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Reflexiones sobre el sistema alimentario y perspectivas para alcanzar su sostenibilidad

en América Latina y el Caribe

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

(FAO), se fundó en 1945 y tiene como objetivo principal, desde su contratación pública,

defender el mandato de la FAO para conseguir un mundo en el que la seguridad alimentaria

predomine, donde exista una mejora en la productividad agrícola, se vea una mejora en las

condiciones de la población rural y una contribución en el desarrollo de la economía mundial.

Esta contratación pública anteriormente mencionada, se basa inicialmente en productos y

maquinaria tanto agrícola, como forestal y pesquera; y de igual forma de los servicios

vinculados a estudios técnicos, construcción y actividades de comunicación. (FAO, 2019).

Como se puede evidenciar en el título del texto, se habla concretamente de América

Latina y el Caribe, las cuales son regiones que se han puesto en la tarea de luchar por superar

sus dificultades y generar un cambio. Lo anterior se ver reflejado en el texto, donde la FAO

indica que han tenido un avance para su consolidación como una región Hambre Cero. Esto

se debe a que ha habido un compromiso político por parte de los países para acercarse a los

procesos sostenibles, integrando las dimensiones económicas, ambientales y sociales que los

componen.

Específicamente la FAO se ha puesto en la tarea de asegurar la seguridad alimentaria

y nutricional de toda la población y de igual forma implementar la agricultura familiar para

así proveer alimentos saludables y buscar una solución para mejorar la resiliencia de los

medios de vida. De tal forma, los avances que se han generado en los últimos años se ven

expuestos a usos inestables de los recursos naturales, pérdida y desperdicio de los alimentos y

a la prevalencia de desastres naturales.

Para atacar lo anterior, algunos actores coinciden en orientar para así lograr una

correcta sostenibilidad de los sistemas alimentarios y poder garantizar el cumplimiento del


objetivo principal, que es la seguridad alimentaria y nutricional. Para esto, se deben añadir a

todos los actores que estén ligados a la alimentación, haciendo hincapié en el sistema

alimentario, para poder reconocer un avance en los objetivos propuestos. De esta forma, un

sistema alimentario sería entonces, contar con la disponibilidad y accesibilidad a los

alimentos, en todo momento para todos y todas.

En este proyecto, es importante tener en vista alta la visión y el marco estratégico de

la FAO el cual ratificó en el 2013 su compromiso por trabajar no solo por un mundo libre de

malnutrición, sino también con una ausencia de hambre en sus habitantes, para darle

resultados efectivos a estos objetivos, se pensó comenzar por el desarrollo de la agricultura

sostenible y la alimentación saludable, pues es en esos dos factores donde recaen la mayor

parte de problemas de hambre y malnutrición a nivel mundial.

El marco estratégico base con el que trabajo la FAO cuenta con cinco programas de

carácter estratégico en donde se tiene como ejes principales: la nutrición, el cambio climático,

género y gobernanza. Es fundamental basarse en la nutrición, pues sin el enfoque en esta área

no sería posible alcanzar ningún objetivo de bienestar ante los ciudadanos ni efectuar los

principios rectores en la transformación de los sistemas alimentarios, tal como se plantea en

la lectura. En pocas palabras la FAO cuenta con un marco estratégico que trabaja por

sistemas alimentarios sostenibles que proporcionen dietas nutritivas tanto para las

generaciones presentes como las futuras, teniendo en cuenta el impacto del clima y aspectos

de género.

Ahora, haciendo énfasis en uno de los aspectos más relevantes, se puede observar en

el texto que, en un sistema alimentario, existe una gran relación entre elementos que lo

componen y no puede haber ningún tipo de interrupción entre ellos. Lo anterior se debe a que

un sistema alimentario, esa interrelación, es la que hace posible la producción, distribución,

transformación y consumo de los alimentos. El valor de esta interrelación puede añadirse o


disminuirse bien sea desde la gestión de los recursos naturales y la biodiversidad o gestión de

pérdidas y desperdicios de estos. Un gran ejemplo de lo anterior se puede ver reflejado en el

precio de los alimentos, debido a su manejo, cantidad de pérdidas y el acceso. De esta forma,

se puede observar cómo se ven afectados los mercados por las decisiones de los

consumidores. Por otra parte, se pudo observar que los sistemas alimentarios se componen de

distintos actores; siendo el Estado uno de los más importantes. Este se encarga de las normas,

la regulación y dirección de la implementación de los sistemas, teniendo en cuenta las

necesidades específicas, para que este sea sostenible y sensible a la nutrición. Además, debe

regular que los otros aspectos anteriormente mencionados también se cumplan.

Contexto sistema alimentario actual

Cada vez es mayor la tendencia de exigir información nutricional por parte de los

consumidores, demanda que genera una modificación radical en qué deciden comer estos; es

por esta dinámica oferta/demanda y por el mundo globalizado en el que vivimos, lo que hace

que constantemente la forma de producir, distribuir y consumir los alimentos cambie.

Entre las más importantes repercusiones que han tenido las características ya mencionadas se

encuentran:

● Consecuencias ambientales (degradación de los recursos naturales, pérdida a la

calidad del suelo y agotamiento de las fuentes hídricas).

● No hay un acceso equitativo.

El panorama es preocupante debido a la paradójica acción de exportar los alimentos

más nutritivos e importar los ultra-procesados y el consumo de los mismos está provocando

enfermedades no transmisibles a la población, la altísima demanda provoca que el sistema

alimentario tienda a enfocarse en las grandes empresas que producen masivamente los

alimentos, esto en conjunto a los cada vez más estrictos estándares y controles de calidad

dejan por fuera a los pequeños productores que no poseen los recursos ni la información
necesaria para cumplir con aquellos requerimientos, debido a las extensas normativas de

calidad y la constante inversión científica para desarrollar maneras más eficientes de producir

alimentos los mismos tienden a aumentar su precio por lo que la dinámica actual de

producción no deja por fuera únicamente a los pequeños productores sino también a las

poblaciones vulnerables debido a que los productos suelen estar destinados a las ciudades,

excluyendo también al territorio rural y a sus habitantes, este sistema alimentaria ha fallado

estrepitosamente en la tarea de reducir el desperdicio de sus productos, perdiendo casi 1/3 del

total de su producción.

¿Cómo se refleja esto en nuestra región?

Latinoamérica se ve desafiada a enfrentar los problemas anteriormente mencionados,

los cuales se notan claramente al hacer referencia a la explotación agrícola, la creciente tasa

de deforestación, las altas importaciones de alimentos ultraprocesados que hacen frente a las

bajas exportaciones, el desplazamiento rural, el desperdicio de alimentos y la paradójica

situación de aumento en las cifras tanto de desnutrición, como de obesidad en la región.

Por tanto, la FAO expresa que: “Este contexto configura en gran medida un ambiente

obesogénico, que favorece el consumo de productos ultraprocesados e impone grandes

dificultades para consumir alimentos frescos y saludables como frutas, vegetales, legumbres,

frutos secos y granos integrales.” (FAO. 2017, p. 13).

Es por ello por lo que se propone plantear una estrategia a seguir, la cual puede

resultar bastante beneficiosa para poder conseguir un enfoque sostenible en el sistema

alimentario de la región, optando por mejorar, en primer lugar, aspectos de inclusividad y

eficiencia, logrando así mismo una seguridad nutricional óptima para el hoy y el futuro.

Implicaciones de política

En el acto de gobernar intervienen los gobernantes y los gobernados. El modo en que

ambos se relacionan y participan en la toma de decisiones, se conoce como Gobernanza. De


este modo, se necesitan políticas públicas para evitar situaciones previamente mencionadas

como la creciente tasa de deforestación, las altas importaciones de alimentos ultraprocesados,

el desperdicio de alimentos y a la vez la situación de desnutrición y obesidad en la región. No

obstante, las políticas se deben encaminar intersectorialmente para trabajar en conjunto con el

sector privado, el comercio, el medio ambiente, la protección social y la salud, para así

investir de poder a los consumidores para exigir mejores dietas.

El sistema alimentario por medio de factores biológicos, económicos y ambientales

deber ser eficiente e inclusivo, es decir, guiar los procesos agrícolas para que tengan un

beneficio social (seguridad alimentaria) y nutricional en cuanto los estándares fito y

zoosanitarios y de inocuidad de alimentos. Evitar la generación netamente de ingresos

(beneficio económico), sino fomentar buenas prácticas de comercialización y manejar precios

equitativos.

Con el propósito de integrar y potenciar el asociativismo en el sistema alimentario es

necesario ver y analizar el panorama con una perspectiva más horizontal; aprovechando el

acceso a nuevos canales de distribución a los que puede dar acceso a la adquisición o fusión

con otros contextos como el socioeconómico, cultural, multiactoral, entre otros.

En suma, el adelanto y progreso a un mejor sistema alimentario en América Latina y

el Caribe abarca a importantes actores siendo el Estado y el Sector privado los más

influyentes. El primero es el responsable (junto con otros actores) de garantizar la provisión

de alimentos saludables y nutritivos de forma estable, y el segundo (Sector privado) son

necesarios para garantizar tal sostenibilidad, trabajando en conjunto y así lograr una

transformación a los sistemas alimentarios.

A partir de los planteamientos que realiza la FAO acerca de sus rutas de acción para

alcanzar sistemas alimentarios sostenibles, es importante resaltar que esta organización toma
en cuenta los distintos factores que amenazan su propósito, gracias a esta amplia y realista

percepción del panorama que enfrenta la FAO en esta región, se pueden generar soluciones

que tengan un verdadero impacto en propagar seguridad alimentaria, sin dejar de lado a los

pequeños agricultores, un punto muy positivo, ya que generalmente en el camino hacia el

“cambio” se desprecian a aquellos que se dedican a la agricultura familiar, que aparte de ser

muy importante, es el sustento de muchos hogares campesinos, al contrario la FAO busca

acercarse a estos agricultores, desean fomentar unión y educación en la agricultura para poder

así lograr sistemas alimentarios sostenibles.

En conclusión, se debe reflexionar sobre el sistema alimentario si queremos llegar

alcanzar una sostenibilidad en América Latina y el Caribe, ya que para defender el mandato

que la FAO propone hay mucho trabajo por hacer, debido a que el “cambio” que se ha dado

últimamente ha generado: grandes desplazamientos, pérdidas en la producción, obesidad,

deforestación etc. Para lograr la sostenibilidad que necesitamos, debemos empezar por la

construcción de un sistema más eficiente e inclusivo como propone la FAO, así con la

contribución y la participación igualitaria de todos podemos lograrlo.

Referencias bibliográficas

FAO. (2017). Reflexiones sobre el sistema alimentario y perspectivas para alcanzar su

sostenibilidad en América Latina y el Caribe. Recuperado de:

javerianacali.edu.co/bbcswebdav/pid-1539252-dt-content-rid-

13299217_1/courses/300BIU003-20192-

U2/artículo%20Reflexiones%20sobre%20sistemas%20alimentarios.pd.

FAO. (2019). FAO Procurement. Roma, Italia. Recuperado de:

http://www.fao.org/unfao/procurement/general-information/es/.

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