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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CORDOBA

FACULTAD DE CIENCIAS MEDICAS ESCUELA DE ENFERMERIA


CATEDRA ENFERMERIA DEL ADULTO Y EL ANCIANO

CUIDADO ENFERMERO A ADULTOS Y ANCIANOS CON HERIDAS

QUIRURGICAS

Elaborado por

Prof. Lemos José Luis

Córdoba, 2019

1
INDICE

BIBLIOGRAFIA ............................................................................................................................. 30
Cicatrización de heridas ................................................................................................................ 6
Clasificación de las heridas............................................................................................................ 5
Complicación de la cicatrización de las heridas .......................................................................... 12
CONSIDERACIONES GERONTOLOGICAS ...................................................................................... 22
INFLUENCIA DE LA TEMPERATURA Y LA HUMEDAD EN LA CICATRIZACIÓN DE LAS HERIDAS ... 10
INTERVENCION DE ENFERMERIA PARA FAVORECER LA ............................................................. 18
Introducción .................................................................................................................................. 3
PRINCIPIOS IMPORTANTES EN EL CUIDADO DE LAS HERIDAS ................................................... 11
PROCEDIMIENTO: ....................................................................................................................... 25
VALORACION DE LAS HERIDAS ....................................................................................................

2
INTRODUCCIÓN

El cuidado de las heridas ha sido y sigue siendo un reto para todos los
profesionales de la salud. A pesar de la gran cantidad de literatura y de
investigaciones sobre el tema todavía quedan conceptos equivocados y
malentendidos sobre diversos aspectos, como por ejemplo el proceso la
cicatrización.

Las infecciones del sitio quirúrgico dan cuenta de 25% de las infecciones
nosocomiales, por lo que constituyen un grave problema de salud, ya que se
asocian a elevada morbilidad y aumento de los costos de hospitalización, tanto
por la prolongación de la estadía hospitalaria como por la necesidad de utilizar
medicamentos e insumos de alto costo, como son los antibióticos de última
generación y amplio espectro. De ahí la importancia de conocer los principios
básicos que se deben considerar en la preparación de un paciente que será
sometido a una intervención quirúrgica.

En todos los pacientes se toman medidas universales con el objeto de prevenir


infecciones, pero el riesgo de aparición de infecciones del sitio quirúrgico es
mayor en ciertos casos, de modo que es importante valorar en forma apropiada
este riesgo y extremar los cuidados cuando sea necesario. Asimismo, el uso de
una profilaxis antimicrobiana adecuada, en el momento y dosis precisos, es
vital para la prevención de infecciones, como también lo es la preparación
preoperatoria de la piel, tanto con respecto al baño como a otras medidas,
como el rasurado.

Entre los factores que participan en la génesis de las infecciones del sitio
quirúrgico se cuentan: factores propios del paciente, como la edad y patología
asociada y factores externos. Entre éstos están los factores ambientales, tanto
de la sala en que está el paciente, que se pueden alterar por la presencia de
construcciones en la vecindad, como del pabellón (temperatura, humedad, etc.)
y los factores que dependen de la técnica quirúrgica propiamente tal: la
habilidad del cirujano, ya que es importante el tiempo de exposición del tejido al
ambiente, el uso o no de electrobisturí y los cuidados de la zona operatoria
después de la intervención.

Según la literatura, la causa principal de las infecciones del sitio quirúrgico es la


flora endógena de la piel, que es el principal contaminante de la herida operatoria
y del sitio quirúrgico, o la flora de las mucosas o vísceras huecas del paciente,
según el tipo de cirugía; pero también puede participar la flora exógena presente
en el ambiente quirúrgico, instrumentos, personal, etc.

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Por otra parte, se sabe que el riesgo de infección del sitio quirúrgico está
directamente relacionado con la cantidad de bacterias contaminantes: a mayor
cantidad de bacterias, mayor es el riesgo de infección; también depende de la
agresividad del germen y del estado de las defensas del paciente: en un
paciente joven y sano, con sus defensas bien constituidas, el riesgo de
infección es menor.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

Clasificar una herida en función del grado de integridad


cutánea, gravedad, limpieza y aspecto externo de la misma.

Diferenciar la cicatrización por Primera y Segunda intención. Identificar

los factores que intervienen en el proceso de cicatrización. Describir

criterios de valoración de una herida limpia y su cicatrización.

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LA PIEL

Definición

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. El cuerpo de un adulto está
cubierto por un promedio de 2,2m2 de piel y contiene un tercio de nuestra sangre.

Funciones de la piel

Regulación de la temperatura corporal.


Protección frente a las bacterias.
Protección frente a lesiones mecánicas.
Protección contra los rayos ultravioletas (UV).
Regulación del equilibrio hidroelectrolítico.
Órgano sensorial.
Forma parte de nuestro sistema inmunológico.
Produce hormonas

Estructura de la piel
La piel está formada por dos capas principales:

Epidermis.
Dermis

Epidermis
Definición
La epidermis es una fina capa de células que varía de grosor desde 0,04mm en
los párpados hasta 1,6 mm en las palmas y plantas de los pies.

Composición
Queratinocitos: Son las células primarias.
Melanocitos: Son las células responsables de la pigmentación de la piel y del
bronceado. La pigmentación protege contra los rayos UV.
Células d e Langerhans Forman parte del sistema inmune de la piel,
protegiéndonos ante potenciales acciones de alérgenos, bacterias y sustancias
tóxicas. Estas células desencadenan la respuesta inmunológica, de cara a
prevenir o minimizar una reacción corporal.

Estructura
Una capa externa o estrato córneo, compuesta por queratinocitos cornificados
muertos, finos y aplanados, que agrupan en paralelo y muy densamente. Esta
capa proporciona la función esencial como barrera de la piel.
Una capa interna de células vivas, la capa basal, donde se producen los
nuevos queratinocitos. A este proceso se le conoce como queratinización.

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La capa basal forma una zona de unión entre la epidermis y la dermis. A modo
de invaginaciones, la epidermis se proyecta dentro de la dermis. Esto es lo que
comúnmente se denomina unión dermoepidérmica.

La humedad de la epidermis

Situados entre los queratinocitos, encontramos agua y lípidos naturales,


producidos por las glándulas sebáceas. Los lípidos de la epidermis mantienen
la función barrera y ayudan a controlar la pérdida de agua. El contenido de
agua en el estrato córneo debe ser de un 10%, con el fin de mantener una piel
sana. El descenso de agua en el estrato córneo conduce a la descamación
anormal y a la piel seca (Marieb 2001).

Dermis

Definición La dermis constituye la principal capa de la piel. Constituida por


tejido conectivo fibroelástico, actúa como soporte de las redes nerviosa y
vascular, glándulas cutáneas, el pelo y las uñas. Las células primarias de la
dermis son los fibroblastos.

La microcirculación de la piel. La dermis está vascularizada por una red de


capilares. La epidermis no tiene vascularización y se alimenta de la red de
capilares de la dermis.

El aporte sanguíneo de la piel proviene de unas ramificaciones de las arterias


más grandes en el tejido subcutáneo. Cuando estas ramificaciones llegan a la
dermis, forman una red de nuevos capilares. El sistema capilar juega un papel
importante en la regulación de la temperatura, al igual que en la cicatrización.

Cuando la temperatura externa aumenta, el calibre de los vasos sanguíneos se


hace más grande, incrementando la pérdida de calor del cuerpo.
Cuando la temperatura externa es baja, el calibre de los vasos sanguíneos
disminuye, reduciendo la pérdida de calor corporal. Al mismo tiempo, el pelo de
la superficie cutánea se eriza con el fin de reducir el contacto del aire con la
piel, y así aumentar el aislamiento.

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MARCO TEORICO

Las actividades relacionadas con el cuidado de las heridas, es una función básica
de la enfermera (o). La responsabilidad de una buena práctica con relación a
estos procedimientos se verá reflejada en una cicatrización rápida, que se
encuentre libre de infección y con evolución satisfactoria, y por consiguiente, la
recuperación favorable del paciente.

Las heridas es simplemente una separación de la continuidad normal del tejido


Cuando el tejido se ha separado tanto que no puede ya cicatrizar naturalmente

Puede definirse el tejido como un grupo o capa de células con grado de


especialización similar que juntas llevan a cabo funciones especializadas. Los
diferentes tipos de tejidos del cuerpo tienen distintas p r o p i e d a d e s inherentes
que determinan su función, así como fuerza y resistencia para romperse. Los
parámetros para medir la fuerza de un tejido normal del cuerpo son:

Fuerza de tensión

Carga por unidad de área transversal en el punto de ruptura- en relación con la


naturaleza del material más que con su espesor.

Fuerza de ruptura

Carga requerida para producir una herida - independientemente de su dimensión-


es la medida clínica más significativa.

Fuerza para perforar

Cantidad de presión necesaria para que una víscera o un órgano interno grande
se perfore

Herida: es la pérdida de la continuidad y alteración de los procesos reguladores


de células hísticas.

Clasificación de las heridas

Las heridas se pueden clasificar según su etiología y el tiempo que tardan en


su cicatrización en agudas y crónicas.

Heridas agudas
Las heridas agudas pueden clasificarse según el mecanismo de lesión en:
Incisas, contusas, lacerantes, abrasivas, penetrantes y con o sin pérdida de
tejidos.

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Heridas por incisión
Se efectúan con un instrumento cortante, pueden ser intencionadas, por ejemplo:
una incisión quirúrgica. En éstas el potencial de infección es mínimo.

Heridas por contusión


Es una herida cerrada producida por un golpe con instrumento no penetrante,
causa considerable de daño al tejido, provocando equimosis e inflamación.

Heridas por laceración


Producida por un objeto que desgarra el tejido y causa bordes irregulares; el
riesgo de infección es alto, entre los pacientes que pueden presentar este tipo de
heridas están los politraumatizados, con fracturas expuestas, las causadas por
vidrio o alambre de púas.

Heridas por abrasión


Es una herida cerrada causada por fricción y solamente afecta la piel, ejemplo:
Raspaduras y excoriaciones.

Heridas por punción


Es la que se produce por un instrumento de punta, que penetra en la piel y en
los tejidos internos, como picahielos o proyectiles disparados por arma de
fuego.

Heridas de acuerdo al grado de contaminación

Limpias
Herida efectuada de manera aséptica, como una intervención quirúrgica, que
no se involucra tubo digestivo o vías respiratorias o genitourinarias. O bien, ser
una herida cerrada, sin inflamación y sin datos de infección.
Limpias-contaminadas
Una herida efectuada en forma aséptica, en la que se involucra tubo digestivo,
de las vías respiratorias o genitourinarias, en la que puede existir la colocación
de drenes, éstas no presentan signos de infección.
Contaminada
Heridas expuestas a gran cantidad de bacterias, pueden ser abiertas avulsivas,
(por arrancamiento) accidentales o por intervenciones quirúrgicas en las que
existen transgresiones a las reglas de las técnicas de asepsia, puede haber salida
de contenido gastrointestinal y además presentan signos de inflamación.

Infectadas (sucia)
Herida que comprende tejido desvitalizado o presenta datos de infección,
presencia de pus, que ya existían antes de la intervención quirúrgica, o bien,
detectadas durante la intervención quirúrgica, con presencia de cuerpos extraños,
contaminación fecal por perforación de víscera hueca.

Cicatrización de heridas

La cicatrización es un conjunto de procesos biológicos fisicoquímicos y celulares


que se producen como respuesta de los tejidos a una lesión con el fin

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de lograr su recuperación, con restitución de la continuidad de los tejidos
lesionados mediante el reemplazo de tejido muerto por tejido viable.
El p r o c e s o d e c i c a t r i z a c i ó n s e r e a l i z a e n t r e s f a s e s : Fase
i n f l a m a t o r i a , proliferativa y de maduración.

Fase inflamatoria

Su duración es de 1 a 5 días; inicia desde el momento de la lesión, en la que


existe una vasoconstricción transitoria, junto con el depósito de un coágulo de
fibrina y plaquetas que ayudan a controlar la hemorragia. Posteriormente entran
en acción los anticuerpos, proteínas plasmáticas, leucocitos y eritrocitos para
infiltrar el área dando origen al edema, rubor, calor y dolor. Posteriormente se
presenta la vasodilatación localizada como resultado de la acción de la
serotonina, histamina, prostaglandinas, y finalmente entran en acción los
neutrófilos y monocitos, dando una respuesta inflamatoria.

Fase proliferativa

Esta fase tiene una duración de 5 a 20 días, en ella los fibroblastos se multiplican,
aparecen brotes endoteliales en los vasos sanguíneos cercanos a la herida
formando nuevos capilares que penetran y nutren el tejido lesionado. La
combinación de la proliferación de nuevos capilares y fibroblastos dan origen al
tejido de granulación. Con la interacción de fibroblasto y colágeno, la epidermis
recobra su grosor y aumenta la resistencia de la herida a la tracción.

Fase de maduración

Esta fase se inicia a los 21 días y puede durar meses y en ocasiones años. El
tejido cicatrizar se compone de colágeno y sustancia fundamental
(mucopolisacáridos, glucoproteínas, electrólitos y agua). Las fibras de colágena
sufren un proceso de lisis y regeneración, y se agrupan de tal manera que
aumentan su resistencia a la tracción. En la maduración normal de la herida se
observa clínicamente una cicatriz inmadura roja, elevada, dura, que se transforma
en una cicatriz madura, plana, blanda y pálida.

Tipos de cicatrización

1. Cicatrización de primera intención (unión primaria): Ocurre de manera


directa por epitelización y reparación del tejido en heridas, o bien, la que se
realiza en forma aséptica con la unión de los bordes de la herida con puntos de
sutura y el tejido de granulación no es visible y la cicatriz mínima.

Es una forma de cicatrización primaria que se observa en las heridas operatorias


y las heridas incisas.

Este proceso requiere de las siguientes condiciones:

• Ausencia de infección de la herida,

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• Hemostasia perfecta,
• Afrontamiento correcto de sus bordes,
• Ajuste por planos anatómicos de la herida durante la sutura.

2. Cicatrización de segunda intención (granulación): En este caso las heridas


se dejan abiertas para que cicatricen solas o sean cerradas posteriormente, por
ejemplo: Quemaduras, lesiones traumáticas, úlceras y heridas infectadas
supurativas, en las que se observa tejido de granulación, el cual, durante la
asepsia de la herida suele sangrar con facilidad y se suturan posteriormente
dejando una cicatriz profunda y extensa.

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3. La cicatrización de tercera intención: También llamada como cierre primario
retardado y esto ocurre cuando dos superficies de tejido de granulación
están juntas. Esto es un método seguro para reparar las heridas
contaminadas, así también las sucias y las heridas traumáticas infectadas
con grave pérdida de tejido y alto riesgo de infección, se dejan
drenajes para facilitar la cicatrización en la que se debe extraer el tejido
muerto, coágulos y detritus al realizar la curación de la herida para
prevenir la proliferación bacteriana, con la debridación e irrigación de la
herida, en este caso se debe prevenir y controlar la infección de la
herida.

El oxígeno es esencial para. el mantenimiento de la vida celular, y aunque aún


no es conocido su papel en su totalidad, desarrolla un importante rol en el proceso
de cicatrización. En el lecho de la herida se dan unas determinadas condiciones
que exigen un delicado equilibrio basado en la existencia de unas determinadas
concentraciones de oxígeno que permitan la regeneración de las células
epiteliales y la acción de los macrófagos, a la vez que una tensión parcial de
oxígeno, que favorezca tanto el crecimiento de los fibroblastos como la
producción de factores angiogénicos, los cuales son esenciales para conseguir
una correcta revascularización de la lesión y de esta manera asegurar que
cuando la herida haya cicatrizado completamente, exista un correcto aporte de
oxígeno y nutrientes provenientes del sistema circulatorio

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Las necesidades de oxígeno en el lecho de la herida van variando según la
evolución del proceso de cicatrización, así, en una primera fase del mismo, se
precisa un ambiente pobre de oxígeno para la producción de factores tróficos,
mientras que en las últimas fases de la síntesis de colágeno y de los
queratinocitos, se necesitan mayores cantidades de oxígeno, ya que después
de la creación de la nueva red microvascular, los fibroblastos tienen que producir
colágeno, principalmente de tipo I y II, para poder producir la matriz, y para este
proceso es fundamental un adecuado aporte de oxígeno y energía, de ahí la
importancia del uso de apósitos que contemplen las diferentes necesidades de
oxígeno de la herida. La permeabilidad de los apósitos al 02, juega un importante
papel en el cuidado de las lesiones cutáneas dentro del delicado equilibrio de
permitir la existencia de unas determinadas concentraciones de 02, que, permitan
la regeneración de células epiteliales y la acción de los macrófagos en la
protección ante las infecciones de la herida, a la vez que una presión parcial de
O2 que favorezca tanto el crecimiento de fibroblastos como la producción de
factores angiogénicos, todos ellos imprescindibles para conseguir una correcta
cicatrización de las lesiones cutáneas.

LA CURACION AVANZADA VERSUS LATRADICIONAL

Curación se puede definir como aquella técnica que favorece el tejido de


cicatrización en cualquier herida hasta conseguir su remisión. La curación
puede tener como objetivo, utilizada sola o con otra modalidad de tratamiento,
el cierre completo de la herida o la preparación de esta para cirugía como terapia
adyuvante. Actualmente existen dos grandes formas de realizar una curación: la
tradicional (CT) o la avanzada (CA).
la curación tradicional es aquella que se realiza en ambiente seco, utiliza apósitos
pasivos, usa tópicos (antisépticos, antimicrobianos, otros) y es de frecuencia
diaria a mayor. Por otro lado, la curación avanzada es aquella que se realiza
en un ambiente húmedo fisiológico, utiliza apósitos activos, no usa tópicos en lo
posible y su frecuencia va a depender de las condiciones locales de la herida.
El ambiente húmedo tendría efectos biológicos demostrados como prevenir la
desecación celular, favorecer la migración celular, promover la angiogénesis,
estimular la síntesis de colágeno y favorecer la comunicación intercelular. Todos
estos elementos se traducirían en efectos clínicos c o m o menos dolor,
aislamiento térmico, desbridamiento autolítico, mayor velocidad de cicatrización
y mejor calidad de cicatriz.
Ante esta evidencia parece claro que el ambiente húmedo debiera ser el utilizado
para realizar una curación. Este ambiente húmedo intenta otorgar a la herida un
medio lo más natural posible para que los procesos de reparación tisular se
llevan a cabo sin alteraciones. Al proporcionar este medio semiexclusivo
y húmedo, se mantiene un pH levemente ácido (5,5-6,6) y una baja tensión
de oxígeno en la superficie de la herida, lo que estimula la angiogénesis.
Además, se mantiene una temperatura y humedad adecuadas que favorecen
las reacciones químicas, la migración celular y el desbridamiento de tejido
esfacelado

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INFLUENCIA DE LA TEMPERATURA Y LA HUMEDAD EN LA
CICATRIZACIÓN DE LAS HERIDAS

La mayoría de las respuestas a nivel celular se producen a nivel enzimático,


influyendo en estas respuestas la temperatura y la humedad existentes en el
medio. Cuando se produce una herida, la piel se rompe y no puede ejercer su
función de barrera térmica, por lo que el lecho de la herida pasa de una
temperatura de unos 37º C, hasta unos 22-24º C en el lecho de la lesión.

Cuando la temperatura corporal es de 37º C se dan las condiciones óptimas para


una correcta, actividad enzimática, y, por tanto, para el funcionamiento y
metabolismo celular. Si nos centramos en la temperatura local del lecho de la
herida y su influencia en el proceso de cicatrización, aunque se trata de una terna
con grandes incógnitas, existen evidencias de que cuando la temperatura del
lecho es inferior a la fisiológica, se produce una vasoconstricción que se traduce
en una disminución del flujo sanguíneo capilar y la consiguiente hipoxia, y, por
tanto, en un enlentecimiento del proceso de cicatrización.

El efecto de la temperatura se complementa con el grado de humedad


existente en el lecho de la herida, por lo que aparte del control de los factores
relacionados con el mantenimiento del cuerpo en unas condiciones de
temperatura normal, es de suma importancia que en el manejo de lesiones
cutáneas se utilicen productos con capacidad de aislar térmicamente a la
herida, que la mantengan en unas adecuadas condiciones de humedad, y que
permitan distanciar en el tiempo los cambios de cura para de esta manera
mantener el lecho de la herida el máximo tiempo posible en unas condiciones
óptimas de temperatura y humedad

PRINCIPIOS IMPORTANTES EN EL CUIDADO DE LAS HERIDAS

• La piel humana aloja bacterias transitorias y permanentes, algunas de las cuales


son patógenas. El agua elimina a los microorganismos por arrastre mecánico.
• La cicatrización y adecuada evolución de las heridas quirúrgicas se ven
afectadas por múltiples factores de riesgos intrínsecos y extrínsecos.
• La asepsia garantiza la reducción de gérmenes y evita infecciones.
• Algunas sustancias químicas inhiben el desarrollo bacteriano.
• La hemostasia exagerada en la cura de una herida puede producir un
compromiso en el aporte sanguíneo.
• La hipertensión venosa facilita el edema y dificulta la cicatrización.
• La presencia de colecciones hemáticas, serosas o cuerpos extraños, impiden
la coaptación de los bordes y facilitan la infección.
• La diabetes mellitus establece una serie de anomalías, como la acidosis tubular,
la tendencia a la i n f e c c i ó n y alteraciones vasculares que dificultan la
cicatrización de las heridas

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Factores de riesgo para infección de la herida quirúrgica

1. Dependientes del paciente: estado inmunitario, enfermedades de base,


hábitos nocivos, tratamientos habituales, estado nutricional, infecciones
coexistentes.
2. Dependientes del acto quirúrgico: técnica quirúrgica, duración de la cirugía,
localización y tipo de cirugía, uso de profilaxis antibiótica, asepsia y
antisepsia del quirófano, personal e instrumental utilizado.
3. Otros: cuidados postoperatorios, duración de la estancia hospitalaria
prequirúrgica, funcionamiento de los drenajes.

Factores de riesgo dependientes del paciente

El control y el tratamiento prequirúrgicos, en la medida de lo posible, de estos


factores se pueden considerar una medida activa efectiva en la disminución
de la aparición de Infección de la Herida Quirúrgica.

Estado inmunitario

El estado inmunitario del paciente es un determinante fundamental de la


susceptibilidad del huésped a desarrollar una IHQ. Estados de
inmunodeficiencias, ya sean permanentes (inmunodeficiencias congénitas o
VIH) o transitorias por tratamiento (corticoides, administración de
inmunodepresores o quimioterápicos), predisponen a una mala respuesta a la
colonización microbiana habitual de la herida quirúrgica y, por tanto, al
desarrollo y extensión sistémica de una IHQ.

Enfermedades de base. Diabetes

Se ha demostrado una relación lineal entre la tasa de IHQ y los valores de


hemoglobina glucosilada(HbA1c), así como los valores en el postoperatorio
inmediato de glucemia mayores de 200 mg/dl.

Hábito tabáquico
El consumo de tabaco provoca una inhibición del movimiento de los macrófagos
que altera así la quimiotaxis alrededor de la herida.

Estado nutricional
Un estado nutricional deficitario se asocia con el aumento de incidencia de IHQ,
así como con el retraso en la cicatrización. Aunque en distintos estudios el aporte
de nutrición parenteral previa a la cirugía no ha conseguido, por sí mismo,
disminuir la aparición de IHQ, en pacientes sometidos a grandes intervenciones
y en los que reciben cuidados críticos el aporte calórico pre y posquirúrgico es
una práctica habitual en muchos hospitales.

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Por otro lado, la obesidad se asocia a un mayor riesgo de IHQ debido a la
maceración de los tejidos. El tejido adiposo recibe tanto un menor volumen
como un menor flujo de sangre por unidad de peso que el tejido magro. Esta
avascularidad relativa puede hacer al tejido adiposo más susceptible a la
infección. Las dificultades técnicas de manejo del tejido adiposo estarán
asociadas con intervenciones más largas y quizás con mayor trauma en la
pared abdominal.

Extrínsecos (relacionados con la cirugía y el ambiente hospitalario)

Lavado de manos para el acto quirúrgico.


Preoperatorio prolongado.
Hospitalización prolongada.
Operaciones anteriores.
Rasurado.
Vestuario quirúrgico.
Duración de la cirugía.
Climatización.
Instrumental.
Técnica quirúrgica.
Antisepsia de la piel.
Antibióticos profilácticos.
Esterilización.

FACTORES QUE AFECTAN LA CICATRIZACION

Existen diversos factores que afectan positiva o negativamente la


cicatrización de las heridas ellas pueden ser:

Factores internos: tales como vasculares, estados de salud deficientes,


nutricionales, obesidad, medicamentos (los inmunosupresores suelen retrasar la
cicatrización, los antiinflamatorios tienden a ocultar síntomas de infección sobre
agregada), tabaquismo y estrés.

Factores externos: abarcan la duración de la permanencia preoperatorio en el


hospital, preparativo para la intervención y elementos transoperatorios.

Las medidas para controlar algunos factores externos que afectan la cicatrización
de las heridas son:

Minimizar la permanencia preoperatoria en el hospital.


Bañar al paciente con jabón antimicrobiano en la noche que precede a la
cirugía, si esta es electiva.
No rasurar el vello o cabello del sitio de la cirugía a menos que sea
indispensable.

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Si se requiere quitar el vello o cabello, hacerlo con una máquina para
cortar el pelo o con una depiladora en vez de afeitarlo.
Tratar infecciones bacterianas en el pre - operatorio.
La administración de antibióticos (ATB) preoperatorio es recomendable cuanto
hay riesgo considerable de infección, por lo general se indica comenzar los
ATB por vía parenteral en la hora que precede a la cirugía y continuarlos
24 a 72 horas posteriores, esto permite que el medicamento alcance
concentración terapéutica en los tejidos, sin que haya resistencia bacteriana.

Los ancianos tienen mayor riesgo de cicatrización deficiente de heridas o que


inhiben la cicatrización por:
Cambios vasculares relacionados con el envejecimiento, como la
arteriosclerosis y la atrofia de los capilares cutáneos que pueden disminuir el flujo
sanguíneo de la piel.
Reducción de la función hepática que limita la síntesis de los factores de
coagulación necesarios.
Cambios del sistema inmunitario que reduce la formación de anticuerpos y
linfocitos necesarios en la prevención de infecciones
Deficiencias nutricionales que disminuyen el número de eritrocitos y
leucocitos, con lo que obstaculizan el aporte de oxígeno y la respuesta
inflamatoria, fundamentales para la cicatrización.
El oxígeno es necesario en la síntesis del colágeno y la formación de nuevas
células epiteliales.

Complicación de la cicatrización de las heridas

1. Hemorragia: Puede presentarse por deslizamiento de una sutura, ligadura


de vasos suelta o erosión de un vaso sanguíneo, o ser causada por la presencia
de infección.
La hemorragia puede ser externa o interna, por ejemplo, si se libera una sutura
quirúrgica de un vaso sanguíneo la hemorragia se produce internamente en los
tejidos y no hay signos visibles de sangre a menos que haya un drenaje
quirúrgico. Se puede detectar una hemorragia interna observando la distensión
o inflamación de la parte del cuerpo afectada, un cambio en el tipo y cantidad
de secreción de un drenaje quirúrgico o al detectar signos y síntomas de shock
hipovolémico: estos son taquifemia, hipotensión, palidez generalizada,
sudoración profusa, etc. Un hematoma es la acumulación de sangre bajo los
tejidos, se presenta como una inflamación o una masa que, a menudo, adoptara
un color azulado. Un hematoma próximo a una arteria o vena principal es un
riesgo ya que la presión de este en expansión puede obstruir el riego sanguíneo.
La hemorragia externa es más evidente, pues al observar el vendaje que cubre
la herida, está saturado de sangre que con frecuencia se escapa por los costados
del mismo acumulándose debajo del paciente. Se debe observar atentamente
todas las heridas, en especial las quirúrgicas, en las cuales el riesgo de
hemorragia es mayor durante las primeras 24 a 48 horas después de la cirugía.

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2. Infección: La infección quirúrgica incisiones es la que se presenta en el
sitio quirúrgico dentro de los primeros 30 días del postoperatorio; involucra piel,
tejido subcutáneo y músculos localizados por debajo de la aponeurosis implicada.
Cuando se colocan implantes y la infección es profunda puede tardar en aparecer
la infección hasta un año. En términos generales, la infección se presenta
durante las primeras 2 semanas del postoperatorio.
La infección de una herida por bacterias inhibe la cicatrización al aumentar el
daño tisular y alterar su proceso. Las posibilidades de que la herida se infecte
son más elevadas si estas presentan: tejido necrótico, cuerpo extraño en el
interior o en las proximidades, o si disminuye el aporte sanguíneo y las defensas
locales de los tejidos. Una herida está infectada si de ella drena material
purulento, aunque no se haya tomado una muestra para cultivo o dé resultado
negativo. Una muestra de la secreción de una herida infectada puede que no
revele la presencia de bacterias, esto puede deberse a una técnica de cultivo
deficiente o a la administración de antibióticos. Los resultados positivos en un
cultivo no siempre indican una infección pues muchas heridas contienen colonias
de bacterias residentes no infecciosas.
Todas las heridas dérmicas crónicas se consideran contaminadas con bacterias,
lo que las distingue de las infectadas es la cantidad de bacterias que hay.
Generalmente se considera que las heridas con más de 100.000
(105) microorganismos por mililitro, están infectadas.
La infección de una herida ocasionada por contaminación o por el propio
traumatismo se puede desarrollar en dos o tres días. La infección de una herida
quirúrgica no suele desarrollarse hasta el cuarto o quinto día del post operatorio.
El paciente presenta fiebre, irritación y dolor en la zona quirúrgica, los bordes de
la herida pueden estar tensos, tumefactos, con un enrojecimiento que se extiende
más allá del borde inmediato de la herida, a nivel sanguíneo encontramos un
elevado recuento leucocitarios. Si hay drenaje el líquido eliminado puede ser
amarillento, verdoso o marrón, y dependiendo del agente causal ser maloliente.

3. Dehiscencia: La dehiscencia es Cuando una herida no cicatriza


adecuadamente, las capas de piel y tejido pueden separarse. Esto sucede casi
siempre antes de que se forme el colágeno (entre tres y once días después de
la lesión).
La dehiscencia es la separación parcial o total de las capas de los tejidos de la
piel por encima de la fascia en una herida que no ha cicatrizado correctamente.
Los pacientes con una cicatrización deficiente (estado nutricional deficitario,
infección, obesidad) corren el riesgo de sufrir una dehiscencia.
En el caso de la obesidad las posibilidades son mayores debido a la constante
tensión a la que están sometidas las heridas y a la escasa vascularización del
tejido adiposo. La dehiscencia suele afectar las heridas quirúrgicas
abdominales y se producen tras una tensión súbita como tos, vómitos o
incorporarse bruscamente en la cama. os pacientes refieren que notan como "si
algo se ha soltado".
Se debe sospechar dehiscencia ante un aumento de exudado ser sanguinolento
procedente de la herida.

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4. Evisceración: Es cuando se produce la separación total de las capas de
una herida en la cual encontramos una protección de órganos viscerales
a través de la abertura de una herida.
Este cuadro constituye una urgencia médica que requiere reparación
quirúrgica.
Cuando se produce la Evisceración se deben colocar compresas estériles
impregnadas en solución salina estéril sobre los tejidos expuestos para reducir
la posibilidad de contaminación bacteriana, secándolos antes de la intervención
quirúrgica.

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5. Fístulas: es una comunicación anómala entre dos órganos o entre un
órgano y el exterior del cuerpo.
Un cirujano puede crear una fístula con fines terapéuticos (por Ej.
estableciendo una comunicación entre el estómago y la superficie externa de la
pared abdominal para insertar una sonda de gastrostomía para alimentación
del paciente). La mayoría de las fístulas son secundarias a la escasa cicatrización
de la herida, ocasionadas por traumatismos, infección, exposición o radiaciones
y enfermedades como el cáncer, las cuales impiden que las capas de tejidos
se cierren adecuadamente permitiendo la formación de tractos fistulares.
Estas lesiones aumentan el riesgo de infección, de desequilibrio hidroelectrolítico
y de ruptura cutánea tras un drenaje crónico.

6. Se denomina eventración, a la procidencia o salida de las vísceras


abdominales por una zona u orificio de la pared abdominal debilitada
quirúrgica, traumática o patológicamente, distinta a los orificios
naturales, estas vísceras pueden estar recubiertas o no de un saco de
eventración constituido de peritoneo parietal más o menos modificado
por restos fibrosos cicatriciales y/o fibras musculares.

19
VALORACION DE LAS HERIDAS

Como parte de la evaluación continua que se realiza a cada paciente, siempre


se deben valorar las heridas, los medios para realizarlo son:
Inspección, palpación y
olfacción.
Es importante tener en cuenta el aspecto que presenta la herida en relación a los
signos de cicatrización y aproximación de los bordes de la herida.
Estos signos secuencialmente (en las cicatrizaciones por primera intensión)
son:
1. Ausencia de hemorragia y presencia de un coagulo que cubre los bordes de
la herida, esto sucede porque después de la lesión tisular, la sangre llena el área
y se forma, a partir de plaquetas, un coagulo, ello hace que los bordes de la herida
se aproximen por efecto de la fibrina en las horas posteriores al cierre quirúrgico.
2. Inflamación, enrojecimiento y edema en los bordes de la herida, esto sucede
entre el primer y tercer día y no es una respuesta inflamatoria que se produce
luego de la formación del coagulo, en este acto llegan leucocitos a la zona e
ingieren bacterias y desechos celulares que se disuelven en el coagulo.
3. Reducción de la inflamación cuando el coagulo disminuye, esto se produce
conforme el tejido de granulación comienza a cubrir el área. Los tejidos sanos de
los bordes secretan nutrientes, fibroblastos y células epiteliales para cubrir la
herida y cerrarla en 7 a 10 días. La creciente sumado a la fiebre y drenaje nos
está indicando infección de la herida, en cuyo caso en los bordes la inflamación
y el edema son marcados.
4. Formación de cicatriz: Los fibroblastos del tejido de granulación secretan
colágeno, el cual forma tejido cicatrizar. La síntesis de esta sustancia comienza
alrededor del cuarto día de producida la lesión y continua durante 6 meses o
más.
5. Disminución del tamaño de la cicatriz, ello ocurre a lo largo de meses o años
y es el resultado de acortamiento de las fibras de colágeno con aumento de su
resistencia. El incremento del tamaño de la cicatriz indica la formación de un
queloide y este se debe al crecimiento exagerado del tejido conjuntivo con

20
sobreproducción de fibroblastos, también al anormal metabolismo del colágeno
e incremento del componente extracelular.

Otras pautas de valoración son:

Secreción: inspeccionar, registrar y comunicar su localización, color,


consistencia, olor y grado de saturación de apósitos. El exudado puede
ser:
a- Seroso: de color claro, como plasma acuoso
b- Sanguinolento: su color es similar al sangrado reciente
c- Ser sanguinolento: color pálido, acuoso, combinación de plasma y hematíes,
puede contener restos de sangre.
d- Purulento: espeso, amarillento, verdoso o marrón, indica la presencia de
organismos vivos o muertos y leucocitos.

Edema: para volarlo se debe colocar guantes estériles y palpar con


suavidad los bordes de la herida para detectar si hay tensión de los tejidos.
El edema mínimo o moderado es normal en la etapa inicial de la
cicatrización.

Dehiscencia: observar y controlar al paciente para detectar fiebre,


taquicardia inexplicable, dolor inusual (el dolor post operatorio moderado o
intenso durante 3 a 5 días es normal, mientras que el dolor persistente e
intenso o intenso de comienzo repentino suelen indicar hemorragia interna
o infección).

INTERVENCION DE ENFERMERIA PARA FAVORECER LA


CICATRIZACION

De igual modo como hay diversos tipos de heridas, múltiples son las maneras de
cuidarlas.
En general estos cuidados varían según el tipo, tamaño de herida, magnitud del
exudado presente, estado de la misma (abierta o cerrada), localización,
preferencias personales del médico y presencia de complicaciones.
La planeación de enfermería comprende estrategias dependientes e
independientes. De estas las primeras derivan de las indicaciones que redacte
el médico. Ambos tipos de intervención tienen como fin último fomentar la
cicatrización y prevenir infecciones.
La enfermera/o se encarga de valorar en forma constante la cicatrización y
mantener el área libre de excreciones corporales, también debe proteger el tejido
circundante de escoriación cuando hay drenaje del herido, lo cual se logra
mediante el cambio de apósitos saturados cuando sea necesario y con la higiene
y secado de la herida y región circundante.
La remoción frecuente de cinta adhesiva también es irritante para la piel por
ello debe hacerse con cuidado o emplear cintas porosas y con adhesivo mínimo
que lesionan menos la piel.

21
Se debe prevenir el ingreso de microorganismos en la herida y su infección
consecuente en piel y mucosas empleando asepsia quirúrgica en los cuidados de
heridas, mediante la aplicación de antisépticos, con el lavados de manos antes
y después de estar en contacto con los pacientes, emplear guantes estériles
para realizar la inspección de una herida, evitar la propagación de
microorganismos al cambiar o quitar los apósitos sobre las heridas cuando
estén empapados o si hay signos de infección, administrar los antibióticos
según prescripción médica.

LIMPIEZA DE LA HERIDA

La limpieza cuidadosa de herida elimina los agentes contaminantes que pueden


actuar como fuente de infección, a pesar de que la presencia de una cantidad
moderada de exudado favorece el crecimiento de células epiteliales, se suele
indicar la limpieza de la herida si el apósito no absorbe de forma adecuada el
líquido de drenaje o si se disemina el líquido de drenaje por la piel. Este principio
básico de limpieza tiene por finalidad proteger la cicatrización, ello exige un
lavado correcto de manos y el empleo de técnica aséptica para el procedimiento.
Las soluciones antisépticas más eficaces para la limpieza de la piel son los
yodóforos cuya acción contra las bacterias dura mientras permanecen en la
piel.
El agua oxigenada diluida puede ser útil para limpiar heridas abiertas que
contienen restos necróticos.
La propiedad oxidativa del peróxido de hidrogeno ejerce un efecto limpiador
mecánico, aunque su acción antiséptica es débil. Se debe evitar su empleo en,
presencia de tejido de granulación y no se debe utilizar como solución de
lavado en heridas profundas por el riesgo de producir émbolos aéreos.
El suero fisiológico no irrita los tejidos lesionados y se utiliza con frecuencia
para limpieza y lavado de heridas.

Se debe tener en cuenta los siguientes principios al limpiar una incisión o la zona
que rodea un drenaje:
Limpiar de zona menos contaminada en dirección a la más contaminada,
desde la herida o incisión hacia la piel que la rodea o desde el lugar donde se
halla situado el drenaje hacia la piel que lo rodea.
Aplicar los antisépticos de forma local mediante fricción suave sobre la piel.
Cuando se irrigue una herida, permitir que la solución fluya desde la zona
menos contaminada hacia la más contaminada.

El siguiente link permite apreciar el procedimiento de curación


http://www.youtube.com/watch?v=b0PtSOXSAcg

PROTECCION DE LA HERIDA

Se debe proteger la herida aplicando un apósito estéril, de esta manera se


evita el ingreso de microorganismos.

22
Para aplicar los apósitos es necesario conocer el proceso de cicatrización, para
su aplicación es importante saber que por ejemplo en una herida exudativa no
se debe permitir que el apósito la deje demasiado seca, ello conlleva la formación
de una costra de gran tamaño. Cuando esto ocurre, la dermis se deshidrata dando
como resultado la formación de una barrera que se opone al crecimiento normal
de células epiteliales, dejando una depresión o un defecto en la nueva superficie
epidérmica.
El apósito debe permitir que exista cierto grado de humedad pues con ello
favorece la migración de células epidérmicas.
También debe absorber el exudado cuya acumulación favorece el crecimiento
bacteriano y debe evitarse que el líquido del drenaje tome contacto con la piel
intacta para evitar irritación de la misma.
En las heridas que cicatrizan por primera intensión se suele retirar el apósito
tan pronto como cesa el exudado.
Por el contrario, cuando se cura una herida abierta que cicatriza por segunda
intensión el apósito se convierte en un medio mecánico de eliminación del
exudado y el tejido necrótico.
Los apósitos más usados son los de gasa, porque no interaccionan con los tejidos
de la herida y por ello ocasionan una irritación mínima.
Otro tipo de apósito es el constituido por una película transparente
autoadhesiva que actúa como una segunda piel, son membranas sintéticas
permeables. Este apósito presenta varias ventajas, se adhiere a la piel intacta y
de esta manera contiene el exudado y reduce la contaminación de la herida.
También actúa como barrera protectora frente a los fluidos externos y las
bacterias, proporciona un ambiente húmedo que acelera el crecimiento de las
células epiteliales.
Al cambiar un apósito se debe conocer el tipo de elemento y el material necesario
para curar la herida, pero el principio más importante a tener en cuenta durante
el procedimiento de sustitución de apósitos son los relativos a la técnica de
asepsia, es decir el uso de mascarilla facial y de gafas protectoras cuando sea
necesario, el lavado cuidadoso de manos y la utilización de guantes estériles
para la manipulación del material y de las soluciones.
La enfermera/o administra diversas formas de tratamientos y cuidados, los
pacientes en s i t u a c i ó n de r i e s g o de m a l a c i c a t r i z a c i ó n r e q u i e r e n d e
u n a detallada valoración que permite planificar estrategias adecuadas de
cuidado. Ello se fundamenta en la relación individualizada con la persona.
Se asume al ser humano en su integralidad, al hombre como centro de nuestro
quehacer y no como un objeto de la acción.
Tras recopilar los datos de la valoración, el personal de enfermería agrupa los
aspectos característicos para establecer los diagnósticos de enfermería.

INTERVENCION DE ENFERMERIA Preparación del paciente

Explicarle al paciente el procedimiento que se va a realizar.


Fundamento: la c o m p r e n s i ó n f a v o r e c e l a c o l a b o r a c i ó n
d u r a n t e l a curación.

23
Procurar ayuda para el cambio de apósitos en personas excitadas o
confusas. Fundamento. Los movimientos del paciente podrían contaminar
el campo estéril o la herida.
Ayudar al paciente a colocarse en una posición cómoda en la que sea
fácil el acceso a la herida. Expóngase solo esta, cubrir al paciente si es
necesario. Fundamento: La exposición innecesaria es molesta física y
psicológicamente para muchas personas.
Doblar el extremo abierto de la bolsa impermeable para desechar el
material empleado y se coloca al alcance. Puede fijarse con tela adhesiva
al borde de la cama o mesa de sobrecama. Fundamento: el doblez de la
bolsa evita la contaminación de su exterior por microorganismos de los
apósitos sucios y la contaminación ulterior de las manos o instrumentos
estériles al desechar gasas y apósitos, colocarla al alcance evita la
necesidad de estirarse sobre la herida con la posible contaminación de
esta área.
Colocarse el barbijo. Fundamento: en muchas instituciones se estipula
el uso de barbijo en el cambio de apósitos quirúrgicos para prevenir la
contaminación de la herida por exhalación de microgotas.

REMOCION DEL APOSITO SUCIO

Quitar la cinta adhesiva con suavidad al tiempo que se ejerce presión


leve sobre la piel y se tira con suavidad y firmeza de la cinta hacia la herida.
Se usa solvente para el adhesivo de la cinta si es necesario. Fundamento:
presionar la piel genera contracción que se opone al movimiento de
tracción. La cinta se desprende hacia la incisión para no poner tensas las
suturas o herida. Humedecer la cinta con acetona o un solvente similar
disminuye las molestias al quitarla, ante todo en superficies vellosas.
Colocarse los guantes y retirar el apósito abdominal externo, si está
seco o úsese un guante descartable si está húmedo. Se levanta el
apósito de manera que su cara inferior quede en dirección al contrario al
paciente. Fundamento: se considera que la almohadilla quirúrgica externa
está contaminada con la ropa de cama y vestimenta del paciente. El
aspecto y olor del drenaje pueden perturbar a la persona.
Colóquese el apósito sucio en la bolsa impermeable sin tocar el exterior
de esta. Fundamento: la contaminación del exterior de la bolsa haría
que se diseminaran microorganismos.
Quítese los guantes, deséchelos, lávese las manos, se abre el equipo de
apósitos y gasa esterilizados.
Colóquese los guantes esterilizados, se quita el apósito o gasa inferior
(con pinza atraumática si es necesario) con cuidado para no
desacomodar el drenaje. Si la gasa está adherida al drenaje se usan dos
pinzas, una para quitar la gasa y otra para sujetarlo o se fija este último
con una mano. Fundamento: las pinzas o guantes se utilizan para evitar
la contaminación de la herida por las manos de la enfermera / o y las
manos del operador por el drenado de la herida.

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Valórese la localización, tipo (color y consistencia) y olor de la secreción
de la herida, así como el número de gasa saturadas y diámetro del
drenado acumulado en lo apósitos
Se desechan los apósitos sucios en la bolsa. A fin de no contaminar la
punta de la pinza con el borde de la bolsa, hay que desechar los apósitos
10 o 15 cm. arriba de la bolsa y dejarlos caer en esta. Después de quitar
los apósitos, se deja la pinza fuera del campo esterilizado. Fundamento:
la pinza está contaminada por el drenaje de la herida.

LIMPIEZA DE LA HERIDA Y COLOCACION DEL APOSITO

Se limpia la herida con la pinza atraumática y gasa humectadas con


solución antiséptica. Se mantiene la punta de la pinza a menor altura
que los mangos en todo momento. Emplee una gasa para cada
movimiento, con limpieza desde el extremo superior de la incisión hacia
abajo. se desecha cada gasa luego de utilizarla. Fundamento: la herida
se limpia del área menos contaminada a la que lo está más, o sea del
extremo superior más seco, al inferior donde se acumula la secreción y se
considera más contaminado. Las puntas de la pinza deben estar siempre
más bajas que los mangos para prevenir la contaminación de las
primeras por líquido que escurra hacia los mangos y regrese de nuevo
a la punta.
Repítase la limpieza hasta que elimine toda la secreción.
Séquese la herida con gasa, valórese el aspecto global de la misma.
Se aplican uno por uno los apósitos esterilizados sobre la herida. Se
comienza en el centro y se desplaza en forma progresiva hacia sus bordes.
El apósito final puede tomarse con la mano sólo por su cara externa.
Quítese los guantes y deséchelos.
Se fija el apósito con cinta adhesiva
Se registran en la hoja de enfermería el cambio de apósitos y todas las
valoraciones realizadas.

LA CURACION BASADA EN LA EVIDENCIA


La CA no es solo una moda, sino que una forma de tratamiento avalada por
evidencia L a CA al ser más espaciada y con apósitos más fáciles de aplicar,
ha demostrado ser más cómoda tanto para el paciente como para el tratante.
Además, múltiples estudios han hecho evidente la mayor costo-efectividad que
tiene la CA sobre la CT y su capacidad notable de ahorro. Por otra parte, al estar
basada en un ambiente húmedo, el proceso de cicatrización es más rápido y de
mejor calidad. Todo lo anterior se puede observar al analizar los estudios que
usan nueva tecnología y que utilizan la CA como el “gold standard” de
comparación. Muchos trabajos han intentado comparar erróneamente la CA en
base a los distintos apósitos activos disponibles.
Es difícil determinar cuál apósito biológico provee mejor los principios de la CA,
La elección del apósito va a depender de otros factores pero siempre siguiendo
los principios anteriormente mencionados.

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Por otro lado es muy difícil compararlos ya que conseguir dos heridas con las
mismas características es algo utópico y dividir una herida para poner uno
uotro apósito es muy engorroso desde el punto de vista práctico.
De esta forma la CA se ha convertido, hasta este momento, en el modo más
adecuado de manejar una herida crónica desde el punto de vista local. En espera
de que el conocimiento acabado del proceso de cicatrización nos permita
detectar deficiencias específicas que podamos manejar con apósitos inteligentes
que se vayan adaptando a los cambios en la medida que la herida progresa a
través de las distintas fases de cicatrización.
Mientras tanto nos debemos conformar con la CA, que es una curación natural
cuyas bases se reflejan muy bien en la siguiente frase anónima: “Nunca ponga
en una herida abierta, lo que no pondría en su propio ojo”.

CONSIDERACIONES GERONTOLOGICAS

Los pacientes muy viejos tienen mayor riesgo a las complicaciones de las
heridas. En los ancianos la circulación suele estar deteriorada por arteriosclerosis
y una función cardíaca limitada. Sus reservas de energía son bajas y, con
frecuencia, su hidratación y estado nutricional malos.
Además, estos individuos suelen ser más sensibles a los medicamentos, y
pueden reaccionar mal a sedantes analgésicos y anestésicos. Las alteraciones
normales del envejecimiento que afectan la capacidad de las personas mayores
para tolerar la cirugía incluyen:
1. Disminución del líquido intracelular que aumenta su vulnerabilidad a los
desequilibrios de líquidos.
2. Menor cantidad de tejido subcutáneo que incrementa la posibilidad de pérdida
de calor corporal.
3. Disminuye la resistencia al traumatismo y cambios en el tejido muscular del
corazón y los pulmones, que los hace más propensos a disfunción.

La piel protege el cuerpo de las infecciones, ayuda a controlar la temperatura y


transmite las sensaciones de dolor, temperatura, tacto y presión captadas por los
receptores sensoriales.
Los cambios relacionados con el envejecimiento de la piel incluyen:
La piel se vuelve escamosa y reseca.
Disminución de la fuerza y la elasticidad.
Aumento de arrugas.
Disminución de grasas subcutáneas.
Delgadez de la epidermis, y fina y translúcida apariencia.
Es importante, por lo tanto, evaluar la piel y su cuidado para promover una buena
salud. Valorar la piel significa la inspección diaria de todo lo que surge en la
piel, inclusive el cabello y las uñas. En el adulto mayor, es especialmente
importante inspeccionar la piel en áreas de dobleces de la piel o pliegues tales
como el cuello, los bajo los brazos, el perineo, y en mujeres, bajo los senos. Estas
son áreas propensas a lastimarse.

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En la piel se debe vigilar cualquier cambio en color, la temperatura o
integridad. Cualquier área de enrojecimiento o hinchazón debe ser notado,
cuidado y atendido para prevenir complicaciones posteriores.

El mejor momento para evaluar la piel es la hora del baño. Los adultos
mayores independientes pueden necesitar ayuda para inspeccionar áreas
de la piel que ellos por sí solos son incapaces de ver. Para las personas
mayores que necesiten asistencia con el baño el cuidador puede
inspeccionar la piel mientras esté dándole el baño.

Limpiar la piel promueve la circulación, y ayuda a sentirse fresco y relajado


elimina las células muertas de la piel, y algunas bacterias. Es importante verificar
la temperatura del agua para cerciorarse que no está demasiado caliente. Un
jabón suave es mejor para la piel. Los jabones desodorantes pueden resecar
demasiado la piel. La secuencia del baño debe ordenarse desde el área más
limpia, hasta el área potencialmente más sucia.

” La alimentación es una parte importante de nuestras vidas. Provee nutrientes


al organismo y promueve la interacción social.
Con el paso de los años, varios factores afectan la ingestión de alimentos y la
nutrición. Los cambios en la función sensorial afectan el gusto y el olfato.
Oler los alimentos preparados incrementa el apetito, así como también degustar
una buena comida.
La reducción del apetito de las personas mayores está en relación con la
disminución del sentido del gusto y el olfato. La pérdida de piezas dentarias u
otros problemas bucales pueden resultar en dificultades en la masticación. Los
adultos mayores se quejan por dificultades al tragar lo cual puede también
interferir en la alimentación. La disminución de movimientos o el incremento de la
fatiga puede hacer más difícil ir al mercado o prepararse los alimentos.
Los adultos mayores necesitan una dieta balanceada de vitaminas, minerales,
carbohidratos, grasa proteínas y agua, para satisfacer sus requerimientos de
energía. Ellos necesitan ingerir suficientes calorías para sus requerimientos
energéticos. Hay una limitada información acerca de las necesidades alimenticias
estrictas para adultos mayores, pero individuos con más de 75 años las
necesidades de calorías son un poco menor que la de los adultos jóvenes.
Para los adultos mayores no más del 30% de calorías provienen de las grasas,
15% de las proteínas y el resto 55% de los carbohidratos. Las fibras es otro
importante componente de la dieta para mantener la función gastrointestinal. Lo
más importante de la nutrición es que sea balanceada.

Una buena nutrición puede ayudar a los adultos mayores a mantenerse


saludables e independientes. Esto puede reducir el tiempo de recuperación de
enfermedades y evitar el agravamiento de las enfermedades crónicas.

27
BIBLIOGRAFIA

BRUNNER, Lilian - SUDDARTH, Doris. “Enfermería


Medicoquirúrgica"Décima edición. Editorial McGraw Hill. España 2005

DU GAS, Beverly. "Tratado de Enfermería Práctica". Cuarta Edición. Editorial


Interamericana. Méjico 1986.

FENTON TAIT, María – LEON ROMAN, Carlos. “Temas de Enfermería Medico


Quirúrgica” La Habana. Editorial Ciencias Médicas 2005

KOZIER, BARBARA - ERB, Glenora. "Fundamentos de Enfermería". Madrid


INTERAMERICANA.MCGRAW -HILL , ESPAÑA 5a ed. 1999

LONG,B.C. y PHIPP,W.J.: Enfermería Mosby 2000. Médico-Quirúrgica.

POTTER, Patricia - PERRY Anne. "Fundamentos de Enfermería Teoría y


Práctica". 5a ed. Editorial HarcourtBrace. España 2001.

POTTER, Patricia - PERRY Anne. "Fundamentos de Enfermería" Volumen I.


Quinta Edición. Editorial HarcourtBrace Barcelona España 2001

28
PROCEDIMIENTO:
CURACIONES
CURA DE HERIDAS - TÉCNICA SECA

DESCRIPCIÓN
Es u n a t é c n i c a q u e f a v o r e c e l a f o r m a c i ó n d e t e j i d o d e
c i c a t r i z a c i ó n e n cualquier tipo de heridas, hasta conseguir su remisión

OBJETIVO
Favorecer la cicatrización de la herida del paciente y prevenir la contaminación
del ambiente inmediato, contener las secreciones y eliminar secreciones y
tejidos desvitalizados.

MATERIALES Y EQUIPOS
• Equipo de curación estéril
• Soporte de suero
• Jeringas de 20 cc
• Agujas
• Suero fisiológico o agua destilada
• Apósitos (tradicional o biológico)
• Gasas estériles
• Guantes estériles
• Material de fijación
• Biombo
• Bolsas de desecho
• Hoja de enfermería

Preparar el carro de curaciones con todo el material como:


Material
- Antiséptico (povidona yodada)
- Apósitos quirúrgicos estériles.
- Bata estéril.
- Bolsa para residuos.
- Sabanas o salea.
- Apósito estéril.
. Gasas estériles.
- Guantes estériles.
- Guantes no estériles.
- Registros
- Solución fisiológica.
- Riñonera.
- Compresa de gasa estéril.
- Pinza Kocher sin dientes
- Pinza Kocher con dientes
- Pinza de disección con dientes
- Pinza de disección sin dientes

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Trasladar el carro de curaciones al lado del paciente.
· Informar al paciente.
· Coloque la bolsa desechable cerca del área de trabajo. Doble hacia fuera la
parte superior de la bolsa para formar un manguito.
Procedimiento
· Explicarle al paciente el procedimiento que se va a realizar.
· Ayudar al paciente a colocarse en una posición cómoda en la que sea fácil el
acceso a la herida. Expóngase solo esta, cubrir al paciente si es necesario
· Colocarse guantes descartables o de examinación.
Colocar zalea impermeable debajo de la zona a curar.
· Retirar apósitos en la dirección del vello, usando la pinza de disección con
dientes y solución fisiológica si estuvieran muy adheridos a la piel.
· Se desechan los apósitos sucios en la bolsa. A fin de no contaminar la punta
de la pinza con el borde de la bolsa, hay que desechar los apósitos 10 o 15 cm.
Arriba de la bolsa y dejarlos caer en esta.
Después de quitar los apósitos, se deja la pinza fuera del campo esterilizado.
· Observar la herida y el apósito: cantidad, tipo, color y olor del exudado.
· Retirar los restos de adhesivo.
· Retirarse guantes y apartar la pinza de disección utilizada.
· Preparar campo estéril con el material necesario para la curación.
· Colocarse guantes estériles.
· Tomar la pinza cocer con dientes, gasa y secar la herida con gasa estéril,
desecharla.
· Nuevamente tomar gasa y aplicar antiséptico siguiendo la misma pauta
anterior
Se limpia la herida con la pinza y gasa humectada con solución
antiséptica. Se mantiene la punta de la pinza a menor altura que los mangos en
todo momento.
Emplee u na g a sa p ara c a d a mo vim ien to , con lim p ie za de sd e el ext remo
superior de la incisión hacia abajo. se desecha cada gasa luego de utilizarla.
· Repítase la limpieza hasta que elimine toda la secreción.
· Se aplican uno por uno los apósitos esterilizados sobre la herida. Se
comienza en el centro y se desplaza en forma progresiva hacia sus bordes. El
apósito final puede tomarse con la mano sólo por su cara externa.
Quítese los guantes y deséchelos
. Se fija el apósito con cinta adhesiva
Dejar al paciente en posición cómoda y con acceso al timbre y objetos
personales.
· Retirar el material.
· Anotar en registros de Enfermería las características de la herida.

31
Paso a paso

PROCEDIMIENTO
Lavado de manos
Recolectar el material y trasladarlo a la unidad del paciente
Saludar y llamar al paciente por su nombre
Informar al paciente el procedimiento a realizar
Preservar la intimidad y nivel de autovalencia del paciente
Manejar dolor con fármacos, si corresponde, según indicación médica
Colocar guantes de procedimiento
Acomodar la altura de la cama para favorecer su ergonomía y bajar una
baranda, si procede
Solicitar o acomodar el paciente en posición segura y dejando accesible
la zona a curar
Desprender telas en dirección del vello y/o retirar apósito (tradicional o
biológico). Utilizar suero fisiológico si está adherido el apósito tradicional
Eliminar apósito en bolsa desechable
Observar la herida y el apósito: cantidad, tipo, color y olor del exudado
Abrir el equipo y material estéril
Colocar guantes estériles
Limpiar con técnica de arrastre mecánico según tipo de herida con
solución (Ringer lactato, suero fisiológico o agua bidestilada)
Limpiar de proximal a distal y de la zona más limpia a la más sucia y
terminando en la piel que rodea la herida a través de irrigación en la herida
y pincelar de la piel con gasa estéril en igual sentido
Desechar las gasas y apósitos utilizados para absorber después de cada
uso
Eliminar o debridar tejido desvitalizado, si corresponde, a través de
lavado con solución estéril o con maniobras instrumentales de cirugía
menor.
Cubrir con apósito, gasa estéril o apósito interactivo
Fijar apósitos o colocar faja de contención, si corresponde
Dejar cómodo y seguro al paciente
Educar al paciente y/o familiar en el autocuidado
Retirar el material
Retirar guantes y desechar
Lavado de manos
Registrar en hoja de enfermería

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HERIDA ABIERTA

Impregnar la gasa con suero fisiológico y limpiar suavemente la piel de


alrededor.

Desechar la gasa y secar sin friccionar.

Irrigar la herida con suero fisiológico, si existe exudado o supuración.

Limpiar la herida con gasas impregnadas en antiséptico, en sentido


circular, desde dentro hacia fuera.

Secar correctamente con gasas estériles, utilizando la misma técnica.

Aplicar el producto que esté indicado, según las características de la


herida.

Colocar un apósito estéril.

Retirar el material utilizado.

Acomodar al paciente.

Quitarse los guantes.

Lavarse las manos.

Registrar el tipo de cura realizada y la evolución de la herida.

Observaciones
- Si el exudado es abundante se valorará la aplicación de gasas bajo el apósito.
- Se cambiará el apósito siempre que esté húmedo.
- Se avisará al facultativo si se observan signos de infección.

Registro e informes:
1- Comunique y registre:
a) Aspecto de la herida y el drenaje.
b) Cambio de las características de la herida, especialmente de la cantidad
dedrenajes y registrarlo en la ficha de enfermería.
c) Aspecto inesperado de lo drenado por la herida o retirada accidental de
untubo de drenaje, antes de que transcurra una hora.
d) Tipo de apósito aplicado en la historia de enfermería del paciente.
e) Tolerancia del paciente al cambio de apósito durante el cambio de turno.
f) Registre la frecuencia del cambio de apósitos y el material necesario en
elplan de cuidados.
g) Firma de la enfermera actuante, fecha y hora del cambio de apósito en
elnuevo vendaje utilizado para ello.

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Consideraciones especiales:
· Puede que las heridas con forma de circunferencia requiera ayuda
paracubrirlas.
· Los apósitos o gasas situados sobre la zona con vello debería retirarse enla
dirección en la que éste crece, para reducir irritación y el malestar.
· Si hay drenajes, retirar el apósito despacio y con cuidado, quitando unacapa
cada vez, para evitar la retirada accidental de los drenajes.

Consideraciones para la enseñanza:


Las heridas que requieren un cambio de apósitos más frecuentes que cada
4horas. Pueden indicar la necesidad de colocar un drenaje o modificar el tipode
apósito.
· La enfermera establecerá si el paciente pueda darse una ducha.

Consideraciones para la enseñanza:


· Las heridas que no estén en el área de visión del paciente o en su área
dealcance requieren la ayuda de un miembro de la familia.
· Explicar el aspecto de una herida, qué debe comunicarse y el riesgo de un
cuidado inadecuado de la herida.
· Después de mostrar el cuidado de la herida, permitir al paciente o miembrode
la familia que realice el cambio de apósito con o sin supervisión.

Consideraciones en el anciano
· El procedimiento de cambio de apósito puede constituir una fuente dedolor y
falta de comprensión por parte de un paciente confundido odesorientado.
· Prevenir la lesión de la piel del anciano evitando los tirones al retirar elapósito
o los productos que pueden causar lesión cutánea.

Consideraciones en la atención domiciliaria


· Valorar la extensión de la incisión en relación con el grado de actividad
delpaciente y determinar el tipo de apósito que conseguirá el
propósitodeseado.
.Valorar el área donde va realizarse el procedimiento para que haya unafuente
de luz adecuada. Determinar si hay mesa para situar el materialestéril con una
seguridad razonable.

BIBLIOGRAFIA

POTTER – PERRY. Enfermería Clínica: Técnicas y Procedimientos.


Editorial HarcourtBrace. Serie Mosby 4° Edición. Madrid España 2003

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