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EGO

y
las limitaciones evolutivas e intelectuales de la
Especie Humana.

Análisis sobre el conformismo causado por la Mente prisionera


del Egocentrismo del ser humano en sociedad, las limitaciones de
la evolución, las malas interpretaciones del ser humano como ser
evolucionado de la escala más alta de los seres vivos y las
dificultades causadas por la deformación de la interpretación
como especie, los obstáculos conscientes e inconscientes a los que
son sometidas las diferentes sociedades por las alucinaciones y
excusas creadas por el Ego.
Desde el momento en que nos dimos cuenta que éramos “únicos” en esta pequeña
porción de existencia humana,
nos condenamos a desaparecer desapercibidos en el inmerso mar de la evolución.
Jorge C. Dell’Arciprete
Las cosas no tienen que ser así sólo porque sí

En el momento en que nacemos, y tal vez desde la concepción, entramos a un grupo social,
que, por razones obvias, se convierte en la cuna, que para cada uno de nosotros deriva en
nuestra formación inicial de lo que percibimos de la realidad.
Al encontrarnos limitados por carecer de libertad de escoger nuestro propio origen, muchos
de nosotros adoptamos la percepción de la realidad que nos rodea y la interacción personal
de nosotros con ella.
La ciencia y el conocimiento ha evolucionado ligada a dos factores limitantes que nos impide
y hace casi imposible la interpretación de quienes somos, al menos de las maneras más
adecuadas, y cuál es nuestra función en el ambiente en que nos desempeñamos.
Somos una sociedad dual
Uno de los factores es que, en este corto periodo de historia que se reconoce a la raza
humana como tal, hemos evolucionada claramente en dos sentidos o polos en general:
masculino y femenino.
Claramente el modelo masculino fue el que tomó el control, siendo autoridad sobre el otro
modelo, impulsando al ser humana bajo estas condiciones a evolucionar en los parámetros
machistas de una sociedad dual, anulando en un sentido, la otra parte fundamental de la
especie.
Imaginemos por un momento lo absurdo de la evolución machista, es claro que la
ignorancia de ambas partes, han causado que una especie completa, que es considerada
por sí misma “superior a todas las otras”, haya vivido sólo bajo los parámetros de una de
sus dos partes fundamentales, relegando a la otra hasta las últimas y más recientes épocas;
siendo tan reciente éste relego del que hablamos, que aún hoy, el cambio de paradigma
que habilita la fundamental parte femenina, ni siquiera está concebido como una remota
posibilidad en otra parte de éste gran pequeño mundo en el que habitamos.
Pensemos pues un poco más; podemos imaginar que las cosas fueron de esta manera por
el sólo hecho que así se dieron las situaciones evolutivas y que somos una mera coincidencia
en este corto periodo de la edad de la tierra. En sí, pasó lo que pasó, sólo porque sí.
Pero, no necesariamente, los seres humanos evolucionamos con la necesidad de
sociabilizar, características naturales en los seres vivos, también la de fijar jerarquías, otro
rasgo que destaca a los seres vivos, pero con un Ego que nos acompaña constantemente,
tal vez por conservación, por egoísmo o por imperfección, no lo sabemos, porque no
tenemos aún capacidad de entender la increíble e insignificante chispa de existencia de lo
que somos como especie.
Aún así, evolucionamos por la mayor parte del tiempo, en una sociedad Machista o
patriarcal. Se cree que pasamos de ser regidos por la luna que acompañaba a los cazadores
en las noches, la que coincidía con el periodo menstrual de la mujer; a una sociedad que
evolucionó en una agrícola, regida por el Sol; la mujer perdió protagonismo jerárquico y el
hombre paso por los primeros cambios de algunos de los primeros paradigmas a una
sociedad gobernada por el patriarcado.
Sociedad Ego Machista
Sin embargo, cómo estaremos hablando de otros asuntos más a nivel “psicológico estático
evolutivo” como ser el Ego, diremos que no fue una sociedad gobernada por el hombre
como se menciona o suele mencionar, sino que fue gobernada y regida por los machos de
la especie.
Tal situación pudo verse potenciada por los avances o consecuencias de cultivar la tierra,
los grupos humanos dejaron de deambular de un lugar a otro, dejaron de ser nómades,
apareciendo los primeros asentamientos, que derivaron en aldeas organizadas, primeras
sociedades precarias que se fueron haciendo complejas bajo el mismo paradigma del
macho de la especie.
Tal paradigma, al coincidir tan sincronizadamente el sol, la caza y el asentamiento, la
concepción del sol y el establecimiento de los grupos humanos y la formación de aldeas,
provocó que se quedara presente en modo perpetuo por una razón fundamental, el sistema
se mantuvo así desde ese entonces, así que no fue necesario nuevos paradigmas porque no
fue necesario cambiar.
Observemos algunas de las simples limitaciones de la concepción social machista, pero no
culpemos al hombre por usar esa palabra, machista es algo que tiene que ver con
percepción, idiosincrasia, ideas, creencias, etc. La sociedad era Machista en sus dos formas
masculina y femenina. Aún hoy existen mujeres machistas, inclusive las machistas
extremistas que se definen como Feministas. Al menos cuando miran una película de acción
y les resulta lógicamente entretenido ir al cine a ver Iron MAN en vez de una Iron Woman.
Es sólo un ejemplo, no es para entrar en debate.
Lo que sí es interesante es que, al hablar del desarrollo del conocimiento y la ciencia en una
sociedad históricamente machista, las limitaciones en cuanto al margen de ciencia y
sapiencia que se podía llegar a aprender o la amplitud del campo de desarrollo, produjeron
como resultados el retraso de muchos avances en conceptos sociales, científicos, entre
otros; especialmente tecnológicos, que afectaron directamente a la otra parte. Me refiero
a la femenina.
Ejemplo claro es la evolución de la medicina.
¿Cómo piensan que sería la medicina hoy en día si no tuviese padres, o al menos tuviese
más madres al momento evolutivo en que nos encontramos ahora?
Es impresionante como en ciertos aspectos, hoy la medicina es mucho más invasiva y
agresiva, diría yo, para examinar los genitales femeninos que los masculinos.
Esto se debe a que por empatía los padres de la medicina inconscientemente cuidaban de
su bienestar en el proceso de investigación e intervención médica como seres únicos,
mientras investigaba a la mujer que tenían al lado, la que, en muchas clases, eran
consideradas objetos con diferentes grados de humanidad.
La mujer no puede ser incluida dentro del modelo machista
Por eso primero se evolucionó en derechos de los hombres, y hoy estudiamos la complicada
manera de incluir a la mujer en ese modelo, modelo que al incluir la otra parte de la dualidad
humana, parece colapsar inexplicablemente en sí mismo, siendo que la explicación es
sencilla: Si el modelo fue unilateral exclusivamente machista, ahora que estamos
empezando a darnos cuenta de que la mujer es parte fundamental en todos los aspectos
humanos, psicológicos, intelectuales, sociales, emocionales, científicos, tecnológicos, etc.;
al incluirla en tal modelo machista, el modelo colapsa por su propia ideología, haciendo
percibir en miles de ocasiones que algo no anda bien.
La mujer al no ser macho e incluirla en modelos precarios, arcaicos machistas, ya sea por
iniciativa propia o por evolución de pensamiento del macho, hace colapsar el sistema que
evolucionó siempre con una sola pata.
Es como llevar una nueva computadora de escritorio, en un mágico viaje en el tiempo hacia
el antiguo Egipto. Por más que le expliquemos las ventajas al faraón de los cálculos que la
máquina puede hacer y las aplicaciones que tiene, nunca entenderá que es mejor que el
ábaco, porque le falta electricidad para que funcione y así vea y entienda su utilidad. Así
que tomaría el Ábaco y descartaría el nuevo y mejor sistema de cálculo.
Pero la aventura tornaría en otro sentido, si además le proveemos de un generador de
energía eléctrica y el faraón percibe las maravillas de la ciencia. Allí, seguramente optaría
por la tecnología que se le presenta, y él mismo, por elección de un sistema mejor, haría
colapsar el viejo.
Es necesario un nuevo modelo inclusivo
Entonces nos damos cuenta que el cambio necesario no es incluir, no es crear políticas
inclusivas ni de diversidad, porque todo nace del mismo modelo es obsoleto. La clave es
crear un nuevo modelo, lo que por defecto hará colapsar el modelo viejo evolutivo
machista.
¿Creen ustedes en que, si la medicina hubiese evolucionado con mujeres como madres,
hubiese sido tan invasiva en cuanto a análisis ginecológicos para la mujer?
De esta pregunta me animo a asegurar que no, o que lo más probable es que no.
Pero pensemos por un momento cómo hubiese sido la evolución de las herramientas, la
tecnología y la guerra si se hubiesen tenido en cuenta las necesidades del sexo femenino y
su posición social, desde que existieron las primeras aldeas o tal vez antes.
No podemos asegurar nada sobre esta posibilidad, no somo dueños de los hechos ni el
pasado, ni es lógico pensar en lo que pudo suceder. Sólo he de decir que al tener relegada
la participación femenina en los diferentes ámbitos sociales y de conocimiento en la
evolución de la especie humana, es fácil llegar a la conclusión que evolucionamos a media
máquina o menos, haciendo un total misterio el destino que hubiésemos tenido con tal
recurso.
Pero bueno, parece que estamos empezando a “querer dar los intentos de tratar de
orientarnos” hacia nuevos paradigmas sociales.
Sólo recalco el detalle más importante sobre este punto discutido, no es lógico incluir a la
mujer en una sociedad unilateral que desea evolucionar en un modelo único machista, ya
que la inclusión de ella, provocaría el colapso del propio modelo. Lo que debemos
comprender es que debe aparecer un nuevo paradigma general evolutivo inclusivo, en el
que todas las partes tienen similar participación en todo aspecto.
Ya el sólo hecho de incluir un modelo feminista en un medio en el que se encuentra otro
machista, originaría la necesidad de convivencia y sí o sí la aparición de conflictos; tal y cual
viene sucediendo en las últimas décadas o siglos, en los que el feminicidio cada vez se hace
más común, porque el viejo modelo prevalece en una absurda inconciencia de su
inefectividad, siendo excluyente en sus bases.
Un nuevo modelo
La solución está en el nuevo modelo. ¿Pero quién y cómo lo hará? Si aparentemente nos
guíala razón, pero en realidad evolucionamos por necesidad y conveniencia, filtrados
nuestros actos por decisiones.
No somos seres que fijamos modelos complejos de convivencia perfecta aplicables a todos
los demás seres, si lo fuésemos, no existirían las guerras.
Otro factor es el que tiene que ver en mayor parte con la psicología, las emociones
primitivas del ser humano y la necesidad de reducir las circunstancias complejas a lo más
simple posible de comprender para garantizar la subsistencia del YO, y luego la de los
demás, aunque lo que creamos comprender no sea lo adecuado, porque lo que nos interesa
es que simplemente las cosas tengan el sentido que les damos o se apliquen a nosotros.
Esto se debe a que cuando nuestra existencia como individuos se ve amenazada por la
circunstancia que sea. Tendemos a creer que nuestro mundo se acaba y por lo tanto el
mundo de todos aquellos que nos rodea, en cierta forma, cruza la idea por nuestra cabeza
que, en momentos precisos de nuestra vida, alguien no podrá vivir sin nosotros.
Es aquí donde hablaremos del Ego y cómo influencia nuestra percepción y todo lo que
deriva de ella.
Miedos, deseos y Coartadas
Nos aterra morir, porque queremos abarcar todo lo que podamos abarcar en, al menos
cuatro aspectos, siendo en realidad tres, ya que el último es una consecuencia y causa de
cada aspecto que coarta la evolución de la especie.
Uno es la necesidad de vivir y si no se puede vivir para siempre, la necesidad de trascender;
esa es la más importante para todos nosotros a la hora de fijar las prioridades, por eso
amamos, nos asociamos, juntamos, elegimos pareja y/o nos reproducimos, porque en
cierto punto entendemos que no viviremos para siempre, pero nuestros genes, desde la
concepción física, harán que características nuestras sigan en la descendencia; es decir algo
nuestro sigue en nuestros hijos.
El otro motivo es el buscar conocimiento: buscamos llenarnos de la mayor cantidad de
conocimiento posible, no para establecer modelos evolutivos superiores e inclusivos, nos
basta con modelos simples o complejos en los que descubramos maneras de alargar la vida,
aún cuando para gran parte de la sociedad presente la vida no tiene sentido, no hablo de
las personas que analizan la vida desde la filosofía, hablo de todos aquellos que viven
estados depresivos severos rondando ideas suicidas porque para ellos las soluciones se
acabaron y no tienen mayores motivos para continuar existiendo.
Irónicamente, el grupo de personas con depresión en el mundo es cada vez mayor,
Avanzamos en ciencia y tecnología para supuestamente hacer la vida sencilla, más vivible y
más bella, si queremos llamarla así; increíblemente la mayor parte de ese grupo son
hombres, digo esto porque hemos hablado del famoso modelo obsoleto evolutivo
machista.
En fin, es natural que aún cuando existen personas que no encuentran sentido a la vida, una
buena porción de este grupo, permanece y apoya la búsqueda de conocimiento para
prolongar su existencia. No desea vivir, pero tal vez tomará una aspirina para calmar el dolor
de cabeza.
Esto se debe, específicamente hablando de estos casos extremos, al hecho de que estas
personas no buscan la muerte, lo que simplemente quieren es “dejar de vivir” o, en otras
palabras, dejar de sufrir.
Así arribamos completamente al segundo aspecto del que estamos hablando, la necesidad
de vivir es tal que, aunque no queriendo, apoyaremos al desarrollo de la ciencia, porque
simplifica la vida y la prolonga.
La tercera característica son las emociones, somos seres sociales, amamos porque el amor
es vida. No es necesario dar un mensaje cursi, lo que sí es necesario es comprender que si
el Amor o los sentimientos comunes, sociales y de convivencia no existen, no existe la
sociedad.
Somos sociales porque necesitamos de al menos un miembro de la sociedad para
reproducir algo de nosotros en nuestros hijos y continuar prevaleciendo en el tiempo.
Por lo que, para ser sociales; el afecto, al amor, la tolerancia y otros aspectos, se vuelven
necesarios para que reine la armonía y genere un clima óptimo, seguro y estable en el que
las relaciones y condiciones sean apropiadas para reproducirse y continuar viviendo.
La cuarta característica de este segundo aspecto que tratamos, condiciona todo lo que
hemos planteado hasta el momento y es el más poderoso condicionante que nos pone en
ridículo, cuando nos evaluamos a nosotros mismos como especie.
Éste es aspecto y característica que envuelve cada detalle traído hasta el momento, porque
es capaz de obstruir la razón y la emoción sana y, evolutivamente hablando y generar un
círculo vicioso.
El aspecto condicionante es el EGO.
El ego es lo que obstruye y condiciona enormemente todo lo que tiene que ver con la
percepción individual y general de la especie humana. Nos condiciona en nuestra
percepción de nosotros mismos, individual y colectivamente hablando.
De las tres características citadas anteriormente, tenemos que comprender que el ego es
de máxima influencia para todas.
Primero yo quiero vivir; segundo, quiero todo el conocimiento necesario para que yo pueda
vivir más tiempo o para siempre; tercero quiero tener amor en sociedad, para encontrar la
manera de reproducirme, y seguir viviendo yo en mi decendencia.
Por eso el Ego es la cuarta característica por la que nuestra existencia se condiciona, porque
influye en todas las demás y termina siendo la otra gran causa que hace de lo que es la
evolución, algo muy diferente de lo que creemos.
Es el Ego lo que hizo que la sociedad sea machista al pensar en hombres y mujeres como
seres separados en diferentes ámbitos y orden social, causando un proceso evolutivo con
características claramente machistas en todos los aspectos.
Si bien parece que es importante a la hora de priorizar la existencia humana, también
debemos comprender que se considera a sí mismo como causa de todo y así es como
gobierna los puntos importantes de la propia subsistencia.
Alguno pensará en este momento: ¿Y qué de aquellos que dan la vida por los demás?
Bueno, en cierta manera lo hacemos por nosotros mismos, si es por algún familiar, es
porque llegamos a la necesidad de garantizar que una parte nuestra siga viviendo, y sin
importar las circunstancias, cuando es cuestión de decidir continuar “como sea”,
entendemos que algo de nosotros, aunque sea genéticamente hablando, vive en el otro.
En el caso de aquellos que dan la vida por los que no son familia, tal vez ni amigos o ni
siquiera emparentados de alguna manera. Uno podrá afirmar que no existe nada de uno en
la otra persona, pero entendemos consciente o inconscientemente que eso es mentira; ya
que a la ora de decidir, cuando no quedan opciones, comprendemos que lo que tenemos
en común es la especie, y que “seguiremos viviendo como especie” al dar la vida por alguien
que es una parte de ella.
En el caso de esos “Egos Egoístas”, personas que pensarían en sólo en salvarse a sí mismo,
bueno, es más simple, es netamente cosa de EGO.
No es intención debatir los motivos por lo que la gente quiere vivir, el objetivo es que
comprendamos las influencias de Ego en la Evolución.
El Ego que suma y resta
Si tengo que deducir en qué suma el Ego, en mantener el sentido primitivo de subsistencia.
Ahora, analicemos cómo nos afecta.
En cuanto a la necesidad de amar en sociedad para completar los ciclos de las relaciones
interpersonales que nos llevan a unirnos, entre otros motivos para reproducirnos. El ego
tiene un cuadro protagonista en cuanto a sentimientos, no quiere decir que somos egoístas
y que no podemos ser solidarios, pero somos solidarios porque nos permitimos igualar
ciertas condiciones que, al beneficiar a otros, al menos nos trae sentimientos “positivos” y
garantiza que la especie en la que Yo pertenezco siga trascendiendo, haciendo más
llevadera la vida, o la convivencia.
Nuevamente, no nos enfocamos en que si somos o no solidarios, caritativos o amorosos;
nos estamos centrando en los posibles errores de percepción que causa el EGO en nuestra
comprensión y evolución como especie.
Entonces, aclarar ciertos puntos como estos puede sonar duro, pero lloramos por los seres
amados que fallecen porque, soy Yo el que los o las extraña, soy Yo el que siente dolor, soy
Yo quien tiene que aprender a vivir sin la otra persona y seré Yo quien tenga que aprender
a vivir bajo un nuevo modelo de vida.
La gran diferencia de la muerte de la pareja y la unión con ella es que, al unirnos, primero
Yo me siento bien y segundo, yo sé que ahora tengo posibilidades de prevalecer. La parte
más importante es el hecho de que es una elección, elección que llega hasta el inconsciente,
porque, llegan a llevar el acto reproductivo en muchas situaciones sociales de forma
inconsciente, no sin saber lo que estamos haciendo, más bien, sin comprender la
implicancia evolutiva que buscamos desde nuestros sentidos más profundos y primitivos.
Esto contrasta con la perdida del ser querido o de la pareja, ya que en general no es un
aspecto que se elige, llega solo hasta en el caso de circunstancias emocionales que provocan
separaciones o divorcios, debido que al elegir romper una relación somos conscientes, pero
mientras vivimos momentos emocionales profundos, los sentimientos amargos que
acompañan el proceso y desembocan en la separación, son totalmente inconscientes,
entonces en cierto grado, no los elegimos todo del todo.
Al percibir esta dura realidad, nos sentimos solos en la sociedad y nuestro entorno, nos
damos cuenta que ya no somos la el eslabón más fuerte de la cadena, que estamos en
similar situación, que también moriremos y que no podeos hacer nada para evitar tal
desenlace.
Algunas personas comprenden un poco todo esto, así que se dedican en su vida a dejar algo
para los demás y/o los que vendrán; lo hacen en forma de actos, herencias, conocimientos,
etc., para que, al morir, puedan asegurar el sentimiento de satisfacción de haber dejado
algo para los demás, en esencia, haber dejado parte de ellos mismos.
Ahora, el Ego siempre protagonista de todos estos hechos nos condiciona, como vamos
percibiendo de a poco, lo hace individual y colectivamente.
Esto es demostrable cuando creemos absurdamente que “el mundo se nos acaba al no
alcanzar esas cosas que creemos que nos hacen felices”, allí es donde explicamos que no
podemos vivir así, que ya no se puede, es difícil, porque no es como YO quiero.
Somos tan egocéntricos inconscientemente hablando, que llegamos a creer que el mundo
de los demás, inclusive ellos mismos, no podrán continuar “Si YO no estoy”.
Y ahí empieza la causa de la influencia del EGO en la evolución de nuestra especie.
No analicemos la evolución, analicémonos nosotros:
Con Darwin, encontramos dos ideas muy contradictorias que giran en un mismo eje.
Dejo en claro que no es mi idea hablar de la Teoría Origen de las Especies; les recuerdo que
hablamos del Ego y su influencia en ésta.
Por lo que los que creen en Dios, Allah, o cualquier principio de creación, les invito a pensar
en el principio de cómo el Ego nos influencia, nos puede limitar y condicionar. Ya que, si se
demuestra o no la existencia de Dios por medio de la ciencia, o la teoría de las evoluciones
u orígenes de las especies, sin importar la que se compruebe, el Ego es parte nuestra
existencia y lo seguirá siendo.
El eje principal del que hablamos es naturalmente nosotros mismos. Miramos a Darwin
como un elemento lejano, una fuente de conocimiento arcaico remoto, que todo mundo
sabe de lo que creen podría haber investigado, pero nadie se dedicó a aprender, total no es
necesario para que Yo viva. Pero el punto es que viendo la evolución desde la óptica en la
que englobamos cada ser viviente que habitó la tierra y lo hizo aún desde el principio,
hablando desde su formación. Si consideramos los millones de años que pasaron desde el
primer organismo viviente, llamémosle virus, hasta el presente con toda la variedad de vida
existente en todas sus especies, tanto plantas, como insectos, animales, organismos
microscópicos y quién sabe qué más existe. Nos damos cuenta que en la línea histórica, la
existencia del ser humano, es un breve suspiro.
Como para tener una idea, si tomamos el origen del mundo y los distribuimos en un periodo
equivalente a un año, los seres humanos apareceríamos los últimos minutos del 31 de
diciembre, si no son lo últimos segundos.
Nuevamente, para los que creen en Dios, (el Ego nos obliga a plantar esta situación), bueno,
yo creo en un origen divino, algunos le ponen el nombre Dios, otros lo consideramos como
un gran Arquitecto del Universo. Como sea, ya que el EGO nos carcome desde adentro,
vamos con esa parte.
El cristianismo de una u otra manera dice que Dios puso al hombre en el mundo hace más
o menos siete mil años, no quiero hablar de cómo evolucionamos tanto en tan poco tiempo,
sólo quiero basarme en las coincidencias para continuar sin escuchar a fanáticos perderse
en el tema.
Si bien el Génesis plantea una creación de 6000 años, seguido de un periodo de descanso
de mil, de acuerdo ala cábala, o días de acuerdo al cristianismo, al empezar Génesis 2,
saltamos al Edén, dónde se menciona que vivió Adán y Eva y no se hace referencia al tiempo
que estuvieron en el jardín. Así que, mientras la tierra evolucionaba con dinosaurios y otros
seres, el tiempo que pasó hasta que Adán desobedeció, como relata la historia siendo
expulsado con Eva y todo comenzó. Deducimos que no sabemos el tiempo de permanencia
de Adán en el Edén; pudieron ser millones de años y si quieren discutir en que, si morirían
o no, sólo diré que en el Génesis se describe una cosa: Que desde el momento que coman
el fruto, “de cierto morirán” y no antes.
Así que me sostengo que ésta humilde coincidencia para continuar con el tema que estamos
tratando, sea como sea, el tiempo de la humanidad es un breve suspiro, comparado con el
tiempo en que apareció la vida en el planeta.

Ahora es cuando el EGO nos engaña como Especie Evolucionada


Al considerar todo lo poco que podemos saber o creemos saber de la evolución, es común
caer en el egocentrismo al seguir considerándonos centro del universo.
Digo seguir considerándonos, no sólo por todo lo mencionado anteriormente, sino también
porque creemos que evolutivamente somos únicos, superiores, etc., con respecto a las
demás especies.
Consideremos la palabra “Superiores”, creemos que somos superiores porque por motivos
de alimentación, al incorporar proteínas, nuestro cerebro incrementó su tamaño y
capacidad permitiéndonos utilizar la Inteligencia para crear herramientas, desarrollar
tecnología, ser “libres” filosóficamente hablando, hasta llegar a ser la Especie dominante
del planeta.
Si yo fuese una rata o una cucaracha que pueda expresarse, solicitaría que se defina este
punto bajo diferentes escenarios y circunstancias; como por ejemplo el hecho de que, si lo
que buscamos es Vivir, subsistir, existir, ser, etc.
Si ese es el objetivo principal, entonces debemos tomar un momento para meditar si
estamos haciendo un buen trabajo, ya que sabemos que las ratas y las cucarachas, se
encuentran preparadas con ciertas características que les permitirían sobrevivir a
catástrofes y circunstancias complejas, causadas o no, por el ser humano o el clima.
De esto podemos entender que cuando una persona sale o se la extrae de su medio o
modelo evolutivo para ser situada en uno extraño, las posibilidades de perdurar disminuyen
enormemente por cada minuto en que la persona permanezca en ese ambiente sin los
recursos del modelo evolutivo con el que está familiarizado.
Es cierto que, al utilizar el cerebro evolucionado, sumado a los conocimientos que pueda
haber adquirido del entorno extraño, las posibilidades de vivir se incrementan, pero las
garantías de sostener una vida larga, con calidad similar a la de su propio entorno evolutivo,
es decir, el de la civilización moderna, tales garantía y posibilidades se ven disminuidas.
No así con otros seres como los ya mencionados u otros como virus o bacterias.
Buscamos con el pensamiento anterior definir lo que entendemos por “Superior”.
¿Qué tan superiores somos con respectos a otros seres que comparten la existencia en
nuestro planeta?
Hay dos posturas:
La necesidad de prevalecer que tenemos es tal, que nos diferenciamos como superiores del
resto de las demás especies, pero si analizamos los posibles contextos en que nos
encontramos en el mundo de hoy y los posibles desenlaces en el futuro, en la más pesimista
proyección, imaginamos que el humano dejaría de existir, dando paso los que queden luego
de nosotros.
En cambio, si logramos superar todo desafío de la evolución, llegaremos a ser una sociedad
“civilizada” que encontrará la cura a muchas enfermedades, prolongaremos nuestra vida
aún fuera de esta tierra y viviremos mucho tiempo si no es que para siempre.
No estoy de acuerdo con ninguna de estas posturas, por los miles de situaciones en las que
nos podamos ver envueltos en el misterio enmarañado del mañana.
Paso a explicar el motivo y qué tiene que ver el EGO en todo esto
Para simplemente adornar una explicación posible, no intentando convencer de una teoría
Evolutiva sobre el pasado o el futuro, ya que recuerden, sólo estamos hablando del EGO y
cómo afecta nuestra percepción de nosotros mismos. Pensemos en las leyes que nos
permiten medir científicamente casos aislados que, al investigarlos, nos llevan a descubrir
constantes.
Si tomo un conjunto de situaciones aisladas para determinar la conducta de uno de mis
vecinos y luego de evaluarlo. Si tomo la decisión de averiguar en qué momento de la
mañana se levanta para salir de casa a trabajar, de tal manera que pueda evitar
encontrarme con él en el semáforo, o tal vez llegar al trabajo primero para ocupar el mejor
estacionamiento. Entonces me siento y miro por la ventana la primera madrugada y veo
que sale a las seis de la mañana.
Sería inapropiado afirmar que sale todos los días a la misma hora por el sólo hecho de estar
un instante vigilándolo. Hay muchas causas que pueden generar un hábito de conducta
distinto, como que no use su auto un día y lo lleve la esposa, que tome un taxi para trabajar
otro día o que tenga horarios o turnos diferentes, que tal vez lo asciendan y su horario
cambie, que renuncie o lo despidan, que se enferme él o un familiar, que se duerma o
simplemente no quiera ir a trabajar y no lo haga, o tenga mucho trabajo y desee adelantar
saliendo más temprano.
Todas las situaciones posibles hacen que, a la hora de tomar una medida, un parámetro
para tener una somera perspectiva de las posibilidades de los hábitos de mi vecino,
requieran de mucho estudio, tanto del individuo, su contexto, entorno, características y
todas las otras posibles variables influenciables para realizar una afirmación adecuada o lo
más certera posible.
Si alguien se aventurase a realizar una afirmación el primer minuto de observación, los que
saben de estos estudios, procedimientos o modelos de investigación le dirían que es muy
pronto para elaborar conclusiones, que necesitan más datos.
Retomando entonces, el hecho que la existencia de la raza humana en la tierra es un suspiro
comparado con el tiempo en que la vida prospera en el planeta, me animo a decir que nos
conocemos muy poco como para concluir a ciencia cierta lo que sucederá con los seres
humanos a corto o largo plazo.
El Ego hace que creamos que somos inmortales, indestructibles, aunque sabemos que
moriremos en algún momento.
Somos tan EGO, que creemos que podemos afirmar que somos la única raza evolucionada
de las especies y sólo por haber vivido el último segundo del año total evolutivo de la tierra.
No creo que sea para tanto, aprendimos que evolucionar es un proceso lento en una carrera
larga de muchos competidores.
Sabemos o creemos saber que hemos llegado primeros y, por causa del Ego nos
consideramos únicos, somos ganadores, así que ganaremos siempre de alguna manera.
No queremos cuidar el planeta por las demás especies. Queremos cuidarlo porque sabemos
que, sin el planeta, sus especies y su equilibrio; la muerte es una posibilidad. Pero pensamos
como si quisiéramos o creyésemos que somos eternos.
El Ego nos engaña para sentirnos bien, o nos engañamos enviando mensajes con el celular
en contra de las empresas que contaminan porque producen químicos, extraen recursos
que afectan el medio por sus residuos o consecuencias de la actividad, pero no dejamos de
buscar el último celular para compartir el mensaje de salven a la tierra, utilizando un
dispositivo hecho de todos los productos que generan esas empresas en contra las cuales
protestamos.
Queremos salvar al mundo, pero cortamos los árboles de las veredas porque no queremos
limpiar las hojas que caen al suelo.
Nos quejamos de la polución, aunque consumimos productos que para fabricarlos deben
causar polución.
Nos emocionamos a ver los valientes grupos ecologistas arriesgar sus vidas contra las
industrias petroleras, en una lancha que consume crudo para funcionar, sacándose fotos
con celulares que, como lo explicamos hace rato, utilizan muchos de los derivados de
industrias que acusamos de contaminar el planeta y lo que es peor aún, no emocionamos
por el sacrificio de esa pobre gente financiada por la misma empresa en contra de la que
protestan, porque las leyes las obligan a invertir en actividades similares.
Todo esto carece de sentido lógico por el Ego que distorsiona la realidad que percibimos,
ya sea por ignorancia, consecuencia de no poder saber todo o no querer saber; tal vez no
querer pensar o aprender a pensar; mejor aún, libre pensar.
Así que nos consideramos los primero, la especie superior, la que está destinada a
permanecer siempre, aunque sea en un contexto bizarro o tragicómico como mencionamos
antes.
Y no somos capaz de evaluar por un instante que este pequeño momento evolutivo que
vivimos es tan sutil, que en realidad no contamos con suficientes datos como para especular
sobre nuestra trascendencia como especie.
Tal vez por Ego, ya que la incertidumbre genera ansiedad y no queremos pensar en otra
cosa más que vivir, porque morir no entra en nuestra naturaleza. Aunque es natural que
todos muramos.
Por eso es posible que alimentemos en constancia una creencia de superioridad, para vivir
la ilusión de control, de satisfacción, de entender las cosas, disfrazar la realidad para no
enfrentarla. Nos creemos superiores porque es más fácil vivir creyendo eso que en
incertidumbre.
Como ejemplo está el 11 de Septiembre, en Estados Unidos, todo mundo afirmaba vivir
felices antes del Atentado a las Torres Gemelas, luego de ese terrible día, las mismas
personas afirmaban que ya no eran felices, aprendieron que existían causas mayores a ellos
que podían afectar directamente sus vidas. Aprendieron que ya no eran los mejores del
mundo, que no estaban seguros como pensaban, aprendieron a percibir mejor la trágica
realidad que les rodeaba. Ahora sabían mejor cómo eran y por Ego, no les gustaba.
El otro concepto a definir es el de “Únicos”.
Creemos que somos únicos por Ego. Nos enmarcamos en este periodo de tiempo, bajo el
momento que vivimos y la verdad es que no reconocemos especie igual, no nos
comparamos por falta de parámetros.
Sin embargo, yo opino que nuestra particularidad, desde un punto de vista evolutivo, no es
única ni lo será.
Tomemos como ejemplo los dinosaurios, no desde el punto de vista de su extinción, ni de
los avances tecnológicos que no desarrollaron. Simplemente pensemos en ellos como una
especie que existió millones de años atrás, existió por un periodo mayor al de la nuestra y
se fue de un instante para el otro que, en parámetros evolutivos, es insignificante.
Es obvio que no sabemos cómo pensaban a nivel ente o especie “superior y única”, pero si
hubiesen tenido capacidad similar de razón a cada uno de nosotros, sería fácil pensar en la
posibilidad de que se hayan creído indestructibles.
La otra es que la evolución de la vida es como una carrera. Si queremos definirla así,
consideremos que estamos en algún tipo de competencia extraña, en la que creyéndonos
únicos, por Ego llegamos a pensar que vamos ganando o somos los ganadores, por que no
percibimos otro competidor importante como nosotros.
Pero si consideramos que los dinosaurios en su momento fueron los dominantes, que en
millones de años después aparecimos nosotros; hemos de destacar que identificamos dos
fuertes competidores con estilos y características propias, pero ambos fuertes y dignos
oponentes de cualquier otra especie del momento.
Lo que nos hace llegar a la pregunta que analiza el hecho de que sin en millones de años
aparecieron dos seres dominantes, que la segunda parece haber sido más dominante por
los cambios que genera en su ambiente que la primera, que no sabemos si los años son
finitos, por lo que entendemos que hay muchos años más por delante, hablamos de
millones de años más:
¿No sería absurdo pensar en que ya ganamos y que se acabaron los competidores?
El Ego nos hace estudiar nuestra propia evolución y las de los demás seres, pero nos
asimilamos como los ganadores perpetuos, sin pensar que recién llegamos a donde
estamos, que podemos sentirnos mucho más adelante que el resto de las especies, pero
que hay muchos participantes por detrás y otros que no sabemos si se están preparando
por venir.
¿Será posible que, si la carrera es de tantos millones de años; en una absurda cantidad de
años en el futuro, ¿pueda aparecer alguna nueva especie que nos gane o con la que
compartamos mismos niveles evolutivos?
Al menos entre nosotros aprendimos por las experiencias de vida y la competencia que
siempre aparece algún mejor competidor, más capaz, etc. A nivel olímpico, nos referimos a
alguien que llega más rápido, más fuerte y más alto; porque al menos por nuestra
naturaleza competitiva, aprendimos que el que viene por detrás, por más creencias que
haya alimentado el campeón previo, al final compiten todos con la misma idea de vencer al
otro, o superar el récord histórico establecido. No siempre, pero a menudo lo consiguen.
Con esto no afirmo que el Ego gobierna todo, sólo digo que puede hacer que nuestra
percepción como individuos y especie, se vea ampliamente distorsionada.
Ego, lecciones y aprendizajes
La vida puede decirse que es bella y que tal vez por eso todos queremos vivir para siempre,
por las cosas lindas que aprendemos y compartimos en cada momento.
Lo único que invito a tener en cuenta es el Ego, ya que cuando nos referimos a nosotros
como especie, por Ego pensamos en todos son como nosotros, o simplemente el mundo
como el planeta tierra en sí, y no consideramos las personas que viven en el otro lado, sus
circunstancias y percepciones de la realidad.
Sostenemos nuestros pensamientos porque aplicables por el momento, sin discriminar si
es funcional positivo o negativo. Pero no nos damos cuenta que, así como la porción de
tiempo evolutivo en el que nos toca evolucionar en esta tierra como especie y que nuestro
tiempo como individuo dentro del mismo es exponencialmente menor, que el espacio que
ocupamos en el planeta es menor aún y que todo el mundo puede continuar sin nosotros
porque al final de cuentas, la gran insignificancia de nuestro ser, como la complejidad y lo
único que somos todos, nos convierte en iguales a los demás, en el sentido que podemos
ser igual de diferentes y únicos; pero no necesariamente esenciales para el otro, el todo o
la especie en total.
Así que el Ego nos adorna el pensamiento de ser esenciales, nos enfocamos en lo que nos
rodea, por no poder enfocarnos en lo que no conocemos, y porque es así. Elaboramos leyes,
normas, paradigmas, costumbres, creencias, ideas, etc., que se aplican a nosotros, nuestro
entorno y los que nos rodean, para hacer posible vivir en las circunstancias que percibimos
como realidad, cada cual al nivel de conocimientos, oportunidades, elecciones y
experiencias vividas.
Estas cosas aceptamos porque son así, así eran desde que nacimos, pueden cambiar si es
necesario para vivir bien; mejor aún, vivir felices y cómodos, como le gusta el Ego.
Entonces, bajo cierta comodidad, elaboramos creencias para dar sentido, aunque no tengan
bases fundadas que se constituyen en excusas para comprender la vida, su significado y
nuestra existencia con todo lo que le compete o creamos que así sea. Las tomamos como
verdades absolutas y, en mi opinión particular, nos enfrascamos muchas veces en YO y lo
que me rodea, porque es lo que conozco y se me aplica.
Aprender, vivir, o saberlo todo
Así que la vida parece ser un Verbo, se debe vivir, porque intentar comprenderla como
realidad parece imposible, un simple viaje, o acontecimiento puede cambiar todo lo que
creemos.
La tierra ya no es plana, ahora es multiverso, no somos el centro de la galaxia o el sistema
solar. No sabemos dónde estamos en el universo, tal vez cuando sepamos más sabremos
mejor, pero: ¿Cómo será saber más sin Ego?
No lo sé, el Ego no me deja saber.
Concluyo simplemente invitando a considerar al otro y las otras especies, a no creernos
únicos, ya que como mencioné recientemente, todo se aplica a lo que es funcional para
nosotros.
Toma la famosa Ley de Atracción y comparte la misma en una sociedad consumista, muchas
personas te dirán que es real y funcional. Explica a una niña recién nacida en un país lejano
del mundo, en el que la mujer como tal no es redituable, que ella no le sirve a la familia
porque un hombre produce más y que por eso la están por matar luego de su nacimiento.
Te seguro que no entenderá, no por ser un bebé, más que por la realidad de Egos que la
rodean en el momento que le tocó vivir.
Si tomamos un minuto más, te darás cuenta que la Ley de Atracción no se aplica al que nació
ciego porque en algún momento haya deseado que así fuese.
Así nos damos cuenta de nuestra insignificancia, sólo con viajar en este pequeño momento
de existencia a una mínima porción del otro lado de nuestro planeta. Todo lo que creemos
puede cambiar; al punto de comprender que mientras nosotros nos encontraos leyendo un
texto como éste porque, “Abrir la mente es importante para ampliar la concepción de lo
que somos como seres racionales, sociales, etc.,”
En este momento, del otro lado del mundo alguien no quiere leer, ni piensa en leer nada,
porque no sabe, o porque le ha llegado la hora de morir de desnutrición por la situación
que le rodea, por lo que, dando su último suspiro, sabemos que jamás considerará leer
antes de una oportunidad de comer una vez más.
Vivamos de la mejor manera, no tengo una receta para ganarle al Ego; sólo sé que aprendí
sobre su nivel de condicionamiento, los obstáculos que puede presentar y cómo puede
retrasarnos como especie. Como humanidad me referiré más adecuadamente, cuando
actuemos un poco más humanos más que simples seres vivientes. En realidad, cuando los
filtros de mi Ego desaparezcan, pero no sé si eso es posible.
Tal vez es hora de empezar a buscar o regresar a cosas que sí sabemos que son así, los
principios que nunca cambian, esos principios generales parecen carecer de Ego, los que no
importa dónde, permanecen vigentes, reales y también iguales.
Tal vez la persona que está dando el último suspiro por hambruna y desnutrición, no estaría
así si el Ego de otra persona no estuviese “sobrebuscando” exageradamente para satisfacer
su excesiva necesidad Ego de vivir con todos los recursos que no necesita, creyendo que así
vivirá más y mejor.
Eso es algo que no sé, sólo sé que cuando vislumbramos todo lo que somos, jamás
observaremos la realidad exactamente igual que el resto, porque cada quién vive su propia
circunstancia, en su entorno, con su propia experiencia y con un Ego muy particularmente
diferente al de los demás.

“En el silencio calmo del solitario bosque, cuando nadie me rodeaba,


sentí por un breve momento, que ésta pizca de existencia
no lo era todo.”
Jorge César Dell’Arciprete
Jorge.cesar.dellar@gmail.com

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