La danza desapareció de las calles a mediados del siglo XX, y más aún con
la prohibición del juego de carnaval en 1958 y la suspensión de los feriados el lunes
y martes posteriores al domingo de carnaval y previos al miércoles de ceniza.
Por las acuarelas de Pancho Fierro, pintor del siglo XIX, se conoce como se
realizaba dicha danza. Esto sirvió para que en 1986 el Movimiento Negro Francisco
Congo rescate las tradiciones culturales de los negros y lleven la danza nuevamente
a las calles y teatros. La danza representa al diablo (con máscaras, rabos, tridentes)
y salía por las calles como una Comparsa al mando del Caporal. La coreografía
incluye pasadas de zapateo y movimientos acrobáticos así como gritos para asustar
a los transeúntes. Se acompañaba con guitarras, cajita y quijada de burro.