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MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN DE

EMPRESAS
MBA FULL TIME
2016 - 2017

ANÁLISIS AMBIENTAL Y POLÍTICO

CASO: LA PARADOJA ARGENTINA: CRECIMIENTO


ECONÓMICO Y TRADICIÓN POPULISTA

DOCENTE: MANUEL OLAVE S. Ph.D.

Cochabamba, Junio 2016

El Caso titulado: THE ARGENTINA PARADOX: ECONOMIC GROWTH AND THE POPULIST TRADITION.,
preparado por Profesor Rafael Di Tella e Ingrid Vogel, fue tomado de Harvard Business School Rev. March .9, 2004.
Traducción efectuada por el Departamento de Lingüística de la Universidad Privada Boliviana. Cochabamba-Bolivia.
2011
La Paradoja Argentina:

El Crecimiento Económico y la Tradición Populista1


"Un líder nato de los hombres, [Perón] tenía todas las cualidades necesarias para atraer a las masas – buena
apariencia, encanto personal, elocuencia, poder de la oratoria, una extraordinaria comprensión de la psicología de
las masas y, lo que es raro en un dictador, sentido del humor. El creó en la Argentina un movimiento que lleva su
nombre, cuya fuerza radicaba en la clase laboral urbana, que sigue siendo la mayor fuerza política del país”

Argentina, dotada de abundantes recursos naturales como el petróleo y


amplias extensiones de tierras agrícolas productivas, durante la primera mitad del siglo
XX parecía que se encaminaba a convertirse en una potencia económica mundial. En
1890, ocupó el sexto lugar mundial en ingreso per cápita y fue la décima nación
comercial más grande. Después de 1890, por los siguientes 50 años, durante el
tiempo que rigió el patrón oro a nivel mundial, Argentina mantuvo una tasa de inflación
anual promedio de sólo 1,5%. La baja inflación iba acompañada de una sana tasa de
crecimiento, entre 1900 y 1930, la economía de Argentina creció a una tasa promedio
anual del 4%, más rápidamente que los Estados Unidos, Australia o Canadá.

Atraídos por las perspectivas favorables, entre 1900 y 1920,2 casi tres millones de
inmigrantes europeos llegaron al país. Ellos fueron ampliamente recompensados
cuando la Argentina sobrevivió a la Gran Depresión y a la Segunda Guerra Mundial de
mejor manera que muchos países europeos. En 1950, el ingreso per cápita argentino
estaba a la par con el de naciones europeas, como lo había sido durante la primera
mitad del siglo XX (ver Tabla 1).

Tabla 1 PIB per cápita para Países Seleccionados como % de Estados Unidos

En 1946, el Coronel Juan Domingo Perón, se convirtió en presidente de


Argentina. Dominaría la evolución política y económica del país hasta su muerte en
1974. Perón introdujo significativas reformas laborales y realizó considerables
inversiones sociales. Entre 1943 y 1948, sus políticas incrementaron en un 25% en el
PIB del país. Durante el mismo período, los trabajadores recibieron incrementos

1
Traducido y adaptado de “The Argentine Paradox: Economic Growth and the Populist Tradition”,
Harvard Business School, Case 9-702-001, March 09, 2004
salariales de hasta 37%.3 Pero en las décadas siguientes, a pesar que el país vivía en
medio de un ambiente de mejoras en los indicadores sociales, tales como la
disminución del analfabetismo y el incremento de las tasas de escolaridad, el
desempeño macroeconómico argentino empeoró, culminando en 1989 en una seria
crisis económica (vea Anexos 1 y 11).

El mismo año, Carlos Saúl Menem fue elegido presidente, gracias a una
plataforma política que incluía la oferta de un masivo aumento salarial y la
recuperación de las Islas Falkland-Malvinas mediante la guerra. Inicialmente, el
extravagante político fue incapaz de controlar serios problemas, que aumentaban
como espiral, tales como la hiperinflación, la estanflación,
y la creciente deuda externa. Pero los observadores sabían que las dificultades
económicas endémicas del país no siempre habían sido el destino de Argentina. Por el
contrario, las desgracias políticas y económicas de la Argentina durante la segunda
mitad del siglo XX habían sido consideradas como un gran enigma. ¿Por qué un país
que gozaba de ventajas naturales y había experimentado inicios prometedores,
enfrentaba tantas dificultades para alcanzar su gran potencial económico?

Antecedentes Históricos
Argentina obtuvo su independencia en 1816, cuando la burguesía de Buenos
Aires se liberó de las onerosas obligaciones y gravámenes, impuestas por una débil
administración española virreinal. Sin embargo, el sindicato argentino, tomó varias
décadas para consolidarse, debido a luchas internas surgidas entre las provincias
miembro. Las provincias eran gobernadas por señores de la guerra, conocidos como
caudillos, quienes se resistían a la hegemonía ambiciosa de Buenos Aires. En 1860,
los elementos liberales de Buenos Aires establecieron una república federal bajo una
constitución común. Pero Argentina seguía siendo una economía poco poblada y de
oligarquía rural. La alianza gobernante conservadora compuesta por la “élite”
argentina, se propuso ampliar la economía de agro-exportación, atraer capitales
extranjeros a la Argentina e incrementar la población del país, atrayendo a
inmigrantes. El aumento de las exportaciones de lana y cuero, y más tarde, de grano y
carnes envasadas al vacío, atrajeron una gran ola de inversión extranjera directa, la
mayoría británica, en ferrocarriles, empacadoras de carne y servicios públicos. Luego
vino una masiva afluencia de inmigrantes, sobre todo de Italia, España y Europa del
Este. En este período, el crecimiento económico igualó e incluso superó la expansión
demográfica, de modo que para la década de 1890, Argentina ocupaba el sexto lugar
en el mayor ingreso per cápita del mundo.4

La tierra, el preciado bien de la economía formal, no fue distribuida


abiertamente a los inmigrantes que llegaban, quienes se quedaban en sus ciudades
de arribo, principalmente en Buenos Aires, limitados a trabajar como empleados en la
industria ligera o como comerciantes. Incluso para sus descendientes, el derecho al
voto estaba restringido. Privados de lo que veían como sus derechos económicos y
políticos, muchos inmigrantes se unieron a las filas en torno a organizaciones
laborales, inspiradas en movimientos anarquistas. Con el tiempo, junto con la clase
media local, formaron el Partido Radical. Su objetivo inicial era ampliar la
representación política. Después de un período de campaña, la reforma de ley
electoral eventualmente otorgó el sufragio universal masculino y obligatorio y el voto
secreto. Bajo el nuevo y más inclusivo sistema, los radicales vencieron a los
gobernantes del Partido Conservador en las elecciones de 1916 y tomaron el poder.
Bajo el gobierno democrático Radical, desde 1919 a 1929 la economía de Argentina
creció a un ritmo anual cercano al 6% (véase Anexo 4).5

El fuerte crecimiento económico surgió a pesar de las limitaciones impuestas


por una economía argentina dependiente de las exportaciones. Una sucesión de
shocks externos había puesto en riesgo a una economía tan fuertemente dependiente
del comercio. Argentina importaba el 60% de sus bienes industriales y casi todos los
bienes intermedios y de capital.6 Al mismo tiempo, dependía de los ingresos
generados por las exportaciones de sus productos agropecuarios, sobre todo carne,
lana, cuero, cereales y lino. Tras la Primera Guerra Mundial, muchos países
occidentales adoptaron medidas proteccionistas, disminuyendo los flujos de capital
hacia la Argentina y reduciendo sus exportaciones (véase Anexo 5). Como
consecuencia de su adherencia al patrón oro, 7 se generó una presión sobre la balanza
de pagos. Las importaciones cayeron aún más dramáticamente, proporcionando un
estímulo a las industrias nacionales de textiles, de sustancias químicas y metálicas.8
En 1929, cuando Argentina abandonó el patrón oro completamente, el peso se
depreció rápidamente, aumentando el precio de las importaciones y proporcionando
protección a las nuevas y emergentes industrias manufactureras nacionales, pero
también empujando al país precariamente hacia el incumplimiento del pago de su
deuda externa.

Coalición de Gobierno (1930-1943)


En 1930, las "elites" conservadoras fueron restauradas para gobernar bajo la
primera de una serie largas de intervenciones militares que duraría varias décadas.
Los años treinta trajeron consigo importantes desarrollos con consecuencias a largo
plazo. Primero, la aparición del nacionalismo se expandió desde un exclusivo dominio
de los Conservadores, hacia las clases media y obrera. En segundo lugar, surgió la
competencia entre los nacionalistas y las facciones conservadoras dentro del ejército.
En tercer lugar, se instituyó un sistema mediante el cual un frente de coalición
permanecía en el poder a través de elecciones fraudulentas.

Más significativamente, el modelo de agro-exportación se ajustó para permitir


una política industrial más activa que hacía hincapié en la sustitución de las
importaciones.9 Inicialmente, la producción nacional recibió sólo un apoyo limitado del
gobierno: las obligaciones para importación se incrementaron, un sistema múltiple de
tipo de cambio estableció precios más favorables a las actividades industriales que a
las agrícolas, y se inició un programa de obras públicas. El crecimiento industrial
resultante condujo a la migración de trabajadores rurales hacia los centros urbanos.
Por ende, la composición de las organizaciones laborales y de la clase obrera se vio
alterada drásticamente. La demanda laboral industrial aumentó considerablemente.
Sin embargo, los salarios reales permanecieron estancados, y se hicieron concesiones
a los socios comerciales extranjeros, principalmente de Gran Bretaña, a expensas de
los nuevos intereses industriales locales.10 Para el final de la década, los trabajadores
se sentían marginados y pronto se convirtieron en capital político inactivo listo para ser
tomado.11 Años de elecciones fraudulentas desde 1930 había erosionado la
legitimidad del gobierno electo, y el ejército, que incluía a un joven coronel ambicioso
llamado Perón, se hizo cargo del gobierno conservador en 1943.

El Ascenso de Juan Domingo Perón


Los historiadores se han esforzado por definir la ideología de Perón. Él no era
amigo de los Estados Unidos, pero se percibía a menudo que quizás pudo ser el más
fiable a largo plazo para prevenir la propagación del marxismo en la Argentina. La
imagen que proyectaba era la de un fuerte caudillo.

La subida de Perón fue dramática. De ser un coronel mediocre en las tropas de


esquí en 1943, llegó a ser presidente en menos de tres años. Nacido en 1895, empezó
su vida militar a los 16 años cuando dejó la pequeña granja que su familia tenía en la
Patagonia para matricularse en el Colegio Militar. Después de graduarse, fue enviado
al recóndito interior del país donde saboreó sus primeras experiencias de inestabilidad
laboral de condiciones de los pobres que vivían en áreas rurales. En 1926 fue
promovido a capitán y pasó cuatro años como estudiante de la Escuela Superior de
Guerra, luego dictó clases en el mismo lugar por seis años adicionales.12

Unos meses antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, Perón fue
enviado a Italia para estudiar tácticas de guerra de montaña. Mussolini y, en particular,
algunas de sus políticas para conciliar intereses capitalistas con los intereses
laborales, a través de la planificación cooperativa, impresionaron mucho a Perón,
quien hasta entonces había sido completamente apolítico.a A su regreso a Buenos
Aires en 1942, Perón ayudó a establecer el GOU (Grupo de Oficiales Unidos), un
grupo de militares interesados en explorar posibles políticas de posguerra. El nuevo
presidente de Argentina, nombrado por el golpe militar de 1943, nombró a Perón
Secretario de Trabajo y Previsión Social, cargo que hasta ese momento era
considerado inofensivo. Al sentirse amenazado por la creciente popularidad de Perón,
intentó suprimir su activismo y expulsar a sus partidarios del gobierno. Perón frustró
sus esfuerzos y, finalmente, forzó a que el presidente dimitiera en 194413

Ese mismo año, Perón conoció a la artista de radio Eva Duarte, mejor conocida
como la legendaria Evita, que llegaría a ser su segunda esposa y su partidaria política
más dedicada. Perón clamó que había elegido y entrenado a Evita cuidadosamente
para que asimilara sus ideas y "crear en ellas un segundo YO." El incentivó a que
Evita se enfocara especialmente en los pobres o "descamisados". Su espíritu caritativo
y su vida personal finalmente la transformaron en el alma del partido Peronista,
ganándose el título de "Jefe Espiritual de la Nación".14

La fuente del compromiso de Evita para mejorar las condiciones de vida de la


clase pobre y trabajadora de la Argentina se basaban en su historia personal. Evita era
hija ilegítima que creció en relativa pobreza en las pampas, a 150 kilómetros de la
capital. Deseaba la vida que veía retratada en las películas de Hollywood, y a los 15
años, dejó a su madre y cuatro hermanos para convertirse en una actriz en Buenos
Aires. Gracias a su ambición consiguió su primer papel en la radio, y más tarde en el
teatro y el cine. En 1943, cuando los militares llegaron al poder, trabajó con el nuevo
régimen para producir programas de radio pro-militar. A los 23 años de edad ya era
una de las artistas intérpretes de radio mejor pagadas en el país. Después de casarse
con Perón, Evita se entregó aún más a su pasión por la ropa de diseño y las joyas
caras. Esto la acercó aún más a los pobres de Argentina, que vieron en ella, quizás,
un símbolo de progreso b.

Políticas Pre-Presidenciales de Perón (1943-1946)


El trampolín de Perón a la presidencia fue su actuación como Secretario del
Trabajo y Previsión Social. A partir de ese cargo promulgó una serie completa de leyes
a favor de los trabajadores que incluyó la introducción de los tribunales del trabajo con
competencia exclusiva en materia de conflictos laborales, un esquema para establecer
y ajustar periódicamente los salarios mínimos, que a menudo conducían a un
aumento en términos reales, vacaciones anuales pagadas, jubilación y beneficios del
seguro de salud, y un bono anual obligatorio igual a un mes adicional de salario.15
También instituyó el Estatuto de los Trabajadores Agrícolas (Estatuto del Peón) a
finales de 1944. Esta ley describía los derechos y obligaciones específicos de los
trabajadores y empleadores en el ámbito rural y fue percibido como un desafío a la
élite terrateniente. Cuando Perón fue obligado a dimitir como Secretario, la Argentina
había alcanzado un liderazgo mundial en legislación laboral.16

Al mismo tiempo, Perón aprovechó su posición para promover el activismo


laboral. Imitando el enfoque que había visto adoptar a Mussolini en Italia, Perón
aumentó la afiliación sindical y, esencialmente, se hizo cargo del movimiento obrero.
En 1945, se promulgó la Ley de Asociaciones Profesionales, que dio su poder de veto
a la Secretaría del Trabajo para la formación de nuevos sindicatos. 17 Entre 1946 y
1950, la afiliación sindical pasó de 880.000 a 2 millones. En 1954, más de 2,5 millones
de trabajadores pertenecían a los sindicatos, representando el 42,5% de todos los
trabajadores.18 En sólo dos años, Perón se convirtió en Vice-Presidente, Ministro de
Defensa y, a través del movimiento obrero, había logrado una base de poder propia.

Luego, una serie de desarrollos políticos jugaron de la mano de Perón,


ayudándolo a llegar a la presidencia. El principal entre éstos fue la llegada de Spruille
Braden como Embajador de EEUU, una figura estereotipo que la elite liberal adoró y
que los nacionalistas argentinos, sin tomar en cuenta su clase, odiaron. Su alto perfil y
su enfoque agresivo ayudaron a polarizar el panorama político en formas que la clase
política tradicional nunca había previsto. Perón se había distanciado exitosamente del
ala perdedora de profesionales-eje del ejército y de la naturaleza cada vez más
represiva del régimen militar. Aún así mantuvo un discurso nacionalista que le ganó
acusaciones de fascista de los partidos tradicionales que lo ayudaron a ganar el
apoyo popular.

En 1945, los líderes del ala conservadora del ejército, continuaron amenazados
por la creciente popularidad de Perón, forzaron su renuncia y lo arrestaron. 19 Hicieron
un llamamiento a los radicales a participar en un gobierno de transición, pero las
negociaciones no condujeron a nada. El ejército reaccionó contra la Corte Suprema de
Justicia. Simpatizantes de Perón se unieron de repente en contra del retorno al "fraude
patriótico" de la década anterior. Los sindicatos convocaron a una huelga general el 17
de octubre de 1945, pero los trabajadores del lugar marcharon en masa hacia el
palacio presidencial. No se irían hasta que Perón no volviese a dirigirlos. Abrumados
por esta muestra de apoyo, las autoridades cumplieron. Esta ocasión marcó el
nacimiento de la política de masas movilizadas y del movimiento obrero peronista. Se
convocó a elecciones. Bajo el lema de la campaña, "Braden o Perón", el nuevo líder
carismático alcanzó un 55% de los votos en contra de una coalición de todos los
demás partidos en las primeras elecciones transparentes desde 1928.20

El Primer Régimen Peronista (1946-1955)


Perón modificó la constitución para establecer su reelección y presidió el país
durante nueve años antes de que fuera derrocado en 1955.21 Durante este período, él
consolidó una base de poder que se apoyaba en una burocracia de partido altamente
disciplinada, compuesta de un aparato sindical prácticamente incondicional a lo largo
de la legislatura, en la policía y en un ejército ambivalente.

Su estilo político fue descrito como populista y paternalista, incluso fascista. Por
mucho que se apoyaba en sus aliados políticos, Perón dependía de la existencia de
varios enemigos políticos, a quien varias veces antagonizó para generar apoyo
popular en las grandes y altamente emotivas manifestaciones. Estos enemigos
incluían la élite terrateniente (que él llamó la "oligarquía"), el ala liberal de las fuerzas
armadas, la oposición progresista integrada por radicales y socialistas, y los
intelectuales y las universidades. Tal vez lo más importante, el enemigo incluía
potencias extranjeras "imperialistas", contra las que abogó por una política de
neutralidad o de "tercera posición", "ni yanquis ni Marxistas, Peronistas" En 1947, una
desolada Argentina, que creía que tanto el Acuerdo de Bretton Woods y el GATT
favorecían exclusivamente a los intereses de los Estados Unidos y otras naciones
avanzadas, había decidido no participar en el nuevo orden económico mundial basado
en el comercio multilateral y las finanzas.

Perón comenzó su presidencia con un plan audaz de cinco años. De acuerdo


con su credo de la "independencia económica", optó por medidas redistributivas
encaminadas a ampliar el mercado interior en lugar de insistir en las exportaciones
tradicionales. Durante la Segunda Guerra Mundial, la incertidumbre sobre las futuras
exportaciones se había convertido en una recesión que puso a prueba a la entonces
coalición entre conservadores, radicales y tecnócratas. Con el objetivo combinado de
reducir la dependencia extranjera, aumentar la productividad, mejorar la distribución de
la riqueza, y ampliar la base económica nacional, el gobierno había acelerado su
política de industrialización a través de la sustitución de importaciones. Aunque la élite
terrateniente que temía el desvío de recursos hacia el sector industrial retiró su apoyo,
la industrialización logró un nuevo aliado en el ejército, que presionó por una industria
armamentista local y dirigida por el Estado, en respuesta a la supresión de la ayuda
militar de EE.UU. en represalia a la neutralidad de la Argentina en la guerra. El 27 de
marzo de 1945, Argentina declaró formalmente la guerra contra Alemania y Japón,
pero nunca participó activamente en la lucha contra esos dos países.

En 1943, la política mostraba resultados, ya que por primera vez la producción


industrial no agrícola excedió la producción de granja y la exportación de productos
industriales alcanzó a ser el 20% de las exportaciones totales argentinas (vea el
Anexo 6). 22 La producción interna cubrió más del 80% del consumo total de
productos fabricados en Argentina, contra un 60% a finales de 1930 y entre 40% y
50% durante las anteriores tres décadas. 23 El régimen militar creó un Secretariado de
la Industria para centralizar la política industrial y un banco estatal para extender
créditos y divisas a los fabricantes. Se formaron casi 25.000 nuevas empresas
industriales entre 1942 y 1946. 24

Perón llevó la industrialización aún más lejos. A pesar de que preparaba planes
quinquenales, su gobierno a menudo improvisaba políticas a corto plazo para
reaccionar contra las presiones económicas y políticas. Estas políticas incluían la
defensa de las industrias existentes después de la guerra, independientemente de su
eficiencia; la subvención de actividades tecnológicamente complejas y costosas, como
la energía atómica, para salvar a algunas empresas privadas de la bancarrota, y la
promulgación de políticas de crédito a favor de determinadas ramas manufactureras.

Las políticas favorecieron inicialmente a los sectores de bajos ingresos de la


sociedad. Entre 1943 y 1948, los sueldos reales para trabajadores industriales hábiles
subieron un 27% y para trabajadores no especializadas un 37 %.25 El PIB para el
mismo período creció un 25%.26 Al mismo tiempo, Perón exigió la estabilidad de
precios, y no escatimó recursos para el gasto del público y el pleno empleo (vea el
Anexo 7).27 La deuda externa nacional fue pagada por completo, permitiendo una
"Declaración de Independencia Económica".28 Perón también amplió el rol económico
del Estado al comprar una flota mercante, al desarrollar el transporte aéreo comercial,
y al nacionalizar la compañía telefónica (ITT), los muelles y los ferrocarriles de
propiedad inglesa.

En contraste, el sector agrícola tradicional fue descuidado. El gobierno utilizó


este sector para generar recursos y subvencionar programas de asistencia social y las
industrias altamente protegidas. Con la disminución de los incentivos, el área de uso
agrícola se contrajo y se redujo la inversión en infraestructura.

Entre 1949 y 1952 los aumentos salariales superaron las ganancias de


productividad a medida que las débiles políticas crediticias seguían aumentando la
oferta monetaria. La inflación subió a tasas anuales superiores al 30%, y
eventualmente, la producción industrial y el empleo fueron los que sufrieron (ver
Anexo 8).29 Perón respondió con un plan de austeridad drástica y negoció un acuerdo
entre la dirigencia sindical y los empleadores para que los salarios fueran congelados
por dos años.

A pesar de estas duras medidas, el carisma inusual de Perón, combinado con


los actos extravagantes de caridad de Evita hacia los pobres, hicieron que los
trabajadores los quisieran aún más. Para principios de los 50´s, se estimaba que la
fundación de caridad de Evita tenía más de $200 millones en activos y 14.000
trabajadores en planillas. Con el objetivo de satisfacer las "necesidades básicas para
una vida mejor de las clases menos favorecidas", la fundación distribuyó artículos
como zapatos y máquinas de coser y construyó casas y hospitales. 30 Solamente
durante los seis primeros meses de 1951, se suponía que la fundación de Evita había
distribuido entre los necesitados 25.000 casas y tres millones de paquetes que
contenían medicinas, muebles, ropa, juguetes y bicicletas. Evita a menudo
entrevistaba a los solicitantes personalmente, vestida con ropa de diseñador. La
fundación se financiaba a través de "donaciones" de las empresas (se rumoreaba que
se aplicó una presión significativa para asegurar la participación de las empresas), y
por medio del cobro de un día del salario anual de cada uno de
los trabajadores argentinos.

La Caída de Perón (1954-1955)


Con los años, el régimen de Perón se volvió cada vez más totalitario,
controlando el crecimiento de las zonas productoras de la sociedad civil. La oposición
fue aterrorizada sistemáticamente, la prensa censurada, los sindicatos independientes
y las organizaciones profesionales subyugados, y el sistema educativo entregado a la
propaganda del partido. Sin embargo sus enemigos siguieron formidables, y los utilizó
como blanco para generar apoyo popular. Por ejemplo, Perón incitó a sus
simpatizantes nacionalistas a quemar el Jockey Club, un bastión de la élite.

Pero a finales de 1954, cuando Perón se volvió en contra de la Iglesia Católica,


una institución muy arraigada y de gran alcance, que hasta ese momento se había
mantenido al margen, pero era tolerante con su gobierno, los bandos dispares de
oposición se reunieron en masa, como lo hicieran los propios partidarios de Perón en
octubre de 1945. Una ley de divorcio y otras legislaciones provocativas anticlericales
provocaron manifestaciones pacíficas contra el régimen. Cuando un intento de golpe
militar fracasó, Perón retribuyó ese acto enviando a grupos de trabajadores leales a
que quemaran iglesias en todo Buenos Aires. 31

Los partidarios restantes de Perón se volvieron contra él cuando llegó a un


polémico acuerdo con la Standard Oil de California en 1955 que permitió la explotación
de los recursos petroleros en la Patagonia. No sólo fue considerado un golpe a sus
sentimientos nacionalistas, sino que el ejército y la población percibieron esto como un
medio para la concesión de bases aéreas militares de los Estados Unidos. En
septiembre de 1955, las alas del ejército de reserva en la provincia de Córdoba
instigaron a otro golpe de Estado. Aviones de la Armada amenazaron con bombardear
las refinerías de petróleo recientemente construidas por Perón. Su régimen se
desgastó. Se dio a la fuga en una pequeña lancha paraguaya y abandonó el país,
como diría más tarde, para evitar una guerra civil. 32

Gobernando contra el Fantasma de Perón (1955-1973)


Desde la salida del gobierno de Perón en 1955 hasta su regreso en 1973,
Argentina tuvo 10 diferentes presidentes. El primero estableció la "Revolución
Libertadora" con el doble objetivo de destruir el peronismo y liberalizar la economía
mediante un programa de rápida industrialización financiado en gran parte por
capitales extranjeros.33 En los diez años siguientes al derrocamiento de Perón, la
economía se recuperó, creciendo a una tasa anual media del 4%. Sin embargo, la
inflación aumentó nuevamente, esta vez a un promedio del 33% anual, requiriendo
periódicas devaluaciones masivas de la moneda.34 Aunque más pequeños con
relación a los de la época de Perón, los grandes déficits del sector público eran a
causa principalmente de la incapacidad del gobierno para recaudar impuestos y de la
existencia de empresas públicas no rentables, que perdían dinero constantemente, La
política económica cambió drásticamente en el marco del Nuevo régimen. Los
controles de divisas, de precios y de salarios fueron eliminados en favor del libre juego
de las fuerzas del mercado, dando lugar a una importante redistribución de los
ingresos. Los trabajadores urbanos fueron los que más sufrieron con esta nueva
política. El 60% más pobre de los argentinos experimentó una disminución media del
5% en sus ingresos, para el 30% de los argentinos, correspondiente a la clase media,
los salarios descendieron en un 2%, mientras que para el 10% de la clase alta, los
ingresos se incrementaron en un 5%. 35

Debido a que los sueldos reales cayeron un 26% en 1959, los sindicatos
Peronistas se sintieron defraudados y respondieron con huelgas. 36 El sector
empresarial interpretó las concesiones del gobierno como una señal para cautivar los
intereses laborales. En 1962 el ejército dio luces para la transición hacia nuevas
elecciones. Los Radicales tradicionales ganaron, aunque por un margen apenas
insignificantemente más grande que los votos en blanco de los peronistas proscritos.
Los sindicatos montaron una campaña hostil de huelgas periódicas e incluso
conspiraron tácticamente con elementos del propio ejército. Los sueldos habían
disminuido del 48,2% de PIB en el segundo período del mandato de Perón a menos
del 40% a inicios de 1960.37

En 1966, el caos político y económico llevó al sector empresarial a pedir la


intervención militar, y a un golpe militar poco después. El plan económico del ejército
intervencionista inicialmente controló la inflación a través de controles de precios y
salarios, así como controles sobre el gasto público. Aislado políticamente, el ejército
trató de co-optar a una facción pragmática de la dirigencia sindical bajo el concepto de
"Peronismo sin Perón".38 Esto, sin embargo, radicalizó la oposición. En 1969, un
motín en la ciudad de Córdoba dejó 14 víctimas y generó una crisis en la cúpula
militar.

A inicios de la década de 1970, los militares apuntaban a debilitar el poder de


los intereses urbanos en la formación de políticas a través del incremento de la mala
distribución en el ya poco representativo poder legislativo argentino. 39 Las provincias
periféricas escasamente pobladas ganaron poder político a expensas de las provincias
más pobladas y productivas. Por ende, los ciudadanos de Buenos Aires y de otras
importantes áreas tuvieron menos representación en el Congreso y en el Senado, pero
aún tenían mucho menos que decir en el gobierno. 40

Desde su exilio en España, Perón alentaba al creciente y combativo


movimiento peronista juvenil, el cual rápidamente se consolidó bajo la organización
urbana guerrillera Montoneros, quienes ayudaron a presionar para que se llevaran a
cabo nuevas elecciones en 1973.

El Regreso de Perón y el Colapso de la Democracia (1973-1983)


En las elecciones de 1973, Perón fue el candidato favorito y ganó tanto con el
apoyo de los Montoneros, como de la cúpula más tradicional de la jefatura sindical. El
presidente saliente había guiado a sus nuevos seguidores hacia una militancia activa y
colorida, provocando que rápidamente el nuevo presidente se viera envuelto en una
espiral de violencia para controlar el partido. Sólo Perón podría restaurar el orden. Por
último, cediendo a las demandas de sus partidarios, el ejército permitió a Perón
regresar a Argentina. Pero su mismo regreso fue una ocasión para una gran matanza
ya que sus veteranos de seguridad y la burocracia sindical dispararon a las columnas
de Montoneros durante una reunión en el aeropuerto, dejando muertos a centenares.
Se convocó a una nueva elección, en la que Perón ganó junto con su tercera esposa
con un inaudito 62% de los votos.42

La economía exigía medidas conservadoras y Perón forjó otro "pacto social"


entre los sectores laboral y de capital. Sin embargo, factores externos adversos,
principalmente la crisis del petróleo, hicieron que los industriales y los sindicatos
abandonaran el congelamiento de precios y salarios. La inflación y la violencia se
incrementaron. Perón murió sólo unos meses más tarde, y los elementos menos
agradables de su séquito arrebataron el gobierno de manos de la esposa, que no
estaba preparada para hacerse cargo. Los asesinatos políticos, secuestros de
empresarios, la intimidación y el caos se convirtieron en común denominador y la
"guerra sucia", comenzó. En 1975, una muerte política ocurría cada 19 horas. 43 El
punto más bajo en los indicadores económicos ocurrió en el mes de junio de ese año,
cuando un plan de estabilización drástico devaluó la moneda en un 50%. La inflación
en espiral y el déficit público para 1975 alcanzaron el 16% del PIB (vea el Anexo 9).
En marzo de 1976, la inflación anualizada llegó a 3.000%,44 y las fuerzas armadas se
hicieron cargo del gobierno una vez más.

El régimen militar de 1976-1983 le dio al país una mala reputación internacional


por violaciones endémicas a los derechos humanos. Pero su menos famoso record de
mal manejo económico no era menos notorio. Las medidas iniciales dieron como
resultado una disminución notable del 40% del promedio de los salarios reales de los
últimos cinco años. 45 El régimen culpó los problemas del país a la excesiva
intervención gubernamental y a los fuertes impuestos que eran gravados al
sector agrícola para apoyar a una industria ineficiente. El comercio y la liberalización
del tipo de cambio fueron seguidos por la reforma financiera. En 1976, a raíz de las
renegociaciones de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), un
exceso de oferta de financiación barata extranjera de EE.UU., Europa y de bancos
japoneses que contaban en exceso con petrodólares, en gran medida erosionaron la
capacidad del gobierno para restringir el crédito interno, y la especulación financiera
desplazó la inversión productiva (ver Anexo 10 sobre información sobre la carga de
la deuda externa de Argentina).

En 1979, el gobierno fijó del tipo de cambio nominal, pero las distintas políticas fiscales
y salariales, así como los controles de precios diseñados para contener la inflación
fallaron. El tipo de cambio real se apreció rápidamente, sobrevaluándose seriamente.
En consecuencia, las importaciones subieron y las industrias locales que quedaron
fracasaron. Finalmente, la situación se hizo insostenible. A principios de 1981, la fuga
de capitales se disparó, y las reservas de divisas disminuyeron en más de $ 2 mil
millones. Se incrementó la presión sobre la moneda, y dio lugar a la primera de una
serie de devaluaciones. Pronto un ciclo echó raíces. En los siguientes 18 meses, el
peso se depreció en un 100%, mientras que la inflación mensual media alcanzó el
20%, la actividad industrial cayó, los salarios reales disminuyeron, la inversión se
redujo, y el déficit público alcanzó el 20% del PIB.46

En 1982 se produjo aún más caos cuando los militares argentinos se


embarcaron en una invasión sorpresa de las Islas Falkland-Malvinas. El Reino Unido
rápidamente rechazó el asalto, pero los inversores extranjeros perdieron aún más la
confianza en el país y retiraron sus capitales. Como las reservas internacionales se
desplomaron, el gobierno suspendió los pagos de su deuda externa. La deuda externa
privada había aumentado en términos de moneda local, sin fuentes externas de
financiación. Gran parte del sector privado estaba al borde de la quiebra. Finalmente,
el gobierno nacionalizó la deuda externa privada, mientras que al mismo tiempo
reestructuró la deuda privada nacional. El hombre detrás de este plan era el joven y
enérgico presidente del Banco Central, Domingo Cavallo. El cambio constante y la
creciente incertidumbre condujeron a la retirada de los agentes económicos del
mercado formal: los trabajadores calificados y el capital huyeron del país y aumentó el
empleo informal.

La Restauración de la Democracia (1983-1989)

A raíz de la crisis de la deuda y la derrota militar en las Islas Falkland-Malvinas,


las Fuerzas Armadas convocaron a elecciones a finales de 1982. Por primera vez los
radicales ganaron una elección libre en contra de los peronistas. El nuevo presidente,
Raúl Alfonsín, fue recibido con euforia y con la expectativa de que iba a restaurar el
orden en la economía. Tal vez su decisión más notable fue la de enjuiciar a los
funcionarios responsables de violaciones de los derechos humanos en el régimen
militar anterior. Como resultado, los levantamientos militares obligaron a Alfonsín a
limitar el alcance de dichos procesos drásticamente. Con la oposición peronista en
desorden, Alfonsín se esforzó por introducir la legislación laboral destinada a debilitar
a los sindicatos.
Pero esta iniciativa falló y fortaleció a la dirigencia sindical. Enfurecidos por las
acciones de Alfonsín anti sindicalistas y por su fracaso en mejorar los servicios
públicos que estaban altamente deteriorados , los sindicatos se embarcaron en un
curso de oposición sistemática que duró durante toda la administración de Alfonsín e
incluyó trece huelgas generales entre 1984 y 1989.47

El Plan Austral

En junio de 1985, el gobierno anunció el Plan Austral (Ver Anexo 12),


nombrado así luego de que la nueva moneda fuera instituida. Se componía de amplias
reformas estructurales, liberalización económica, y la renegociación de la deuda. Las
reformas estructurales incluían el recorte de subsidios y la desregulación y la
privatización de industrias estatales. La liberalización económica tomó la forma de una
reducción en las políticas proteccionistas y el congelamiento de salarios y precios para
controlar las expectativas inflacionarias. El gobierno también
instituyó un tipo de cambio fijo. El plan tuvo éxito y provocó un fuerte apoyo de los
EE.UU., lo que condujo a una refinanciación de la deuda externa. A mediados de
1986, la inflación se había reducido de una tasa anual de 650% al 50%, el déficit
público había disminuido y se había reanudado un crecimiento positivo del PIB.
El Plan Austral estaba siendo aclamado en todo el mundo como "el nuevo Milagro
Argentino".48

En abril de 1986, con el fin de luchar contra la sobrevaluación de la moneda, la


congelación de precios y el tipo de cambio fijo fueron abandonados en favor de las
directrices de precios y una paridad móvil, según la cual el tipo de cambio se ajustaba
periódicamente a la inflación. Esto formalmente marcó el final de la primera fase del
Plan Austral. El gobierno había reducido el gasto público y la evasión impositiva, pero
se abstuvo de aplicar con éxito las reformas estructurales necesarias, y los ingresos
fiscales disminuyeron en el resto de la administración Alfonsín. Una movida muy
criticada, fue la del gobierno que cortejó con aumentos salariales a un grupo selecto
de sindicatos peronistas, en un aparente intento de recrear el Peronismo. La inflación
se disparó, y la sobrevaluación de la moneda puso en peligro el superávit comercial
requerido dentro del plan de estabilización del FMI. En el tercer trimestre de 1986, el
plan comenzó a desmoronarse ya que los precios al por menor crecieron más allá de
los niveles previstos por las directrices de precios, y como muchas de las reformas
propuestas por el plan, fracasaron ante la oposición política y las peleas intra-
gobierno.49 Por ejemplo, un plan para privatizar la aerolínea estatal fue ferozmente
combatida por los peronistas y los sindicatos. El economista del MIT Rudiger
Dornbusch señaló que la Argentina parecía un país formado por los contribuyentes
italianos y los sindicatos británicos.

En febrero de 1987, el plan del "Australito" reimpuso el sueldo y los controles


de precios. Pero el Plan Austral no fue conservado. En septiembre de 1987, el Partido
Radical perdió la Cámara de Diputados frente a los Peronistas, marcando el
fallecimiento del Plan Austral.

Nuevas Elecciones

En agosto de 1988, en un esfuerzo por superar los meses restantes antes de


las elecciones presidenciales, el gobierno de Alfonsín elaboró el "Plan Primavera" para
contener las expectativas inflacionarias a través de la fijación del tipo de cambio. El
plan se basó en un acuerdo con la Unión Industrial y la Cámara de Comercio, que se
unieron en contra ante la posible victoria del candidato peronista, Carlos Saúl Menem.

Menem pedía, entre otras cosas, la recuperación de las Islas Falkland-Malvinas


por la fuerza, mora de la deuda externa, y aumentos salariales masivos (el salariazo).
A medida que la campaña se intensificó y el plomo de Menem en las urnas creció, las
expectativas sobre el incremento salarial llevaron a la inflación y a una disminución de
las reservas en dólares. Cuando el Banco Central suspendió las operaciones en
moneda extranjera, el precio del dólar se disparó. Como todo el país hacía
seguimiento al dólar, todas las apuestas sobre el nuevo plan se apagaron. En mayo de
1989, los precios aumentaron en un 78%, mientras que el dólar triplicó su valor frente
al austral.50

Los disturbios por alimentos en los supermercados causaron estragos en el


país, Menem no tuvo necesidad de atacar a los radicales, sino más bien pegarse a la
batalla peronista tradicional que protestaba durante su campaña. Por ejemplo,
apasionadamente declaró: "Por el hambre de los niños pobres, por la tristeza de los
niños ricos, para los jóvenes y los viejos, con la bandera de Dios, que es la fe, y la
bandera del pueblo, que es la patria , por Dios, les pido: síganme. No los
defraudaré".51

El se llevó el 47% de los votos en mayo de 1989 (ver Anexo 13). 52 Por primera
vez en la historia argentina, un presidente constitucionalmente electo entregó el poder
a un miembro de la oposición. De hecho, con el aumento de precios del 197% en el
mes de julio, el paso de mando se adelantó seis meses para hacer frente a la crisis en
desarrollo.
Anexo 1 Indicadores Económicos Generales de Argentina (1900-1990) (% de aumento anual promedio , a menos que se indique lo contrario)

Conservador Radicales Coalición Militares/Perón 10 Presidentes Perón y su tercera esposa "Guerra Sucia" Militares Alfonsin Menem
1900-1915 1916-1929 1930-1942 1943-1955 1956-1972 1973-1976 1977-1982 1983-1988 1989-1990
Crecimiento Real del PIB 5.00 5.00 1.75 3.71 3.85 2.14 0.46 1.16 -3.08
Crecimiento Real del PIB per cápita 1.37 2.3 0.05 1.69 2.26 0.46 -1.08 -0.16 -4.30
Inflación de Precios al Consumidor 2.45 2.00 0.46 16.69 30.51 178 147 368 2697
Inversión/PIB 24.52 16.13 14.37 16.67 22.70 24.98 26.48 19.96 16.17
M3/PIB 48.09 50.79 52.75 49.96 27.25 28.25 29.68 16.62 7.50
Gasto Público/PIB 13.14 10.54 17.88 28.83 25.02 27.70 28.98 29.46 23.53
Déficit Público/PIB¹ 2.80 1.35 3.21 8.08 3.72 11.35 12.07 9.29 4.27
Promedio de las exportaciones e importaciones/PIB 21.57 20.05 13.80 7.51 6.42 6.03 9.06 8.46 9.79

Fuente: Adaptado de IEERAL, 1986 y OECD, 1997.


¹ Series desde 1913-1990.

Anexo 2 Cuentas de Ingresos Nacionales Argentinos (en millones de dólares americanos constantes de 1985)

1916 1930 1943 1956 1973 1977 1983 1989 ¹


Producto Interno Bruto 19.806 37.802 48.465 79.277 149.797 166.961 166.130 160.034
Consumo en el Hogar 16.201 30.296 36.070 58.852 101.971 101.423 110.375 92.652
Consumo del Gobierno 1.252 2.036 3.945 7.082 9.479 11.354 15.150 29.423
Inversión 1.904 7.984 5.645 13.894 37.598 49.850 35.016 27.200
Privada 1.686 7.205 4.562 12.001 30.144 37.101 25.843 na
Pública 218 779 1.083 1.894 7.454 12.748 9.173 na
Exportaciones 4.261 4.763 5.205 4.596 9.671 14.672 16.472 20.093
Importaciones 3.812 7.277 2.380 5.147 8.921 10.338 10.885 9.335
Bienes de Consumo 1.500 1.846 477 304 278 343 554 347
Bienes Intermedios 1.915 4.231 1.817 4.038 6.913 6.926 8.464 7.727
Bienes de Capital 397 1.200 85 805 1.730 3.069 1.867 1.261

Fuente: Adaptado de IEERAL, 1986; OECD, 1997; y EIU Country Data.

¹ División entre el gasto en el hogar y el gubernamental in 1989 utilizando diferente metodología.


Anexo 3 Balance Argentino de Pagos
millones de pesos actuales millones de dólares actuales
1938 1946 1955 1973 1977 1983 1989

Cuenta Corriente -505 1,416 -217 726 1,126 -2,436 -1,305

Balanza Comercial -109 1.743 -244 1.308 1.852 3.756 5.709


Exportaciones 1.371 3.918 928 3.315 5.651 7.835 9.573
Importaciones 1.480 2.175 1.173 2.007 3.799 4.119 3.864

Servicios Netos -63 171 21 -192 -16 -769 -600


Ingreso Neto -366 -451 -21 -401 -741 -5.399 -6.422
Transferencias Netas na na -3 11 31 16 8
Otros Netos 33 -47 30 0 0 0 0

Cuenta Financiera 53 -1.845 207 79 605 -2.391 -8.083

Inversión Directa Neta na na 1 10 145 183 1.028


Inversión Privada Neta a Largo Plazo -68 -329 9 6 -1 649 -1.028
Inversión Privada Neta a Corto Plazo 0 0 0 40 481 -2.370 -7.527
Neto Oficial 121 -1,516 197 23 -20 -853 -486

Errores Netos y Omisiones -9 -75 11 53 134 -447 -249

Reservas e Items Relacionados * 461 504 0 -858 -1,865 5,274 9,637

Fuente: Adaptado del FMI, estadísticas Financieras Internacionales; y FMI, Anuario de la Balanza de Pagos.

* Debido a la disponibilidad de datos, 1938 incluye todo el capital oficial a corto plazo y el oro monetario.
Anexo 4 Crecimiento del PIB Argentino

A Crecimiento Real del PIB


(% de cambio año tras año)

B Indice Real del PIB


1900 = 100

Fuente: Adaptado del OECD, 1997.


Anexo 5 Comercio Argentino

A Exportaciones e Importaciones como % del PIB

B Balanza Comercial como % del PIB

Fuente: Adaptado del OECD, 1997.


Anexo 6 Composición Sectorial Argentina

A PIB por Sector

Servicios*
Ind*
Agro

B Empleo por Sector

Gov
No-Agrícola*
Agrícola

Fuente: Adaptado del IEERAL, 1986.


Nota: * En A: Ambos servicios y la industria incluyen algunas actividades agriculturales. Por ejemplo a inicios de 1910,
la agricultura contabilizó más del 50% de la producción industrial a través de equipos de procesamiento relacionados.
También los servicios incluían transporte y comercio relacionados a la agricultura. La misma es verdadera para el No Agricola en B.
Anexo 7 Salarios y Gasto Público Argentinos

A Indice Salarial Real (1913 = 1.0)

B Salarios como % del PIB

Gasto Público como % del PIB

Gasto Público Total


Gasto Público Total

Fuente: Adaptado del IEERAL, 1986 y del OECD, 1997


Anexo 8 Inflación Argentina

A Tasa Anual de Inflación 1900- 1955

B Tasa Anual de Inflación 1945-1990


(Escala Logarítmica)

Fuente: Adaptado del OECD, 1997


Anexo 9 Déficit Público Argentino (% del PIB)

Fuente: Adaptado del IEERAL, 1986 y del OECD, 1997


Anexo 10 La Deuda Externa Argentina

A Indicadores de la Deuda Externa (1970 - 1986) (millones de dólares actuales excepto donde se observaron)

Servicio de Deuda % de la Tasa de Interés


Reservas Deuda Externa Bruta Deuda Externa Neta Externa sobre la Deuda Externa
1970 725 3.259 2.534 289 11.4
1971 317 3.762 3.445 341 12.1
1972 529 4.694 4.165 387 10.8
1973 1.412 5.210 3.798 479 10.9
1974 1.341 6.274 4.933 421 9.6
1975 618 7.495 6.877 487 8.9
1976 1.772 7.899 6.128 492 6.9
1977 3.862 9.307 5.445 578 8.5
1978 5.829 12.496 6.667 681 9.6
1979 10.137 19.034 8.897 920 10.2
1980 7.288 27.162 149.874 1.531 11.8
1981 3.719 35.671 31.952 3.700 16.2
1982 3.013 43.243 40.230 4.718 14.1
1983 3.205 45.079 41.874 5.408 13.1
1984 3.499 46.171 42.672 5.712 13.2
1985 6.153 49.326 43.173 4.882 11.1
1986 5.580 51.704 46.124 3.970 8.7

B Deuda Externa Bruta / proporción de exportaciones

Fuente: Adaptado de Carlos Rodrigues, "Argentina's Foreign Debt: Origins and Alternatives", in Debt, Adjustment and Recovery, 1989.
Anexo 11 Indicadores Sociales Argentinos

A % de Población Argentina (15-64) por Nivel Educativo C Distribución de Ingresos en Países Seleccionados
Ingresos compartidos por quintiles de población
Sin Por lo menos Por lo menos Superior
Educación Primaria Secundaria 1 2 3 4 5 proporción
1910 25 75 12 1 20% más pobre medio 20% 20% más rico 05:01
1930 22 78 9 1
1947 14 86 9 1 1980 Argentina 6,6 10,8 14,9 21,9 46,1 7.0
1960 10 91 20 4 Brasil (1979) 3,2 6,7 10,2 17,5 62,5 19,5
1970 6 95 26 5 Chile 2,7 6,4 10,6 18,3 62 23
1980 3 97 32 7 Mexico (1984) 4,1 7,8 12,3 19,9 55,9 13,6
1991 2 98 43 11 Estados Unidos (1985) 4,7 11 17,4 25 41,9 8,9

Fuente: Adaptado del OECD, 1997. 1989 Argentina 4,8 9,4 13,5 20,2 52,1 10,9
Brasil 2,1 4,9 8,9 16,8 67,5 32,1
B Número de años promedio de escolaridad para los países seleccionados Chile 3,7 6,8 10,3 16,2 62,9 17.0
Mexico 3,6 8,1 13 20,4 54,9 15,3
Argentina Brasil Mexico Chile Estados Unidos Estados Unidos (1985) 4,7 11 17,4 25 41,9 8,9
1950 4,6 1,8 2,3 4,9 9,5
1960 6,2 2,4 na na 9,5
1970 na na 4,2 5,9 10,6 Fuente: Adaptado de World Development Report; Volumen 25; "Neoliberalism and Income Distribution in Latin America", 317.
1980 7,2 3,9 4,9 7,6 12
1989 9,1 5,3 6,6 8,5 13

Fuente: Adaptado del OECD, 1997.


Anexo 12 Plan Austral

Inflación Mensual Argentina

Fuentes: Adaptado de Smith, 1989, y Fondo Monetario Internacional, International Financial Statistics.
Anexo 13 Resultados de las Elecciones Argentinas de Mayo de 1989

A Elecciones Presidenciales
Posicion durante Partido % de Votos Votos Electorales* Plataforma
Candidato la campaña
Plataforma popular, incluyendo un significante incremento salarial, impuestos bajos,
recuperación de las Islas Falkland-Malvinas por la fuerza, repudio a la deuda externa o la
Carlos Saul Menem Gobernador de La Rioja Peronista 47% 317 mora de 5 años.

Eduardo Angeloz Gobernador de Cordoba Radical 37% 232 Distante del régimen Radical actual, en resumen: venta de industrias estatales ineficientes,
reducción del rol del Estado en la economía, mantener una tasa de cambio libre, estimular las
exportaciones y renovar los sindicatos.

Otros 9 candidatos Varios Varios 16% 51 Varios

Resultado de votantes: 85% (votación obligatoria para argentinos entre 18 y 70 años de edad)

* 600 votos electorales en total. El ganador requiere más de 300 votos para anular la consulta en el Colegio Electoral.

Fuente: Adaptado de Associated Press, 15 de mayo de 1989.

B Elecciones Legislativas

4% Blancos y Nulos
20% Otros
0% Aliados Radicales 4%
45% Peronistas
Blancos y Nulos
29%
2% Peronistas Aliados 20%
Otros
29% Radicales
0% Aliados Radicales
Peronistas
Peronistas Aliados
2%
Radicales
45%

Fuente: Adaptado de la Base de Datos Políticos de las Américas, Universidad de Georgetown.


Notas Finales
1
Eva Duarte Perón, Evita by Evita: Eva Duarte cuenta su propia historia (Londres y
Nueva York: Proteus, 1978), del artículo del obituario en el periódico: “President Juan
Peron: Flamboyant creator of modern Argentina”
2
Carlos F. Díaz Alejandro, Ensayos de la Historia Económica de la República
Argentina (New Haven y Londres: Prensa de la Universidad de Yale, 1970), 424.
3
Joseph Page, Perón: Una Biografía (New York Random House, 1983), 176 y William
C. Smith, Autoritarismo y la Crisis de la Política Económica Argentina (Stanford, CA:
Prensa de la Universidad de Stanford, 1991), 27
4
Back in the Saddle: A Survey of Argentina”, The Economist (26 de noviembre de
1994):3.
5
Felipe de la Balze, Rehaciendo la Economía Argentina (Nueva York: Prensa del
Consejo sobre Relaciones Internacionales, 1995), 27.
6
Marie-Ange Veganzones con Carlos Winograd, Argentina en el Siglo XX: Relación del
Crecimiento esperado (París: OECD Centro de Estudios de Desarrollo, 1997), 29.
7
Argentina dejó el patrón del oro temporalmente en 1914, como hicieron todos los
principales países del Hemisferio Norte. Hasta 1927, Argentina usó una flotación
administrada que tenía por objetivo prevenir la apreciación de la tasa de cambio y
preservar la rentabilidad del sector de las exportaciones. En 1929, Argentina se alejó
por completo del patrón del oro.
8
de la Balze, Rehaciendo la Economía Argentina, 26.
9
Smith, Autoritarismo y la Crisis de la Política Económica Argentina, 23.
10
Id.,25.
11
Id., 25.
12
Nicholas Fraser y Marysa Navarro, Eva Perón(Londres: Andrés Deustsch, 1980), 36-
45
13
Id., 36-45.
14
Para una evaluación general de la ideología de Perón y su estilo político durante su
primer y segundo mandato como presidente, vea: Page, Perón: A Biography, Capítulo
25 “The Conductor”.
15
Juan Carlos D’Abate, “Trade Unions and Peronism”, en Juan Perón y la
Reorganización de Argentina, eds. Frederick C. Turner y Jose Enrique Miguens
(Prensa de la Universidad de Pittsburgh, 1983), 59-61.
16
Robert J. Alexander, Juan Domingo Perón: A History(Boulder, CO: Prensa de
Westview, 1979), 37.
17
Id., 40.
18
Smith, Autoritarismo y la Crisis de la Política Económica Argentina, 31.
19
Frase, Eva Perón, 49-68.
20
Este iba a ser el peor resultado electoral en la carrera política de Perón. Vea Luna,
El 45, 469.
21
Esta reforma de la constitución extendió el voto a las mujeres.
22
Luna, El 45, 27-28.
23
Smith, Autoritarismo y la Crisis de la Política Económica Argentina, 23.
24
Luna, El 45, 27.
25
Page, Perón: A Biography, 176.
26
Smith, Autoritarismo y la Crisis de la Política Económica Argentina, 27.
27
Page, A Biography, 170.
28
Para estadísticas económicas sobre Argentina desde 1913-1984, referirse al Instituto
de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamérica (IEERAL),
“Estadísticas de la Evolución Económica de Argentina, 1913-1984”, Estudios no.
39(Julio/Septiembre 1986): 103-184.
29
Smith, Autoritarismo y la Crisis de la Política Económica Argentina, 28.
30
Fraser y Navarro, Eva Perón, 118.
31
Para una relación de los últimos días de Perón en la oficina en la década de 1950,
vea Page, Perón: A Biography, Capítulos 34-36 (At War with the Church, The
Beginning of the End, and The Liberating Revolution).
32
Perón hizo este reclamo en una entrevista con Félix Luna. Vea Luna, El 45, 59.
33
La inversión norteamericana en Argentina se triplicó en menos de una década,
desde $427 millones en 1960 a cerca de $1.2 billones en 1968, y se dedicó
principalmente a expandir los sectores de la industria local: petróleo, químicos y
petroquímicos, transporte, metalurgia y equipo eléctrico. Vea Smith, Autoritarismo y la
Crisis de la Política Económica Argentina, 34.
34
Smith, Autoritarismo y la Crisis de la Política Económica Argentina, 33.
35
Alejandro, Ensayos de la Historia Económica de la República de Argentina, 129 y
Smith, Autoritarismo y la Crisis de la Política Económica Argentina, 34.
36
Smith, Autoritarismo y la Crisis de la Política Económica Argentina, 40-41.
37
Id., 35.
38
Edwin Williamson, “Argentina, The Long Decline”, en “The Penguin History of Latin
America (London: Penguin Books, 1992), 473.
39
Daron Acemoglu, Simon Johnson, James Robinson y Yunyong Thaicharoen,
“Institutional Causes, Macroeconomic Symptoms: Volatility, Crises and Growth”
National Bureau of Economics Working Paper W9124, Septiembre 2002.
40
Sebastian M. Saiegh y Pablo T. Spiller, “A Parliamentary System for Argentina”, NYU
Working Paper, junio 2002, disponible en: http://homepages.nyu.edu/-
sms267/parliam.pdf (accesado el 26 de febrero de 2004); Daron Acemoglu, Simon
Johnson, James Robinson y Yunyong Thaicheroen, “Institutional Causes,
Macroeconomic Symptoms: Volatility, Crises, and Growth” National Bureau of
Economics Working Paper W9124, septiembre de 2002; y David Samuels y Richard
Snyder, “The Value of a Vote: Malappointment in Comparative Perspective”, Diario
Británico de Ciencias Políticas 31:3, 2001.
41
Para una relación completa sobre la emergencia, desarrollo y la desaparición
definitiva del movimiento de guerrilla urbana en Argentina, incluyendo las divisiones
resultantes con el movimiento Peronista, vea Richard Gillespie,. Soldiers of Perón,
Argentina’s Montoneros. Nueva York: Prensa de la Universidad de Oxford, 1982 y
María José Moyano. Argentina’s Lost Patrol: Armed Struggle 1969-1979. New Haven:
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