Anda di halaman 1dari 16

Territorios 33 / Bogotá, 2015, pp.

191-206
ISSN: 0123-8418

Jóvenes investigadores
ISSNe: 2215-7484

Lógica de las Organizaciones Populares


de Vivienda en Medellín, una mirada desde
las políticas públicas. Enfoques y evolución,
1950-2014
Logic of Afforable Housing Association in Medellín, Approach
from Public Politics. Focusing and Development, 1950-2014
Lógica dos mutirões de moradia em Medellín, uma olhada desde
as políticas públicas. Enfoques e evolução, 1950-2014

Diana Carolina Orozco Herrera*

* Arquitecta Constructora,
Universidad Nacional de
Colombia, Sede Medellín.
Investigadora del Semi-
Recibido: 31 de mayo de 2014 llero de Investigación en
Aprobado: 24 de abril de 2015 Construcción y Ciencia,
Doi: dx.doi.org/10.12804/territ33.2015.08 Facultad de Arquitectura,
Universidad Nacional de
Colombia, Sede Medellín.
Para citar este artículo: Correo electrónico: dcoroz-
Orozco, H. D. C. (2015). Lógica de las organizaciones populares de vivienda en Medellín, una mirada desde coh@unal.edu.co
las políticas públicas. Enfoques y evolución, 1950-2014. Territorios, 33, 191-206. Doi: dx.doi.org/10.12804/
territ33.2015.08

191
Resumen
Palabras clave Para entender, hoy en día, lo que implican las relaciones entre el Estado y la formas asociativas que
Organizaciones se gestan en la ciudad de Medellín, como alternativa a la construcción de vivienda para los sectores
populares de vivienda, de más bajos recursos, hay que partir de la forma en la que el Estado y sus instituciones han con-
política pública, cebido los procesos sociales habitacionales, gestados a partir de 1950, y cómo, sobre estos, se ha
institucionalidad,
impuesto un perfil económico y social, donde lo importante es la toma de decisiones en función de
vivienda social, prácticas
asociativas. unas cifras económicas. Es allí, en esa toma de decisiones gubernamentales y en esas condiciones
coyunturales, donde se deben alinear las formas de actuación de las organizaciones populares de
vivienda, teniendo en cuenta que estas reivindican, en su proceso productivo, aspectos sociales, de
participación ciudadana y acción comunitaria con miras a obtener un bien básico y de necesidad
como lo es la vivienda.

Abstract
Keywords To understand today the implications between the state and the way that the people associate that
Afforable housing are generated in Medellin city, like a alternative to housing construction for the low source people,
association, public it’s necessary to begin from the way how the state and its institutions had considerated the social
politics, institutional, housing process that are generated since 1950 and how about have been imposed a social and
social housing, associative economic profile, where the important part is the decision making function of some economics
practice.
figures. Is there on that governmental decision making and that juncture conditions where it must
be lined up the actuation ways of the affordable housing association, knowing that this associations
claim the productive process on social aspects, citizen participation and community action in order
to obtain a necessary and basic patrimony like it is the housing.

Resumo
Palavras-chave Para entender hoje em dia, o que implicam as relações entre o Estado e as formas associativas que se
Mutirões de Moradia, gestam na cidade de Medellín, como alternativa à construção de moradia para os setores de recursos
política pública, mais escassos, tem que partir da forma como o Estado e as suas instituições têm concebido os pro-
institucionalidade, cessos sociais habitacionais gestados a partir de 1950 e como sobre estes tem-se imposto um perfil
moradia social, práticas económico e social, onde o importante é a tomada de decisões em função de cifras económicas. É
associativas.
ali, nessa tomada de decisões governamentais e nessas condições conjunturais onde devem-se alinhar
as formas de atuação dos Mutirões de Moradia, tendo em conta que estas associações reivindicam
em seu processo produtivo aspetos sociais, de participação cidadã e ação comunitária a fim de obter
um bem básico e de necessidade como o é a moradia.

territorios 33
192 Diana Carolina Orozco Herrera
Contextualización der esta forma organizativa y sus implica-
ciones en el medio actual.
Este ejercicio investigativo se deriva del En suma, la identificación, el recuen-
trabajo de tesis desarrollado para optar al tí- to histórico y la proyección de las opv en
tulo de Arquitecta Constructora. En tanto, el proceso productivo de la vivienda bajo
al ser abordado desde la carrera de Cons- la mirada institucional representan el eje
trucción, como campo de conocimiento en principal de la investigación. Lo que genera
constante interacción con otras disciplinas la pregunta: ¿Cómo el Estado ha dimensio-
y ciencias, se inscribe bajo las líneas de pro- nado la esencia de las organizaciones popu-
fundización en hábitat y vivienda. Esta pro- lares de vivienda y ha influido en su modo
fundización requiere una mirada de com- de actuación por medio de sus instituciones
plejidad frente a los fenómenos urbanos y gubernamentales y las políticas públicas
territoriales, ya que implica una constante establecidas? Esta pregunta busca enmar-
relación y conexión de conceptos, actores y carse y desarrollarse dentro de los puntos
prácticas en función de un proceso propio importantes de la investigación, partiendo
de la profesión. de las naturalezas ideológicas y los enfoques
Para definir la intención de la investi- de los actores implicados.
gación, se toma el proceso de producción Por consiguiente, la investigación es
de vivienda desde miradas económicas, po- abordada desde tres aspectos fundamen-
líticas y sociales, lo que pretende evidenciar tales para la mirada compleja que exige el
la acción colectiva y el rol de las Organi- estudio. Estos aspectos son el conjunto
zaciones Populares de Vivienda (opv) en de circunstancias, el campo de acción y
Medellín dentro de este proceso. A su vez, la rivalidad de los actores implicados que,
esta identificación de roles tiene en cuenta simultáneamente, definen el concepto de
que estas prácticas asociativas, desde sus contexto, según Pécaut, referenciado por
primeras intervenciones y manifestaciones, Fique (2006).
fueron evolucionando hasta obtener un De esta manera, se hace necesario en-
reconocimiento que implicó un marco de focar la revisión histórica, no solo desde
acción bajo el enfoque de la política pública una descripción de acontecimientos lineales
y el accionar, en materia de vivienda, de las y aislados sino desde una identificación del
instituciones gubernamentales. sentido de las acciones que allí se ejecuta-
Este direccionamiento por parte del ron, esto para poder entender la situación
Estado ha permitido unas posibilidades y actual, lo que implica una exploración de
formas de actuación de las opv frente al los intereses y motivaciones de las opv y el
proceso productivo de la vivienda. Actua- Estado, de las estrategias e ideologías con
ciones que se ubican a partir del año 1950 las cuales estos instauraron sus procesos,
como referentes importantes de la historia tanto individuales como colectivos, y de las
del país. Derivado de esto, se busca enten- rivalidades y convergencias que se genera- territorios 33
Lógica de las organizaciones populares de vivienda en Medellín 193
ron a causa de la imposición de esos senti- población nacional en el siglo xx se multi-
dos. Todo lo anterior, teniendo en cuenta plicó por diez; la transición demográfica se
que siempre fueron regidos por las situa- generó de manera veloz, debido al rápido
ciones coyunturales de la ciudad y el país. ascenso y posterior descenso de las tasas de
crecimiento poblacional, en un periodo no
1. El escenario de la ciudad mayor a veinte años; y las luchas partidis-
de Medellín a partir de tas generaron una ola de violencia, pero a
1950: consolidación de un la vez una ola de pacificación, derivada de
perfil social y económico la instauración del pacto político: Frente
Nacional.
Como punto de partida, se sitúa el año Estos acontecimientos, de gran rele-
de 1950. Año clave, en la medida en que vancia e importancia para la historia del
se comienzan a gestar dos procesos que país, centraron la atención gubernamental
marcaron significativamente la realidad te- en hechos de poder y control social, lo que
rritorial, no solo de Medellín, sino del país hizo que se desatendieran y tuvieran me-
en general: el paso de lo rural a lo urbano nos relevancia aspectos relacionados con la
y el paso de lo tradicional a lo moderno. desigualdad social, económica y territorial.
Estos procesos son inherentes a la natura- Sin embargo, a pesar de que estos hechos
leza de las ciudades y desde comienzos del son de carácter nacional, en un país con
siglo xvii se empezaron a gestar en Europa, un sistema político centralizado como Co-
principalmente en ciudades como Londres lombia, se evidencian los efectos de dichos
y Paris, ciudades en donde esta transición hechos en las principales ciudades. Estas
estuvo fuertemente influenciada por he- ciudades viven los procesos urbanos de
chos de carácter contestatario; en el caso manera muy similar y su direccionamiento
de Londres con la revolución industrial y gubernamental y planificador, en cuanto al
en Paris con una revolución social. territorio, responde a la naturaleza estatal
En cambio, en Latinoamérica el pro- y a la lógica de sus acciones, sin importar
ceso de transición y consolidación de las mucho el partido político que gobierne en
ciudades se comienza a dar a finales de los cada una de ellas.
siglos xix y comienzos del xx, después de En consecuencia, en el transcurso de
las respectivas luchas independistas frente estos procesos y su posteridad, se fue con-
a la España colonizadora. A pesar de esta solidando un perfil social y cultural de la
constante en los países latinoamericanos, ciudad, afectado por la formación y voca-
Colombia logra marcar, contundentemen- ción económica del país, instaurada, prin-
te, una diferencia frente a los procesos ur- cipalmente, por la intervención de orga-
banos y de ocupación emprendidos en el nismos multilaterales. Es por eso que, en
continente, en el sentido que, como lo este perfil, la introducción de elementos
territorios 33 referencian Palacios y Safford (2002), la de planificación moderna como La Misión
194 Diana Carolina Orozco Herrera
Currie, Lebret y Cepal 1 producen un primer 2. Las organizaciones populares 1
Estas misiones hacen parte
de un conjunto de visitas
diagnóstico del país basado en cifras e in- de vivienda, de la concepción especializadas, conforma-
dicadores, que instauraron el concepto de espontánea a su consolidación das por estudiosos teóricos
déficit como cuantificación objetiva de los y prácticos, las cuales han
problemas sociales en función del desarro- Dentro de la misma informalidad, men- impulsado la creación de
llo y el crecimiento económico. instituciones y la implemen-
cionada anteriormente, se gesta una infor-
tación de normas entorno
Para efectos de la investigación, el pro- malidad territorial, caracterizada por una a diferentes aspectos coin-
blema asociado con la vivienda, desde esta ocupación informal y aleatoria del suelo cidentes entre los países en
visión económica: por parte de población de bajos ingresos. vías de desarrollo, relacio-
nado con el manejo de las
Todo en pro de construir una vivienda
políticas públicas en miras
[…] se ha centrado desde los años cincuenta como máxima expresión de seguridad, sa- al crecimiento económico
en la relación entre el costo de la vivienda y lubridad, estabilidad y consolidación de su (Rojas, 2007).
los ingresos de las personas para adquirirla; núcleo familiar. 2
Según el dane (2014),
allí se inicia el tratamiento del “hábitat y la Es allí, en esos territorios progresiva- al mes de febrero, se esti-
vivienda” en su escala macro como un pro- mente ocupados y fragmentados, donde se maron 1 748 000 personas
dedicadas a alguna activi-
blema de desarrollo (Fique, 2006, p. 30). evidencian, en un principio, las carencias dad económica en la ciudad
habitacionales de manera independiente. de Medellín, de las cuales
Así pues, en este perfil, no se puede Cada familia que pretende habitar allí es 800 000 pertenecen al sector
desconocer la prevalencia de la informa- consciente de la necesidad y de la obliga- informal de la economía,
lo que equivale, aproxima-
lidad, como una consecuencia de la eco- ción de producir su propio espacio habi- damente, a un 46 % de la
nomía capitalista derivada del desempleo, tacional, por lo que recurren a prácticas población total ocupada.
sobre un porcentaje considerable de la po- autoconstructivas para concebirlo y mate-
blación trabajadora —fenómeno que aún rializarlo. El éxito de esta práctica depende,
es constante y característico en Medellín y directamente, de la familia autoproductora,
el país en general—.2 Así mismo, fenóme- en la medida en que cuente con una fuerza
nos, asociados con esta forma instintiva de de trabajo, unos recursos y un tiempo que
generar recursos, como la ocupación del le permitan, finalmente, ocupar el espacio
territorio y la forma de vida de los sectores transformado, materializado y adecuado a
populares, reflejan, según Fique (2006), sus necesidades y posibilidades.
“el alcance y la magnitud de la crisis social A su vez, esas carencias habitacionales
generada por el capitalismo y es consustan- y sus medios de confrontación constituyen
cial al grado de dependencia y atraso de la el común denominador de muchas más
formación económica-social colombiana” familias asentadas en el mismo territorio.
(p. 30), instaurada a partir de esta mitad Esta constante configura comunidades pa-
del siglo xx y que cobra relevancia a la hora ra que el ser social enfrente su realidad, no
de analizar los procesos actuales, urbanos solamente en el seno familiar sino en el
y territoriales, emprendidos por las opv. seno de una confraternidad que consolide
espacios de vecindad para la ciudad. Por territorios 33
Lógica de las organizaciones populares de vivienda en Medellín 195
consiguiente, en la confrontación a estas cir elementos de racionalidad y planeación
carencias, se marcan caminos para la salida a los procesos productivos de la vivienda.
del marginalismo de esas comunidades. Una consecuencia directa de esta situa-
De esta realidad, surge la llamada Ac- ción es que ya coexiste una responsabilidad
ción Colectiva, y un trabajo de grandes proporciones, por
lo que cada autogestor no debe asumir-
[…] como un proceso comunicativo, inte- la de manera individual. Es allí, donde la
ractivo y concertado, que inaugura nuevos asociación de autogestores se constituye
canales de comunicación y participación, y como un elemento de soporte, en lo que
recrea las relaciones entre medios y fines, se denomina una organización popular de
conforme se articulan y reconfiguran las re- vivienda (opv). Denominación que le da
laciones de poder en el contexto territorial, un giro completo al paradigma de ilegali-
cultural, económico y político en el que dad, vulnerabilidad y marginalidad, desde
se desenvuelven (Melucci, citado en Vélez el mismo perfil social y económico de la
González, 2012, p. 21). ciudad, creado por la informalidad de los
procesos habitacionales.
Es ahí, donde el problema habitacional En Medellín, los orígenes de estas or-
se afronta, ya no por medio de procesos de ganizaciones pueden encontrarse en la in-
autoconstrucción individuales y aislados, si- vasión ilegal de terrenos y en la acción
no por procesos de autogestión colectivos, comunitaria desarrollada posteriormente
llevados a cabo por los mismos habitantes. para su consolidación. Las Juntas de Acción
De esto se deriva el principio asociativo, Comunal (jac), creadas con el fin de jalonar
que obedece a una naturaleza intrínseca del el desarrollo local, podría considerarse co-
ser humano y es consecuente a la cultura mo la primera modalidad básica de organi-
del país, al provenir de las raíces indígenas zación popular de vivienda, que, con algún
con la denominada Minga y, desde España, grado de estructuración de sus acciones,
con el Convite (Ramírez, 1981). logra la consolidación de asentamientos
Desde que comienzan estos procesos, en términos de servicios públicos, espacios
autónomos, de ocupar el territorio, surgen de recreación, salud e infraestructura. En
de manera espontánea diversas formas or- ese momento inicial, se presentaron dos
ganizativas de la población en torno a estos. tipos de formas organizativas de base: las
Aquellas formas se presentan y consolidan juntas de vecinos y los comités de vivienda
en la medida en que la comunidad es cons- (Vélez, 2012).
ciente del proceso que afronta al construir Así las cosas, y de manera contunden-
su espacio habitable; es por esto que, de te, la lógica mercantil de la construcción
acuerdo con sus capacidades y posibili- privada, vista desde el mismo perfil de la
dades, tanto económicas como físicas, las ciudad, se invierte en la lógica comunitaria
territorios 33 personas allí implicadas tratan de introdu- de las opv. Esta es la característica funda-
196 Diana Carolina Orozco Herrera
mental que adquiere esta alternativa y le postura, se aboga, principalmente, por la
permite ser visible, desde sus inicios, ante igualdad de condiciones y el mejoramien-
otros procesos de producción de vivienda to de la calidad de vida de los ciudadanos.
social. Esto debido a que, en los proyectos Siguiendo con esta línea gubernamen-
habitacionales del mercado privado de la tal, la herramienta con la que el Estado
construcción, los lazos comunitarios y so- valida todo lo mencionado anteriormente
ciales solo comienzan a gestarse en el mis- es la política pública, que, sin desligarla de
mo momento que las familias demandantes un concepto más general, como lo es en sí
ocupan las viviendas. Por el contrario, en la política, se podría definir, según André
los proyectos gestionados desde las opv, “el Noël Roth Deubel (citado en Vélez, 2008)
trabajo comunitario solidifica y crea lazos de manera general como una “estrategia de
de unidad de tal forma que la ocupación acción y decisión política que legitima in-
de las viviendas apenas es un momento de tereses ciudadanos enfocados a modelar lo
la dura brega” (Santana & Casasbuenas, público con fines organizativos, territoriales
1981, p. 226). y políticos” (p. 77).
Lo anterior enriquece social y cultu- Adicional a esto, en esa mirada táctica y
ralmente a la ciudad, en el sentido que so- estratega que Roth plantea, y Vélez (2008)
lidifica relaciones importantes y necesarias retoma, la política pública adquiere un ca-
dentro de dinámica social que allí se debe rácter vinculante e interactivo, en el sentido
manifestar. en que, a partir de coyunturas, se da una di-
námica que intenta ser de mutuo beneficio
3. El Estado y su validación de la para el Estado y la población. Es por esto
acción urbana (la política pública) que la política pública refleja la capacidad
de construir problemas y presentar salidas y
Desde la identificación del perfil social y alternativas en la perspectiva de sociedades
económico de la ciudad, mencionado en organizadas, en la medida en que se trans-
repetidas ocasiones anteriormente, el Es- forma en una construcción de objetos de
tado, como principal responsable de ga- investigación que facilitan la interacción de
rantizar los derechos fundamentales de la ambas partes.
población, se configura como el actor clave A la vez, se debe tener en cuenta que
que dinamiza y a la vez pacifica el proceso estas no deben ser vistas como mecanismos
productivo de vivienda a estudiar. para resolver problemas, sino que deben
Para esto, hay que tener en cuenta que, responder a una gestión de problemas por
desde lo plasmado en las líneas de la cons- parte de las comunidades, para así orientar
titución y en la denominación de Estado el comportamiento de estas en función de
Social de Derecho, la solución de proble- modificar esa situación percibida como in-
máticas habitacionales es parte fundamen- satisfactoria (Vélez, 2008).
tal del discurso estatal. Ya que, desde esta territorios 33
Lógica de las organizaciones populares de vivienda en Medellín 197
Es allí, finalmente, y volviendo al perfil 4. La política pública antes de
social y económico de la ciudad y la misma la apertura económica (1950-
lógica del mercado, donde se puede conce- 1989). Institucionalización
bir la relación de las políticas públicas y las y reglamentación de las
partes implicadas (Estado-Comunidad) co- prácticas comunitarias
mo una forma de intercambio de intereses,
supervivencias y poder. Ya que, por medio En este periodo de consolidación progre-
de las instituciones gubernamentales, el siva de la ciudad se introducen elementos
Estado oferta condiciones específicas de con los cuales se condicionan los modos de
actuación para los conjuntos de población, vida y de habitabilidad para la población de
en este caso las opv. clase baja y media.
Pero, esta oferta, a la vez que conoce El Estado es el directamente encarga-
y dimensiona los potenciales sociales, co- do de abogar, decidir e intervenir por las
munitarios y de gestión de las poblaciones necesidades básicas de la población. De ahí
implicadas, limita la participación y los inte- que la acción pública, en cuanto a vivienda
reses del común agremiado, en función de social, se canaliza en principio por medio
unos intereses más compatibles con enfo- de las instituciones del Estado: el Banco
ques privados y de rentabilidad económica Central Hipotecario, la Caja de Crédito
que con enfoques de bienestar e inclusión Agrario, Industrial y Minero, el Instituto
participativa. de Crédito Territorial y la Caja de Vivien-
Por tanto, para analizar la magnitud y da Militar.
los alcances de este intercambio, se parte En la concepción paternalista del Es-
desde la apertura económica, como hecho tado y de las mencionadas instituciones, la
político y consecuencia directa del perfil implicación que tienen las prácticas aso-
social y económico adoptado. Derivado de ciativas, recursivas y autoproductivas im-
este hecho, se adoptan, desde ambas instan- plementadas por las opv, desde sus inicios
cias (Estado-Comunidad), unas tendencias individuales y de colectividad, cobran rele-
y unos modos de actuación, que se vuelven vancia y significado. Esta importancia se da
determinantes para abordar el problema de desde diferentes circunstancias y ámbitos
la vivienda. de la vida urbana y toma posiciones con-
Esta acción globalizadora, como se ve- trastantes entre sí.
rá a continuación, divide la temporalidad, Una primera posición del Estado fren-
establecida para el estudio (1950-2014), te a estas prácticas es de rechazo a la ocu-
en dos grandes periodos, cada uno dife- pación informal y defensa de la propiedad
renciado y marcado por la forma como el privada, debido a que “las primeras luchas
Estado asume los problemas asociados con populares por el espacio urbano y la vivien-
la vivienda y la forma como las opv intentan da se concretizan en tomas u ocupaciones
territorios 33 dar solución a estos. de terrenos, compras colectivas o ‘comu-
198 Diana Carolina Orozco Herrera
neras’ de globos periféricos” (Mosquera, comunidades, pero bajo los diseños urba- 3
Entidad promotora oficial
de la política pública de vi-
1984, p. 130). nísticos y arquitectónicos establecidos por
vienda desde 1939.
Esta situación se replica, de manera la misma entidad (Jiménez, 1981).
ascendente y prolífera, como consecuencia A pesar de esta intención vinculante, el
de los insuficientes programas oficiales de ict convocó, en su mayoría, a comunidades
vivienda, del empobrecimiento constante que no estaban previamente organizadas
de los sectores populares y del aumento bajo los esquemas que planteaban las opv.
desmedido del precio de la vivienda y el Acción con la que resaltó a los gobiernos
suelo urbano; factores evidenciados por la de turno por el sentido vinculante de sus
misma condición del perfil económico y acciones, pero, a la vez, desestimó la acción
social de la ciudad. organizativa e informal de las opv. Lo que
Por esto mismo, las urbanizaciones causa que se desate una serie de medidas
piratas, originadas por medio del loteo de de control hacia las acciones populares, lo
propiedades de terratenientes de la ciudad; que incrementa una violenta represión por
la autoconstrucción individual y colectiva parte del aparato estatal, “la cual se hace
y la invasión ilegal de terrenos se transfor- más cruenta a medida que se amplía el
maron en procesos asumidos y dirigidos movimiento y se restringe la democracia en
por las opv y, a su vez, se convirtieron en la el país, donde se libran verdaderas batallas
única alternativa de los sectores más pobres militares para desalojar a los destechados”
para acceder a un espacio en la ciudad. (Mosquera, 1984, p. 131).
Debido a lo anterior, y como segunda A todo eso, se suma, comenzando los
posición estatal frente a la acción comunal, setenta, la creación del Banco de Ahorro
se adapta y se adhiere el aspecto autocons- y Vivienda; las Asociaciones Mutuarias de
tructivo, originado en las circunstancias Ahorro y Préstamo y las secciones de ahorro
anteriores, a los programas oficiales de vi- en los bancos comerciales, lo que significó
vienda manejados por las instituciones gu- un cambio relativo de las estrategias, par-
bernamentales. cialmente paternalistas, planteadas por el
El más relevante e influyente, con res- Estado. Estas entidades comenzaron a tra-
pecto de la actividad de las opv, fue el bajar con el sistema de Unidades de Poder
programa promovido por el Instituto de Adquisitivo Constante (upac). Desde allí,
Crédito Territorial (ict)3, Autoconstruc- se empezó a gestar una competencia entre
ción Participante, a finales de los cincuenta. los dos sistemas (Estatal-Mercantil) que fa-
Desde esta modalidad el ict impulso varios voreció, gradualmente, a las corporaciones
programas que implicaban la organización y tendió a disminuir, finalmente, el papel de
comunal, el más ambicioso fue el de Au- las instituciones del Estado, como agentes
toconstrucción Dirigida, que consistía en de construcción directa de vivienda social.
la dotación de unos lotes de propiedad del Consecuencia de eso, se fortaleció el
ict para construir viviendas por parte de las monopolio de la construcción. Lo que hizo territorios 33
Lógica de las organizaciones populares de vivienda en Medellín 199
que este sector aplicara aumentos desmedi- tividades de urbanización, construcción
dos a los precios del suelo, los materiales y y crédito para la adquisición de viviendas
los costos de construcción. Esto hizo que y se determina su inspección y vigilancia.
se incrementaran los costos financieros, las Esta medida, a la vez que refuerza los con-
utilidades y, lógicamente, el precio final de troles contra la actividad urbanizadora de
las viviendas. Consecuentemente, se alejaba las opv, favorece la construcción comercial
día a día la posibilidad de solución al pro- por parte de grandes firmas de arquitectos
blema de la vivienda popular (Mosquera, e ingenieros. En la medida en que cons-
1984). triñe la venta semilegal de lotes sin servi-
Sin embargo, conforme aumenteban cios, modalidad tomada por las opv para
esas desigualdades económicas y territo- resolver el problema de tierras (Mosquera,
riales, aumentaban las presiones por parte 1984).
de la población ante los entes del Estado. Ya, en cuanto a la organización estruc-
Esta presión se evidenció en el aumento de tural de las opv, se expide, en 1989, el De-
las ocupaciones masivas con más nivel or- creto 2391, “el cual reglamenta el desarro-
ganizativo, para las décadas del setenta y el llo de las actividades de las opv, definiendo
ochenta. Esto, por medio de la integración la participación comunitaria, exigiéndoles
de numerosas familias con cierto poder ad- la presentación de informes contables y
quisitivo a la lucha por la vivienda. Lo que administrativos, registro, permiso de capta-
generó que las opv pasaran de la ocupación ción de dinero y permiso de escrituración”
rápida, con posterior planificación del ur- (Mejía, Marín & Rodríguez, 2011, p. 34).
banismo barrial, a la planificación previa A su vez, este decreto enmarca el trabajo
antes de la ocupación. Además, que invo- de las opv, bajo la denominación de la eco-
lucraran el diseño urbano y arquitectónico, nomía solidaria y le permite unas formas de
y el diseño de acueductos y alcantarillados asociación legales, en función de un mode-
en sus proyectos habitacionales (Mosquera, lo económico empresarial, como lo son las
1984). cooperativas, asociaciones, fundaciones,
Debido a esto, la respuesta del Esta- corporaciones, jac, fondos de empleados
do ante estos procesos adelantados por y empresas comunitarias.
las opv fue expedir una serie de normas Lo anterior, y desde el año que se adju-
donde reglamentaba las actividades comu- dicó, ya vislumbraba el carácter que tenían
nitarias de las opv. A su vez, y anterior su que adquirir las prácticas comunitarias. En
normalización como organización, intentó las secciones siguientes, se evidenciará la
controlar la compra de terrenos baldíos por evolución de ese carácter comunitario, en
parte de estas. función de los tipos del que se fueron ges-
Para lograr su objetivo, decretó la Ley tando en los dos grandes periodos ya antes
66 de 1968, Por la cual se regulan las ac- explicados.
territorios 33
200 Diana Carolina Orozco Herrera
5. Tipología de Organizaciones Se desarrollan tácticas y experiencias nue-
Populares de Vivienda antes vas, surgidas del mismo desenvolvimiento
de la apertura económica: una y condiciones de la lucha. Lo que hace que
respuesta consolidada a la la Central Nacional Provivienda tome más
progresiva represión estatal fuerza sobre la presión estatal (Mosquera,
1984), debido a la magnitud de los pro-
Para entender las tipologías de opv ges- yectos emprendidos por las opv, como se
tadas en este primer periodo del estudio, mencionó en el capítulo anterior.
es necesario retomar las condiciones que De acuerdo a como se iban gestando a
consolidaron el carácter y la acción urbana las situaciones anteriores, se iban alineando
de las opv. unas formas y estrategias de actuacion de
Para esto, Reyes (1999) y Santana y las opv para lograr su cometido habitacio-
Casasbuenas (1981) referencian que, desde nal. Es por esto que, para 1984, como lo
comienzos de los cincuenta, las opv de Me- referencian Santana y Casasbuenas (1981)
dellín se estructuraron en torno a la Fede- en su participación en el Foro Nacional por
ración de Comités de Vivienda para llevar Colombia, existían tres tipos de opv:
a cabo tomas ilegales de terrenos urbanos.
Esta figura nace en la ciudad de Cali y se re- • Un primer tipo estaba constituido por
plica a nivel nacional, bajo la orientación de las opv que promovian el ahorro entre
Julio Rincón, líder comunista, y de Alfonso sus afiliados, esto con el fin de comprar
Barberena, liberal. Su accionar popular y de terrenos que adjudicaban, posterior-
inclusión de la clase obrera y destechada da mente, a sus socios o para cubrir las
nacimiento en 1961 a la Central Nacional cuotas iniciales que cancelan a cons-
Provivienda. tructores privados, contratados para
Hacia la década de los setenta, se pro- ejecutar sus planes habitacionales. En
dujo un proceso de consolidación de las esta tipología, la participación de la
organizaciones, las cuales, con claros fren- comunidad, en cuanto a la parte ha-
tes de movilización social, se articularon al bitacional y comunitaria, se ve muy
proceso político coyuntural de la organi- limitada.
zación gremial y política, expresado en los • Un segundo tipo distinguía a aquellas
paros y protestas cívicas (Reyes, 1999, en organizaciones que promovían la inva-
Vélez, 2012). sión de terrenos públicos o privados.
Para comienzos de los ochenta, a esta Sus asociados eran pobladores de muy
lucha por la vivienda se sumaron empleados bajos recuros pertenencientes, en su
oficiales y privados, lo que hace reactivar la mayoría, al sector informal de la eco-
construcción ilegal y hace que se amplíen nomía. Esta tipología requería ciertos
las acciones populares por la posesión del niveles de organización comunitaria
suelo, la vivienda y los servicios públicos. que les permitiera resistir a los intentos territorios 33
Lógica de las organizaciones populares de vivienda en Medellín 201
de desalojo por parte de la policía. Su reconocidas como entidades sin ánimo de lu-
forma de actuación era que, una vez cro, cuyo sistema financiero sea de economía
obtenido el predio, la apropiación de solidaria y tengan por objeto el desarrollo
los terrenos para la construcción de la de programas de vivienda para sus afiliados
vivienda se hacía de manera indivudual; por sistemas de autogestión o participación
la labor que se realizaba colectivamente comunitaria.
estaba relacionada con los servicios do-
micilarios y la adecuación urbanística 6. La política pública después de la
de los barrios construidos. apertura económica (1990-2014).
• Un tercer tipo son las opv que adquie- Mercantilización y comercialización
ren, mediante compra comunera, los de las prácticas comunitarias
terrenos para el adelanto de sus pro-
yectos. Estas, generalmente, adelantan El periodo que parte desde los noventa
de manera colectiva la construcción, estuvo marcado fuertemente por la transi-
parcial o total, de la vivienda. Es allí ción dada a la economía y a la política del
donde se recurre a prácticas autocons- país, con la implementación de la apertura
tructivas, pero sobre diseños arquitec- económica y el cambio de constitución.
tónicos. Esta metodología, permite El primer efecto, derivado de la situa-
a sus asociados una amplia participa- ción transicional del país, se caracterizó
ción en las decisiones que se toman en por la desaparición del ict y de los otros
cuanto a diseños, materiales y aspectos sistemas de financiación, así como por el
económicos y financieros. surgimiento de una nueva política de vi-
vienda, la Ley 3 de 1991, que tenía como
Es, precisamente, esta última moda- eje central el fortalecimiento del mercado
lidad de opv la que incitó al Estado a re- de vivienda. Condición que le “otorga a las
glamentar su práctica. La cual, ya en esta opv el carácter de oferentes de proyectos
instancia de consolidación, cooperación de vivienda, asignando para ello funcio-
y sinergía entre los asociados y los lideres nes de apoyo y acompañamiento desde
comunitarios, adquiere para este un carác- los Fondos de Vivienda de Interés Social
ter empresarial, como se mencionaba en el municipal” (Mejía, Marín & Rodríguez,
capítulo anterior. 2011, p. 34).
Y es sobre esta tipología que, desde el En este escenario, con el objetivo de
mismo Decreto 2391 de 1989 se define lo hacer posible el acceso a la vivienda a los
que será para los años venideros y la transi- estratos más bajos, se crea el subsidio a la
ción del país, el concepto de opv: demanda coordinado por el Inurbe, pero
no con los resultados esperados, dado que
fueron pocas las ofertas de soluciones habi-
territorios 33 Se entiende por Organizaciones Populares de
Vivienda aquellas que han sido constituidas y tacionales viabilizadas para los sectores de
202 Diana Carolina Orozco Herrera
más bajos ingresos (Arango, 2001 en Vélez Mirado en retrospectiva, en la posición
González, 2012). del perfil neoliberal que se afianzó dentro
Esta política terminó por convertir a de la lógica de pensar y construir la ciudad,
la vivienda destinada para la clase baja y hay que tener en cuenta que se dejaron por
media en un bien escaso, bajo la lógica y fuera los diferentes entes que se requerían
el perfil social y económico de la ciudad, para la solución integral de la vivienda, en
cuyas condiciones y dinámicas pusieron en esta parte es donde se niega el carácter par-
competencia la demanda y no la oferta. Por ticipativo de las opv.
tanto, “no se permitió el acceso a la pobla- En tanto, por medio de las institucio-
ción económicamente más débil, los cuales, nes gubernamentales, se centró el enfoque
además de presentar limitaciones estructu- asistencial habitacional en la financiación
rales de ingreso, tienen otras condiciones de las soluciones de vivienda, con el único
que una política únicamente financiera no fin de acumular intensivamente la ganancia
logra subsanar para constituirse en deman- y la plusvalía. Esto se gestionó por medio
da solvente” (Arango, 2001 en Vélez Gon- de las corporaciones financieras, las cuales
zález, 2012, p. 52). asumieron la función de intermediación en
Y, ahondando en las situaciones plan- el mercado de la vivienda.
teadas anteriormente, el neoliberalismo Con esto, se terminó por desestabilizar
marca su punto de llegada cuando en 1991 a los diferentes campos de actuación de la
se da por terminado el modelo del desarro- política pública estatal, la cual, progresiva-
llismo social impulsado años atrás por el mente se ha ido desligando de sus respon-
upac, debido a la crisis en la operación del sabilidades en la prestación de los servicios
mismo sistema. básicos y necesarios de la población. Lo
A su vez, que coloca así, en el escenario de la oferta
y la demanda los procesos y las acciones
[…] la financiación de la vivienda popular en comunitarias que pueden empezar a ges-
la ciudad, y en el país en general, por parte tionar las opv.
del sector privado de la construcción, implicó
el diseño de unas políticas macroeconómicas 7. Las organizaciones populares
centradas en el argumento de la reactivación de vivienda después de la
económica y generación de empleo (Vélez, apertura económica: un único
2012). sentido de actuación

Estas políticas, además de que no lo- Hoy en día, el panorama no se aleja mucho
graron dar soluciones habitacionales viables de las primeras imposiciones del neolibera-
para los sectores populares, no tuvieron lismo. Si bien, con el pasar de los años, se ha
en cuenta criterios de habitabilidad para la hecho necesario reivindicar el papel social
construcción de la vivienda. y participativo de las opv en la función de territorios 33
Lógica de las organizaciones populares de vivienda en Medellín 203
producir vivienda social y vincular la mayor a una colectividad que desde sus prácticas
parte de la población que aún no cuenta internas fomente la acción comunitaria y
con los recursos crediticios ni económicos las prácticas sociales frente a la producción
para entrar a demandar en el mercado, con- de vivienda, se evita la establecer esas prác-
secuentemente, ya la figura de las opv está ticas desde su propia posición. Posición
concebida y consolidada como una moda- y papel que desde los diferentes hechos
lidad más de acceso a la Vivienda de Interés coyunturales y medios, no siempre es visto
Social, esto, en parte, por la normalización de la mejor manera por las comunidades,
establecida en 1989 desde la Ley 9 de la pero que, desde el imaginario colectivo que
Reforma Urbana y se continúa validando conllevan las opv, puede llegar a permear la
desde la misma acción judicial. Es por esto, concepción popular que tienen los ciuda-
que en la Ley 546 de 1999, por la cual se danos de la relación Estado-Comunidad y
dictan las normas en materia de vivienda y de su validación de la acción urbana que el
financiación, se encuentra explícito en el mismo gobierno ejerce sobre ellos.
artículo 27 que “los recursos nacionales del A todo lo anterior, Correal (1991)
subsidio familiar de vivienda distribuidos agrega que:
regionalmente deberán potencializar los
programas de vivienda de interés social por […] las iniciativas estatales y de sus institu-
autogestión o sistemas asociativos” (Mejía, ciones gubernamentales en materia de pro-
Marín & Rodríguez, 2011, p. 34). moción de la participación ciudadana, en
Incidentemente, el Decreto 2026 de procesos como los habitacionales, pueden
2000, “reglamenta los procesos de elegibi- ser en gran medida reconstituyentes de un
lidad, postulación, calificación, asignación y sistema en crisis, y por lo tanto bombardeos
giro de los Subsidios Familiares de Vivienda distractivos que movilizan la imaginación y
para las postulaciones de modalidad colecti- las ilusiones de los sectores populares y sus
va, propias de las Organizaciones Populares organizaciones, quienes a la larga terminan
de Vivienda” (Mejía, Marín & Rodríguez, siendo absorbidos e integrados al sistema en
2011, p. 34). la posición que el modelo permite, sin nin-
Con todo y esto, la parte jurídica no es guna autonomía (p. 46).
la única que tiene en cuenta la naturaleza
de las opv, en la planeación estratégica de Este planteamiento evidencia y re-
la ciudad, también se hace necesario contar flexiona acerca de las iniciativas de las opv,
con ese aporte de participación comunita- que abogan por una democrática partici-
ria, aunque actualmente solo se dé desde la pación popular. Reflexión en el sentido en
figura de comunicación, como por ejemplo que estas organizaciones no siempre buscan
en el Plan Estratégico Habitacional Mede- fines mucho más amplios, ambiciosos ni
llín 2020. Dicho en otras palabras, las ins- transformadores de la sociedad. Las con-
territorios 33 tituciones gubernamentales, al reconocer diciones y las posibilidades que le imprime
204 Diana Carolina Orozco Herrera
el mercado están básicamente dadas en la unas circunstancias específicas, un campo
inmediatez y en la espontaneidad de los de acción y una rivalidad de poder con
procesos habitacionales que puedan ir ges- otros agentes— producen los espacios ha-
tionando, a medida que sus posibilidades bitacionales, vecinales y de socialización e
económicas, sociales y de vinculación de integración para la ciudad.
población puedan brindarle.
A lo anterior, Correal (1991) aporta: Referencias
“la falta de proyecto político es muy co-
mún. Y existe entre ellas una gran dosis de Correal, L. F. (1991). La Planeación Zonal,
voluntarismo, que en el mejor de los casos, los Aulodiagnósticos Comunitarios y la
presenta un potencial organizativo y trans- Concertación. En P. C. Brand, (ed.),
formador. Pero que solo sigue siendo un Tercer Seminario Internacional Habi-
potencial” (p. 46). net: Participación Comunitaria (pp.
Así pues, es evidente el reconocimiento 45-50). Medellín: Universidad Nacio-
estatal de las prácticas comunitarias y aso- nal de Colombia.
ciativas de las opv, a lo largo de la conso- Colombia, Congreso de la República. Ley
lidación histórica de la dinámica urbana y 66, (26 dic. 1968). Recuperado de
habitacional. Y es precisamente esa acción http://www.alcaldiabogota.gov.co/
colectiva la que debería conducir a un cues- sisjur/normas/Norma1.jsp?i=310
tionamiento sobre la función actual de las dane. Resumen Ejecutivo, Medición del
instituciones gubernamentales en la ciudad empleo y seguridad social, trimestre
y a una reflexión de carácter crítico que móvil diciembre 2013 - febrero 2014.
tome en cuenta la adopción de alternativas http://www.dane.gov.co/index.php/
incluyentes para los sectores más pobres, mercado-laboral/informalidad-y-segu-
en ese proceso tan importante como lo es ridad-social
la producción de vivienda. Fique, P. L. F. (2006). Vivienda social en
Y para terminar, cabe anotar, que esta Colombia: Políticas Públicas y rentabili-
consideración no debe darse en función dad en los años noventa. Bogotá: Punto
de institucionalizar por medio de políticas Aparte, Universidad Nacional de Co-
públicas las prácticas asociativas, para que lombia.
así las organizaciones se adapten a la ló- Jiménez, V. F. (1981). Hacia una Política de
gica del Estado; esta concepción debe ser Vivienda Popular en Colombia. En J.
invertida y mirada desde otro paradigma, Ramírez, I. Useche, F. Jiménez, P. Soto,
son las instituciones gubernamentales y el F. Giraldo, H. Molina, et al. (eds.), El
mismo Estado los que tienen que adaptar- Programa Gubernamental de Vivienda y
se a las condiciones sociales, económicas y el Instituto de Crédito Territorial (p. 35-
culturales de las personas vinculadas a las 44). Bogotá: Centro de Investigaciones
opv, y al contexto en el cual estas —bajo y Educación Popular - cinep. territorios 33
Lógica de las organizaciones populares de vivienda en Medellín 205
Mejía, M. J., Marín, L., & Rodríguez, L. Reyes, C. E. A. (1999) Hacia una nueva
(2011). Las Prácticas Asociativas imple- estructura de gestión para la vivienda
mentadas en las Organizaciones Popula- de interés social. (Tesis de especializa-
res de Vivienda del Valle de Aburrá como ción en Planeación Urbano Regional,
estrategia autosostenible y de acceso a la Universidad Nacional de Colombia,
vivienda en el periodo 2000-2010. (Tesis Medellín).
de grado en Sociología, Universidad de Santana, R. P., & Casasbuenas, M. C. (1981).
Antioquia, Medellín). Hacia una Política de Vivienda Popular
Mosquera, T. G. (1984). El movimiento de en Colombia. En J. Ramírez, I. Useche,
los destechados colombianos en la dé- F. Jiménez, P. Soto, F. Giraldo, H. Mo-
cada de los años 70. Revista Mexicana lina, et al., (eds)., La Vivienda Popular
de Sociología, 46(4), 127-144. Hoy en Colombia (pp. 191-282). Bogo-
Palacio, M., & Safford, F. (2002). Colombia: tá: Centro de Investigaciones y Educa-
país fragmentado, sociedad dividida. Su ción Popular - cinep.
historia. Bogotá: Editorial Normal. Vélez, G. E. (2012). Las acciones colectivas y
Ramíres, S. J. (1981). Hacia una Política de Organizaciones Populares en la produc-
Vivienda Popular en Colombia. En J. ción social de la vivienda en Medellín a
Ramírez, I. Useche, F. Jiménez, P. Soto, partir de la década de los 90s. (Tesis de
F. Giraldo, H. Molina, et al. (eds). El maestría en Estudios Urbano Regiona-
Programa Gubernamental de Vivienda les, Universidad Nacional de Colombia,
(pp. 9-26). Bogotá: Centro de Investi- Medellín).
gaciones y Educación Popular - cinep. Vélez, R. R. (2008). Políticas Públicas y Or-
Rojas, J. H. H. (2007). Made in the world ganizaciones Sociales en Medellín, en la
is better: Las Misiones Económicas en perspectiva del Derecho Público y el Siste-
Colombia y nuestro descreimiento an- ma Público y el Sistema Político Munici-
cestral. Revista Facultad de Ciencias pal. Medellín: Universidad Autónoma
Económicas, xv(1), 77-90. Latinoamericana.

territorios 33
206 Diana Carolina Orozco Herrera

Anda mungkin juga menyukai