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TALLLER SOBRE LA REVOLUCION FRANCESA


GRADOS OCTAVO

Objetivos: 1.- Comprender los múltiples efectos que tuvieron para la posteridad la Revolución Francesa y
el gobierno imperial de Napoleón.
2.- Ejercitar prácticamente los contenidos de la guía.

LA REVOLUCIÓN FRANCESA: Síntesis.


Tradicionalmente se ha senñ alado a la Revolucioó n Francesa como el acontecimiento que constituye la transicioó n
de la Edad Moderna a la Edad Contemporaó nea. Tal es el fruto de un hecho que sepultoó a la anquilosada
monarquíóa en Francia y dio paso a una nueva eó poca donde la políó tica, la justicia y la moral pasaron a regirse
por principios hasta ese momento ineó ditos: "Libertad, Igualdad y Fraternidad", valores que coronan a todo
edificio puó blico del paíós galo en la actualidad.
Este signo, proveniente de la ilustracioó n, y sancionado en la Declaracioó n de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano, define un períóodo complejo, sangriento y difíócil en la historia de Francia. El Antiguo Reó gimen, que
no pudo enderezar el rumbo de su imparable descomposicioó n políótica y econoó mica, fue desbordado por el
íómpetu del Tercer Estado, un estamento postergado a lo largo de los siglos. La revolucioó n institucional encabe-
zada por la burguesíóa buscoó los medios para atraerse a la monarquíóa para la nueva causa, sin embargo, los
acontecimientos en el interior y la presioó n de las potencias absolutistas del exterior, radicalizaron en el Terror
el proceso revolucionario.
La imposicioó n dictatorial y el excesivo protagonismo de las masas indujeron una reaccioó n de los elementos maó s
moderados de la Revolucioó n, que culminoó con un golpe de estado y la implantacioó n de un Directorio de corte
autoritario, que fracasoó en su intento de estabilizar Francia. Fue entonces cuando la figura de un joven y
brillante general emergioó como el "salvador" que necesitaba la joven repuó blica. Su nombre: Napoleoó n
Bonaparte.

LAS CAUSAS
Sociales: Existíóan tres grupos o estamentos sociales que teníóan su origen en la Edad Media: El clero, compuesto
por unos 130.00 miembros, equivalente a un 0.5 % del total; la nobleza que sumaba unas 400.000 personas y el
estado llano o tercer estado, que equivalíóa a la mayoríóa de la poblacioó n, unos 22 millones de personas.
Compuesto por grupos heterogeó neos de la sociedad francesa acogíóa en su interior a burgueses, artesanos,
trabajadores de la ciudad y campesinos, que eran la mayoríóa dado el caraó cter rural y agríócola del paíós. A pesar
de sus distintas actividades el tercer estado se igualaba en el hecho que era el grupo que no teníóa ninguó n tipo
de privilegio y debíóa pagar impuestos cobrados por los propietarios agríócolas, la mayoríóa nobles, obligaciones
que proveníóan de anacroó nicas relaciones de origen feudal, ya sobrepasadas en el tiempo. No habíóa acceso a
cargos puó blicos y los dos primeros estamentos acaparaban los privilegios adquiridos por su incondicionalidad
hacia la monarquíóa.
Económicas: Producto de lo anterior, el Estado franceó s teníóa una escasez permanente de ingresos, a pesar de la
riqueza del paíós, pues las clases pudientes no pagaban impuestos, por lo tanto, se daba la contradiccioó n que
Francia siendo el paíós maó s rico en recursos, maó s prestigioso y respetado de Europa, estaba en una permanente
crisis econoó mica.
Políticas: El antiguo reó gimen se caracterizoó por su ausencia de renovacioó n durante el siglo XVIII. Mientras otras
coronas se poníóan a tono con los cambios de la Ilustracioó n, Luíós XV y Luíós XVI no tuvieron ninguna intencioó n de
hacerlo. La censura, la represioó n a las ideas distintas o a la simple críótica, fueron la toó nica de sus gobiernos. Si a
eso sumamos la incapacidad de ambos para gobernar, ya sea por indolencia o falta de caraó cter, las limitaciones
para modificar la situacioó n interna eran evidentes. Esta misma falta de visioó n contribuyoó a aumentar la falta de
decisioó n para frenar el creciente malestar econoó mico, social y políótico.
Culturales: La burguesíóa acomodada, la pequenñ a burguesíóa maó s los otros sectores instruidos del estado llano,
fueron haciendo suyas las ideas de la ilustracioó n, viendo como cada vez maó s necesario el cambio que
solucionara los graves problemas que aquejaban a Francia.

LAS ETAPAS DE LA REVOLUCIÓN (1789-1799)


Los historiadores distinguen cinco etapas en este proceso

1.- CONVOCATORIA A LOS ESTADOS GENERALES (1789).- Los estados generales era una asamblea
representativa que reuníóa a los estamentos del pueblo franceó s y que no habíóa sido convocado desde
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1614. Luis XVI acorralado por sus crecientes gastos, dentro de los cuales se encontraba el
financiamiento de onerosas guerras como la que sustentoó a los patriotas de las 13 colonias
norteamericanas contra Inglaterra, la mantencioó n del estado y de los lujos de la corte, llamoó a
una sucesioó n de expertos y consejeros que recomendaron una amplia gama de soluciones, como
elevar los impuestos (que recaíóan principalmente en los campesinos y la clase media) o reducir
el gasto; pero a pesar de ello no se logroó equilibrar el presupuesto. Finalmente, el gobierno recurrioó
a los grupos sociales que estaban exentos de impuestos pero que controlaban la mayor parte de la
riqueza del reino: la nobleza, la iglesia y los funcionarios puó blicos. Cuando en 1788 quedoó en claro que
se negaríóan a aprobar impuestos sin adquirir un control políótico directo sobre la monarquíóa, se decidioó
arrojar al viento las precauciones y convocar a los Estados Generales. Estos se reunieron, por primera
vez en casi 200 anñ os, en mayo de 1789, en Versalles, dentro de una atmoó sfera de desesperacioó n general
y hambruna generalizada, provocada por el fracaso de las cosechas en 1787 y 1788. Casi
inmediatamente la Corona perdioó el control. Durante tres semanas hubo disputas entre los tres
Estados --senñ ores, sacerdotes y plebeyos- respecto a los poderes (¿cada diputado debíóa tener un voto o
debíóa corresponder un voto corporativo a cada estado?)

2.- ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE (1789-1791).- El Tercer Estado (los plebeyos), ayudado por
algunos sacerdotes y nobles simpatizantes, se declaroó a síó mismo en Asamblea Nacional jurando no
disolverse hasta darle una constitucioó n al paíós. A su vez exigioó garantíóas efectivas para los derechos
humanos baó sicos, una monarquíóa constitucional con una asamblea representativa y otras reformas que
aboliríóan los privilegios de nobles y sacerdotes.
Sin embargo, Luis XVI estaba renuente a aceptarlas. A comienzos de julio de 1789 despidioó a todos los
ministros que estaban a favor de las concesiones y se preparoó para disolver la Asamblea Nacional por la
fuerza. El populacho de Paríós, conocido como los sans-culottes (porque usaban pantalones en lugar de
los calzones hasta la rodil1a preferidos por las clases superiores), estalloó en disturbios. Su motivo de
queja era el maó s baó sico de todos -la falta de alimentos y, para preservar el orden, la ciudad de Paríós
establecioó una Guardia Nacional, constituida por hombres con bienes sustanciales, que podíóan pagar
sus propios uniformes y armas. Pero la Guardia Nacional tomoó partido por los sans-culottes y el
14 de julio de 1789 todos se apoderaron de la gran fortaleza real que dominaba el lado este de
Paríós: la Bastilla. Este hecho marcoó el fin del antiguo orden. Durante el transcurso de agosto la
Asamblea aproboó una serie de trascendentales decretos que abolieron las exenciones de
impuestos, la percepcioó n del diezmo, el monopolio aristocraó tico sobre los cargos puó blicos y (lo
maó s importante de todo) el sistema feudal completo. Tambieó n promulgoó una Declaracioó n de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano, que proclamaba la libertad, igualdad y el respeto por la
vida y la propiedad como los fundamentos del nuevo Estado. Establecioó la Igualdad ante la ley, los
cargos abiertos al talento, la igualdad de impuestos y la libertad de palabra. La declaracioó n fue un
manifiesto para las clases medias que controlaban la Asamblea y para todos los liberales europeos
del siglo siguiente. Finalmente la Asamblea se disolvioó al promulgar la Constitucioó n de 1791.
En ella se establecen los principios y las normas generales que regulan el funcionamiento
del Estado:
- La separacioó n de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial).
- Los oó rganos que los ejercíóan; es decir, parlamento, gobierno y magistratura.
- Los derechos y libertades de los ciudadanos, que se recogen en la Declaracioó n de
Derechos.
- La forma de gobierno, monarquíóa constitucional.
- El derecho al voto se reservaba a los hombres mayores de veinticinco anñ os que pagaran
impuestos iguales a tres díóas de trabajo. Esto suponíóa que soó lo el 15 % de la poblacioó n
teníóa derecho, mientras que la gran mayoríóa de las clases populares queda al margen. Es
lo que se conoce como sufragio censitario.

3.- ASAMBLEA LEGISLATIVA (1791-1792).- Al disolverse la Asamblea Constituyente, se buscoó


la forma de legislar para darle orgaó nica a la nueva constitucioó n. Es asíó como la nueva
monarquíóa constitucional que surgioó teníóa una asamblea legislativa, donde desde un
comienzo se observaron las tendencias dentro de los mismos revolucionarios: El grupo de
ideas maó s moderadas era el de los girondinos, que defendíóan el sufragio censitario y propugnaban una
monarquíóa constitucional. El partido de los jacobinos, dominado por Maximiliano Robespierre, buscaba
la eliminacioó n de la monarquíóa y la instauracioó n de una democracia al estilo del defendido por Rousseau.
A la izquierda de este partido se encontraban los "cordeleros", quienes defendíóan el sufragio universal
masculino (derecho de todos los hombres al voto a partir de una determinada edad), coincidiendo en
algunos puntos con los jacobinos. Estaban dirigidos por Jean-Paul Marat y Georges Danton,
representando siempre al pueblo maó s humilde.
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La familia real y los nobles, muchos de los cuales salieron al exilio despueó s de la caíóda de la-
Bastilla, se resintieron por la declinacioó n de su autoridad e incesantemente trataron de revertir el
proceso. Pero en un primer momento fueron incapaces de interesar a los otros gobernantes de
Europa en su situacioó n: los Habsburgo de Austria se enfrentaban con rebeliones tanto en Holanda como
en Hungríóa, mientras que Rusia y Prusia estaban maó s preocupados por la particioó n de Polonia. En 1792,
sin embargo, la Asamblea Francesa respondioó al creciente apoyo extranjero a la Corona declarando la
guerra contra Austria y Prusia. Aunque la eventual invasioó n de Francia por parte de esas potencias ex-
tranjeras en apoyo de Luis XVI fracasoó , el estado de emergencia nacional que habíóa provocado llevoó al
poder en Paríós a las facciones extremistas y republicana. Inicialmente fueron detenidos todos los
sospechosos de oposicioó n al reó gimen; luego, en septiembre de 1792, fueron masacrados en sus calabozos
por la policíóa de Paríós. La Asamblea acaboó convocando elecciones con el objetivo de configurar (por
sufragio universal) un nuevo parlamento.

4.- LA CONVENCIÓN NACIONAL.- (1792-1795) Esta nueva etapa revolucionaria vendraó marcada por la
existencia de un continuo enfrentamiento, desde 1792 de Francia contra el resto de potencias europeas
(Austria, Prusia, Rusia, Espanñ a, Portugal, Gran Bretanñ a). Un "decreto de fraternidad y asistencia"
prometioó la ayuda francesa a todos los pueblos que desearan derrocar a sus opresores y, antes de
terminar el anñ o, las bayonetas de la nueva repuó blica habíóan "liberado" parte del territorio del Rin y la
Beó lgica austriaca y habíóa anexado varios enclaves independientes a lo largo de las fronteras. Maó s auó n, el
gobierno en Paríós proclamoó que Francia teníóa un derecho histoó rico a ocupar el territorio delimitado por
sus "fronteras naturales": los Alpes, el Rin y los Pirineos. En esta etapa el rey, cuyos poderes ya habíóan
sido declarados nulos e inexistentes, fue sometido a juicio puó blico y ejecutado en enero de 1793.
Durante esta etapa de gobierno el poder quedoó en manos de los jacobinos que se apoyaban en la
fuerza de los llamados sans-culottes en la calle. Los acontecimientos en el exterior con una guerra que, a
pesar de algunas victorias francesas, preocupa porque con la muerte del rey son muchos los reyes
europeos empenñ ados en terminar con la revolucioó n, y los acontecimientos violentos en el interior, como
el asesinato de Marat, un importante dirigente jacobino, conduciraó n a que la Convencioó n otorgue
poderes especiales a los llamados “Comiteó s”, como el Comiteó de Salvacioó n Puó blica, dirigido por
Robespierre, que en la praó ctica gobernaron Francia de forma dictatorial. Con esto llega la etapa del
Terror.
La utilizacioó n de la violencia políótica contra los considerados enemigos de la revolucioó n fue algo
constante. Los juicios irregulares por parte de tribunales revolucionarios terminaban frecuentemente
con condenas a muerte (se habla de maó s de 40.000 ejecuciones en unos pocos meses). Durante esta
etapa la violencia políótica se convirtioó en praó ctica políótica pues los comiteó s se mantuvieron en el poder
eliminando de forma sistemaó tica a sus rivales con la excusa de que la revolucioó n peligraba ante las
conspiraciones de nobles y eclesiaó sticos apoyados por las monarquíóas absolutas europeas.
El anñ o 1794 veraó la continuacioó n de la políótica de terror institucional, justificado por el propio
Robespierre como una forma de defender la Repuó blica de los enemigos de la libertad. Robespierre
conseguiraó eliminar a los principales dirigentes de los sans-culottes y de hecho, durante algunos meses,
el gobierno de Francia se convierte en una dictadura personal. Esta situacioó n terminaraó cuando los
enemigos (de todas las tendencias políóticas) de Robespierre, unidos por el miedo a ser eliminados,
actuó en contra eó l. Robespierre seraó guillotinado, y con su muerte llega el fin de la etapa maó s radical de la
revolucioó n francesa.

5.-EL DIRECTORIO (1795-1799).- Fue un gobierno moderado y corrupto que, ante el peligro de un
retorno de la reaccioó n o de un rebrote del terror, acaboó por ceder el poder a un joven general que se
habíóa distinguido por sus victorias contra los austriacos: Napoleoó n Bonaparte.
El poder legislativo quedoó dividido en dos caó maras: la baja o Consejo de los Quinientos y la alta o Consejo
de Ancianos, que en sesiones extraordinarias elegíóan a los cinco integrantes del Directorio, en quienes
recaíóa el poder ejecutivo.
La burguesíóa continuoó teniendo problemas ya sea por la presioó n de los monaó rquicos para frenar
las reformas y por otro, las embestidas del pueblo que propugnaba por una mayor reparticioó n de las
riquezas.
Con el objeto de disminuir estas presiones internas, el Directorio convocoó al joven general Napoleoó n,
ya muy popular entre la poblacioó n por su constante suma de victorias. A su vuelta a Paris, la
situacioó n habíóa empeorado y Napoleoó n da un golpe de estado el 9 de noviembre de 1799 e
instaura el Consulado, gobierno triunviral compuesto por el abate Sieyeè s y Roger Ducoó s. Se
acaban los 10 anñ os del experimento revolucionario
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EL GOBIERNO NAPOLEÓNICO

Carácter y relevancia
Las repercusiones de la Revolucioó n Francesa sobre el resto de Europa se hicieron maó s evidentes cuando el
general Napoleoó n Bonaparte se convirtioó en emperador de los franceses, rey de Italia y protector de la Confe-
deracioó n del Rin. De su mano, los valores de la revolucioó n burguesa se asentaban en Francia, se extendíóan maó s
allaó de sus "fronteras naturales" y transformaban el mapa de Europa, que, por primera vez desde Carlomagno,
estuvo maó s cerca que nunca de la unidad políótica.
Sin embargo, los gobiernos de las cuatro grandes potencias europeas eran tan expansionistas como el propio
Napoleoó n. Ni siquiera las guerras napoleoó nicas los apartaron de sus objetivos tradicionales. Gran Bretanñ a
continuoó acrecentando su imperio comercial y colonial; Rusia continuoó buscando su salida a los mares "caó li -
dos", el Mediterraó neo y el Baó ltico; Austria no abandonoó su expansionismo por los Balcanes y no renuncioó a su
arbitraje sobre Alemania, lo que le llevaríóa a mediados del siglo XIX al definitivo enfrentamiento con Prusia.
Excepto Gran Bretanñ a, que no obstante concluyoó una tregua con Francia, el resto de las potencias se alioó en un
momento u otro con Napoleoó n. Soó lo en 1813, trece anñ os despueó s del ascenso de Bonaparte al poder, llegaron a
unirse en su contra. A pesar de ello, Napoleoó n sembroó por la Europa absolutista la simiente de las corrientes
liberales y nacionalistas, recogida en su Coó digo Civil. Ya fuese por accioó n o por reaccioó n, la accioó n de Bonaparte
obligoó a la transformacioó n ideoloó gica de Europa. Asíó tuvieron que admitirlo sus vencedores en el congreso de
Viena.

LA CARRERA DE NAPOLEÓN AL PODER

Napoleoó n alcanzoó los maó s altos cargas en muy poco tiempo: en 1796, con apenas 26 anñ os, fue nombrado
comandante del ejeó rcito de Italia.
El ejeó rcito franceó s no era, una fuerza combatiente habitual para la eó poca. La decisioó n adoptada en agosto
de 1793 por el Comiteó de Salvacioó n Puó blica de imponer el reclutamiento universal en Francia produjo un
cuerpo militar de tamanñ o sin precedentes. Las fuerzas armadas francesas, que en 1789 totalizaban
160.000 hombres, alcanzaron a 750.000. Las primeras victorias obtenidas por el ejeó rcito de reclutas
fueron principalmente el resultado combinado de una superioridad numeó rica masiva y un gran
entusiasmo por los principios revolucionarios; pero, a medida que sus enemigos se recuperaban, se hizo
evidente la necesidad de mejores taó cticas beó licas. El don maó s importante de Napoleoó n era su habilidad
para maniobrar raó pidamente. Incluso frente a adversarios maó s poderosos era capaz de concentrar tropas y
armas suficientes en un lugar para ganar una batalla decisiva.
Sin embargo, la serie de sus espectaculares victorias en el exterior, lo hizo mucho maó s temido en su patria.
Despueó s de la conquista del norte de Italia (1796-97), Napoleoó n fue enviado a invadir Egipto y la Tierra Santa.
Allíó tuvo menos eó xito y en 1799 volvioó inesperadamente para orquestar el primer golpe de Estado militar de los
tiempos modernos. Se unioó a un grupo de políóticos disidentes en Paríós con el fin de derrocar el gobierno
revolucionario que se encontraba dominado por políóticos corruptos y aprovechadores de la guerra. En su
lugar, establecioó primero un consulado semidictatorial y luego, en un imperio.
Fue un imperio en la tradicioó n claó sica: una monarquíóa militar que creoó un orden interno, pero que
posteriormente se dedicoó a las conquistas en el exterior. En la praó ctica desarrolloó fuertemente el nepotismo al
colocar en cargos de gobierno a sus parientes maó s cercanos como a su hermano Joseó en la corona espanñ ola. Sus
logros internos fueron reales y duraderos. En lugar del desorden econoó mico, el terror y la intranquilidad social
de los diversos regíómenes revolucionarios, Napoleoó n impuso un nuevo coó digo legal (que todavíóa sirve de base a
la legislacioó n francesa), una red educativa nacional, una administracioó n centralizada y un sistema financiero
estable que teníóa como eje el nuevo Banco de Francia. Su gobierno fue autocraó tico pero eficiente y, aunque
algunos ardientes realistas y republicanos extremistas se mantuvieron intransigentes, la mayoríóa del
pueblo de Francia dio la bienvenida al nuevo gobierno y le demostroó su apoyo en los plebiscitos. Su
popularidad soó lo se fue desvaneciendo a medida que subíóa el costo de las continuas guerras de Napoleoó n
en el extranjero.
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Llegoó a un acuerdo con la iglesia, firmando con el Vaticano, el Concordato. Este documento instituyoó al
catolicismo como religioó n oficial del estado franceó s, pero el control de las jerarquíóas eclesiaó sticas locales,
quedaba a cargo del Estado.
Desarrolloó una políótica imperialista, al modo del imperio romano, modelo que admiraba, derrotando a Austria,
Prusia y dominando Italia. Dividioó a los austriacos y a los sardos y los vencioó por separado. El fin de la guerra,
documentada en el tratado de Campo Formio, entregoó a Francia la orilla izquierda del Rhin y los Paíóses Bajos
austriacos, pasaron a ser franceses y se determinoó la desaparicioó n de la Repuó blica de Venecia.
Si bien no logroó quitar a Inglaterra el dominio de los mares, ya que sufrioó algunos reveses, como cuando en
1798, fue derrotado durante su campanñ a a Egipto, al ser sorprendido por el almirante ingleó s Nelson en la
batalla del Nilo, para impedir que las posesiones inglesas en la India se vieran amenazadas. Impuso a esa
potencia, el bloqueo continental, por el cual todos los paíóses dominados por Francia teníóan prohibido comerciar
con Inglaterra. La Paz de Amiens se firmoó en 1802, por la cual, Francia conservaba muchas de sus ganancias e
Inglaterra ejerceríóa su dominio al otro lado del Canal de la Mancha. Sin embargo, los conflictos se reanudaron
en 1803. En 1805, se produjo la derrota francesa en la batalla de Trafalgar. En ella se enfrentaron las escuadras
aliadas de Francia y Espanñ a, contra la armada inglesa al mando de Horacio Nelson.
En 1808, invadioó Portugal y Espanñ a, pero luego fue derrotado en su campanñ a a Rusia, no por fuerzas militares
enemigas, sino por el crudo invierno, que diezmoó a las tropas. Esta derrota estimuloó a las monarquíóas
extranjeras a enfrentar las tropas napoleoó nicas que sufrieron una nueva peó rdida en la gigantesca batalla de
Leipzig, provocando en 1814 la abdicacioó n de Napoleoó n. Se le permitioó conservar el tíótulo de Emperador y
retirarse a la isla de Elba.
Luis XVIII, perteneciente a la familia Borboó n ocupoó entonces el poder, hasta marzo de 1815, en que Napoleoó n
retornoó al gobierno. Cien díóas maó s tarde, fue derrotado definitivamente en Waterloo. Fue desterrado a la isla de
Santa Elena, donde fallecioó en 1821.

EFECTOS

La Revolucioó n francesa tuvo una influencia universal. Fue el ejemplo para todos los movimientos
revolucionarios siguientes. Proporcionoó los programas de los partidos liberales y democraó ticos,
los coó digos legales, incluso los síómbolos (como la bandera tricolor) de la lucha contra la opresioó n.
Las consecuencias de la Revolucioó n francesa fueron, en definitiva, el fin de una sociedad, que
habíóa surgido en la Edad Media, y el comienzo de una nueva sociedad, la sociedad burguesa, que
auó n hoy continuó a.
A1 menos tres consecuencias son las maó s trascendentes:
• Fin de la sociedad estamental y formacioó n de la sociedad de clases: En adelante la posicioó n
que se ocupe en la sociedad no vendraó determinada por el nacimiento, sino por el dinero, por la
posesioó n o no de riqueza.
• Fin del Estado absolutista, fundado en el derecho divino, y creacioó n del Estado liberal y laico
basado en la libertad individual, la igualdad ante la ley, el derecho a la propiedad privada y la
soberaníóa nacional. Es decir, los principios de la Declaracioó n de Derechos de 1789. El Estado
aseguraraó la libertad de empresa y de comercio, y con ello, los intereses de la burguesíóa.
• Formacioó n del moderno concepto de nacioó n: La nacioó n era la masa de ciudadanos unidos en
un solo bloque, sin separacioó n por estamentos. Todo cuanto era franceó s componíóa la nacioó n. Y la
nacioó n debíóa tener unas instituciones y una administracioó n iguales para todos; es decir, cada
nacioó n debia formar su propio Estado.

ACTIVIDADES.-

I.- ANAÁ LISIS DE DOCUMENTO.- Lee, analiza y luego contesta en tu cuaderno:

El plan de este escrito es muy simple: Nos hacemos tres preguntas:


¿Queó es el estado llano? Todo.
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¿Queó ha sido hasta el presente? Nada
¿Queó pide? Ser algo (...)
Primera peticioó n: Que los representantes del Tercer Estado no sean elegidos maó s que por
ciudadanos que pertenecen verdaderamente al Tercer Estado...Segunda peticioó n: Que sus
diputados sean iguales en nuó mero a los dos de los dos oó rdenes privilegiados...Tercera
peticioó n: Que los Estados Generales voten no por oó rdenes, sino por cabezas... En este
estado de cosas, ¿queó le queda por hacer al Tercer Estado si quiere verse en posesioó n de
sus derechos políóticos de una manera uó til a la nacioó n?...El Tercer Estado debe reunirse
aparte, no concurriraó con la nobleza y el clero."

Abate Sieyeè s: ¿Queó es el Tercer Estado?, 1789.

1.- ¿Cuaó l fue el objetivo del padre Sieyeè s al difundirse este opuó sculo?
2.- ¿A quien va dirigido?
3.- ¿En queó momento del proceso estudiado es escrito?
4.- ¿Queó importancia puede tener que este texto haya sido escrito por un sacerdote?

II. Lectura.- Lee y luego responde: Considerando los postulados de la Ilustracioó n y la efervescencia
revolucionaria ¿por queó motivo o motivos se llegaron a instaurar los cambios descritos en este texto?

III. Puzzle.- siguiendo las claves completa el puzzle relativo al


gobierno napoleoó nico.
7
1. N
A
2.
3. P
4. O
5. L
6. E
7. O
8. N
9. E
10. M
11. P
12. E
13. R
14. A
15. D
16. O
17. R

1.- Accioó n de colocar a parientes en cargo de importancia;


2.- Paíós invadido por Napoleoó n;
3.-Uno de los paíóses que peleoó contra el Emperador;
4.- Almirante victorioso en Trafalgar;
5.- Paíós Enemigo de Francia. Isla del Atlaó ntico;
6.- Accioó n econoó mico-militar impuesta para derrotar a los britaó nicos
7; Cargo políótico que tuvo al inicio de su carrera;
8.-Rey cautivo en Bayona;
9.- Nombre despectivo de Joseó Bonaparte;
10.- Profesioó n de Napoleoó n;
11.- Batalla en la que fue derrotado y luego enviado a la isla de Elba;
12.- Batalla que provoca la derrota definitiva de Napoleoó n;
13.- Paíós que invadioó Francia en 1812;
14.- Una de las islas italianas que invadioó ;
15; Acuerdo políótico con el Papado;
16.- Leyes desarrolladas por Napoleoó n que buscaban igualar a los franceses;
17.- Famosa batalla naval.

IV.- Teó rminos pareados.- Relaciona las definiciones con el concepto de la columna de la derecha.

1 LEGIOÁ N DE HONOR Gobierno derribado por Napoleoó n el 18 brumario


2 ILUSTRACIOÁ N Sistema creado por Napoleoó n al ser coronado en Notre
Dame
8
3 COÁ DIGO CIVIL Regioó n dominada por Francia gracias a los eó xitos de un
joven general.
4 PRIMER IMPERIO Movimiento filosoó fico que justifica el poder de los
monarcas
5 AUSTERLITZ Instituto emisor creado por Napoleoó n
6 SANTA HELENA Destruir cualquier cosa que pudiera ser de utilidad al
enemigo al retroceder en el propio territorio.
7 DIRECTORIO Norma que iguala legalmente a las personas
8 TIERRA ARRASADA Batalla en que Francia pierde el dominio maríótimo
9 EGIPTO Condecoracioó n dada por meó ritos extraordinarios realizados
dentro del aó mbito civil o militar.
10 BANCO DE FRANCIA El mayor triunfo militar de Napoleoó n.
Movimiento filosoó fico centrado en la razoó n
UÁ ltimo lugar donde se le condenoó a vivir a Napoleoó n

V. Busca 18 teó rminos relacionados a la revolucioó n francesa.

A S A Z E L B O N L N C
E S A Ñ A P S E U O N O
P S A I S U R I I A O N
R O I M A C S C S I Z V
O N S O B X U T C I A E
T I U N V L D L R E R N
I D R I O L E O E I S C
C N P V P R O A Y D A I
R O E N O T N A D E R O
E R R E I P S E B O R N
J I E A I S E U G R U B
E G S S O N I B O C A J

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