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El Sínodo

nos interpela
MARTÍN LASARTE, sdb - DAMÁSIO MEDEIROS, sdb
(Coords.)

AMAZONÍA SALESIANA

El Sínodo
nos interpela
Colección
Publicaciones del Dicasterio para las Misiones
Salesianas. Nº 68.

Corrección del texto español:


P. Luis Gallo, sdb.

www. .org

© Luglio 2019 - Editrice ELLEDICI


Corso Francia, 333/3 - 10142 Torino
 011 9552111 info@elledici.org
ISBN 978-88-01-06628-9
SIGNIFICADO DE LA TAPA
DEL LIBRO
El póster realizado por la Inspectoría de Manaus “San Domingo Savio”
para el encuentro Pan-Amazónico Salesiano (01-04/11/18).

Amazonía
Salesiana

El
Sínodo
nos
interpela

Martín LASARTE, sdb


Damásio MEDEIROS, sdb
(Coords.)

1. El cartel expresa la rica y compleja variedad de la Pan-Amazonía:


grandes centros urbanos, vida ribereña, palafitos, periferias, montañas
como símbolo de lo sagrado.
2.  Destacando los principales destinatarios de nuestra misión: a la iz-
quierda, un joven indígena; a la derecha, los niños, niñas y adolescentes
que se aventuran en el río.
3.  En el centro del cartel está el símbolo del Sínodo para expresar nuestra
comunión con la Iglesia y la Cruz de Cristo, centro y motivación de
nuestra misión.
4.  También está presente el logo del mes misionero extraordinario de oc-
tubre 2019: “Bautizados y enviados”, en feliz coincidencia con el Síno-
do Pan-Amazónico.
5.  La fauna y la flora están presentes en el cartel simbolizadas en el guaca-
mayo y en los tonos verdes.
Amazonía Salesiana:
El Sínodo nos interpela.
Contribuciones de los Salesianos de Don Bosco
para el Sínodo y para una renovada presencia
entre la juventud amazónica.

P. Martín Lasarte, sdb


P. Damásio Medeiros, sdb
(Coordinadores)

Dicasterio para las Misiones Salesianas


Universidad Pontificia Salesiana
ÍNDICE

Presentación del Rector Mayor de los Salesianos de Don Bosco.


P. Ángel Fernández Artime, sdb (Roma) ............................................. » 13
Introducción General.
P. Martín Lasarte, sdb, Dicasterio para las Misiones (Roma) ..... » 15

1. Resultados de la Encuesta realizada a las Presencias Salesianas


Amazónicas (Octubre 2018). Recolección y síntesis.
1. Introducción a la encuesta. P. Martín Lasarte, sdb,
Dicasterio para las Misiones (Roma) ................................................... » 28
2. Fichas de las comunidades salesianas y agentes pastorales ......... » 29
3. Conclusiones de la encuesta ................................................................. » 37

2. Encuentro Pan-Amazónico Salesiano:


¡El Sínodo nos interpela! (Manaus 1-4/11/2018).
1. Introducción al encuentro. P. Martín Lasarte, sdb (Roma) ....... » 44
2. Amazonía: Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología
Integral. P. Justino Sarmento Rezende, sdb (Manaus – Brasil) ..... » 47
3. Visión indígena salesiana sobre el Sínodo Pan-Amazónico.
P. Justino Sarmento Rezende, sdb (Manaus – Brasil) ...................... » 51
4. Amazonía. Contextos, interculturalidad y situación juvenil.
Sr. José Juncosa Blasco. Vice-rector da Universidad Politécnica
Salesiana (Quito - Ecuador) ................................................................... » 56
5. Un camino ministerial: Centro de formación ministerial
Intervicarial Achuar (Yurimaguas, Perú - Macas-Ecuador).
P. Diego Clavijo Illescas, sdb (Tuyuntza – Perú) ............................. » 80
6. La escucha de las Juventudes de la Amazonía, Documento
(Manaus – Brasil) ........................................................................................ » 87
9
AMAZONÍA SALESIANA

3. Seminario en la UPS: Testimonios de santidad con los pueblos


amazónicos. Universidade Pontificia Salesiana (11/10/2018).
1. Introducción. P. Martín Lasarte, sdb (Roma) ................................ » 92
2. Evangelización, promoción humana y martirio. P. Georg
Lachnitt, sdb. Universidad Católica Don Bosco (Campo
Grande - Brasil) ............................................................................................ » 93
3. El contexto de la muerte de P. Rodolfo Lunkenbein.
P. Juan Bottasso sdb. Universidad Politécnica Salesiana
(Quito-Ecuador) .......................................................................................... » 106
4. “Vine para servir y dar la vida”. El perfil misionero y espiritual
del padre Rodolfo Lunkenbein, mártir de Meruri-Brasil
(1939-1975). P. Luigi Cameroni, sdb. Postulador General
de los Salesianos para las Causas de los Santos (Roma) ................ » 109
5. Gritó el Evangelio con la Vida. P. Juan Bottasso, sdb.
Universidad Politécnica Salesiana (Quito-Ecuador) ...................... » 117
6. Lectura espiritual de la experiencia de Yánkuam’. P. Aldo
Giraudo, sdb. Universidad Pontificia Salesiana (Roma).............. » 146

4. Seminario en la UPS: Nuevos caminos para una Iglesia de rostro


amazónico. Universidade Pontificia Salesiana (7-8/03/2019).
1. Introducción al Seminario. P. Damásio Medeiros, sdb. Decano
de la Facultad de Teología de la UPS (Roma) ................................... » 158
2. El camino de preparación hacia el Sínodo. Mons. Fabio Fabbene,
Obispo titular de Montefiascone y sub-secretario del Sínodo de
los Obispos (Vaticano) .............................................................................. » 162
3. Valores y culturas de los pueblos de la Selva. La situación actual
en la Amazonía. P. José Zanardini, sdb. Universidad Católica
de Asunción (Paraguay) ............................................................................ » 169
4. Observaciones y aportes sobre el Sínodo de la Amazonía.
Sr. Guzmán Carriquiri, Vice-presidente de la Pontificia
Comisión para América Latina (Vaticano) ........................................ » 178
5. Jóvenes indígenas y procesos de urbanización en América Latina.
Sueños y desafíos. Profa. Gabriela Bernal.
Universidad Central de Quito (Ecuador). Universidad Católica
de Lovaina (Bélgica) ................................................................................... » 209
10
Índice

6. Perspectivas teológicas, eclesiales y misioneras para la región


Amazónica. Mons. Raúl Biord, sdb. Obispo de La Guaira
(Venezuela) .................................................................................................... » 220
7. El espacio de los jóvenes en la Iglesia amazónica. P. Reginaldo
Cordeiro, sdb, Delegado inspetorial de la Pastoral Juvenil de
Manaus (Brasil) ............................................................................................ » 236
8. Inculturación y catecumenado en el contexto indígena. P. Damásio
Medeiros, sdb. Facultad de Teología - UPS (Roma) -P. Georg
Lachnitt, sdb. Universidad Católica Don Bosco (Campo
Grande - Brasil) ............................................................................................ » 246
9. Amazonía y caridad: servicio de promoción humana. Mons.
António de Assis Ribeiro, sdb. Obispo Auxiliar de la
Arquidiócesis de Belém (Brasil) ............................................................. » 254
10. La contribución cultural de los salesianos para la Amazonía.
P. Juan Bottasso sdb. Universidad Politécnica Salesiana
(Quito - Ecuador) ........................................................................................ » 267

Anexos
A) Del encuentro de Manaus 1-4/11/2018.
1. Participantes ............................................................................................. » 298
2. Palabras de bienvenida, P. Jefferson Luís Santos, sdb ................. » 301
3. Trabajo en grupos: Los Salesianos y Amazonía ............................. » 305
4. Trabajo en grupos: Situación Amazónica ........................................ » 311
5. Buenas Noches: La presencia misionera salesiana entre las
minorías en el Noreste de la India. “Los Wanchos”. P. George
Menamparampil, sdb. Dicasterio para las Misiones (Roma) ........ » 315
6. ¡Vamos a vivir en continua interacción! Ecología integral y
Poesía. P. Justino Sarmento Rezende, sdb (Manaus – Brasil) ....... » 320
7. Trabajo en grupos: Prioridades y propuestas para las inspectorías
y para el Sínodo Pan-Amazónico ............................................................. » 332
11
AMAZONÍA SALESIANA

B) Del Seminario en la UPS 7-8/03/2019.


1. El grito de la Iglesia Amazónica. S. Em. Rev. Card. Claudio
Hummes, ofm, arzobispo emérito de San Pablo, Presidente de la
Red Eclesial Pan-Amazónica (Brasil) ................................................... » 336
2. Los desafíos para la Región Pan-Amazónica a partir de las
asambleas territoriales para la preparación del Sínodo.
Sr. Mauricio López Oropeza, Secretario Ejecutivo de la Red
Eclesial Pan-Amazónica (Ecuador) ....................................................... » 342
3. Profecía y esperanza para la iglesia Pan-Amazónica . S. Em. Rev.
Card. Pedro R. Barreto Jimeno, sj. Arzobispo de Huancayo,
Vice-Presidente de la Red Eclesial Pan-Amazónica (Perú) ........... » 348

12
Presentación

PRESENTACIÓN DEL RECTOR


MAYOR DE LOS SALESIANOS
DE DON BOSCO
P. Ángel Fernández Artime, sdb (Roma)

Con gratitud y simplicidad ofrecemos a la Iglesia, a la Sociedad civil y a la


Familia Salesiana, este volumen sobre la Amazonía Salesiana. Compartimos expe-
riencias, testimonios y reflexiones en vistas del inminente Sínodo Pan-Amazónico.
Es una oportunidad para agradecer a Dios, por cuanto bien se ha hecho
en esta región, desde la llegada del primer grupo de salesianos a Amazonia ecua-
toriana hace 125 años, en el Vicariato de Méndez contactando al pueblo shuar
(1893). Al año siguiente, en Cuiabá, Brasil (1894) llega la expedición salesiana
para iniciar el servicio misionero con los Bororo. Poco después es la vez del Río
Negro, en el norte de Brasil (1914) y finalmente la presencia en la Amazonía
venezolana (1927).
Fueron años heroicos, llenos de contribuciones pastorales, didácticas y
científicas; contribuciones de entrega, santidad y martirio.
Deseamos agradecer el presente de las 47 comunidades en Amazonía, Mato
Grosso y Chaco Paraguayo, que continúan a llevar adelante la misión de Don
Bosco con los más variados servicios de evangelización, educación y promoción
humana.
“La vocación salesiana nos sitúa en el corazón de la Iglesia y nos pone ple-
namente al servicio de su misión” (Const. 6). Con estos sentimientos estamos en
plena sintonía y a disposición del Sínodo para continuar a buscar en “Amazonía:
nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”.
Como dice el sub-título del libro. “Contribuciones para una renovada presen-
cia entre la juventud amazónica”. El don del Espíritu que fue donado a la Iglesia
en el carisma salesiano, no es otro que el servicio ilimitado a la juventud, sobre
todo a la más pobre de la Amazonía. Jóvenes indígenas, migrantes a las periferias
de las grandes ciudades amazónicas, jóvenes caboclos, afros; jóvenes de toda raza
y condición que precisan de una mano amiga, de una oportunidad, de trabajo,
de educación, del mismo Señor, esperan de la Iglesia una renovada esperanza.
La Amazonía continúa a ser unas de las prioridades de nuestra Congrega-
ción. Estamos decididos a continuar nuestra acción pastoral y misionera, movi-
lizando todos los recursos educativos y pastorales típicos de nuestro carisma.
13
AMAZONÍA SALESIANA

A ejemplo del Hijo de Dios, que en todo se hizo semejante a sus hermanos,
hacemos nuestros los valores de estos pueblos y compartimos sus angustias y
esperanzas (Cfr. Const. 30)
Así como el Sínodo reflexionará y alcanzará la voz en favor de la ecología
integral, deseamos estar en sintonía con una educación integral, en que los jóvenes
vivan en armonía consigo mismos, con los demás, con la creación y con el Creador.
Agradecemos a Dios por la bendición de las vocaciones amazónicas en
nuestra familia, de varios pueblos. Rezamos para que El Señor Jesús, la Iglesia
y Don Bosco continúen a tener cada vez más un rostro amazónico y el mismo
corazón apasionado del Señor.
María Auxiliadora, bendiga a los jóvenes amazónicos y la renovación pas-
toral en este pulmón del mundo.

                                                    P. Ángel Fernández Artime, sdb


                                                        Roma 24 de mayo de 2019

14
Introducción

INTRODUCCIÓN

P. Martín Lasarte, sdb,


Dicasterio de las Misiones Salesianas (Roma)

“Como bien sabéis, durante el mes de octubre de 2019, Mes Misionero Extraor-
dinario, celebraremos el Sínodo para la Amazonía. Acogiendo la preocupación de
muchos fieles, laicos y pastores, he querido que nos reunamos para orar y reflexionar
sobre los desafíos de la evangelización de estas tierras sudamericanas, donde viven
importantes Iglesias particulares. Deseo que esta coincidencia nos ayude a fijar
nuestra mirada en Jesucristo para afrontar problemas, desafíos, riquezas y pobrezas;
que nos ayude a renovar nuestro compromiso de servir al Evangelio para la salvación
de los hombres y mujeres que viven en esas tierras. Oremos para que el Sínodo para
la Amazonía pueda recapacitar evangélicamente la misión también en esa región
del mundo sometida a tantas pruebas, explotada injustamente y necesitada de la
salvación de Jesús”1.
Con estas palabras del Papa Francesco, une el acontecimiento del mes
misionero especial con el Sínodo Pan-Amazónico desde una preocupación misio-
nera evangélica. Ponemos a disposición de la Iglesia universal esta reflexión de la
Familia Salesiana como una “contribución al Sínodo y a una renovada presencia
salesiana al servicio de la juventud amazónica”. Ciertamente, esta contribución es
parcial, ya sea por las áreas donde la Congregación está presente, como también
por el tipo de servicio que, según nuestro carisma, realizamos. Sin embargo, es
una presencia significativa que sirve, muy bien, como una significativa muestra
de la realidad eclesial de la Amazonía.
En esta preparación al Sínodo han surgido varios aspectos fundamentales
que serán fuertemente considerados y enfatizados, tales como el urgente problema
de la ecología integral, con implicaciones globales para toda la humanidad, la
demarcación de las tierras indígenas y otros derechos, la preocupación por la
preservación de la riqueza cultural presente en aproximadamente 390 grupos
étnicos amazónicos.

1
  Francisco, Discurso del Papa Francisco a los participantes em la asamblea de las Pontifícias Obras
Misioneras (Vaticano 01/06/2018).

15
AMAZONÍA SALESIANA

De hecho el reciente Instrumentum Laboris, Asamblea Especial del Sínodo


del os Obispos para la Región Panamazónica, difundido el el 17/06/2019 ofrece
un texto estimulante para la relfexión y preparación del Sínodo.
Las reflexiones de la presente contribución son variadas e interdisciplinares,
y tienen en cuenta las urgencias antes mencionadas. Pero quisiera destacar tres
elementos que han surgido en los cuestionarios, debates y estudios, que no han
estado suficientemente presentes, en mi opinión, en los medios de comunicación,
ni en los documentos y debates preparatorios del Sínodo:

a.  Jóvenes amazónicos: ¿Quiénes son? ¿A dónde se dirigen? ¿Cuáles son sus
sueños y aspiraciones? ¿Cuál es su relación con las tradiciones ancestra-
les? ¿Cuáles son sus dificultades y desafíos? ¿Cómo viven el fenómeno de
la globalización, urbanización y la interculturalidad? ¿Cómo se preparan
para inserirse e interactuar en un mundo complejo y conflictivo?
b.  Las ciudades amazónicas y la migración: Desde el 2017 la población
mundial es más urbana que rural. El fenómeno de la migración ama-
zónica hacia los centros urbanos es una constatación sociológica, en
particular la migración masiva de jóvenes. El fenómeno de la urbani-
zación no es sólo migratorio, sino también cultural (jóvenes rurales
con mentalidad urbana). La población de la Amazonía en su 92% es
urbana, viviendo en ciudades grandes o medianas. Allí viven católi-
cos y no católicos y la gran mayoría de la población juvenil. Debemos
tener cuidado de no marginar o poner en segundo plano esta realidad
desafiante. ¿Cuál es la presencia de la Iglesia Católica en las periferias
de estas ciudades? ¿Cuál es el verdadero acompañamiento eclesial que
se da a esta población migrante, que es particularmente vulnerable?
¿Dejaremos a la gente abandonada a las propuestas fragmentarias de
la fe de las comunidades eclesiales neo pentecostales? O aún peor, ¿A la
explotación, al narcotráfico, la trata de personas, la delincuencia?
c.  Procesos de fe que generan una iglesia con rostro amazónico y minis-
terial. Otra constatación es la dificultad que se ha experimentado en los
últimos cincuenta años, en varias partes, para generar una iglesia con
rostro amazónico. En diversos contextos ha habido un gran compromiso
diaconal por parte de la Iglesia en diversos aspectos: derechos humanos,
demarcación de tierras, valoración de las culturas; pero ello no siempre
ha ido acompañado de las otras dimensiones fundamentales de la pas-
toral: el anuncio, la catequesis, la liturgia, la comunión. Creemos que es
fundamental una propuesta evangelizadora integral que considere el
catecumenado como una forma de inculturación de la fe en procesos
16
Introducción

que integren pacientemente el Evangelio en armonía con la vida, con las


riquezas culturales y con los semina verbi amazónicos; así como otros
itinerarios de fe en otros contextos diversos, como los urbanos. Como
resultado de este proceso de evangelización, surgen comunidades vivas
a las que el Espíritu derrama innumerables carismas y ministerios. No
habrá vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal en la Amazonía si no
hay procesos serios y profundos de anuncio y evangelización en las
comunidades cristianas de fe contagiosa de testigos creíbles. La casa no
se construye a partir del tejado, sino de los cimientos. El Papa Francisco
nos dice en este sentido: “En muchos lugares hay escasez de vocaciones al
sacerdocio y a la vida consagrada. Esto se debe a menudo a la falta de celo
apostólico contagioso en las comunidades, que no las entusiasma ni las
fascina. Donde hay vida, fervor y pasión para llevar a Cristo a los demás,
surgen vocaciones genuinas” (EG 107).

Trabajo en conjunto
Agradezco a la Facultad de Teología (Instituto de Teología Dogmática)
de la Pontificia Universidad Salesiana (UPS), con la cual hemos recogido el
material para este libro, rico en experiencias, testimonios, debates, estudios y
reflexiones. Es bueno notar que las dos “manos” de la única misión salesiana:
la práctica misionera, representada por el Dicasterio para las Misiones de la
Congregación Salesiana y la reflexión de la Universidad Pontificia Salesiana
(UPS), se han unido. Una práctica pastoral sin reflexión puede convertirse en
un activismo vacío; y una reflexión que no ponga pie en la vida concreta de la
misión corre el riesgo de convertirse sólo en erudición, intelectualismo e incluso
ideología. Por eso, a la luz del próximo evento eclesial, la Congregación Salesiana
siente la responsabilidad y el deber de contribuir, desde su praxis y su reflexión,
a la Iglesia con vistas al Sínodo extraordinario de la Pan-Amazonía.
Este libro está dividido en cuatro partes, mas un anexo:
Las primera (1.) contiene la preparación del encuentro pan-amazónico de
Manaus, realizado en noviembre de 2018, a través de una encuesta a las comu-
nidades salesianas de la región amazónica.
La segunda (2.), en la realización del Encuentro Pan-Amazónico Salesiano
en Manaus, se añadieron algunas reflexiones
La tercera (3.), las reflexiones hechas en los seminarios de 2016 y 2018 sobre
testigos misioneros salesianos significativos en la Amazonía: como los mártires
Simón Bororo y el P. Rodolfo Lunkenbein y la figura paradigmática del P. Luigi
Bolla, un ejemplo de evangelización inculturada.
17
AMAZONÍA SALESIANA

La cuarta (4.) presenta las conferencias del último seminario internacional,


celebrado en la Universidad Pontificia Salesiana en febrero de 2019, con el tema
“Nuevos caminos para una Iglesia con rostro amazónico”, en el que participaron
diversos académicos que, de manera interdisciplinar, desde el punto de vista de
la sociología, la antropología, la teología, la misionología, la historia y la pastoral,
enriquecieron la reflexión preparatoria del Sínodo Pan-Amazónico.
Al anexo del libro agregamos material diverso: a) del Encuentro de Manaus:
Palabras de bienvenida, “Buenas Noches”, el fruto de los trabajos en grupo, poesías;
b) las entrevistas-vídeo realizadas a los miembros dirigentes de la REPAM: Card.
Cláudio Hummes, ofm, presidente; Card. Pedro Barreto Jimeno, sj, vice-presi-
dente; Sr. Mauricio López Oropeza, secretario ejecutivo.
Las conferencias presentes en el libro, corresponden a eventos diversos,
com destinatarios diferentes. El encuentro de Manaus (2), fue más pastoral y
de intercambio de experiencias, con la presencia de misioneros, misioneras y
agentes pastorales. Las conferencias de los seminarios de 2016 y 2018 (3), eran
más destinados al estudio académico de dos figuras emblemáticas de la misión
amazónica. En cambio seminario internacional “Nuevos caminos para una Iglesia
de rostro amazónico”, (4), era más interdisciplinar y teniendo al Sínodo Pan-Ama-
zónico, de octubre de 2019, como el horizonte que interpela a la reflexión. Por
lo tanto esta diversidad de enfoque, ofrece una variedad de puntos de vista, que
se conjugan finalmente en una grande riqueza de praxis y reflexión.

¿Cuál es la presencia salesiana en la Amazonía?


a.  Reunión en Manaus (01-04/11/2018) y la Encuesta
Siguiendo una tradición de animación misionera en la región amazónica2,
tuvimos un encuentro pastoral organizado por el Dicasterio para las Misio-
nes Salesianas, en Manaus, Brasil, del 1 al 4 de noviembre de 2018: “El Sínodo
nos interpela”. Participaron más de cuarenta salesianos comprometidos con la

2
  Hubo, anteriormente, diferentes “Seminarios de práxis misionera” animados por el Dicasterio
Para Las Misiones Salesianas: 1) Pastoral Amazônica. Semana de Estudos missionários (Campo Grande,
05-10/09/1988): Se profundizaron temas como: evangelización, cultura, inculturación, promoción hu-
mana y educación. 2) Evangelización y cultura en el contexto de pastoral Amazónica (Cumbayá, Ecuador,
20-25/09/1993): Se refleccionó a la luz de la Redemptoris Missio y de la Asamblea de Sto. Domingo sobre
el tema de la cultura y la evangelización. 3) Seminário sobre a práxis missionária na Região “amazônica”
(Manaus, 1-5/09/1999): El asunto fué el diálogo intercultural, ecuménico e inter-religioso em el contexto
de la iniciación cristiana. 4) Pueblos indígenas y evangelización. 5to Encuentro de misioneras y misioneros
salesianos (Cumbayá, Ecuador, 1-5/05/2006): Se analizaron los temas de la “Teología India”, la formación
específica de los misioneros específicos y las vocaciones religiosas indígenas.

18
Introducción

evangelización en la región amazónica. También fueron invitadas las Hijas de


María Auxiliadora y otras religiosas con las que colaboramos en la misión. La
presencia de los agentes pastorales fue muy significativa, especialmente de los
indígenas de las misiones (diáconos permanentes, ministros, animadores, polí-
ticos). Éramos un total de 100 participantes.
Antes del encuentro, se envió un cuestionario a las comunidades salesianas y a
los agentes de pastoral para conocer mejor la realidad de las presencias amazónicas.
Algunos datos significativos se adquirieron gracias a las respuestas al cuestionario.
Hay 47 comunidades religiosas con 245 SDB involucradas en las misiones
de Amazonía, Mato Grosso y Chaco. De estas, 22 comunidades se encuentran
en el área urbana con una población de 7,66 millones de personas. Las otras 25
comunidades se encuentran en el área rural (selva o pequeños centros urbanos),
y atienden a una población de 612.231 personas, formadas por 62 grupos étnicos,
a través de 1.219 comunidades católicas (los católicos representan el 66,7% de la
población total), con 2.123 agentes pastorales (diáconos permanentes, ministros
de la Palabra, de la Eucaristía, exorcistas, catequistas, maestros, animadores juve-
niles). Colaboramos con otras congregaciones religiosas, especialmente con las
Hijas de María Auxiliadora. La provincia de Manaus (BMA) es completamente
amazónica. Hemos ampliado el espacio geográfico, incluyendo Mato Grosso (BCG)
y su vecino, el Chaco Paraguayo (PAR). Las Inspectorías de Venezuela (VEN),
Ecuador (ECU) y Perú (PER) tienen una presencia significativa en la Amazonía.
Las Inspectorías de Colombia (COB, COM) y Bolivia (BOL) no tienen presencia en
la Amazonía. En Guyana, Surinam y Guyana Francesa no hay presencia salesiana.
Los servicios educativos pastorales que se llevan a cabo son: pastoral
itinerante, formación de ministros, parroquias, Oratorios-Centros Juveniles,
centros universitarios y editoriales, escuelas primarias y secundarias, formación
profesional y agrícola, educación superior en áreas indígenas, internados, servicios
de salud y cooperativas de producción (véanse los resultados de la encuesta).

b.  Cuestionario para el Encuentro Salesiano de Manaus


Analizamos las fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades de nues-
tras misiones de ayer y de hoy, así como las propuestas para la Congregación y
el Sínodo. Estas son las principales propuestas que surgieron de la encuesta para
el Sínodo Pan-Amazónico:

1. investigar la orientación actual de la juventud indígena y su posi-


ción en relación con la tradición y la modernización es esencial
para poder escuchar los gritos de los jóvenes y acompañarlos en el
fenómeno de la migración;

19
AMAZONÍA SALESIANA

2.  promover los ministerios para la vida de la Iglesia, en particular el


diaconado;
3.  mayor compromiso con la inculturación (conocimiento de las len-
guas y de las culturas) para promover la liturgia, la catequesis incul-
turada; siendo conscientes de la continua evolución de las culturas.
4.  proponer el camino del catecumenado que unifique la experiencia
religiosa;
5.  invertir en las vocaciones y formación sacerdotal y religiosa con
rostro indígena;
6.  mayor presencia de la Iglesia que ofrezca una educación de calidad.
7.  preparar sacerdotes, religiosos y laicos para la misión amazónica;
8.  crear centros de estudio y formación para la misión amazónica;
9.  denunciar las causas de la destrucción del planeta;
10. defender a las poblaciones indígenas y promover y evaluar las
demarcaciones de las tierras indígenas;
11. proyectos pastorales comunes para la evangelización y defensa de
la Amazonía;
12. reorganizar los territorios eclesiales;

c.  Desafíos que surgieron del encuentro de Manaus


En la reunión de Manaus (noviembre 2018) se celebraron conferen-
cias, trabajos en grupo y asambleas. De ahí surgieron varias propuestas de los
participantes.
De un cuestionario personal, con 16 urgencias, las siguientes seis, se reve-
laron como las más urgentes. Aquí están en orden de prioridad:

1.  la formación de las vocaciones salesianas autóctonas;


2.  atención al fenómeno de la migración de jóvenes indígenas a
la ciudad;
3.  situación actual y perspectivas de la juventud amazónica;
4.  la formación de los agentes de pastoral y de los ministros;
5.  la defensa de los derechos indígenas y la demarcación de tierras;
6. la inculturación del Evangelio en las culturas locales.

 
De los trabajos del encuentro, por Inspectorías (provincias) o por naciones,
surgieron algunos puntos para proponer a sus propias Inspectorías y al Sínodo,
que coinciden sustancialmente con el resultado de la encuesta.
20
Introducción

  Propuestas para las Inspectorías salesianas


–  acompañar a los pueblos indígenas, en particular a los jóvenes, en el
contexto urbano;
–  fortalecer la formación de los misioneros y agentes pastorales con iti-
nerarios formativos;
– promover y acompañar las vocaciones sacerdotales y religiosas autóc-
tonas, respetando el contexto cultural;
–  comprometerse en la demarcación de Tierras Indígenas;
–  promover estudios y publicaciones en las lenguas del pueblo;
–  promover una atención pastoral de conjunto, integrando las fuerzas
de la Iglesia. Hacer reuniones regionales, en particular de un mismo
grupo étnico;
–  involucrar a los Salesianos en la formación y a los laicos en las expe-
riencias misioneras en las misiones amazónicas.
 
  Propuestas para el Sínodo
–  promover los ministerios laicales, particularmente el diaconado per-
manente y las nuevas formas de ministerio;
–  promover el papel de la mujer;
–  promover el catecumenado;
–  piensa en un ritual litúrgico indoamericano;
–  trabajar con proyectos de pastoral misionera, donde las prioridades
que surjan tengan continuidad;
–  reorganizar los territorios eclesiales de la iglesia amazónica.
 

En la Amazonía como Salesianos


El Papa, al anunciar la convocatoria del Sínodo el 17/10/2017, fijó dos
objetivos:
a. El objetivo principal de esta llamada es identificar nuevos caminos para
la evangelización de esa parte del Pueblo de Dios, especialmente de los pueblos
indígenas, a menudo olvidados y sin perspectivas de un futuro sereno,
b. también por la crisis de la selva amazónica, pulmón de capital importancia
para nuestro planeta.
El primer aspecto, los caminos de la evangelización, es más localizado y
el segundo, el ecológico, tiene un alcance más universal, porque involucra a la
humanidad, y también a toda la Iglesia. Nosotros, como educadores y pastores
21
AMAZONÍA SALESIANA

de jóvenes, contribuimos en ambos aspectos. Sobre el segundo: Promovemos y


educamos a la ecología integral.
El primer aspecto nos desafía de manera particular por nuestra presencia
histórica en la región como educadores y evangelizadores, así como por nuestras
características carismáticas. Para nosotros, el grito de la Amazonía se traduce en
el grito de los jóvenes de esa porción del pueblo de Dios: jóvenes indígenas, afro,
caboclos, blancos, mulatos, que necesitan de educación y del Evangelio.

La contribución en estos 125 años de presencia amazónica


En 125 años de presencia misionera en la Amazonía, han corrido tantas aguas
de celo misionero, santidad, iniciativas pastorales y educativas, así como arroyos
contaminados de limitadas visiones antropológicas culturales, teológicas, típicas
de la época. De todos modos, ha sido una presencia rica y muy significativa de
Iglesia. Podemos hablar de cuatro aportaciones a la Iglesia y al pueblo amazónico:
1.  Amor, respeto y valorización de las culturas amazónicas. Tras los pri-
meros momentos marcados por una visión etnocéntrica europea de los primeros
años del siglo XX, se produjeron, especialmente en los últimos 60 años, muchas
contribuciones científicas sobre: antropología, etnología, mitología, lingüística,
geografía, etnología, biología. No ha sido un estudio abstracto, simplemente
académico, sino nacido de un gran amor y respeto por la cultura que ha ofrecido
hospitalidad a los misioneros. Ha sido un esfuerzo sugerido de una visión de fe,
sabiendo que Dios sembró su sabiduría, belleza y bondad en las riquezas de los
pueblos amazónicos.
2.  Un esfuerzo inculturado para anunciar a Cristo, la luz de los pue-
blos. En este sentido, ha habido muchos esfuerzos en la producción de material
litúrgico, bíblico, pastoral y catequético en las lenguas locales. Pensemos en la
traducción de la Biblia, de la liturgia; en los cursos de formación de ministros y
agentes pastorales indígenas. El catecumenado inculturado, ha permitido acoger
los rasgos profundos de las culturas (mitos, ritos), haciendo posible comprender e
identificarse con la iniciación cristiana dentro del propio universo cultural. En este
sentido, la larga y fructífera experiencia catecumenal entre los Xavante, Achuar,
Shuar y Yanomami son excelentes prácticas evangelizadoras que la Congregación
ofrece para la reflexión sinodal.
Un fruto pastoral significativo es el creciente número de Salesianos ama-
zónicos de origen indígena que están dando a la Iglesia el rostro y el corazón de
la Amazonía. Por ejemplo, en las Inspectorías amazónicas de Brasil y Ecuador
hay sacerdotes (7), hermanos coadjutores perpetuos (2), jóvenes religiosos en
22
Introducción

formación inicial (18), aspirantes (12) de 10 etnias (Tuyuka, Desano, Traiano,


Arapaso, Tukano, Baniwa, Bororo, Xavante, Shuar, Kitchwa).
Llama poderosamente la atención, con dolor, la escasez de vocaciones
locales a la vida religiosa y sacerdotal, en las iglesias locales, especialmente
teniendo en cuenta la profunda sensibilidad y religiosidad del pueblo amazónico.
Basta con mirar los procesos de evangelización y de fecundidad vocacional de
los últimos cincuenta años en otros contextos, como en África, Asia del Este y
del Sur, Oceanía, y basta con ver que algo de nuestra actividad misionera en la
Amazonía no ha funcionado. Se oye hablar de la ordenación de los “viri probati”
como una nueva solución para resolver, casi de forma mágica, la ausencia de
sacerdotes. El problema de la falta de vocaciones es mucho más profundo. Es el
síntoma de la falta de una evangelización integral. Muchas realidades eclesiales
se han visto inhibidas por uno excesivo enfoque de la antropología cultural, que
sin duda ha prestado un precioso servicio para el conocimiento de las culturas
locales. También ciertas visiones ideológicas y sociológicas reductivas han quitado
la convicción y la alegría de evangelizar (EG 9-13). El Sínodo será una ocasión
para evaluar con humildad el camino recorrido hasta ahora, y si es necesario
corregir las opciones que no han dado fruto, evitando ponerse a la defensiva en
posiciones que ya han sido superadas y que han llevado, en algunos contextos, a
una situación de “deforestación espiritual”.
Debemos apostar por las vocaciones locales, sin prejuicios, confiando en ellas,
aprehendiendo y respetando sus sensibilidades culturales, acompañándolas con
gran paciencia y con un vigoroso testimonio de fe, esperanza y caridad, invirtiendo
en medios y con el mejor personal a disposición. La feliz coincidencia del Sínodo
con la celebración del mes misionero de octubre, recordando la Maximum Illud,
que ha dado un fuerte impulso misionero para la promoción del clero indígena, es
un estímulo para la reflexión de la pastoral vocacional en el contexto amazónico.
3.  Educación. Durante más de un siglo ha habido un compromiso con la
educación. Una educación que ha preparado a generaciones para enfrentar los
desafíos del mundo contemporáneo, preparando jóvenes para el trabajo, para la
promoción y defensa de sus comunidades. Las escuelas primarias, secundarias,
internados, escuelas técnicas y agrícolas, centros de estudios universitarios, han
preparado y preparan a miles de jóvenes para sus comunidades indígenas y nacio-
nales. Con sabiduría pedagógica, se ha elaborado material bilingüe para enrique-
cer la interculturalidad y se ha formado y se ha dado autonomía al profesorado
indígena. También se debe hacer hincapié en la contribución de las universidades,
para dar a conocer y preservar las riquezas culturales de la Amazonía; también
para analizar y ayudar a crear una mayor conciencia de los problemas sociales,
económicos, políticos, ecológicos y culturales de la región.
23
AMAZONÍA SALESIANA

4.  Santidad. La contribución más bella e importante es, sin duda, el tes-
timonio transparente y luminoso de la vida cristiana que se hace un anuncio
creíble; un testimonio de caridad concreta, de generosidad y entrega hasta el final,
de sensibilidad a la diversidad. Hay muchos misioneros que han dado su vida
por esta tierra, hay muchos cristianos amazónicos que han abrazado el Evangelio
con generosidad y convicción. Pensemos en la Beata Sor María Troncatti, una
mujer sencilla, una enfermera muy querida por todos, capaz de ser un instru-
mento de paz y reconciliación entre los Shuar y los colonos; en el Siervo de Dios,
Carlos Crespi, insigne científico; en el martirio de los Siervos de Dios, Rodolfo
Lunkenbein y Simão Bororo, que dieron su vida por la defensa de las tierras de
las comunidades indígenas; en el testimonio del P. Luigi Bolla, un misionero que
pasó su vida misionera en medio de los Achuar, viviendo como huésped durante
40 años, compartiendo con ellos el trabajo, la vida, las alegrías y las tristezas, los
mil detalles cotidianos de una cultura rica y orgullosa, y el Evangelio de Jesús, el
corazón de su corazón misionero.
Las figuras del P. Rodolfo y de Yánkuam’ (como era llamado el P. Bolla), se
presentan en este libro (parte 3), no sólo como ejemplos edificantes, sino como
dos paradigmas que supieron resolver armónica y evangélicamente la tensión
entre anuncio y promoción humana; entre evangelización e interculturalidad,
inculturación. El celo por la defensa de las Tierras Indígenas y los derechos
de sus habitantes, así como el profundo respeto y amor por las culturas de los
pueblos amazónicos no han disminuido en nada la pasión por el anuncio de
Jesucristo, plenitud de vida para los pueblos de estas regiones. Ellos vivieron un
proyecto unificado centrado en un profundo amor por la gente y un profundo
amor por Aquél que los llamó a la misión. Era un amor concreto y sensible:
“No basta amar, ellos deben sentir que son amados”. La sangre del martirio y el
sudor de una presencia humilde, respetuosa y permanente son expresiones de
este Amor.

5. Dos ríos que se unen


Cerca de Manaus, la naturaleza ofrece un hermoso espectáculo: el encuentro
de dos aguas: el Río Negro y el Río Solimões: Los ríos tienen diferentes colores,
diferentes temperaturas, diferentes densidades. Se encuentran y poco a poco
forman un solo río. Nos recuerda el libro de la antropóloga Anna Meiser: “Bebo
de dos ríos”3, que muestra el esfuerzo pastoral salesiano en la Amazonía por la

3
  MEISER A., Bebo de dos ríos. Sobre la lógica de processos transculturales entre los cristianos Achuar
y Shuar en la Amazonía Alta, Abya Ayala (Quito 2015).

24
Introducción

inculturación de la fe, bebiendo, a la misma vez, de las riquezas de las culturas


amazónicas y del Evangelio. Es una confluencia que no tiene nada que ver con
el sincretismo o la yuxtaposición, sino que es una auténtica encarnación del
Evangelio en un contexto cultural particular.
También nosotros debemos continuar a beber de dos ríos: el amor creativo,
comprometido y encarnado con los pueblos amazónicos y el amor a Cristo y a
su Evangelio. O aún más, de acuerdo con nuestro carisma, pasión por Cristo y
pasión por los jóvenes. Que esta confluencia en la caridad pastoral se haga rea-
lidad en nosotros, en nuestras iglesias locales, en un proyecto unitario de síntesis
armoniosa y de enriquecimiento entre fe y cultura, fe y promoción humana,
evangelización y educación, comunión entre los hombres, comunión con la
creación y comunión con el Creador.

Encuentro de las Aguas: Manaus, río Solomões y rio Negro.

25
1.  Resultado de la Encuesta

AMAZONÍA
SALESIANA

1.
RESULTADO
DE LA ENCUESTA
REALIZADA
A LAS PRESENCIAS
SALESIANAS
AMAZÓNICAS

P. MARTÍN LASARTE, sdb (Roma)


RECOLECCIÓN Y SÍNTESIS

PAN-AMAZONÍA
JULIO-OCTUBRE 2018

27
AMAZONÍA SALESIANA

1. INTRODUCCIÓN
A LA ENCUESTA

Esta presentación de la realidad de nuestras presencias es el resultado de


las respuestas a través de un cuestionario que se envió a las Inspectorías.
Había dos tipos de formularios:
a.  uno que solicitaba algunos datos esenciales a cada una de las comu-
nidades salesianas presentes en la Amazonía, o a las comunidades al
servicio de la misión amazónica, particularmente atentas a la evange-
lización indígena;
b.  el otro, que era más personal, dedicado a los agentes pastorales de las
misiones: algunos Salesianos que respondieron individualmente o en
grupos, así como religiosas, de manera particular las Hijas de María Auxi-
liadora y los laicos. Destacamos en particular las respuestas de los agentes
pastorales indígenas de los grupos étnicos: Achuar, Ayoreo, Bororo.
Todas las Inspectorías (provincias) respondieron al cuestionario. Las res-
puestas fueron muy ricas, pero en algunos casos fueron incompletas. Todo esto
hizo que el informe fuera incompleto y fragmentario. Después de la reunión de
Manaus, los datos que faltaban de las presencias salesianas se fueron completando
poco a poco.
Presentamos los resultados finales de la encuesta en forma resumida,
haciendo una síntesis que fue útil para la reflexión durante los días del encuen-
tro, así como para la planificación de la misión amazónica.
El foco del encuentro Pan-Amazónico salesiano consistió en una reflexión
sobre la presencia salesiana en el contexto amazónico en vistas a un inteligente
redimensionamiento de nuestras presencias.
En este encuentro Pan-Amazónico salesiano nos proponíamos algunos
objetivos:
a.  Hacer memoria del camino recorrido en estos 125 años de misiones
salesianas amazónicas, aprender de la historia los éxitos y los errores de
nuestra misión; así como dejarnos contagiar por la entrega total de tantos
hermanos y hermanas que dieron su vida, hasta el final, por Cristo, por
la misión y por nuestros destinatarios.
b.  Analizar el presente de la realidad amazónica en su complejidad (eco-
nómica, política, cultural, eclesial, salesiana), siendo particularmente
28
1.  Resultado de la Encuesta

sensibles a nuestra identidad carismática que se caracteriza por el cui-


dado, acompañamiento, evangelización y educación de la juventud
amazónica.
c.  Identificar y discernir caminos para el futuro en nuestras Inspectorías
que, en comunión con la Iglesia, nos ayuden a continuar con inteligen-
cia y en forma de proyecto, al servicio a los jóvenes de la Amazonía, en
armonía con los nuevos desafíos y según el potencial real de nuestra
Congregación.
d.  Ofrecer algunas sugerencias para el Sínodo Pan-Amazónico que tendrá
lugar en Roma en octubre de 2019.
Estas propuestas surgieron particularmente a partir de la experiencia misio-
nera e identidad carismática.

2.  FICHAS DE LAS COMUNIDADES


SALESIANAS Y AGENTES
PASTORALES

Comunidades amazónicas y Salesianos


En la región amazónica (incluyendo Mato Grosso y Chaco) hay 47 comuni-
dades con 245 sdb. Distinguimos entre comunidades presentes en áreas urbanas
y aquellas presentes en áreas rurales o en la floresta. Un detalle interesante es
que hay 18 salesianos (más 9 pre novicios y 12 aspirantes) de 10 etnias indíge-
nas amazónicas (Tuyuka, Desano, Traiano, Arapaso, Tukano, Baniwa, Bororo,
Xavante, Shuar, Kitchwa).
En las áreas urbanas estamos presentes en la región amazónica (BMA) en
Manaus (4), Belém, Porto Velho, Ananindeua, Jí Paraná. Y en la región de Mato
Grosso estamos en Campo Grande (4), Cuiabá, Cáceres, Corumbá, Barra do
Garças, Primavera do Leste, Rondonópolis, Coxipó da Ponte, Dourados y Três
29
AMAZONÍA SALESIANA

Aldea Yanomami de la Misión Salesiana en Maturacá.

Lagoas. Hay un total de 22 comunidades con 138 Salesianos. Hay una casa de
formación en Campo Grande y una casa de descanso. En estas ciudades hay una
población de 7.660.577 habitantes.
En el área rural estamos presentes en 25 comunidades con 107 Salesianos.
En Amazonía BMA: Santa Isabel, São Gabriel da Cachoeira, Iauaretê, Maturacá,
Manicoré; ECU: Macas, Yaupi, Sevilla Don Bosco, Súcua, Bomboiza, Taisha,
Wasakentsa; PER: San Lorenzo, Monte Salvado, Pucallpa; VEN: Mavaca, Puerto
Ayacucho, Esmeralda, San Fernando, Manapiare; en Mato Grosso BCG: San
Marcos, Meruri, Sangradouro, Nova Xavantina; en Chaco PAR: Carmelo Peralta,
Puerto Casado. En estas zonas hay una población de 612.231 habitantes.
Las comunidades religiosas se han quedado reducidas en las zonas de
“misión”. Normalmente, ahora, una comunidad religiosa asiste a varias presencias
o misiones. Otra característica es el envejecimiento del personal misionero, pero
las Inspectorías siguen dando prioridad a las misiones. Algunas comunidades
están en territorio amazónico, llevando a cabo una misión predominantemente
con el mundo indígena; otras están en la Amazonía, especialmente en las zonas
urbanas, con un servicio pastoral salesiano que se extiende a las poblaciones no
indígenas (ribereños, afros, caboclos, mulatos, blancos). Existe una creciente
conciencia de la importancia del servicio a la migración indígena, especialmente
a la migración juvenil, hacia las ciudades. Algunas comunidades que no están
presentes en el territorio amazónico están llevando a cabo servicios de apoyo,
reflexión, estudio y atención a los migrantes indígenas (por ejemplo, Quito).
30
1.  Resultado de la Encuesta

La Inspectoría de Manaus es completamente amazónica. Ampliamos el


espacio geográfico, incluyendo Mato Grosso y su vecino, el Chaco paraguayo.
Las provincias de Venezuela, Ecuador y Perú tienen una presencia significativa
en la Amazonía. Aquí hay algunos datos:
BCG  (17 comunidades 108 SDB): San Vicente (NEPPI, Centro de docu-
mentación misionera, animación misionera), San Marcos - Meruri,
Nova Xavantina, Sangradouro, Barra de Garças, Primavera do Leste,
Cuiabá, Coxipó da Ponte, Corumbá, Cáceres, Campo Grande, Três
Lagoas, Rondonópolis, Dourados.
BMA  (14 comunidades, 65 SDB): Iauaretê, Maturacá, Marauiá, São Gabriel
da Cachoeira, Santa Isabel, Manicoré, Porto Velho, Manaus (Alvorada,
Don Bosco, Domingos Sávio, Zumbi), Ji Paraná, Belém, Ananindeua.
ECU  (7 comunidades, 27 SDB) Macas, Sevilla Don Bosco, Taisha, Yaupi,
Wasakentsa, Bomboiza.
VEN  (5 comunidades, 18 SDB): La Esmeralda, Mavaca, Puerto Ayacucho,
Isla de Ratón, San Juan Manapiare, San Fernando.
PER  (3 comunidades, 20 SDB) San Lorenzo, Pucallpa, Monte Salvado.
PAR  (2 comunidades, 7 SDB): Puerto Casado, Carmelo Peralta.
Los Salesianos comparten su trabajo misionero con otras congregaciones
religiosas y organizaciones eclesiales. En primer lugar con las Hijas de María
Auxiliadora; también con las Misioneras Lauritas, las Franciscanas de N. Señora
de Aparecida, la Compañía Misionera del Sagrado Corazón (PER), la Operación
Mato Grosso, con el CIMI (Consejo Indígena Misionero), la CNBB (Conferencia
Nacional de Obispos de Brasil) y la CRB.
Además de las aportaciones de las comunidades salesianas, el informe se
ha enriquecido con las respuestas de las Hijas de María Auxiliadora, en parti-
cular las respuestas globales de las provincias amazónicas de las HMA de Laura
Vicuña y Santa Terezinha. También recibimos la aportación de las respuestas de
las Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena (Lauritas) y de
las Franciscanas de Nuestra Señora de Aparecida.
Las respuestas de las comunidades son un resumen de las diferentes misio-
nes. La vida, los desafíos y las esperanzas de las comunidades amazónicas surgen
claramente de las respuestas.
Las siguientes comunidades respondieron a los formularios:
•  De la provincia de Campo Grande (BCG): Instituto San Vicente que
junto con el Centro de Documentación Misionera (CDM) y el Núcleo
de Estudios e Investigación de las Poblaciones Indígenas (NEPPI) de
la Universidad Católica Don Bosco (UCDB) realizan un servicio de
31
AMAZONÍA SALESIANA

animación para la provincia y la región. También recibimos información


sobre las misiones de San Marcos, Sagrado Corazón (Meruri), el Beato
Felipe Rinaldi (Nova Xavantina), las HMA de San Marcos, las Francis-
canas de Nuestra Señora de Aparecida en Santa María da Porziuncola y
las presencias de los Lauritas en María Inmaculada (Paranatinga) y en
Nuestra Señora de Aparecida.
•  De la Provincia de Manaus (BMA): Misión de Marauiá, Misión de Iaua-
retê, São Gabriel da Cachoeira; Santa Isabel; Maturacá, Manicoré; la
Inspectoría de las HMA de Santa Terezinha y la Inspectoría Laura Vicuña.
•  De la Inspectoría del Ecuador (ECU): Las misiones de Don Bosco Macas
(Morona-Santiago); Inmaculado Corazón de María (Yaupi); Beato Zefe-
rino Namuncurá (Wasakentsa); Sevilla Don Bosco (Morona-Santiago),
Ángeles Custodios (Taisha) y Bomboiza.
• la Inspectoría de Perú (PER): San Lorenzo (Vicariato de Yurimaguas);
  De
María Auxiliadora (Monte Salvado); María Inmaculada Auxiliadora
(Pucallpa -Vicariato).
•  De la Inspectoría de Venezuela (VEN): San Fernando (Atabapo); San
Enrique (Puerto Ayacucho); María Auxiliadora (La Esmeralda); Don
Bosco (Manapiare); Domingo Savio (Mavaca).
•  De la Inspectoría del Paraguay (PAR): Ceferino Namuncurá (Puerto
Carmelo) y San Raimundo Nonnato (Puerto Casado).

Respuesta de los agentes pastorales


Los siguientes grupos o personas que han respondido a la ficha de los
agentes pastorales:
Agentes pastorales indígenas: Grupo de animadores y ministros Achuar,
Kuna, Encuentro del 1-6 de julio de 2018 (PER). Grupo Ayoreo: Tocoi Picanerai,
68 años; Moreno Picanerai, 49; Vicente Chiqueno 52; Oscar Posoraja, 55; Ber-
nardo Cutamonja, 49. Agentes pastorales (PAR). Bororo: José Mário Kugarubro
Bororo, 50, catequista y vice cacique bororo, Meruri (BCG).
Salesianos: Grupo de estudio del patrimonio histórico, antropológico y pastoral
de la presencia salesiana en la Amazonía (P. George Lachnitt sdb, P. Juan Bottasso
sdb, P. José Zanardini sdb, Sr. José Juncosa, Sr. Mauricio Gnerre); Sig. Mário
Bordignon sdb, 71, Rondonópolis (BCG); P. Daniel Martínez sdb, 38, párroco en
Ceferino Namuncurá (PAR); Mons. Pedro Gabrielli sdb, 87, de Macas (ECU); P.
José del Porte, 76, sdb director de Taisha (ECU); P. Luis Flores sdb, capellán, 81,
Macas (ECU); P. Sergio Micheli, párroco, 77, Chiguaza (ECU).
32
1.  Resultado de la Encuesta

Religiosas: Compañía Misionera del Sagrado Corazón, San Lorenzo (PER);


Hna. Maria Carmelita de Lima Conceição hma, 57, inspectora da insp. Laura
Vicuña (BMA); Hna. Fermina López Villa hma, coordinadora de Ámbito, 73,
Insp. Santa Teresinha (BMA); Hna. Magda da Costa Marcelino hma, 44 e Hna.
Leoneia Ferreria Furtado hma, 56, (ecónoma e secretaria inspectorial) (BMA);
Hna. Emília Benítez hma, 52; Hna. Blanca Ruíz Díaz hma, 48 (PAR); Hna. Gloria
Elena García Pereira hma, 70, centro pastoral Don Bosco (PAR); Hna. Ana Clébia
Palheta Lima, 40, animadora de la comunidad (BMA).
Sacerdotes diocesanos: P. Anibal Chimbo, 36, párroco en Indanza (ECU); P.
Cornelio Maldonado, 60, párroco en S. Wenceslao (ECU); P. Wiliam Cifuentes, 45,
párroco en Súcua (ECU); P. Alejandro Rosas, 47, párroco en S. Juan Bosco (ECU);
P. Héctor Cajamarca, 43, párroco Gualaquiza (ECU); P. Juan Pareja Herrera, 52,
Limón (ECU); P. Juan José Huñisaca, 38, Purísima de Macas, vicario (ECU).

Grupos étnicos
La Congregación, está al servicio de, al menos, 62 etnias indígenas
amazónicas.
BCG: Xavante, Bororo, Terena, Guaraní, Kaiowá, Kinikianau, Atikum,
Guató, Ofaié, Kadiwíeu, Kura Bakairi.
BMA: Tukano, Tariano, Dessano, Piratapuia, Hupda, Cubeo, Uanano,
Barassanos, Mirititapuia, Arapaso, Tuyuka, Carapanasso, Baré,
Yanomani. Baniwa.
ECU: Shuar, Achuar, Saraguro, Kitchwa.
PER: Achuar, Shawi, Kandozi, Wampis, Awajun, Kitchwa, Chapra, Kuca-
macucamilla, Shivillo, Shipibo-Conivo, Machiguengas.
VEN: Arawaco, Hiwi, Piaroa, Yanomami, Sanema, Yekauana, Wayúu,
Wotuha, Eñepa, Hoti, Maco, Puinave, Yavarana, Piapoco, Baniba,
Baré, Curripaco, Yeral, Warekena, Inga. (La etnia Yanomami e Baré
es atendida en Brasil y Venezuela)
PAR: Ayoreo, Maskoy, Ishir, Tomarajo.
La población no auto-identificada como indígena, presente en nuestras
presencias es cada vez mayor. A lo largo de los ríos amazónicos se encuentran los
“ribereños” poblaciones de mezcla de indígenas, caboclos, mulatos, afros, blancos
de variada proveniencia.

33
AMAZONÍA SALESIANA

Actividades
El tipo de actividad que fue indicada en primer lugar es la pastoral iti-
nerante, es decir, las visitas a las comunidades, su evangelización y acompaña-
miento. Sigue la formación de los ministros. Luego viene la Parroquia con el
acompañamiento de las familias y la organización de las diversas pastorales, el
Oratorio-Centro Juvenil.
Hay una actividad preciosa, a través del conocimiento, estudio, valoriza-
ción y difusión de la cultura, mediante la etnología, sociología, antropología e
lingüística, que ha sido y es de gran ayuda para una evangelización inculturada,
particularmente mediante la producción de material litúrgico, catequético, bíblico,
itinerarios formativos para los agentes pastorales y material didáctico utilizado
en los centros educativos, así como actividades de “advocacy” por la cultura
indígena y sus derechos, por ejemplo el impresionante servicio realizado por la
editora Abya-Yala, la cátedra de antropología de la UPS (Universidad Politécnica
Salesiana) de Ecuador, el Núcleo de Estudios e Investigaciones de las Poblaciones
Indígenas (NEPPI) en la UCDB (Universidad Católica Don Bosco) en Campo
Grande, y el Centro de Documentación Misionera - CDM (BGC).
Las escuelas primarias y secundarias, la formación profesional y agrícola
están muy presentes. Hay algunas experiencias de Escuelas de Magisterio y de
Enseñanza Superior a distancia (Wasakentsa). Algunas misiones ofrecen el ser-
vicio de internado (S. Lorenzo). Todas las misiones están atentas a los servicios
de la salud y algunas a las Cooperativas de Producción.

Presencias salesianas: Área Rural Amazónica


Etnias (la mayoría de
Casas Agent. Grup las misiones también
N. Insp Sdb Habitantes Católicos Catecúmenos Comunid
Salesianas Past. Jov. atienden a grupos no
indígenas)
1 BCG São Marcos 3 3348 731 65 48 14 5 Xavante
2 BCG Meruri 3 1500 1320 120 5 22 3 Bororo
3 BCG Nova Xavantina 5 14302 9000 170 194 200 2 Xavante
4 BCG Sangradouro 5 1600 1200 30 107 100 3 Xavante, Bororo
Yanomami, Baniwa,
5 BMA Santa Isabel 5 23000 21850 270 20 120 2 Tuyuka, Dessano, Arapaso,
Baré, Piratapuia
Tukano, Tariano, Dessano,
Piratapuia, Hupda, Cubeo,
6 BMA Iauaretê 3 6000 5990 600 56 153 7 Barassanos, Tuyuka, Miriti-
tapuia, Arapasso, Uanano,
Arapaso
7 BMA S. Gabriel da Ca. 4 44816 25000 70 14 25 5 Baré, Tukano, Tariano
8 BMA Manicoré 4 54000 43200 190 48 150 5 (Ribeirinhos)
9 BMA Maturacá 3 2000 2000 30 12 24 2 Yanomami

34
1.  Resultado de la Encuesta

Etnias (la mayoría de


Casas Agent. Grup las misiones también
N. Insp Sdb Habitantes Católicos Catecúmenos Comunid
Salesianas Past. Jov. atienden a grupos no
indígenas)
10 ECU Macas 7 13500 7000 2500 1 200 18 Achuar, Shuar
11 ECU Yaupi 4 1529 1299 160 26 52 3 Shuar
12 ECU Wasakentsa 4 5000 3000 100 38 145 2 Shuar, Achuar
13 ECU Sevilla D Bosco 3 9700 6500 200 38 72 1 Shuar
ECU Súcua 1 6000 3500 180 12 38 0 Shuar
14 ECU Bomboiza 4 3000 2000 420 28 65 0 Shuar, Saraguro
15 ECU Taisha 4 13078 7847 4000 60 97 6 Shuar
16 PER Monte Salvado 9 20000 14000 700 140 60 6 Kitchwa, Machiguengas
Achuar, Shawi, Kandozi,
Shivillo Wampis, Awajun,
17 PER S. Lorenzo 6 60000 35000 120 220 174 8
Kitchwa, Capra, Kucama-
cucamilla
18 PER Pucallpa 5 60000 20000 230 8 48 4 Shipibo-Conivo
19 VEN Alto O. Mavaca 3 2600 250 125 50 78 4 Yanomami
Piaroa, Hiwi, Yanomami,
Wayúu Yekauana, Wotuha,
Eñepa, Hoti, Maco,
20 VEN Puerto Ayacucho 6 231000 177000 1200 28 160 10
Baré, Puinave, Yavarana,
Sanema, Piapoco, Baniba,
Curripaco
Yekauana, Arawaco, Yeral,
Warekena, Baré, Curri-
21 VEN Esmeralda 3 3500 1595 20 12 21 1
paco, Inga, Yanomami,
Piaroa
22 VEN San Fernando 2 12400 5000 200 20 25 4 Arawaco
23 VEN Manapiare 4 8700 4100 180 25 40 5 Yekauana, Sanema
Ayoreo, Maskoy, Ishir,
24 PAR Carmelo Peralta 3 4500 4000 200 6 40 3
Tomarajo
25 PAR Puerto Casado 4 7158 6000 220 3 58 0 Maskoy
25 107 612231 408382 12300 1219 2123 109

Área Urbana Amazônica – Mato-grossense


Etnias (la mayoría de
Casas Agent. Grup las misiones también
N. Insp Sdb Habitantes Católicos Catecúmenos Comunid
Salesianas Past. Jov. atienden a grupos no
indígenas)
Guaraní, Kaiowá, Terena,
NEPPI (UCDB Kura Kinikianau, Atikum,
1 BCG 4
Campo Grande) Guató, Bakairi, Ofaié,
Kadiwíeu, Bororo, Xavante
Campo Grande
2 BCG 44 774202 460650
(4)
3 BCG Cuiabá 7 607153 536687
4 BCG Cáceres 4 93882 46002
5 BCG Corumbá 5 105300 87100
Barra do
6 BCG 4 56560 28845
Garças

35
AMAZONÍA SALESIANA

Etnias (la mayoría de


Casas Agent. Grup las misiones también
N. Insp Sdb Habitantes Católicos Catecúmenos Comunid
Salesianas Past. Jov. atienden a grupos no
indígenas)
Primavera do
7 BCG 4 52066 36394
Leste
8 BCG Rondonópolis 5 195476 144652
Coxipó da
9 BCG 5 323682 229814
Ponte
10 BCG Dourados 5 485.927 353000
11 BCG Três Lagoas 5 141.196 101661
12 BMA Porto Velho 5 697700 475900
13 BMA Manaus (4) 29 2145444 1600501
14 BMA Belém 4 1393399 1149554
15 BMA Ananindeua 4 471980 240709
16 BMA Ji Paraná 4 116610 70200
22 138 7660577 5561669

Población y comunidades católicas.


Las presencias salesianas en áreas urbanas amazónicas y matogrosenses
viven en medio de una población de 7.660.577, de la cual un 72,60 % es católica
(5.561669 fieles)1.
De acuerdo con las fichas respondidas estimamos que las misiones sale-
sianas, más propiamente en área rural indígena amazónica, llegan a 612.231
personas, de las cuales 408.382 son católicos (66,7%) y con 12.300 catecúmenos
(o catequizandos). Fueron indicadas 1219 comunidades católicas con 2123 agen-
tes pastorales (diáconos, ministros de la eucaristía y de la Palabra, catequistas,
exorcistas, docentes, animadores juveniles).
El cuestionario preguntaba sobre las fuerzas, fragilidades, amenazas y
oportunidades en las misiones, así como sobre las propuestas hechas a la Con-
gregación salesiana y al Sínodo.

1
  El número de habitantes es tomado de último censo de Brasil em el 2010. El número de la pobla-
ción católica, de las grandes ciudades, fue tomado considerando el porcentual de los datos oficiales de la
Santa Sede de las diócesis: http://www.catholic-hierarchy.org/diocese/dtrla. html. Las informaciones de las
áreas rurales fueron subministradas por las respuestas de las fichas.

36
1.  Resultado de la Encuesta

3. CONCLUSIONES
DE LA ENCUESTA

En la publicación presentada en la reunión de Manaus, estaban todas las


respuestas sistematizadas de las fichas. Las respuestas que faltaban se completa-
ron más tarde. La contribución de las comunidades salesianas y de los agentes
pastorales indígenas, Salesianos, Salesianas y otras religiosas, así como de los
sacerdotes diocesanos, nos ha ayudado a identificar elementos para la reflexión.
Un primer aspecto que llama la atención es la concentración de habitantes en
el medio urbano 92,01% y 7,99% en el medio rural. Sin embargo, los Salesianos
están presentes en las zonas rurales con un 44% de sus fuerzas y en las urbanas
con un 56%. La mayoría de la población es católica (66,7% en las zonas rurales
y 72,6% en las urbanas), pero la tendencia es a disminuir el porcentaje con el
crecimiento gradual de diferentes tipos de comunidades eclesiales evangélicas,
pentecostales, neo pentecostales y nuevos movimientos religiosos.

1.  Del pasado misionero hay mucho que agradecer:


 
la Palabra de Dios ha sido sembrada en las culturas;
 
Cristo fue entregado a los pueblos de la Amazonía;
 
el proyecto fue continuo y de evangelización integral;
 
la formación de los ministros, en particular de los diáconos permanentes;
 
la promoción de valores evangélicos, como la paz y la reconciliación;
 
fidelidad al carisma salesiano, devoción a María Auxiliadora;
 
donación, abnegación, coraje, creatividad, amor y la capacidad de inser-
tarse en el pueblo amazónico;
 
testimonio evangélico hasta el martirio;
 
el cuidado y la promoción de los jóvenes;
 
el aprecio, cuidado y recuperación de los valores culturales;
 
la promoción de la comunión y la interculturalidad;
 
desarrollo humano y económico;
 
la defensa de los territorios indígenas y sus derechos;
 
la promoción de las organizaciones indígenas;
 
el valor de preservar el medio ambiente.

37
AMAZONÍA SALESIANA

2.  La historia de la misión también revela limitaciones


e insuficiencias:
 
falta de visión, estudio de las lenguas y culturas amazónicas;
 
falta de conocimiento, cuidado y respeto por la cultura de los pueblos
amazónicos;
 
una forma de educación que no ha tenido en cuenta los modos cultu-
rales locales;
 
un fuerte personalismo con poca acción conjunta y criterios comunes;
 
paternalismo, bienestar;
 
silencio ante las violaciones del gobierno;
 
imposición cultural;
 
poca sensibilidad a la educación de la conciencia social;
 
fragilidad de los agentes pastorales;
 
la falta de formación de una Iglesia indígena.

3.  Hoy hay muchos elementos positivos presentes


en la misión:
 
el don y la generosidad de los misioneros;
 
la llegada de nuevos misioneros;
 
posibilidades para una mejor preparación misionera;
 
formación para los diversos ministerios y animadores;
 
el ministerio misionero itinerante;
 
evangelización continua y anuncio de Cristo;
 
presencia entre los jóvenes indígenas en las comunidades y en el con-
texto urbano;
 
atención al cultivo de vocaciones indígenas;
 
el protagonismo de los pueblos indígenas en la educación, la evangeli-
zación y la organización social;
 
esfuerzos para la inculturación de la fe y el impacto de los valores evan-
gélicos en la vida y en la celebración litúrgica;
 
comunidades educativas en un contexto amazónico que tienen un buen
Proyecto Educativo Pastoral;
 
elaboración de material antropológico, pastoral y educativo;
 
la interacción entre la cultura indígena y la fe cristiana;
 
cuidar la preservación de los valores culturales;
 
muchas iniciativas de promoción humana: educación, salud, formación
laboral, agricultura, internados, radio;
38
1.  Resultado de la Encuesta

 
la promoción de la mujer;
 
el trabajo con otras fuerzas eclesiales (REPAM), organizaciones (ONG)
e instancias gubernamentales para la defensa de la Amazonía y la pro-
moción de los pueblos indígenas;
 
mejoró el acceso a las comunidades indígenas.

4.  Hoy aparecen los siguientes aspectos negativos:


 
la falta de coherencia, de pasión apostólica y testimonio de algunos
misioneros;
 
la fragilidad, la infidelidad y la inseguridad en la vida consagrada;
 
conflictos generacionales entre misioneros antiguos y nuevos;
 
La falta de misioneros y de vocaciones religiosas indígenas;
 
poca promoción de los laicos misioneros;
 
poca atención a la cultura local (ritos, mitos...) y su apreciación;
 
formas de paternalismo;
 
falta de unidad pastoral;
 
en algunos lugares hay poca o ninguna colaboración con otras entidades
que defienden la Amazonía;
 
poco compromiso político con las causas indígenas;
 
hay una mayor debilidad en las iniciativas de promoción humana;
 
dificultades en la auto sostenibilidad de las misiones;

Pastoral Juvenil de la Misión Salesiana de Iauaretê (Río Negro).

39
AMAZONÍA SALESIANA

5.  Amenazas a la misión:


 
invasión cultural desde el exterior con costumbres extranjeras;
 
alcoholismo, drogas, promiscuidad entre los jóvenes, violencia contra
menores, suicidios;
 
incidencia de enfermedades entre los indígenas (diabetes, hipertensión,
SIDA);
 
desvalorización de la fe y de las costumbres ancestrales;
 proselitismo de las sectas, neo pentecostales y de otras comunidades
eclesiales;
 
divisiones de las comunidades por razones políticas y religiosas;
 
empresas externas; explotación minera, petrolífera y forestal;
 
el agro negocio y la explotación de los recursos sin criterios ecológicos
de las Tierras Indígenas;
 
la reducción de los recursos naturales en las Tierras Indígenas (caza, pesca);
 
presión económica de las familias indígenas que las lleva a destruir la
flora y la fauna;
 
la creencia shamánica que esclaviza;
 
la corrupción de los gobiernos locales;
 
la migración masiva del campo a la ciudad;
 
la tecnología y la globalización que diluye todo el proceso de desarrollo.

6.  Propuestas para el futuro de las misiones salesianas:


 
mayor presencia de jóvenes misioneros salesianos entre los pueblos
indígenas;
 
promover a diferentes niveles una formación misionera específica, desde
la formación inicial;
 
involucrar a toda la Inspectoría en la misión amazónica;
 
continuar la presencia salesiana entre los pueblos de la Amazonía, acom-
pañando la evangelización en lengua local, el catecumenado, las activi-
dades pastorales, especialmente los sacramentos y el primer anuncio;
 
realizar un replanteamiento global de nuestra presencia en la Amazonía;
 
trabajar juntas las Inspectorías con la misma realidad pastoral;
 
Continuar con la promoción y formación de ministros, voluntarios
locales y agentes de pastoral;
 
una presencia misionera más capilar e inculturada;
 
esperamos un estilo de presencia misionera, actualizado, flexible, capaz
de responder a los desafíos de cada lugar;

40
1.  Resultado de la Encuesta

Niños de la misión de São Gabriel da Cachoeira, Río Negro.

 
mayor compromiso con la inculturación, conocimiento de las lenguas
y la cultura;
 
continuar cuidando a los niños y jóvenes indígenas en su totalidad;
 
prestar especial atención a la juventud indígena en un contexto urbano;
 
promoción y atención especial a las vocaciones indígenas, creación de
aspirantados en las Tierras Indígenas;
 
acompañar a los jóvenes desorientados, continuar con la propuesta
educativa;
 
ocuparse de los internados interétnicos y de la formación profesional;
 
continuar con el estudio y elaboración de materiales al servicio de las
culturas indígenas, su defensa y evangelización;
 
una acción misionera junto con los pueblos indígenas más concientizados;
 
continuar el estudio y la apreciación de las culturas locales;
 
apoyo en la lucha por los derechos y las Tierras Indígenas;
 
trabajar con otras organizaciones para la preservación de la Amazonía;
 
compromiso con la ecología integral a través del cuidado de la “Casa
Común”.

41
AMAZONÍA SALESIANA

7.  Propuestas para el Sínodo Pan-Amazónico:


 
es indispensable investigar seriamente la orientación actual de la juven-
tud indígena y su posición frente a la tradición y la modernización,
escuchar los gritos de la juventud, acompañar el fenómeno de la migra-
ción juvenil;
 
promoción de ministerios para la vida de la Iglesia, sobre todo del
diaconado;
 
mayor compromiso con la inculturación (conocimiento de las lenguas
y culturas); promoción de la liturgia, catequesis inculturada, conciencia
de la continua evolución de las culturas;
 
proponer el camino del catecumenado que unifique la experiencia
religiosa;
 
mayor presencia de la Iglesia con una educación de calidad;
 
denuncia de las causas profundas de la destrucción del planeta;
 
defensa de los pueblos indígenas y promoción y evaluación de las demar-
caciones de las Tierras Indígenas;
 
invertir en formación sacerdotal y religiosa con rostro indígena;
 
preparar sacerdotes, religiosos y laicos para la misión amazónica;
 
crear centros de estudio y capacitación para la misión amazónica;
 
proyectos pastorales comunes para la evangelización y defensa de la
Amazonía;
 
reorganizar los territorios eclesiales.

42
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

AMAZONÍA
SALESIANA

2.
ENCUENTRO
SALESIANO
PAN-AMAZÓNICO
¡EL SÍNODO
NOS INTERPELA!

MANAUS
01-04 NOVIEMBRE 2018

43
AMAZONÍA SALESIANA

1. INTRODUCCIÓN
AL ENCUENTRO SALESIANO
PAN-AMAZÓNICO
P. Martín Lasarte, sdb,
Dicasterio para las Misiones (Roma)

Mons. Tadeu, Mons. Ángel Divasson, P. Jeffeson Luis, inspector, Hna. Alaide
Diretti, Consejera para el Ámbito de las Misiones, Hermanas inspectoras Car-
melita Conceição de Laura Vicuña y Magdalena Scaramussa de Santa Terezinha,
Cuiabá, queridos hermanos diáconos, laicos agentes pastorales y jóvenes de
nuestra misión; Hermanas, Salesianos aquí presentes:

1. Pasos en un camino salesiano amazónico


Este encuentro presupone los pasos dados en los anteriores “Seminarios de
Praxis Misionera” celebrados en el pasado. Los recordamos brevemente.
  Campo Grande 1988 (05-10/09): presentación de las diferentes reali-
dades misioneras y la reflexión sobre evangelización y cultura, evangelización e
inculturación, evangelización y promoción humana, evangelización y educación.
  Cumbayá-Quito 1993 (20-25/09): reflexión sobre la evangelización y
cultura en el contexto de la Pastoral Amazónica. Se hicieron las presentaciones
de las diferentes misiones y, como tema de fondo, la cultura y la evangelización
a la luz de la Redemptoris Missio y de la Asamblea de Santo Domingo.
  Manaus 1999 (01-05/09): realizado a la luz del Sínodo de América en
relación con la Primera Evangelización y el Diálogo Intercultural, ecuménico e
interreligioso. El intercambio de experiencias significativas sobre la asunción de
los elementos religioso-culturales en el proceso de iniciación cristiana en contextos
parroquiales y educativos-escolares y de promoción humana.
  Cumbayá-Quito 2006 (01-05/05): los pueblos indígenas y la evangeli-
zación. Se trataron temas como la teología india, la formación específica de los
misioneros y las vocaciones indígenas. Esta reunión fue extensa a toda América.
También hubo otros encuentros de Pastoral Misionera con temas diversos,
no directamente vinculados a la situación amazónica: en 1993 se realizaron otros
encuentros en Rucua Choroi-Argentina sobre los Mapuches, en Cumbayá sobre
los pueblos andinos, en 1994 en Ayutla-México sobre la pastoral mesoamericana.
44
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

En 1999 se celebró en Quito un encuentro sobre la primera evangelización en el


diálogo intercultural. Experiencias y formación de catequistas. En Belo Horizon-
te-Brasil, 1999, el seminario pastoral se realizó en un contexto afroamericano.
Se hicieron otros encuentros: en 2012 “Mantiene viva tu llama misionera”, sobre
la animación misionera en nuestro contexto salesiano americano. En 2013, en
Los Teques, se realizaron las Jornadas de Estudio sobre el Primer Anuncio: Del
Primer Anuncio al discipulado misionero en América y el Caribe. Finalmente, en
2017 celebramos el Seminario en Belo Horizonte para aplicar el tema del Primer
Anuncio a los diferentes sectores de la misión salesiana.

2. Repensar la presencia de los Salesianos en la Amazonía


El presente encuentro, al igual que los otros encuentros con los DIAM
(Delegados Inspectoriales de Animación Misionera) del pasado, busca reflexionar
y discernir a nivel de la Congregación Salesiana el replanteamiento de nuestras
presencias amazónicas. Por eso no es sólo un seminario de reflexión y formación
sobre el Sínodo Pan-Amazónico, sino que forma parte del itinerario interno
de las Inspectorías para el replanteamiento y
cualificación de nuestra misión en la Amazonía.
Quizás, alguna de nuestras Hermanas
Salesianas puede haber quedado un poco per-
pleja, por motivo de porque este encuentro fue
organizado sólo por los Salesianos y no como en
encuentros anteriores que fueron preparados en
conjunto.
La razón es que en la planificación con-
junta del Ámbito de Misiones de las HMA y el
Sector de las Misiones de los SDB, esta reunión
no estaba prevista. Fueron sí organizadas las Niños de las escuelas salesianas
Jornadas de Estudio del Primer Anuncio en Los amazónicas del Río Negro.
Teques, 2013, y en 2017, en Belo Horizonte, el
seminario para la implementación del Primer Anuncio en nuestra misión. El
Ámbito y el Sector en su próxima programación (2020-2026) deberán indicar los
nuevos encuentros regionales: sus temas y modalidades para el trabajo misionero
conjunto.
Durante mi visita a Mato Grosso en 2017, vimos con el P. George Lach-
nitt la urgencia de realizar una reunión de los Salesianos para revisar y repensar
nuestra presencia amazónica en el contexto del rediseño de las Inspectorías. Así
nació la iniciativa del presente encuentro. Luego el Papa Francisco nos habría
45
AMAZONÍA SALESIANA

escuchado (!) y lanzó el Sínodo Pan-Amazónico. Luego, con los misioneros del
contexto amazónico, del curso de Formación Permanente en Roma de 2017, junto
con el P. Juan Bottasso, recogimos nuevas ideas y así nació el presente encuentro.
El P. Bottasso insistió en la urgencia de reunir a los Salesianos para recoger el
patrimonio científico y pastoral de estos 125 años de presencia.
Por supuesto, que para este acontecimiento, no podíamos privarnos de
la presencia de nuestros laicos indígenas, de los agentes pastorales, de los jóve-
nes, de las religiosas con las que colaboramos y, en primer lugar, de las Hijas de
María Auxiliadora, para ayudarnos a discernir y repensar nuestra misión. Así,
en cada Inspectoría, el inspector y la Animación Misionera invitaron, además
de los Salesianos, a las personas que pudieran participar en nuestro encuentro.
Por lo tanto, el presente encuentro, más que un seminario de reflexión y
estudio, tiene como objetivo revisar nuestras políticas internas interinspectoria-
les, nuestros PEPSI (Proyectos Educativos Pastorales Salesianos Inspectoriales)
y los POI (Proyectos Orgánicos Inspectoriales), lógicamente en el contexto del
Sínodo Pan-Amazónico.

3. Objetivos del presente encuentro


El punto focal de este encuentro panamazónico salesiano consiste en una
reflexión sobre las presencias salesianas en el contexto amazónico, con vistas a
un inteligente redimensionamiento. En este encuentro panamazónico salesiano
nos proponemos algunos objetivos:
a. Hacer memoria del camino recorrido en estos 125 años de las misiones
salesianas amazónicas, aprendiendo de la historia los éxitos y los errores de nues-
tra misión, así como dejarnos contagiar por la entrega total de tantos hermanos
y hermanas que dieron su vida, hasta el final, por Cristo, por la misión y por
nuestros destinatarios.
b. Analizar el presente de la compleja realidad amazónica (económica,
política, cultural, juvenil, eclesial, salesiana), siendo particularmente sensibles a
nuestra identidad carismática que nos caracteriza: el cuidado, acompañamiento,
evangelización y educación de la juventud amazónica.
c. Identificar y discernir caminos para el futuro en nuestras provincias que,
en comunión con la Iglesia, nos ayuden a continuar con inteligencia y en forma
de proyecto, el servicio a los jóvenes de la Amazonía en armonía con los nuevos
desafíos y según el potencial real de nuestra Congregación.
d. Ofrecer algunas sugerencias para el Sínodo Pan-Amazónico que tendrá
lugar en Roma en octubre de 2019. Estas propuestas surgen particularmente de
nuestra experiencia e identidad carismática.
46
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

2.  AMAZONÍA: NUEVOS CAMINOS


PARA LA IGLESIA Y PARA
UNA ECOLOGÍA INTEGRAL
P. Justino Sarmento Rezende1, sdb,
(Manaus – Brasil)

El Sínodo nos mueve a buscar nuevos caminos para la Iglesia y para una
ecología integral, junto con los pueblos amazónicos e indígenas. La colegialidad
conduce a la participación de todos en las diferentes fases del proceso sinodal:
convocatoria, participación en consultas y escuchas; colaboración con las propues-
tas. El Papa Francisco pide que las propuestas sean valientes y audaces. Escribe:
“En respuesta al deseo de algunas Conferencias Episcopales de América Latina,
además de escuchar la voz de muchos pastores y fieles de varias partes del mundo, he
decidido convocar una Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la región
pan-amazónica”. El encuentro del Papa Francisco con los pueblos indígenas (Puerto
Maldonado 19/01/2018) marca el inicio del Sínodo; el 8/03 se anunciará el tema:
Amazonía - Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral.
Se anunciaron los nombres de los miembros del Consejo Pre-Sinodal. A
esto siguió el proceso de preparación de los primeros textos sobre los temas.
Roma: 12-13/04/2018 la reunión del Consejo pre sinodal, con la participación
del Santo Padre. El 13/04 (por la tarde) se aprobó el Documento Preparatorio
(DP). Ahora el Documento está en las comunidades, diócesis, congregaciones
e instituciones que realizan sus asambleas, estudiando y escuchando al Pueblo
de Dios que expresa sus angustias, sus desafíos y sus perspectivas. La Iglesia está
pensada de abajo hacia arriba y acoge con agrado sus contribuciones. Es una
visión de comunión, solidaridad eclesial y solicitud de todo el Pueblo de Dios
por la Iglesia que vive en la Amazonía.
La REPAM (Red Eclesial Panamazónica) es considerada como un lugar
social, teológico y eclesial en el Sínodo, porque convoca y provoca. Se le ha
encomendado la tarea de elaborar una propuesta metodológica. El Sínodo es una
extensión y complemento de la Laudato Sii - Cuidado de la Casa Común (2015).
Es un acontecimiento de extraordinaria envergadura y con repercusiones globales
para la Iglesia y para el mundo; nos provoca a debatir temas que van desde la

1
  P. Justino es Licenciado en Educación por la Universidad Dom Bosco de Campo Grande, miembro
de la Commisión preparatória del Sínodo Especial para la Amazonía y pertence a la etnia Tuyuka, Alto Rio
Negro, Amazonas.

47
AMAZONÍA SALESIANA

evangelización de los pueblos hasta aspectos relacionados con la ecología y la


salvaguarda de la creación, dada la situación particular que esta región ocupa en
el planeta. El Sínodo nos motiva a aprender las lecciones de la convivencia y el
cuidado de la creación con los pueblos amazónicos e indígenas.

1. Organización del documento


La metodología sinodal es participativa en el proceso de preparación, cele-
bración y aplicación de las directrices sinodales. El documento contempla aspectos
pastorales, teológicos, eclesiológicos y de análisis de la realidad de la Iglesia y de
las sociedades panamazónicas, en comunión con la realidad eclesial de América
Latina y del mundo. El Sínodo no es sólo para los pueblos amazónicos ni para
los pueblos indígenas. El Sínodo trata los problemas de una región, pero tiene un
alcance universal, para toda la Iglesia y para todas las sociedades. ¡Los Salesianos
no podemos quedarnos al margen!
a.  Preámbulo (n. 1-5) Al confirmar que el Sínodo tendrá lugar en Roma -
octubre de 2019, es para reafirmar que este Sínodo no es sólo un acontecimiento
regional, sino de toda la Iglesia Católica. El Sínodo debe hacerse para y con el
pueblo de Dios en la Amazonía. Debe estar atento a la biodiversidad, la mul-
tietnicidad, el multiculturalismo y la naturaleza multirreligiosa de los pueblos
amazónicos. El Sínodo debe indicar las formas de cuidar el cosmos/mundo.
b.  I. VER - Identidad y gritos de la Pan-Amazonía (n. 6-34) La Iglesia
quiere conocer la riqueza del bioma, el conocimiento y la diversidad de los pue-
blos de la Amazonía; los pueblos indígenas, sus luchas por una ecología integral,
sus sueños y esperanzas, sus historias, memorias, espiritualidades; la historia de
la Iglesia, los caminos de la evangelización y sus cambios. La Iglesia quiere reco-
nocer la resistencia de los pueblos amazónicos a los proyectos de colonización
y desarrollo basados en la explotación desmedida, la destrucción de la foresta
y de los recursos naturales. La Iglesia quiere convivir con la Amazonía y con el
modo de ser de sus pueblos, con sus recursos de uso colectivo compartido. La
Iglesia quiere defender la Amazonía, su bioma y sus pueblos amenazados en sus
territorios, sufriendo injusticias, expulsados de sus tierras, torturados y asesina-
dos en conflictos agrarios y socio-ambientales, humillados por los poderosos de
los agro-negocios y los grandes proyectos de desarrollo económico. La Iglesia
quiere ver la identidad y los gritos del Pueblo de Dios, especialmente de los pue-
blos indígenas; la biodiversidad del territorio; la caracterización de la diversidad
sociocultural, política y económica. La Iglesia quiere defender la región con sus
bosques, sus aguas y sus pueblos. La Iglesia quiere conocer, reconocer y defender
48
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

a los pueblos indígenas con su identidad, sus procesos históricos y sus amenazas
actuales; ver la situación sociodemográfica actual y sus principales desafíos en
toda la Pan-Amazonía. La Iglesia debe ver y revisar la memoria histórica y eclesial
de los pueblos de la Pan-Amazonía; reafirmar el compromiso con la justicia y los
derechos de los pueblos. La Iglesia debe ver la espiritualidad y la sabiduría de los
pueblos de esta inmensa región.
II. DISCERNIR – Para una conversión pastoral e ecológica (n. 35-64)
Expresa la necesidad de comprender, valorizar, agradecer, defender las realidades
presentadas en la primera parte, a la luz da Palabra de Dios, del magisterio de la
Iglesia universal, del magisterio de la Iglesia Latino-americana y de los conoci-
mientos, saberes y sabidurías de los pueblos amazónicos y de los pueblos indígenas.
El Sínodo quiere discernir para anunciar el Evangelio de Jesús en la Amazonía,
observando las siguientes dimensiones: dimensión bíblico-catequética; dimensión
social; dimensión ecológica; dimensión sacramental; dimensión eclesial-misionera.
Es una parte del documento muy importante, iluminada por la Palabra de Dios y
por el magisterio eclesial que nos provoca a estar más comprometidos con la vida
humana y con el cuidado de la ecología, pues una depende de la otra.
III. ACTUAR – Nuevos caminos para una Iglesia con rostro amazónico
(n. 65-90). Aquí están presentes los desafíos para que los pueblos amazónicos,
indígenas, laicos, jóvenes, misioneros, sacerdotes y obispos puedan ver, soñar,
presentar propuestas y hacer visible la importancia de los pueblos amazónicos, de
sus comunidades cristianas locales que tienen un alcance universal. Mostrar lo que
significa ser una Iglesia con rostro amazónico: en la pastoral, en la catequesis, en la
evangelización, en las celebraciones, en los sacramentos, en la formación... El Papa
Francisco afirma: los nuevos caminos exigen que la Iglesia en la Amazonía haga
propuestas “valientes”, que deben ser “audaces” y “no temerosas”. El Sínodo nos
invita a construir nuevos caminos: una Iglesia con rostro amazónico; con dimen-
sión profética; con ministerios con rostro amazónico; nuevos caminos. Todos los
temas son importantes, pero lo que más preocupa al Papa Francisco es la cuestión
del acceso a la Eucaristía y esto nos hace pensar en los ministerios ordenados.
c.  Cuestionario. Se utiliza para consultar las bases, para guiar las asambleas
sinodales. Los encuentros se realizan entre los diferentes estratos sociales, asam-
bleas y peregrinaciones. No hay necesidad de responder a todas las preguntas.
Otras preguntas relevantes pueden ser creadas para ayudar al Sínodo.
d.  Ausencias. El Documento no aborda varios temas, cuestiones, proble-
mas, desafíos, avances, retrocesos y buenas acciones que existen en la región Pana-
mazónica. Ustedes, mis hermanos y hermanas salesianos con mirada salesiana,
debéis haber percibido que el tema de la juventud y otros temas están ausentes.
49
AMAZONÍA SALESIANA

En el Consejo Pre-Sinodal se orientó a que el documento fuera pequeño, sin la


intención de trabajar en todos los temas, pero que fuera un instrumento de pro-
vocación para que los pueblos de la Amazonía pudieran participar proponiendo
temas importantes relativos a la Amazonía y a los pueblos indígenas.
e.  Actitudes actuales. Es importante profundizar en los temas del Sínodo
y percibir las actitudes actuales: una posición firme frente a los nuevos colonia-
lismos; insistir en la defensa de la justicia y los derechos humanos; reconocer los
valores culturales de los Pueblos Indígenas, valorar su identidad, ver resistencia
al modo de vida consumista con la propuesta de la Buen Vivir (el Papa Francisco
expresó en términos de futuro sereno, para evitar la apropiación política del tema).
f.  Palabras clave. Son palabras importantes que nos ayudan a compren-
der la importancia de la Amazonía en materia eclesial, social y ecológica. Cada
palabra nos abre a otras situaciones profundas; no son sólo palabras: América
Latina, Amazonía, Cuenca Amazónica, Casa Común, Diversidad, Fronteras;
Amenaza, Política, Conflictos socio ambientales, Violencia en el campo, Destruc-
ción, Grandes proyectos, Etnocidio, Genocidio, Trata de personas, Contrabando
de migrantes, Desplazamiento forzoso, Contaminación, Heridas, Clamores,
Tierra sin maldad, Bien vivir, Feliz sobriedad, Futuro sereno, Ecología integral,
Encuentro, Escucha, Camino del Sínodo, Conversión ecológica, Iglesia, Iglesia
en camino, Iglesia en salida, Iglesia que soñamos, Iglesia Samaritana, Historia,
Historia Misionera, Memoria, Ministerios, Misioneros(as), Pueblo de Dios,
Pueblos Indígenas, Rostro Amazónico, Rostro Indígena.

2. Cerrando la conversación
Queridos hermanos salesianos, hermanas salesianas, el Sínodo de la Ama-
zonía es un acontecimiento de la Iglesia Católica, pero sus resultados van más
allá del nivel eclesial. Llegan a diferentes sectores de las sociedades nacionales e
internacionales. A mucha gente no le gustará el trabajo del Sínodo, porque van en
contra de los intereses de las grandes empresas que quieren explotar la Amazonía.
Por eso decimos que el Sínodo es un acontecimiento político-ético que defiende
la vida humana y la ecología.
Los Salesianos y las Salesianas tenemos este momento importante para la
reanudación de nuestras historias, para reflexionar y decidir escribir nuevas histo-
rias. Tenemos que prestar atención a algunas situaciones que surgen en nuestros
espacios educativos, evangelización, catequesis, formación de líderes comunita-
rios, líderes políticos, administradores sociales; prestar atención a la formación
de ministerios religiosos y ordenados con los pueblos y pueblos amazónicos y
50
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

los pueblos indígenas para que la Iglesia y la Congregación Salesiana adquieran


un rostro amazónico y un rostro indígena.
El tema del Sínodo debe pasar por nuestras escuelas, obras sociales, colegios
y universidades. Estamos en condiciones de contribuir mucho, porque servimos
a muchos destinatarios. En este momento apuesto a que tenemos que ayudar
mucho, somos aliados, hermanos y hermanas de los pueblos amazónicos e indí-
genas. ¡Seamos amigos, escuchemos lo que tienen que decirnos! Retomemos
las palabras del Papa Francisco (Puerto Maldonado, 19/01/2018): “Confío en
la capacidad de resistencia de los pueblos y en vuestra capacidad de reacción ante
los momentos difíciles que tenéis que vivir. Lo habéis demostrado en las diferentes
batallas de la historia, con vuestras aportaciones, con vuestra visión diferenciada
de las relaciones humanas, con el medio ambiente y con la experiencia de la fe”.

3.  VISIÓN INDÍGENA SALESIANA


SOBRE EL SÍNODO
PAN-AMAZÓNICO
P. Justino Sarmento Rezende sdb,
(Manaus – Brasil)

Para nuestra Familia Salesiana y para los pueblos indígenas el Sínodo


Pan-Amazónico es muy importante. Nos sirve como un nuevo espejo que muestra
cómo es nuestro rostro salesiano y el rostro de nuestros destinatarios. Comparto con
ustedes lo que viene de mi corazón Tuyuka, de mi corazón salesiano y sacerdotal.

1. Nuestros rostros salesianos


•  ¿Cuántos años tenemos/estamos en la región Panamazónica?
•  Descubrí que no somos tan jóvenes en la región, somos centenarios.
•  Algunos asesores me dicen: ¡los salesianos tienen mucho que aportar al
Sínodo!
•  ¡Tenemos historias para contar, experiencias para compartir; reconocer
que en muchas cosas tampoco hemos progresado!
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AMAZONÍA SALESIANA

2. ¡El Sínodo nos interpela!


•  ¿Nos desafían las historias centenarias?
•  El Sínodo exige que construyamos nuevos caminos para la Iglesia, para
la Congregación, junto con los pueblos indígenas.
•  Papa Francisco nos pide de identificar nuevos caminos para la evange-
lización de los pueblos indígenas, de esa porción del Pueblo de Dios,
especialmente de los pueblos indígenas, que a menudo son olvidados y no
tienen perspectivas de un futuro sereno, también a causa de la crisis de la
selva amazónica, pulmón de capital importancia para nuestro planeta...”.
• 8 de marzo de 2018 anunció el tema del Sínodo: “AMAZONÍA, nuevos
  El
caminos para la Iglesia y para una ecología integral”.

3. Significado del Sínodo para un Tuyuka


¡Es un evento increíble! El 19 de febrero de 2018, el Sr. Mauricio López
(Secretario/ REPAM) me llamó para informarme que había sido nombrado
para ser uno de los asesores del Sínodo. Tenía
miedo de participar en un Sínodo porque
era algo que no me correspondía, siendo un
indígena. A pesar de muchas dudas, terminé
aceptando, porque él no aceptó mis argumen-
tos para no asentir.
A continuación se elaboraron textos
basados en los temas indicados en la reunión
de Puerto Maldonado. A mí me correspondía
escribir textos sobre la cuestión indígena.
Escribir en nombre de los pueblos indígenas
de una región es difícil. A través de la pla-
taforma virtual nos reunimos varias veces
para estudiar y mejorar los textos producidos
hasta la última semana de marzo, cuando
los textos fueron enviados a la Secretaría del
Sínodo en Roma.
En la sesión de apertura de la primera Pe. Justino Rezende con el Papa Francisco
reunión del Consejo Pre-Sinodal con la pre- en la comisión preparatoria del Sínodo.
sencia de nuestro Papa Francisco, me dieron la
oportunidad de decir lo que sentía como Tuyuka, como Salesiano, como sacerdote,
como misionero y como asesor.
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2.  ¡El Sínodo nos interpela!

4. Cómo el Sínodo desafía a los Salesianos y Salesianas


El Papa Francisco, los Salesianos, las Salesianas y los pueblos indígenas
perciben que cada pueblo es diferente, con su capacidad de interactuar/dialogar
con otros pueblos en busca del “buen vivir” (tema complejo). El Papa Francisco
habla de un futuro sereno; los pueblos indígenas necesitan ser los principales
interlocutores, dialogar entre ellos, con otros pueblos, con los gobiernos y con
los misioneros.

5. Nuevos caminos para la evangelización


Nuestras Congregaciones reflexionan continuamente sobre nuestra misión
en el mundo; buscamos estar conectados con los documentos de la Iglesia. En
este momento es importante entrar en el espíritu del Sínodo Pan-Amazónico.
Hay que revestirse de AMAZONÍA como un lugar ecológico, eclesial, antro-
pológico, teológico, filosófico, pedagógico y carismático salesiano.
Nuestro desafío: Desde el carisma salesiano, señalar nuevos caminos para
la Iglesia, con rostro amazónico, indígena, juvenil, popular; en los métodos de
evangelización, en los contenidos y prácticas de evangelización y educación.
Una nueva dinámica que debemos reforzar es la de escuchar lo que los pueblos
amazónicos e indígenas tienen que decirnos a los Salesianos y a las Salesianas.
Los Salesianos y las Salesianas ya hemos recorrido adecuados caminos en
muchas de las regiones donde actuamos. El Sínodo nos desafía: ¿estos caminos
tienen rostro amazónico e indígena?

6. Algunos puntos destacados


El DP no trata todos los temas que creemos que debería tratar. Las ausen-
cias se completarán con las aportaciones de los grupos, comunidades, diócesis,
congregaciones e instituciones que se ocupan de los temas que el Sínodo provoca
a pensar.
Las contribuciones deben tener un alcance local y universal; para la Iglesia
y para la sociedad en general. El Papa Francisco dice: ¡las propuestas deben ser
valientes, audaces y valientes!
La Familia Salesiana necesita entrar en este espíritu para ayudar a la Igle-
sia, a los pueblos amazónicos y a los pueblos indígenas. En una perspectiva más
concreta vale la pena preguntarse: ¿Quiénes somos los salesianos y las salesianas
en la Amazonía? ¿Quiénes son los pueblos amazónicos y los pueblos indígenas
para nosotros?
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AMAZONÍA SALESIANA

¿Cómo es nuestra Pastoral, Evangelización, Catequesis? ¿Las escuelas,


facultades y universidades trabajan con las cuestiones panamazónicas: lenguas,
culturas, conocimientos, sabiduría, pedagogías, filosofías, antropologías, espiri-
tualidades, teologías, etc.?
Las respuestas deben encontrarse en la memoria de nuestras presencias, en
las crónicas de las casas, en las actas de las reuniones, en los planes de los cursos,
en los libros publicados y en nuestras actitudes.

6. Ver (I) – Identidad e clamores da Pan-Amazónica


a)  Memoria histórica eclesial (n.4): Fragilidad de la defensa de los indí-
genas (historias de la Iglesia). Compromisos de la Iglesia. Opción prefe-
rencial (n. 23); interiorización y demonización de las culturas indígenas.
Compromiso de la Iglesia. Inculturación. Nuevos modelos de educación
escolar (n. 24); la Amazonía es un testimonio de fe (n. 25).
b)  Justicia y Derechos de los Pueblos (n. 5): Peligro de nuevos colonia-
lismos: destrucción de las identidades culturales (n. 27); protección y
defensa de las características de cada cultura (en su dinámica) (n. 28);
los pueblos indígenas organizan sus propios procesos políticos y con
otros; crean agendas basadas en los derechos humanos (n. 29); la pro-
tección de los pueblos indígenas y de sus territorios es un requisito ético
fundamental; compromiso básico con los derechos humanos (n. 30).
c)  Espiritualidad y sabiduría (n. 6). Buen Vivir: comunión entre las per-
sonas, con el mundo, con los seres vivos y con el Creador (n. 31); Buen
Vivir: los cristianos indígenas parten del Anuncio del Reino para crear
comunión con las personas, las comunidades (n. 32); familia indígena:
defensa de la vida (n. 33); presencia de sectas que no favorecen una
ecología integral (n. 34).

7. Discernimiento (II)-Hacia una conversión pastoral y ecológica


El Creador, la Biodiversidad y los Pueblos viven en la misma Casa Común;
la destrucción = muerte (n. 45); el proceso de evangelización de la Iglesia en
la Amazonía no puede separarse de la promoción del cuidado de su territorio
(naturaleza) y de sus pueblos (culturas) (n. 46); en Puerto Maldonado: la escucha
recíproca entre el Papa Francisco y los pueblos indígenas (n. 63); la Asamblea
Especial para la región pan-amazónica necesita de un gran ejercicio de escucha
recíproca: los fieles y sus pastores (n. 64).
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2.  ¡El Sínodo nos interpela!

8. Nuevos caminos (III) para una Iglesia con rostro amazónico


La Iglesia y la Congregación Salesiana están llamadas a profundizar su
identidad en correspondencia con las realidades de su propio territorio y a crecer
en su espiritualidad escuchando la sabiduría de sus pueblos (n. 66).
El Papa Francisco (EG 198): “Es necesario que todos nos dejemos evange-
lizar por ellos”; “no sólo para prestarles nuestra voz en sus causas, sino también
para ser sus amigos, escucharlos, comprenderlos y acoger la misteriosa sabiduría
que Dios quiere comunicarnos a través de ellos” (n. 75); el perfil profético de la
Iglesia hoy se manifiesta a través de su perfil ministerial y participativo, capaz
de hacer de los pueblos indígenas y de las comunidades amazónicas “los prin-
cipales interlocutores” (LS 146; n. 79).

9. Cerrando la conversación
Papa Francisco nos exhorta: “Ayudad a vuestros obispos, ayudad a vuestros
misioneros a ser uno con vosotros y así, dialogando con todos, podréis formar una
Iglesia con rostro amazónico y una Iglesia con rostro indígena” (n. 89).

Misión Salesiana de Iauaretê, fundada en el 1929, en el Alto Río Negro.

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AMAZONÍA SALESIANA

4.  AMAZONÍA: CONTEXTOS,


INTERCULTURALIDAD
Y SITUACIÓN JUVENIL
Sr. José Juncosa Blasco 2
(Quito - Ecuador)3

El pulmón del mundo, la zona más mega diversa del planeta, la Casa Común.
Con esos apelativos se nombra a la Amazonía, un espacio geopolítico estratégico
—y complejo— por su mega diversidad, por su reserva de agua dulce y también
por sus recursos naturales no renovables. La Amazonía es la mayor selva tropical
del planeta y región clave para los ecosistemas climáticos globales.
Con una superficie de 7,8 millones de kilómetros cuadrados, la Amazo-
nía representa el 5% del área total mundial. Consta de 12 macro-cuencas y 158

2
  Antropólogo. Doctor en Estudios Culturales Latinoamericanos. Vice-rector de la Universidad
Politécnica Salesiana del Ecuador, Sede Quito. Miembro del Grupo de Investigación Misiones y Pueblos
Indígenas de la misma universidad. jjuncosa@ups.edu.ec.
3
  Este escrito es la versión en formato artículo de la conferencia compartida y dialogada con los
participantes del Encuentro Panamazónico Salesiano: El Sínodo nos interpela (Manaus, 1-4 de noviembre
de 2018). Agradezco a Milagros Aguirre, editora general de Ediciones Abya Yala sus aportes de redacción,
edición, búsqueda y adecuación de mapas y figuras. Nos hemos servido de la siguiente Bibliografía: Agencia
Efe. Efe Verde, https://www.efeverde.com/noticias/suicidios-deforestacion-mineria-ama zonia-papa/(acceso
17/01/2108). Alexiades, M., Peluso D., «La urbanización indígena en la Amazonía. Un nuevo contexto de
articulación social y territorial», Gazeta de Antropología (2016). Amazon Conservation, maaproject.org
https://maaproject.org/2018/sintesis3/(acceso 09/03/ 2019). CÉSAIRE, A., Discurso sobre el colonialismo
(Madrid [1950] 2006). Echeverri J.A., «Presente y futuro de las lenguas Indígenas»; en Presente y futuro
de las lenguas indígenas, de AA.VV. Universidad Nacional de Colombia (Bogotá 2018). Goldáraz, J.M., La
selva rota, Abya Yala (Quito 2017). Gutiérrez F., 2011; en http://observatoriogeograficoamericalatina.org.
mx/egal11/ Procesos ambientales/Ecologia/02.pdf. Lander E., 2010. “Crisis civilizatoria: el tiempo se agota”;
en Irene León I. (Coord.): Sumak Kawsay/Buen Vivir y cambios civilizatorios, FEDAEPS (Quito 20102)
27-40. Loebens G.f., De Oliveira N., Lino J., Povos indígenas isolados na Amazonía, Abya-Yala (Quito 2012).
Mapbiomas. 2019. Mapbioma. http://plataforma.amazo nia.mapbiomas.org /map. Nakata M., Disciplinar al
Salvaje. Destruir la disciplina, Abya Yala (Quito 2014). OPS, «Epidemiología del suicidio en adolescentes y
jóvenes en Ecuador», OPS. Revista Panamericana de Salud Pública (2018). Ortiz P., «Gobernanza territorial y
conflictos entre Estado y pueblos indígenas Una perspectiva comparada de Ecuador y Bolivia», UASB (2013).
Ribeiro B., Amazonía Urgente: cinco séculos de historia y ecología (1990). Roosvelt A.C., Moundbuilders of
the Amazon: Geophysical Archaeology on Marajo Island, Brazil, Academic Press (1991). Soarez J.P.. http://
www. Biodiversid adla.org/Documentos/La-Amazonia-se-esta-secando?fbclid=IwAR3J56 RDZk2PfrML60
uMpwyab QG4Jc6eDtF6Zj3QkP-r2BqVf056sGKfqO8 (acceso 10/03/2019). TCA, Tierras y áreas indígenas
en la Amazonía, Secretaría Pro Tempore, TCA (1997). Universidad Nacional De Colombia. UN periódico
digital, http://unperiodico.unal.edu.co/pages/ detail/suicidios-en-la-amazonia-alertan-por-salud-men-
tal-indigena/ (acceso 31/10/2018). Wain Collen Pnud. 2016. La Amazonía y la Agenda 2030 (Panamá 2016).

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2.  ¡El Sínodo nos interpela!

sub-cuencas compartidas por 1497 municipios, 68 departamentos o provincias


y ocho países: Bolivia (6,2%), Brasil (64,3%), Colombia,6,2%), Ecuador (1,2%),
Guyana (2,8%), Perú (10,1%), Surinam (2,1%) y Venezuela (5,8%); con una
población aproximada de 33 millones de personas que incluye a 385 pueblos
indígenas y, además, a grupos humanos que permanecen en aislamiento (Wain
Collen Pnud 2016).
La representación geográfica de la Amazonía responde a distintos intere-
ses y a distintos conceptos jurídicos, ambientales y de territorio. Muchas veces,
esas representaciones resultan engañosas y sus cartografías no muestran sino el
rostro que queremos ver de ella: aquellos interesados en negocios extractivos
suelen dividir el territorio en lotes hidrocarburíferos o mineros y pintarlos de
colores mientras que los ambientalistas ponen énfasis en la selva verde, protegida,
intangible. Sabemos que la selva es la suma de ello. Hacia los Andes es una media
luna de riqueza y diversidad y, del otro lado, desde el sur, una media luna por la
que avanza la destrucción (Mapbiomas 2019)4. Una moneda con dos caras: la de
la abundancia y la de la pobreza y el despojo.
Hay que distinguir al menos dos concepciones geográficas: la cuenca del
Amazonas que hace referencia al cauce de desagüe del río y sus afluentes y la
Gran Amazonía, que comprende una región más amplia, limitada al oeste por los
Andes y el escudo brasileño al sur. En lo que se conoce como La Gran Amazonía
(Gutiérrez 2011), 7.989.204 km2, se incluyen:
  Cuenca hidrográfica: considera el sistema de afluentes e incluye áreas
nevadas y pobladores andinos. Cubre 7.352.112 km2 de seis países.
  Selva Amazónica: continuo de selva húmeda tropical que sobrepasa la
cuenca y que significa la mayor superficie forestal del planeta: 7.989.204
km2.
  El Tratado de Cooperación Amazónica, TCA: integra la cuenca, selva
y lo que cada país considera legalmente Amazonía de acuerdo a sus
razones políticas y comprende 7.590.083 km2.
  La Pan Amazonía: está conformada por los países con jurisdicción o
territorios en la cuenca hidrográfica del río Amazonas y con cobertura

4
  MapBiomas es la iniciativa de una red de colaboración conformada por organismos no guber-
namentales, universidades y empresas de Brasil, organizadas con el objetivo de utilizar una tecnología de
calidad y de menor costo para producir series anuales de mapas de cobertura y uso de suelos de los biomas
brasileños. Mapbiomas Amazonía fue creado para contribuir al entendimiento de las transformaciones de
la Amazonía a partir de mapeo anual de cobertura y uso del suelo en la Pan-Amazonía. Se pueden consultar
mapas en amazonia.mapbiomas.org.

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AMAZONÍA SALESIANA

de selva amazónica. Países andinos amazónicos con características polí-


ticas, socioeconómicas y ambientales similares, como Bolivia, Colom-
bia, Ecuador, Perú y Venezuela; países de la Franja del Atlántico como
Guyana, Guyana Francesa y Surinam y Brasil que tiene la mayor parte
de su territorio en la planicie amazónica.

1. Ecosistema estratégico y vulnerable

Hay que precisar que no toda la selva amazónica es lluviosa: cerca de un


tercio de no es selva sino sabana (la de Beni, en Bolivia es la más amplia) y las
tierras anegadizas en la orilla del Amazonas y de sus afluentes son entre el 5 y el
10% de su cuenca.
La Cuenca Amazónica es la mayor cuenca hidrográfica del mundo y por
su complejo sistema de ríos corre el 20% de agua dulce de la superficie terrestre
mundial. Se trata de un bioma productor de servicios eco sistémicos y de control

Selva amazónica amenazada.

58
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

climático planetario. El bioma selva amazónica es el más importante. En segundo


lugar está la selva del Congo, y otras de menor calado en regiones de Madagascar,
Argentina, México, Guatemala o Nueva Guinea.
La Amazonía es un sistema tan rico, como vulnerable y sensible. Su exube-
rante capa vegetal cubre una base empobrecid. Alberga la mayor biodiversidad
de flora y fauna del planeta.
La selva no es infinita y su deterioro es evidente según los datos reportados
por varios sistemas de información geográficas (SIG), y con imágenes satelitales
que han puesto las alertas: la Amazonía está enferma y su enfermedad es incu-
rable. Durante los últimos 17 años (2001-17), se han perdido 4.2 millones de
hectáreas de bosques andinos amazónicos. Hay una tendencia creciente, con
un pico en el 2017 de 426 mil hectáreas. Perú registra la mayor pérdida anual,
seguido por Colombia y Ecuador; sin embargo, en el 2017, Colombia superó
a Perú con un nuevo máximo histórico anual de 214.7 mil hectáreas (ver figu-
ras 2 y 3). La gran mayoría (74% en promedio) de los eventos de pérdida son
de pequeña escala (5 hectáreas). (Amazon Conservation 2019).

Cuenca Hidrográfica: incluye áreas nevadas y pobladores andinos, 7.352.112 km2.

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AMAZONÍA SALESIANA

Selva Amazónica, mayor superficie forestal del planeta 7.989.004 km2.

2. Diversidad. Posibilidad de muerte progresiva de la Amazonía


Así como en la Amazonía se concentra la mayor diversidad del planeta,
también se concentran los mayores apetitos del mundo al punto que el auge y
declive de los ciclos de ocupación y poblamiento tienen que ver con sucesivas
fases extractivistas. El hambre de recursos naturales la ha puesto en peligro: a fines
del siglo XIX y principios del XX fue la sed de caucho; en los años ochenta del
siglo pasado, el petróleo, los cultivos de palma africana y la extracción de made-
ras finas como el cedro y la caoba; y ahora, con más fuerza, la minería, además
de los cultivos ilícitos. Estos, con voracidad insaciable, penetran en la selva y se
convierten en la principal amenaza no solo para el ambiente sino también para
sus habitantes, los pueblos indígenas y sus territorios.
El metabolismo amazónico es sumamente complejo y delicado. Sus suelos son
frágiles y pobres en nutrientes. La mayor parte de nutrientes están, no en el suelo,
60
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

sino en la vegetación que lo cubre. La


enorme diversidad proviene de la suma
de factores como la geología, la altura,
el clima. La Amazonía es albergue de
una de cada cinco especies de mamí-
feros, peces, aves y árboles del mundo.
Es un bioma productor de servicios eco
sistémicos y de control climático del
planeta. Pero, por sus características,
toda esa riqueza pende de un hilo.
La biodiversidad amazónica
incluye la diversidad social y cultural
los grupos humanos que la habitan. La
Amazonía ha sido una extensión gigan-
tesca, dispersa en términos biológicos,
un ciclo de vida en constante activi-
Imagen satelital de 2016 que muestra la deforestación
en Perú. Fuente: Amazon Conservation 2019.
dad. Dentro de esa selva aparentemente
homogénea, se creía que las frágiles cul-
turas amazónicas vivían como suspen-
didas en el tiempo durante milenios en medio de un paisaje en el que difícilmente
se puede encontrar la huella de su pasado. Sin embargo, hoy sabemos que la
Amazonía no es un sistema intacto: más bien es el resultado de la interacción del

Imagen satelital de 2016 que muestra la deforestación en Perú.


Fuente: Amazon Conservation 2019.

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AMAZONÍA SALESIANA

medioambiente con el ser humano, que moldeó su entorno con extraordinarios


conocimientos y técnicas para sobrevivir y para utilizar sus recursos.
Ejemplo de eso es el proceso agrícola de tala y quema, técnica que aún
hoy la practican los indígenas y que consiste en desbrozar por medio del fuego,
pequeños espacios para que luego la ceniza aporte a los suelos con nutrientes y
permita alguna cosecha. Después la misma selva se encarga de cubrir esa herida
sin exponerla al sol o a la lluvia y sin causar mayor daño en el ecosistema. Eso
implica que sus antiguos habitantes no podían extraer de su suelo riqueza con
excedentes, pero sí sabían sobrevivir sin acumular.
Los suelos ribereños de la Amazonía son más ricos para la agricultura per-
manente y sostenible como el maíz, mientras que los suelos de interland (terrenos
entre medio de los afluentes pequeños) son más pobres y de agricultura itinerante
(yuca o mandioca). La técnica de la tala y quema, más la recolección estacional
han definido los patrones de asentamientos humanos dispersos o nucleados, pero
de bajísima densidad y casi siempre móviles, pero portadores de una enorme
sabiduría, capacidad de adaptación y técnicas de supervivencia. Cualquier grupo
que hubiera sobreexplotado su entorno habría muerto. Ese buen manejo del
medio ambiente, que ha permitido la convivencia del hombre con la naturaleza
en al menos dos mil años, aún hoy en día lo explican los indígenas amazónicos
a través de sus cosmovisiones. Las amenazas a ese frágil ecosistema son cada vez
más y más peligrosas. La deforestación, la creciente urbanización, la ganadería y
agricultura extensiva, la agro-exportación y los mono-cultivos (palma africana),
la explotación maderera, la minería y el petróleo no solo que implican la erosión
de la tierra sino de la diversidad cultural y simbólica amazónica. En ese contexto,
preocupación especial merecen los pueblos indígenas aislados, en situación de no
contacto o contactos esporádicos cuyos territorios han sido demediados llegando
a límites imposibles para su supervivencia (Loebens y Oliveira Neves 2012).
La deforestación amazónica ha producido enormes sequías en 2005 y en
2010. Ha sucedido en apenas un lustro lo que normalmente sucede cada cien
años. Si no se cuida esa Casa Común, para el 2050 la Amazonía habría perdido
su capacidad de retener carbono y lo devolvería a la atmósfera. Y habrá perdido
también a sus pueblos indígenas aislados, patrimonio vivo del mundo, sobre-
vivientes de la conquista y de las incursiones caucheras de fines del siglo XIX.

3. La selva culta
Si bien no resulta fácil encontrar en la selva actual vestigios antiguos, pro-
bablemente había habitantes humanos en la Amazonía para el final del Pleisto-
ceno, sino antes. Según los registros arqueológicos existentes, sabemos que las
62
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

comunidades cazadoras recolectoras del bajo Caroní, Venezuela, están datados


entre 10000-8000 años. Se cree que vivían en sitios al aire libre y también en
cuevas donde, hacia el año 3000 realizaron pinturas rupestres. En otro escenario,
en Marajó (Brasil), en una zona inundable, abundan las cuevas que despertaron
el interés de los arqueólogos desde mediados del siglo XX.
La ciencia ha determinado dos clases de ocupantes, unos muy antiguos que
no conocían la cerámica y otros, cuyos conocimientos cerámicos demostrarían
que la Amazonía podía ser fuente de innovación social y tecnológica. Su cerámica
es la más antigua del continente, es la prueba del dominio del fuego y no se basa
en la técnica del torno alfarero sino con una técnica que consiste en hacer rollos
para superponerlos y moldearlos.
Los primeros habitantes de la alta Amazonía alcanzan las orillas de los ríos
hace 7500 años y hay evidencias de que sabían despejar la selva para desarrollar
la agricultura para lo que fabricaban hachas de piedra pulida.
Arqueólogos como Anna C. Roosvelt han comprobado, que Marajó, por
ejemplo, fue uno de los logros culturales indígenas más extraordinarios del

Pueblos indígenas aislados. Fuente: Entreculturas, 2015.

63
AMAZONÍA SALESIANA

nuevo mundo: un centro que duró mil años, que probablemente tuvo más de
100 mil habitantes y que abarcó grandes extensiones (Roosvelt 1991). Santarem
(Ribeiro 1990) también en Brasil (1000 d.C.), fue una ciudad de las más pobladas
del mundo en la época, tuvo grandes ceramistas y la mujer tuvo un importante
papel social y de liderazgo.
A pesar de no tener majestuosos monumentos como los mayas, aztecas o
incas, actualmente se siguen encontrando señales de los habitantes amazónicos
que sorprenden. La selva de lo que hoy es Ecuador también ha sido explorada.
El matrimonio Evanns-Meggers estudió la llamada Fase Napo y se deslumbró
con las urnas funerarias de los Omaguas;
el padre Porras y Ernesto Salazar, en los
años ochenta, hicieron grandes descu-
brimientos en el valle del Upano que
ahora, gracias a las nuevas tecnologías:
Light detection and ranging (LIDAR),
revelan un asentamiento de cerca de 10
km2 con plataformas, plazoletas, redes
de caminos…
Hoy sabemos que en la Amazonía
se desarrollaron muchos pueblos antes
de la conquista, que la Amazonía es viva
y es culta, en el sentido de cultivada.
Urna funeraria de los Omaguas, La arqueología amazónica nos obliga
Fase Napo. Foto: Cortesia Cicame.
a re-escribir su historia. Esa selva culta
echa abajo teorías colonizadoras que pre-
tendían ignorar las culturas precolombinas amazónicas, sin riqueza y diversidad
cultural y la cosmovisión de sus habitantes.
No hay que olvidar que gran parte de los desarrollos civilizatorios y cultu-
rales se iniciaron en la Amazonía: la alfarería, la domesticación de especies hace
más de cinco mil años (maíz, papa, cacao, mandioca), formas de ocupación del
suelo (tala y quema), además de la cosmovisión, el urbanismo, articulación social
y de parentesco. Al contrario de las “tierras baldías” de las que se apropiaba el
Estado con el lema de “una tierra sin hombres para unos hombres sin tierra”, la
arqueología amazónica nos muestra una región de interacciones fluidas tam-
bién con otras regiones y formas de movilidad territorial y articulación social
muy diversas: ciudades ribereñas de alta densidad poblacional; ciudades inter-
conectadas en red; poblamiento disperso, nucleado, sociedades desarrolladas en
su comercio desde el Napo hasta las selvas del Marajó; una región de enorme
diversidad lingüística y sociocultural en donde se han desarrollado culturas sin
monumentos arqueológicos pero con complejas y monumentales ritualidades.
64
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

Sin temor a equivocarse, se puede afirmar hoy que hay improntas civilizatorias
precolombinas profundas en las culturas amazónicas que no se pueden ignorar
y que deben ser insumo para su conservación y vigencia.
En toda la cuenca amazónica se hablan unas 240 lenguas amerindias y
muchas de ellas están en peligro de extinción. Se calcula que a la llegada de los
europeos había unas 1.200 lenguas en el actual territorio brasileño. En el siglo
XVIII, por ejemplo, el padre Nieto Polo en un informe al rey de España escribía:
“Hay muchas lenguas en esta área. Un problema sembrado por el diablo para
hacer más difícil la conversión de los indios”. En los siglos XVI y XVII la Corona
española ordenó la creación de cátedras en lenguas indígenas. De estas políticas
nacieron las “lenguas generales”, lenguas indígenas que fueron empleadas como
lenguas francas para la evangelización y la educación. Las dos lenguas generales
más importantes han sido el nheengatú, de base tupí, y el quechua o kichwa.
(Echeverri 2018).

4. Áreas protegidas y territorios


de conservación versus territorialidades indígenas
En 1993, el programa regional de consolidación de territorios indígenas a
través del TCA (Tratado de Cooperación Amazónica), asumió, con apoyo de la
Unión Europea, varios programas de desarrollo que recogían aspiraciones de las
poblaciones indígenas. En ese momento se hizo un diagnóstico de la situación de
tenencia de tierras y territorios indígenas en la Amazonía en los ocho países del
TCA (TCA 1997). Para esos años ya se evidenciaban las contradicciones entre la
entrega de tierras comunitarias y las dificultades de administración, entre auto-
nomía de los pueblos en la gobernanza de sus territorios y la injerencia de los
estados en esa administración. El modelo de entrega de tierras a los indígenas
en forma colectiva y bajo regímenes diversos a las disposiciones civiles, implicó
conflictos. Los territorios colectivos indígenas con proyecciones de duración a
perpetuidad no revisten en todos los países ni el mismo carácter ni tienen los
mismos alcances en lo económico, administrativo y político.
Como mecanismo de defensa ante la vorágine extractiva los países amazó-
nicos han puesto en marcha una serie de iniciativas de conservación ambiental
creando distintas figuras normativas, entre ellas la creación de parques naciona-
les, reservas y estaciones, que protegen y definen el derecho de propiedad y uso
regulado por el Estado.
Setenta y nueve millones de hectáreas, es decir, el equivalente al 10, 6%
del total de la superficie amazónica está definida dentro de la categoría de Áreas
Protegidas.
65
AMAZONÍA SALESIANA

  Guyana tiene el mayor nivel de preservación con el 36,6%


de su territorio.
  Colombia, Ecuador y Perú: 14 y el 19% del área.
  Brasil y Bolivia: 8 y 10%
  Surinam: 3%

Sin embargo, estos sistemas de áreas protegidas no son suficientes para su


conservación. Las llamadas áreas protegidas se superponen a los territorios indí-
genas en la mayoría de países de la Cuenca Amazónica, por una parte. Por otra,
forman parte de las políticas contradictorias de los gobiernos que, a la vez que
promueven y facilitan las actividades extractivas, crean normativas de conservación

Tratado de Cooperación Amazónica. Integra cuenca, selva y lo que cada país


considera legalmente Amazonía. Área: 7.590.083 km2.

66
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

de manera unilateral. Estas iniciativas reflejan acciones estatales que excluyen a la


población indígena y a la población local de la toma de decisiones, afectando sus
derechos a la tierra y al territorio, sin mecanismos de consulta o participación.
Estas declaratorias de territorios indígenas como parques nacionales o áreas
protegidas responden a decisiones geopolíticas de control sobre la Amazonía y,
a la vez que significan plausibles intentos de conservación, restan derechos a los
pueblos indígenas sobre sus territorios.
A pesar de que hay esfuerzos en todos los países por establecer áreas para
la conservación e incorporar en las legislaciones el cuidado del ambiente, así
como formular políticas públicas de protección, no se logra detener los daños
ambientales y culturales en la región (Wain Collen Pnud 2016).
Hoy, los países amazónicos enfrentan esas contradicciones entre el deber ser
que está en sus marcos legales y lo que sucede en esos territorios que, en algunas
zonas, no son sino el retrato del despojo y la violencia. Una selva que deja ver sus
heridas y las dificultades de control y administración territorial, puesto que los
dueños de la casa son ignorados y excluidos de esas tomas de decisiones.

5. Zonas de expectativas y tensiones


La Amazonía tiene aquello de lo que el mundo carece: recursos estratégicos,
como el agua y la tierra. Y recursos naturales no renovables como el petróleo, el
gas, los minerales, los agro combustibles. A eso se suman los recursos genéticos
y el conocimiento de los pueblos acerca de las propiedades de la diversidad de
plantas medicinales. Ambos son igualmente apetecidos por la industria global.
La falsa premisa de que la Amazonía era tierra baldía la convirtió en una
válvula que aminoró las crisis de pobreza en otras regiones y, además de ignorar a
los pueblos indígenas que allí han habitado, promovió la colonización desordenada.
Pronto, con mecanismos de invasión de tierras, su población ha crecido exponen-
cialmente, convirtiendo a la Amazonía en la caja de resonancia de los problemas
nacionales, pero en un contexto de institucionalidad más débil y marginal.
La sociedad amazónica es una sociedad de mucha complejidad ya que tiene
una estratificación muy amplia: poblaciones indígenas en resistencia, población
indígena integrada, asentamiento de colonos, población urbana y una élite ligada
al latifundio y a las empresas petroleras o mineras, transnacionales o nacionales,
que operan en la zona, además de grupos indígenas llamados no-contactados o
en aislamiento, que aún habitan en la selva y que están rodeados por todo tipo
de amenazas que afectan a sus territorios, enfrentados a aserradores de madera,
garimpeiros y operarios de rústicas dragas que navegan por sus ríos y penetran
cerca de sus casas acabando con sus recursos y envenenando sus fuentes de agua.
67
AMAZONÍA SALESIANA

A esto se suma la existencia de un patrón urbano que se reproduce sin


control. Las ciudades amazónicas crecen y con ello, se multiplican los problemas
sociales. Existe un modelo disperso de vida social y una sobre posición de terri-
torios, asunto que es una característica regional: a las delimitaciones políticas y
administrativas de los Estados se sobreponen las delimitaciones de las concesiones
petroleras y ahora, mineras. Sobre esa delimitación se sobrepone la delimitación
de los territorios de los pueblos indígenas y, sobre ellas, las delimitaciones que
suponen ser parte de las políticas de conservación, como las áreas protegidas,
los parques nacionales, las reservas, los corredores y las zonas intangibles. Esa
superposición territorial contribuye a la conflictividad general. Las delimitaciones
arbitrarias tienen implicaciones de soberanía de los pueblos.
La modernidad llega a la Amazonía de forma agresiva a través de varios
actores. El mercado, con sus exigencias de monetización de las economías, impo-
sición de relaciones salariales precarias, presentación de mercancías de diverso
tipo para el consumo y la producción, va configurando una economía local con
serias dificultades para insertarse en las economías nacionales y globales.
La actividad económica más relevante es el extractivismo: se extraen petró-
leo, minerales, madera, caucho, palma… la debilidad institucional y la precarie-
dad económica de sus pobladores, que no es proporcional a la alta incidencia de
la región en el PIB, abre las puertas a las economías ilegales y a la violencia. La
región tiene fronteras porosas y permeables a las ilegalidades y a los conflictos
muchas veces armados pues en ella conviven militares, paramilitares, guerrillas,
disidencias, narcotraficantes, poblaciones que se declaran en resistencia, colonos.
La Amazonía es un tejido complejo que se debate entre tensiones cons-
tantes: entre la conservación y el extractivismo; entre el desarrollo racional y el
desarrollo sostenible; entre los llamados intereses nacionales y los intereses de las
minorías étnicas; entre la necesidad de las economías emergentes y los intereses
de conservación; entre la población colona-campesina y la población indígena;
entre las instituciones del Estado y sus habitantes. No pocas veces se ha hablado
en los distintos países de la región, de políticas esquizofrénicas que apuntan en
el discurso al conservacionismo pero que viven de exprimir hasta la última gota
de los recursos no renovables que la selva posee.

6. Integración regional progresiva


y transnacionalización de las políticas
Los intereses transnacionales y la importancia estratégica que tiene a nivel
regional y global la Amazonía exigen también políticas globales. Por ello los
países han creado herramientas e instrumentos para su conservación. En 1978
68
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

se firmó, en Brasil, el Tratado de Cooperación Amazónica (TCA). Bolivia, Brasil,


Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela son signatarios de este
tratado creado para promover el desarrollo armónico e integrado de la cuenca
con dos objetivos: el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes y la
conservación y utilización racional de sus recursos.
Está también el Convenio 169 de la OIT, adoptado en 1989, que garantiza
y protege los derechos de los pueblos indígenas y tribales. Este instrumento ha
sido ratificado por 22 estados y precede a la Declaración de Naciones Unidas
sobre los Pueblos Indígenas (2007). Posteriormente, en la línea de la conservación
del medio ambiente, se han firmado otros acuerdos como la Declaración de Río
(1992), el Convenio del Cambio Climático (1994) o el Protocolo de Kyoto (2000).
Paradójicamente, y respondiendo a la geopolítica del mercado y a procesos
de integración regional acelerados, mientras por un lado se apuesta por la con-
servación y se firman tratados internacionales para la protección de la Amazonía,
por el otro domina el modelo desarrollista y neoliberal que obliga a los países
a desarrollar proyectos de infraestructura que se traducen en la destrucción de
los corredores biológicos. Ejemplo de esto es el proyecto IIRSA (Iniciativa para
la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana), que plantea, entre
otras cosas, conectividad entre el Atlántico y el Pacífico (el eje Manta-Manaus).
El IIRSA se creó a inicios del siglo XXI, en la primera Cumbre Suramericana
con el objetivo de desarrollar proyectos de transporte, energía y telecomunica-
ciones. Para proyectos de esta envergadura, los flujos de inversión transnacional
son mayores y con máximas facilidades y plazos. El IIRSA está articulado a 10
ejes de desarrollo que tratan de consolidar y fortalecer la oportunidad de una
vía fluvial de integración amazónica internacional. Los ejes se definen como
“franjas multimodales” que concentran flujos de comercio actual y potencial: el
eje andino minero y el eje amazónico agroindustrial. El proyecto queda reducido
al comercio, la integración comercial y a facilitar la extracción y movilización de
materias primas, dejando de lado los sistemas democráticos, cultuales, ambien-
tales y de justicia que “quedan como el hueso que se arroja al perro para que se
entretenga mientras el ladrón entra a robar” (Goldáraz 2017).
La Amazonía vive ahora una fase de explotación compulsiva que implica la
apertura e intervención violenta de las fuerzas del mercado por sobre las posibilida-
des del medioambiente, las políticas de protección y las territorialidades indígenas.
La construcción acelerada de carreteras y vías de acceso abre el camino
para la lotización de la selva en parcelas y para la colonización indiscriminada
de forma legal y también de formas ilegales; las concesiones petroleras y mineras
dividen la selva en bloques y lotes en los que se construyen plataformas y pozos y
mecheros para la quema de gas; la tubería petrolera se extiende como una enorme
serpiente por la selva por el norte mientras por el sur la maquinaria minera draga
69
AMAZONÍA SALESIANA

los pequeños ríos amazónicos en busca de minerales preciosos. La quema del


bosque, una práctica agrícola que se intensifica desde el 2002, deja focos de calor
en las selvas de Brasil y Bolivia. Petróleo, gasolina, aceite, mercurio se derraman
por los ríos amazónicos causando un daño silencioso y sistemático, afectando a
comunidades que se resisten, pero que no tienen voz o que, cuando hablan y se
manifiestan, su voz es criminalizada.
“La Amazonía se está secando”, dice un documento publicado por Alianza
Biodiversidad (Soarez 2019) en el que explica cómo la Región Nordeste de Brasil,
que abarca los estados de Alagoas, Bahía, Ceará, Maranhão, Paraíba, Piauí, Río
Grande del Norte y Sergipe, particularmente la semiárida, se verá especialmente
afectada por el cambio climático en las próximas ocho décadas, de acuerdo con
proyecciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climá-
tico (IPCC) y el Panel Brasileño del Cambio del Clima (PBMC). Las estimaciones
son de reducción de 10% a 20% en las precipitaciones hasta el 2040 y de 40% a
50% del 2070 al 2100 en la Caatinga, bioma exclusiva de Brasil que abarca cerca
de 10% del territorio del país.

7. La interculturalidad amazónica en contextos de transformación


La diversidad cultural en la Amazonía es proporcional y recíproca respecto
a su diversidad biológica. La cultura no es un sistema estático, homogéneo,
cerrado, coherente y sin fisuras. Al contrario, la vitalidad cultural es directamente
proporcional a la capacidad de adaptación, de interpretar lo que sucede y a la
toma de decisiones colectivas.
La alta densidad poblacional de las regiones circundantes, la expansión
de las formas productivas y de explotación del capitalismo tardío, así como la
mayor presencia del Estado a través de sus agencias e instituciones, han abierto
la Amazonía a la colonización intensiva, impulsado la ocupación por campesinos
pobres, a la explotación de sus recursos naturales. Esos factores han cambiado el
rostro de la Amazonía y han creado una realidad compleja para su gente tanto
desde el punto de vista social como cultural.
La población amazónica ha crecido exponencialmente. Hoy, ese rostro
amazónico es mucho más diverso, pluricultural y complejo. Conviven en el
mismo espacio campesinos y colonos mestizos, grupos indígenas amazónicos
que conviven con grupos indígenas migrados de otras regiones, trabajadores
de las industrias extractivas, representantes del Estado, grupos indígenas sin
contacto, iglesias…
El afán modernizador de occidente irrumpe en la otrora tranquila vida
amazónica y penetra de manera agresiva, intensa, erosionando el poder de las
70
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

Interculturalidad.

culturas locales causando choques culturales que dificultan la integración y la


convivencia. El mercado con sus exigencias de monetización de las economías, la
imposición de relaciones salariales, la presentación de mercancías para el consumo
y la producción, van configurando esa nueva faz amazónica.
Un patrón urbano se reproduce sin control. Las ciudades crecen a ritmo
vertiginoso y con ello, crecen los problemas sociales. La brecha entre la población
indígena y rural genera focos de atracción para los pueblos y comunidades ama-
zónicas que ven en las ciudades oportunidades para vivir mejor, debido a que son
espacio de mayor “desarrollo”, acrecentándose los procesos migratorios. También
la industria del narcotráfico que ve en esas tierras “de nadie” posibilidades para
su desarrollo y con ello alimenta al monstruo de la violencia social.
La presencia, cada vez más numerosa, de iglesias evangélicas y pentecos-
tales, contribuyen a ese choque cultural que, como el abrazo de la serpiente, la
película del colombiano Ciro Guerra (2015), quiere imponerse sobre las culturas
ancestrales, estrangularlas y engullirlas hasta hacerlas desaparecer.
71
AMAZONÍA SALESIANA

Este proceso “civilizatorio” crea tensiones con las poblaciones locales entre
estructuras de creencia de occidente y formas de vida generadas desde la profun-
didad histórica de los pueblos indígenas, más cercanos a la naturaleza y a la vida
comunitaria. A pesar de que en las últimas décadas se han dado avances impor-
tantes en el campo de la salud, educación, acceso a servicios básicos, desigualdades
de género y etáreas, así como protección a los grupos indígenas, continúan las
desigualdades, la exclusión a importantes sectores de la población y el deterioro
ambiental y cultural de los pueblos indígenas.
La falsa premisa de que la Amazonía era un espacio baldío y ocioso impulsó
la colonización y convirtió a la selva en objeto de Estado. Esa colonización ha sido
un vector de penetración poderosa que introdujo en la selva población mestiza,
producción agrícola y ganadera y desarrollo urbano, a través de políticas estales
en los diferentes países.
Con el desarrollo urbano también se desarrolla la educación que busca
introducir la cultura moderna occidental y urbana, que entra en tensión con las
culturas ancestrales de la región.
La Amazonía no es el escenario de la crisis de una cierta forma de gober-
nar o de producir. Es la expresión y reflejo de la crisis civilizatoria de occidente
que puede ser terminal pues pone en riesgo la posibilidad de la vida misma en
el planeta. Esos patrones eurocéntricos de relación se basan en los siguientes
principios (Lander, 2010):
•  Desacralización de la naturaleza, que produce subordinación y dominio
de la naturaleza a partir de la negación de su autonomía y la enajenación
de lo humano respecto a la vida. La teología de la creación ha impulsado
esa desacralización a la vez que genera dualidades basada en relaciones
de subordinación de un polo respecto al otro.
•  Separación de la unidad alma/cuerpo que se expresa en la dualidad hom-
bre/mujer, razón/sentimiento, etc., donde el primer polo es de mayor
jerarquía que el primero.
•  Noción del progreso entendido como evolución progresiva e ininte-
rrumpida que concibe la naturaleza como un reservorio inextinguible
de recursos naturales.
•  Racialización de los pueblos indígenas, afroamericanos, campesinos
pobres, etc. Al considerarse inferiores, resultan un estorbo para el pro-
greso, y sus formas de vida son vistas como inevitablemente improduc-
tivas y atrasadas. Por lo tanto, es legítimo apropiarse de sus tierras y de
sus fuerzas de trabajo.
Ante el fracaso del proyecto de desindianización a través del mestizaje se
postula la educación, que fueron vistos durante décadas como objeto de civilización
72
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

a través de la escolarización de la infancia. Si bien ya no fue posible que el blan-


queamiento sea biológico se pretende que los indígenas piensen, actúen y pro-
duzcan como blancos. La infancia escolarizada es una de las mayores invenciones
civilizatorias pues introdujo la noción de población objeto de la intervención de
los adultos y del Estado; en el caso de los pueblos indígenas, la historia demuestra
que, en la mayor parte de los casos, la educación apunta a la desindianización.
Según la visión del político y poeta afroantillano, Aimé Césaire (1913-
2008), las culturas afroamericanas - a las que añadimos las indígenas - no son
anteriores o previas respecto a las de Occidente consideradas civilizadas: son,
ante todo, anticapitalistas (no precapitalistas), o en lenguaje de otros teóricos,
constituyen diferencias radicales irreductibles y críticos respecto a los patrones
civilizatorios eurocéntricos.
Frente a esos patrones civilizatorios, ¿es posible identificar rasgos de las
culturas amazónicas que inspiren patrones civilizatorios diversos, abiertos a la
diversidad, a relaciones equitativas con la naturaleza y entre los pueblos? Creemos
que sí y proponemos los siguientes rasgos que deben ser tomados muy en cuenta
por las misiones porque abren nuevas posibilidades de relación y convivencia:
•  La naturaleza es un espacio de transformaciones donde subjetividades
no humanas piensan, hablan y se comunican con los humanos. La naturaleza
en sí no es tanto un sujeto humanizado: alberga subjetividades no humanas que
solicitan relación.
•  Los otros diversos forman parte del ciclo vital de un pueblo; por lo tanto,
la diversidad no se niega sino que se asume en tanto riqueza y posibilidad de
crecer a través del intercambio y la reciprocidad.
•  La voluntad de ex-istir de manera colectiva y diferenciada, que da sen-
tido al in-sistir, al re-sistir de la comunidad frente a los patrones civilizatorios
eurocéntricos, es la base de la comunidad que decide. Así, el ejercicio político está
en función de la supervivencia de la comunidad y se basa en la responsabilidad
comunal antes que en el interés personal.
•  Los ciclos vitales y la maduración del individuo implican procesos de
real y verdadera transformación de las personas que debe atravesar por intensas
experiencias sensoriales, oníricas, emotivas, etc., e involucran el sentí-pensar. El
apego profundo a los valores vitales, a la abundancia de vida, a la intensidad vital,
marcan la vida de los pueblos amazónicos.
Una misión al servicio la expansión de los patrones civilizatorios eurocéntri-
cos no es legítima. Tampoco, la misión puede ser concebida como actividad eclesial
“para otros”, sino en tanto compromiso “con otros” para garantizar la vida en el
planeta y crear juntos patrones civilizatorios de relación que hagan posible la vida,
la plenitud de la vida. Hoy, la misión no puede plantearse sin que transforme a la
73
AMAZONÍA SALESIANA

Iglesia desde la diferencia radical de los pueblos indígenas amazónicos pues ellos
son también parte del ciclo vital de la Iglesia, de su renovación, de su revitalización.
Finalmente, es necesario enriquecer los recursos conceptuales para enten-
der mejor las culturas amazónicas y su dinamismo frente al cambio. Asumir la
cultura como una plataforma o interfaz se hace necesario. Es decir, es necesario
enriquecer el concepto de cultura para ir más allá del sentido común que la con-
sidera un reservorio estático de contenidos ancestrales. Más bien, es necesario
asumir la cultura como la capacidad operativa y deliberativa de un pueblo que
despliega recursos para interpretar y decidir ante su presente, a partir de mate-
riales e información heterogénea, compuesta de textos, informaciones y recursos
nuevos y viejos. En esa interfaz, los jóvenes indígenas ponen en escena recursos
simbólicos, rituales y discursivos que mezclan lo tradicional y lo contemporá-
neo, lo propio y lo ajeno para la toma de decisiones colectivas y decidir ante los
cambios (Nakata 2014). La civilización eurocéntrica no solo se lleva los recursos
naturales sino que también anula y despoja a los pueblos de sus capacidades y
recursos de organización y deliberación.

8. Pobreza en un territorio empobrecido


La pobreza es una condición no solo de la gente sino también de la naturaleza
amazónica, en virtud de las relaciones recíprocas entre ambos. Si las nacionalidades
indígenas son empobrecidas, la naturaleza muestra signos de empobrecimiento
que amenazan la sobrevivencia y la satisfacción de las necesidades.
La contaminación ambiental, la deforestación y el deterioro de los suelos son
signos del empobrecimiento de la naturaleza. Los territorios cada vez más estrechos y
cercados es otro de los indicadores de pobreza pues no darán abasto en relación a la
población indígena creciente. La escasez de territorio imposibilita poner en práctica
muchos de los conocimientos tradicionales porque implican la disponibilidad de un
espacio que ya no está disponible para su subsistencia. Los indígenas hoy no pueden
ejercer con autonomía sus patrones de coexistencia y gobernanza con la naturaleza,
lo que también implica un escenario de empobrecimiento de su territorio.
En la última década los estados de la región, ya sea en su versión progresista
o neoliberal, tienden hacia la centralización de la acción pública dando prioridad
a la centralidad del Estado, debilitando la descentralización y la autonomía. La
presencia Estatal es débil y los actores empresariales y corporativos tienen más
presencia que el Estado.
En Ecuador, por ejemplo, para poder desarrollarse y apaciguar en algo los
conflictos, el Estado y las empresas han impulsado a la formación de interlocu-
tores indígenas, legitimando a sus dirigencias y dándoles recursos y capacidad de
74
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

negociación, pero dividiendo la estructura política comunitaria, que tiene que


ver con otras figuras propias de los indígenas, como la asamblea comunitaria y
la toma de decisiones por consenso. Hay una presencia paralela de los lideraz-
gos indígenas, unos en las organizaciones comunitarias y otros, en el Estado y
muchas veces, esos liderazgos se enfrentan entre sí. También se puede evidenciar
presencia, más reciente, de indígenas en los gobiernos descentralizados (Prefec-
turas, Alcaldías, Juntas Parroquiales). La realidad es similar en otros países de la
región en donde se discuten hoy en día temas como la aplicación de la consulta
previa, libre e informada en las comunidades indígenas, su jurisprudencia y su
modo de aplicación en aras de garantizar los derechos de los pueblos indígenas.
A eso se suma la criminalización de la protesta social que tiene que ver con
el rechazo de las comunidades campesinas e indígenas frente al despojo territorial
que están sufriendo. Brasil, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador, suman casos en
los que los defensores de derechos humanos y derechos de los pueblos indígenas
son perseguidos e incluso, asesinados.
Estos hechos son muestra de la creciente tensión y conflictividad entre la
lógica estatal de un tipo de uso y explotación de la naturaleza y del territorio y
la necesidad del propio Estado por generar excedentes o ganancias económicas
que les permitan satisfacer las crecientes demandas de la población (Ortiz 2013).
También entran en contradicción las lógicas territoriales del Estado y las demandas
indígenas subnacionales, que plantean reconocimiento y derechos autonómicos.
Aquella tensión demanda la búsqueda de equilibrios y acuerdos, tema que queda
como asignatura pendiente en las agendas estatales.

9. El contexto juvenil: entorno de conflicto y escasa regulación


Las sociedades amazónicas son sociedades “en ciernes” como consecuencia
de la colonización y de la acción de una modernidad apabullante y precaria. Mien-
tras el territorio amazónico se reduce por esta acción extractiva indiscriminada,
su población, en cambio, se multiplica.

Ecuador muestra un crecimiento demográfico exponencial: del año


1950 al 2010, la población amazónica de Ecuador se incrementó
de 46.000 a 739.831 habitantes. Actualmente las provincias ama-
zónicas son las de mayor población juvenil indígena: Napo (56%),
Morona Santiago (44,9%) y Pastaza (38,1%). Desde 1980 hasta hoy,
los Shuar del Ecuador pasaron de 45.000 a 100.000 habitantes. Lo
mismo los kichwa amazónicos.

75
AMAZONÍA SALESIANA

Los jóvenes indígenas se debaten ahora entre dos mundos: el mundo de sus
abuelos y el mundo contemporáneo con todas las complejidades que esto implica.
Hay un incremento de matrícula escolar en la población indígena, marcada por
unas políticas de acción afirmativa y de construcción de centros educativos. Pero
también hay desplazamientos simbólicos violentos: el acceso de los jóvenes indí-
genas a patrones de consumo mediados por las telecomunicaciones, el internet
y redes sociales, causan un fuerte impacto en la ideología y la forma de ver el
mundo y comunicarse.
La pérdida de autoridad de las formas tradicionales de control y orientación
social hacia los jóvenes, incluidas las reglas de matrimonio preferencial, cambian
la vida comunitaria indígena. Los conflictos intergeneracionales se hacen visibles
en las comunidades y la migración de los indígenas a las ciudades en busca de
trabajo, estudios o de servicios sanitarios suman a los procesos de transformación
del mundo amazónico contemporáneo.
Los jóvenes indígenas en la Amazonía no están al margen de otros problemas
que suponen la marginalidad y el despojo: el abuso del alcohol y el consumo de
drogas repercuten en la vida comunitaria. Los índices de suicidio entre adoles-
centes indígenas en la Amazonía crecen, como consecuencia de la anomia, del
cambio cultural violento y de la frustración en todos los países de la Cuenca.
Entre 2001 y 2014 se registraron 4.855 suicidios en adolescentes y jóvenes
en Ecuador. El riesgo más alto se estimó en los varones de 15 a 24 años y en los
adolescentes residentes en la Amazonía. El 40% de los jóvenes que se suicidan en
la Amazonía ecuatoriana son indígenas (OPS 2018). Entre 2015 y 2016 el número
de suicidios en las comunidades indígenas de Brasil aumentó un 18 %, con 106
casos en 2016, de acuerdo con un informe presentado por el Consejo Indigenista
Misionero (Agencia EFE 2018). Como una epidemia, los casos de suicidio en las
comunidades indígenas de la Amazonía se multiplican y la realidad es similar en
Colombia, Perú o Bolivia.
La explicación del indígena tikuna de Colombia, Abel Antonio Santos
Angarita, retrata esa realidad en un testimonio: “si un tikuna muere pasa a
otro territorio, pasa a otra vida, a la tierra sin mal. Pero si una persona muere
así (suicidio) no consigue hacer esa transición hacia ese nuevo mundo. Queda
pagando, queda contaminando y buscando otros compañeros para que se
cometa nuevamente ese hecho en los seres humanos” (Universidad Nacional
de Colombia 2018).
Se trata entonces de una cadena de acontecimientos que no se detiene,
haciendo que aparezcan nuevas víctimas a la semana, al mes o al año de iniciado
el ciclo. Detenerlo solo está en manos del sabedor o chamán, quien tiene la tarea
de manejar y curar los cuerpos, para apaciguar mental y espiritualmente a su
comunidad.
76
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

Las lenguas indígenas también se han visto afectadas en este proceso.


Muchas de las lenguas amazónicas han desaparecido y otras muchas están en
peligro de extinción. Para muchos pueblos, la lengua materna de la generación de
entre uno y 18 años es el castellano. Casi la totalidad de esta generación entiende
la lengua materna, pero no la habla. Eso exige un replanteamiento urgente de la
educación bilingüe intercultural.
En ese ámbito, los padres de familia buscan y exigen a los misioneros espa-
cios de reconexión de sus hijos con la lengua y la cultura maternas en sus centros
educativos. Pero ya no es la Iglesia el interlocutor privilegiado de los pueblos
indígenas. El Estado ha ido paulatinamente asumiendo esa tarea y desplazando
a la Iglesia y a las organizaciones no gubernamentales del espacio educativo y de
formación. La Iglesia en la Amazonía también se ve en la necesidad de replantear
su rol, sus formas de convocatoria juvenil y las formas de acompañamiento a los
pueblos indígenas en este caminar por senderos cada vez más espinosos.

10. Apuesta por los jóvenes indígenas:


acogida en las ciudades, profesionalización y buen vivir
En la actualidad, gran parte de la población indígena amazónica vive o
está fuertemente vinculada a los centros urbanos. Dicha tendencia no implica
necesariamente un proceso de éxodo o abandono de los espacios rurales o una
simple desterritorialización; más bien instaura un nuevo régimen caracterizado
por la movilidad, la diversificación económica, y un patrón residencial y de
apropiación territorial (Alexiades y Peluso 2016).
Sea de manera permanente o por temporadas las poblaciones urbanas de
la Amazonía son cada vez mayores. En Brasil, por ejemplo, casi un 40% de la
población indígena ya era urbana en el año 2010. La tendencia es la misma en el
resto de países de la cuenca amazónica. Movidos, en unos casos, por la urgencia
de estudiar o por las necesidades de dinero, es decir, de trabajo, miles de indígenas
migran de sus comunidades a los centros poblados. El fenómeno no se da por
industrialización, sino también por situaciones de desplazamiento y despojo, lo que
vuelve más complejo el problema. En las ciudades amazónicas – Iquitos, Manaos,
Belém de Pará, Leticia, Coca, Puyo, por mencionar algunas – se vuelven territorios
complejos en donde los indígenas dejan sus comunidades con la ilusión de una
mejor calidad de vida y terminan enfrentando situaciones de marginalidad y de
miseria extremas. Otros, con más suerte, salen a las grandes ciudades a estudiar,
algunos, con becas otorgadas por centros educativos o por los gobiernos. Ahí
enfrentan otros problemas de exclusión, racismo o de problemas de adaptación
a sistemas educativos más exigentes que los que tuvieron en sus comunidades.
77
AMAZONÍA SALESIANA

Papa Francisco con los pueblos indígenas en Puerto Maldonado (Perú).

El tema que nos convoca en la actualidad es el de los jóvenes indígenas en


las ciudades pues demandan acogida, acompañamiento y escucha, tarea enco-
mendada básicamente a las instituciones educativas y a actores como la iglesia
o las ongs. Esta tarea implica retos como el de la interculturalidad que, si bien
está en las distintas Constituciones de los países amazónicos como logros de los
pueblos indígenas, exigen una praxis que implica cambios estructurales en los
modelos de educación vigentes.
Parte de esta acogida y de este acompañamiento tiene que ver con las
iniciativas de profesionalización para los indígenas pues muchos pueblos, des-
territorializados, solo pueden sobrevivir en base al empleo.
El incremento de matrícula en la población indígena en Ecuador pasó
del 24,25% (2006) al 59,65% en 2016. Los jóvenes indígenas muestran su inte-
rés en profesionalizarse y hoy, aunque el territorio sea el mismo, el empleo es
visto como la alternativa de subsistencia. Alcanzarlo implica estudiar y ese es,
hoy por hoy, una de las prioridades que se plantean los padres de familia en las
comunidades indígenas. Esto pasa también en la Amazonía y representa un reto
que implica repensar formas de aprendizaje entre pares y formas autónomas e
individualizadas de acceder a información a la vez que el énfasis a los procesos
de interculturalidad de la educación.
78
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

11. Nociones de desarrollo alternativas, ¿las hay?


El contexto amazónico actual pinta un panorama desolador. Sin embargo,
hay nociones de desarrollo que se colocan como alternativas frente a la devasta-
ción y que tienen que ver con las nociones del llamado Buen Vivir que se nutren
de las cosmovisiones indígenas y ancestrales. Mientras los modelos nacionales
apuestan al crecimiento económico y productivo, las nacionalidades se plantean
la opción de desarrollo desde la gobernanza en el territorio, desde la autonomía y
autogestión y la coexistencia y respeto de todas las formas de vida en el territorio.
Algunas líneas alternativas frente a los problemas que aquejan a la Amazonía
pueden orientarse para fortalecer los equipamientos públicos, la infraestruc-
tura de comunicación, los servicios básicos y su posicionamiento como destino
turístico. El incentivo de actividades productivas alternativas relacionadas al
bio-conocimiento y patrimonio cultural así como el incentivo a los bachilleratos
técnicos como opción de gobernanza son fundamentales y en ellos caben temas
como la conservación y recuperación de los bosques, la búsqueda de energías
alternativas y biocombustibles, la soberanía alimentaria, la geografía crítica. Eso
implica, también, la construcción de una sociedad intercultural que supere la idea
de multiculturalismo y asuma la interculturalidad como la relación equitativa
con los pueblos y culturas, desde una perspectiva de diálogo de saberes y no de
imposición de contenidos.
La Amazonía pende de un hilo. Pero, ya lo dice el Papa Francisco, “La sabi-
duría ancestral de los pueblos originarios es memoria viva de una alternativa a
la cultura del descarte, por eso el diálogo planteado desde una ecología cultural,
enriquece los procesos de evangelización”. Valorar la espiritualidad de los pueblos
amazónicos puede ayudar a construir interculturalidad y a defender lo que queda
de la selva, ese tesoro tan rico y a la vez tan frágil.

79
AMAZONÍA SALESIANA

5.  UN CAMINO MINISTERIAL:


“CENTRO DE FORMACIÓN
MINISTERIAL INTERVICARIAL
ACHUAR:
VICARIATOS APOSTÓLICOS DE YURIMA-
GUAS-PERÚ Y MÉNDEZ-MACAS-ECUADOR
P. Diego Clavijo Illescas, sdb,
(Tuyuntza - Perú)

Introducción:
La experiencia de inculturación y transculturación del Evangelio y de
Iglesia realizado por el P. Luis Bolla, Yánkuam’ Jintia (Luz del Camino) desde
1971, con los Achuar del Ecuador y Perú nos permite hacer una reflexión sobre
los ministerios instituidos y su acción pastoral de encarnación del Evangelio a
favor del pueblo Achuar ubicado en la frontera Ecuador y Perú.
Compartiendo esta experiencia de formación ministerial con los Achuar,
quisiera lograr un alcance comprensivo y sencillo, pero significativo, que ayude
a comprender la utopía misionera que viene de un carisma particular del Espí-
ritu, llamado “encarnación” y se convierte en fermento de Buen Vivir para los
pueblos indígenas.
La fuente de la vida espiritual de los Pueblos indígenas se ve amenazada
por poderosos intereses egoístas, como también por un sistema foráneo de vida
desordenada y desvalorizada que desde el exterior de la cultura indígena va
cancelando la riqueza de una identidad de minoría, la cual es fuente de grandes
valores humanos, espirituales, sociales, económicos, culturales.

1. Identidad de los ministros instituidos


La cultura amazónica tiene una trama interna dinámica donde la identidad
existencial de un pueblo se va consolidando con una evangelización encarnada,
para generar una autoestima originaria y existencial que la lleva a una interacción
con otros pueblos.
La formación de los ministros instituidos y diáconos nos permite una
reflexión seria y gozosa de la herencia cultural de los antepasados en relación con
la situación actual de la familia y el pueblo. Este diálogo armónico de lo propio
80
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

con lo ajeno, entre cultura y fe, da la capacidad de superar el complejo de infe-


rioridad dominante. Y esta síntesis asimilada, da la posibilidad de vencer también
los propios temores que proviene por ser miembros de un pueblo minoritario,
menos valorado, discriminado, utilizado e ignorado.
Con la fuerza de una evangelización encarnada del evangelio en los pueblos
originarios se puede seguir cultivando constantemente una interrelación afectiva,
agradecida y reconocida con las familias y las comunidades que han heredado
valores espirituales llamados “semillas del verbo”.
La formación va ayudando en la autoafirmación de la propia identidad
existencial amazónica y en sus valores; por ello urge valorar, conocer y recuperar
los siguientes aspectos:
•  el idioma nativo;
•  la cosmovisión espiritual y los mitos originarios;
•  la sabiduría contenida en las tradiciones y costumbres ancestrales;
•  conocimiento del entorno, medio ambiente ecológico;
•  la relación interpersonal e intercultural del pueblo.
El espíritu del hombre a través del tiempo, la historia y de los contextos
diversos va generando dinámicamente valores y conocimientos que identifican
una nueva sociedad. Por este motivo siempre se dice que toda cultura es patri-
monio de la humanidad, por su riqueza espiritual, social y cultural.
La crisis cultural produce la pérdida de valores naturales, el desprecio del
idioma y la cultura, no permiten que un pueblo avanzar y renovarse; y más bien,
ante la presión negativa de una sociedad envolvente y globalizante, va ahogando
el valor esencial de un sistema orgánico cultural de vida única y diversa.
El afianzamiento de su identidad, el amor de la propia lengua y su cultura
reasumidas por el mensaje de la Buena Notica del Reino permitirán al pueblo
acceder a un proceso de interculturalidad evangelizadora justa en esta realidad
hegemónica.

2. Encarnación de la fe y el clero nativo amazónico


La aceptación positiva y crítica de la cultura descubre elementos propios
de la espiritualidad indígena como pueden ser: contacto con la naturaleza, con
lo sobrenatural, con la vida, con la muerte, y con la familia. Este es un camino
de fe y cultura que necesita continuidad y no ruptura. El sentido profundo de
la existencia de un pueblo está en el Espíritu de la cultura que siempre busca
respuestas a las dificultades de la vida en lo transcendente, y encuentra en Dios,
un futuro esperanzador como pueblo.
81
AMAZONÍA SALESIANA

La vivencia de la Cultura indígena y la cultura de la fe genera un proceso


de continuidad entre el “Dios de sus padres” y el Dios de Jesucristo, esto lleva a
los creyentes a encontrar su verdadera dignidad y una respuesta definitiva de
liberación y salvación junto a toda la humanidad.
Los itinerarios formativos de fe inculturados ayudan a descubrir la acción
de Dios en las Semillas del Verbo; además impulsan a los creyentes a una relec-
tura renovada de la acción de Dios por medio del Evangelio de Jesucristo en la
situación futura de los pueblos indígenas.
La encarnación del Evangelio genera no solo una nueva sociedad, sino
una renovada Iglesia, con valores propios y ajenos, incluso asume implicaciones
políticas y sociales.
La semilla de la Palabra sembrada en el pueblo Achuar del Perú y Ecuador
nace como comunidad de fe en Jesucristo: Esta Buena Noticia de Jesús se encarnó
armónica y respetuosamente en la cultura, y así ha provocado un diálogo sereno
con los mitos y ritos ancestrales. De este encuentro surge una síntesis de vida
personal y social con tinte cristiano. Por lo tanto, la liturgia, los sacramentos, el
Anuncio del Evangelio, sus signos, cantos, ritos espirituales; pero sobre todo el
camino del discipulado misionero indígena, con la presencia de los ministros
instituidos y diáconos ermanentes, nos dan a conocer que está madurando una
Iglesia Católica autóctona, con formas y expresiones originarias, es decir, con
su particular rostro amazónico.
La Iglesia Católica autóctona a través de un clero nativo amazónico nos
da testimonio de la fe del Pueblo que ha encontrado un camino de verdadera
santidad cristiana para los niños, jóvenes y mayores indígenas de la Amazonía
sudamericana. Por eso, creemos necesario que un Centro de formación ministerial
reconocido oficialmente pueda también preparar no solo a los laicos sino también
los presbíteros, que se necesitan para la autogestión pastoral y sacramental de la
Iglesia en esta parte de la Amazonía.

3. Camino ministerial de laicos Achuar hasta el diaconado


permanente: Historia y realidad
La práctica de la Iglesia y de los misioneros para la formación de vocacio-
nes originarias no es reciente. Este camino abierto, desde el Vaticano II, ofrece
diversas posibilidades de realizar el servicio ministerial, con verdaderas vocaciones
nativas para la Iglesia particular, especialmente en lugares de Misión “ad Gentes”
e “inter Gentes”.
En el Ecuador, la experiencia de formación ministerial con los indígenas
Shuar empieza poco antes del año 1969, con la Escuela Apostólica Misionera
82
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

(EAM-Paute-Azuay-Ecuador). Y desde 1976 inicia el Centro de Formación Shuar


“Wea Nekaptai”, en el cantón Sucúa, provincia de Morona Santiago-Ecuador.
El P. Luis Bolla, sdb con la experiencia de formación ministerial de los
Shuar, inicia la instrucción de animadores de la Palabra, más conocidos entre
Ellos como etserin (comunicadores). Comenzaron en la comunidad Achuar de
Wichimi-Ecuador en el año 1971, y luego de un período de formación y práctica
pastoral fueron instituidos como Ministros de la Palabra, etserkarin entre los
Achuar del norte y luego el 1984 con los Achuar del Sur, en el Perú.
Posteriormente y a partir de la experiencia inicial se va desarrollando un
programa más completo y organizado, con la participación del P. Domingo Bot-
tasso, sdb. El itinerario formativo, así como también los materiales de pastoral
en el norte y sur del territorio Achuar son los mismos, como también los textos
de estudio inculturados (entre ellos de Teología, Liturgia, Pastoral, Dogmática,
Historia de la Iglesia, etc.) y escritos en su propia lengua. Es así que hoy tenemos
los siguientes cursos:
  ETSERKARTIN – MINISTRO
DE LA PALABRA (5 cursos):
participa en los encuentros
pastorales, donde recibe una
formación básica, luego de
un tiempo de participación y
maduración de su fe recibe la
institución.
  AYURKARTIN – MINISTRO
DE LA EUCARISTIA (3 cur- Escuela de ministros Shuar.
sos): hace su práctica pastoral
(visita a un grupo de comuni-
dades) y luego es instituido ministro de la Eucaristía.
  JIIKRATIN – EXORCISTA (3 cursos): hace su práctica pastoral (visita a
un grupo de comunidades), y luego es instituido como Exorcista.
  IMIIAKRATIN – DIACONO PERMANENTE (5 cursos): visita las comu-
nidades designadas para hacer su práctica pastoral y luego es ordenado
DIACONO PERMANENTE.
Cabe destacar que muchos de los actuales ministros instituidos y orde-
nados empezaron hace más de treinta años, y durante este período recibieron
periódicamente formación, fueron madurando su fe, empezaron la práctica
pastoral visitando otras comunidades y la propia, ejercitándose en una acción
misionera directa. Incluso se observa un alto grado de perseverancia. Tanto es así
83
AMAZONÍA SALESIANA

que actualmente sirven a su Iglesia con gran entusiasmo a pesar que encuentran
dificultades en sus familias y comunidades. Y como conclusión de este proceso,
en el Congreso binacional de Animadores Cristianos Achuar, en noviembre
2016 se acuerda crear el “Centro Binacional De Formacion Ministerial Achuar”,
con sede en la Misión Salesiana de Wasakentsa (Ecuador), subsede comunidad
Achuar Yankuntichi (Perú).
Entre los agentes pastorales Achuar tenemos solteros y casados, muchos de
ellos instituidos como etserkartin, ayurkartin, catequistas respectivamente, más
los cinco diáconos permanentes que trabajan activamente en sus comunidades.
Por ello se piensa que quienes se sientan llamados deben poseer una fuerte carga
de espiritualidad, identidad cristiana y cultural, como también estar dispuestos a
afrontar las tareas y renuncias que esta vocación les pide en su ejercicio ministerial.
Por todo lo antes mencionado podríamos concluir que el Centro Ministerial
ofrece la formación de los ministros eclesiales instituidos. Incluso la formación
permanente y actualización teológica de los diáconos permanentes. El seminario
está organizado por los misioneros que laboran directamente en este territorio
eclesial.
Hace poco tiempo se inició también la formación el grupo de los (las)
CATEQUISTAS, que se dedican a la formación cristiana específica de los niños
de 5 a 10 años. Este proceso de acompañamiento de los niños tiene por finalidad
enseñar los elementos básicos de la fe cristiana a partir de su cultura Achuar y
del Evangelio; enseñar las oraciones de un buen cristiano, los cantos y la liturgia
Achuar. De tal manera que, iniciados en el conocimiento de la fe en Cristo Jesús,
puedan crecer con valores y principios cristianos, que testimonien la unidad de
fe y vida en sus hogares y comunidades.

4. Perfil y valores de quienes desean prepararse


en el centro de formación ministerial
En el Congreso Achuar de Animadores Cristianos realizado junto a los
misioneros en la comunidad Achuar de Churus, de 7-9 de noviembre 2016 se
acuerda institucionalizar esta experiencia de formación ministerial indígena con
los siguientes criterios iniciales.

a.  Pueden iniciar a la formación ministerial los siguientes candidatos:


•  aquellos que con frecuencia escuchan la Palabra de Dios;
•  aquellos que son bautizados y/o han recibido otros sacramentos;
•  los catequistas, animadores de la Palabra, y quienes desean profundizar
su fe y servir a su comunidad eclesial;
84
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

Diácono permanente Achuar.

•  los candidatos tienen que pedir el reconocimiento de su actividad


pastoral a la comunidad cristiana;
•  libremente se ofrecen a Dios y creen en Él, comprometiéndose a dejar
actitudes negativas;
•  deben entender que han sido llamados de Dios;
•  deben tener la capacidad de conocer el proyecto de Dios;
•  demostrar que viven su fe cristiana;
•  piden y acogen con frecuencia la fuerza de Dios por medio de los
Sacramentos;
•  jóvenes, adultos casados que se sientan llamados para servir a su
Iglesia local;
•  que se hayan comprometido para ayudar a sus Animadores locales;
•  los que han participado en los encuentros pastorales de animadores
y ministros instituidos.
b.  Cualidades de los ministros instituidos y Diáconos Permanentes.
•  caritativo con los necesitados;
•  respetuoso de las personas, hombres y mujeres;
•  obediente a sus autoridades y a la Palabra de Dios;
•  sereno, honrado, trabajador, habla con respeto, comprensivo, des-
prendido de las cosas;
85
AMAZONÍA SALESIANA

•  capaz de superar las tentaciones;


•  no se deja llevar fácilmente del mal;
•  evita calumniar y criticar negativamente a los demás;
•  habla siempre con la verdad;
•  responsable;
•  solidario;
•  sincero;
•  no alcohólico;
•  generoso;
•  que no cometa crímenes.
c.  Algunas orientaciones para los ministros instituidos:
 Los ministros de la Palabra, Eucaristía y diáconos permanentes,
cuando se sientan agobiados, sufridos, preocupados, en sentido cris-
tiano ayunarán por dos días y se irán a la selva para hacer el rito del
tabaco y/o ayahuasca.
  La celebración de la Palabra de Dios se celebrará dos veces a la semana
en todas las comunidades (sábado y domingo); los que se sienten con
más fuerza espiritual pueden hacer tres veces a la semana, incluso
el viernes.
  Los ministros instituidos serán aconsejados por los diáconos perma-
nentes, o también por los mismos sacerdotes; y en caso de incumpli-
miento de sus responsabilidades, y ayunarán por dos días para tomar
tabaco o ayahuasca.
  Los ministros instituidos y diáconos permanentes no aceptaran nin-
gún cargo político de alto nivel de la comunidad o federación.
  Responsable del seminario Achuar: P. Domingo Bottasso, sdb.
  Los Profesores de esta etapa de formación son los siguientes: Diacono
Guido Etsaa; Diacono Puanch Mukuink Titia; P. Domingo Bottasso,
sdb; P. Agustinos Togo, sdb; P. Diego Clavijo, sdb.

Conclusión
La presencia del Mesías, Jesucristo el Señor Resucitado en los pueblos de la
Amazonía es mucho más visible. Él, se ha quedado por siempre con nosotros. Los
pueblos originarios son ya cuerpo de Cristo, de su familia espiritual, de su Iglesia
universal. Por ello estamos comprometidos a vivir, caminar y trabajar sembrando
la Buena Nueva para hacer realidad el sueño esperanzador del “Reino de Justicia
y Paz” entre los pueblos de la selva latinoamericana.
86
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

6.  LA ESCUCHA DE LAS


JUVENTUDES DE LA AMAZONÍA
Documento de las Juventudes Amazónicas REPAM
(Manaus - Brasil)

Documento: El presente y el futuro del joven amazónico.


Escucha de las Juventudes de la Amazonía
(Manaus - 09/09/2018)
Nosotros, los jóvenes de la Amazonía brasileña, reunidos en Manaus del
7 al 9 de septiembre de 2018, escuchando el Sínodo de la Amazonía que tendrá
lugar en octubre de 2019, afirmamos que esta experiencia de escucha de la Igle-
sia de la Amazonía, con los ojos puestos en la tierra, es un momento único en
nuestra historia.
Somos jóvenes indígenas, caboclos, ribereños, quilombolas, extractivistas,
habitantes de las zonas rurales y urbanas de nuestras ciudades, habitantes de
las periferias, de las fronteras. Expresamos nuestra fe, nuestra cultura, nuestra
espiritualidad, nuestra creencia en las formas más plurales y diversas, ya sea
en el toque de los atabaques, en el sonido de los maracás, en el batuque, en la
melodía de la guitarra, en el ritmo de nuestros pies y en la expresión de nues-
tros cuerpos. Con una mirada amorosa, atenta y esperanzada sobre la creación,
afirmamos que es posible recorrer nuevos caminos para la Iglesia desde una
conversión ecológica.
Nosotros, los jóvenes, estamos directamente afectados por las amenazas que
excluyen, matan, degradan y limitan la vida de las personas a diario. Los grandes
proyectos, como la construcción de represas hidroeléctricas, la explotación de
minerales, industrias, minas, contaminan nuestros ríos, invaden nuestros territo-
rios y nos condenan a una vida sin calidad y plenitud, lo que atestigua la ausencia
de políticas públicas y de una adecuada regulación del Estado. El libre acceso a
las fronteras amenaza la vida de las mujeres, los niños, niñas y adolescentes que
son explotados, abusados, traficados y prostituidos para responder a una lógica
que convierte a las personas en mercancías.
El tráfico de drogas, el exterminio de jóvenes en las ciudades, los problemas
relacionados con la salud mental y el suicidio, son amenazas en nuestra realidad
particular. La devaluación y banalización de los elementos de la cultura indígena,
la falta de agilidad en los procesos de demarcación de territorios, el infanticidio
causado por el avance del agro negocio, la imposición fundamentalista de la
87
AMAZONÍA SALESIANA

religión cristiana, representan serios problemas en la vida de los pueblos indíge-


nas, a quienes debemos prestar especial atención durante este Sínodo.
Uniendo las voces de todos los jóvenes organizados de la Amazonía, y a
través del trabajo que propone la Red Eclesial Panamazónica/REPAM, soñamos
con los nuevos caminos que seguirá la Iglesia, especialmente un camino de vida
plena y una garantía de los derechos de y para los jóvenes.
Es urgente que la Iglesia reconozca, valore, apoye y fortalezca la participa-
ción de los jóvenes, teniendo en cuenta la pluralidad de formas de identidad y de
campos de acción, asumiendo de manera afectiva y eficaz las directrices presentes
en los documentos ya construidos por la propia Iglesia (Concilio Vaticano II,
Civilización del Amor - CELAM, Doc. 85 - CNBB, Doc. De Aparecida, Sínodo
de la Juventud).
Reafirmamos que es importante que la Iglesia profundice la conciencia
de la Amazonía en la línea de la Ecología Integral, los temas socio-ambientales,
la espiritualidad ecológica y la justicia intergeneracional, de manera especial,
en los procesos que afectan la vida de los jóvenes. Para una Iglesia con rostro
amazónico, es importante abrir nuevos ministerios, especialmente teniendo en
cuenta la presencia de las mujeres y dándoles una voz activa en los espacios de
toma de decisiones.
Jóvenes de la Amazonía brasileña, en armonía con toda la juventud de los
países amazónicos, queremos una Iglesia inculturada que respete la diversidad
de la juventud de los pueblos amazónicos, que resisten y asumen las luchas en
los diferentes espacios en los que se insertan. Pedimos a la jerarquía eclesial y a
todo el pueblo de Dios que tengan el valor de responder a los desafíos de nuestro
siglo y de creer en la belleza de la novedad que aportan los jóvenes.
Necesitamos el mismo afecto y cuidado que demuestra el Papa Francisco
cuando se dirige a los jóvenes
como “profetas de la espe-
ranza”. El pontificado de Fran-
cisco lanza ánimos de alegría
y de novedad al corazón de la
Iglesia en el proceso de escucha
del Sínodo de la Juventud y del
Sínodo para la Amazonía. Con-
firmamos nuestro apoyo y esta-
mos al lado de quien hace una
opción por una “Iglesia pobre y
por los pobres”.
Soñamos con una Igle-
Jóvenes de la PJ Shuar - Ecuador.
sia en la que los jóvenes sean
88
2.  ¡El Sínodo nos interpela!

NiñoTucano.

89
AMAZONÍA SALESIANA

protagonistas y las mujeres tengan voz y vez; una Iglesia que promueva y defienda
la vida en todos los ámbitos, sin temor a asumir y actuar en la opción preferencial
por los pobres, la lucha por los pueblos indígenas, por las comunidades tradicio-
nales, por las comunidades urbanas, por los migrantes y, finalmente, por todos
los jóvenes de la Amazonía; una Iglesia menos clerical en la que los laicos, sobre
todo los jóvenes, se apropien de ella, sean protagonistas de la acción pastoral y
cuenten con el apoyo de la formación técnica para su acción, dentro y fuera de
los espacios eclesiales.
Rememos ligeramente, hagamos puxirum. Con las canoas de la paz y las
cuias del amor, continuamos en el suelo del Amazonas, creyendo en esta Iglesia en
salida, que tiene el olor de pueblo y de selva, que se pone en actitud de escucha,
de hacer historia y de luchar por la vida de los jóvenes.
En la certeza de la construcción de una cultura de paz, en el suelo del
Amazonas, firman:
Juventudes indígenas de la Amazonía; Pastoral de la Juventud de las Regionales
Norte 1, Norte 2, Norte 3, Noroeste, Nordeste 5; Misión Jóvenes Sarados – Manaus/
AM; Hermanos y Laicos/as Maristas, Hermanos de las Escuelas Cristianas - La
Salle; Juventudes Salesianas; Servicio Amazónico de Acción, Reflexión y Educación
Socio ambiental/SARES; Sociedades de las Misiones Extranjeras; Movimiento de
los Focolares; Juventud Misionera Redentorista/JUMIRE; Pastoral Universitaria;
Pastoral Juvenil – CNBB; Fe y Alegría; Juventud Misionera y COMIRE – Norte 2,
Sectores Diocesanos de las Juventudes unidos por la REPAM Juventudes.

90
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

AMAZONÍA
SALESIANA

3.
TESTIMONIOS DE
SANTIDAD CON LOS
PUEBLOS AMAZÓNICOS

UNIVERSIDAD PONTIFICIA
SALESIANA

ROMA
OUTUBRO 2016 y 2018

91
AMAZONÍA SALESIANA

1. INTRODUCCIÓN
P. Martín Lasarte, sdb,
Dicasterio para las Misiones (Roma)

Esta tercera parte de libro recoge algunas de las conferencias de dos semi-
narios que fueron realizados en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma. Los
destinatarios eran los misioneros que estaban realizando un curso de formación
permanente. También dichos seminarios eran abiertos a otros participantes.
La primera figura, presentada en el seminario de octubre de 2018, fue la
del P. Rodolfo Lunkenbein, sdb, que juntamente con su colaborador, Simón
Bororo, fueron martirizados en defensa de las Tierras Indígenas Bororo. Presen-
tamos tres conferencias: La primera, ofrecida, por su compañero de misión, que
muy bien lo conoció, desde su llegada al Brasil, el P. George Lachnitt, también
connacional del P. Rodolfo; él nos comparte el tema “Evangelización, promoción
humana y martirio”, donde narra en detalle la historia y el contexto del martirio
del P. Rodolfo y Simón. En la segunda conferencia, el P. Juan Bottasso, coloca el
contexto social y eclesial de los acontecimientos. Finalmente el P. Luigi Cameroni,
Postulador General de los Salesianos para las Causas de los Santos, nos presenta
la semblanza de estos dos mártires, a quienes oficialmente se les abrió la causa
de martirio: “El perfil misionero y espiritual del padre Rodolfo Lunkenbein, mártir
de Meruri-Brasil (1939-1976)”.
La segunda figura emblemática que nos acompaña en la reflexión sinodal
fue estudiada en el seminario de octubre de 2016: el misionero P. Luis Bolla, sdb.
Él dedicó su vida a sus hermanos Achuar, con quienes convivió por 40 años, entre
Ecuador y Perú. De las diversas conferencias, presentamos, los trazos de su vida
escrita por el P. Juan Bottasso, que, muy bien lo ha conocido personalmente; y
un lectura espiritual de la experiencia del P. Bolla, llamado Yánkuam’ (lucero de
la mañana), presentada por el profesor Aldo Giraudo, sdb.
Estas dos figuras de misioneros salesianos, son mucho más que edificantes
biografías. Los dos tocan puntos neurálgicos de la misionología. La relación entre
la promoción humana y la evangelización; y la relación entre la cultura y la evan-
gelización. Son temas de enorme actualidad. El primero incide en la temática de la
defensa de los Territorios Indígenas, hoy más que nunca amenazados. Junto con esta
realidad se encuentra el compromiso eclesial por la defensa de la dignidad humana,
de los diversos pueblos indígenas, la salvaguardia no sólo de las tierras para interés de
los indígenas, sino, como un bien de la entera humanidad para ser ecológicamente
defendido y preservado. El ejemplo del P. Bolla nos invita a reflexionar sobre un
92
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

tema de enorme actualidad: el encuentro de culturas, la interculturalidad. En un


contexto globalizado, donde no sólo se extinguen bosques y especies de animales,
sino que también desaparecen lenguas y culturas ancestrales, siendo una verdadera
tragedia y haciendo a la humanidad más pobre y uniformizada.
Estas figuras no fueron apenas activistas sociales o antropólogos. Cier-
tamente que tuvieron también algo de eso; pero fueron sobretodo cristianos,
sacerdotes, misioneros y Salesianos, que vivieron con intensidad su vocación y
su entrega a Dios y a los pueblos amazónicos. Esa motivación nos ayuda a una
lectura mucho más profunda y rica de sus experiencias en el Amazonía.

2. EVANGELIZACIÓN,
PROMOCIÓN HUMANA
Y MARTIRIO
P. George Lachnitt, sdb,
Universidad Católica Don Bosco
(Campo Grande - Brasil) 1

Don Bosco estaba todavía vivo cuando el obispo de Cuiabá, Mons. Carlos
Luiz d’Amour, pidió al Santo que enviara misioneros para ocuparse de los indí-
genas y de las escuelas profesionales. Esta petición, sin embargo, sólo fue aceptada
cuando Don Rua fue elegido sucesor de Don Bosco.

1
  Bibliografía: Ferreira Da Silva A., Cronistoria o Diario di Monsignor Luigi Lasagna (3-1893 –
11-1895), (= Piccola Biblioteca dell’Istituto Storico Salesiano, 10), LAS (Roma 1989). Ferreira Da Silva A.,
Unità nella Diversità, Le visite di Mons. Cagliero in Brasile (1890 / 1896). (= Piccola Biblioteca dell’Istituto
Storico Salesiano, 6), LAS (Roma 1990). Ferreira Da Silva A., La Missione fra gli Indigeni Del Mato Grosso
(1892 – 1909). (= Piccola Biblioteca dell’Istituto Storico Salesiano, 14), LAS (Roma 1993). Ferreira Da Silva
A., La missione salesiana tra gli indigeni del Mato Grosso nelle lettere di Don Michele Rua (1892 – 1909), in
Ricerche storiche Salesiane, 22 anno XII – N. 1 Gennaio-Giulio, LAS (Roma 1993) 39-64. Castilho M.A., A
primeira Experiência de Educação Indígena Salesiana no Brasil: Encontros e Confrontos para a Sobrevivência
dos Bororo na Região dos Tachos; em Motto F. (a cura di) L´Opera Salesiana dal 1880 al 1922 – Significatività
e portata sociale, vol. III, Esperienze particolare in America Latina, LAS (Roma 2000) 231-255. Bordignon M.,
Os Bororos na História do Centro Oeste Brasileiro 1716- 1986, MSMT - CIMI-MT (Campo Grande 1986).
Motto F., Fonti per lo Studio della figura e dell´opera di Don Michele Rua, in Ricerche Storiche Salesiane,
22 anno XXVIII – N. 1 (53), LAS (Roma 2009)15-177. Cojazzi D.A. (Note autobiografiche e testimonianze
raccolte da), Don Balzola fra gli Indi del Brasile – Matto Grosso, Crônica De Meruri de 16 de dezembro de
1901 a 14 de dezembro de 1914, SEI (Torino 1932).

93
AMAZONÍA SALESIANA

En esa época, Don Luis Lasagna, Salesiano, fue ordenado “Obispo de los
indios de Uruguay, Paraguay y Brasil” el 12 de marzo de 1893; un nombramiento
único y nunca repetido. Inmediatamente después de su nombramiento regresó
a América con 36 Salesianos. Un año más tarde, el 6 de junio de 1894, partió
para la nueva misión con los misioneros, entre ellos Don Antonio Malan, Don
Giovanni Balzola y Don Giuseppe Solari.
El 18 de junio de 1894 fueron recibidos solemnemente por las autoridades
y un gran número de habitantes de la ciudad de Cuiabá. Mons. Lasagna se puso
inmediatamente en contacto con las autoridades gubernamentales para iniciar
la misión entre los indígenas.

1. Primera experiencia en la “Colonia Teresa Cristina”


La “Colonia Teresa Cristina” fue fundada por un soldado, en 1886, a peti-
ción del gobierno de Mato Grosso, para mantener unidos a los Bororo, después
de casi 100 años de guerra. Para ello se habían asignado unos 50 soldados y un
grupo de no indígenas. La verdad, sin embargo, es que los Bororo fueron aislados
en dicha colonia por razones de seguridad y por miedo a una nueva guerra. Para
poner fin a la larga guerra de 100 años, los Bororo se vieron obligados a aceptar
un acuerdo: algunas mujeres que habían sido raptadas serían devueltas a los
Bororo si aceptaban la paz.
En este contexto, en 1895 el gobierno, después de varios llamamientos a
la Iglesia para “catequizar a los indios” (terminología utilizada por el gobierno
por “pacificar”), autorizó la presencia de los Salesianos y de las Hijas de María
Auxiliadora en la colonia. El P. Balzola fue nombrado director y al mismo tiempo
comandante supremo del destacamento militar; una situación difícil para un
extranjero ser comandante de soldados de impronta nacionalista.
El 5 de junio de 1895 los misioneros tomaron posesión de la “misión Teresa
Cristina” entre los Bororo nativos, al mismo tiempo un pueblo y una colonia
militar.
Los Bororo ya habían sido víctimas de vicios por el contacto con los milita-
res, y esta situación era la imagen negativa de un mundo que se llamaba cristiano.
Los Bororo, considerados “perezosos e indolentes por naturaleza”, no tenían el
hábito del trabajo, cosa que se explica porque vivían como prisioneros en la
colonia.
Ante la situación en la que se encontraban, dominados y condicionados por
los militares, los Salesianos comenzaron a darles ejemplo con el trabajo. El objetivo
era precisamente educarlos al trabajo. Poco a poco fue posible talar con ellos una
parte del bosque, y así preparar la tierra para sembrar para su propio sustento.
94
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

En el año 1898 el P. Balzola viajó a Italia acompañado por tres Bororo que
fueron bautizados el 16 de octubre en la Basílica de María Auxiliadora. El Superior
general, Don Miguel Rua, fue el padrino de los bautizados.
Con la ausencia del P. Balzola, las tensiones con los militares se intensifica-
ron, y en 1898 el gobierno de Mato Grosso retiró a los Salesianos de la “colonia
Teresa Cristina”.
A su regreso a Brasil, P. Balzola salió en búsqueda de un nuevo campo
misionero entre los nativos. Después de visitar a los indios Bakairi, acompañó
al P. Malan a Araguaiana, donde estudiaron la posibilidad de una futura misión
en un lugar llamado “Los Tachos”. Don Balzola hizo otras visitas de reconoci-
miento a los nativos, a los Bororo del río San Lorenzo y a los Kayabi en el norte
de Mato Grosso, llegando hasta Coxim, que era la región hasta donde llegaba
el territorio de los Bororo2. Coxim está a unos 450 km de Cuiabá. Actualmente
las carreteras están pavimentadas, mientras que en aquel entonces todo se hacía
en barco a través de los ríos. La decisión de la nueva misión cayó sobre un lugar
llamado “Los Tachos”, así llamado entonces por los pequeños tanques de agua
ubicados entre la roca arenosa que, durante la temporada de lluvias, se llenan de
agua, quedando vacíos en la temporada seca.

2. Una nueva misión: la Colonia del Sagrado Corazón de Jesús


Como resultado de la primera experiencia con los Bororo en “Teresa
Cristina”, el Padre Balzola y sus compañeros llevaron el conocimiento de la len-
gua y la cultura bororo a la nueva misión. Cabe señalar que la línea telegráfica
construida por el General Rondón pasaba por ese lugar. Con la construcción de
esa línea telegráfica todo el territorio brasileño se benefició, y ello sirvió también
para definir muchas propiedades indígenas. Verdaderamente fue un beneficio
extraordinario para los nativos y para los misioneros, que así podían comunicarse
con otros lugares.
La nueva expedición hacia “Los Tachos” partió de Cuiabá el 17 de diciem-
bre de 1901.
El recorrido de 400 km a lomo de mulas fue muy lento, pues era el período
de fuertes lluvias. El grupo llegó a su destino exactamente el 18 de enero de 1902,
un mes y un día después de su partida, con mucha lluvia y vestidos con ropa de
moda europea.
En esa época, los trabajadores “pacíficos” trataban de entrar en el territorio

2
 Cf. Cojazzi A., Don Balzola fra gli indi, 75-78.

95
AMAZONÍA SALESIANA

de los indios. Había incluso entre ellos buscadores de oro y diamantes. Es evidente
que los Bororo se defendían de estas invasiones de su hábitat y que, en conse-
cuencia, siempre hubo enfrentamientos inevitables que provocaron la muerte
en ambos bandos.
Los misioneros no construyeron inmediatamente sus casas en una aldea
bororo, sino en su propio territorio. Por esta razón tuvieron que esperar meses
antes de que tuviera lugar el primer encuentro con los indios, que fue el 8 de
agosto de 1902. Durante todo este tiempo, los misioneros trabajaron duramente
para preparar el ambiente para la futura misión. Mientras los misioneros traba-
jaban y esperaban, los Bororo, por su parte, observaban en secreto lo que ellos
hacían, y discutían sobre cómo tratar a estos nuevos “intrusos” en su territorio.
Después de la llegada del primer grupo de Bororo, que fue muy bien reci-
bido, otros se fueron sucediendo, hasta tal punto que el pueblo creció tanto que
el propio Don Rua se asombró. La catequesis era una actividad constante, una
actividad que las autoridades civiles entendían sí como “catequesis”, pero que
en realidad para ellas significaba “pacificar a los nativos”. Al mismo tiempo, los
misioneros educaban a los nativos en el trabajo. De hecho, todos querían recibir
su comida diaria en la misión. Se trataba de un trabajo agrícola y de la cría de
animales, como era la costumbre europea, y esto requería que los nativos abando-
naran su costumbre nómadas. Por otro lado, los misioneros estaban convencidos
de que la vida cristiana no podía coexistir con la vida nómada.

3. Nuevos frentes de trabajo


Los misioneros fundaron nuevos frentes de trabajo, todos ellos basados en
la catequesis, la agricultura y la cría de animales. Como apoyo a la misión entre
los Bororo de “Los Tachos”, el 24 de mayo de 1906 el P. Malan abrió una misión
en Sangradouro, que era una granja que los Salesianos habían comprado a un
médico de Cuiabá.
En el año 1908 el P. Balzola llevó la banda musical bororo a Río de Janeiro.
Este acontecimiento fue considerado un verdadero éxito, pues los nativos eran
calificados como semipersonas, como inferiores, incapaces de nada; en una pala-
bra, “salvajes”. Para algunos historiadores, el arte de la música practicada por los
nativos era una prueba clara de su habilidad.
Desgraciadamente, durante el viaje a Río de Janeiro murieron tres jóve-
nes. El P. Malan fue encargado de dar la triste noticia a los misioneros de “Los
Tachos”.
El P. Balzola, conocido por su eficaz actividad misionera de catequesis y
educación al trabajo, fue trasladado en 1914 a Río Negro para abrir una nueva
96
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

Primer grupo de Bororo de la Colonia del Sagrado Corazón de Jesús.

misión, a petición de la Santa Sede. Era un lugar muy difícil por la situación cli-
matológica considerada inhumana. El P. Malan y el P. Francisco de Aquino, más
tarde Obispo di Cuiabá, trabajaron arduamente para ayudar en todo sentido al
misionero que se iba. Al llegar a destinación, el P. Balzola se encontró con Mons.
Giordano, y juntos organizaron la obra misionera que se realizaría en la inmen-
sidad de Río Negro, donde otras congregaciones habían tenido que abandonar.
El P. Balzola cayó víctima de la malaria y murió, en una cabaña de buscadores
de oro, el 17 de agosto de 1927.

4. Xavante
Los indios Xavante, después de escapar de los campos de concentración del
Estado de Goiás, campos que estaban bajo el mando de los militares, cruzaron
parcialmente el río Araguaia, más o menos cerca de San Félix de Araguaia, y se
asentaron en la margen izquierda del Río das Mortes. Su huida tuvo lugar en la
primera mitad de 1800. En los campos de concentración, los nativos fueron bru-
talmente envenenados y las mujeres fueron con frecuencia atacadas. Sin embargo,
un grupo de Xavante no cruzó el río Araguaia. El motivo fue la presencia de
un pez mamífero, llamado comúnmente “boto”, que no conocían, y por eso se
dirigieron hacia el norte, una zona del actual Estado de Tocantins, el Xerente.
97
AMAZONÍA SALESIANA

El Río das Mortes ha sido siempre la división fuertemente defendida por


ellos contra las invasiones de los migrantes. Por ejemplo, en 1943 un grupo,
liderado por el pionero Génesis Pimentel Barbosa, invadió el territorio de los
nativos y todos fueron asesinados. A su vez, cuando los Xavante, durante la
sequía, cruzaban el Río das Mortes por razones de caza u otros motivos, eran
siempre atacados por los habitantes “pacíficos”. En varios libros encontramos
una serie de aventuras al respecto. Se sabe que los Xavante eran el terror de los
Bororo; cuando invadieron la misión de Meruri, robaron los animales y todos
los suministros. Fue con esta realidad con la que convivieron los misioneros que
estaban entre los Bororo.
Con la intención de acercarse a los Xavante para catequizarlos y así apaci-
guarlos, los misioneros Don Giovanni Fuchs, Don Pietro Sacilotti y el coadjutor
Giuseppe Pellegrino comenzaron en 1930 a organizar la posibilidad de contactar
los Xavante cuando residían en Araguaiana. Bajando por el río Araguaia con su
barca y subiendo por el Río das Mortes, el 1 de noviembre de 1934 encontraron
a un grupo de jóvenes Xavante en la margen izquierda del río y se acercaron a
ellos con gran alegría. Cuando llegaron los ancianos, los dos misioneros, que ya
no tenían más regalos para ellos, fueron asesinados a golpes de palo. El coadjutor
Giuseppe Pellegrino había sido llevado a Araguaiana meses antes, luego había
contraído leishmaniosis y a raíz de esa enfermedad murió el 21 de mayo de 1934.
El primer intento de acercamiento fracasó, pero poco después se organizó
un nuevo grupo compuesto por el P. Hipolito Chovelon, el coadjutor Francesco
Fernándes y el aspirante Pietro Lachat. A lo largo del Río das Mortes vieron en
una playa a dos jóvenes Xavante que, al verlos, huyeron. Cuando vieron los regalos
dejados por los misioneros en la playa, un grupo de una veintena de Xavante vino
y tomó los regalos dejando sus mazos en su lugar. Era el 28 de octubre de 1937.
En los años siguientes los misioneros repitieron la misma experiencia, pero sin
encontrar a los Xavante. Esto se supone que se debe al hecho de que la expedi-
ción del Bandeirante Anhanguera había pasado por esos lugares disparando y
asustando a los indígenas. Cabe señalar que el primer acercamiento a los indios
Xavante realizado por los misioneros salesianos nunca fue reconocido como tal.
Después de la muerte de Genesio Pimentel Barbosa en 1943, el pionero
Francesco Meireles, en abril de 1946, logró, junto con sus compañeros, realizar
un acercamiento amistoso con un grupo de Xavante. Esto ocurrió en la margen
derecha del Río das Mortes. Este grupo corresponde al actual TI Pimentel Bar-
bosa. Esta versión es considerada como el encuentro oficial con el Xavante; sin
embargo, fue sólo con un grupo de ellos.
Tiempo después, en la misión provisional de los Salesianos en Santa Tere-
sinha, en el margen derecho del Río das Muertes, Don Pietro Sbardellotto celebró
la Misa de Navidad en 1953, rodeado de otro grupo de Xavante.
98
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

Con el tiempo, el gobierno brasileño lanzó un programa para ocupar


el interior del país, y por esta razón estableció una base aérea donde ahora se
encuentra Nova Xavantina. Muchos vuelos de bajo vuelo se llevaron a cabo con
la intención de lanzar bombas y ropa contaminada para eliminar los nativos.
Por esta razón, los Xavantes ya no podían dedicarse a la pesca, a la caza y a la
agricultura familiar. Se vieron obligados a cambiar de lugar todo el tiempo,
y luego comenzaron a pasar hambre. Decidieron buscar a los misioneros que
estaban cuidando a los Bororo, pues había allí mucha comida. Un primer grupo
de Xavante víctimas de una epidemia de sarna llegó a Meruri el 4 de agosto de
1956, y fue recibido por P. Pietro Sbardellotto. A medida que la convivencia con
las familias bororo y Xavante se hacía cada vez más difícil, los Xavante fueron
llevados a un lugar llamado Corrego Fundo, donde permanecieron durante
nueve meses. Los 15 km que separaban los dos grupos eran insuficientes, y
casi todos los días el grupo Xavante regresaba a Meruri. El P. Salvatore Papa
decidió entonces, junto con los Xavante, buscar otro lugar, y se establecieron en
San Marcos, donde llegaron el 25 de abril de 1958. Esta es la sede de la misión
hasta hoy. Otro grupo de Xavante llegó a Sangradouro el 24 de febrero de 1957
y se quedó allí. Un tercer grupo fue recibido en el TI Simões Lopes, puesto de
avanzada del SPI, cerca de los indios Bacairi, pero permaneció allí sólo unos
pocos años.
Con la llegada de los grandes terratenientes que ocuparon las tierras indí-
genas desde Parabubu hasta Culuene, los militares que ocupaban el gobierno
establecieron por decreto que las tierras indígenas de Sangradouro y San Marcos
estaban destinadas a recibir a todos los Xavante, dejando así libres las tierras del
otro lado del Río das Mortes. De ese modo, el Gobierno Federal decretó la TI de
Sangradouro el 14 de septiembre de 1972, y la de São Marcos el 5 de septiembre
de 1975. Con la presencia de agentes de la Policía Federal se resolvieron los con-
flictos y se indemnizó a los propietarios.

5. Los mártires de Meruri


Sin embargo, con la delimitación de la TI de Sangradouro (1973) y de San
Marcos (1975) no desaparecieron los problemas. En Sangradouro, un grupo de
propietarios vino a preguntar a los Salesianos por qué estaban invadiendo su tie-
rra. Claramente, sus intenciones estaban lejos de ser pacíficas. Mientras se pedía
por radio la presencia de los representantes de la FUNAI (Fundação Nacional
do Indio), un grupo de Xavante armados con arcos y flechas puso en fuga a los
propietarios solicitantes. Otra vez fue un Xavante, aventajado por una muy alta
estatura, quien puso en fuga a unos quince hombres armados.
99
AMAZONÍA SALESIANA

En San Marcos, un
grupo de unos treinta
propietarios fuertemente
armados se reunieron en
la sede de uno de ellos, lla-
mado Otacilio, para inva-
dir y atacar la Misión al día
siguiente. Los misioneros,
al enterarse de ello, solici-
taron, a través del Consu-
lado italiano, la protección
de los policías federales.
Llegaron temprano por
la mañana y tomaron pri-
Simão Bororo e P. Rodolfo Lunkenbein, martiri di Meruri.
sioneros a los propietarios
que pretendían atacar la
misión. De esta manera se evitó la masacre de los misioneros y de los Xavante.
Cuando en 1976 comenzó la delimitación de la TI de Meruri, parecía que
todo estaba en calma; desgraciadamente no fue así. En varias ocasiones hubo
reuniones no tan pacíficas entre los propietarios y los Bororo, y en algunos casos
con la presencia de P. Rodolfo Lunkenbein.
El 15 de julio de 1976 se reunieron en Meruri unas setenta personas, de
las cuales al menos treinta sabían la razón por la que se habían reunido. El P.
Rodolfo, que trabajaba en el campo, fue llamado y cuando llegó, escuchó a los
que reclamaban sus derechos y tomó nota de los nombres de todos los que
habían venido. ¡Qué documento tan valioso! Cuando ya se iban, comenzó el
tiroteo que resultó con la muerte de Simão Bororo, amigo y gran ayudante del
P. Rodolfo, que se puso como escudo para salvar al sacerdote. Lamentablemente
el P. Rodolfo también fue alcanzado por tres disparos, uno de los cuales fue
fatal para el corazón.
Todos los acontecimientos que conciernen a estos hechos se resumen ahora
en el proceso de beatificación y canonización de los dos mártires de Meruri.
Hoy debemos recordar que el P. Rodolfo Lunkenbein y Simão Bororo fue-
ron los primeros mártires de un grande número de otros, que hoy superan los
setenta. Entre ellos, por ejemplo, Don João Bosco Burnier SJ (nacido el 12/06/1917
y muerto el 12/10/1976) asesinado en Ribeirão Cascalheira MT, y el Hermano
Vicente Cañas SJ (nacido el 22/10/1939 y muerto el 06/04/1987 muerto en tierra
indígena MT), y muchos otros.

100
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

6. Cómo trabajar hoy con los pueblos indígenas


Desde el principio la intención de la obra misionera se centró en la evan-
gelización para llegar al bautismo y a los otros sacramentos. Sin embargo, todo
esto tenía corolarios indispensables. La vida nómada o seminómada de los indí-
genas tuvo que ser abandonada, según la visión de los misioneros de la época,
pues según ellos los nómadas no podían vivir una verdadera vida cristiana.
Por esta razón - estamos hablando de los Bororo -, los nativos tenían que ser
atraídos a residir con los misioneros, que a su vez tenían que dar la garantía de
subsistencia a los nativos con el trabajo regular bajo las órdenes de los mismos
misioneros. Este trabajo a cambio, era una garantía de alimentación diaria,
incluso en los domingos. Para que aprendieran a trabajar, su forma tradicional
de cazar y pescar con un poco de agricultura familiar no era considerada por los
misioneros como un trabajo serio, y por lo tanto los desalentaban a continuar
con esa costumbre.
Pero con los Bororo había además un factor agravante: se decía que estaban
“siempre cansados y perezosos”. Pero la razón era la siguiente: desde el princi-
pio de la misión se les prohibió el funeral tradicional, que es esencial para la
cultura bororo. Pero ellos nunca abandonaron sus tradiciones. Para complacer
a los misioneros hacían el funeral cristiano, con el entierro en el cementerio,
pero clandestinamente hacían también su funeral tradicional por la noche, sin
ser notados por los misioneros, y esta es una de las razones por las que siempre
estaban cansados. El trabajo con los Bororo siempre fue muy agotador. No era
el caso de los Xavante, considerados feroces, pero que obedecían las órdenes del
director y trabajaban durante mucho tiempo para asegurar su supervivencia.
Con el advenimiento del Concilio Vaticano II, en 1972 se fundó el CIMI
(Consejo Misionero Indígena, departamento de la CNBB - Conferencia Episcopal
de Obispos de Brasil), cuyo objetivo era la formación inicial de los misioneros.
Los jesuitas de Mato Grosso, verificando el estancamiento de la cultura
indígena, abandonaron sus misiones. Los Salesianos decidieron cambiar poco a
poco sus actividades. Después de la demarcación de las Tierras Indígenas en las
décadas de 1970 y 1980, los pueblos indígenas comenzaron a ocupar sus tierras y
regresaron a sus actividades productivas tradicionales. Los misioneros se vieron
incluso obligados a cambiar sus actividades con los nativos. Si antes el trabajo
manual era necesario para el sustento, ahora con las pensiones y salarios de la
FUNAI, la SESAI (Secretaria Especial para a Saúde Indígena) y también como
profesores y empleados en las escuelas, hay mucho dinero circulando y ya no es
necesario trabajar como antes. Esta es la nueva situación.
Cuando llegaron a las misiones los nativos lo hicieron en busca de la super-
vivencia; una vez garantizados - estamos hablando de los Xavante -, retomaron
101
AMAZONÍA SALESIANA

sus ritos con un gran sistema de iniciaciones distribuidas a lo largo de largos


períodos y esto, al principio, no era del agrado de los misioneros; pero actual-
mente estos ritos gozan del gran aprecio de los misioneros que lograron integrarse
paulatinamente, siempre y cuando se los invitara a participar. Al hacerlo en ese
contexto, se les anunciaba a Jesucristo, por lo que es fundamental hoy en su cul-
tura y el Evangelio, lejos de ser una práctica imitativa de los blancos. El Evangelio
es asumido por su cultura como una fuerza y un vigor para la vida; este mismo
proceso ya lo había comenzado con los Bororo el P. Rodolfo.
La presencia de los misioneros es considerada fundamental por los indíge-
nas, y ellos no permiten que la FUNAI los retire, aunque vivan en tierras indígenas.
He aquí, pues, la gran pregunta que hay que hacerse: ¿cuál es la misión de los
misioneros hoy, dado que, por lo que respecta a la salud piensa el SESAI y de la
educación escolar se ocupan los municipios y el Estado? Estamos convencidos de
que nuestra misión es la educación y la evangelización de los pueblos indígenas,
y no más la responsabilidad que concierne a las más diversas formas de apoyo
y ayuda. Además, sabemos que la práctica de la catequesis y la evangelización
se redujo a los indígenas que vivían en la misión o cerca de ella. Hoy en día,
el número de pueblos Xavante dispersos en un vasto territorio supera las 300
aldeas. El desafío, por lo tanto, es encontrar un nuevo método para asegurar la
presencia evangelizadora del pueblo. Somos pocos y los pueblos son muchos.
Por eso, nuestra misión consiste hoy en preparar los agentes pastorales indígenas
para asegurar, en las comunidades, la Celebración de la Palabra, al menos los
domingos, compensando la ausencia de sacerdotes. Estos agentes promueven la
iniciación cristiana en fases, siguiendo el método de la RICA (Ritual de Iniciación
Cristiana), ampliamente asumido por el Xavante. Esto implica una formación
catequética que prepara para el Bautismo, la Eucaristía y la Confirmación. Esta
es nuestra misión actualmente.

7. Una reflexión más sistemática


En lugar de continuar con los detalles, aunque muy significativos, de esta
actividad misionera verdaderamente pionera, hagamos una pausa y reflexionemos
más sistemáticamente sobre algunos aspectos de este trabajo entre los Bororo.
a.  Evangelización
Catequesis y Sacramentos. La finalidad principal de la obra misionera era
bautizar a los nativos. El bautismo, sin embargo, no se celebraba sin condicio-
nes previas; se necesitaba una cierta garantía de que vivieran como verdaderos
cristianos. La comprensión de cómo esta “vida cristiana” se asemeja a la vida
102
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

civilizada, es decir, a vivir en pueblos sin nomadismo. Los bautismos tenían que
ser registrados en libros apropiados. El padrino oficial de los primeros bautizados
en Italia fue el mismo Don Rua, representado por un misionero. Ya en tiempos
de la “colonia Teresa Cristina” la actividad misionera se entendía como una
actividad parroquial que requería que todo quedara registrado en los propios
libros3. Para los que no eran misioneros, los misioneros realizaban una preciosa
labor de catequesis, es decir, de pacificación de los indios.
Una visión amplia de la evangelización. Ya en aquellos tiempos, Don Rua
escribió señalando que la evangelización incluía varias dimensiones, tales como:
enseñar a los salvajes las verdades de nuestra santa fe, acostumbrarlos poco a poco
a trabajar, hacerles apreciar la vida estable en el pueblo, hacerlos buenos cristia-
nos por el bautismo, la confirmación y los otros sacramentos. Como resultado,
todo tuvo que ser registrado en libros especiales4. Para Don Rua, por lo tanto,
ser cristiano significaba abandonar la vida nómada, que era la única manera de
asegurar el sustento de la vida. Abandonar esta tradición significaba encontrar
una nueva forma de subsistencia, es decir, el trabajo agrícola familiar y la cría de
animales, como se hacía en Europa. Estoy convencido de que el trabajo es siem-
pre un requisito fundamental para el propio sustento, y lo es también para los
indígenas, que tradicionalmente lo hacían con la caza, la pesca y la recolección
de frutas y de otros alimentos. Los indígenas son trabajadores, pero no al estilo
europeo. Este cambio sigue siendo un reto actualmente, a pesar de que han pasado
cien años. La metodología para lograr estos resultados no fue la imposición, sino
el atraerlos con simpatía, mansedumbre y persuasión.
b.  El funeral
Un punto controvertido en el trabajo misionero con los Bororo, ya veri-
ficado en la “colonia Teresa Cristina”, fue ciertamente su funeral tradicional. El
P. Balzola describe en detalle los preparativos para un funeral tradicional5. En
resumen, consiste en lo siguiente: después de la muerte, el cuerpo es depositado
en el centro del pueblo, frente al Baito, en una tumba poco profunda y cubierta
de paja; durante dos o tres meses – el P. Balzola habla de 20 días - se realizan
rituales alrededor de la tumba provisional. La mayoría de los rituales y de sus ritos
de iniciación son parte de los ritos funerarios. Después, se limpian los huesos,
se los adorna con plumas y, acompañados de cantos funerarios, se colocan en
una cesta de paja y se depositan en una tumba. Sin duda, el funeral bororo es el
centro y la piedra angular de la vida cultural bororo en todas sus dimensiones.

3
  Cf. También Cojazzi, Don Balzola fra gli indi, 135, al respecto de Don Rúa de ser padrino.
4
  Ferreira A., La missione fra gli Indigeni, p. 50; cf., p. 53.
5
 Cf. Cojazzi, Don Balzola fra gli indi, 36-37.

103
AMAZONÍA SALESIANA

Don Rua expresa una doble opinión al respecto: por un lado, afirma que
su cultura debe ser respetada y, por otro lado, propone un nuevo modo de pro-
ceder: “Aconsejo a los misioneros que gradualmente hagan avanzar la hermosa
costumbre de enterrar a los muertos en un cementerio”. Al hacerlo, Don Rua
confirmó una práctica ya introducida por el P. Balzola para reemplazar el funeral
de los Bororo por el cristiano6.
Como resultado de esta intervención, hasta los años sesenta los Bororo
realizaron sus funerales clandestinamente, por la noche, sin el conocimiento de
los misioneros, mientras por otra parte participaban devotamente en el entierro
cristiano de la misma persona7.
c. La cuestión de civilizar a los indios
Después del fracaso de “Teresa Cristina”, cuando los Salesianos se instalaron
en un pueblo ya existente, la nueva decisión fue construir la residencia misio-
nera cerca de donde estaban los indios e invitarlos a vivir con los misioneros. El
enfoque de los Bororo que se llevó a cabo en “Los Tachos” es un ejemplo típico.
Pero es evidente que, como se puede ver con la llegada de los primeros Bororo a
“Los Tachos”, la principal motivación era tener alguna ventaja al residir cerca de
los misioneros. El P. Balzola prometió abundante comida en la misión, sin decir
que sería necesario participar de las actividades productivas. Al despedir a los
primeros visitantes indígenas, les entregó varios regalos y les pidió que regresaran
con más compañeros. Esto sucedió el 15 de junio de 19038.
Está claro que la vida vivida en la misión era muy diferente de la vida
vivida en las aldeas: la prioridad estaba el trabajo de la producción agrícola,
que se convirtió en un verdadero problema con la llegada de muchos Bororo.
El mismo Don Rua aconsejó a los misioneros que procedieran con cautela, pero
el entusiasmo de los misioneros aumentaba siempre, cada vez que llegaban
nuevos grupos9.
Cuando el P. Balzola, después de varios meses en “Los Tachos”, empren-
dió un viaje en busca de ayuda material, los Bororo, aprovechando la ausencia
del director, abandonaron la misión: fueron a cazar, pescar y recoger frutos
en el bosque, lo que era la práctica tradicional para proveerse de lo necesario
para vivir. Los otros misioneros estaban muy preocupados, pues a su regreso
el director habría encontrado la misión completamente vacía, sin los Bororo.

6
 Cf. Cojazzi A., Don Balzola fra gli indi, 120, en la carta de 31-12-1903, carta citada en Ferreira A.,
La missione fra gli Indigeni, 80.
7
 Cf. Ferreira A, La missione fra gli Indigeni, 82; carta de 16.3.1904.
8
 Cf. Cojazzi, Don Balzola fra gli indi, 110.
9
 Cf. Ferreira, La missione fra gli Indigeni, 82; carta de 16.3.1904.

104
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

Pero los indios regresaron a la misión, puntualmente un día antes de la llegada


del director. Menos mal, pues incluso Don Rua estaba preocupado por la “fuga”
de los indios10.
En el contexto cultural positivista de la época del que estaban impregnados
los militares, los intelectuales y los misioneros, era normal utilizar la expresión
“salvajes” para referirse a los indios. Como decía Augusto Compte, la cultura pasa
por diferentes fases, desde la “salvaje” hasta la “civilizada”. Para los misioneros,
sin embargo, los parámetros para iniciar la civilización eran los de Valdocco:
estudio, trabajo, oración y catequesis. Ellos sabían muy bien que la oleada inva-
sora de los colonos aumentaría y por eso, para salvar la vida de los Bororo, era
necesario reunirlos, protegerlos, civilizarlos y persuadirlos de que abandonaran
su vida nómada. Desgraciadamente, los acontecimientos de la historia han dado
la razón a los Salesianos. De hecho, muchas aldeas desaparecieron con la llegada
de los colonos que, viniendo a vivir con los indios, los hicieron desaparecer. Este
fue el caso, por ejemplo, de las ciudades de Poxoréu, Guiratinga, Torixoreo y
Rondonópolis. Incluso en Meruri y Sangradouoro varias familias de no indíge-
nas se asentaron y construyeron sus casas, formando una especie de distrito. Se
esperaba que, a la luz del Evangelio, la coexistencia fuera posible, pero la historia
demostró lo contrario.

8. Salesianos e Hijas de María Auxiliadora llevan a cabo


el trabajo misionero en conjunto
Las misiones salesianas de Mato Grosso fueron concebidas desde el principio
como una actividad de la Familia Salesiana: Salesianos, Hijas de María Auxilia-
dora, novicios, colaboradores y colaboradoras. Incluso después de la separación
canónica de las Hermanas Salesianas en 1906, continuaron trabajando juntos.
La persona del director siempre fue de gran importancia; fue entonces la garan-
tía de la unidad. Este estilo de trabajo misionero continúa aún. Es evidente que
cada grupo tiene sus destinatarios específicos: los Salesianos se ocupaban de los
jóvenes, y las Hermanas de las jóvenes.

10
 Cf. Cojazzi, Don Balzola fra gli indi, 141.

105
AMAZONÍA SALESIANA

3.  EL CONTEXTO DE LA MUERTE


DEL P. RODOLFO LUNKENBEIN
P. Juan Bottasso, sdb,
Universidad Politécnica Salesiana (Quito-Ecuador)

El continente americano ha sido el último en ser alcanzado por las migra-


ciones del homo sapiens, que comenzaron en África Oriental hace 200 mil años.
Y tiene otra característica: es el continente que, juntamente con Australia, ha
visto cambiar casi totalmente su población a lo largo de los últimos siglos. Hoy
quienes descienden de los habitantes primitivos no constituyen sino un escaso
8% de la población total. Los ibéricos, que llegaron a la parte sur hace 5 siglos,
en poquísimas décadas conquistaron gran parte de la superficie. Los ingleses al
norte emplearon más tiempo, pero al final dominaron totalmente el territorio.
¿Qué pasó con los habitantes primitivos? Evidentemente hubo matanzas
cuando se rebelaban, pero la causa principal del despoblamiento fueron las enfer-
medades traídas por los europeos. Sin saberlo, ellos desencadenaron una colosal
guerra bacteriológica. Hoy gran parte de la población es mestiza, en grado mayor
o menor, según los países.
La colonización ibérica y la anglosajona se diferenciaron profundamente.
En el norte no hubo mestizaje: a los indios se les hizo la guerra para correr la
frontera hacia el oeste y disponer de sus tierras. Nunca los utilizaron como fuerza
de trabajo. Para esto más tarde trajeron a los africanos. En la visión de los ingleses
el mejor indio era el indio muerto.
En el sur la situación fue otra. Algunos siguen repitiendo que españoles y
portugueses practicaron masacres sistemáticas. No es así: ¿cómo iban a elimi-
nar unos brazos que ellos necesitaban para las minas y la agricultura? Lo que sí
hicieron fue sustraerles la propiedad de sus tierras y emplearlos en las mismas,
para la producción de alimentos.
La colonia hispana y la portuguesa tuvieron características muy diferen-
tes, pero no es esta la sede para analizarlas. La colonia la portuguesa, donde la
población indígena era mucho más escasa, también acabó empleando en gran
escala la mano de obra africana en los ingenios azucareros y en las minas. Hoy
en América los afrodescendientes son mucho más numerosos que los de des-
cendencia indígena.
Cuando los Salesianos llegaron a América, había iniciado en el sur del
continente el asalto definitivo a las zonas que, de alguna manera, habían quedado
relativamente libres de la acción conquistadora: Amazonía, Patagonia y Tierra
106
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

de Fuego. Los primeros misioneros que entraron a la Patagonia de los sueños de


Don Bosco fueron testigos impotentes de los horrores de la que fue una verdadera
guerra de conquista y exterminio.
Argentina, que durante el periodo colonial había pesado muy poco econó-
mica y políticamente por carecer de metales de valor, estaba abriendo La Pampa y
la Patagonia a la incontenible oleada de inmigrantes europeos. Mientras en el resto
del continente latinoamericano especialmente en la zona andina y mesoamericana
por siglos los indígenas habían constituido la principal fuerza de trabajo, en las
llanuras argentinas, donde ellos siempre habían dominado y vivido indepen-
dientes, se los consideraba un obstáculo para la explotación agrícola y ganadera.
Algo parecido sucedió en Chile y en el sur de Brasil. Los inmigrantes euro-
peos llegaron a constituirse en los peores enemigos de los indígenas, en cuanto
los consideraban no solo improductivos, sino un obstáculo para el progreso,
porque ocupaban inmensas extensiones sin valorizarlas. Es que entraban en
contraposición dos visiones irreconciliables de la relación con el territorio. Para
los recién llegados el único interés y propósito era recabar del suelo lo máximo de
recursos, pero esto era del todo ajeno a la mentalidad de los nativos, no teniendo
ellos la cultura de la explotación intensiva de la acumulación.
No me detengo a examinar los esfuerzos que hicieron los misioneros en la
Patagonia para mitigar la dureza del choque: sin duda se trataba de un desafío
inmensamente superior a sus reales posibilidades. Inclusive la tentativa de salvar
a los sobrevivientes de la agresión, reuniéndolos en colonias en algo parecidos a
las reducciones jesuíticas del Paraguay, resultaron contraproducentes, porque la
aglomeración de las personas favoreció el contagio de las enfermedades y aceleró
su extinción.
Mientras en el Cono Sur se llevaba a cabo una verdadera y definitiva guerra
de conquista que convirtió a los indígenas supérstites en huéspedes mal tolerados
en su propia casa, en la Amazonía los países que compartían su inmensa extensión,
emprendieron también grandes proyectos de penetración con el propósito, por
un lado, de asimilar a la respectiva nacionalidad a las poblaciones considera-
das salvajes que allí aun subsistían, y por otro de explotar las enormes riquezas
mineras, forestales y agrícolas que se calculaba que existieran.
Para lo primero, la asimilación, presentada con el noble rostro de la “civi-
lización”, fue utilizada a gran escala en las misiones, mediante la creación de
los Vicariatos Apostólicos, en Brasil las Prelacías. Fue así como se popularizó la
consigna “Evangelizar civilizando, civilizar evangelizando”. En esto la actividad
de los Salesianos fue formidable, al dedicarse con entusiasmo a la labor que les
es característica, la educación. Mato Grosso, Rio Negro, Méndez y Gualaquiza,
Alto Orinoco vieron centenares de religiosos y religiosas consagrados de por
vida a esta tarea.
107
AMAZONÍA SALESIANA

La dedicación y la buena voluntad están fuera de discusión, pero es evi-


dente que esta labor, vista desde la perspectiva actual, se caracterizó por un fuerte
paternalismo.
En los últimos años se hizo un gran esfuerzo para orientar el trabajo de
otra manera: valorización de las culturas autóctonas, estudio de las lenguas,
inculturación de la liturgia y catequesis. Es un cambio meritorio, pero se ve que
ya no es suficiente. El asalto actual a la Amazonía es de tal magnitud (actividad
petrolera, minera y maderera, monocultivos gigantescos, ganadería…) que la
presencia de las poblaciones ancestrales corre el riesgo muy serio de ser simple-
mente borrada. Es esta la preocupación que impulsó el Papa Francisco a convocar
el Sínodo Pan amazónico.
Defensa del territorio y defensa de las poblaciones van de la mano. Sin
territorio el indio no sobrevive, pero un área abandonada en mano de los empre-
sarios, cuyo interés es solo económico, posiblemente la convertirá en un desierto.
¿Es eso lo que se quiere dejar en herencia a las generaciones futuras?
Para el gran capital, el indio resulta ser lo que el Papa llama “descarte”,
gente que sobra, que no tiene utilidad alguna. Pero para el futuro del planeta
¿no serán ellos una garantía? Desde los satélites se ve que las zonas reservadas
a las poblaciones indígenas son las únicas que permanecen relativamente libres
de agresiones.
Es a la defensa de estos espacios que el padre Rodolfo dedicó su actividad y
es en aras de esta causa que sacrificó su vida. No fue el primero entre los misione-
ros salesianos que intuyó la gravedad del problema. En el Mato Grosso otros ya
estaban preocupándose por encontrar una solución. Algunos años antes de que
él terminara en Alemania los estudios teológicos y regresara a Brasil para consa-
grarse al trabajo entre los Bororo, en Ecuador el P. Juan Shutka había fundado la
Federación de Centros Shuar con el fin de ayudar a los indígenas a organizarse
para defender su territorio. Fue un paso fundamental para que la labor misionera
dejara el rasgo paternalista.
Cuando el P. Rodolfo se dedicó a defender la tierra de los Bororo sabía que
se exponía a un serio peligro. Al recibir repetidas amenazas se convenció que el
riesgo era muy real. Decidió seguir en el empeño y lo pagó con la vida.

108
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

4. “VIENE PARA SERVIR Y DAR


LA VIDA”. EL PERFIL ESPIRITUAL
Y MISIONERO DE P. RODOLFO
LUNKENBEIN, MÁRTIR
DE MERURI–BRASIL (1939-1975)
Don Pierluigi Cameroni, sdb,
Postulador General de los Salesianos
la Causa de los Santos (Roma)

1. Una peregrinación
Quisiera comenzar mi intervención compartiendo lo que experimenté
en mayo de 2016, cuando fui invitado por el Inspector de Campo Grande, Don
Gildásio Mendes Dos Santos, a visitar los lugares donde vivieron y fueron asesi-
nados el Padre Rodolfo Lunkenbein y Simão Bororo, y a acompañar el camino de
discernimiento sobre la apertura de la Causa de Beatificación. Un discernimiento
ya en marcha, preparado desde hace tiempo con investigaciones, testimonios,
documentos, pero que necesitaba un paso orientador y decisivo.
Después de haber inaugurado el mes mariano en Cuiabá, ciudad a la que
llegaron los Salesianos en 1894, visité las tierras indígenas de las familias bororo
y Xavantes, donde los salesianos están presentes desde 1904.
Cuando llegué a Meruri, fui recibido por la comunidad bororo con ritos de
bienvenida típicos de esa cultura (cantos, danzas, investiduras, pinturas...). Siguió
una especie de camino que tomó cada vez más la forma de una peregrinación
con algunas paradas y estaciones:
  salida del patio de la misión, lugar donde el P. Rodolfo y Simão fueron
asesinados el 15 de julio de 1976, casi como para significar cómo el patio salesiano
es realmente un lugar de martirio, tanto en el sentido de la entrega pastoral y
educativa a la misión recibida, como en el sentido de la voluntad de vivir fielmente
la propia vocación hasta el derramamiento de sangre;
  parada en el cementerio de la comunidad bororo, donde están enterra-
dos Don Rodolfo y Simão, y donde dos nativos conmemoraron la historia y la
figura de los dos testigos (como se hacía en los primeros tiempos de la Iglesia),
subrayando su amor por los pequeños y los pobres. Hablaron con una vivacidad
de recuerdos y de implicación emocional como si los acontecimientos hubieran
109
AMAZONÍA SALESIANA

ocurrido poco antes. En la tumba del Padre Rodolfo está tallado el lema que eligió
en la primera misa: “He venido a servir y dar mi vida”. Los Bororo lo llamaban
“Pez dorado”, casi simbólicamente para recordar cómo los primeros cristianos
expresaban el misterio de Cristo en el símbolo del pez;
  así que nos dirigimos a la iglesia parroquial, Sagrado Corazón de Jesús,
a través de la Puerta Santa. De hecho, siendo el Año de la Misericordia, el obispo
diocesano había establecido que la Iglesia de Meruri era una iglesia jubilar, en
memoria del Padre Rodolfo y Simão, quienes demostraron con sus vidas y sus
muertes que la justicia es esencialmente un abandono confiado a la voluntad
de Dios y defender a los pobres y oprimidos, perdonando a sus asesinos, como
Simão lo hizo antes de morir, y como el Padre Rodolfo lo había expresado en la
ocasión de su primera homilía;
  siguió la celebración eucarística, donde se recordó el sacrificio del Padre
Rodolfo y Simão en unión con el de Cristo. Meruri: el pacto en sangre. Un Sale-
siano, el Padre Rodolfo, que da su vida por los Bororo; un Bororo, Simão, que
da su vida por el Padre Rodolfo;
  el encuentro con algunos testigos: dos mujeres contaron cómo, por
intercesión del P. Rodolfo, habían recibido gracias de sanación: una para una hija
muy enferma y en peligro de muerte; la otra para otro niño que fue golpeado por
una infección de oído y fue curado al instante. El encuentro con el P. Gonzalo
Ochoa, testigo directo de la matanza del misionero y del indio, y con el P. Barto-
lomeo Giaccaria, que trabajaba entre los Xavantes desde 1954. Es conmovedor
el testimonio de un joven aspirante salesiano perteneciente a la familia bororo,
que habló con emoción del P. Rodolfo diciendo que en la familia le habían dicho
que gracias al sacrificio del misionero salesiano su pueblo no se había extinguido,
sino que, por el contrario, había crecido en número y también en fecundidad
vocacional;
  la visita al cementerio de Araguaya, donde se conservan los restos mor-
tales de los misioneros Padre Fuchs y Padre Sacilotti asesinados por los Xavantes
el 1 de noviembre de 1934, semilla de esperanza para la misión salesiana entre
los indios de Mato Grosso.

2. “Alianza de corazones y sueños en tierras misioneras”


Rodolfo Lunkenbein nació el 1 de abril de 1939 en Döringstadt, Alemania.
De adolescente, la lectura de las publicaciones salesianas despertó en él el deseo
de ser misionero. Fue enviado a Brasil como misionero e hizo su tirocinio en
la misión de Meruri, donde permaneció hasta 1965. Fue ordenado sacerdote el
110
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

29 de junio de 1969 en Alemania, eligiendo como lema: “He venido a servir y


dar mi vida”. Luego regresó a Meruri, recibido con gran afecto por los Bororo,
que le dieron el nombre de Koge Ekureu (Pez Dorado). En 1972 participó en
la fundación del Consejo Misionero Indígena (CIMI) y luchó por la defensa de
las reservas indígenas.
El 15 de julio de 1976 fue asesinado en el patio de la misión salesiana.
Durante su última visita a Alemania en 1974, su madre le rogó que tuviera
cuidado, porque le habían informado de los riesgos que corría su hijo. Él res-
pondió: “Mamá, ¿por qué te preocupas? Si quieren romperme el dedo, les tiendo
las dos manos. No hay nada más hermoso que morir por la causa de Dios. Este
sería mi sueño”.
Simão Bororo, amigo de Don Lunkenbein, nació en Meruri el 27 de
octubre de 1937 y fue bautizado el 7 de noviembre del mismo año. Fue miem-
bro del grupo bororo que acompañó a los misioneros Don Pedro Sbardellotto
y al coadjutor salesiano Jorge Wörz en la primera residencia misionera entre
los Xavantes, en la misión de Santa Teresinha, en los años 1957-58. Entre 1962
y 1964 participó en la construcción de las primeras casas de ladrillo para las
familias bororo di Meruri, convirtiéndose en albañil experto y dedicando el
resto de su vida a esta profesión. Fue herido de muerte en un intento de defen-
der la vida de Don Lunkenbein el 15 de julio de 1976. Antes de morir perdonó
a sus asesinos.
Con su sacrificio P. Lunkenbein y Simão Bororo han testificado que hay
en medio de nosotros Alguien más fuerte que el mal, más fuerte que los que
se aprovechan de la piel de los desesperados, que los que aplastan a otros con
arrogancia... Los mártires no viven para sí mismos, no luchan para afirmar sus
ideas, y aceptan que deben morir sólo por fidelidad al Evangelio. Uno se sor-
prende de la fortaleza con la que se enfrentaron a la prueba. Esta fortaleza es un
signo de la gran esperanza que los animaba: la esperanza segura de que nada ni
nadie podría separarlos del amor de Dios que nos ha sido dado en Jesucristo.
P. Lunkenbein anunció un Dios fraterno, promovió la justicia y buscó
una vida en plenitud para el pueblo bororo, que vivía en un contexto de mar-
ginación, desprecio, amenazado por aquellos que querían ocupar su tierra sin
escrúpulos. Testifica cómo el anuncio del Evangelio se manifiesta en el respeto
y la promoción de la cultura, las tradiciones, los estilos de vida y los ritmos de
la población indígena, apoyando los procesos de liberación.
El Padre Lunkenbein y Simão vivieron un verdadero encuentro con Jesu-
cristo sellando una profunda alianza de sangre a través del don de sí mismos:
“una alianza de corazones y sueños en tierras misioneras”.

111
AMAZONÍA SALESIANA

3. 15 de julio de 197611
El conflicto que se preparaba hace tiempo, estalló a las nueve de la mañana,
cuando los fazendeiros llegaron a Meruri. No atacaron inmediatamente la
misión. Detuvieron a dos agrimensores a cuatro kilómetros del pueblo. Des-
armaron a los cuatro indígenas que los acompañaban, los amenazaron con sus
propias armas, los tomaron como prisioneros en sus autos y se fueron de nuevo.
Llegaron a unos caseríos donde se detuvieron a comer algo y a beber cachaça
y ron. Excitados, decidieron concentrarse en la misión. La antigua lucha por
la tierra estaba en marcha. Dos organizaciones vinculadas al Ministerio del
Interior, la FUNAI y la INCRA, protegen los intereses de los nativos y de los
colonos, respectivamente; pero en el desempeño de sus funciones encuentran
muchas dificultades. Cientos de pequeños terratenientes fueron desalojados
de las grandes haciendas por los ricos latifundistas, invadieron, por lo tanto,
los territorios de los indígenas y se asentaron allí, a veces en situaciones de
extrema pobreza. Este fue el caso de Meruri. La presencia de los agrimensores
de los FUNAI, que habían venido a distribuir la tierra, había refrescado repen-
tinamente la furia. Cuando llegaron los fazendeiros (un total de 62, armados
con armas de fuego y cuchillos) ansiosos de desahogar su ira en la Misión, sólo
encontraron a un pequeño misionero, el Padre Ochoa. Comenzaron a golpearlo,
gritando que los misioneros eran todos ladrones, que querían las tierras de los
nativos para sí mismos. Los guerreros bororo habían salido una semana antes
para cazar el arara (el gran loro arco iris) y el pecari (una especie de jabalí).
El pequeño misionero, empujado e insultado, no supo defenderse hasta que
llegó el P. Rodolfo.
Estaba abrumado por la fatiga del trabajo y sonreía. Sus manos estaban
grasosas porque tuvo que reparar el jeep una vez más. Los invasores eran hom-
bres conocidos en la aldea. El jefe Eugenio, que había terminado su desayuno,
se acercaba; el P. Rodolfo reconoció inmediatamente a João, a Preto y muchos
otros. João y el Padre Rodolfo hablaron de tierras y medidas, y el misionero
trató de dar explicaciones. “No es así”, dijo. “Estas medidas son cosas oficiales,
ordenadas por el FUNAI...”. En cambio, los colonos se sintieron defraudados.
Entonces el padre Rodolfo propuso hacer una lista de todos los que pretendían
protestar: él mismo recogería su protesta y la enviaría a FUNAI, la organización
gubernamental que protege a los nativos. Así que aceptaron y el padre Rodolfo
se sentó. Escribió 42 nombres en una gran hoja de papel uno tras otro. Esa
hoja permaneció sobre la mesa: la escritura evidentemente nerviosa. El padre

11
  Para el relato del martirio tomé parte del texto de Bosco T., publicado en el Bollettino Salesiano
(octubre 2016) 30-33.

112
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

Rodolfo no tenía idea de que escribía por última vez, y que los nombres de
sus asesinos quedarían patentes. Todo parecía estar en su sitio. El cacique, los
nueve indígenas, los agrimensores, los fazendeiros regresaron al aire libre y
el padre Rodolfo estrechó la mano de cada uno de ellos. Los agrimensores
descargaron sus equipos de un coche para recuperarlos. Las armas incautadas
a los indios bororo también fueron extraídas. Al ver la extraña operación, el
padre Rodolfo hizo una exclamación de asombro y reproche. Fue fatal para
él. João Mineiro lo golpeó inmediatamente. Los nativos se reunieron a su
lado. João sacó un revólver Beretta de su bolsillo. Estaba apuntando cuando
Gabriel, uno de los Bororo, le agarró la muñeca. Al mismo tiempo, Preto sacó
su arma y disparó al misionero. Desde la baranda, la Hna. Rita vio al Padre
Rodolfo llevar sus manos al pecho, y su figura alta y robusta tambaleándose.
Preto disparó cuatro tiros más al misionero, que dejó tendido en el suelo. El
indio Simão, que había intentado defender al misionero, fue también baleado.
La madre del joven indio, Tereza, corrió hacia su hijo para ayudarlo, y recibió
una bala en el pecho. Finalmente, los atacantes huyeron. Se subieron a los
coches y partieron. La Hna. Rita corrió hacia donde el padre Rodolfo, que
yacía ensangrentado. Estaba vivo, pero agonizando. Sólo pudo ofrecerle una
palabra de consuelo: “Padre director, se va a la casa del Padre”. El misionero
sonrió y luego su corazón se detuvo. El sacrificio estaba consumado. La misa
de Rodolfo Lunkenbein había terminado.

4. Historia de la Causa
El 7 de septiembre de 2016 la Congregación para las Causas de los Santos
informó a Mons. Protógenes José Luft, S.D.C., obispo de Barra do Garças (Brasil),
del nulla osta de parte de la Santa Sede a la causa del martirio de los Siervos de
Dios, Rodolfo Lunkenbein, sacerdote salesiano, y Simão Bororo, laico, asesina-
dos en odio a la fe el 15 de julio de 1976 en la misión salesiana de Meruri (Mato
Grosso - Brasil).
“¡Meruri Rodolfo! ¡Meruri Simão! ¡Meruri, martirio, misión!”. Esta frase
del poema de Mons. Casaldáliga, obispo emérito de la Prelatura de São Félix do
Araguaia, no podría ser más acertada para describir lo que le sucedió a Meruri,
el 31 de enero de 2018, cuando Mons.
Protógenes José Luft, obispo de Barra do Garças, abrió oficialmente la Inves-
tigación Diocesana sobre la vida, el martirio y la fama de martirio y los signos
de los Siervos de Dios Rodolfo Lunkenbein, Sacerdote Profeso de la Sociedad de
San Francisco de Sales, y el indígena Simón Christian Koge Kudugodu, conocido
como Simão Bororo, un laico. No podría haber habido mejor regalo para Don
113
AMAZONÍA SALESIANA

Bosco en su fiesta: un hijo misionero de Don Bosco y un destinatario indígena


de su misión, caminando juntos por el camino de los altares. El poema de Pedro
Casaldáliga continúa: “¡En la Misa y en la danza, en la sangre y en la tierra, tejer
la alianza es Rodolfo y Simão! Meruri en la vida, Meruri en la muerte, y el amor
más fuerte, es la misión cumplida”.
La Causa avanza rápidamente: ya se han escuchado más de 40 testimonios,
tanto de Salesianos como de Hermanas, indios bororo, familiares del Padre
Rodolfo (una hermana, cuñados...).
Es increíble cómo esta causa ha golpeado los corazones de tantas personas
en la Provincia de Mato Grosso, en el Brasil salesiano y en la Iglesia. El ejemplo
de fe y amor al Reino de Dios de Rodolfo y Simão es realmente un signo y una
llamada a la renovación y al ardor misionero. Don Rodolfo y Simão forman
parte de esa larga fila de misioneros católicos y de indígenas asesinados, mientras
acompañaban, evangelizaban y luchaban con los indígenas por sus derechos. La
lucha por la defensa de la tierra, de los pueblos que la habitan y de sus inmensas
riquezas naturales, culturales y espirituales, ha sido y sigue siendo fecundada con
la sangre de los mártires.
Esta Causa tiene lugar en el contexto del 125 aniversario del inicio de la
presencia misionera salesiana en Mato Grosso, cuyas celebraciones se iniciaron
el pasado 18 de junio y finalizaron en enero de 2019: esta celebración presupone
siempre un aporte previo de santidad.
Además, la Causa tiene lugar en el camino de preparación del Sínodo espe-
cial para la región pan-amazónica, convocada por el Papa Francisco, que tendrá
lugar en octubre de 2019. El objetivo de este Sínodo es “identificar nuevas formas
de evangelizar al pueblo de Dios en las zonas de la gran Amazonía, especialmente
a los pueblos indígenas”.

5. Escuchando al Padre Rodolfo


En sus cartas, homilías y otras intervenciones, Don Lunkenbein manifestó
su corazón misionero y la fuerza profética del Evangelio en la promoción de la
justicia y la solidaridad.
En la primera homilía pronunciada el domingo 15 después de Pentecostés,
en la parroquia de Aschau (Alemania), el 15 de septiembre de 1968, el nuevo
sacerdote, después de recordar cómo “los textos de la Misa dominical nos indican
de forma siempre nueva el sentido y la finalidad de la vida”, mostrando cómo la
Palabra de Dios ha sido siempre la lámpara que iluminó su camino, y continúa
comentando el capítulo 6 de la carta de San Pablo a los Gálatas. En primer lugar,
contextualiza la Palabra proclamada de forma verdaderamente significativa,
114
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

Un grupo de jóvenes salesianos, en formación, frente a la cruz del patio de la misión


de Meruri, donde fueron martirizados P. Rodolfo y Simón Bororo.

despertando la dignidad de la persona humana como ser comunitario e hijo


amado por Dios:
“Somos seres racionales, no animales. Vivimos juntos en comunidad. Somos
hijos de Dios, cristianos y no cristianos, y todos somos amados por Aquel que nos creó
y es nuestro Padre”. Luego nos exhorta a vivir responsablemente con una expresión
verdaderamente evocadora: Por tanto, cada cristiano debe actuar como persona
humana con una postura cristiana”. En todas las fotos el Padre Rodolfo aparece
como una persona alta, siempre sonriente, con un cuerpo fuerte y robusto, casi
como para significar su fuerza interior. Los que se le acercaron por primera vez
quedaron impresionados por su imponente altura de 1,92 metros, sin embargo,
inmediatamente después del impacto inicial, todos se sentían acogidos por la
contagiosa bondad y la sonrisa alegre y afectuosa de aquel sacerdote misionero
salesiano. Los orgullosos nativos de su misión lo habían llamado poéticamente
“Koge Ekureu” (pez dorado).
Y continúa: “Seamos humildes, es decir, modestos, poniéndonos en nuestro
lugar como criaturas de Dios, que es nuestro Padre, Señor de la Creación, de la vida
y de la muerte; esta es nuestra orientación fundamental. Ser humilde no significa
despreciar la propia dignidad, sino al contrario, ser humilde es saber vivir en la
115
AMAZONÍA SALESIANA

presencia de Dios que habita en nosotros”. El cristiano, siguiendo las huellas de


Cristo, está llamado a renunciar a sí mismo y a vivir según la vocación que ha
recibido: “Nuestra misión es como la suya: estar aquí para los hombres, para los
pecadores, para los enfermos, para los ancianos y para amarlos. De esta manera
somos como Cristo Jesús. Nuestra tarea como cristianos es seguir sus pasos. Sus pasos,
son el camino del amor y de la bondad. No te canses de hacer el bien” (Gal 6,9).
Concluye su homilía con una oración que, a la luz de su vida concluida en
el sacrificio de la vida, adquiere un valor profético extraordinario: “Señor, tú que
nos has dicho que amemos a todos los hombres; Padre, tú que nos has enseñado a
orar: perdónanos nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a quien nos ofende.
Te lo pedimos: Que tu reino venga también a nuestros enemigos. Dales el pan de
cada día como tú nos lo das a nosotros. No puedo excluir a nadie de mi oración y de
mi amor. Y nadie que hace el bien puede ser excluido por Dios. Amemos a todos los
hombres como el Señor nos ha amado a nosotros. Amén.” Es una oración de perdón
y reconciliación, que pide pan incluso para los enemigos y muestra un horizonte
de amor que no excluye a nadie. Esta oración fue motivada por el recuerdo de la
reconciliación que tuvo lugar entre Bororo y Xavantes, siempre declarados ene-
migos, y que se selló en la Navidad de 1964, cuando un Cacique Xavante recibió
el bautismo teniendo como padrino a un Cacique bororo.
En sus últimos escritos aparecen a menudo alusiones a la muerte: “Incluso
hoy en día, un misionero debe estar dispuesto a morir para cumplir con su deber.
La ayuda que nos das demuestra que has comprendido claramente lo que significa
hoy ser cristiano: sacrificarse con Cristo, sufrir con Cristo, morir con Cristo y ganar
con Cristo para la salvación de todo el mundo, de nuestro prójimo”. (Carta a sus
compatriotas del 11 de agosto de 1975).
La figura del catequista indígena Simão es un ejemplo válido en relación
con el Año del laicado promovido por la Conferencia Episcopal Brasileña, ya que
representa un modelo de cristiano que supo asumir su vocación con radicalidad
evangélica, tuvo la experiencia de la inculturación del Evangelio en su propia vida,
testimonió su fe personal en Jesucristo, compartiendo la alegría del Evangelio
con su pueblo y sus misioneros.
La santidad de Don Rodolfo y Simão es una respuesta sencilla y autén-
tica a la experiencia de las Bienaventuranzas. Fueron testigos de una fe en el
Resucitado vivida en el servicio diario, en el contacto fraterno con la gente,
en el trabajo, en la predicación de la Palabra y en la catequesis, en la oración
ordinaria, en el amor a la Virgen, en la alegría y en el compromiso evangélico
con la causa indígena.

116
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

5.  GRITÓ EL EVANGELIO


CON LA VIDA
P. Juan Bottasso, sdb,
Universidad Politécnica Salesiana (Quito-Ecuador)

1. Mi nombre es Yánkuam`
Con este título fueron publicadas las “Memorias misioneras” del P. Luis
Bolla. No lo puso él, sino el editor, pero no podría ser más oportuno. Como
Yánkuam` (lucero del atardecer) lo conocieron los Shuar y los Achuar, pero
también sus hermanos salesianos solían llamarlo de esta manera.
Los ochenta años que Dios le otorgó fueron vividos con intensidad y sin
flexiones. Sus actividades, medidas con el criterio eficientista de nuestra época,
podrían considerarse poco productivas y casi insignificantes: días de trabajo en las
huertas de los Achuar, sus anfitriones; larguísimas caminatas en la selva, para visi-
tar a grupos de pocas personas;
largas horas de participación
en reuniones de pequeñas
comunidades, para resolver
problemas, que, con facilidad,
juzgaríamos intrascendentes.
Pero, para él esta fue la manera
de vivir su compromiso total
con un pueblo, que le permitió
darle a conocer los valores del
Reino, abriendo un camino de
evangelización nuevo, difícil y
totalmente actual, en cualquier
contexto social y con cualquier
cultura.
Es arriesgado establecer
comparaciones, pero me atrevo
a decir que pocos misioneros
de nuestra época han sido tan
radicales en recorrer el camino
de la inculturación. El demos-
P. Luis Bolla - Yánkuam’ (Perú).
tró audacia no en enunciar
117
AMAZONÍA SALESIANA

teorías novedosas desde un escritorio, sino compartiendo la vida durísima (para


un occidental) de un pueblo amazónico.
En medio de esta entrega incondicional que no conoció momentos de
descanso, él encontró el tiempo para dejarnos el tesoro de sus Memorias. Cuando
las fuerzas físicas ya no le permitían manejar el machete y recorrer los caminos
como en los buenos tiempos, dedicó muchas horas a revivir las etapas de su
existencia y nos entregó sus recuerdos por escrito, con la ayuda del voluntario
español Unai Bikandi. Le quedamos inmensamente agradecidos. Sin estas páginas,
habrían resultados desconocidos muchísimos detalles de una de las experiencias
misioneras más originales y radicales del posconcilio.
Lo que sigue no es una síntesis de sus Memorias, ni tampoco un compendio
de su biografía. Es simplemente la tentativa de evidenciar las motivaciones pro-
fundas de su opción, explorar los principios inspiradores de la misma y colocar
esta experiencia en su contexto
Me refiero al escrito del P. Bolla denominándolo siempre Memorias. Para
simplificar su lectura he evitado las notas. Los números que aparecen entre
paréntesis indican la página en la que se encuentra la cita o la referencia.

2. “Serás misionero en la selva”


Si hay algo del que Yánkuam` estuvo absolutamente convencido desde niño
es de haber sido llamado a ser misionero. El relato que nos dejó es ejemplar en
su sencillez: en el identifica con exactitud el lugar, y recuerda que era una tarde
de agosto de 1943, en el oratorio salesiano de Schío (Vicenza). “Muy cerca de la
puerta lateral de la capilla, escuché la voz clara de un hombre: ‘Tú también puedes
ser sacerdote…’ Al año siguiente, en 1944 y cuando tenía 12 años, también en agosto
y en las mismas circunstancias, ingresando en la capilla entre muchos compañeros
medio indisciplinados, sentí otra vez la misma voz que me decía con claridad, ‘Serás
misionero en la selva entre indígenas (en ese tiempo solíamos decir salvajes) y les
darás mi Palabra. Caminarás mucho a pie’”(333).
Luis era todavía un muchachito, pero desde entonces, y a lo largo de
todas las décadas que siguieron, no tuvo un solo momento de vacilación. “Iba
buscando en los mapas donde vivían esos indígenas de la selva”. Un día, no
solo los encontraría, sino que llegaría a hacerse uno de ellos, sin renunciar a
su identidad.
Hay un tema que atraviesa todas las páginas de las Memorias, convir-
tiéndose en el motivo dominante: la preocupación casi obsesiva de anunciar
la Palabra de Dios. Cuando se le ofrece la posibilidad de hacerlo, siente una
alegría profunda, sobre todo al constatar que es la primera vez en la historia
118
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

que el mensaje resuena, en ese remoto rincón de la selva. La satisfacción es aún


más fuerte al constatar que se trata de algo estrechamente relacionado con la
sobrevivencia del pueblo achuar.
Él ama profundamente a ese pueblo y admira su cultura, pero sufre viendo
que, por creer que el chamán causa las enfermedades y muertes, se desatan
guerras intestinas permanentes, que ponen en riesgo la sobrevivencia misma
del grupo, justo en el momento en que se ve fuertemente amenazado desde el
exterior. Para Yánkuam` es el único aspecto negativo de la cultura achuar, pero
él ve que se lo puede superar, predicando el Evangelio. Efectivamente, aun con
enormes sacrificios y poniendo en riesgo su vida, él logra en muchos casos hacer
de mediador, evitar matanzas ya decididas y sembrar las premisas para un cam-
bio de mentalidad. Todos sus esfuerzos para penetrar los secretos del idioma y
conocer los detalles mínimos de la cultura, su empeño por compartir a diario
su vida, su tenacidad para afrontar las caminatas solitarias por los intrincados
senderos de la selva, su esfuerzo por soportar años de aislamiento, tienen una
única finalidad: encontrar momentos propicios para proclamar que Dios es un
padre, que quiere el bien de todos sus hijos. Si no se tiene en cuenta este aspecto,
Yánkuam` resultaría ser un fenómeno indescifrable y su actitud se la podría
interpretar como la de un fanático, un poco folclórico.
Es conocida la añeja polémica que ha confrontado los antropólogos con
los misioneros. Los primeros proclaman de entrada que a ellos lo único que les
interesa es investigar cómo vive, funciona y se organiza un grupo humano, para
compararlo con las características de otro y así avanzar en el conocimiento de
individuos y comunidades. El antropólogo estudia y observa, pero de ninguna
manera se propone modificar las costumbres de un pueblo. A sus ojos en cambio,
el misionero llega con el propósito explícito de aculturar y con el objetivo de
corregir costumbres, inculcar nuevas normas éticas y proponer nuevas creencias
religiosas.
Por otro lado, los misioneros no ocultan cierta antipatía hacia los antro-
pólogos. A sus ojos ellos aparecen simplemente como personas interesadas en
estudiar a los pueblos exóticos para elaborar tesis, publicar libros y enriquecer
su currículo, en vista de los ascensos en el escalafón académico.
Yánkuam`, más con su vida que con palabras, dio al traste con este esquema
demasiado simplista. Jamás se lo oyó criticar la labor de los antropólogos, antes
bien, tuvo una excelente relación y verdadera amistad con los que encontró en
su camino. A pesar de ubicarse a una enorme distancia de sus ideales religiosos,
no faltaron entre ellos los que lo apreciaron hasta la admiración. El los agradeció
siempre por la gran ayuda que le proporcionaban para desentrañar los secretos
de las culturas, como agradecía a los lingüistas por ayudarle a conocer los meca-
nismos secretos de los idiomas.
119
AMAZONÍA SALESIANA

Él sabía muy bien, y con mayor razón lo saben los antropólogos, que nin-
guna cultura es perfecta y ninguna es estática: todas evolucionan con ritmos
diferentes, según los estímulos que reciben.
Hoy los cambios no los causan los misioneros, sino una sociedad envol-
vente siempre más agresiva y no hay antropólogo que lo pueda impedir. Pero,
él y el misionero, convergen cuando se proponen dar una mano a esos pueblos
aislados para que el contacto sea lo menos destructor posible. Yánkuam` no
se limitó a sugerir que se organizaran, ni a “concientizar”, como decían un
tiempo. Su objetivo era muy claro y más alto: ayudarlos a descubrir los motivos
profundos que permiten a individuos y grupos afrontar los grandes retos de
la vida y de la muerte. Para él solo el Evangelio podía abrir nuevos horizontes
a seres humanos que la globalización condena a la extinción. Y no dedicó a la
tarea algunos años de su juventud sino la vida entera. Sesenta años, hasta el
último respiro.

3. Sin mirar hacia atrás


Su preparación teológica, en vista del sacerdocio, Yánkuam` la realizó en
el estudiantado “El Porvenir” de Bogotá, frecuentado únicamente por Salesia-
nos. Eran los años antecedentes al Concilio, que fue convocado en coincidencia
con su ordenación. Resulta así evidente que toda su formación lleva el sello de
la mentalidad pre-conciliar. Si él llegó después a ser un innovador y a explorar
caminos nuevos, se lo debe al empuje de su vocación misionera, su apertura, su
curiosidad intelectual, su amor a los destinatarios.
Un texto que resultó fundamental para orientarlo hacia opciones radi-
cales fue sin duda “En el corazón de las masas” de René Voillaume. La vida y la
experiencia de Charles de Foucauld tuvieran un influjo enorme sobre el mundo
católico, en las últimas décadas del siglo XX. Ese hombre que murió asesinado
en Tamanrasset, sin compañeros, sin haber podido realizar el sueño de crear una
comunidad que prolongara su carisma, motivó a muchísimas personas a que
dieran un rumbo nuevo a su vivencia cristiana y apostólica.
Después de una juventud notablemente disipada, Charles comenzó a cues-
tionarse, en contacto con el islamismo, durante su estadía en África. Le impresionó
la absoluta centralidad de Dios en la vida de unos seres humanos extremadamente
pobres, pero del todo confiados y serenos. El camino, que finalmente lo condujo
a vivir en el desierto de Argelia, conoció muchas etapas, cada una de ellas carac-
terizada por una creciente radicalidad.
La suya no fue una fuga motivada por el desencanto: después de convertirse
lo quemó siempre el ideal misionero, pero con su sello inconfundible: “Predicar el
120
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

evangelio con la vida”. Fue sobre todo su larga estadía en Nazaret la que lo marcó.
Jesús había pasado treinta años en la pequeña aldea, anónimo y escondido y esto
no podía ser algo marginal entre los testimonios que nos dejó.
Yánkuam` aprendió de Foucauld a desconfiar de las mediaciones a través
de las cuales el cristianismo llega a muchos pueblos. Con frecuencia estas son
tan apabullantes que ofuscan el contenido central del mensaje. La historia de las
misiones ha conocido episodios como el de “los cristianos del arroz”, en la China
de los años veinte y treinta del siglo pasado: conversiones más debidas al hambre
que a la fascinación del Evangelio.
Es la experiencia la que empujó a Yánkuam` en el camino de Foucauld.
Después del año en Macas, la primera década de su sacerdocio él la pasó en Taisha.
Se trataba de la última misión fundada en el Vicariato Apostólico de Méndez, la
más avanzada hacia el este, la más sumergida en la selva. Una misión tradicional,
con un gran internado de chicos shuar, cuidado por los Salesianos y para las chi-
cas a cargo de la Hijas de los Sagrados Corazones. Clima enervante, aislamiento,
grandes estrecheces de todo tipo, pero misioneros y misioneras sobrellevaban
todo aquello con serenidad y optimismo, desde que lo habían escogido ellos
mismos. A Yánkuam` no le pesaba lo austero y duro de esa vida, pero, poco a
poco, comenzó a dudar de su eficacia.
Una misión se propone ser un centro de evangelización, pero no puede
evitar de convertirse también en un centro de servicios: escuela, atención a la
salud, nuevas técnicas agrícolas, tienda con los productos más indispensables…
Con el tiempo se vuelve necesaria la construcción de una pista para las
avionetas: no hay carreteras y hace falta pensar en solucionar las emergencias.
En fin, nunca se deja de crecer. Muchas aldeas se han ido formando alrededor
de una misión, como los poblados medievales, alrededor de los monasterios.
Todo muy positivo y sumamente apreciado; son servicios que los misioneros
ofrecen y que los ponen en contacto con la gente, pero, que, al mismo tiempo,
los aíslan. Ellos viven aparte, con un estilo diferente, en estructuras grandes y,
sobre todo, son ellos los que organizan, promueven, deciden.
Un conjunto de cosas así demanda mucha dedicación y mucho tiempo;
el riesgo de que su administración se convierta en la preocupación principal
está siempre al acecho: la gente puede tener dificultad para distinguir el jefe del
testigo del Evangelio.
Yánkuam` advirtió del peligro. Jamás criticó a sus hermanos misioneros
que trabajaban y siguen trabajando en esta línea, pero comenzó a preguntarse
si no sería posible intentar también una presencia que prescindiera en absoluto
de las estructuras. El momento era propicio y adverso al mismo tiempo. Por un
lado, al calor de la efervescencia posconciliar, surgían en todas partes experiencias
de inserción en los medios populares: pequeñas comunidades que se proponían
121
AMAZONÍA SALESIANA

compartir la vida de los pobres, abandonando las imponentes residencias tradicio-


nales. Por otro lado ya comenzaban a hacerse los primeros balances y se advertía
que muchos de estos ensayos, por improvisados y muy personalistas, no resistían
a la prueba del tiempo y al desgaste producido por las dificultades inevitables.
No pocos exploradores de estas nuevas vías habían acabado abandonando sus
comunidades o habían vuelto a “la normalidad”.
Yánkuam`, refundido en una remota misión, era del todo ajeno a estos
experimentos. Lo que él sentía era cierta inconformidad con el estilo de una
misión tradicional y, al mismo tiempo, una atracción irresistible para ir a anun-
ciar la Buena Nueva a un pueblo que nunca la había escuchado, los Achuar (16).
Son ellos un sub grupo de los Shuar (un tiempo conocidos como Jíbaros)
ubicados a los dos lados de la frontera que separa Ecuador del Perú. Habiendo
tenido contactos con la cultura occidental bastante recientes y esporádicos, con-
servan rasgos ancestrales mucho más marcados. Su característica es la de ser un
pueblo guerrero, que vive en permanente situación de conflicto interno, debido
sobre todo al hecho, como se dijo, que nunca consideran una muerte como
natural, sino causada por el maleficio de un chamán a quien, consecuentemente,
hay que eliminar (250).
Es exactamente a ellos que Yánkuam` se sentía llamado a anunciar que
somos todos hijos de un mismo Padre, que nos ama sin distinción y nos llama a
vivir como hermanos. Pero quería hacerlo con el solo testimonio de su presen-
cia, sin llevar nada más que su ejemplo. Esto implicaba ir solo y pedirles que lo

P. Bolla en su incansable trabajo de conocer la cultura y lengua Achuar.


Aquí realizando traducciones.

122
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

admitieran entre ellos como huésped, sometiéndose a todas las condiciones que
esto significa.
Los superiores salesianos ya conocían muy bien la solidez de su personalidad
y sabían que no se trataba de un entusiasmo pasajero, pero sopesaban también
los enormes riesgos: el aislamiento, la soledad, la posibilidad de caer enfermo
sin facilidades para curarse, la permanencia en medio de un pueblo desconocido
y belicoso, la ausencia de una comunidad que le apoyara en sus compromisos
de religioso… El Inspector, el P. Ángel Botta, hombre concreto y poco amigo de
romanticismos, lo pensó mucho, pero, finalmente, le dio la autorización (22).
También el Vicario Apostólico, Mons. José Félix Pintado, tenía sus dudas,
pero pensaba que, después de poco tiempo, el choque con la durísima realidad lo
devolvería a la misión de Taisha, curado de sus veleidades juveniles. Le preguntó
cuánto tiempo proyectaba permanecer con los Achuar. Yánkuam` había decidido
que la suya era una opción definitiva, pero, para no parecer demasiado Quijote,
le contestó que unos cinco años podían ser un periodo razonable. El obispo lo
miró, esbozando una sonrisa incrédula (18).
Desde un comienzo Yánkuam` especificó muy claramente cuáles eran las
condiciones en base a las cuales emprendía ese nuevo camino.

•  No adquiriría ninguna tierra y no fundaría ninguna misión;


•  Viviría entre los Achuar como huésped, adoptando su estilo de vida, ves-
tido, comida, casa, pero sin perder su identidad de sacerdote y religioso;
•  No pediría ningún apoyo económico, ni a la Congregación, ni al Vica-
riato (5).
Anotó en sus memorias: “En una misión tradicional somos dueños; como
huéspedes los dueños son ellos. Esto nos hace inferiores, débiles, pero es una debilidad
que nos hace libres” (332).
De sus primeros tiempos entre los Achuar casi no hay fotos. “No quería usar
la máquina fotográfica, por considerarla una costumbre demasiado ajena a los
Achuar… además me repugnaba parecer demasiado extranjero frente a ellos” (18).

4. El misionero como huésped


Hay muchas maneras de acercarse a pueblos de cultura diferente a la propia.
La del turista que, aburrido de un mundo lleno de productos estandarizados,
quiere ver algo diferente y tomarse fotos con personajes “exóticos”; las del estu-
dioso, que busca entender el porqué de ciertos comportamientos aparentemente
raros, los mira y los analiza con interés.
123
AMAZONÍA SALESIANA

La de Yánkuam` no fue seguramente la del turista, ni tampoco la del simple


investigador. La cultura achuar él la vivió, claro que dentro de los límites de su
identidad de sacerdote y religioso. Como se dijo, lo que pedía era ser aceptado
como huésped, lo cual implica una renuncia notable a la propia autonomía.
Los Achuar, cuando el huésped se encuentra en su casa, lo hacen trabajar y
le exigen que adapte su vida al ritmo de ellos. Debe tumbar y cargar troncos,
limpiar los caminos, preparar las huertas para la siembra. La costumbre de
ellos es de levantarse tempranísimo- tres o cuatro de la madrugada - y reunirse
alrededor del fogón para tomar la wayús (una especie de té) y vomitarla, y así
limpiar el estómago.
Durante esas largas sesiones mañaneras ellos narran sus mitos y hablan de
sus guerras. Yánkuam` agradecía que le permitieran estar presente, para poder
conocer mejor los detalles de la cultura, afinar el manejo del idioma y aprovechar
ciertas pausas para proclamar la Palabra de Dios. A lo largo de sus Memorias son
incontables los casos en los que afirma que lo han escuchado con gusto.
Poco a poco fue dándose cuenta que ese anuncio iba calando y comenzaba
a sembrar dudas en su afán de vengar las muertes.
Le costó muchísimo hacerles entender por qué había pedido vivir entre
ellos. Por mucho tiempo sospecharon que debía tener alguna finalidad oculta:
los pocos contactos que habían tenido con los blancos los habían convencido de
que estos acababan siempre engañándolos, para explotarlos. De manera especial
los intrigaba que viviera allí sin una mujer, y le preguntaban dónde había dejado
la suya o si quería conseguir una del lugar.
Pero al final acabaron convenciéndose que no podía haber fingido por
décadas y vieron que lo que decía era verdad: estaba allí solo porque los quería
y buscaba hacerles comprender que Dios los amaba aún mucho más que él, y
deseaba que dejaran de matarse y vivieran en paz. Conmovedora su exclamación:
“Finalmente habían entendido que vine para quedarme” (334).
La suya no fue una adaptación dolorosa, que conviviera con la nostalgia
por el mundo que había abandonado, más confortable y lleno de amigos. No: él
con los Achuar se sentía bien, porque ellos de veras llegaron a ser su gente. “Era
el pueblo más feliz que haya conocido” (317). “El contacto por tantos años con
los Achuar, removió mi pobre corazón, llenándolo de amor por ellos, ya que mi
vida entera estaba aquí con ellos” (318).
Evidentemente el entusiasmo no es suficiente para borrar las dificultades
y, mucho menos, para aclarar el rumbo que se debe seguir. Yánkuam` describe
claramente lo que experimentó después de haber obtenido marcharse a donde
los Achuar: “Sentí dar un brinco, cayendo en un océano sin claridad sobre cómo
actuar”. Pero, de manera muy clara, le quedó evidente lo que ese paso implicaba:
“Debía morir a mucho de lo mío, sin perder mi identidad y ponerme a su servicio
124
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

en todo lo posible, viviendo en su mismo nivel, sin creerme superior a ellos, sino
igual” (25).
En el 2010, después de 30 años en Ecuador y 26 en Perú, podía intentar un
balance: “En realidad, solo los que dejamos parientes, patria, amigos y vamos a
otra tierra para evangelizarla, renunciando a nuestra lengua, costumbres, comida
y cultura, sabemos bien lo que nos ha costado. Pero muriendo por el Señor y la
Iglesia, sabemos también el enorme gozo que el Señor nos proporcionó y sigue
dándonos en la vida misionera” (82).
Esto lo podía afirmar después de más de medio siglo de convivencia con
el pueblo que había decidido evangelizar. Un sacerdote diocesano vasco, que
visitó la zona en 1999, comentó al irse: “Yo no aguantaría ni un solo día junto
a un pueblo tan difícil como esté” (127). Es elocuente también la apreciación
de la Hermana colombiana Carmen Palacio, religiosa Laurita que trabajó unos
nueve años entre los Achuar. Ella se entregó sin medida y fue muy querida por
todos, pero que no podía frenar a veces ciertas exclamaciones: “A los Achuar los
entiende solo el Padre Eterno y Yánkuam` (116).
Para tener una idea de lo que significó vivir con los Achuar, hay que tomar
en cuenta cuál es su manera de adaptarse al medio ambiente. Ellos no forman
aldeas sino solo núcleos familiares, bastante distantes los unos de los otros. Deje-
mos que la antropología explique las ventajas que tiene esta distribución suya
en el territorio, pero consideremos lo que significaba para Yánkuam` visitarlos
con cierta regularidad. Si, leyendo sus memorias, vamos sumando los kilómetros
recorridos, concluimos que han sido miles, y no por cómodos senderos despeja-
dos, sino por caminos de selva, llenos de barro, cerrados por una vegetación que
a veces exige el uso del machete, para abrirse paso. En la selva se desencadenan a
veces tremendas tempestades, con vientos que tumban enormes árboles: estos, al
caer, arrastran una cantidad de bejucos y plantas menores. Es facilísimo entonces
perderse, porque las huellas de los caminos quedan borradas y se corre el peligro
de caminar horas, para encontrarse, exhaustos, en el punto de partida.
Una parte notable de sus días él los pasaba andando por los caminos. Lo
apunta en sus Memorias: siete meses del año los dedicaba a visitar a las familias
y a los pequeños grupos (145). Y lo hacía porque esto le permitía estar con la
gente: el depender de ellos para hospedarse lo volvía más cercano. Los evangéli-
cos entraron muy temprano entre los Shuar y después también entre los Achuar,
pero su estilo era otro.
El famoso pastor Francis Brawn, que fue un verdadero pionero al ingresar
a esas tierras, solía decirles: construyan la pista de aterrizaje y yo iré a llevarles
la Palabra de Dios. Un Shuar, de nombre Mashu, le dijo un día, al recibir la
invitación: “Nuestro hermano Yánkuam` va a pie como el Señor Jesús y nos da
siempre la Palabra de Dios” (18). Eso de ir a pie no era una simple necesidad, por
125
AMAZONÍA SALESIANA

no existir alternativas, sino el fruto de una decisión. Cuando más tarde la Misión
Salesiana, por iniciativa del P. Adriano Barale, fue organizando el Servicio Aéreo
Misional (SAM), Yánkuam` se mostraba muy reticente en el uso de las avionetas.
Sobre esto reflexionaban en las reuniones: “Razonábamos viendo los textos del
Evangelio y el ejemplo de Jesús, que caminaba y no usaba los caballos y carros
utilizados en su época por soldados y ricos (36). Al “lujo” de las avionetas dedica
todo el capítulo 40 de las Memorias (165).
Pero, ¿por qué caminaba tanto? La motivación era una sola, articulada en
dos aspectos estrechamente relacionados. En primer lugar, le movía el deseo de
llevar la Buena Noticia. Ya lo hemos dicho: experimentaba una alegría inmensa
al constatar que era la primera vez que esta resonaba en medio de esas remotas
selvas. Él además tenía la seguridad que ese Mensaje, al penetrar paulatinamente
al corazón de aquellos rudos guerreros, terminaría con eliminar el único aspecto
negativo que, según su parecer, tenía la cultura achuar.
Mucha literatura misionera de tipo popular ha abundado en describir el
antagonismo irreductible entre el misionero y el chamán (el brujo). Yánkuam`
fue personalmente amigo de muchos chamanes. Él no los combatía a ellos como
personas, sino que le preocupaba el profundo convencimiento arraigado en el
grupo de que era su intervención la que causaba guerras sin fin (250). “El chamán
es una gangrena”, llegó a afirmar sin vacilaciones (247).
Le preocupaba profundamente que, en un momento en el cual alrededor
de ese pequeño pueblo amazónico se iba estrechando siempre más el cerco de la
sociedad occidental, hambrienta de recursos, ellos siguieran matándose, expo-
niéndose así al peligro del auto exterminio. Y no eran muertes infligidas a los
enemigos que los amenazaran desde afuera, sino venganzas entre los parientes
cercanos, casi siempre para eliminar a un chamán que, según ellos, había causado
una muerte. Algunas matanzas se debían a casos de adulterio. La lectura de las
Memorias impresiona: allí se describen, a veces con detalles muy realistas, más
de cuarenta muertes violentas. Se sabía que el solo Kashijinit`, el guerrero más
temido (y admirado), había eliminado por lo menos a veinte personas (190, 245).
Yánkuam` fue a visitarlo en su guarida, rodeada por una robusta cerca de troncos
de palmera, para defensa contra los muchos enemigos. “¿Tú encargaste a tu yerno
que me dijera que no te visitara, y que en ese caso me matarías? ¿Es verdad? Bueno,
aquí estoy”. A la luz del fogón vi el rostro de Kashijinit` sonreír, y me dijo “¡Qué
va! ¡Cómo te voy a matar! Lo hice para que mis enemigos y los soldados tuvieran
miedo” (189). Los Achuar admiran la valentía; se hicieron amigos.
Años más tarde, al visitarlo, lo encontró muy enfermo; tenía paludismo y
una enorme llaga a un costado, tuberculosis de los ganglios y fuerte dolores de
cuerpo. “Le pregunté si sufría mucho. Me contestó: si fuera un niño estaría gri-
tando. Pero soy un tigre y no lloro”. Yánkuam se alejó, pero al poco tiempo una
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3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

hija del guerrero lo mandó a llamar, porque él quería ser bautizado. “Le pregunté:
¿Puedes perdonar a tus enemigos? ¿Puedes perdonar a los brujos que crees que
te han embrujado?”. A ambas preguntas me contestó que sí. Entonces, sí es así,
también Jesús te perdona con el bautismo, por su Pasión y Muerte en la cruz,
todos tus pecados. Te recibe en su nueva comunidad como un hermano suyo”.
Con inmensa emoción, en plena noche y en medio de las lágrimas contenidas de
sus parientes, lo bauticé”. Un hijo contó después que Kashijinit` antes de morir le
dijo: “Hijo, yo te enseñé el arte de la guerra toda mi vida… pero ahora no quiero
que vengues mi muerte. Escucha la Palabra de Yánkuam`…Vivan en paz (194)”.
También otro famoso guerrero, Chayat, al morir pidió al catequista que lo
bautizara y le dijo: “Jesús me perdone el haber matado a varios Achuar. He sido
cruel, pero no conocía aun la Palabra de Jesús (245)”.

5. Evangelizar sin colonizar


Son dos los principios que inspiraron la línea misionera de Yánkuam` y
podríamos decir que fueron sus obsesiones, si la palabra no tuviera una connota-
ción negativa: no llevar un Evangelio con características colonizadoras, y realizar
el Anuncio partiendo de su cultura. El segundo es una consecuencia del primero.
Para comprender este enfoque es indispensable tener presente un dato
histórico. América, antes fue conquistada y después evangelizada, un hecho que
condicionó fuertemente las características del cristianismo que en ella fue implan-
tado. La predicación, en efecto, se dirigió a pueblos previamente sometidos, lo
que no podía no influenciar el lenguaje de los evangelizadores.
Solo la falta de información puede llevar a sostener que en América el
Evangelio “fue impuesto a cristazos”, como dijo alguien, es decir a golpes y con
la violencia. Conocemos muchísimos ejemplos de misioneros que se esforzaron
por comprender y por hacerse entender, que estudiaron los idiomas, que se
sometieron a mil sacrificios para estar humildemente a lado de los indígenas y los
defendieron, denunciando los abusos de los conquistadores. Pero inevitablemente,
ellos compartían la visión antropológica de su tiempo y se sentían portadores
no solo de una religión, sino también de una “civilización” totalmente superior,
frente a la cual los pueblos conquistados no podían tener otra actitud que no
fuera la del discípulo y del aprendiz. Sobra decir que esto lleva a crear complejos
de inferioridad y a socavar la autoestima.
Es la dinámica que caracterizó también la actitud de las misiones latinoa-
mericanas de los siglos XIX y XX. Los gobiernos republicanos, nacidos de la frag-
mentación del imperio ibérico, después de consolidar sus estructuras políticas, y en
nombre de la modernización y del progreso, emprendieron la obra “civilizatoria”
127
AMAZONÍA SALESIANA

de las poblaciones de los territorios más alejados, que habían permanecido en


situaciones de primitivismo, como se lo definía entonces. En muchos casos la
Iglesia católica fue llamada a cumplir la tarea de convertir a los “salvajes” y hacer
que los “barbaros” adquirieran la condición de ciudadanos. Fue en ese contexto
que, en el continente, se instituyen los Vicariatos Apostólicos, que habían nacido
en Indochina dos siglos antes, con motivaciones muy diferentes. Un eslogan que
se generalizó fue: “Evangelizar civilizando, civilizar evangelizando”.
El Vicariato Apostólico de Méndez fue creado por León XIII, a instancias
del presidente de la República del Ecuador, con la finalidad específica de “civilizar
a los Jibaros”.
Pero ¿qué quiere decir “civilizar”? Es reproducir los patrones culturales de
uno, considerando los del otro como inferiores. Yánkuam` se negaba a aceptar
este rol.
Shuar y Achuar habían vivido por siglos en su medio, autosuficientes, sin
complejos. Pero poco a poco grupos de blanco–mestizos habían comenzado a
bajar de los Andes y a introducirse en su territorio; se los consideraba cristianos
y civilizados, y podían ser vistos como los modelos hacia quienes mirar, causando
complejos, fáciles de imaginar. Hacerse cristiano llegaría a significar hacerse
“blanco”, es decir a renegar de su propia identidad. América Latina está llena de
indígenas que han pasado por este proceso.
Pero un pueblo acomplejado no tiene otro futuro que el de vivir en el
margen y ser mirado con desprecio.
A un pueblo no hay que entregarle limosnas para que progrese, sino darle
confianza en sí mismo y devolvérsela, si se la han quitado. Este fue el propósito
de Yánkuam`. Sus muchos años con los Shuar le habían hecho notar que, frente
a los colonos, algo de este orgullo lo estaban perdiendo (236). Pero él esperaba
llegar a tiempo para ayudar a los Achuar a que no cayeran en la trampa.
Conocemos que su propósito era el de evangelizar, pero él sabía muy bien
que por la evangelización podía comenzar la descalificación de toda la tradición
de un pueblo.
Decirle que había vivido en la ignorancia, que había adorado a dioses falsos
y hasta demonios y que, finalmente, se le anunciaba algo bueno y positivo, no es
la mejor manera para infundirle auto-aprecio.
Los misioneros a menudo acudían a una imagen bíblica, interpretada de
cierta manera: la del arca de Noé, en la que las parejas de animalitos habían sido
obligadas a embarcarse. Seguramente ellos no sabían por qué y muchos se habrán
resistido, pero valía la pena forzarlos un poco para su mismo bien, porque de
otra manera habrían perecido. Otra imagen aún más dura por sus aplicaciones
era la del sembrador y el campo. Un buen agricultor, antes de echar la semilla, se
preocupa de limpiar el terreno de toda mala hierba y después vigila para que esta
128
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

Ordenación diaconal Achuar.

no vuelva a brotar. Así, se pensó a menudo que antes de anunciar el evangelio,


había que limpiar el campo de todas las falsas creencias y estar atentos que no
volvieran a manifestarse. De allí a ver de manera negativa los patrones culturales
en bloque y a subestimar y a atacar las culturas hay solo un paso, que muchas
veces se dio. Basta repasar la historia de la evangelización de América Latina.
Pero Yánkuam` reflexionó largamente sobre el Decreto conciliar “Ad Gentes”
y encontró que le ofrecía una estupenda vía de salida. Allí los Padres Conciliares
afirman que el Señor ya está presente en todas las culturas, a manera de semilla
(semina Verbi). De ninguna manera entonces se puede acabar con todo lo que
se encuentra; al contrario, hay que buscar cuidadosamente esta presencia hasta
descubrirla y, a través del anuncio explicito, ayudarla a crecer hasta la plenitud.
Ahora bien, la sabiduría de los pueblos se encuentra en sus mitologías: hay que
conocerlas, de otra manera uno queda solo en el aspecto exterior de las culturas,
que puede parecer desconcertante. Para esto resultó decisivo el trabajo del P. Siro
Pellizzaro, que dedicó la vida entera a grabar, transcribir, traducir la mitología
shuar. No fue un trabajo fácil, porque esos relatos utilizan un lenguaje arcaico,
bastante alejado del corriente. Los volúmenes de la mitología shuar que fueron
publicados son una media docena, y recibieron las felicitaciones del mismo Claude
Lévi Strauss. Yánkuam` partió de allí, pero después averiguó las variantes de los
mitos achuar y nunca hizo una celebración sin partir del relato de un mito, que
pusiera de relieve cómo Dios, de alguna manera, desde el principio, había hablado
a este pueblo, como a todos los demás. Para él, el del aujmatin (el narrador) era
129
AMAZONÍA SALESIANA

un ministerio indispensable, desempeñado, la mayoría de las veces, por ancianos


que no eran ni cristianos (278). No olvidemos que el demoró nueve años antes
de administrar el primer bautismo (275).
Hubo quienes sostuvieron que el cuerpo mitológico de todo pueblo cons-
tituye su auténtico Antiguo Testamento. Es muy atrevido afirmarlo porque, al
hacerlo, se desvirtuaría el concepto de Revelación. Yánkuam` nunca lo afirmó.
Lo único que le interesaba era poner en evidencia que Dios siempre los había
amado, y los había acompañado en la tarea de elaborar sus reglas de vida en grupo,
esas reglas que estaban plasmadas en los diferentes personajes de los mitos. Era
importante que fuera uno de ellos el que ejercía el papel de relator, especialmente
si se trataba de un anciano, porque esto subrayaba el vínculo con la tradición.
También para los sacramentos (cuando, con extremada prudencia, comenzó
a celebrar uno que otro) fue escogiendo signos relacionados con su cultura, des-
pués de haber dialogado largamente con las comunidades. Lo mismo hizo con
los cantos, evitando traducciones y acomodamientos musicales, y descartando
melodías copiadas de otros pueblos.
El misionero, por sí solo, no puede ser el que decide las reglas en este campo:
son los destinatarios los que elaboran los patrones de la inculturación. Muchas
adaptaciones litúrgicas del post concilio no han pasado de ser puras operaciones
de folklorización.

6. La teología de Yánkuam`
Como ya se dijo, la teología que Yánkuam` estudió fue la típica del pre-Con-
cilio. Cuando él llegó a Bogotá, ya había realizado su tirocinio práctico en la
Misión de Bomboiza e imaginaba que toda su vida la dedicaría al pueblo shuar;
los Achuar apenas sabía que existían. Lo que nos consta es que en ese estudiantado
se encontró con un buen grupo de jóvenes salesianos (Carollo, Calleja, Canzi,
Creamer, Pulici, Shutka y, más tarde, Pellizzaro) que habían estado también en
las misiones y compartían el mismo deseo de prepararse para regresar al campo
de trabajo después de la Ordenación, con cierto dominio del idioma. Entonces
no existían todos los subsidios que elaboró más tarde el p. Alfredo Germani. Los
textos escritos eran pocos y muy elementales. Había la gramática elaborada por
el P. Juan Ghinassi, con gran esfuerzo y loable buena voluntad, pero de difícil
utilización, dado que él no era un lingüista.
Además, reinaba una enorme confusión en cuanto a la grafía del idioma,
porque cada misionero tomaba su lengua materna como referencia. Así los espa-
ñoles, los italianos, los alemanes, los eslovacos. Los jóvenes, de todas maneras,
se las ingeniaban y dedicaban los ratos libres a poner en común lo que lograban
130
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

aprender. Yánkuam` era de los más asiduos y empeñosos. A lo largo de toda la


vida él se dedicó a perfeccionar el manejo del idioma, hasta los modismos más
complicados del discurso del saludo oficial solemne. Con todo, después de tantos
años, lamentaba no poder dominar la lengua a la perfección (119). Para él, el
amor más grande hacia los destinatarios consiste en aprender su idioma. “Toda
mi pobre vida de misionero traté de hacerlo” (274). A este respecto puede ser útil
abrir un paréntesis, citando una anécdota que ilustra la importancia de enten-
der por lo menos lo básico de la lengua del lugar. En un centro achuar, al borde
del Vicariato del Puyo, las personas mayores se habían reunido, preocupadas
porque se multiplicaban las enfermedades y las muertes. Después de una larga
discusión, decidieron que no había más remedio que dar muerte a los chamanes,
considerados responsables.
Pusieron la decisión por escrito, redactando el texto en achuar. Los que
estaban en condición de hacerlo, firmaron, y los demás estamparon la huella
digital. Las Hermanas, felices de haber asistido a una larga deliberación que había
terminado con un acuerdo, firmaron también, pero, por no conocer el idioma, ni
se enteraron que suscribían una condena a muerte, que más tarde fue ejecutada.
Cuanto a los estudios teológicos propiamente dichos, seguramente
Yánkuam` los realizó con mucha seriedad: esas clases deben haberle dado una
buena base para el trabajo futuro, pero sin abrirle grandes horizontes. Habrá
estudiado la dogmática tradicional, el Derecho Público Eclesiástico, la Iglesia
como Sociedad perfecta, el “extra Ecclesia nulla salus…”. Pero fue la inconformi-
dad con el estilo de la misión tradicional lo que empezó a inquietarle. Después,
unos acontecimientos puntuales lo fueron orientando definitivamente en un
sentido muy determinado.
En 1966 yo tuve la oportunidad de viajar a Roma, y dedicar dos años al
estudio de la Misionología en la Universidad Gregoriana. Volví muy contento
de la experiencia y comuniqué mi entusiasmo al inspector, p. Angel Botta. En
los años inmediatamente siguientes él envió una media docena de misioneros
a realizar los mismos estudios, por un año; entre ellos al P. Bolla. “Ciertamente
el año de reflexión, oración y estudio en Roma me ayudó inmensamente para
decidirme a iniciar un cambio total a la presencia misionera, ligada a la antropo-
logía, a la historia y a las tradiciones de este pueblo achuar y a la luz del Concilio
Vaticano II (31). Sin duda uno de los profesores que tuvieron mayor influencia
en Yánkuam` fue Joseph Goetz, sj. Sus interesantes lecciones de antropología
tenían la característica inconfundible que viene de la experiencia: él cada año
pasaba un semestre en Chad (África).
Eran los años de la conferencia del CELAM en Medellín, los años en los
que se comenzaba a hablar de la Teología de la Liberación. A pesar de vivir en
una región aislada, a él le llegaba el eco de los debates, pero no comulgaba con
131
AMAZONÍA SALESIANA

ciertos enfoques. En efecto el instrumento de análisis que utilizaba esa Teología


era el clasista, pero la lucha de clase era lo más ajeno al contexto amazónico. “La
Teología de la Liberación se había amarrado más al marxismo que el evangelio”
(268)… También muchos misioneros trabajaban más en clave horizontal que
vertical. Yánkuam` nunca aceptó la tesis que cundió bastante en esa época, la de
la “moratoria en la evangelización”. No se puede, se decía, predicar a estómagos
vacíos; a los indígenas no evangelizados hay que anunciarle el Mensaje con obras
sociales; de Jesucristo se les hablará en un segundo momento. Es lo que llamaban
“pre-evangelización”. Esto Yánkuam` no lo aceptó jamás. Lo primero que él hacía
era proclamar la Palabra, adaptando evidentemente el lenguaje y los conceptos
a los oyentes.
Meses antes de que se realizara la Conferencia de Medellín (agosto 1968)
había tenido lugar en Melgar (Colombia) un encuentro de obispos y misioneros
de los Vicariatos Apostólicos. La novedad había sido que fueron invitados también
dos antropólogos, Gabriel Reichel Dolmatoff y José de Recasens.
Sus intervenciones fueron como piedras lanzadas en la quietud de una
laguna. Los dos cuestionaron mucho los métodos misioneros tradicionales, sem-
brando una saludable inquietud. Es de lamentar que Medellín no haya recogido
las sugerencias de Melgar, exactamente a causa del instrumento de análisis que
había escogido.
Pero el momento de ruptura se dio en 1971, cuando en la isla de Barbados
(Caribe) se reunió una docena de antropólogos coordinados por el austriaco Jur-
gen Grunberg, para reflexionar sobre la situación de los indígenas en América. Su
crítica a las misiones fue mucho más radical. El documento, al difundirse, ayudó
a acelerar una crisis del mundo misionero que duró años, y aún no se ha apla-
cado. Meses después, en Iquitos (Perú), se encontraron los obispos amazónicos,
que examinaron a fondo las observaciones de los antropólogos. Mons. Pintado
regresó muy desconcertado, mientras que Yánkuam` anotó en sus memorias: “Yo
di brincos de alegría” (273).
Pero no era solo la antropología la que lo motivaba, aunque nunca dejó
de ser para él una auxiliar imprescindible; sus preocupaciones eran religiosas.
El sentía que era indispensable dar a los Achuar una visión de Dios que los
ayudara a superar los aspectos violentos de su cultura, pero quería hacerlo par-
tiendo de su religiosidad misma. No era una tarea fácil porque, aparentemente,
la experiencia histórica de la Iglesia había recorrido caminos muy diferentes. El
Antiguo Testamento había manifestado un rechazo sin apelación hacia todas las
demás religiones, y S. Pablo nunca había partido de la religiosidad de los “gentiles”
a quienes se dirigía para hablarles de Jesucristo; al contrario, la veía como una
causa de inmoralidad. Los Padres de la Iglesia habían tenido una actitud parecida.
Pero el mismo S. Pablo había manifestado una notable apertura hacia la
132
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

“sabiduría” del mundo greco-romano: basta recordar su discurso en la Acrópolis


de Atenas. Es además innegable que el cristianismo de los comienzos demostró
no poca sintonía con el pensamiento estoico. Hasta hubo quien hipotizó un
encuentro de Pablo con Séneca en Roma. Mateo Ricci, hoy ampliamente reva-
lorizado, consideraba el confucianismo un buen interlocutor con quien hablar
de Jesús en China.
El lenguaje de la mitología es religioso en un sentido sumamente amplio,
en cuanto es el reflejo de toda la vida y la experiencia de un pueblo. Yánkuam`
relata cómo sobre este tema reflexionó por años y llegó a la conclusión de que
los mitos, como los mandamientos, son “algo que está inscrito en la conciencia
de la humanidad” (277).
Estando así las cosas ¿será posible evangelizar sin tener en cuenta una
realidad tan radicada en la conciencia de un grupo humano? ¿Cómo se podría
hablar de Jesucristo comenzando con el rechazo de toda la historia y la manera
de ser de este grupo?
Queda abierta la cuestión enorme de la formulación de los términos teo-
lógicos cristianos en un idioma cuyo léxico está circunscrito a la realidad de la
floresta. Yánkuam` fue muy consciente de la dimensión del problema, sobre todo
cuando comenzó a pasar el Nuevo Testamento al achuar. ¿Cómo traducir, por
ejemplo, Espíritu Santo? (131). Exactamente por esto, al trabajo de traducción
consagró muchísimas horas. Interesante una anécdota. En los intervalos entre
el trabajo de la chacra y la construcción de una casa, logró traducir la carta a
los Filipenses y se la dio a leer al lingüista Mauricio Gnerre cuando lo visitó. El
comentario de este fue el siguiente: “Fue el primer texto de la Biblia que leí y lo
leí en achuar” (281).
Un punto que causó conflictos, no solo entre los misioneros, fue el de la
elección de un término para indicar la divinidad. Los pueblos amazónicos, como
muchísimos otros, no tienen el concepto de un ser superior, único y personal.
Poseen la noción de espíritu, que tiene multiformes manifestaciones y presencias.
Desde los primeros contactos con los Shuar, los misioneros habían utilizado
la palabra Yus, adaptación fonética del español Dios, pero se trataba de algo ajeno
a la experiencia de los Shuar y Achuar. Un término que utilizan los dos pueblos
es Arutam, una energía que buscan permanentemente, también ingiriendo alu-
cinógenos, para llevar a cabo empresas de importancia. Es verdad que contiene
su dosis de ambigüedad, porque sueñan con obtener el Arutam también para
poder matar al enemigo (276). Pero se puede volver aceptable el concepto, a
través de una paciente obra de purificación. También el término bíblico Yahvé
pasó por este proceso para poder ser utilizado actualmente en el culto cristiano.
¿Quién podría hoy invocar a un Dios colérico y exterminador de enemigos? El
relato con el cual Yánkuam` describe el rito del tabaco, en el cual participó varias
133
AMAZONÍA SALESIANA

veces, es muy interesante para entender


cómo valoraba las celebraciones achuar,
leyéndolas en clave cristiana.
“Al anochecer hay que bañarse en
la cascada o en el río para purificarse. Se
entonan los cantos tradicionales a Aru-
tam, el Dios de la vida que da la inmor-
talidad, o los cantos en la fe cristiana – en
el caso de los creyentes en Jesús-. Luego se
toma con un poco de agua el tabaco mas-
cado por un anciano, que hace de inter-
mediario entre la divinidad y el pariente
del iniciado. El ayuno, el canto, el silencio
de la selva preparan ese momento fuente
de espiritualidad, buscando la vida y la
armonía en la familia y en la sociedad,
Vivió 40 años, sintiéndose amado por los Achuar. que son bienes también en la fe cristiana”
Él tenía dos pilares que lo mantenían en pie: (276).
todo su ser irradiaba una inquebrantable fe En la zona, desde años, han ido
en Dios y amor por el pueblo Achuar.
haciéndose presentes grupos evangélicos.
Ellos parten de presupuestos teológicos
del todo diferentes, inspirados en la teología dialéctica de Karl Barth, y funda-
mentalmente de Lutero: solus Christus, sola Fides, sola Scriptura. Dentro de esta
visión, las culturas y las religiones son intranscendentes; antes bien, serían un
obstáculo para la salvación, en cuanto evidencia de la presunción humana de
auto redimirse.
Yánkuam` evitó en lo posible polemizar con ellos. Se preocupó solo de
que las diferencias teológicas entre los unos y los otros no llegaran a dividir a las
comunidades. Él escogió simplemente otro camino, el de vivir entre ellos, como
ellos. Los pastores evangélicos viven en centros aislados: allí reúnen periódica-
mente a los líderes, los instruyen y los envían a catequizar (220). Fue siempre
algo ajeno al espíritu de Yánkuam` insistir en marcar las diferencias. Pero no se
puede pasar por alto una observación suya: “Los evangélicos les hablan del fuego
del infierno, yo de la belleza del paraíso” (243).
La antropóloga y teóloga alemana Ana Meiser, de la Universidad de Frei-
burg, estudió largamente el problema de la inculturación teológica de Yánkuam`
y la comparó también con el enfoque de los evangélicos. El fruto de este investi-
gación es un grueso volumen titulado “Bebiendo de dos ríos” (Quito, 2014, Ed.
Abya-Yala), en alemán “Trinken aus zwei fluss”. Su lectura es imprescindible para
profundizar en este tema.
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3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

7. “Como misionero yo estaba dispuesto a todo”


Estas palabras suyas (187) no significan solo que no dudaría en afrontar
cualquier penuria y sacrificio personal, sino que tampoco dejaría de dar batalla,
costara lo que costara, cuando fuera necesario. Yánkuam` era el hombre más
apacible del mundo, siempre de buen ánimo, sereno, paciente, pero debajo de
este aspecto amable se ocultaba una voluntad y una determinación excepcionales.
Él tenía muy claros sus objetivos y estaba convencido que al pueblo achuar le
esperaba una fase decisiva, de cuya superación dependía su supervivencia. Por
siglos ellos habían sobrevivido a sus conflictos internos, pero ahora las amenazas
los sitiaban desde diferentes frentes y podían aplastarlos.
En primer lugar, él tenía bien claro que el anuncio de la Palabra, siempre
y cuando esta llegara a ser interiorizada y vivida, debía después concretarse en
realizaciones prácticas: no era un inocuo predicador ambulante. La sociedad
envolvente disponía de medios ilimitados y tenía los ojos puestos sobre su terri-
torio, rico en recursos: petróleo, minerales, madera… No se le podía resistir
con lanzas y una que otra vieja carabina. Era indispensable poner en pie una
organización que reuniera el mayor número de personas, e hiciera escuchar su
voz ante el Gobierno y las entidades internacionales. Fue también por esto que
Yánkuam` se había empeñado en ayudar al grupo a acabar con los conflictos
internos, porque, al no apaciguarse, habrían hecho imposible cualquier forma
de organización supra-familiar (100).
Desde los comienzos de los años 60, el p. Juan Shutka, había comenzado
a organizar políticamente en Sucúa (Ecuador) a los Shuar, llegando, en 1964,
con el líder Miguel Tankamash, a estructurar aquella Federación que sirvió de
modelo para muchas otras organizaciones indígenas, tanto en Ecuador, como en
toda América Latina. Yánkuam` se valió de esa experiencia y se propuso lograr
algo parecido con los Achuar del Perú. En sus Memorias dedica tres capítulos
a este tema: habla con entusiasmo de los logros alcanzados (cap. 28) y lamenta
las rupturas que se iban dando (cap. 48 y 49). Pero estas deserciones no lo desa-
nimaban, porque sabía que, entre los Achuar, eran algo recurrente; más bien se
apoyó en las que permanecían, para dar las duras batallas contra los nuevos y
verdaderos enemigos de su pueblo (102).
En primer lugar, las transnacionales petroleras. Para ellas los pueblos indíge-
nas son simplemente un estorbo: ocupan territorios en los que la explotación no
sería complicada, si ellos no se opusieran. Un tiempo resultaba fácil eliminarlos
calladamente, pero hoy, con el poder que han alcanzado los medios de comu-
nicación, es todo mucho más complicado. La denuncia de una masacre, aun de
pocos indígenas, causa un revuelo mundial, que puede producir un daño muy
fuerte a la imagen (¡y a la economía!) de una compañía.
135
AMAZONÍA SALESIANA

Evidentemente hoy les toca proceder con mucha más cautela, pero no se
desaniman. El poder del que disponen puede condicionar los gobiernos nacio-
nales. Imaginarse si no pueden comprar algunos líderes indígenas y sembrar
divisiones (221, 224). Su invasión es casi imparable y cuando ellos llegan, la suerte
de los indígenas está marcada. No es que se lo propongan explícitamente, pero
las consecuencias se verifican con puntualidad en todas partes: alcoholismo y
prostitución, dos plagas mortíferas para cualquier grupo que había vivido aislado,
apegado a su tradición.
Yánkuam` constató personalmente los estragos producidos por la OXY
(Occidental Petroleum). “Las consecuencias son gravísimas y siguen hasta el día
de hoy” (137, 271). El empeño que desplegó para hacer que los Achuar perma-
necieran unidos en el rechazo total a los petroleros fue constante y obsesivo, pero
él no era sino un pequeño David que afrontaba, no a un Goliat gigantesco, sino
a muchos al mismo tiempo (225). En los últimos años, cuando sus fuerzas iban
menguando y ya no podía visitar a las comunidades con la misma frecuencia de
antes, sufrió enormemente al verse obligado a constatar que, en el dique, se iban
abriendo fisuras (219).
Sobra decir que su actitud le acarreó la aversión de una cantidad de enemi-
gos, que lo odiaban a muerte y pedían su expulsión. Con ese odio no lo miraban
solo los petroleros, sino también los madereros y los narcotraficantes. Yánkuam`
sabía que la droga estaba causando estragos entre los jóvenes de las ciudades, pero
nunca habría imaginado que pudiera entrar también entre los jóvenes Achuar,
como producto de consumo. Pero tuvo que constatar que los casos se estaban
multiplicando “¡Una pena inmensa!” (130). El odio no se limitaba a las palabras,
sino que se traducía en amenazas muy concretas. “A este cura lo voy a matar”
(209). “Tenemos que matar al P. Luis” (210). Fue acusado de ser comunista, gue-
rrillero, narcotraficante, espía… (213).
Su situación personal lo hacía particularmente vulnerable. Era extranjero,
había trabajado largamente en Ecuador y había pasado a Perú. No se puede olvidar
que, hasta la paz de 1998, el conflicto entre los dos países se mantenía muy vivo
y despertaba grandes susceptibilidades: era facilísimo descalificarlo, acusándolo
de un lado y otro de ser un espía. En efecto esto sucedió más de una vez. En 1995,
habiendo pasado a Ecuador, estuvo preso en una base militar, custodiado por un
centinela armado (108).
Ese conflicto entre dos pueblos hermanos y culturalmente muy similares, lo
llenaba de tristeza (105). El suspiró siempre por el día en que se celebrara la paz y se
alegró enormemente cuando esta llegó a firmarse. Además de concluir un conflicto
que había causado odios, muertes y grandes gastos militares a un lado y al otro, la
paz facilitaba a las familias achuar de los dos lados de la frontera poderse reencontrar,
y permitía a los misioneros salesianos de los dos Vicariatos, reunirse líberamente.
136
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

Pero el conflicto había dejado una secuela peligrosa: la frontera estaba


sembrada de minas antipersonales, que constituían un peligro gravísimo para
la gente, acostumbrada a moverse por la selva, en busca de cacería. El mismo
Yánkuam` en una ocasión corrió el peligro de pisar una de ellas. Iba de camino
y debía cruzar un campo en el que sospechaba que hubiera minas. Iba con otro
Achuar adulto. “Le dije que, estando casado y con hijos, era justo que me arries-
gara yo. Invocamos a la Virgen María. Seguí solo con mucha tensión, hasta los
alambres de púa. Di la vuelta a la izquierda y leí el letrero que decía: Campo
minado. Prohibido el paso” (106).
Hay un episodio que vale la pena relatar, por su fuerte significado (lástima
que el poco espacio obligue a omitir detalles interesantísimos): cuatro Achuar y
un maestro habían sido maltratados por los soldados. Yánkuam`, con un docu-
mento redactado por la comunidad, se fue a Lima a presentar una queja formal
ante la Defensoría del Pueblo. En el momento parecía que los resultados fueron
nulos, pero probablemente las autoridades comenzaban a preocuparse de que,
denuncias como esa, trascendieran.
Un día, en la comunidad que Yánkuam` estaba visitando, bajó un helicóp-
tero con un Almirante de la Marina de Guerra, un ex ministro de agricultura
y un alcalde de la región. El dialogo se pudo realizar con la intermediación de
Yánkuam` como traductor. El militar, que evidentemente quería zanjar rápido
la cuestión con alguna dadiva, comenzó diciendo: “Queremos saber lo que
necesitan”.
Uno de ellos, que había sido maltratado, lo paró en seco: primero háganos
justicia; nos han tratado, en nuestra tierra, como si fuéramos enemigos. Después
comenzó el discurso “Kakatramu” de ira y de rechazo, en el que se repite cuatro
veces la palabra, con mucha vehemencia, para atemorizar al otro, como en las
guerras antiguas (181).
Esto impresionó muchísimo a los visitantes que se fueron bastante cabiz-
bajos. El exministro de agricultura antes de dirigirse al helicóptero se acercó a
Yánkuam` y le dijo: “Reverendo padre, nunca he visto un indígena con tanto
orgullo como estos. Lo felicito” (182). Otra amenaza que se cernía sobre el grupo
venía nada menos que del Ministerio de Salud. Con el pretexto de suministrar
vacunas, funcionarios de esa entidad inyectaban en las mujeres fármacos abor-
tivos y esterilizantes. La iniciativa partía de instancias internacionales y era ple-
namente compartida por el Gobierno local. Se trataba de limitar el crecimiento
demográfico de pueblos débiles y marginados.
Yánkuam` no podía no oponerse a semejante proyecto y arremetió con tal
fuerza que, tanto el Ministro del Interior como el de Defensa, quisieron sacarlo
del país “por el tema petrolero y por la cuestión de las vacunas”. Su obispo y el
Nuncio Apostólico lo defendieron (265).
137
AMAZONÍA SALESIANA

Esto no impidió que a veces se haya plantado frente a la jerarquía eclesiás-


tica, cuando esta no se demostraba suficientemente enérgica con los petroleros.
“Mi obispo, José Luis Astigarraga, es un santo varón de Dios, pero pertenece,
como yo, a la cultura envolvente más fuerte; sin embargo, yo vivo dentro del
pueblo y él está fuera, así no es fácil entenderse con los indígenas… Yo le decía
a mi obispo que él, como pastor, estaba tratando de lograr la reconciliación, la
paz y las mutuas ventajas, pero los Achuar no querían esas ventajas. Únicamente
deseaban y pedían estar libres…” (182).
Cuando todavía se encontraba en Ecuador, Yánkuam` tuvo en una ocasión
la oportunidad de hablar con un teniente, que le dijo en tono condescendiente:
Padre, tenga paciencia. La cruz siempre fue con la espada. “Lo miré con tristeza,
sintiendo que la sangre se me calentaba, como buen latino. Teniente, si en la his-
toria de la colonización de América muchas veces sucedió eso, ahora ya se acabó.
Nosotros estaremos siempre con los más débiles, que son los indígenas” (157).
El gobierno ecuatoriano, desde los tiempos del diferendo con Perú, ha
convenido pagar un sueldo a los párrocos de frontera, pero Yánkuam` nunca lo
aceptó (147).
Otro problema con el que se topó Yánkuam` fue él de la prostitución: el
ejército no solo la toleraba, sino la promovía, abasteciendo de mujeres a la tropa
de los diferentes destacamentos. Lo que más le dolía es que se introdujera entre
los jóvenes, Shuar y Achuar, una costumbre absolutamente ajena a su tradición,
y que acabaría acarreando un daño enorme a la estabilidad de las familias.
Cuando estaba todavía en Ecuador le tocó en una ocasión viajar en una
canoa en la que el motorista llevaba una prostituta. Al desembarcar este, para
unas compras, el Padre quedó solo con la mujer en la embarcación. “¡Qué tris-
teza en ese rostro!... Le animé cuanto pude y pensaba en mi inmensa pequeñez y
debilidad que revivía lo que hizo Jesús. Le dije que el Reino de Dios era también
para ella y que bastaba con convertirse” (159).

8. El Salesiano
No se puede negar que, en cuanto Salesiano, la vida que llevó Yánkuam` fue
bastante atípica. A los Salesianos nos caracteriza la vida de comunidad, mientras
que él pasó solo la mayoría de sus años. También cuando, finalmente, pudo contar
con unos compañeros capaces de adaptarse a una existencia parecida a la suya,
los tres formaron una comunidad muy “sui generis”, porque cada uno atendía
una zona extensa y se reunían saltuariamente, por temporadas más bien cortas.
Es indispensable aclarar enseguida un aspecto fundamental, para poder
interpretar rectamente qué implicaba la decisión por él tomada.
138
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

Debe quedar claro que Yánkuam` no escogió marcharse entre los Achuar
porque le pesaba vivir con sus Hermanos: tratándose de una experiencia pionera,
era casi imposible que comenzara de otra forma. La suya no fue una evasión, ni
una improvisación. Fue algo largamente meditado y planificado, que fue madu-
rando a lo largo de años enteros.
Él esperaba que, una vez que se sintiera aceptado y que conociera el
ambiente, algún otro Salesiano fuera a vivir con él. Pero no se trataba de que
alguien fuera “destinado” a esa vida, sino que la escogiera como opción suya. No
era fácil, porque las exigencias que imponía superaban bastante la normalidad.
A finales de 1972 pidió ir a acompañarlo el joven salesiano catalán José Arnalot,
que deseaba hacer un paréntesis en medio de sus estudios teológicos, para realizar
una experiencia “radical”. Fue providencial. En primer lugar, porque resultó ser
un excelente compañero y una gran ayuda en el trabajo, después porque tuvo la
feliz idea de escribir un diario que fue publicado y alcanzó una gran cantidad
de ediciones, en castellano y en italiano. Es a través de ese texto que se pudo
conocer una infinidad de detalles sobre la vida, le entrega y la espiritualidad de
Yánkuam` (Todo el cap. 11). La obra lleva por título “Lo que los Achuar me han
enseñado”. Yánkuam` y Chuwint (así llamaban localmente a Arnalot) hablaban
en lo posible entre ellos en achuar (49).
Cuando Arnalot se marchó, en 1975, Yánkuam` quedó nuevamente solo,
por tres años, hasta que lo alcanzó el p. Telmo Carrera. Al poco tiempo el com-
pañero tan deseado se enfermó y tuvo que marcharse.
Lo reemplazó el P. Domingo Bottasso, con el cual, en 1978, había realizado
un viaje de cuatro meses en la zona achuar del Perú. Esa experiencia había forta-
lecido grandemente su amistad y el conocimiento mutuo, porque habían corrido
juntos aventuras y riesgos no pequeños. El P. Domingo había casi quedado por
el camino, en plena selva, a causa de un fortísimo ataque de paludismo (54). La
sintonía que se estableció entre los dos fue muy grande, pero no quedaron juntos
sino año y medio. Al haber conocido la situación de abandono de los Achuar de
Perú, Yánkuam` no pudo resistir el impulso de ir a vivir entre ellos. Otra ruptura
dolorosa, pero para Yánkuam` inevitable.
En un encuentro de misioneros, estando presentes el nuevo Vicario Apostólico
Teodoro Arroyo, y el inspector, el P. Pedro Creamer, fueron ellos los que comunica-
ron oficialmente el paso de Yánkuam` al Vicariato Apostólico de Yurimaguas (Perú),
regentado por los Padres Pasionistas: “Sabemos que Yánkuam` no va por capricho
y la zona es muy difícil. Le auguramos un santo fruto de labor misionera” (81).
Sí, la zona era de veras muy difícil y de acceso muchísimo más complicado
que en el lado ecuatoriano. Un poco por eso y un poco porque aquella no era
una opción decidida por la Inspectoría de Perú, Yánkuam` quedó solo por unos
once años, sin que un solo Salesiano lo visitará desde Lima.
139
AMAZONÍA SALESIANA

Él no dejaba de salir cada año para los Ejercicios Espirituales, pero llegó
el momento en que decidió protestar formalmente por el abandono, y lo hizo
de una manera muy suya: no participó en el retiro anual pero lo hizo solo, en
el “desierto” de la selva, por espacio de diez días, en lugar de cinco (171). El P.
Vicente Santilli, a quien debemos la publicación de las Memorias, comenzó a
visitarlo todos los años (10). Más tarde llegó a ser Inspector de Perú, e hizo que
la experiencia de Yánkuam` fuera siempre más valorada por los hermanos.
El contacto con los Salesianos Yánkuam` lo advertía como una verdadera
necesidad, porque se sentía profundamente vinculado a la Congregación. Cada
año, y siendo posible, más de una vez se encontraba en la misión de Wasakentsa
con el P. Domingo Bottasso y con los demás misioneros que se le habían unido.
Esto implicaba una caminata de varios días.
En una ocasión una Hermana lo criticó duramente porque vivía solo, fuera
de las estructuras de la Congregación Salesiana. “Tragué la pastilla amarguita,
creyendo que el hábito no hace al monje, sino que su vida lo define” (143). Y
a continuación recuerda en las Memorias que fue el Rector Mayor, D. Egidio
Viganò, quien le autorizó pasar del Ecuador a Perú (143).
Finalmente, en el año 2000, se realizó el sueño que había acariciado desde
un comienzo: que lo acompañara un Salesiano de manera estable. Cuando escribió
sus Memorias ya podía hablar de 10 años de presencia ininterrumpida a su lado
del P. Diego Clavijo, ecuatoriano. Para Yánkuam` fue el regalo más grande. “Fue
la bendición que el Señor me concedió en el Perú por tantos años en que estuve
sin compañeros misioneros. La primera vez empleó cinco largos y sufridos días
para llegar a Shanchiik, donde residía yo desde junio de 1995” (326). Los dos se
entendieron perfectamente. El P. Diego (Kiakua para los Achuar) llegó a quererlo
como a un padre, y lloró su muerte como si se tratara del familiar más cercano.
Poco antes de llamarlo para recibir el premio, el Señor concedió a Yánkuam`
la oportunidad de regresar Macas, la misión donde, más de 60 años antes, habría
estrenado su sacerdocio, y desde la cual había partido para su formidable aven-
tura misionera. La ocasión fue la beatificación Sor Maria Troncatti, que él había
conocido muy bien y a quien admiraba. La ceremonia, que resultó sumamente
concurrida por Shuar y colonos, fue presidida por el Card. Angelo Amato, y
contó con la presencia de todos los obispos de Ecuador. Yánkuam` no quiso fal-
tar: era una fiesta demasiado grande para su familia religiosa, que reconocía el
heroísmo de una gran misionera. Se lo vio feliz y optimista como siempre, pero
talvez estuvo exigiendo demasiado a su pobre cuerpo. Un hombre de ochenta
años y que había sufrido 40 ataques de paludismo (136, 63), caminó tres días
para llegar a la misión de Wasakentsa, en Ecuador, desde donde una avioneta lo
llevó a Macas. El regreso le exigió otros tres días a pie. No olvidemos que él nunca
había apoyado la construcción de pistas de aterrizaje en su zona. Finalmente,
140
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

tantas privaciones, fatigas y sacrificios, le pasaron la factura: salió a Lima al poco


tiempo para los Ejercicios Espirituales, y una isquemia tuvo razón de ese físico,
al cual había exigido demasiado.

9. Nubes en el horizonte
Lo que impresionaba inmediatamente a quienes trataban con Yánkuam`
era su serenidad y optimismo: nada de ruidoso o de ostentado, sino una especie
de transparencia, que manifestaba la profunda armonía interior de una persona
que se sentía en paz y realizada.
En sus Memorias (318) él cita el dicho del Mahatma Gandhi, que se con-
virtió en su regla de vida: “Civilización es reducir nuestras necesidades”. Él había
abandonado prácticamente todas aquellas que podían diferenciar su existencia
de la que conducían los Achuar. Lo que lo motivaba no era un afán estoico de
renuncia, sino el convencimiento de que la sobriedad de aquel pueblo amazónico
tendría mucho que enseñar a esta nuestra “civilización” insaciable, consumista y
siempre más insatisfecha. Él estaba profundamente convencido de que, al desapa-
recer los pueblos indígenas, “la humani-
dad habría perdido algo inmenso” (318).
En la ocasión en que, con el P.
Domingo Bottasso, durante el viaje
exploratorio en Perú, fue a hablar con
el Vicario Apostólico de Iquitos, sintió
una gran pena al constatar que, para el
obispo, la causa indígena estaba perdida.
“El veía que, en pocos años, las multi-
nacionales acabarían con todos los pue-
blos indígenas. Nos dolió esa profecía de
muerte y le dijimos que no estábamos
de acuerdo, y que estaríamos con esos
Su vida es un paradigma de vida misionera:
pueblos hasta el final, aunque tuvieran un amor profundo, auténtico, perseverante
que desaparecer” (56). y respetoso por el pueblo Achuar y el anuncio
Pero el optimismo no podía impe- inculturado y apasionado de Jesucristo.
dirle notar ciertos indicios inquietantes.
La hostilidad de la sociedad nacional la daba por descontada, pero eran
algunos jóvenes Achuar los que comenzaban a manifestar señales preocupantes.
Yánkuam` había siempre demostrado una admiración incondicional por
los Achuar. “Era un pueblo con enorme dignidad “(191). Nunca los juzgó, solo
intentaba comprenderlos.
141
AMAZONÍA SALESIANA

Pero, a pesar del aislamiento, las insidias penetraban hasta el corazón de


la selva, llevadas por las corporaciones internacionales. “En esta época, apuntó
en una de sus páginas, el deseo de adquirir dinero es el ideal de muchos, dentro
de los pueblos indígenas, como si eso fuera su único valor y su única esperanza”
(146). Las petroleras lo entendían a la perfección y desde allí comenzaban a
dar batalla, para vencer todas las resistencias. Un dirigente que había cedido a
los halagos comentaba: “Nos pagan cuando vamos a los cursos de aprendizajes
sobre la labor de las compañías petroleras… Nos pagan los días para llegar
a Tarapoto, ida y vuelta, alojamiento en los mejores hoteles, todo gratis. Si
nos enfermamos nos pagan la curación en el hospital de Tarapoto, muy bien
equipado. Con esa plata mantenemos a nuestros hijos en la escuela primaria
y secundaria” (313).
Todo esto ya resultaba deprimente para Yánkuam`, sin que el joven le con-
tara lo de las borracheras que se daban durante esos cursos, las relaciones con las
prostitutas y todo lo demás.
Esto él lo sabía de sobra, él conocía cómo comienza este proceso y cuál es
su escuálido epílogo. La historia de América es una interminable crónica que
habla de pueblos autóctonos que han comenzado de esta manera su contacto
con la “civilización”, y han terminado marginados y despreciados. Muchísimos
han desaparecido.
Algunos hoy reaccionan y recuperan vitalidad, aun pagando el precio de
abdicar demasiado a su identidad y de aceptar acomodarse de manera excesiva a
las exigencias del entorno. Los Shuar pueden contarse entre ellos. Últimamente,
sus críticas al trabajo de los misioneros están creciendo. Algún motivo lo tienen,
con tal de que no olviden que, sin la presencia de los Salesianos entre ellos por
más de un siglo, hoy no serían lo que son.
Una vez ingresados en la dinámica introducida por las compañías, algunos
jóvenes comenzaron a presionar para que el Padre sirviera de intermediario para
solicitar dinero a las diferentes organizaciones internacionales de cooperación,
como suelen hacer las ONG. Aun sabiendo que su renuencia le acarrearía críti-
cas y antipatías, no cedió. En una reunión le reclamaron porque no pedía plata
al obispo, como se hacía del lado ecuatoriano. Respondió: “El Señor Jesús me
llamó para anunciar el Evangelio a los pueblos de la tierra. Para ese mismo fin
me envía la Iglesia y mi Congregación salesiana. No me mandaron para pedir
dinero. A pesar de todo, el Señor siempre nos ayudó en nuestras necesidades”
(126). Evidentemente un discurso de ese nivel hacía poca mella en individuos
que habían sido ya picados por el virus del dinero. Fue en esa misma ocasión que
llegaron a reclamarle duramente en público porque había permanecido tantos
años entre ellos sin construir obras ni decirles bien claro cómo hacían los blancos
para conseguir tanto dinero y para disponer de tantas cosas. Yánkuam` sufrió el
142
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

ataque en silencio: “Me humillaron duro en la asamblea del día siguiente... En ese
momento intervino Antuash (el P. Domingo Bottasso) y los hizo callar” (126, 127).
Yánkuam` había entregado su tiempo, su salud y toda su inteligencia para
lograr que ese pueblo que amaba se mantuviera digno y altivo, aferrado a los valo-
res de su tradición, y ahora los jóvenes iban a las compañías a mendigar dádivas.
“Siempre fuimos pobres, pero evitábamos ser pedigüeños. En cambio, ahora, por
la política y por los petroleros, muchos Achuar se volvieron pedigüeños, en vez
de obtener con esfuerzo y unidos lo que necesitábamos” (270).
Debe de haber sido duro para Yánkuam` verse obligado a escribir estas
notas, mientras advertía que las fuerzas se le iban escapando.
Es conmovedora una anotación suya con la que nos topamos hacia el final de
sus Memorias: “Ahora que estoy caminando ya lentamente a la “cuarta juventud”,
como suelo llamarla, es decir hacia la vejez, pocas veces, lo confieso, he sentido
cierto desaliento y vacío profundo. Recuerdo que estaba en Sanchiik, antes de
volver a Kuyuntsa con Diego, en septiembre de 2006. Me encontraba solo en casa
y cortando la hierba, cuando me dije con cierta melancolía y tristeza: Ya se acaba
mi vida ¿qué he hecho?... ¡nada! La oración me sostuvo y al día siguiente yo estaba
dispuesto a todo, como siempre. Esa disponibilidad y el reconocer a mis hermanos
indígenas en un nivel de vida igual al mío me sostuvo en todos esos años” (333).
Las Memorias de Yánkuam` llegan hasta el 11 de agosto del 2011. En octubre
se lo vio en Macas, alegre y lleno de vitalidad como siempre. Solo le quedaban
pocos meses de vida y cabe sospechar que, aún sin perder esa serenidad, sufriera
las punzadas de una espina.
Pocos días antes de sucumbir al ataque de isquemia, dejó una nota que
corre un poco el velo que cubría su mundo interior y nos permite sospechar
la existencia de un dolor, cuyas dimensiones nunca podremos conocer: “Temo
tu silencio, Señor, ¡tan largo! Pero no puedo pretender que tú me hables como
cuando me llamaste siendo niño, aunque creo que tú lo puedes hacer… Ayúdame
Señor. Creo y espero en Ti, sin verte, ni escucharte” (7).
Dios ama a sus hijos, pero no siempre los premia en este mundo con consue-
los incesantes. A los mejores, a veces los purifica con largas noches de oscuridad.

10 ¿Qué quedará?
Desde que Yánkuam` nos dejó, los años han ido pasando y la pregunta surge
espontánea. No es fácil contestar, porque el tiempo transcurrido todavía es poco,
y porque los imponderables que entran en juego son tantísimos. Algo, de todas
maneras, se puede adivinar, teniendo en cuenta también lo que ha acontecido
con otros pueblos autóctonos, que han vivido experiencias parecidas.
143
AMAZONÍA SALESIANA

Yankuam’ envía a los diáconos en misión.

A la región donde vivió Yánkuam`, que por siglos la selva había custodiado
con su abrazo protector, entrarán las carreteras. Del lado ecuatoriano ya están
llegando al borde del territorio achuar. Con las carreteras penetrará todo un
mundo, que expondrá en sus vitrinas una infinidad de productos, capaces de ase-
gurar la felicidad en la tierra. Difícil resistir. Yánkuam` vivió lo suficiente para ver
que algunos comenzaban a ceder, y estaba seguro de que lo harían muchos más.
Pero sabía muy bien que este encandilamiento acabaría defraudándolos, porque
ellos accederían solo a una cantidad mínima y muy marginal de las maravillas
prometidas, y esto generaría una sensación permanente de frustración.
La esperanza él la ponía en “los que estarán de regreso”, es decir, en aquellos
(tal vez muy pocos) que volverán a tener aprecio por lo que habían abandonado,
después de experimentar lo falaz y vacuo de las promesas del mundo globalizado.
Esto exige que se conserve la memoria, de otra manera no quedaría nada
a qué regresar. Yánkuam` dedicó muchísimo tiempo y energía a grabar esta
memoria en la mente de los jóvenes y a documentarla, escribiendo varias obras de
etnografía, serias y apreciadas. Si la comparación no sonara demasiado atrevida,
se podría recordar lo de los monasterios medievales. En la biblioteca de muchos
de ellos se conservaron, y en el “scriptorium” se multiplicaron, las obras maestras
144
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

de la antigüedad clásica, sin que se entendiera siempre su valor. Pero cuando se


lo redescubrió, brilló el milagro del Renacimiento, una primavera para la historia
de Occidente. Yánkuam` confiaba plenamente que algo de la experiencia de ese
pueblo quedaría, y que el tiempo permitiría revalorarlo. Si no hubiera alimen-
tado esa esperanza, hubiera sido imposible que dedicara toda su vida a la causa.
Y, aun cuando el vendaval de la modernización lograra acabar con todo,
agradeceríamos igualmente que hayan existido y que existan “locos” que creen en
utopías. Sin ellos, este sería solo un mundo de estadísticas y de gráficos que ilustran
las fluctuaciones del PIB y de la productividad, un mundo sin alma y sin sueños.
Se necesitan hombres y mujeres que se consagren a causas perdidas, a grupos
minúsculos, amenazados de extinción, que no les dediquen una tesis o una mesa
redonda, sino la vida, que se la jueguen, que “la echen a perder”. Serán siempre
una minoría ínfima, pero capaz de dar aliento a todos los demás.
Y nadie ha dicho que esto puede darse solo en periferias lejanas, entre tribus
perdidas en selvas o en páramos remotos. También en el corazón de las metrópolis
modernas se pueden descubrir personas y grupos que sufren la amenaza de ser
aplastados, porque su misma presencia se ve como anacrónica, disfuncional o
molesta. Gentes que este mundo de eficiencia mira como inútiles y sobrantes.
Ellos no necesitan de limosnas, sino que, partiendo de su experiencia, se les
anuncie que Dios los ama.
Por algo Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, arzobispo anglicano de
ciudad del Cabo en Sudáfrica, afirmó que la Biblia es el libro más subversivo que
existe, porque dice a cada pueblo que, para Dios, no es inferior a ningún otro,
y que tiene un puesto en la historia. Al pueblo que se convence de esto nadie lo
puede detener.

Datos biograficos
•  1932, 11 de agosto: Luis Bolla nace en Schio (Vicenza)
•  1948: Ingresa al noviciado salesiano.
•  1949-1952: Frecuenta el liceo en Nave (Brescia).
•  1953: Es destinado a Ecuador.
•  1953-1956: Realiza el Tirocinio en Bomboiza.
•  1956-1959: Estudia teología en Bogotá.
•  1959: Es ordenado sacerdote.
•  1960: Trabaja en Macas.
•  1961-1971: Trabaja en la Misión de Taisha.
•  1971-1984: Con los Achuar de Ecuador.
•  1984-2002: Con los Achuar de Perú.
•  2012, 6 de febrero: Fallece en Lima.
145
AMAZONÍA SALESIANA

6.  LECTURA ESPIRITUAL DE


LA EXPERIENCIA DE YÁNKUAM’ 12

Don Aldo Giraudo, sdb,


Universidad Pontifica Salesiana (Roma)

Los oradores anteriores han estado en contacto personal con Luis Bolla, lo
han conocido, han compartido, más o menos, su vida y -como hemos oído- man-
teniendo viva la imagen de su personalidad, pueden documentar la importancia
de la experiencia, el trabajo, el pensamiento.
No he tenido tal oportunidad. Leí su autobiografía aventurera e intere-
sante, luego retomé en mi mano el sugestivo diario de José Arnalot13, en el que,
aquí y allá, emerge el retrato vivo de Yánkuam’, la singularidad y la excepciona-
lidad de su vida, de su fe, de las virtudes que lo caracterizaron, de sus visiones
y utopías, la calidad evangélica de su experiencia y de su acción misionera. Se
tiene la impresión inmediata de encontrarse ante un auténtico cristiano de una
sola pieza, un verdadero testigo, un apóstol integral y heroico, impregnado en
cada fibra de su ser, en cada pensamiento, deseo y proyecto por el espíritu de
la caridad, por el amor que prefiere a Dios y los hombres antes que a sí mismo,
por un hombre que vive por la comunidad a la que se ha consagrado, por la
Iglesia Achuar que se siente llamado a fundar, por el Evangelio que proclama
con pasión y alegría. Uno, frente a esto, queda fascinado y brota natural decir:
este hombre es un santo.
Me pidieron que hiciera una lectura “espiritual” de esa experiencia. Aquí
debo limitarme a la enunciación de algunos rasgos, núcleos dinámicos alrede-
dor de los cuales o desde los cuales se ha articulado toda la vida y la acción de
Yánkuam’. Para un estudio serio y un enfoque crítico se requiere una documen-
tación más amplia (los escritos, los cuadernos, los diarios personales, los testi-
monios recogidos en el campo...) y un método adecuado y riguroso, siguiendo
el modelo utilizado por Anna Meiser en su volumen14.
Me inspiran las sugerencias metodológicas de la teología espiritual de Han
Urs von Balthasar, que afirma que la experiencia de aquellas personalidades
cristianas que destacan por su excepcionalidad y autenticidad evangélica (los

12
  La presente conferencia fue realizada el 20 de octubre de 2016, en el seminario que ha estudiado
la figura del P. Luigi Bolla.
13
  Arnalot J., La capanna senza steccato. Tre anni tra gli Achuar dell’Ecuador, L’Arciere (Cuneo 1992).
14
  Meiser A., «Ich trinke aus zwei Flüssen». Zur Logik transkultureller Prozesse bei christlichen Achuar
und Shuar im oberen Amazonien, Kohlammer (Stuttgart 2013).

146
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

santos), no debe ser vista sólo con admiración o tomada como un simple estí-
mulo para la imitación, porque es un don de Dios a la Iglesia. Como tal, debe
ser considerada en su singularidad también como un lugar teológico, lo que nos
permite identificar algunas de las características esenciales del cristianismo. En
la vida de estas personas extraordinarias que se han apropiado intensamente del
mensaje evangélico, que se han conformado a Cristo a través de un proceso de
total adhesión, de despojo radical de sí mismas, que han impregnado su exis-
tencia -sin privarlas de su singularidad personal, sin embargo- podemos ver una
exégesis viva del Evangelio.
El teólogo espiritual debe, por lo tanto, mirar la vida de estos testigos sin-
gulares no sólo para discernir en ellos la acción de la gracia divina, sino también
para comprender las necesidades históricas a las que han tenido que responder,
enriqueciendo a la Iglesia con su contribución específica. Se trata de dar una
importancia privilegiada a la categoría de misión, entendida como verdad de sí
misma, como una singular “forma de santidad” que se les ha dado y que se han
esforzado por poner en práctica en la historia concreta, en beneficio del prójimo.
Balthasar afirma: “En cada cristiano Dios tiene una idea particular y asigna a
cada uno un lugar preciso en la comunidad eclesial. Traducir en la práctica, esta
idea que está en la mente de Dios, implementando en la vida esta ‘ley individual’,
absolutamente sobrenatural y libremente concebida por Dios, es el fin último
de todo cristiano”15. Esto es también lo que Yánkuam’ le dice a Arnalot, sobre la
pobreza y la inseguridad que comparten con los Achuar: “Tenemos suerte, pero
no debemos estar orgullosos de nuestra pobreza; vivámosla sin propaganda, no
esperemos lo mismo de los demás, porque Dios en la vida, asigna a cada uno una
tarea diferente... y a cada uno le pedirá según lo que le haya dado”16.
Se trataría entonces de captar en la existencia concreta de Yánkuam’, para
utilizar las expresiones de un intérprete de Baltasar, “su experiencia espiritual,
la intencionalidad objetiva que se traduce en ella: el plan de Dios, es decir, el
misterio divino que se comparte. En los datos concretos, que también deben ser
estudiados y analizados, es necesario llegar a comprender la ‘forma’ o la ‘figura’
(Gestalt) que viene de lo alto. La concreción de los datos históricos, humanos
y singulares puede así ser asumida con pleno respeto en teología, sin necesidad
de conceptualizar lo concreto o de mantener una especie de dicotomía entre
experiencia y ontología”17.

15
 Urs Von Balthasar H., Sorelle nello Spirito. Teresa di Lisieux e Elisabetta di Digione, Jaca Book
(Milano 1991) 24.
16
  Arnalot, La capanna senza steccato, 149.
17
  Babini E., Esperienza cristiana e teologia spirituale, in Sicari A., La vita spirituale del cristiano, Jaca
Book (Milano 1997) 66.

147
AMAZONÍA SALESIANA

Desde esta perspectiva, trato de leer la experiencia de Yánkuam’ -como nos


presenta la autobiografía y los diarios de Arnalot- que pone de relieve, a través del
análisis de la naturaleza eclesial de la misión que sintió haber recibido de Dios,
el mensaje teológico relacionado con su santidad.

1. Carácter general de la misión de Yánkuam’


En primer lugar, la experiencia cristiana y misionera de Yánkuam’ emerge
con tal singularidad y cualidades que puede considerarse “representativa”, es
decir, un ejemplo muy especial de santidad apostólica ofrecida a la Iglesia y de
experiencia cristiana propuesta a la comunidad local. Como todos los que han
abierto nuevos caminos del espíritu, hasta configurar una nueva y típica manera
de ser discípulos y apóstoles de Cristo (San Pablo, San Francisco de Asís, los
grandes evangelizadores de los pueblos y los fundadores de Iglesias y órdenes reli-
giosas)18. Podemos percibir Yánkuam’ como un regalo de Dios al pueblo Achuar
y a la Iglesia universal, en un contexto particular y en un momento histórico. Se
podría decir de él lo que leemos de Juan el Bautista: “Vino un hombre enviado
por Dios” (Jn 1,6), porque él también, como el Precursor, es sobre todo una voz
que viene a mostrar el camino.
La suya es una misión, en el pleno sentido de la palabra, porque a través
de él, en relación con las necesidades de ese pueblo, en una época de trans-
formación radical, atenta a su identidad y a su riqueza cultural, que puede
marcar dramáticamente su fin, y en relación con las necesidades de una Iglesia
postconciliar que ha tomado conciencia de la necesidad de nuevos modelos de
evangelización más respetuosos de las peculiaridades culturales, parece que el
Señor pone en evidencia una característica fundamental del Evangelio. Como
San Pablo, Yánkuam’ es consciente de su misión y la lleva a cabo con todo su
corazón, con determinación, valentía heroica juntamente con alegría y dulzura.
Está convencido de obedecer a un mandato preciso intuido desde muy joven,
como nos dice en su autobiografía, mandato que ha ido percibiendo de manera
cada vez más urgente y clara como una moción del Espíritu. Impulsado por
el ejemplo de Carlos de Foucauld, estimulado por las lecciones y las lecturas
realizadas durante el año que pasó en Roma, a través de una reflexión cultural
iluminada por la meditación de la Escritura y apoyada por la oración, pudo
contemplar las modalidades típicas de la acción evangelizadora de Jesús y de los
apóstoles, su estilo de vida, sus actitudes, y quiso hacerlas suyas y reproducirlas

18
 Cf. Balthasar, Sorelle nello Spirito, 25.

148
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

en la especificidad de la situación y de las personas a las que se sentía llamado


y en las que se insertaba en calidad de invitado.
Por eso siguió el camino de esa renuncia evangélica, de esa expropiación
total de sí mismo “que Jesús exige a todos los que quieren ser sus discípulos en el
sentido más estricto de la palabra: venderlo todo y seguirlo; entrar por la puerta
estrecha; captar lo que sólo unos pocos pueden captar; poner su vida incondi-
cionalmente a disposición de la voluntad y del Reino de Dios”19. Su despojo no
era sólo el de las cosas superfluas, de los métodos tradicionales de la misión, sino
más radicalmente el de entregarse en plenitud, el de un consumirse cotidiano,
el de vaciarse, unido a la expropiación cultural absoluta, el de convertirse en un
servidor en el sentido más concreto y material de la palabra, sin perder por ello
su identidad de consagrado y de sacerdote. Su existencia, liberada de todo vínculo
terrenal, de toda preocupación por sí misma, despojada de todo lo superfluo (de
los “exquisiteces innecesarias” como decía), nos parece el ejemplo concreto de un
cristiano que vive el Evangelio al pie de la letra, de un religioso integral, esencial,
y de un apóstol genuinamente evangélico que confía sólo en Dios y obedece al
mandato de Cristo: “No busquen ni oro, ni plata, ni lleven dinero en el cintu-
rón, ni bolsas de viaje, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón...” (Mt 10,7-15);

Los jóvenes indígenas tienen el grande desafío de realizar la síntesis entre su rica
identidad cultural e interactuar con el mundo globalizado.

19
  Balthasar, Sorelle nello Spirito, 25-26.

149
AMAZONÍA SALESIANA

“Cuando entren en una ciudad y los reciban, coman lo que se les ofrezca, curen
a los enfermos que encuentren allí, y díganles: ‘El Reino de Dios está cerca de
ustedes’” (Lc 10,8-9), impregnado de una caridad y de un amor que lo abrió no
sólo al servicio generoso, al respeto de las personas y de su cultura, sino también
a la fraternidad, a la inmersión total, a la admiración entusiasta e inteligente, a la
investigación antropológica apasionada, y lo condujo a un continuo refinamiento
interior que le permitió tener la sensibilidad y la iluminación espiritual necesarias
para identificar los semina Verbi en la cultura y en mitología Achuar, y encarnar el
mensaje evangélico con la fecundidad de las reformulaciones doctrinales, éticas,
rituales y operativas.
El testimonio de Yánkuam’, en su concreción, en su determinación, en su
inconfundible modalidad, se nos presenta como un ejemplo esclarecedor de
cómo ser verdaderos discípulos de Cristo, evangelizadores eficaces, sabios fun-
dadores de comunidades eclesiales según la más genuina tradición apostólica
de la Iglesia y, al mismo tiempo, apasionados investigadores que valorizan las
culturas y tradiciones, inteligentes salvadores de patrimonios sapienciales en
peligro de extinción.

2. Dos aspectos particulares


1. Lo primero que se destaca es su amor por el pueblo Achuar, su admira-
ción por ellos y su gran respeto por su cultura y tradiciones y por su libertad de
elección. Cuanto más comparte sus vidas y costumbres, más aprende su lengua,
más escucha sus historias y más “siente crecer su amor por ellos y que el Señor
lo llama a dedicarse totalmente a ellos”20.
“El contacto de tantos años con los Achuar ha conquistado mi pobre cora-
zón, lo ha llenado de amor por ellos, porque toda mi vida está aquí con ellos”21.
Arnalot, que lo observa todos los días, da testimonio de la cualidad evangé-
lica de este amor y de las repercusiones concretas que tiene en la vida cotidiana.
Utiliza expresiones que recuerdan el himno cristológico de Filipenses 2,6-11 (“Se
despojó de sí mismo, asumiendo la condición de siervo y haciéndose semejante
a los hombres... Se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte y la
muerte en la cruz”): “Los amó como un loco, sin esperar ni reciprocidad ni gra-
titud. Por ellos lo dio todo y lo dejó todo. Actualmente tengo ante mí un hombre
que no tiene nada propio. Sufre y se consume para ayudarlos, para llevarlos a

20
  Bolla L., Mi nombre es Yánkuam’. El encuentro del Evangelio con los Achuar. Mis memoria misio-
neras, Editorial Salesiana (Lima 2015).
21
  Bolla, Mi nombre es Yánkuam’, 318.

150
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

Cristo, para sanar sus cuerpos, para escuchar sus historias, para sostenerlos desde
la mañana hasta la noche. Hace unos días me dijo: “Ahora tengo que acompañarles
en este difícil cambio que tienen que sufrir. Debemos estar dispuestos a aceptar
su inseguridad y comprender la confusión que se crea en ellos cuando su mundo
se deshace con la llegada del blanco [...]. Toda su vida y todas sus energías las
gastó para purificarse de los impedimentos que lo alejaban de ese mundo. Por
eso, él es maestro de su lengua, entiende su espíritu, irradia simpatía y con su
ejemplo da testimonio de lo que significa amar hasta el final. Está impregnado
de su música, de sus motivos de guerra, de sus historias, a primera vista sin fin y
sin sentido... Su manera absurda de creer en cualquier persona blanca. Estudió
y luchó para entender todo esto. Me siento confundido por su simplicidad que
roza el heroísmo. Parece que ni siquiera se da cuenta, como si todos sus sentidos
estuviesen dirigidos a escudriñar, para saber algo más sobre ellos, y para llenar
otro cuaderno sobre su lengua, sus mitos y costumbres. Parece que su propia
persona no importa. Hoy como ayer y como muchos otros días, mientras escribo
estas líneas, vuelve de la chacra con unos pantalones viejos, con tantos remien-
dos que ya no se sostiene, el pañuelo con cuatro nudos en la cabeza, el hacha y
el machete... Acaba de terminar de limpiar casi un kilómetro de camino. Ahora,
sentado en su tutánk, prepara la homilía para la misa de los muchachos, con la
misma preocupación que pondría en predicar a quién sabe quién. Él celebrará la
Eucaristía, comeremos y volveremos al trabajo. Así es Yánkuam’, y sólo ha pasado
un mes desde que salió de las fiebres palúdicas”22.
No hay nada poético en esta elección por compartir y de servicio incondi-
cional. “Me cuesta soportarlos en sus ‘rarezas’ - escribe Arnalot - y en esto también
debo luchar contra Yánkuam’. Dice: el hermano Charles de Jesús se dejó devorar
por los tuaregs, nosotros debemos estar dispuestos a hacer lo mismo”23.
Los Achuar saben cuánto los ama: “Yánkuam’ es ahora nuestro, para siem-
pre” . “Los ganó a base de sacrificios que sólo Dios conoce y con el carisma que
24

proviene de su manera de ser: alegre y bromista. Con su capacidad de resistencia


ilimitada y el estudio continuo de su cultura llegó a acercarse tanto a ellos que en
ciertos momentos, si no fuera por las diferencias físicas, uno se sentiría tentado
de afirmar que siempre había sido Achuar”25.
Sobre los sacrificios que comporta este amor genuino, total y heroico, en
un momento de desánimo, ante una situación particular en la que algunos se
aprovechaban de la bondad de Yánkuam’, Arnalot escribe: “Me hizo enojar [...].

22
  Arnalot, La capanna senza steccato, 117-119.
23
  Arnalot, La capanna senza steccato, 174.
24
  Arnalot, La capanna senza steccato, 219.
25
  Arnalot, La capanna senza steccato, 380.

151
AMAZONÍA SALESIANA

Este descarado egoísmo me desanima [...]. Y ambos seguimos adelante; yo por-


que él sigue adelante y él porque tiene una fe inamovible. Yánkuam’ ha plantado
las piñas y ellos se las comen. Yánkuam’ ha plantado cacao y no lo vemos. Y
Yánkuam’ sigue lavando sus trapos habiendo cuatro mujeres en casa, y continúa
remendando, aunque lo haga muy mal, porque no es normal que lo hagan, ya que
él no es su marido. Esto no es normal y eso tampoco lo es. Lo único normal es
tener un corazón más grande que el pecho. No explota, no se desanima. Sonreír,
ayudar y seguir adelante. Va de casa en casa durante semanas, y cuando regresa
le muestran una chacra para limpiar o un campo de maíz para preparar: toma el
hacha y desaparece durante días en esa maraña de espinas y malas hierbas, y sólo
se puede oír el sonido de su hacha y sus ánent. Si no tuviera una fe inusual no
continuaría: ¿cómo agradecerte, Señor? Sólo tiene un sueño: que el Evangelio se
extienda, que la Palabra sea acogida, mientras sigue barriendo la casa, arreglando
el gallinero, abriendo caminos y arreglando sus camisas”26.
Y concluye presentando la intencionalidad de esta elección: “Yánkuam
siempre me lo repite [...]: Todo es válido si sirve para demostrar nuestro amor
por ellos. Es un amor que no debe ser medido, sino sólo vivido. Acéptalos como
son: hombres como nosotros, en un océano de diferencias”27.

2. El segundo aspecto peculiar de la espiritualidad de Yánkuam, que carac-


teriza su misión específica hacia los llamados a la evangelización, es el estilo
apostólico de su ser anunciador del Evangelio. Decidió abandonar los métodos
tradicionales con un programa claro desde el principio:
“Los superiores me pidieron que indicara las condiciones para este tipo
de presencia entre los Achuar, entre el pueblo indígena. Les respondí que los
puntos eran sólo 3: 1) No compraría tierras, porque pertenecían a los Achuar.
2) Viviría como huésped en su territorio. 3) Les pedí que me permitieran vivir al
estilo Achuar: vestido, comida, hogar, entre otras cosas, sin perder mi identidad
como sacerdote y religioso. Habría puesto toda mi confianza en la providencia
del Señor, que me daría lo necesario para dedicarme totalmente al Reino de
Dios. Por eso renuncié al apoyo económico de la Congregación Salesiana y del
Vicariato Apostólico”28.
Estas opciones le llevaron, en primer lugar, a vivir de manera apostólica
e itinerante, renunciando a toda facilitación, para encontrarse con los Achuar
individualmente. Ante la petición de un pastor evangélico de construir una pista
de aterrizaje para poder proclamar la Palabra de Dios, un achuar respondió:

26
  Arnalot, La capanna senza steccato, 315-316.
27
  Arnalot, La capanna senza steccato, 409.
28
  Bolla, Mi nombre es Yánkuam’, 17-18.

152
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

Yánkuam’ sembró la Palabra con su vida y floreció una Iglesia autóctona achuar:
orgullosa de su cultura y abierta al Evangelio.

“Nuestro hermano Yánkuam’ camina a pie como el Señor Jesús y siempre nos
trae la Palabra de Dios a nosotros”. Semanas, meses cada año, de agotadoras
caminatas por la selva para visitar a los diferentes grupos, soportando hambre,
sed, parásitos y plagas, arriesgando su vida, cruzando los ríos caudalosos, enfren-
tándose con grupos hostiles y amenazantes. “Por el Evangelio ha sangrado estos
senderos de barro y espinas, sus pies caminaban -a pesar del hambre, del frío y de
la lluvia- durante días, de la mañana a la noche”29. Un estilo de vida inaugurado
en el área ecuatoriana y compartido con los anunciadores de la Palabra (etserin)
y los narradores de mitos (aújmatin) que lo acompañaban: “Fue maravilloso
ver la participación de estos Achuar. Reflexionábamos analizando los textos del
Evangelio y el ejemplo de Jesús que caminó y no usó los caballos o los carros
que usaban en su tiempo los soldados y los ricos. Vivía como un hombre pobre
y amaba a todos”30.

29
  Arnalot, La capanna senza steccato, 118.
30
  Bolla, Mi nombre es Yánkuam’, 36.

153
AMAZONÍA SALESIANA

Caminaba y vivía como ellos, comprendía su mentalidad y sus usos, apro-


piándose incluso de las sutilezas de su lengua y de su tradición, de sus ritos y de
sus cantos. “Durante diez años Yánkuam’ ha estado sudando por estos caminos
pantanosos para conocer personalmente a los Achuar, uno por uno. Para llevarles
el Evangelio sufrió lo indecible”31. De esta manera se ganó su confianza. Cuando
regresó de un viaje apostólico, estaba contento: “Los Achuar escuchaban con
placer el Kerigma. Lo hicieron cantar mucho. Se puede decir que en estas zonas
entró con el canto”32.
“Ayer Yánkuam regresó de su larga gira. Caminó continuamente durante
ocho horas después de despedirse de Tayujínit. Visitó una parte de la zona peruana
habitada por los Achuar. Regresa feliz, aunque agotado. Visitó a unos doscientos
Achuar y quedó satisfecho con su aceptación de la Palabra y su interés por lo que
predica. Tayujínt lo volvió loco haciéndolo cantar ánent”33.
“El 10 de mayo, Yánkuam’ llegó de la gira que lo llevó a los Nayáants, de
Tukúp, Tsanímp y Káasap. Volvió feliz. Como de costumbre pasó de familia en
familia, parando varios días en cada lugar y siguiendo el ritmo de vida que las
circunstancias implicaban [...]. En todas partes lo recibieron muy bien. Todos
lo consideran un amigo excepcional, independientemente del mensaje cristiano
que difunde, y que entienden hasta cierto punto: ‘Un blanco completamente
diferente’. Tan simple y tan a la mano: con su itíp y sus canciones, en sus discur-
sos oficiales presenta la Salvación, y en el trabajo comparte todo con los pobres,
hasta la última gota de sudor”34.
Participando en sus hábitos diarios descubre que el momento más favorable
para el anuncio es el rito de la guayúsa a las tres de la madrugada, en el que par-
ticipa y después del cual celebra la misa: “Son momentos en los que todos están
muy atentos y Yánkuam’ los aprovecha para prolongar mucho la liturgia de la
Palabra [...]. Al final de la misa, sigue la chicha y se charla hasta que amanece el
día. Yánkuam’, que ya está acostumbrado a la guayúsa, dice que es un momento
privilegiado para el espíritu. El ritual de guayúsa se convierte en una necesidad
física y espiritual. Yánkuam’ también dice que el método que utiliza, es de comen-
zar con su mitología, captando completamente su atención desde el principio”35.
El suyo es un anuncio gozoso, que brota de la gran alegría que siente al
proclamar el Evangelio en esa tierra y entre los que lo escuchan por primera vez.
“Durante la celebración se conmovió, lo que resultaba extraño para él. Estaba

31
  Arnalot, La capanna senza steccato, 206.
32
  Idem, 206.
33
  Arnalot, La capanna senza steccato, 298.
34
  Arnalot, La capanna senza steccato, 379.
35
  Arnalot, La capanna senza steccato, 231.

154
3.  Testimonios de Santidad con los pueblos amazónicos - UPS

diciendo que sólo ahora Jesús vino en forma clara a estas tierras, desde cuando
había enviado a sus discípulos de dos en dos a predicar”36. Su método desde el
principio fue partir de las costumbres y proclamar el Evangelio dentro de sus
esquemas culturales:
“Hacía el discurso oficial de Aushajá, que todavía no dominaba del todo.
Lo tenía escrito sobre mis rodillas mientras recibían el pinik (vasija de arcilla)
de cada mujer, sin perder el hilo del discurso. Y lo hacía al estilo guerrero, y de
mi parte también traté de anunciarles en tono guerrero la novedad del mayor
Guerrero de la Historia: Jesús de Nazaret, Hijo de María, que con su lanza y su
amor redentor, nos salva a todos desde la Cruz. “Anunciarles el Kerigma [...] en
este discurso oficial, en su idioma Achuar me dio una alegría infinita”37.
En sus memorias describe la primera visita a la comunidad de Jawírit en
el Río Papunás-Bobonaza. Es un ejemplo muy significativo de su método y de
su carisma: cómo se presenta con el discurso tradicional, cómo anuncia a Dios:
“Nunkui es vuestro Dios Creador, en la figura de una mujer, que nos ama y nos
alimenta”, tocando profundamente su sensibilidad y conmoviéndolos; y afirmaba
que “el Dios de los blancos, de los gringos es el mismo Dios: padre y madre de
todos nosotros, de todas las razas del mundo: todos somos sus hijos e hijas”. Y
añadía: “Continué hablándoles con inmensa alegría de la Encarnación. Cómo
en el pequeño y lejano pueblo de Israel, de una joven llamada María, nació el
yo de su comunidad, la Iglesia. La
gente preguntaba y respondía,
hombres y mujeres. El Espíritu
Santo nos envolvía y nos daba su
gozo. Jesús nos había perdonado
con su sangre. Luego dije que eran
un pueblo digno de estima por
todos, con valores de honestidad,
historia, trabajo comunitario, un
espléndido sentido de hospitalidad
y ciertamente con defectos, que, por
P. Bolla y P. Clavijo.
la misericordia del Padre y la san-
gre de la Pasión de su Hijo Jesús,
podían ser perdonados y entrar en su Comunidad. Pero sin perder su identidad
como personas diferentes a las demás. Tenían derecho a organizarse y a defender
la soberanía sobre sus territorios, de forma global y no individual. El tiempo

36
  Arnalot, La capanna senza steccato, 268-269.
37
  Bolla, Mi nombre es Yánkuam’, 38.

155
AMAZONÍA SALESIANA

había pasado, creo que tres horas, y todos estábamos sorprendidos de que no
nos habíamos cansado. Jawírit nos ofreció comida. Al llegar por la tarde, lleno de
alegría, le dije al Señor: ‘Gracias, Señor Jesús, porque me has hecho vivir un día
como éste. Un día tan intenso es la mejor conclusión de mi pobre vida misionera.
Vivir un día como éste y luego morir’”38.
La alegría de Yánkuam es intensamente espiritual cuando se compromete a
llevar a cabo la traducción completa del Nuevo Testamento en Achuar: “Recuerdo
que primero oré, invocando al Espíritu del Señor Jesús y a la Virgen María. Fue
una experiencia maravillosa. Fue una experiencia maravillosa, pensé que alguien
me estaba ayudando y motivando para continuar con este trabajo. Me di cuenta
de que todo podía ser traducido. Fue una alegría inmensa pensar que la riqueza
de la Palabra de Dios revelada en la Biblia - especialmente en el Nuevo Testamento
- podía ser revelada a este pueblo indígena. Siempre tratando de usar su lengua,
para poder beber la riqueza de esta Palabra, con un lenguaje comprensible, pero
sin traicionar las intenciones del Autor sagrado. Sin la ayuda del Espíritu esto no
habría sido posible [...]. He hecho esta obra de tanta responsabilidad con gran
confianza en la ayuda del Espíritu, que sigue iluminando a la Iglesia a lo largo
de su historia. Verdaderamente Jesús nos prometió el Espíritu Santo, que nos
enviaría del Padre, para que permaneciera siempre con nosotros y nos recordara
las palabras de Jesús e intercediera por nosotros con gemidos indecibles. Y sigue
siendo así para todas las personas que entran en contacto con Jesús de Nazaret.
Y seguirá haciéndolo a lo largo de los siglos, a través de personas de fe, que lo
transmitirán a otras personas dispuestas a aceptarlo”39.
Un anuncio siempre relacionado con la fiesta, con la alegría y también con
el juego...
Podemos concluir que esta forma particular de misión y de santidad de
Yánkuam’ puede ser verdaderamente considerada, en el esquema propuesto por
Baltasar, como representativo, ofrecida a nosotros como “un esquema explicativo
válido del Evangelio para hoy”, que para el pueblo representa una nueva forma de
imitación de Cristo, una ilustración ejemplar del Evangelio, y ofrece a los teólogos
la posibilidad de una profundización o una nueva explicación de verdades hasta
ahora dejadas de lado, porque la consistencia de esta experiencia contiene una
doctrina viva, adaptada a los tiempos, fructífera, dirigida a la Iglesia entera: Sólo
aquellos que viven personalmente en el campo de la santidad, como Yánkuam’,
pueden entender, testificar y explicar eficazmente la Palabra de Dios40.

38
  Bolla, Mi nombre es Yánkuam’, 42-43.
39
  Bolla, Mi nombre es Yánkuam’, 282.
40
 Cf. Balthasar, Sorelle nello Spirito, 27-28.

156
4.  Nuevos caminos

AMAZONÍA
SALESIANA

4.

NUEVOS CAMINOS
PARA UNA IGLESIA
DE ROSTRO
AMAZÓNICO

UNIVERSIDAD PONTIFICIA
SALESIANA
ROMA
7-8 DE MARÇO DE 2019

157
AMAZONÍA SALESIANA

1. INTRODUCCIÓN
AL SEMINARIO
P. Damásio Medeiros 1, sdb,
Decano de la Facultad de Teología de la
Universidad Pontificia Salesiana (Roma)

Entre los días 7 y 8 de marzo, la Facultad de Teología de la Pontificia


Universidad Salesiana, juntamente al Instituto de Teología Dogmática y el
Dicasterio paras las Misiones Salesianas, promueve el Segundo Seminario
sobre el Sínodo Amazónico con el título “Nuevos caminos para una Iglesia
de rostro amazónico”. El tema, que será objeto del próximo Sínodo Especial
para la Región Panamazónica que se celebrará en Roma del 6 al 27 de octubre
de 2019, es más relevante que nunca y contará con la participación de varias
personalidades, entre ellas obispos, teólogos, antropólogos y pastores, que pro-
ceden principalmente de América del Sur y que tienen una fuerte experiencia
teológico-académico-pastoral.
La Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Salesiana, a través de
su Instituto de Teología Dogmática, el Dicasterio para las Misiones Salesianas y
en sintonía con la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), sensible a la convoca-
toria hecha por el Papa Francisco -el 15 de octubre de 2017, para la Asamblea
Especial del Sínodo de los Obispos, ha querido escuchar sobre los caminos de la
evangelización que deben ser pensados para y con el Pueblo de Dios que vive en
esa región: Habitantes de comunidades y zonas rurales, de ciudades y grandes
metrópolis, poblaciones que viven a orillas de los ríos, migrantes y refugiados y,
sobre todo, por y con los pueblos indígenas.
Tanto la Facultad de Teología como el Dicasterio para las Misiones Sale-
sianas se sienten profundamente implicados en esta convocatoria sinodal por
algunas razones:
1. la carismática presencia misionera salesiana en esa Región, que abarca
unos siete millones y medio de kilómetros cuadrados, con nueve países que
comparten este gran bioma (Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú,
Surinam, Venezuela, incluida la Guayana francesa como territorio de ultramar);

1
  Don Damásio Medeiros, sdb, es el decano de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia
Salesiana. Es originario de la Inspectorïa de Amazonía – Manaus (BMA), donde estuvo como inspector.

158
4.  Nuevos caminos

2. la escucha y el discernimiento, en nombre de la vocación teológica y de


la reflexión pastoral, guiada por la misma FT, específicamente en relación con el
mundo de la juventud en las Iglesias de la Pan-Amazonía;
3. la realidad específica de la Amazonía y su destino actual desafían a toda
persona de buena voluntad sobre la identidad del cosmos, su armonía vital y su
futuro, y de hecho también a nuestra institución académica, la UPS;
4. la escucha del gemido de “miles de comunidades privadas de la Eucaristía
dominical durante largos períodos”. (DAp 100, e). Confiamos en que la Iglesia,
enraizada en su dimensión sinodal y misionera (cf. Francisco, Discurso para la
conmemoración del 50º aniversario de la fundación del Sínodo de los Obispos, 17
de octubre de 2015), pueda generar procesos de escucha (ver-escuchar) y dis-
cernimiento (juzgar), para responder (actuar) a las realidades concretas de los
pueblos amazónicos.
5. Finalmente, somos conscientes de que las reflexiones del Sínodo Especial
van más allá del ámbito estrictamente eclesial de la Amazonía, extendiéndose
hacia la Iglesia universal y también hacia el futuro de todo el planeta, para cons-
truir puentes hacia otros biomas esenciales del mundo: la cuenca del Congo, el
corredor biológico mesoamericano, las selvas tropicales del Pacífico asiático, el
acuífero Guaraní, entre otros.
La presencia de los conferenciantes invitados indica la elección hecha por
la Facultad en esta actitud de escucha y discernimiento: Obispos, investigado-
res, misioneros, sacerdotes comprometidos con la realidad eclesial y juvenil “in
situ” y a través de ellos queremos escuchar a los pueblos indígenas y a todas
las comunidades que viven en la Amazonía, como los primeros interlocutores
de este Sínodo.
Participan: el Excmo. Sr. Rvdo. Claudio Hummes: “El grito de la Iglesia
Amazónica” (video entrevista); S. Em. Rev.ma Card. Pedro Ricardo Barreto
Jimeno: “Profecía y esperanza para la Iglesia Panamazónica” (entrevista en
vídeo); Su Excelencia Mons. Fabio Fabbene: “El camino de preparación para el
Sínodo”; Mons. Raúl Biord, sdb: “Perspectivas teológicas, eclesiales y misioneras
para la Amazonía”; Mons. Antonio de Assis Ribeiro, sdb: “Amazonía y caridad:
servicio a la promoción humana”; Sr. Guzmán Carriquiri: “Aspectos para la
Evangelización y el Desarrollo Sostenible en la Amazonía”; Sr. Mauricio López
Oropeza: “Desafíos para la Región Panamazónica a partir de las Asambleas
Territoriales de Preparación al Sínodo” (entrevista-video); Prof. José Zanar-
dini, sdb: “Valores y Culturas de los Pueblos de la Selva. La situación actual
de la Amazonía”; Prof. Gabriela Bernal: “Migración juvenil en la Amazonía”;
Prof. Damasio Medeiros y Jorge Lachnitt: “Inculturación y catecumenado en
159
AMAZONÍA SALESIANA

el contexto indígena”; Prof. Juan Bottasso: “La contribución cultural de los


Salesianos a la Amazonía”, y P. Reginaldo Cordeiro: “El espacio de los jóvenes
en la Iglesia Amazónica”.
Nos gustaría saber: “¿cómo imaginamos el “futuro sereno” y el “buen vivir”
de las generaciones futuras? ¿Cómo podemos colaborar en la construcción de un
mundo capaz de romper con las estructuras que matan la vida y con la menta-
lidad de la colonización para construir redes de solidaridad e interculturalidad?
Y, sobre todo, ¿cuál es la misión particular de la Iglesia hoy ante esta realidad?
(cf. Documento Preparatorio para el Sínodo).
Nos recuerda, en el Documento Preparatorio del Sínodo, que la cuenca
amazónica representa para nuestro planeta una de las mayores reservas de bio-
diversidad (30 a 50 % de la flora y fauna mundial), de agua dulce (20 % del agua
dulce no congelada del mundo); posee más de un tercio de los bosques primarios
del planeta y, aunque los mayores sumideros de carbono son, en realidad, los océa-
nos, no se puede pasar por alto la labor de recogida de carbono en la Amazonía.
En la II Conferencia del Episcopado Latinoamericano reunida en Mede-
llín (1968), en su Mensaje a los Pueblos de América Latina, recordó que “a pesar
de sus limitaciones”, la Iglesia “ha vivido junto a nuestro pueblo el proceso de
colonización, liberación y organización”.
Posteriormente, la Tercera Conferencia del Episcopado Latinoamericano
reunida en Puebla (1979) nos recordó que la ocupación y colonización del terri-
torio americano fue “un gigantesco proceso de dominación”, lleno de “contra-
dicciones y laceraciones” (DP 6).
Y, más tarde, la IV Conferencia de Santo Domingo (1992) llamó nuestra
atención sobre “uno de los episodios más tristes de la historia de América Latina
y el Caribe”, que fue “el traslado forzado de un enorme número de africanos
como esclavos”.
San Juan Pablo II llamó a este traslado “holocausto desconocido” en el que
“participaron personas bautizadas que no vivieron su fe” (DSD 20; cf. Juan Pablo
II, Discurso en la Isla de Gorea, Senegal, 22.II.1992, n. 3; Mensaje a los afroamerica-
nos, 12.X.1992, n. 2). Por este “escandaloso ultraje en la historia de la humanidad”
(DSD 20), el Papa y los delegados en Santo Domingo pidieron perdón.
En su historia misionera, la Amazonía ha sido un lugar donde hemos sido
testigos concretos de lo que significa estar en la cruz; incluso ha sido a menudo
un lugar de martirio. La Iglesia ha aprendido también que, en este territorio,
habitado desde hace unos diez mil años por una gran diversidad de pueblos,
las diferentes culturas se construyen en una relación armoniosa con el medio
ambiente circundante. Las culturas precolombinas ofrecieron al cristianismo
ibérico que acompañó a los conquistadores muchos puentes y posibles elementos
de contacto, “como la apertura a la acción de Dios, el sentido de gratitud por
160
4.  Nuevos caminos

los frutos de la tierra, el carácter sagrado de la vida humana y la valorización de


la familia, el sentido de solidaridad y corresponsabilidad en el trabajo común,
la importancia del culto, la creencia en una vida ultraterrena y muchos otros
valores” (DSD 17). (Ver Documento Preparatorio para el Sínodo).
Hoy más que nunca la Iglesia en la Región Amazónica reconoce la naturaleza
como herencia gratuita y, como profetas de la vida, y se compromete a proteger
esta Casa Común (cf. DAp 471).
Espero que esta iniciativa profundice el desarrollo de una Iglesia con ros-
tro amazónico comprometida con su acción evangelizadora para descubrir las
semillas y los frutos de la Palabra ya presentes en la concepción del mundo de
nuestros pueblos de la región, en la vida de las comunidades cristianas, en el
universo juvenil de hoy, en nuestras diferentes culturas y en nuestra casa común,
en la experiencia espiritual de nuestros pueblos para que “la Iglesia pueda hacer
presente la vida de Cristo entre nosotros”.

¡Buen seminario!

161
AMAZONÍA SALESIANA

2. EL CAMINO DE PREPARACIÓN
HACIA EL SÍNODO
Mons. Fabio Fabbene,
Obispo titular de Montefiascone
y Sub-secretario
del Sínodo de los Obispos (Vaticano)

1. Las etapas del camino sinodal


La Constitución Apostólica Episcopalis communio (15 de septiembre de
2018), con la que el Papa Francisco renovó recientemente la legislación sobre el
Sínodo de los Obispos más de cincuenta años después de su creación, distingue
tres etapas fundamentales para cada Asamblea: preparatoria, de celebración y
de implementación.
La fase preparatoria es la de la “consulta” del Pueblo de Dios en la multipli-
cidad de sus expresiones. Los tres Sínodos celebrados durante el pontificado de
Francisco (2014, 2015 y 2018) fueron precedidos por una amplia consulta que, a
través de las Conferencias Episcopales, pidió a los Pastores que consultaran direc-
tamente a sus fieles, tanto individualmente como en asociación. Además, todos
los que lo deseen pueden enviar sus propuestas y observaciones directamente a
la Secretaría General del Sínodo. Esto permitió que el Sínodo cobrara vida en las
realidades eclesiales concretas.
La fase de celebración, en cambio, es la de “discernimiento”, confiada a
los Padres sinodales reunidos en la Asamblea cum Petro et sub Petro. A los Obis-
pos reunidos en el Sínodo se les pide que hablen con parresía y escuchen con
humildad, buscando un consenso que no derive de la lógica humana, sino del
reconocimiento común de la voluntad de Dios para su Iglesia.
Por último, la fase de implementación es la de recepción. Tiene la tarea de
promover la aceptación de las conclusiones sinodales, aprobadas por el Santo
Padre de la manera que él juzgue más apropiada, en todas las comunidades
cristianas, promoviendo su “inculturación” en los diferentes contextos eclesiales.
La próxima Asamblea de la Región Panamazónica, que se celebrará del 6 al
27 de octubre, es el primer Sínodo Especial que se celebrará después de la pro-
mulgación de la Constitución Apostólica del Papa Francisco. Aunque los Sínodos
Especiales ya estaban previstos por las anteriores normas sinodales -hasta ahora
se han celebrado diez-, ahora también deben estructurarse según los métodos
indicados por el Santo Padre, previendo, en primer lugar, la fase preparatoria
para una mayor implicación del Pueblo de Dios. De este modo, todo el proceso
162
4.  Nuevos caminos

sinodal se enraíza en el marco de la sinodalidad como dimensión característica


de toda la Iglesia.
La Episcopalis communio precisa que el Sínodo se reúne en Asamblea Espe-
cial “si trata de asuntos que conciernen a más de una o más áreas geográficas
específicas” (art. 1, § 3). Esta afirmación sugiere que no puede haber un tema
que, en sentido estricto, afecte a un solo territorio, con exclusión de todos los
demás. Esto sería contrario a la naturaleza misma de la Iglesia, como explica San
Pablo: “Si un miembro sufre, todos los miembros sufren juntos; y si un miembro
es honrado, todos los miembros se regocijan con él”. (1 Corintios 12,26).

2. La Amazonía como centro del camino sinodal


Esto también se aplica la Amazonía. Con su dinámica particular y sus
problemas complejos, es el centro del camino sinodal, pidiendo a toda la Iglesia
que se detenga un momento para reflexionar específicamente sobre este inmenso
territorio, dividido entre nueve Estados y siete Conferencias Episcopales (Antillas,
Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela). Alrededor de 34 millones
de personas viven allí, divididas entre las ciudades y la selva, incluyendo hasta
tres millones de indígenas.
Como se afirma en el Documento Preparatorio del Sínodo, publicado el
año pasado, “la Asamblea Especial para la Región Panamazónica está llamada
a identificar nuevas formas de hacer crecer el rostro amazónico de la Iglesia y
también a responder a situaciones de injusticia en la región, como el neocolo-
nialismo de las industrias extractivas, los proyectos de infraestructura que dañan
la biodiversidad y la imposición de modelos culturales y económicos ajenos a la
vida de los pueblos” (n. 12).
Desde la convocatoria del Sínodo de la Pan-Amazonía en octubre de 2017,
las Iglesias particulares de la zona han puesto en marcha un gran ejercicio de
escucha del grito de los pobres y de la tierra, según la expresión de la Encíclica
Laudato si’ (n. 49) para conocer los desafíos, las esperanzas, las propuestas de
los fieles y reconocer los nuevos caminos que Dios nos pide para ese territorio.
Desde el inicio del proceso de preparación, el Secretariado General del
Sínodo ha contado con la participación de la Red Eclesial Panamazónica, REPAM,
una organización creada en septiembre de 2014 en Brasilia con ocasión de un
encuentro entre obispos, sacerdotes, misioneros y misioneras de congregaciones
religiosas que trabajan en la región amazónica, representantes de algunas Caritas
nacionales y laicos pertenecientes a diversas estructuras eclesiales.
Entre julio de 2018 y febrero de 2018, REPAM, de acuerdo con la Secretaría
General del Sínodo, promovió y organizó cerca de 260 eventos relacionados con la
163
AMAZONÍA SALESIANA

preparación de la Asamblea Especial, incluyendo casi 70 Asambleas Territoriales,


25 Foros Temáticos y 170 reuniones, seminarios y encuentros de todo tipo. Hasta
la fecha, se estima que un total de 87.000 personas participarán en estos eventos,
de las cuales 22.000 serán en los organizados por las diócesis y otros organismos
eclesiales y 65.000 en los procesos preparatorios para la consulta.
Es tan evidente que el Pueblo de Dios en la Amazonía es el primer interlo-
cutor de este Sínodo. En esta etapa, los pueblos originarios están recibiendo una
atención y un cariño muy especial, sabiendo que “es de vital importancia escuchar
a los pueblos indígenas y a todas las comunidades que viven en la Amazonía, como
primeros interlocutores de este Sínodo” (Documento Preparatorio, Introducción).

3. El Seminario Internacional de febrero


Actualmente estamos recibiendo de las Conferencias Episcopales Amazó-
nicas y del REPAM los resúmenes y respuestas al Cuestionario adjunto al Docu-
mento Preparatorio publicado en junio del año pasado. Dentro de unas semanas
ya tendremos un grupo de expertos trabajando en la redacción del Instrumentum
Laboris, el documento básico para el debate de la asamblea.
La semana pasada, la Secretaría General también reunió en el Vaticano a
unos 80 expertos para el Seminario “Hacia el Sínodo para la Amazonía: Dimensión
Regional y Universal”. Participaron antropólogos, indígenas, agentes pastorales,
sacerdotes, religiosos, obispos y cardenales: laicos y una buena representación
del clero amazónico y más allá. Precisamente para ampliar la visión de los temas
sinodales, como se indica en el título, hemos querido invitar también a persona-
lidades de otros continentes, como Asia y África. Porque la Asamblea sinodal será
un sí, como lo reitera el Santo Padre, centrada en la Amazonía, su territorio y su
gente, pero el tema del Sínodo es parte de la gran cuestión de la Ecología Integral
que concierne a todos. La Ecología Integral - como es bien sabido - es el concepto
central propuesto por la Encíclica Laudato si’, un concepto que pretende fomentar
la conciencia de todo el mundo sobre el futuro de la humanidad y del planeta.
Es evidente, de esta manera, que muchos de los temas tratados por el Sínodo
Especial, aunque se refieren principalmente a la región amazónica, también afec-
tan a otras áreas del planeta. Pensemos, por ejemplo, en los aspectos ecológicos
de la cuenca del Congo, los bosques tropicales del Pacífico asiático o la cuenca
del acuífero guaraní.
En el Sínodo, por tanto, se entrelazan las dimensiones regionales y uni-
versales, ofreciendo a la Iglesia, a partir de la reflexión específica sobre la Región
Pan-amazónica, la oportunidad de discutir su misión evangelizadora en este
momento histórico particular y la urgencia ecológica, que es hoy una cuestión
164
4.  Nuevos caminos

crucial para toda la humanidad y que -como dice el Papa Francisco en la Encíclica
Laudato si’ - debe ser considerada como parte integrante, no accesoria, de la fe
y de la acción moral del cristiano.

4. Nuevos caminos para una ecología integral


Los problemas que han surgido en el Seminario y que ya han sido descritos
en detalle en el Documento Preparatorio son numerosos y han sido explicados
clara y francamente por los participantes. Entre ellos surgen, como es bien sabido,
la destrucción de bosques, el impacto de megaproyectos, ferrocarriles y minas
que extraen riqueza y la arrebatan a sus habitantes, dejando sus ríos contamina-
dos.... esas aguas que representan para los indios mucho más de lo que podemos
imaginar. “La vida dirige el río” y “el río dirige la vida”, dicen.
Los pueblos de la Amazonía, de hecho, siempre han tenido una relación de
interdependencia con los recursos hídricos. Los agricultores y las familias utilizan
los recursos de las tierras inundadas confiando en el movimiento cíclico de sus
ríos: inundaciones, inundaciones y períodos de sequía. “Su relación con la tierra
y el agua constituye la base física, cultural y espiritual de su existencia. Y esta
relación con la Madre Tierra les obliga a conservar el agua dulce y los mares para
la supervivencia de las generaciones presentes y futuras”, dice la Declaración de
Kyoto de los Pueblos Indígenas sobre el Agua, firmada en 2003.
La selva amazónica es un gran equilibrio dinámico, en el que todo se utiliza
y se recicla continuamente. Funciona como un gran filtro que absorbe el dióxido
de carbono, el principal gas de efecto invernadero, que es uno de los factores
responsables del calentamiento global y del cambio climático.
En este Seminario hemos experimentado lo que realmente está en el corazón
de los pueblos amazónicos y lo mucho que pueden estimular una reflexión de
todo el planeta sobre un tema vital para la humanidad misma. El camino sinodal
llama la atención sobre un bioma que durante décadas ha sido explotado y devas-
tado, junto con los pueblos que viven allí, que son los verdaderos defensores del
territorio. Sólo estas personas son capaces de preservarla, utilizando los recursos
de forma sostenible, extrayendo de la tierra y el agua sólo lo que se necesita, sin
desperdiciarla y sin tener en cuenta los motivos del beneficio. No necesitan nuevos
modelos económicos y sociales, sino una alternativa al modelo depredador en
boga en la economía actual; un modelo que considere el medio ambiente como
un bien colectivo, que defienda el trabajo y los pueblos indígenas, que salvaguarde
el papel de los movimientos sociales y las organizaciones de la sociedad civil.
Como ya dijo el Papa en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium: “Esta
economía mata”. Hoy, la economía de mercado está cambiando radicalmente el
165
AMAZONÍA SALESIANA

tejido humano y cultural, produciendo injusticias sociales, generando pobreza y


miseria; e injusticias ecológicas, diezmando bienes y servicios naturales, muchos
de los cuales no son renovables.

5. Nuevos caminos para la misión eclesial


La dimensión ecológica está estrechamente ligada al otro aspecto del tema
sinodal, que se refiere a los nuevos caminos eclesiales para la Amazonía. Iglesia
y ecología son inseparables, pues el cuidado de la creación es parte integrante de
la fe cristiana, como afirma Laudato Si’ refiriéndose a los relatos del Génesis, al
ministerio de Jesucristo y a los Símbolos de la fe. Por esta razón, fue posible unir
los dos aspectos en el tema del Sínodo. Es la fe misma en Dios Creador y Señor
del cielo y de la tierra la que impulsa a la Iglesia a hacerse voz de los pueblos
indígenas, que siempre han insistido en que esté más presente e incisiva en el
territorio, valorando su cultura e identidad.
En este sentido, el Documento Preparatorio habla del rostro amazónico
de la Iglesia, lo que significa que la misión eclesial debe ser inculturada, inte-
grando el concepto de “buen vivir” y la sabiduría ancestral de aquellos pueblos,
en los que ciertamente hay aspectos evangélicos, según la antigua doctrina de
sembrar verbos.
El texto afirma que “para los pueblos indígenas de la Amazonía, el “buen
vivir” existe cuando se vive en comunión con los demás, con el mundo, con los
seres que lo rodean y con el Creador. Los pueblos indígenas, de hecho, viven en
la casa que Dios mismo creó y les dio como un regalo: la Tierra. Sus diferentes
espiritualidades y creencias los llevan a vivir en comunión con la tierra, el agua,
los árboles, los animales, el día y la noche. Los cristianos indígenas amazónicos
entienden la propuesta del “buen vivir” como una vida plena en el signo de la
colaboración en la construcción del Reino de Dios. Este buen vivir sólo puede
lograrse cuando se realiza el proyecto comunitario en defensa de la vida, del
mundo y de todos los seres vivos” (n. 6).
En este horizonte sinodal hay una aplicación especial de lo que ya escribió
el Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, n. 118: “No
podemos esperar que todos los pueblos de todos los continentes, al expresar
la fe cristiana, imiten los caminos adoptados por los pueblos de Europa en un
momento dado de la historia, porque la fe no puede cerrarse dentro de los límites
de la comprensión y de la expresión de una cultura particular. Es indiscutible que
una cultura no agota el misterio de la redención de Cristo”. “De aquí -continúa el
Santo Padre- la importancia de la evangelización entendida como inculturación.
Cada porción del Pueblo de Dios, al traducir en su propia vida el don de Dios
166
4.  Nuevos caminos

según su propio genio, da testimonio de la fe recibida y la enriquece con nuevas


expresiones elocuentes” (n. 122).
El Sínodo, a la luz del Magisterio del Papa, está llamado a un anuncio reno-
vado de Jesucristo en la Amazonía, reavivando la pasión misionera y reavivando
la certeza y la alegría de la llamada de Dios a la misión. En este sentido debe-
mos redescubrir la dimensión bíblico-teológica, social y ecológica del mensaje
evangélico. Para ello, se pide a la Iglesia que lleve a cabo esa conversión pastoral
- encarnada, inculturada e intercultural - a la que el Papa ha llamado a todo el
Pueblo de Dios desde el comienzo de su pontificado.
Este renovado anuncio evangélico toca también la dimensión sacramen-
tal, hacia la cual los pueblos amazónicos tienen una sensibilidad particular, ya
que los sacramentos, al estar constituidos por elementos materiales, tienen una
dimensión intrínsecamente ecológica. De hecho, “son un modo privilegiado en
que la naturaleza es asumida por Dios y transformada en mediación de la vida
sobrenatural. A través de la adoración se nos invita a abrazar el mundo a un nivel
diferente” (Ls 235).
A este respecto, observamos la dificultad de las comunidades amazónicas
para recibir los sacramentos, y en particular la Eucaristía, debido a la escasez de
ministros ordinarios. Las comunidades de indígenas, pescadores, pequeños agri-
cultores, que viven alrededor de los ríos (y por eso se les llama riberinhos), sufren
por la ausencia casi total de la celebración eucarística en su vida cristiana. Su culto
dominical, salvo raras excepciones, no es la Santa Misa, sino la liturgia de la Pala-
bra, ya que no hay sacerdotes para celebrar la Eucaristía. Como sabemos y como
nos enseña el Concilio, la Palabra de Dios no es un fin en sí misma, sino que debe
culminar en la Eucaristía. Esto es también lo que nos recuerda el Papa Francisco
en Evangelii Gaudium. No es casualidad que en el Seminario este tema haya sido
planteado por los participantes. No hay respuestas simples u obvias. Sobre esto,
con la luz y el poder del Espíritu Santo, uno debe reflexionar cuidadosamente,
combinando mucha oración, sabiduría, prudencia y la habilidad de atreverse.
El tema de los ministerios está estrechamente entretejido para hacer presente
a la Iglesia en la inmensidad del territorio y en su variedad cultural. Como se afirma
en el Documento Preparatorio, es necesario “relanzar la obra de la Iglesia” en la
región, haciendo propuestas “valientes”, hechas con “audacia” y “sin miedo”, como
nos pide el Papa Francisco”, para que la Iglesia pueda ser vista hoy “a través de su
perfil ministerial participativo” (n. 14). De la consulta surge la necesidad de una
presencia más capilar y encarnada de la Iglesia en la Amazonía, para que también
a través de nuevos ministerios y servicios para los diferentes agentes pastorales
podamos responder a las tareas y responsabilidades de la comunidad. Es necesa-
rio apoyar al clero indígena y nativo del territorio e identificar tareas reconocidas
también para las mujeres, que hoy juegan un papel central en la Amazonía.
167
AMAZONÍA SALESIANA

La referencia a los nuevos caminos, contenida en el título de la misma


Asamblea Especial, sugiere que el Sínodo, si bien toma nota de la situación actual
a través de una atenta escucha de la realidad, no se contenta con repetir lo que
ya se ha dicho. A la luz del Espíritu Santo, el Sínodo Especial del próximo otoño
tendrá que proponer con valentía nuevos caminos, nuevos itinerarios, nuevas
rutas, ofreciendo al Santo Padre propuestas concretas sobre las que será llamado
a pronunciarse. Evidentemente, no se puede esperar que el Sínodo encuentre
respuestas a todos los numerosos y graves problemas que afectan al territorio
amazónico, sino que tendrá que discernir las principales emergencias del Pue-
blo de Dios que vive en esa región, dividido en más de cien circunscripciones
eclesiásticas de dimensiones geográficas a menudo enormes. Por lo tanto, no es
necesario tener miedo, sino más bien vencer la resistencia. Necesitamos una Iglesia
profética, capaz de dialogar, de encontrar y hasta de indignarse: no una indigna-
ción violenta, sino capaz -como los profetas y Jesús en la Biblia- de denunciar lo
que ofende al Creador y a sus criaturas. Después de todo, la Iglesia Católica en
América Latina, después del Concilio y de las grandes Conferencias del CELAM
hasta Aparecida, siempre ha demostrado tener un rostro profético, indicando
caminos, iluminando zonas de sombra e inclinándose sobre las necesidades de
los hombres, evitando la resignación y animando la esperanza.

En conclusión
La Amazonía es verdaderamente sui generis. Por eso exige que la diversidad
no se aplaste en una uniformidad rígida, porque ésta no expresa el rostro variado
de la Iglesia construida a imagen de la Trinidad.
Tal biodiversidad, ambiental y cultural, tal vez no exista en otras regiones
del planeta. Es allí, pues, donde la Iglesia está llamada a buscar y encontrar nuevos
caminos para llevar a cabo la evangelización y la ecología integral, integrándose
en los pueblos de culturas, etnias y lenguas diferentes.
Naturalmente, para que la evangelización sea también integral, la Iglesia no
puede dejar de iluminar la dimensión social de su misión con la caridad, la justi-
cia y la verdad. “Desde el corazón del Evangelio reconocemos la íntima relación
entre evangelización y promoción humana, que debe expresarse y desarrollarse
necesariamente en toda acción evangelizadora”, recuerda el Santo Padre en su
Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (178).
La Iglesia en la Amazonía está llamada a compartir el dolor del Pueblo
de Dios, a ser una Iglesia profética y samaritana, y a testimoniar diariamente el
amor a Dios y al prójimo.
+ Fabio Fabbene
Subsecretario del Sínodo de los Obispos
168
4.  Nuevos caminos

3. VALORES Y CULTURAS DE LOS


PUEBLOS DE LA SELVA:
LA SITUACIÓN ACTUAL
EN LA AMAZONÍA
P. José Zanardini, sdb,
Universidad Católica de Asunción
(Paraguay)

1. ¿Quiénes son los pueblos de la selva? ¿Cuándo llegaron?


Nos referimos a aquellas poblaciones de origen asiático que desde hace
varias decenas de miles de años han emigrado a este continente americano, y son
llamadas de diferentes maneras: pueblos indígenas, naciones indígenas, indios,
pueblos originarios, nativos, aborígenes y otros.
Según algunos estudiosos, la primera inmigración tuvo lugar hace entre
50.000 y 40.000 años. Para otros autores sería hace entre 28.000 y 10.000 años.
Las entradas posibles fueron: por el norte a través del Estrecho de Bering durante
un descenso de 50 metros del nivel del mar que permitía el tránsito de personas
del norte del continente asiático; por el sur a través del continente antártico y de
las islas del sur de Australia; por el oeste por mar, es decir, a través del Océano
Pacífico, de las lejanas islas de Polinesia. Esta última inmigración es la más impor-
tante para nosotros porque grupos significativos de estos pueblos, cruzaron los
Andes, se asentaron en las selvas tropicales en el bioma amazónico y en los biomas
adyacentes. Según las investigaciones de los arqueólogos, se produjo una gran
catástrofe ecológica en la zona amazónica, obligando a sus habitantes a buscar
otros lugares para sobrevivir. Hubo así un gran éxodo: a) de los pueblos de la
familia de las lenguas proto-arawak que se extendieron hacia el norte y el suroeste;
b) de los pueblos de la familia de las lenguas tupí-guaraní que migraron hacia
el sur y el sureste del continente, llegando hasta Paraguay, Uruguay y Argentina.
Los hallazgos que indican la presencia humana más antigua en Amazonía, se
encuentran en Boqueirao da Pedra Furada, en el Estado de Piaui (Brasil), y tie-
nen 32.000 años de antigüedad. En Chile hay restos de hace 34.000 años. En Alto
Paraná y Mato Grosso (Brasil), así como en Bolivia y Paraguay, hay tallas de roca
de hace más de 6.000 años.
Los pueblos de la familia lingüística Tupi-Guaraní siempre han tenido un
gran dinamismo nómada que se conoce como oguata, una palabra de la lengua
169
AMAZONÍA SALESIANA

guaraní que indica movimiento, moverse, caminar en busca de la Yvy Marane’y


(Tierra sin Maldad), es decir, el lugar ideal para vivir, donde no sólo la selva es
rica en animales y vegetación, sino que también hay armonía, comprensión,
tranquilidad y equilibrio entre todos los elementos: animales, plantas, personas,
dioses, espíritus.

2. Algunas estadísticas
Los datos disponibles pueden variar significativamente dependiendo de
las fuentes. Los censos de pueblos indígenas son complejos debido a su lejanía,
movilidad y actitud de confidencialidad y temor a revelar datos específicos de
sus comunidades. Para ello utilizamos los datos proporcionados por el Atlas
de idiomas de UNICEF publicado en 2009. Son datos confiables, cercanos a la
realidad, pero con las limitaciones descritas anteriormente:
En América Latina hay 99 familias lingüísticas y 420 pueblos (grupos
étnicos) con 420 idiomas diferentes. Las familias lingüísticas que agrupan más
pueblos y por lo tanto más lenguas son:
Familia Arawak 41 pueblos e idiomas
Familia Tupí-Guaraní 38 pueblos e idiomas
Familia Maya 30 pueblos e idiomas
Familia Tukano 23 pueblos e idiomas
Familia Pano 21 pueblos e idiomas
Familia Je’ 15 pueblos e idiomas.
Usamos la palabra “pueblo” como sinónimo de “etnia”. Y cada pueblo
o etnia puede tener docenas o incluso cientos de comunidades o aldeas en las
que se habla el mismo idioma y tienen las mismas características culturales. En
el bioma amazónico, que no sólo es parte de Brasil, sino que incluye también
parte de países vecinos como la Guayana Francesa, Surinam, Guyana, Venezuela,
Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, hay 316 pueblos indígenas (grupos étnicos),
en Orinoquia hay 41 pueblos indígenas (grupos étnicos), en el Gran Chaco hay
35 pueblos indígenas (grupos étnicos). Según datos de UNICEF, el porcentaje
de población indígena en la población total del país es:
Bolivia 66%
Guatemala 39
Perú 14
México 9,4
Brasil 0,4

170
4.  Nuevos caminos

La población indígena de América oscila actualmente entre 40 y 50 millo-


nes de personas, dependiendo de las fuentes. Mientras que en 1492 la población
indígena podría haber sido de unos 24 millones de personas. También hay lenguas
independientes, es decir, que no pertenecen a ninguna familia lingüística, como
el tikuna (en Brasil y Colombia) y el yanomami (en Brasil y Venezuela).
El año 2019 ha sido declarado por las Naciones Unidas como el Año Interna-
cional de las Lenguas Indígenas; y se pide a los gobiernos y a todas las instituciones
públicas y privadas que protejan y fortalezcan las lenguas indígenas porque son
una gran riqueza cultural y una fuente de conocimientos irremplazables para la
humanidad. Las lenguas seriamente amenazadas de extinción son: en la Amazonía
40%, en Orinoquia 16%, en el Gran Chaco 4%.

3. Cultura, valores e historia de los pueblos indígenas


La diversidad cultural de los pueblos indígenas ha sido desconocida, invisi-
ble y usurpada desde el inicio de la invasión europea del continente americano en
el siglo XV. Este proceso de usurpación simbólica ha continuado incluso después
de que los estados americanos se independizaron de España y Portugal. El pro-
ceso de usurpación ha durado siglos y continúa hasta hoy, aunque en las últimas
décadas la legislación de los países ha mejorado considerablemente a favor de
los pueblos indígenas, y se acompaña de documentos internacionales impecables
desde el punto de vista de los derechos colectivos de los pueblos. Lo llamamos
“usurpación simbólica” porque ha atacado, vaciado, cancelado y reemplazado los
contenidos originales de los símbolos culturales de los pueblos indígenas. Esto
ha ocurrido en todos los ámbitos: con el territorio, con la lengua, con la religión,
con el chamanismo, con la educación y con las estructuras sociales, políticas,
jurídicas y éticas. Ha habido un asalto y destrucción del ser, del poder y de los
conocimientos indígenas. El postulado en el que se basaba la usurpación era que
“los pueblos indígenas eran pueblos sin Dios, sin leyes, ni reyes”; y por lo tanto
no eran personas, no tenían derechos, no contaban para nada.
Los intentos de resistencia activa fueron violentamente aplastados por las
armas europeas desde el principio. Entonces se desarrolló una especie de resis-
tencia pasiva, que consistía en una adaptación y sumisión a los usurpadores; para
los que no se adaptaban sobrevenía la muerte o tenían que huir a la selva. En
algunos países existió la posibilidad de refugiarse en las “reducciones franciscanas”
que fueron las primeras en funcionar, seguidas unas décadas más tarde por las
“reducciones jesuitas”. Con la formación de los estados-nación independientes
en las primeras décadas del siglo XIX, la situación de los indios no mejoró; al
contrario, empeoró en varios aspectos.
171
AMAZONÍA SALESIANA

Sólo a mediados del siglo XX algunos antropólogos y misioneros iniciaron


un movimiento de crítica a las instituciones oficiales por sus malas políticas
indígenas, y de apoyo a los líderes indígenas en sus reivindicaciones territoriales
y culturales. Con el Documento de Barbados de 1971, firmado por un pequeño
grupo de indígenas y antropólogos, se desató un fuerte movimiento de críticas
y acusaciones contra los gobiernos y otras instituciones que no respetaban los
territorios, idiomas, culturas y tradiciones religiosas de los indígenas. En 1972,
en Asunción (Paraguay), misioneros católicos de varios países de América Latina
revisaron cuidadosamente la práctica de las misiones católicas a la luz de los
Documentos del Concilio Ecuménico Vaticano II y del Documento de Barbados
y emitieron un Documento que fue la base para la renovación de las misiones
católicas en América.
Este fue el inicio de lo que llamamos el “inicio simbólico de los pueblos
indígenas”; se trataba de reapropiarse de los contenidos culturales a través de
nuevos símbolos que tenían un significado político para el fortalecimiento de la
identidad de los propios pueblos. Entre los elementos de la insurgencia mencio-
namos: las nuevas leyes nacionales e internacionales sobre los derechos colectivos
de los indígenas, la formación de movimientos indígenas locales, nacionales
e internacionales, la recuperación de los territorios tradicionales, las escuelas
indígenas interculturales, la revitalización de las lenguas en peligro de extinción.
Varios países renovaron sus disposiciones legales, incorporando documentos
internacionales como el Convenio 169 de la OIT y el Documento de las Naciones
Unidas sobre los Pueblos Indígenas de 2007.

4. Pensamiento occidental y no occidental


Todo pueblo tiene un orgullo de identidad que suele llamarse etnocen-
trismo, por lo que se siente superior a cualquier otro pueblo; esto ha ocurrido
con Europa hacia otros continentes y con Estados Unidos hacia todos los países
del planeta; pero incluso dentro de los distintos países latinoamericanos hay
formas de etnocentrismo, por ejemplo, entre las poblaciones urbanas que se
sienten superiores a los campesinos y a los nativos. Ciertamente el pensamiento
occidental, especialmente la filosofía griega y el derecho romano, han impreg-
nado profundamente el pensamiento latinoamericano, colonizando también el
conocimiento, el ser y el poder.
El pensamiento occidental ha permitido la transformación de la materia
con resultados impresionantes en el campo de la tecnología. Por ejemplo: en el
transporte, las comunicaciones, la informática, la medicina, etc. Mientras que el
pensamiento no occidental ha desarrollado otros aspectos: el sentido comunitario
172
4.  Nuevos caminos

Pueblos ricos de valores culturales alternativos a los occidentales: sentido comunitario,


cosmocentrismo, esencialidad, frugalidad, alegría de vivir.

en lugar del individualismo, el cosmocentrismo en lugar del antropocentrismo,


la solidaridad en lugar del egoísmo, la esencialidad y la frugalidad en lugar del
consumismo desenfrenado, la alegría de vivir en lugar de la fatiga, la depresión,
el estrés, la frustración, el suicidio y los desequilibrios mentales.

5. Filosofía intercultural
Diálogo de la filosofía occidental con la filosofía no occidental, especial-
mente la filosofía indígena. El diálogo no debe ser sólo un respeto mutuo gené-
rico o un intercambio dialógico superficial. Debe ser una construcción, donde
las dos filosofías estén dispuestas a cambiar, aceptando los elementos de la otra
filosofía e incorporándolos no como una cinta adhesiva o algo folclórico, sino
como una parte importante de una nueva forma de pensar e implementar. Es el
famoso principio tan apreciado en el mundo indígena: dar y recibir. El mundo
indígena y el mundo occidental pueden y deben enriquecerse mutuamente en
todos los ámbitos de la vida: economía, política, lengua, salud, educación, ética,
arte, espiritualidad, etc.
173
AMAZONÍA SALESIANA

6. Valores
Entre ellos, se destacan: la esencialidad, es decir, vivir sencillamente sin
desperdiciar ni dañar los bienes naturales; la espiritualidad que pone en contacto
a las personas con el trascendente, con el mundo del espíritu a través de rituales
especiales llenos de profundos significados; compartir bienes que generan una
sociedad igualitaria en la que nadie es más rico que los demás, y por lo tanto
no hay envidia ni robo; la vida comunitaria que da seguridad, apoyo y garantía
de futuro; la armonía, el respeto mutuo y la alegría; el concepto de territorio
como Madre Tierra que da todo de sí misma a sus hijos; el cuidado del medio
ambiente, las plantas, los animales, el agua, el aire y toda la creación; la sabiduría
y el conocimiento transmitido por los ancianos, los chamanes y las chamanes.
Como ejemplo de sabiduría ofrecemos estas palabras de los indígenas
guaraníes Karai Miri Poty:
No podemos escuchar y comprender el poder de la palabra; por eso nos esta-
mos perdiendo, perdemos el camino y perdemos el camino para encontrarnos con
los demás...
El mundo está enfermo, la Madre Tierra está agonizando hoy, el hombre blanco
es un devorador que nunca se cansa porque está más interesado en el dinero que
en la vida... Es importante aprender a rezar por el bienestar del mundo, es urgente
sanar las heridas de nuestra Madre Tierra...
Debemos aprender a crear, a ser nuestra propia agua, nuestro propio sol,
nuestra propia tierra...
Debemos aprender a estar preparados para una nueva existencia...
Tenemos la gran responsabilidad de ser los guardianes del fuego del corazón,
para que siempre esté encendido e ilumine nuestros pasos y nuestros caminos de vida...
Debemos mantener siempre encendido el fuego del corazón para revivir el
espíritu de la Palabra, porque sólo así podremos reunirnos con los demás y sobre
todo con nosotros mismos.

7. Mitología
Son de gran importancia no sólo desde el punto de vista antropológico
o literario, sino también desde el punto de vista espiritual. Son historias que
expresan su cosmovisión, su manera de pensar, ver y relacionarse con la natu-
raleza, con las personas, con la divinidad y con sus esencias profundas. Se puede
asumir que Dios de cierta manera siempre ha hablado y habla a los pueblos en
sus diferentes culturas. ¿En los mitos y rituales, se pueden buscar las semillas
de la Palabra?
174
4.  Nuevos caminos

He aquí un fragmento de una mitología guaraní que toca los grandes y


siempre actuales temas de la humanidad, como el origen del universo, de la vida
y la relación con la divinidad:
El verdadero Padre Ñamandu, el primero, da una pequeña porción de su divi-
nidad, de la sabiduría contenida en su propia divinidad, y en virtud de su sabiduría
creadora comenzó la creación.
En el ejercicio de su poder, desde la sabiduría contenida en su propia divinidad
y en virtud de su sabiduría creadora, concibió el origen del lenguaje humano. De la
sabiduría contenida en su propia divinidad, y en virtud de su sabiduría creadora,
nuestro Padre creó el fundamento del lenguaje humano y lo hizo parte de su propia
divinidad...
Así que la palabra es el primer elemento de la creación, incluso antes que
los seres humanos, y es parte de la divinidad. ¿No nos recuerda el principio del
Evangelio de San Juan, “en el principio era el Verbo”?
...Habiendo concebido el origen del futuro lenguaje humano, nuestro verda-
dero Padre, desde la sabiduría contenida en su propia divinidad y en virtud de su
sabiduría creadora, concibió el fundamento del amor. Antes de que la tierra existiera,
en medio de las tinieblas primordiales, antes de que él tuviera conocimiento de las
cosas, y en virtud de su sabiduría creadora, nuestro verdadero Padre concibió el
origen del amor y lo hizo parte de la divinidad.
El mito continúa con la creación del padre y la madre de los cuales nacerán
los hijos que son conscientes de la divinidad.

8. Situación de la Amazonía
La Amazonía es una entidad geobiológica que llamamos bioma y se extiende
a nueve países: Brasil, Guayana Francesa, Surinam, Guyana, Venezuela, Colombia,
Ecuador, Perú, Bolivia. Otros biomas que también están cubiertos por los bosques
tropicales son: el serrato, el bosque atlántico, el “pantanal”, el Gran Chaco. La
Amazonía es un gigante de 4,1 millones de kilómetros cuadrados; es cerca de la
mitad de Brasil, que tiene una superficie de 8,5 millones de kilómetros cuadrados,
y cerca de cuatro veces más grande que Colombia que tiene una superficie de 1,1
kilómetros cuadrados.
La Amazonía contiene la tercera parte de las especies existentes en el planeta,
según las estadísticas proporcionadas por el Fondo Mundial para la Naturaleza
(WWF). Es un ecosistema frágil, y un descuido en su manejo podría causar
daños irreversibles. Existen alrededor de 2500 especies de árboles que pueden
ser utilizados como madera para la construcción o para muebles; 30.000 especies
175
AMAZONÍA SALESIANA

de plantas de las 100.000 existentes en América Latina. Es la reserva de madera


tropical más grande del mundo. Existen innumerables especies de insectos, anfi-
bios, aves, peces y mamíferos.
La cuenca del río Amazonas es la más grande del mundo, con 1.100 afluentes
y 175 millones de litros de agua por segundo al mar. En la Amazonía hay una baja
densidad de población (2 habitantes por Km2) con una creciente urbanización
de las poblaciones indígenas y rurales.

9. Amenazas a la selva amazónica


La deforestación para poder llevar a cabo actividades agrícolas (ganadería y
soja) bloquea la captura de dióxido de carbono y la liberación de oxígeno. Como
sabemos, el dióxido de carbono y otros gases producidos por la combustión de
carbón, gas y combustibles derivados del petróleo son responsables del efecto
invernadero y, por lo tanto, del calentamiento global con graves consecuencias
sobre el cambio climático, que lamentablemente ya estamos experimentando.
Los científicos nos advierten que si alcanzamos el aumento térmico de 1,5 gra-
dos centígrados, el daño en el planeta podría ser irreparable, entraríamos en
una espiral irreversible. Es urgente que los gobiernos del mundo, especialmente
aquellos con alta producción de dióxido de carbono, cambien sus combustibles y
utilicen energía “limpia”. Al igual que todos los ciudadanos, debemos abandonar
ciertos hábitos y adquirir un estilo de vida menos consumista y más cuidadoso
para no dañar el planeta.
La pérdida de biodiversidad en el campo de las plantas y los animales,
así como la pérdida de la diversidad cultural de los pueblos indígenas, es una
consecuencia inmediata de la deforestación. Entre los insectos hay una drástica
reducción de especies de alrededor del 40%. Este hecho rompe la cadena natural
y puede llevar a una sobrepoblación de otros tipos de animales en cantidades
incontrolables.
Las obras de gran envergadura pueden dañar gravemente el planeta si no se
realizan de acuerdo con criterios científicos y ecológicos. Un ejemplo es la represa
hidroeléctrica de Balbina, al norte de Manaus. Existe una relación demasiado baja
entre la superficie inundada y la baja producción de electricidad. Es un proyecto
que puede ser inviable y desde el punto de vista económico y ecológico. Para
la extracción de madera existen numerosas empresas extranjeras y el 80% son
ilegales con controles fiscales muy débiles.
La legislación ambiental del Brasil es una de las mejores del mundo, pero
faltan dos cosas: la primera es que los habitantes locales no están concientiza-
dos ni involucrados en la conservación del medio ambiente, y la segunda es
176
4.  Nuevos caminos

que hay pocos funcionarios para monitorear la implementación de las leyes y


existe corrupción difusa. El Estado ha promovido la instalación de inmigrantes
agrícolas con sistemas tecnológicos inadecuados y perjudiciales para el suelo
amazónico. Después de tres años de cultivo la tierra se empobreció, tuvieron
que abandonarla y buscar otras tierras. El sistema de quema y cultivo era muy
negativo. Se ha demostrado científicamente que el uso sostenible de la selva
amazónica es el más rentable y genera más empleos en comparación con otras
actividades, como la propuesta agrícola y promovida por el Gobierno. Además,
en Brasil se observa que el Gobierno en el programa “Avanza País” no ha tenido
en cuenta lo que el Ministerio de Medio Ambiente había estudiado y propuesto
como sostenible.
Organizaciones ambientalistas especializadas proponen la deforestación
cero para el año 2030. Se ha demostrado científicamente que es posible crecer
económicamente con un manejo adecuado del bosque, introduciendo el sistema
silvopastoril en las explotaciones ganaderas, es decir, no un campo pelado sino
un campo con un número razonable de plantas dispersas en su interior.

10. Qué hacer por lo tanto con nuestra Casa Común?


Vemos en todas partes la contaminación, los residuos, la cultura de los
residuos; perdemos biodiversidad; el deterioro de la calidad de vida y la desigual-
dad social va en aumento; el cambio climático nos trae cada vez más catástrofes;
la violencia y el peligro de las guerras mundiales van en aumento; las grandes
migraciones forzadas; los modelos económicos dominantes son excluyentes.
Somos conscientes de que la crisis tiene raíces humanas, es el resultado de deci-
siones políticas y económicas precisas. Por lo tanto, tenemos que cambiar nuestro
estilo de vida, tenemos que ser menos consumistas, más esencialistas y austeros;
tenemos que crear una alianza entre los seres humanos y el medio ambiente para
promover una auténtica conversión ecológica. Aprender de los nativos el amor y
el respeto por la naturaleza: tierra, plantas, animales, agua y aire.
El Papa Francisco, en un discurso a los indígenas, se lamentó de que se había
querido silenciar a los indígenas y anestesiarlos. Lanza una fuerte condena contra
“el robo y la contaminación de las tierras indígenas por personas sin escrúpulos,
desequilibradas por el poder, el dinero y las leyes del mercado”.
Y para concluir leemos el mensaje del famoso lingüista y filósofo Noam
Chomsky: “Los países más desarrollados están llevando al mundo al desastre, mien-
tras que los pueblos hasta ahora considerados primitivos, están tratando de salvar
al planeta entero. Si los países ricos no aprenden de los indios, todos estaremos
condenados a la extinción”.
177
AMAZONÍA SALESIANA

4.  OBSERVACIONES Y APORTES


SOBRE EL SÍNODO
DE LA AMAZONÍA
Dr. Guzmán M. Carriquiry Lecour 2
Pontificia Comisión para América Latina
(Vaticano)

1. Hacia el Sínodo amazónico


Casi la mitad de los católicos del mundo entero vive en América Latina, pero
la evangelización y promoción social de la Amazonía sigue siendo una asignatura
pendiente después de 500 años. Por eso, el Papa Francisco ha querido poner a
la Amazonía bajo los reflectores eclesiales, abrazando ese enorme territorio de
nueve países en que viven 34 millones de personas, entre las cuales indígenas de
390 etnias diversas, incluso con más de un centenar de “pueblos indígenas en
situación de aislamiento voluntario” (los cuales, en su gran mayoría, no pasan
de una decena de personas cada uno).
El papa Francisco recuerda su sorpresa ante la insistencia con la que los
Obispos brasileños se refirieron a la Amazonía durante los trabajos de la V Con-
ferencia General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida. Precisamente en
las conclusiones de Aparecida – de cuya Comisión de redacción fue presidente
el Cardenal Jorge Mario Bergoglio – se propuso “crear conciencia en las Amé-
ricas sobre la importancia de la Amazonía para toda la humanidad”, “establecer
entre las Iglesias locales de diversos países sudamericanos que están en la cuenca
amazónica una pastoral de conjunto con prioridades diferenciadas para crear
un modelo de desarrollo que privilegie a los pobres y sirva al bien común” y
“apoyar con los recursos humanos y financieros necesarios a la Iglesia que vive
en la Amazonía para que siga proclamando el evangelio de la vida y desarrolle
su trabajo pastoral de formación” de sus ministros (n. 475).
Es también el papa Francisco quien subraya: “Ello ocurrió en el 2007, y
ocho años después escribí la Laudato sii”, señalando así un camino de madu-
ración en la consideración de esa realidad. En ese camino ha sido muy impor-
tante la creación y el desarrollo de actividades de la Red Eclesial Panamazónica

2
  Guzmán Carriquiry Lecour es avogado, periodista y académico uruguayo y secretario encargado
de la vicepresidencia de la Pontifica Comisión para América Latina.

178
4.  Nuevos caminos

(REPAM), la cual ha realizado, desde su fundación, más de 50 asambleas


territoriales.
Otro hito a destacar es la reunión con más de 4.000 indígenas y numerosos
cardenales y obispos presentes en Puerto Maldonado, capital de la biodiversidad
de la Amazonía peruana, que fue algo así como el inicio real del Sínodo pan-ama-
zónico. Allí estuvo el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo
de los Obispos, quien trabajó durante varios días con prelados y misioneros.

2. Una dinámica sinodal


Siguiendo las huellas de la dinámica sinodal experimentada con muchos
frutos en la reciente Asamblea General del Sínodo mundial de Obispos sobre los
jóvenes, también es fundamental para el Sínodo pan-amazónico saber consultar
y escuchar todo lo que procede de la realidad de la Amazonía. Para ello se ha
creado un Consejo de Secretariado de este Sínodo, que acompaña y encauza su
preparación. Allí se están volcando muchos aportes que provienen de las diócesis,
prefecturas y vicariatos de los diversos países de la Amazonía, de la REPAM, de
las congregaciones religiosas presentes en la Amazonía. Será muy importante
saber escuchar –como ya se está haciendo – a los pobladores de la Amazonía, en
especial a los indígenas quienes sufren condiciones de particular marginación
y vulnerabilidad. De todo ello, junto con el trabajo de expertos en la materia,
procede el Documento Preparatorio, publicado el 8 de junio de 2018 – “Amazonía:
nuevos caminos para la Iglesia y para un ecología integral”.
Se pueden marcar los límites de este Documento Preparatorio, pero no hay
que pretender mucho de él, pues su objetivo es ofrecer una base de lanzamiento
para una “escucha al pueblo de Dios”, especialmente a sus Pastores, pues “el
Espíritu habla a través de todo el pueblo de Dios”. Se espera que abunden las
respuestas al cuestionario con el que concluye este Documento Preparatorio y
numerosas contribuciones y aportes que aporten reflexiones y experiencias en este
camino sinodal. Todo ello servirá para la elaboración del Instrumentum Laboris
que precederá la Asamblea especial del Sínodo de los Obispos sobre la Amazonía.
Me atrevo a plantear, bajo mi personal responsabilidad, algunos puntos de
reflexión, teniendo en cuenta el Documento Preparatorio, estimulado por la soli-
citud de un vasto trabajo sinodal en la materia y bien consciente que la enorme
cuenca amazónica tiene y tendrá cada vez más en el futuro una repercusión fun-
damental en los pueblos y naciones sudamericanos, así como una consideración
global como “pulmón del planeta”. Es escasa mi experiencia personal en la Ama-
zonía, pero he tratado al menos de enriquecerla con muchas lecturas y, entre ellas,
también de contribuciones sinodales de quienes la viven en primera persona. En
todo caso, para acercarse a la Amazonía es bueno repetir lo que el papa Francisco
179
AMAZONÍA SALESIANA

dijo en Puerto Maldonado como eco de las palabras del Señor a Moisés: “Quítate
las sandalias, porque el suelo que estás pisando es una tierra santa”.

3. El objetivo principal
Es muy importante que el Santo Padre Francisco haya bien definido y
precisado con claridad cuál es el “objetivo principal” de esta inédita iniciativa
sinodal. Para el Papa se trata de “identificar nuevos caminos de evangelización
de esa porción del pueblo de Dios, especialmente de los indígenas, con frecuencia
olvidados y carentes de un porvenir sereno, también la crisis de la selva amazónica,
pulmón de capital importancia para nuestro planeta”. La perspectiva fundamental
y el hilo conductor no pueden ser otros que la evangelización, por la que se define
y está en juego la misión de la Iglesia.
Es importante que se destaque ese objetivo principal pues lo que más
importa -¡y ha de importar! – es que Jesucristo sea testimoniado, anunciado,
celebrado y comunicado en Amazonía, para que la fuerza de su Evangelio se
convierta cada vez más en custodia y promoción de la dignidad de sus habitantes,
energía de fraternidad y solidaridad en la construcción de nuevos modelos de
desarrollo y condiciones de vida, así como de custodia de las riquezas y bellezas
que la Creación de Dios ha puesto en su ambiente.

Papa Francisco comprometido en la evangelización y el cuidado de la Amazonía.

180
4.  Nuevos caminos

Si la evangelización no fuera la alegría, certeza y esperanza con las que se


afrontan todos los problemas humanos y naturales de la Amazonía, entonces la
Iglesia correría el riesgo de convertirse en una ONG, benemérita por sus comba-
tes, pero una ONG de contenidos religiosos, éticos y sociales. Lo más importante
es que quienes afronten la realidad de la Amazonía tengan esa viva conciencia
y experiencia de que el Evangelio de Cristo es “mensaje de libertad y fuerza de
liberación”, “buena nueva sobre la dignidad de la persona humana”, caridad
que abraza y sostiene toda solidaridad, esperanza contra toda esperanza. Hay
que cuidar, pues, que ese objetivo principal que es el de los “nuevos caminos de
evangelización de esa porción del pueblo de Dios” no se dé por pre-supuesto y
se pase inmediatamente a una declinación moralista, e incluso ideológica, de las
tareas a emprender.

4. Una amnesia histórica


Es evidente que no puede pedirse al Documento Preparatorio del Sínodo
pan-amazónico una historia de la evangelización de la Amazonía, pero el breve
capítulo dedicado a la “memoria histórica eclesial” es muy insuficiente. No es
verdad lo que se afirma cuando se escribe que “hasta el siglo XX, las voces en
defensa de los pueblos indígenas eran frágiles, aunque no ausentes”, fortalecién-
dose sólo después del Concilio Vaticano II.
La Iglesia no tiene ningún reparo en confesar su “mea culpa” ante los com-
promisos que ofuscaron la evangelización de América Latina con la conquista
y colonización del Nuevo Mundo y la opresión y explotación de los pueblos
indígenas. Sin embargo, nadie puede negar, por respeto a la verdad histórica, que
desde la primerísima colonización del Nuevo Mundo fue una legión de misione-
ros la que desató la primera gran batalla profética por la justicia en la defensa y
protección de los indígenas. La cruz se convirtió en una autocrítica radical de la
espada. Los mismos Obispos lucían como lema: “defensores de los indios”. Hubo
mártires, violencias sufridas, todo tipo de atentados y controversias provocadas
por los encomenderos, colonos y “bandeirantes”. No ha habido en la historia de
la Iglesia en América Latina un combate evangélico y profético de tal magnitud
como el de los primeros tiempos fundadores.
En el siglo XVII la Iglesia comenzó a penetrar en la Amazonía. Y el 22 de
abril de 1639, fecha del descubrimiento del Brasil, el papa Urbano VIII promulgó
un Breve, Commissum Nobis, prohibiendo, bajo pena de excomunión, “cauti-
var (…) a los indios, venderlos, comprarlos, apartarlos de sus mujeres e hijos,
privarlos de cualquier modo de la libertad, retenerlos en la servidumbre (…)”.
Este Breve papal – que está en perfecta continuidad con la bula Sublimis Deus
181
AMAZONÍA SALESIANA

del papa Pablo III en 1537, que fue la primera y muy dura condena papal de la
esclavitud de los indios y afirmación del respeto debido a su dignidad y a sus
bienes - provocó revueltas, lideradas por las Cámaras municipales en San Pablo,
Santos y Río de Janeiro.
A partir del 1600 la presencia de la Iglesia en la Amazonía, evangelizando
y defendiendo a los indios, fue fundamental. Muy numerosas aldeas y misiones
religiosas, principalmente por obra de los jesuitas, surgieron en Amazonía. Se
ha destacado al respecto las fundaciones de Cametá en la desembocadura del
Tocantins; Airão, Carvoeiro, Moura e Barcelos en el Río Negro; Santarém en la
desembocadura del Tapajós; Faro en el río Nhamundá; Borba en el río Madeira;
Tefé, São Paulo de Olivença e Coari en el Solimões; y en el Amazonas, Itacoatiara
y Silves.
¿Cómo puede decirse que eran voces “frágiles” las de la Compañía de
Jesús y su cadena de “reducciones” indígenas, desde el Alto Uruguay y Paraná,
en combate permanente contra los “bandeirantes”, esclavistas de indios, a las
de Moxos y Chiquitos en la selva boliviana y a las del oriente peruano y ecua-
toriano, hasta los llanos orientales de Colombia (prefigurando lo que sería la
carretera de la selva)? Después cabría agregar todo el trabajo de penetración de
la Amazonía de los Salesianos desde el Oriente peruano y ecuatoriano, creando
escuelas de artes y oficios para los indígenas, así como de otras Congregaciones
religiosas.
Los informes y escritos de Mons. Giovanni Genocchi, enviado como visita-
dor apostólico en América Latina (1911-1913) y que visitara tierras amazónicas
son de una dureza impresionante cuando denuncia en repetidas ocasiones la escla-
vitud que de hecho sufren los indígenas bajo la caza de los “caucheros” durante
el “boom” de la producción del caucho, así como las dificultades y adversidades
que sufren los responsables de las primeras prefecturas apostólicas y misiones
en regiones amazónicas dependientes de “Propaganda Fide”, cuya protección
de los indígenas es vista por los colonos como “fumo negli occhi”. Este grave
estado de cosas sería retomado y condenado con mucha fuerza por Pío X en la
encíclica misionera dirigida a América Latina: Lacrimabili statu Indorum, punto
de referencia para los sucesivos pontificados si se tiene en cuenta las frecuentes
citaciones de ese documento en las instrucciones comunicadas a los Represen-
tantes Pontificios en América Latina. Este documento denunciaba los abusos y
violencias que se cometían contra los indígenas y señalaba el deber de defender
su vida, libertad y propiedad, a través del desarrollo de las misiones católicas
y de la evangelización, junto a todas las iniciativas idóneas para la promoción
humana de los indígenas.
Es cierto que después del Concilio Vaticano II y sobre todo en el camino
sinodal de Medellín a Aparecida se despertó con nuevas luces y vigor profético
182
4.  Nuevos caminos

esa tradición de defensa y custodia de los indígenas que en las décadas inme-
diatamente anteriores parecía algo apagada (¡pero, por favor, que no se defina el
documento de Puebla como el documento de la “participación y comunidades
de base”, porque tuvo un respiro mucho más grande y rico!).
Hacer memoria verdadera de la presencia y misión de la Iglesia en la Ama-
zonía durante los últimos siglos es muy importante para aprender de la historia
los aciertos y los errores de la misión y para dejarse contagiar por la donación
total – incluso hasta el martirio – de muchos hermanos y hermanas nuestros que
dieron su vida por Cristo y por amor de los amazónicos.

5. Más allá de la “leyenda negra”


Recuperar una correcta memoria eclesial sobre la Amazonía no sólo es
necesario por respeto a la verdad histórica y como homenaje de gratitud a quie-
nes, en medio de grandes dificultades y sacrificios, nos precedieron en la tarea
evangelizadora, sino también para saber contrarrestar los lugares comunes de la
“leyenda negra” que, a veces, corren el riesgo de ser repetidos inocentemente por
agentes pastorales desprevenidos. ¿Acaso hay quien piensa que todo lo realizado
por la misión de la Iglesia en la Amazonía desde el siglo XVII es irrelevante e
incluso perjudicial y desechable?
Como es notorio, las potencias emergentes en los siglos XVII y XVIII –
Francia, Holanda, Inglaterra – no sólo tendieron a sustituirse en el dominio
mundial a una España decadente, gracias a la fuerza económica y militar, sino
que también se propusieron derrotarla cargándola ideológicamente con todas
las ignominias. Una propaganda difundida por doquier presentó la colonización
española como el concentrado de violencias, crueldades y barbaries ajenas a los
“países civilizados”. Fue una muy grosera agresión ideológica sin un verdadero
discernimiento sobre las luces y sombras de la expansión hispánica en el Nuevo
Mundo.
Esa “leyenda negra” anti-española se fue convirtiendo en “leyenda negra”
anti-católica. Los pueblos y naciones latinoamericanas quedaban condenados al
atraso por su sustrato cultural católico. Un signo claro de la persistencia de esa
leyenda se observa en las conclusiones de la Conferencia de Barbados, organizada
en 1971, por la Comisión de Asuntos Internacionales del Consejo Mundial de
Iglesias y el Departamento de etnología de la Universidad de Berna, en las que
los antropólogos convocados afirmaban: “La obra evangelizadora de las misiones
religiosas en América Latina corresponde a la situación colonial dominante, de
cuyos valores está impregnada. La presencia misionera significó una imposi-
ción de criterios y patrones ajenos a las sociedades indígenas dominadas y que
183
AMAZONÍA SALESIANA

encubren, bajo un manto religioso, la explotación económica y humana de las


poblaciones indígenas (…). En virtud de ese análisis, llegamos a la conclusión
de que lo mejor para las poblaciones indígenas y, también para preservar la
integridad moral de las mismas Iglesias, es acabar con toda actividad misionera
(…)”. ¿Hay acaso quienes así lo piensan en filas de la Iglesia católica, sobre todo
entre los misioneros extranjeros?
Para el papa Francisco está muy claro – y así lo ha repetido muchas veces
– que la misión evangelizadora no es “proselitismo” y menos aún imposición
cultural o atentado contra la libertad. La Iglesia sabe reconocer críticamente –
incluso pidiendo perdón – todo lo que pudo haber de imposiciones apresuradas,
de complicidad con poderes, de falta de escucha y respeto de las culturas indígenas,
pero sabe bien que fue sólo la Iglesia, a través de sus variadas misiones, la única
institución que se acercó con amor a los indios, que pagó el precio de sacrifi-
cios y sufrimientos para mantenerse en su compañía y que los defendió de las
diversas formas de esclavitud. Pero lo que se afirmó en el año 1971 en Barbados
fue mucho más allá: la memoria eclesial reducida y degenerada en ideología de
dominación y la sospecha, e incluso la denuncia, de toda actividad misionera,
evangelizadora, como perniciosa para la cultura de los pueblos indígenas. Esto
es, de hecho, una ofensa e insulto contra los mismos pueblos indígenas que han
sido evangelizados y han conservado su arraigo en la fe católica durante siglos,
no obstante que carecieran muchas veces de compañía y sustento pastorales.

6. Vulnerabilidad, amenazas y violencias


Hace muy bien el Documento Preparatorio del Sínodo en denunciar con
vigor las múltiples amenazas que pesan sobre las comunidades indígenas de la
Amazonía, especialmente vulnerables ante la expansión agresiva de manifes-
taciones de las idolatrías del poder y del dinero, que atacan su identidad y su
misma supervivencia. “Hoy, los pueblos indígenas – ya lo decía el Episcopado
latinoamericano en el documento de Aparecida – están amenazados en su exis-
tencia física, cultural y espiritual” (n. 90). Esta es la consecuencia de una historia
secular: la explotación de los colonizadores en las encomiendas y en las minas, la
difusión de sus enfermedades ante poblaciones desprotegidas, el empeoramiento
de la situación de los indígenas después de la independencia, el asalto a las tierras
indígenas, el desplazamiento forzado a las selvas, a las montañas áridas y al Sur
helado. “Hoy los pueblos indígenas representan el 8% de la población de América
Latina, pero también constituyen el 14% de los pobres y el 17% de los extrema-
damente pobres (…). Los índices de pobreza, mortalidad infantil, educación y
brecha digital muestran el grave rezago en el que viven las comunidades indígenas
184
4.  Nuevos caminos

(…). Sus niños se están muriendo más; sus niños están aprendiendo menos; sus
adultos están quedando fuera de la integración comunicacional” (Hernán Reyes,
“Entre los bicentenarios y el Sínodo de los Obispos: las poblaciones indígenas y
los riesgos de generar un indigenismo de fachada”, trabajo inédito).
También el documento sinodal denuncia esta amenaza que se cierne sobre
los pueblos indígenas: la riqueza de la selva y de los ríos – que son el ambiente
natural de su vida y convivencia – “está amenazada hoy por los grandes intere-
ses económicos (…) que provocan, entre otras cosas, la tala indiscriminada en
la selva, la contaminación de ríos, lagos y afluentes (por el uso indiscriminado
de agro-tóxicos, derrames petroleros, minería legal o ilegal y los derivados de la
producción de drogas)”. La expansión acelerada y descontrolada del agro-negocio,
sobre todo a través de los cultivos transgénicos del maíz y de la soja en el Mato
Grosso, provoca graves consecuencias.
Lamentablemente, para peor aún, se tiende a menospreciar a los indígenas,
desconociendo los valores de sus propias culturas, víctimas de una cultura racista
del descarte y la exclusión. Como bien afirma el Documento Preparatorio, proteger
a las comunidades indígenas, en su libertad, en la regularización respetada de
sus tierras, en sus identidades culturales,
“es una exigencia ética fundamental”, un
compromiso fundamental de defensa
de la dignidad de la persona y de los
derechos de sus pueblos, que deriva del
Evangelio y de la doctrina social de la
Iglesia, expresada en la ecología integral
de la Laudato sí.
No es, pues, extraño que se mul-
tipliquen en las últimas décadas los
conflictos en los que los indígenas rei-
vindican sus tierras y ambiente natural
de vida y que sufran la violencia de los
nuevos colonizadores, ávidos de poder
Hoy, los pueblos indígenas están amenazados
y de dinero. El Atlas de conflictos en en su existencia física, cultural y espiritual
el Amazonas publicado el año pasado (Doc. Aparecida).
señalaba que por ese entonces estaban
ocurriendo 977 conflictos violentos y
la Comisión Pastoral de la Tierra del Brasil observaba en un estudio inédito que
hay 93.800 familias involucradas en los conflictos agrarios en esa vasta región. El
Atlas destacaba dos causas preponderantes en dichos conflictos: la revocatoria de
la reforma agraria y la impunidad de los culpables de la violencia en el campo.
En el informe de esa Comisión Pastoral se indicaba que entre el año 2001 y el
185
AMAZONÍA SALESIANA

2010 la lucha por la tierra provocó 377 víctimas en Brasil. A finales de la década
del 90, los choques entre los indígenas, taladeros, mineros y petroleros recibió
bastante atención de la prensa occidental. La lucha entre los Yanomani, en las
selvas amazónicas de Brasil y Venezuela y miles de mineros de baja extracción
social conocidos como los “garimpeiros” recibió una especial atención. La situa-
ción general ha ido después empeorando.
Un importante estudio de la CEPAL – “Los pueblos indígenas en América
Latina. Avances en el último decenio y retos pendientes para la garantía de sus
derechos” (1994) – distinguía las siguientes causas de conflictos:
  “Conflictos por un inadecuado o inexistente resguardo jurídico de los
derechos de los pueblos indígenas sobre sus tierras, aguas, recursos
naturales, biodiversidad y territorialidad.
  Conflictos por afectación de lugares sagrados de los pueblos indígenas.
  Deficiente o inexistente evaluación independiente del impacto ambiental,
social, económico y territorial de los proyectos extractivos.
  Incumplimiento del deber estatal de consulta con los pueblos indígenas
y de adopción de los resguardos y medidas para proteger sus derechos
antes de otorgar concesiones o autorizar la ejecución de sus proyectos
extractivos.
  Exclusión de los pueblos indígenas de la participación en los beneficios
por la explotación de recursos de sus territorios.
  Criminalización de la protesta social indígena por proyectos de inversión
que afectan sus derechos y territorios”.

7. ¿Son las “reservas” indígenas una solución?


El Sínodo pan-amazónico es una ocasión providencial para replantearse
a fondo las condiciones, criterios y caminos adecuados para afrontar en modo
serio, positivo y comprometido la “cuestión indígena” en América Latina, y
especialmente en las situaciones propias de la Amazonía. Hay un déficit muy
grave en América Latina al respecto. No hay que contentarse con multiplicar
diagnósticos y denuncias, ni con enumerar los derechos de los indígenas, aunque
hayan sido muy importantes el Convenio n. 169 de Pueblos indígenas y tribales
de la OIT (1989) y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos
de los pueblos indígenas (1994). No basta defender a los indígenas o participar
solidarios en sus luchas por la supervivencia, por sus tierras y culturas. Hay que
proponer proyectos realistas, no exentos de utopías movilizadoras, que ayuden
186
4.  Nuevos caminos

a los indígenas a crecer en su dignidad de personas, a reafirmar concretamente


sus derechos humanos, a progresar en una escolaridad adecuada, a afrontar el
saber y la disciplina del trabajo, a luchar por la equitativa distribución de los
bienes comunes, a elevar sus niveles de vida, a incorporarse en los movimientos
populares y a una ciudadanía activa a nivel del siglo XXI, y así integrarse en los
procesos de mestizajes étnicos y culturales de las naciones.
No es apta ni suficiente para encaminarse en tal perspectiva la mera defensa
de “reservas indígenas” ilusoriamente incontaminadas. Es justo y necesario que las
diversas comunidades indígenas cuenten con una adecuada y protegida demar-
cación y regularización de tierras como su hábitat humano y natural, pues son
hoy las poblaciones más vulnerables y también las más amenazadas. Sin embargo,
ello no quiere decir que haya que segregarlos para una preservación en su “estado
natural”, con el mínimo de contactos con el resto de las sociedades nacionales,
soñando con una presunta armonía idílica entre indígenas y naturaleza, llegando
a idealizar el “neolítico”, como si la convivencia entre los indígenas no hubiera
dado lugar a guerras y violencias intestinas, a situaciones de miseria, a la desnu-
trición crónica y alta mortalidad infantil, a una temprana nupcialidad entre los
12 y 14 años y a altos porcentajes de embarazos de adolescentes, a altas tasas de
analfabetismo, a infecciones y epidemias en relación a la falta de agua potable,
de saneamiento básico y de atención médica “moderna”. La mayor parte de los
hogares y comunidades en la región, sobre todo entre los indígenas, presentan
necesidades básicas insatisfechas, oscilando entre situaciones de pobreza e indi-
gencia, muy superiores a los promedios nacionales de los países con territorios
amazónicos.
Las meras “reservas” indígenas mantienen la marginalidad y exclusión,
están destinadas a sucumbir, son caminos de muerte. Si las comunidades indí-
genas no disponen de elementos para dialogar con el tremendo poder de la
cultura y del trabajo moderno, si no hablan más que las lenguas aborígenes,
quedan condenados a ir muriendo en el desamparo y exclusión o a ser esclavos
de los nuevos señores. “Se enfrentarían así – como lo escribí hace años en mi
libro “Una apuesta por América Latina”, Edit. Sudamericana, Buenos Aires,
2005, con prólogo del Cardenal Jorge Bergoglio -, sin recursos, al asalto de la
modernidad, de sus modos tecnológicos y productivos, de sus medios de comu-
nicación de masas, de sus infraestructuras físicas y electrónicas”. Además, la casi
totalidad de los jóvenes indígenas – de los que nada se dice en el Documento
Preparatorio, no obstante que el Sínodo anterior haya sido sobre los jóvenes
– se sienten atraídos por las ciudades, desean emigrar hacia ellas e incluso lo
hacen cada vez con más frecuencia. “Siempre dije – afirmó en tono agresivo y
provocativo el expresidente ecuatoriano Rafael Correa – que lo más peligroso
es el izquierdismo del todo o nada y el indigenismo infantil, que ve la pobreza
187
AMAZONÍA SALESIANA

como parte del folklore, que acepta las personas viviendo en la miseria como
parte de un lindo paisaje”.
Se necesitan, pues, políticas realistas y audaces de valorización de lo mejor
de su patrimonio cultural con todas las transformaciones que requieren el bilin-
güismo, la alfabetización y escolarización, el manejo de la gestión laboral y econó-
mica, la incorporación digna en la vida nacional. Las escuelas de niveles primarios
y secundarios, así como las escuelas profesionales, promovidas sobre todo por
algunas comunidades religiosas, son fundamentales, incluso para formar líderes
indígenas que accedan a los estudios universitarios (como sucede con la nueva
generación de los mapuches en Chile y en la Universidad Católica de Campo
Grande en donde hay más de 100 indígenas estudiando en diversas carreras). La
llave de la educación es la interculturalidad, el bilingüismo y que se valorice la
identidad cultural propia, abriéndola a la alteridad con los otros. Si esta apertura
no se hace en forma positiva, de todas formas se hará en forma negativa.
Juan Pablo II supo sintetizar todo esto en una frase: “México tiene nece-
sidad de los indígenas y los indígenas tienen necesidad de México”. También el
papa Francisco fue muy expresivo en su encuentro con los indígenas en Puerto
Maldonado, durante su visita apostólica al Perú: “Urge asumir el aporte esencial
que le brindan a la sociedad toda, no hacer de sus culturas una idealización de un
estado natural ni tampoco una especie de museo de un estilo de vida de antaño”.
“¡Inclusión no es sólo consideración!”, prosiguió el papa. Es “reconocer que las
Comunidades autóctonas son un componente de la población, que tiene que ser
valorizada y consultada, de la que hay que facilitar la plena participación, a nivel
local y nacional (…). No se puede permitir una marginación en clases: primera
clase, segunda clase…Integración con plena participación”, afirmó el Papa.

8. El ejemplo de las “reducciones jesuíticas” para los actuales


tiempos amazónicos
Existe en la historia de América Latina un modelo preclaro para afrontar la
“cuestión indígena”, del que mucho se puede aprender incluso en nuestra actua-
lidad. Me refiero a las “reducciones jesuíticas” que alcanzaron su ápice con los
guaraníes en las selvas del alto Paraná, pero que tuvieron portentoso desarrollo
también en las selvas amazónicas de Moxos y Chiquitos en Bolivia, en las zonas
tropicales del Oriente peruano, ecuatoriano y los Llanos orientales de Colombia.
Ocuparon una vastísima área entre las zonas linderas fluctuantes de los Imperios
de España y Portugal, allí donde las selvas y el carácter muy primitivo y belicoso
de los indígenas no habían atraído aún el interés de los colonos. Lograron atraer a
los indígenas en la creación de nuevos pueblos (“reducciones”), separando la cruz
188
4.  Nuevos caminos

de la espada y logrando que la población indígena tuviera un contacto exclusivo


con la acción pacífica, amorosa y persuasiva de los misioneros, sin la mediación
de las armas ni la intromisión de la avidez de los colonos. En su fase de apogeo,
hacia el 1700, las aldeas misioneras en el Alto Paraná y Alto Uruguay llegaron a
ser 30 con alrededor de 5.000 indígenas cada una.
La evangelización de los indios en estos pueblos – cuyo mayor castigo era
expulsarlos de ellos – fue capaz de acoger y valorizar lo mejor de sus culturas.
De su “comunismo primitivo” desarrollaron amplios espacios de agricultura
comunitaria, con tierras e instrumentos de producción de propiedad colectiva, al
servicio del bien común de esos pueblos y del sostén de viudas, huérfanos, ancia-
nos y enfermos, en un auténtico “comunismo” cristiano. Fue extraordinario que
se lograra hacer coincidir la propagación de la fe con un sorprendente proceso
de crecimiento comunitario que permitió a los pueblos aborígenes superar los
estados de la pobreza. No hubo en todo el período colonial otra experiencia igual
de aprendizaje y desarrollo de oficios y artesanías, de tecnologías metalúrgicas y
textiles, de progreso económico. Los indígenas fueron capaces de fabricar órganos
y otros instrumentos musicales, componer música y contar con excelentes coros,
construir imprentas y relojes, manejar máquinas de propia elaboración, especia-
lizarse en producciones agrícolas, edificar ciudades y en ellas hermosas Iglesias e
incluso construyeron sus propias fábricas de armamentos. También los indígenas
se autogobernaban según su cultura tradicional bajo la paternidad de los jesuitas.
Y la lengua de los guaraníes, gracias a ello, sigue siendo hoy patrimonio de un
Paraguay bilingüe, corrientemente usada (agreguemos que lo que queda de las
lenguas indígenas, su salvaguardia y desarrollo, tuvo una contribución funda-
mental y decisiva en los diccionarios, gramáticas, estudios etnológicos y publi-
caciones de los misioneros por doquier). No hubo ni hambre, ni desocupación,
ni vagancia, ni analfabetismo, ni violencias en estas misiones. Como serían esas
misiones que aquel Voltaire que llamaba a la Iglesia la “Infame”, reconociera que
“parecían un triunfo de humanidad”. Fueron también admiradas por el marxista
peruano José Carlos Mariátegui en su notable “Siete ensayos de interpretación
de la realidad peruana”. “Lo que los socialistas siguen soñando siempre en sus
modernos falansterios – escribía en el siglo XVIII el jesuita Jerez – se ha realizado
allí como un milagro de amor y sin necesidad de palabras utópicas”.
La avidez de los colonos y el “despotismo iluminado” lograron destruir a las
“Reducciones”, no obstante la resistencia de los indígenas. Los indígenas dispersos,
a través de procesos de mestizaje étnico y cultural, fueron componente importante
de la población paraguaya, de Santa Cruz de la Sierra, del vasto “hinterland” de Sao
Paolo, del gauchaje de las pampas argentinas y uruguayas. Si esta experiencia en
medio de las selvas, incluso también selvas amazónicas, con tribus muy primitivas y
belicosas, fue la más lograda experiencia de compromiso con la “cuestión indígena”
189
AMAZONÍA SALESIANA

en América Latina, la mayor experiencia de un crecimiento en humanidad de los


indígenas, el mejor modelo de un desarrollo sustentable para su bien común -, ¿es
que no tenemos nada que aprender de todo ello cuando afrontamos la cuestión
indígena de la Amazonía? Si esto sucedió hace más de tres siglos, ¿nada semejante
tenemos que replantearnos ahora para la Amazonía del siglo XXI?

9. Inculturación del Evangelio y evangelización de las culturas


La inculturación del Evangelio y la evangelización de las culturas es una
cuestión central que no puede no ser abordada por la misión de la Iglesia entre
los indígenas de la Amazonía.
El punto de partida indispensable es el de la escucha de los indígenas,
compartiendo su vida, aprendiendo de su cultura. La Amazonía – como dijo
el papa en Puerto Maldonado – no es tierra de nadie, “sin lazos, sin rostros”.
Resulta, en efecto, fundamental, respetar la cultura de los indígenas, compe-
netrarse con ella, lo que se logra sólo conviviendo con los indios. Toda forma
apresurada y confusa de evangelización con “occidentalización” es perjudicial
para los indígenas y también para la evangelización. Hay que saber valorizar
lo mejor de las culturas indígenas: el amor a la tierra como hábitat del buen
vivir y signo de fecundidad, la apertura a la acción divina por los frutos de la
tierra, el carácter sagrado de la vida humana, el sentido de solidaridad en el
seno de tribus y comunidades, la importancia de lo cultual y creencia en una
vida ultraterrena. Son riquezas culturales que también están en la base de la
identidad de nuestros pueblos actuales. La Iglesia tiene que defender esos valores
culturales – que son, además, “semillas del Verbo” – ante las fuerzas arrolladoras
de una modernidad unidimensional, uniformizadora, idólatra del poder y del
dinero, de relativismo hedonista e incluso nihilista. Sin embargo, no hay que
olvidar – y nada dice al respecto el Documento Preparatorio – las deficiencias y
miserias que también han arrastrado durante siglos algunas culturas indígenas
(así como lo hacen las más diversas culturas): poligamia e incesto, sacrificios
de animales y personas, guerras y matanzas, antropofagia, violencia contra las
mujeres… Ignorarlas puede ser la tentación de quienes pretenden hacer resurgir
en el siglo XXI la “teoría del buen salvaje”, que sólo es apta para entusiasmar a
turistas europeos y norteamericanos emocionados por el folclore primitivo, para
alimentar un populismo demagógico y para provocar la excesiva “idealización”
de generosos misioneros, sobre todo extranjeros, pero no para el realismo de
la caridad y la misión.
Es muy dramática la situación que se crea entre los jóvenes indígenas que
emigran hacia las ciudades; quedan en medio de una cultura ciudadana que los
190
4.  Nuevos caminos

Son necesarias, políticas realistas y audaces de valorización de lo mejor de su patrimonio cultural


con todas las transformaciones que requieren el bilingüismo, la alfabetización y escolarización.

excluye y arrastran una cultura ancestral que han ido abandonando. Sobreviven
en favelas sin tierra, ya sin una identidad, como proletariado excluido y descultu-
ralizado: los jefes de la tribu les gritan porque se comportan como “occidentales”,
pero, a la vez, no se los deja entrar en los “shopping centers” por donde abundan
los hijos de los productores de soja, de funcionarios estatales o de técnicos de
obras de infraestructura. En ese choque muy duro y profundo, no cabe extrañarse
que sean muy frecuentes los suicidios de jóvenes indígenas.
El trabajo evangelizador implica, pues, una compenetración con las culturas
indígenas y una paciente, sabia y perseverante inculturación del Evangelio en
dichas culturas. No hay que considerar que el respeto y valorización de las cul-
turas indígenas imponga que se las trate como objeto arqueológico y etnológico
de museo, de “reserva”, y que la evangelización sea un atentado contra dichas
culturas. Las culturas indígenas han ido evolucionando y transformándose en el
curso de milenios y siglos para ir enfrentando siempre nuevos desafíos y logrando
más adecuadas formas de adaptación al medio ambiente.
La Amazonía como tierra virgen habitada por quienes no han visto nunca
al “hombre blanco” es una proyección irreal. Las pocas tribus aisladas e “invi-
sibles”, que tiran flechas al avión que pasa, no están formadas por más que de
191
AMAZONÍA SALESIANA

algunas decenas de personas. Los nativos siguen viviendo en los bosques lluvio-
sos, pero su cultura se ha relacionado de mil maneras con el mundo exterior a
ellos. Los impactos creados por la apertura de autopistas, carreteras y mejoras
de las hidrovías, así como la llegada de migrantes venidos de otras regiones y
las redes de telecomunicaciones están provocando grandes transformaciones
de la Amazonía. En lugar de usar sus taparrabos y plumas, la mayoría de los
amerindios utiliza ropas occidentales y muchos usan ollas y utensilios de metal
en su vida cotidiana. Algunos grupos hacen artesanías para atraer a los turistas
que llegan en embarcaciones, mientras que otros realizan periódicos viajes
rutinarios a la ciudad para llevar y traer comida y mercancía para vender. Casi
ningún grupo nativo depende por completo de la cacería nómada tradicional,
ni de la colecta de vegetales silvestres. Los cultivos les sirven como fuente com-
plementaria de alimentos. Han ido creando sus huertos, con plantaciones de
plátanos, mandioca o arroz. El diario Folha de S. Paulo del 5 de enero de 2014
escribía sobre una tribu que es evangélica, se apasiona por los partidos de futbol
del Corinthians y del Flamengo, vive en casas de madera con electricidad, son
todos bilingües, tienen aparatos de televisión y motocicletas y dos de sus ocho
aldeas están conectadas a internet. Además, los movimientos sociales de los
indígenas han alcanzado el mayor nivel de organización que existe en cualquier
bosque lluvioso. Todo eso, ¡y mucho más!, muestra una transformación de las
culturas indígenas que está en pleno curso. El “fijismo” de una cultura indígena
secular, incapaz de transformaciones e integraciones, es imagen legendaria,
romántica e ilusoria.
No entiendo, pues, porqué este Documento Preparatorio del Sínodo
pan-amazónico no ha sabido retomar creativamente lo que el Santo Padre Fran-
cisco desarrolla en la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, referido a la
inculturación del Evangelio y a la evangelización de las culturas. La Iglesia se
enriquece encarnándose en la cultura de los pueblos, su Evangelio no se identifica
con ninguna cultura aunque se transmita con ropaje cultural (porque encarnado),
su mensaje es fuente de discernimiento, purificación y enriquecimiento de toda
cultura. De allí, la belleza del pueblo de Dios con diversos rostros y el desafío de
edificación del pueblo de Dios con rostro amazónico.
También mucho podemos aprender de la historia de la evangelización en
América Latina, en la que para abrazar la realidad de los indígenas y conocer
adecuadamente sus culturas, los misioneros convivieron con sus comunida-
des, y abundaron los misioneros geógrafos, etnólogos, arqueólogos, lingüistas
y especializados en otras disciplinas, en tal medida que gran parte de lo que
se conoce de las seculares culturas indígenas es fruto de esa acción misionera
(aunque sabemos y lamentamos que hubo también quienes cometieron el cri-
men de quemar libros indígenas y destruir sus monumentos y templos en una
192
4.  Nuevos caminos

lucha violenta contra la idolatría). También entre los jesuitas los hubo expertos
en la lengua tupí – como Diogo Nunes, Manuel de Nóbrega, José de Anchie-
tta, Lorenzano… -, autores de obras enciclopédicas sobre la geografía, historia,
economía, flora y fauna acuática y terrestre, costumbres de los pueblos, como
el padre Joao Daniel y Montoya. La conexión entre las bahías de los ríos Negro
y Orinoco fue confirmada por primera vez por el padre jesuita Manuel Roviare
en 1744. Y así podríamos seguir enumerando…Además, hay que tener en cuenta
y valorizar importantes centros culturales que estudian con mucha seriedad las
actuales culturas indígenas, como la Universidad Católica Don Bosco en Mato
Grosso del Sur y las ediciones Abya-Yala en Ecuador. El padre de la antropología
cultural, Claude Lévy-Strauss, acérrimo crítico de los misioneros, pidió disculpas
de muchas de sus críticas luego de conocer la monumental enciclopedia Bororo,
realizada por los salesianos de Mato Grosso.

10 ¿Y qué hay de la religiosidad popular?


La dimensión religiosa es constitutiva de toda cultura y se transforma en
piedad popular católica cuando es evangelizada. Por eso, hay que considerar con
mayor atención la religiosidad y la piedad en los pueblos de la Amazonía.
La mayor parte de los pueblos indígenas conservan formas de un poli-
teísmo panteísta ligado a su tierra. Hay que saber – como se ha dicho – res-
petar la cultura indígena y sus expresiones religiosas. Pueden advertirse en
ellas las “semillas del Verbo”. Pero sería muy equivocado que los misioneros se
contentaran con ese respeto o con formas sincretistas confusas. Es lamenta-
ble que algunos misioneros sean los que proponen y alientan la restauración
anacrónica de viejas prácticas y creencias religiosas. Está muy bien el respeto
de las sensibilidades religiosas de cada uno y la gradualidad de la evangeliza-
ción, pero resucitar artificialmente elementos religiosos arcaicos, con bastante
ignorancia y superficialidad, termina en el folclore religioso más que en una
seria evangelización inculturada. El testimonio misionero ha de tener – como
frecuentemente lo destaca el papa Francisco y como lo destacara también el
papa Benedicto en Aparecida – ese atractivo singular, esa belleza de vida, esa
caridad sorprendente, capaz de provocar el estupor entre quienes los encuentran
y viven con ellos y así suscitar un diálogo en el que se puedan dar las razones
de la propia felicidad y esperanza, anunciando la presencia de Jesucristo, hijo
de Dios vivo, Salvador y Señor. Los cristianos queremos, por gracia de Dios,
como nos lo ha indicado Jesús, “que todos los hombres se salven y lleguen al
conocimiento de la verdad” (1 Tim 2,1). Ese es el mejor servicio que podemos
dar a los pueblos indígenas.
193
AMAZONÍA SALESIANA

El Documento Preparatorio poco o nada dice sobre la creciente presencia


de evangélicos y pentecostales en las aldeas indígenas y en la incorporación de
muchos indígenas a sus comunidades. Ésta es una realidad que no puede pasarse
por alto sino que exige una profunda revisión de vida de parte de las misiones
católicas. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué es lo que está faltando en nuestra
evangelización, en nuestra acción pastoral? Falta totalmente la autocrítica de
situaciones de vacío pastoral y religioso de diócesis y congregaciones sólo con-
centradas en la lucha social y ambiental. Si se descuida la dimensión religiosa
para privilegiar las tareas de lucha social, esa dimensión religiosa fundamental
será satisfecha por otros.
Más extraño es que no se considere más a fondo la piedad popular cató-
lica de las poblaciones de la Amazonía, incluso en sectores indígenas. El Papa
Francisco considera esta piedad popular como una referencia fundamental en
la inculturación del Evangelio y en la vida y misión de la Iglesia. Mons. Ireneu
Román, obispo auxiliar de la diócesis de Belén, ha destacado al respecto la impor-
tancia que tiene la fiesta de Nuestra Señora de Nazaré, que se celebra el segundo
domingo de octubre y que marca la vivencia religiosa popular en la Amazonía
brasileña, especialmente en el estado de Pará (pero no sólo…): es la fiesta religiosa
que congrega más devotos en todo el Brasil, llegando a más de dos millones de
fieles. Como reconoce Mons. Vital Corbellini, obispo de la diócesis de Marabá,
“se trata de una manifestación popular y una devoción muy importante para el
pueblo cristiano, no sólo católico sino también evangélico, que, en algunos casos,
ayudan y acompañan el desarrollo de la fiesta”.
Existen diversas versiones de las apariciones milagrosas de esta Reina de
la Amazonía. La historia nos dice que el primer Cirio de Nazaré tuvo lugar el 8
de septiembre de 1793, en el que ya participó una multitud de todas las clases y
razas. “Los cirios – añade Mons. Corbellini – son momentos fuertes de evange-
lización”, que incluso retoman temas relacionados con la Campaña de Fraterni-
dad anualmente promovida por la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil
(CNBB). Según Mons. Corbellini, en las celebraciones de la fiesta “tenemos en
cuenta la realidad actual de vida de nuestras ciudades y personas del campo, con
problemas sociales, de violencia, muerte de jóvenes, desempleo, la superación
del alcoholismo, los asaltos, las drogas, la trata de personas, la falta de reforma
agraria, la reflexión sobre la deforestación, el nivel del agua de los ríos que está
bajando debido a las sequías y a los incendios forestales, las personas afectadas
por los embalses, personas matadas en el campo y la ciudad”. No se lleva a cabo
sólo en Belén, sino que es una fiesta celebrada en muchas diócesis de la región.
Nada se dice de ello en el Documento Preparatorio ni de las muy numerosas y
diversas expresiones de esa piedad popular católica en los pueblos indígenas
evangelizados del Oriente peruano y ecuatoriano.
194
4.  Nuevos caminos

11. ¿Y la pastoral de las ciudades amazónicas?


No toda la población amazónica, ¡ni mucho menos!, está compuesta por
las comunidades indígenas de los bosques lluviosos. Nada se dice ni se propone
en el Documento Preparatorio respecto de los “caboclos”, los “ribeirinhos”, de los
“quilombolas”, etc. En la Amazonía brasileña los indígenas son sólo alrededor de
450.000 personas, apenas el 0.25% de la población total del Brasil.
Si son unos 3 millones de indígenas los que viven en la cuenca amazónica
de 9 países, la población urbana de la cuenca es de unos 30 millones. No se puede
ignorar en un Sínodo amazónico la existencia de grandes ciudades como Manaus
y Belén, con más de un millón y medio cada una, pero tampoco ciudades como
Iquitos, Macapá, Porto Velho y Boa Vista, con más de 300.000 habitantes y muchas
otras más (Florencia y Leticia en Colombia, Trinidad en Bolivia, Lago Agrio en
Ecuador, Linden en Guyana, Blauwgrond en Surinam, Ature en Venezuela…).
En la parte andina de la Cuenca amazónica un alto porcentaje de población se
compone de comunidades indígenas que viven en ciudades.
Nada se dice en el Documento Preparatorio sobre la pastoral urbana en las
ciudades de la Amazonía, referida a la gran mayoría de su población. Se sabe, sí,
que muchas de estas ciudades han crecido desordenadamente y en forma muy
desigual, acogiendo en sus periferias a una multitud de desheredados en condi-
ciones miserables, entre los cuales muchos indígenas. En ellas se da - menos en el
caso de las ciudades campesino-indígenas de la Amazonía peruano-ecuatoriana
, un gran choque de culturas con enormes dificultades de integración. El alco-
holismo, la trata de personas y el tráfico y consumo de drogas es el pan nuestro
de cada día. A diferencia de las zonas selváticas, en las ciudades permanece la
estructura parroquial y de capillas y, en algunos casos de comunidades eclesiales
de base. Se necesitaría un trabajo sinodal de mayor y más atento intercambio de
experiencias sobre la presencia y misión eclesial en dichas ciudades.
No se debe olvidar tampoco la necesidad de una presencia eclesial referida
a los millones de pequeños agricultores en la Amazonía.

12. Cuestión social, cuestión ambiental


Uno de los puntos ejes de la encíclica papal Laudato sí ha sido la inseparable
relación existente entre cuestión social y cuestión ambiental, por lo que se habla
de una “ecología integral”. También en la Amazonía ese binomio se verifica: los
problemas ambientales se descargan sobre todo en los más pobres y vulnerables,
que son los pueblos indígenas. El Documento Preparatorio del Sínodo amazónico
lo destaca muy bien.
195
AMAZONÍA SALESIANA

En efecto, los procesos de deforestación y praderización en una continua


expansión territorial de la frontera agrícola y la ganadería extensiva, los incendios
forestales y la tala para la venta de la madera, la intensificación de actividades
extractivas por medio de la minería legal e ilegal, el establecimiento de cultivos de
uso ilícito y la contaminación de las abundantes aguas, entre otras cosas, tienen
efectos adversos relativos al ambiente humano y natural, que sufren sobre todo los
indígenas que viven en los bosques lluviosos. El expresidente colombiano Santos
ya había admitido en 2015 que “hoy, la minería ilegal mueve más recursos para
las bandas ilegales, para la guerrilla, para las mafias….que el mismo narcotráfico”.
“El oro se convierte – se escribía en “El Nuevo Herald” del 16 de enero de 2018
– en fuente de vida de pandillas y de guerrilleros, y está convirtiendo las selvas
vírgenes en paisajes tóxicos llenos de mercurio y cianuro”.
Los pueblos indígenas de la Amazonía son socios esenciales en el desarrollo
sostenible de la región, por su dominio territorial, su concepción adaptativa de la
relación sociedad-naturaleza, sus prácticas ecológicas productivas y la naturaleza
colectiva de los resguardos. Los pobladores milenarios han aprovechado en forma
sostenible los recursos de la región, gracias a un profundo conocimiento de su
biodiversidad y su funcionamiento eco-sistémico. Ellos son también los defensores
de la Amazonía contra formas destructivas movidas por avidez e intereses de los
poderosos. En un momento en que la humanidad “está pecando gravemente en
no cuidar a la tierra” – dijo el papa Francisco dirigiéndose a los participantes al
tercer Forum internacional de los pueblos autóctonos, el 17 de febrero de 2015 –,
las poblaciones indígenas no permitan que “las nuevas tecnologías” que “destruyen
la tierra”, “la ecología”, “el equilibrio ecológico”, terminen también “destruyendo
la sabiduría de los pueblos”. Y concluyó afirmando: “un desarrollo tecnológico
y económico que no deje un mundo mejor y una calidad de vida integralmente
superior, no puede considerarse progreso”.

13. Un desarrollo sostenible


No es cosa buena contraponer ideológicamente el cuidado ambiental con
el desarrollo agro-pecuario, industrial y tecnológico en los enormes espacios de
la Amazonía. Quienes así lo hacen quieren mantener ilusoriamente la Amazonía
como reserva mundial incontaminada. Oponerse en línea de principio a toda
actividad económica moderna, a toda obra de infraestructura física, eléctrica,
hidro-eléctrica, de telecomunicaciones o telemática, es caer en visiones ideoló-
gicas reductivas y empobrecedoras. ¿De qué “desarrollo sostenible” se habla si se
rechaza todo ello? El desarrollo sostenible implica la creación de valor ambiental,
pero también social y económico.
196
4.  Nuevos caminos

El espacio geográfico de la cuenca amazónica, de unos 7 millones y medio


de kilómetros cuadrados, es superior al de toda Europa occidental (hasta las
fronteras de Rusia, incluyendo los países mediterráneos, los países balcánicos,
los países centro-europeos, los países nórdicos y los países isleños). Y esta Europa
occidental está habitada por cientos de millones de personas. En los espacios
inmensos de la cuenca amazónica, en cambio, la población total de la región no
supera los 30 millones de personas, la gran mayoría habitantes de 24 ciudades,
mientras que la población indígena no supera los tres millones de habitantes.
Según el último Censo del Brasil en 2010, viven en el gigante de lengua portuguesa
896.900 indígenas, menos del 5% de su población de 190 millones de habitantes.
El 36% residía en área urbana y el restante 63% en zonas rurales. Ello quiere decir
que en la inmensa selva amazónica brasileña viven apenas alrededor de medio
millón de indígenas. La conclusión es que en la cuenca amazónica la densidad
demográfica es bajísima y existen enormes espacios vacíos de presencia humana.
Incluso las necesarias demarcaciones y regularizaciones de tierras para protección
del hábitat de los indígenas y las legítimas reivindicaciones al respecto tienen que
evitar propuestas territoriales sumamente exageradas. Un territorio como Italia
para unos miles de indígenas ciertamente lo es.
No hay que imaginar que la extensión de las actividades agro-pecuarias se
debe no sólo a potentes especuladores de tierras y complejos multinacionales,
sino que existen centenares de miles de pequeños agricultores que representan
la gran mayoría de los establecimientos agropecuarios. La explotación agrícola
puede bien desarrollarse en tierras que han sido ya altamente transformadas. Sin
embargo, tiene que ser estrictamente controlada e incluso reprimida la avidez
de nuevas tierras – y tierras desforestadas para ello – por parte de grandes inte-
reses multinacionales del agro-negocio, que componen una “lobby” potente en
el parlamento brasileño. Según la ONG Global Forest Watch, el Brasil arrasó 5
millones de hectáreas en el año 2016, dos veces más que el año precedente, en gran
parte a través del modelo extensivo de la soja, cuya superficie de cultivo aumentó
del 60% en los últimos 10 años, sobre todo en la selva tropical del Mato Grosso.
Nada bueno se avizora en el próximo futuro a este respecto… Por su parte, la
minería extractiva, legal e ilegal, ha hecho en la historia de América Latina - ¡y
sigue haciéndolo! - estragos, destrucciones y contaminaciones destinados sólo a
beneficiar a los potentes de turno y no al bien común de los pueblos. Basta pensar
desde nuestros orígenes en el Potosí, macizo de plata con la cual se podría cons-
truir un puente – se decía – desde el Alto Perú hasta Madrid. “La plata circuló por
las venas de monarquías, sostuvo guerras y crecimientos económicos europeos,
pero arrasó la naturaleza de aquellas montañas y tierras circundantes, y dejó
en la miseria a sus pobladores (de los que cobró muy altos tributos de sangre).
Hubo un profeta (en el siglo XVII) que llamó a Potosí una ‘boca del infierno’,
197
AMAZONÍA SALESIANA

sus llamas alimentadas por los cuerpos de los indígenas, para satisfacción de los
intereses de los explotadores. ¡Cuántas de nuestras riquezas humanas y naturales
han sufrido el mismo destino!” (Así lo escribí en mi libro “Memoria, coraje y
esperanza a luz del Bicentenario de la Independencia de América Latina”, edit.
Nuevo Inicio, Granada 2017, con presentación del papa Francisco y prólogo
del Cardenal Bergoglio). La idolatría del dinero, la explotación descontrolada
de compañías multinacionales y la avidez de maximización de ganancias han
provocado estos desastres.
De todos modos, no se trata de condenar a priori cualquier tipo de explo-
tación de minerales en la Amazonía. Sería absurdo acabar con la extracción del
cobre en Chile, primer productor mundial, o del estaño, plomo y zinc en Bolivia,
o del hierro, bauxita y aluminio en Brasil, o del oro, la plata y otros metales pre-
ciosos en Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Ecuador, Colombia y México, etc. Estas
explotaciones mineras requieren profundas y vastas excavaciones, con vasto uso
de las aguas y necesidad de inversiones energéticas. Por eso, hay que estudiar a
fondo su sostenibilidad, su impacto social y ambiental, sus reales beneficios al
bien común (y no a oligarquías de poderosos y cómplices en la administración
de gobiernos). Incluso el petróleo, que también ha arruinado muchas tierras
latinoamericanas - ¡bien lo saben últimamente los ecuatorianos! – es todavía muy
necesario para América Latina, aunque lo tendría que ser cada vez menos en un
auspiciable proceso de transición energética, hacia el uso de energías limpias y
renovables que progresivamente dejen atrás el uso de combustibles fósiles. Pero
si ello implica también cuestionar toda represa hidroeléctrica, fuente de energía
limpia y renovable, entonces se arriesga querer dejar sin electricidad a vastas
regiones, a millones y millones de personas - y entre ellos a las poblaciones
amazónicas -, a sectores productivos necesarios para el trabajo y el desarrollo.
La represa de Itaipú es una obra fundamental para el Paraguay y vastas regiones
del centro-sur del Brasil.
Tampoco es razonable el rechazo prejudicial de toda obra de infraestructura
física, como autopistas, carreteras e hidrovías, que evitan que las poblaciones
amazónicas queden en el aislamiento, mejoren los medios de comunicación y
transporte y permitan que muchas comunidades puedan ser atendidas en su salud.
De todos modos, hay que estudiar muy bien su proyectación y consecuencias
para que estas vías de comunicaciones no sean excesivamente invasivas y generen
movimientos de población incontrolables.
El papa Francisco lo expresó claramente: “Creo que el problema princi-
pal – dijo dirigiéndose a los participantes al III Foro de los pueblos indígenas
convocado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, el 15 de febrero
de 2017 – está en cómo conciliar el derecho al desarrollo incluyendo también el
derecho de tipo social y cultural, con la protección de las características propias
198
4.  Nuevos caminos

de los indígenas y de sus territorios. Esto se hace más evidente sobre todo cuando
se trata de estructurar unas actividades económicas que pueden interferir con las
culturas indígenas y su relación ancestral con la tierra”. No es verdadero desarrollo
si cargado de desigualdades, homogeneidad cultural y degradación ambiental,
sin que sirvan al “buen vivir” o “vivir bien” de los indígenas.
En este sentido, hay que tener en cuenta tres condiciones fundamentales.
La primera es la que estas actividades sean “sostenibles”. La CEPAL señala cuatro
criterios al respecto. El primer criterio es económico-financiero, requiriendo que
la infraestructura o explotación sea económicamente sostenible, genere un retorno
positivo, teniendo en cuenta todos los beneficios y costos del proyecto a lo largo de
su vida. Del punto de vista ambiental, es sostenible si conserva, restaura e integra
el medio ambiente natural, apoyando el uso sostenible y eficiente de recursos
naturales como la energía, el agua y los materiales, evitando contaminaciones y
promoviendo una economía baja en carbonos. Es “sostenible” socialmente si es
incluyente, o sea, que sirva a todas las partes interesadas, contribuyendo a elevar
los niveles de vida de todos, siguiendo las normas adecuadas en materia laboral,
de salud y seguridad. Y es “sostenible” desde un punto de vista institucional si está
alineada a los compromisos nacionales
e internacionales y basada en sistemas
de gobernanza transparente a lo largo de
toda la ejecución del proyecto, evitando
toda situación de corrupción.
“Es siempre necesario un muy
atento discernimiento del impacto
ambiental de las decisiones de natura-
leza económica, para considerar bien los
costos humanos y ambientales a largo
plazo – señaló el papa Francisco, diri-
giéndose a los participantes al simpo-
sio para los dirigentes de las principales Un gran desafío está en cómo conciliar el derecho
empresas del sector petrolífero, del gas al desarrollo incluyendo también el derecho
de tipo social y cultural, con la protección
natural y de otras actividades empresa- de las características propias de los indígenas
riales vinculadas, realizado en el Vati- y de sus territorios.
cano el 9 de junio de 2018.
En segundo lugar, el Papa agregó
algo muy importante: que se impliquen “lo más posible en los procesos decisio-
nales las instituciones y comunidades locales”. “Siempre debe prevalecer – dijo el
Papa al III Forum de pueblos indígenas – el derecho al consentimiento previo e
informal, según lo exige el artículo 32 de la Declaración sobre los derechos de los
pueblos indígenas”. Esto no puede querer decir – como lo señalaba Rafael Correa
199
AMAZONÍA SALESIANA

durante su presidencia del Ecuador – que un muy pequeño grupo de indígenas


pueda oponerse definitivamente al uso de recursos estratégicos de los países, que
traerían consigo beneficios comunes de relevancia social y nacional, sino que es
fundamental un diálogo entre las autoridades y poblaciones interesadas para
tratar de llegar a positivos entendimientos. Cuando sea estrictamente necesario
el desplazamiento de poblaciones o comunidades, su recolocación territorial y
reasentamiento de comunidades hay que asegurar efectivamente que cuenten con
todos los servicios, que no afecte sus condiciones de trabajo y sea para mejorar
su nivel de vida. “Sólo así se puede garantizar una cooperación pacífica entre las
autoridades gubernamentales y los pueblos indígenas – concluyó el Santo Padre
- que supere las contradicciones y conflictos”.
En tercer lugar, es bueno y necesario que haya vastas zonas que se prote-
jan como santuarios del eco-sistema, sin ningún tipo de grandes explotaciones
económicas y obras de infraestructura.

14. ¿Internacionalización de la Amazonía?


No cabe duda que la Amazonía es un “pulmón del planeta”. Merece, pues,
toda la atención e interés a nivel de la comunidad internacional. Esta atención ha
aumentado por los graves problemas que están causando los cambios climáticos.
El Acuerdo de París, firmado en 2015 por 195 países fijó una meta obligatoria:
impedir que la temperatura media de la Tierra supere los dos grados por encina
de los niveles pre-industriales. Una aliada indispensable para lograr este propósito
es la vegetación tropical, porque absorbe CO2, el principal gas de efecto inverna-
dero, que emite la combustión de fuentes de energía fósiles: fábricas, vehículos…
Ésta es la tecnología más barata y segura para capturar y almacenar el carbono.
Si estas áreas verdes son destruidas, no sólo se reduce la superficie que puede
mitigar esos efectos, sino que se aumenta la cantidad de CO2 en la atmósfera.
Además, la Amazonía es una de las grandes reservas de agua dulce en el mundo,
junto con el acuífero guaraní, y de ecosistemas donde se desarrolla una riquísima
biodiversidad. El episcopado latinoamericano en Aparecida y el papa Francisco en
varias oportunidades han destacado las implicaciones no sólo latinoamericanas
sino también internacionales que están en juego en la Amazonía.
Sin embargo, hay que advertir que se están levantando aquí y allá voces
influyentes y poderosas que plantean la posibilidad de la “internacionalización”
de la Amazonía a cambio de la deuda de los países amazónicos. El documento
conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en
Aparecida señala acertadamente que “la creciente agresión al medioambiente
puede servir de pretexto para propuestas de internacionalización de la Amazonía,
200
4.  Nuevos caminos

que sólo sirven a intereses económicos de las corporaciones transnacionales” (n.


86). Y el Documento Preparatorio del Sínodo denuncia “la perversión de ciertas
políticas que promueven la ‘conservación’ de la naturaleza sin tener en cuenta al
ser humano y, en concreto a los hermanos y hermanas amazónicos que habitan
en ellas”. Son muy numerosas las Organizaciones No Gubernamentales que se
proponen fines benéficos para la Amazonía, pero algunas de ellas son expresión,
o cuentan con el apoyo, de fundaciones y corporaciones que nunca se han des-
tacado por su compromiso con los pueblos y con los pobres en América Latina.
Es lo que denuncia el vice-presidente boliviano Alvaro García Linares en su libro
“Geopolítica de la Amazonía. Poder hacendal-patrimonial y acumulación capi-
talista”, señalando que “las ONGs son corresponsables de la pérdida de soberanía
estatal en extensas áreas de la Amazonía”.
Es, pues, importante subrayar que la cuenca amazónica es de soberanía
brasileña, boliviana, peruana, ecuatoriana, colombiana, venezolana, etc. en los
territorios correspondientes, soberanía sujeta a la dialéctica democrática en
dichos países y que está preñada de graves responsabilidades internacionales.
¡Es un bien de y para América Latina, que tiene que cuidar ese bien que es para
todo el mundo!
En modo provocatorio, Cristovan Buarque, exgobernador del Distrito
Federal en Brasil, planteaba lo siguiente: si hay que internacionalizar la Amazo-
nía porque es un patrimonio común de la humanidad, internacionalicemos las
reservas del petróleo del mundo entero, los grandes capitales financieros de los
países ricos, los grandes museos del mundo, entre otros bienes que tienen que
considerarse comunes…

15. Importancia de la Amazonía para la integración sudamericana


La cuenca amazónica está presente en 9 países sudamericanos, pero cada vez
más jugará un papel fundamental en la integración de toda Sudamérica. Cierta
imaginería la presenta como región remota y aislada cuando, en cambio, su rea-
lidad está estrechamente vinculada a todo el Brasil y se da una fuerte interacción
con los Andes y sus selvas tropicales. La cooperación transfronteriza es intensa
y sólo la Colombia amazónica no está comunicada con el Brasil amazónico por
una autopista. Considerarla un enorme bolsón casi vacío de reservas indígenas
descoyunta la geografía sudamericana e impide afrontar con seriedad y perspectiva
históricas la necesaria y fundamental integración de una América Latina que fue
“balcanizada” y que sin emprender un intenso proceso de integración y coopera-
ción no logrará afrontar su desarrollo auto-sostenido, sus gravísimos problemas
sociales, la liberación de su dependencia subalterna y su autónomo papel en el
201
AMAZONÍA SALESIANA

concierto internacional. La Amazonía se irá volviendo centro neurálgico de todo


Sudamérica y no una región marginal.
Si no se tienen muy presentes los ejes conductores reales y viables de proce-
sos de integración, la referencia a la “Patria Grande” arriesga reducirse a retórica
romántica o utópica. Es en este sentido que la alianza entre Brasil y los países
hispanoamericanos - que rompe una secular contraposición, incomunicación e
ignorancia recíprocas-, es absolutamente fundamental. El MERCOSUR fue un
salto cualitativo en esa dirección, pero ha ido quedando empantanado, limitado
a algunos intercambios comerciales siempre amenazados por los “proteccio-
nismos” reclamados por intereses locales y nacionales, carente de dirigencias
políticas, empresariales y populares que hayan sabido desarrollarlo a todos los
niveles como expresión de fraternidad de los pueblos y base común de desarrollo
autosustentable y sostenido. Hoy arriesga ser sepultado por miras políticas muy
estrechas. Esto será un grave mal para América Latina, pero su destino será resur-
gir cuando resurjan los pueblos y dirigencias esclarecidas. La Amazonía es hoy
comunicación estratégica del Brasil con los países sudamericanos de la Alianza
del Pacífico. Las obras de infraestructura física, eléctrica, de energía y telecomu-
nicaciones que promuevan esa integración, con todos los cuidados humanos y
ambientales requeridos, serán para bien de los pueblos concernidos. ¿Acaso no
es positivo el proyecto en curso del “Corredor Ferroviario Bioceánico de Inte-
gración”, que unirá, atravesando Bolivia, el puerto peruano de Ilo -al sur, cercano
a Tacna- con Santos, cercano a Sao Paulo, en Brasil, megaproyecto con apoyo

Decía Cristovan Buarque que si hay que internacionalizar la Amazonía porque es


un patrimonio común de la humanidad, internacionalicemos las reservas del petróleo,
los grandes capitales financieros, los grandes museos del mundo, entre otros bienes
que tienen que considerarse comunes.

202
4.  Nuevos caminos

chino que impulsa el gobierno del presidente Evo Morales e incluye a Uruguay,
Paraguay y Argentina por la hidrovía de los ríos Paraguay-Paraná? ¿Acaso no son
necesarias la autopista trans-amazónica o la que recorre 5.000 kilómetros junto
al río Amazonas? Los fundamentalistas que rechazan de plano todas las obras
de infraestructura no hacen bien a la Amazonía – dejan a poblaciones indígenas
aisladas, incomunicadas e impotentes-, ni a la integración de América Latina ni
al desarrollo de sus naciones.
Incluso cabe soñar con la vinculación del Caribe latinoamericano con el
Río de la Plata, y de las dos cuencas fundamentales, la de la Amazonía y la cuenca
platense, por medio de un sistema de hidrovías que serían de gran importancia
para la unidad latinoamericana y el desarrollo de nuestros pueblos y naciones.
Además, habría que rescatar y estudiar lo que significa el Tratado de Coo-
peración Amazónico y las tareas que tendría que emprender.
La Iglesia católica cuenta con una profunda autoconciencia latinoameri-
cana. El CELAM es expresión de su latinoamericanización, signo de unidad de
sus pueblos. Su misión, pues, tiene que saber avizorar estos horizontes y apoyar
todo lo que signifique más concreta comunicación, fraternidad y solidaridad
entre los pueblos hermanos.

16. Las amenazas de la fragmentación


La región pan-amazónica es una definición geográfica marcada por la selva
tropical húmeda, la cuenca hidrográfica y la presencia de muy diversas etnias
indígenas, pero no constituye un sujeto político.
En la historia moderna de una América Latina ya “balcanizada” después de
los procesos de independencia de los imperios hispánicos, hubo quienes propu-
sieron fragmentarla aún más, repitiendo mecánica y groseramente los escritos
de Stalin sobre “la cuestión nacional”. Hubo estalinistas – como señala Jorge
Abelardo Ramos en su “Historia de la Nación Latinoamericana” – que propusie-
ron, por ejemplo, dividir el Perú en dos Estados soberanos, uno quechua y otro
aymará, o que hablaron de la existencia de más de 34 nacionalidades en Bolivia
con derechos de soberanía. Son disparates ya lejanos.
Sin embargo, hay actualmente quienes bregan por una “nación guaraní”,
separando territorios de Paraguay, Bolivia y Brasil. En Chile hay quienes luchan
por la independencia territorial y soberana de la nación mapuche. Una cosa es
el legítimo, justificado y positivo autogobierno de los pueblos indígenas para la
defensa de sus derechos, tierras y culturas, pero otra cosa es la fragmentación en
pequeñas entidades soberanas impotentes. No se puede “apostar – dijo el expre-
sidente ecuatoriano Rafael Correa – a la fragmentación del Estado o a poner
203
AMAZONÍA SALESIANA

fin a la unidad nacional. La idea de siempre fue la de reconocer la diversidad y


la diferencia para lograr que los indios estén más integrados y cohesionados en
cuanto nación, pero no para generar cualquier autonomía territorial que enfla-
quezca el Estado nacional”.
“Integración con plena participación” de los indígenas en las sociedades
nacionales, señaló el papa Francisco, quien ha destacado en muchas oportunidades
el carácter mestizo de América Latina. Este mestizaje involucró, desde el siglo
XVI, a las tres mayores familias raciales del planeta: por orden de su aparición
en América, mongoloides, caucasoides y congoides. Las más variadas etnias y
culturas indígenas, los hispánicos de seculares y diversos estratos culturales y
los esclavos de las diversas culturas africanas se dieron cita en el Nuevo Mundo.
Un católico, ministro de educación de la Revolución mexicana, José Vasconcelos,
habló poéticamente de una “raza cósmica”, de América Latina llamada a ser lugar
de encuentro y síntesis de las razas del mundo. Es evidente, como lo señala el
documento de Aparecida, que ese mestizaje ha sido incompleto y desigual, car-
gado de dominaciones, y que requiere la incorporación y valorización de “todas
las sangres” (como dice el escritor José María Arguedas). Es un mestizaje étnico
y cultural que sigue procesándose en nuestra actualidad y es bueno que siga pro-
cesándose. También las poblaciones indígenas están destinadas a “mestizarse en
nuevas síntesis como en el pasado” (cfr. alocución del papa Francisco al Colegio
Pío Latinoamericano, 15.XI.2018).

17. ¡Más experiencias pastorales!


El Documento Preparatorio del Sínodo pan-amazónico deja el sabor de una
insuficiente consideración de la acción pastoral de la Iglesia en la Amazonía. Se
pasa del diagnóstico a la denuncia, agregando algunas consideraciones teológicas
muy marcadas por un clericalismo abstracto. No se advierte concretamente cómo
se realiza la misión evangelizadora en aldeas, comunidades y ciudades. Nada se
dice sobre los procesos de catecumenado, que es proceso paciente que busca
inculturar la fe, bebiendo de dos ríos, que son la cultura indígena y el Evangelio,
lo que permite poco a poco llegar a una síntesis, que no es sincretismo. Hay her-
mosas y fecundas experiencias de catecumenado inculturado entre los Xavantes
(Mato Grosso), Yanomani (Venezuela), Achuar (Perú), Shuar (Ecuador). Falta en
el documento toda referencia a la educación en la fe, cuáles los métodos y caminos
de formación cristiana de las muy diversas comunidades y pueblos amazónicos,
cuáles son los ministerios no ordenados que se experimentan y cómo funcionan
algunos centros de formación para los ministerios que existen en algunas cir-
cunscripciones eclesiásticas, cómo se edifican las comunidades cristianas, cuáles
204
4.  Nuevos caminos

son los aportes concretos de congregaciones misioneras de religiosos y religiosas


con vasta experiencia en la Amazonía, de dónde vienen y cuál es la inserción de
misioneros extranjeros que llegan a la Amazonía, cómo se usan los medios de
comunicación social para la evangelización, cómo se trabaja en la pastoral de la
familia (en general, muy disgregada) y de los jóvenes (en su 100% emigrantes, en
forma definitiva o parcial, hacia las ciudades, muy abandonados por la pastoral,
que, en el mejor de los casos, las comunidades evangélicas, muy bien organizadas,
los incorporan en sus comunidades y en el mercado de trabajo). Quisiéramos
también saber cómo se realizan las “misiones itinerantes” en la Amazonía, qué
significa la “conversión pastoral” en la región… El Documento Preparatorio deja el
sabor de la necesidad de mucho mayor intercambio, discernimiento y propuestas
de experiencias pastorales que se llevan a cabo. Esto seguramente se realizará en
el camino sinodal que lleva al “Instrumentum Laboris” y en la misma Asamblea
del Sínodo.

18. La cuestión de los ministerios


Uno de los temas que se subraya en el Documento Preparatorio es el de las
comunidades que carecen de la presencia del sacerdote y que, por lo tanto, no
reciben la Eucaristía – fuente y culmen de comunión – más que esporádicamente.
Esto es ciertamente motivo de preocupación y sufrimiento, pero se plantea, ade-
más, para sugerir y quizás “presionar” en el sentido de la ordenación de los “viri
probati” entre los indígenas.
Todos sabemos bien que el celibato no es exigencia de derecho divino para
el sacerdocio presbiteral, pero que sí es esencial para la vida religiosa. Contamos
en la Iglesia católica con sacerdotes casados de Iglesias orientales y también con
sacerdotes casados que han pasado de las Iglesias anglicanas a la católica. Hay
que ver el embarazo de los sacerdotes en la predicación cuando en los Evangelios
se habla de la suegra del apóstol Pedro. Pero también sabemos que la disciplina
de la castidad sacerdotal es un don precioso del Espíritu Santo para bien de los
mismos sacerdotes, de sus comunidades y de toda la Iglesia. Es muy impresionante
pensar que desde los primeros siglos de vida de la Iglesia ha habido millones de
hombres que han dejado todo para pertenecer sólo a Cristo, para servir con dedi-
cación total de su vida a Dios y a sus hermanos. Son como los “revolucionarios
profesionales” del Evangelio. Sabemos, en fin, que los sacerdotes son pecadores
como todos los fieles, que mantenerse en castidad es difícil en esta sociedad actual
pan-sexualizada, erotizada y libertina sin la ayuda de la gracia de Dios, que somos
testigos presenciales incluso de crímenes abominables cometidos por sacerdotes.
Todo esto lo sabemos.
205
AMAZONÍA SALESIANA

Ciertamente, no puede considerarse un mal que el tema se discuta, se


reflexione, se discierna a la luz del Espíritu Santo. Esto puede provocar “escándalo”
sólo entre los “bien-pensantes”. Sin embargo, no creo que pueda resolverse lo de
los “viri probati” mirando sólo a la Amazonía, como creando una excepción para
la Amazonía. Sería proceder por “parches” en materia que es católica y abrir las
compuertas de modo tal que sería muy difícil evitar los muy fuertes flujos en
todo el mundo. Si es tema que quiere afrontarse, pues se llame a un Sínodo no
“especial” sino universal. ¿Acaso la carencia de sacerdotes no se da en las situa-
ciones sociales y culturales de las periferias de grandes ciudades, en las islas de
Oceanía o en las sabanas africanas?
No es momento muy oportuno para afrontar esta temática. Se arriesgaría
considerarlo una concesión a los grandes poderes que están divulgando por
doquier - precisamente en esta hora en que se asiste a los crímenes de abuso de
poder y abuso sexual por parte de clérigos -, la falsa opinión de que el celibato es
imposible o genera enfermos. No haría más que provocar muy fuertes divisiones
en la Iglesia alimentadas por los que esperan dónde aferrarse para echar leña al
fuego. Sobre todo, creo que nada se logra rebajando los niveles de exigencia espiri-
tual par la vida de los cristianos y de los mismos sacerdotes. Además, nada dice el
Documento Preparatorio ni siquiera de los ministerios no-ordenados de la Palabra
y la Eucaristía y no se pregunta por qué no se ha desarrollado más la experiencia
diaconal en Amazonía (como el papa Francisco lo ha sugerido). Para afrontar la
grave cuestión de la escasez de sacerdotes en la Amazonía, pienso que se pueden
seguir al menos cuatro vías maestras. La primera es la de prestar más dedicación y
oración por las vocaciones sacerdotales amazónicas, incluso vocaciones sacerdo-
tales indígenas. Hay Congregaciones religiosas, como la de los padres salesianos,
que cuentan ya con varios sacerdotes de diversas etnias indígenas amazónicas.
Y existen numerosos sacerdotes indígenas que son mapuches, tukanos, aymara,
quechuas, xavantes… Mons. Edson Damian, Obispo de São Gabriel da Cachoeria,
realizó el 17 de marzo pasado la ceremonia de ordenación sacerdotal del primer
presbítero del pueblo baniwa, P. Geraldo Trinidade Montenegro, conocido como
Geraldo Baniwa. ¿Acaso se cuela subrepticiamente el preconcepto racista de que
los indígenas amazónicos no son capaces, por su cultura, del celibato? También
se decía en los siglos XVIII y XIX que los africanos no podrían ser sacerdotes por
falta de predisposición al celibato, pero en el contexto de la encíclica “Maximun
Illud”, congregaciones como los Espiritanos y los Padres Blancos hicieron florecer
en África los seminarios diocesanos, que dieron origen a todo el episcopado y
clero africano, que continúa a crecer. Guatemala es el país de mayor población
indígena de América Latina, y en su diócesis más indígena, la de Sololá-Chi-
maltenango, el Obispo afirma que la mayor parte del clero es indígena y que
prácticamente lo son todos sus numerosos seminaristas. Cuando el testimonio
206
4.  Nuevos caminos

de los pastores, cerca- “Donde hay vida, fervor, ganas de llevar a Cristo a los demás,
nos a las comunidades surgen vocaciones genuinas” (EG 107).
indígenas, sabe ser, por
gracia de Dios, transpa-
rente de la presencia de
Cristo, apasionado en la
caridad, pedagogo en el
crecimiento de discípu-
los-misioneros, perseve-
rante en la oración, no
falta la gracia de Dios
para suscitar nuevas
vocaciones sacerdota-
les. Si durante 15 años
no ha habido ninguna
vocación sacerdotal o
religiosa en una diócesis, hay que preguntarse qué es lo que ha ido mal…Si no
hay una vida eclesial donde se respira la fe, la esperanza y la caridad, si no se
cultiva la vida de oración y propone la belleza de la liturgia y de los sacramentos,
si no se centra todo en el encuentro personal y comunitario con Cristo, si no
se es dócil al Espíritu Santo y sus dones…, es lógico que falten las vocaciones
sacerdotales y que el tema del celibato resulte incomprensible. La segunda es la de
enviar sacerdotes de las regiones eclesiásticas de los países con zonas amazónicas,
que tienen muchas vocaciones y clero, a cooperar como pastores-misioneros en
la Amazonía. ¿Cómo es posible que abunden los sacerdotes latinoamericanos, y
especialmente colombianos, en Estados Unidos, Canadá, España y otros países
europeos pero que sea difícil enviar pequeños grupos de sacerdotes, que periódi-
camente se turnen, a trabajar pastoralmente en las circunscripciones amazónicas
del país? La tercera vía posible es hacer un nuevo llamado a toda la catolicidad para
la disponibilidad de sacerdotes “fidei-donum” para la Amazonía, promoviendo
y alentando la solicitud apostólica “ad gentes” de las Iglesias locales. La cuarta
vía posible por recorrer es confiar o encomendar prefecturas apostólicas en las
regiones amazónicas a realidades eclesiales, como el Camino Neo-Catecumenal
u otras nuevas comunidades o movimientos eclesiales, para que envíen grupos
de sacerdotes acompañados por familias a dichas regiones. Ya hay experiencias de
estas comunidades y movimientos en algunas diócesis y prefecturas apostólicas,
que habría que valorizarlas.
Y no dejemos de recordar que la Iglesia en Corea tuvo su implantación y
fuerte desarrollo por más de un siglo sin sacerdotes, pero con excelentes catequis-
tas, y que sobrevivió en Japón durante 200 años sin la presencia de sacerdotes.
207
AMAZONÍA SALESIANA

19. Varios
No hay que olvidar la Fundación “Populorum Progressio”, creada por San
Pablo VI después de su viaje apostólico a Colombia, que desde hace 50 años ayuda
económicamente a proyectos pastorales y de promoción humana para campesinos
e indígenas de América Latina, así como importantes agencias eclesiales de ayuda
de Norteamérica y países europeos que con generosidad y solidaridad sostienen
muchas actividades en la Amazonía.

Tampoco hay que olvidar que la Santísima Virgen María eligió a un indígena
para ser su mensajero en los albores de la evangelización. San Juan Diego es el
testimonio de la santidad a la que todos los indígenas están llamados, abrazados
por la ternura de Dios que se refleja en el rostro de su Madre y madre nuestra,
imagen de la Iglesia.

La metrópolis amazónica de Manaus.

208
4.  Nuevos caminos

5.  JÓVENES INDÍGENAS


Y PROCESOS DE URBANIZACIÓN
EN AMÉRICA LATINA.
SUEÑOS Y DESAFÍOS.
Profa. Gabriela Bernal,
Universidad Central do Ecuador,
Universidad Católica de Lovaina
(Ecuador - Bélgica)

Al enfrentar la complejidad de la problemática amazónica, surgen algunos


aspectos a tener presente en el próximo Sínodo, para poder ofrecer una respuesta
pastoral adecuada.
El grande fenómeno que afrontamos es el de la movilidad humana lati-
no-americana, particularmente la indígena y juvenil. El joven emigra inexo-
rablemente de las áreas rurales al medio urbano, normalmente encontrando
condiciones de pobreza y de vulnerabilidad, a la cual se suma la búsqueda de una
nueva identidad cultural frente al impacto de la cultura urbana.

1. ¿Movilidad Humana o Migración?


Si hasta hace unos años, los antropólogos buscaban a los “exóticos” fuera de
sus países, la movilidad humana, en todas sus variantes, ha traído hasta la puerta
de la casa, a aquellas personas que se consideraban “diferentes”, “tradicionales”,
“no modernas”.
El proceso de urbanización ha
traído consigo otras formas de pensar
el espacio y el territorio y sobretodo, ha
llegado hasta el corazón y las mentali-
dades de la gente.
El concepto -movilidad humana-
es relativamente nuevo y existe para refe-
rirse a los procesos concretos que cual-
quier persona, familia o grupo humano
realiza o experimenta para establecerse Urbanización indigena.
temporal o permanentemente en un
209
AMAZONÍA SALESIANA

sitio diferente a aquel


en donde ha nacido
o residido hasta el
momento (Benavides
& Rodas, 2009). Este
proceso implica el
cruce de los límites de
una división geográ-
fica o política dentro
de un país o hacia el
exterior (OIM, 2012).
La migración
es una de las catego-
Los jóvenes construyen sus ideales y aspiraciones desde el rías de la movilidad
modelo urbano, aun cuando vivan en el sector más apartado.
humana, este término
se aplica a aquellas
personas, y los miembros de su familia, que se desplazan a otro país u otra región
con el fin de mejorar sus condiciones materiales y/o sociales (OIM, 2004).
La migración es un hecho social que hace referencia a los diferentes movi-
mientos de las personas de un lugar a otro y conlleva un cambio de una delimi-
tación administrativa y/o política (Macadar, 2010). Por lo tanto, la migración
puede darse dentro de un país o fuera de él y tiene ciertas especificidades que la
diferencian de otras formas de movilidad humana como el refugio y el despla-
zamiento forzado.

2. La migración urbano – rural


La migración del campo a la ciudad no es fenómeno nuevo. Sin embargo,
hoy en día presenta ciertas características que lo hacen muy particular:
1.  Lo urbano y lo rural no funcionan como espacios desarticulados, sino
como un continuo. Es decir, no existen límites rígidos entre uno y otro; no solo
por los constantes intercambios de productos, sino sobre todo, porque las per-
sonas los habitan transitándolos. No hay un momento definitivo del uno o del
otro, sino que están siempre presentes.
2.  Las vías de comunicación y las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) contribuyen a esta vivencia.
3. Las mentalidades se han urbanizado. Es decir, lo urbano en tanto
hecho cultural, ha llegado hasta el sector rural más apartado. La gente del espacio
210
4.  Nuevos caminos

rural, construye sus ideales y aspiraciones desde el modelo urbano, aun cuando
vivan en el sector más apartado. Este fenómeno es particularmente sensible en
el mundo juvenil, donde en la más recóndita aldea Yanomami, los jóvenes tienen
acceso a las TI.
Desde el 2017, el mundo es mayoritariamente urbano. Desde mediados del
s. XX el mundo se iba configurando como un espacio mayoritariamente urbano.
América Latina en tanto región ha vivido este proceso con distintos matices. Así,
para 1960 Argentina, Chile y Uruguay ya eran mayoritariamente urbano. Pero la
mayor parte de países vieron crecer este porcentaje de forma sostenida a lo largo
de los últimos 60 años.

Población urbana (% del total)3


País 1960 1970 1980 1990 2000 2010 2017
Argentina 73.61 78.88 82.89 86.98 89.14 90.97 92.03
Bolivia 36.76 39.78 45.45 55.58 61.83 66.43 69.3
Brasil 46.14 55.91 65.47 73.92 81.19 84.34 86.17
Chile 67.84 75.23 81.24 83.27 86.07 88.59 89.86
Colombia 45.03 54.82 62.12 68.28 72.08 75.04 76.98
Costa Rica 34.25 38.83 43.1 50 59.05 71.73 78.48
Cuba 58.4 60.27 68.11 73.36 75.32 76.6 77.3
R.Dominicana 30.23 40.21 51.28 55.23 61.75 73.75 80.65
Ecuador 33.88 39.28 46.96 55.09 60.3 62.69 64.22
Guatemala 31.12 35.55 37.4 41.12 45.13 49.32 52.49
Honduras 22.75 28.9 34.87 40.46 45.46 51.7 55.89
Haití 15.59 19.76 20.54 28.51 35.6 52.02 60.88
México 50.75 59.02 66.34 71.42 74.72 77.83 79.78
Nicaragua 39.58 47.03 49.94 52.34 54.74 57.26 59.44
Panamá 41.25 47.64 50.45 53.9 62.2 65.12 67.2
Perú 46.81 57.41 64.57 68.9 73.04 76.92 79.23
Paraguay 35.57 37.07 41.69 48.69 55.33 58.49 60.19
El Salvador 38.35 39.4 44.06 49.23 58.91 64.29 67.64
Uruguay 80.24 82.37 85.39 88.97 92.03 94.41 95.6
Venezuela 61.61 71.85 79.19 84.28 87.98 88.77 89.1

3
  Banco Mundial, https://datos.bancomundial.org/indicador/SP.URB.TOTL.IN.ZS (acceso
01/02/2019).

211
AMAZONÍA SALESIANA

3. ¿Quién se urbaniza en América Latina?


La migración del campo a la ciudad, es decir, el proceso de movilidad
Amazonía Salesiana. El Sínodo nos interpela. -145-
humana que busca mejores ingresos económicos, ha sido realizada en América
Latina, por los
3. ¿Quién más pobres.
se urbaniza En este sentido,
en América Latina?las ciudades latinoamericanas han
crecido
La migración del campo a la ciudad, es decir, el bolsones
de forma desordenada y generando proceso de de pobreza
movilidad y/o miseria.
humana que
busca mejores ingresos económicos, ha sido realizada en América
Fruto de este proceso, los barrios de las ciudades latinoamericanas Latina, por los másse han
pobres. En este sentido, las ciudades latinoamericanas han crecido de forma desordenada
yconfigurado desdededistintas
generando bolsones pobreza y/omatrices
miseria.culturales rurales. El barrio intenta guardar
ciertos
Frutopatrones
de este que recuerden
proceso, a la comunidad
los barrios de las ciudadesde origen 4
.
latinoamericanas se han
configurado desde distintas matrices culturales rurales. El barrio intenta guardar ciertos
patrones que recuerden a la comunidad de origen.50

Población urbana (% del total)


90,00

80,00

70,00

60,00

50,00

40,00

30,00

20,00

10,00

0,00
1960 1980 2000 2017
América Latina y
el Caribe (excluido 45,61 62,01 73,78 79,26
altos ingresos)
América Latina y
49,28 64,24 75,25 80,33
el Caribe

4.4.La
La población
población indígena se hace
indígena urbana
se hace urbana
En términos generales, el sub-registro numérico de la población indígena es uno de
los problemas más graves. Sin embargo, la pobreza sigue afectando o profundizándose
entre la En términos
población generales,
indígena el sub-registro numérico de la población indígena
latinoamericana.
es uno de los problemas más graves. Sin embargo, la pobreza sigue afectando o
profundizándose entre la población indígena latinoamericana.

50 Fuente: Banco Mundial. https://datos.bancomundial.org/indicador/SP.URB.TOTL.IN.ZS


4
  Banco Mundial, https://datos.bancomundial.org/indicador/SP.URB.TOTL.IN.ZS (acceso
06/02/2019).

212
4.  Nuevos caminos

El 43% de hogares indígenas en AL vive en la pobreza y es más del doble


de la proporción de no indígenas. El 24% de todos los hogares indígenas vive en
condiciones de pobreza extrema5.

% de Población Indígena Urbano-Rural en América Latina


Honduras 15 85
Ecuador 21 79
Colombia 22 78
Panamá 24 76
Brasil 29 71
Nicaragua 38 62
Costa Rica 41 59
Bolivia 48 52
El Salvador 51 49
Perú 53 47
México 54 46
Venezuela 63 37
Chile 65 35
América Latina 49 51

0 20 40 60 80 100 120
Urbano Rural

Una población latinoamericana mayoritariamente urbana trae consecuen-


cias tanto en el área urbana como en lo rural.
En el área urbana la pobreza es más evidente, dura y difícil que en las áreas
rurales. Las redes comunitarias que permitían sobrevivir en lo rural, en lo urbano
son anacrónicas y/o tardan mucho tiempo en configurarse. La mayor cantidad
de pobres están en las ciudades y esta tendencia continua a aumentar.
En el sector rural, si bien es menos visible, se concentra la pobreza extrema.
El problema no es la cantidad de pobres, sino la profundidad de la pobreza que
se vive en el sector. La brecha en cuanto a condiciones de vida (salud, empleo,
vivienda, educación), se polariza aún más en la relación campo-ciudad.

5. ¿De qué sector rural estamos hablando?


El sector rural latinoamericano presenta sus propias características y merece
su propio análisis.

5
 http://documents.worldbank.org/curated/en/541651467999959129/pdf/98544-WP-P148348-Bo
x394854B-PUBLIC-Latinoamerica-indigena-SPANISH.pdf (acceso 03/02/2019).

213
AMAZONÍA SALESIANA

Resulta importante, sin embargo, que, para pensarlo, analizarlo o proyectar


trabajos sobre él, se lo pueda concebir como un continuo con lo urbano.
En AL la desigualdad se expresa en las brechas de desarrollo entre las áreas
urbanas y rurales y dentro de las mismas áreas rurales (clase, etnicidad y género).
En el área rural, la población es cada vez menor y más vieja. En el 2015
los mayores de 65 años constituían el 7.4% de la población rural. La población
joven: 25.4 %6

6. El sector rural latinoamericano


La pobreza rural cae en la última década en toda América Latina7:
•  Del 55% en 2008, se pasa al 46% en 2014.
•  Sin embargo, sigue siendo casi el doble que en el área urbana: 24%.
•  Se ha producido también un incremento en la participación femenina
en el mercado laboral: del 20% en 1980 al 25% en 2015.
•  35% de la población económicamente activa (PEA) del sector rural son
jóvenes.
•  2.8 millones de jóvenes trabajan en el sector agrícola.
•  Tasa de desempleo abierto rural: 5%. El problema del empleo rural es
la calidad.
•  Disminución del empleo agrícola y aumento en el sector servicios.

7. La estructura productiva rural


El tipo de producción rural favorece las medianas y grandes empresas que
poseen sólidos capitales y avances tecnológicos. Estas empresas son apoyadas
por políticas públicas de estímulo y fomento. Este tipo empresarial se inserta
exitosamente en cadenas agroalimentarias y agroindustriales globalizadas no
siempre sensibles a las problemáticas ecológicas a largo término.

6
  OIT, http://nuso.org/media/documents/PERS._Reinecke_Faiguenbaum_FF.pdf (acceso
15/01/2019).
7
  OIT, http://nuso.org/media/documents/PERS._Reinecke_Faiguenbaum_FF.pdf (acceso
15/01/2019).

214
4.  Nuevos caminos

8. Sectores socio productivos de pequeña agricultura.


Los sectores productivos de pequeña producción son de Base familiar. Por
lo general la población rural no es propietaria de la tierra.
En la Amazonía, particularmente, se desplaza violentamente a la población
indígena hacia las grandes capitales por la incidencia de mineros, madereros,
agropecuarios o petroleros. Estos tipos de producciones son heterogéneos con
distintas lógicas agroecológicas y socioculturales.

Deforestación en Ecuador.

215
AMAZONÍA SALESIANA

9. Estrategias de supervivencia de las familias rurales


La producción agrícola familiar por cuenta propia: supone el trabajo no
remunerado del jefe o jefa de familia y/o más familiares. Las actividades micro
empresariales no agrícolas muchas veces están destinadas al mercado local. Los
empleos asalariados en la agricultura o en otros sectores, en la localidad o en
zonas aledañas son, por lo general, de carácter temporal.
La emigración de uno o más miembros de la familia sirve de soporte cuando
se consigue el envío de las remesas.
También existen los Ingresos no laborales provenientes de diversos tipos
de transferencias públicas (jubilaciones, pensiones).

10. La pobreza se hace urbana:


En tres décadas (1970-1999),
la pobreza de la región se convirtió
en un problema urbano.
En 1970, el 37% de los pobres
eran urbanos.
En 1980, 57%.
Y en 1999, el 62% de los pobres
se ubicaban en las áreas urbanas8. Palafito en la periferia urbana.

11. Jóvenes y empleo


En América Latina y el Caribe hay 108 millones de jóvenes entre 15 y 24
años de edad. De estos, 56 millones forman parte de la fuerza laboral, es decir,
ya cuentan con un empleo o están en búsqueda de uno. Y la realidad es que su
panorama laboral no es tan positivo, pues enfrentan muchas más dificultades (más
desempleo, peores salarios…) que aquellos trabajadores con más experiencia.
América Central es la región con menores índices de población urbana en
comparación con la tendencia de la región.
Aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan son conocidos como “ninis”.
En la región, uno de cada cinco jóvenes de entre 15 y 24 años entra dentro de ese
grupo. Este porcentaje es aún mayor y alcanza a uno de cada cuatro jóvenes en

8
  https://www.semana.com/cultura/galeria/amazonas-desbordado-galeria/271468-3 (acceso
01/10/2018).

216
4.  Nuevos caminos

países como Honduras, Guatemala, El Salvador o Nicaragua. Este problema es


particularmente agudo para los jóvenes de bajos ingresos. Conforme empeora
la situación económica del hogar, el porcentaje de ninis aumenta9.
El desempleo afecta más a los jóvenes que a los adultos (25 a 64 años). De
hecho, el porcentaje es tres veces mayor: 16% frente a un 5% para los adultos.
Otro problema reside en que los jóvenes tienden a insertarse en el mer-
cado de trabajo a través de empleos informales, es decir, sin acceso a beneficios
como seguro de salud, pensiones o vacaciones. Según datos de 2015, del total de
jóvenes ocupados en la región (42,5 millones), solamente el 35% (14,7 millones)
se desempeñaba en trabajos formales. Por el contrario, entre los adultos que se
encuentran ocupados (203 millones), el 49% se encuentra en trabajos formales10.

Empleo joven en América Latina y


el Caribe
30

26
25

20

16 16
15
15
12
10
10

5
3
1 1
0

9
 BID, https://blogs.iadb.org/trabajo/2017/05/11/reto-de-visualizacion-de-datos-el-
empleo-joven-en-america-latina- (acceso 02/10/2019).
10
 BID, https://blogs.iadb.org/trabajo/2017/05/11/reto-de-visualizacion-de-datos-el-
empleo-joven-en-america-latina-y-el-caribe (acceso 30/09/2018).

217
AMAZONÍA SALESIANA

12. Jóvenes y salud


Se estima que en América Latina el 50% de los jóvenes menores de 17 años
son activos sexualmente. Desde una perspectiva de salud pública, el inicio precoz
de las relaciones sexuales genera riesgos de embarazos tempranos y de contraer
enfermedades de transmisión sexual y VIH/SIDA.
La juventud amazónica, expuesta a procesos de expansión de minería,
petroleras, está mucho más expuesta a este tipo de procesos.
El choque cultural desarticula los patrones culturales para el estableci-
miento del matrimonio y la familia, desampara a las mujeres y genera infinidad
de huérfanos11.

Problemas de salud mental


La noción de violencia estructural permite comprender los determinantes
sociales que generan sufrimiento, enfermedad y muerte.
La pérdida y devastación de los territorios, la ruptura de la vida social y
espiritual ligada a ellos, los cambios forzados en la organización tradicional y
la acelerada entrada a la modernización provoca que sean jóvenes y mujeres los
más propensos al suicidio.
En América Latina se pueden distinguir dos tendencias:
1.  Mayor mortalidad por suicidio entre indígenas que entre no indígenas,
sobre todo cuando son jóvenes.
2.  El suicidio entre jóvenes indígenas se irradia hacia grupos etarios cada
vez menores: se observa incremento de suicidios de niños y adolescentes indígenas.
La desestructuración de los modos de vida tradicionales y la inserción
violenta en los espacios urbanos, inciden directamente en procesos depresivos
entre los jóvenes indígenas.

13. ¿Qué reflexiones podemos plantearnos a partir


de esta situación?
Las políticas públicas se diseñan para un mundo que ya no existe. El empleo,
salud y educación profundizan las brechas entre lo urbano y lo rural. El fenómeno
al cual asistimos es que se urbanizan los pobres y los indígenas amazónicos. La
pobreza se vive particularmente en las ciudades.

11
  https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/35357/1/S2011118_es.pdf (acceso
12/12/2018).

218
4.  Nuevos caminos

Lo urbano y lo rural se estructuran como un continuo más que como


espacios relacionados.
Se urbanizan las mentalidades. Una vez urbanizadas las mentalidades
existen consecuencias concretas en la estructuración de las sociedades “rurales”.
La cultura urbana acarrea cambios en las comunidades rurales en relación a la
familia, la autoridad, valores.
¿Somos conscientes de la magnitud del proceso de urbanización?
¿Qué instituciones pueden mantenerse firmes en medio de la lógica violenta
de los procesos modernizadores?
El no acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación
genera nuevas formas de inequidad, especialmente entre los jóvenes.
¿Cómo entender a los pueblos indígenas desde la interacción urbano/rural?
Las formas de urbanización de los pueblos indígenas, desestructuran las
formas de autoridad tradicionales y resquebrajan la imagen del padre, generando
multitudes de huérfanos que generan nuevas formas de violencia.
El subregistro estadístico oficial impide enfrentar temas como el crecimiento
del VIH-SIDA o de las ETS, que según diversas fuentes tiene tintes de pandemia
en la Amazonía.
La salud mental de los jóvenes es uno de los elementos que más se encuen-
tra en riesgo.
Esta presentación sociológica de la urbanización de la pobreza, de los
indígenas y de los jóvenes, levantan cuestionamientos profundos a la actividad
pastoral de la Iglesia.
¿Cuál es nuestra presencia, como Iglesia, en las periferias de las ciudades
amazónicas y no amazónicas, lugares de destinos de millares de pobres, de
indígenas de jóvenes?
¿Cuáles son los puentes entre las comunidades rurales y urbanas que la
Iglesia podría tender?
¿Cómo preparamos a los jóvenes a la interculturalidad: a la valorización de
sus propias raíces y a enfrentar una cultura urbanizada y urbanizante, donde las
lógicas de sobrevivencia e integración son diversas de las tradicionales e rurales?
¿En qué manera acompañamos pastoralmente en contextos urbanos a
este flujo migratorio?

219
AMAZONÍA SALESIANA

6.  PERSPECTIVAS TEOLÓGICAS,


ECLESIALES Y MISIONARIAS
PARA LA REGIÓN AMAZÓNICA
Mons. Raúl Biord Castillo, sdb12,
Obispo de La Guaira (Venezuela)

PÓRTICO
El Sínodo sobre la Amazonía nos desafía a una profunda renovación misio-
nera a nivel teológico y eclesiológico. Permítaseme un recuerdo personal. Hace
casi 30 años, por invitación del actual Decano de Teología de esta Universidad,
acepté la invitación a dar clases de filosofía del lenguaje y filosofía de la ciencia
en Manaus, en pleno corazón de la selva amazónica. Confieso públicamente mi
primer fracaso universitario. Hice traducir al portugués los apuntes del profesor
Carlo Huber y del profesor Sante Babolin de los cursos recibidos en la Grego-
riana. Fueron unos apuntes maravillosos. Del alemán al italiano, del italiano al
portugués... Cuando llegué a Manaus en contacto con la realidad, tuve que tirar
los apuntes a la papelera. No servían para nada... No expresaban su lenguaje.
Con esos estudiantes amazónicos aprendí que para ir a una misión lo pri-
mero es olvidar lo que se sabe,
aprender a olvidar para apren-
der a aprender... La experiencia
me ha enseñado una de las cosas
más preciosas que he aprendido
en mi vida: es necesaria una acti-
tud de apertura. Cada cultura,
por muy diferente que sea, es
rica en valores y aporta un “Sitz
im Leben”, un “humus cultural”
que es la base de todo encuentro.
En Manaus (estuve dos años) y
en el Vicariato Apostólico de Santa Isabel en el Río Negro.
Puerto Ayacucho (como Vicario

12
  Mons. Raul Biord Castillo, salesiano, es obispo de La Guaira, en Venezuela y segundo vice-presi-
dente de la Conferencia episcopal venezuelana además de consulente del equipo de la Misión continental y
del Departamento de espiritualidad y misión del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

220
4.  Nuevos caminos

Provincial durante 10 años) me encontré con la Amazonía: y cada vez estoy más
convencido de que hay un cambio de paradigma urgente y necesario. Debemos
construir una nueva teología (que no es ni puede ser una adaptación), que parta
de la asunción de la profunda sabiduría de los pueblos originarios (aborígenes),
que es una verdadera filosofía, y de ambas será posible establecer el surgimiento
de una verdadera iglesia amazónica.

1. De la Missiones Ecclesiae a la Missio Dei


- Evangelización ¿en qué sentido?
Diez años después del final del Concilio, Pablo VI publicó la exhorta-
ción apostólica Evangelii nuntiandi (1975), considerada la magna charta de la
evangelización postconciliar y el último documento del Concilio. Juan Pablo II,
refiriéndose a ella, declaró que es “la interpretación del Magisterio del Concilio
sobre la tarea esencial de la Iglesia: `¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!’”
Juan Pablo II había condensado el programa pastoral de la Iglesia en la
expresión de la “nueva evangelización” al final del segundo milenio. La fórmula
fue una intuición de nuestra Iglesia latinoamericana (Puebla 1979). Desde enton-
ces ha resonado sin cesar en los fórum eclesiales, con el riesgo de la pérdida de
su significado. La Encíclica Redemptoris Missio (1990) ve la misión en el sentido
centrípeto, como una salida de la Iglesia para llevar de tres maneras: 1) el trabajo
pastoral ordinario; 2) la misión ad gentes dirigida a los que no conocen a Cristo;
3) y precisamente la nueva evangelización para las zonas intermedias, una vez
cristianas, que deben ser recuperadas (n. 33).
Para el Papa Francisco, la evangelización requiere una nueva actitud: la
Iglesia en salida (para acercarse a los demás con misericordia, sin condenar),
buscando nuevos caminos. En la exhortación Evangelii Gaudium (2013) hay un
cambio de perspectiva: nueva evangelización no significa una de las formas de
la misión evangelizadora de la Iglesia, sino un nuevo modo de evangelizar: “En
realidad, toda auténtica acción evangelizadora es siempre ‘nueva’” (n. 11).
a.  La intuición de Aparecida: La misión paradigmática
La intuición de la Conferencia de Aparecida (2007), asumida por el Papa
Francisco como inspiración de su pontificado y de su propuesta para toda la
Iglesia, es que la evangelización no se reduce a hacer volver a los que han abando-
nado la Iglesia, sino que genera una Iglesia en salida misionera, un pueblo nuevo
y una cultura nueva. En su discurso en el CELAM de Río de Janeiro, en 2013,
utilizó por primera vez la expresión “misión paradigmática”, distinguiéndola de la
“misión continental” o “programática” de Aparecida, subrayando que esta última
221
AMAZONÍA SALESIANA

consiste en la realización de actos de carácter misionero, mientras que la primera


quiere poner en clave misionera la actividad ordinaria de las Iglesias particulares.
Obviamente, esto genera una dinámica de reforma de las estructuras eclesiales.
El “cambio de estructuras” no es el resultado de un estudio organizativo (pro-
gramático), sino una consecuencia de la dinámica (paradigmática) de la misión.
b.  Hacia una nueva fundación teológica de la misión13
La misión es un gran desafío para la gente. El card. Walter Kasper afirma
que es sobre todo un desafío teológico y espiritual. Por lo tanto, la primera tarea
misionera es una comprensión adecuada y compartida de la misión, reflexio-
nando sobre sus condiciones y consecuencias y rezando para que el Señor haga
crecer la semilla.
Se trata de redescubrir la missio Dei (misión de Dios) como paradigma.
De hecho, es el primer modelo, la causa ejemplar de la misión. La economía
revelada en Jesús y por Jesús nos muestra a Dios como la comunión íntima de
tres personas que viven una comunicación mutua entre sí. Lo que caracteriza
a las personas divinas es su salida de sí mismas. Por lo tanto, la misión puede
ser tomada como el hilo conductor de toda la historia de la salvación, desde las
relaciones internas de Dios hasta su salida al mundo y a la Iglesia (por ejemplo,
la propuesta teodramática de Von Balthasar).
Franz Kamphaus, obispo emérito de Limburgo, dice: “Sin la misión, el
cristianismo no habría ido más allá del judaísmo”. Por lo tanto, la misión nos
permite superar el monismo que nos lleva a cerrarnos en nuestra identidad, en
nuestra unicidad, y así impide el reconocimiento de la alteridad del don y del
don como alteridad.
La conciencia misionera nos pide estar entre la gente (inter gentes) e de ir
con alegría a todos los pueblos (ad gentes). Por lo tanto, la misión será siempre
la fuente de la pastoral y no una parte de ella. Se trata de entender la pastoral y la
teología a partir de la misión. La misionología no es una rama de la teología; la
teología es una rama de la misión. Reducir la misión a la pastoral misionera, como
se propone en muchos programas diocesanos, es inaceptable y empobrecedor.
La misión debe establecer la agenda de la teología y de la pastoral. Hoy, la
teología necesita un proyecto misionero más que un proyecto teológico para la
misión, porque la teología y la pastoral no tienen otra misión que la de compartir
la missio Dei.

13
  En esta primera parte retomaré lo expresado en Biord Castillo Raúl, “La missio Dei: ¿Paradigma
de la teología o un caballo de Troya”, en Gil García A. - Meroni F. (ed. por,) La Misión, futuro de la Iglesia.
Missio ad-inter gentes, Madrid 2018, 277-316; y también Biord Castillo Raúl, “Fundamentos teológicos y
nuevas perspectivas de la Misión” en CELAM, Iglesia, tu nombre es Misión. Un compromiso más allá de las
fronteras. Manual de Misionología para seminarios y casas de formación (Bogotá 2019) 95-116.

222
4.  Nuevos caminos

La misión paradigmática nos pide vivir de manera “extrovertida”, como


una comunidad constantemente en salida hacia los más lejanos, y descentrada,
que encuentra su centro en Cristo presente en los más lejanos y empobrecidos.
La misión nos advierte del peligro siempre presente de la auto-referencialidad,
la auto-reproducción, la clonación y de la pastoral de la conservación. La Iglesia
actualiza en la historia la misión de Dios, que Jesús expresó como el reino de Dios.
Una renovación teológica debe recuperar la dimensión trinitaria de comu-
nión y misión. Tanto Jürgen Moltmann como Karl Rahner subrayaron hace años
el debilitamiento de la dimensión trinitaria en la experiencia de la fe y de la teo-
logía: “¿Por qué la mayoría de los cristianos occidentales, tanto católicos como
protestantes, viven en la práctica como si fueran monoteístas?, se preguntaba
Rahner. Debemos recuperar la Trinidad como misterio de salvación, como nos
fue revelada en Jesús. Friedrich Schleiermacher ya decía que no tenemos ninguna
fórmula para el ser de Dios en sí diversa del ser de Dios en el mundo. Pero de este
Dios revelado en Jesús podemos entender la comunión misionera.
c.  “La Iglesia no tiene una misión”, sino “La misión tiene una Iglesia”
Algunos teólogos (por ejemplo, Moltmann) han afirmado que “la Iglesia
no tiene una misión”, sino que “la misión tiene una Iglesia”. La misión no es una
invención de la Iglesia para su preservación, sino que deriva de la decisión salva-
dora de Dios a favor de todos los hombres. La misión es la esencia y la realización
existencial de la Iglesia. La Iglesia es misionera porque Dios es misionero. David
Bosch afirmaba: “La misión no es principalmente una actividad de la Iglesia, sino
un atributo de Dios, porque Dios es un Dios misionero”.
La Iglesia existe en la misión, como dice Ad Gentes, “es por naturaleza
misionera” (AG 2), pero no es el origen ni el fin de la misión. La finalidad de
la misión es acoger y construir el Reino de Dios... El concepto de missio Dei se
pronuncia sobre el amor gratuito y la presencia no manipulable de Dios en el
mundo” (Suess).
Esta comprensión de la misión nos permite superar visiones un poco
desenfocadas: en algunas ocasiones la misión se ha interpretado principalmente
en clave soteriológica: salvar a algunos individuos de la condenación eterna; o
en términos culturales: introducir a personas de Oriente y del Sur en el cristia-
nismo occidental; o en otras ocasiones en categorías exclusivamente eclesiales:
la expansión de una Iglesia determinada; o en categorías sociológicas: el proceso
intrahistórico por el cual el mundo podría ser transformado en el Reino de Dios.
En estas interpretaciones se acentúan diferentes aspectos antropológicos, socio-
lógicos, cristológicos y soteriológicos, pero a expensas de su valor trinitario. En
realidad, la misión sólo puede ser comprendida auténticamente desde el Dios
único y trino: Dios Padre que envía al Hijo y al Espíritu Santo. La misión de la
223
AMAZONÍA SALESIANA

Iglesia no posee vida propia, la recibe de Dios que, enviando al Hijo por la fuerza
del Espíritu, es la fuente y el origen de la misión.
La misión es el movimiento de Dios hacia el mundo, la Iglesia es un instru-
mento o un sacramento de esta misión. Hay una Iglesia porque hay una misión
y no al revés. Participar en la misión es participar en la dinámica del amor de
Dios por las personas, porque él es la fuente del amor. Esta visión nos permite
corregir la tentación recurrente de un eclesiocentrismo que sustituye al cristo-
centrismo y al teocentrismo propios del cristianismo. El objetivo primario de la
evangelización no es construir una Iglesia, sino proclamar al Dios revelado en
Jesucristo y su Reino. La Iglesia no es ni el origen ni el fin, es sólo el sacramento
de Dios que es el creador y salvador, alfa y omega.
d.  Ampliación de la teología de la “Missio Dei”
El Sínodo sobre la Amazonía nos muestra la urgencia de una nueva pers-
pectiva teológica de la misión. Y esto implica pasar de las misiones (Ecclesiae)
en plural a la missio (Dei) en singular. Es una gira copernicana en la teología de
la misión, que nos permite pasar del eclesiocentrismo al cristocentrismo y al
teocentrismo.
Como hemos dicho, la renovación de la teología en nuestras iglesias latinas
a partir del misterio trinitario permite una extensión de la teología de la “missio
Dei”. Sólo una concepción de la misión que incluya el paradigma trinitario será
auténtica: missio creationis, missio redemptionis, missio sanctificationis.
La nueva teología de la misión en una época en la que estamos cada vez
más comprometidos en el diálogo ecuménico e interreligioso, según el enfo-
que de Paulo VI en Ecclesiam suam, debe tener en cuenta esta ampliación de la
misión. En el evento Cristo se da una fuerte concentración: la missio Jesu nos
lleva a reconocerlo como el único y universal salvador (como propone Dominus
Iesus), pero hoy también se impone una consideración por la missio creationis y
la missio Spritus.
El Padre: fuente y origen de toda la misión (missio creationis)
En la creación encontramos la primera salida de Dios de sí mismo. Por
lo tanto, algunos entienden la teología como missio Dei, la misión de Dios que
crea el mundo de la nada y de todo lo que existe. Dios Padre es la fuente y la
orientación de toda misión, envía al Hijo y al Espíritu al mundo que ha creado.
Es importante detenerse por un momento en la creación como primera
misión divina, por su valor universal dirigido a todos los hombres y no solo al
pueblo de la alianza. La creación es una condición de posibilidad para la elección
de un pueblo, la alianza y la encarnación misma. El diálogo interreligioso, con
los no creyentes y con la ciencia, debe presuponer esta teología de la creación, un
224
4.  Nuevos caminos

poco abandonada en nuestras Iglesias, quizás como consecuencia del excesivo


antropocentrismo que nos ha acompañado desde la modernidad.
La misión de la creación permite una inclusión de toda la realidad creatural,
porque es la huella del Creador y nos lleva no sólo a una ecología integral, sino
también a una espiritualidad de la creación que nos hace hermanos y hermanas
de todos los hombres y mujeres de cualquier raza y condición, pero también
de los animales, las estrellas y la naturaleza. Por lo tanto, la Evangelii Gaudium
debe ser leída e integrada con la Laudato sii. También en este punto debemos
detenernos en el Sínodo sobre la Amazonía: hay una misión evangélica que nos
impulsa y nos empuja, pero no podemos olvidarnos de la misión de la creación.
Se trata de integrar el libro de la Escritura con el libro de la naturaleza: ambos
nos hablan de Dios y nos conducen a Dios.
La misión del Hijo (missio redemptionis e reconciliationis)
La misión, recibida desde la creación, fue sometida a la fuerza destructiva
del pecado. El pecado llevó a la pérdida de la armonía con Dios, con la creación
y con los demás. La muerte entró en la historia de la humanidad (cf. Rm 5,12).
Y todos estamos involucrados en el pecado de Adán. Dios Padre envía a su Hijo
con una misión salvadora y redentora.
En el famoso debate sobre los motivos de la Encarnación (cur Deus homo?),
una de las respuestas preferidas fue siempre el motivo soteriológico: salvar a los
hombres del pecado. El Hijo de Dios se hizo hombre para redimir a los hombres
del pecado. La missio Jesu como missio redemptionis tiene tres grandes caracterís-
ticas teológicas comunes a toda misión cristiana: la encarnación en las realidades
humanas con los límites que ello implica, la cruz fruto de la oposición al mundo
en el que opera el pecado, y la resurrección como acontecimiento que anticipa
un mundo nuevo y alimenta la esperanza.
Esta misión de Jesús es también una missio reconciliationis: reconciliación
con el Creador y con la creación. La reconciliación implica una renovación com-
pleta y trae consigo la justificación. Jesús nos hace sus embajadores. Es un proceso
que se abre a una reconciliación y recapitulación universal en la perspectiva del
Reino de Dios según la teología cósmica de Efesios y Colosenses.
La misión del Espíritu Santo (missio Spiritus)
La misión del Espíritu nos habla en Pentecostés de una expansión e inclu-
sión universal, que es clave para comprender la misión de la Iglesia. En el evento
pascual de Jesús tenemos una concentración, por la cual somos salvados en su
nombre; con Pentecostés tenemos una expansión a todos y a la creación.
El Espíritu actúa siempre de manera invisible y sorprendente, expande sus
carismas, se muestra también fuera de los confines visibles de la Iglesia y de las
225
AMAZONÍA SALESIANA

Iglesias. Él es el protagonista de la misión. Los misioneros de Dios son aquellos


que se dejan guiar por el Espíritu y colaboran con su misión. Reconocer la misión
del Espíritu nos llevará por los caminos de la mística.
No es cuestión de separar la misión de la creación y la del Espíritu de la
misión de la del Logos encarnado, muerto y resucitado. Distinguir no es separar.
La teología latinoamericana se ha centrado mucho en el Jesús histórico, pero la
ampliación del paradigma de la misión nos permite extender la misión al cui-
dado de la creación en una ecología integral, incluso insistiendo en el Reino de
Dios como horizonte común de una sociedad más justa con tantas estructuras
de opresión y en la primacía de la praxis liberadora de Jesús. Ambas perspectivas
nos ayudarán a ser una Iglesia capaz de dialogar y de realizar proyectos comunes
con otras confesiones cristianas, religiones y no creyentes.
La misión de los discípulos (missio Ecclesiae)
El teodrama de la missio Dei incluye progresivamente a muchas personas
en una cadena de misiones: el Padre envía al Hijo, el Hijo envía al Espíritu Santo,
en el Espíritu somos enviados como discípulos misioneros. La Iglesia nace de
una misión y está destinada a una misión. Hay una continuidad en la economía
salvadora entre las diferentes misiones (missio creationis, missio Jesu, missio Spiri-
tus, missio Ecclesiae) que forman parte de la única missio Dei que crea el cosmos
y el hombre, los salva y santifica.
La misión de Dios como creador, por medio de Cristo en el Espíritu, consiste
en hacer existir, sostener y perfeccionar la creación completa. La misión de Dios
como Redentor, a través de Cristo en el Espíritu, es restaurar y reconciliar a la
creación caída (Col 1:20). Los objetivos misioneros de Dios son la restauración
de todas las cosas según el plan original de la creación, el establecimiento de la
paz (shalom), la renovación de la creación, la llegada del Reino, la redención de
la humanidad caída.
El teólogo Víctor Codina, insistiendo en la pneumatología, afirma: “La
Iglesia no nació en Belén o en Nazaret, sino en la Pascua con la efusión del Espí-
ritu Santo... Con el Espíritu la Iglesia es la comunión trinitaria. Su misión es un
continuo Pentecostés... No hay Iglesia sin Espíritu (tentación de Cristo-monismo
o sólo Cristo) o un Espíritu sin Jesús (espiritualismo, iluminación, gnosticismo,
new age…). La Iglesia es un ícono de la Trinidad”.
La Iglesia, fruto de la misión de Dios, recibe la tarea de continuar esta
misión divina en el mundo. En este sentido, “la misión de la Iglesia es el don de
participar por el Espíritu Santo en la misión que el Padre ha dado al Hijo en el
mundo”. La misión de la Iglesia es una continuación de la misión de Dios en la
única historia de la salvación. Esto significa que la esencia de la Iglesia, su ADN,
es ser una comunidad misionera.
226
4.  Nuevos caminos

La misión de la Iglesia es una continuación de la misión de Dios en la única historia de la


salvación. Esto significa que la esencia de la Iglesia, su ADN, es ser una comunidad misionera.

Pero sería un malentendido asumir que la acción de Dios en el mundo


(missio Dei) es algo diferente de lo que Dios está haciendo en la Iglesia y a través
de la Iglesia. La proclamación de la Buena Nueva, a través de la Palabra y de los
sacramentos, es básicamente el espacio y el instrumento por el que se realiza el
Reino de Dios. La Iglesia tiene un papel central en la misión de la venida y el
crecimiento del Reino de Dios, sin identificarse con él ni agotarlo. La función
sacramental consiste en esto: la missio Dei se realiza en y a través de la Iglesia,
que es su sierva, heraldo, testigo y signo.
En la Missio Dei, Dios no es sólo el que envía, es también, en el Hijo y en el
Espíritu, el que envía... Ciertamente, la comprensión de la missio Dei es siempre
un concepto analógico o metafórico, pero significa que Dios no sólo envía una
parte de sí mismo o de los embajadores divinos, sino a sí mismo. La Missio Dei es
un indicador de la presencia integral de Dios en medio de la humanidad (Suess).
Descubrir que la missio Dei es el paradigma no sólo de la pastoral, sino
también de la teología, es un gran paso para las iglesias cristianas. Nos permite
afirmar el fundamento trinitario de la misión, cambiar nuestra comprensión de
la naturaleza de la Iglesia, pasar de las misiones plurales (Ecclesiae) a la misión
singular (Dei), dejar la arrogancia de una teología de la “cristiandad” en la que
pensamos que somos una institución establecida, centrada en sí misma en una
continua llamada misionera: una Iglesia en salida a las periferias y en las peri-
ferias, compartiendo con los pobres y los “descartados” (como los llama el Papa
Francisco).
227
AMAZONÍA SALESIANA

La misión del Resucitado es el punto de transición de la cristología a la


eclesiología: la Iglesia es, por su fundación, esencialmente pascual y radicalmente
misionera. La Iglesia no está en misión sólo por el mandato del Resucitado,
está constituida en misión por la presencia de Dios que envía. Por esta razón es
misión y está en misión. El CELAM ha querido dar nombre al nuevo manual
de misionología: “Iglesia, tu nombre es misión: un compromiso más allá de las
fronteras”.

2. Perspectivas teológicas, eclesiales y misioneras


para la región amazónica
a.  Hacia una nueva teología
El CELAM ha acompañado la reflexión sobre la teología india desde 1997.
Se celebraron “cinco simposios” (conferencias o seminarios de estudio) para
desarrollar un diálogo teológico y pastoral adecuado:
•  1997 en Bogotá, sobre el tema: “Hacia una teología india inculturada”.
•  2002 en Riobamba, cuyo objetivo era: “Promover una reflexión sobre la
teología cristiana india para acompañar la inculturación del Evangelio
en los pueblos indígenas”.
•  2006 en Guatemala, sobre el tema: “Cristo en los pueblos indígenas”, con
el objetivo de “compartir y discernir cómo se ha incorporado el misterio
de Cristo en la vida y la reflexión de los pueblos indígenas”.
•  2011 en Lima, sobre el tema: “La teología de la creación en la fe católica
y en los mitos, ritos y símbolos de los pueblos originarios de América
Latina”.
•  2014 en San Cristóbal de Las Casas, sobre el tema: “Revelación de Dios
y de los pueblos originarios”.
En comunión con la Congregación para la Doctrina de la Fe, se buscó un
discernimiento sobre la contribución específica de esta teología que nace en los
pueblos “indios”. (Hasta hace pocos años, el término “indios” se evitaba para ser
considerado ofensivo, y se prefería “aborígenes o indígenas”; hoy en día se está
llevando a cabo un proceso de recuperación de la identidad y, por lo tanto, se
habla con razón de la teología india).
En los diversos seminarios participaron obispos, sacerdotes, religiosos,
religiosos, laicos designados por las diversas Conferencias Episcopales, así como
los teólogos que representan esta teología, siempre “con el fin de continuar en el
camino de profundizar los distintos contenidos doctrinales de la teología india
hasta llegar a una clarificación completa y definitiva de los aspectos problemáticos
228
4.  Nuevos caminos

identificados”, como escribió el entonces Cardenal Ratzinger al Presidente del


CELAM en 200414.
No ha sido y no es todavía un camino fácil. En opinión de Mons. Felipe
Arizmendi, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas y actualmente presidente
del Departamento del CELAM para los pueblos originarios, se ha avanzado en el
reconocimiento de la categoría de verdadera teología a la llamada “teología india”.
Este es un paso significativo, porque muchas veces se pretende reducir su alcance
a la mera “sabiduría indígena” con sus mitos y ritos, pero sin la profundidad de
una verdadera teología.
Es útil recordar que en la versión final del texto de Aparecida, se eliminó
el n. 116 de la segunda versión que pedía: “impulsar con mayor dinamismo la
inculturación de la Iglesia, de los ministerios, de la liturgia y de la Reflexión
Teológica Indígena”. Es necesario continuar el trabajo del CELAM, con el aval de
la Congregación para la Doctrina de la Fe, para el discernimiento de la Teología
India”. Asimismo, se eliminó el número 536, que pedía promover los esfuerzos
de inculturación de la fe en una liturgia con lengua propia, en los ministerios
eclesiales y en la teología india, para formar comunidades con rostro indígena.
Mons. Arizmendi cuenta que 18 presidentes de Conferencias episcopales (todos
presentes excepto los que formaban parte del consejo de redacción y no podían
firmar, y uno no estaba presente) pidieron que se encontrara la forma de incluir
esos números, pero el Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de
la Fe expresó sus reservas sobre la expresión “teología india”. En una votación
sobre el asunto, se emitieron 59 votos a favor y 63 en contra. El cambio no fue
aceptado, pero contaba con un gran número de miembros, lo que indica que se
está formando gradualmente un consenso positivo. El diálogo continúa y se va
abriendo paso. La celebración del próximo Sínodo ayudará en este sentido. Las
palabras del Papa Francisco son esclarecedoras a este respecto:
“Cuando una comunidad acoge el anuncio de la salvación, el Espíritu Santo
fecunda su cultura con la fuerza transformadora del Evangelio. El cristianismo no
tiene un modelo cultural único, pero, “permaneciendo plenamente en sí mismo,
en total fidelidad al anuncio del Evangelio y a la tradición eclesial, traerá también
el rostro de las muchas culturas y pueblos en los que se recibe y arraiga”. En los
diversos pueblos que experimentan el don de Dios según su propia cultura, la
Iglesia expresa su auténtica catolicidad y muestra “la belleza de este rostro mul-
tiforme”. (EG 116).
Y más adelante: “No haría justicia a la lógica de la Encarnación pensar
en un cristianismo mono cultural y monocorde. Si bien es cierto que algunas

14
  Aa.Vv., V Simposio de Teología India, Revelación de Dios y Pueblos Originarios, Volumen V,
(Bogotá 2015) 5.

229
AMAZONÍA SALESIANA

culturas han estado estrechamente vinculadas a la predicación del Evangelio y


al desarrollo del pensamiento cristiano, el mensaje revelado no se identifica con
ninguna de ellas y tiene un contenido transcultural. Por tanto, en la evangelización
de nuevas culturas o de culturas que no han aceptado la predicación cristiana,
no es indispensable imponer una cierta forma cultural, por muy bella y antigua
que sea, junto con la propuesta evangélica. El mensaje que proclamamos siem-
pre presenta algún revestimiento cultural, pero a veces en la Iglesia caemos en
la vanidosa sacralización de la propia cultura, y con ello podemos mostrar más
fanatismo que a un auténtico fervor evangelizador” (EG 117).
Y después de citar a la Conferencia Episcopal de Oceanía, concluye: “La fe
no puede cerrarse dentro de los límites de la comprensión y la expresión de una
cultura particular”. En efecto, se invita a los misioneros “a trabajar en armonía
con los cristianos autóctonos para que la fe y la vida de la Iglesia se expresen en
formas legítimas y adaptadas a cada cultura”, porque es indiscutible que una
cultura no agota el misterio de la redención de Cristo (cf. EG 118).
En el caso de la teología india amazónica, hay que reconocer que desde el
principio hay que superar la opinión de que esta teología, al ser “vida y expe-
riencia”, no puede sistematizarse en sus métodos y contenidos. Se deben crear
puentes teológicos para no permanecer en islas o muros, y para contribuir a la
Iglesia universal con una vivencia de y una reflexión de gran valor.
La teología india trabaja más bien con mitos, ritos, símbolos, tradiciones y
sueños. ¡Debemos superar el falso y dañino principio positivista que considera
los mitos como fábulas! El mito es una forma fundamental de narrar el presente
desde un pasado primordial15, que expresa el alma fundamental de una cultura.
Los diferentes pueblos amazónicos poseen una cosmovisión rica y una sabiduría
ancestral que, aunque extraña a las categorías ontológicas de la filosofía occidental,
está muy cercana a las mentalidades orientales y a las tradiciones bíblicas. Será
un gran enriquecimiento desarrollar no sólo una teología india, sino también
diferentes Teologías Indias Cristianas y Católicas. Estamos sólo al principio de
un proceso prometedor.
Mons. Enrique Díaz Díaz, Obispo de Irapuato, en el sínodo sobre la Palabra
de Dios (2008), expresó: “En muchos lugares ha comenzado una relación que
podría dar muchos frutos entre la Palabra y las culturas indígenas. En muchos
sentidos, la Biblia está cerca de los conceptos y cosmogonías indígenas: la crea-
ción, el concepto de Dios, el sentido de la redención y la cruz, abren muchas
posibilidades. Pero son culturas diferentes, es un camino que acaba de comenzar
y que debe hacerse con cuidado, sin condenar lo que no se entiende, para aclarar

15
 Cf. Arzimendi Esquivi F., “Memoria del proceso recorrido” en Aa.Vv., V Simposio de Teología
India, Revelación de Dios y Pueblos Originarios, Volumen V (Bogotá 2015) 13-27.

230
4.  Nuevos caminos

y valorar la Palabra revelada, para no destruir las culturas y encarnar realmente


el Evangelio en nuestros pueblos16.
Debemos reconocer que, especialmente en el caso de las culturas amazóni-
cas, apenas se inició la traducción católica de la Escritura, el enfoque de las lenguas
es todavía incompleto, pero mucho más aún es el enfoque cultural. “Mientras que
la Palabra revelada no se convierta en “palabra viva, escrita en sus culturas”, es
muy difícil que penetre en el corazón y se encarne en la vida de estos pueblos17.
Hay algunos elementos para profundizar en la teología india. Podemos
enumerar algunos de ellos:
•  sentido pleno e integral de la vida - religión - teología;
•  sentido de la presencia de Dios;
•  amor a la naturaleza;
•  Dios Padre y Madre;
•  valor y dignidad de la persona en la comunidad;
•  la Palabra;
•  la vida después de la muerte y la vida eterna;
•  servicio de voluntariado;
• sabiduría;
•  el sueño de una tierra para todos;
•  el sentido de la celebración18.
La teología de la india amazónica es una tarea por hacer: algunos pueblos
mesoamericanos y andinos han comenzado el recorrido. Sus culturas han sis-
tematizado mucho la sabiduría y filosofía originales, y contamos con ensayos
teológicos de gran valor19. Para la Amazonía es un camino a seguir, pero es muy

16
  Díaz Díaz E., “Escritura: Palabra de Dios y palabras indígenas” en Aa.Vv., V Simposio de Teología
India, Revelación de Dios y Pueblos Originarios, Volumen V (Bogotá 2015) 29-30.
17
  Díaz Díaz E., “Escritura: Palabra de Dios y palabras indígenas” en Aa.Vv., V Simposio de Teología
India, Revelación de Dios y Pueblos Originarios, Volumen V (Bogotá 2015) 30.
18
  Las culturas precolombinas han ofrecido al cristianesimo ibérico que acompañaba a los con-
quistatores múltiples puentes y posibles elementos de contacto, «como la apertura al la acción de Dios, el
sentido de la gratitud por los frutos de la tierra, el carácter sagrado de la vida humana y la valorización de
la familia, el sentido de solidaridad y de corresponsabilidad en el trabajo común, la importacia del culto, la
creencia en una vida ultraterrena y tantos otros valores» (DSD 17).
19
  “Las llamadas teologías indias carecen de varias de las características que marcan a las teologías
clásicas de la Iglesia. No se basan en grandes tesis filosóficas, no cuentan con sistemaciones brillantes, libros
exitosos, ni connotados ponentes. No tienen tampoco pretensión de universalidad, ni de probar nada a nadie
frente a las instancias de la razón. Son simplemente la palabra indígena sobre Dios, sobre el mundo, sobre
nosotros mismos desde la perspectiva de nuestra fe en Dios como lo entienden y viven nuestros pueblos…
Para nosotros las teologías indias son como la gramática con que los indios organizamos nuestro saber de
Dios”. López Hernández E., “Una misión descolonizadora de nuestras menes en relación con los indígenas”
en Aa.Vv., La misión en cuestión. Aportes a la luz de Aparecida (Bogotá 2009) 134.

231
AMAZONÍA SALESIANA

prometedor, y el Sínodo dará el impulso necesario en esta dirección. Ciertamente


no será fácil, pero debemos reconocer que la inculturación de la fe nunca lo ha
sido: basta recordar la turbulenta historia de los primeros siglos de la Iglesia y
las batallas conceptuales para llegar a las formulaciones dogmáticas para todos
aceptadas en los concilios ecuménicos. Y luego hay que decir que la inculturación
de la fe es una tarea permanente de la Iglesia, porque todas las culturas están
sujetas a cambios profundos. Pues si no tomamos este camino, corremos el riesgo
de repetir fórmulas que están vacías de significado.
b.  Perspectivas eclesiales
El Sínodo sobre el Amazonía ayudará mucho a la renovación profunda de
las iglesias locales. La conversión eclesiológica es el prolegómeno de la conver-
sión eclesial. Es decir, antes de un cambio en la Iglesia (eclesial), es necesaria una
renovación de la eclesiología que la sostiene.
Durante muchos años los misioneros han llevado a cabo un ministerio
pastoral de clonación de iglesias occidentales e iglesias establecidas en terri-
torios latinoamericanos. Era, quizás sin saberlo, una pastoral de autor repro-
ducción. Hoy nos encontramos ante la urgencia de una profunda conversión
eclesiológica. La Iglesia es una institución divina, una sociedad espiritual, un
cuerpo místico, pero también es una realidad humana: con estructuras que la
sustentan, con una organización determinada, con símbolos y valores que se
expresan culturalmente.
Sólo quienes conocen y han vivido en la selva amazónica pueden entender
que la organización actual es insuficiente para el vasto territorio, con la compleji-
dad de una naturaleza y la inmensidad de los territorios... La Iglesia en la Amazo-
nía necesita nuevas estructuras pastorales. La evangelización en estas regiones es
todavía incompleta y debe asumir nuevos paradigmas. Se trata de escuchar a los
pueblos indígenas, para comprender su trama simbólica, para poder expresar un
discurso significativo sobre Dios. Hacer teología, predicar el Kerigma entre estos
pueblos, no puede reducirse a repetir fórmulas dogmáticamente ortodoxas, ni en
otras categorías que permanezcan, la mayor parte del tiempo, incomprensibles,
y por lo tanto vacías de sentido real.
Hace falta una evangelización que no sigue el modelo de la “plantatio
Ecclesiae”, y menos aún de la “implantatio Ecclesiae”. No se trata de hacer una
planta o un trasplante de algo extraño. Ni siquiera de plantar o sembrar la
Iglesia. Lo que se debe plantar es la Palabra de Dios. O mejor aún: se trata de
regar el suelo para que germinen las “semillas del Verbo” presentes en cada
cultura y en cada persona. Se trata, permítaseme decir, de plantar la Palabra de
Dios para que dé fruto en nuevas iglesias con rostro amazónico (Documento
de Trabajo nº 12).
232
4.  Nuevos caminos

El diálogo y el discernimiento pondrán de manifiesto cuáles ministerios


son las formas más apropiadas de organización para estas jóvenes iglesias, hasta
ahora aisladas y sujetas a procesos de destrucción de la naturaleza. El tema del
sínodo “Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”,
apunta a una renovación eclesial. El documento de trabajo dice: “Estos caminos
de evangelización deben ser pensados para y con el Pueblo de Dios que vive en
esa región: habitantes de comunidades y zonas rurales, de ciudades y grandes
metrópolis, poblaciones que viven a orillas de ríos, migrantes y refugiados y,
sobre todo, para y con los pueblos indígenas” (Introducción). La Amazonía es
una región con una rica biodiversidad; es multiétnica, multicultural y multi-
rreligiosa, un espejo de toda la humanidad que, en defensa de la vida, requiere
cambios estructurales y personales de todos los seres humanos, de los Estados
y de la Iglesia.
Como reconoce el documento de trabajo, hay muchas Amazonías: “Dadas
sus proporciones geográficas, la Amazonía es una región en la que viven y con-
viven pueblos y culturas diferentes, con estilos de vida diferentes”.
Por lo tanto, la inculturación y la formación de las iglesias locales no es y
no puede ser un proceso homogéneo. Sería caer en la misma trampa. Además,
“el proceso de evangelización de la Iglesia en la Amazonía no puede prescindir
de la promoción y el cuidado del territorio (la naturaleza) y de sus pueblos (las
culturas).
Por esta razón, necesita establecer puentes que puedan articular el conoci-
miento ancestral con el conocimiento contemporáneo” (Documento de Trabajo
n. 9).
c.  Perspectivas misioneras
Las perspectivas teológicas y eclesiológicas nos llevan finalmente a pers-
pectivas misioneras para una nueva etapa en la proclamación del Evangelio de
Jesús en la Amazonía. Esta etapa estará marcada por la responsabilidad de todos
los bautizados de ser discípulos-misioneros, participando en la vida eclesial
de diferentes maneras y en diferentes ámbitos. Además, esta misión necesita
considerar condiciones históricas concretas, tanto sociales como ambientales
y eclesiales.
La Iglesia está llamada a profundizar su identidad escuchando la sabiduría
de los pueblos que componen la Región Panamazónica. Es necesario “identifi-
car nuevas formas de hacer crecer el rostro amazónico de la Iglesia y también
responder a las situaciones de injusticia en la región, como el neocolonialismo
de las industrias extractivas, los proyectos de infraestructura que dañan la bio-
diversidad y la imposición de modelos culturales y económicos ajenos a la vida
de los pueblos” (Documento de Trabajo n. 12).
233
AMAZONÍA SALESIANA

Se necesita un nuevo proyecto misionero, no más misioneros que hagan


lo mismo con los mismos resultados20. “La Iglesia de la Amazonía ha tomado
conciencia de que, debido a las inmensas extensiones de tierra, la gran variedad
de pueblos y los rápidos cambios en los escenarios socioeconómicos, su labor
pastoral sólo podía garantizar una presencia precaria. Una mayor presencia eclesial
era (y sigue siendo) necesaria para poder responder a todo lo que es específico de
esta región a partir de los valores del Evangelio, siendo conscientes, entre otras
cosas, de la inmensa extensión geográfica, a menudo de difícil acceso, de la gran
diversidad cultural... Una misión encarnada requiere un replanteamiento de la
escasa presencia de la Iglesia en relación con la inmensidad del territorio y su
variedad cultural” (Documento de Trabajo n. 12). Como dice el documento de
trabajo, necesitamos “relanzar el trabajo de la Iglesia” (DAp 11), profundizar el
“proceso de inculturación” (EG 126), hacer propuestas “valientes”, formuladas
con “audacia” y “sin miedo”, como pide el Papa Francisco.
Es necesario establecer una jerarquía de urgencias en la Amazonía. “Por
eso es urgente evaluar y repensar los ministerios que hoy son necesarios para
responder a los objetivos de “una Iglesia con rostro amazónico y una Iglesia con
rostro indígena” (Papa Francisco en Puerto Maldonado). (Documento de Trabajo
n. 14). Hay varias prioridades;
•  precisar los contenidos, métodos y actitudes de una pastoral inculturada,
capaz de responder a los grandes desafíos del territorio.
•  Proponer nuevos ministerios y servicios para los diversos agentes pasto-
rales, entre los cuales es necesario identificar el tipo de ministerio oficial
que se puede conferir a las mujeres en la Iglesia amazónica.
•  Apoyar al clero indígena y nativo del territorio, valorando su identidad
cultural y sus propios valores.
•  Planificar nuevos caminos para que el Pueblo de Dios pueda tener un
mejor y más frecuente acceso a la Eucaristía.
Los desafíos misioneros en la Amazonía siempre estarán marcados por la
lógica de la Encarnación. No se pueden aceptar propuestas prefabricadas. Debe-
mos ser y compartir con los pueblos indígenas antes de predicar. El ejemplo de
Jesús nos recuerda que la encarnación toma tiempo. Él pasó 30 años en Nazaret

20
  Entre otras urgencias es necesario superar una mentalidad de colonización: “Una Iglesia al
servicio de la vida, en estado permanente de misión, debe necesariamente reconocer su herencia colonial
para abrirse a un nuevo estilo de presencia y de relaciones más participativas, armónicas e integradoras.
Sólo será posible si es capaz de asumir en serio un camino de conversión hacia actitudes, valores y prácticas
interculturales, dejando espacio y acogiendo en su seno la riqueza de las diferencias. Es el desafío de un
cristianismo plural, expresión de una auténtica catolicidad eclesial”. Tomichá R., “Condiciones y elementos
para la misión permanente”, en Aa.Vv., La misión en cuestión. Aportes a la luz de Aparecida (Bogotá 2009) 221.

234
4.  Nuevos caminos

y sólo después, habiendo adquirido la cultura y el idioma de su pueblo, salió a


predicar el Reino.
Quisiera expresar mi gratitud a los grandes misioneros que a menudo
han compartido sus vidas durante 30-50 años entre los pueblos amazónicos en
Venezuela. He conocido a muchos de ellos: Luigi Cocco, Giuseppe Berno, Her-
nán Feddema, Antonio Van Maanen, Johannes Finker, Giuseppe Bortoli, Nelson
Briceño y muchos otros. Me han enseñado que no se trata de repetir fórmulas
kerigmáticas incomprensibles para la gente, sino de aprender de los pueblos indí-
genas su sabiduría, su cosmovisión, su filosofía y su teología... La misión requiere
tiempo para aprender. Después de eso, es posible expresar significativamente el
evento de Jesucristo y el alcance de la salvación de Dios.

Conclusión
Estoy seguro de que Dios no llegó en la maleta o en la mochila de estos
misioneros, que Dios estuvo siempre presente en medio de los indios, que no
lo sabían, que eran “cristianos anónimos” según la expresión de la memoria de
Rahner, y ahora, en este karios, cuando la Iglesia dirige su mirada a la Amazonía
en el Sínodo, todo el mundo podrá descubrir la impronta del Creador en su
bella naturaleza y en las nume-
rosas semillas del Verbo sembra-
das por el Espíritu en la selva y
en los corazones de los pueblos
amazónicos.
El Sínodo ciertamente
abrirá nuevos caminos. Soñamos
con una Iglesia con rostro ama-
zónico, con nuevos ministerios,
con una liturgia verdaderamente
inculturada y una auténtica teo-
logía cristiana y católica india. El
Espíritu del Señor nos impulsa en
estos momentos a un verdadero
Pentecostés amazónico, que nos
traerá nuevas flores y frutos, y Mi camino es el río.
pintará la Iglesia en muchos colo-
res, con la diversidad de matices
de verde en la selva y el azul de los ríos y cascadas. Que María Auxiliadora, patrona
del Orinoco, nos acompañe en este camino que, como decía un misionero sale-
siano: “mi camino es el río”.
235
AMAZONÍA SALESIANA

7.  EL ESPACIO DE LOS JÓVENES


EN LA IGLESIA AMAZÓNICA
P. Reginaldo Cordeiro, sdb,
Delegado inspectorial de la Pastoral Juvenil
de Manaus (Manaus - Brasil)

Precepto básico de sociología:


“Si queremos comprender, es necesario conocer”.

1. Iniciando la conversación...
Cuando me invitaron a hablar sobre el espacio de la Juventud
en la Iglesia Amazónica me sentí bastante incómodo. El motivo era
porque, conociendo la realidad, no me sentía capaz de explicarla.
Busqué entonces datos oficiales por un corto tiempo, pero me
di cuenta de que los materiales son bastante escasos. Al mismo
tiempo pensé que no sería capaz de llevar a cabo una inves-
tigación científicamente cualificada con tan poco tiempo a
disposición. Otras personas y entidades asumirían esa tarea,
si no lo han hecho ya, cosa que desconozco.
Decidí, pues, escribir mis percepciones personales. No
tendrán el peso de una investigación científica, pero al menos
la sinceridad de un sacerdote de origen indígena que nació en
el corazón de la Amazonía brasileña, formando parte de uno
de los pueblos llamados Arapaso21, y que convivió y aún convive
con muchas realidades juveniles. Ciertamente mi exposición tendrá
algunas limitaciones al no ofrecer elementos de investigación de los
demás países amazónicos en relación a este tema, que pueden variar de
un país a otro cuando tenemos en cuenta el inmenso espacio territorial
de la Pan-Amazonía, que involucra a todos los países que tienen la selva
amazónica en su territorio, como Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador,
Bolivia, Guyana, Surinam y Brasil.
En el Documento Preparatorio del Sínodo para la Amazonía hemos
constatado la ausencia de un tema específico sobre los jóvenes de esta

21
  Arapaso: se refiere al nombre de uno de los pueblos indígenas que viven em la Región del Alto
Rio Negro, situado en el extremo norte del Brasil. Arapaso o Diarimahsã en lengua indígena significa “seres
vivientes del agua o hijos del agua”.

236
4.  Nuevos caminos

región, pero creemos que al referirse a los Pueblos de la Amazonía, a “todos


los habitantes de las comunidades de las zonas rurales, de las ciudades y de las
grandes ciudades, los migrantes y los desplazados, y en su mayoría los pueblos
indígenas, ribereños y afrodescendientes que viven en esta región”22, también
incluye a los jóvenes.
A lo largo del proceso de preparación del Sínodo Pan-Amazónico se rea-
lizaron varias sesiones de escucha dedicadas a diversos grupos y comunidades;
con todo, no hemos tenido acceso a todos los contenidos de ellas. Ciertamente
en el Instrumentum Laboris tendremos temas más específicos que tratarán de la
juventud pan-amazónica y, en el momento oportuno, tendremos acceso a sus
contenidos.

2. Sobre los jóvenes


Mucho se ha escrito sobre la juventud desde hace siglos, y el debate sobre
la juventud se ha fomentado en las últimas décadas. Comprender el fenómeno
de la juventud es un reto importante para hoy.
El Doctor Mauricio Perondi23 afirma que “la visión que tenemos de los jóve-
nes depende de cómo los miremos, de las conversaciones que tengamos con ellos
y de lo que hayamos construido en nuestra relación con ellos”. Creo que nuestra
reflexión sobre los jóvenes en la Iglesia Amazónica dependerá precisamente de
la manera en que los miremos, de las conversaciones que tengamos con ellos y
de lo que construyamos en nuestra relación con ellos.

3. Jóvenes de la Amazonía
Actualmente el Estatuto de la Juventud en Brasil señala que los jóvenes
de la Amazonía constituyen una parte significativa de la población de la región.
Define como “jóvenes” a aquellos que se encuentran entre 15 y 29 años, en con-
creto un 26,5% de la población amazónica, dispersa en los diferentes estados
y realidades rurales y urbanas. No tuve acceso a otros datos, pero podemos
imaginar que no debe ser diferente en los otros países que conforman la Ama-
zonía internacional.

22
  Documento Preparatorio 2018; Amazonía: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología
Integral, 11.
23
  Doctor en Educación por la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. Coordenador del Obser-
vatorio Juventudes de la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul.

237
AMAZONÍA SALESIANA

Después de todo nos preguntamos: ¿corresponde el grupo de la edad men-


cionada a la realidad de la juventud amazónica? Es significativo entender que,
a pesar de la importancia de la definición de la edad, los jóvenes no pueden ser
reducidos a una simple visión numérica. Según Cordeiro (2009), ser joven, más
allá de una experiencia generacional, es vivir múltiples pertenencias, es estar
permanentemente en tránsito en esas experiencias, atravesadas y construidas
por las condiciones concretas de vida.
Hablar de los jóvenes en la Iglesia amazónica es tratar de tener una visión
más plural de los jóvenes de la Amazonía, porque los jóvenes no son una reali-
dad ajena a la Amazonía, o un anexo humano creado después de ella, sino que
constituyen también ellos este inmenso mosaico de diversidad que tan ricamente
contiene la región amazónica.
Pensar en la realidad de la juventud en la Amazonía es pensar en la diver-
sidad dentro de la diversidad. Así como hay diferentes poblaciones y ambientes
sociales y físicos en este espacio, hay también diferentes realidades juveniles que
es imposible homogeneizar en un solo retrato, porque en la Amazonía los jóvenes
de las comunidades de zonas rurales, de las grandes ciudades, migrantes y despla-
zados, indígenas, ribereños y afrodescendientes, llevan consigo infinitos “perfiles”
como etnias distintas, color de la piel, clase social, vida cotidiana y proyectos de
futuro, culturas, costumbres, que los definen como diversos y diferentes. Veamos
algunos retratos de la juventud amazónica, en su mayoría indígenas, ribereños
y afrodescendientes.

4. Jóvenes Indígenas
El primer retrato que quiero esbozar es el de los jóvenes indígenas, niños de
diferentes etnias y herederos de la diversidad de lenguas, costumbres y tradiciones.
Su identidad y diferencia está marcada por una fuerte educación que penetra más
profundamente en su alma y carácter que muchos de los cursos universitarios
más avanzados que se pueden encontrar en el mundo. Esto sucede porque la
cultura se transmite junto con la leche materna, con el espacio familiar, con el
mundo de significados y de lo sagrado que contienen los gestos cotidianos. En
este espacio, bañarse en el río puede significar mucho más que un simple proceso
de higiene personal.
Los jóvenes indígenas, con los que yo vivía, estaban acostumbrados a crear
relaciones respetuosas con los demás y con el mundo que los rodeaba (la natura-
leza). En la Amazonía no se puede no recordar que somos aguas, ríos y bosques.
Para los jóvenes indígenas, la floresta es la mejor expresión de la creatividad de
la Tierra y de la vida latente en ella. La floresta sólo existe porque es diversa; el
238
4.  Nuevos caminos

monocultivo no es viable para nuestro suelo. La selva es el lugar de curación y


oxigenación de la vida. Está presente para la curación de todos los males. En ella
está la subsistencia de la vida, la igualdad y la interdependencia de todos los seres.
Ella muere para dar vida, pero se venga si es maltratada. Alberga los espíritus
protectores, las fuerzas caóticas y armoniosas de la vida. Entramos en ella para
experimentar la revelación de Dios. En ella encontramos miedo y aceptación.
Este tipo de relaciones con la naturaleza son una intrincada red de reci-
procidad. Ellos sienten y ven a la naturaleza como parte de su sociedad y de su
cultura, como una extensión de su cuerpo personal y social. Para los pueblos
indígenas, la naturaleza es un sujeto vivo e intencional. No es como la visión de
la gente del mundo moderno que lo ve como algo objetivo, mudo y sin espíritu.
La naturaleza habla y el indígena entiende su voz y su mensaje. Hay una inter-
conexión permanente: ¡todo está interconectado!
La presencia de la Iglesia entre estos grupos de jóvenes con esta y otras
formas de representación de una identidad cultural particular, de una riqueza
histórica específica y de una manera particular de ver el mundo y de relacionarse
con él, desde su cosmovisión y territorialidad específica, exige una relación de
gran respeto y postura por parte de la Iglesia Católica que está presente a través de
misioneros que imitan el gesto de Moisés de quitarse las sandalias, los prejuicios,
las visiones preformadas, los moralismos, el etnocentrismo, y de inclinarse ante
la tierra sagrada de sus vidas. Es necesario vivir juntos para proponer nuevos
caminos pastorales con rostro indígena amazónico.

5. Jóvenes afrodescendientes y ribereños


Paso ahora a reflexionar sobre los jóvenes que viven a lo largo de los ríos
y los que son afrodescendientes, grupos humanos que a menudo son olvidados,
excluidos e infravalorados. La cara del caboclo del Amazonas es una mezcla de
pueblos y tradiciones culturales que hoy se aúnan en su forma de ser y vivir las
tradiciones negras, indígenas y no indígenas. La gente de los pueblos a orillas
de los ríos, son los primeros en ser expulsados de sus espacios cuando llegan los
proyectos de “desarrollo” económico, que generalmente no los escuchan y des-
truyen sus ritmos y expresiones culturales. Estos, que se consideran, además de
las circunstancias históricas, los pueblos de las aguas, en este caso la Amazonía,
siempre han tenido en común la relación de interdependencia con los recursos
hídricos.
Los jóvenes ribereños y afrodescendientes, acostumbrados desde muy
jóvenes a las inundaciones, viven sobre pilotes a orillas de los ríos. A los ojos
de alguien de la ciudad, parecen ociosos, porque no se ajustan a los patrones
239
AMAZONÍA SALESIANA

productivos que nos impone la globalización. El ritmo del río es diferente, el


ritmo de los peces y de la tierra no puede ser acelerado por la voluntad de lucro.
La armonía con el movimiento cíclico de sus ríos (inundación, reflujo y sequía),
les hace vivir en una relación respetuosa porque entienden que “la vida dirige el
río” y “el río dirige la vida”24.
Los jóvenes ribereños y afrodescendientes conforman el mosaico de grupos
étnicos predominantemente constituido por la población negra rural o urbana,
definiéndose a partir de las relaciones con la tierra, el parentesco, el territorio, la
ascendencia, las tradiciones y las prácticas culturales propias.
En la religión viven el sincretismo de los pueblos originarios y la religiosidad
popular. Actualmente abundan las pequeñas iglesias de tipo pentecostal. La fe es
a menudo consuelo y esperanza, pero no promueve la organización del pueblo.
Ni siquiera la quiere promover. La mayoría de las veces estos jóvenes también
tienen que emigrar a la gran ciudad para continuar sus estudios. Y son víctimas
de los mismos males sociales que los jóvenes indígenas. Estas situaciones generan
resistencia y los obligan a fortalecer sus identidades.

6. Jóvenes de las periferias


Hablando de las ciudades, podemos reflexionar sobre los jóvenes de las
periferias de los grandes centros urbanos de la Amazonía. En estos espacios encon-
tramos a los jóvenes de las clases trabajadoras y populares. Muchos vienen del
interior, del campo, de las áreas ribereñas y de las zonas indígenas. Hay muchos
que viven con sus parientes, ya que sus padres se han quedado en su ciudad natal.
En estos entornos, los jóvenes se enfrentan constantemente a las condicio-
nes sociales, la falta de saneamiento básico, el tráfico de drogas, la violencia, etc.
Carecen de espacios públicos de recreación y, por lo tanto, ocupan espacios como
las plazas, las calles y los rincones menos concurridos, para poder encontrarse
con sus amigos, jugar al fútbol o “remontar cometas”.
Muchos jóvenes se convierten en rehenes del mundo de las drogas y de la
violencia, y muchos de ellos son víctimas de muertes, encarcelamientos, etc. Son
los que más necesitan cuidado, pero no encuentran a nadie que les preste atención.
Al respecto de la educación, muchos están cursando la escuela secundaria,
entre el sueño y el desánimo. Es urgente para ellos conseguir un trabajo inme-
diatamente después de terminar la educación básica. Algunos podrán entrar
en la universidad, otros tendrán que entrar pronto en el mercado laboral para

24
  Documento Preparatorio 2018; Amazonía: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología
Integral, 10.

240
4.  Nuevos caminos

ayudar en casa, o al menos “para tener sus pequeñas cosas”. Muchos estudian por
la noche, por lo que pueden trabajar durante el día. El rendimiento es bajo, la
fatiga del día es fuerte y la enseñanza del profesor a menudo no es tan atractiva.
La sexualidad despierta temprano entre las “minas” (jovencitas) y los
“manos” (jovencitos) de la periferia. Las familias a menudo comienzan a encon-
trarse cuando la adolescente queda embarazada y los dos comienzan a vivir juntos.
En estos casos es aún más urgente conseguir un trabajo. La madre suele abandonar
sus estudios. No hay guarderías públicas en las que dejar al niño durante el día
y la que normalmente ayuda, es la abuela.
Evangelizar estos espacios constituye cada vez más un desafío. Las comu-
nidades católicas, cuando las hay, no parecen capaces de llegar masivamente a
estos jóvenes. En Manaus, los 16 centros del barrio de la “Cidade Nova” tuvieron
una sola comunidad católica durante algunos años, ya que en otros ambientes
proliferan las iglesias evangélicas de tipo pentecostal.
En los barrios más céntricos, los jóvenes parecen disfrutar un poco más de
los beneficios de la ciudad. Hay más espacios públicos para la recreación, escuelas
con espacios físicos mejor cuidados, facilidad de transporte, mayor posibilidad
de acceso a una comunidad de fe mejor estructurada. Pero también en estos
espacios la violencia es un desafío y un peligro constante de seducción de los
jóvenes; las drogas son también un atractivo, tanto para la cuestión económica,
como para anestesiar la ansiedad y la depresión (que, según los estudios, han
crecido vertiginosamente en las nuevas generaciones).
Muchos jóvenes abandonan la Iglesia. Ya no sienten que habla al cora-
zón, e incluso al mundo. Los que todavía asisten no creen, ni experimentan, ni
siquiera conocen las normas morales promovidas por la Iglesia. Los que lo hacen
son a menudo seguidores de una mentalidad religiosa resistente al mundo, más
conservadora y cerrada. En las parroquias del centro hay más grupos juveniles
y acciones a favor de la juventud. Aun así, no es raro escuchar el discurso de la
necesidad de “buscar a los que están lejos”.
Estos jóvenes no sólo viven en las periferias geográficas, sino también en
las periferias sociológicas y eclesiales.

7. Espacios Juveniles en la Iglesia Amazónica


La Juventud es una de las grandes riquezas de la Amazonía. Los jóvenes que
componen la Iglesia Amazónica tienen características heterogéneas. La plurali-
dad es visible en la dimensión étnica. Para hablar del espacio de los jóvenes en
la Iglesia amazónica, debemos preguntarnos, escuchar y responder; necesitamos
“dudar” de nuestra manera de ser Iglesia.
241
AMAZONÍA SALESIANA

¿Qué espacio tienen los jóvenes en la Iglesia Amazónica? ¿Ofrece la Iglesia


espacios a los jóvenes, y en qué invierte su fuerza pastoral? Estas preguntas nos
llevan a reflexionar sobre algunos modelos de Iglesia y de misión presentes en
medio de los pueblos indígenas y amazónicos. Más que cuestionar tenemos que
escuchar, de lo contrario continuaremos con nuestros particulares y pulverizados
proyectos pastorales, y con los mismos modelos eclesiales que ya no funcionan
entre los jóvenes amazónicos. El Papa Francisco nos desafía a buscar nuevos
caminos para la Iglesia, puesto que los caminos actuales no logran dar respuestas
adecuadas.
Somos conscientes de que la Iglesia amazónica, con su acción eclesial, ha
estado siempre presente a través de servicios específicos, con los ritmos de las
“liberaciones”, con una acentuada insistencia sacramental y con la constante
necesidad de “ayuda externa”, especialmente en términos de personal, con la
mentalidad de la necesidad de ajustarse a los modelos pastorales que vienen de
fuera. De ahí la importancia y la necesidad de repensar y evaluar ciertos esquemas
pastorales que no encajan con la forma de ser y vivir de los jóvenes indígenas
y amazónicos. Muchos jóvenes son estudiantes universitarios que nos lanzan
preguntas, y necesitamos interactuar con ellos de una manera diferente.
Dentro de las estructuras de la “diocesanidad”25, un modelo todavía esta-
blecido en la Iglesia amazónica, los jóvenes se mueven en diferentes áreas de las

Los jóvenes indígenas están acostumbrados a crear relaciones respetuosas con los demás
y con el mundo que los rodea.

25
  “Diocesanidad”- término usado para refleccionar sobre los conflitos de estructuras a ser armo-
nizados. Las iglesias amazónicas son jóvenes e sus estructuras son “post-padroado”.

242
4.  Nuevos caminos

parroquias o de las misiones religiosas de las congregaciones como participantes


en las actividades e iniciativas que las Iglesias locales proponen, como celebra-
ciones, retiros, catequesis, pastoral juvenil, oratorios, etc.
Ciertamente no podemos dejar de considerar que este momento de pre-
paración al Sínodo Pan-Amazónico es un momento privilegiado para escuchar
a los jóvenes de la Amazonía. La gran atención prestada a la Amazonía exige que
la Iglesia no deje pasar este momento sin atender a la tarea de descubrir o redes-
cubrir el espacio de los jóvenes. La peculiaridad de la fisonomía de esta Iglesia le
da la posibilidad de respuestas creativas. Por eso es necesario mirar a la Iglesia y
al espacio de los jóvenes de la Amazonía desde dentro.
Tenemos que dejar que los jóvenes hablen y digan lo que piensan de nuestra
misión. El Papa Francisco en Puerto Maldonado (19/01/2018) dijo: “... los indíge-
nas tienen que ser los principales interlocutores, a todos los niveles”. Esto se podría
traducir como “descolonizarse” en nuestra relación, dejar de tomar “paquetes”,
planes pastorales ya prontos, sino construir juntos con ellos. El protagonismo es
uno de los elementos de la Iglesia con rostro amazónico. No estamos ofreciendo
una respuesta, sólo planteando algunas preguntas con gran simplicidad o, si se
quiere, de una manera muy amazónica.
Para favorecer mejor el espacio de los jóvenes, habrá que seguir escuchando.
No olvidemos de proponerles algunas preguntas: ¿qué es la Iglesia para los jóvenes
indígenas y amazónicos? ¿Cómo ven nuestra acción pastoral con ellos? ¿Quié-
nes somos los salesianos para los jóvenes indígenas y amazónicos? Una actitud
paciente “fluvial” de escucha es esencial.
Además, la Amazonía es una región de muchos jóvenes que se desplazan.
Un movimiento intenso siempre en busca de algo. Esta trashumancia amazó-
nica no ha sido y no es muy bien trabajada por la Iglesia. Los jóvenes caminan,
“peregrinos por los caminos de un mundo desigual”26.
Hay que estar atentos al ritmo propio del mundo de los jóvenes de la
Amazonía. Hay entre ellos una manera particular de relacionarse con el tiempo,
incomprensible para la mayoría de los agentes pastorales. Ellos tienen su pro-
pia manera de asimilar los datos de la fe independientemente de la autoridad
clerical.
La Iglesia en la Amazonía y para la Amazonía necesita convertirse en su
relación con los jóvenes a partir desde adentro. Se necesita un cambio interior y
exterior: la conversión de su corazón y espíritu, de su mentalidad y actitudes, de
su cuerpo y de sus estructuras. Conversión a una propuesta eclesial con jóvenes
clara y común, nucleadora y catalizadora, que sirva de inspiración, mística y

26
  Tada C., Possidônio R., Amazônia, desafios e perspectivas para missão, Paulinas (São Paulo 2005) 55.

243
AMAZONÍA SALESIANA

fuerza, y que sea el sacramento de su misión con los jóvenes y para los jóvenes de
la Amazonía. Conversión a un proyecto de Iglesia que queremos sea con rostro
amazónico.
Nuestra buena voluntad individual, nuestros planes grupales, parroquiales
o diocesanos no serán suficientes si no se articulan e inspiran desde la realidad
de la diversidad, que no es uniformidad sino unidad plural.
Es necesario repensar la experiencia de fe con una nueva visión
del mundo católico juvenil en las diferentes formas de “ser católico”,
enfatizando en la fe un cierto aspecto: hay jóvenes católicos que nutren
su fe y se expresan en la participación de la liturgia; otros tienen una
mística y oración personales, con poca o ninguna participación comu-
nitaria; otros identifican su fe con la práctica del amor fraterno, con el
servicio a los más necesitados, con la unión o el compromiso político,
en la ecología o en otros movimientos sociales.
Ciertamente habría muchos otros elementos para hablar
de la juventud. He expresado aquí algunos de los temas que
más percibo en la conversación con los jóvenes. En todos estos
ambientes hay elementos comunes: la fuerza de la amistad y
de la experiencia de grupo, el descubrimiento del amor en sus
errores y éxitos, la intensa influencia (tanto positiva como
negativa) que la familia ejerce sobre la felicidad de estos
jóvenes y su manera de ver la vida.
Los jóvenes de la Amazonía, en toda su diversidad,
muestran a la Iglesia un rostro de esperanza y de sueños que
sin duda ayudará a recorrer nuevos caminos de esperanza.
A través de los jóvenes, la Iglesia ha descubierto la profunda
experiencia de acompañar y promover sus identidades cultu-
rales en absoluta cohesión con su espiritualidad cristiana. Esta
integración es un signo claro de una integración óptima de la fe en
Jesucristo con la fe vivida en sus culturas y espiritualidades.

8. Para continuar pensando


El espacio no es un privilegio. El espacio es una conquista. El espacio
para los jóvenes en la Iglesia de la Amazonía no será muy diferente del
espacio para los jóvenes en la Iglesia como tal. Después de la conquista
del espacio es necesario tener responsabilidad, sabiduría y despren-
dimiento para manejarlo. Después del Éxodo, Israel conquistó su
tierra. En aquel entonces no supo cómo manejarla y la perdió.

244
4.  Nuevos caminos

Entró en cautiverio, asirio y babilónico. Luego regresó y manejó su espacio con


legalismo y muros. Jesús puso en evidencia que ello no era bueno. Demostró que
el amor, el compartir y la fraternidad son las cualidades para gestionar el espacio.
Y el espacio de Israel en el cristianismo se convirtió en un espacio universal, más
allá de los muros y el legalismo.
El espacio juvenil no puede ser asegurado por muros o legalismo. En el
compartir fraterno este espacio será específico, grande y universal. No será un
privilegio, sino un ser para los demás. Y el espacio de los jóvenes de la Amazonía
será el espacio de los jóvenes de todo el mundo que puedan mostrar a los adultos
que el espacio libre es siempre pluricultural, compartido y fraterno.
Frente a los rostros de muchos jóvenes con diversidad cultural, construida
desde la ribera de los ríos y el medio de la floresta hasta los centros y conglome-
rados de edificios de las metrópolis, es constatar qué espacio tenemos para los
jóvenes y qué espacio queremos que tengan. Tenemos que ayudar a los jóvenes a
dar un testimonio cristiano desde su fe auténtica, aunque no encaje en ninguno
de nuestros esquemas pastorales.
Los jóvenes indígenas, afrodescendientes, ribereños y urbanos son inter-
culturales, interactúan con diferentes personas y en diferentes realidades. Por
esta razón, la filosofía intracultural también puede ser fortalecida, es decir, puede
valorar y fortalecer su identidad original para interactuar de manera equilibrada
con los demás.
Si esta forma de ver a la juventud sirve de algo, ¡qué bien! Espero que al
menos sirva para invitar a los que leen estas páginas a escuchar más a los jóvenes
de la Amazonía. Sentarse a su lado, sin pretensiones, y dejarlos hablar. Será un
encuentro fascinador y ciertamente quien vaya a este encuentro con la intención
de llevar el Evangelio saldrá evangelizado.
Nuestro desafío para el Sínodo Pan-Amazónico es presentar los que serían
nuevos caminos para los jóvenes en la Iglesia Amazónica, o lo que los jóvenes de la
Amazonía tienen que decirnos para nuestro carisma salesiano. ¿Cómo trabajaría
Don Bosco con los jóvenes indígenas de hoy?

245
AMAZONÍA SALESIANA

8. 
INCULTURACIÓN
Y CATECUMENADO
EN CONTEXTO INDÍGENA
Prof. Damásio Medeiros, sdb,
Facultad de Teología – UPS (Roma)
Prof. Georg Lachinitt, sdb,
Universidad Católica Don Bosco, (Campo Grande, Brasil)

Introducción
La transmisión del verdadero sentido de la liturgia es uno de los proble-
mas más difíciles que la Iglesia está llamada a afrontar hoy. A veces parece que el
acontecimiento sacramental no es comprendido. De ahí la urgencia de explicitar
la importancia de la liturgia como lugar educativo y revelador, subrayando su
dignidad y orientación para la construcción del Reino.
Esta transmisión afecta, en particular, a las nuevas generaciones, a las que
no se les ha transmitido suficientemente el sentido de la liturgia, su verdadero
sentido. Ha prevalecido a veces la búsqueda ingenua de lo espectacular, que tiene
como objetivo dar vida a emociones fuertes, a sensaciones intensas, exaltar los
afectos a costa de la interioridad, la racionalidad, el pensamiento, el silencio y,
sobre todo, de la pobreza y la sencillez de los medios y signos que siempre han
caracterizado la liturgia cristiana.
Además, teniendo en cuenta que “los Sacramentos son una forma privi-
legiada de cómo la naturaleza es asumida por Dios y se convierte en mediación
de la vida sobrenatural”, su celebración es una invitación permanente a “abrazar
el mundo en un nivel distinto” (Laudato Sii, 235).
“La «inculturación» significa una íntima transformación de los auténti-
cos valores culturales por su integración en el cristianismo y el enraizamiento
del cristianismo en las diversas culturas humanas” (Varietatis Legitimae, 4). Sin
embargo, hay que tener en cuenta algunas categorías antropológicas para enfocar
bien la cuestión. Entre ellas: “experiencia religiosa” (= misterio celebrado / tiempo
litúrgico); “lenguaje religioso” (= celebración comunitaria / espacio litúrgico) y
“acción ritual” (= celebraciones litúrgicas / acciones litúrgicas).
Finalmente, presentamos posibles criterios y el testimonio de una obra
de inculturación de la nación indígena Xavante, Brasil, dirigida por el P. Georg
Lachnitt, salesiano.
246
4.  Nuevos caminos

1. Criterios para una inculturación


Respecto de los criterios, se pueden enunciar los siguientes.
•  Promover una fuerte experiencia de Iglesia/comunidades cristianas (por
ejemplo, catequesis litúrgica mistagógica, ministerios, sacramentales,
religiosidad popular, promoción humana).
La diversidad de las situaciones eclesiales tiene su importancia al juzgar el
grado de inculturación litúrgica necesario. Una cosa es la situación de los países
que han sido evangelizados durante siglos, y en los que la fe cristiana sigue estando
presente en la cultura; otra es la de los países en los que la evangelización es más
reciente o no ha penetrado profundamente en las realidades culturales; la situa-
ción de una iglesia en la que los cristianos son una minoría en comparación con el
resto de la población es igualmente diferente; una situación más compleja puede
surgir, finalmente, cuando la población experimenta el pluralismo cultural y
lingüístico. Sólo una evaluación precisa de la situación puede aclarar el camino
hacia soluciones satisfactorias.
•  Es necesario asegurar una presencia estable y conocer la lengua, la cultura
y la experiencia espiritual indígenas de los pueblos.
•  La traducción de la Biblia, o al menos de los textos bíblicos utilizados
en la liturgia, es necesariamente el primer momento de un proceso de
inculturación litúrgica (la traducción de la Biblia para la catequesis/
liturgia).
•  El trabajo en equipo: son necesarias personas competentes, tanto en
la tradición litúrgica del rito romano como en el conocimiento de los
valores culturales locales. Se necesitan estudios preliminares de orden
histórico, filosófico, antropológico, exegético, bíblico, teológico, cate-
quético y litúrgico.
•   Sin embargo, sus resultados necesitan ser confrontados con la expe-
riencia pastoral del clero local, de la vida consagrada, de las familias
involucradas en la evangelización.
•  Será también preciosa la opinión de los sabios del pueblo, cuya sabiduría
se ha abierto a la luz del Evangelio.
•  Es indispensable tener en cuenta la diferente situación de las poblaciones
de la Amazonía marcadas por la cultura urbana, industrial, postmo-
derna, etc.
A continuación, presentamos el testimonio de una obra de inculturación
de la nación indígena Xavante.

247
AMAZONÍA SALESIANA

2. Los caminos
Los miembros del pueblo Xavante, que durante décadas huyeron del con-
tacto con el mundo exterior, en los años 50 se vieron obligados a buscar apoyo
para sobrevivir porque fueron perseguidos y eliminados. Aunque un grupo de
salesianos buscó el contacto con ellos, dos salesianos fueron asesinados por ellos
en 1934.
El 4 de agosto de 1956 un grupo de Xavantes se acercó a la misión presente
entre los Bororo, buscando ayuda para sobrevivir, pues estaban en condiciones
precarias de salud y de seguridad. Otro grupo, el 24 de febrero de 1957, se acercó
a la misión de Sangradouro pidiendo la permanencia en ella.
Los misioneros comenzaron pronto el largo proceso de catequesis, hablando
en portugués y recurriendo a algún Xavante que parecía entender mejor el idioma
del misionero. Reviviendo los ritos culturales en la misión y, sobre todo, los inci-
sivos y prolongados ritos de iniciación para la vida adulta y, más tarde, los ritos
de iniciación religiosa tradicional, se vieron provocados a replantearse el estilo
de la catequesis en vistas del bautismo, recordando el Rito de Iniciación Cristiana
de Adultos recuperado después del Concilio Vaticano II.

3. La iniciación tradicional Xavante


En la tradición cultural del Xavante existe una formación para la vida
adulta dividida en tres etapas de cinco años cada una, y una formación a la vida
religiosa tradicional dividida también en tres etapas de quince años cada una.
Cada etapa tiene sus ejercicios, su comportamiento, con la participación de
representantes de la comunidad indígena. Así, el hombre plenamente iniciado
alcanza la edad de 27 años, más o menos; el hombre plenamente iniciado en la
vida religiosa tradicional alcanza la edad de 50 años, más o menos. La vida del
Xavante, por lo tanto, está en un ritmo permanente de iniciación progresiva.
Además, cada rito de pasaje a la siguiente etapa de la vida se celebra durante
unos tres meses.

4. La influencia de la vida cultural en la vida cristiana


Hay varias prácticas de iniciación cristiana que han influido notablemente
en la actitud del misionero activo o de las Hermanas misioneras. Se han inspi-
rado en la formación a la vida cristiana en etapas de dos años cada una según la
RICA (Rito de Iniciación Cristiana de los Adultos). Les pareció tan sugerente a
248
4.  Nuevos caminos

los indígenas y a los misioneros, que los llevó a elegir nuevas prácticas, siempre
sugerentes, para el bautismo cristiano. La traducción a la lengua indígena sugirió
a los indígenas la vía normal de la iniciación cristiana, incluso para los que fueron
bautizados de niños, porque correspondía a la vía indígena, aunque sólo de dos
años de duración, más o menos.
Por supuesto, la primera formación se hizo muy fatigosa porque los cate-
quistas y los padrinos, que también eran necesarios en todos los ritos de inicia-
ción cristiana según la cultura Xavante, necesitaban entender la doctrina de la fe
cristiana, presentada por los misioneros en la lengua nacional y, al mismo tiempo,
los misioneros tenían que aprender la lengua indígena, en la que se celebraban
progresivamente la catequesis, etc., y los ritos. La catequesis dada por el catequista
indígena siempre ha sido y es dada en el idioma indígena.

5. Elección de padrinos y madrinas


Si al principio los padrinos y madrinas eran los misioneros, cuando el
RICA asumió rasgos indígenas, han tenido que ser siempre indígenas. Como en
los ritos indígenas, antes de pensar en los ahijados, es necesario pensar en los
padrinos. Los Xavante celebran un largo rito para presentar a los padrinos a la
comunidad y darles autoridad para actuar. Así, los futuros catecúmenos deben
definir primero quiénes serán sus padrinos y madrinas. Son los padres los que
deben elegir a los padrinos para sus hijos. Para la RICA indígena, existe un rito
de institución de los padrinos, en el que cada uno se presenta con su ahijado.
En todos los ritos de la RICA, el padrino tiene que estar presente y cumple una
función ritual. Por ejemplo, en la entrega de los Evangelios es el padrino quien
recibe el libro del sacerdote y lo entrega a su catecúmeno. Hay algunos criterios
en la elección del padrino, tomados de los criterios indígenas. El padrino tiene
que ser del clan opuesto, porque sólo este último puede corregir a su ahijado,
mientras que los padres siempre se encargarán de la defensa de sus hijos, incluso
si han tenido una falta pública.
Corresponde a los padres aconsejar a sus hijos y defenderlos, pero no
corregirlos. En la aldea de San Pedro se celebró el Rito de la Entrega, presidida
por el catequista, que incluyó la entrega de la hoja del Credo y luego del Padre-
nuestro, hecha por el padrino en el centro de la aldea, en la que los catecúmenos
debían arrodillarse para recibirlo. Consideramos más adelante que a los padrinos
y madrinas externos les resultaría muy difícil estar presentes en todos los ritos
intermedios y también someterse a los criterios indígenas, que a menudo dife-
rirían en el contexto étnico.

249
AMAZONÍA SALESIANA

6. Elegir el catequista
Una vez, en la aldea de Namuncurá habíamos celebrado los sacramentos
del Bautismo, y los sucesivos. Después de un tiempo, hablé con el catequista para
comenzar otro grupo. Se negó. Pero insistí y anuncié el comienzo de un nuevo
grupo el próximo domingo. No apareció nadie. Es que la comunidad había
elegido a un catequista del otro clan, con sus conocidos defectos. “Los ancianos
garantizan que él no se pase de la raya”. En otra comunidad se eligió al chofer
de la comunidad. Un día, cuando regresó de la ciudad al mediodía, profirió un
pequeño grito y todos los catecúmenos se reunieron para la catequesis.
Al menos para los ritos más incisivos del RICA, los catecúmenos están
decorados a la manera indígena con urucum en el cuerpo y los brazos, y carbón
en las piernas; los otros con collares y pequeñas cuerdas. Esto es responsabili-
dad del padre. Por supuesto, el catequista y el sacerdote también tienen que ser
adornados según los criterios de su autoridad. Así, el rito cristiano se presenta
también como un rito indígena.
Los padres, y especialmente los ancianos, son autoridad para aparecer
durante la catequesis, y el catequista con gusto les da espacio para hacer su cate-
quesis. El sacerdote y el misionero, a su vez, son invitados a hacer su presentación
cuando están presentes. Y no se pueden negar.

7. La selección de los que serán bautizados


Una vez, en la aldea de Namuncurá, una semana antes del primer domingo
de Cuaresma convoqué a los interesados para deliberar sobre la aptitud de los
catecúmenos a ser admitidos al bautismo. Fueron denunciados hasta los pecados
más ocultos, y los catecúmenos, con la cabeza baja, lo oyeron todo. Al sobrepasarse
los límites de la pertenencia al clan, se convirtió en una batalla que duró hasta las
dos de la tarde. Se concluyó que el próximo domingo terminaríamos la discusión.
Pero cuando me acerqué a la aldea el domingo siguiente, el jefe me esperó fuera
de la aldea y me dijo: “¡Padre, todos han sido aprobados! Lo discutimos toda la
semana”. Me recordé de que había habido acusaciones graves, y él respondió:
“Estaban tan avergonzados que nunca más lo repetirán”. Luego se celebró el Rito
de Elección para el Bautismo el Sábado Santo con sentimientos de gratitud.
El comportamiento ritual típico de los iniciados es practicado por todos,
incluso por los ancianos. Asisten puntualmente cuando son llamados a la cateque-
sis. En este caso y en todos los ritos mantienen la cabeza inclinada, no reaccionan
cuando son corregidos colectivamente, no hablan y aceptan todas las recomen-
daciones para las prácticas rituales. En resumen, son iniciados tanto en los ritos
250
4.  Nuevos caminos

indígenas como en los ritos cristianos. El comportamiento ritual indígena se


traslada a todos los ritos cristianos y con rigor, hasta el punto que los padrinos
o los ancianos pueden hacer sus observaciones que son estrictamente acatadas.
El Sábado Santo, los catequistas convocan a los catecúmenos para la cate-
quesis desde una hora temprana, y en algunos casos puede durar hasta las 2:00
p.m., más o menos. Es la preparación inmediata para los Ritos de Iniciación. Una
vez terminada la catequesis, comienza la preparación y ornamentación ritual
de los ritos cristianos, que pueden durar horas, porque, además de prepararse
con sentido artístico, hay que aplicarlos con dedicación. El algodón y el urucum
deben ser plantados el año anterior y preparados para el uso ritual, el carbón
debe ser cosechado en el cerrado después de la quema y aplicado a las piernas.
Las cuerdas para las pulseras en las muñecas de las manos y los pies deben ser
preparadas con esmero.
El día del bautismo es normalmente la Vigilia Pascual, porque la Pascua es
el centro de la vida cristiana y de la liturgia. También entre los indígenas toda la
liturgia de la Vigilia Pascual se centra en la muerte y resurrección de Jesucristo.
El lugar litúrgico es siempre el centro de la aldea, a menos que la lluvia obligue a
hacerlo en un lugar más apropiado. No hay límite de tiempo para el ritual pascual,
porque todo debe hacerse con calma. Los catecúmenos, con los padrinos detrás
de ellos, están siempre dispuestos en semicírculo. El sacerdote u obispo se coloca
en la apertura del semicírculo. Últimamente el obispo diocesano ha autorizado a
los sacerdotes a administrar el sacramento de la Confirmación inmediatamente
después del bautismo. Es una imagen muy impresionante verlos a todos con la
cabeza ligeramente inclinada, todos pintados con rigor indígena, así como a los
padrinos.

8. Un caso de adaptación progresiva


Una vez, en el pueblo de Namuncurá, durante los años 80, cuando el rito
indígena aún estaba en elaboración, el catequista vino a preguntarme con mucha
discreción si los que iban a ser bautizados podían cortarse el pelo a la manera
Xavante. Dicho esto, siguió otra pregunta: si podían hacerse tonsura, como es
la tradición indígena en los ritos religiosos. Lo confirmé, pues para mí que era
lo más lógico, aunque yo no sabía en ese momento cuál era el significado de tal
tonsura. Finalmente me preguntó con mucha circunspección si podía pintar la
tonsura con urucum, y si aun así se podría derramar el agua del bautismo en la
tonsura. Cuando en la oscuridad de la noche llegó la fila de veinte catecúmenos
masculinos y veinte femeninos, vi a los hombres vestidos con pantalones negros,
zapatos negros, camisa blanca y corbata. Así mismo todas Las mujeres vestidas
251
AMAZONÍA SALESIANA

de blanco, zapatillas blancas, medias blancas. Sólo dos ancianos se presenta-


ron adornados con el rigor indígena. Por tanto, la única pieza indígena era la
cabeza según la tradición Xavante. Pero en el momento del bautismo, para el
cual cada madrina me ofreció una calabaza con agua, me pregunté a dónde iría
el agua con urucum. Les pedí que inclinaran la cabeza, pero la mujer reaccionó
categóricamente con la cabeza erguida y dijo: “¡Así mismo!”, de modo que los
bauticé ahorrando de agua para no ensuciarles la ropa. Cuando llegué a la tercera
mujer, oí el grito de asombro de la primera madrina: Ö tsyryre di, Padre Jorge
tsõti! (fue poco agua, el Padre Jorge es mezquino); y la madrina vertió el resto
del agua de la calabaza, y era mucha, sobre la recién bautizada. Y así continuó
el rito del bautismo. Todas las madrinas completaron el bautismo derramando
toda el agua de la calabaza sobre el bautizado. Por supuesto, el urucum bajó
con el agua y manchó la ropa, pero esto fue una señal de orgullo para ese día.
Sólo en 1986, cuando asistí al rito de iniciación religiosa Xavante, comprendí la
importancia de esta gran cantidad de agua derramada por la madrina. Después
de quince días de realizar danzas rituales durante todo el día, pudiendo comer
y beber sólo por la noche, se escenificó la danza de la muerte simbólica, cuando
ante un grito estridente todos se desmayaron a mediodía. Entonces las madres y
madrinas vinieron con calabazas de agua para derramarlas en abundancia hasta
que el hombre inconsciente cobró vida. En efecto, para bautizar, en su concepto,
primero deben morir y luego ser resucitados con el abundante baño de agua. Este
bautismo en los pueblos Xavante fue también el último en el que los catecúme-
nos se presentaron vestidos de blanco. Hoy en día, todos vienen adornados con
pinturas y adornos de la tradición Xavante.

9. Los paramentos del sacerdote


Es evidente que, en este contexto tradicional indígena, los ornamentos
romanos no tienen mucho sentido, por lo que requieren al sacerdote que sea
adornado, en lugar de los iniciados al culto religioso tradicional, como los indí-
genas. En lugar de la estola, recibe en la espalda el collar de algodón blanco con
plumas. El cuerpo y los brazos están pintados con urucum rojo: una bola de
urucum preparada hace mucho tiempo es tratada como jabón, escupiendo sobre
ella para mojar las manos y aplicarla al cuerpo en la parte superior y los brazos.
En las piernas viene la pintura con carbón y saliva, como de costumbre. Luego
recibe en las muñecas de los brazos y las piernas las cuerdas de buriti o similares,
lo que significa mucho para el sentido indígena. De manera similar me sucedió
en el pueblo de São Pedro, en una Vigilia Pascual. Danzaban cantando un canto
en semicírculo, el canto de Datsiwaiwere, que cura las enfermedades, mientras yo
252
4.  Nuevos caminos

confesaba durante tres horas en el centro del círculo. Una vez terminado, volví a la
mesa del altar. Pero ya no estaba la mesa, sino una gran estera de paja de urucum,
con los utensilios dispuestos en la parte superior. Cuando llegué con una túnica
blanca, los ancianos con el cacique me rodearon y el cacique me dijo: “Padre, va
a celebrar con la ropa de muerto”, refiriéndose al alba. Luego me ofrecieron una
camisa roja y me pintaron en el centro de todos y me dijeron. “¡Ahora sí estás
hermoso para la Pascua!”. Así celebramos la Pascua con el canto y el baile vigoroso
de los indígenas, bautizando y distribuyendo la primera Eucaristía, como Xavante
entre los Xavante. ¡Qué vibración por parte de la comunidad!
Las noticias corren y en los otros pueblos hay una pintura similar para los
ornamentos indígenas. ¡Esto se ha vuelto normal en la Pascua!

Mediante el Catecumenado y los Ritos de Inciación Cristiana, el cristianismo penetró


el alma y la cultura Xavante.

253
AMAZONÍA SALESIANA

9.  AMAZONÍA Y CARIDAD:


SERVICIO DE PROMOCIÓN
HUMANA 27

Mons. António de Assis Ribeiro, sdb,


Obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Belém (Brasil)

Introducción
Quiero comenzar esta reflexión felicitando a la Pontificia Universidad
Salesiana por esta iniciativa tan importante y oportuna, que revela su profundo
sentido de Iglesia y su sintonía con los grandes temas de los debates actuales.

27
Bibliografia: Becker, B., As amazônias: ensaios sobre geografia e sociedade na Amazônia. Vol 3.
(Rio de Janeiro 2015). Boff L., Ecologia: Grito da Terra, Grito dos Pobres (Rio de Janeiro 2004). CELAM:
Carta Pastoral do Conselho Episcopal Latino-americano. Discípulos missionários, guardiões da casa comum:
discernimento à luz da Encíclica Laudato Sii (Bogotá 2018). CELAM: V Conferência, Documento de Aparecida
(São Paulo 2007). CNBB Regional Norte II, Vida sustentável na Amazônia. Novos Caminhos para a Igreja e
para uma ecologia integral. CREAM – Comissão para a Evangelização na Amazônia. Caderno N. 6, Ano 2018.
CNBB Regional Norte II, Os cristãos e as eleições. “Alegres por causa da Esperança” (Rm 12,12). Cartilha de
Orientação Política, CNBB Regional Norte II (Belém-Pa 2018). CNBB Regional Norte II, Fermentando a
Paz. Projeto Fundo Nacional de Solidariedade. CEPAST – Comissão Episcopal para a Ação Social Transfor-
madora, S/D. CNBB Regional Norte 1,2, Linhas prioritárias da pastoral da Amazônia. “Cristo aponta para
a Amazônia”. IV Encontro da Pastoral da Amazônia (Santarém 1972). CNBB, Igreja na Amazônia: Memória
e Compromisso. Conclusões do Encontro de Santarém (Brasília 2012). CNBB, IV Congresso Missionário
Nacional. Missão permanente: reflexões e propostas (Brasília 2017). CNBB, Missionários para a Amazônia,
N. 100 (Brasília 20112). CNBB, Texto Base da Campanha da Fraternidade, 2007. Fraternidade e Amazônia:
Vida e missão neste chão (São Paulo 2006). Comissão Episcopal Para A Amazônia, Seminário Nacional sobre
evangelização dos povos indígenas (Brasília 2017). Congregação Para A Educação Católica, Educar ao huma-
nismo solidário para construir uma civilização do amor: 50 anos após a “Populorum o Progressio”, Orientações
(Brasília 2018). Congresso Internacional Da Vida Religiosa. Paixão por Cristo, paixão pela humanidade.
CRB (São Paulo 2005). Correa, A.T., O que pretende a Igreja? em: Jornal Voz de Nazaré. I Caderno, Edição
863, de 15 a 28 de fevereiro de 2019, 3. Da Silva O.A.; Homma A. K., (Org.), Pan-Amazônia: Visão Histórica,
Perspectivas de Integração e Crescimento. Manaus: (FIEAM), 2015. em: https://www.academia.edu/ 20077548/
PAN-AMAZ%C3%94NIA_Vis%C3%A3o_Hist%C3%B3rica_ Perspe ctivas_de_Integra%C3%A7%C3%
A3o_e_Crescimento (acesso 02/03/2019). Diretório Pastoral Da Arquidiocese De Manaus (2015). Fran-
cisco, Evangelii Gaudium, CNBB (Brasília 2013). Francisco, Laudato Sii, CNBB (Brasília 2015). Krautler
E., No coração da Amazônia. Comissão Episcopal para Amazônia, S/D. Modino L.M., Migração, tráfico de
pessoas e sínodo; em: Boletim do Sínodo sobre a Amazônia. N. 4, 7, 20/09/2018 - Assessoria de Imprensa
da REPAM-Brasil e Comissão Episcopal Especial para Amazônia/CEA. Pereira J.C., Borba R., Pastoral da
ecologia e do meio ambiente.,CNBB (Brasília 2016). Plano De Evangelização Da Diocese De Ji-Paraná,
Uma Igreja discípula, profética, missionária, sinal do Cristo vivo e libertador (Ji-Paraná –Ro 2013). Plano
Pastoral Da Arquidiocese De Belém: 2017-2020. Pontes F., Povos da floresta: cultura, resistência e esperança.
REPAM (São Paulo 2017). Verzeletti C., Uma Igreja que se aproxima, escuta, ilumina a família, os jovens e
as periferias. Carta Pastoral, Diocese de Castanhal (2019). Video: https://youtu.be/LxdZ1XyWGmc.

254
4.  Nuevos caminos

Es en este contexto que se presenta el tema de la promoción humana, un tema


que va más allá de las fronteras de la Amazonía.
La realización de un Sínodo es siempre una llamada a todo el pueblo
católico a caminar en sinergia, hablando el mismo lenguaje, en comunión con
los ideales y compartiendo experiencias de pasión por la promoción del Reino
de Dios.
De hecho, la experiencia de la Caridad en la Amazonía se manifiesta en la
promoción humana como el compromiso más elocuente para promover el Reino
de Dios. No hay Reinado de Dios en el que no se respete, proteja, defienda o se
promueva la dignidad humana. Así es como el evangelista Mateo relata la acción
misionera de Jesús íntimamente ligada a la promoción de la vida:
“Vuelve y dile a Juan lo que oyes y ves: los ciegos recuperan la vista, los
paralíticos andan, los leprosos se purifican, los sordos oyen, los muertos resucitan
y la Buena Nueva se anuncia a los pobres” (Mt 11,4-5).
La Iglesia, dondequiera que esté, sigue fielmente el dinamismo pastoral de
Jesús. La misión de la Iglesia, más allá de la predicación y la liturgia, se compro-
mete con la promoción del Reino como exigencia de amor a Dios y al prójimo.
Por eso, la Caridad nos mueve a promover en todo el planeta los más variados
servicios de promoción humana. La Caridad inspira el dinamismo pastoral de
la Iglesia presente en la Amazonía.

1. Referencias fundamentales
Nuestra visión de la promoción humana en la Amazonía está condicionada
por tres fuentes de referencia: el Evangelio, la Doctrina Social de la Iglesia y la
Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Son referencias para el fundamento de nuestra sensibilidad y dinámica
pastoral, y su función es estimularnos a: Contemplar la belleza de la dignidad y la
vocación humana; inspirar proyectos, métodos de acción, criterios de evaluación,
actividades jerárquicas; estimular el compromiso de preservar y promover el más
preciado de los tesoros, el ser humano; discernir situaciones de ambigüedad,
mostrando donde nuestra elección debe ser radical y dirigir nuestros corazones
y mentes hacia el cuidado del desarrollo humano integral.
Por eso se nos invita a ejercer una mirada a la Amazonía con una sensibili-
dad que supera los parámetros meramente periodísticos y sociológicos. Nuestra
mirada sobre la Amazonía no es científica ni técnica, sino ética, teológica, eclesial
y pastoral. El fundamento de todo, en el que se basa la promoción humana de la
Iglesia, es el ardor de la Caridad Pastoral.

255
AMAZONÍA SALESIANA

2. La complejidad de la Amazonía
No se puede hablar seriamente de promoción humana en la Amazonía sin
considerar la complejidad de esta realidad en sus diversas dimensiones:
Dimensión Geográfica: La Amazonía cubre más de siete millones y medio
de kilómetros cuadrados y comprende nueve países: Brasil, Bolivia, Colombia,
Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela, Guayana Francesa; en esta área
geográfica existen llanuras, ríos, lagos, pantanos, campos, montañas y diversidad
de climas.
Dimensión Biológica: la Amazonía es el mayor santuario de biodiversidad
del mundo; el ser humano está en profunda relación con este universo biológico;
concentra el 25% de todas las especies vivientes del planeta.
Dimensión Antropológica: la Amazonía es un santuario de pueblos,
culturas, naciones, lenguas; son pueblos indígenas, caboclos, negros, mestizos,
europeos; sólo la Amazonía está formada por unos 400 pueblos y nacionalidades
diferentes.
Dimensión Política: hay nueve países diferentes entre sí, es decir, gobiernos,
leyes, sensibilidades y contextos históricos de diferentes nacionalidades.
Dimensión Económica: La Amazonía es un entorno donde existen gran-
des tensiones económicas: agroindustria, economía doméstica, extractivismo,
turismo, industria, riqueza, pobreza, miseria, agricultura familiar, desequilibrio
de inversiones; por otro lado, ningún país tiene la misma situación económica
que el otro.
Dimensión Social: En la Amazonía existe una gran variedad de contextos
sociales, no es sólo un universo de fauna y flora. Hay 34.1 millones de personas en
toda Pan Amazonía y es la región con la población económicamente más pobre
de todo el continente americano; por otro lado, cada uno de estos ambientes
tiene una historia.
Dimensión Religiosa: En la Pan Amazonía no sólo existe el cristianismo
católico, sino también el protestante y el neo-pentecostal; existe un gran universo
religioso formado por religiones indígenas, movimientos religiosos naturalistas,
religiones de origen africano, judaísmo, islamismo y un sincretismo religioso
variado.
Dimensión subjetiva (actores sociales): la promoción humana en la Amazo-
nía no depende exclusivamente de la Iglesia Católica, en esta inmensa región existe
una gran diversidad de sujetos que, de diferentes maneras, promueven la dignidad
humana: gobiernos, instituciones de control social, iglesias, ONGs, movimientos
sociales, empresas, organizaciones populares, instituciones internacionales.
Dimensión contextual (existencial): en cuanto a la promoción humana,
no basta con hablar de la diversidad de pueblos y culturas, también hay que
256
4.  Nuevos caminos

considerar la variedad de contextos existenciales: indígenas, ribereños, rurales,


negros (quilombolas), urbanos, periféricos, urbanos, clase media urbana. Hay
una psicología que caracteriza a cada contexto.

3. La interdependencia de los sujetos, problemas y los recursos


El servicio de promoción humana desarrollado por la Iglesia Católica, en
los más variados contextos y países de la Amazonía, no está dentro de una bur-
buja, al contrario, es un servicio encarnado en una compleja red de relaciones
entre sujetos con diferentes mentalidades, intereses y medios de acción. Nada está
aislado, todo está en relación; todo está interconectado, tanto en la naturaleza
como en las relaciones humanas.
No podemos concebir una relación de intervención pasiva en ninguna
realidad de la Amazonía. Ningún actor social tiene soluciones para todos los
problemas. Por lo tanto, no podemos concebir ninguna forma de “¡heroísmo
solitario!” La sabiduría de la Iglesia, fiel a sus principios y misión, se manifiesta
en la capacidad de diálogo con otros sujetos. Pero está llamada a ser coherente
con sus ideales, dando testimonio de su postura profética, firme e intrépida.
También somos conscientes de que ningún recurso técnico o grupo de
recursos humanos constituye el remedio para todos los males presentes en la
Amazonía. Por eso, en el ejercicio de la promoción humana, la Iglesia debe tener
siempre presente la necesidad de interactuar con otros actores sociales.
Otro tema muy importante que debemos considerar en la promoción
humana es el hecho de que la Amazonía actual no es una realidad puramente
natural: ya tenemos varios siglos de intervención humana, de explotación depre-
dadora de la naturaleza y de agresividad en las relaciones entre los pueblos y las
naciones.
Frente a esta realidad histórica, la promoción humana en su profusión
debe considerar también la génesis de cada situación, por ejemplo, la pobreza, el
aislamiento, la frágil consistencia de las políticas públicas, en definitiva, de todos
y cualquiera de los atentados a la dignidad humana.

4. La necesidad del doble foco: socio-ambiental


No podemos tratar los temas amazónicos con una mentalidad extracti-
vista (fuente de recursos), naturalista (todo es natural), ambientalista (atención
miope a la biodiversidad), economicista (laboratorio de producción: carne,
granos, generación de energía, montaje industrial). Todos estos modelos son
257
AMAZONÍA SALESIANA

La promoción humana “eco-antropológica”, significa el desarrollo de la ecología integral.

reduccionistas porque no tienen en cuenta la cuestión de la transversalidad de


las relaciones.
La dimensión antropológica es intrínseca a lo ecológico y a lo ambiental. La
cuestión de la promoción humana abarca todas las dimensiones de la existencia
humana, independientemente de su contexto.
Por eso, la promoción humana no significa una actividad directamente
dirigida y restringida a la persona, sino a la totalidad de las condiciones de la
vida humana; por lo tanto, el cuidado del “hogar común” también forma parte
de ella. En esta perspectiva “eco-antropológica”, la promoción humana significa
el desarrollo de la ecología integral.

5. Exigencias de la promoción humana en la Amazonía


Las exigencias fundamentales de la promoción humana son siempre las
mismas en todo el mundo, pero es necesario considerar el contexto existencial
de los que están presentes en cada realidad. Siempre hay una variedad de factores
que condicionan la gestión, la metodología y el dinamismo de los proyectos, ideas
y sueños. En el caso de la Amazonía, lo hemos mencionado.
258
4.  Nuevos caminos

La promoción humana no puede separarse de la cuestión ambiental;


no se trata de un criterio puro de equilibrio socio ambiental, sino que, sobre
todo, sobre la base del pensamiento, el desarrollo humano debe considerar el
contexto específico de la ecología (el ser humano como parte integrante de la
biodiversidad).
Acoger a la persona humana en su totalidad de dimensiones: multidi-
mensionalidad natural (visión holística); en la Amazonía muchos modelos de
desarrollo que ya han fracasado, precisamente porque no han considerado la
complejidad de sus dimensiones: ambiental, climática, antropológica, cultural,
psicológica, religiosa.
La promoción humana es un compromiso que, abrazando la totalidad de
la persona humana, en todos los contextos y situaciones, exige una acción con-
junta: ningún actor social es, de forma aislada, responsable de acoger, proteger,
defender y promover a la persona humana; la Amazonía, por su propia naturaleza,
exige interacción, sentido de corresponsabilidad, acción conjunta, asociación.
Desafortunadamente, incluso en la gestión de la promoción humana en la Ama-
zonía, los diferentes actores sociales no siempre convergen ni se esfuerzan por ser
buenos socios, colaboradores entre sí; donde hay diferentes maneras de entender
la dignidad humana (y el valor de la vida humana), hay conflictos, enemistad,
antagonismo, polarización.
La promoción humana requiere la intervención en todos los contextos
socioculturales: indígena, negro, rural, ribereño, urbano (centro y periferia);
es necesario exorcizar los fuertes remanentes de una concepción fragmentada
y demonizada de algunos actores sociales que crea barreras y genera antipatías
(gobiernos, empresas, agricultores, militares, ONGs...); cada actor social tiene
una profunda responsabilidad que debe ser rescatada por su dignidad vocacio-
nal; donde crece el mundo del antagonismo, todos pierden y se debilitan, y se
relacionan en un estado de “guerra fría”.
La promoción humana, como desarrollo integral, requiere la superación
de ciertos límites: El romanticismo amazónico (“paraíso amazónico”, “Amazon
tourist”, “Amazonía eldorado”, “Amazonía a partir de las fuentes abundantes”,
“Amazonía energy province” y también conceptos opuestos como el de “infierno
verde amazónico”); el ambientalismo minimalista (progresista), el ambienta-
lismo radical (conservador), el extractivismo depredador, la superación de la
demagogia ecologista que descarta el desarrollo integral y equipara la dignidad
de la persona humana con la de los árboles y los animales; la superación de la
mentalidad fatalista que todavía está fuertemente presente en la mentalidad del
pueblo (indígena e caboclo del interior - influjo de mitos) y del largo tiempo de
opresión; la superación del fuerte sentimiento de inferioridad.

259
AMAZONÍA SALESIANA

6. Compromisos importantes de la Iglesia Católica


para la promoción humana en la Amazonía
Estar en actitud de “continua salida” para contemplar la realidad; la Ama-
zonía es una realidad compleja y dinámica que está en continua evolución,
especialmente como consecuencia de la acción humana; no podemos pre-
servar una visión fija o estática de la Amazonía; la Iglesia está llamada a ser
hermenéutica de este dinamismo. Como buena samaritana de la humanidad,
la Iglesia está llamada a acercarse, a “descender”, a “encarnarse” cada vez más, a
escuchar los gritos y a tender la mano a los que sufren y se ven amenazados en
su dignidad (cf. Ex 3, 7-10); a escuchar la realidad no significa prestar atención
sólo a los gritos de dolor, sino también acoger alegrías, logros, dones, riquezas,
oportunidades, sueños; a testimoniar la alegría del Evangelio, de la esperanza
y de la serenidad, especialmente en los contextos socio-pastorales más hostiles,
evitando así el “pastoral de la rabia” (el conflicto innecesario, los antagonismos,
posturas agresivas, iniciativas ideologizadas, actitudes maniqueistas, antipáticas
y polarizadas);
Por eso busca establecer parecerías sanas con otros actores sociales que
asuman causas sanas que tengan afinidad con los valores del Evangelio, juntos
podemos dialogar, sumar, contribuir, promover en red la cultura de la vida y
de la ecología integral; y donde hay opresor, son llamados a la conversión; para
ello es necesario que sean evangelizados. La voluntad divina no es la muerte del
opresor, sino su conversión (cf. Jr 35,15; Ez 18,23); debemos evangelizar a los
ricos28 (cf. Lc 16,19-31; 19,1-10).
La Iglesia adopta una actitud de compasión frente a los dramas humanos
y socio ambientales, testimoniando audacia, iniciativas proféticas, valientes
y provocadoras, y ser capaces de intervenir rápidamente, especialmente en
situaciones de grave vulnerabilidad social (ocupaciones, periferias, violencia...
Iglesia Buena Samaritana, Iglesia Marianamente apresurada); Evita la arrogancia
y la frialdad, cultivando la sencillez y la humildad en las iniciativas pastorales,
en la predicación, en la liturgia, en las organizaciones eclesiales; conserva la
paciencia dinámica y estimula una cultura de procesos de transformación; evita
y combate el asistencialismo que genera dependencia y estimular a una menta-
lidad emprendedora y cooperativa, superando la tendencia a la comodidad y al
aislamiento; educa para la promoción de la autoestima, la inquietud social, la

28
  Cf. CELAM: Conclusiones de la III Asamblea General del Episcopado Latino-americano. Docu-
mento de Puebla, año 1979. N. 1156; Papa Francisco, EG 58 (los ricos debem ser ayudados a ser solidarios);
Documento de Aparecida, 395 (darles orientaciones éticas en relación a la economía).

260
4.  Nuevos caminos

proyectualidad que contribuya a la generación de una cultura de la auto-sos-


tenibilidad; evita el “paternalismo pastoral” que es una forma de evangelizar y
catequizar que no favorece el crecimiento de las personas, no forma sujetos, ni
promueve líderes; evita el mesianismo socio-religioso que se manifiesta como
esa actitud de arrogancia en la promoción humana que desprecia a todos los
demás actores sociales y radicaliza la propia postura, los medios y las ideas de
la Iglesia como solución para todo.

7. Lo que la Iglesia Católica ya está haciendo


La Iglesia Católica en la Amazonía, en todos los países, ha estado activa
durante cuatro siglos en la evangelización y la promoción humana; la evange-
lización y la promoción humana siempre han ido de la mano a lo largo de esta
historia. Sin embargo, es necesario considerar los contextos históricos. Por eso
podemos afirmar que no todo sucedió de la misma manera y con la misma sen-
sibilidad que hoy.
La contribución de la Iglesia al desarrollo humano de la Amazonía en el
pasado ha sido notable a través de la promoción de la salud (hospitales), la edu-
cación (escuelas formales, escuelas agrícolas, internados -educación integral-,
educación superior, centros de formación social y profesional), la promoción
de la economía (tecnología, producción), la comunicación y la cultura (radio,
televisión), la defensa de la vida, la dignidad de los pueblos indígenas y de los
esclavos negros, las organizaciones sociales (asociaciones, grupos, consejos, asam-
bleas, foros...).
La Iglesia Católica en Amazonía ha contribuido a la promoción humana
a través de las más variadas organizaciones pastorales: pastoral de la educación,
pastoral de la salud, pastoral de enfermos, pastoral de mujeres, pastoral carcelaria,
pastoral de las comunicaciones, pastoral infantil, pastoral juvenil, pastoral de
los menores, pastoral de la itinerancia, pastoral afro, pastoral indígena; pastoral
de la movilidad humana, pastoral de la tercera edad, pastoral de la sobriedad,
pastoral de la tierra, pastoral de los indigentes, pastoral de los sordos, pastoral
del turismo, pastoral de los pescadores, pastoral de los refugiados, pastoral de
la familia, pastoral universitaria… Cada una de estas pastorales representa una
respuesta de la Iglesia a una situación humana específica.
Además de la pastoral, la Iglesia Católica actúa en la promoción humana a
través de organizaciones como: Caritas, CIMI (Consejo Indigenista Misionero),
CPT (Comisión Pastoral de la Tierra), CDDH (Centro para la Defensa de los
Derechos Humanos), CEBs, Congregaciones religiosas, Movimientos, Asociacio-
nes, Institutos de Vida Apostólica, Nuevas Comunidades…
261
AMAZONÍA SALESIANA

Gracias a esta amplia, secular y convencida presencia y testimonio de la


Iglesia en la promoción de la dignidad humana, hoy tenemos muchos mártires;
personas que han dado su vida por el pueblo, defendiendo la dignidad humana,
dando testimonio del Reino de Dios.

8. Graves situaciones que atentan contra


la dignidad humana en la Amazonía
 violencias: doméstica, sexual, abuso, violencia en el campo, en la religión,
desprecio por la identidad cultural indígena;
 narcotráfico: que promueve la muerte de jóvenes, la intolerancia, las
adicciones, la dependencia, las amenazas;
 enajenación popular: debilitamiento del protagonismo (de los pueblos),
alienación, mesianismo, demagogia populista, clientelismo político,
comodidad, dependencia de las subvenciones del gobierno, inquietud
frágil;
 al lcoholismo: enfriamiento de los lazos familiares, conflictos, vicios,
hostilidad, negligencia, separación, desintegración familiar, abandono
del hogar;
 injusticia económica: genera el abismo entre ricos y pobres; pobreza
indígena, cabocla y ribereña, poca inversión en el campo, inexpresividad
de la economía solidaria;
 éxodo rural: crecimiento en la periferia de las grandes ciudades, agro
negocio violento (envenenamiento del suelo y contaminación de los
recursos hídricos); poca inversión tecnológica en el campo para los
pequeños productores;
 analfabetismo: cultural (sin conocimiento de la propia cultura), moral
(crisis de valores), religioso (sin conocimiento doctrinal, devocio-
nal, supersticiones), político, legal, manipulación, alienación de las
personas…
 migración: malos tratos, xenofobia, criminalización de migrantes y
refugiados; trata de personas, especialmente mujeres con fines de explo-
tación sexual y comercial;
 inversión deficiente en salud pública en el interior, falta de educación
higiénica y preventiva;
 desarrollo económico: que prioriza la producción económica, el bene-
ficio, el extractivismo depredador, la exportación, los grandes negocios,
262
4.  Nuevos caminos

las grandes empresas, los grandes proyectos dejando de lado la mano de


obra de los pobres, la negación de la agricultura familiar, la debilidad
de la economía solidaria;
 violación de los derechos humanos: impunidad, un sistema judicial
que favorece a los económicamente poderosos por la posibilidad de
apelación para recursos de instancia superior y pago; cárcel privada,
explotación laboral en el campo;
 ausencia de autoridad del Estado: corrupción en los organismos públi-
cos, indiferencia, derroche de recursos, miopía en la gestión del bien
común, intereses privados;
 crisis del sentido comunitario: individualismo, crisis de liderazgo, debi-
litamiento del tejido social y comunitario, crisis de las asociaciones de
vecinos, colapso de los ayuntamientos (comunitario, municipal, estatal),
personalismo.

9. Metas desafiadoras de la promoción humana en la Amazonía


El objetivo de las actividades de promoción humana es el desarrollo inte-
gral. Debido a la complejidad del alcance de esta pregunta, propongo objetivos
basados en los siguientes ejes o campos de acción:
Relación: Enfoque y bienvenida - cultivar la buena samaritanidad29. Esto
significa ejercitarse continuamente en el acto de salir, de ir al encuentro de los
demás, de acercarse a la realidad existencial de los demás, de interesarse por su
situación; cultivar una actitud de empatía, simpatía, apertura y ternura; ser una
presencia solidaria en todas las circunstancias de la vida del pueblo, y no simple-
mente como consecuencia de una denuncia; alimentar la amistad y las buenas
relaciones a través una visita gratuita y perspicaz. La promoción humana ¡no
debe ser vista como una acción técnica! ¡Es una relación humanizadora! Por eso
la promoción humana ¡no puede ser un servicio frío! Es necesario conciliar lo
técnico-metodológico con lo afectivo-relacional.
Promoción de la identidad: dignidad humana, valores, sentido de la vida.
La Iglesia integra en la evangelización un compromiso profundo y explícito
con la sacralidad y la dignidad de la vida humana; educa para la asimilación y

29
  “... un samaritano, que estaba viajando, llegó cerca de él, lo vio, y tuvo compasión. Se aproximó
a él y lo curó, derramando aceite y vino en las heridas. Después colocó al hombre sobre su proprio animal,
y lo llevó a mesón, donde lo cuidó” (Lc 10,33-34). Temos aquí una pedagógica secuencia de verbos: salir,
ver, sentir, aproximarse, actuar, asumir, pagar...

263
AMAZONÍA SALESIANA

promoción de los valores morales, cristianos; promueve experiencias de reflexión


y estudio sobre la dignidad humana; educa en el pensamiento y fortalecimiento
de la identidad de las personas sencillas, para superar el miedo, la timidez y el
anonimato; y finalmente, despierta a las personas a una visión emprendedora
de la existencia, la experiencia de la libertad y la responsabilidad frente a los
condicionamientos (culturales, naturales, religiosos).
Promoción de la ética en la política: gestión y liderazgo. La comunidad
cristiana estimula en las comunidades el sentido de pertenencia: del bien común;
promueve el acompañamiento de la calidad de los servicios públicos; ofrecer
asesoramiento a los consejos municipales (salud, educación, seguridad, derechos
de la infancia y de la adolescencia, asistencia social...) y fomenta la promoción
de cursos de liderazgo y gestión.
Educación preventiva: analfabetismo y pasividad. Debemos Favorecer el
conocimiento de la realidad amazónica (hay mucha ignorancia); promover una
presencia evangelizadora y educativa, estimulando la asimilación de la dignidad
humana y el desarrollo humano integral en las diversas iniciativas pastorales;

Belem. Procesión del Cirio de Nazareth.

264
4.  Nuevos caminos

fortalecer la dimensión moral en la catequesis, en la predicación, en la pastoral


(compromisos éticos), en los movimientos y en las organizaciones; educar a la
proyectualidad con el objetivo de superar la mentalidad, inmediatista, pasiva y
acomodada; educar al cuidado y rechazo de la explotación depredadora de los
recursos naturales.
Cultura de derechos humanos: Violencias. La Iglesia se compromete a Pro-
mover la cultura de la “ecología integral” y de la “eco-antropología” (el ser humano
integrado); Integrar el concepto de dignidad humana y derechos humanos en la
acción pastoral cotidiana como consecuencia del mandamiento del amor a Dios
y al prójimo; educar a los Derechos humanos y estimular la necesaria aceptación
de la dimensión social de la fe y la caridad; acompañar las acciones del Estado
y el cumplimiento de las leyes (ausencia, negligencia, corrupción, incompeten-
cia); defender, proteger y promover la identidad y los derechos naturales y los
logros legales; combatir la cultura de la impunidad promoviendo el sentido de
la corresponsabilidad social.
Espiritualidad: cansancio, miedo y desviaciones. Jesús no fue un activista
de los derechos sociales, sino un promotor del Reino de Dios; vivió su misión en
profunda comunión con el Padre y, por tanto, advirtió a sus discípulos diciéndoles:
“Sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15,5). La conciencia de Jesús de la promoción
humana estaba en profunda intimidad con el Espíritu Santo:
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la
Buena Nueva a los pobres; me ha enviado a proclamar la liberación a los prisioneros
y a los ciegos para que recobren la vista; a liberar a los oprimidos y a proclamar un
año de gracia del Señor” (Lc 4,18-19).
“Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto” (Lc 4,1); Jesús inicia su
misterio entre los pobres de Galilea, movido por la fuerza del Espíritu (cf. Lc 4,14).
El compromiso de la Iglesia Católica con la promoción humana no se puede
reducir a un puro servicio social; sin vida espiritual hay desviaciones de la
misión, violencia, errores, incoherencias, inconsistencias, cansancio, pérdida de
la integridad, malestar, fragmentación personal, pesimismo, irritación, pérdida
de la esperanza, ideologización de la pastoral, estrés, “síndrome de bournout
(agotamiento). Esta ha sido la causa de muchos abandonos en la vida sacerdotal
y religiosa para muchos e incluso de la fe. La Vida Espiritual nos da la expe-
riencia de ser contemplativos en la acción, capaces de resistir y de mantener la
comunión con la Iglesia sin caer en la trampa de las ideologías. La lucha por la
promoción humana no debe reducirse a un mero trabajo social. Todos somos
siervos del Reino de Dios.

265
AMAZONÍA SALESIANA

10. Nuevas pautas de la Agenda Pastoral


de la Promoción Humana en la Amazonía
Hablar de “Nuevas pautas para la agenda pastoral de la promoción humana”
significa compromisos que la Iglesia debe reforzar en su dinámica de promoción
humana. Veamos algunos de ellos:
•  trabajar más en la cuestión de la prevención en relación con problemas
sociales graves, como, por ejemplo, el fenómeno de la violencia, la dro-
gadicción, la corrupción y el individualismo, con un enfoque interdisci-
plinario e interinstitucional para la promoción de la dignidad humana;
•  promover la auto sostenibilidad de la promoción humana, todavía hay
una gran vulnerabilidad de las iniciativas y dependencia del clero y los
religiosos (as);
•  compromiso de las IES - Instituciones de Educación Superior (católicas,
privadas y gubernamentales) en la promoción de la dignidad humana;
todavía no tenemos una acción conjunta entre las universidades; las
universidades presentes en la Amazonía están invitadas a convertir su
mirada científica en promoción humana en la Amazonía, sobre todo,
estimulando a los estudiantes a abrazar temas de investigación profun-
damente relacionados con la realidad regional con tantas demandas
específicas; es necesaria la profundización académica de la Amazonía,
la caboclicidad y la indigenidad;
•  avanzar en el desafío de la relación entre ecumenismo y promoción
humana;
•  formar líderes políticos y sociales (concejales, secretarios, asesores, alcal-
des, diputados, senadores);
•  promover la responsabilidad social de las empresas: el Documento
de Aparecida nos propone la promoción de la evangelización de los
empresarios (cf. AD, 492) y habla del desarrollo de la espiritualidad de
los empresarios (cf. AD, 285, 404);
•   crear un Observatorio permanente para la promoción humana en la
Amazonía;
•  promoción de la cultura de la reflexión sobre la dignidad humana, supe-
rando el pragmatismo intervencionista; lamentablemente, seguimos
trabajando con un enfoque en los hechos inmediatos; la promoción de
la cultura de los procesos de desarrollo humano sigue siendo un desafío;
•  promoción de una cultura de la honestidad y la transparencia en la ges-
tión de los recursos públicos (lucha contra la corrupción); estimular la
cultura del voluntariado, ¡somos sembradores de esperanza!
266
4.  Nuevos caminos

10.  LA CONTRIBUCIÓN CULTURAL


DE LOS SALESIANOS
PARA LA AMAZONÍA
P. Juan Bottasso, sdb30,
Universidad Politécnica Salesiana (Ecuador)

1. El contexto histórico
Después de la Revolución Francesa y del remesón napoleónico la Iglesia
francesa conoció un robusto despertar de vitalidad que se manifestó también en
el renacer del espíritu misionero, con epicentro en Lyon. Francia en el siglo XIX
fue el país que conoció la fundación del mayor número de congregaciones con
finalidad exclusivamente misionera.
“Le Génie du Christianisme” de Chateaubriand supo interpretar magis-
tralmente esta atmósfera, que veía en el auge de las misiones una estupenda
realización del mandato de Jesús: “Id y enseñad”, unida a la tarea civilizadora.
En este contexto fue madurando la mentalidad que más tarde se plasmó en la
consigna “Evangelizar civilizando, civilizar evangelizando”.
A las manos del seminarista Juan Bosco llegó un buen número de esta lite-
ratura y sembró en su conciencia el sueño misionero. Fue algo que lo acompañó
toda la vida, pero por muchos años fue solamente esto: un sueño; algo un tanto
nebuloso y teñido de romanticismo. Solo después de 1870, cuando su Congre-
gación comenzó a ser conocida y empezaron a multiplicarse las peticiones para
abrir presencias en diferentes continentes, que el sueño aterrizó y tomó cuerpo.
La mayoría de los pedidos de fundación se referían a la atención a los
migrantes italianos, cuya presencia asumía enormes proporciones, pero en Don
Bosco permanecía la obsesión por los pueblos no evangelizados, aquellos que,
además de correr el riesgo de perderse por no conocer a Cristo, vivían al margen
de la “civilización”: los “salvajes”.
Argentina le ofreció la posibilidad de alcanzar el doble objetivo: atender a
los migrantes y evangelizar a los paganos. Don Bosco tenía los ojos puestos más
en los habitantes de Patagonia y Tierra de Fuego que en las barriadas de Buenos
Aires, pero la realidad resultó diferente a la que él había imaginado.

30
  P. Juan Bottasso é antropólogo, docente de la Universidad Politécnica Salesiana (Ecuador) y
miembro del Grupo de Investigación Misiones y pueblos indígenas de la misma universidad.
267
AMAZONÍA SALESIANA

Sus Salesianos pudieron entrar a Patagonia en el momento exacto en que


el ejército argentino llevaba a cabo una guerra de conquista y exterminio contra
los Mapuche.
El famoso sueño, en que el Santo preveía que los indios adultos se trans-
formarían a través de los jóvenes educados por la misión se vio trágicamente
truncado.
La labor salesiana en la Patagonia siguió y fue muy fructífera, pero tomó
otro rumbo. Entonces los hijos de Don Bosco, volvieron la mirada a los indíge-
nas amazónicos. El obispo de Cuiabá, Carlos D´Amour, pidió personalmente a
Don Bosco que enviara misioneros para hacerse cargo de los indígenas y de las
escuelas de la ciudad. Este pedido no pudo ser atendido por el Santo, sino por
su sucesor, Don Rúa.
El 12 de marzo de 1893, el mismo año en que el Vicario Apostólico de
Méndez y Gualaquiza fue confiado a los salesianos para que evangelizaran a los
Shuar, Monseñor Luis Lasagna fue consagrado Obispo con la responsabilidad,
nada menos, que la de atender a los indios de Uruguay, Paraguay y Brasil. Se
trataba de una tarea descomunal y casi imposible de realizar, pero aquel hom-
bre enérgico no se amedrentó. Puso mano a la obra y regresó a América con 36
misioneros. El 18 de junio de 1894 fueron recibidos solemnemente por el pueblo
y las autoridades de Cuiabá y de inmediato tomaron los contactos oportunos para
dar comienzo al trabajo con los indios. Como sabemos los audaces proyectos de
Mons. Lasagna naufragaron muy pronto a causa de su trágica muerte. No tuvo
sucesor como obispo de los indios de los tres países.
Los que heredaron su compromiso fueron hombres igualmente excepcio-
nales, como Don Malán y Don Balzola. Este último en 1914 fue destinado al Río
Negro, para dar inicio al trabajo misionero en aquella región. El celo que des-
plegó y los viajes que realizó en un inmenso territorio tienen de lo increíble. En
el registro de los bautismos de Puerto Ayacucho, Venezuela, el último Vicariato
entregado a los Salesianos, consta que el misionero llegó hasta allá y administró
el sacramento a varios indígenas.

2. La teología de los misioneros


No podía ser sino la típica de su tiempo: salvar almas. La puerta impres-
cindible de entrada era el bautismo. Lo importante era hacer que la gente se
bautizara para asegurarse contra el riesgo de perder definitivamente la visión de
Dios. Una interpretación restrictiva de los Padres de los primeros siglos había
resumido en una frase que se hizo célebre este tema teológico: “Fuera de la Iglesia
no hay salvación”. Una imagen bíblica que expresaba claramente este concepto
268
4.  Nuevos caminos

era la del arca de Noé. No existen alternativas: quien entra en ella se salva, quien
queda afuera perece. La misionología aún no aparecía en el horizonte, así que
nadie hablaba de la finalidad de la misión como implantación de la Iglesia local
y anuncio de los valores del Reino. “Salvar un alma” era visto ya como un pre-
mio suficiente para una vida de entrega y un seguro para la salvación eterna del
misionero mismo.
Este enfoque iba de la mano con otra imagen evangélica aplicada al anuncio
apostólico: la del campo y la semilla. Un agricultor prudente, antes de echar el
buen trigo, se preocupa de limpiar el campo de toda mala hierba y después vigila
para que esta no vuelva a asomar. Aplicación: para que el Evangelio sea acogido es
indispensable destruir las creencias falsas que un pueblo ha elaborado y después
poner mucha atención para que el error no vuelva a invadir el campo.
En otras palabras: el Evangelio está llamado a sustituir totalmente el pen-
samiento religioso de un pueblo.
Pero ¿no es la religión el núcleo más íntimo y fuerte de una cultura? Si se
la destruye, ¿qué suerte correrá la cultura?

3. La antropología de los misioneros


¿Qué visión tenían de las culturas de los pueblos a quienes eran enviados?
La que era común a todo el mundo occidental.
La aplicación de la teoría evolucionista a las ciencias sociales había llevado
a la conclusión de que, así como sucede con los diferentes organismos presentes
en la naturaleza, algunas culturas se han desarrollado mucho y otras han que-
dado en el estado embrionario, como la de los “salvajes” amazónicos. No faltaron
quienes opinaban que era inútil gastar tiempo con ellos, porque no poseían un
cociente de inteligencia que les permitiera progresar. Pero se impuso una corriente
más humanista, la del Mariscal Cándido Mariano da Silva Rondón, conocido y
apreciado en todo el mundo. Él estaba convencido que los indígenas amazónicos,
siendo seres humanos, con una paciente labor educativa podrían ser llevados
a “civilizarse”. Su enfoque era el típico del positivismo masónico y liberal. Los
misioneros compartían este optimismo, pero añadiendo que era indispensable
el anuncio de la religión verdadera.
La antropología, vista como una disciplina digna de ciudadanía entre todas
las demás ciencias sociales, recién empezaba a dar sus primeros pasos. Y no se puede
ignorar que muchos de los antropólogos culturales de los tiempos iniciales fueron
enrolados por las potencias coloniales para que, a través del conocimiento de las
dinámicas de las culturas, fueron útiles auxiliares para la administración de sus
imperios. Es el caso de Bronislav Malinowski en relación con el imperio británico.
269
AMAZONÍA SALESIANA

Los Salesianos en la Amazonía ecuatoriana.

4. La preparación de los misioneros y el contacto


con los antropólogos
Los salesianos que iban a las misiones recibían la formación estandarizada
de todos los demás religiosos: ciertas bases filosóficas y teológicas, espíritu de
piedad, entrenamiento para una vida sobria… Nada de específico.
En el lugar del trabajo cada uno buscó moverse guiado por la experiencia
adquirida en su tierra y por el sentido común. El hecho que pronto se empezó a
enviar personal en edad muy joven, facilitó su inserción en la mentalidad, lengua
y cultura el país de destino, pero favoreció también la asimilación de los prejuicios
locales con respecto a los pueblos “primitivos”.
Casi todos los salesianos (y no fueron pocos) que llegaron a realizar inves-
tigaciones importantes, y a producir obras muy apreciadas en áreas como la
etnografía, la lingüística, la etnohistoria, fueron autodidactas y emprendieron
sus iniciativas más movidos por el entusiasmo personal que por el empuje la
Congregación como tal.
270
4.  Nuevos caminos

A pesar de estas limitaciones, no pocas de sus producciones científicas


fueron muy valoradas por algunos de los máximos exponentes de las ciencias
antropológicas.
Quisiera detenerme especialmente a analizar las relaciones con el célebre
antropólogo francés Claude Lévi – Strauss, por considerarlas emblemáticas.
Lévi – Strauss pasó de una crítica radical al método misionero a una visión
más serena y hasta de admiración. Fue un proceso que se desarrolló a lo largo
de años.
En 1935, cuando era profesor de la Universidad de São Paulo, incursionó en
el Mato Grosso. Aun siendo filosofo él ya tenía la curiosidad del etnólogo. En su
famosa obra “Los Tristes Trópicos” relata cómo tuvo un contacto con los Bororo
que resultó fundamental: “Aquel encuentro marcó mi carrera”31.
En aquella zona, desde unos 40 años, ya se encontraban los salesianos. El
admiró sus investigaciones, pero pronunció un juicio tajantemente negativo
sobre su método: “Estos misioneros llevan simultáneamente excelentes encuestas
etnográficas… y una tarea de exterminación metódica de la cultura indígena32.
¿A qué se debe una condena tan inapelable de la labor misionera? Pro-
bablemente a cierto mal entendido. Él había observado que la aldea bororo
era circular y dividida en dos mitades. La disposición de las malocas alrededor
del círculo relacionaba cada una con la del frente. Esta ubicación tenía un
papel de fundamental importancia para las relaciones de poder y las políticas
matrimoniales.
Pero los Salesianos habían cambiado la disposición de las viviendas, sis-
temándolas a lo largo de calles paralelas, según un ordenamiento rectangular.
Para el antropólogo esto había sido una astucia un poco pérfida de ellos: al ver
transtornados sus puntos de referencia, los Bororo habían quedado del todo
desorientados y esto había facilitado su acercamiento al cristianismo.
Pero, probablemente, la reubicación de la aldea de parte de los misioneros
no se debía tanto al propósito explícito de desbaratar su cosmovisión para que
se rindieran al Evangelio, sino a otro más sencillo, y un poco ingenuo: el de pro-
porcionarles unas viviendas más funcionales.
De todas maneras el resultado de la presencia de la misión no resultó ser
aquella catástrofe que Leví – Strauss hacía prever. Los misioneros siguieron
acompañando al pueblo y ahondando en un conocimiento de su cultura con el
resultado que un grupo, compuesto de pocos centenares de personas y aparente-
mente condenado a la extinción, se recuperó en todos los sentidos y hoy cuenta

31
  Lévi-Strauss C., Los Trsites Trópicos, ed Paidos 2006, 258.
32
  Op. cit. 258.

271
AMAZONÍA SALESIANA

con unos miles de personas. Entre ellos la vivencia de valores tradicionales es


muy visible. En 1975 el P. Rodolfo Lunkenbein fue acribillado por defender su
territorio de la invasión de los terratenientes.
Cuando, en 1976, el P. Bartolomé Giaccaria, el mejor especialista en la
cultura de los Xavantes, había pedido a Leví - Strauss una presentación para su
obra “Povo auténtico”, él aceptó, pero al momento de escribirla había vuelto a
recordar su experiencia con los misioneros de los Bororo. “Al comienzo del siglo
el celo apostólico inspiró en ellos métodos que, sin lugar a dudas, el etnólogo
no podría aprobar sin renegarse a sí mismo. Pero lo importante es el hecho que
aquellos métodos no han resistido a la experiencia, gracias a los vínculos pro-
fundos que los Salesianos supieron establecer con la cultura entre las más ricas y
fascinantes de la América tropical: a la de los Bororo de Brasil central. Ninguna
otra fue igualmente impregnada de altísima espiritualidad: entrando en contacto
con aquella no les ha sido difícil radicarse en convencimientos aptos para suscitar
el acuerdo del misionero con el etnólogo”33.
Lo que causó sorpresa y total admiración en Leví – Strauss fue llegar a tener
en sus manos el primer tomo de la Enciclopedia Bororo, fruto de incansables
investigaciones de los PP. Antonio Colbacchini y César Albisetti, sistematizadas
por el P. Ángel Venturelli. Él la definió “una obra monumental que recoge un
patrimonio de conocimiento inmenso, sin igual entre las obras dedicadas a otras
tribus sudamericanas”34.
Invitado a escribir una presentación para el tomo tercero de la misma enci-
clopedia, él lo hizo con estas expresiones: “Los P.P. Albisetti y Venturelli tuvieron la
delicadeza de pedirme una breve introducción al tercer volumen de la enciclopedia
Bororo. Me conmueve profundamente este testimonio de confianza de parte de
eminentes especialistas cuya vida fue y es consagrada al estudio de los Bororo”35.
Cabe preguntarse por qué los misioneros fueron a pedirle que escribiera
una presentación. Puede que en parte haya sido para rehacerse de las críticas
recibidas, pero sobre todo fue para lograr que su trabajo lograra una especie de
aval de parte de uno de los científicos más apreciados en el momento.
Lo que se acaba de relatar no debe considerarse una simple anécdota, sino
algo que revela un dato de enorme importancia.
Y es este: el misionero no puede considerarse auto suficiente. La “buena
voluntad” no basta para emprender una labor en un campo tan delicado como

33
  Lévi-Strauss C., Presentación de Uomini Veri, SEI (Torino 1975) 3. Es curioso que esta presen-
tación, escrita originariamente en francés, aparece solo en la edición italiana, traducida al italiano. En su
lugar, en la edición en portugués, aparece una presentación de Egon Shaden.
34
  Lévi-Strauss C., Presentación de Uomini veri, 4.
35
  Lévi-Strauss C., Presentación del tercer tomo de la Enciclopedia Bororo, (Campo Grande 1975) 1.

272
4.  Nuevos caminos

aquel en que interactúan culturas diferentes. Sin la ayuda de las ciencias sociales
es posible vivir años en medio de un grupo humano sin entender cómo funciona,
pero sentirse satisfecho por “estar haciendo mucho bien”, sin advertir que, a veces,
los efectos de esa actividad son todo, menos que “buenos”.
Voy a citar por última vez a Leví – Strauss. “Es de los Bororo que aprendí
que ciertas formas de pensamiento, aparentemente tan diferentes de las nues-
tras, son sin embargo capaces de analizar y descifrar fenómenos, de abstraer
sus propiedades comunes y de elaborar una visión del mundo con un alcance
verdaderamente filosófico”36.
Acostumbrados a la facilidad con que se habla de los nativos amazónicos
definiéndolos primitivos y salvajes, estas palabras nos deben sonar como si lle-
garan de otro planeta. Los prejuicios son fruto de la ignorancia, pero un misio-
nero debería luchar toda la vida contra los prejuicios. Esto exige preparación,
dedicación y una capacidad de observación muy entrenada.

5. Producciones científicas
Un primero pionero, en este esfuerzo de colaboración entre misión y ciencia,
fue el Siervo de Dios, P. Carlos Crespi. Era biólogo y naturalista, sus colecciones
de insectos y plantas serán muy valoradas en la comunidad científica, con la cual
mantendrá siempre una fecunda relación. Se esforzó en conocer y aprender la
lengua shuar. Fue un pionero en la producción cinematográfica, por la que docu-
mentó, en el 1926, en un largometraje “Los invencibles Shuaras del Alto Amazonas”.
Es famoso el gran museo que implantó en Cuenca, como forma de preservación
de la cultura tradicional indígena; lamentablemente mucho del rico patrimonio
del museo se perdió en un trágico incendio en el 1962.
Los misioneros que, en la Amazonía, han producido obras científicamente
apreciables no han tenido siempre una vida fácil. Del misionero se espera que
trabaje, que organice, que esté en permanente actividad. Que hubiera quien
dedicara tiempo a investigar idiomas, mitos, costumbres, a veces se lo vio como
un tiempo mal aprovechado.
Sin embargo se trata de algo enormemente útil, exactamente para la eficacia
del trabajo.
Consideremos, por ejemplo, al P. Alfredo Germani. Tan pronto como llegó
a las misiones entre los Shuar, él se dedicó de lleno al estudio de la lengua, hasta
dominarla perfectamente.

36
  Lévi-Strauss C.,, op. cit., 1.

273
AMAZONÍA SALESIANA

Esto le permitió escribir manuales de aprendizaje del mismo idioma, replan-


tear el enfoque de los textos escolares, partiendo de la cultura tradicional shuar.
Poco después de su llegada se implementó el sistema escolar radiofónico. El
manejo del idioma le permitió desempeñar en esto un papel decisivo. Paralela-
mente, robando horas al sueño, dedicó años a investigar la historia del pueblo
shuar y la publicó en tres tomos. Que se sepa, ningún otro grupo amazónico
posee de su propia historia una documentación tan completa.
Igualmente importante ha sido la obra del P. Siro Pellizzaro. La documen-
tación de la mitología shuar le pidió la dedicación de la vida entera. Los seis volú-
menes de la misma, con texto shuar, traducción literal interlinear y traducción
libre, constituyen una colección apreciadísima por los especialistas, pero fueron
también de gran utilidad para el trabajo pastoral y educativo. Al mismo P. Pellizaro
se debe la elaboración de un gran Diccionario Shuar –castellano.
Hablando siempre del Ecuador una iniciativa de gran relieve para el mundo
científico fue la creación del Centro Cultural Abya – Yala de parte de los salesianos.
En 45 años ha publicado alrededor de 3.000 volúmenes sobre las culturas, los
valores y los problemas de los pueblos autóctonos. No se conoce en el continente
latinoamericano otra realización parecida.
De la Enciclopedia Bororo (Mato Grosso) ya se habló. Son tres tomos,
pero el tercero se divide en tres volúmenes. El trabajo de los autores ya citados
fue completado por el P. Gonzalo Ochoa. En el mismo Mato Grosso, a lado de
los Bororo, viven los Xavante. El mayor conocedor de su lengua y cultura es el P.
Bartolomé Giaccaria. También para su volumen “Povo auténtico” C. Lévi – Strauss
tuvo la amabilidad de escribir una presentación.
Si muy extensa fue la actividad investigativa de los Salesianos del Mato
Grosso no quedó atrás la de los que trabajaron en el Rio Negro del mismo Brasil.
El P. Casimiro Beksta se mereció el aprecio de todos los lingüistas brasileros
por sus trabajos sobre la lengua tukano. El P. Alcionílio Brüzzi da Silva publicó
una extensa colección de mitos de los mismos Tukano. El P. Víctor Hugo nos dejó
dos gruesos volúmenes de historia de la región del Rio Negro. Los trabajos del P.
Antonio Giacone documentan su actividad en el campo lingüístico, siempre con los
diferentes grupos de Tukanos: gramáticas, diccionarios, manuales de aprendizaje.
El P. Luis Bolla (Yánkuam) pasó la mitad de su vida de misionero en el
Ecuador y la otra mitad en Perú.
Fue sobre todo en este último país que elaboró sus obras más notables. Nos
dejó varios volúmenes de etnografía sobre los Achuar, diccionarios, colecciones
de plantas útiles y medicinales, traducciones de la Biblia. Particularmente notable
su diario: 14 volúmenes cada uno de entre 400 y 500 paginas.
A lo largo de 40 años él fue anotando meticulosamente sus desplazamientos,
sus contactos y de manera especial la ubicación y las vicisitudes de cada familia
274
4.  Nuevos caminos

Como expresión de amor y deseo de una evangelización que conozca, aprecie, respete
y promueva las culturas amazónicas, los salesianos han producido, en estos 125 años
de presencia misionera, cientos de obras en relación a los pueblos amazónicos.

achuar. ¿Por qué lo hizo? Lo dijo explícitamente en una de sus páginas: para que
la historia de este pueblo no quedara sepultada en el olvido. A juicio de unos
antropólogos que tuvieron visión de los volúmenes, se trata de una obra única.
No existe otro grupo amazónico que pueda contar con una crónica detallada de
su vida, realizada a lo largo de cuatro décadas por un observador atento que los
apreciaba y admiraba. En esta fase de cambios fuertes y rápidos este documento
cobra un valor particular.
El misionero salesiano que realizó investigaciones en Paraguay es el P. José
Zanardini. Como fruto de sus trabajos nos dejó varias obras sobre los indígenas
del país, especialmente los Ayoreo.
En Venezuela una obra que llegó a ser clásica es “Parima” sobre la cultura
de los Yanomami del P. Luis Cocco. El Hermano Juan Finkers se dedicó a docu-
mentar los conocimientos de este pueblo sobre el mundo vegetal y animal. El P.
Ramón Yribertegui elaboró una investigación sobre la época de la explotación
del caucho en la región de los Ríos Negro y Orinoco.
Esta reseña no es exhaustiva pero permite tener una idea del empeño con
el que muchos misioneros salesianos se dedicaron a conocer a fondo el universo
cultural de los pueblos a los cuales consagraron su vida.
275
AMAZONÍA SALESIANA

6. Desafíos
No hay duda alguna que el mundo científico agradece a estos Salesianos
por el aporte que han dado al conocimiento de la Amazonía y de sus habitantes.
Pero de manera especial nosotros debemos reconocer que su esfuerzo ha
hecho más eficaz el trabajo pastoral y educativo de todos los misioneros.
La tarea va muy lejos de haber terminado.
Hoy la Amazonía sufre un verdadero asalto, que puede terminar con la
destrucción y sus selvas, privando de un espacio adecuado a sus habitantes
ancestrales.
La situación es dramática, pero resulta que el contingente de los Salesia-
nos y Salesianas que laboran en la región se ha ido reduciendo: quienes siguen
presentes allí son más ancianos y menos numerosos.
Afortunadamente hoy ellos pueden encontrar en los mismos lugares con
aliados valiosos. Existen tres Universidades Salesianas ubicadas en la Amazonía
o en su proximidad: la del Ecuador, de Campo Grande y de Manaos.
Es justamente con el personal de estas instituciones que los Salesianos
deben trabajar, para dar un aporte efectivo a la defensa del “pulmón del mundo”.
Las áreas en las que, de alguna manera, deberían especializarse son espe-
cialmente dos: la defensa del ambiente y el acompañamiento de los indígenas
urbanos.
Sería inexcusable que una misión salesiana ubicada en la Amazonía traba-
jara en su limitada actividad rutinaria, sin una clara visión de los problemas que
amenazan la macro región. Acceder a esta información no es difícil: es suficiente
un contacto permanente con las entidades que se ocupan del tema y una mirada
constante a la información especializada que circula.
Los alumnos que egresan de los centros misionales salesianos deberían ser
todos muy versados en conocer los instrumentos para la defensa del ambiente y
en las estrategias para limitar los efectos de la destrucción.
Si no se defiende el ambiente tiene poco futuro la defensa de sus habitantes
tradicionales.
Hoy se sabe que los más jóvenes de ellos se sienten más atraídos por la
modernización que por sus tradiciones. Sus referentes no son los ancianos, sino
los estilos de vida de los poblados blanco – mestizos. Muchos migran a las ciu-
dades en las cuales encuentran una inserción muy problemática.
Hay que conocer las situaciones en que viven. Hay que hacer encuentros,
elaborar estadísticas, investigar, para saber qué hacen, de qué viven, en qué tra-
bajan, qué espiritualidad conservan, qué vínculos tienen con la Iglesia (si los
tienen)… Toda esta información exige trabajo para ser recogida. Es un campo
en que la Universidades pueden ofrecer una contribución preciosa.
276
4.  Nuevos caminos

Elaborar tesis, investigando las costumbres tradicionales sigue siendo un


trabajo válido, pero más importante es saber cómo viven, y en que sueñan los
hijos y nietos de los informantes de aquellas tesis.
Rendir homenaje a los misioneros que, en medio de mil ocupaciones,
encontraron el tiempo para investigar es un deber ineludible.
Pero el mejor reconocimiento que podemos brindarles es adquiriendo su
curiosidad, su capacidad de observación, su espíritu crítico y luchar contra la
obsesión de “hacer”, para encontrar también largos momentos para “pensar”.

7. Catálogo de algunas contribuciones salesianas


Como expresión de amor y deseo de una evangelización que conozca, apre-
cie, respete y promueva las culturas amazónicas, los salesianos han producido en
estos 125 años de presencia misionera cientos, tal vez pasen un millar de obras
en relación a los pueblos amazónicos.
Se pueden dividir en tres categorías fundamentales:
a) Investigaciones científicas: mitolo-
gía, Lingüística, etnografía, etnohistoria,
ecología.
b) Obras didácticas y pedagógicas:
Libros de texto escolares, Formación de
profesores, alfabetización.
c) Contribuciones pastorales: Traduc-
ción de la Sagrada Escritura, Catecismos,
Formación de Ministros, Libros de can-
tos, Liturgia, biografías.
El centro histórico Salesiano de
Quito comenzó a recoger varias publica-
ciones, para preservar o rico patrimonio
histórico de las misiones en Amazonía. A
modo de ejemplo, presentamos algunas
publicaciones (238).
Piénsese que solo la Editorial Abya
Ayala, de Quito, ha publicado desde
1975 más de 3.000 títulos, al servicio del
mundo indígena latino-americano.
Catálogo de Investigaciones Científicas
de los Salesianos en Amazonía.

277
AMAZONÍA SALESIANA

278
4.  Nuevos caminos

Datssiwaíwéré. Um rito Boe eno Bakaru.

Mitología
de cura Xavante Mitología bororo

GIACCARIA, Bartolomeu OCHOA CAMARGO, Gonzalo


s.d. 1983

Crenças e lendas do Mitos shuar


Vaupés Tomo I

GIACCARIA, Bartolomeu PELLIZZARO, Siro


1984 1975

Mitos shuar
Mitologia Xavante Tomo II

GIACCARIA, Bartolomeu; PELLIZZARO, Siro


HEIDE Adalberto 1984
1991

Jerónimo Xavante. Mitos shuar


Conta Tomo III

GIACCARIA, Bartolomeu PELLIZZARO, Siro


1975 1991

Jerónimo Xavante. Mitos shuar


Sonha Tomo IV

GIACCARIA, Bartolomeu PELLIZZARO, Siro


1984 1993

Xavante. Los pueblos Mitos shuar


índios em sus mitos Tomo V

GIACCARIA, Bartolomeu PELLIZZARO, Siro


1993 1978

Ritmos e rituais Mitos shuar


Yanomami Tomo VI

LAUDATO, Luís PELLIZZARO, Siro


2009 1975

279
AMAZONÍA SALESIANA

La celebración de Uwi Arutam


Mitología

PELLIZZARO, Siro PELLIZZARO, Siro


1978 1990

História mítica Bororo. Textos míticos de los


Vol I indígenas del Paraguay
OCHOA CAMARGO, Gonçalo
COQUEIRO TUGORE, Frederico ZANARDINI, José
1990 1999

História mítica Bororo.


Vol II. Versão em Námpet, Canto y poesía
língua Portuguesa shuar

OCHOA CAMARGO, Gonçalo PELLIZZARO, Siro


(UCDB) 2010 2018

Pequena O meu mundo Gramática dicionários e


- Wahöimanadzé fraseologia da língua
Livro de exercícios Dahceiè ou Tucano.
português - Xavante Dicionário Dahceiè ou
Lingüística

Tucano-Português –
GIACCARIA, Bartolomeu
Português-Tucano
1960 GIACONE, António
1965

Kasarari. Subsídios Pequena gramática e


para alfabetização na Dicionário Português
língua tribal Ubde – Nehern ou Macú
BEKSTA, Casimiro GIACONE, António
1977 1955

Pequena gramática e
Noções de língua geral Dicionários da língua
ou nheengatu: Tucana: Missão
gramática, lendas e Salesiana Rio Negro -
vocabulário Amazonas
CASASNOVAS, Afonso GIACONE, António
2006 1965

Noções de língua geral: Pequena gramática e


publicação da Diocese Dicionário português
de São Gabriel da Ubde-Nehern ou Macú:
Cachoeira (Amazonas) Missão indígena Salesiana
Rio Uapés-Rio Negro
CASASNOVAS, Afonso
GIACONE, António
2006
1965

280
4.  Nuevos caminos

Pequena gramática e
Dicionário da língua Diccionario: Tucano -
Taliáseri ou Traiano: Castellano
Missão Indígena de

Lingüística
Iauareté GALLO, M. Carlos
GIACONE, Antonio 1965
1962

Pequena gramática e
Dicionário da língua Pequeno dicionário
Kótira ou Uanano: Portuguès - Bororo
Centor de Pesquisa
científica de Iauareté OCHOA C., Gonzalo (UCDB)
GIACONE, Antonio 2005
1967

Romnhitsi’ubumro
a’uwê mreme = Pequeno dicionário
waradzu mreme Bororo - Portuguès
Dicionário Xavante -
Português OCHOA C., Gonzalo (UCDB)
LACHNITT, Georg 2005
2003

Romnhitsi’ubumro Elementos de
waradzu mreme = Grammatica e
a’uwê mreme Diccionario. Língua dos
Dicionário Português - Bororos Coroados
Xavante Missão Salesiana MG
LACHNITT, Georg 1908
2003

Dicionário português- Dicionário Tukano -


xavante Português
ALVES DA SILVA BRÜZZI,
LACHNITT, Georg Alcionílio
1989 1991

Observações
Dicionário xavante - gramaticais da língua
português daxseyé ou tukano
ALVES DA SILVA BRÜZZI,
LACHNITT, Georg Alcionilio
1987 1966

Damreme’uwimrmidzé Uma explicação: notas


Estudos sistemáticos e ao dicionário Tukano -
comparativos de Português
gramática Xavante ALVES DA SILVA BRÜZZI,
LACHNITT, Georg Alcionílio
1988 1947

281
AMAZONÍA SALESIANA

Gramática Teórico- Curso de Língua


Práctica y Vocabulario Xavante
de la Lengua Jíbara
Lingüística

GHINASSI, Juan LACHNITT, Georg, (UCDB)


1938 2005

Chicham: diccionario Índice Alfabético –


shuar - castellano Apêndice I: Português -
PELLIZZARO, Siro Yanomami
NÁWECH Fausto Osvaldo BEKSTA, Casimiro
2005 1993

Gramática shuar Índice Alfabético –


Apêndice II: Yanomami
- Português
PELLIZZARO, Siro BEKSTA, Casimiro
1969 1993

Aujmatsatai Yatsuchi Cadernos missionários:


Manual de aprendeizaje um estudo prático da
del idioma shuar. língua Yanomami
VICARÍA DE PASTORAL SHUAR E INSPETORIA SALESIANA DOM
ACHUAR Macas BOSCO
1989
GERMANI, Alfredo
1997

Diccionario Yanomamü Xavante


– Castellano: precedido Cartilha Português 1
de algunos apuntes de
gramática Yanomamü o SALESIANOS MG
guaíca
BERNO, José
1969

Ecos de la selva
Diccionario práctico
BARRIOS, Armindo – del idioma ashuar
ZANARDINI, José
1984 BOLLA, Luís
1972

Beyoi ga yicatecacoi Diccionario achuar


Ujakkatmau

ZANARDINI, José BOLLA, Luís


1993 2000

282
4.  Nuevos caminos

Iniciação Xavante. Enciclopédia Bororo


Danhono Vol. I
ALBISETTI, César;

Etnografía
GIACCARIA, Bartolomeu – VENTURELLI, Angelo Jaime
SALVATORE, Cosma 1962
2001

Iniciação Religiosa Enciclopédia Bororo


Xavante. Darini Vol. II
GIACCARIA, Bartolomeu – ALBISETTI, César;
SALVATORE, Cosma (UCDB) VENTURELLI, Angelo Jaime
2001 1969

A’uwê na Rowatsu’u I Enciclopédia Bororo


Vol. III. Parte 1
ALBISETTI, César;
TSAWÉ, Jerônimo (UCDB) VENTURELLI, Angelo Jaime
2005 1976

A’uwê na Rowatsu’u II Enciclopédia Bororo


Vol. III. Parte 2
ALBISETTI, César;
TSAWÉ, Jerônimo (UCDB) VENTURELLI, Angelo Jaime
2005 2002

Me Bakukamã-re’ã Enciclopédia Bororo


Ujarênh-neja Vol. III. Parte 3
Lendas Kayapó ALBISETTI, César;
SALESIANOS MG VENTURELLI, Angelo Jaime
1982 2009

A maloca Tukano-
La selva en el mundo Dessana e seu
achuar, plantas y peces simbolismo
BEKSTA, Casimiro; KAZYS
BOLLA, Luís Jurgis
1991 1988

Começo da Arte na Selva:


Processo Evolutivo da desenhos manuais por Dr.
Pessoa Bororo Theodor Koch-Grünberg
em viagens pelo Brasil
BEKSTA, Casimiro; Koch-
OCHOA CAMARGO, GONÇALO
Grünberg Theodor
(UCDB) 2001
2009

283
AMAZONÍA SALESIANA

Origem e divisão das Xavante (auwe uptabi).


tribos Povo auténtico
Etnografía

BEKSTA, Casimiro GIACCARIA, Bartolomeu


1958 1972

Róia e Baile Xavante. Reserva de


brasilidade

BORDIGNON, Mário GIACCARIA, Bartolomeu


2001 1984

Os Tucanos e outras tribus


Os Bororos orientais do rio Uaupés afluente do
Negro – Amazonas: notas
etnográficas e folclóricas de
um missionário salesiano
COLBACCHINI, António GIACONE, Antonio
1942 1949

Elementos para a
Ukée Wagúu reflexão sobre uma
igreja com rosto
Xavante
COLBACCHINI, António LACHNITT, Jorge
1957 1991

Abadzi’Rihidiba: Meu dia a dia em


Iniciação Familiar Marauiá

GIACCARIA, Bartolomeu LAUDATO, Francisco


2016 1986

Danhorbdzu’wa, o
irmão da má. Um rito Yanomami pey keyo
de passagem na cultura
Xavante LAUDATO, Luís
GIACCARIA, Bartolomeu 1998
s.d.

Esboço para um curso


sobre para os Tra fiumi e foreste com
missionários a ser le tribu del Negro
realizado em Meruri. d’Amazzonia
GIACCARIA, Bartolomeu MARCHESI, Giovanni
s.d. 1975

284
4.  Nuevos caminos

Datssiwaíwéré. Um rito Los shuar y las


de cura Xavante misiones. Entre la
MISSÃO SALESIANA DE MATO- hositlidad y el diálogo

Etnografía
GROSSO BOTTASSO B., Juan
2001 1984

Usos e costumes dos


selvícolas das Los Salesianos y la
Amazônia Amazonía. Relatos de
MISSÃO SALESIANA DO RÍO viajes 1893-1909
NEGRO BOTTASSO B., Juan
1936 1993

Los Salesianos y la
Noa tho niati teré? Amazonía. Relaciones
Quem foi que disse etnográficas y
isso? geográficas
REZENDE, Justino Sarmento BOTTASSO B., Juan
1990 1993

A Civilização indígena
do Uaupés: observações Los Salesianos y la
antropológicas, etno- Amazonía. Actividades
gráficas e sociológias y presencias
SILVA ALVES DA BRÜZZI, BOTTASSO B., Juan
Alcionílio 1993
1975

A Civilização indígena Il Ciaco Paraguayo e le


do Uaupés sue Tribù
SILVA ALVES DA BRÜZZI,
Alcionílio MISSIONI SALESIANE
1962 1925

Anthropos: estrutura Como hojas al viento


da tribo Tukano
SILVA ALVES DA BRÜZZI,
Alcionílio ZANARDINI, José
1966 1997

Anthropos: Os ritos
fúnebres entre as tribos Cultura Ayoreo
do Uaupés (Amazonas)
SILVA ALVES DA BRÜZZI,
Alcionílio ZANARDINI, José
1995 2003

285
AMAZONÍA SALESIANA

Culturas Indígenas Sabiduría en la


diversidad
ZANARDINI, José; GUERRERO
Etnografía

ZANARDINI, José (compilador) Patricio


2013 2015

El Pueblo de la
Estudos antropológicos “Wayús”: Los Achuar
Yánkuam’ Jintia; Péas
Kantash’ Íshtik” ; BOLLA,
ZANARDINI, José Luis
2011 1993

Sabiduría de la Selva.
Cuchade uje jnoi chigo Los Achuar: “Sub etnia
uyoque del pueblo de los Aíntis
ZANARDINI, José; AMARILLA, o Jíbaros
Deisy BOLLA, Luis
2008 2003

Voces de la Selva. Por las rutas del Paititi


Ayoreo - Castellano
ZANARDINI, José; AMARILLA, POLENITINI WESTER, Juan
Deisy Carlos
2016 1979

Los Yanomami Venezo-


Etnografia. Tomo I lanos: Propuesta para la
Catálogo creación de la reserva
indígena Yanomami
BÓRTOLI, J.; Cerda, J.;
MUSEO ABYA AYALA Colchester, M; Coppens, W
2016 1986

Etnografia. Tomo II Los Yanomami y su


Catálogo sistema alimenticio:
Yanomami NII PE
FINKES, Juan
MUSEO ABYA AYALA 1986
2016

Los Guajibos: aspectos


Arqueología culturales de la
Catálogo comunidad guajiba de
La Reforma (TFA)
SANTOS, Isabel
MUSEO ABYA AYALA 1989
2016

286
4.  Nuevos caminos

Diario del P. Yánkuam’ Diario del P. Yánkuam’


Tomo I, 1971-1977 Tomo VIII, 1990-1993
Período Ecuatoriano Período Peruano

Etnohistoria
BOLLA, Luis BOLLA, Luis
2018 2018

Diario del P. Yánkuam’ Diario del P. Yánkuam’


Tomo II, 1978-1979 Tomo IX, 1993-1996
Período Ecuatoriano Período Peruano
BOLLA, Luis BOLLA, Luis
2018 2018

Diario del P. Yánkuam’ Diario del P. Yánkuam’


Tomo III, 1980-1981 Tomo X, 1996-1998
Período Ecuatoriano Período Peruano
BOLLA, Luis BOLLA, Luis
2018 2018

Diario del P. Yánkuam’ Diario del P. Yánkuam’


Tomo IV, 1981-1984 Tomo XI, 1999-2001
Período Ecuatoriano Período Peruano
BOLLA, Luis BOLLA, Luis
2018 2018

Diario del P. Yánkuam’ Diario del P. Yánkuam’


Tomo V, 1984-1986 Tomo XII, 2002-2004
Período Peruano Período Peruano
BOLLA, Luis BOLLA, Luis
2018 2018

Diario del P. Yánkuam’ Diario del P. Yánkuam’


Tomo VI, 1986-1988 Tomo XIII, 2005-2008
Período Peruano Período Peruano
BOLLA, Luis BOLLA, Luis
2018 2018

Diario del P. Yánkuam’ Diario del P. Yánkuam’


Tomo VII, 1988-1990 Tomo XIV, 2008-2012
Período Peruano Período Peruano
BOLLA, Luis BOLLA, Luis
2018 2018

287
AMAZONÍA SALESIANA

Yopo, shamanes y hekura:


aspectos fenomenológicos História de la
del mundo sagrado Amazonía Brasileña
Yanomami
Etnohistoria

GARCIA, María Isabel


HUGO, Vítor
Eguillor
1994
1984

Iglesia y Estado en el
A luz do cruzeiro do sul Paraguay durante el
gobierno de Carlos
Antonio Lopes, 1841-1862
HEYA SCHUPP, Carlos
COLBACCHINI, Antonio
Antonio
1939
1987

Democracia, derechos
Prefettura Apostolica humanos, integración e
del Rio Negro identidad: Realidad y
desafíos
MISSIONI SALESIANE ZANARDINI, José
1926

Um mergulho na pré-
história os últimos Mirando del frente
Yanomami

LAUDATO, Luís ZANARDINI, José


1984 1999

Páginas de Nuestra
Pueblos de fuertes historia y vida de los
Tomo I pueblos indígenas
Tomo 1
GERMANI, Alfredo ZANARDINI, José
1984 2011

Páginas de Nuestra
Pueblos de fuertes historia y vida de los
Tomo II pueblos indígenas
Tomo 2
GERMANI, Alfredo ZANARDINI, José
1994 2011

Pueblos de fuertes Rocío Tropical


Tomo III

GERMANI, Alfredo ZANARDINI, José


2016 2010

288
4.  Nuevos caminos

Territorios Olvidados Algumas plantas


medicinais. Dicas para
seu uso correto

Etnohistoria
ZANARDINI, José GIACCARIA, Bartolomeu
1995 1994

Iyëwei-teri. Quince Desbravadores. Tomo I


años entre los
Yanomamos
COCCO, Luis HUGO, Vítor
1972 1959

Los Yanomami de Desbravadores. Tomo II


Pahana Ke U

FINKES, Juan HUGO, Vítor


2007 1959

Los Invencibles
Amazonas. El hombre y Shuaras del Alto
el caucho Amazonas (Film
Documentario),
IBERTEGUI, Ramón CRESPI, CARLO
1987 1926.

Do Primeiro encontro
La Iglesia en Amazonas com os Xavante a
Revista Trimestral del demarcação de suas
VICARIATO APOSTÓLICO DE reservas
PUERTO AYACUCHO CHOVELON, Hipólito
1979-2019. 1996

Os Bororos na História
Seminário Terra e agua do Centro Oeste
na Amazônia Brasileiro 1716-1986
BÓE ERÓ MARIGUDÚWO –
COLEGIO DOM BOSCO BORDIGNON ENAURÉU, Mario
2002 1986

Meruri na visão de um
A Epopéia Bororo ancião Bororo.
Memorias de Frederico
SCOTI, Osvaldo – Coquiero
BOFFI, Giulio OCHOA CAMARGO, Gonçalo
(UCDB) 2001 (UCDB) 2001

289
AMAZONÍA SALESIANA

Culturas indígenas La Amazonía Minada


cambiantes
TEIJLINGEN K.; LEIFSEN E.,
Etnohistoria

ZANARDINI, José FERNÁNDEZ C. SÁNCHEZ L.


2015 Abya Ayala 2017

Los Pueblos Indígenas Población indígena y


del Paraguay Desarrollo Amazónico

ZANARDINI, José
2010 ABYA AYALA 19872

Los Indígenas del Epopeia Xavante


Paraguay

ZANARDINI, José; BIEDERMANN LACHNITT, Georg


Walter 2003
2001

Territorialidades,
autonomia y conflictos. Lendas da Amazônia
Los Kichwa de Pastaza em
la segunda mitad del siglo
XX° SAVARY Flávia
ORTIZ P; NARVÁEZ I.; SOLO DE 2006
ZALDÍVAR B.
Abya Ayala 2017

Iglesia, Pueblos y Crianças da Amazônia


culturas (Revista con ya
68 números)
ABYA AYALA VENEZA Mauricio
1990 - 2019 2006

El cuerpo humano,
enfermidades y pantas Amazônia. Povos da
medicinales. floresta.

BROSEGHINI S., FRUCCI S. ALLI Sergio; SAUAYA, Thais


1986 2006

El sueño de los A Ação do Salesianos


Záparas. Patrimonio de Dom Bosco na
onírico de un pueblo de Amazonía
la Alta Amazonía GOMES DA COSTA, Mauro
BILHAUT Anne-Gaël
Abya Ayala 2011 2015

290
4.  Nuevos caminos

Kayali Primeira cartilha


Cartilla de Lectura y Tukano
Escritura

Pedagogía - Didáctica
BEKSTA, Casimiro
1984

Guía Didáctica de la Ensaios.


Cartilla y del Cuaderno Pedagogia Xavante
de Trabajo Aprofundamento
Shuara Antukuá! antropológico
Suara Aártá! GIACCARIA, Bartolomeu
GERMANI, Alfredo 1990
1970

Mundo Shuar -
Primeros pasos, Romhurinhihötö Nhorë
introducción al estudio waihu ïuprä
del idioma shuar Cartilha de Leitura
GERMANI, A., PELLIZARO, S, LACHNITT, Georg
BOTTASSO J. 1993
1977

Mundo Shuar – La
educación radiofónica 100 Kixiti (estórias)
bicultural Tukano

GERMANI, Alfredo LAGÓRIO, Eduardo, coord.


1977 1983

Aúwè Romhúriñihödö
Shuara Antúktá 2 Cartilha para uso dos
Educación de adultos Xavantes das margens
do Rio das Mortes
GERMANI, Alfredo GIACCARIA, Bartolomeu
1972 1959

Pueblos Indígenas y
Educación (Revista, Ritos de Passagem do
más de 70 números) Povo Xavante. Um
estúdio sistemático
ABYA YALA
LACHNITT, Georg
1975-2019
2002

Áwê Ewawé romturédi Ai-uté ma Rowatsu’u


teñámra. Alunos do 3º Magistério
Cartilha para uso dos Xavante
Xavantes das margens GARCIA NETO TRINDADE,
do Rio das Mortes Rosa Adélia, coord (UCDB)
ISTITUTO TEOLÓGICO 1999
SALESIANO
1958

291
AMAZONÍA SALESIANA

Romnhoré’wa Norî
Nhimirowatsu’u. Îhöiba Lendas Bororo.
tém norî ma. Boe eno bakaru
Histórias dos Alunos OCHOA CAMARGO, Gonçalo
Pegagogía -Didáctica

para os Jovens I BORDIGNON ENAURÉU, Mario


ABZU TÕMOSTSU Tito, 1997
dir (UCDB)
2009

Romnhoré’wa Norî Mano. Um ritual Bororo


Nhimirowatsu’u. Îhöiba e uma experiência
tém norî ma. didático-pedagógica.
Histórias dos Alunos KANAJÓ, António
para os Jovens II OCHOA CAMARGO, Gonçalo
ABZU TÕMOSTSU Tito, BORDIGNON ENAURÉU,
dir (UCDB) Mario
2009 1997

Romnhoré’wa Norî Boe Enogiegidae Barege


Nhimirowatsu’u. Îhöiba Eie. Texti escolar de
tém norî ma. Zoología segundo a
Histórias dos Alunos cultura Bororo
para os Jovens III KANAJÓ, António
ABZU TÕMOSTSU Tito, BORDIGNON ENAURÉU,
dir (UCDB) Mario
2009 1988

Adugo Biri. Ritual


Educação indígena e Bororo do couro da
alfabetização onça.
BORDIGNON ENAURÉU, Mario
MELIÁ, Bartolomeu Org. (UCDB)
1978 1988

Romhurinhihötö Waihu’u Romhurinhihötö Nhoré


Na’ratadzé. Ïtsihötö me Waihu’ Upradzé I
îpoto watsu’u Ai’uté ma Cartilha de Leitura I
hã. 2° Edição
Cartilha de Alfabetização SALESIANOS MG
LACHNITT, Georg coord. 2004
(UCDB) 2005

Boé Eejíwu A-uwê ma Rpwatsu’u 1


Pinturas faciais
Bororos
BORDIGNON ENAURÉU, Mario TSAWE, Jerónimo
1996 1990

Adornos Clânicos de Datsiwamri Prédubzé –


cabeça pintados em Datsi’ãma Tsapari Prédu.
folhas de Broto de Palavras antigas
Babaçu Xavante –com tratamento
RONDON ADUGO ENAUREU, H. TÕMOPTSÉ DUPRÉDZAMO,
BORDIGNON ENAURÉU, Rufino (Coord.UCDB)
Mario 2009
1996

292
4.  Nuevos caminos

Danhipai ‘wa Wa ‘Adze.


Missa em Bororo Natal do Senhor.
Advento-Natal- Tempo
MISSAO SALESIANA DE MATO de Natal

Pastoral
GROSSO LACHNITT, Georg
1984 1991

Bakaru Maiwu: Novo Itsa’ Rata Nhihödö


Testamento em língua Missal Romano em
Bororo língua Xavante
OCHOA C., Gonçalo LACHNITT, Georg
1992 1993

Hoimanaïuïo te aima Dahno ‘Redzé Danhipai


rowahutu. Catecismo ‘Wa Ma. Povo Xavante
para os Xavante. Livro em oração
do mestre. GIACCARIA, Bartolomeu
GIACCARIA, Bartolomeu LACHNITT, Georg
1988 1993

Hoimanaïuïo te aima
rowahutu. Catecismo Culto Dominical
para os Xavante. Livro Xavante
do aluno.
GIACCARIA, Bartolomeu LACHNITT, Georg
1991 1990

Itsa’ Rada. Liturgia da


Santa Missa em língua Cantos litúrgicos
Xavante Xavante
GIACCARIA, Bartolomeu
LACHNITT, Georg LACHNITT, Georg
1985 1990

Danhipai ‘wa Wa Ai’ Via Sacra Xavante


Ama Iwata. Povo
Xavante em Oração
LACHNITT, Georg LACHNITT, Georg
1985 1989

Catequese Crismal Iwenhomri. Celebracão


entre os Xavante dos Sacramentos
MISSAO SALESIANA DE MATO
GIACCARIA, Bartolomeu GROSSO
1999 1985

293
AMAZONÍA SALESIANA

Îte – Danhipai’wa Wáimiatai (Ritual


Shuar). Wea - Nekaptai
MISSAO SALESIANA DE MATO
Pastoral

GROSSO VICARIA PASTORAL SHUAR


1985 Sucúa 2018

Itsõré Ubumbro.
Lecionário Domingos Uunt Nampernum
do Tempo Comum e Ritual Shuar de la
Festas Semana Santa
MISSAO SALESIANA DE MATO VICARIATO DE MÉNDEZ
GROSSO 1990
1987

Itsoré Ubumbro
(Suplemento) Lecionário Uunt Nampernum
Domingos do Tempo Ritual Shuar de la
Comum e Festas Semana Santa
MISSAO SALESIANA DE MATO VICARIATO DE MÉNDEZ
GROSSO 1994
1990

Shuar Natsa.
De Tupan a Cristo. Nuatnaikiatniun
Jubileu de Ouro anentaimta au. Algo de
MISSÕE SALESIANAS DO problemática juvneil
AMAZONAS 1915-1965 matrimonial
1965 VICARIA PASTORAL
SHUAR Sucúa
1984

Robdzépatadzé
(Quaresma)– Los shuar y el
Danhipai’wa cristianismo
Tsihoibadzé (Páscoa) BROSEGHINNI S, PELLIZZARO
MISSAO SALESIANA DE MATO S., GERMANI A., BOTTASSO J.,
GROSSO BOTTASO D.
1985 1978

Danhipai’Wa, Ama
Rowêdza ‘Éné. Glória a Mundo Shuar – La
Vós, Senhor muerte y los entierros
PAES SILVA, Miguel -
GIACCARIA, Bartolomeu PELLIZZARO S., ARNALOT J.,
1986 BROSEGHINI S.
1978

Pastoral Amazônica La Iglesia Shuar.


Semana de Estudos Nueva presencia y
Missionários – Campo nueva lenguagje
Grande
DICASTERO PER LE MISSIONI BROSEGHINI S., ARNALOT J.,
1988 1976

294
4.  Nuevos caminos

IV Etserkartin
La iglesia (Jesús – Evangelio San Lucas,
irúnramu) I curso de Sagrada Escritura,
Imiakratin seminario shuar – “Wea

Pastoral
PELLIZARO, Siro Nekartan
1997 PELLIZARO, Siro
1996

La vida y la muerte
(tercer curso de IV Etserkartin –
Iikratín) Seminario Apocalipsis. Seminario
Shuar. Wea – Nekaptai achuar Wea Nekaptai
Sukua PELLIZARO, Siro
PELLIZARO, Siro 1996
2007

La palabra Sagrada Escritura –


(Chichamtin) II curso Ayurkartin III
de Imiakratin
PELLIZARO, Siro PELLIZARO, Siro
1997 1996

Los ministerios y los


religiosos en la historia II Imiakratin – Sagrada
de la iglesia. Seminario Escritura. Seminario
shuar Wea Nekaptai III shuar Wea Nekaptai –
Imiakratin Sucúa
PELLIZARO, Siro
1998 PELLIZARO, Siro
1996

Magisterio de la Iglesia
El Bautismo (Akintiai – – El Matrimonio. V
nántar) IV curso de curso para Imiákratin
Imiakratin Wea Nekápai.
PELLIZARO, Siro PELLIZARO, Siro
1996 1999

Evangelización y
El Matrimonio cultura em el contexto
(Nuátnaitiai – nántar) V de Pastoral Amazónica
curso de Imiakratin Cumbayá (Ecuador)
PELLIZARO, Siro DICASTERO PER LE MISSIONI
1996 1993

Wéa – Nekáptai Sukú. Seminário sobre a práxis


Arútam Tekemrurtái. missionária na região
PELLIZARO S., KUNKUMAS B., “Amazônica”. Manaus
NÁWECH A., FAUSTO P. DICASTERO PER LE MISSIONI
2005 1999

295
AMAZONÍA SALESIANA

296
Anexos

AMAZONÍA
SALESIANA

A.

ANEXOS
- DEL ENCUENTRO
SALESIANO
PAN-AMAZÓNICO
1-4 noviembre de 2018

- DEL SEMINARIO
EN EL UPS
7-8 marzo de 2019

297
AMAZONÍA SALESIANA

A.  Del Encuentro Salesiano Pan-Amazónico de Manaus.


1-4 noviembre de 2018

1. PARTICIPANTES

Inspectoría Manaus (BMA)


01. P Jefferson Luís dos Santos (Insp) 26. P. José Marcos de Oliveira
02. P Reginaldo Lima Cordeiro 27. P. Andelson D. Oliveira
03. P Justino Sarmento Rezende 28. Diác. Vanderson de Souza Gomes
04. P José Reginaldo Oliveira 29. Me. Mário Bordignon
05. P Ubaldino 30. Hna. Nelcina Alves de Souza hma
06. P Antônio da Cunha 31. Hna. Cleide Pallo Janeiro hma
07. P Washington Luís 32. Hna. Antônia Brioschi hma
08. P Roberto Cappelletti 33. Hna.Úrsula Costa Guimarães hma
09. P Gerardo Zarate 34. Hna. Joana Aparecida Ortiz
10. Ir. Jomar Castillo 35. Hna. Martha Genoveva J. Andino
11. P Slawomir 36. Hna. Carmen Falla
12. P Isley Queiroz 37. Divino Tserewahu Tsereptsé
13. José Mario Pereira 38. Sr. José Mário Kugarubo (Bororo)
14. Marciano Moreira 39. Sra. Eva Maria Luiz Ferreira
15. Andrè
16. Graziela Inspectoría de San Pablo (BSP)
17. Adelson Campos 40. P. Tiago Eliomar Morais
18. Alison (Joven indígena)
19. Raydison (Joven indígena) Inspectoría de Ecuador (ECU)
20. Alexandra (Joven indígena) 41. Guido Etsaa  
42. Marcelino Chumpi
Inspectoría Mato Grosso (BCG) 43. José Juncosa
21. P. Wagner Luis Galvão 44. P. Juan Bottasso,
22. P. Georg Lachnitt 45. Hna. Consuelo Chiriboga - hma
23. P. Bartolomeu Giaccaria 46. P. Agustinus Togo
24. P. Aquilino Tsere´ubu´õ Tsi´rui´a 47. P. Juan José Huinisaca
25. Diác. José Alves de Oliveira 48. P. Ángel Lazo

298
Anexos

Inspectoría de Perú (PER) Roma – SDB – Sede Central


49. P. Martín Quijano 60. P. Guillermo Basañes (RMG) Con-
50. P. Diego Clavijo sejero para las Misiones)
51. P. Josef Kamza 61. P. Martín Lasarte (RMG)
52. P. Fidelius Marie Freud 62. P. Georg Menamparampil (RMG)
53. Diác. Puanch Mukuin 63. P. Amaglo Samuel (UPS)
54. Diác. Yuran Saan 64. P. Jacob Kalavanal (comunicación)

Inspect. de Venezuela (VEN) Insp. Laura Vicuña Manaus


55. Mons. José Ángel Divasson 65. Hna. Carmelita (Inspectora)
56. P. Manuel Neto Vieira Coelho 66. Hna. Monica Hivana
57. P. Nelson Briceño Contreras 67. Hna. Magda
68. Hna. Leonéia
Inspect. del Paraguay (PAR) 69. Hna. Rosalva
58. P. José Daniel Martínez 70. Hna. Evanete
59. Hna. Blanca Ruiz Díaz hma 71. Hna. Janete

Participantes al encuentro Pan-Amazónico Salesiano, Manaus 01-04/11/2018.

299
AMAZONÍA SALESIANA

72. Hna. Vera Regina 88. Hna Martha Aparecida


73. Hna. Vanusa 89. Gilsa Cardoso
74. Hna. Ana Clébia 90. Jocilaria Lana
75. Hna. Mauraluce 91. Adenilza Lopez
76. Hna. Soraya 92. Marinete Campos
77. Hna.Célia 93. Josilene Azevedo
78. Hna. Orminda 94. Ianka Araujo

Insp. Santa Teresinha – Manaus Roma – HMA – Casa General


79. Hna. Madalena Scaramussa (Inspec.) 95. Hna. Alaíde Deretti
80. Hna. Fermina Lopez 96. Hna. Maike Loes
81. Hna. Mariluce Mesquita
82. Hna. Carmen Silva Otras Inspectorías HMA
83. Hna. Adeilza Souza 97. Hna.Gloria Elena García (Colombia)
84. Hna. Maria dos Anjos 98. Hna.Rosario Lourdes (Bolivia)
85. Hna. Rute Moreira 99. Hna. Eliana Velapatiño (Perú)
86. Hna. Terezinha de Jesus
87. Hna. Cristina Freire

300
Anexos

Primer Día (01/11)


2.  PALABRAS DE BIENVENIDA
P. Jefferson Luís Santos, sdb,
Superior de la Inspectoría
S. Domingo Savio (Manaus - Brasil)

Al anunciar el Sínodo para la Amazonía, el Papa Francisco definió su obje-


tivo: “Identificar nuevos caminos para la evangelización de esa porción del Pueblo de
Dios, especialmente de los pueblos indígenas, a menudo olvidados y sin perspectivas
de un futuro sereno, también a causa de la crisis de la selva amazónica, un pulmón
de capital importancia para nuestro planeta”.
Ante este anuncio, que trae mucha alegría y esperanza a la Iglesia en
América Latina y a la Pan-Amazonía, queremos prepararnos también para vivir
este Sínodo con toda la Iglesia, como Familia Salesiana, Pueblo de Dios. Mucho
se ha hecho en la reflexión y en la escucha de los pueblos pan-amazónicos a
partir de los gestos del Papa Francisco desde la convocatoria de este Sínodo, su
encuentro con los pueblos indígenas en enero de este año, para escuchar sus
voces y ayudar en sus organizaciones, para llevar los problemas indígenas a las
organizaciones internacionales de apoyo y defensa de sus derechos; contribuir
al protagonismo de los pueblos indígenas en los espacios de incidencia y lucha;
conectar con experiencias más allá de la propia institución o geografía; fortalecer,
valorar y defender iniciativas relacionadas con el Buen Vivir; conocer y difundir
la Encíclica Laudato Sii; retomar la espiritualidad ecológica en relación con las
realidades socio-ambientales urbanas y autóctonas. Con la certeza de que, el
Sínodo para la Amazonía ya está generando frutos de comunión y de escucha
comunitaria, tratemos de discernir nuevos caminos para la evangelización en el
contexto amazónico, uniendo fuerzas con el modo de ser de Salesianos e Hijas
de María Auxiliadora, con los elementos fundamentales de nuestro carisma y
con un gran respeto por el buen vivir de los pueblos que han vivido en esta
región durante siglos.
Siéntanse como en casa, en este ambiente preparado con gran afecto
para ser el espacio de contemplación de las maravillas de Dios, y también de
encuentro con hermanos y hermanas que comparten la misma pasión por el
Reino, por los pueblos más olvidados y abandonados de nuestras naciones, el
verdadero rostro de Cristo encarnado en las diferentes culturas. Que la alegría
de caminar juntos en esta misión soñada por nuestro Padre Don Bosco nos
sostenga en la superación de los desafíos que se presentan y nos anime cada
301
AMAZONÍA SALESIANA

vez más con la presencia de María Auxiliadora, madre y maestra de una Iglesia
en salida ¡Buen trabajo!
Los Salesianos están presentes en este territorio desde hace 103 años. El 5
de diciembre celebraremos los 60 años de la fundación de la Inspectoría de Santo
Domingo Savio, para poner en evidencia que la misión de la Familia Salesiana
en la Amazonía tiene una historia llena de éxitos, límites y sueños. Y es con esta
libertad, de los que forman parte de este vasto territorio, que recibo a cada uno
de ustedes y me atrevo a dirigir estas breves palabras.
Buscad el Reino de Dios y su justicia (Mt 6, 33). El empeño en construir
el Reino de Dios fue, y sigue siendo, la llama que alimenta el ardor misionero
de la Iglesia. De hecho, se entiende a sí misma como una institución que existe
para evangelizar (EN, 14). Esta es la misión, recibida del Señor: “Vayan, bauticen,
hagan discípulos” (Mt 28, 19), “llévenla hasta los confines de la tierra” (Hch 1, 8).
Sin embargo, la práctica misionera a lo largo de la historia, desafortunadamente,
ha estado marcada en muchas ocasiones por actitudes que no han reflejado el
núcleo esencial del Evangelio.
La búsqueda de la construcción del Reino de Dios y de su Justicia se ha
confundido en muchas ocasiones con las estructuras sociopolíticas de dominación
y, en algunos casos, con graves daños al mandamiento máximo de Jesús: “Les
dejo este mandamiento, ámense los unos a los otros” (Jn 13,34). Hoy, a la luz de
los acontecimientos de la historia, necesitamos enfocarnos en estos hechos para
evaluar nuestra acción como Iglesia en la Pan-Amazonía y continuar soñando
con el futuro. Aquí menciono tres aspectos que creo que son importantes para
la reflexión que haremos en estos días.

1. Revisar la historia
La historia de la evangelización en América Latina está marcada por el
dilema de la cruz y la espada, hasta el punto de que es imposible que un hombre
de fe pueda leer las páginas de A Heresia dos Índios de Ronaldo Vainhas, o La Des-
trucción de las Indias, de Fray Bartolomé de Las Casas y no sienta una necesidad
natural de penitencia. Sí, porque la violencia cometida por los cristianos del nuevo
continente está ligada a la historia de hoy de una manera muy activa. Si creemos
que hay una “solidaridad en la gracia”, también hay una corresponsabilidad en el
mal. Y no necesitamos hacer nuestras todas las críticas de Eduardo Galeano en “Las
venas abiertas de América Latina”, o de Darci Ribeiro para entenderlo. Bastaría con
recurrir a la fidelidad de las letras del Evangelio, como hizo el Papa Francisco en
su viaje a México en febrero de 2016. Es cierto que la historia de la colonización
también ha conocido ejemplos de amor cristiano. Entre ellos recordamos a Fray
302
Anexos

Bartolomé de Las Casas y a San José de Anchieta, El Sínodo y los jóvenes nos
intrépidos defensores de los pueblos indígenas, interpelan y desafían.
que hicieron de sus vidas un himno de lucha
contra la dominación. Nos dejaron ejemplos
edificantes de inculturación, de entrega por la
causa de los más frágiles. Sufrieron persecución
y difamación, sin desánimo. El documento sino-
dal nos presentará la dimensión profética, que
nos induce a retomar estas figuras del pasado
para preguntarnos sobre el presente: ¿Dónde
ha quedado la profecía de nuestra acción? ¿Qué
hemos dicho sobre la masacre continua a la que
los indígenas siguen expuestos en las márgenes
de las carreteras o encorralados en territorios
mínimos? ¿Sentimos la continua explotación
y destrucción de la Amazonía? ¿En cuales organizaciones para la defensa de los
pueblos indígenas y la ecología estamos presentes?

2. Revisitar la presencia salesiana


en el continente latino americano
La Iglesia está presente en el nuevo continente y desde sus inicios, y la
Congregación Salesiana vino también, siglos después, para dar su contribución.
Llegamos a América en las últimas décadas del siglo XIX. Desde la primera expe-
dición misionera de esta empresa hasta el presente, reconocemos que no siempre
hemos hecho las elecciones mejores, pero esta consciencia nos ayudará a purificar
y perfeccionar el servicio que aún hoy ofrecemos a los indígenas, destinatarios y
participantes de nuestra misión. Es necesario recordar nuestra participación en
los movimientos campesinos después del Vaticano II.
El resurgimiento del indigenismo y la defensa ecológica en América Latina
tuvo una importante participación de la Iglesia Católica. En las zonas rurales de
Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador y México, el clero católico ha desarrollado
discursos que revalorizan las lenguas y culturas indígenas, ha creado estrategias
pastorales favorables a la “organización social de las poblaciones indígenas”.
Recordamos aquí la figura de los obispos Leónidas Proaño y Samuel Ruiz. Cómo
olvidar el fabuloso mensaje y testimonio de San Oscar Romero, recientemente
canonizado. En él la lucha, incluso el ofrecimiento de la vida, se convirtió más
que en un discurso, se convirtió en una semilla de esperanza para todos los con-
tinentes. En Brasil, la creación del Consejo Misionero Indígena, CIMI, en el que
303
AMAZONÍA SALESIANA

participaron valientes salesianos, la promoción de los CEBs, constituyen impor-


tantes espacios de organización popular. Como no hay profecía sin consecuencias,
aquí muchos han derramado su sangre. Cómo no recordar al padre salesiano
Rodolfo Lunkenbein, a Dórothy Stang y a tantos otros mártires de la causa de
los pobres. ¿Cómo podemos volver a visitar esta memoria para curar las heridas
y levantar el ánimo? ¿Cómo podemos revisar nuestra relación con los militares
y el Estado? ¿Qué nos dicen estas alianzas? ¿Qué restos de estas relaciones han
quedado en nuestra forma de tratar a los más necesitados?

3. El Reino a construir
Los indios emigraron a través del continente huyendo de la colonización.
Fray Bartolomé denunció el paraíso destruido, la Campaña de Fraternidad aquí
en Brasil reflexionó en 2002 sobre “La búsqueda de la tierra sin males”. El Padre
Alcionílio Brüzzi, relató las creencias y leyendas de los Vaupés, el Casimiro Beksta
tradujo las importantes obras de Theodor Koch-Grunberg. Hoy buscamos el
“Buen vivir”. Entre la utopía sin males y la triste constatación de los inmensos
males en esta tierra practicados ¿qué nos queda? La respuesta no es ni simple ni
fácil, pero ciertamente no puede prescindir de la esperanza cristiana. Creo que
este Sínodo es para nosotros una preciosa oportunidad para profundizar nuestro
compromiso con la inculturación del Evangelio, con la defensa de la ecología y
de los más pobres - jóvenes, niños y adolescentes, sin olvidar a todos los demás.
Pero esto sólo será posible cuando haya espacio para acoger al otro en su lengua,
en la expresión de sus códigos culturales y en su universo simbólico. Sin esto, sin
duda, tendremos o diálogo o destrucción de un polo de la alteridad.
A modo de conclusión, señalo que este encuentro tiene lugar en un
momento providencial. Acabamos de celebrar el Sínodo de los Jóvenes sobre el
tema del acompañamiento vocacional y del discernimiento. Tras el Sínodo, el
Rector Mayor nos invitó a prepararnos para la CG28 con el tema: “El perfil del
salesiano de hoy para los jóvenes de hoy”. Y para completar la tríada, el Sínodo
para la Amazonía “Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”.
Los jóvenes, los Salesianos, los Salesianos en la Pan-Amazonía. Esta es una opor-
tunidad privilegiada para que nos centremos en nuestra identidad misionera, en
la situación geopolítica de este vasto territorio en el que trabajamos para volver
a colaborar con la Iglesia universal. El tema elegido para este encuentro es: “¡El
Sínodo nos desafía! Si nos desafía, ¿Qué demanda nos hace? ¿Qué provocaciones
nos propone? ¿Qué le diremos en respuesta? Espero que estos días sean fructífe-
ros y nos ayuden a encontrar caminos de evangelización en América Latina con
rostro salesiano y que ayuden a nuestros pueblos a encontrar la vida plena del
Reino propuesto por Jesús.
304
Anexos

Segundo Día (02/11)


3.  TRABAJO EN GRUPOS:
LOS SALESIANOS Y AMAZONÍA
Luego de la conferencia del P. Juan Bottasso: “La contribución de los Salesia-
nos en Amazonía”; la asambela se dividiu en 6 grupos (6 ríos) para responder a la
siguiente pregunta:
¿Qué nos enseña las historia para los días de hoy?

Grupo 1: RÍO NEGRO


•  Que los hombres y mujeres, enamorados de Dios, dieron su vida por
el Reino, superarndo el miedo, los desafíos, la fatiga física/emocional.
•  Se atrevieron a anunciar la Buena Nueva, sin quedarse cerrados en los
métodos de evangelización.
•  Buscaron responder a las necesidades reales de su tiempo a través del
diálogo y la escucha.
•  Creatividad y adaptabilidad de los misioneros.
•  Hubo límites por parte de los misioneros en el proceso de evangelización
(en cuanto a la concepción teológica, antropológica y filosófica).
•  Hay que superar la visión de que hay una cultura superior e inferior; la
que sólo tiene que ofrecer y la que sólo tiene que recibir.
•  Superar un proyecto personal para uno colectivo; desde un proyecto
personalista hasta un proyecto realizado con procesos y en comunidad.
•  Conociendo la historia, no debemos repetir los mismos errores. De ahí la
importancia de vivir juntos y compartir para construir juntos el camino.
•  La necesidad de trabajar en conjunto con diferentes grupos, movimien-
tos, congregaciones.
•  Comprensión del proceso histórico/político/social/eclesial de cada época.
•  Dar importancia a los registros, a los recuerdos de la gente.
•  Superación da gran concentración en algunos misioneros.
Autoreferencialidad
•  La certeza de que nuestra misión debe caracterizarse por lo que “somos”
y no por lo que “hacemos”.
•  Entrar en la cultura, estar presente, abrir mano a muchos hábitos, esque-
mas, estructuras personales.
305
AMAZONÍA SALESIANA

•  Amor, cuidado, atención a la naturaleza en su totalidad.


•  Con el testimonio de los misioneros, aumenta la certeza de que podemos
dar mucho más de lo que estamos dando hoy.
•  Continuidad del trabajo en la realidad actual insiriéndose en los
pueblos.
• necesidad de que los misioneros aprendan las costumbres y los idio-
  La
mas de la gente con la que viven.
• importancia del diálogo interreligioso entre las culturas.
  La
•  Revisar los proyectos pastorales basados en la espiritualidad, la pedagogía
y las tradiciones de cada pueblo.

Grupo 2: RÍO SOLIMÕES


•  Una nueva comprensión de la práctica misionera.
•  Los misioneros llevaron a cabo una evangelización según la teología de
su tiempo. Hoy, en un nuevo contexto histórico, ya no es posible repetir
una vieja práctica; el mundo nos está cobrando.
•  El coraje que tuvieron los primeros misioneros, que debieron superar
dificultades como el transporte, la soledad, el espíritu de sacrificio, y
dieron frutos abundantes.
•  Se pide a los misioneros que estén presentes en medio de la comunidad
indígena. Dando testimonio del carisma en la vida del pueblo.
•  Los misioneros de ayer dejaron muchos valores, y nosotros ¿qué vamos
a dejar?
•  Los misioneros de ayer no se ocuparon sólo de las almas, sino también
de la salud y de la promoción humana.
•  La historia nos enseña a vaciarnos para ser generosos a la misión.
•  El testimonio de los misioneros sigue siendo muy fuerte hoy.
•  La pasión misionera nos ayuda a superar el sacrificio, la pobreza, a
conocer la cultura del pueblo, a sentir la alegría de anunciar a Jesucristo
porque Él es el centro de la misión.
•  Conocer la realidad de un mundo que cambia rápidamente para dar
nuevas respuestas, para repensar nuevos caminos.
• un estímulo para que los jóvenes no se dejen explotar.
  Es
•  ¿Cuál es el fruto de nuestro trabajo?
•  Repensar un nuevo tipo de formación para el clero y las vocaciones
indígenas.
•  La educación ha traído la autonomía para ser la voz de las comunidades.
•  La semilla sembrada en el pasado dio frutos para el protagonismo
indígena.
306
Anexos

•  Ser una presencia sensible ante las dificultades, comprender la espiri-


tualidad de los pueblos con los que vivimos, mostrando que estamos
con ellos por amor.
•  Los Salesianos enfrentan el desafío de sensibilizar e implicar a los estu-
diantes universitarios para que se comprometan en las parroquias.
•  Responder al desafío de los pueblos indígenas urbanos.
•  No imponer nuestras ideas, compartir la vida y la misión.
•  Gritar el Evangelio con la vida es el camino.
•  La presencia misionera es importante, compartiendo vida y valores
recíprocos.

Grupo 3: RÍO MADEIRA


•  Valorar el conocimiento de los pueblos indígenas.
•  Trabajando en red; no podemos estar aislados, sino que se trata de un
trabajo pastoral en su conjunto.
•  ¿Cómo sabemos dónde está Dios entre los indígenas? La gran mayoría
de los misioneros no lo saben, necesitan profundizar.
•  Los retos actuales son la cuestión del lenguaje, para poder entrar más
profundamente en la realidad y la esencia.
•  Hay muchas obras de los Xavantes y Bororo producidas, pero no se per-
cibe suficientemente la espiritualidad de ellos. Se ha hecho inicialmente
un gran avance, pero se ha detenido.
•  Hay ministerios entre los indígenas, pero estamos atascados en el pensa-
miento de los ministerios de la iglesia. Los líderes espirituales indígenas
son por naturaleza verdaderos ministros de su cultura.
• relación con los jóvenes indígenas, hay que ayudarles a conocer su his-
  En
toria, a valorar sus ritos, su cultura. Hay elementos en la cultura blanca que
son más perturbadores que contribuyentes a la educación de los jóvenes.
•  Ayudar a los jóvenes a aceptar su cultura, y a no tener vergüenza de
sus orígenes. La presión social contribuye a la pérdida del sentido de
lo sagrado.
•  Como misioneros debemos tener en cuenta el sentido de ver y aprender
de los pueblos indígenas. Antes de enseñar hay que cultivar el espíritu
escuchando y aprendiendo.
•  A nivel de la Congregación, pensar en la formación religiosa de los jóve-
nes indígenas, pues el período de formación es muy largo y contribuye
al alejamiento de sus raíces.
•   Cómo vivimos nuestra fe en medio de los pueblos indígenas, cómo
anunciamos nuestro carisma. Es necesario dejarnos mover por la acción
307
AMAZONÍA SALESIANA

del Espíritu. Discernimiento, no por las cosas que estamos obligados a


hacer con la gente.
•  Las misiones han dejado a veces una gran dependencia de las comuni-
dades indígenas para las cuestiones del pasado.
•  Muchos Salesianos fueron paternalistas, dejando una falta de formación
política en el pueblo. Sin embargo, a veces la política divide más que
agregar. Es necesario acompañar al pueblo sin quitarle su autonomía.
•  La formación es algo que merece una atención constante. Preparar
y acompañar bien a los misioneros y misioneras que son enviados a
tierras de misión. Proporcionar a los jóvenes de nuestras obras expe-
riencias en la tierra de la misión.
•  Algunas comunidades indígenas tienen por naturaleza una mayor pro-
fundidad espiritual que muchas comunidades religiosas.
•  Los misioneros son importantes en nuestra historia. Nuestros padres ayu-
daron a construir la misión. En el pasado no había tanta tecnología como
ahora. Perturba mucho la vida de los jóvenes, causa conflictos, alienación
de la cultura. Muchos jóvenes terminan la escuela secundaria y se quedan
en la comunidad, y terminan sin hacer nada. En la misión aprendí a hablar
portugués, a escribir el nombre, a conocer la política del hombre blanco. Para
nosotros, el pueblo yanomami necesita que surjan sacerdotes y religiosos.

Grupo 4: RÍO UAUPÉS


•  La historia tiene que estar viva en nuestras mentes, nos ayuda a aprender
de nuevo de su movimiento. Es dinámico y no estático.
•  Nos da una dirección importante en nuestro trabajo misionero.
•  Es fundamental que el contexto histórico esté presente cada día en
nuestro trabajo. La memoria da consistencia y credibilidad a la razón
por la que se hizo y abre perspectivas para el presente y para el futuro.
•  La historia nos enseña que necesitamos conocer la historia de los pueblos
amazónicos para poder involucrarnos en ella y con ella.
•  La historia es un conjunto de conocimientos tradicionales y científicos
del pasado que fortalece el presente.
•  La formación del misionero es fundamental para poder inculturarse
mejor entre la gente.
• formación de los líderes para poder involucrar y valorar a los indígenas
  La
en el proceso de inculturación que se está llevando a cabo.
•  La evangelización debe comenzar con la acogida y el conocimiento de
la persona como persona; después viene la propuesta del Evangelio y
el encuentro con la persona de Jesús.
308
Anexos

•  Prestar atención a los cambios que la propia historia está señalando


para corregir lo que no fue bueno, lo que no trajo beneficios para el
crecimiento de las personas.
•  Siempre tener mucha fe y mucha esperanza para seguir adelante.
•  Alimentar en nosotros hoy el don de sí mismos, el espíritu de sacrificio,
la audacia misionera de los que nos han precedido, para que seamos
significativos en la vida de las personas por las que luchamos; hacer con
y por amor a la causa; creer en ella.
•  Retomar, valorar el trabajo en común, en colaboración, como Familia
Salesiana, como Iglesia, con los que abrazan esta causa.

Grupo 5: RÍO TAPAJOS


•  Pasión por Jesucristo, por su Reino. Los primeros misioneros trabajaron
con celo apostólico hasta el punto de que no había analfabetos en el
Río Negro.
• historia nos enseña a aprender maneras de corregir procesos con la
  La
gente.
•  Con toda dedicación y generosidad, para ver las luces y las sombras.
•  Ha habido transformaciones y hemos podido acompañar los cambios.
Habilidad para dialogar con antropólogos, políticos e instituciones de
manera crítica. Habilidad para lidiar con los cambios para el desarrollo
de los pueblos. Con esto establecer redes para el beneficio de la comu-
nidad apostólica.
•  La importancia de trabajar juntos: Salesianos, Salesianas y laicos a favor
de la misión.
•  Ir a las afueras, fomentar la presencia misionera en el medio urbano,
con la cercanía de la gente, dando lugar al crecimiento de las vocaciones.
•  Necesitamos tener en la mente que es importante evangelizar ayudán-
doles a experimentar a Jesucristo.
•  Tenemos que ser conscientes del pasado que se ha preocupado por la
colonización y no ha evangelizado con ella. Por esta razón, debemos
estar abiertos al diálogo intercultural y a la evangelización. Necesitamos
conocer el pasado para no repetir sus errores. Somos hijos de Don Bosco.
•  Yo no soy el protagonista de la evangelización, sino también lo son
los pueblos indígenas, de las orillas de la Pastoral Indígena. Hay que
discernir todo lo que es bueno para la evangelización y aprovecharlo.
•  Es necesario volver a escuchar la historia, la cultura.
•  La mentalidad de algunos misioneros devaluaron la cultura de los
indígenas.
309
AMAZONÍA SALESIANA

•  La cultura no puede vivir sin Dios. Los misioneros nos valoraron, nos
enseñaron a leer, a escribir, a hablarnos a nosotros y a nuestros hijos.
Nos enseñaron a ser.
•  La inculturación de la espiritualidad es importante.
•  La cultura debe estar vinculada a la religión. A medida que se llega a
conocer el Evangelio, las actitudes cambian.

Grupo 6: RÍO AMAZONAS


•  Un buen número de SDB y HMA han entregado la vida, es indiscutible.
•  El gran aporte en la educación, la preparación de los profesores y pro-
fesionales que continúan con el desarrollo de su pueblo como prota-
gonistas. El trabajo en los internados para formación y educación fue
valioso, pero falta estudiar el asunto de los títulos.
•  Hubo defensa del territorio con la creación de las organizaciones,
pero falta una formación política que los haga dueños de su futuro
y de su pueblo.
•  Los misioneros preservaron el pueblo (Bororo, Xavantes), su cultura
como hecho muy importante. Se destaca la labor del P. Rodolfo.
•  El trabajo en la investigación, especialmente en la conservación de las
lenguas.
•  El reto es ser como Jesús, estar con el pueblo, acompañarlo, proclamando
la justicia, la verdad, la fraternidad, la paz, el respeto, la vida, promo-
viendo la educación, la salud, … relación verbal, relación religiosa,
relación de alteridad (amabilidad salesiana que transforma).
•  Valorar la cultura indígena que acentúa el vivir y no el hacer.
•  Inculturar la liturgia, teniendo en cuenta su cosmovisión y su religiosidad.
•  Debemos aprender juntos el uso de la tecnología; el desafío para los
pueblos en este campo son nuestros desafíos.
•  Promover su cultura que se debe desatacar y cultivar también en la
ciudad, enseñar que tienen su originalidad que no se puede perder.
•  Faltó un trabajo con la mujer, su rol fundamental entre los pueblos.
•  Frente a los jóvenes que no quieren cultivar lo propio de su cultura
promover que asuman su cultura abiertos a la cultura del mundo.
•  Atención al testimonio y la vocación a la vida religiosa. Hay un choque
cultural, culturas distintas… toca hacer una relectura entre los misione-
ros de cómo se presentan, cómo piensan; hay muchos que han iniciado
la experiencia de formación a la vida religiosa pero se han retirado.
• inculturación debe ser siempre un tema presente.
  La

310
Anexos

Segundo Día (02/11)


4.  TRABAJO EN GRUPOS:
LA SITUACIÓN AMAZÓNICA
Luego de la conferencia del Sr. José Juncosa: “El contexos, interculturalidad
y situaciòn juvenil”; la asambela se dividiu en 6 grupos (6 ríos) para responder a
las preguntas:
1) De la realidad presentada ¿qué elementos parecen más
urgentes?
2) ¿Qué aspectos parecen más desafiantes de la situación de
los jóvenes de hoy?

Grupo 1: RÍO NEGRO


1.  •  Denunciar proféticamente el actual modelo de desarrollo económico
(agroindustria, minería, tala, construcción de centrales hidroeléctri-
cas) que ataca y destruye la “Casa Común”.
•  Crear estructuras de formación diferenciada para jóvenes que deseen
ingresar en instituciones religiosas.
•  Facilitar los ministerio del diaconado y proporcionar las condiciones
necesarias para su pleno ejercicio en la misión.
•  Formar líderes para la inserción en el interés de las políticas públicas
sociales y del medio ambiente.
2.  •  Luchar por el reconocimiento y la valoración de las costumbres, la lengua
y la identidad cultural con las comunidades indígenas y no indígenas.
•  Formar a los jóvenes, agentes de transformación, para que sean pro-
tagonistas en el proceso de educación/evangelización.
•  Actuar conjuntamente con el CIMI (Consejo Misionero Indígena) en
el proceso de formación de los misioneros, apoyando a los pueblos
indígenas en la búsqueda de sus derechos.
•  Acompañar y motivar a los indígenas en su ingreso y permanencia
en las universidades, ya que son más propensos a los riesgos propios
de este nuevo entorno en el que se insertan.

311
AMAZONÍA SALESIANA

GRUPO 2: RÍO SOLIMÕES


1.  •  Comprender los temas que conciernen al Bien Común.
•  Formación de la conciencia crítica para las grandes y pequeñas causas.
•  Acompañar a los animadores con los que trabajamos en los distintos
ministerios.
•  Dedicar más tiempo a asesorar a los líderes sobre la fe, la salud, la
educación, la política, siendo una presencia propositiva.
•  Es urgente anunciar a Jesucristo, estando al lado de los más pobres.
•  Como Salesianos y Salesianas debemos involucrar a los antiguos
alumnos en las causas a favor de los derechos.
•  Proporcionar una sólida formación a los laicos.
•  Itinerancia misionera para acompañar a las comunidades donde sea
posible.
•  Trabajar en red, en equipo.
•  Capacitar a los líderes y a los jóvenes para que asuman sus responsa-
bilidades a la hora de afrontar los retos del futuro.
2.  •  Acompañamiento de los jóvenes universitarios en la ciudad.
•  Involucrar a los jóvenes en las organizaciones comunitarias que ya
existen para el fortalecimiento y defensa de su protagonismo.
•  Prevenir y sensibilizar sobre el peligro del alcohol y las drogas.
GRUPO 3: RÍO MADEIRA
1.  •  Fomentar el trabajo en red.
•  El fortalecimiento de las culturas. Cuidado con la identidad de los
pueblos para que no se pierda.
•  Los desafíos de la tecnología tanto en el entorno indígena como en
el urbano. Pérdida de la comunicación entre la familia.
• misionero no conoce suficientemente la situación política y social
  El
económica de la región.
•  Como Iglesia, promover el encuentro entre las culturas.
•  Necesidad de trabajar con los indígenas urbanos.
2.  •  Cambio de mentalidad, conversión pastoral.
•  Nuestro papel como educadores. Muchos jóvenes terminan sus estu-
dios y regresan a la aldea sin ninguna perspectiva.
•  Para saber un poco más sobre la situación de los jóvenes en la Amazo-
nía. ¿Cuál es su relación con la Iglesia? ¿Quieren conocer su cultura?
¿Cuales son sus reales aspiraciones?
312
Anexos

•  Muchos jóvenes vienen a la ciudad a estudiar y están a merced de


situaciones de explotación.
•  Dar continuidad del proyecto educativo de pueblo en la ciudad.
•  ¿Estudiantes universitarios formados para qué? Hay que sensibilizar
a los jóvenes sobre la necesidad de ayudar a su gente.
•  Una voz profética en la ciudad para favorecer la cultura de la que
partieron los jóvenes, para no perder su identidad.
•   Concienciación educativa sobre el bien del hogar común, cuidado
del medio ambiente.
•   Con la llegada de los internados, se perdieron algunos elementos
culturales. Sin embargo, muchos elementos del pueblo se conser-
varon. Los jóvenes no siempre son bien aceptados por las personas
mayores, sus propuestas e ideas deben ser valoradas y discutidas entre
las personas mayores.
•  Valorar la autoestima sobre la cultura de los jóvenes.
•  Hay una selección para los estudios que margina a algunos jóvenes.
•  Necesidad de una mayor dedicación de los Salesianos a las priorida-
des más urgentes que son los jóvenes, no atados a estructuras físicas.

GRUPO 4: RÍO WAUPÉS


1.  •  Debemos conocer mejor la realidad sociopolítica, cultural y educativa
que nos rodea.
•  Es urgente ser conscientes de la realidad, como expresión concreta
de una conversión pastoral para un cambio de mentalidad.
•  Preparar la Familia Salesiana, los líderes, los agentes de pastoral para
que, junto con los indígenas y otros colaboradores, podamos afrontar
los desafíos coyunturales y fuerzas contrarias.
2.  •  El alejamiento de los adultos de la realidad concreta de la juventud.
•  El protagonismo de los jóvenes en su formación.
•  Involucrar y empoderar a las familias y a los jóvenes con proyectos
propositivos que conduzcan a la educación en valores.

GRUPO 5: RÍO TAPAJÓS


1.  •  Crear oportunidades para que los jóvenes descubran valores.
•  ¿Cómo formar jóvenes con valores evangélicos? presentando nuevas
estrategias para educar a los valores.
•   Trabajar en grupos de formación de jóvenes. Fomentar el trabajo
voluntario. Estar con los jóvenes para acompañarlos.
313
AMAZONÍA SALESIANA

2.  •  Trabajar sobre el protagonismo de las mujeres.


•  No hay perspectivas de trabajo para los jóvenes.
•  Falta de oportunidades para continuar los estudios.
• Hay situaciones complejas de la realidad llegan a las comunidades
indígenas; estructura familiar que influye en la vida del joven.

GRUPO 6: RÍO AMAZONAS


1.  •  TRABAJO EN RED: contribución de la Iglesia en varios aspectos y el
más importante el trabajo por el medio ambiente, como un trabajo
en red con las congregaciones y otros organismos (civiles y públicos)
para tener la capacidad de incidir en las políticas públicas. Luchar
por el respeto de los territorios indígenas, la naturaleza.
•  IDENTIDAD: cuidado de la identidad de los pueblos en las grandes
ciudades donde se vuelven invisibles. ¿Cómo ayudar a los jóvenes
que se educan a la cultura de sus pueblos? ¿regresan a su pueblo?
•   JÓVENES: los jóvenes son un porcentaje importante de nuestros
pueblos y falta un análisis de la realidad juvenil amazónica. ¿Cómo
encontrar un camino para propuestas de manera más cuidada en la
educación en la interculturalidad? Hay que aportar en los sistemas
de educación, nuestras universidades deben liderar una propuesta
educativa que forme líderes con propuestas a nivel de los gobiernos.
2.  •  LA INFLUENCIA DEL CONSUMISMO, por eso la importancia de
los líderes juveniles.
•  Las universidades ofrecen programas que no sirven en las áreas indí-
genas; esto es una preocupación para la educación intercultural.
•  Las obras salesianas deben incidir en la formación de los jóvenes; es
necesario ayudar a los jóvenes a dejar de ser invisibles; la voz de los
jóvenes debe ser escuchada; los misioneros deben hablar las lenguas
indígenas, para traducir no solo palabras sino signos y símbolos. El
misionero debe compartir valores con su vida, experiencias de trabajo
responsabilidad, fe.
•  Hay discriminación juvenil, por la dificultad en la comunicación; es
necesario hacer ver el valor de la cultura.
•  Plantea un desafío para la formación de los nuevos Salesianos y
Salesianas.

314
Anexos

Segundo Día (02/11)


5.  BUENAS NOCHES: LA PRESENCIA
MISIONERA SALESIANA ENTRE
LAS MINORÍAS EN EL NORESTE
DE LA INDIA, “LOS WANCHOS”
P. George Menamparampil, sdb,
Sector de las Misiones (Roma)

La presente Buenas Noches pretende compartir la experiencia misionera sale-


siana en otras zonas geográficas que se ha llevado a cabo con las minorías étnicas.
Es el caso de la presencia salesiana en el noreste de la India, que ha sido un caso
paradigmático de éxito educativo-pastoral. Presentamos el trabajo realizado con
uno de los grupos étnicos: “Los Wanchos”.

1. Los Wanchos: Video


Los Wanchos son una de las 116 tribus de la familia tibetana en el estado
de Arunachal Pradesh y viven en el distrito de Longding, al noreste de la India.
Viven en pueblos escondidos en las montañas del Himalaya oriental. Los pueblos
son 41, protegidos por bambúes que son sacudidos por el viento. Están situados
estratégicamente en las colinas, y sólo son accesibles por senderos empinados, lo
que defiende mejor a la tribu de posibles enemigos, y favorece su opción por el
aislamiento. Antes de entrar en contacto con el cristianismo, los Wanchos eran
animistas y cazadores de cabezas.
Dado que a los misioneros se les prohibió severamente entrar en su Estado,
fue a través de la educación que procedieron como un medio eficaz para la evan-
gelización. Desde 1976, los niños y niñas de ese Estado han sido admitidos en las
escuelas católicas de los Estados vecinos: después de vivir en internados católicos,
volvieron a casa compartiendo la Buena Noticia. Los esfuerzos pioneros de estos
estudiantes fueron complementados por alguna - ¡de vez en cuando! - visita
clandestina de misioneros. Finalmente, cuando las circunstancias se hicieron más
favorables en 1996, los Salesianos abrieron un Centro Misionero en Mintong.
“Me pidieron que iniciara el Centro; y allí llegué después de un agotador
viaje de nueve horas. Sólo tenía una bolsa con las pertenencias más necesarias,
315
AMAZONÍA SALESIANA

un saco de dormir, un “kit” para la Santa Misa y mi libro de oraciones”. Fue un


misionero, como tantos otros antes que él en diferentes partes del mundo, que
-dejando sus hogares y seres queridos- plantaron sus tiendas de campaña en medio
de un pueblo desconocido, por su idioma y cultura, y a menudo con condiciones
climáticas difíciles. ¡Pero además de eso, hubo consolaciones profundas, como
ver la transformación multifacética de todo un Pueblo!
La mayoría de los Wanchos, siguen viviendo en sus típicas casas construi-
das de bambú y cubiertas de palmeras, divididas internamente, adornadas con
cráneos y cuernos de animales cazados. La casa del Jefe se distingue fácilmente
por su tamaño. En cada pueblo los solteros vivían en ‘morung’ (dormitorios):
aquí fue donde son iniciados a los usos y tradiciones de la tribu. También les
correspondía a ellos vigilar la aldea. Cada ‘morung’ tenía un enorme tambor de
madera, su único instrumento musical, que sólo se tocaba en las grandes ocasio-
nes, como en el caso de una cacería exitosa o la muerte de un jefe. Con la llegada
de la educación “moderna”, la “morung” comenzó a desaparecer.
Los Wanchos - tanto hombres como mujeres - se vestían sucintamente y les
gustaba tatuar el cuerpo, ennegrecerse los dientes, perforarse las orejas y la nariz
colgando de sus ornamentos hiperbólicos. A medida que aumentaba el contacto con
el mundo exterior, los cambios se extendían a la forma de vestir y a otros aspectos.
Su agricultura se basaba en el cultivo del “Jhum”: deforestaban, quemaban
una zona y lanzaban las semillas, sin arar ni fertilizar. Con esto, poco se producía,
la tierra se empobrecía, los árboles y el verde desaparecían. El impacto sobre la
fauna y la flora era innegablemente negativo. Además, el aire estaba contaminado,
el suelo estaba corroído. Por eso se introdujeron alternativas, como el cultivo en
terrazas y la plantación de árboles, incluidos los frutales. Sin embargo, tales inno-
vaciones aún deben -en todos los sentidos- crear raíces. Debido a la falta absoluta
de servicios de salud, la mortalidad infantil era muy alta. En ausencia de atención
médica moderna, el tratamiento de cualquier enfermedad consistía en apaciguar a
los dioses implorando mediante imploraciones y conjuros. `Casi todas las noches
me llamaban para que fuera e intercediera por un niño a punto de morir. Pero las
oraciones por sí solas no podían salvar a esas desafortunadas criaturas...’.
Una de las principales contribuciones que la Iglesia se realizó, fue en el
ámbito de la salud y de la higiene. Se prestó especial atención a las mujeres y a
los niños, gracias sobre todo a la intervención de las religiosas “Hermanas Misio-
neras de María Auxiliadora”. Esto también tuvo un impacto positivo adicional en
las aldeas: se crearon grupos de jóvenes tanto para mantener las aldeas limpias
como para concienciar sobre el uso de inodoros y la cría en corrales de cerdos.
Comprensiblemente, fue la educación la que se dirigió a los “mintong” en
un camino de transformación. Inicialmente, los padres eran reacios a enviar a sus
hijos a la escuela, ya que esperaban que trabajaran en el campo o cuidaran a sus
316
Anexos

hermanos menores. Sin embargo, una comida al mediodía, el sistema salesiano


de bondad, la persuasión, la posibilidad de jugar, cancelaron las resistencias. El
hecho de ver a la primera generación de estudiantes con un buen empleo los
convenció de la importancia y del valor de la educación.
Hay internados para niños y niñas. La catequesis es consistente. Y los frutos
ya son visibles: cuatro religiosos y un candidato al sacerdocio.
La acción de los misioneros, especialmente a través de la educación, ha
ayudado a superar algunos hábitos nocivos. Los colonizadores británicos habían
introducido el opio, creando “dependientes”. Otra práctica consistía en expo-
ner a los muertos a la intemperie, en plataformas de bambú en las afueras de
la aldea, defendiéndolos -durante un mes- del ataque de los animales. Luego
cortaban la cabeza que lavaban con el “zu”, o cerveza de arroz, organizando un
banquete y finalmente cubrían sus cráneos con un montón de piedras. Ahora
comprenden los peligros que tal práctica podría acarrear para su salud. Los
cristianos al menos ya están enterrando a sus muertos.
La comunidad católica es muy vibrante. En cada celebración las iglesias
están llenas. De hecho, ahora todo gira en torno a la iglesia y sus actividades. Los
religiosos y las religiosas acompañan de cerca a sus fieles, también a través de
visitas regulares a los enfermos, a los ancianos y a los hogares.
Los Salesianos, siguiendo el lema de Don Bosco: “Dadme almas, tomad
todo lo demás”, son conocidos en el noreste de la India como incansables “caza-
dores de almas”. Y lo hacen con el debido respeto a la identidad tribal y a través
de esfuerzos genuinos para preservar su cultura. Sabiendo que los Wanchos son
por naturaleza amantes del canto y el baile, se ha despertado un ellos un fuerte
deseo de conservar su sensibilidad cultural.
Lo que los Salesianos ya han logrado entre los Wanchos de Arunachal Pradesh
es más que un homenaje a su audacia y esperanza, a sus convicciones y compro-
misos, así como a su capacidad de trabajar en equipo por el Reino de Dios con el
espíritu de San Pablo: “Yo planté, Apolo regó y Dios los hizo crecer”. ¡De hecho, el
cambio que tuvo lugar entre los Wanchos en el corto período de 22 años es increíble!
Esto es sólo un ejemplo del impacto que la pedagogía salesiana ha tenido en todo
el noreste de la India en menos de 100 años. Sólo puede ser un milagro: “Porque el
Señor ha hecho todo esto: ¡qué maravillas ha hecho a frente a nuestros ojos! ».

2. La presencia de la Iglesia en el Nordeste de la India


Pertenezco a la Inspectoría de Dimapur. La mayoría de la población de esta
área pertenece a comunidades de minorías étnicas. He vivido con ellos desde
cuando tenía once años.
317
AMAZONÍA SALESIANA

Hay cientos de tales comunidades en nuestra área. Les he mostrado un video


de una de estas comunidades, llamada “Wanchos”. ¿Por qué elegí esta comunidad?
Los salesianos pudieron establecer el primer centro católico entre ellos, solo hace
veintidós años, en 1996. El primer misionero de los Wanchos tenía una buena
cámara. Entonces, pudo documentar todo desde el principio. Este video es una
combinación de lo que grabó él hace 22 años y lo que grabó el padre Jiji hace
unos meses. Obtuvimos una comparación y un contraste entre veintidós años y
ahora. Vemos el impacto de los Salesianos en esta comunidad, en lo que respecta
a la fe y todos los aspectos de su cultura y promoción humana.
El video es solo de una etnia. En el área de Wanchos, la Iglesia Católica
ahora tiene ocho parroquias, nueve escuelas y siete internados, todas en los últi-
mos veinte dos años.
Los salesianos llegaron a Shillong en el noreste de la India en 1922. En ese
momento no había sacerdotes porque los misioneros Salvatorianos eran alemanes.
Los ingleses los habían expulsado de la India. Había menos de mil católicos en
toda la región. Aquí está la situación actual de la Iglesia Católica en la misma área:
Ahora hay dos arquidiócesis y trece otras diócesis. Ocho obispos son de las
pequeñas comunidades locales; los otros siete son indianos de otras partes de la
India. Hay un 1.650.000 católicos, casi todos ellos de las comunidades locales. Hay
mil seiscientos veintiún sacerdotes y tres mil setecientos cincuenta y seis Hermanas
religiosas. Alrededor del cincuenta por ciento de ellos son de las etnias locales.
Hay dos institutos de teología y tres de filosofía. Los Salesianos tienen
tres Inspectorías y dos noviciados, las Hijas de María Auxiliadora tienen dos
Inspectorías y un noviciado. Hay 908 parroquias. Todos los catequistas son de
las comunidades locales.
Como Salesianos, nos enfocamos en la evangelización, educación, salud
y empleo. Hay 741 escuelas y 30 instituciones a nivel universitario. Hay dos
universidades católicas de pleno derecho, una perteneciente a los Salesianos y la
otra a una diócesis. Hay dos congregaciones de hermanas fundadas localmente,
miembros de la Familia Salesiana: Las Hermanas Misioneras de Maria Auxiliadora
tienen 1216 religiosas que trabajan en 205 centros en 60 diócesis en 12 países. La
mayoría de ellas son de las etnias minoritarias locales. Las 142 Hermanas de la
Visitación son tmbién de las comunidades locales.
Muchos católicos de las etnias son miembros en los parlamentos estatales
y en el parlamento nacional. Hay y ha habido varios ministros en el gobierno
estatal y federal. Uno de ellos ha sido presidente del Parlamento Federal en Delhi.
Hay literalmente miles de ellos que son médicos, ingenieros, especialistas
en informática, abogados, empresarios, profesores y otros profesionales que tra-
bajan en el noreste, en otras partes en la India e incluso en países como Estados
Unidos, Reino Unido, Australia.
318
Anexos

Es verdad que hay cambios en la cultura. Los jóvenes son menos conscientes
de su cultura que sus abuelos o bisabuelos. Por otro lado, podemos afirmar que
fortalecimos su cultura, su idioma y los hicimos sentir orgullosos de su identidad
indígena. Hemos traducido la Biblia a docenas de idiomas locales. Hemos escrito
la gramática y realizado el primer diccionario en varios idiomas. Tenemos publi-
caciones en casi todos los idiomas de la zona. Dos películas de éxito comercial se
han producido en un lenguaje étnico.
Hay un Museo Don Bosco en Shillong que presenta las culturas de la zona.
Se dedica también a la investigación y publicaciones sobre culturas minoritarias.
Brevemente podríamos decir que les hemos dado a las minorías étnicas la
posibilidad de tomar sus propias decisiones: la elección de lo que harán, dónde
vivirán, cómo vivirán, incluidas las posibilidades de gobernarse a sí mismos en
estados autónomos dentro de la India federal, e incluyendo la elección de cuales
prácticas tradicionales preservarán y cuales abandonarán.
Les comparto estos datos como hermano de otra parte del mundo y entre
pueblos que tienen muchas cosas similares a los pueblos de la Amazonía.
Es un gran privilegio para mí haber visto el maravilloso trabajo aquí. Los
invito también a venir a visitarnos. ¡Bienvenidos y buenas noches!

Datos del las presencia misionera entre las minonrías étnicas


en el Noreste de la India
Par- Sub reli- Com. Cate- Inst. Ho-
Arqui/ Pa- Escue- Inter- C.
Superficie Población Católicos ro- cen- gio- Reli- qui- Uni- spi-
Diócesis dres las nados salud
quias tros sas giosas stas versit tal

Agartala 10,486 3,700,000 40,000 59 20 210 110 29   27 1     9

Aizawl 28,002 585,000 37,910 54 32   190 36 18 54 1   0  


Bongaigaon 13,630 6,451,912 69,620 84 34   223 50   53 1 38 1 14

Dibrugarh 26194 5,964,458 118,318 149 37 626 317 56 626 52 1 65 1 12

Diphu 15,222 1,178,809 59811 73 31 10 166 42 398          


Guwahati 13,961 6,500,000 55,510 169 454   495 96   69   72 3 27

Imphal 22,327 2,850,000 98,046 158 45   332 70 507 69 3 96 1 13

Itanagar 52,283 725591 80,000 101 31 17 160 37   37 3 43 3 12

Jowai 3,819 4,05,000 108595 51 17   125 26 28 20 1 17 1 17

Kohima 16,579 1,990,036 58,101 201 37 15 392 74 181 124 6   2 11

Miao 43,955 483,500 90000 92 41   170     48 1   1 15

Nongstoin 5,247 ,56,600 136,200 48 20   40 4   21        


Shillong 5,196 1,155,000 303,500 180 34   539   40 46 4 34 2 18

Tezpur 1,92,326 8,375,191 92,326 104 32   242 47 924 64 4 70 2 17

Tura 8167 1,103,115 299828 98 43   255 50   57 4 78 1 23

Total 457,394 41,339212 1,647765 1621 908 878 3756 617 2722 741 30 513 18 188

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AMAZONÍA SALESIANA

Tercer Día (03/11)


6.  ¡VAMOS A VIVIR EN CONTINUA
INTERACCIÓN! ECOLOGÍA
INTEGRAL Y POESÍA
P. Justino Sarmento Rezende, sdb,
(Manaus - Brasil)

1. CANTO DE LOS PÁJAROS DE LA AMAZONÍA


¡Bonitas florestas de la Amazonía!
¡Sus colores verdes muestran nuestras vidas!
¡Bonitos pájaros cantan nuestra Amazonía!
¡Cantan día y noche nuestras vidas!
¡Bonitas aves colorean nuestra Amazonía!
¡Son verdes, amarillos, azules, rojos!
¡Miles de aves embellecen nuestra Amazonía!
¡Son negros, marrones, morados, blancos!
¡Hermosos cantos de los pájaros de la Amazonía!
¡Cantos que anuncian un nuevo día!
¡Atractivos cantos de las aves de la Amazonía!
¡Melodías que anuncian el final de un día!
¡Cantos nocturnos de las aves de la Amazonía!
¡Cantos que anuncian la dinámica de la vida nocturna!
¡Cantos de las aves del Amazonía!
¡Cantan la belleza de la vida en nuestro Norte!
¡Aves de nuestra Amazonía!
¡Que hablan sus propias lenguas!
¡Aves de nuestra Amazonía!
¡Qué saltan y danzan en sus propias melodías!
¡Aves de nuestra Amazonía!
¡Que cantan cerca de las personas que trabajan!
¡Aves de nuestra Amazonía!
¡Cantan junto a la gente que caza!

320
Anexos

¡Hermosas aves de la Amazonía!


¡Vuelan frente a los pescadores indígenas!
¡Lindas aves de la Amazonía!
¡Como nosotros, hombres y mujeres, luchadores!

321
AMAZONÍA SALESIANA

2. NUESTRA VIDA Y AGUA


Hermoso firmamento envuelve nuestra tierra.
Es grande, azulado y elegante.
Un gran caparazón nos protege.
Hermosas montañas de nubes se pasean.
Son de colores leves, blancos, sombríos y oscuros.
Cuando viene la lluvia,
Surge en el horizonte infinito.
Una pared de nubes oscuras,
Otras veces nubes rojizas,
Acompañan vientos ligeros y fuertes.
Hermosas lluvias caen mojando todo.
Mojan las hermosas florestas.
Los seres vivos se deleitan en las sabrosas aguas.
Aparecen hermosos y peligrosos rayos.
La gente se esconde en sus casas,
En los campos, los bosques, las orillas de los ríos,
Las aguas caen en millones de gotas,
Mojan a la gente, a la naturaleza y a los seres vivos.
Penetran en nuestros suelos,
Fecundan la tierra y generan vidas.
Llenan arroyos, ríos y lagos.
Corren exuberantemente siempre hacia adelante.
En diferentes ritmos siguen sus destinos.
Generan vidas y muertes.
Matan la sed de miles de millones de personas.
Aguas bellas y hermosas, fuertes, traicioneras y peligrosas.
Aguas tranquilas que transmiten paz en nuestra alma.
Aguas turbulentas que nos causan miedo y preocupación.
Aguas hermosas, nuestras hermanas y amigas.
Compañeras de nuestra existencia.
Amigas de nuestras vidas,
Del principio al fin de nuestra historia.
Amigas, lo seremos todos los días de nuestra vida.

322
Anexos

323
AMAZONÍA SALESIANA

LOS ÁRBOLES
Los árboles son vidas, como nosotros los seres humanos.
Los árboles son seres, como nosotros los seres humanos.
Los árboles nacen, crecen y mueren,
Como nosotros los seres humanos.
Poseen padres, madres, abuelos, parientes,
Como nosotros los seres humanos.
Crecen, maduran, dan fruto,
Como nosotros los seres humanos.
Las buenas frutas dan sabor a las vidas,
Como nosotros los seres humanos.
Son alegres, tristes, llorones,
Como nosotros los seres humanos.
Los árboles son originales y únicos,
Como nosotros los seres humanos.
Los árboles tienen amigos,
Como nosotros los seres humanos.
Los árboles se cuidan a sí mismos, son elegantes,
Como nosotros los seres humanos.
Los árboles crecen y viven libres,
Como nosotros los humanos.
Los árboles tienen hermosas historias,
Como nosotros los seres humanos.
Los árboles son la riqueza del mundo,
Como nosotros los seres humanos.
Los árboles acogen a otros seres,
Como nosotros los seres humanos.
Los árboles son la punta de lanza de otros seres vivos,
Como nosotros los humanos.
Los árboles quieren vivir felices,
Como nosotros los humanos.
Quiero vivir bien con toda la naturaleza.
Quiero ser cada vez más humano.
¡Amigo de todos, del bien y de la vida!

324
Anexos

325
AMAZONÍA SALESIANA

EL DÍA
El día es padre y madre que cuida de sus hijos.
El día llega para todos los seres vivos.
Abraza y rodea a todos con su brillo.
Cada día es un nuevo día y no se repite.
En el resplandor del día, los seres vivos cobran vida,
Reciben energía, comida, bebidas,
Crecen exuberantes y llenos de vitalidad,
Caminan seguros, fuertes, animados y esperanzados.
El día es el hermoso regalo del Creador.
Así como llega, se va y así lo extrañamos.
El día no es un rehén de los seres vivos.
No podemos detenerlo.
El día no hace nuestra voluntad,
Ni nuestros gustos.
El día es divino, misterioso y hermoso.
El hombre y la mujer sabios viven bien cada día.
Cada día es plenitud de vida.
El día nos muestra la belleza de la naturaleza,
De las criaturas vivientes.
El día es la revelación del mundo, de la gente.
Durante el día los niños juegan, lloran,
Se caen y siempre se levantan.
Los jóvenes bromean, se ríen a carcajadas deliciosas.
Mis parientes indígenas,
Pescan en arroyos, ríos, lagos, cascadas.
Salen alegres para cazar con sus flechas,
Zarabatanas y otras trampas,
Persiguen las cutias, pacas, venados, tamanduás, monos.
Encuentran inambus, mutuns, jacamins, jacus.
Buenos perros de caza,
Encuentran animales comestibles.
Mis hermanas indígenas limpian sus hermosos campos,
Cultivan mandioca, macaxiera,
Se ensucian con carbón y se bañan con placer,
En los arroyos de agua bien fría.

326
Anexos

Rallan yuca y luego hacen una deliciosa harina,


Preparan un sabroso beiju-curadá para comer con pescado.
El día es generoso con sus hijos e hijas.
Sabiduría es hacer buen uso de cada día,
Ser amigos del día, ser aliados de cada día.
¡Muchas gracias, mi querido día!

327
AMAZONÍA SALESIANA

LOS PECES
¡Los peces son seres vivos, criaturas del Divino Creador!
Hermosas, atractivas, maravillosas criaturas,
Embellecen los ríos, arroyos, lagos, playas, cascadas.
Peces pequeños y grandes.
Los peces llevan en su ser la belleza del arte divino,
En la espalda y en los pechos los dibujos están pintados al detalle.
Los colores identifican cada tipo de pez.
Los peces son seres muy activos, corren de aquí para allá.
Son seres vivos que se cansan, descansan, duermen.
Algunos peces, de día o de noche, buscan su alimento,
Eso los hará fuertes y hermosos.
Otros seres vivos habitan en este hermoso y gran universo.
No faltan seres vivos que se alimentan de peces.
El ser humano, hombre y mujer,
Siendo un ser pensante, aprendió conocer bien la vida de los peces,
Conocer a los tipos de peces,
Conocer los tipos de agua en los que se crían y crecen los peces.
Conocer los alimentos con que se nutre cada tipo de pez.
El ser humano es un investigador incansable del universo.
El hombre indígena, caboclo... es desde su nacimiento,
Conocedor de arroyos, lagos...
Muy pronto aprende de su padre, amigos y parientes,
Jugando con sedal, anzuelo y carnada.
En algunas culturas se pesca con arco y flecha.
En otros, pescan con trampas diferentes.
Los pescadores y las mujeres son seres inspirados,
Seres con sentidos agudos para conocer otras vidas.
Conocen cada época del año,
Conocen los tiempos de agua llena, baja y seca,
Conocen cuando cada tipo de pez aparece más fácilmente.
Saben la hora del día y de la noche para capturar los peces.
Después de pescar, el hombre y la mujer regresan felices a casa.
Cuando llegan a casa, cocinan y se alimentan.
Los indígenas comparten
Con sus hermanos y hermanas de la comunidad.
¡Así todos son felices y siguen la vida!
328
Anexos

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AMAZONÍA SALESIANA

LA DANZA
¡Tú bailas! ¡Incontables danzas del universo!
Los sonidos de la naturaleza producen diferentes melodías y ritmos.
¡La Creación toda participa en la gran danza de las vidas!
Nuestra vida sigue la danza, el ritmo, la parada, el silencio...
La danza es la esencia de la existencia, de las historias.
Esencia de los seres vivos.
¡La fuente de las danzas está en el mismo Creador!
De los minúsculos hasta los gigantes animales,
Se mueven al ritmo de las danzas de la vida.
Las hormigas bailan alineadas en los senderos,
En las rocas, en los bosques, en los árboles.
Los peces danzan en grupos a través de ríos, lagos, playas, cascadas,
Hacen sus piracemas, sus fiestas rituales.
Aves de diferentes especies gritan, vuelan,
Zigzaguean en el aire, en la cima de ríos, lagos, entre los árboles.
Animales diferentes saltan en las florestas y árboles, gritan y cantan.
Los sapos saltan de un lado a otro,
Bailando sus bailes y su música.
Hay infinitas razones para los bailes.
Los ritmos y melodías salen de los corazones,
sentimientos y emociones.
Los seres humanos son productores de música, ritmos,
melodías y danzas.
Expresan sentimientos de alegría, paz y dolor,
Decepciones, frustraciones, logros, miedos...,
Esperanzas, deseos, peticiones, súplicas.
Los cuerpos se mueven según los ritmos.
Los sonidos, la música y los instrumentos
se construyen en las historias.
Los ritmos mueven a hombres y mujeres por dentro y por fuera,
Bailan, sudan, se cansan y se hacen realidad.
Los pueblos indígenas danzan,
Tocan instrumentos y acompañan a sus pares.
Cantan, bailan, gritan y pisan fuerte el suelo de la vida.
Expresan sus alegrías, sus penas, sus peticiones, sus emociones.
Involucran a la naturaleza que los sostiene en sus danzas.
Las danzas corporales dejan al hombre
y a la mujer conectados a la vida.
330
Anexos

Danzan por los acontecimientos de la naturaleza,


De la vida, de la historia, de la muerte…
Las danzas nos dejan, cansados, realizados,
Nos dejan extasiados, transformados, alegres, satisfechos, ligeros.
¡Las danzas simbolizan el entusiasmo por la vida!
¡Y muestran otros significados de la vida!
Músicas, ritmos, melodías, bailarines,
¡Alegran el mundo, la naturaleza, el Creador!

331
AMAZONÍA SALESIANA

Cuarto Día (04/11)


7.  TRABAJO EN GRUPOS:
PRIORIDADES Y PROPUESTAS
PARA EL SÍNODO
PAN-AMAZÓNICO

1. Preguntas de respuesta personal:


Temas indicados en las encuentas para proponer al Sínodo desde nuestra mi-
sión salesiana. Fueron escogidos estas 16 propuestas.
Los nùmeros de la tabla indican los puntos dados a cada propuesta. Cada uno
tenía 5 puntos, que podía distribuirlos en las diversas propuestas. Indicamos
las intenciones de los salesianos (sdb) salesianas (fma) y demá participantes.
Colocamos los resultados en orden según de la prioridad dada.
SDB HMA Otros TOTAL
La formación de las vocaciones indígenas 22 21 9 52
El fenómeno de la migración de los jóvenes al medio urbano 17 12 10 39
Situación y perspectivas actuales de los jóvenes amazónicos 13 15 10 38
La formación de los misioneros/as y agentes pastorales. 19 13 5 37
Defensa de los derechos indígenas, la demarcación de Tierras 5 16 16 37
La inculturación del Evangelio en las culturas locales 11 15 7 33
La importancia de la educación para la juventud 8 6 12 26
La denuncia sobre la destrucción de la Casa Común 5 10 11 26
Los ministerios en las comunidades 13 8 3 24
Trabajo con jóvenes universitarios indígenas 10 4 8 22
Creación y refuerzo de centros de estudio en Amazonía 8 6 2 16
Realización de trabajos pastorales comunes 1 5 7 14
Potenciar la formación técnica profesional en la Amazonía 1 6 3 10
El camino del catecumenado 6 6
Reorganización de los territorios eclesiales amazónicos 2 1 1 4
La organización de cooperativas de producción 2 1 3

332
Anexos

2. Preguntas para los grupos por Inspectorías:


1.  ¿Cuáles son las propuestas concretas que sugerimos para los
Proyectos Educativos Pastorales de nuestras Inspectorías?
2. Indicar 3 propuestas para el Sínodo Pan-Amazónico.

GRUPO 1: BCG (Campo Grande)


a.  Propuestas para las Inspectorías
  Apoyar la demarcación de las TI junto a otros grupos étnicos, CIMI,
con documentos, denuncias, visibilidad de la cuestión indígena en las
escuelas, parroquias, universidades, la Iglesia. Tenemos que defender
no sólo la tierra, sino también los derechos de los pueblos indígenas
en las Constituciones.
 Acompañar los pueblos indígenas en un contexto urbano.
  Formar los misioneros.
  Cuidar la formación las vocaciones indígenas y la formación a los
ministerios, en un proceso para alcanzar el diaconado permanente.
La vocación religiosa precisa una formación diferenciada.
  Que haya una pastoral vocacional indígena que acompañe al joven en
la familia, iluminándolo y fortaleciéndolo en cuanto a la llamada de
Dios y su respuesta al Reino de Dios, respetando su cultura, inseridos
en la pastoral, ofreciendo una formación diferenciada.

GRUPO 2: BMA e VEN (Manaus e Venezuela – Salesianos)


a.  Propuestas para las Inspectorías
  Reanudar los encuentros trienales entre las tres diócesis que están
con los yanomami (Ayacucho, San Gabriel y Roraima) para revisar
las experiencias y procesos educativos, formativos y catecumenales
que cada una de ellas ha podido desarrollar. Ahora es responsabilidad
de las Inspectorías ser las directamente responsables. Posibilitar la
participación de maestros y líderes que estén más involucrados en
los proyectos misioneros y programas de formación.
  La formación ministerial como iniciativa de las diócesis y apo-
yada por nosotros, entendiéndola como un proceso natural de
evangelización.
  Estudio, elaboración y publicación de material cultural en el idioma
333
AMAZONÍA SALESIANA

del pueblo: diccionarios, cuentos, biografías, mitologías, folletos, tex-


tos bíblicos. Siempre una colaboración entre diócesis e Inspectorías.
b.  Propuestas para el Sínodo
  Solicitamos que se profundice y se estudie el tema de los ministerios
laicales y orden sagrado para Amazonía.
  Establecer proyectos misioneros, como instrumento que guíen las
prioridades, las acciones, que cumplan los objetivos y se proyecten
para los desafíos presentes y futuros.
  Promover el catecumenado, como camino y proceso formativo de una
persona que se compromete cada vez más y que llega a la madurez
de la fe a través de los compromisos que asume en la Iglesia.

GRUPO 3: PER e ECU (Perú y Ecuador)


a.  Propuestas para las Inspectorías
  Llevar a cabo una acción pastoral conjunta que integre todas las
instancias e involucre a las diócesis y vicariatos para formar los equi-
pos de formación que construyan la Iglesia con una fuerte pastoral
vocacional, juvenil, misionera e intercultural.
  Promover y proponer itinerarios de formación para el proceso de la
jornada ministerial nativa.
  Crear una Iglesia que escuche, participe e involucre a sus fieles en la
construcción de la Iglesia y a todos para el cuidado del hogar común.
  Insertar en la PEPSI las experiencias pastorales misioneras de los
formandos durante un tiempo prolongado.
  Una atención pastoral urgente para los pueblos indígenas en el con-
texto urbano.
  Promover la animación misionera y las experiencias misioneras.
b.  Propuestas para el Sínodo
  Cuidar y defender los territorios indígenas y reorganizar los territorios
eclesiales como un factor importante para la construcción del rostro
amazónico de la Iglesia.
  Promoción y protagonismo de la mujer para la construcción de una
iglesia con rostro amazónico.
  Estudio de la propuesta de un rito indígena americano.
  La formación del candidato indígena al sacerdocio desde su propia
realidad, en su propia filosofía, espiritualidad y que las universidades
ayuden a profundizar estos aspectos.

334
Anexos

GRUPO 4: HMA - BMA/BMT (Salsianas de Manaus y Mato Grosso)


a.  Propuestas para las Inspectorías
  Formación y acompañamiento específico de las vocaciones indíge-
nas, ¿cómo?
  La socialización del Itinerario Formativo involucrando a los jóvenes y
a las comunidades HMA en la construcción y evaluación del mismo.
  Mayor atención e implicación de las Hermanas en la propuesta de
formación permanente.
  Participación de los líderes de la comunidad y de las familias de los
jóvenes en la elaboración del Itinerario Formativo.
  Promover la Pastoral Juvenil.
  Crear un proyecto común más inculturado de Pastoral Juvenil -
HMA/ SDB/JOVENS y LAICOS, con vistas a la Ecología Integral, con
coordinación en Manaus, en colaboración con las Iglesias Locales, y
otros Organismos que trabajan con los jóvenes.
  Promover la formación y la autoformación de las Hermanas para
acompañar el camino de los jóvenes.
b.  Propuestas para el Sínodo
  Dar visibilidad a la realidad amazónica, a sus valores y a las cuestiones
sociales que gritan al mundo.
  Promover los distintos ministerios, especialmente reconociendo y
valorando el papel de la mujer en las comunidades eclesiales.

GRUPO 5: PAR (Paraguay)


a.  Propuestas para las Inspectorías
  Crear oportunidades para que los jóvenes descubran valores.
  Formar los jóvenes con valores evangélicos; presentar nuevas estra-
tegias más eficaces.
  Trabajar en grupos de formación de jóvenes. Fomentar el trabajo
voluntario.
  Estar más en medio con los jóvenes para acompañarlos.
b.  Propuestas para el Sínodo
  Trabajar sobre el protagonismo de las mujeres.
  Ofrecer perspectivas de trabajo y estudio para los jóvenes.
  Cuidar y acompañar las situaciones complejas de las comunidades
indígenas que influencian en la estructura familiar del joven.

335
AMAZONÍA SALESIANA

B.  Del Seminario en la UPS.


7-8 marzo de 2019

1.  EL GRITO DE LA IGLESIA


AMAZÓNICA
(Vídeo-Entrevista)
S. Em Rev. Card, Cláudio Hummes, ofm,
Arzobispo emérito de San Pablo,
Presidente de la Red Eclesial Pan-Amazónica (Brasil)
Entrevista realizada por P. Damásio Medeiros, sdb

1.  Nos gustaría saber cómo fue recibido el grito de la Amazonía por la Iglesia
universal hasta tal punto que el Papa Francisco convocó un Sínodo Especial
para esa región.
Cardenal Humes: Querido Padre Damásio, gracias por esta oportunidad.
En primer lugar, quiero decir que he visitado la antigua misión de los Salesianos
en el estado de Amazonas en Brasil: San Gabriel de Cachoeira e Iaguareté. Los
Salesianos son verdaderos misioneros a los que la Iglesia de Brasil debe mucho.
Es con gran afecto que tengo esta conversación con ustedes, salesianos, y con
todos aquellos a los que llega este mensaje.
Al respecto del Sínodo para la Amazo-
nía, convocado por el Papa Francisco y que se
celebrará en octubre, su objetivo principal es
escuchar el grito del pueblo, el grito de la Igle-
sia y el grito del propio territorio, del territorio
como floresta, ríos, aguas, en definitiva, de todo
este conjunto.
¿Qué significa grito? Esto es lo que dijo
el Papa Francisco en el encuentro con los indí-
genas en Puerto Maldonado: “Nunca antes las
poblaciones, especialmente los indígenas, pero
también los habitantes de las riberas de los ríos
y del propio territorio mismo, han estado tan
amenazados por la destrucción y devastación Cardenal Cláudio Hummes.
como lo están hoy en día”. En esa ocasión, el
336
Anexos

Papa afirmó que debemos escuchar al pueblo amazónico y no sólo dar una
descripción de cómo será la Amazonía. El Papa subrayaba la necesidad de ir
al lugar y escuchar, de dejarlos hablar; son ellos los que tienen que contarnos
cuáles son sus sueños y sus grandes sufrimientos, su historia que está siendo
masacrada, finalmente, para contar la historia de toda esta región: la Pan-Ama-
zonía. Porque el Sínodo no es sólo para la Amazonía brasileña, sino para toda
la Amazonía. La selva amazónica también incluye partes de otros ocho países,
vecinos de la Amazonía brasileña, que tiene el 67% del territorio amazónico. La
Amazonía brasileña es la realidad que mejor conozco, aunque conozco bastante
de la Amazonía en los otros ocho países donde he estado presente.
Por eso, el Papa nos invita a escuchar. No puedes ver e ir a ayudar sin
antes escuchar. Y para eso, se tiene que ir hasta allí, tenemos que encontrarlos.
El Sínodo comienza exactamente con la escucha: el primer paso en su camino
es la consulta. La fase de consulta de este Sínodo para la Amazonía termina
en febrero 2019. La consulta es donde la gente puede escuchar, donde la gente
puede hablar y la Iglesia registra lo que nos dice el pueblo amazónico, lo que nos
dicen los obispos locales, lo que nos dicen los misioneros; y al mismo tiempo,
tratamos de ver cómo es la región hoy, cómo está siendo devastada debido a
proyectos que normalmente se ejecutan con un espíritu muy colonialista de
simplemente entrar sin pedir permiso, sólo para extraer y devastar con el fin
de obtener los máximos beneficios posibles, independientemente de las conse-
cuencias: degradación, pérdida de vidas humanas, expulsión de comunidades
de su hábitat natural. Se trata de proyectos que, normalmente, ignoran tanto
el territorio como las comunidades de personas. Es este grito el que el Sínodo
realmente quiere escuchar para dar una respuesta, como dice el Papa Francisco:
defender la vida y el territorio.

2.  Mons. Claudio, Usted tiene una lista muy larga de servicios prestados a
la Iglesia de Brasil y a la Iglesia Universal. En cierto momento de su vida,
Usted fue involucrado con la Conferencia Episcopal de la Amazonía y cier-
tamente comenzó a visitar una región que antes no conocía. ¿Cuáles fueron
los grandes elementos positivos de una Iglesia vibrante que encontró en la
Amazonía y cuáles son los puntos débiles de su visión para dar continuidad
a la misión evangelizadora y a la promoción humana que la Iglesia siempre
ha promovido en esta región?
Cardenal Hummes: Todo este pasado heroico de nuestros misioneros y
de la Iglesia en la Amazonía que todos reconocemos y que, aún hoy, notamos
esa misma pasión, ese mismo fuego interior. Pero hoy en día la Iglesia en la
Amazonía brasileña, al menos, siente que no tiene las condiciones suficientes
337
AMAZONÍA SALESIANA

para llegar a todos y, por lo tanto, para llevar a cabo su misión. No tiene sufi-
cientes condiciones porque la limitación del aislamiento –o encontrarse solos
en la selva- así como la llegada de nuevas personas del exterior, especialmente
de aquellos que forman parte de las misiones pentecostales y evangélicas, que
se están extendiendo. La Iglesia no tiene las condiciones, la fuerza, los obreros
misioneros, las estructuras suficientes para responder a estas necesidades.
Hoy son muchos misioneros y obispos sienten que no están consiguiendo.
Por eso, la obra misionera se reduce a la sede de una pequeña ciudad o a la
metrópoli, descuidando la selva amazónica, que cada vez más se queda sola,
con la reducida presencia de misioneros; en las comunidades ya se celebra la
Eucaristía, no hay confesión sacramental, no hay unción de los enfermos. Todo
esto prácticamente no existe en las comunidades que viven en la selva. Por
todo ello, el Papa dijo que es necesario buscar nuevos caminos, no los que la
Iglesia siempre ha recorrido; nuevas y mejores condiciones para que la Iglesia
pueda cumplir su misión de llegar a todos. Llegar mediante la inculturación,
dando a luz desde dentro de las comunidades, especialmente las indígenas, a
una Iglesia que tenga rostro indígena, que sea una Iglesia indígena. Estos son
los grandes retos a los que se enfrentará el Sínodo: dar mejores condiciones,
nuevos caminos y no tener miedo de lo nuevo, como ha dicho el Papa. Por
un lado, debemos tener el valor de instituir nuevas condiciones para que la
Iglesia tenga condiciones suficientes para evangelizar. El Sínodo debe también
afrontar la cuestión de la degradación del territorio por parte de los proyectos
extractivos, ya sean éstos estatales o privados, que devastan la Amazonía y que,
por lo tanto, corren el riesgo de hacerla desaparecer. Esto sería un desastre total
para el planeta, especialmente en estos tiempos en los que vivimos en una crisis
ecológica muy grave y urgente.

3.  Usted planteó la preocupación del Papa Francisco por la cuestión de la Ama-
zonía. Al mismo tiempo, sabemos también que este tema ya estuvo presente
en la Conferencia de Aparecida. A nivel eclesial ¿cómo fue la génesis del
Sínodo? ¿Podría decirnos si la iniciativa procedió de la Comisión Especial
para la Amazonía, de la Red Eclesial Panamazónica o de la iniciativa directa
del Papa?
Cardenal Humes: Sí, podemos contarles rápidamente cómo comenzó el
Sínodo. De hecho, el Papa Francisco participó en la quinta Conferencia Lati-
noamericana de 2007, donde él se despertó a la grande problemática de la
Amazonía por la insistencia de los obispos de la Amazonía, al hablar de sus
difíciles condiciones de trabajo. Poco después de ser elegido Papa en 2013, el
Papa vino a Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud, donde reunió a los
338
Anexos

obispos brasileños y nos dijo que “la Amazonía es una test definitivo y decisivo,
un banco de prueba para la Iglesia de Brasil y para la sociedad brasileña”. Con
esto afirmaba que la Iglesia no puede equivocarse en la Amazonía, la Iglesia
no puede perder la Amazonía, debe tener el valor de buscar nuevos caminos,
de dar un rostro amazónico, de formar un clero autóctono, un clero indígena
que pueda asumir las comunidades. El Papa nos ha ayudado mucho. Al año
siguiente, 2014, se fundó REPAM, la Red Eclesial Panamazónica, que quiere ser
un servicio que articula los frentes de trabajo existentes. La REPAM no es “otra
institución”, sino un servicio para la articulación de las iglesias, instituciones
y todas las entidades que de alguna manera trabajan para defender la vida y el
territorio amazónico. En 2015, el Papa Francisco comenzó a hablar de la nece-
sidad de reunir a todos los obispos para hablar juntos sobre la Amazonía. Sin
embargo, el Papa no sabía cómo iba a ocurrir esto. Pensó en la posibilidad de
un Sínodo, pero no estaba seguro sobre el tema. El Papa, por lo tanto, comenzó
a consultar a las Conferencias y a los obispos sobre lo que pensaban al respecto
de la celebración de un sínodo para la Amazonía. Finalmente, el 15 de octubre
de 2017, en Roma, el Papa anunció un Sínodo para la Amazonía. Un sínodo con
un solo propósito: buscar nuevos caminos.
Está siempre presente la cuestión de no tener miedo a lo nuevo, de una
Iglesia que camine, de una Iglesia en salida, de una Iglesia que no se instala en
casa y espera al pueblo que viene, sino de una Iglesia que sale y busca al pueblo,
una Iglesia misionera que, sobre todo, debe ser relanzada, dice el Papa, en la
Amazonía. Nuevos caminos para la Iglesia, pero también nuevos caminos para
la ecología -que al Papa le gusta llamar ecología integral- y, sobre todo, para da
esperanza y atención a los gritos de las comunidades indígenas que, según el
Papa, están extremadamente amenazadas. Después se eligió el tema: Amazonía:
nuevos caminos para la Iglesia y nuevos caminos para una ecología integral. Esto
es para la Amazonía. El Papa siempre dice que hay que mantener el foco, la
Amazonía y no otras cosas. No podemos hablar de todas las cosas, de todos los
desafíos misioneros que la Iglesia tiene en el mundo; necesitamos enfocarnos
en la Amazonía. Esto, a su vez, traerá reflexiones para la Iglesia Universal y para
el gran problema de la sociedad humana frente a la crisis climática y ecológica.
Esto será una reflexión. Sin embargo, el Sínodo se ocupará de ese territorio con
estos grandes objetivos.

4.  Sabemos que, a la luz de las diversas Conferencias generales de los Obispos
latinoamericanos ya en Medellín y luego en Puebla, la Iglesia en América Latina
ha hecho siempre su análisis basado en la situación y en la profundización de la
doctrina. En cuanto a los grandes desafíos y prioridades - que, evidentemente,
339
AMAZONÍA SALESIANA

no se establecerán hasta después de la fase de acogida del Sínodo -, escuchando


a las Iglesias particulares ¿podría indicar tres puntos que, en su opinión, con-
forman el grito de las Iglesias de la Amazonía, tres puntos que significarían los
nuevos caminos para la Iglesia amazónica?
Ahora es difícil elegir cuáles son los tres puntos más significativos. Lo
importante es decir que la preparación que hemos hecho y que ahora termina,
es decir, la fase de escucha a partir de la cual se analizarán los resultados y desde
allí se hará el instrumentum laboris (Instrumento de trabajo) -que se entregará
a los padres sinodales, que luego tendrán voto en el Sínodo- no es un punto
final, pues las discusiones continuarán luego de la realización del Sínodo. Por
supuesto, lo importante es la realización del Sínodo. No es posible producir solo
un documento para ser colocado en la biblioteca o en el archivo. No, el Sínodo
es un momento fuerte en el que está reunida la Iglesia y, en particular, la Iglesia
de la Amazonía -de hecho, sólo participarán los obispos de pan Amazonía y
algunos otros que el Papa elija, pero fundamentalmente serán sólo los obispos
de la Pan-Amazônia. Por supuesto, lo que ocurra después es muy importante.
Siempre decimos que cuanta más gente participe en la preparación, más gente
estará esperando los resultados. Esto es muy psicológico y pedagógico. Partici-
parán para decir: “Miren, estos son nuestros sueños; estos son nuestros sufri-
mientos; este es nuestro clamor”. Así que ahora esperan saber lo que la Iglesia
dirá al respecto. Tenemos la esperanza de que los resultados tendrán una gran
acogida y que la gran obra comience porque los resultados del Sínodo serán
un proceso: que no se realiza con la emisión de algunos decretos, es un gran
proceso renovado de una Iglesia que está recorriendo otros caminos, nuevos
caminos, nuevas condiciones de trabajo. Esperamos, en efecto, que la Iglesia se
sienta capaz y motivada a venir a la Amazonía para ser una Iglesia más presente,
más cercana a la gente, que no esté lejana, que comparta su vida, que comparta
la vida cotidiana de las comunidades, que anime a las personas, que las con-
suele a caminar juntas y a hacer sus oraciones. La gente necesita esto, necesita
al ministro allí, no a un ministro que viene de vez en cuando y durante el resto
del tiempo están solos en sus aldeas y comunidades aisladas, desconectados de
todo y de todos.
Queremos que la Iglesia sea una Iglesia verdaderamente viva que al mismo
tiempo cuide del hogar común, una Iglesia que aprenda a cuidar la casa común,
aprenda y tenga la convicción de que debe hacerlo por su propia fe. No es justo
decir que la Iglesia quiere ahora de repente preocuparse por la ecología; al con-
trario, esto es parte de nuestra propia fe porque creemos en un Dios creador, en
un Dios que se encarnó, en Jesús de Nazaret, a un hombre cuyo cuerpo está hecho
de tierra. Por lo tanto, todo está interconectado y no podemos desconectarnos de
340
Anexos

estas cosas. Es por eso que esta misión de preservar, de cuidar el planeta, la casa
común, proviene de la fe. También opino que las universidades deberían abrirse
un poco más y que no deberían ser círculos abstractos y cerrados que sólo se
ocupan de cosas altamente científicas, sin mirar a la realidad. Las universidades
salesianas, a causa de su carácter misionero natural, deben tener una apertura
misionera y estar interesadas en cosas que van más allá del estudio - obviamente
el estudio es importante; además de la base científica, teológica y filosófica - deben
participar y hacer que los estudiantes participen más activamente en el proceso
de “ir”, “escuchar”, “vivir juntos” para encender la pasión de que es importante
defender el planeta, que es importante defender a los pueblos más amenazados
que, en este caso, son indígenas.

5.  Agradecemos al Cardenal Claudio Humes sus palabras al inicio de nuestro


seminario y, como dije al comienzo, nuestra Facultad de Teología y la Pontificia
Universidad Salesiana en esta gran “multrião” (grupo común de trabajo), como
la llamamos en la región amazónica, también trata de dar su contribución a
la reflexión y asumir dentro de la universidad los grandes desafíos de la Iglesia
para ser más significativos en la misión evangelizadora. Al Cardenal Humes
nuestros saludos y muchas gracias también en nombre del magnífico rector, el
Profesor Mauro Mantovani.
Cardenal Humes: Soy yo que agradezco y saludo a todos los estudiantes y
profesores y a la dirección de las Universidades salesianas.

341
AMAZONÍA SALESIANA

2.  LOS DESAFÍOS PARA A REGIÓN


PAN-AMAZÓNICA A PARTIR
DE LAS ASAMBLEAS
TERRITORIALES PARA
LA PREPARACIÓN DEL SÍNODO
(Vídeo-Entrevista)
Sr. Mauricio López Oropeza,
Secretario Ejecutivo de la Red Eclesial Pan-Amazónica (Ecuador)
Entrevista realizada por P. Roberto Carrasco, omi

1.  Mauricio ¿qué es la REPAM?


Una manera de explicar la REPAM es decir que es como una casa, como
una “maloca”, como llaman los pueblos indígenas al lugar donde conviven diver-
sas familias. Es el sitio donde se comparte la vida, donde cada uno trae lo que
tiene; se comparten las esperanzas del día a día y se construye la vida cotidiana.
En ese sentido la REPAM es una casa con puertas abiertas. Es un lugar donde
queremos integrar las diversas voces de la Iglesia católica, pero no sólo, sino
también de todos aquellos que quieren defen-
der la vida por un motivo especial: la situación
en la Amazonía es cada vez más difícil.
Hay profundos signos de muerte en toda
la Pan-Amazonía: asesinatos, ejecución de líde-
res, criminalización de actores eclesiales; y por
otro lado la extensión cada vez más grande de
intereses externos, o incluso locales, que ven
a este sitio solamente como a una despensa,
cuando en realidad, ahí viven pueblos, comu-
nidades que son fuente de vida, que nos enseñan
otro modo de relacionarnos. La Iglesia ha cami-
nado con estos pueblos por décadas y se siente
muy hermanada con ellos. Ha estado presente, Mauricio López Oropeza.
pero profundamente fragmentada. La REPAM
342
Anexos

es el sitio de encuentro para todos aquellos que nos sentimos frágiles y limitados
frente a esta realidad para poder responder juntos. Esto implica también a ustedes
jóvenes aquí presentes, a todas las redes de la Iglesia globales que sienten que la
Amazonía es algo lejano, que no tiene que ver con ellos. Esto es una casa abierta
para todos y todas, porque el futuro está en riesgo y aquí queremos trabajar en
esa perspectiva.

2.  Son 45 asambleas territoriales que se han desarrollado a lo largo de toda esta
fase preparatoria para el Sínodo que se realizará en octubre del 2019. ¿Cómo
es la convergencia de todas estas asambleas?
La idea original era hacer 45 asambleas, pero la realidad nos superó por
la enorme esperanza que ha generado el sínodo, y por la urgencia tan grande
de que este sínodo sea de todos y todas. En realidad, estamos hablando de
260 escuchas en todo el territorio pan-amazónico: alrededor de 60 asambleas
que implican grupos grandes, entre 60 a 200 personas de pueblos originarios,
organizaciones locales, pueblos campesinos y miembros de la Iglesia, a veces
sumando dos o tres jurisdicciones eclesiásticas y discutiendo todos lo que
es planteamiento del sínodo. Tuvimos cerca de 25 foros temáticos, es decir,
reflexiones especializadas, focalizadas, con una visión pan-amazónica, que es la
gran intuición que mueve a la REPAM: mirar al territorio como lugar teológico,
como lugar sociológico. En ese sentido tuvimos foros temáticos sobre: Vida
consagrada en la Amazonía, derechos humanos, pueblos indígenas, pueblos en
aislamiento voluntario, universidades en la Amazonía. Por último, tuvimos 180
ruedas de conversaciones, que son los sitios más lejanos que no podían participar
a estos encuentros organizados; los realizaban en sus pequeñas comunidades,
en sus casas comunes, en sus malocas, haciendo las escuchas hacia el Sínodo.
Estamos hablando de 22.000 personas, formalmente registradas e implicadas
en la escucha sinodal que la REPAM realizó. Hubo 65.000 personas más en los
procesos preparatorios que también han tomado parte en este camino sinodal.
Estamos hablando de un total de 87.000 personas; 174 pueblos originarios
representados, de un total de 390 que sabemos que existen en la Amazonía,
siendo el 44%, y el 90 % de los obispos de la Amazonía participaron en estos
espacios. Hombre y mujeres de realidades diversas, miembros de la Iglesia, otros
afines en la causa de la casa común y sobre todo muchos pueblos originarios
y comunidades queriendo decir su palabra, porque saben que el Papa quiere
escucharlos y saben que la Iglesia está en un momento crucial, de posibilida-
des de transformación. Creo que esto es el Sínodo: escucharnos para intentar
caminar juntos. Sínodo significa caminar juntos en una misma dirección, pero
a partir de esa escucha directa al Pueblo de Dios.
343
AMAZONÍA SALESIANA

3.  Toda la región amazónica son 30 países. Estamos hablando de cerca de 30


millones de personas que viven en toda esta región. Estamos hablando de un
ejercicio de escucha y diálogo dentro de la sinodalidad de la Iglesia a la que hoy
el Papa Francisco está invitando. Pero todavía se siente que, en otras partes,
como en Europa, Norte América y en otros países el grito de la Pan-Amazonía
es todavía bajo. ¿Qué necesitamos hacer para que este grito se escuche?
Para mí se resume en tres palabras esenciales que hemos ido descubriendo
a lo largo de esta caminata.
La primera es metanoia, conversión radical del corazón. Por más que se
puedan hacer encíclicas hermosas, desafiantes, con una perspectiva de horizonte,
si no hay una conversión interior del corazón, si no comienza por la conversión
personal de cada uno de creer que tengo como contribuir al cambio de creer que
si no cambio también o adapto mis prácticas cotidianas esto no tiene futuro;
entonces nada será suficiente. Hace falta la metanoia, la conversión radical del
corazón, que no es una cuestión mental.
La segunda: alteridad. Reconocer al otro como presencia de Dios, como
misterio, independientemente de la fe que profesemos. En eso, los pueblos nos
enseñan muchísimo; pero para el creyente es en el otro que adquiere sentido mi
proyecto de vida y me encuentro con Dios. La “Laudato Sii” amplía la mirada
de la alteridad, y afirma que es posible reconocer a la hermana madre tierra
como verdadera hermana, como un otro que me interpela, como un otro que
me da sentido, misterio y posibilidad, un otro al que tengo que resguardar para
resguardarme a mí mismo.
La tercera palabra: Parresía, que significa hablar con valentía, hablar la
palabra justa y actuar con coraje para hacer que los cambios sucedan.
Cambio interior, reconocimiento del otro y en el otro los más pobres o
empobrecidos y la hermana madre tierra, los pueblos originarios, por supuesto,
también como excluidos y luego, por otro lado, la salida, el cambio, el decir esa
palabra profética que nos compete a todos, mujeres y hombres de Iglesia y también
de cualquier credo o denominación. Estamos todos llamados a hacer un proceso
de transformación. El Sínodo es una oportunidad. Diría también otra palabra
sobre esto. La REPAM es una red, como ya expliqué, una casa que representa
muy bien las inquietudes de toda la Iglesia Universal. Aunque el Sínodo está
focalizado en la Amazonía, es un Sínodo para la conversión pastoral de toda la
Iglesia, como nos plantea el Papa en la Evangelii Gaudium, y para una ecología
integral según la Laudato Sii.
Hay redes hermanas que están creándose en el Congo. En la red de la
cuenca del Congo, de la que tuvimos el privilegio de poder acompañar su inicio.
En Meso América está también ya por fundarse la red eclesial mesoamericana;
344
Anexos

en Asia Pacífico, en el sistema de bosques tropicales de Indonesia, Filipinas y


otras regiones, comienza ya un proceso de red. Tenemos una nueva perspectiva
de articulación en Norte América con los pueblos nativos de allá. Europa se está
comenzando a organizar, no sólo para ayudar con una mirada asistencial a “esos
pueblos” indígenas de la cual a veces tenemos una mirada folclórica, sino hacerme
cargo de mi conversión, porque mi estilo de vida, mis decisiones cotidianas, el
modo de desarrollo en el que estoy viviendo tienen implicaciones para la Ama-
zonía. En el mismo sentido, si la Amazonía no logra subsistir, el planeta todo
y también las sociedades del norte no tendremos futuro. No es para levantar la
mano y lanzar dedos y echar la culpa. Es para buscar una verdadera conversión
en común, porque el futuro está en riesgo.

4.  Uno de los planteamientos que el “Documento Preparatorio” realiza es sobre


la ausencia del clero, de la vida religiosa, de misioneros, y de cómo lograr el
objetivo de que los pueblos más alejados puedan tener esa presencia misionera,
esa presencia de Iglesia: la eucaristía y los demás sacramentos. ¿Cuál es el
planteamiento que se viene desarrollando, escuchando y trabajando?
La nuestra es una experiencia encarnada. Quién ha estado en la Amazonía,
entiende que hay situaciones particulares que desde lejos se pueden discutir. Sólo
quien ha vivido allí las puede entender. Hay dos hechos irrevocables:
La Iglesia está profundamente ausente, limitada, o con mucha dificultad
de poder realmente asistir en la vida cotidiana. Sin eucaristía también el signo
de comunidad si pierde toda esta sacramentalidad que le da sentido. Si no está,
surge la pregunta de qué tipo de Iglesia, qué tipo de experiencia comunitaria
católica hay ahí.
La otra situación es que están vulnerando, violentando, aplastando a muchas
comunidades, sobre todo indígenas, en toda la Amazonía. Tenemos que ser muy
cuidadosos en el Sínodo de no perder el foco, en el sentido de que cualquier
propuesta que se tenga que hacer, tiene que surgir de un amor profundo por ese
territorio y por la Iglesia, y como consecuencia de un adecuado discernimiento.
Hay mucha gente que quiere provocar o hacer polémica, o a veces quiere
cómo aceptar el Sínodo en función de que diga lo que yo quiero que diga, y no
lo que es un proceso de discernimiento. Tenemos que discutir este asunto. Creo
que hay ministerialidades dentro de la experiencia eclesial que nos ayudan a
encontrar caminos posibles, pero es evidente que no son suficientes, y la pre-
gunta del Papa es cuáles son los nuevos caminos a recorrer. Creo que hay que
potenciar y profundizar todas las expresiones de ministerialidad que ya existen,
y hay casos concretos que nos ayudan mucho. Hay obispos valientes, que, en
ese sentido, van buscando con mucha responsabilidad responder a la realidad y
345
AMAZONÍA SALESIANA

también ejercer su rol de dar una atención específica y real a todo lo que sufre o
lo que espera también nuestro pueblo. Tendremos que discutir temas difíciles,
pero como consecuencia de un discernimiento. La Iglesia debe replantearse la
manera de estar presente.
Cierro con una palabra que decía en el seminario que tuvimos hace unos
días. Había discusiones, quizá un poco doctrinales, por un lado, que ayudan
mucho para entender el marco, y otras muy experienciales. Lo que está por debajo
de nuestras preocupaciones es la tensión entre el sensu fidei in credendo, la capa-
cidad del propio pueblo de descubrir la presencia Dios e ir marcando como sus
horizontes, el sentir que Dios actúa y sentir que Dios actúa dentro de sus propias
vidas, y que también eso también marca el camino para la Iglesia y la tensión
sobre adaptaciones posibles a lo sacramental, a lo litúrgico, a lo catequético.
Son preguntas muy complejas, porque detrás de ello, y no lo estamos diciendo
tan abiertamente, está el miedo que tenemos de que un cambio en la Amazonía
produzca perspectivas de cambio para la Iglesia global. Pero, como ya lo dijo el
cardenal Hummes, no tengamos miedo. Hagamos propuestas valientes, bien dis-
cernidas, como consecuencia de un amor a la realidad y a la Iglesia, entendiendo
el contexto, purificando nuestras intenciones, pues hay muchos fundamentalis-
mos y esencialismos que están ahora en pugna, pero preguntándonos de verdad
qué es lo que necesita esta comunidad para vivir en plenitud su ser Iglesia, su ser
sujetos y ser humanos, y cómo responder a ello. Porque si seguimos sin responder,
probablemente nuestra presencia se volverá irrelevante o inexistente.

5.  Hay una experiencia de parte de las universidades jesuitas que están dialogando
sobre cómo a nivel universitario, la ciencia, el estudio, la profundización, el
discernimiento en diversos campos, se pueden ir involucrando en este proceso.
La comunidad salesiana en el mundo, también tiene una experiencia muy
grande a nivel de universidades ¿Cómo involucrarse como universidad en este
proceso que la Amazonía está desarrollando?
Lo más interesante es agradecer a toda la red de universidades salesianas: el
encuentro que hubo en Manaus, para pensar qué dice el carisma salesiano sobre
la Pan-Amazonía hoy. Implicó todos los múltiples modos de estar en el mundo y
uno de ellos fue el universitario, siendo una valiosa contribución para el Sínodo.
Ciertamente que con otras universidades, algunas Jesuitas y otras Pontificias, se
ha comenzado esta discusión. El Sínodo es apenas el punto de partida.
Es urgente, en la línea teológica, preguntarnos cómo fundamentamos
aquellos planteamientos que el Sínodo podría dar, que necesitan un sustento
adecuado, una experiencia de praxis que permita sistematizar; hacer una teología
sistemática que luego permita una pastoral. Sin la ayuda de las universidades no
346
Anexos

será posible. Todo lo que tiene que ver con la situación de los pueblos originarios,
que no es una situación que debe permanecer como se encuentra. Hay cambios,
transformaciones. Es importante saber qué dice la antropología contextualizada
sobre todas estas situaciones y cómo acompañarlas adecuadamente. Se necesi-
tan la multidisciplinaridad y la transdisciplinariedad para poder responder a
los múltiples dinamismos. Sobre las universidades, la categoría más importante
que nos ha regalado el Papa Francisco en la encíclica Laudato Sii, es la ecología
integral. Todos hablamos de ella. La pregunta es si estamos rompiendo nuestras
propias epistemologías y modos de comprensión para integrar una dimensión
multidimensional. A veces citamos la ecología integral, y seguimos haciendo
mi ecología económica, mi ecología política, mi ecología humana, mi ecología
ambiental, mi ecología cultural. El gran desafío de las universidades es descifrar
qué significa la gran categoría transformadora que el Papa Francisco coloca en la
Laudato Sii para generar un ejercicio transdisciplinar e inter y multidisciplinar.
Y de esta forma poder responder a lo que creemos que es la base del Sínodo: el
territorio como lugar teológico, el territorio como nuevo sujeto eclesial, en este
caso la Amazonía, pero también otros. Sin las universidades será muy difícil poder
identificar estas posibilidades de articular todo esto. El P. Theilhard de Chardin
expresó una frase que me marca: “No somos seres humanos teniendo una expe-
riencia espiritual; somos seres espirituales teniendo una experiencia humana”.
La integridad, la interconexión lo cambia todo. Ahí está el misterio de la encar-
nación, y ahí se descubre el misterio de la encarnación en la pan-Amazonía y en
los otros biomas. Nos preocupamos no sólo porque está en riesgo su futuro y el
del planeta, sino por la esperanza de vida y de Reino que de ahí emerge.

347
AMAZONÍA SALESIANA

3.  PROFECÍA Y ESPERANZA


PARA LA IGLESIA
PAN-AMAZÓNICA
(Vídeo-Entrevista)
S. Em Rev. Card. Pedro Ricardo Barreto Jimeno, sj,
Arzobispo de Huancayo, (Perú),
Vice-Presidente da Rede Eclesial Pan-Amazónica
Entrevista realizada por Roberto Carrasco, omi

1.  ¿Qué importancia tiene este sínodo Pan-amazónico para la Iglesia?


Para mí es una alegría poder dirigirme a toda la Familia Salesiana. Yo soy
Cooperador Salesiano.
El Sínodo indica que la Iglesia siempre ha tenido una dimensión profética
en su evangelización. La convocatoria del Sínodo es fundamentalmente pro-
fética. El Papa Francisco ha puesto el dedo en la llaga que la Iglesia ha tenido
siempre como desafío, el desafío de ir a los últimos. La Amazonía siempre ha
sido considerada como algo que está ahí, a lo más, pensamos que los indígenas
son aquellos que no tienen nuestra sabiduría, nuestros conocimientos. Yo nací
en Lima, en la costa del Perú, en el desierto, y
sólo a los quince años conocí un indígena ama-
zónico; pero antes de conocerlo pensaba que
eran personas que no tenían nada que ense-
ñarnos. Comencé poco a poco a darme cuenta
de que ellos tenían mucho que enseñarnos. Por
eso mismo el Papa Francisco, al convocar este
Sínodo sobre la Amazonía, está indicándonos
que tenemos que abrir nuevos caminos, como
Iglesia, en este proceso de evangelización, pero al
mismo tiempo también tenemos que pensar en
la ecología integral, que es nuestra armonía con
Dios, con las personas y con la naturaleza. La
profecía es esencial en la misión evangelizadora.
Cardenal Pedro Ricardo Barreto
El profeta es aquel que anuncia un gozo muy
Jimeno.
grande por la presencia de Dios en el mundo,
348
Anexos

en la humanidad. El gran profeta para nosotros es Jesús; pero antes de él también


ha habido profetas en el Antiguo Testamento. La profecía fundamentalmente es
anuncio, y un anuncio gozoso: es la alegría del Evangelio; pero la profecía implica
también una denuncia. Y ahí está el problema de fondo: seguir a Jesús profeta es
anunciar su presencia, pero también denunciar todo lo que impida que la persona
humana sea considerada tal.

2.  El Papa Francisco, en la encíclica “Laudato Sii”, hace una denuncia concreta y
un llamado; también los obispos del CELAM escribieron una carta (2018) que
hablaba sobre el rol de la Iglesia frente a las industrias extractivas que siguen
siendo un riesgo, una amenaza en esta zona del mundo.
Sí, precisamente, la Amazonía, como región y como punto focal de este
Sínodo, tiene que ser un anuncio gozoso del Evangelio y al mismo tiempo una
denuncia de aquellas empresas extractivas que, en connivencia con los gobiernos
de los países, arrasan las poblaciones y destruyen la naturaleza. Los indígenas
amazónicos son personas que han vivido desde hace muchos siglos en ese terri-
torio, y ven de pronto que son despojados de sus tierras y tienen que emigrar. Es
un problema muy grave, no solamente de la Amazonía sino del mundo entero.
Tenemos que decir que la profecía implica un compromiso. No basta denun-
ciar, implica un compromiso de acompañar a las víctimas de aquellas industrias
extractivas que explotan irracionalmente los recursos naturales, y que ofenden
gravemente a Dios pisoteando la dignidad de la persona humana. Sintetizando,
la profecía es anuncio, es denuncia, es compromiso y es acompañamiento de
aquellos que sufren las consecuencias de la injusticia. En este caso, de las indus-
trias extractivas.

3.  El Papa Francisco nos ha dado una clave en la “Laudato Sii” cuando plantea
el tema de la ecología integral. Es no sólo un punto de partida sino también de
llegada, en la que todos tenemos que contribuir, todos tenemos que trabajar.
¿Cuál es el aporte de este Sínodo en el contexto de la “Laudato Sii”?
En realidad, el Sínodo Amazónico tiene la peculiaridad de que por primera
vez en la historia se va a tocar no un tema, sino la vida y la casa común en una
porción determinada de la Tierra que es la Amazonía. Uno puede preguntarse:
¿por qué la Amazonía? El motivo es que la Amazonía es uno de los principales
biomas del mundo. El 20 % del oxígeno sale de la Amazonía. Es la masa acuífera
más grande. El río Amazonas tiene más más de 1.100 afluentes y recorre 6.500 km
dentro de ese grande bioma. La Amazonía es una riqueza de biodiversidad. Pero
lo más importante es que las culturas de las poblaciones indígenas amazónicas
349
AMAZONÍA SALESIANA

poseen una riqueza muy grande. Ellos, los indígenas, son, con limitaciones por
cierto, la expresión de lo que el Papa quiere decirnos cuando habla de ecología
integral. Es decir, ellos tienen una relación harmónica con el agua, con la tierra,
con el aire, con la trascendencia. Tienen también ritos propios, y en ese sentido
podemos decir con el Papa Francisco lo que, cuando estuvo en Puerto Maldonado,
visitando pastoralmente el Perú, afirmó: “Ustedes son los interlocutores válidos
para hablar de la realidad amazónica, y les pido que ayuden a sus obispos, a sus
sacerdotes, religiosos, religiosas y agentes pastorales a que se hagan uno con ustedes”.
En eso está el aspecto más importante del Sínodo Amazónico, es decir, no es la
Iglesia oficial que llega a la Amazonía para enseñar sino, al contrario, es la Iglesia
que llega a la Amazonía para inculturarse, como Jesús se inculturó en la cultura
hebrea, y desde allí, ir descubriendo las nuevas maneras de vivir sobriamente,
como ellos nos lo enseñan.

4.  Uno de los problemas de los jóvenes nace a raíz de la emigración. Tuve la
oportunidad de conocer muchos jóvenes valiosos de los pueblos indígenas que,
al no tener oportunidades en sus pueblos, emigran a las grandes ciudades y se
vuelven urbanos. ¿Qué hacer con este proceso y ese movimiento juvenil? ¿cómo
puede comprometerse la Iglesia en este campo?
En realidad, la Congregación Salesiana, a lo largo y lo ancho de la Ama-
zonía tiene una experiencia muy importante de trabajo con los jóvenes. Por
ejemplo, el de la Operación Mato Grosso, iniciada por el P. Hugo de Censi, que
falleció hace poco. En el Perú tenemos una experiencia en Chacas, en la que se
ve cómo los jóvenes trabajan con la madera, cómo hacen cosas artísticas. Es una
experiencia muy importante. Todavía falta por atender a muchos jóvenes, y la
mayoría de ellos emigra a las ciudades. Los jóvenes, al encontrarse con otras
culturas, tienen la tentación, como cualquiera de nosotros, de coger aquello que
les parece mejor, olvidándose de su propia identidad. La identidad del indígena
amazónico es una identidad fuerte. Tiene principios, tiene valores. Ello no quiere
decir que algunos jóvenes indígenas no se pierdan en el “mare mangunum” de
ofertas tecnológica que hay en una sociedad eminentemente tecnocrática, pero
eso urge a trabajar con ellos. He repetido varias veces y en diversas oportunida-
des que hay que tener en cuenta lo que dice el Papa Francisco en la Laudato Sii,
como un eslogan que atraviesa toda la Encíclica: todo está conectado: nuestro
propio cuerpo, el mundo, la creación. En este sentido tenemos que recoger las
conclusiones del Sínodo de los jóvenes. Tenemos que recoger también las con-
clusiones de los dos Sínodos de la familia. Porque familia y jóvenes también los
hay en la Amazonía. Tenemos que tenerlo muy presente, en razón del fuerte
proceso migratorio que se da.
350
Anexos

Papa Francisco y el Cardenal Pedro Barreto.

5.  En el Sínodo de los jóvenes se habló de discernimiento y acompañamiento.


¿Cómo pueden hacer la Familia Salesiana y las Congregaciones que se dedican
a acompañar los procesos de los jóvenes, para lograr llegar a lugares lejanos,
teniendo en cuenta que la Amazonía hay escasez de vocaciones? ¿Cómo podemos
involucrarnos los laicos, los catequistas, todos en este proceso?
Ese no es un problema solamente de los religiosos salesianos y salesianas,
sino de toda la Iglesia. Es un desafío. El punto de vista de la formación integral,
una formación que integre no solamente la doctrina, sino también la espiritua-
lidad y la acción, hace urgente trabajar con familias. Detrás de un joven hay una
familia. El joven, en gran parte, es reflejo de la familia. Por tanto, no podemos
trabajar con los jóvenes sin estar conectados con la pequeña célula de donde él
proviene. En ese aspecto, tenemos que insistir mucho en una formación integral
de los jóvenes, pero también acompañar a los padres de familia. A veces los padres
de familia no viven en el mismo lugar de los jóvenes, por exigencias de estudios
de sus hijos, pero tenemos que trabajar como Iglesia en esos dos niveles que me
parecen muy importantes.
351
AMAZONÍA SALESIANA

6.  Hay una experiencia maravillosa de parte de los jesuitas en el campo del
trabajo con las universidades. También los salesianos tienen una gran expe-
riencia en este ámbito en diferentes partes del mundo. ¿Cómo lograr que, en
la Amazonía, a través por ejemplo de la ecología integral, todos nos podamos
involucrar, sabiendo que no se trata sólo de la Amazonía, sino también de la
entera humanidad? ¿Cómo lograr impulsar un proceso de universidades que
dialoguen y respondan a estas problemáticas?
Estoy convencido que ninguna congregación religiosa por sí sola, nin-
guna red de religiosos, en el caso de universidades, ni la misma Iglesia van a
solucionar el problema gravísimo que tenemos hoy en el mundo, el del cam-
bio climático. El cambio climático está arrasando el Perú, como se ve en la
actuación de las industrias extractivas, en la zona de Puerto Maldonado, donde
estuvo el Papa, en las que se está actuando un arrasamiento total de los bos-
ques. Solamente en el Perú se desforestan 427 hectáreas al día. Se trata de una
amenaza gravísima porque afecta al cambio climático, que es la gran amenaza,
no solamente del siglo, sino también del mundo y de la humanidad. Lo que
sugeriría es que, si todo está conectado, tiene que haber una conexión, una red
de redes en las universidades, en la Iglesia. Hay que ayudar a los obispos, a los
sacerdotes diocesanos a que sean parte de esta dinámica de profecía que todos
tenemos que ejercer hoy: anunciar, denunciar, comprometerse y acompañar a
las poblaciones afectadas.

7.  Este Sínodo es, sin duda, una esperanza. No sólo para la región amazónica, sino
también para toda la Iglesia. ¿Cuáles serían las palabras claves a considerar
en este proceso de diálogo, de discernimiento?
Haz dicho muy bien: esperanza. La esperanza no se tiene a partir de algunas
reflexiones que puedan darse en una experiencia como el Sínodo. Ya ha habido
una experiencia preparatoria, donde han participado más de 20.000 indígenas
en toda la Amazonía. Son 260 puntos en toda la Amazonía en 7,5 millones de
km2, y ya los indígenas están entusiasmados, pues ellos mismos dicen que por
primera vez la Iglesia se interesa de ellos, de una manera organizada y orgánica.
Ya no es el padrecito tal, o la tal congregación o esta religiosa. Es la Iglesia en su
conjunto. Por eso los indígenas hablan del Papa Francisco como del gran “Abuelo”
de la Amazonía. Para nosotros, en la cultura occidental, el abuelo es el que tiene
mucha edad, el que ya está viejito, aquel al que ya le pasó la hora. En cambio, en
la cultura indígena amazónica llaman “abuelo” a aquél que tiene la sabiduría de
orientar a las personas, a la familia, a la humanidad. Recuerdo a este respecto una
frase que nos dijo el Papa Francisco: “Los jóvenes corren rápido, pero los ancianos,
los abuelos, saben el camino”.
352
Anexos

Las palabras claves para la continuidad del Sínodo - pues el Sínodo es un


punto de partida que nos va a comprometer para el futuro en la Amazonía, en
la Iglesia y en el mundo - son las siguientes:
La primera es capacidad de escuchar. En alguna oportunidad le escuché
decir al Papa Francisco que vivimos en un mundo sordo, que no escucha la sabi-
duría de la misma naturaleza, la sabiduría humana, y por supuesto la sabiduría
de Dios. La palabra clave es “escuchar”. Hay que “perder” el tiempo para escuchar
al otro, para ver la realidad, para mirarla desde la fe, no desde la antropología
solamente, no desde la sociología solamente. Es necesario escuchar, mirar, ver.
Otra palabra clave, la segunda, es “discernir”. Discernir, desde el punto de
vista espiritual, significa separar; y aquí hay una lucha frontal entre el bien y el
mal. El Sínodo nos va a poner en esta situación de lucha, de combate. San Pablo
dice, en una de sus cartas: “Ármense ustedes”. Combatir es luchar contra todo
signo del mal y seguir aquello que es bueno.
La tercera palabra clave es “actuar”. Y actuar organizadamente. Es lo que
dice el Papa Francisco al hablar de una Iglesia en salida, misionera, pero organiza-
damente. Y de una manera especial la Congregación Salesiana, las universidades
salesianas, todos los que conforman la comunidad salesiana tienen que mirar a
Don Bosco, y Don Bosco mira a Jesús y mira a los jóvenes. En realidad, él es el
padre de los jóvenes. En este sentido las universidades salesianas unidas a otras
redes, también de universidades, dentro de la Iglesia, tienen mucho que hacer
para escuchar, para discernir y para actuar.

353
AMAZONÍA SALESIANA

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Anexos

Publicaciones del Dicasterio para las Misiones Salesianas


(Por título y año de publicación)

01. Il Missionario (1980).


02. Salesian Africa (1986).
03. Pastoral Amazónica. Semana de Estudos Missionários - Campo Grande (1986)
04. Evangelization in India. Study Sessions for the Salesian Family on Evangelization in Tribal
Areas of India - Shillong (1987).
05. Africa Salesiana. Visita d’Insieme - Lusaka (1988).
06. Spiritualità Missionaria Salesiana I. La Concezione Missionaria di Don Bosco (1988).
07. Spiritualità Missionaria Salesiana II. L’Educazione Cristiana e Missionaria di Don Bosco (1988).
08. Salesian Missionary Spirituality III. Prayer and the Salesian Missionary (1988).
09. Espiritualidad Misionera Salesiana IV. The Ideal of Mission (1988).
10. Spiritualité Missionnaire Salésienne V. The Missionary Project of the Salesians of Don Bosco
(1988).
11. Pastorale Salesiana in Contesto Islamico (1989).
12. Animazione Missionaria Salesiana II. Secondo Incontro di Studi per DIAM - Madrid (1989).
13. Pastoral Mapuche. Encuentro DIAM Salesiano - Junin de los Andes (1989).
14. The Far East. Cultures, Religions, and Evangelization - Hua Hin (1989).
15. Lettura Missionaria di “Educare i Giovani alla Fede” CG XXIII. Incontro di Procuratori e
DIAM dell’Europa - Roma (1991).
16. Animación Misionera Salesiana. Primer Encuentro de DIAM de America Latina - Lima (1991).
17. Missionary Animation. First Meeting of the PDMA for Asia and Australia- Bangalore (1992).
18. Spiritualité Missionnaire Salésienne, Les Jeunes Africains en Quête de Leur Identité. Séminaire
d’Animation - Yaounde (1992).
19. Evangelización y Cultura en el Contexto de Pastoral Amazónica. Seminario de Animación-Cum-
bayá (1993).
20. Evangelización y Cultura en el Contexto de Pastoral Andina. Seminario de Animación-Cumbayá
(1994).
21. Evangelización y Cultura en el Contexto de Pastoral Mapuche. Seminario de Animación -Ruca
Choroi (1993).
22. Evangelization and Interreligious Dialogue. Missionary Animation Seminar - Batulao (1994).
23. Evangelization and Interreligious Dialogue. Missionary Animation Seminar - Hyderabad
(1994).
24. Evangelización y Cultura en el Contexto de Pastoral Mesoamericana. Seminario de Animación
- Mexico (1994).

355
AMAZONÍA SALESIANA

25. Il Volontariato e la Missione Salesiana (1995) –ENG, ESP, FRA, ITA, POR.
26. Educare alla Dimensione Missionaria (1995) – ENG, ESP, FRA, ITA, POR.
27. Presenze dei Salesiani in Africa (pubblicazione annuale dal 1986 to 1996).
28. Church - Communion and Mutual Missionary Relationship. Missionary Animation Seminar
- Addis Abeba (1997).
29. Incontro Europeo Delegati Ispettoriale per l’Animazione Missionaria [DIAM] - Roma (1997).
30. National Missionary Animation Meeting for PDMA - Mumbai (1997).
31. Manual of the Provincial Delegate for Missionary Animation (1998).
32. Uniqueness of Salvation in Jesus Christ and Need of Primary Evangelization. Animation and
Missionary Formation Seminar SDB-FMA East Asia Oceania - Hua Hin (1998).
33. Missionary Praxis and Primary Evangelization. Animation and Missionary Formation Seminar
SDB-FMA - Calcutta (1999).
34. Seminário de Pastoral em Contexto Afro-Americano. Seminario de Animação e Formação
Missionária-Belo Horizonte (1999).
35. G. Ballin, I Fioretti d’un Missionario. Paraguay Cuore d’America (1999).
36. Le Projet-Afrique face au Défi de la Première Evangélisation et de la Phase de Consolidation.
Séminaire d’Animation et de Formation Missionnaire-Yaounde - Mbealmayo (1999).
37. La Primera Evangelización en Diálogo Intercultural. Experiencias y Formación de Catequistas.
Seminario de Animación y Formación Misionera en el Contexto Pastoral Andino y Mesoame-
ricana - Cumbayá (2000).
38. Seminário Sobre a Práxis Missionaria na Região Amazônica. Seminário de Animação e For-
mação Missionária - Manaus (2000).
39. Missionari nel Paese del Sol Levante Discepoli di Don Cimatti. Figure che Parlano ancora
(2000).
40. P. Baldisserotto, Rio de Agua Viva. Cartas de Pe. A. Scolaro Para a Missão e Testemunho (2000).
41. Sprazzi di Vita. Figure che Parlano Ancora (2000).
42. Project Africa between the Challenges of First Evangelization and the Phase of Consolidation.
Animation and Missionary Formation Seminar SDB-FMA – Nairobi (2001).
43. Seminario di Animazione e Formazione Missionaria. SDB-FMA in Contesto Islamico - Roma
(2001).
44. Presenza Salesiana SDB-FMA in Contesto Ortodosso. Seminario di Animazione e Formazione
Missionaria - Roma (2002).
45. Salesian Family Missionary Seminar. Mission Animation Notes 1 – Port Moresby (2005).
46. East Asia and the Challenges of Mission Ad Gentes. Salesian Family Missionary Seminar.
Mission Animation Notes 2 - Hua Hin (2005).
47. Planning and Development Office. Proceedings of the Seminar – Roma (2005).
48. Les Défis de la Mission Ad Gentes en Afrique. Séminaire de Missiologie de la Famille Salésienne.
Animation Notes 3 - Kinshasa (2006).
49. Mission Ad Gentes Today in Africa. Challenges to Mission Ad Gentes in the English Speaking
Provinces of Africa in the Light of the Apostolic Exhortation Ecclesia in Africa. Mission Ani-
mation Notes 4 - Nairobi (2006).

356
Anexos

50. Pueblos Indígenas y Evangelización. V Encuentro de Misioneras y Misioneros Salesianos en


Contextos Pluriculturales – Cumbayá (2006).
51. Progetto Africa [1980-2005] (2006) – ENG, ESP, FRA, ITA, POR.
52. Impegno Salesiano nel Mondo Islamico. Dossier (2008).
53. Il Volontariato nella Missione Salesiana (2008) – ENG, ESP, FRA, ITA, POR.
54. Mantén Viva tu Llama Misionera. II Seminario Americano de Animación Misionera SDB-
FMA - Cumbayá (2012).
55. Oficinas de Planificación y Desarrollo al Servicio del Carisma Salesiano en la Provincia - Hyde-
rabad (2012) – ENG, ESP, FRA, POR.
56. Procuras Misioneras Inspectoriales al Servicio del Carisma Salesiano - Bonn (2012) – ENG,
ESP.
57. Giornate di Studio sulla Missione Salesiana in Situazione di Frontiera e Primo Annuncio
Cristiano in Europa Oggi - Praga (2013).
58. Giornate di Studio sulla Presenza Salesiana tra I Musulmani (2013) – ENG, FRA, ITA.
59. Study Days on the Salesian Mission and the Initial Proclamation of Christ in Oceania in the
Context of Traditional Religions and Cultures and Cultures in the Process of Secularization –
Port Moresby (2013).
60. Study Days Study Days on The Salesian Mission and the Initial Proclamation of Christ in the
Three-fold Context of East Asia – Sampran (2013).
61. Study Days Study Days on The Salesian Mission and the Initial Proclamation of Christ in the
Three-fold Context of South Asia – Kolkata (2013).
62. La Formazione Missionaria dei Salesiani di Don Bosco (2014) – ENG, ESP, FRA, ITA, POL,
POR.
63. Journées d’Étude sur la Mission Salésienne et la Première Annonce du Christ en Afrique &
Madagascar - Addis Abeba (2014) – ENG, FRA, POR.
64. Jornadas de Estudio del Primer Anuncio al Discipulado Misionero en América y el Caribe
(2014).
65. Missionari Salesiani in Europa. Atti degli Incontri dei Missionari per il Progetto Europa
(2016) - ENG, ESP, ITA.
66. Atti delle Giornate di Studio sul Primo Annuncio in Citta (2015) – ENG, ESP, FRA, ITA, POR.
67. Il Primo Annuncio Oggi (2017) – ENG, ESP, FRA, ITA, POR.
68. Amazonía Salesiana. El Sínodo nos interpela. Contribuciones de los Salesianos de Don Bosco
para el Sínodo y para una renovada presencia entre la juventud amazónica (Torino, Elle Di
Ci, 2019) - ENG, ESP, POR.
69. Il Volontariato nella Missione Salesiana. Identità e Orientamenti del Volontariato Missionario
Salesiano (Settore della Pastorale Giovanile – Settore per le Missioni) (2019) – ENG, ESP,
FRA, ITA, POR.
70. Animazione Missionaria Salesiana Manuale del Delegato Ispettoriale - DIAM (2019) – ENG,
ESP, FRA, ITA, POR.

357
Stampa: Mediagraf S.p.A. (PD)

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