Al nacer el cerebro de un bebe pesa aproximadamente la cuarta parte de lo que llegara a pesar cuando sea un adulto, en el vientre de su madre creció y se desarrolló adecuadamente hasta el día de su nacimiento y esto lo hace ser un ser fuerte que a pasado por experiencias complejas como atravesar el canal vaginal, o ser separado del cuerpo de su madre en el caso de las cesáreas, encontrar el brillo de las luces, los ruidos, los colores y el aire que entra por primera vez en sus pulmones, algunos sufren golpes en su cabeza, pero están allí listos para empezar un largo camino de desarrollo y es aquí donde se ve su fragilidad para enfrentar un nuevo entorno. La facilidad o dificultad con la que nace un bebe, su rapidez para respirar y la efectividad del médico obstetra afectan significativamente el proceso de desarrollo cerebral de un niño, las interrupciones en el proceso de oxigenación del cerebro de un bebe pueden causar daños cerebrales significativos en diferentes grados. (se cree que el 30% de los casos de parálisis cerebral ocurren por la falta de oxigenación en el periodo perinatal). El nacimiento de un bebe en condiciones óptimas es decisivo para un proceso de adaptación optimo al muevo ambiente. En la etapa posnatal se pueden ver aspectos importantes que perfilan el desarrollo infantil, como características anatómicas, funcionales y sensoriales, que muestran el desarrollo del sistema nervioso central del neonato. Durante las 2 primeras semanas de vida son fundamentales las nuevas sinapsis que puedan ocurrir en el desarrollo cerebral de un bebe, en esta etapa la producción de nuevas neuronas y la conexión entre ellas aumentan la posibilidad de modificación en la función cerebral (Plasticidad cerebral) lo que depende de las primeras experiencias, lo que demuestra que si el bebe está expuesto a situaciones de privación de estímulos o está expuesto a altos niveles de estrés tóxico, se verán consecuencias negativas, como la disminución de la respuesta inmune del infante, es por eso que las primeras experiencias de un bebe son cruciales para la maduración de su cerebro; especialmente para las estructuras encargadas de la afectividad y la memoria. Los bebes necesitan experiencias posnatales significativas que lo adapten al nuevo entorno y aprendan una forma de comunicación que les permita sobrevivir en él, de allí la importancia de las canciones de cuna, las conversaciones de la mamá, un tono y timbre de voz agradable ayudarán al bebe a decodificar los sonidos del habla, que serán la base del lenguaje, las experiencias diarias modificaran los circuitos neuronales y para los periodos críticos y sensibles para el aprendizaje del lenguaje hablado. La actividad neuronal generada por las interacciones con el mundo exterior influye en la estructura y función del sistema nervioso central, o sea con el desarrollo de las capacidades sensoriales, perceptivas y motoras, la exposición al lenguaje y al afecto son definitivas para el periodo posnatal. Plasticidad cerebral: Es la capacidad de adaptación de los circuitos neuronales frente al aprendizaje o frente a las contingencias. En las primeras semanas de vida de un bebe la corteza cerebral posee un estado de alta plasticidad que hace que puedan ser modificados fácilmente. La ausencia de experiencias sensoriales, principalmente las relacionadas con la visión y la audición pueden tener serias consecuencias funcionales. El cerebro de los bebes necesita pasar por varias fases de maduración para adquirir las distintas habilidades y capacidades, estas requieren ser adquiridas o aprendidas en un determinado momento para que puedan ser estructuradas de forma apropiada, como lo es el lenguaje verbal. GENETICA Y ENTORNO: LAS EXPERIENCIAS SON ESENCIALES PARA EL DESARROLLO DEL CEREBRO. Las áreas del sistema nervioso relacionadas con el movimiento son las primeras en consolidarse, ya que desde el vientre el bebe ensaya sus primeros movimientos, “El cuerpo es el socio estratégico que tiene el cerebro para continuar con su desarrollo luego del nacimiento” Del cuerpo llega la información y al cuerpo llega la información que el cerebro emite. Un bebe necesita oportunidades de descubrir y utilizar su cuerpo para poder desarrollar sus habilidades motoras, (Estar bocabajo, desde los primeros meses, ser balanceado con poca intensidad y duración, arrastrarse, gatear, escalar, subir, abrir y cerrar objetos; son actividades que permiten una mayor maduración del sistema nervioso cerebral. Las habilidades motoras aprendidas en la primera infancia serán recordadas a lo largo de la vida. El afecto, el sueño y la nutrición son fundamentales en la primera etapa de la vida para la maduración neurobiológica y el desarrollo integral de los niños. La importancia del vínculo afectivo desde el inicio de la vida permite que él bebe se adapte al entorno, regule su ansiedad, confié en sí mismo, busque su autonomía, favorezca la regulación del funcionamiento de todas las estructuras cerebrales relacionadas con las emociones y el comportamiento. Igualmente, importantes son las experiencias sensoriales perceptivas en los primeros meses de vida para el desarrollo cerebral en los niños. Ejemplo: los niños al nacer, aunque pueden abrir sus ojos no pueden observar o interpretar lo que está en su entorno; las neuronas que se han asignado al circuito visual solo podrán cumplir sus funciones de manera óptima si están expuestas a las experiencias sensoriales con el ambiente. La mielinización gradual de estos sumadas a las experiencias con la luz, los objetos, los colores, las formas, el movimiento y la profundidad, serán algunos elementos que facilitarán el desarrollo visual del niño, a tal grado que en pocos años podrán tener una excelente agudeza visual, con la cual podrán encontrar diferencias sutiles entre 2 imágenes parecidas. Las experiencias, oportunidades y estímulos que se les brinde a los bebes en sus primeros meses aseguraran el desarrollo adecuado de los sistemas sensoriales de los niños. Y serán los insumos para lograr el desarrollo y la maduración cerebral.