Las mujeres –en todas las etapas de la vida- tienen derecho a gozar de una sexualidad
libre y sin riesgos, a elegir ser madres o no, a acceder a servicios de salud sexual y
reproductiva de calidad, a recibir información clara, y a vivir libres de toda forma de
violencia y coerción.
Los derechos sexuales y/o reproductivos garantizan una buena salud sexual para
desarrollar nuestra vida: Velan porque haya educación sexual, se respete quién somos
(qué sexo tenemos, identidad sexual), con quién nos relacionamos (qué orientación
del deseo practicamos), qué nos gusta (una erótica satisfactoria), si queremos
reproducirnos (salud reproductiva), qué hábitos saludables tenemos que seguir en ese
sentido (acceso a métodos anticonceptivos, información enfermedades de transmisión
sexual, cuidados en el embarazo, parto , etc.).