¿Alguna vez has estado tan conmovido por la gloria de Dios- su bondad, su, su compasión
misericordia- que tu corazón sólo explotó con alabanza? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que
tu corazón se abundo de acciones de gracias?Tenemos una habilidad que Dios nos ha dado
para disfrutar, y expresar emoción. Nuestras pasiones pueden ser provocadas por la belleza;
nuestras emociones son como vidas por la música, la literatura y el arte; podemos
experimentar la profundidad de dolor trágico y la altura de gozo extasiado. Él nos ha creado
con la habilidad para contemplarlo, comprenderlo y disfrutarlo para que nuestros corazones
brotaran bellos pensamientos acerca de nuestro rey. Él nos ha dado la habilidad para crear,
ejecutar y disfrutar la música y la poesía en nuestra adoración, sólo para que nuestros
corazones se inclinan más hacia él. nuestra habilidad para gozarnos en Dios refleja su gozo y
exultacion en él mismo. Ocupémonos tanto en el conocimiento de la bondad de Dios y en el
deseo de la Comunión con el que nuestras emociones se enciendan en nuestro hombre
exterior reflejen un gran amor. Aunque no debemos Buscar las experiencias emocionales por
ellas mismas, no debemos rechazar la Sólo porque otros no las usen bien o ignoren las
instrucciones de Dios sobre la adoración. ¿Cómo es posible quitar la veneración de otros
dioses y no estamos totalmente ocupados con la adoración del verdadero Dios? Aprender a
tener gran deleite y gozo en Dios es el mayor freno para la idolatría. Ya sea que creas que
cantar solo salmos, sólo himnos himnos y coros, la adoración debe incluir tu cuerpo y tu
corazón, que a su vez incluye tu mente, tus afectos y tu voluntad. Nuestro hombre exterior,
nuestro, debe estar de alguna manera comprometido. Es cierto que las meras posturas
externas no son garantías contra la adoración insensible, pero la escritura invariablemente
vincula la actividad del cuerpo con los corazones que están cautivados con la gloria de Dios.
No tenemos la libertad de alabar a Dios en cualquier manera que decidamos; lo debemos
adorar en las maneras que él ha establecido. Dios nos ha dicho como alabarlo. Nuestros
miedos, tristezas o alegrías son Realmente las maneras en que experimentamos los resultados
de nuestros pensamientos y deseos. Si estás experimentando una emoción en particular, por
lo general es porque has abrigado ciertos pensamientos o deseos en tu corazón que dan pie a
este sentimiento. Nuestras emociones no están bajo nuestro control directo, pero brotan de
nuestro corazón. Nuestras emociones reflejan y responden a nuestros pensamientos internos y
es sólo cuando centramos estos pensamientos en el carácter de Dios que encontramos alegres
alabanzas surgiendo de nuestro corazón. Entrar en la alabanza gozosa es una consecuencia de
meditar su misericordia, gracia, magnificencia, santidad, justicia y bondad. Cuando busques
quitar la adoración idolatra, reemplazándola con la obediencia, necesitarás ponerte un
corazón que aprecia, ame, se goce y celebre la belleza, bondad, santidad y majestad de tu
rey. Descubrirás que tu obediencia Se volverá más placentera cuando tu corazón esté
enfocado en la adoración. Dios está buscando adoradores, pero su plan es transformarnos en
esos que conocen el gozo bellísimo de la adoración rendida, el amor intenso, el temor
reverencial y el asombro extasiado de su persona y presencia. En nuestra duración y en su
poder transformador es glorificado, encuentra gozo y nos concede alegrías para siempre. El
mismo se ha comprometido a transformarnos de idólatras serviles, temerosos e Iracundos, en
hijos felices jugando en el jardín de sus deleites, todo para su máxima Gloria y nuestro
disfrute. Qué podamos, en todo lo que hacemos, Buscar someternos humildemente a su obra
y adorarlo fervientemente, para reflejarlo a él, manifestando al mundo a nuestro alrededor la
Excelencia de su gloriosa gracia.