Una primera reflexión sobre la población de los Estados permite dar cuenta
que se agrupan de muy diversa manera, que igualmente tienen muy diferentes
condiciones geográficas de extensión, localización en el globo terrestre, etcétera, y es que,
como explica Dabin la población se encuentra repartida entre los diversos Estados que
existen en la superficie terrestre; es decir, no existe un Estado que abarque toda la
población mundial.
CONCEPTO DE NACION.
Estos son propiamente los elementos que integran el concepto de nación pero
a ellos debemos de agregar la raza el lenguaje. Vínculos que contribuyen a realizar la
unidad nacional. Según lo anterior podemos definir a la nación como una comunidad
social, unida por sentimiento, ideas tradiciones, costumbres y necesidades propias que no
se confunden con otros grupos humanos y que se perpetuán en el tiempo
Como bien hemos dicho la nación es una comunidad social unida por vínculos
de tradición, sentimiento, etc. Mientras en la nación no existe una autoridad capaz de
ejercer su soberanía, es decir su propio poder no puede hablarse de estado. Este existe
cuando se consolidad la autoridad, por lo cual concluimos que la diferencia entre ellos
estriba en el elemento llamado autoridad. La nación no necesita para su existencia ni de
un gobierno propio ni de un territorio determinado el estado sí. En conclusión la nación es
un concepto sociológico y el estado un concepto político.
TERRITORIO
EL territorio tiene dos funciones: una negativa y otra positiva. Tiene una
función negativa en cuanto circunscribe, en virtud de las fronteras, los límites de la
actividad estatal y pone un dique a la actividad de los Estados extranjeros dentro del
territorio nacional. Estos límites se encuentran establecidos por el Derecho Internacional.
El Estado fija sus límites por una autonomía sujeta naturalmente a las contingencias
históricas y a la convivencia con los otros Estados.
26. ELEMENTO TELEOLÓGICO FIN DEL ESTADO: EL BIEN COMÚN PUBLICO TEMPORAL. EL
FIN COMUN
EL ELEMENTO FORMAL EL PODER.
Es decir los fines objetivos del Estado son los apropiados a su existir,
coexistir y subsistir. El fin del estado es el bien público temporal – señala Porrúa Pérez -.
El Estado, que es producto de la cultura se caracteriza por tener una finalidad, aquello
para lo cual fue creado por el hombre. Estudiar al Estado tiene que ver con el fin al que
dirige su actividad y solo así. Será posible determinas cada una de las funciones, la
estructura y las atribuciones de los órganos del poder público. Se identifica el fin del
Estado, con el bien común, con el interés general. El bien común es un fin que beneficia a
todos los miembros de la sociedad. Puede hablarse de un bien común particular o de un
bien común público. El primero es el que solamente beneficia a algunos, y el segundo, es
el perseguido por el Estado Porrúa Pérez señala que el triple aspecto del bien común, es lo
que da origen a los elementos formales de orden y paz para moderar la lucha de unos
contra otros, de coordinación de la actuación de los particulares y de ayuda a los
necesitados.
Un Estado con autoridad es el que cumple con los deberes y los fines de sus
instituciones públicas, señala Arnaiz Amigo. No podría existir ni alcanzar sus fines sin la
existencia de un poder, de una autoridad.
La función del Estado implica que pueda imponer sus decisiones y por eso
se postula la necesidad de una autoridad. Se requiere una autoridad que coordine la
actividad económica, el respeto a los derechos de los gobernados, vigile el cumplimiento
de las obligaciones.
El primero de ellos, tiene que ver con la dirección general de las actividades
de los ciudadanos en razón del bien público en todos sus aspectos; y la segunda situación,
con la organización de los servicios públicos de dirección, ayuda y suplencia de la actividad
de los particulares.
Duguit dice: si la soberanía es, por definición ese derecho de una voluntad,
que no se determina por sí mismo, a esta voluntad no puede estar limitada por una regla
de derecho, porque si lo estuviera no podría ir más allá del derecho. No obstante esto
carece de fundamentos porque parte de un concepto falso de soberanía. La soberanía no
es “el derecho de una voluntad, ni es su atributo fijar ella misma el dominio de su acción.