INTRODUCCIÓN:
Buenos días compañeros, en este trabajo presentado por el equipo n° 3,
hablaremos sobre cómo es que el hombre en la antigua Roma podía disfrutar o
tener una utilidad de todo aquello que le pertenecía. Partiremos con breves
conceptos sobre términos comúnmente usados en esa época para así ir conociendo
todo lo que una persona podía hacer con todo aquello que le pertenecía.
Las Cosas.
Para empezar, todo aquello que le podía producir una utilidad al hombre, se le
denominaba como “cosa”. Como por ejemplo, una casa, un árbol o un esclavo entre
otras.
Así mismo, dentro de este sencillo concepto que engloba múltiples tipos de cosas
las cuales podían no estar dentro del comercio como el mar, el aire o todas las cosas
denominadas sagradas como estatuas o iglesias.
Las cosas que se encontraban dentro del comercio también tenían múltiples
clasificaciones dentro de ellas, entre las que encontramos las siguientes:
o Cosas corporales e incorporales: Las cosas corporales eran todas aquellas
que podían sentirse, mientras que las incorporales no podían sentirse.
o Cosas divisibles e indivisibles: Las cosas divisibles hacen referencia a
aquellas cosas que no perdían su valor como un terreno y las cosas
indivisibles son todas aquellas que al momento de dividirse pierden gran
parte de su valor.
o Cosas muebles e inmuebles: que son aquellas cosas que una persona puede
mover y aquellas que no se pueden moverse de un lugar a otro,
respectivamente; como una silla y una casa.
Ahora que ya conocimos el concepto de “cosa” y gran parte de lo que englobaba
para los romanos, pasaremos al siguiente tema.
LAS OBLIGACIONES
Una obligación es la relación jurídica entre dos partes, una denominada como
“deudora” y otra como “acreedora”, en la cual la parte deudora debe cumplir con lo
solicitado por la parte acreedora.
Las obligaciones cuentan con dos elementos, los sujetos y los objetos. Dentro de
los sujetos encontramos a la parte activa (que es la que cuenta con el derecho de
exigir el cumplimiento de una obligación) y la parte pasiva (que es la quien tiene que
cumplir con su obligación) mientras que los objetos hacen referencia a la conducta
que el deudor presenta con el acreedor, es decir, la forma en como cumple con su
obligación.
Las obligaciones se clasifican según los sujetos y los objetos.
Se clasifican según los sujetos de la siguiente manera:
1.- Obligaciones ambulatorias: Son las obligaciones en las que el acreedor, deudor
o ambos no están definidas al momento de constituirse la obligación.
2.- Obligaciones mancomunadas o parciarias: Se llaman así a las obligaciones que
tienen varios acreedores o deudores y, en las que cada uno, puede exigir y cumplir
su derecho u obligación respectivamente.
3.- Obligaciones correales o solidarias: Hay una obligación correal entre deudores
cuando varios responden conjuntamente. El pago efectuado por uno de los
deudores extingue la obligación y libera a los demás. A diferencia de la obligación
mancomunada, cada acreedor tiene derecho al crédito integro o cada deudor debe
pagar la deuda en su totalidad.
Las fuentes de las obligaciones son todos los actos que dan origen a una obligación
jurídica en la que dos personas quedan en situación de deudor y acreedor. Existen
múltiples fuentes que dan origen a una obligación, entre las principales y más
comunes en el día a día tenemos las siguientes:
Ahora que ya sabemos lo que conlleva una obligación y cómo es que surge,
hablaremos sobre las distintas formas en cómo actúan las obligaciones, las cuales
son las siguientes:
1.- Mora: Es el retraso intencionado en el cumplimiento de una obligación.
Generalmente ocurre cuando el deudor no cumple en tiempo y forma con la
obligación pactada.
2.- Dolo: Existe dolo cuando el deudor no cumple con su obligación de manera
voluntaria. El dolo puede ser un acto o una omisión, la intención de haber hecho
dicho acto y que este tenga un perjuicio para el acreedor.
4.- Caso fortuito: El caso fortuito es cuando el suceso que impide el cumplimiento
de la obligación no era previsible, pero, de haberse podido evitar, se habría evitado.
Hasta este punto ya conocemos los derechos y obligaciones que, tanto una persona
como una cosa, pueden generar. Pero, ¿qué pasa con todas las pertenencias de
una persona cuando esta muere? La sucesión comprende los bienes, derechos y
obligaciones que no se extinguen por la muerte.
SUCESIÓN.
La sucesión determina el destino de las titularidades y relaciones jurídicas tanto activas como
pasivas de una persona después de su muerte.