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Interrupción de prescripción de acción de fisco para cobrar impuestos no puede durar más de 10

años.

Rol 199-2017, de 5 de junio de 2017, Corte de Apelaciones de Santiago.

No parece razonable lo sostenido por el juez del grado, en orden a que los efectos de la interrupción
de la prescripción en materia tributaria, deben mantenerse mientras subsista el procedimiento que
ha dado lugar el acto interruptivo, por cuanto atenta contra el derecho a ser juzgado en un plazo
razonable, lo que en la práctica implicaría que la acción de cobro del Fisco sería imprescriptible, sin
que exista fundamento legal para ello. También, tal situación contrasta con la regulación que nuestro
Código Civil establece para tal institución, para la cual fija un plazo máximo para que opere de 10
años.
Santiago, cinco de junio de dos mil diecisiete.
Vistos:
Se reproduce la sentencia apelada de veinte de octubre de dos mil dieciséis, escrita de fs. 86 a 88,
con excepción de sus fundamentos 4°, 5°, 6° y 7° que se eliminan.
Y se tiene, además, presente:
1°.- Que para el efecto de resolver el presente recurso de apelación, constituyen hechos no
controvertidos los siguientes:
A.- Que la Tesorería General de la República inició acción ejecutiva en causa administrativa rol
1004-2005 de la comuna de Maipú en contra del actor Jorge Irarrázaval Aros, por deuda que da
cuenta el formulario 21, folio 100997754, emitido el 06 de octubre de 2004 por la suma de
$12.002.918.-.
B.- Que el mencionado deudor fue notificado y requerido de pago el 30 de mayo de 2005.
C.- Que mediante resolución de 9 de enero de 2014, recaída en el expediente administrativo ya
singularizado, se ordenó trabar embargo por la suma adeudada más intereses, reajustes y multas,
sobre los fondos depositados en la cuenta corriente N° 19500477-09 del Banco de Chile, diligencia
que se practicó el 15 de enero de 2014. Posteriormente se ordenó ampliar el embargo sobre la
participación que el deudor tiene en la Sociedad Inversiones Alto Codihue Ltda., por la suma de
$10.881.371.-.
2°.- Que de acuerdo al artículo 200 del Código Tributario el plazo de prescripción para el cobro de
los impuestos que se requieren en estos autos es de tres años, contados desde la fecha en que
expiró el plazo para efectuar su pago.
3°.- Que de conformidad con lo dispuesto en el numeral tercero del artículo 201 del Código citado,
la acción del Fisco para perseguir el pago de los impuestos, intereses, sanciones y demás recargos,
se interrumpe desde que intervenga requerimiento judicial.
4°.- Que en la especie, la interrupción de la prescripción extintiva se verificó con fecha 30 de mayo
de 2005, al ser el deudor notificado y requerido de pago, iniciándose a partir de ese momento un
nuevo plazo de prescripción, manteniéndose en el expediente administrativo singularizados en la
letra A) del motivo primero precedente, una inactividad procesal hasta el 9 de enero de 2014,
oportunidad en la cual se ordenó embargarle bienes al ejecutado.
5°.- Que, como se advierte, ha operado la prescripción extintiva de las acciones de cobro del Fisco
respecto de la obligación impositiva de la que era deudor el demandante de autos, por cuanto el
plazo de 3 años establecido en el artículo 200 del Código Tributario, comenzó a correr nuevamente
el 30 de mayo de 2008, sin que operara algunas de las formas de interrupción que da cuenta el
artículo 201 del citado cuerpo legal, hasta la notificación legal de la demanda de autos.
6°.- Que no parece razonable lo sostenido por el juez del grado, en orden a que los efectos de la
interrupción de la prescripción en materia tributaria, deben mantenerse mientras subsista el
procedimiento que ha dado lugar el acto interruptivo, por cuanto atenta contra el derecho a ser
juzgado en un plazo razonable, lo que en la práctica implicaría que la acción de cobro del Fisco sería
imprescriptible, sin que exista fundamento legal para ello. También, tal situación contrasta con la
regulación que nuestro Código Civil establece para tal institución, para la cual fija un plazo máximo
para que opere de 10 años.
Por tales fundamentos y lo dispuesto en el artículo 186 del Código de Procedimiento Civil, se
declara:
I.- Que se REVOCA la sentencia, ya individualizada, en cuanto no dio lugar a la prescripción extintiva
accionada por don Jorge Augusto Irarrázabal Aros, en lo principal de la presentación de fs. 3, y en su
lugar se decide que se ACOGE dicha acción, y en consecuencia, se declara extinta la acción ejecutiva
intentada por la Tesorería General de la República en los autos administrativos rol 1004-2005 de la
comuna de Maipú, en contra del mencionado Irarrázaval Aros, por la deuda que da cuenta el
formulario 21, folio 100997754, emitido el 06 de octubre de 2004 por la suma de $12.002.918.
II.- Que se ordena al demandado eliminar de la Cuenta Única Tributaria del actor, el monto de la
deuda referida en la decisión que antecede.
III.- Que no se condena en costas a la Tesorería General de la República, por haber tenido motivo
plausible para litigar.
Regístrese y devuélvase. Redacción del Ministro Sr. Carreño. Civil Rol N° 199-2017.
Pronunciado por la Undécima Sala de la C.A. de Santiago integrada por los Ministros (as) Juan
Manuel Muñoz P., Jorge Luis Zepeda A., Fernando Ignacio Carreño O. Santiago, cinco de junio de
dos mil diecisiete.
En Santiago, a cinco de junio de dos mil diecisiete, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la
resolución precedente.
Prescripción en materia tributaria

mayo 16, 2018Publicaciones

Por Álvaro Vejar Alarcón / Abogado Tributarista de sudefensortributario.cl

Debido al gran número de consultas realizadas por contribuyentes que mantienen antiguas deudas
tributarias, decidimos escribir una breve publicación acerca de algunas formas de interrupción de la
prescripción de la acción de cobro de impuestos en mora.

En primer lugar, hay que comenzar distinguiendo entre el plazo de prescripción de las facultades de
revisión que tiene el Servicio de Impuestos y el plazo de prescripción de cobro por impuestos
adeudados, ejercida por la Tesorería General de la República.

El plazo de prescripción de la acción que compete al Fisco por el cobro de las obligaciones
tributarias que le adeudan los contribuyentes transcurre paralelamente y tiene la misma extensión
con aquél de que dispone el Servicio de Impuestos Internos para ordenar la liquidación y giro de los
impuestos.

La regla general es que el plazo de prescripción tributaria es de tres años, contados desde la fecha
en que expiró el plazo para efectuar el pago, plazo que se interrumpirá, entre otros, desde que
intervenga requerimiento judicial.

Por ahora vamos a explicar brevemente lo relativo a la interrupción del plazo de prescripción que se
produce al cobrar los impuestos morosos, acción que ejerce la Tesorería General de la República, a
través del Juicio Ejecutivo de Obligaciones Tributarias contenido en los art. 168 y siguientes del
Código Tributario.

Ahora bien, la interrupción de la prescripción tiene doble efecto: detiene el curso de la prescripción,
provocando la pérdida del tiempo ya transcurrido de la misma y, comienza a correr un nuevo plazo
de prescripción.

Si bien hay otras formas de interrumpir los plazos de prescripción en materia tributaria, nos
interesa por ahora, el caso N°3 del artículo 201 del Código Tributario, cuando nos menciona que el
plazo de prescripción se interrumpe, desde que intervenga requerimiento judicial. Este
requerimiento judicial no es otro que el acto realizado por un recaudador fiscal de la Tesorería
quien en su calidad de ministro de fe, requiere de pago al deudor, notificando también el hecho de
encontrarse en mora en el pago del impuesto respectivo.

Sin embargo, esta situación contemplada en el N°3 del artículo 201 del Código Tributario, no es
pacífica y se presta para dudas porque no nos dice cual es el plazo que continúa corriendo luego de
que exista un requerimiento judicial, para resolver esto existen dos grandes interpretaciones de
nuestros tribunales superiores de justicia:

La primera es objetar una hipótesis que se señaló en su oportunidad y que decía que como no se
señalaba ningún plazo en la ley, la acción de cobro luego del requerimiento judicial era
imprescriptible, pero nuestra Excelentísima Corte Suprema, oponiéndose a dicha interpretación ha
dicho “.., Bajo tal premisa, la imprescriptibilidad reviste carácter excepcional y debe fundarse en el
texto expreso de la ley o surgir de la naturaleza de la materia a que se refiere la acción
correspondiente,..[1]” por lo anterior sin existir un texto expreso en la ley que consagre la
imprescriptibilidad de la acción tributaria, se concluye que la acción de cobro de impuestos no es
imprescriptible, por lo que luego del acto del requerimiento judicial, comienza a correr un nuevo
plazo de prescripción que es de 3 años, por tanto dentro de ese plazo la Tesorería debe activar
todas las diligencias tendientes a la ejecución y cobro.

La segunda interpretación es que luego de iniciado un procedimiento de cobro ejecutivo de


impuestos por parte de la Tesorería General de la República, y estando vigente la cobranza o el
procedimiento de cobro, no nacería un nuevo plazo de prescripción por lo que no se podría
demandar en otro juicio la prescripción del cobro del tributo porque la cobranza del mismo ya se
encuentra radicada en un procedimiento de cobro y la defensa en ese caso consistiría en configurar
un incidente de Abandono del Procedimiento, siempre que se cumplan los requisitos de inactividad
del acreedor (Fisco).

Para finalizar es importante recalcar otra forma importante de interrupción de la prescripción que
sería desde que el Servicio de Impuestos Internos notifica al contribuyente de un giro o liquidación
del impuesto adeudado. Esto es importante porque se interrumpe la prescripción cuando se
notifique una liquidación o un giro por parte del Servicio de Impuestos Internos (o lo uno o lo otro),
dando inicio a un nuevo plazo de prescripción de tres años.

Lo anterior es importante porque si el contribuyente es requerido de pago por la tesorería pasados


los tres años desde que ha sido notificado del giro o la liquidación por parte del SII, ese
contribuyente en el procedimiento de cobro ejecutivo de las obligaciones tributarias de dinero
debería fundar su oposición oponiendo con éxito la excepción de prescripción dentro de los plazos
legales.

En la actualidad el éxito de esta acción se puede ver truncada por la reactivación de las acciones de
cobro o un reconocimiento de la obligación tributaria, mediante pagos o convenios de pago que
interrumpen y suspenden los plazos para calificar la prescripción de impuestos.

Si usted mantiene una deuda fiscal de larga data y sin tramitación judicial en los últimos tres años,
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situación tributaria de manera definitiva.

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[1]EXCMA.CORTE SUPREMA. 5 de octubre de 2009. Rol Ingreso Corte N°1113– 2008.


CS acogió casación e hizo lugar a excepción de prescripción extintiva en causa de cobro ejecutivo de
obligaciones tributarias.
Los jueces del fondo han incurrido en el error de derecho que se les reprocha.

9 de noviembre de 2017

En fallo unánime, la Corte Suprema rechazó el recurso de casación en la forma y acogió el recurso de
casación en el fondo presentado en contra de la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de La
Serena, que a su vez había confirmado la sentencia del Segundo Juzgado de Letras de dicha ciudad,
por el cual se rechazó la excepción de precepción opuesta en un procedimiento ejecutivo de cobro
de obligaciones tributarias.

La sentencia del máximo Tribunal expuso, en cuanto a la casación en la forma, que la causal de
invalidación del artículo 768 N° 9 del Código de Procedimiento Civil no se configura si no hay texto
legal expreso que confiera el carácter de esencial a un trámite o prescriba la nulidad para su omisión,
y siendo el recurso de casación en la forma de derecho estricto, es decir, que solo se autoriza por las
causales expresamente señaladas en la ley, dada la falta de norma expresa, la omisión de la diligencia
pretendida no puede servir de fundamento a este arbitrio. Así, la controversia se suscitó a propósito
de la solicitud de determinación del impuesto efectuado por la contribuyente y los efectos de esa
gestión en el curso de la prescripción, declarándose que operó la interrupción, por lo cual la alegación
de falta de requerimiento expreso o tácito se aleja de lo debatido y no reviste la condición de
diligencia esencial, al tenor de lo que prescribe el artículo 795 del Código de Procedimiento Civil, en
relación al artículo 171 del Código Tributario.

El fallo, en relación con la casación en el fondo, indicó que el plazo de prescripción de la acción de
cobro del Fisco corre paralelo y al mismo tiempo que el término de prescripción de la facultad del
Servicio para liquidar y girar los impuestos y tiene la misma extensión, tres o seis años, según el caso,
más los aumentos correspondientes que hubieren afectado a los plazos referidos en el artículo 200
del Código Tributario. Luego, en cuanto a su cómputo, igualmente comienza a correr desde la
expiración del plazo legal en que debió efectuarse el pago del impuesto de que se trate y se computa
en la misma forma, aumentándose con el término de tres meses desde que se cite al contribuyente
y con el de prórroga de la citación, siendo aplicable también la renovación y aumento de los plazos a
que se refiere el artículo 11° del Código Tributario. Sin embargo, según dispone el artículo 201 del
Código Tributario, los plazos de prescripción se interrumpen desde que intervenga reconocimiento u
obligación escrita; desde que intervenga notificación administrativa de un giro o liquidación; o desde
que intervenga requerimiento judicial. Así, considerando este último caso, resulta equivocado el
razonamiento del fallo, pues atendiendo a la fecha en que debió procederse al pago del impuesto,
16 de octubre de 2007, cualquier interrupción natural de la prescripción que se atribuya al proceder
de la ejecutada, bien al solicitar la determinación del impuesto, el 24 de septiembre de 2012, o al
oponer excepciones a la ejecución, el 8 de septiembre de 2014, había transcurrido con creces el
término de tres años previsto en la ley, y dado que el requerimiento judicial se verificó solamente el
8 de enero de 2016, la acción de cobro ya se hallaba prescrita.

Por tanto, la sentencia concluye manifestando que “los jueces del fondo han incurrido en el error de
derecho que se les reprocha, dotando del efecto interruptivo de la prescripción a un hecho que no
lo constituye y, en todo caso, que aconteció con posterioridad a que ella se consolidara en favor de
la contribuyente, todo lo cual fue oportunamente reclamado y conduce a acoger el recurso, por
errónea aplicación de los artículos 200 y 201 del Código Tributario, defecto que solo puede
enmendarse con la invalidación del fallo recurrido”.

Por lo anterior, la Corte Suprema acogió el recurso de casación en el fondo deducido, por lo que, en
consecuencia, se invalidó la sentencia impugnada y se dictó sentencia de reemplazo, sin nueva vista
pero separadamente, en la cual se revocó la sentencia apelada y se acogió la excepción de
prescripción deducida.
CS acoge casación en el fondo y declara prescripción de obligaciones tributarias.
El máximo Tribunal acogió el arbitrio procesal, sosteniendo que el inciso 2º del artículo 200 del
Código Tributario, al ser esta norma una de carácter excepcional, ella debe ser aplicada
restrictivamente

2 de octubre de 2015

Se dedujo recurso de casación en el fondo –por parte de un particular– en contra de una sentencia
de la Corte de Apelaciones de Santiago denunciando error de derecho al rechazarse la prescripción
invocada y una falsa aplicación del inciso 2° del artículo 200 del Código Tributario, al no aplicar la
prescripción tributaria ordinaria de 3 años, toda vez que las liquidaciones eran por inversiones de
compra de dólares del 15 de octubre de 2003, provenientes de ingresos no declarados.

En su sentencia, el máximo Tribunal acogió el arbitrio procesal, sosteniendo que el inciso 2º del
artículo 200 del Código Tributario, al ser esta norma una de carácter excepcional, ella debe ser
aplicada restrictivamente. En consecuencia, expresa el fallo que si se trata del supuesto de omisión
de declaración, resulta fundamental que a quien se le formule el reproche sea uno de aquellos sujetos
que se encuentren legalmente obligados a declarar aquellos impuestos a los cuales la ley impone
dicha presentación. En la especie, nada de esto se ha asentado, de manera que la conclusión a que
han arribado los jueces del fondo sobre estos aspectos se contrapone con lo dispuesto en el artículo
citado precedentemente, por cuanto los supuestos de hecho indispensables para su concurrencia y
que se han referido, no han sido establecidos en el proceso, ya que nada se ha dicho sobre si la
reclamante revestía la calidad de contribuyente de primera o segunda categoría.

Enseguida, indica el máximo Tribunal que resulta improcedente sustentar su responsabilidad en la


omisión de una carga sobre cuya procedencia no ha sido establecida, de modo que el fallo
impugnado, al extender el plazo de prescripción de tres años a seis, a situaciones distintas de las que
exige la norma extraordinaria del inciso segundo del artículo 200 del Código Tributario, ha
quebrantado los incisos primero y segundo de dicho precepto.

El primero, por no haber aplicado el modo extintivo de tres años vencido en relación a las
liquidaciones reclamadas, y el segundo, por haberle dado aplicación a una situación en la que no
concurrían los elementos necesarios para permitirlo, con lo cual no se declaró prescrita la acción del
Servicio para liquidar impuestos ya extinguidos, en circunstancias que era procedente hacerlo,
concluye así el fallo.
Prescripción es de orden público

CS acogió recurso de casación en el fondo contra sentencia de Corte de Valparaíso que rechazó
excepción de prescripción.
Se dedujo recurso de casación en el fondo, por la parte ejecutada, en contra de la sentencia dictada
por la Corte de Apelaciones de Valparaíso que confirmó el fallo de primera instancia, rechazó las
excepciones opuestas por la ejecutada y, consecuencialmente, ordenó seguir adelante la ejecución
hasta hacerse entero y cumplido pago de la deuda que se reclamaba.

9 de agosto de 2013

Se dedujo recurso de casación en el fondo, por la parte ejecutada, en contra de la sentencia dictada
porla Cortede Apelaciones de Valparaíso que confirmó el fallo de primera instancia, rechazó las
excepciones opuestas por la ejecutada y, consecuencialmente, ordenó seguir adelante la ejecución
hasta hacerse entero y cumplido pago de la deuda que se reclamaba.El recurso denunció la infracción
del artículo 464 N° 14 del Código de Procedimiento Civil, en relación con los artículos 6 y 7 de la
Constitución Política de la República, de los artículos 9 y 9 bis de la Ley General de Servicios Sanitarios
y la transgresión de los artículos 40, 47 y 48 de la Ley de Rentas Municipales, los dos últimos en
relación con los artículos 54 y 55 del Código Tributario.El máximo Tribunal acogió la casación en el
fondo, sosteniendo que “debe distinguirse entre el acto administrativo de certificación que configura
el título de la presente ejecución y la obligación de pagar de la persona que el certificado señale como
deudor” y que “la institución de la prescripción es de orden público, de manera que el inicio de su
cómputo no puede quedar entregado a la mera voluntad del acreedor, como sucedería si el plazo se
contase desde el momento de la confección del certificado que contempla el artículo 47 de la Ley de
Rentas Municipales”.Agregó la Corte Suprema que “habiéndose notificado la demanda el 13 de
diciembre de 2010, esto es, más de cuatro años después de acaecidos los hechos que motivan el
cobro de autos, es claro que ha transcurrido en exceso el término dispuesto por el mencionado
artículo 2521 para la prescripción de la acción intentada.”, en consecuencia “los sentenciadores de
la instancia han cometido error de derecho al rechazar la prescripción de la acción ejecutiva deducida
por infracción a las normas invocadas por la recurrente.”.La sentencia de remplazo señaló que “se
acoge la excepción de prescripción extintiva opuesta por la demandada, a quien se absuelve de la
ejecución, debiendo alzarse los embargos dispuestos a su respecto”.
En fallo dividido.

CS acoge casación y decreta prescripción de deudas tributarias.


El máximo Tribunal acogió la reclamación presentada por la defensa del contribuyente y declaró
prescritos los cobros por exceder el plazo establecido legalmente para su revisión por el Servicio de
impuestos Internos.

4 de septiembre de 2018

En fallo dividido, la Corte Suprema acogió recurso de casación y, en sentencia de reemplazo,


estableció la prescripción de deudas correspondientes a los años tributarios 2003, 2004 y 2005, de
contribuyente que fue investigado y absuelto por supuestas declaraciones maliciosas de impuestos.
La sentencia sostiene que la norma aludida establece en su inciso 1° la regla general de un plazo de
tres años para que el Servicio pueda revisar cualquier diferencia de impuesto, plazo que
excepcionalmente puede ampliarse a seis años tratándose de impuestos sujetos a declaración
cuando la presentada fuera maliciosamente falsa. En consecuencia, resulta necesario revisar cual es
el fundamento dado por la sentencia para justificar la aludida ampliación. En este sentido, según se
desprende del motivo reproducido en el considerando anterior, el contribuyente percibió ingresos
que no incluyó en sus respectivas declaraciones, las que por consiguiente no corresponden a la
verdad, cuestión que hace evidente la malicia.
La resolución agrega que el aludido fundamento entregado por la sentencia impugnada resulta
incapaz de sostener su conclusión, puesto que toda subdeclaración de ingresos conlleva
necesariamente una falta de verdad en la misma, sin embargo, esa sola circunstancia debe -por regla
general- revisarse dentro del plazo ordinario de prescripción, a excepción que se esté en alguna de
las dos hipótesis del inciso 2° del artículo 200 del Código Tributario que, en el caso que nos ocupa,
corresponde a justificar que la declaración presentada fue maliciosamente falsa. De lo contrario,
todas las declaraciones de menores ingresos serían automáticamente ‘maliciosamente falsas'.
En consecuencia, el análisis del fallo impugnado sólo estableció la falta de verdad de las declaraciones
pero no se hizo cargo de explicar por qué razón dicha carencia conlleva -en el caso específico-
aparejada malicia por parte del contribuyente que permita al órgano fiscalizador asilarse en el plazo
extraordinario de prescripción. La prueba del elemento subjetivo ‘malicia' recae sobre el Servicio de
Impuestos Internos, como lo ha señalado este tribunal en sus decisiones.
A continuación, se señala que en función de tal información es posible concluir que la malicia se
explica a partir de la existencia de una investigación criminal en contra del reclamante, sin embargo,
la propia sentencia de primer grado reconoce que el proceso seguido a consecuencia de la referida
investigación por el presunto delito contemplado en el artículo 97 N° 4 del Código Tributario, esto es,
la presentación de declaraciones maliciosamente incompletas o falsas que puedan inducir a la
liquidación de un impuesto inferior al que corresponda, terminó con la absolución del contribuyente,
razón por la cual no está en condiciones de servir de justificante al aumento del plazo de prescripción,
por lo que la prueba exigible al ente fiscalizador no se produjo.
Por último, concluye que en mérito de lo expuesto, es posible afirmar que al decidir como lo hicieron
en el fallo cuestionado, los jueces del grado no dieron correcta aplicación al derecho que era atinente
para la decisión de la litis al aplicar erróneamente el inciso 2° del aludido artículo 200, yerro que
influyó sustancialmente en lo decidido al estimarse procedente el término extraordinario de
prescripción de seis años, lo que condujo a rechazar la excepción opuesta y a confirmar las
liquidaciones cursadas al contribuyente.
Acordada con el voto en contra de la Ministra Muñoz y del Ministro Dahm quienes estuvieron por
rechazar el recurso en atención que el actuar del contribuyente permite al órgano fiscalizador revisar
los impuestos dentro del plazo extraordinario de prescripción a que se refiere el artículo 200 inciso
2° del Código Tributario, toda vez que la “malicia” a que alude la referida norma, como ha señalado
reiteradamente la jurisprudencia de este tribunal, no se refiere al dolo penal, sino que ha de
entenderse en un sentido más lato, dentro del cual caben conductas que dicen relación con presentar
una situación fáctica tergiversada o que no representa lo que ocurre en la realidad; situación que a
juicio de los disidentes concurre en la especie, atendido el volumen de las operaciones no declaradas
y que arrojan los giros en sus cuentas corrientes, los que conforme lo dispuesto en el artículo 70 del
Código Tributario permiten presumir que corresponden a utilidades afectas a impuesto, en la medida
que el contribuyente no acreditó el origen de los fondos.
ARTÍCULOS 59, 200 Y 201 DEL CÓDIGO TRIBUTARIO

PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN FISCALIZADORA


El Tribunal Tributario y Aduanero de la Región de Los Lagos acogió en parte un reclamo interpuesto en
contra de unas liquidaciones mediante las cuales se determinaron diferencias por concepto de
Impuesto Global Complementario.

El reclamante interpuso reclamo solicitando se declarara la “prescripción extintiva de los impuestos”


(sic), fundando su petición en el hecho de haberse ejercido la acción fiscalizadora fuera de los plazos
legales de prescripción.

El Servicio evacuó el traslado señalando que en el caso de autos, no se había reclamado acto
administrativo alguno emitido por el Servicio, siendo incompetente el Tribunal para conocer de la
demanda al haberse ejercido la acción de prescripción extintiva respecto de la acción de cobro de
acreencias fiscales unido al hecho de ser errada la persona sindicada como representante del Fisco
para efectos de cobro y extinción de tributos como también el procedimiento aplicado, alegando
además, la falta de fundamentos de hecho y de derecho de la acción entablada.

Respecto de las alegaciones formales planteadas por el Servicio, el sentenciador estimó que: i) el
reclamo se había presentado dentro de plazo legal en contra de las liquidaciones de impuestos, las
cuales debían entenderse como una determinación de impuestos y no como una orden de pago, razón
por la cual no resultaba pertinente acoger la alegación del Servicio en cuanto a la inexistencia del acto
administrativo reclamado e incompetencia del tribunal para conocer de la acción entablada, por cuanto
el acto notificado al reclamante era de aquellos que establecía el artículo 124 del Código Tributario y el
Tribunal Competente era el tributario y Aduanero cuyo territorio jurisdiccional correspondía al de la
unidad del Servicio que emitió la liquidación; ii) el reclamante había ejercido su acción en contra del
sujeto pasivo correcto como lo es el fisco emplazando válidamente al Servicio, desechando de esta
forma, la alegación de falta de legitimación pasiva y representación válida para ser emplazado; iii)
correspondía someter a tramitación bajo este procedimiento, rechazando la argumentación de falta de
un procedimiento idóneo; iv) el reclamo de autos se encontraba suficientemente fundado tanto en
antecedentes de hecho como de derecho.

En relación al fondo del asunto, analizados la normativa aplicable al caso, determinó que dos de las
tres liquidaciones practicadas por el ente fiscalizador habían sido practicadas fuera del plazo ordinario
de prescripción establecido en el artículo 200 del Código Tributario. Sin embargo, respecto de una de
ellas, la acción fiscalizadora había sido ejercida dentro de los plazos de prescripción.

A su vez, determinó que no constaba en autos que existieran antecedentes a través de los cuales se
acreditara la existencia de malicia o del hecho de no haberse efectuado la declaración de impuestos.

El texto de la sentencia es el siguiente:

“Puerto Montt, veintiocho de enero de dos mil dieciséis.

VISTOS:

A fojas 1, comparece OOO, RUT N° XXX-X, empresario, domiciliado en calle MMM, Puerto Montt, quién
interpone reclamo tributario a objeto que se declare la prescripción extintiva de los impuestos que
indica.

Desde un punto de vista fáctico, señala que con fecha 30 de julio de 2015 fue notificado de las
liquidaciones de impuestos N°s 458, 459 y 460 referente a Impuesto Global Complementario años
tributarios 2010, 2011 y 2012. Señala que las mencionadas liquidaciones fueron practicadas por el
Servicio de Impuestos Internos como resultado de una declaración rectificatoria efectuada por la
empresa AAA Limitada, liquidándose para el año tributario 2010 la suma de $ 270.220.506; año
tributario 2011 la suma de $ 96.432.095 y año tributario 2012 por la suma de $ 54.808.011.-
En el ámbito de derecho, señala que dentro de los límites de la acción fiscalizadora, consagrada esta
última en el artículo 59 del Código Tributario, se encuentra los plazos de prescripción establecidos el
artículo 200 del Código Tributario al disponer que "El servicio podrá liquidar un impuesto, revisar
cualquier deficiencia en su liquidación y girar los impuestos que hubiere lugar. Dentro del término de
tres años contado desde la expiración del plazo legal en que debió efectuarse el pago".

Agrega que el artículo 201 del mismo cuerpo legal señala que " En los mismos plazos señalados en el
artículo 200 y computados de la misma forma, prescribirá la acción del fisco para perseguir el pago de
los impuestos, intereses, sanciones y demás recargos."

Indica que las normas citadas, concuerdan plenamente con el caso de los impuestos que se le
pretenden cobrar, teniendo en consideración que los giros corresponden a los años tributarios 2010,
2011 y 2012, es decir, un año antes que es el computo de la prescripción que aplica el código
considerando la regla general de prescripción.

Previo a un análisis doctrinario y legal del concepto de prescripción, señala que de acuerdo al artículo
6 del Código Tributario, corresponde al Servicio de Impuestos Internos la fiscalización y aplicación
administrativa de las disposiciones tributarias, encontrándose sus facultades fiscalizadoras limitadas
dentro de los plazos que señala el artículo 200 del Código Tributario, señalando que vencidos dichos
plazos, se extingue la facultad del Servicio de Impuestos Internos de revisar, liquidar y girar
impuestos insolutos, ratificando lo anterior según lo establecido en el artículo 59 del Código Tributario.

Agrega que esta interpretación resulta lógica, si se atiende a que el destino de los eventuales efectos
de la revisión, esto es, de la liquidación y/o giro de impuestos, cumplido que sea el plazo de
prescripción, queda sujeto a la mera voluntad del contribuyente, al cual le bastará reclamar de una u
otro, aun cuando no invoque la excepción de prescripción en su favor, para que ésta deba ser
declarada por el juez, anulándose los actos administrativos realizados en forma extemporánea.

Complementa que el Servicio de Impuestos Internos debe abstenerse de citar al contribuyente, si es


que las irregularidades que se impute al contribuyente exceden de los plazos previstos en el artículo
200 del Código Tributario, como de igual forma abstenerse de liquidar y girar impuestos que incidan
en periodos que están más allá del límite establecido por los plazos legales del mencionado artículo,
con la excepción si es que el contribuyente hubiese renunciado a la prescripción.

Así las cosas, finaliza indicando que por aplicación de las normas legales el plazo de prescripción de
tres años que tendría el Servicio de Impuestos Internos para determinar diferencias de impuestos de
primera categoría año tributario 2001, vencería el 30 de abril de 2004, a su vez el plazo de
prescripción referido al impuesto al valor agregado del mes de diciembre de 2000 vencería el 12 de
enero de 2004, razón por lo cual solicita tener por presentada demanda de prescripción extintiva de
los impuestos año tributario 2010 por la suma de $270.220.506, año tributario 2011 por la suma de
$96.432.095 y año tributario 2012, declarando que dichos impuestos se encuentran prescritos, con
expresa condenación en costas.

Acompaña a su presentación copia de la notificación N° 307 y de las liquidaciones reclamadas de


autos.

A fojas 9 se tuvo por interpuesto el reclamo, confiriéndole traslado al Servicio de Impuestos Internos
por el término legal.

A fojas 15, comparece el Servicio de Impuestos Internos, quién debidamente representado por el
abogado Don OOO evacúa el traslado conferido en autos. Funda su argumentación, primero en la
inexistencia de un acto administrativo reclamado. En efecto, indica que no se ha ejercido reclamación
contra ninguna liquidación u otro acto administrativo emitido por el Servicio de Impuestos Internos.
Señala que si bien el reclamante se limita a señalar que con fecha 30 de julio de 2015 fue notificado
de 3 liquidaciones, no impugna ninguna de ellas fundado en el procedimiento general de reclamación
establecido en los artículos 123 y siguientes del Código Tributario, consistiendo el libelo en una mera
enunciación de hechos sin ningún fundamento jurídico relativo al procedimiento general de
reclamaciones.
Lo anterior, se complementa en cuanto el libelo es claro en señalar que el contribuyente persigue la
prescripción extintiva de la acción de cobro de impuestos, fundado en que en la suma como en la
parte petitoria del libelo de autos se establece que se declare la prescripción extintiva de los
impuestos de autos como también que desde el punto de vista de derecho funda su pretensión en el
artículo 201 del Código Tributario, norma que regula la prescripción de la acción de cobro que posee el
Fisco para perseguir el pago de los impuestos, de modo tal que la acción de cobro, no es un negocio
que esté dentro de la esfera de atribuciones que la ley encomendó a los Tribunales Tributarios.

Agrega que la competencia para conocer vía acción de la prescripción de la acción de cobro de que
dispone el Fisco, corresponde a los tribunales ordinarios de justicia a través del Juicio de Hacienda,
pues el artículo 748 del Código de Procedimiento Civil, en relación con el artículo 48 del Código
Orgánico de Tribunales.

Desde un punto de vista conceptual, indica la pretensión procesal contenida en la acción de


prescripción extintiva entablada, es incorrecta, ya que persigue que se declaren prescritos "los
impuestos", cuestión improcedente a la luz del artículo 201 del Código Tributario que, de manera
expresa se refiere a la prescripción de la acción de cobro.

Complementa su argumentación, con la falta de legitimación pasiva y representación válida para ser
emplazado. Indica que la demanda se ha interpuesto contra el Servicio de Impuestos Internos,
representado por su Director Regional don CCC. Así las cosas, señala que el Servicio de Impuestos
Internos no puede ser objeto de demanda alguna destinada a obtener la declaración de prescripción
extintiva de la acción de cobro del Fisco, toda vez que el artículo 186 del Código Tributario reza:

"En todos los asuntos de carácter judicial que se produzcan o deriven del cobro, pago o extinción de
obligaciones tributarias y créditos fiscales, asumirá la representación y patrocinio del Fisco, el Abogado
Provincial que corresponda".

En consecuencia, el sujeto pasivo de la acción de prescripción extintiva de la acción de cobro de


impuestos, es el Fisco de Chile, y no el Servicio de Impuestos Internos.

De lo anterior, y conforme al citado artículo 186, resulta que el actor no solo yerra al momento de
elegir el sujeto pasivo de su acción sino que, además, incurre en un grave error procesal toda vez
que, para efectos del cobro, pago, o extinción de las obligaciones tributarias, el representante legal del
Fisco de Chile es el Abogado Provincial del Servicio de Tesorerías, y no el Director Regional del
Servicio de Impuestos Internos.

A lo anterior, agrega que el actor ha promovido un juicio con la finalidad de tramitar su demanda de
prescripción extintiva de la acción de cobro conforme al procedimiento general de reclamación ante el
Tribunal Tributario y Aduanero, lo que constituye un error, pues el procedimiento general de
reclamaciones está establecido en la ley para que el Tribunal Tributario ventile litigios ocasionados con
motivo de reclamaciones tributarias en los términos del artículo 124 del Código Tributario, pero no
para regir un proceso que versa sobre la prescripción extintiva de la acción de cobro del Fisco.

Complementa que el libelo no contiene ninguna norma referida al procedimiento aplicable, que valide
su intervención en dicha sede jurisdiccional y que el Tribunal sustanció el asunto de autos bajo aquel
procedimiento, por ser la ritualidad de carácter general establecida para la tramitación de juicios ante
dichos tribunales.

Argumenta que la prescripción de la acción de cobro debe alegarse vía acción ante los tribunales
ordinarios de justicia bajo la ritualidad del Juicio de Hacienda, establecida en los artículos 748 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil, toda vez que se trata de una demanda en que tiene
interés el Fisco o bien vía excepción, a través de la oposición a la ejecución contemplada en el Juicio
Ejecutivo Tributario conforme al artículo 177 N° 2 del Código del ramo.

En cuanto a los fundamentos de hecho y de derecho de la demanda de autos, señala que no se


indican actuaciones deficientes del Servicio de Impuestos Internos, pues en el caso de marras este
actuó ejerciendo facultades que le son propias, dentro de su ámbito de competencia y de los plazos
legales de prescripción.
Señala que con fecha 10 de abril de 2015, se notificó al reclamante la Citación N° 22, de igual fecha,
respecto del impuesto global complementario correspondiente a los años tributarios 2010, 2011 y
2012, ampliándose, en consecuencia, los plazos de prescripción conforme al artículo 63 y 200 del
Código Tributario.

Afirma que no existe fundamento fáctico que permita entender que, en la especie, nos encontramos
frente a una reclamación tributaria, pues la única referencia a las liquidaciones se hizo para indicar
que fueron notificadas el día 30 de julio 2015.

Agrega que la inexistencia de argumentos de hecho hace que el libelo carezca de contenido para
sostener la pretensión procesal perseguida y, en consecuencia, la demanda no cumple con un
requisito indispensable establecido por el legislador para el ejercicio de todo tipo de acción, cual es
que el escrito por medio del cual se hace valer, indique los fundamentos fácticos en que se apoya.

Sin perjuicio de lo anterior, indica y no rebate los hechos enunciados en la demanda:

a) El 30 de julio 2015 el demandante fue notificado de las liquidaciones 458, 459, y 460 por medio de
la notificación N° 307.

b) Las liquidaciones practicadas por el Servicio son consecuencia de una fiscalización realizada a la
empresa AAA Ltda.

c) Los valores de impuesto cobrados son: $ 270.220.506 por el año tributario 2010, $96.432.095 por
el año tributario 2011, y $ 54.808.011 por el año tributario 2012, sumando un total de $
421.460.612.

En cuanto a los antecedentes de derecho, señala que el demandante se limita a transcribir de manera
textual distintos pasajes del libro "Curso sobre Derecho y Código Tributario", del profesor Christian
Aste Mejías, y de la Circular N° 73 del 11 de octubre del año 2001, que imparte instrucciones para la
aplicación de las normas de prescripción.

Así, no existen fundamentos de derecho que permitan atribuir una actuación ilegal, arbitraria,
irregular, o deficiente de parte de la demandada, que den solidez jurídica a la demanda entablada.

Al efecto, señala que el demandante, cita el artículo 59 del Código Tributario, y transcribe el inciso 1°
del artículo 200 y el inciso 1° del artículo 201, todos del Código Tributario, concluyendo que las
normas concuerdan plenamente con el caso de los impuestos que se le pretenden cobrar.

Sin embargo, indica que la simple enunciación de normas no constituye fundamentación, por lo que no
cumple con un requisito indispensable establecido por el legislador para el ejercicio de todo tipo de
acción como de igual forma la alusión, especialmente la del artículo 201 del Código Tributario, ratifican
que en el caso de marras, la demanda pretende obtener la declaración de prescripción extintiva de la
acción de cobro que tiene el Fisco para perseguir el pago de impuestos.

Así las cosas, al no existir reclamo tributario, solicita tener por evacuado el traslado conferido
solicitando que la demanda de prescripción sea rechazada en todas sus partes con costas.

A fojas 30, el Tribunal estima que versando el caso de autos en cuestiones exclusivamente de derecho
y no existiendo hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos, cita a las partes a oír sentencia.

CONSIDERANDO

PRIMERO, Que a fojas 1 comparece don OOO, RUT XXX-X, ya individualizado quien interpone reclamo
tributario en contra de la liquidaciones N° 458, 459 y 460 de 29 de julio de 2015, referentes al
Impuesto Global Complementario, emitida por la X Dirección Regional Puerto Montt del Servicio de
Impuestos Internos, solicitando que se declare la prescripción de dichos impuestos con costas. Funda
su petición en el hecho de haberse ejercido la acción fiscalizadora fuera de los plazos legales de
prescripción, acompañando en su defensa Copia de Liquidaciones reclamadas y de la notificación N°
307 de 30 de Julio de 2015.

SEGUNDO, Que la reclamada, evacuando el traslado conferido, solicita el rechazo del reclamo en todas
sus partes con costas, afirmando que en el caso de autos no se ha reclamado de acto administrativo
emitido por el Servicio de Impuestos, siendo incompetente el Tribunal para conocer de la demanda al
haberse ejercido la acción de prescripción extintiva respecto de la acción de cobro de acreencias
fiscales unido al hecho de ser errada la persona sindicada como representante del Fisco para efectos
de cobro y extinción de tributos como también el procedimiento aplicado. A lo anterior, agrega la falta
de fundamentos de hecho y derecho que sostengan la acción entablada, siendo por lo demás, la
simple enunciación de los hechos no rebatida por el Servicio de Impuestos Internos

TERCERO, Que son hechos establecidos y no discutidos por las partes:

a) Que con fecha 10 de abril de 2015, el reclamante fue notificado de la Citación N° 22 de igual fecha.

b) El 30 de julio 2015 el reclamante recibió notificación N°307, referente a las liquidaciones N°s 458,
459, y 460 por concepto de Impuesto Global Complementario emitidas por la Dirección Regional
Puerto Montt del Servicio de Impuestos Internos.

c) Las liquidaciones emitidas por el Servicio de Impuestos Internos son consecuencia de una
fiscalización realizada a la empresa AAA Limitada.

d) Que las liquidaciones dicen relación con el Impuesto Global Complementario, resultado un monto
total liquidado incluido reajuste, intereses y multas de $ 721.300.948 para el año tributario 2010;
$230.595.176 respecto al año tributario 2011, y $ 114.574.229 por el año tributario 2012, sumando
un total de $ 1.066.470.352.

CUARTO, Que no existe en el caso de autos hechos sustanciales pertinentes ni controvertidos que
hayan ameritado recibir la causa a prueba y su apreciación conforme a lo dispuesto en el artículo 132
del Código Tributario.

QUINTO, Que analizando los argumentos expuestos por las partes y los antecedentes documentales
acompañados en autos, el objeto de la controversia sometida al conocimiento de este sentenciador
versa la prescripción de la acción fiscalizadora del Servicio de Impuestos Internos. Lo anterior, sin
perjuicio de objeciones formales esgrimidas por la parte reclamada, requiriendo lo anterior, un
pronunciamiento del Tribunal.

SEXTO, Que, a objeto de resolver la cuestión de derecho controvertida determinada en el


considerando anterior, corresponde primeramente al Tribunal analizar, las alegaciones formales
planteadas por el Servicio de Impuestos Internos.

En efecto, en cuanto a la inexistencia de un acto reclamado e incompetencia del tribunal para conocer
de la acción entablada, de los antecedentes facticos que constan en autos, estima el Tribunal que el
reclamo se ha presentado dentro de plazo legal en contra de las liquidaciones de impuestos N°s 458,
459 y 460 de fecha 29 de julio de 2015.

Así las cosas, junto a los documentos acompañado a fojas 8 referentes a Liquidación de Impuestos y
Formulario 3300 Folio 1529763 en que se practicó la notificación N° 307 de las liquidaciones
reclamadas, el reclamante indica que con fecha 30 de julio de 2015 fue notificado de las mencionadas
liquidaciones, cuya diferencia impositiva suman en forma histórica el monto de $421.460.612. Si bien
es cierto, el reclamante emplea la expresión “Impuestos Cobrados” entiende el Tribunal que de la
interpretación de la misma hace referencia a “Impuestos Liquidados” sea por derivar esto de
liquidaciones indicadas en forma previa por el reclamante, sea por cuanto los impuestos cobrados no
se reflejan en una liquidación de impuestos sino en el giro respectivo de impuestos, a través del
cuales, se ordena enterar en arcas fiscales el monto previamente liquidado.
Que al emitir las liquidaciones recurridas en autos, el Servicio de Impuestos Internos hace uso de sus
facultades fiscalizadoras, entendiendo por tal, aquellas que dispone el Servicio de Impuestos Internos,
entre otras, para revisar declaraciones de impuestos, practicar liquidaciones y giro de los mismos y
que se encuentra radicada en la acción fiscalizadora, subordinada ésta a los plazos de prescripción del
artículo 200 del Código Tributario. Lo anterior, se debe complementar con la facultad de cobro de los
impuestos, entendida por tal como aquella facultad del Fisco en su calidad de sujeto activo ejercida a
través de Tesorería General de la República, en conformidad al procedimiento ejecutivo establecido en
el Título V del Libro III del Código Tributario, a fin de obtener el pago de los impuestos previamente
determinados; facultad plasmada en la acción de cobro para perseguir el pago de los impuestos,
intereses, sanciones y demás recargos; subordinada ésta a las normas de prescripción del artículo 201
del Código Tributario.

Que los actos administrativos por el cual la parte reclamante ejerció la acción jurisdiccional, dicen
relación con la emisión de las liquidaciones de impuestos indicados en la notificación N° 307 de fecha
30 de julio de 2015, liquidaciones que, dentro de la facultad fiscalizadora indicadas previamente,
deben ser entendidos como una determinación de diferencia de impuestos mas no como una orden de
pago que el Servicio de Impuestos Internos emite a fin de que el monto del impuesto determinado sea
enterado en arcas fiscales, a saber giro de impuestos, antecedente directo para el ejercicio de la
acción del Fisco de cobro a objeto para perseguir el pago de los mismos, razón por lo cual, no resulta
pertinente acoger la alegación del Servicio de Impuestos Internos en cuanto a la inexistencia del acto
administrativo reclamado, incompetencia del tribunal para conocer la acción entablada, por cuanto el
acto notificado al reclamante es de aquellos que establece el artículo 124 del Código Tributario y el
Tribunal competente es el Tributario y Aduanero cuyo territorio jurisdiccional corresponda al de la
unidad del Servicio que emitió la liquidación contra la cual se reclame.

En cuanto a la alegación de falta de legitimación pasiva y representación válida para ser emplazado,
se debe tener presente que zanjado los actos administrativos por los cuales se ha presentado el
reclamo de autos, el artículo 117 del Código Tributario establece que la representación del Fisco en los
procesos jurisdiccionales seguidos, entre otros, en conformidad al Título II del Libro Tercero del
Código Tributario, corresponderá exclusivamente al Servicio de Impuestos Internos, adquiriendo la
calidad de parte para todos los efectos legales y teniendo el Director Regional, dentro de los limites de
su respectiva jurisdicción, la representación del Servicio de Impuestos a Internos.

Así, desestimando que nos encontramos en un asunto de carácter jurisdiccional derivado del cobro,
pago o extinción de obligaciones tributarias, en los cuales asumirá la representación del Fisco de Chile
el Abogado Provincial que corresponda, el reclamante ejerce su acción en contra de un sujeto pasivo
correcto como lo es el Fisco de Chile emplazando válidamente al Servicio de Impuestos Internos
debidamente representado en conformidad a la Ley.

En cuanto a la falta procedimiento idóneo para la acción entablada, como bien lo señala el Servicio de
Impuestos Internos, el Procedimiento General de Reclamación está establecido en la Ley para que se
ventile ante esta judicatura, litigios ocasionados con motivo de reclamaciones tributarias en los
términos del artículo 124 del Código Tributario. De esta forma, al no haberse radicado en este Tribunal
contienda relativa a la prescripción de la acción de cobro y sin entrar a discutir el tribunal competente
para aquello, corresponde someter a tramitación bajo el procedimiento general de reclamación la
pretensión relativa la prescripción de la acción fiscalizadora derivada en la emisión de acto reclamable
en conformidad al artículo 124 del código Tributario.

Por último en cuanto a la falta de fundamentos de hecho y derecho, el Tribunal al realizar el examen
de admisibilidad establecido en el artículo 125 del Código Tributario, junto con dar establecida su
competencia en cuanto a la materia y establecer la ritualidad del procedimiento, dio por
suficientemente fundado tanto en antecedentes de hecho como de derecho el reclamo de autos. En
efecto, el examen de admisibilidad exigido por el inciso segundo del artículo 125 del Código Tributario,
se limita a constatar que el reclamante cumple con los requisitos mínimos que dicha norma exige, sin
extender esta revisión a cuestiones de fondo que han de ser resueltas en esta sentencia definitiva,
resolución que por lo demás, no fue objetada en conformidad a la ley por la parte reclamada.

SÉPTIMO: Que analizadas y rechazadas las objeciones formales planteadas por el Servicio de
Impuestos Internos, corresponde un pronunciamiento del Tribunal respecto de los argumentos de
fondos planteados por las partes referente a la prescripción de la acción fiscalizadora.
OCTAVO: Que, a objeto de resolver la cuestión de derecho controvertida determinada en el
considerando quinto, corresponde al Tribunal en forma previa, analizar la normativa tributaria
aplicable al caso, debiendo tener presente lo establecido en los artículos 59, 200 y 201 del Código
Tributario.

En efecto, la primera de las normas establece en su parte pertinente que dentro de los plazos de
prescripción, el Servicio de Impuestos Internos podrá examinar y revisar las declaraciones de
impuestos presentadas por los contribuyentes.

Por su parte el artículo 200 del Código Tributario, establece en su inciso primero que el Servicio de
Impuestos Internos podrá liquidar un impuesto, revisar cualquiera deficiencia en su liquidación y girar
los impuestos que diere lugar, dentro del término de tres años contados desde la expiración del plazo
legal en que debió efectuarse el pago.

Agrega su inciso segundo, el plazo anterior será de seis años para la revisión de impuestos sujetos a
declaración, cuando esta no se hubiere presentado o la presentada fuere maliciosamente falsa.

Relacionado con lo acreditado en autos, el inciso cuarto del mencionado artículo, establece que los
plazos anteriores se entenderán aumentados por el término de tres meses desde que se cite al
contribuyente, de conformidad al artículo 63 o a otras disipaciones que establezcan el trámite de la
citación. De igual forma si se prorroga el término conferido al contribuyente en la citación respectiva,
se entenderán igualmente aumentados, en los mismos términos, los plazos señalados en este artículo.

Por su parte el artículo 201, establece en su inciso primero que en los mismos plazos señalados en el
artículo 200 y computados de la misma forma, prescribirá la acción del Fisco para perseguir el pago de
los impuestos, intereses, sanciones y demás recargos.

NOVENO: Que a objeto de resolver la controversia de autos, el Tribunal realiza las siguientes
apreciaciones:

1.- Analizadas las normas citadas, se concluye que el Código Tributario contempla dos tipos de
prescripciones. Primero una que dice relación con la acción fiscalizadora que detenta y corre contra el
organismo fiscalizador en cuanto a límite para obtener una correcta determinación de la obligación
tributaria, plazo legal de tres o seis años, en la cual el Servicio deberá revisar declaraciones de
impuesto, liquidar y/ o girar los mismos. Por otra parte, el segundo tipo de prescripción, dice relación
con la acción de cobro que debe ser ejercida por el Fisco a través de Tesorería General de la
República. Los plazos de prescripción de ambas acciones corren en paralelo, con igual extensión, es
decir, tres o seis años, según sea el caso de prescripción ordinaria o extraordinaria con sus
correspondientes aumentos, suspensiones e interrupciones en conformidad a los artículos 200 y 201
del Código Tributario.

2.- Que teniendo en cuanto lo anterior, si el Servicio de Impuestos Internos liquidare o girare un
impuesto o bien el Tesorería General de la República iniciare el cobro de un impuesto vencido el plazo
de prescripción establecido en los artículos 200 y 201 con sus respectivos aumentos, suspensiones y
renovaciones, el contribuyente podrá accionar de prescripción mediante el procedimiento de
reclamación correspondiente ante el Tribunal Tributario competente en el primer caso, o bien
oponiendo en el segundo caso, la excepción de prescripción en el correspondiente juicio ejecutivo de
las obligaciones tributarias en conformidad al artículo 168 y siguientes del Código Tributario.

3.- Que en el caso de los hechos materia de autos, se establece que con fecha 30 de julio de 2015, el
reclamante fue notificado de las liquidaciones N° 458, 459 Y 460, correspondiendo éstas al Impuesto
Global Complementario años tributarios 2010, 2011 y 2012 respectivamente. Por su parte se indica,
que en forma previa se notificó al contribuyente la Citación N° 22 de fecha 10 de abril de 2015,
respecto a similares impuestos.

4.- Que las liquidaciones reclamas en autos dicen relación con el Impuesto Global Complementario,
impuesto sujeto a declaración por el contribuyente, el cual en conformidad a lo establecido en el
artículo 69 de la ley de Impuesto a la renta debe ser presentado en el formulario correspondiente en
el mes de abril de cada año en relación al año comercial anterior.
5.- Que, el plazo de prescripción de tres años que tendría el Servicio de Impuestos Internos para
determinar diferencias de impuestos y practicar liquidaciones referentes al Impuesto Global
Complementario respecto a los años tributarios 2010, 2011 y 2013, vencería el 30 de abril del año
2013, 2014 y 2015 respectivamente, ello por cuanto el plazo para realizar el pago del mencionado
impuesto expiró el 30 de abril del 2010, 2011 y 2012, considerándose el termino para cada periodo de
manera independiente, para efectos del cómputo de la prescripción.

6.- Así las cosas, analizados los argumentos de ambas partes y la normativa aplicable al caso, resulta
claro que las liquidaciones N°s 458 respecto al año tributario 2010 y 459 referente al año tributario
2011, fueron practicadas fuera del plazo ordinario de prescripción establecido en el artículo 200 del
código tributario, al ser notificadas el 30 de julio del 2015; razón por lo cual, el reclamo en esta parte
será acogido.

Respecto a la liquidación N° 460 correspondiente al año tributario 2012, el ejercicio de acción


fiscalizadora vencía el 30 de abril de 2015; sin embargo, con fecha 10 de abril de 2015, se practicó en
conformidad al artículo 63 del Código Tributario notificación de la Citación N° 22 de igual fecha, razón
por lo cual en conformidad a lo establecido en el artículo 200 inciso 4° del Código Tributario, el plazo
ordinario se entendió aumentado por el termino de tres meses a contar del vencimiento original del
mismo, lo que en el caso de autos expiraba con fecha 31 de julio de 2015. Así las cosas, la acción
fiscalizadora respecto al año tributario 2012 fue ejercida dentro de los plazos de prescripción al haber
sido notificado la liquidación N° 460, con fecha 30 de julio de 2015, razón por lo cual respecto de
aquella el reclamo será rechazado confirmándose la referida liquidación.

7.- Que si bien es cierto, el artículo 200 inciso segundo del Código Tributario, establece un plazo
especial de prescripción de seis años para la revisión, liquidación y/o giros de impuestos sujetos a
declaración cuando ésta no se hubiera presentado o la presentada sea maliciosamente falsa, no
constan en autos antecedentes de los cuales se acredite la existencia de malicia o del hecho de no
haberse efectuado la declaración de impuestos, limitándose el Servicio de Impuestos Internos junto
con no rebatir los hechos alegados por el reclamante a indicar que la acción fiscalizadora se ejerció
“dentro de los plazos de prescripción, máxime, si con fecha 10 de abril de 2015, se notificó al señor
Zamora Chirino la Citación N°22, de la misma fecha, respecto del impuesto global complementario
correspondiente a los años tributarios 2010, 2011 y 2012, ampliándose en consecuencia, los plazos de
prescripción conforme al artículo 63 y 200 del Código Tributario.

DÉCIMO, En conclusión, versando la controversia de marras sobre puntos de derecho, compartiendo


este sentenciador en parte los argumentos esgrimidos por el actor en los términos indicados en el
cuerpo de esta sentencia, el Tribunal acogerá en parte la reclamación, como se resolverá a
continuación.

Visto, además, lo dispuesto en los artículos 26, 59 123 y siguientes, 200, 201 y demás pertinentes del
Código Tributario; artículos 144 y 170 del Código de Procedimiento Civil y demás normas pertinentes,
se resuelve:

1.- HA LUGAR EN PARTE al reclamo de fecha 16 de noviembre de 2015, interpuesto a fojas uno y
siguientes por don OOO, RUT N° XXX-X, ya individualizado.

2.- Encontrándose prescrita la acción fiscalizadora respecto de las liquidaciones 458 y 459 de fecha 29
de Julio de 2015, según argumentación establecida en el considerando NOVENO de esta sentencia, se
acoge en esta parte el reclamo dejándose sin efecto la liquidación N° 458 y 459 ambas de 29 de julio
de 2015, emitida por la Décima Dirección Regional del Servicio de Impuestos Internos.

3.- Habiendo ejercido el Servicio de Impuestos Internos su acción fiscalizadora dentro de los plazos de
prescripción respecto de la liquidación de impuestos N° 460 de fecha 29 de julio de 2015, según la
argumentación establecida en el considerando NOVENO de esta sentencia, se rechaza en esta parte el
reclamo confirmándose la liquidación de impuestos N°460 de fecha 29 de julio de 2015 emitida por la
Décima Dirección Regional del Servicio de Impuestos Internos.

4.- Que no se condena en costas al Servicio de Impuestos Internos, al no haber sido totalmente
vencido.
5.- Notifíquese al reclamante por carta certificada y al Servicio de Impuestos Internos mediante
publicación de la presente sentencia en el sitio web del Tribunal.

6.- Anótese, regístrese y archívese en su oportunidad.”


Aclaración y rectificación de títulos: Deslindes y
superficie
 01/09/2008

 Nelson Gutiérrez González

 0

Recientemente, hemos conocido un fallo (1) por medio del cual la Ilustrísima Corte de
Apelaciones de la Serena, revocando la sentencia de primera instancia, ha ordenado al
Conservador de Bienes Raíces de dicha ciudad, efectúe, al margen de determinadas
inscripciones de dominio, la anotación – subinscripción – de que la superficie del predio
amparado por dichas inscripciones (originalmente de 2000 hás.) es de 9000 hás.
aproximadamente.
El problema resuelto por este fallo dice relación con la inexistencia en nuestra normativa
registral de un sistema que permita resolver adecuadamente, entre otros aspectos, la falta de
determinación de superficie de los predios o inmueble que acceden al Registro para su
inscripción.
Desde luego, el art. 78 del Reglamento de Registro del Conservador de Bienes Raíces,
relativo a los requisitos que contendrá la inscripción de títulos de propiedad y de derechos
reales, no hace exigible consignar la superficie ni cabida de los bienes raíces y solo obliga a
consignar en su número cuarto: “el nombre y linderos del fundo”.
Es de común ocurrencia que aparezcan o se produzcan distorsiones, diferencias o
discordancias entre los datos que aporta la inscripción registral – sobre todo si es de antigua
data – con respecto a las características actuales del inmueble sobre el que recaen.
Téngase presente que el reglamento aludido no especifica que debe entenderse por
“linderos”, lo que ha permitido que se citan como tales, accidentes geográficos, cercos,
nombres de vecinos, zanjas, ríos, canales o bosques que con el transcurso de los años van
sufriendo notables mutaciones y van creando problemas, los que gracias a la técnica en
materia cartográfica, topográfica y satelital, van encontrando soluciones que ponen en duda
y obsolescencia documentos, planos, antecedentes y técnicas de medición de muy antigua
data.
En España, pese a contar con un sistema registral de folio real, con catastro y con técnicas de
registración modernas y eficientes, el problema en la imprecisión de superficie y deslindes
aún subsiste, sobre todo en zonas rurales y se ha solucionado a través del mecanismo de las
denominadas Actas de Notoriedad y de los Expedientes de Dominio (Artículos 200, 201,203,
204 Ley Hipotecaria y artículos 272 y siguientes del Reglamento de la Ley Hipotecaria),
medios a través de los cuales se podrá hacer constar en el Registro la mayor cabida de fincas
ya inscritas.
En el caso de las Actas de Notoriedad se da la característica de ser un procedimiento mixto
ya que se inicia ante el Notario del lugar donde radica la finca y termina con la intervención
del Juez de primera instancia, quien una vez oído al Ministerio Fiscal, dictará un auto,
aprobando o denegando el Acta. Previamente deberá describirse el inmueble y citar el
domicilio de las personas de quien proceden los bienes, así como de las demás personas que
hayan de ser notificadas.
En el caso del Expediente de Dominio, se trata de un procedimiento judicial, similar a los de
jurisdicción voluntaria que tiene por objeto, registrar los excesos de cabida y además
acreditar la adquisición del dominio a los efectos de proporcionar un titulo inmatriculador y
sirviendo también para reanudar el tracto registral interrumpido.
Sumariamente, conoce de él el Juez de primera instancia donde radica la finca objeto del
trámite, se requiere la descripción del inmueble con sus cargas o gravámenes, información
del catastro, pruebas que se proponen para acreditar lo pedido, y lo mas importante, a nuestro
juicio, la designación de los propietarios de los predios colindantes, a quienes se les deberá
citar personalmente o por escrito, etc., etc.
Oído el Ministerio Público y los posibles interesados o afectados y rendidas todas las pruebas,
el Juez dicta una resolución judicial en la forma de auto por la que se determina acceder o no
a lo solicitado. Auto que es apelable en ambos efectos.
Complementando estas normas de la Ley Hipotecaria y de su Reglamento la Ley número
trece de 30 de Diciembre de 1996 publicada en el B.O.E. N° 315 del 31 de Diciembre de
1996 en su sección cuarta trata de la Referencia Catastral y en su articulo 53 N° 7 establece
que “en lo sucesivo, no se inmatriculará ninguna finca en el Registro si no se aporta junto al
titulo inmatriculador certificación catastral descriptiva y grafica de la finca, en términos
totalmente coincidentes con la descripción de ésta en dicho titulo”.-
Y en el número diez establece: “la modificación de superficie o la rectificación de linderos
fijos o de tal naturaleza que hagan dudar de la identidad de la finca podrá efectuarse en virtud
de acta notarial de presencia y notoriedad que incorpore un plano de situación a la misma
escala que la que obra en el catastro, e informe de técnico competente sobre su medición,
superficie y linderos. Dicha acta se ajustará en su tramitación a lo prevenido en el articulo
203 de la Ley Hipotecaria a excepción de lo previsto en su regla octava”.
Desde luego que España tiene una ventaja al contar con una Institución formidable que ayuda
a la ordenación territorial y que es el Catastro Inmobiliario, que es un Registro Administrativo
dependiente del Ministerio de Hacienda en el que se describen los bienes inmuebles rústicos
y urbanos y cuya finalidad primordial es de justicia tributaria.
Sería ilusorio pretender contar con un Catastro Inmobiliario como el español, Chile aun no
puede darse ese lujo pero si hacer presente que nuestro Servicio de Impuestos Internos cuenta
con un Catastro que también persigue fines fiscales y tributarios y al cual los Conservadores
de Bienes Raíces contribuimos a fortalecer a través del mecanismo del formulario 2890, pues
al practicar una inscripción en el Registro de Propiedad, el Conservador debe remitir
obligatoriamente el referido formulario, con los antecedentes mas importantes del predio
inscrito entre los cuales destaca el número del rol de avalúo que le corresponde en el catastro.
Lo mismo sucede, al exigir los certificados de Asignación de Rol de avalúo en trámite, en
los casos de subdivisión de la propiedad.
Asimismo, los Conservadores de Bienes Raíces ratifican los datos del catastro a través de un
programa de aplicación de consulta catastral, recientemente creado por el Servicio de
Impuestos Internos, que se materializa en una “solicitud de modificación de antecedentes” y
en virtud de la cual, el Conservador de Bienes Raíces debe confirmar o rechazar a la oficina
virtual del Servicio, datos relativos al rut, nombre del titular, fecha de inscripción, fojas,
número, año de inscripción, número del rol, dirección y comuna.
El Servicio de Impuestos Internos, otorga actualmente lo que podríamos denominar un
“certificado de amparo de inscripción” por el que se atribuye un rol de avalúo, dirección
correspondiente al bien raíz, nombre y rut del titular o propietario, destino de la propiedad,
avalúo y su eventual exención, superficie del terreno y superficie de la construcción, con la
firma virtual del Subdirector de Avaluaciones del Servicio de Impuestos Internos.
“En definitiva, el catastro territorial de bienes raíces a cargo del Servicio de Impuestos
Internos, constituye en la actualidad un adecuado registro de la propiedad inmobiliaria
existente en el país, que proporciona información bastante exacta acerca de la ubicación,
superficie, deslindes, uso o destino del predio, tasación para fines de tributación e
identificación de los propietarios”. (2)
Es del caso señalar que en materia de subdivisión predial urbana y agrícola se obra con
sujeción a planos autorizados por las Direcciones de Obras Municipales y por los
departamentos técnicos del Servicio Agrícola y Ganadero, respectivamente.
También se accede al Registro a base de planos en las asignaciones y ventas de inmuebles
sociales que se comercializan a través de los Serviu. Y, tratándose de la Propiedad Horizontal,
hoy del Régimen de Copropiedad Inmobiliaria (Ley 19.537) que tiene normas especiales que
configuran un remedo de folio real, reglas especiales obligan a la inscripción de un plano del
suelo y del edificio y que es autorizado por la autoridad administrativa y municipal y que es
exacto. Es decir se configura un verdadero catastro del inmueble o edificio dividido por pisos
y departamentos.
Por último, en materia de constitución de Dominio reglamentado por el D.L. 2.695 sobre
saneamiento de Dominio de la pequeña propiedad rústica y urbana en los planos se está
usando proyección U.T.M. la misma que se utiliza en los planos de constitución de la
concesión minera.
De tal suerte que el uso obligatorio de todos estos planos implica que las posibilidades de
imperfección en la individualización y superficie de los inmuebles, va desapareciendo.
En nuestra legislación, el art. 842 del Código Civil, que consagra la servidumbre de
Demarcación y Cerramiento (art. 844 C.C.), a nuestro juicio, permitiría en cierta medida
solucionar el problema, puesto que habilitaría al titular o poseedor inscrito solicitar
directamente al Tribunal la determinación de sus deslindes – declarando su aumento o
disminución – concurriendo con los respectivos dueños de los predios colindantes en una
escritura pública y haciéndose la demarcación a expensas comunes.
La referida acción de Demarcación supone que no existan en el terreno linderos o hitos que
determinen la línea de separación de los predios o que estos han desaparecido o han sufrido
mutaciones o no han sido antes demarcados.
La precisión en la determinación de los deslindes y superficie de un predio es vital puesto
que éstos fijan, en el plano horizontal, la extensión material del derecho real de dominio, lo
que significa que el dueño de un predio lo es de todo el terreno comprendido dentro de los
deslindes o limites de éste. En definitiva, los deslindes permiten la individualización del
predio y la determinación de que se trata de una cosa singular. Permiten en definitiva, la
consagración del principio Registral de la Especialidad y determinación del inmueble. Es
decir, tanto el inmueble inscrito como los derechos reales que pueden existir se recojan en el
Registro de un modo claro, determinado e indubitado.-
Pero, el problema subsiste ó es de difícil resolución cuando por ejemplo el titular ó poseedor
inscrito de un bien raíz lo lotea ó éste es objeto de una división, la que debe señalar
necesariamente la superficie – que no está consignada en la inscripción – para conformarse
con las disposiciones de la Ley General de Urbanismo y Construcción y su Ordenanza o la
aplicación de las normas del Decreto Ley 3.516 sobre división de predios rústicos. (3)
En el caso especifico de planos en los cuales se consigna una superficie mayor que la que
señala la respectiva inscripción de dominio, nosotros postulamos su rechazo a su agregación
al Registro y la consiguiente y pretendida subinscripción de modificación de superficie. Y
ello, por que podrían verse perjudicados o amagados los derechos de terceros,
específicamente los derechos de los propietarios de los predios colindantes, salvo que estos
concurran declarando en escritura publica su conformidad con las modificaciones o
alteraciones propuestas. O como alternativa, aceptarse una diferencia no mayor a un diez por
ciento (10%) de superficie, aplicando analógicamente lo dispuesto en los artículos 1831,
1832 y 1833 del Código Civil. (4)
En el caso del fallo en comento, el Conservador de Bienes Raíces que fue objeto de la
solicitud de aclaración y rectificación de un terreno, a nuestro juicio, actuó bien al negarse y
en definitiva, permitir que el problema se radicara donde corresponde, los Tribunales de
Justicia. En efecto, si bien el o los solicitantes de la rectificación de superficie, comuneros en
el dominio, plasmaron su solicitud en una Escritura pública, ésta declaración continua
siendo una declaración unilateral de voluntad, la que no resguarda en absoluto los derechos
de los poseedores colindantes, quienes pueden verse perjudicados con un aumentos
significativo de la superficie de un predio, en desmedro de ellos.
En la especie, el predio en cuestión, originalmente, tenía mas o menos 2.000 hectáreas más
“15 posesiones equivalentes” la que fue sustituida por 9.094 hectáreas y fue adquirido como
especie o cuerpo cierto por lo que si bien carece de relevancia la diferencia de superficie que
pueda producirse entre las partes contratantes (art. 1833 del C.C.), esa diferencia de 7.000
hectáreas si puede ser muy significativa y pesar en desmedro de los colindantes y terceros
poseedores. Creemos que la exigencia de oír o citar a los interesados o colindantes tiene su
explicación y lógica, si consideramos lo siguiente:
1°) Los procedimientos establecidos en el Derecho Español precedentemente analizados,
cuales son los Expedientes de Dominio y las Actas de Notoriedad en las que debe citarse, en
un caso, además de los titulares de los predios colindantes, “a las personas ignoradas a
quienes puede perjudicar la inscripción solicitada por medio de edictos, además de las
correspondientes publicaciones” (Art. 201 regla 3° L.H.) y en el otro, “genéricamente citar a
las personas que tengan algún derecho sobre la finca, al poseedor de hecho, al portero o a los
inquilinos y genéricamente a cuantos puedan ostentar algún derecho sobre la finca” (Art. 203
reglas 4° y 5° L.H.).
2°) La Doctrina Nacional. En efecto el profesor Domingo Hernández Emparanza, en la obra
citada de la Fundación Fueyo (pag. 286), entre las medidas de coordinación susceptibles de
adoptarse entre el Registro y el Catastro, sugiere, un procedimiento administrativo “en el que
los interesados que no se conformaren con las especificaciones del catastro deduzcan su
reclamación o acción de rectificación ante el S.I.I., dentro del plazo que se fije, facultándose
al Servicio para resolver previa audiencia a los colindantes. Contra la resolución del Servicio,
las partes podrán naturalmente recurrir ante la justicio ordinaria, en un contencioso
administrativo.
3°) Por último, el propio texto del art. 842 del Código Civil que contempla la concurrencia
genérica de los dueños de los predios colindantes, para los efectos previstos en dicha
disposición.
El profesor Hernández sugiere la obligatoriedad de acompañar copia del plano catastral o
plano visado por el S.I.I. para practicar cualquier inscripción de transferencia de inmuebles.
Y plantea que, en caso de disconformidad entre los datos materiales que consten de los títulos
y los que se consignan en el Catastro, en lo que dice relación con medidas y deslindes, debiera
dársele preferencia al Catastro. No concordamos con esta última afirmación del profesor
Hernández puesto que la finalidad del Catastro es exclusivamente fiscal y tributaria y éste
aún no es perfecto, y el Registro de la Propiedad es el único Registro que tiene efectos de fe
pública respecto de la titularidad y derechos reales sobre bienes inmuebles. Además, en la
legislación comparada, española, a propósito del tema se dispone “a los solos efectos
catastrales, salvo prueba en contrario, y sin perjuicio del Registro de la Propiedad,
cuyos pronunciamientos jurídicos prevalecerán, los datos contenidos en el Catastro
Inmobiliario se presumen ciertos”. Art. 3° segunda parte de la Ley del Catastro Inmobiliario.
Real Decreto 1-2004 del 05 de Marzo, publicado en el B.O.E. N° 58 de 08 de marzo de 2004.
En algunos otros casos, las solicitudes de diferencia de cabida o superficie se plantean
directamente al Conservador de Bienes Raíces basándose solo en una minuta unilateral y
planos en la que se solicita se modifique la superficie del o los inmuebles y el archivo del
plano y la consecuente anotación marginal.
Como tales solicitudes implican la modificación ó la complementación de un titulo inscrito,
el asunto debe someterse a la decisión de los Tribunales, los que han resuelto, acertadamente
a nuestro juicio que: “ Los artículos 52 y 53 del Reglamento del Registro Conservatorio de
Bienes Raíces establecen taxativamente los títulos que deben y pueden inscribir los
Conservadores requeridos a la practica de dicha actuación, no encontrándose en tal
enumeración el deber ni la facultad de dichos funcionarios de dar lugar a la inscripción o
anotación marginal de minutas unilaterales que alleguen documentos.” (5)
También el Conservador de Bienes Raíces conoce de casos relacionados con problemas de
superficies y cabidas cuando el propietario o loteador subdivide su predio asignándole una
superficie mayor que la que refleja el Registro y confecciona planos y transfiere o
adjudica lotes que no guardan relación con la superficie de que da cuenta la inscripción
registral.
Como se ha empleado la expresión “más o menos” o “aproximadamente”, la Ilustrísima Corte
de Apelaciones de Concepción, en dos casos de que hemos conocido, ha ordenado a los
respectivos Conservadores de Bienes Raíces que, habiendo rechazado la inscripción de lotes
productos de estas subdivisiones, inscribir, en un caso amparándose fundamentalmente en
que “Dilucidar si la expresión “más o menos” puede comprender la diferencia de superficie
anotada en este caso, no es una materia que corresponda intervenir al Conservador de Bienes
Raíces, si no que ingresa al derecho de las partes contratantes o de aquellas a quien pudiere
afectar, pero en caso alguno a un funcionario que debe obrar en el marco de sus facultades
normativas del cargo que ejerce. Cabe agregar que en esta sede y procedimiento no se
encuentra en discusión la real cabida de un predio, sino las atribuciones del Conservador para
no acceder a una inscripción propietaria”. (6). Y, en el otro caso, “Como se aprecia de los
ejemplos propuestos por la regla (art. 13 del Reglamento), los vicios y defectos de que
adolezca una escritura deben constar en ella misma, aparecer de manifiesto de su simple
lectura, de suerte que el funcionario que se niega a efectuar una inscripción porque la
superficie del predio consignada en el instrumento no concuerda con la indicada en la
inscripción del titulo original, excede sus facultades, no es una materia en que corresponda
intervenir al Conservador, sino que ingresa al derecho de las partes que celebran el acto
jurídico o de aquellas a quienes pudiese afectar. Cabe agregar que en esta sede y
procedimiento no se encuentra en discusión la cabida real de un predio, sino las atribuciones
del Conservador para no acceder a una inscripción propietaria”. (7)
Nos parece que las objeciones de los Conservadores de Bienes Raíces al rechazo de estas
inscripciones obedecen al deseo de salvar su responsabilidad ante el evento de que se
produzcan eventuales perjuicios a los terceros colindantes u otros poseedores inscritos y, con
el objeto de evitar que se introduzca un elemento que pueda perturbar o alterar la seguridad
jurídica inmobiliaria de los terceros poseedores inscritos, seguridad jurídica que es la
finalidad fundamental de la Institución Registral.
Como se puede apreciar, el problema de la exacta determinación de la superficie y deslindes
de los predios es un problema que debe ser resuelto para evitar frecuentes litigios, juicios y
reparos a los títulos e inscripciones y además para evitar dudas e incertidumbres en la
contratación inmobiliaria lo que impide un desarrollo más dinámico y eficiente del mercado
inmobiliario.
Una ocasión propicia para solucionar este problema habría sido que se hubiese contemplado
su estudio y solución en el proyecto de Reforma del Sistema Notarial y Registral presentado
por la Presidenta de la Republica a través del Mensaje N° 1234-355 al H. Congreso Nacional,
de fecha 3 de marzo del año 2008. Pero, desgraciadamente, este y otros problemas de carácter
registral que no es del caso señalar por ahora, y que requieren de urgente solución, no han
sido contemplados en dicho proyecto.
Pensamos que aún es tiempo y que un debate serio e informado de carácter técnico-científico
sobre el mencionado proyecto puede solucionarlos.
Referencias:
1) Sentencia de la Ilustrísima Corte de Apelaciones la Serena de 24 de Octubre de 2007.-
Causa Rol N 820-2007, caratulada Vega Etcheverry Pablo en Rep. de Carmen Rosalia
Aguirre Villalón y otros (Solicitantes).
2) Estudios sobre Reformas al Código Civil y de Comercio. Cuarta parte. Derecho Registral
Inmobiliario. Fundación Fernando Fueyo Laneri. Pag. 284.
3) Articulo. Observaciones sobre el régimen de inscripciones del Registro de Propiedad del
C.B.R. en relación al catastro que lleva el S.I.I.. César Fuentes V. Revista de la Asociación
de Notarios y Conservadores de Chile. Enero-Marzo de 2000. pag. 15.
4) El porcentaje del 10% lo considera la legislación española para precisar la correspondencia
de la referencia catastral con la identidad de la finca y admite que la habrá cuando existan
diferencias de superficie que no sean superiores al 10% y siempre que además, no existan
dudas fundadas sobre la identidad de la finca derivadas de otros datos descriptivos. (art. 45
letra b del Real Decreto 1-2004). Ley de Catastro Inmobiliario. Publicado B.O.E. N° 58 de
08 de Marzo de 2004.
5) Corte suprema, 24 de septiembre de 2007. Paul René Puchulu Servanti. Solicitud de
inscripción de bien raíz (Recurso de casación en el fondo, rechazado). Rol. N° 4636-06.
Considerando 2°.
6) Corte de Apelaciones de Concepción. Sentencia de 10 de mayo de 2006. Rol 65.843.
Negativa a inscribir Conservador de Bienes Raíces Coronel. Considerando 3°, segunda parte.
7) Corte de Apelaciones de Concepción. Sentencia de 29 de octubre de 2007. Rol 4.340.
Negativa a inscribir Conservador de Bienes Raíces Mulchen. Considerando 4°, segunda
parte.

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