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Stephanie Patricia Salazar Dechamps-T00049389

La Intervención Humanitaria: ¿arma de doble filo?

En estos días se ha vuelto muy famosa la expresión “Intervención Humanitaria” debido


a los acontecimientos que se han estado presentando en el vecino país, producto de la crisis
económica, política y social por la que está atravesando. Para nadie es un secreto que
Venezuela está viviendo uno de los momentos más difíciles de toda su historia, en donde
confluyen factores como la miseria, la corrupción, la hambruna, la precariedad de bienes y
servicios, un gobierno dictatorial que no ha podido ser derrocado, entre otros; que hacen
que la calidad de vida en este Estado sea imposible de tolerar.

Así mismo, la crisis en el país venezolano ha alcanzado grandes magnitudes hasta el


punto de que los Derechos humanos no se están garantizando. Entre algunos ejemplos de lo
anterior encontramos: la violación del derecho a una buena alimentación; actualmente se
pueden ver las imágenes de personas tomando comida de los basureros porque – debido a la
súper inflación- no tienen el suficiente dinero para acceder a una comida que contenga los
mínimos niveles de salubridad o porque sencillamente los supermercados y demás lugares
donde se comercializan este tipo de productos, no se encuentran abastecidos gracias a la
negligencia del gobierno al mando, el cual no acepta y/o reconoce que su población no
tiene qué comer. De igual manera, los hospitales en el país se han estado quedando sin las
medicinas y equipos necesarios para atender a los pacientes (algunos en situaciones más
críticas que en otros), lo que genera que varias personas pierdan la vida por el simple hecho
de no poseer los insumos necesarios para tratar las enfermedades o malestares presentados;
con este caso podemos ver como se viola el derecho al acceso y garantía de la salud. Otro
ejemplo de violación a los Derechos Humanos –y es el más común en el territorio
venezolano- es el de la libertad de expresión: muchas personas que han manifestado su
oposición al régimen de Maduro han terminado maltratadas en manos de la Guardia
Nacional Bolivariana, apresadas (tal como el caso de Leopoldo López) o incluso
asesinadas.
Los anteriores ejemplos permiten dilucidar el por qué muchas personas, partidos
políticos, Organizaciones Internacionales y Estados contemplan la idea de llevar a cabo una
Intervención humanitaria en Venezuela. Cabe aclarar que por Intervención Humanitaria nos
referimos “Al proceso por el cual un Estado o un grupo de Organizaciones Internacionales,
intervienen a través de la fuerza miliar dentro de un Estado, con el objetivo de detener las
violaciones de los derechos humanos llevadas a cabo en contra de los habitantes por su
propio gobierno.”1 Sin embargo, hay que tener presente que el llegar a materializar esta
acción conllevaría a violar el principio a la No intervención estipulado en la Resolución
2625 de la Asamblea General de las Naciones Unidas de octubre de 1970. De acuerdo a lo
previamente expuesto, el presente escrito tiene como objetivo exponer los fundamentos
jurídicos y políticos del por qué una Intervención Humanitaria en Venezuela no es viable,
lo anterior se hará por medio de las lecturas asignadas como material de apoyo y los
conceptos vistos en clase; así mismo, contará con el auxilio de fuentes externas con el fin
de poder otorgarle a este escrito mayor solidez.

Como se mencionó previamente, la población venezolana está sufriendo las peores


consecuencias de la crisis social, política y económica que azota al país, y para tratar de
brindar una solución frente a los varios problemas existentes, el presidente Interino Juan
Guaidó, junto con otros miembros de la oposición y con el apoyo de varios civiles, claman
ante Estados Unidos y demás países de Latinoamérica (y del mundo) que se realice una
Intervención humanitaria (militar), con el objetivo de poder otorgar ayuda a los
venezolanos y a su vez derrocar de manera definitiva el régimen dictatorial del presidente
Nicolás Maduro.

A simple vista, se puede decir que lo pedido por estas personas va en contra del
Principio a la No Intervención de la Carta de las Naciones Unidas. Sin embargo, una vez
revisada la Constitución Venezolana podemos ver que lo que claman es totalmente
constitucional, es decir, legal. En el Artículo 187 numeral 11 de su Carta Magna se estipula
que: “Corresponde a la Asamblea Nacional: Autorizar el empleo de misiones militares
venezolanas en el exterior o extranjeras en el país” (Alberto News).

Pero, en este artículo se presenta cierta ambigüedad, la cual está dada en que si bien, la
Asamblea está en la potestad legal de pedir servicio militar extranjero en el territorio
venezolano, bajo la condición de auxilio frente a crisis humanitarias, pero se reserva el
derecho a considerar legítimas las acciones que lleguen a cometer los militares en el
cumplimiento de sus misiones.

Así mismo, gracias a esta ambigüedad, el artículo cae en la errónea interpretación de


validar una intervención humanitaria, cuando en él, solo se especifica el auxilio y asistencia
frente a crisis de esta índole; y en el momento en el que se deja pasar este tipo de ayuda, se
debe hacer un respectivo control con el objetivo de garantizar la paz y la defensa de la
soberanía venezolana, la cual, en el artículo 130 de su Constitución se estipula como un
deber que todos los venezolanos tienen que cumplir.

A partir de todo lo expuesto hasta el momento en relación al Artículo 187, se puede


decir que la base jurídica con la cual hasta el presidente Interino pretendía una intervención
humanitaria (militar), no tiene cabida a la luz del derecho interno de Venezuela y que el
ejercicio de estas (Intervenciones) se constituye como un delito penal.

Otro fundamento jurídico en el cual se apoyan para pedir la Intervención humanitaria


está dada en la Resolución 1674 del 28 de abril de 2006 del Consejo de Seguridad, en los
cuales en sus artículo 4 y 26, se establece la famosa “Responsability to Protect” (R2P); esta
es una herramienta de seguridad de la ONU de carácter colectivo, la cual estipula que en
comparecencia de graves violaciones de los Derechos Humanos y del Derecho
Internacional Humanitario, se tomarían las medidas consideradas necesarias y pertinentes
para poder detener estas (violaciones). Pero, ¿Cuáles serian estas medidas y que efectos
producirían no solo en el territorio Venezolano? Y, ¿Están países como Colombia
capacitados para realizar una intervención de esta índole? Las respuestas a los anteriores
interrogantes están dadas de la siguiente manera:

Con respecto a la primera pregunta, se puede decir que la palabra “medidas” connota un
amplio significado, estas pueden abarcar desde simples estrategias de soft power2, hasta un
arsenal armamentístico. Al no tener claridad sobre lo que se refiere esta palabra, -por
consecuencia- los posibles efectos que puedan acarrear estas (las medidas) son aún más
imprevisibles, es decir, al no tener un conocimiento real sobre las medidas propuestas y a
utilizar por parte del Consejo de Seguridad, es muy difícil predecir las consecuencias de las
acciones que se pretendan llevar a cabo; estas pueden producir desde una guerra civil o un
conflicto regional, o si bien, pueden contribuir a mejorar la situación en Venezuela (cosa
muy poco probables). Nuevamente se presenta un caso de ambigüedad, el cual está sujeto a
amplias interpretaciones, lo que conlleva a que no haya una unificación de criterios con
respecto a cómo se debe poner en práctica el R2P.

En relación al segundo Interrogante planteado previamente, se puede decir que ni


Colombia ni otros países que presentan un mismo desarrollo económico, social y político a
este, están en la total capacidad de realizar una intervención humanitaria de esta índole,
debido a que carecen de experiencia a la hora de liderar proyectos de grandes magnitudes y
porque no tienen un antecedente que les permita tener una base sobre cómo actuar frente a
situaciones como la que se está presentando en Venezuela. Así mismo, Colombia no cuenta
con un poderío militar capaz de desplegarse fácilmente y de actuar de forma eficaz.

Lo anteriormente expuesto en relación al Artículo 187 numeral 11 de la Constitución


Venezolana y la Resolución 1674 de 2006 (R2P), representan los contrargumentos por los
cuales una Intervención Humanitaria (militar) en Venezuela no es viable desde el ámbito
jurídico y en términos de poder y capacidad de los Estados. Ahora, ahondaré en las razones
por las cuales la Intervención Humanitaria atenta contra el Derecho Internacional,
específicamente contra los Derechos Fundamentales de los Estados.

Como se mencionó al inicio del escrito, la Carta de las Naciones Unidas, en su


Resolución 2625 aprobada por la Asamblea General de la ONU en Octubre de 1970,
contiene los Principios Básicos del Derecho Internacional, los cuales incluyen el Principio a
la No Intervención; y en él se establece que “los Estados en el desarrollo de sus Relaciones
Internacionales, se abstendrán en los asuntos internos de otros Estados, con el objetivo de
respetar la autodeterminación y soberanía de estos”3. La Intervención Humanitaria (militar)
es considerada una excepción a la regla por la misma Carta de la ONU, y esta puede contar
con el apoyo del Consejo de Seguridad cuando este considere que las situaciones lo
ameriten. Pero independientemente de que esta excepción esté actuando en relación a la
“Buena Fe”, esta no deja de ser una violación a la soberanía y autodeterminación de los
Estados.
Casos como la Intervención de la OTAN en Afganistán en el 2001, la Intervención de
Estados Unidos en acción conjunta con sus aliados en Irak en el año 2003 y las
Intervenciones realizadas durante y después de la Primavera árabe, permiten ilustrar el por
qué una Intervención no siempre resulta de la manera en cómo se planeó y no produce los
efectos que en papeles se esperaban obtener. Estos casos, sumados a la posibilidad de la
Intervención en Venezuela, dejan un precedente para los otros sujetos del Derecho
Internacional en donde estos pueden hacer caso omiso a lo estipulado por la Carta de la
ONU en relación a la no Intervención y desplegar sus capacidades frente a otros Estados
con el objetivo de poder sacar de estos un número significativo de ventajas y beneficios.

Es esta última parte el trasfondo del por qué Estados Unidos quiere llevar a cabo una
Intervención Humanitaria en Venezuela. La primera razón seria derrocar a Maduro de la
presidencia y hacer que Guaidó asuma el mando del país, con el objetivo de poder dan fin a
la ideología antinorteamericana que ha estado presente en la población desde los primeros
mandatos de Chávez; así mismo, Estados Unidos por medio de esta Intervención
Humanitaria, pretende mostrarse como un aliado del pueblo venezolano y a su vez, busca la
manera de que este (el pueblo) pueda desligarse de las relaciones que posee con Rusia y
China, quienes constituyen- en palabra de los Estados Unidos- sus enemigos. De esta
manera Estados Unidos lograría poder ejercer influencia y control sobre un punto
geopolíticamente estratégico en Suramérica.

La segunda razón está dada en poder tener un fácil acceso a los recursos tan ricos que
este Estado posee, sobresaliendo el petróleo entre ellos; recordemos que Venezuela es
miembro (fundador) de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), por
tanto esto le confiere al país la característica de producir grandes cantidades de barriles de
petróleo por día. Cabe señalar que en el año 2018, a pesar de todo lo que estaba sucediendo
dentro del país, “logró bombear 1,57 millones de barriles por día” (Portafolio, 2018). En
pocas palabras, la Intervención Humanitaria con fines en auxiliar a la población
venezolana, es una cortina de humo frente a los verdaderos intereses que pretende Estados
Unidos.
Si de verdad los diferentes Estados, Organizaciones Internacionales y demás sujeto del
Derecho Internacional quieren ayudar a mitigar los efectos de la crisis política, social y
económica en Venezuela por medio de actos de Buena Fe, deben recurrir a una Ayuda
humanitaria y no a una Intervención. Se entiende por ayuda Humanitaria al suministro
exclusivo de medicamentos y alimentos, con el objetivo de aliviar- en cierta parte- los
malestares de aquellas personas que se encuentran en condiciones lamentables de
subsistencia.

En este punto cabe mencionar el por qué durante los intentos de pasar camiones con
alimentos y medicinas a Venezuela dados a principios de este año, no estuvo presente el
ente de la Cruz Roja, sabiendo que este es un sujeto del Derecho Internacional que aboga
por aliviar el sufrimiento de todos los hombres en cualquier parte del mundo. La Cruz Roja
manifestó que el actuar en estos hechos significaría ir en contra de sus principios,
especialmente los relacionados con la neutralidad4 e independencia5, pues los suministros
estaban siendo entregados por Estados Unidos, Colombia y demás países que atendieron el
llamado de ayudar a la población venezolana, lo que hacía ver la entrega de estos como una
estrategia política que estaba favoreciendo a los miembros de la oposición en Venezuela,
alterando a su vez el orden político interno en este; lo cual violenta el principio de
autodeterminación de los Estados así como el de la soberanía.

En conclusión una Intervención Humanitaria (militar) no tiene cabida dentro de los


marcos jurídicos y políticos establecidos en la Carta de la ONU. Así mismo, en el caso de
que se lleve a cabo esta acción, significaría un desacato a lo establecido por las Naciones
Unidas y esto incentivaría a varios países dudosos del funcionamiento de este Sujeto del
Derecho Internacional, a realizar acciones que puedan atentar contra la seguridad y
soberanía de otros Estados.

Así mismo como colombiana, considero que lo que se está pidiendo no tiene cabida
dentro del ámbito del Derecho Internacional y que los posibles efectos-mayoritariamente
negativos- pueden traspasar las fronteras y generar así un problema no solo dentro de mi
país sino con los demás países con los que comparte frontera y esto a su vez, podría
extenderse por todo el continente, lo que podría conllevar al desarrollo de un conflicto
regional cuya magnitud aún es impredecible.
Notas

1. Expresión tomada durante la clase de Derecho Internacional Público el 26 de Marzo de


2019 dicha por el abogado y docente Marcos Posada.

2. Se entiende por soft power como el medio por el cual un Estado ejerce control e
influencia sobre sus decisiones hacia otro Estado por medio de su cultura o ideología.

3. Expresión tomada durante la clase de Derecho Internacional Público el 26 de Marzo de


2019 dicha por el abogado y docente Marcos Posada.

4. El principio de la neutralidad: “Con el fin de conservar la confianza de todos, se abstiene


de tomar parte en las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias de orden político,
racial, religioso e ideológico” (Cruz Roja Colombiana). Cita tomada de la página oficial de
la Cruz Roja en Colombia. Recuperada de: http://www.cruzrojacolombiana.org/conozca-la-
cruz-roja/principios

5. El principio de Independencia contempla que: “Auxiliares de los poderes públicos en sus


actividades humanitarias y sometidas a las leyes que rigen los países respectivos, las
Sociedades Nacionales deben, sin embargo, conservar una autonomía que les permita
actuar siempre de acuerdo con los principios de la Cruz Roja”. (Cruz Roja Colombiana).
Cita tomada de la página oficial de la Cruz Roja en Colombia. Recuperada de:
http://www.cruzrojacolombiana.org/conozca-la-cruz-roja/principios
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