Amado Santana
Encargado de Ediciones
Eros y poiesis
Antología temática de la poesía dominicana
Orlando Muñoz
Volumen 1
Editora Nacional
Santo Domingo, República Dominicana
2016
Ministerio de Cultura
EDITORA NACIONAL
Oficina de la Feria del Libro
Plaza de la Cultura “Juan Pablo Duarte”
Ave. Máximo Gómez con Ave. Pedro Henríquez Ureña,
Santo Domingo
Tel. (809) 221-4141
www.cultura.gov.do
www.editoranacionalrd.blogspot.com
editoranacionalrd@hotmail.com
ISBN: 978-9945-492-77-4
Introducción ............................................................................ 19
Primera parte
DEL AMOR, EL DOLOR, EL DESEO Y EL SEXO
Eros y poiesis 7
Encuentro (Delia Weber) ......................................................... 51
La bestia (Zacarías Espinal) ...................................................... 53
He tenido una novia (Tomás Hernández Franco) ...................... 54
Pinceladas (Joaquín Balaguer) .................................................. 55
Magia de lo permanente (Manuel del Cabral) ........................... 58
Canción de la amada sin presencia (Franklin Mieses Burgos) ..... 59
Contraste (Héctor J. Díaz) ........................................................ 61
Demasiado tarde (Héctor Incháustegui Cabral) ........................ 62
Cita marinera con una mujer imaginaria (Pedro Mir)............... 64
Tu voz en mi canción (Carmen Natalia Martínez) ..................... 65
El viento en el amor (Aída Cartagena Portalatín) ....................... 67
Fulgores de sombra (Manuel Valerio).......................................... 68
Poema de la luz (Freddy Gatón Arce) ........................................ 69
La silenciosa (Manuel Rueda) .................................................. 73
No era nadie (Mariano Lebrón Saviñón) .................................. 76
La misma presencia (Antonio Fernández Spencer) .................... 77
Amor (José Manuel Glass Mejía) .............................................. 78
Tú, desnuda en el mármol (Rafael Valera Benítez)...................... 79
Lo que más se parece al amor sobre la tierra (Juan Sánchez Lamouth) ... 80
Canto al cuerpo desnudo (Abelardo Vicioso) .............................. 81
Naces tan amorosamente mía (Lupo Hernández Rueda)........... 83
Cantos a Helena (Máximo Avilés Blonda) ................................. 84
La soledad del que ama (Manuel Mora Serrano) ....................... 86
La presencia (Luis Alfredo Torres) ............................................ 87
Eros y poiesis 9
Receta con el objeto de degustar un plato que nos hace
agua la boca y todo el cuerpo, y que ha de comerse
a media luz, con música de medio fondo, consumible
a mano, sin platos ni cubiertos… y llenando de felicidad
al animal que se degusta (Juan Freddy Armando) ............... 123
Ámame (Ofelia Berrido) ......................................................... 125
Prisa en la avenida (Tomás Modesto Galán) .......................... 127
Fundación (Tony Raful) ......................................................... 128
El hombre deshabitado (Radhamés Reyes-Vásquez) ................. 129
[Aquí se ve y se nombra…] (Odalís Pérez) ................................ 130
Jeannette (Pedro Pablo Fernández) ......................................... 131
Sólo (Aquiles Julián) ............................................................... 133
Bosque sexual (Juan Alonzo) ................................................... 134
Andar ligero (Ángela Hernández)........................................... 136
Las babas del viudo (José Bobadilla) ........................................ 137
Milagro consumado (Luis Carvajal) ......................................... 138
Deseo (Tulio Cordero) ........................................................... 139
[Se sucumbe en el propio cuerpo] (Cayo Claudio Espinal) ......... 141
Tacto de dos (Miguel Antonio Jiménez) .................................. 143
Jazz (Armando Almánzar Botello) .......................................... 145
Amantes (Fernando Valerio Holguín) ..................................... 146
Espigas del deseo (Sally Rodríguez)........................................... 148
Bocetos eróticos y vacíos (Pedro José Gris) ................................. 149
Poema (César Augusto Zapata) .............................................. 151
Una mujer, un enigma (Rafael Hilario Medina) ...................... 152
Poema del desamor (Víctor Bidó) ............................................. 153
Eros y poiesis 11
La inquieta mano. la piel. la ansiosa piel (Ylonka Nacidit-Perdomo) .. 197
[Una estampida de infernales campanadas…] (Nan Chevalier) .. 198
[Hay la hembra con su lotería de gatos y navajas] (Pastor de Moya) ... 199
Espero tu nombre (Orlando Cordero) ..................................... 200
Monte de Venus (Basilio Belliard) ............................................ 202
[En el ojo la veo pasar y me escabullo] (Adrián Javier) ............... 203
Tres tiempos tus ojos (Bernardo Silfa Bor) ................................. 204
Haciendo el amor (Pedro Antonio Valdez) .............................. 206
[Y si vuelvo a mirarla a los ojos…] (Keiselim A. Montás) .......... 208
[Tu boca, tus manos, tu pecho, tu risa, tus caderas]
(Domingo Guerrero) ....................................................... 209
Adiós (Cruz María Dotel)...................................................... 210
Visión líquida (Valentín Amaro) ............................................ 212
Oda al arco de tu pecho (Ernesto Vantroy) ............................... 214
Apología del deseo (Karina Rieke) ............................................ 215
Una sombra en la escalera (Hermes de Paula) .......................... 217
[Desde el invierno pensarte…] (Flavio Ernesto Peña) ............... 220
[enjambre de mar que se viene en tus ojos] (Kary Alba Rocha Arias) .... 221
Volcana (Carlos Reyes) .......................................................... 222
Día veinticinco (segunda parte) (Farah Hallal) ........................ 223
Entiérrame ahora (Jael Uribe) ................................................ 224
Mordiendo la noche (Petra Saviñón) ........................................ 225
Poema sin tu nombre (Jesús Cordero) ...................................... 226
[Te quiero tocar el cuerpo y entrar] (Ariadna Vásquez) ............. 227
Doce estrofas para Giselle (Frank Báez) .................................... 229
Eros y poiesis 13
[Incendiaba luna y noche con todas sus palabras ese hombre]
(Angie Carolina Jiménez) ................................................. 268
La colisión de la carne (Jordan Hernández Durán) ................. 269
Segunda parte
DEL POEMA, EL POETA, LA POESÍA Y LA POÉTICA
Eros y poiesis 15
Iniciación al poema (Dionisio de Jesús) ................................... 327
Po(s)ética (Tomás Castro Burdiez)........................................... 328
Definición última de la poiésis (Jorge Piña) ............................. 329
Arte poética (José Mármol) .................................................... 330
Definición del cuerpo y de la lengua (Martha Rivera-Garrido) .... 331
Esa palabra única (César Sánchez Beras) ................................ 332
Oficio de poeta (Julio Adames) ............................................... 333
Desde la poesía (Claribel Díaz) ................................................ 334
Arte poética (Leopoldo Minaya) ............................................. 335
[No hay simulación ni maquillaje en el latido] (Rannel Báez) .... 336
Poetic art (José Alejandro Peña) .............................................. 337
La poesía es una montaña de la noche (Ylonka Nacidit-Perdomo) ... 338
Arte poética (Frank Martínez) ................................................ 339
La poesía habita en el oro de los cuervos (Basilio Belliard) .......... 341
Arte poética (Pedro Antonio Valdez) ....................................... 342
El poeta (Valentín Amaro)...................................................... 344
Arte poe(ró)tica (Sabino Torres) .............................................. 345
Poem (Homero Pumarol) ....................................................... 346
Poema en fuga (Karina Rieke) ................................................. 347
A los poetas (Albany Aquino) .................................................. 348
[bien, que así sea…] (Kary Alba Rocha Arias) ......................... 349
Ars (Carlos Reyes) .................................................................. 350
Lengua (Farah Hallal) ............................................................ 351
Ars poética (Frank Báez) ......................................................... 352
Eros y poiesis 17
18 Antología temática de la poesía dominicana
Introducción
Eros y poiesis 19
2
Eros y poiesis
Eros y poiesis 21
6
Nada más que decir aquí; que de aquí en adelante hablen los
poetas desde sus textos; y quien tenga ojos para leer y oídos para oír,
que lea, que oiga… que el tiempo apremia.
Eros y poiesis 23
24 Antología temática de la poesía dominicana
Prólogo
se habla de la nostalgia
en los papeles
(y
¿a dónde irán
lágrima y flujo
flor y pañuelo
carmín y perfume
postal y canción?)
(aquí o allá
se dice
Eros y poiesis 25
cuerpo / labios / lengua /
piel / dedos / sexo / deseo)
cuerpo, murmuran:
forma con que el alma
se gasta las horas
en desnudez enardecida
amor / amor
—se escucha—
(¿cuántas mentiras (tr)aviesas
y cuántas
verdades eternas pequeñas
se habrán escrito en tu estela?)
se habla de la lengua
suelta
soluble
solvente
silbando
sobre
piel
y postre
y papel
y se dice deseo:
sed de ser
cosquilleo de la hormiga
que busca sus migajas
razón para gastar(se)
la piel y el aliento
de boca en boca
y
encima
o
abajo
detrás
o por delante
sexo sísmico
se quiere / se cuenta:
la viva voz de la diva de la vulva vivaz
la fábula del fauno del falo febril
la historia
de la mar abierta
y el pez que se adentra
y nada
—¿será la nada
que nada?—
(¿hasta llegar a(l) ser?)
y
se dice
se escribe
se hace
o des-hace
el
amor
como si algo / alguien
Eros y poiesis 27
amara
como si el amor
fuera
este modo de gastar(se en) la palabra
signo
semen
sangre
surco
sur
susurro
y hoy
como ayer
escribir es amar
y amor es pensar (se)
en las delicias del jardín
mientras ruedan las horas
sobre el eje de la vida
y
amor
es
lodo
lira
lengua
y
luz
del ser
que (se) viene
y
en fin
la gente habla del amor
y amor es la coartada
para salvar
la esencia del tiempo en la nostalgia
(Orlando Muñoz)
Eros y poiesis 29
30 Antología temática de la poesía dominicana
Súplica
Eros y poiesis 31
Dolora
ÉL
Eros y poiesis 33
Quejas
Eros y poiesis 35
¡Ay! Que sin ti, bien mío,
mi espíritu cansado languidece
cual planta sin rocío,
y con sombras mi frente se oscurece,
y entre congoja tanta
mi corazón herido se quebranta.
Escúchame y perdona:
que ya mi labio enmudeciendo calla,
y el alma se abandona
con nuevo ardor a su febril batalla,
y débil mi suspiro
se pierde de las auras en el giro.
(Salomé Ureña)
Eros y poiesis 37
flor de poesía que esplende más lozana,
oculta en lo interior del alma herida,
tú el misterio profundo,
tú eres Dios y universo, alma del mundo!
Eros y poiesis 39
Subjetiva
Eros y poiesis 41
A ti... (criolla)
Eros y poiesis 43
Gólgota rosa
(Apolinar Perdomo)
Eros y poiesis 45
Pequeño nocturno
(Osvaldo Bazil)
(Federico Bermúdez)
Eros y poiesis 47
¡Mírame desde lejos!
(Altagracia Saviñón)
Eros y poiesis 49
Versos de amor y de misterio
Eros y poiesis 51
Sonriendo me diste
el conocimiento: aquel campo era mío.
Y besé tu agua, tus espigas y tus flores…
(Delia Weber)
Jorja:
Terca serpiente de la terca Alía,
que a Upilea reverbera de erotismo,
cuando Agio se promiscua en el abismo
de tus ojos de opio y de alegría.
Jorja:
Como a Gadamia la Glicera fría,
que mezcla levedad con sensualismo.
acrece Pakemone su onanismo
después de la abstinencia de su orgía.
Sí, Jorja:
Eres mefistofélica, narcótica.
espectone y sonámbula, hipnóptica
oriada de maldición y de impureza.
(Zacarías Espinal)
Eros y poiesis 53
He tenido una novia
La luz arranca
del albo cielo,
de tu tez blanca
de terciopelo.
Si algún aroma
lleva la brisa,
es el que toma
de tu sonrisa.
II
En mi alma brilla
cual férrea ley,
la luz sencilla
del Astro Rey,
cuando en tu boca
de fina grana,
la brisa loca
de la mañana,
con alegría,
con embeleso,
Eros y poiesis 55
te deja el beso
del alma mía.
IV
Mi vida empieza
sin aspereza
cuando el sol entra
por tu ventana,
cuando te encuentra
cada mañana
semidesnuda
sobre tu lecho,
y te saluda
de amor deshecho.
Sólo se alegra
la noche negra,
cuando tú ríes,
y, en el vergel
donde deslíes
gotas de miel,
entre alelíes
nace un clavel.
VIII
la brisa juega
con tus cabellos,
la luz en ellos
también se entrega
(Joaquín Balaguer)
Eros y poiesis 57
Magia de lo permanente
Eros y poiesis 59
el aire no era aire, sino una mariposa:
solo una mariposa con las alas tendidas.
Qué dolor el de no verte desfilando
como el perfil sonámbulo de un ala
entre los mansos árboles sin luna,
ni flotando en la noche única y sola,
como un ave perdida entre la bruma.
Sin embargo los dos íbamos juntos
sin que tu sombra
gritara por el frío de la palabra “nunca”
su agonía; sin que ninguna pena,
por el silencio mismo en que morías,
espigara una rosa de ternura
como vivo recuerdo de un alma que se iba.
Qué dolor el de no verte
entre estas muchas cosas que no eran:
las montañas, los nidos, las ranas y los peces,
la luna grande
mojada de canciones,
la tierra azul y la mañana verde.
Qué dolor el de no verte;
porque este era el instante
único y preciso de las nominaciones:
ya el viento sería viento; la violeta, violeta.
La mano de lo arcano ponía su etiqueta
sobre todas las cosas; ya íbamos a ser:
mujer, estrella o rosa.
Pero tú fuiste un atardecer.
¡Solo un atardecer!
Y yo, poeta.
II
III
IV
Eros y poiesis 61
Demasiado tarde
II
Te deseé
como un manjar,
como anhela el insomne el sueño y el sosiego,
como se aferra el loco de la frágil resbalosa raíz de la razón.
Eros y poiesis 63
Cita marinera con una mujer imaginaria
A red y a goletas.
(Pedro Mir)
Tú lo sabes,
a nadie le interesa que yo me sienta triste,
ni que tenga pesares,
ni angustias, ni alegrías...
Acaso no debiese escribir estos versos
que hablan de mí tan solo.
Mas qué importa, si en ellos
hay algo de tu vida, de tu sentir, y acaso,
sean tuyos más que míos,
porque tú los viviste antes que yo los diera ...
Mi corazón presiente
tu angustia y tu alegría,
y se llena de voces extrañas que le turban.
Acaso no vinieron de mí misma.
Las escuché tal vez mientras soñaba...
Pero son tuyas, tuyas,
hijas de tu emoción y tu tristeza,
son tus viejas palabras
hablando desde mí, desde mi alma...
Eros y poiesis 65
Pero, ya ves, diciéndolo, tú sientes
que es tu voz la que habla
y vives esta poesía que es tan simple
como la hoja, como la piedra, como el agua...
Eros y poiesis 67
Fulgores de sombra
(Manuel Valerio)
Prólogo
El poema
Eros y poiesis 69
Pero eras mía desde antes de que mis ojos fuesen míos
desde antes de que mis labios fuesen míos para tu nombre,
¿Qué puedes hacer? ¿Qué puede toda la luz contra tanta belleza
como lazo?
Recuerda que en el poema no hay amistad para la mujer.
Epílogo
Eros y poiesis 71
y yo amo la poesía. La amaba desde antes de decir: «Sea la luz».
Amar es preguntar y ver que todo continúa en su tiempo, amada.
Tu beso dice
te dice
es tu palabra más secreta.
Si busco tu beso es que amo
tu palabra
no dicha
ese arco iris sepultado en barro
lleno de tus colores
y temperaturas.
Callas
intacta
a la que el tiempo no altera ni transforma
perfecta a la orilla de ti misma
ventana por donde asciende tu elocuencia.
Eros y poiesis 73
para emitirte en nácar y rumores pequeños.
Callas porque te sabes
inviolada
porque estás
donde debes
contenida en el roce de un pie
en un susurro de labios y cabellos
en el costado con sueño que me esquiva
mientras la lámpara irradia sobre ti
como estrella doméstica.
Tumulto es el ayer
y el mañana se finge silencioso.
Sólo tú eres silencio verdadero
gravitación de este presente
que redondea el seno para que el amor tiemble
que afila el ala para que el vuelo se agazape.
(Manuel Rueda)
Eros y poiesis 75
No era nadie
No era nadie:
era el susurro
de tu voz en la rosa.
No era nadie
sino el rumor
de tu mirada de nieve.
No era nadie,
sólo el fulgor
de tu recuerdo en la ausencia.
Eros y poiesis 77
Amor
Eros y poiesis 79
Lo que más se parece al amor sobre la tierra
La culebra
Es lo que más se parece al amor
Sobre la Tierra.
Más que el manzano y aquellas hojas anchas,
Oscura, oscura, oscura,
Es la palabra amor
Cuando sabemos
Que una mujer nos suelda sus anillos.
La culebra
Es lo que más se parece al amor.
Cuando el amor husmea la ruta de los besos,
Serpea y se enrosca
En la madera de todos los olvidos.
Decir culebra y amor
Casi es lo mismo
Porque la culebra es lo que más se parece
Al amor sobre la tierra.
La noche, con los gemidos que amé profundamente, con los besos
ardidos en la maravillosa luz del verano que me brindara, con la
caricia vigorosa y completa que desnucó su altivez. La noche luce
demasiado pequeña ante el florecimiento de este cuerpo desnudo
que se me clava en la retina y pone en movimiento la voluptuosidad
de mis mundos interiores. ¡Qué tenues se escuchan las flautas que
gimen en la casa de Job! Las ovejas se vuelven de repente contra el
Eros y poiesis 81
joven pastor y le arrebatan el cayado. Todas las estaciones de la vida
se agolpan en la piel de la muchacha que duerme desnuda. El aire
huele a océano profundo, donde reposan las sirenas. ¡Ay de quien
besa una muchacha sin haber contemplado antes sus labios
temblorosos!
(Abelardo Vicioso)
Eros y poiesis 83
Cantos a Helena
Canto II
Eros y poiesis 85
La soledad del que ama
VI
Si de repente me escribieras
con un movimiento similar al de la caída
de una hoja extenuada de belleza,
te contestaría con asombro, con levedad
de pájaros en vuelo.
Eros y poiesis 87
Yo veo, en mi delirio, cartas tuyas,
las que vendrían después, mucho más tarde,
porque aún no he
dicho la palabra amor
a tu ademán correcto, ni he podido saber
si en ti, como en un vaso,
estará contenida un poco de mi sangre.
Eros y poiesis 89
Déjame entrar a ti con el rotundo
propósito de darme y conocerte.
(Nitín Troncoso)
Eros y poiesis 91
Poema 17
1
No se casa uno con quien quiere,
sino con quien puede.
2
El primer amor sigue rondando
la vida como un recuerdo imposible.
3
El amor a primera vista
es una coincidencia traicionera.
4
El amor prohibido es el de más alto
rendimiento orgánico.
(Diógenes Céspedes)
Eros y poiesis 93
Enamorada
(Jeannette Miller)
Eros y poiesis 95
Si te miro se encienden mis mundos interiores
(León David)
Eros y poiesis 97
Torre del deseo
Un tropel de esperanza
cambia la ruta del destino
Eros y poiesis 99
Un hilo imantado evade mi asiento
a ras de agua
a ras de fondo del océano
zarpó de la Isla
detonó en tierra firme
abrió de par en par la puerta de tu espíritu
sin previo aviso
sin saludar siquiera
sin anunciar el beso que sacude
y se hizo la advertencia necesaria:
prohíbeme decirte que te amo.
(Clodomiro Moquete)
Canto tu sueño
hasta quedarme inerme
Tiendes tu piel
y yo me torno caracol
para guardar tu instante
¡Desnúdame!
Voy a escuchar
y a quedarme quieta
sobre esta ola
Y así
entrarás furtivo
sin tocar la puerta
(Carmen Comprés)
La primera letra
trajo el aroma de la lluvia,
el resplandor de la niebla sobre una tarde de primavera.
La tercera
arrastró mudas certezas de placeres,
besos que hicieron palpitar al unísono nuestras ansias.
La cuarta letra
nació entre las piedras de un convento
que esperaron siglos solo para verte sonreír.
La última
colgó bajo la luz del sol y se meció en la brisa
mientras yo, en tu interior,
la descifraba.
(Juan Carlos Mieses)
(Enriquillo Sánchez)
Desnudo de mí
ahora el parque
es el único escenario
que poseo
Desnuda de ti
evades mis insinuaciones
te percibo
por las calles de toda la ciudad
Lleno de tu desnudez
vacío de tu voz
Un puente no será
el armazón enorme que visitamos
Será una nostalgia
Yo estaré desnudo de mí
en el parque más pequeño
mientras desafías con tu desnudez
todas las posibilidades
(Mateo Morrison)
Esther I.
Y fiestas de aguardar.
(Chiqui Vicioso)
(Enrique Eusebio)
Hermosa la noche
cuando te deslizas por entre la sábana
y arrugas la tela con ondulaciones
de tu cuerpo.
Un pájaro aletea cerca de la casa
y el viento, en los ventanales,
despierta dulce en nosotros.
Los árboles que están en los alrededores
susurran limpias oscuridades.
Amorosa, hasta sagrada,
la conjunción de las carnes
que en fuego arde, mientras afuera
la noche escapa sin escándalo.
Tú eres la flor
el día que sale de tu frente
cruzada de amarillos,
la mazorca de maíz ante las brisas
que bajan de Loma de Damajagua
a tu cara que ama mi ojo hambriento
(Ramón Saba)
(Rei Berroa)
Poema XV
Lo anterior a ti
fue el eco de
la sombra.
La página teñida de verde.
Sin nombre.
Lo anterior a tu nombre
fue la eclipsada superficie del deseo
la pisada sin ruido.
El muro.
Lo anterior a tu resplandor
fue el furor del azar
la luz prisionera.
La ilesa voz del silencio.
Lo después de ti
fuiste tú.
El esplendor.
La columna transparente.
La cumbre coronada.
IV
Soy feliz. Me cabe toda la dicha porque me cupo toda su piel. Siento
que ahora me expreso con su voz de guayaba, detenida por la incursión
de una zampoña tras otra, se hace visible una música desconocida.
II
(Soledad Álvarez)
Enriquillo Sánchez
(Carlos Rodríguez)
(Ofelia Berrido)
(Tony Raful)
(Radhamés Reyes-Vásquez)
Aquí se ve y se nombra
Luna sensual
escapulario
espectro
fórmula
hundimiento solitario
caída total
entrada religiosa al templo
permanencia y sol
Centro
Derramamiento
Clave nombre
El amor devora el tiempo
destruye el límite y sus polos
fija con su esperma las edades
La memoria entonces vuela
sacrifica su signo
oculta y desoculta su secreto
La danza sigue
Todo se derrama
se nombra
se devora
(Odalís Pérez)
(Aquiles Julián)
(Juan Alonzo)
(Ángela Hernández)
(José Bobadilla)
Dedos míos
tocan el halo azul
de tu forma
y tiemblan.
Es el dolor enhebrado
a mis huesos.
Es el hambre, la carencia
de un pan elemental
como el abrazo
o el aroma
de azahares en la noche.
Plexo interior
que palpita
por una voz furtiva
y muda que no cesa.
Ofrenda de unas manos
que han vuelto de tocar
el témpano y el ascua
y que ansían que alguien
(Tulio Cordero)
porque este Tiempo huye con nosotros hacia la carne hacia el vértigo
en la fuga
Beber lentamente
esta pócima oscura
dulce y letal
Espigas se agigantan
gritan llamándome
mientras bebo a sorbos
el instante
(Sally Rodríguez)
Él escogió la noche, como quien dice. Sabía que todos los cuerpos se
horizontaban, débiles y elementales, en cuotas y caricia. Le miré los
pies a la belleza para enseguida cerrar los ojos a la caravana. La quería,
se lo dijo casi llorando porque tantas veces habían querido los
hombres. “El misterio es que las cosas no se repiten. Pero ya no hay
misterio…y la repetición cayó sobre sí misma…” Deseó desear tocarla.
Deseó como todos los hombres, buscar sosiego en el vientre de otra
mujer que era esta. “La quería: Sépanlo”. Le interrogó la cintura
Apacible e impiadoso,
vuelto de la nada por la indiferencia
y bajo el acoso respirar sin importar
el caudaloso viento del horizonte.
indolente en la caricia.
Sobre el cuerpo la destrucción,
arde sobre la urna:
caravana de hueso en el cielo sin luz.
Parto, Insular,
sobre nubes oscuras,
puerta abierta y ladeada.
Sobre un faro se erigen
unas manos cansadas de dar,
un labio seco y agrietado
oriundo del amor abandonado.
¿Dónde el misterio?
¿Dar o recibir?
(Víctor Bidó)
(Plinio Chahín)
(Amable Mejía)
Temblor de espera
Sed de serafines y palomas ahogando este cielo de miedos y retumbos.
(Joel Almonó)
Hablo de sed
cuando pienso en tus labios…
De momentos guardados
en pliegues de mis párpados
que reviven en ti pupila adentro
y existen otra vez como revive
un cuerpo consagrado.
No era la carne.
Eran más que tendón y fibra tensa,
fusión de plenitud,
No era la carne.
Eran ríos descubiertos
fluyendo hacia el encuentro
–ya cóncavos, convexos–,
a lo interno abocados,
y aquella habitación
–penumbra iluminada–
de tu fuego en mi fuego
con esa sed saciada.
(Leibi Ng)
Se besan
a priori
a dentelladas,
sin descanso ni redención posibles.
Con susurros y gritos se esquivan
se declaran su amor
se enfrentan
se reencuentran se laceran
estrujan el instante.
Se engañan
se traicionan fugaces en la tarde
corren juntos hacia la derrota.
Culpables los amantes olvidan
se perdonan los agravios buscan la condena el acaso
el fracaso la salvación
alguna certeza en el bosque perdido de la duda
de la ausencia, del no ser.
(Camelia Michel)
Déjame mundo,
mujer, déjame aire,
quiero seguir viviendo después de haberte amado,
para trenzarme a ti de nuevo y subir hasta nosotros.
Suelta mis ojos, mirada, ven,
déjame verte luego.
Vierte ahora tu locura sobre mí.
Tu vaso estallará en lo lleno de mi vaso,
pues de amarte ya estoy
con la piel llena de urgencias:
en prisión de amor, no hay desvarío.
(G. C. Manuel)
(José Mármol)
carne
(vivir el poema es transitarlo)
hueso
Yo estaba sentada una mañana sobre la
hierba de mi pubertad cuando descubrí
un sol oscuro que me mojaba las piernas
y comprendí el paso de una paloma salada
que agitaba sus alas sobre el tiempo
verde de los deseos nocturnos
poblados de
Si hacen un trecho largo las palabras
y las conviertes en algo
de carne y hueso
medios gritos geométricos y espectáculos
de luces difamadas y entonces te apareciste
en el medio de mis oraciones y las
barquillas de fresas que nunca llegaron
a derretirse realmente y eras un reflujo
de algo muy lejano que desabotonaría mis tardes
agitando los brazos,
destapando los labios
y que al fin ha descubierto de acentos
(Martha Rivera-Garrido)
Ojos de carne
nada donde pastó la vigilia
y se prolongó el diccionario.
Zurda la mano
subraya unos versos
que come el tiempo.
La pared es un charco
donde se ahueca lo perverso
y el griego bebe la cicuta.
Beber la locura
escribir lo inaudible
ha sido el sueño de los poetas.
La página en blanco
es una tentación
bajo la punta del lápiz.
(Isael Pérez)
(Félix Betances)
Tú
distante y desnuda
Yo
en el vórtice nocturno de los sueños
donde hay
insomnio y desvelo
tropel de cansancio
alud de recuerdos
(Héctor Gerardo)
12
26
(Gerardo Castillo)
(Claribel Díaz)
(José Acosta)
De mañanita llegó
Se metió en la cama
Su existencia lloraba desconsolada entre los muslos
Gemía
Temblaba
La saliva era cáliz derramado en su cintura
En su tercer ojo
Enrojeció al besarla
Su carne viva olía a humedad calcinada en el éxtasis
Las cortinas danzaban en las ventanas
Abiertas
Anchas
Blancas
Gritos silenciosos
Dolor de felicidad que en la cama se expandía
Todo daba sin esperar respuesta
Se dejaba llevar por los extraños pasos
Mordida
Bañada
Tendida al placer
(Yrene Santos)
(Fernando Cabrera)
y canícula lunar
que es lobo de los dos
falanges convertidas en sargazos:
un marco artificial
y un mapa de pantanos
bosquejados para ser la cal del cosmos
Amorfo el cuerpo
—sin divisiones entre los senos y el pubis—
las estructuras de los brazos
parecen descansar.
Un dedo ha de venir a penetrarle.
(Marianela Medrano)
(Omar Messón)
(Ylonka Nacidit-Perdomo)
(Nan Chevalier)
(Pastor de Moya)
(Orlando Cordero)
(Basilio Belliard)
soy el ventero
aquel alado unicornio que bulle y vive en su voz
no estoy aquí ni allá solo en lo oscuro
en su paso trashumante de vestigio
que es senda inaccesible
ansia perdida y desazón en cruz
(Adrián Javier)
Todo mira
los tiempos juegan a las tardes azules
dibujadas en hojas agoreras
todo surge en la espesura de los dedos
todo es memoria del beso
los tiempos miran al espejo
y rinden sus cromáticos anaqueles al silencio
tres tiempos son tus ojos
redención de lo lúdico que duermo
tres vertientes que se redimen
en los tiempos de mi cuerpo
ayer desalado
vuelo rozando el hoy desorbitado que me habita
tus ojos
infinito recorrido del fuego
tus ojos
mañana desnuda surcando el rito del sexo
peces descamados en los fueros
sorbiendo las burbujas de polvo
que hoy respira el alba de mi asombro
todo silencia
alcanzo el mutismo de los huesos
El amor
estuvo sin hacerse
desde la chispa
que lanzó de un tiro la existencia.
Tus manos, que aún ocultan para mis sombras los senderos que
avanzan hacia la raíz de los metales que guardan su fulgor vital entre
las piedras.
Tu risa, fisura que vierte el agua, el éter donde sacian los dioses eternos
y antiguos, su sed de magia y alegrías. Tórrido espejo repetido en el
fondo de los ríos que fluyen eléctricos y claros fecundando la vida en
su pasado infinito.
(Domingo Guerrero)
y rozarla
por cada pedazo de piel que le queden huellas
y olvidarnos
El mundo cambia
si dos se miran y se reconocen
Octavio Paz
Desnuda. Sola
de sal ebria angosto caracol
extendida, abierta la arena
en la sangre una locura
una espuma yendo, viniendo
abriéndose dos portales
opuestos, desafiantes los pechos al cielo
un presagio, una luna meciéndose
un presagio, un errante descendiendo
(Valentín Amaro)
En la luz
nacida de tu pecho
vierto mis palabras
cuando el arcoíris me baña
y me empuja a la infancia.
¡Compañera,
amo los arcos continuos de tu pecho
cuando el color de madura espiga
prende los arrozales de otoño!
Tu pecho de pan,
alimento de mi infancia,
carne de virtud y leche de abril,
amo tu pecho porque hasta sus arcos
van mis labios
a buscar el rumor de la pureza,
tu pecho
de gemelas lunas llenas
donde ilumino mis noches
cuando canto en el silencio tu recuerdo.
(Ernesto Vantroy)
Apréndeme de nuevo
Que quiero escasear mis agitados dedos
Que quiero salvar mis ruinas y colocar en ellas
Ángeles mansos
Frágiles
(Karina Rieke)
Un recuerdo mudo
donde el silencio fecunda las voces
y controla las palabras fundidas en los gritos.
Si yo no tuviera tu sombra
[si yo no tuviera tu cuerpo]
si yo no tuviera tu piel suavizando mis labios
que sería de ti en lo oscuro.
(Hermes de Paula)
II
clámide roja tus labios febriles de sal en el agua parida del beso
Besando tu cráter
me arde el magma
en los costados.
He ascendido desde la falda
de tu estatura irresistible.
Tus erupciones no intimidan
mis ansias de besar
tu boca de fuego.
Arroja tu lava
y quema hasta mi aliento
que quiero morir
abrasado en tu braveza.
(Carlos Reyes)
Una boca sabe cantar canciones de cuna, pero aún no abre la puerta
de las despedidas. Dice adiós como se pronuncia a lo mejor regresas:
boca bebe-tiempo, boca que besa la punta de su horizonte cilíndrico,
boca que besa los sapos de los cuentos a sabiendas de que son sapos y
punto. Ninguna expectativa para la boca. Ponche de infancia: café
cantando el frío de toda una década. Labios inferiores envueltos en
la pócima de una lengua. A veces muda en el tiempo y por el tiempo.
A veces seca como un púlpito católico donde todos oyen misa y no
hacen caso a ningún ruego. A veces pura y simple como alguien del
púlpito católico, recordando lo que dijo y aquello que olvidó decir.
¡Ay labios superiores cuando quien amas te besa! ¡Ay canción de
cuna, suspiro erótico, todo entretejido con su propio ritmo! Boca
mansa o trastornada con el ritmo de la vida. Boca: cavidad violenta
que lame, chupa, bebe, canta y sabe pedir lo que desea. Boca, abre
tu penumbra como piernas abiertas cantando al amor.
(Farah Hallal)
Entiérrame en tu memoria
donde la herida no besa
y la humedad de tu boca no escampa.
Ahora que soy nombre en tus agendas,
suspiro de palabra anunciada.
Un pedazo de carne en la piel de tu sombra.
Un capricho mordido en jactancia.
Entiérrame ahora que está fresco tu olvido,
para renacer intacto entre los pliegues de tus sienes,
en la brevedad de tu historia.
(Jael Uribe)
(Jesús Cordero)
(Ariadna Vásquez)
Te busqué, mi amor,
de esa manera en que Aristófanes
comenta que se buscan las dos mitades
en uno de los diálogos de Platón.
(Frank Báez)
(Rosa Silverio)
(Deidamia Galán)
¡Puéblame toda!
Hasta la raíz de mis pudores más antiguos
sin razones
(Rossalinna Benjamin)
Miro al hombre
y lo descubro hermoso
bajo la luz agotada
de la lámpara.
Dibujo su rostro
con la palma de mi mano
pero la respiración
que traspasa los barrotes
lo somete. Aun así, me toca.
Miro la cuna
y su silencio
traslada mi mano
a otros lugares
infinitamente apetecibles.
La niña grita.
Miro la cuna
y ya.
(Kianny N. Antigua)
(Argénida Romero)
No puedo comprender
Que sea buen momento para re-comenzar
en esta luna creciente de octubre
solitaria como mi promesa de olvidar todo pasado
(Sheilly Núñez)
(Ysabel Florentino)
Lazo de piel
que se anuda hasta ajustarse
encuentro enmarañado
de la savia derretida
Recorrido insaciable
de manos que esculpen la carne
rostros perdidos
miradas de furia
impacto inadvertido de los pliegues
ganas de romper
lo que aún no se ha roto
y miedo de perder
lo que aún no termina
La piel
al encontrarse con más piel
resbala
(Érika Bueno)
(Duleidys Rodríguez)
A Ena
(Danilo Rodríguez)
Criatura de mi egoísmo.
Presencia sin tacto como el sueño.
Cristal vestido de luz, como un diamante
ante los ojos de la vanidad.
Así eres tú desde mí y hacia todas partes.
Cómo vivir con tu ausencia en el espejo,
Narciso de mí mismo sin mi reflejo en el tiempo
y la imagen de la luz imposibilitada de mentir.
Ante mis ojos, incomprendida y transparente como un dios,
la posibilidad de seguir sufriendo,
de poder besarnos en la luz de cualquier día
y perdernos hacia la sombra de la plenitud.
Criatura siempre mía, como todo lo que se ama alguna vez.
Te encuentro perdida, esbozo de memoria,
como muerta ya de ausencia y sin ti desde entonces.
Me duele no matarte con lo letal de mi fuego.
Me duele no tocarte ni el silencio.
A veces te sospecho dolor de besos ya cenizas
y como sólo a ti confío mi muerte, no quiero morir.
Prefiero la incertidumbre de extrañarte sin respuestas,
como te extraño en domingo de mañana,
cuando sé que la muerte del día va adquiriendo tu perfume.
(Fernando Berroa)
(Jennet Tineo)
(Natacha Batlle)
Por eso,
algunos domingos,
nos tiemblan los labios
al pronunciar el nombre impávido
de alguien que somos y no está.
Por eso,
en la metástasis de la soledad,
(Reyna Mendoza)
(Lorenzo Amparo)
Descalza
Pisas el dolor
Descalza
Te quiero
Sin zapatos
Solo con tu piel sobre mi tierra
Te quiero
Pisando la tormenta
Debajo de mi techo
II
El día avanza
Pero la noche se hace lenta
En llegar
Yo busco tu voz
En el horizonte perdido
Del camino
Yo viajo para dentro
De mí mismo
A ver si te encuentro
En el fondo de mis sueños
A ver si me has dejado
Algún recuerdo
Yo viajo para dentro
De mí mismo.
(Isis Aquino)
Desnudarte
desplegarte
dislocarte
beber agua amarga
del pozo dulce
sangrarte
secretarte
salvarte
chamuscarnos
chuparnos
chorrearnos
de lava blanca bañarnos
(Federico Bermúdez)
Ya puede enmudecer
el poema
verbalista
de ayer
y de hoy,
limitado en las lenguas;
apagarse
sus fosforescencias seculares...
y nada se ha perdido.
Ya vendrá el de la nueva poesía,
la del cambio futuro,
virginal,
sustantiva y mesiánica,
la del alba espacial,
universal sin traductores.
(Rubén Suro)
(Manuel Rueda)
Mi lengua es la palabra
y la palabra, mi sangre.
Mi sangre está en mi voz
como si fuera el canto de la carne.
Vive en mí la palabra, soñadora;
igual mi corazón que sólo late
para hacerse verdad del pensamiento.
Por mi pensar yo sé que todo cabe
en el extenso ámbito de mi alma,
y, porque pienso soy, con mi lenguaje:
la patria de mi amor.
¡Mi propia eternidad inexorable!
(Víctor Villegas)
(Diógenes Céspedes)
Manotazo invisible.
Descuelga el recuerdo un antiguo refrán:
“Yerba mala nunca muere.”
Descansa y advierte
que lo que hace es eco visible de anteriores esfuerzos,
y que pese al estival abrazo del día
no es ese su espacio definitivo,
tierra que puede amorosamente nombrar
suya, sin embargo, cuida su jardín,
corta el césped.
Poeta,
Del árbol no me hables.
Ponlo a reverdecer frente a mis ojos;
No me cuentes la historia de la piedra,
Dame su mudo nombre,
Su endurecida voz de tiempo sin orillas.
No me digas, poeta,
Lo que los ojos ven,
Lo que escucha el oído,
Lo que la mano toca...
No me hables, poeta,
Del amor, de la dicha, del odio
(León David)
El poema es un pez.
Sumergido primero
por azules profundos,
baja hasta el fondo, baja
hasta el origen mismo
de la nada y del cero.
Allí esculpe moradas
con élitros y erizos
y forma nuevas ondas
enemigas de todo.
(Pedro Vergés)
La insurrección
es una de las propiedades del poeta.
(Enriquillo Sánchez)
(Mateo Morrison)
(Chiqui Vicioso)
Utiliza la poesía.
Me dijo Jack Kerouac una tarde gris, cuando lo trajo a casa un amigo
posesionado de sus meditaciones rugientes.
Utiliza la poesía.
Para qué carajo vas a usar la prosa si tienes la poesía.
Abandona los presagios que te agrietan la psiquis.
Un teléfono no moviliza tus instintos gregarios.
Pégate al auricular de tus deseos.
Obsesiónate con tus caminos encandilados de promesas licuadas.
Utiliza la poesía
Déjate matar de un verso, aunque se perfile un fuego salvaje en tu
cuerpo
Nadie te va a dar respuestas de nada.
Deja que la prosa se escabulla hacia la puerta negra de tus lágrimas.
No te jodas la vida.
Utiliza la poesía
Y calla.
el cataplún de la rima.
Deslirizada,
desacralizada retórica,
sorpréndeme el poema.
Robusto como un sol, caído del verano.
No me sostuvo el amor:
alborozado aleteo en la jaula abierta del pecho,
misterio la revelación rayo el tormento
que derriba y quema.
Tampoco el odio que una noche inoculó en el alma
el asesino del amigo,
ni siquiera Dios o su anverso la fe
que desde siglos ha movido ejércitos como montañas.
Una y otra vez solo el vislumbre
destello de tu presencia
Sólo tú me salvas, poesía.
(Soledad Álvarez)
Todo se inicia
El verbo regenera
eres la aventura
Visión especular
Deseo
(Odalís Pérez)
(Aquiles Julián)
II
III
Soy el hierofante
el domador de los vientos.
Yo soy el poema de las palabras torrenciales.
En mis manos se anida el polen
Silvestre de tu risa.
IV
(Julio Cuevas)
(Leibi Ng)
Sólo en la soledad
ser uno es un mandato inapelable.
Ninguna posesión puede lastrar la marcha hacia los otros.
La meta, los pasos, el camino
son el fondo y la forma de la idea.
(Luis Carvajal)
(Miriam Ventura)
(Camelia Michel)
Víctor Villegas
No sé si la remota sed
del misterio del fuego entre las venas
o el pálido aullido de la muerte
–suspendida espiral del tenebroso grito–
son los únicos motivos de su canto
pero bajo la profunda noche inmensa
taciturno
paso a paso
va enlazando vagos símbolos
tiempo memoria nada
mientras su corazón confiesa
al tímpano del agua
o a la fugaz vanidad de la piedra
los pequeños secretos
que el mar
–compañero de infancia–
desde la eternidad
le ha revelado
mas sobre la tierra está solo
(Dionisio de Jesús)
Bebe de la fuente
mas no seas su espejismo
sé —al menos—
otra fuente.
(Jorge Piña)
La lengua es un ojo
Wallace Stevens
(Martha Rivera-Garrido)
(Julio Adames)
Desde la poesía,
la vida te atraviesa con madejas,
con hilos de espera.
Con sustancias de noche,
te puebla de prisas,
de moldes paralelos a la distancia,
de ausencias que no anteceden despedidas.
Desde la vida,
la poesía te absorbe sin palabras,
te promete cierto, total, absoluto.
Innombrable,
eres el nombre.
(Claribel Díaz)
(Leopoldo Minaya)
(Rannel Báez)
[un ave lee sobre los cuerpos la existencia de un puerto. busco una
línea de horas. un modo exacto de valor. un texto. un diccionario de
objetos. postales de calles. arcoíris de rosas. un árbol gris en tierra
baldía para re-comenzar en soledad el presente del futuro. las infinitas
variantes del tiempo cuando las flores dormidas en apariencia saltan
sobre la esfera. sobre la nueva esfera que en torno a sí misma es
relámpago. murciélago en la noche con súbitos objetos. una línea
arrancada del «nosotros». irradiadora luz al espacio en movimiento.
(Ylonka Nacidit-Perdomo)
(Frank Martínez)
Las letras son semillas; jugos de los signos: raíz de los símbolos. El
cuerpo es un número. Medida de todas las cosas. Reunión de espacios
que convergen en el aire de la página vacía. Tejido de transparencia
que fluye y su eco vertiginoso se refleja en un cristal marino.
Condensación de la claridad que se dispersa en células. La poesía
busca el sentido en simultánea perspectiva. Translúcida y muda, la
poesía traza el camino del río, cuyas corrientes y campos magnéticos
se metamorfosean, y configuran números de oro y letras volátiles.
Asamblea de signos y bosques de espacio, la poesía habita en el oro
de los cuervos.
(Basilio Belliard)
Gris y descalzo
el poeta arma su hendidura
se busca en su infancia
—patria de la que nunca ha logrado
escapar—
disperso en imágenes
y desgarrado
en el tedio de las horas
(Valentín Amaro)
Sí-labee su cuerpo-grafía
saboree cada verso de su boca
una a una repare en las húmedas grutas
recorra los hospitalarios accidentes.
Compare sus símiles senos
ponga sus mejores acentos
los puntos sobre las íes
desnuda será la metáfora del amor.
Llene la habitación de fonemas
desfallezca de interjecciones
conforme la danza
aumente el sincopado ritmo
el trocaico
el de pies quebrados
y antes del punto postrero
envuelto en su doble aliento
en un milagro ordinario de amor
semánticamente, aflorará el poema.
(Sabino Torres)
Papá dijo
si vas a leer
tus poemas en público
y encima te van a pagar
cómprate una camisa blanca
mangas largas
y cuando termines
cobra y desaparece
procura emborracharte
lejos de quien escuche
tus versos
no vayan a creer que la poesía
tiene algo que ver contigo.
(Homero Pumarol)
El poema me sigue
Tentadoramente convida mis movimientos a la fuga
Me transforma en vidente de sus pasos
Efigie retentiva de los míos
(Karina Rieke)
Hermano Poeta:
si algún consejo he de darte
es que procures en cuanto puedas
situarte fuera de la ley.
(Albany Aquino)
un show de MTV
o la mosca sagrada modelando en la Duarte
riendo con Bush de los lerdos lectores que lamen sus pasos
detritus y sorna
así se hace el poema
aprendamos
(Kary Alba Rocha Arias)
He archivado tu rito
ahora
te parece poca la hoguera
para exiliar las pestañas
donde fornican los grafemas.
El arma se anuncia con vivo festejo
pero hacia tu puño
blande una jauría de plumas
su costado prehistórico.
(Carlos Reyes)
Orlando Cordero
(Farah Hallal)
(Frank Báez)
(Rosa Silverio)
la noche es un puente
de saliva en receso
donde conversa el poeta sin manos
frente al poema
(José Carvajal)
(Rossalinna Benjamin)
La verdadera poesía
pare poesía
engendra poesía
siembra y cosecha desde los ojos
desde los oídos
desde el corazón
cuando se posa en otros labios
germinando otros mundos
provocando otras voces
es un eco que se multiplica
en progresivo ascenso al cielo
(Jennet Tineo)
(Fernando Berroa)
ya lo sabemos…
todo ha sido dicho
por eso queda tanto por decir
(y esto también alguien lo dijo)
el caso es que
los poemas
a fin de cuentas
se escriben
mal o bien
con gracia o sin ella
los poemas
y los antipoemas
se escriben
y se leen
se componen
y
se
des
componen
los poemas
se leen
se ladran
se rumian
se recitan
se interpretan
se memorizan
y se olvidan
se sabe de algunos
que son capaces de hilvanar
decenas de metáforas
en un poema
y exhibir su hazaña
orondos
satisfechos
y organizar la consagración de sí mismos
se sabe de adolescentes
ingrávidos
que inhalan o soplan palabras
de colores
y se inflan o flotan
en el humo de la nada
de poetas
que se derraman en la página
y mueren ahogados
en sus propias excreciones
se sabe
de críticos
e intelectuales
bastante aplicados al medir
versos y versos
durante horas
hasta que todos se ajusten a un patrón
tanto por tanto
sin gracia
y
en
fin
que
en nombre de las musas
hay de todo
y para todos
en la viña-villa del señor
mientras tanto
damas y caballeros
el poema es el instante
lo dicho y la desdicha
el sujeto
la mercancía
la carne putrefacta
el escupitajo
el espejo
lo invisible
y la poesía
–como diría un poeta–
(ah
la poesía
–como otro poeta
no diría–)
es
luz y misterio del ser
no se compra
ni se vende
ni se presta
ni se alquila
ni se apuesta
ni se gana
ni se pierde
ni se puede secuestrar
la poesía
no viene ni va
y
en fin
señoras y señores
que es más que obvio
que por cada Rosa de Rilke
o Mieses Burgos
hay una Hoja de Parra
o Gómez Rosa
y por cada poema
algún antipoema
servido al tiempo
y sin tiempo
(para comer aquí
o –si así lo quieren– también para llevar).
(Orlando Muñoz)
Otras fuentes