Guillain-Barré
El síndrome de Guillain-Barré
(SGB) es un trastorno
neurológico de base
autoinmune en el que el
sistema inmunológico de una
persona ataca a la mielina. La
mielina es una sustancia con
gran contenido de lípido que
recubre en forma de vaina los
nervios. Es como si fuera el
aislante de los cables
eléctricos. Si la vaina de
mielina está dañada, los
nervios no pueden trabajar adecuadamente y las órdenes que envía el cerebro a los
músculos no llegan a éstos, produciendo parálisis y alteración de los reflejos
osteotendinosos. Además, aunque no siempre ocurre, la sensibilidad también se puede
alterar por el mismo motivo.
Las infecciones que se ha visto que con mayor frecuencia se asocian como posibles
causas al desarrollo del síndrome de Guillain-Barré son:
Esto no quiere decir que todas las personas con una infección de los microorganismos
comentados desarrollen SGB, sino que en muchos casos de síndrome de Guillain-Barré
se puede detectar una infección previa por alguno de ellos. A pesar de todo, a menudo
no se llega a conocer el microorganismo exacto que puede estar involucrado, porque
muchos cuadros viriásicos no se llegan a diagnosticar en cuanto a su agente causal,
aunque es importante realizar el estudio sobre todo del VIH y los virus de las hepatitis.
Otros eventos que se han asociado también como causas de la aparición de síndrome de
Guillain-Barré son el trasplante de médula ósea, intervenciones quirúrgicas,
traumatismos graves, o ciertas vacunaciones. Por ejemplo, se han descrito casos de SGB
asociados a vacunas de la gripe, del meningococo cuatrivalente y algunas vacunas
antiguas de la rabia o del polio. Sin embargo, son casos poco frecuentes y en concreto
en el caso de la gripe, es más probable desarrollar SGB después de la enfermedad gripal
que de la vacuna antigripal, con lo cual, en realidad la vacuna podría llegar incluso a evitar
casos de síndrome de Guillain-Barré.
En muchos pacientes hay además síntomas sensitivos, aunque suelen ser leves, salvo en
la forma con afectación sensitiva o sensitivo-motora, en las que sí hay un predominio de
los síntomas sensitivos. Fundamentalmente consisten en las llamadas parestesias, que
son como sensaciones de hormigueo en manos y piernas. Además se pueden acompañar
de dolor, sobre todo de pies, piernas y espalda.
Otra manifestación importante que ocurre en un 70% de los pacientes con SGB es la
disautonomía que consiste en la afectación del sistema nervioso autónoma. Los síntomas
que pueden aparecer en estos casos son las alteraciones del ritmo cardíaco como la
taquicardia (lo más frecuente) o la bradicardia u otras arritmias, la retención de orina
con imposibilidad para orinar, las alteraciones de la tensión arterial (tanto
hipertensión como hipotensión, que puede ser ortostática, es decir, aparecer en la
posición erguida), la paralización del intestino y la imposibilidad para sudar. Es
importante detectar estos síntomas porque pueden ser fatales en caso de no ser
tratados.