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Taller 13 Inhibición, Síntoma y Angustia

Articulación de conceptos

Primero que nada, hay que distinguir dos momentos, antes del giro de 1920 (lo ominoso), y
después del giro (Inhibición, Síntoma y Angustia y Conferencia 32).

Lo ominoso

Definiciones diccionario:

Ominoso, a:

1. Que anuncia un mal presagio.

2. Azaroso, de mal agüero, que inspira repulsión o rechazo, que debe evitarse.

3. Que es muy negativo, por lo que debe condenarse y rechazarse.

En su texto de lo ominoso Freud se propone un análisis de lo ominoso como: “aquello que tiene la
capacidad de despertar sentimientos horrorosos, terroríficos, “per tur bador” diría Dross.

“Lo ominoso, no hay duda de que pertenece al orden de lo terrorífico, de lo que excita angustia y
horror, y es igualmente cierto que se pueda definir de manera tajante.”

¿Qué es lo que despierta el sentimiento ominoso?

Por ende, primero va a precisar la traducción en distintos idiomas. De todas las traducciones, él se
queda con la alemana, porque la palabra alemana para ominoso es: Unheimlich, la cual contiene la
palabra Heimlich que traducido significa “familiar”, esto le da la primera pista para avanzar sobre
que es lo que tiene lo ominoso que despierta el terror, y piensa que hay algo familiar, conocido
dentro de lo desconocido.

La incertidumbre intelectual no nos ayuda a entender ese efecto ominoso. En cambio, la


experiencia psicoanalítica nos pone sobre aviso de que dañarse los ojos o perderlos es una angustia
que espeluzna a los niños. Además, el estudio de los sueños, de las fantasías y mitos nos ha
enseñado que la angustia, por los ojos, la angustia de quedar ciego, es con harta frecuencia un
sustituto de la angustia ante la castración.

Lo conocido dentro de lo desconocido que despierta un sentimiento de pavor, o terror, es la


angustia a la castración. Claro que nos puede parecer tonto que un niño crea en algo tan absurdo,
pero lo importante es que el niño sí cree en ello, y que la angustia ante la castración puede
transponerse en angustia ante otras cosas a medida que una persona crece, hay una relación
entre perder el pene y perder otros miembros del cuerpo, brazos, manos, ojos, etc.

Ahora, bajo esta idea, ¿Por qué en el cuento del Hombre de la Arena que luego aparecía en otros
momentos como perturbador del amor? Dice Freud: cobra otro significado sí se reemplaza al
hombre de la arena por el padre de quien se espera la castración. La fuente del sentimiento
ominoso proviene de un deseo o aun apenas una creencia infantil.
La represión genera la angustia

Como se trata de un texto de 1918, aún se concibe que es la represión la que genera la angustia.
Pero, ¿Cómo es esta teoría?

La idea, es que cualquier moción de sentimientos, sea de la clase que sea, se trasmuda en angustia
por obra de la represión. Luego, el peligro es que retorne aquello que fue reprimido. Y este
peligro es lo que genera que los sentimientos que fueron reprimidos se muden en angustia, es
decir, la angustia aparece como una reacción ante el peligro de que retorne aquello que fue
reprimido.

De aquí derivan un montón de hipótesis como el terror que despierta la idea de ser enterrado vivo,
lo cual estaría conectado con la fantasía que fue reprimida en algún momento, de vivir en el útero
materno. O el terror, aún en la fantasía y en los sueños, de quedarse ciego, lo cual estaría
conectado con la angustia ante la castración, en este sentido puede retornar la castración, temor
infantil que fue reprimido, pero puede volver de otra forma, como todo lo que ha sido reprimido.

Lo importante a destacar es que el efecto ominoso surge de la angustia ante lo reprimido que se ha
mudado en angustia ante otra cosa. Entonces, ahora sí queda claro los usos de la lengua alemana:
Unheimlich (misterioso, obscuro) y Heimlich, como familiar conocido, porque no hay nada nuevo
en lo que despierta sentimientos de terror, sino algo conocido que ha retornado de otra forma.

Inhibición, Síntoma y Angustia

Luego del giro de 1920, aparece, entre otros escritos, este texto. En donde Freud reune todo lo que
ha averiguado hasta el momento sobre la angustia.

Va a decir que la angustia es un afecto sentido, es decir, que uno toma consciencia de que está
sintiendo algo que, a su vez, tiene inervaciones de descarga, donde pueden haber taquicardia,
respiración agitada, entre otras.

Este se produce como una reaccion frente al peligro y permite una preparación frente al peligro,
razón por la que hablará también de un apronte angustiado. De hecho, en el texto, mas alla del
principio de placer, la nombra como “la última trinchera”, como la última barrera que debe
atravesar el estímulo para generar el trauma.

La angustia frente al peligro remite a una situación de peligro similar vivenciada en el pasado.

Como hipótesis para explicar esto, se va a servir del concepto de Otto Rank, quien habla sobre el
trauma de nacimiento, situacion en la que el recién nacido llega al mundo y se encuentra con una
serie de dificultades que lo impactan, debe respirar, siente frio, hambre, pero lo más destacable ha
sido separado de su madre, idea que le servirá a Freud para pensar que representa el peligro para
el sujeto.

Por lo tanto, Freud hablará del trauma de nacimiento, como el arquetipo de la angustia, la
situación primera que atestigua un peligro inminente que generó un trauma en el sujeto, y a partir
delcual, cada vez que el individuo reaccione frente a un peligro será por la semejanza con la
situación del trauma de nacimiento.
¿Qué es el peligro?

Esta pregunta lleva a Freud a pensar en la niñez, ¿A qué le temen los niños? ¿Qué sucede con las
fobias mas comunes de los niños? Entre las más destacadas, están, el miedo a la oscuridad, a los
rostros extraños y a estar solo. En todas las situaciones se repite el mismo factor la añoranza de la
madre.

Conferencia 32

En esta conferencia Freud, presenta su versión más acabada sobre la angustia. En el anterior
trabajo, se trataba mas bien de una serie de hipótesis que presenta, indagandose, cuales podrían
ser los factores en juego para entender los diferentes casos de angustia.

Y bien, aquí comienza presentando retomando su definición sobre la angustia, va a decir que:

“Dijimos que la angustia era un estado afectivo, o sea, una reunion de determinadas sensaciones
de la serie placer – displacer con las correspondientes invervaciones de descarga y su percepción,
pero, probablemente el precipitado de cierto evento significativo, incorporado por vía hereditaria, y
entonces comparable al ataque histérico adquirido por el individuo. Recurrimos al proceso del
nacimiento como el evento que deja tras sí esa huella afectiva; en él, los cambios en la actividad
del corazón y la respiración, característicos del estado de angustia, fueron acordes al fin.”

Notese que finaliza haciendo este hincapié: “...los cambios...característicos del estado de angustia,
fueron acordes al fin.” Tengamos en cuenta que la angustia es una reaccion frente al peligro, que
suscita la huida, ponerse a salvo. Pero en ciertos tipos de angustia, la reacción frente al peligro es
desmedida, desacorde al fin.

Puesto que la angustia realista, a medida que se desarrolla el individuo y se va fortaleciendo su yo,
se limita cada vez mas a una señal ante el peligro. Por lo tanto le da la posiblidad de reaccionar
acorde a un nuevo peligro, huyendo o poniendosé a salvo.

Esto le da el pie para diferenciar un segundo tipo de angustia, la neurótica. Donde el peligro no se
distingue claramente, él se hace esa pregunta, ¿A qué se le tiene miedo en la angustia neurótica?

La angustia ya se encontraba antes de la represión

Presenta la angustia neurótica en tres constelaciones:

Angustia flotante/expectante: pronta a enlazarse de manera pasajera con cada nueva posibilidad
que emerja. Por ej: una persona que se angustia porque cree que lo van a despedir de su trabajo,
va a un kiosko a comprar cigarrillos y se angustia cuando descubre que no le alcanza el dinero.

Fobias: Aquí el factor clave es que el sujeto le tiene miedo a determinado objeto. Por ejemplo, el
pequeño Hans con los caballos. Freud la llama neurótica porque la reacción resulta desmedida.

Histeria: En la histeria aparece la angustia mezclada con otros síntomas.

¡La angustia genera la represión!


Quizá lo mas importante del texto es que a partir del trabajo con el pequeño Hans, Freud llega a la
conclusión de que no era la represión la que genera la angustia, es al revés, la angustia genera la
represión. Y aquí se complejiza todo, porque como se trata de una conferencia, deberá ser lo más
claro posible para explicar que sucede a nivel energético entre los dos conceptos: angustia y
represión.

Contra investidura y carácter del yo

Ante el peligro de lo pulsional reprimido, el yo puede defenderse de dos maneras: o bien se


sustrae (se aparta) y se desarrolla una nueva descarga de angustia, o bien reacciona generando
una contra investidura (la palabra lo indica: es una investidura contraria a la investidura de la
pulsión que ha de reprimirse), la cual altera el carácter del yo, es decir se genera la formación
reactiva (concepto que había aparecido en el texto de tres ensayos que colaboran con la
sublimación, y que tenían la finalidad de volver a la pulsion inaplicable, conformando los diques
anímicos: vergüenza, asco, moral) que podemos observar (ojo acá, es lo que se ve en la clínica, no
es un concepto), como rasgos del carácter de la persona que se manifiestan marcadamente
contrarios a lo que fue reprimido; por ejemplo: sí ha de reprimirse una pulsión sexual, es probable
que la persona tenga conductas o hábitos de limpieza exagerados, para defenderse del peligro que
emerja “un deseo sucio”. Luego hace un paréntesis para aclarar algunas cuestiones sobre el
carácter del yo que no vale la pena aclarar acá.

Lo importante es que intenta explicar que sucede a nivel energético cuando la angustia y la
represión se encuentran y como opera el yo, entre ambas, generando la contra investidura.

Síntoma y Angustia

De la relación entre síntoma y angustia no aporta mucho, sólo retoma las averiguaciones hechas
hasta el momento y deja el problema irresuelto, inconcluso; mostrándose insatisfecho por no
poder aclarar más la relación entre síntoma y angustia.

Entonces va a decir lo que había dicho en el texto anterior. Que el síntoma y la angustia guardan
una estrecha relación, donde el síntoma viene a conformar una sustitución, es decir, actúa
previniendo que se desarrolle un nuevo ataque de angustia. Esto lo explica con los neuróticos
obsesivos, los cuales, caen en un estado de angustia dificil de soportar sí se les prohíbe de sus
rituales ceremoniales, como lavarse las manos constantemente.

Por último, el síntoma tiene dos caras, una analizable, interpretable, que es lo que el enfermo trae
a la consulta y con lo cual se puede trabajar. Pero la otra cara del síntoma es la que (hipótesis de
Freud) nos muestra lo que ha sucedido con la pulsión reprimida del ello. Por decirlo de un modo
sencillo: en el síntoma se satisface también la pulsión de muerte, no sólo las sexuales. Esto se
puede pensar también en conexión con el beneficio primario del síntoma, donde el síntoma era la
solución de compromiso entre la pulsión reprimida y la represión.

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