mente, en este cambio permanente de perspectivas practicado por el chamán.

Los
papeles del donador y del recipiente de ofrendas se condensan, así como se con-
funden los roles del cazador y de la presa, y del sacrificador y de la víctima del
sacrificio. En muchas ocasiones las plegarias se envían por medio de flechas que
se disparan con la intención de matar al destinatario (Neurath, 2010b).

Figura 3: El bulto sagrado de Tatutsi Uisteuári, una escultura de piedra sentada en un equipal
y arreglada como las momias antiguas, con gran cantidad de flechas y otros objetos votivos,
proveniente del centro ceremonial huichol de Santa Bárbara, Nayarit. Colección Preuss, Museo
Etnológico de Berlín.

A diferencia de Lumholtz, Preuss no tiene tantos problemas en aceptar am-

bigüedades. Los objetos que Lumholtz llamaba “ojos de dios” son un buen
ejemplo, ya que representan a las “estrellas” y, a la vez, a la tierra. La tierra, por
su parte, se representa por las jícaras (Preuss, 1998:108). Otro ejemplo es el
algodón que se considera la silla de nubes de la diosa. A la vez, el algodón son
las nubes que los dioses necesitan para hacer llover (ibíd.:109, 292). En algunos
artículos (ibíd.:183, 253), Preuss formula un compromiso entre su teoría de la
magia y el principio de la reciprocidad. Las ofrendas huicholas sirven, por una
parte, para proporcionar a los dioses los instrumentos mágicos que necesitan
para desarrollar sus actividades, pero también se trata de expresiones de los

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J O H A N N E S N E U R AT H

tecnología de los márgenes.indb 192 12/06/15 12:13