Este requisito abarca los motivos de hecho y de derecho que el fallo debe contener en
apoyo de su dispositivo; ya que si no consta la motivación sobre la cuestión de hecho como
la de derecho, se caería en el vicio de inmotivación de la sentencia, que es un principio de
orden público. Entendido lo anterior se ha establecido que el silencio de pruebas, es una
especie del vicio de inmotivación, ya que el juzgador dicta la sentencia sin hacer un análisis
de las pruebas aportadas a los autos o aun cuando la menciona, pero no la analiza conforme
a la ley. Asimismo, se puede definir como: el vicio de inmotivación por silencio de
prueba se configura cuando el juez omite hacer cualquier mención sobre una prueba
promovida y evacuada, o cuando, a pesar de haber mencionado su promoción y evacuación
se abstiene de analizar su contenido y señalar el valor que le confiere o las razones para
desestimarla.
FUNDAMENTO LEGAL
Es por ello que al ser el silencio de pruebas, una especie del vicio de Inmotivación, cuando
el Juez omite hacer cualquier mención sobre una prueba promovida y evacuada, o a pesar
de haber mencionado su promoción y evacuación se abstiene de analizar su contenido y
señalar el valor que le confiere o las razones para desestimarla; se viola lo establecido en
los artículos 243 y 244 del mencionado código y hacen anulable la sentencia dictada, por
menoscabar incluso uno de los principios básicos del derecho procesal civil que es limitarse
a decidir conforme a lo alegado y probado en autos (Art. 12 del código eiusdem).
-I-
Alegan éstos que el juez de alzada confunde la facultad que tiene de hacer uso
de la prueba de declaración de parte con la obligación de analizar todas las pruebas
promovidas para el debate y conforme a ello recriminan que en su sentencia dejara
establecido que le era “facultativo extraer o no algún elemento de convicción de lo
señalado en el juicio por las partes” agregando a su denuncia que de este modo “al no
analizar la prueba de declaración de parte llego (sic) a la conclusión que no estaba
probada la condición de trabajador eventual del demandante”.
A los fines de resolver lo denunciado, constata la Sala que a los folios 82 (parte
final) y 83 de la 2ª pieza de este expediente se evidencia la mención que hace el ad
quem de la declaración dada por el ciudadano, José Ramón Medina Ortiz, parte actora en la
presenta causa, en la que se hace referencia a la duración de la relación laboral, las
condiciones de trabajo, el salario devengado, el porcentaje de las comisiones percibidas, el
horario, a quién estaba subordinado, propiedad de los materiales, herramientas y
máquinas utilizadas, etc. Se evidencia también del mencionado folio 83 que la sentencia de
alzada reproduce lo expuesto por los ciudadanos codemandados Michell Odreman y
Elizabeth Tumino.
-II-
A los fines de verificar lo alegado por los recurrentes, pasa esta Sala de
seguidas a transcribir el fallo recurrido en la parte pertinente (folio 89 de la 2ª pieza):
… evidencia este (sic) Superioridad que consta a los autos copias certificadas
de sentencias cuya nomenclatura es AP21-L-2010-005932 y AP21-R-2011-
001416, las cuales constituyen documentos públicos, y contienen lo decidido en
el juicio que por solicitud de calificación de despido, reenganche y pago de
salarios caídos interpusiera el actor, siendo que de las mismas se constata que
con ocasión al establecimiento del procedimiento de calificación de despido,
reenganche y pago de salarios caídos, llevado a cabo por ante este Circuito
Judicial, tanto el juzgado 5° de juicio como el Juzgado 3° Superior declararon
que la demanda era sin lugar, … omissis…, es decir, en el precitado juicio
quedo (sic) reconocido el carácter laboral de relación y la no eventualidad de la
prestación del servicio, al ser el actor un trabajador permanente, lo cual es cosa
juzgada para esta alzada, no pudiendo en consecuencia nuevamente volverse a
debatir sobre dicho punto, ya que, considera quien aquí sentencia, tal
interpretación no puede ser posible jurídicamente, por cuanto estos hechos
fueron decidido (sic) precedentemente por Tribunales competentes, donde se
dieron todas las garantías y el resguardo al orden publico (sic), a saber; debido
proceso, derecho a la defensa y la tutela judicial efectiva, a tal punto que en el
juicio de estabilidad, que incoó el hoy actor, se debatió la cualidad pasiva de la
demandada (la cual es la misma que hoy es demandada, empero, por
prestaciones sociales) …
Para decidir la Sala toma en cuenta en primer término que el vicio de falsa
aplicación tiene lugar cuando se utiliza una norma que no debía emplearse en la resolución
de la controversia.
En este sentido, cabe indicar que la ley procesal laboral venezolana consagra
previsiones de idéntico contenido al de las denunciadas, así en su artículo 57 dispone que
ningún juez podrá volver a decidir sobre la controversia ya decidida por una sentencia, a
menos que haya recurso contra ella o que la ley expresamente lo permita y seguidamente,
en su artículo 58, consagra que la sentencia definitivamente firme es ley entre las partes en
los límites de la controversia decidida y es vinculante en todo proceso futuro.
Con relación a la acusada infracción del artículo 1.395 del Código Civil en la
cual está sustentada -junto con las disposiciones indicadas en el párrafo anterior- la médula
de esta denuncia, debe señalarse que el mismo establece que la presunción legal es aquella
que una disposición especial de la ley atribuye a ciertos actos o ciertos hechos,
contemplando entre sus supuestos, la autoridad de la cosa juzgada, condicionando la
procedencia de ésta solo a lo que ha sido objeto de la sentencia y estableciendo como
requisitos para su existencia o declaratoria: que la cosa demandada sea la misma; que la
nueva demanda esté fundada sobre la misma causa; que sea entre las mismas partes y que
éstas vengan al juicio con el mismo carácter que en el anterior.
Tiene también presente la Sala, que el tribunal de alzada tuvo en cuenta que el
Juzgado Tercero Superior de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, mediante decisión de fecha 8 de noviembre de 2011, conociendo en segunda
instancia el juicio de estabilidad laboral llevado entre el hoy actor y la sociedad mercantil
Cerrajería Galería C.A. estableció el carácter laboral de la relación que vinculaba a las
partes, decisión que quedó firme, toda vez que no fue objeto de recurso alguno -lo cual a
criterio del ad quem- lo condujo a declarar el carácter de cosa juzgada respecto a la
naturaleza jurídica de este nexo.
Debe hacerse mención también a que los estudiosos del derecho le han
atribuido a la cosa juzgada material un efecto negativo y un efecto positivo. El primero
responde al clásico principio del non bis in idem y viene determinado por la imposibilidad
de entablar un nuevo proceso entre las mismas partes en relación con un objeto idéntico a
aquél, respecto de cuyo conocimiento ya ha sido emitida una resolución judicial firme, y el
segundo, se traduce en que lo resuelto con fuerza de cosa juzgada en la sentencia firme que
haya puesto fin a un proceso vinculará al tribunal de un proceso posterior cuando éste
aparezca como referencia necesaria de lo que sea su objeto, es decir, los órganos
jurisdiccionales han de ajustarse a lo juzgado en un proceso anterior cuando deban decidir
sobre una relación o situación respecto de la cual la sentencia recaída es condicionante o se
encuentra en estrecha conexión, obligando a que la decisión que se adopte en esa sentencia
ulterior siga y aplique los mandatos y criterios establecidos por la sentencia firme anterior,
máxime cuando los casos en que entra en acción este efecto positivo o vinculante de la cosa
juzgada, son casos en los que no sólo se suscitan los problemas propios del primer proceso,
sino que además se plantean otras cuestiones nuevas no ventiladas en aquél, cuestiones
éstas que quedarían sin la respuesta judicial adecuada (Nogueira Guastavino,
Magdalena. Límites del efecto negativo de la cosa juzgada y proceso social).
Una vez establecido esto y con la intención de resolver esta delación estima
conveniente la Sala hacer otras consideraciones, asumiendo para ello una interpretación
progresista del derecho en lo que a este punto respecta, consecuente con el criterio
sostenido por la Sala Constitucional de este alto Tribunal cuando se refiere a la actuación
de los jueces en el proceso laboral; en este sentido, en la sentencia N° 183 del 8 de febrero
de 2002 (caso: Plásticos Ecoplast C.A.), se afirmó que “(…) en materia de interés social,
como la laboral, el juez tiene que interpretar las normas con mayor amplitud a favor del
débil, en beneficio de quien tiene las dificultades, y sin apegarse a lo formal (…)” y con
especial atención en el derecho a la tutela judicial efectiva, guiada por los preceptos
constitucionales y legales que rigen el derecho positivo venezolano y las nuevas
perspectivas planteadas doctrinariamente.
En el caso sub iudice, el juez de alzada para otorgarle carácter de cosa juzgada a
la resolución y a las consideraciones establecidas en el juicio de estabilidad que precedió,
debió conforme a las disposiciones legales antes citadas, verificar que se cumplieran los
tres requisitos concurrentes establecidos en la norma denunciada como infringida, a saber:
que la cosa demandada fuera la misma; que la nueva demanda estuviera fundada sobre la
misma causa y; que la disputa sea entre las mismas partes.
A tal respecto y acogiendo la Sala el enfoque hecho por Jorge Jiménez Bolaños
en su “Crítica al concepto tradicional de cosa juzgada en relación a la identidad de
sujetos, objeto y causa”, esto es, de acuerdo con la premisa de que existirá autoridad de
cosa juzgada material siempre y cuando exista identidad en cuanto la causa, el objeto y los
sujetos, debe aceptarse también que en muchos casos el principio condicionante de
identidad de estos elementos tiene muchas variables y no en pocas cosas o situaciones
jurídicas el dogma se quiebra para dar paso al valor fundamental a que aspira el derecho por
excelencia: la justicia. Es decir, admitir los efectos de la cosa juzgada en innumerables
situaciones jurídicas, aunque la triple identidad establecida por la doctrina no esté presente.
Es harto conocido que las consecuencias o secuelas que produce la cosa juzgada
es inter partes, vale decir, solo atañe a los intervinientes en el respectivo juicio, este es en
principio su alcance subjetivo, que va de la mano del principio de relatividad de los fallos,
según el cual “la fuerza obligatoria de una sentencia cubre, exclusivamente, a las personas
que han intervenido en el proceso en que se dictó”.
Sostiene que no puede tenerse como premisa válida y universal a ser aplicada
siempre, el principio de relatividad de la sentencia solo a los participantes en el proceso,
porque desde el punto de vista de la doctrina moderna, esta no tiene carácter absoluto ya
que en diversas hipótesis, a pesar de no darse identidad de partes, los efectos de la cosa
juzgada se manifiestan y afectan a personas ajenas al proceso pero que se encuentran
vinculadas jurídicamente por el objeto o por la causa y en tal sentido se refiere, entre otras,
a las obligaciones solidarias e indivisibles, o cuando la resolución de fondo afecta
necesariamente a los causahabientes, o las decisiones sobre el estado civil de las personas,
entre las cuales se encuentran la disolución del vínculo conyugal o las que declaran
filiación, en los fallos relacionados con intereses públicos que afecten a una colectividad y
en materia de nulidades contractuales. Finalmente afirma que no tendría sentido discutir, el
objeto o la causa en un proceso nuevo lo que se discutió ya en otro proceso aunque sean
distintas las partes intervinientes ya que el elemento subjetivo queda subsumido en el
elemento objetivo, objeto o causa.
Debe tenerse en cuenta que en el proceso que hoy nos ocupa se demanda a la
sociedad mercantil Cerrajería Galería C.A. y de manera personal y solidaria a los
ciudadanos Mitchell David Odreman Angulo y Elizabeth Tumino de Odreman; que en el
juicio de estabilidad solo se accionó en contra del referido ente comercial y, no fueron
demandados en forma solidaria los prenombrados ciudadanos, como en el caso de marras,
por lo que al tratarse el presente juicio de cobro de acreencias laborales derivadas de la
culminación de la relación de trabajo e indemnización por despido, es indudable la
vinculación entre ambos, el proceso anterior funciona como antecedente lógico del objeto
de este otro juicio, es decir, se encuentra en estrecha conexión, por lo no queda ninguna
duda con respecto al efecto de cosa juzgada que produce el primer proceso respecto a este
último, entre lo cual cabe mencionar la naturaleza de la relación laboral y la identidad entre
el actor y el ente societario Cerrajería Galería C.A.
En lo que concierne a la extensión del efecto positivo emanado de la cosa
juzgada del juicio de estabilidad respecto a los ciudadanos Mitchell David Odreman
Angulo y Elizabeth Tumino de Odreman, toma en cuenta la Sala toda la argumentación
jurídica y fáctica que precede y además constata, de la revisión de las copias certificadas
que contiene el presente procedimiento (folio 90 de la 1ª pieza) que los prenombrados
ciudadanos son los únicos socios del ente mercantil Cerrajería Galería C.A; además de ello,
se evidencia que en el juicio de estabilidad fue advertido de la existencia del mismo al
ciudadano Mitchel Odreman, en su condición de gerente y dueño (folio 62 de la 1ª pieza) y
con tal carácter suscribió la notificación efectuada (folio 72 de la 1ª pieza), surgiendo de
autos igualmente que otorgó mandato a sus representantes judiciales en dos ocasiones en su
condición de Director Principal de este ente mercantil (folios 44 y 185 de la 1ª pieza), todo
lo cual lleva a concluir a esta Sala, tal como lo hizo el ad quem que existe una conexión
entre estos dos procedimientos, razón por la cual y en aplicación de la especial protección
que debe dársele a los trabajadores conforme con la Carta Magna, que censura, entre otras
conductas, aquellas tendentes a desvirtuar, desconocer u obstaculizar la aplicación de la ley
laboral, cobijada o desarrollada también en los textos legales sustantivos laborales y
acogiendo las precedentes consideraciones jurídicas, se desecha la presente denuncia.
Por todo lo antes expuesto encuentra esta Sala de Casación Social que la
sentencia impugnada, no está inmersa en la infracción delatada por los formalizantes, razón
por la cual se declara improcedente la denuncia planteada. Así se decide.
-III-
…considera esta alzada que el a quo yerra cuando determina que en el presente
asunto la demandada cumplió con su carga procesal, cual era la de demostrar
que el vinculo (sic) que unió a las partes es de carácter eventual, y por tanto,
tampoco hay relación de trabajo, ello por cuanto, … el a quo en su motivación
estableció que no era posible reenganchar al trabajador, ya que la empresa tenia
(sic) menos de 10 trabajadores (ver artículo 191 de Ley Orgánica del Trabajo
derogada), por lo que, en su decir, no gozaba de la estabilidad contemplada en
el artículo 112 ejusdem, mientras que el a queen (sic), con ocasión a la
apelación que realizo (sic) solo la parte actora, estableció que: “….para aplicar
la consecuencia jurídica establecida en el artículo 171 (sic) de la Ley Orgánica
del Trabajo (sic), debió considerar el supuesto de hecho que no es otro en este
caso como el presuponer la procedencia de la presunción de laboralidad antes
descrita entre las partes, por lo que en otras palabras, consideró que el vinculo
(sic) fue netamente laboral, que unió una relación de trabajo a las partes…”, es
decir, en el precitado juicio quedo (sic) reconocido el carácter laboral de
relación y la no eventualidad de la prestación del servicio, al ser el actor un
trabajador permanente … Ahora bien de la precitada decisión, podía haberse
recurrido ya que ha (sic) pesar de favorecer a la demandada la dejaba sujeta a
pagar prestaciones sociales, cuestión que esta no hizo, por lo que mal puede
ahora tratar de que se juzgue nuevamente lo mismo, pues de ser así se estaría
contraviniendo lo previsto en el ordinal 07 del artículo 49 de Constitución de la
Republica (sic) Bolivariana de Venezuela, pues repito, a la parte accionada le
correspondía la carga de la prueba respecto al carácter eventual de la relación y
la misma no cumplió, toda vez que no trajo a los autos los elementos necesarios
para desvirtuar los alegatos realizados por el accionante y las probanzas que le
afirman su derecho, por lo que, conforme a la sentencia indicada supra, resulta
forzoso establecer que el accionante en lo que se refiere a la naturaleza de labor
realizada, era un trabajador de carácter permanente, con una vinculación
jurídica laboral (con la demandada) a tiempo indeterminado. (Ver sentencia N°
636 de fecha 13 de mayo de 2008, Sala de Casación Social del Tribunal
Supremo de Justicia). Así se establece.-”.
Por otro lado, tal y como claramente ha sido sentado por la doctrina
jurisprudencial de esta Sala y con relación ahora al vicio de suposición falsa delatado, debe
reiterarse que el mismo consiste en un hecho que establece el juez y no una conclusión, se
trata de un error de percepción, resultando también de la equivocación del juzgador en la
contemplación de la prueba.
Este desatino judicial tiene que referirse forzosamente a un hecho positivo y
concreto que se establece falsa e inexactamente en la sentencia a causa de un error de
percepción; sólo puede cometerse en relación con un hecho establecido en el fallo,
quedando fuera de su contexto las conclusiones del juez con respecto a las consecuencias
jurídicas del hecho, porque en tal hipótesis se trataría de una conclusión de orden
intelectual que aunque errónea, no configuraría lo que la ley y la doctrina entienden por
suposición falsa.
En este sentido debe reiterarse que el artículo 320 del Código de Procedimiento
Civil, aplicable supletoriamente en la casación laboral, es el que prevé los casos de
suposición falsa y dispone que ésta se verifica cuando el juez “atribuyó a instrumentos o
actas del expediente menciones que no contiene, o dio por demostrado un hecho con
pruebas que no aparecen en autos o cuya inexactitud resulta de actas e instrumentos del
expediente mismo”.
DECISIÓN
En mérito de las consideraciones anteriores, esta Sala de Casación Social del Tribunal
Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela por autoridad de la Ley, declara: 1) SIN LUGARel recurso de casación
interpuesto por la representación judicial de la sociedad mercantil CERRAJERÍA
GALERÍA, C.A., y por los ciudadanos MITCHELL DAVID ODREMAN
ANGULO y ELIZABETH TUMINO DE ODREMAN, contra la sentencia publicada
por el Juzgado Superior Séptimo del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, en fecha 2 de abril de 2014; 2) CONFIRMA el fallo
recurrido.