Para poder comprender la importancia de la autoestima en el desarrollo profesional,
partiré con la definición de autoestima y desarrollo profesional.
La autoestima: Está definida como el conjunto de percepciones, imágenes,
pensamientos, juicios y afectos sobre nosotros mismos. Es lo que yo pienso y siento sobre mí. La satisfacción de cada uno respecto de sí mismo. La autoestima está relacionada con la autoimagen y con la autoaceptación, que se trata del reconocimiento propio de las cualidades y los defectos. La forma en que una persona se valora está influenciada en muchas ocasiones por los agentes externos o el contexto en el que se encuentra el individuo, por ello puede cambiar a lo largo del tiempo. La autoestima puede aumentar o disminuir a partir de situaciones emocionales, familiares, sociales o laborales, incluso, por nuestra autocrítica positiva o negativa. Por su parte el desarrollo profesional es una fase del crecimiento personal que obedece a las necesidades de auto-superación que experimenta cada individuo; pudiéndose definir como una etapa en la que un trabajador o profesionista se siente satisfecho y feliz con las tareas que desempeña, y desea continuar creciendo a través de metas profesionales a corto y largo plazo. Una vez comprendida estás definiciones:
¿Cuál es la importancia de tener una autoestima alta o ideal, para
lograr un desarrollo profesional exitoso? Una parte importante de nuestra identidad viene dada por la posición y el rol que ocupamos en la sociedad en que vivimos. Mejor dicho se determina por el papel que jugamos basado en ciertos estereotipos dictados por el puesto que ocupamos dentro de un empresa, el salario que ganamos, el auto que manejamos, la casa en la cual vimos la ropa que vestimos que al final nos conducen a determinar nuestra clase social, en muchos casos estás métricas se ven marcadas desde un inicio por nuestra profesión desde el momento en que empezamos a desempeñarlos: se nos piden ciertas responsabilidades o actitudes sobre ciertas situaciones dentro del contexto. Esto hace que nuestra elección de un oficio tenga especial importancia: cada una de las opciones laborales que hay en el mercado y la relación que tiene con nuestras propias inquietudes puede alterar en gran medida nuestra autoestima. En muchos casos las personas terminan trabajando en cualquier lugar con tal de mantenerse, a pesar de que no es su vocación: esto puede llevar a que este se desmotive o trabaje con desgano, se llenen de frustración o desgane al suceder esto, las personas tienen a afectar su autoestima pues no se consideran capaz o exitosas de alcanzar sus metas o cumplir sus sueños, comienza a manifestar sentimientos de desprecio y frustración merman su éxito personal y la autoestima la arrastran por los suelos, por ello, es importante tratar de enfilar esfuerzos para conseguir un puesto laboral que cumpla tus expectativas o que al menos te permitan estar más cerca de ello. El desarrollo profesional, en este sentido, es un factor preponderante en el desarrollo de una autoestima saludable, debido a que una autoestima baja nos puede conducir a realizar trabajos o a condicionar nuestro desarrollo con deficiencia y se ya nos encontramos laborando en una empresa podemos causar accidentes o problemas considerables, nunca se podrá aspirar a puesto directivos ni crecer, generándonos que nos estanquemos y nos quedemos atrapados en el mismo sentimiento de miseria y frustración debido a que no conseguiremos crecer pues no puede llegar este crecimiento si la persona no se considera merecedora de dicho logro. Siendo más objetivos una persona con autoestima baja no puede ser merecedora del crecimiento o el avancé profesional pues su misma mente le esta condicionando a permanecer en su zona de confort ya que el miedo y el desgané causado hacen imposible lograr el crecer o encontrar la motivación, será hasta que la persona tomé el valor de salir de esa zona cuando su autoestima se modificará y comenzará a lograr el éxito profesional y personal mismo que se traducirá en una autoestima estable la cual le puede conducir a un futuro fructífero y lleno de felicidad.
Hablando de un caso contrario poseer una autoestima demasiado elevada en un
entorno profesional si bien nos puede conducir a encontrar resultados acelerados y aspirar a grandes puestos directivos y muy bien pagados, al conseguir ser personas influyentes en nuestros empleados o figuras de autoridad y poseer una autoestima bastante elevada se puede resultar una persona, arrogante, que incite a sus subordinados o empleados a causar una sublevación o descontento por las actitudes manejadas o al causar que otras personas de nuestra misma jerarquía se sientan sublevadas y comiencen a frenar nuestro éxito.
CONCLUSIONES:
La autoestima estable y equilibrada resulta de suma importancia para lograr un
crecimiento profesional exitoso, para condicionarnos a realizar las acciones necesarias con las mejor actitud y disposición, venciendo al miedo y la especulación que muchas veces nos mantiene en nuestra zona de confort y no nos ayuda a seguir el camino del éxito y crecimiento personal, causando una autoestima deficiente que se traduce en la inacción o perdida del sentido de motivación. Resulta de la misma manera contra productora mantener una autoestima demasiado alta pudiendo causar problemas con las personas que nos rodean o resultan subordinados, logrando así, aunque con una actitud muy elevada, un crecimiento personal deficiente.