Anda di halaman 1dari 17

Debates en torno

a la enseñanza de las ciencias


Marcela Benito*

Recientemente se ha manifestado un gran interés Recently it has been possible to observe an increasing
por indagar acerca de los motivos de la creciente cri- interest in investigating about the reason that underlie
sis de la educación científica, que se expresa en las the growing crisis of scientific education, which is
dificultades de aprendizaje de los alumnos y en el expressed by the students’ difficulties to learn in by
menor interés por lo que aprenden. Existen muchas the lesser interest in what they learn. There are many
investigaciones que muestran las dificultades con- researches about the conceptual problems of learning
ceptuales en el aprendizaje de la ciencia, como así sciences, but also in the way of using the strategies for
también en el uso de las estrategias de razonamiento reasoning and solving problems related to scientific
y solución de problemas propios del trabajo científi- work. In this paper the author analyzes the advances
co. En este trabajo se analizan los avances de la made by research in the field of didactic of sciences
investigación en la didáctica de las ciencias y se pre- and she offers some reflections about the different
sentan algunas consideraciones acerca de las diferen- positions, which leads to different teaching models.
tes posturas de las cuales se derivan distintos mode- —
los de enseñanza. Learning of sciences
— Constructivism
Aprendizaje de las ciencias Scientific, academic and everyday knowledge
Constructivismo Teaching models
Conocimiento científico, académico y cotidiano Epistemological obstacles
Modelos de enseñanza
Obstáculos epistemológicos

*
Ingeniera agrónoma (aspirante a Especialista en Asesoramiento y Gestión Pedagógica), profesora adjunta, coordinadora de la aseso-
ría pedagógica de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.

Recepción: 5 de septiembre de 2007 / Aprobación: 25 de noviembre de 2008

27
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
INTRODUCCIÓN CRISIS EN LA EDUCACIÓN CIENTÍFICA

En los últimos años se ha instalado con Frente a la crisis en la educación científica,


especial énfasis el interés por indagar los puesta en evidencia por:
motivos de la creciente crisis de la educación
científica, manifestada en las dificultades de una supuesta bajada de los niveles de aprendi-
aprendizaje de los alumnos, quienes parecen zaje de los alumnos, un deterioro del clima en
aprender menos ciencia de la que se les ense- las aulas y en los centros …una apreciable
ña, a la vez que presentan menor interés por desorientación entre el profesorado ante la
lo que aprenden. A ello se suma la sensación multiplicación de las demandas educativas a las
de frustración por parte de los docentes acer- que tiene que hacer frente, y en general un
ca del éxito de sus esfuerzos por la enseñanza desfase creciente entre las demandas formativas
de las ciencias. de los alumnos, especialmente a partir de la
Muchas son las investigaciones que mues- adolescencia y la oferta educativa que reciben
tran las dificultades conceptuales en el (Pozo, 2000: 34).
aprendizaje de la ciencia, como así también
en el uso de las estrategias de razonamiento Pareciera reclamarse con mayor insisten-
y solución de problemas propios del trabajo cia un retorno a los contenidos y metas del
científico. Según Pozo: currículo tradicional.
En los últimos años se ha producido un
El problema es precisamente que el currículo notable incremento de las críticas a los fines,
de ciencias apenas ha cambiado, mientras que métodos y formas que adoptan la enseñanza
la sociedad a la que va dirigida la enseñanza de y el aprendizaje escolar en general, y el de la
la ciencia y las demandas formativas de los ciencia en particular (Claxton, 1994). Arnay
alumnos sí han cambiado. El desajuste entre la afirma (1997: 42) que gran parte de las críti-
ciencia que se enseña (en sus formatos, conte- cas coinciden en señalar: a) que después de
nidos, metas, etc.) y los propios alumnos es tantos años de escolarización las personas no
cada vez mayor, reflejando una auténtica crisis obtienen ni el conocimiento ni los instru-
en la cultura educativa que, de forma vaga e mentos necesarios para entender el mundo
imprecisa, podemos vincular al llamado cons- que les rodea desde el punto de vista científi-
tructivismo (Pozo y Gómez Crespo, 1998: 23). co, racional o abstracto; b) que gran parte de
ese tiempo se ocupa en la transmisión de
La amplitud de este tema da lugar a dife- conocimientos, instrumentos y destrezas que
rentes ángulos de abordaje, lo cual impone quedarán obsoletos antes de llegar a la esta-
un recorte para su tratamiento. A través de ción terminal; c) que gran parte del proyecto
este trabajo se analizan los avances de la educativo se ocupa en potenciar una cultura
investigación en la didáctica de las ciencias y científica idealizada que responde sólo a la
se presentan algunas consideraciones acerca imagen que determinados grupos fácticos,
de las diferentes posturas desde una visión de poder económico y político, intentan
constructivista, vista como una alternativa, transmitir como vulgarización de la ciencia,
de las cuales se derivan distintos modelos de entre otras razones, para tener causas que
enseñanza. Se expone el aporte significativo justifiquen su sostenimiento aunque, en rea-
del constructivismo, pero a la vez se pone de lidad, dicha imagen se aleja sustancialmente
manifiesto que las investigaciones sobre “lo de lo que ocurre realmente en el quehacer
que el alumno sabe” han dado lugar a varia- científico; y d) que, después de todo, no exis-
das posturas y consideraciones que si bien te ninguna garantía que dicho conocimiento,
no considero sean motivo o causa de la crisis finalmente pseudocientífico, proporcione ins-
en la educación científica, sí son pertinentes trumentos y destrezas que cualifiquen para la
al debate en el marco de esta crisis. inserción en el sistema productivo. Es por
todo ello que revisar el aporte que el cons-

28
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
tructivismo realiza como una concepción di- el aprendizaje es el resultado de la activi-
ferente de la educación, y criticar algunos de dad personal del sujeto mediante diversos
sus supuestos es importante para aquellos procesos cognitivos (motivación, aten-
que, lejos de considerarlo causante de la cri- ción, aprendizaje, memoria, etc.). Sin em-
sis, lo visualizan como una de las pocas alter- bargo, desde el punto de vista epistemo-
nativas viables. lógico se sigue asumiendo que la meta o
Parto entonces de considerar que la labor función del aprendizaje es lograr copias lo
de educar se sustenta en ciertas concepciones más exactas posibles de la realidad. Al
de aprendizaje y de enseñanza que son pro- sostener correspondencia entre el conoci-
ducto de la cultura educativa. Estas concep- miento y el mundo se equipara a la ante-
ciones constituyen verdaderas “teorías implí- rior postura, pero se diferencia en que
citas”, enraizadas en la cultura escolar, en las asume al aprendizaje como un proceso
actividades de enseñanza, en la evaluación, que exige actividad mental del aprendiz.
etc. En buena parte, estas teorías entran en
colisión con las exigencias de los nuevos Esta teoría puede dar lugar, además, a
planteamientos educativos necesarios para muy diversas concepciones, pero todas ellas
afrontar los cambios, lo cual hace necesario compartirán los supuestos comunes de que:
promover cambios en las teorías implícitas.
Estos cambios en la forma de concebir la • Un aprendiz es más eficaz cuando logra
educación se justificarían en las siguientes una reproducción más fiel, pero:
razones: • Ello requiere de una intensa actividad e
implicación personal por parte de quien
• Razones epistemológicas: por la propia evo- aprende. Es un aprendizaje activo, pero
lución de las ideas sobre la naturaleza del reproductivo.
conocimiento y su elaboración.
• Razones sociales y culturales: que hacen 3) Teoría constructiva: suele confundirse con
necesario concebir de otra forma la activi- la teoría interpretativa ya que comparte
dad de enseñar y aprender como conse- con ella el supuesto de carácter activo del
cuencia del propio cambio social que aprendizaje, pero difiere en los supuestos
impacta en la función social del maestro. epistemológicos implícitos y admite la
• Razones pedagógicas y didácticas: la nueva existencia de saberes múltiples al romper
forma de concebir el aprendizaje y la ense- la correspondencia entre el conocimiento
ñanza, desde la pedagogía por objetivos al adquirido y la realidad. También difieren
descubrimiento, el aprendizaje significativo en la naturaleza de los procesos cogniti-
o el constructivismo, tienen reflejo, sin vos, ya que para que tenga lugar esa cons-
duda, en las propias prácticas escolares. titución es necesario que los procesos psi-
cológicos se orienten más hacia la
Se sostendrían tres teorías implícitas, regulación del funcionamiento cognitivo
según Pozo (2000a), que subyacerían a la del sujeto que hacia la mera aproximación
forma en que profesores y alumnos conciben a un conocimiento dado previamente
su labor en las aulas: establecido.

1) Teoría directa (próxima al conductismo La falta de diferenciación entre la posi-


ingenuo) para la cual el aprendizaje es ción interpretativa y la constructiva, afirma
copia fiel de la realidad o modelo pre- Pozo, ayuda a explicar el éxito aparente (teó-
sentado, por ende aprender es imitar la rico) y el fracaso real (práctico) del cons-
realidad copiando los conocimientos o tructivismo cuando se traslada al aula. De
acciones; hecho, el paso de una epistemología realista,
2) Teoría interpretativa (próxima a los mode- sea como teoría de copia o interpretativa, a
los de procesamiento de la información): una concepción constructivista, implica un

29
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
verdadero “cambio conceptual” o reestructu- 4. Crear una nueva perspectiva sobre el apren-
ración que requiere otras formas de concebir dizaje (Driver y Oldhan, 1985; Glaser y
y llevar a cabo la formación del profesorado. Bassok 1989; entre otros).
5. Ayudar al profesor a interpretar sucesos que
APORTES Y DEBATES tienen lugar en el aula y especialmente en la
DESDE EL CONSTRUCTIVISMO toma de decisiones.

La idea fundamental del enfoque constructi- El papel que juega “lo que el alumno
vista, entonces, es que aprender y enseñar, sabe” sobre un determinado contenido en el
lejos de ser meros procesos de repetición y diseño del proceso de enseñanza ha llevado a
acumulación de conocimientos, implican gran número de investigadores a realizar tra-
transformar la mente de quien aprende, bajos sobre su descripción e identificación,
quien debe reconstruir a nivel personal los fundamentación epistemológica, naturaleza,
productos y procesos culturales con el fin de metodología de la investigación, etc. Sin
apropiarse de ellos (Pozo, 1996a). Esta con- embargo, a pesar de la proliferación de tra-
cepción de aprendizaje se sustenta en que los bajos aparecidos en los últimos 20 años poco
alumnos construyen su conocimiento cientí- se ha avanzado en clarificar su epistemología
fico a partir de sus ideas y representaciones y estatus ontogénico, ni tan siquiera en uni-
previas, y que la enseñanza de las ciencias ficar los términos y sus significados a la hora
consiste fundamentalmente en promover un de referirnos a ellos.
cambio en dichas ideas y representaciones, La revisión bibliográfica de los términos
con el fin de acercarlas progresivamente al utilizados por los distintos investigadores y
entramado conceptual y metodológico del educadores en ciencias, según el trabajo arri-
conocimiento científico (Pozo y otros, ba citado, informa acerca de 16 términos
1991). Por lo tanto, el factor más importan- que han sido analizados, junto con sus sig-
te que influye en el aprendizaje es lo que “el nificados, a partir del marco metodológico
alumno ya sabe”, de allí que de las diversas utilizado (Jiménez Gómez y otros, 1994:
formas de “averiguar y conceptualizar” lo 242-245): estructura cognitiva, noción, con-
que el alumno ya sabe se derivan implicacio- cepción de los alumnos, conceptos, concep-
nes sustancialmente diferentes con respecto a tos erróneos, ideas de los niños, ideas com-
la concreción. Por ello, como afirman Jimé- puestas de los niños, creencias de los
nez Gómez y otros (1994: 235-236): alumnos, errores conceptuales, puntos de
vista, creencias ingenuas, preconcepción,
un intento de acomodar los procesos de ense- esquemas alternativos de los alumnos, ideas
ñanza a las peculiaridades cognoscitivas del falsas, preconcepto y esquemas explicativos.
alumno pasa por conocer, por parte del investi- Según este estudio, los significados que son
gador “lo que el alumno sabe” sobre los conteni- utilizados como atributos asociados a las
dos de ciencias a enseñar. Dicha acomodación explicaciones de los alumnos se caracterizan
es todavía un problema pendiente por resol- porque:
ver; sin embargo su estudio ha permitido:
• Tienen carácter personal y están referidos
1. Mejorar la comunicación entre profesores y a un tópico en concreto (Ericsson, 1979).
alumnos durante el desarrollo del acto • Evolucionan a través de la interacción
didáctico (Driver, 1989). con nuevos conocimientos (Hibbard y
2. Realizar nuevos diseños de enseñanza (Os- Novack, 1975).
borne y Fryberg, 1985; Posner y otros, • Son diferentes a los que asume la comuni-
1982; Nussbaum y Novick, 1981; entre dad científica e inhiben el aprendizaje
otros). (Nussbaum y Sharoni-Dagan, 1983; Brun-
3. Ayudar a conocer mejor los procesos de by, 1979; Caramazza y otros, 1981; Me-
aprendizaje. heut y otros, 1985; Viento, 1979).

30
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
• Presentan regularidades (son repetibles y En el planteamiento del autor, en cual-
generalizables) para un mismo sujeto. Así, el quier dominio que nos resulte relevante, por
entrevistado realiza el mismo tipo de expli- afectar a nuestra vida cotidiana, tenemos ideas
cación a preguntas sobre contenidos cientí- que nos permiten predecir y controlar los
ficos en diferentes contextos (Deadman y sucesos, aumentando nuestra adaptación a los
Nelly, 1978; Caramazza y otros, 1981; mismos. Según hipótesis muy actuales y suge-
Viento, 1979; Meheut y otros, 1985). rentes, los bebés disponen ya, casi desde el
• Suelen variar desde meras respuestas de nacimiento, de verdaderas ideas o teorías
percepción a modelos más elaborados, sobre el mundo de los objetos y personas
aunque suelen ser distorsionados con res- (Karmiloff-Smith, 1994). Lo que interesa des-
pecto a los que poseen los científicos tacar, a criterio del autor, es “la función adap-
(Novick y Nussbaum, 1978). tativa de esas teorías intuitivas, ya desde la
• Suelen ser comunes a los diferentes suje- cuna, basada en la necesidad imperiosa de
tos entrevistados (Erickson 1979, Vien- predecir y controlar lo que sucede en el
not, 1979). mundo que nos rodea” (Pozo, 1996a: 11).
• Ofrecen un perfil conceptual sobre una de- Para comprender mejor la naturaleza de
terminada fenomenología (Ericsson, 1980). las ideas que los alumnos llevan al aula se
• Responden a modelos subjetivos, son propone diferenciar la fuente de la que surge
intuitivos y erróneos (Caramazza y otros, ese conocimiento. De esta forma, se identifi-
1981; Viento, 1979). can tres vías (Pozo y Gómez Crespo, 1998:
• Son consecuencia de la creatividad e ima- 98-103), cuyos rasgos principales y los
ginación, experiencia directa e interacción dominios del mesocosmos a los que se apli-
social del sujeto (Driver, 1981).1 can se señalan por separado aunque de
hecho estén en interacción:
CÓMO ES QUE LOS ALUMNOS TIENEN
IDEAS SOBRE LA CIENCIA, INCLUSIVE PREVIAS 1) Origen sensorial (las concepciones espon-
A SU ENSEÑANZA táneas): estas concepciones alternativas se
formarían de modo espontáneo para dar
El conocimiento que los alumnos traen al significado a las actividades cotidianas, y
aula se refiere al mundo cotidiano, “un se basarían esencialmente en el uso de
mesocosmos (ese mundo intermedio en el reglas de inferencia causal aplicadas a los
que todos vivimos, compuesto de objetos y datos recogidos –en el caso del mundo
cosas reales, de contornos bien definidos y natural– mediante procesos sensoriales y
perceptibles, que se pueden tocar, ver, y en el perceptivos. Cuando nos enfrentamos a
caso del bebé, chupar y saborear) trazados un suceso nuevo iniciamos una búsqueda
por las coordenadas espacio-temporales del causal con el fin de encontrar informa-
aquí y ahora”, en cambio “la ciencia que se ción que nos permita predecir y controlar
les enseña se mueve más en la ‘realidad vir- ese suceso. El origen de estas búsquedas
tual’ del microcosmos (células, partículas y es siempre un problema, aunque no toda
otras entidades mágicas o no observables) y situación imprevisible lo sea. Para que
del macrocosmos (modelos idealizados, basa- alguien viva una situación problemática
dos en leyes universales, no vinculados a rea- se requiere, además, relevancia, influencia
lidades concretas, cambios biológicos y geo- en nuestra vida cotidiana, e interés parti-
lógicos que no se miden en miles, sino en cular. En la vida diaria recurrimos a cier-
millones de años, sistemas en interacción tas reglas simplificadoras que nos permi-
compleja, etc.)” (Pozo, 1996a: 10). ten identificar las causas más probables y


1 Citados en Enrique Jiménez Gómez, I. Solano Martínez y estudios realizados acerca de ‘lo que el alumno sabe sobre
N. Marín Martínez (1994), “Problemas de terminología en ciencias’”, Revista Enseñanza de las Ciencias, 12 (2).

31
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
frecuentes, reduciendo la complejidad del ciones culturales se adquieren por proce-
mundo sensorial, a diferencia de la investi- sos de esquematización (mediante los
gación científica, que realizaría un análisis cuales las teorías científicas, al divulgarse,
sistemático y riguroso de posibles variables. quedan reducidas a ciertos esquemas sim-
Aunque estas reglas tienen alto valor adap- plificados, usualmente reducidos a una
tativo, a veces conducen a errores o falsas imagen), de naturalización (por lo que
soluciones. Entre estas reglas estarían: esas concepciones, en vez de concebirse
como construcciones sociales, pasan a for-
• Semejanza entre causa y efecto, o entre mar parte de la realidad) y de interiori-
realidad que observamos y el modelo que zación o asimilación (por los que cada
la explicaría. individuo se apropia de esos productos
• Contigüidad espacial, y si es posible, el culturales, los hace suyos).
contacto físico entre causa y efecto. Estas concepciones, a diferencia de las
• Contigüidad temporal entre causa y efecto. anteriores, se verbalizan con más facili-
• Covariación cualitativa entre causa y efecto. dad pero es más difícil convertirlas en
• Covariación cuantitativa entre causa y pautas de acción. Son frecuentes en cier-
efecto. tas áreas del conocimiento biológico que
son culturalmente significativas, como la
Un rasgo de estas ideas es que presen- salud y enfermedad, nutrición, reproduc-
tan una mayor universalidad, a través de ción, relaciones con el medio ambiente,
culturas y edades, que los otros tipos de el clima, etcétera.
ideas; además, suelen ser más implícitos 3) Origen escolar (concepciones analógicas):
que explícitos: es algo que sabemos hacer estas concepciones tienen su fuente en los
más que decir, por lo que se convierten aprendizajes escolares que influirán en los
en “teorías en acción”, reglas de actuación futuros aprendizajes. Se suele hacer men-
(Karmiloff-Smith, citado en Pozo y Gó- ción a esta fuente para referirse a los “erro-
mez Crespo, 1998: 99). res” conceptuales de los alumnos, que tie-
2) Origen cultural (las concepciones sociales): nen su origen, aparentemente, en la propia
estas concepciones tendrían su origen en enseñanza recibida. Estas ideas no sólo
las interacciones con el entorno social y reflejan los errores conceptuales presentes
cultural, de cuyas ideas se impregnaría el en los libros de textos o las explicaciones
alumno. Como el sistema educativo no es recibidas, sino un “error” didáctico en la
el único vehículo de transmisión cultural, forma en que se presentan los saberes cien-
y a veces ni siquiera el más importante, los tíficos. Al no presentarse el conocimiento
alumnos ingresarían a las aulas con creen- científico como un saber diferente de otras
cias socialmente inducidas sobre gran formas de saber, los alumnos tienden a asi-
número de hechos y fenómenos. Muchos milar esos conocimientos escolares, de
modelos de contagio en la transmisión de forma analógica, a sus otras fuentes de co-
enfermedades, o los modelos de gasto y nocimiento del mundo. Conciben como
consumo (de energía, de recursos natura- análogos sistemas de conocimiento que son
les, etc.), son transmitidos oralmente o a complementarios pero diferentes; ejemplos
través de los medios de comunicación. de ello son los siguientes: a la estructura
Igualmente hay conceptos que poseen un microscópica de la materia se le atribuyen
significado diferente en el lenguaje coti- propiedades macroscópicas y viceversa;
diano y en el lenguaje científico, como también se confunde el movimiento, algo
por ejemplo, el calor y la temperatura. directamente observable perteneciente al
El estudio de las representaciones so- mesocosmos, con la fuerza, una entidad no
ciales realizado por los psicólogos sociales observable; confunden el fenotipo con ras-
(Moscovici, citado en Pozo y Gómez Cres- gos observables del mesocosmos, con el
po, 1998: 101) sugiere que estas concep- genotipo, concepto del microcosmos.

32
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
De acuerdo a lo referido, los alumnos de ciencias, aún más que los otros si cabe, no
obtienen un fuerte bagaje de concepciones comprendan que no se comprenda. Son poco
alternativas firmemente arraigadas en los numerosos los que han sondeado la psicología
sentidos, el lenguaje y la cultura, y en las del error, de la ignorancia y de la irreflexión
tareas escolares, que aún con diferente carác- (Bachelard, 1985: 20).
ter, interactúan entre sí dando lugar a una
ciencia intuitiva que resulta difícil modificar Varios son los obstáculos a los que hace
en las aulas de ciencias. referencia Bachelard, entre ellos: la observa-
Cabe mencionar aquí la idea de obstáculo ción básica, el conocimiento general, el obs-
epistemológico de Bachelard, quien sostiene táculo verbal, el conocimiento unitario y
que: pragmático, el obstáculo sustancialista, el
obstáculo animista y los obstáculos del cono-
No se trata de considerar los obstáculos exter- cimiento cuantitativo.
nos, como la complejidad o fugacidad de los Así, a través de la investigación educativa2
fenómenos, ni de incriminar a la debilidad de llevada a cabo por un equipo interdisciplina-
los sentidos o del espíritu humano: es en el rio sobre “La construcción de la noción inte-
acto mismo de conocer, íntimamente, donde racción molecular en alumnos de Química
aparecen, por una especie de necesidad fun- de Ciencias Agropecuarias de la Universidad
cional, los entorpecimientos y las confusio- Nacional de Córdoba” (Benito y otros,
nes. Es ahí donde mostraremos causas de 2002), se observaron algunos obstáculos pe-
estancamiento y hasta de retroceso, es ahí dagógicos como:
donde discerniremos causas de inercia que lla-
maremos obstáculos epistemológicos. El • La explicación basada en modelos mole-
conocimiento de lo real es una luz que siem- culares simplistas a la que recurre a veces
pre proyecta alguna sombra. Jamás es inme- el docente, en la medida en que no llega a
diata y plena. Las revelaciones de lo real son la complejidad epistemológica de la no-
siempre recurrentes. Lo real no es jamás “lo ción tratada y, por lo tanto, no permite al
que podría creerse”, sino siempre lo que alumno desplegar el proceso constructivo
debería haberse pensado. El pensamiento necesario para abordarla.
empírico es claro, inmediato, cuando ha sido • El empirismo inmediato, de forma tal
bien montado el aparejo de razones. Al volver que la observación, por ejemplo de la
de un pasado de errores, se encuentra la ver- dificultad de mezclar agua y aceite como
dad en un verdadero estado de arrepenti- experiencia práctica, es explicada luego
miento intelectual. En efecto, se conoce en por los alumnos por la diferencia de den-
contra de un conocimiento anterior, destru- sidad, y no por los principios del micro-
yendo conocimientos mal adquiridos o supe- cosmos que la justifican.
rando aquello que, en el espíritu mismo, • La tendencia a la adopción de “grandes ver-
obstaculiza a la espiritualización […] En la dades” como reglas generales en tanto estas
educación la noción de obstáculo pedagógico leyes a veces no alcanzan un nivel explicati-
es igualmente desconocida. Frecuentemente vo satisfactorio. Un ejemplo claro de ello es
me ha chocado el hecho de que los profesores la atracción entre lo positivo y lo negativo.


2 “El aprendizaje de las nociones básicas de la Química en las proyecto subsidiado por Agencia Córdoba Ciencia (2001-
Ciencias Agropecuarias: el caso de la construcción concep- 2002), código 05/G341, director: Dr. Ricardo Madoery;
tual de la noción ‘efectos electrónicos de las moléculas’”, “El concepto de interacción molecular y la enseñanza de
proyecto subsidiado por Conicor (1999-2000), código Química en Ciencias Agropecuarias”, proyecto subsidiado
05/G222, director: Dr. Ricardo Madoery; “Estudio sobre la por PROIINDIT (2007-2008), resolución No. 935/06, direc-
construcción conceptual de la relación estructura-propieda- tora: Marcela Benito.
des en alumnos de Química de Ciencias Agropecuarias”,

33
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
• Para realizar explicaciones la observación zado del conocimiento: las personas conocen
“básica” elemental recurre sólo a lo vi- el mundo mediante su “teoría personal”
sual, a lo que se ve a simple vista, sin es- (Claxton, 1984), de sus “constructos perso-
tablecer relaciones ni utilizar el pensa- nales” (Pope y Gilbert, 1983), de sus “teorías
miento abstracto. implícitas” (Rodrigo, 1985; Pozo y otros,
1992; Rodrigo, 1994b; Rodrigo, Rodríguez
EN QUÉ SE BASAN LAS DISCUSIONES y Marrero, 1993), de sus “teorías de domi-
ENTRE LO COTIDIANO Y LO CIENTÍFICO nio” (Karmiloff-Smith, 1994), de sus “esque-
DESDE EL CONSTRUCTIVISMO mas alternativos” (Driver, 1986), de sus “teo-
rías intuitivas” (Carey y Spelke, 1994), de
Si bien se ha identificado la naturaleza y sus “teorías marco” (Vosniadou, 1994), y de
fuente del conocimiento cotidiano, no queda sus “modelos mentales”(Greca y Moreira,
en claro cuál es el estatus de este conocimien- 1998), aunque dicha organización no coinci-
to y su relación con el conocimiento científi- da con la del conocimiento científico (cita-
co y el escolar, de allí que varias discusiones dos en García, 1997).
se han planteado en torno a: Hay argumentos epistemológicos que
cuestionan algunas características diferencia-
• La inferioridad del conocimiento cotidia- doras entre lo científico y lo cotidiano, por
no frente al conocimiento científico. ejemplo, es discutible que sea un rasgo esen-
• El estatismo y la homogeneidad del cono- cial de lo científico la definición precisa y
cimiento cotidiano. clara de conceptos, ya que éstos, en muchos
• La discontinuidad entre el conocimiento casos, se definen por sus interacciones. Asi-
cotidiano y el científico. mismo, Morin (1994) señala que el núcleo
• El conocimiento escolar como la forma central de los paradigmas científicos tiene un
de transmitir el conocimiento científico carácter implícito, de forma similar al cono-
en el aula. cimiento cotidiano.
Si bien para muchos autores los fines que
Existen diferentes posiciones acerca de la persiguen los conocimientos son diferentes
naturaleza de los conocimientos cotidianos, (el conocimiento cotidiano busca la utilidad,
científico y escolar. Así, Rodrigo (1994: 7- y el científico la certeza), esta diferencia
16) plantea la noción de constructivismo podría atenuarse desde el momento que no
diferencial por la que dichos conocimientos todos los problemas de la vida cotidiana serí-
se corresponden con tres epistemologías dife- an problemas prácticos, ajenos a la búsqueda
rentes. Esas diferencias se manifiestan en de regularidades y certidumbres. Para tratar
cuanto a los fines que se persiguen, en la for- la continuidad de los conocimientos cotidia-
mulación y organización de los conceptos, no y científico García (1997: 62) se pregun-
en los procesos que se utilizan y en el con- ta si hay un único conocimiento científico y
texto de construcción. de qué ciencia se habla cuando se caracteriza
Ciertos puntos de conflicto plantean al- el conocimiento científico; y establece que
gunos desacuerdos: en el ámbito de la di-
dáctica de la ciencia, como en la psicología es muy frecuente encontrar una identificación
piagetiana, se mantiene que no hay dis- del conocimiento científico con el conocimien-
continuidad entre los conceptos cotidianos y to de las ciencias físico-químicas, sin tenerse en
los científicos, en la medida que éstos se ela- cuenta las peculiaridades propias de las ciencias
boran sobre la base del conocimiento ante- biológicas, de las ciencias sociales o de las tec-
rior. Se cuestiona, por otra parte, la idea de nologías, o la existencia de saberes, ligados a
que el conocimiento cotidiano no tenga una determinadas prácticas sociales, que mezclan
organización o la identificación de éste con los argumentos científicos con lo cotidiano y lo
un saber concreto. Sin embargo, son muchos ideológico.
los estudios que plantean el carácter organi-

34
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
Señala el autor que las posturas reduccio- diferente complejidad a los problemas socio-
nistas parecen ignorar que: ambientales, según su pertenencia a uno u otro
grupo social, según su propia idiosincrasia y
• Las ciencias de la naturaleza no se pueden según la situación concreta en la que se en-
reducir a la física. cuentran, siendo posible, incluso en un mismo
• Las ciencias sociales no se pueden reducir individuo, una evolución desde respuestas más
a las ciencias de la naturaleza. simples a otras más complejas.
• Existen ciencias “interdisciplinarias” y
“metadisciplinarias” de muy difícil ubica- En cuanto a creer que los problemas coti-
ción en la clasificación tradicional de las dianos son inmutables, es negar la evolución
ciencias (ecología, geografía, ciencias de la conjunta de los humanos y de su medio,
salud, ciencias de la educación, ciencias olvidar que los problemas socioambientales
del caos, etcétera). surgen en un proceso evolutivo, es decir, son
• Hay una amplia gama de tecnologías, progresivos e irreversibles.
desde las tradicionales (arquitectura, inge- A esta visión homogénea del conocimien-
niería, etc.) hasta las más novedosas, rela- to cotidiano se asocia una valoración peyora-
cionadas con la información o con la ges- tiva, por considerar que trabaja con proble-
tión del medio. mas muy simples o mal definidos, con
estrategias heurísticas y con poca precisión
Existen saberes teórico-prácticos organizados en la formulación y organización de los siste-
disciplinaria e institucionalmente (derecho, crí- mas conceptuales. La polarización entre lo
tica artística, periodismo, diseño, etc.) o liga- científico y cotidiano se asienta en una cierta
dos a la actuación profesional (conocimiento jerarquización del conocimiento en la que
profesional de los profesores, por ejemplo), así hay conocimientos mejores y peores, supe-
como saberes, no organizados disciplinaria- riores e inferiores, más válidos y menos váli-
mente, ligados a doctrinas y a movimientos dos. Sin embargo, ese pensamiento cotidia-
sociopolíticos (García, 1997: 63-64). no tan deficitario es el que las personas
utilizan para resolver problemas en un
De igual manera, dice Eduardo García, mundo incierto y cambiante y solucionan
problemas abiertos, poco acotables y suscep-
cuando se compara el conocimiento científico tibles a la lógica determinista del científico
con el cotidiano se olvidan las peculiaridades tradicional.
epistemológicas de las ciencias sociales, de los
conocimientos técnicos y de los saberes profe- CÓMO SE RESUELVE LA DICOTOMÍA
sionales en los que podemos encontrar tanto ENTRE LO COTIDIANO Y LO CIENTÍFICO
un saber más académico y disciplinario como
un saber-hacer tácito. Esta dicotomía cotidiano-científica podría
superarse a partir de los siguientes argumen-
Ante la idea de que el conocimiento coti- tos (García, 1997: 67):
diano es único y universal, útil para resolver
problemas sencillos (Reif y Larkin, 1994: 3- • Entre el conocimiento científico y el coti-
30), siendo que lo cotidiano resuelve proble- diano hay formas intermedias de conoci-
mas prácticos cercanos a los sujetos, las res- miento, por lo que habría que hablar más
puestas que éstos dan no son universales ni de un gradiente que de una dicotomía.
los problemas que plantea el medio son • Las disciplinas científicas no comparten
siempre los mismos. Por otra parte, sostie- una misma epistemología, no se pueden
nen los autores, reducir unas a otras.
• Entre el conocimiento científico y el coti-
admitir la homogeneidad de las respuestas sería diano hay una continua interacción, pues
desconocer que las personas dan respuestas de constituyen sistemas de ideas abiertos.

35
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
• Ambas formas de conocimiento co-evolu- cimiento científico, centrando la incompati-
cionan, es decir, evolucionan conjunta- bilidad no entre lo científico y lo cotidiano
mente con el tiempo, gracias a esa inte- sino entre lo simple y lo complejo” (García,
racción, lo que implica que no cambia 1994: 65-76). Si bien estas cuatro posturas
uno independientemente del otro. presentan diferencias en lo epistemológico y
• Tanto en lo cotidiano como en lo científi- en lo didáctico, tienen en común que el
co hay formas más o menos complejas de marco de referencia básico para la determi-
enfrentar los problemas, y éstos se presen- nación del conocimiento escolar es el cono-
tan de muy diversa complejidad; por lo cimiento científico.
que los enfoques simplificadores y los Según Arnay (1997: 37), un debate que
problemas simples no deben identificarse ocupa un lugar destacado en las perspectivas
con el pensamiento cotidiano. actuales sobre la construcción del conoci-
• La identificación de lo cotidiano con un miento es el referido a si los procesos de
saber “natural”, estático, que funciona enseñanza deben promover un modelo de
bien (por lo que no es necesario cambiar- construcción basado en principios y meca-
lo), supone una postura reduccionista, nismos cognitivos de carácter general, e
poco evolutiva y poco relativista, a la que independientes de los contenidos o contex-
se le contrapone la idea del conocimiento tos sobre los que opera o, por el contrario,
cotidiano como un producto cambiante aplicar estrategias o procedimientos de ma-
de una sociedad que también lo es. nera específica, es decir, en estrecha relación
con el tipo de tareas y demandas presentadas
Entonces, bajo esta óptica, ¿qué evolución en contextos determinados.
conceptual sería posible? Para Pozo (1994, Desde una perspectiva vygotskiana se ha
citado en García, 1997) existen tres hipótesis señalado la importancia del escenario socio-
con respecto al cambio de unas formas de cultural en el que se construye el conoci-
conocimientos a otras: miento, de tal manera que cada escenario
tiene unos fines, unos actores, unas formas
• La hipótesis de la compatibilidad, en la de interacción, unos discursos y unos proce-
cual se considera que la epistemología de sos de negociación diferentes a otros, que
lo científico y lo cotidiano son similares, determinan a su vez que cada escenario esté
por lo que no serían necesarias reestructu- adaptado a la forma de conocimiento que se
raciones fuertes y por ende la instrucción. construye en su seno (Rodrigo, 1994). De
• La hipótesis de la incompatibilidad, esta forma, el conocimiento científico, el
según la cual serían epistemologías dife- escolar y el cotidiano serían tres epistemolo-
rentes, pero podría pasarse de una a otra gías diferentes, por lo que se cuestionaría la
mediante reestructuraciones fuertes que posibilidad de transferir las características del
tendrían lugar en la instrucción. conocimiento científico y del contexto del
• La hipótesis de la independencia, plantea mismo al escenario escolar. De allí la idea de
que siendo las epistemologías diferentes, que los alumnos utilizan alternativamente sus
sólo se dan en contextos que son diferen- ideas cotidianas o científicas según el contex-
tes, por lo tanto no cabe la transición de to en el que se active su conocimiento.
unas formas a otras sino la activación Tanto los trabajos de lo que se denomina
diferenciada de las mismas según el con- cognición cotidiana (Puckett y otros, 1993)
texto, y la instrucción no tendría que par- como los realizados bajo un enfoque más
tir de lo cotidiano. sociocognitivo (Ceci y Hembrooke, 1993;
Galotti, 1989; Sternberg, Wagner y Okaga-
García considera una cuarta opción por la ki, 1993; Walters, Blythe y White, 1993,
cual “el conocimiento escolar se determina citados en Arnay, 1997), plantean que la
por la integración de las aportaciones de epistemología de los procesos de construc-
otros marcos de referencia, además del cono- ción del conocimiento cotidiano, escolar y

36
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
científico no serían equiparables y traslada- Si se asume que el conocimiento coti-
bles, sin más, de unos contextos de adquisi- diano no tiene que modificarse, y que en la
ción y activación a otros. Así, el hecho de escuela los alumnos deben aprender lo que
que los procesos de construcción estén ínti- es y significa la ciencia, no queda en claro
mamente relacionados y determinados por el sobre qué bases se construye la cultura cien-
sentido que se le otorgue en cada contexto tífica y qué uso didáctico darle a las ideas
concreto supone una seria limitación a la previas de los alumnos. A su vez, la forma-
tesis generalista del conocimiento. ción de ciudadanos en áreas muy concretas
La hipótesis de la independencia-coexis- del saber, desconectadas de su vida cotidia-
tencia se apoya en dos supuestos en discu- na, no facilita el tratamiento de situaciones
sión: el saber cotidiano aparece como un complejas, inciertas, que no pertenecen defi-
saber natural, adaptativo, apropiado para la nidamente a ningún dominio y que requie-
resolución de problemas de todos los días y, ren, para su tratamiento, un proceso en
por otra parte, se mantiene una dualidad paralelo, una actuación en conjunto en la
entre saberes más complejos, aplicables al que el problema se reformula y cambia en el
mundo escolar o a las tareas que resuelven mismo proceso de resolución (Maturana y
los expertos, y saberes más simples propios Varela, 1986, citado en García, 1994).
de la vida cotidiana. Así, se identifica al En correspondencia con este análisis,
conocimiento cotidiano con lo natural Arnay propone revisar la permanente insis-
como si fuera más representativo de la cog- tencia en anular el conocimiento cotidiano
nición humana, a la vez que se lo caracteriza por la acción del académico y considerar la
como inmutable, al contrario del científico, relevancia de este conocimiento para la com-
como un conocimiento no abierto al cam- prensión y acción de las personas en contex-
bio. En estos planteamientos subyace la idea tos de actividad específicos, al tiempo de
de para qué cambiar lo que ya funciona dejar de valorar al conocimiento cotidiano
bien. Según Pozo, “el conocimiento que como mal conocimiento.
venimos llamando intuitivo resultaría muy En el planteo de esta dicotomía pensa-
adaptativo, al tener detrás una historia filo- miento simple cotidiano-pensamiento espe-
genética, por lo que su abandono sería no cializado complejo cabe la pregunta acerca
sólo poco probable sino tal vez inconvenien- de: ¿qué alternativa puede considerarse? En
te”. Además, Rodrigo afirma que en “el caso la actualidad prevalece la idea de la existen-
del conocimiento cotidiano lo que resulta cia de estructuras conceptuales propias de
adaptativo es la resistencia al cambio y, por cada dominio, la cual puede atemperarse
tanto, el predominio de la estabilidad del admitiendo que además de las estructuras
conocimiento”. específicas existen otras que son comunes a
diferentes ámbitos, identificadas con un
ALTERNATIVAS PARA EL APRENDIZAJE conocimiento metadisciplinario aprendido al
Y ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS transferir nociones de unos dominios a
otros, intermedio entre dichas estructuras
Para García (1994) admitir la dualidad co- lógicas y las concepciones dispersas que tie-
nocimiento escolar-conocimiento cotidiano nen los sujetos sobre el mundo.
como formas de conocimiento que se acti- Así, parece que un alto nivel de instruc-
van diferenciadamente, sería como admitir el ción influye en la actuación de las personas,
fracaso de la escuela en la formación de ciu- de forma que ante una tarea perteneciente a
dadanos capaces de afrontar los problemas un dominio no conocido se comportan de
complejos que su mundo le plantea, capaces manera diferente a los novatos, lo que supo-
de aplicar a la resolución de problemas, no ne que intervienen no sólo estructuras cog-
sólo los conceptos y las destrezas propias del nitivas específicas de un dominio sino tam-
sentido común, sino aquellos que se generan bién estructuras más generales (Gómez, Pozo
en otros ámbitos del conocimiento. y Sanz, citado en García, 1994: 72).

37
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
De igual manera, se señala que, para que el paradigma de la simplificación, que se
ocurra el cambio conceptual radical, hay que caracteriza por la disyunción del saber que
superar ciertas restricciones estructurales tanto desde el conocimiento científico secto-
comunes a las teorías implícitas en diversos rizado en múltiples disciplinas, como desde
dominios, asociadas a conceptos como el de otras formas del conocimiento, los intelec-
“interacción” o el de “sistema en equilibrio tuales y los científicos especializados recusan
dinámico” (Pozo, 1991; Pozo y otros, 1992; las ideas generales por creerlas “huecas”. Sos-
Pozo, 1994 citado en García, 1994). García tiene Morin (1999: 17):
propone introducir al debate consideraciones
ideológicas y epistemológicas: La cultura no sólo está cortada en piezas sepa-
radas sino también rota en dos bloques. La
si admitimos que el conocimiento se genera gran desunión entre la cultura de las humani-
en unos determinados sistemas sociales, no dades y la cultura científica, que comenzó en el
tendría sentido hablar de unas estructuras siglo pasado y que se agravó en el nuestro,
generales determinadas biológicamente, pero entraña grandes consecuencias para una y para
tampoco lo tendría identificar la distribución la otra […] La cultura de las humanidades
desigual y compartimentada del saber, propia tiende a convertirse en el molino privado del
de nuestra sociedad, con el estado “natural” grano de las adquisiciones científicas sobre el
de la cognición humana. Es decir, si a los mundo y sobre la vida que tendría que nutrir
individuos no se les educa en la generaliza- sus grandes interrogantes; la segunda, privada
ción, en la transferencia de conceptos de unos de reflexividad sobre los problemas generales y
dominios a otros, en la construcción de globales, se vuelve incapaz de pensarse a sí
nociones metadisciplinares, útiles para tratar misma y de pensar los problemas sociales y
problemas muy diversos, es normal que los humanos que plantea.
sujetos de nuestras investigaciones muestren
una clara dependencia del contenido y de la En este sentido, la escuela puede propiciar
situación (García, 1997: 73). la crítica al paradigma dominante proponien-
do una visión y una gestión del mundo alter-
Por ello es tan posible una educación en nativas (García, 1988; García y Porlán, 1990
la especialización como en la polivalencia. Si citados en García, 1994) basada en el para-
bien la especialización es eficaz en cuanto a digma de la complejidad (Morin, 1977,
rapidez, precisión y funcionalidad, también 1980, 1986, 1990 y 1991, citados en García,
conlleva una pérdida de autonomía y una 1994), lo cual significa para García una
inhibición de las potencialidades del indivi- opción ideológica, una reforma del entendi-
duo. “Conviene, por lo tanto, que junto a la miento, caracterizada por:
especialización se presenten cualidades no
especializadas, instrumentos más generales • El cuestionamiento de la tecnoburocracia
que permitan al sujeto resolver problemas y del principio de hiperespecialización
abiertos y mal delimitados”. Así, afirma que la alimenta, el rechazo de la unidi-
Morin (1992) “lo propio del saber del exper- mensionalidad de las visiones reduccionis-
to no es únicamente desconocer lo que esca- tas y de la disyunción del saber.
pa al cálculo, también es ignorar las interac- • El reconocimiento de los efectos manipu-
ciones entre los campos parcelarios del ladores y destructores de la visión simpli-
conocimiento especializado, y ser incapaz de ficadora en las relaciones entre los alum-
responder al desafío del evento imprevisto, nos, y entre éstos y el medio.
puesto que su experiencia está consagrada a • Una búsqueda de nuevas formas de for-
resolver los problemas que se plantean en mular y enfrentar los problemas, más que
términos ya conocidos”. de nuevas verdades. Los problemas se for-
En coincidencia con Morin, en la actuali- mulan y se tratan sin separarlos del con-
dad hay un paradigma científico filosófico, texto en que surgen, del mismo modo

38
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
que no se puede entender un sistema in- por la acción del conocimiento académi-
dependientemente de su entorno. co y dejar de considerar al conocimiento
• La incorporación a la comprensión del cotidiano como mal conocimiento.
mundo de lo aleatorio, con el tratamiento • En segundo lugar, y como consecuencia
de los problemas abiertos, paradójicos, de lo anterior, aceptar que el conocimien-
ambiguos, llenos de incertidumbre y de to escolar debería coexistir, ser compatible
imprecisión. y explícito con respecto al conocimiento
• Una causalidad compleja basada en la cotidiano, mucho más basado en lo implí-
recursividad: retroacción del efecto sobre cito. Es decir, el conocimiento escolar
la causa, causalidad circular que se genera debería implicar al conocimiento cotidia-
en la propia reorganización de los siste- no para que el alumno tuviera la oportu-
mas. Los sistemas con procesos recursivos nidad de complejizar su pensamiento. El
crean las condiciones para el manteni- proceso de adquisición del conocimiento
miento y la regeneración de la organiza- escolar, entre otros, debería enriquecer el
ción del sistema (son causa de sí mismos). campo de la experiencia de los alumnos
• La toma de conciencia de que existe, en proponiendo conocimientos específicos
toda teoría, un núcleo no empírico, no cuyos propósitos y contenidos estuviesen
verificable, es decir, la relativización de las adaptados a la necesidad de construir
nociones de verdad y de realidad. modelos plausibles de la realidad, y no
• La complementariedad de conceptos, que modelos científicamente correctos.
el pensamiento simplificador reduce a • En tercer lugar, y como consecuencia de
dicotomías: orden-desorden, sujeto-objeto, los anteriores, tendría que discutirse si
unidad-diversidad, causa-efecto, estructu- los procesos y contenidos del conoci-
ra-función, apertura-cierre, científico-coti- miento científico son, en muchos casos,
diano, estabilidad-inestabilidad, etcétera. difícilmente compatibles con el conoci-
• La utilización de un marco de referencia miento escolar, ya que a través del currí-
conceptual no disciplinar, que sea utiliza- culo prescripto se intenta trasladar con-
ble en diferentes dominios y que posibili- tenidos y procedimientos que tienen
te la superación de la dicotomía novatos- sentido en unos contextos de actividad
expertos, la disyunción entre la cultura científica pero no en otros, como puede
humanista y la científico-técnica, y la ser el escolar, ante el cual algunos conte-
contraposición entre la reflexión filosófica nidos, procedimientos y fines se vuelven
y la objetividad científica. irrelevantes.

De esta manera se plantearía un marco de Una perspectiva que defiende el autor es


referencia metadisciplinar conformado por la de potenciar y utilizar el conocimiento
conceptos, procedimientos y valores que cotidiano y sus contenidos populares para
actúan como ejes integradores y orientadores que los alumnos adquieran una determinada
de todo el conocimiento escolar. cultura científica escolar. Aclara el autor qué
Por otra parte, frente a los dos enfoques entiende por cultura científica escolar
contrapuestos planteados acerca de la cons-
trucción del conocimiento, provenientes de el proceso de comprensión de un hecho social,
las perspectivas piagetianas y neopiagetianas, como es la ciencia, que forma parte de un
como las propiamente socioculturales, Arnay momento histórico y social determinado, y
plantea tres opciones sobre el qué y cómo que produce una serie de consecuencias que
entender las relaciones entre constructivismo afectan a los ciudadanos-as, quienes deberían
y educación: desarrollar, a lo largo de su escolarización, un
conocimiento que les permitiera comprender
• En primer lugar, revisar la insistente acti- los procesos que aquella desencadena a su alre-
tud de anular el conocimiento cotidiano dedor. Y si no los comprenden, que tuviesen,

39
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
al menos, una actitud interrogadora y supiesen dad. En este proceso de hacer explícito lo
orquestar los medios para construir su explica- implícito se puede llegar a conformar un
ción a un nivel u otro de complejidad (Arnay, cuerpo de conocimiento teórico explícito, es
1997: 41). decir, más elaborado que la teoría de origen.
Esta explicación serviría para poner de
Entonces, esta cultura científico escolar manifiesto el tipo de conceptos que subya-
necesita, como conocimiento específico y cen en las creencias. Si se considera que un
diferenciado, tanto del conocimiento coti- concepto es una entidad dinámica y en for-
diano como del científico, y ocuparía un mación bastaría, a veces, con una redefini-
lugar desde donde traducir y hacer compati- ción del existente, lo cual llevaría a una revi-
bles las concepciones cotidianas implícitas sión parcial y no a una sustitución total.
con los aspectos conceptuales tácitos de La siguiente fase (tercera) implicaría el
mayor complejidad, sin ofrecer el conoci- uso de todo el aparataje mental y técnico en
miento científico como único modelo y el caso del conocimiento científico. Sin
meta del conocimiento escolar. embargo, el conocimiento cotidiano necesi-
A esta altura, resulta esclarecedor el plan- taría explicar y predecir si la teoría implícita
teo de Arnay (1997: 52) acerca de cómo los sobre las entidades del mundo (Chi y otros,
tres tipos de conocimiento (cotidiano, cientí- 1994: 27-43) es válida. Según Chi, parte de
fico y escolar) se activarían funcionalmente las dificultades del cambio conceptual esta-
ante una demanda o tarea concreta. Ya desde rían dadas en la medida que el ajuste o
el primer momento podemos apreciar que desajuste con la teoría implícita precedente
cada conocimiento responde de forma distin- correspondiese a entidades materiales, pro-
ta frente a un hecho problemático: mientras cesuales o mentales, dado que cada una de
el conocimiento científico lo hace de acuerdo estas entidades tendría un estatus ontológico
a la teoría precedente, el conocimiento coti- distinto.
diano lo haría de acuerdo a su propia teoría, En cuanto al conocimiento escolar, en
y en cuanto al escolar, éste lo haría sobre lo esta fase, representaría la parcela específica-
que le interesa conocer, planteando metas y mente escolar, en donde se partiría de estra-
medios concretos en tal sentido. tegias, tanto del profesor como del alumno,
En el segundo paso, el conocimiento cien- para profundizar en el conocimiento explici-
tífico propondría una hipótesis, una teoría tado en la fase anterior, resolviendo las dudas
provisional y un modelo para intentar dar que aún se mantuviesen del conocimiento
una solución (Tiberghien, citado en Arnay, implícito. Esta fase incluye la discusión y
1997: 52). El conocimiento cotidiano activa- selección de actividades, uso de recursos y
ría una teoría implícita y un modelo mental medios, organización del trabajo, reparto de
genérico para alcanzar algún tipo de explica- responsabilidades, etc.
ción (Rodrigo, 1994). Por su parte, el conoci- En esta fase, como las anteriores, sostiene
miento escolar debería permitir la expresión Arnay, se debería prestar especial atención al
personal de tales teorías implícitas sobre el desarrollo de la narratividad, basado en la
aspecto que se pretende estudiar. Se trataría, idea de Wertsch (1993: 146) sobre la noción
según Arnay, de que las creencias fueran de privilegiación que “se refiere al hecho de
manifestándose y sirvieran, en un primer ni- que un instrumento mediador, tal como un
vel de trabajo, como modelos explicativos del lenguaje social, se concibe como más apro-
fenómeno a estudiar. Es más, en esta fase piado y eficaz que otros en un determinado
sería importante que los alumnos no sólo escenario sociocultural”. Esta noción cobra
contrastaran la existencia de otras teorías importancia en lo que Wertsch denomina el
implícitas, sino que también llegasen a admi- poder de persuasión y de los géneros discur-
tir la posibilidad de hacer explícitos los argu- sivos de la ciencia oficial.
mentos, valoraciones, necesidades y conflictos Es importante aclarar que lo explícito no
de dichos modelos potenciando la narrativi- sólo hace referencia a lo conceptual teórico

40
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
sino también a lo metodológico que debe Otra postura resalta las diferencias entre
acompañar a lo teórico, si no se corre el ries- el conocimiento de ciencias y del experto de
go que, si el alumno no explica también las ciencias, y el del alumno, para destacar que
actividades, la organización y su participa- las analogías entre ambos disminuyen al pro-
ción en el trabajo, se refuerce lo implícito en fundizar en el tema.
tales dimensiones del aprendizaje. En el estado de debate actual, estos tres
En esta fase de indagación sería impor- modelos han sido cuestionados por diferen-
tante dar un lugar protagónico al alumno y, tes razones pero la básica, común a ellos, ha
a su vez, potenciar la idea de que las fuentes sido la distancia entre los conocimientos de
informativas son variadas y se encuentran en las ciencias y del alumno, que hacen ver de
contextos diversos. lejos la organización cognitiva y el aprendi-
Por último, el cuarto nivel correspondería zaje de éste.
a la síntesis de los tres tipos de conocimien- Si la educación científica se entiende
tos. En el conocimiento científico la resolu- más que como adquisición de un saber dis-
ción del proceso llevaría a la formulación de ciplinado, como un enriquecimiento del
un nuevo problema contemplado por la teo- conocimiento del alumno para actuar y
ría o modelo precedente, mientras que el comprender mejor el medio, entonces un
conocimiento cotidiano llevaría a la posición modelo para la enseñanza de las ciencias
de un cambio versus un no cambio concep- debe buscar concordancia más que con el
tual. Por su parte, el conocimiento escolar modo que se construye el conocimiento
podría aplicar el conocimiento explícito científico, con el modo de construir el
adquirido al estudio de otras situaciones alumno su propio conocimiento. De esta
conocidas o nuevas, o a otros aspectos que manera no confundir un mayor acuerdo
interesen conocer en los cuales surgiría nueva- entre enseñaza de las ciencias y quehacer
mente el conocimiento implícito del alumno. científico, con una mayor comprensión del
alumno de los contenidos.
CONCLUSIONES Cuando Porlán (1993a: 68-71) se cuestio-
na el supuesto de que hay que enseñar más y
Luego del análisis realizado, y sin que éste mejor ciencia, plantea la idea de “una ense-
haya agotado la problemática, podríamos afir- ñanza de las ciencias para todos los ciudada-
mar que desde una visión amplia, la enseñan- nos que lejos de plantearse como una fuente
za de las ciencias viene a significar una encru- de futuros científicos, se concibe como un
cijada cognitiva donde tiene lugar una medio para democratizar el uso social y polí-
diversidad de conocimientos: académico, coti- tico de la ciencia”. De hecho la ciencia sería
diano, de ciencias, del alumno o del profesor. un medio más que un fin en sí misma, de
En el ámbito de investigación de la didác- forma que el conocimiento escolar viene
tica de las ciencias han existido, como dado por la integración de la diversidad de
hemos visto, diferentes posiciones frente a la conocimientos presentes en nuestra sociedad
diversidad cognitiva que pueden representar- y muy especialmente por la inclusión de
se en dos posturas. Una sostiene la analogía perspectivas ideológicas críticas y alternativas
entre los conocimientos citados anterior- (García y Porlán, 1990; García, 1994). Esto
mente y sostiene que existen semejanzas significa entender que los contenidos de la
entre el conocimiento científico y el cotidia- ciencia forman parte de la cultura social, y
no, fundamentando una premisa de ense- que cuenta con muy diversos contenidos,
ñanza bajo la metáfora “el alumno como algunos de los cuales pueden ser muy útiles
científico”; esta postura dio lugar a tres para la cultura escolar.
modelos didácticos: 1) el modelo del movi- En función de todo lo aquí expuesto,
miento de las concepciones alternativas; 2) el considero importante rescatar de este análisis
modelo de cambio conceptual; y 3) el mode- varias estrategias ya mencionadas:
lo de enseñanza por investigación.

41
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
• Trabajar la problemática de error, no sólo el concepto de “paisaje”, que incluye
desde las respuestas erróneas de los estu- aspectos físicos y humanos, cuya relación
diantes sino desde las propuestas didácticas daría lugar al estudio de los procesos
docentes. Es decir, los obstáculos epistemo- sociales en una cultura determinada y en
lógicos propios del acto de conocer y los un paisaje determinado.
obstáculos pedagógicos tales como analogí- • Establecer puentes entre cotidiano y cien-
as falsas, generalizaciones ilegítimas, errores tífico a través de la narratividad, activar
de omisión por contestaciones desde un los conocimientos implícitos, es decir, la
modelo o una teoría, o un autor, utiliza- experiencia en la vida.
ción de modelos simplistas que obstaculi- • Proponer problemas que, si bien son coti-
zan razonamientos profundos, etcétera. dianos, en la medida que afectan nuestras
• Promover la explicitación de las teorías vidas, y por su complejidad, requieren
implícitas de los alumnos partiendo de la para su tratamiento de la participación de
experiencia próxima (mesomundo) bajo otras formas de conocimiento.

REFERENCIAS JIMÉNEZ Gómez, Enrique, I. Solano Martínez y


N. Marín Martínez (1994), “Problemas de
ARNAY, José (1997), “Reflexiones para un debate terminología en estudios realizados acerca de
sobre la construcción del conocimiento en la ‘lo que el alumno sabe sobre ciencias’”, Revista
escuela: hacia una cultura científico escolar”, Enseñanza de las Ciencias, vol. 12, núm. 2.
en M. J. Rodrigo y J. Arnay (comps.), La cons- KARMILOFF-Smith, Annette (1994), Beyond modu-
trucción del conocimiento escolar, Barcelona, larity, Cambridge, Mass., University Press [trad.
Paidós. Más allá de la modularidad, Madrid, Alianza].
BACHELARD, Gastón (1985), La formación del MADOERY, R., M.A. Möller, C. Peme-Aranega,
espíritu científico. Contribución a un psicoanáli- M. Benito, M. Mestrallet, C. Romero y S.
sis del conocimiento objetivo, México, Siglo XXI. Cadile (2003), “La construcción de nociones
BENITO, M., M. A. Möller, C. Romero, M. Mes- básicas de la química en las ciencias agrope-
trallet, M. S Cadile, C. Peme-Aranega y R. cuarias: el caso de ‘Efectos electrónicos en las
Madoery (2002), “El aprendizaje de un con- moléculas’, Revista Enseñanza de las Ciencias,
cepto complejo: la interacción molecular”, en Barcelona, vol. 21, núm. 3, pp. 419-428.
Actas XI Reunión de Educadores de la Química, MORIN, Edgar (1992), El método IV: las ideas,
Mendoza, Argentina, Facultad de Ciencias Madrid, Cátedra.
Agropecuarias-UNER. MORIN, Edgar (1994), Introducción al pensamien-
CLAXTON, Guy (1994), Educar mentes curiosas: el to complejo, Barcelona, Gedisa.
reto de la ciencia en la escuela, Madrid, Visor. MORIN, Edgar (1999), La cabeza bien puesta,
CHI, M.T.H., J.D. Slotta y N. de Leeuw (1994), Buenos Aires, Nueva Visión.
“From Things to Processes: A Theory of Con- PORLÁN, Rafael (1993a), “La didáctica de las
ceptual Change for Learning Science Con- ciencias. Una disciplina emergente”, Cuader-
cepts”, Learning and Instruction, vol 4. nos de Pedagogía, núm. 210.
GARCÍA, Eduardo (1997), “La naturaleza del POZO, Juan I. (1994), “El cambio conceptual en
conocimiento escolar: ¿transición de lo coti- el conocimiento físico y social: del desarrollo a
diano a lo científico o de lo simple a lo com- la instrucción”, en M.J. Rodrigo (comp.),
plejo?”, en M. J. Rodrigo y J. Arnay (comps.), Contexto y desarrollo social, Madrid, Síntesis.
La construcción del conocimiento escolar, Barce- POZO, Juan I. y Miguel Á. Gómez Crespo
lona, Paidós. (1998), Aprender y enseñar ciencia. Del conoci-
GARCÍA, José E. (1994), “El conocimiento escolar miento cotidiano al conocimiento científico,
como un proceso evolutivo: aplicación al Madrid, Morata.
conocimiento de nociones ecológicas”, Investi- POZO, Juan I. (2000), “La crisis de la educación
gación en la Escuela, núm. 23. científica, ¿volver a lo básico o volver al cons-

42
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias
tructivismo?”, en J.M. Yábar, El constructivis- A. Sans Serrano (1991), Procesos cognitivos en
mo en la práctica, Barcelona, Graó/ Laborato- la comprensión de la ciencia: ideas de los alum-
rio Educativo (Claves para la innovación edu- nos sobre la química, España, Servicio de Publi-
cativa, 2). caciones del MEC, disponible en: www.redined.
POZO, Juan I. (2000a), “Concepciones de apren- mec.es/oai/indexg.php?registro=00820062000
dizaje y cambio educativo”, en Ensayos y expe- 158
riencias. Concepciones y prácticas en el aprendi- REIF, F. y J.H. Larkin (1994), “La cognición en
zaje y la experiencia, tomo 33, Novedades los ámbitos científico y cotidiano: compara-
Educativas (Psicología y educación). ción e implicaciones para el aprendizaje”,
POZO, Juan I. (1996), Aprendices y maestros, Comunicación, Lenguaje y Educación, vol. 6,
Madrid, Alianza (Psicología Minor). núm. 1, marzo, pp. 3-30.
POZO, Juan I. (1996a), “Las ideas del alumnado RODRIGO, María José (1994a), “El hombre de la
sobre la ciencia: de dónde vienen, a dónde calle, el científico y el alumno: ¿un solo cons-
van… y mientras tanto qué hacemos con tructivismo o tres?”, Investigación en la Escue-
ellas”, en Las ideas del alumnado en ciencias, la, núm. 23.
Alambique. Didáctica de las Ciencias Experi- WERTSCH, James (1993), Voces de la mente: un
mentales, núm. 7. enfoque sociocultural para el estudio de la acción
POZO, Juan I., M.A. Gómez Crespo, M. Limón y meditada, Madrid, Visor.

43
Perfiles Educativos / Tercera época, vol. XXXI, núm. 123, 2009 / IISUE-UNAM
Marcela Benito / Debates en torno a la enseñanza de las ciencias

Anda mungkin juga menyukai