que tendrá efectos jurídicos y no lo hace
dentro de un lapso perentorio, pierde el derecho a entablar la acción correspondiente.
Esto es, se compone de dos aspectos: La no actividad y el plazo.

b) El artículo 36º del Texto Único Ordenado del Derecho Legislativo Nº 728, Ley de
Productividad y Competitividad Laboral aprobado por Decreto Supremo Nº 003-97-TR,
establece lo siguiente: “El plazo para accionar judicialmente en los casos de nulidad
de despido, despido arbitrario y hostilidad caduca a los treinta naturales de
producido el hecho”.

c) Entonces si la demanda es de reposición al centro de trabajo, conlleva implícito a una


pretensión de impugnación o nulidad de despido, ante un despido incausado cuyo
derecho y acción está regido por el plazo de caducidad que prevé el citado artículo 36º,
por tanto el plazo para accionar judicialmente en los casos de reposición por despido
incausado y fraudulento, en el proceso abreviado laboral de la Nueva Ley Procesal de
Trabajo, caduca a los treinta días naturales de producido el despido.
II.12 Casación Laboral N° 857-2012-Arequipa
Sin embargo, tal acuerdo colisiona con el criterio jurisprudencial establecido en la
Casación Laboral N° 857-2012-Arequipa
(http://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/89ea57004e19dd52938dd7a203b730a9/CAS.
+LAB.+857-2012+-+AREQUIPA.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=89ea57004e19dd
52938dd7a203b730a9)*, en el cual se distingue entre el plazo de caducidad que
corresponde para accionar por despido arbitrario o nulo y el que concierne para
impugnar un despido incausado o fraudulento, esto son, las tipologías de despido
creados por TC, que tienen una naturaleza propia, distinta de los establecidos en la
LPCL, consecuentemente, no cabe aplicárseles el mismo plazo de caducidad, por lo
que casa la resolución y dispone que se emita una nueva resolución según tales
criterios.

II.13 Criterio que adopta el Colegiado


En ese sentido, el Colegiado en aplicación supletoria del artículo 22 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial , se aparta del criterio mayoritario del acuerdo del Tema 3 del Pleno
Jurisdiccional Nacional Laboral 2012, y se adhiere al criterio establecido por la Casación
Laboral N° 857-2012-Arequipa. En razón a que, no corresponde aplicar supletoriamente
el plazo de caducidad que alude el acotado artículo 36, ya que la ley que restringe
derechos no se aplica por analogía, según prevé el artículo IV del Título Preliminar del
Código Civil, de igual modo, sus artículos 2000 y 2004, establecen que los plazos de
prescripción y caducidad los fija la ley, por ende, no los puede fijar la jurisprudencia,
menos dicho Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral.

II.14 Por otro lado, el plazo prescriptorio de 4 años que establece la Ley 27321, para
interponer las acciones por derechos derivados de la relación laboral, se computa desde
el día siguiente en que se extingue el vínculo laboral. Es decir, el supuesto de hecho es
la extinción del vínculo laboral, lo que no sucede con el despido incausado y fraudulento,
que sólo produce, en realidad, la suspensión imperfecta del vínculo laboral. Entonces,
si aplicamos esta norma legal, estaríamos aceptando que dichos despidos extinguirían
el vínculo laboral, lo que es contrario a la pretensión de la demanda de reposición en la
NLPT. Motivo por el cual, el argumento que expresa a favor de esta posición, la apelante,
debe desestimarse.

II.15 En consecuencia, observando el principio iura novit curia (el Juez pone el
derecho) contemplado en el artículo VII del Código Procesal Civil , de aplicación
supletoria al presente proceso, debemos señalar que, el sistema jurídico presenta una
laguna siempre que un caso concreto no pueda ser resuelto de ningún modo sobre la
base de normas pre existentes en el sistema. Lo que no es el caso, ya que el plazo de
prescripción de 10 años correspondiente a la acción personal que alude el art. 2001,
numeral 1, viene a suplir tal ausencia de norma procesal especial, respecto a la
pretensión de reposición sea planteado en el proceso ordinario laboral o en el abreviado
de la NLPT.

II.16 Conclusión
En consecuencia, se concluye que no existe plazo de caducidad para interponer
demandas de reposición en la NLPT. Empero, ante el vacío normativo especial,
debemos aplicar el plazo prescriptorio general de 10 años correspondiente a la acción
personal, que establece el artículo 2001, numeral 1, del Código Civil. Motivo por el cual,
debemos revocar la apelada y reformándola declarar infundada la excepción de
caducidad.

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