la ‘Masonería Artificial’?
El concepto de inteligencia viene siendo ampliamente debatido desde diferentes ámbitos y su
evolución conceptual no ha dejado de generar diferentes sin sabores en muchos estudiosos
del tema al punto que pasamos de tener una sola inteligencia a tener múltiples inteligencias.
Podríamos considerar que la expresión inteligencia artificial surge del planteamiento del
matemático Alan Turing acerca de si las máquinas pueden pensar. En su momento no pasó
de ser más que una discusión filosófica, tal vez, soportada con algunos experimentos más
teóricos que prácticos. No obstante, desde la antigüedad ya se habían planteado diferentes
problemas y soluciones, que desde un enfoque actual podrían considerarse problemas y
soluciones que son abordados desde la perspectiva del campo de la inteligencia artificial. Así,
la inteligencia artificial pasó de ser una pregunta retórica a ser todo un campo de desarrollo de
la ingeniería de nuestros días con sus propias teorías, conceptos (muchos de ellos
homologados desde el mundo biomédico) e infinidad de aplicaciones que son tan solo
limitados por la inteligencia misma.
Desde un punto de vista un poco más práctico, la inteligencia artificial busca, a través de
diferentes algoritmos, esto es, líneas de código programadas en un computador (cerebro),
emular de alguna forma el comportamiento humano o al menos la forma cómo éste puede
responder ante ciertos estímulos percibidos del ambiente y del entorno. Para ello se definen
bases de conocimiento, árboles de decisión, segmentos de código (llamados funciones) que
interactúan a través de diferentes parámetros y resultados con otras funciones
haciendo sinapsis y generando resultados que pueden ser iterados, comparados, depurados,
etc. hasta encontrar una respuesta o solución óptima.