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El cáncer oral se refiere al cáncer que se produce entre el borde bermellón de los labios y la unión

de los paladares duro y blando o el tercio posterior de la lengua.

En los Estados Unidos, el 3% de los cánceres en los varones y el 2% en las mujeres son carcinomas
epidermoidees bucales, que en su mayoría aparecen después de los 50 años de edad. Al igual que
en la mayoría de los sitios de la cabeza y el cuello, el carcinoma epidermoide es el cáncer oral más
común.

Los principales factores de riesgo para el carcinoma epidermoide bucal son

 Fumar (en especial > 2 paquetes/día)


 Consumo de alcohol

El riesgo aumenta de manera notable cuando el consumo de alcohol excede los 170 mL de bebidas
alcohólicas destiladas, 450 mL de vino o 1000 mL de cerveza/día. Se estima que la combinación de
tabaquismo intenso y consumo excesivo de alcohol eleva el riesgo 100 veces en las mujeres y 38
veces en los varones.

El carcinoma epidermoide de la lengua también puede ser consecuencia de cualquier irritación


crónica, como caries dentales, uso excesivo de líquidos para lavado bucal, masticar tabaco o el
consumo de betel quid. El papilomavirus humano (HPV) bucal, adquirido de modo característico a
través del contacto por vía bucal-genital, puede participar en la etiología de algunos cánceres
bucales; sin embargo, su papel no está claramente definido como en el cáncer orofaríngeo.

Cerca del 40% de los carcinomas epidermoidees intrabucales tiene su comienzo en el suelo de la
boca o en las superficies lateral y ventral de la lengua. Alrededor del 38% de todos los carcinomas
epidermoides bucales aparece en el labio inferior; estas neoplasias suelen estar relacionadas con la
exposición solar en la superficie externa.

Signos y síntomas
Las lesiones bucales son inicialmente asintomáticas, lo que destaca la necesidad de realizar el
cribado bucal. Casi todos los odontólogos examinan de manera meticulosa la cavidad bucal y la
bucofaringe durante la atención habitual y pueden realizar una biopsia por cepillado de las áreas
anormales. Las lesiones pueden aparecer como áreas de eritroplasia o leucoplasia y pueden ser
exofíticas o ulceradas. Los cánceres suelen ser indurados y firmes con un reborde. A medida que
las lesiones aumentan de tamaño, pueden dar como resultado dolor, disartria y disfagia.

Diagnóstico
 Biopsia
 Endoscopia para detectar un segundo cáncer primario

 Radiografía de tórax y TC de cabeza y cuello

Es preciso biopsiar cualquier lesión sospechosa. Se puede hacer biopsia incisional o por cepillado,
según la preferencia del cirujano. En todos los pacientes con cáncer de la cavidad oral se debe hacer
laringoscopia y esofagoscopia directa para descartar un segundo cáncer primario simultáneo. Se
debe hacer TC de cabeza y cuello y radiografía de tórax; sin embargo, como en la mayoría de los
sitios en la cabeza y el cuello, la PET/TC ha comenzado a desempeñar un papel más importante en
la evaluación de pacientes con cáncer de la cavidad oral.

Pronóstico
Si el carcinoma de la lengua está localizado (no hay compromiso de los ganglios linfáticos), la
supervivencia a los 5 años es > 75%. En el caso de carcinoma localizado del suelo de la boca, la
supervivencia a los 5 años es del 75%. Las metástasis ganglionares disminuyen la tasa de
supervivencia aproximadamente a la mitad. Las metástasis alcanzan primero los ganglios linfáticos
regionales y más tarde, los pulmones.

En las lesiones del labio inferior, la supervivencia a los 5 años es del 90% y las metástasis son raras.
El carcinoma del labio superior tiende a ser más invasivo y metastásico.

Tratamiento
 Cirugía, con radioterapia posoperatoria o quimiorradioterapia según sea necesario

Para la mayoría de los cánceres de la cavidad oral, la cirugía es el tratamiento de elección inicial.
La radiación o la quimiorradiación se añade después de la operación si la enfermedad está más
avanzada o tiene características de alto riesgo. (Véase también el resumen del National Cancer
Institute Lip and Oral Cavity Cancer Treatment).
Se indica la disección selectiva del cuello si el riesgo de enfermedad ganglionar supera el 15 a 20%.
Aunque no existe un consenso firme, se hace vaciamiento ganglionar cervical para lesiones T2 (ver
Estadificación del cáncer de cabeza y cuello)(dimensión mayor de 2 a 4 cm) y la mayoría de las
lesiones T1 con una profundidad de invasión ≥ 4 mm.
La reconstrucción quirúrgica sistemática es la clave para reducir las discapacidades bucales
posoperatorias; los procedimientos varían de los colgajos de tejido local a transferencias de tejido
libre. Después de practicar resecciones importantes, pueden necesitarse logoterapia y terapia de la
deglución.

La radioterapia es un tratamiento alternativo. La quimioterapia no se utiliza rutinariamente como


terapia primaria, pero se recomienda como terapia adyuvante junto con la radiación en pacientes
con enfermedad ganglionar avanzada.
El tratamiento del carcinoma epidermoide del labio es la extirpación quirúrgica con reconstrucción
para aumentar al máximo la función posoperatoria. Cuando áreas grandes del labio muestran
cambios premalignos, puede procederse al rasurado quirúrgico del labio o a la aplicación de láser a
fin de eliminar toda la mucosa afectada. Se puede utilizar cirugía de Mohs. Luego, se recomienda
la aplicación de pantallas solares.

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