La película “La decisión más difícil” nos da una cruda visión acerca del
duelo relacionado con la muerte de un ser querido y la problemática que
conllevan, viéndose involucrados todos y cada uno de los aspectos de la vida diaria, interviniendo factores tanto psicológicos, sociales, ambientales, económicos, culturales, pero principalmente el personal.
El simple hecho de padecer una enfermedad afecta nuestro psique y
naturalmente nuestro entorno, trayendo consigo un sinfín de situaciones tanto negativas como positivas (Si eres optimista, claro está), involucrándose el estado anímico tanto físico, psicológico y emocional al que me atrevo a decir que el 99.9% de las personas cae cuando se le es diagnosticada con una patología. No solo el enfermo sufre y padece, sino sus familiares, amigos, conocidos y el entorno que lo rodea, siendo estos los más afectados emocionalmente. El problema ético que radica en dicha película es el hecho de que no es bien visto por todos el tema de la eutanasia como tal y por consiguiente todo lo relacionado a ella.
El hecho de que la pequeña Anne quiera emanciparse medicamente deja
a la familia anonadada, las agresiones físicas, verbales y psicológicas recaen sobre ella sin ningún preámbulo, pero en ese momento nadie se centra en Kate, quien es la persona detrás de toda la problemática creada, una adolescente notablemente cansada física y mentalmente que lo único que quiere es descansar (Literalmente) por lo que recurre a sus hermanos para así poder lograr su objetivo; lamentablemente como un gran número de personas que sufren una patología, se ven involucrados los sentimientos encontrados, buscando así la felicidad de sus seres queridos cambiando su actitud, personalidad y mentalidad con tal de aminorar el caos que trae consigo una enfermedad.
Como consiguiente el duelo que enfrenta cada uno de los integrantes de
la familia incluyendo a la misma Kate, es la parte más importante y difícil de procesar en todos los aspectos puesto que se toca el tema de la eutanasia, algo no bien visto por el simple hecho de que al momento en que una vida termina, instantáneamente se lleva consigo una parte de la vida de las personas que le rodean.