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La distribución de los fármacos puede definirse, entre otras formas, como la llegada y
disposición de un fármaco en los diferentes tejidos del organismo. Es un proceso muy
importante, toda vez que, según su naturaleza, cada tejido puede recibir cantidades
diferentes del fármaco, el cual, además, pasará allí tiempos variables.1
A la hora de hablar de la distribución, habrá que tener en cuenta los conceptos sobre
compartimentación del organismo vistos en el apartado de Modelos farmacocinéticos.
Índice
lo mismo, que los factores que aumenten la disminuirán el valor del . Esto nos
pone sobre la pista de la importancia del conocimiento de las concentraciones plasmáticas
del fármaco y de los factores que lo modifican.
Aplicando a esta fórmula los conceptos aprendidos en el apartado de la biodisponibilidad,
podemos calcular la cantidad de fármaco a administrar para conseguir una determinada
concentración de fármaco en el organismo (dosis de carga):
Este concepto tiene interés clínico, pues a veces necesitamos alcanzar una determinada
concentración de fármaco que sabemos es la óptima para que realice sus efectos en el
organismo (caso de la digitalización de un paciente).
Tasa de extracción[editar]
Se refiere a la proporción del fármaco que es retirado de la circulación por cada órgano,
una vez que el flujo sanguíneo lo haya hecho pasar a través de dicho órgano.1 Este nuevo
concepto integra otros anteriores, ya que la tasa de extracción va a depender de distintos
factores: