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Perú: El 70 % de los ríos no puede

ser desviado para consumo de agua


en la costa
por Milton López Tarabochia en 28 octubre 2016 |

 En las costa peruana habitan más de 18 000 000 de personas, según


información de la Autoridad Nacional del Agua.
 La degradación de las cuencas de los ríos y suelos se repite en el resto de
países de la cuenca amazónica, como Bolivia, Ecuador, Colombia y Brasil.
 La contaminación de los ríos por la actividad minera y petrolera también
influye en que los ríos no puedan ser de consumo para la población
costeña, dice Tarsicio Granizo, director de la Unidad de Coordinación
Amazónica de WWF.

El 70 % de todos los ríos andinos y amazónicos del Perú no puede ser


desviado para que sus corrientes sean utilizadas para el consumo de agua
potable y la generación de energía en la costa peruana, dice José Luis
Mena, director de ciencias en WWF Perú. Se trata de lo que se conoce
como “trasvase”, que consiste en incrementar el acceso al agua en una
población adicionando agua desde una cuenca vecina, en este caso, desde
ríos amazónicos o provenientes de la Cordillera de los Andes.

La contaminación debido a las actividades extractivas, así como los hábitos


de consumo de la población, también son causas principales de que los ríos
no puedan ser desviados a la costa, explica Mena a Mongabay Latam. La
información fue presentada en el marco de la publicación del informe
mundial Planeta Vivo 2016.

El 60 % de la población peruana, más de 18 000 000 de personas, vive en


la costa. Ellos tienen acceso solo a 2,2 % de toda el agua que se produce
en el país, según información de la Autoridad Nacional de Agua (ANA).
Río Marañón, en donde hay planeados más de 20 proyectos de hidroeléctricas en Perú.
Fotografía de Mongabay.

“Debemos ser conscientes de que ahora todos los recursos del planeta son
finitos, entre ellos el agua. Los países amazónicos son los que están
sufriendo los estragos por un uso irresponsable de los ríos. El 70 % de los
ríos peruanos no puede ser desviado para el consumo de las grandes
ciudades de la costa, como piensa la gente. Una de las razones principales
es la degradación de suelos por las represas hidroeléctricas que con sus
grandes válvulas remueven el suelo”, explica José Luis Mena a Mongabay
Latam.

Las represas no solo afectan a los ríos amazónicos del Perú, también los
del resto de países de la cuenca amazónica, indica Mena, como Bolivia,
Colombia, Ecuador y Brasil. Asimismo la intervención de las hidroeléctricas
no solo afecta el curso natural de los ríos, también la alimentación de las
comunidades nativas. “Al trabajar en los ríos bloquean el paso a peces
migratorios como los bagres, como el sábalo, que son consumidos por los
pueblos indígenas peruanos y del resto de la Amazonía”, señala José Luis
Mena.

Infografía
que demuestra la importancia de la Amazonía en cifras. Gráfico: Informe Amazonía
Viva 2016/ WWF.

La cuenca amazónica es el mayor ecosistema hídrico del mundo y alberga


entre el 17 % al 2 0% del agua dulce mundial, según el informe de
WWF Amazonía Viva publicado en junio del 2016. “La Amazonía aún está
conservada, pero debemos luchar para que así se mantenga, con la
promoción de actividades energéticas irresponsables no se puede”, agrega
Mena.

Minería e hidrocarburos también afectan


“Podemos ver que los ríos en Perú están sufriendo presiones principalmente
por la construcción de represas para la generación de energía. Pero en
algunas zonas también es por actividades extractivas como el petróleo y la
minería. Antes, cuando los ríos estaban poco contaminados no era
necesario tanto tratamiento, pero debido a la contaminación minera en las
estribaciones de la cordillera los ríos ya no están en las mismas condiciones
y resulta más costoso limpiarlos para el consumo humano”, explica a
Mongabay Latam Tarsicio Granizo, director de la Unidad de Coordinación
Amazónica de WWF.

Según información del 2014 de la Autoridad Nacional Peruana (ANA), 21


ríos están contaminados producto de la actividad minera a nivel nacional. La
contaminación proviene de la gran, mediana y pequeña minería, así como
de la informal y artesanal. Los ríos contaminados cruzan 12 regiones del
Perú y los principales factores contaminantes son los residuos sólidos
(basura), aguas residuales (agua contaminada) y pasivos ambientales.

“No debería existir una flexibilidad ambiental que estoy enterado sucede en
Perú y otros países latinoamericanos cuando una empresa es irresponsable
con el ambiente y contamina. Los costos ambientales deben estar
internalizados en los costos de producción minera. Es decir que como parte
de los presupuestos mineros deben tener incluidos los costos ambientales.
El reglamento ambiental debe fortalecerse y cumplirse, además. Esto
también se cumple con las petroleras y otras industrias extractivas”, agrega
Granizo.

De acuerdo a Tarsicio Granizo, aparte de sancionar a las empresas


extractivas irresponsables, también se debe concientizar a la población a un
cambio de hábito en el consumo del agua. “El problema del agua se trata no
solo por el tema de la disponibilidad, sino también de su consumo. El 90 %
de agua es salada y no apta para consumo. Por otro lado, de toda el agua
dulce del mundo, el 90 % está bajo tierra. Es muy poca el agua disponible
para el consumo humano. Perú es un país vulnerable en el déficit de agua,
especialmente en la costa. Lima es la segunda ciudad más grande del
mundo en un desierto, su déficit de agua es alto, felizmente todavía hay
vertientes. Mientras no cambiemos nuestros hábitos siempre estaremos
vulnerables”, manifiesta.
Petroleras contaminan ríos amazónicos peruanos. Fotografía de Barbara Fraser.

Para Granizio, el Perú debe buscar nuevas fórmulas energéticas para cubrir
la necesidad de la población. “Esta producción de energía debe
complementarse con energías renovables. Así como la energía,
necesitamos el agua. Debemos racionalizar el uso de energía, pero por otro
lado, si debemos hacer un represa debemos prevenir que tenga cuidado
con el curso biológico natural y las poblaciones”, dice.

Existen ejemplos en localidades de países andino-amazónicos, como


Ecuador, donde comunidades sirven de modelo a seguir. “Hay el Proyecto
Villonaco en la zona sur del Ecuador, en la provincia de Loja, con la energía
eólica porque disfruta de grandes corrientes de aire permanente. También
en Galápagos se practica la energía solar porque por ser zona ecuatorial
existe un sol radiante la mayor parte del año”, sostiene Granizo.

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