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DE ROMA

AL SIGLO XX
tomo 1

. Sociedad de Estudios Latinos

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA


~--
l

ÍNDICE

César CHAPARRO GÓMEZ, Presentación .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

LINGüíSTICA LA TINA

Eustaquio SÁNCHEZ SALOR, Nivel semántico y nivel sintáctico.


Alguna aplicación al análisis de los casos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
José Miguel BAÑOS BAÑOS, Sobre el infinitivo de futuro pasivo
en latín (1): consideraciones generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
José-Alfonso BLANCO QUINTELA, Ortografia de las
inscripciones romanas de Galicia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Vicente CALVO FERNÁNDEZ, Algunas consideraciones sobre el
suppositum de los verbos impersonales en la gramática medieval
y renacentista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. ........ 51
Gonzalo FONTANA ELBOJ, El Vaso de Duenos: un intento
de interpretación lingüística ... .. ... ... ..... . . . . . . . . . . . . . . . . 59
Francisco FUENTES MORENO, El Libellus precum de Marcelino
y Faustino: oraciones completivas dependientes de los uerba dicendi
uel sentiendi . . . . . . . . . . . . . . . .... . ... .. . . . . . . . . . . . . ... . .. 67
Rosario LÓPEZ GRÉGORIS, Los verbos de "acoso sexual" en la
comedia latina desde un punto de vista léxico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
© Sociedad de Estudios Latinos
Juan LORENZO, Marciano Capela y el enriquecimiento de la lengua
© Universidad Nacional de Educación a Distancia
© Universidad de Extremadura - Madrid, 1996 latina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ' ... . ............ 81
Joaquín MELLADO RODRÍGUEZ, Complementos del verbo y
Reservados todos los derechos y complementos del predicado: el dativo "adnominal" ................ 93
prohibida su reproducción total o parcial Lois C. PÉREZ CASTRO, Textos latinos, lexicografia y documentación
en el tercer milenio. Aspectos técnicos y tecnológicos .............. 103
ISBN: 84-362-3349-2 (Obra completa)
ISBN: 84-362-3350-6 (Tomo 1) Merce PUIG RODRÍGUEZ-ESCALONA, Acerca de turtur y passer ..... 109
Depósito legal: M. 11.796-1996 Matilde ROVIRA SOLER, Laus stultitiae, contra la demencia
de la humanidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
Primera edición, marzo 1996

Imprime:
TaRAN, S. A.
II
III
LITERATURA LA TINA
Guadalupe LOPETEGUI SEMPERENA, Tradición Retórica
y Documentación legal: la arenga en algunos documentos reales
alto-medievales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . .. . . . 321
Jordi AVILÉS ZAPA TER, Algunos aspectos de la poesía del Antonio LÓPEZ FONSECA, Acotaciones escénicas en el trasfondo
s. 1 d. C. La contribución hispana a una nueva poética ........... . 133
literario de la comedia latina: El Persa de Plauto ............... . 331
María del Mar AGUDO ROMEO, Animales en De bello ciuili Jesús LUQUE MORENO, El salmo de San Agustín: notas sobre
de Lucano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175 la prosodia y el texto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 341
Juan Luis ARCAZ POZO, Perfil psicológico de los personajes Rosa Ma MARINA SÁEZ, Ordenaciones sintagmáticas en el dístico
en la comedia latina: El Persa de Plauto ........ . ............ . 185
elegiaco del Corpus Priapeorum . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . 353
Jesús BERMÚDEZ RAMIRO, Estrategias discursivo-comunicativas Marcelo MARTÍNEZ PASTOR, Simbolismo de dies en la poesía
en la lírica latina y en la española . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
de Prudencia .......................... ..... ......... . 363
José Manuel CAÑAS REILLO, La transmisión del texto bíblico Antonio MORENO HERNÁNDEZ, En torno a Cicerón Tusc. 1,10
latino ........................ .. . ...... ............. . 205 y la tradición latina del alma como harmonia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 373
Francisco José CARRILLO BOUTURElRA, Acerca del Ma Teresa MUÑOZ GARCÍA DE ITURROSPE, Sedulio y la
epigrama de Mecenas en la Vita Horati de Suetonio .............. . 213 tradición epigráfica latina ................ ... .. ........ ... . 383
Antonio CASCÓN DORADO, Familia y Estado en los primeros Ma José MUÑOZ JIMÉNEZ, Los Apophoreta 183-196 de Marcial
tiempos de Roma ................... ... ................ . 223 y la Recepción del Texto en el s. 1 d. C. .... .... . ............. . 391
Matilde CONDE SALAZAR, Las versiones latinas de la Enrique OTÓN SOBRINO, Los otros pensadores en Lucrecio ....... . . 399
'Novela de Alejandro ': Julio Valerio y León ................... . 231 Ma Carmen PUCHE LÓPEZ, Una novela cristiana: Las
José Antonio ENRÍQUEZ, Travestidos en "El Persa" de Plauto ....... . 239 Recognitiones de Pseudoclemente . ......... ................ . 405
Lamberto FERRERES, C. Seruilius Ahala: un praenomen incierto ...... . 249 Ismael ROCA, Indifferentia en la tradición estoica romana y
Pedro Juan GALÁN SÁNCHEZ, El tópico del sobrepujamiento cristiana ..................... .... ................... . 413
en Marcial ........ .................. ................ . 255 Sandra ROMANO MARTÍN, Perdidit urbes: Catulo, Safo .. ., y
Helena GALLEGO MOYA, Sobre los Aenigmata Symphosii . . . . . . . . . . 263 Alcea ......................... . .................... . 421
M a Cruz GARCÍA FUENTES, Diferentes usos del mito en la Alicia SOLER MERENCIANO, A propósito de los versos 65-71
elegía de Ovidio .............. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271 del Carmen 9 de San Paulina de Nola ....................... . 429
Francisco GARCÍA JURADO, La Literatura latina como asunto Gloria TORRES ASENSIO, Los reyes malditos . . ................ . 435
(meta)literario explícito en la Literatura del s. XX La variedad
de sus contextualizaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281
Genoveva GARCÍA-ALEGRE, La colección Gesta romanorum,
receptora y transmisora de cuentos 1 ........................ . 291
María Victoria FERNÁNDEZ-SA V A TER, La colección Gesta
romanorum, receptora y transmisora de cuentos 11 ............... . 297
Rafael HERRERA MONTERO, Vice versa. La influencia de
Catulo en Nonno de Panópolis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 305
Gregorio HINOJO ANDRÉS, Antecedentes latino-romanos del
discurso político moderno ..... .. ..... .................... . 311
PERDIDIT VRBES: CATULO, SAFO... y ALCEO

SANDRA ROMANO MARTÍN


Universidad Complutense

El presente trabajo pretende ahondar en el estudio de las fuentes de uno


de los puntos controvertidos de la obra del Catulo, el carmen LI. No entraremos
aquí a discutir todos los problemas que plantea el famoso poema, pero sí
intentaremos ofrecer una nueva interpretación a la luz de los nuevos datos.
Como es sabido l , la mayor parte del poema es el resultado de una
traducción-recreación de un no menos famoso poema de Safo, el fr. 31
V( oight), en el que se analizan uno a uno los terribles síntomas del amor
desgraciad0 2 • De esta oda nos falta, al parecer, la última estrofa, que,
precisamente, es la que no traduce Catulo. De ella se ha conservado apenas el
primer verso: <XAAU 7tUV 'tÓAJ.lU'tOV, E7td tKui 7tÉVll'tut: 'pero todo habrá que
sufrir, por más que ... '. Ese "todo" se refiere a los efectos desagradables (que ha
ido describiendo a lo largo del poema), que el amor y los celos producen en el
que ama cuando no es correspondido. Safo acaba resignándose al Amor y sus
sufrimientos3 , y no sabemos qué razonamiento daría para justificar ese 'todo
habrá que sufrirlo'. Tal vez el poema siguiera con una afirmación del tipo 'todo
habrá que sufrir, ya que Afrodita es invencible y al hombre no le está permitido
oponerse a los dioses'. De esta forma se cerraría una perfecta composición en
anillo, y el 'hombre semejante a los dioses' del primer verso se convertiría, en
los últimos, en alguien tan inexpugnable como ellos mismos. Se explica así la
relación entre esa equiparación del rival con los dioses y el relato de todas las
angustias y terribles reacciones de Safo ante su presencia.
En el caso de que las cosas fueran así, Catulo no tradujo la idea de esa

I G . Lafaye, eatulle et ses modeles, París 1894.


2 el bibliografía en E. Robbins, «Every time llook at you ... Sappho thirty-one», TAPhA
110 (1980), 255-61; y R. Jenkins, Three Classical Poets: Sappho, eatullus and Juvenal,
London 1982.
3 A. Setti, «Sul fr. 2 di Saffo», SIFC 16 (1939) 195-221, esp. 218; L. MassaPositano,
Saffo, Napoli 1945, pp. 82-115; W. Schadewaldt, Sajo. Mundo y poesía, existencia en el
amor, M. R. Labastie de Reinhardt, trad., Buenos Aires 1973, pp. 67-76.
422

última estrofa4 • Hay que tener en cuenta que la versión catuliana es exactamente
eso, una versión, y que la fidelidad al original puede ser tan sólo aparente. El
cambio de tono de Catulo respecto a Safo es mucho más fuerte que el cambio
de la última estrofa de su poema respecto al restoS, y su traducción puede
consistir mucho más en un juego literario que en la identificación real de sus
sentimientos con los de la poetisa griega6 • Lo primero que salta a la vista es que
Catulo está hablando de otra cosa, y además de forma muy irónica, ya desde el
comienzo: traduce par deo, 'semejante a un dios', en vez de par deis, 'semejante
a los dioses', que sería lo literal respecto al griego, y lo hace para poder
introducir la ironía del segundo verso: ille, si fas est, superare divos, 'ése, y sin
faltar, que a los dioses gana'7. No es bastante exagerar el hecho de equiparar un
hombre a la divinidad, sino que su rival es, incluso, superior a los dioses, lo cual
nos da el primer indicio de que la actitud de Catulo ante su sensación de lo que
es el amor es bien distinta a la ingenua resignación de Safo. Ha de ser alguien
de quien poder burlarse el hombre que le está quitando a su amada, como ocure
en otras ocasiones a lo largo de su poemari0 8 • El colmo de lo irrespetuoso
radica en ese si fas est, en el que, para que quede más clara la ironía, pide
disculpas por su blasfemia.
Después va traduciendo cada uno de los versos de forma más o menos
literal 9 , aunque haciendo énfasis en lo exagerado de su dolor: por ejemplo, el
rival mira y escucha a Lesbia identidem, 'sin parar'; se llama a sí mismo misero
mihi,' e incluso con aliteraciones del tipo sonitu suopte tintinant dibuja
ingeniosamente el zumbar de sus oídos. Y es así hasta llegar a la estrofa en que

4 N. Vulié, «Catulls LI. Gedicht und se in Sapphisches Vorbild», WS 32 (1910), 316-20;


A. Barigazzi, «L'ode di Saffo e I'adattamento di Catullo», RlL 75 (1941-2), 401-30; V. Bongi,
«Ancora su Catullo e su Saffo», Aegyptus 26 (1946), 96-110; G. Jachmann, «Sappho und
Catull», RhM 107 (1964), 1-33; G. Wills, «Sappho 31 and Catullus 51», GRES 8 (1967), 167­
97; R. S. Russell, Studies in Sappho fragment 31 L-P and Catullus, poems 11, 50 and 51,
Diss. New York Univ. 1986, p. 145; E. Lefevre, «Otiumund 'TOA/uxlI. Catulls Sappho-Gedicht
c. 51», RhM 131 (1988),324-37.
5 Los intentos de demostrar que los últimos cuatro versos no pertenecen a este poema (ad.
es. A. Goldbacher, «Das 51. Gedicht des Catulls», WS 29 (1907), 110-5, o R. C. Jensen,
«Otium, Catulle, tibi molestumst»,CJ 62 (1967),363-5) han quedado descartados desde, entre
otras, las contribuciones de D. A. Kidd, «The unity of Catullus 51», AUMLA 20 (1963), 298­
308; E. A. Fredericksmeyer, «On the unity of Catullus 51», TAPhA 106 (1965), 153-63; G.
Wille, «Die innere Einheit von Catullus c. 51», Acta Phi/ol. Aenipontana (1968),83-4; R.
Frank, «Catullus 51: otium versus virtus» , TAPhA 109 (1968), 233-9; V. Lejniecks, «Otium
Catullianum reconsidered», eJ 63 (1968), 262-4.
6 M. J. Edwards, «Greek into Latin. A note on Catullus and Sappho», Latomus 48 (1989),
590-600.
7 el T. E. Kinsey, «Catullus 51», Latomus 33 (1974), 372-8.
8 el v. gr. los poemas dedicados a Egnacio, 37 y 39.

9 D. E. W. Wormell, «Catullus as translator», en: L. Wallach (ed), The elassicalTradition,


Ithaca 1966, pp. 187-201; T. P. Wiseman, eatullusand his world, Cambridge 1985 (reimp.
1987), pp. 151-5.
423

Safo reconoce el motivo de su sinvivir. Si Catulo efectivamente se hubiera


identificado con Safo, habría adaptado también la parte de la resignación ante la
divinidad, y, sin embargo, lo que ha hecho es buscar la causa de su desasosiego
en otra parte. No aparece en todo el poema latino nada que nos haga pensar en
conformidad ante su desgracia. Lo que siente el veronés es indignación, no
resignación, y esto es debido a que el mundo que rodea a su enamoramiento es
bien distinto del que rodeaba al de Safo. La amada de Catulo es una dama
romana "de mundo"JO, en un ambiente de lujo y de ocio, y el propio poeta no
tiene nada a lo que dedicarse si no es a gastar el tiempo y el dinero en amores
estériles!!. La tristeza de Safo, unida a su respeto por los dioses, de su 'todo
habrá que sufrirlo', aparecen sustituidos en Catulo por la visión de su propia vida
inútil y destructiva. El amor provocado por el ocio es el causante de esos
sufrimientos innecesarios (no el dios a quien hay que obedecer), quien le hace
daño, por quien se exalta y sufre en demasía, y que ha destruido ya antes a reyes
y a ciudades florecientes. En palabras de Catulo!2:

otiurn, Catulle, tibi rnolesturn est:

otio exultas nirniurnque gestis:

15 otiurn et reges prius et beatas

perdidit urbes.

Se han dado muchas interpretaciones a este "ocio" catuliano. Entre


ellas 13 , se ha entendido como una reminiscencia del Epicureísmo!4; también

10 Éste es el argumento que da Ferrari (ef infra n. 11) para negar la estructura de este
poema como un canto amebeo, (teoría de Kalina, «Catullus LI. Gedicht», Wiener Eranos
(1909), 157-63, retomada por C. Gallavotti, «Interpretando Saffo e poi Catullo», A&R 21
(1943),3-17) en el que las primeras tres estrofas contendrían una invocación de Catulo a
Lesbia y la última la respuesta de Lesbia al poeta. Parece dudoso que la Lesbia de la que
tenemos noticias respondiera a las apasionadas expresiones de Catulo en un tono moralístico
y con una teoría del otium.
II W. Ferrari, «Il carme 51 di Catullo», ASNP 16 (1938),59-72; 1. Borzsák, «Otium
Catullianum», AAntHung 4 (1956),211-9; A J. Woodman, «Sorne implications of otium in
Catullus 51, 13-16», Latomus 25 (1966), 217-26; J. Clack, «Otium tibi molestumest: Catullus
50 and 51», CB 52 (1976), 50-3.
12 Sigo la ed. de R.AB. Mynors, C. ValeriiCatulliCarmina, Oxonii 1958 (reimp. 1989),
pp. 35-6.
13 H. A Khan, «Color Romanus in Catullus 51», Latomus 28 (1966), 448-60; F. O.
Copley, «The structure of Catullus e. 51 and the problem of Otium-strophe», GB 2 (1974), 25­
37.
14 Giuffrida, L 'Epieureismo nella letteratura latina nel 1 seeolo av. Cristo. Vol II:
Lucrezioe Catullo, Torino 1942; ef J. Granarolo, L'oeuvrede Catulle, Paris 1967, p. 212.
424

como un reflejo de la moral tradicional romana lS , independiente de cualquier


doctrina filosófica; se ha añadido l6 que en la estrofa de Catulo se encuentran
todos los elementos del esquema elaborado por la especulación política
helenística, la 'tpo$lÍ, (otium) de las monarquías (reges), y la ü~pt<;, (olio
exultas) de la democracia (beatas urbes),· o se piensa 17 que Catulo repite una
idea política corriente en los círculos cultivados de Roma, según la cual una
larga paz próspera puede acostumbrar a la indolencia y conducir finalmente al
declive de la ciudad o nación. Sin embargo, también se ha dicho 18 que esta
comparación de uno mismo con reyes y ciudades míticas tiene más de alabanza
que de reprehensión, ya que se está equiparando a esas magníficas entidades. Se
trataría, pues, de una pequeña broma a costa de su persona. Es como si Catulo
le dijera a Lesbia: "Apiádate de mí. ¿Qué no me ocurrirá, si este amor ha
destruido incluso a reyes y ciudades florecientes?". Esta interpretación está
mucho más en consonancia con las ironías sobre su sufrimiento que había ido
entrelazando a lo largo del poema con los versos de Safo.
Pero ¿de dónde le viene a Catulo esta idea del amor como perdición de
ciudades? Los reyes y las urbes felices que el ocio ha destruido se han querido
interpretar como una referencia a las ciudades asiáticas que se perdieron por su
propia disipación l9 , y, sin duda, la afirmación de Catulo no se reduce a citar
una ciudad concreta. Por otra parte, amor y ocio aparecen indisolublemente
unidos en la Antigüedad. Basta con revisar los ejemplos de Eurípides, fr. 322 N 2 ;
de Teofrasto, en Estobeo 64, 29; de Plauto, Merc. 62 y 553, Trinum. 658, Truc.
135 ss. y 141 ss., Most. 138 Y 142; de Terencio, Heaut. 109; de Publilio Siro,
fr. 34 R: amor otiosae causa est sollicitudinis,· se convierte en teoría en Ovidio,
Rem. Am. 135 ss., y en Tácito, Ann. 14,20. E incluso encontramos un eco claro
de Catulo en el v. 816 de la Octavia de Séneca: (Cupido) regna evertit Priami,
claras diruit urbes. 20

15 F. Tiezte, «Catulls 51. Gedicht», RhM 88 (1939), 346-67; C. J. Fordyce, Catullus. A


Commentary by C. 1. Fordyce,Oxford 1961, pp. 218-21; 1. M. André, L 'otium dans la vie
morale et intellectuelle romaine des origines a I 'époque augustéene, Paris 1966, pp. 221-5;
Ch. Segal, «Catullian Otiosi: the lover and the poet», G&R 17 (1970), 25-31, habla de la
Roman seriousness.
16 Ferrari, op. cit., p. 68; R. Katicié, «Die letze Strophe in Catulls Carmen Lb>, ZAnt 8
(1958), 27-32.
17 E. Fraenkel, Horace, Oxford 1957, pp. 212-3; Ch. Segal, «Otium and Eros. Catullus,
Sappho and Euripide's Hippolytus», Latomus 48 (1989),817-22.
18 H. A. Khan, «Observations on two poems ofCatullus», RhM 114 (1971),159-178.
2
19 R. Ellis, A Commentary on Catullus, Oxford 1889 , pp. 177-8: piensa que se trata de
una referencia de carácter general; E. Truesdell Merril, Catu/lus, Cambridge, Massachusetts
1893 (reimp. 1951), p. 86: dice que son Croeso y Síbaris; W. Kro11 , C. Valerius Catullus,
Herausgegeben und ErkHirt von W. Kroll, Stuttgart 19675, p. 93: serían Síbaris y Sardanápalo;
M. Dol~, G. Va/erio Catu/o: Poesías, Barcelona 1963, p. 43: serían reyes como el de Troya
o Sardanápalo, y ciudades, como Troya, Babilonia, Atenas, Síbaris, Tarento ...
20 Ferrari, op. cit., p. 68.
425

Sin embargo, si aceptamos que es el amor la causa de la perdición, la


ciudad y el rey que ya fueron destruidos por él antes que el propio Catulo no
pueden ser más que Troya y Príam021 • Hemos dicho que el compararse a sí
mismo con reyes y urbes florecientes sigue la línea de exageraciones del resto
del poema, y nos hace pensar que también en este punto está ironizando sobre
un poema previo. Aunque no se puede olvidar que la parodia no se establece
sólo a un nivel literario, sino que también se burla de toda esa tradición moral
de que hablábamos antes22 •
En consecuencia, ha de tratarse de un poema en el que se hable de la
caída de Troya como resultado del amor. Los diversos intentos de encontrar el
origen literario de la alusión no se han fijado en este detalle, y por eso no nos
resultan satisfactorias ni la comparación con los vv. 1103-4 de Teognis23 :
"Yppu; Kul MáyvTl'ru<;; á7tWAEcrE KUt KOAo~rovu
Kui L¡"¡'ÚPVllV . 7tá~1'ro<;;, KÚPVE, Kui Úf.l¡"¡" á7tOAEt 2\
ni los posibles ecos de Sófocles 25 , concretamente de dos pasajes de su
Antígona: los vv. 295-9, en los que Creón habla del poder destructivo del
diner0 26 :
OÚOEV yap ávSpw7totcrtv O{OV iípyupo<;;
KUKOV VÓf.ltcr¡..¡.' ~PAucr1'E. 1'001'0 Kui 7tÓAEt<;;
7tOpSEt, 1'óO' avopu<;; €~uvícr1'l1crtV oó¡..¡.rov·
1'óO' €KotoácrKEt KUt 7tUpUAAácrcrEt cPpÉvu<;;
XPllcr1'a<;; 7tpo<;; u{crxpa 7tpáy¡..¡.uS' tcr1'ucrSUt ppo1'rov'
y los vv. 672-5, en los que Creón se pronuncia contra la anarquía:
ávupxíu<;; OE f.lEt~OV OÚK ~crnv KUKÓV.
UÜ1'l1 7tÓAEt<;; oAAucrtV, lío' ávucr1'á1'ou<;;
OiKOU<;; 1'í811crtV, líOE cruf.l¡..¡.áxou oopo<;;
1'po7ta<;; KU1'Upp'flyvucrt·
Aunque el paralelismo verbal es muy marcado, ni Teognis ni Sófocles
están hablando de los peligros del amor en ninguno de los dos casos, por lo que
sería extraño que Catulo introdujera en una versión de un poema de Safo textos
tan alejados de él. Coincide la idea de las ciudades que se destruyen, como algo
importante que cae a causa del vicio, pero aquí son la avaricia o la anarquía

21 G. Basta Donzelli, «Di Catullo e Saffo», SIFe 36 (1964), 117-28; F. della Corte,
eatullo: Le Poesie, Venezia 19842, pp. 278-80 .. Insisten en la idea de que se está refiriendo
a Helena, perdición de Troya a causa de su adulterio con Paris. En el contexto de Catulo se
trataría de una clara alusión al matrimonio de Lesbia.
22 P. Pucci, «11 carme 50 di Catullo», Maia 13 (1961), 249-56.

23 R. Lattimore, «Sappho 2 and Catullus 51», ep 39 (1944), 184-7.

24 Edición y traducción de F. R. Adrados, Líricos griegos. Elegiacos y yambógrafos


arcaicos (siglos V/l-V a. e, Madrid 19903 ,11, p. 239.
25 P. Colaclides, «Note sur la strophe finale du carmen 51 de Catulle», Philologus 122
(1978-9), 327-8.
26 Sigo la edición de H. Lloyd-Jones y N. G. Wilson, Sophoclis Fabulae, Oxford 1990,
pp. 195 Y 210.
426

quienes lo provocan. No puede equipararse el otium catuliano, que es una


metáfora de su estado de ánimo, o de su enamoramiento, con estos conceptos.
Pero podemos encontrar una solución. El poema en el que se habla del
amor con el mismo sentido destructivo que en Catulo, sólo que al nivel del mito,
es el fr. 42 V de Alceo, que dice así 27 :
roe; Aóyoe; KáKffiV á[
nEppá¡..tffi (t) Kat n:aicr[t
f:K crt8EV n:íKpOV, n:[
"IAtOV ipav.
5 00 'TEa0'Tav AtaKí8m[e;
n:áV'Tae; Ée; yá¡..tov ¡..táK[apae; KaAÉcrcrme;
aYE'T' f:K Nf¡pT]oe; ~AffiV [¡..tEAá8pffiV
n:áp8EVOV üppav
f:e; 8ó¡..tov X€ppffiVOe;' ~A[OcrE 8'
10 s&¡..ta n:ap8Évffi' ~tAO[
nf¡AEoe; KaL NT]pEt8ffiv áp(cr'T[ae;.
Ee; 8' f:víao'Tov
n:ai8a yÉvva'T' at¡..tt8tffiv [
OAPtOV ~áv8av ÉAá'TT][pa n:roAffiV,
15 oL 8' án:roAOV'T' á¡..t~' 'E[Atvat
Kal n:ÓAte; aÚ'TffiV.

Alceo contrapone en estos versos el amor de Helena y Paris, destructivo


y pernicioso, -como el amor de Catulo-, al de Tetis y Peleo, puro y engendrador
de héroes. Como en el poema del veronés y en el de Safo, se trata de estrofas
sáficas. Las alusiones a Príamo en el v. 2 y a la caída de Troya al final del
poema son, de forma llamativa, semejantes a los versos catulianos, aunque lo que
se pierde en Alceo por culpa de Helena son 'ellos y su ciudad', y en Catulo
encontramos 'reyes y ciudades', con una expresión más amplificada que en el
modelo. Encontramos incluso coincidencias verbales: perdidit es la mejor
traducción al latín del verbo a7tÓAAU~Lt, y en el último adonio encontramos en
los dos poemas 7tÓAtC; y urbes, calificadas en Catulo como beatas, lo mismo que
en el v. 4 del poema de Alceo aparece "IAtoV tpav, 'la sagrada-poderosa Ilión';
además, el adjetivo ()A~tOv del v. 14, referido a Aquiles, puede también haber
tenido eco en este epíteto beatas, aunque Catulo lo aplique a las ciudades. 28
No es inverosímil que Catulo conociera este poema de Alceo, pues, por
otra parte, es bastante probable que para componer su carmen 64 revisara -al
menos de memoria-, todas las fuentes griegas a su alcance. En ese epilio,
efectivamente, se pueden encontrar diversos ecos del poema de Alceo, además

Sigo la edición de E. M. Voight, Sappho el Alcaeus, Amsterdam 1966, pp. 193-4.


27

Tenemos, además, la recreación del mismo motivo y con reminiscencias verbales (la
28
caída de Troya vista como el fin del reino de Príamo o de las casas de I1ión) en Horacio, Od.
1 15, 7-8 Y 35-6.
427

del propio contenido, que son las bodas de Tetis y Peleo: el v. 6 de Alceo,
náv'tu<; É<; yáJlov JláKUpU<; KUAÉcrcrUt<;, se amplifica detalladamente en los vv.
267-302 del poema catuliano, en donde se describe la llegada de cada dios; la
idea de los mutilados vv. 10-11 de Alceo, C;WJlU nup8Évw' <ptAO[ / TIf¡AEO<;
KUt NllPEt8wv ápícr't[U<;, se desarrolla en los vv. 335-6 de Catulo, nullus amor
tali coniunxit foedere amantes, / qualis adest Thetidi, qualis concordia Peleo 29 ,
además de repetirse la denominación NrlPct8wv ápícr'tU<; del v. 11 alcaico en
el v. 28 catuliano: pulcerrima Nereine; del v. 338 al 370 de Catulo se nos dice
que de la unión de los esposos nacerá el héroe Aquiles (lo que en Alceo se cita
en el v. 13) y se nos cuenta toda su historia, incluida la premonición de la caída
de Troya, la idea que en Alceo precisamente hace que se relacionen los amores
de Helena y Paris y los de Tetis y Peleo. E incluso pueden hallarse en Catulo
dos tópicos que arrancan de Alceo: la navegación como metáfora de la vida 30
y la alabanza y celebración del vin0 31 • No sabemos si tomó estos tópicos del
poeta griego directamente, pero sí al menos que no era ajeno a buena parte de
la tradición lírica alcaica.
En cualquier caso, no tiene mucho sentido pensar que Catulo conociera
tan bien a Safo como para adaptarla de una forma tan literal -e incluso como
para llamar "Lesbia" a su amada-, y que, sin embargo, no leyera o conociera a
Alceo. Horacio, a pesar de que en su Od. IV 9, 6-11 cita a diferentes poetas
griegos (Homero, Píndaro, Alceo, Estesícoro, Anacreonte y Safo), sin hacer
diferencias entre ellos, nos presenta en la Od. 11 13, 24-32 sólo a Alceo y a Safo
cantando juntos en el mundo de los muertos. Daría la impresión de que forman
un grupo claramente diferenciado de los demás líricos griegos, y aún en nuestros
días se editan sus fragmentos conjuntamente. Por esto es lógico que en un poema
que consiste tan claramente en una recreación de Safo, que es un juego literario
en el que se ensaya por primera vez en latín la estrofa sáfica -junto con el c. XI-,
Catulo incluya una alusión no menos evidente al otro poeta eolio, a Alceo.
Así pues, nos encontramos con que Catulo ha preferido indagar más que
los dos líricos que le sirven de modelo. Va más allá en la reflexión de lo que
siente, pero se ciñe a una forma previa. Su amor no es un sufrimiento "sagrado",
como el de Safo, ni simplemente es culpa de la perfidia de la amada, como la
Helena de Alceo. Los celos le llevan a burlarse de su rival y de sí mismo, y
Helena pasa a significar el amor en abstracto, un amor destructivo que es el fruto
de su propia inestabilidad. 0, en palabras de Catulo, de su ocio.
La afirmación por parte de Horacio de que él fue el primero en
trasponer la poesía eolia a los ritmos itálicos (Od. 111 30, 12-4) no supone más

29 Voight, op. cit., p. 194.

30 Alceo frs. 6 y 208 V y Catulo c. 68, 3-4 y 13.

31 Alceo frs. 346 y 347 V y Catulo c. 34.

428

que el reconocimiento de haber sido el verdadero instaurador y adaptador total


de la lírica eolia al latín, pero no el ser el primero, lo que ya nos resultaba
evidente sólo con la existencia del par de poemas en estrofas sáficas del Líber
catuliano. Si aceptamos que en éste pueden hallarse también ecos de Alceo,
resulta mucho más coherente esa "pasión" de Catulo por Safo, y se nos presenta
un panorama mucho más completo del conocimiento que los neotéricos tenían
de la lírica griega más antigua. Se trataría, en suma, de la primera romanización
de la lírica griega arcaica.

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