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1.

Unidad 2: La escuela de Frankfurt


1.1.Antecedentes de la escuela de Frankfurt.
1.1.1. Introducción a la propuesta sociológica de Marx.
1.1.2.¿Qué es la ilustración?
1.2. Escuela de Frankfurt.
1.2.1.Carta funcional.
1.2.2.Materialismo y moral.
1.2.3.Introducción al pensamiento de Salazar Bondy
1.2.4.Recorrido histórico de la enseñanza de las humanidades

Esta unidad se enfocará en la escuela, analizaremos como desde la academia se


puede promover el pensamiento crítico, es decir que la escuela no sea sólo un ente
que se dedica a enseñar conceptos, sino que los individuos puedan cuestionarse
de lo aprendido, para así formar una sociedad con conciencia crítica y no una
sociedad enajena.

En relación con la sociedad, partiremos de la reflexión sobre la propuesta Marx y


Kant para poder llegar a la escuela de Frankfurt, quien fue uno de los pioneros en
el pensamiento crítico. Por último analizaremos la propuesta del pensador Salazar
Bondy con respecto a la educación.

El filósofo, antropólogo, sociólogo, pedagogo; se debe a su época y a partir de esta


dará una respuesta, propuesta o señalaran el problema que acontece, como es el
caso de Marx, en sus manuscritos nos muestra la diferencia de clases y desigual
entre el obrero y el capitalista. Su estudio inicia con el salario, el cual nos dice que
está determinado por la lucha abierta entre capitalista y obrero donde la paga del
obrero será lo mínimo para sus condiciones de vivencia, además si la oferta es
mucho mayor que la demanda muchos obreros perderán su trabajo y se hundirán
en la mendicidad y morirán por inacción. En últimas el obrero se ha convertido en
una mercancía y para él es una suerte encontrar un comprador. Así Marx nos
muestra en sus manuscritos uno a uno como la burguesía ha explotado, minimizado
y enajenado al proletariado. El estudio que hizo Marx tuvo tanto impacto que su
manifiesto comunista corrió por toda Europa creando diferentes revoluciones y
partidos comunistas, sin embargo Marx muere y el mundo no es comunista, sigue
la diferencia de clases, la explotación, el poder de la burguesía crece y miles y miles
de obreros mueren en una lucha que pareciera en vano y peor aún, Europa está a
punto de bañarse en sangre ya que un enfermizo nacionalismo cada vez está
cogiendo más y más fuerza. En este caos y confusión aparece la filósofa Simone
weil, ella estudia a Marx pero no como un fiel creyente que se aprende de memoria
todos los salmos y las citas sin omitir una coma o tilde, no, Simone Weil encuentra
los puntos ciegos en la filosofía de Marx dando una respuesta desde la problemática
de su época, pues sabe que un obrero enajenado, minimizado convertido en
mercancía no tiene la fuerza suficiente para iniciar una revolución, también reconoce
que ser humano no sólo necesita un bienestar material ya que es fundamental que
se le asegure un alimento para el alma, con esto se refiere un hombre que se le
respete su libertad, dignidad, que ultimas están encaminadas a la felicidad del
mismo.

Pero Simone Weil no es la única que está siendo fuerza de contradicción para el
mejoramiento de la sociedad, en Alemania un grupo de intelectuales comienza a
elaborar una teoría rigurosa y critica sobre la sociedad, su propuesta es integrar
todas las teorías y disciplinas que hablan del ser humano, condensarlas y crear una
nueva propuesta antropológica en pro de la humanidad, pero no como seres
individuales sino como miembros íntegros de una sociedad, ya lo dice Horkheimer
cuando inicia su carta funcional “su finalidad última es tratar de interpretar
filosóficamente cuál es el destino de los hombres, pero no en tanto que simples
individuos sino como miembros de una comunidad.” Es decir la relación en tanto la
política, religión, economía, estado, derecho. Vemos que esta interdisciplinaridad es
sumamente valiosa para la escuela de Frankfurt y no cae en el error de los marxistas
ortodoxos que despreciaban las teorías de pensadores como Freud, Nietzsche,
entre otros porque según ellos hacia parte del pensamiento burgués.

En la carta funcional también aparece la figura de Hegel y la critica que se le hace


a Kant pues Hegel no parte de la personalidad individual como el estudio que realiza
Kant que convierte la unidad del sujeto racional como única fuente de construcción
de los principios racionales, si no que Hegel se basa en una lógica dialéctica
universal, donde las decisiones no dependerán del individuo si no de un destino
común, por esta razón Horkheimer nos dirá que el idealismo de Hegel se convierte
en una filosofía social. Esta crítica de Horkheimer sobre Kant se entiende hasta el
texto materialismo y moral pues si la moral parte de lo individual como tal el individuo
sólo le preocupa sus intereses individuales. Los intereses deben ser sociales para
un bienestar común.

La piedra angular de la propuesta de Horkheimer es su materialismo interdisciplinar


(es como se dijo anteriormente una teoría que integre todas las teoría que hablan
acerca del ser humano a través del materialismo histórico) pues para que la filosofía
práctica contemporánea pueda plantearse como una discusión en que se relacionen
los asuntos sociales, culturales, políticos, y económicos es necesario que se
entiendan de manera dialéctica con una compresión desde materialismo histórico,
esto nos permitirá construir una teoría social que no caiga en ningún dogmatismo
que se recree así misma, que los intereses sociales favorezcan a todos, que la
filosofía se vuelva practica y no idealista es en ultimas la filosofía propia que
necesita nuestra época.

Por otro lado que los hombres rijan sus principios morales no por doctrina si no por
sus razonamientos aplicados de manera crítica debería ser el ideal de la
modernidad, este planteamiento se ve reflejado en el texto materialismo y moral de
Horkheimer, pues el autor nos muestra la necesidad que tienen lo miembros que se
encuentran en la parte superior de una sociedad por constituir una moral basada en
la razón. Los filósofos modernos tratan de satisfacer dicha necesidad, proponiendo
una moral universalmente validad para todos los tiempos, pero dicha ¿pretensión
se puede llevar a cabo?.

Una propuesta se encuentra en Kant dado que nos encontramos con su propuesta
moral “obra soló según aquella máxima de la que al mismo tiempo puedas querer
que se convierta en norma universal” este actuar nos dice Horkheimer que para
Kant se obra sin ningún interés, pero para muchos autores como Shiller y
Schleiermacher fue combatido hasta incluso se dijo que era imposible, ya lo dice
Shopenhauer “allí donde un motivo mueve la voluntad, ésta tiene un interés; donde
no la mueve ningún motivo puede, ciertamente, actuar tan poco como una piedra
moverse de su sitio, sin un golpe o tracción” la critica que hace Shopenhauer sobre
Kant para Horkheimer es acertada pues considera “que las razones reales de su
hacer permanecen ocultas a quien actúa moralmente en sentido Kantiano” el
individuo se ve embrollado en la situación interna de querer hacer sus intereses
personales y poco le importa los globales, otro argumento que nos presenta
Horkheimer es la situación de un individuo que quiere suicidarse, siguiendo a Kant
no debería hacerlo pues su acto individual lo llevaría a un imperativo, ahora el
argumento que nos presenta el perteneciente de la escuela de Frankfurt en contra
de Kant es la cita que pone de Hume en su tratado sobre la naturaleza humana,
dice: un hombre que considere que su vida ya no esté produciendo un bien a la
sociedad y sólo sufrimiento para él, si lo desea no hace ningún mal al quitarse la
vida.

Toda esta situación se ve reflejada en nuestra actualidad, ya que lo que le interesa


a los individuos es su bienestar económico sobre cualquier otra cosa, en esto
aparece el materialismo como propuesta metodológica para entender el actuar del
ser humano, dado que no basta una moral kantiana que ha sido injustamente
utilizada por la burguesía para someter al sacrificio y a la obediencia a las clase
inferiores. Para que se de esta superación es necesario acudir al materialismo
histórico, saber cuáles han sido, son y serán los intereses de los individuos para
llegar a un acuerdo, ya lo dice Helvetius “a los hombres sólo se les puede hacer feliz
si se hace coincidir su interés personal con el general” entonces el papel filosófico
moral no será netamente teórico si no que debe llevarnos a la política y a la práctica.

Siguiendo este argumento lo que nos propone Horkheimer es buscar la forma de


que los intereses individuales se conjuguen con los generales, el bienestar
económico de un individuo debe ser lo fundamental, por esta razón Horkheimer
señala el descuido por parte Nietzsche al no reconocer que para llegar a un estado
superior de un individuo es fundamental lo económico. Por esta razón se reitera al
materialismo como una expresión vital de determinados hombres que intentan
comprenderla a partir de las condiciones de surgimiento y desaparición, no por la
verdad misma sino en relación con determinados impulsos históricos.

Finalmente pasaremos por la propuesta que hace el pensador Salazar Bondy con
respecto a la educación.

La información biográfica de Augusto Salazar Bondy que se presentará en este


apartado ha sido tomada del artículo de María Luisa Rivara De Tuesta titulado:
“Augusto Salazar Bondy” publicado en La intelectualidad peruana del siglo XX ante
la condición humana Tomo I (2004) pág. (255-278).

Augusto Salazar Bondy nace el 8 de diciembre de 1925 en la ciudad de Lima, Perú.


Cursa sus estudios básicos en el colegio San Agustín entre 1933 y 1942 y
posteriormente empieza su carrera universitaria en la Universidad de San Marcos
dentro de la Facultad de Letras. Entre 1948 y 1950 se especializa en la UNAM y el
Colegio de México obteniendo el grado de Bachiller en Humanidades con la tesis El
saber, la naturaleza y Dios en el pensamiento de Hipólito Unanue. Entre 1951 y
1953 estudia en la Universidad de Paris y en la Universidad de Múnich donde
obtiene el título de Doctor en Filosofía con la tesis Irrealidad e idealidad.

Salazar se incorpora en 1953 a la Facultad de Educación de la Universidad de San


Marcos ofreciendo la cátedra de Introducción a la Filosofía y metodología de la
filosofía. En 1960 se convierte en profesor de filosofía en el Colegio “Nuestra Señora
de Guadalupe”. Más adelante en1964 hizo parte de la conformación de la Facultad
de Estudios Generales y hasta 1966 dirigió el departamento de metodología de la
Facultad de Educación de la Universidad de San Marcos. En 1969 constituyo la
comisión de Reforma de la Educación la cual se manifestó en 1970 a través de un
Informe general y en 1971 se convierte en el presidente del Consejo Superior de
Educación lo cual le permitiría encaminar dicha reforma. Este pensador muere en
Lima el 6 de febrero de 1974.

Cada filósofo o pensador surge en respuesta a una necesidad histórica latente.


Augusto Salazar Bondy no es inherente a este hecho, sus reflexiones en el tema de
la educación corresponden sin duda a su contexto histórico, siendo las falencias
educativas sólo una de las muchas problemáticas en las que estaba sumida la
nación peruana. Por ello antes de entrar en materia, refirámonos a las problemáticas
que condicionan a nuestro pensador a actuar, sin que se haga un estudio riguroso
del asunto dado que no es el tema del que nos ocuparemos en esta investigación.

Según Salazar (1995), la crisis de su Nación se debía a una extrema alienación en


todos los campos de dicha sociedad que los inhabilitaba a conformar una cultura
autóctona, capaz de pensar y actuar bajo los preceptos de una sociedad constituida
integralmente, Catalogándola en este sentido como una “cultura de la dominación”.
Para comprender mejor esta noción es sumamente necesario que nos refiramos a
las principales categorías presentes en el pensamiento de Salazar, las cuales son
el hilo conductor en algunas de sus obras. Veamos pues algunos de estos
conceptos.
Este pensador Peruano define a la cultura como “un sistema de valores, símbolos
y actitudes con que un grupo humano responde a las solicitudes y conflictos que
provienen del mundo y la existencia” (1995:70). La mistificación es “(…) cuando
se aceptan y oficializan como verdaderas o valiosas instancias que no corresponden
en la realidad a los modelos postulados o que han perdido su eficacia o su sentido”
(1995:74). La inautenticidad es “cuando la acción no corresponde al principio
reconocido y validado por el sujeto (…) Una forma muy común de la inautenticidad
es la imitación” (1995:70-71). La dependencia entre nación se define como “la
necesidad que una tiene de la otra para subsistir o desenvolverse (…) puede haber
grados o tipos diferentes de dependencia, en función de la mayor o menor
necesidad que una nación tiene de otra (…)” (1995:71). La dominación entre dos
países se da cuando uno de los dos posee cierto grado de intervención sobre los
asuntos del otro (cfr. Salazar 1995:72). La alienación es “en cuanto categoría
filosófico-antropológica, como la condición de un individuo o grupo humano que ha
perdido su ser propio o lo ha degradado por vivir según modos y formas de
existencia inferior o ajena a su plena realización.” (1995:72). El desarrollo en
términos de nación se mide en “a) la capacidad de usar recursos en provecho propio
y b) de auto impulsarse y alcanzar mediante efectivos procesos de cambio los más
altos estatutos humanos, según los criterios sociales del momento” (1995:72).
Siguiendo esta misma idea, una nación será subdesarrollada cuando presenta
falencias en alguno de los 2 puntos mencionados (cfr. Salazar 1995:73). Estas
categorías, según el pensador se aplicaban completamente a toda la estructura
social, política, económica, científica, cultural de Perú.

Salazar (1995) señala que la dependencia económica y de otros sectores en Perú


era solo una de las crisis a las que nuestro pensador hacia relevancia, puesto que
internamente la nación Peruana está constituida de una gran diversidad de culturas
dentro de un mismo territorio que aunque conviven juntas y de vez en cuando una
impone dominio sobre las otras, no se logra una integración cultural, ósea no se
consolida una sola unidad cultural dentro del territorio Peruano; es esta mezcolanza
la impide que se conforme una identidad propia lo cual es un paso necesario para
salir del subdesarrollo, en cambio se origina una “(…) Mistificación de los valores,
inautenticidad y el sentido imitativo de las actitudes, la superficialidad de las ideas y
la improvisación de los propósitos” (1995:74).

En este sentido nuestro filósofo nos muestra una sociedad que ha asimilado
costumbres, aptitudes, ciencia, hasta inclusive problemáticas de otras culturas; sin
proponerse a crear algo autentico en cualquiera de los ámbitos de su sociedad. Lo
dicho se respalda a través de la siguiente cita:

“La superficialidad de las ideas y la improvisación de los propósitos


completan la figura que estamos dibujando. Ellas son norma en el
Perú donde el alfabeto lo es apenas, el científico, el militar o el
abogado no resisten a la crítica, el artesano ignora su oficio tanto
como el escritor el suyo, mientras que el político improvisa soluciones
por defecto y no por método o por necesidad de la realidad con que
trabaja, y del mismo modo defectuoso e incipiente actúan el profesor
y el sacerdote.” (1995:76)

Queda claro que este pensador vio en la nación peruana una sociedad mistificada
y alienada. Aunque hay maneras de enfrentar esta Cultura de la dominación. Una
de ellas es la educación, en su calidad constructiva, formativa, humana, la cual es
capaz de combatir duramente estos sistemas de dominación, sin embargo, el sector
educativo estaba alienado y encaminado a mantener un status de dominación
dentro de la sociedad peruana, por lo que era necesario intervenir en la propia
cultura y en el ámbito educativo de esta (Salazar 1995).

Sabemos que la educación en el ser humano comprende todos los conocimientos


adquiridos a través de sus experiencias vivenciales. En el caso de la enseñanza,
esta se encuentra orientada metódica y sistemáticamente a complementar la
formación cognoscitiva y social del individuo.

Los sistemas educativos de la actualidad han adoptado un programa de estudio


general que demanda una determinada cantidad de áreas específicas para cada
una de las etapas y niveles dentro de la educación formal (Educación básica,
primaria y secundaria, profesional etc.) cuya finalidad es propiciar el desarrollo de
aptitudes, conocimientos y habilidades indispensables para la futura participación
del ser humano dentro de la sociedad.

La enseñanza de las humanidades particularmente, representa una importante base


formativa en el ser humano, ya que construye en él una consciencia crítica y
humanizada de su realidad lo que le permitirá pensar y actuar de un modo más
apropiado, contribuyéndole a su desarrollo personal y de su cultura. Sin embargo
existe un modo correcto de impartir esta disciplina en las escuelas, ya que si no se
instruye de forma apropiada, puede desaprovecharse la calidad formativa,
intelectual y humanizada que ofrece esta clase en el desarrollo del estudiante y a
su vez puede repercudir en una actitud apática, tediosa e indiferente por parte del
mismo hacia esta área durante su formación.

El objetivo de esta unidad es exponer el libro “La didáctica filosófica” del filósofo
peruano Augusto Salazar Bondy a través de un análisis de la obra Didáctica de la
filosofía (1967) y su aplicabilidad a la enseñanza de la filosofía en nuestro contexto
actual.

Este pensador latinoamericano no solo indaga sobre cómo debe impartirse las
humanidades en las aulas, sino que además elabora un análisis riguroso de cada
elemento presente en este proceso. Como hijo de su tiempo, Salazar desarrolla sus
principales obras en relación a las problemáticas culturales, sociales, económicas,
políticas y educacionales de la nación Peruana y de Latinoamérica en general. Sus
inquietudes se materializarían en sus obras En torno a la educación (1965), La
cultura de la dependencia (1966), Didáctica de la filosofía (1967), para una filosofía
del valor (1971), ¿Existe una filosofía de nuestra América? (1969), Bartolomé o de
la dominación (1974) Dominación y liberación (1995) entre muchas otras. En este
escenario nuestro filosofo ve en la educación y la filosofía, elementos que favorecen
la dejación y destrucción de los principales sistemas de dominación.

Esta investigación toma como principal foco de referencia, las consideraciones de


Augusto Salazar Bondy en relación a la enseñanza de las humanidades en la
educación secundaria desarrollada en su ya mencionada obra Didáctica de la
filosofía (1967) entre otros puntos tratados en sus obras en torno a la educación
(1965), iniciación filosófica (1969) y la educación del hombre nuevo (1975). Los
esfuerzos por mejorar el sistema educativo y sobretodo de integrar la praxis
humanista en el aula por parte de este pensador, hacen de su obra un elemento
indispensable a la hora de abordar de forma concreta los principales problemas de
la enseñanza de las humanidades en la educación media.

El breve recuento histórico expuesto en esta unidad se basa en la presentación


cronológica ofrecida por Salazar Bondy en el capítulo VI de Didáctica de la Filosofía
(1967), considerando pertinente hacer uso de ella ya que nuestro autor sintetiza los
momentos claves de la educación filosófica en la historia.

La filosofía en sí misma constituye un importante paso de la creencia mítica al


pensamiento racional. Fruto de su constante interrogación sobre sí mismo y lo que
le rodea, el ser humano se convirtió en un incansable aspirante a los conocimientos
y principios universales y es ante esta manifestación de su pensar, que expone una
gran diversidad de explicaciones sobre los acontecimientos inmediatos de su
realidad.

A pesar de la gran variedad de culturas que manifestaron su atención y reflexión al


cosmos, la vida, entre otros elementos del análisis racional, es evidente la
importancia que tuvo el desarrollo de los sistemas de pensamiento dentro del seno
de la cultura griega, para muchos cuna del pensamiento filosófico de Occidente. El
crecimiento del comercio y de la economía, desarrollos en el campo científico,
político, cultural, ofrecieron condiciones para que dentro de esta cultura se
produjeran cambios notables en sus costumbres, forma de gobierno y por supuesto
en su mentalidad, la cual se manifiesta en una insatisfacción de las explicaciones
de carácter mítico que si bien durante siglos ofrecieron respuestas a lo que era
desconocido o inexplicable en la naturaleza, pero que en esta etapa de la Polis eran
insuficientes a la hora de dar una explicación coherente de la realidad. Fue así como
la democracia terrenal superó al gobierno celestial de los dioses del Olimpo. Los
pensadores griegos, en su búsqueda de las causas fundamentales de la existencia,
dieron lugar a la imposición de una nueva forma de ver la realidad, un pensar con
rigor y coherencia, cimentado en una conciencia objetiva y sistemática, en suma, el
pensamiento racional. Este mismo les permitió no solo reflexionar sobre la realidad
y la naturaleza de las cosas sino que en su esencia la filosofía le permitió al hombre
“crear conceptos” (1993:10).

Cabe agregar que en esta polis se desarrolló en gran manera el arte, la política, las
ciencias, la educación y la filosofía. Jaeguer en Paideia (2001) menciona que “la
importancia universal de los griegos, como educadores, deriva de su nueva
concepción de la posición del individuo en la sociedad” (2001:14). Este punto es de
vital importancia para la evolución de la civilización humana, ya que de la cultura
griega, derivan las estructuras de las sociedades modernas en donde la educación
y formación integral de los seres humanos es una prioridad para la evolución y el
progreso de la especie.

Respecto al campo educativo de la polis, la educación en Atenas se iniciaba en los


niños desde los 7 hasta a los 14 años y se centraba en estudios basado en lectura,
escritura, matemática, artes y música, a cambio de un pago especifico,
posteriormente el joven se iniciaba en gimnasia y deportes y por último se enlistaba
en la milicia (cfr. Dekonski, 1966:182).

Los griegos destacan no solo en su organizado sistema de gobierno y su estructura


social, sino también en sus invaluables aportes al pensamiento filosófico esto es
respaldado por Jaeguer cuando afirma que “el pueblo griego es el pueblo filosófico
por excelencia” (2001:16).

En los primeros esbozos de educación filosófica se podrían encontrar pensadores


de la ciudad de Mileto y de otras, podemos mencionar por ejemplo a Tales,
Anaximandro, Anaxímenes, Pitágoras, Diógenes, entre otros filósofos participes en
la promoción del saber filosófico, el cual se impartía en escuelas como la de Mileto,
Atomista, Eleática y Pitagórica. Estas se caracterizaban por una educación
enmarcada en ciencias y filosofía (Salazar 1967).

Más adelante en el siglo V a.c la filosofía estaría detrás de pensadores como


Protágoras, Gorgias, Hipiasy, Trasimaco, la enseñanza filosófica estaría en manos
de la escuela de los Sofistas. Esta escuela se caracterizaba por una enseñanza
basada en el desarrollo de técnicas de elocuencia, persuasión y conocimientos que
apelaban a argumentos de carácter racional que lograran ofrecer respuestas
aceptables sobre la naturaleza, el hombre, el cosmos etc. Por otra parte, este tipo
de formación tenía a su vez otras finalidades de corte político ya que ofrecían
además una educación sólida en el campo jurídico que contribuía favorablemente a
una futura participación en cargos públicos en la polis griega (Salazar 1967).
Conviene distinguir que la enseñanza filosófica en Grecia está ligada a la evolución
interna de la polis, era prioritario asegurar una formación integral en ciencias y
filosofía a los ciudadanos en Grecia, lo que encaminaría al progreso y
fortalecimiento de su cultura, esto lo corrobora Salazar cuando menciona: “El alma,
la conducta individual y los fundamentos de la organización social, el conocimiento
y la acción, se convierten en los problemas fundamentales de la filosofía”
(1969c:46).
Sócrates (470-399) sin lugar a dudas fue un importante representante del
pensamiento griego, ofreció bases para la enseñanza de la filosofía, convirtiendo
ésta en un diálogo constructivo al que llamó mayéutica, siendo este método un
notable logro en la construcción de un sistema completo de “enseñanza-
aprendizaje” a través de un debate lleno de reflexión, autoexploración, duda y critica,
características indispensables de la enseñanza filosófica (Salazar 1967).

La enseñanza filosófica en el siglo IV evoluciona a través de la Academia de Platón


y el Liceo de Aristóteles, instituciones que sobresalían no solo por estar dotadas de
una amplia infraestructura, sino que también se constituían a nivel curricular por una
enseñanza rigurosa en filosofía, ciencias matemáticas y naturales. Platón en la
academia junto a los demás maestros enseñaba a través del dialogo, esto es la
dialéctica, ya que en ella se encontraba el verdadero conocimiento, por su parte en
el liceo se introducía en el cultivo de las ciencias a través del aprendizaje dirigido y
su práctica; fuera de estas evidentes diferencias ideológicas y metodológicas, la
Academia y el Liceo buscaban la formación integral de sus estudiantes en relación
a sus virtudes (Salazar 1967). La escuela Estoica, la Epicúrea y la Pitagórica
conforman un marco inicial en la sistematización de la enseñanza filosófica, esta
última escuela centraba su formación en las Matemáticas (Salazar 1967). La
enseñanza filosófica en la época clásica estaba encaminada a ofrecer de forma
racional y sistemática respuestas aceptables y satisfactorias a los problemas de la
existencia misma y al mismo tiempo se encargaba de formar adecuadamente al
individuo con el fin de hacer de él un buen ciudadano. La preocupación del pueblo
griego por la formación de los hombres sería transmitida a través de la historia en
diferentes sociedades y culturas.

La filosofía en la época medieval (siglo IX-XIV), está sujeta a la inculcación de


conocimientos teológicos o “verdades reveladas”. Según Ferrater, la filosofía del
Medioevo dirigía su reflexión hacia “la naturaleza y las propiedades de Dios, de la
relación de Dios y el mundo y especialmente la relación entre Dios y la criatura
humana” (1951:694). La formación filosófica en esta época desde luego estaba
“subordinada a la fe y la teología” (1967:70). Podemos inferir que se buscaba formar
al ser humano como un individuo que cumple un papel benéfico en su sociedad y a
su vez hacer de él alguien que contribuyera cabalmente a mantener el status de
dominación de la iglesia católica.

En las universidades la educación se fundamentaba en el estudio de las ciencias


básicas que se dividían en “Trívium (gramática, retórica y lógica) y el Cuadrivium
(aritmética, música, geometría y astronomía)” (1967:71). A esto hay que agregar
que la enseñanza universitaria estaba cimentada en procesos didácticos sobre la
lectura e interpretación (léctio) y las discusiones internas en que se defendían una
determinada tesis (disputatio) (Cfr. Salazar 1969c:72). Esto representa un marco
inicial en la promoción de actividades filosóficas a nivel intercurricular.

La Universidad de Paris creada en 1215 fue sin duda el mayor instituto de estudios
filosóficos y de artes, producto de un completo y arduo estudio, profundizado en
filosofía aristotélica y neoplatónica, historia, teología, gramática, literatura y algunas
ciencias, el aprendiz obtendría su título después de 4 años de estudio por lo general
(Salazar 1967). Otro ejemplo sobre la educación universitaria de la época lo
podemos encontrar en la Universidad de Toulouse Francia en el año de 1309 cuyos
estudios se centraban en formar con bases teológicas e ideológicas inculcados por
el oficio escolástico (Salazar 1967). Las universidades de este período
establecieron los modelos de educación presentes en las universidades actuales.

Ciertamente la filosofía durante este período fue sometida a la teología y sus


dogmas aunque es sumamente importante destacar el valor didáctico y pedagógico
que tuvo la enseñanza en esta época. Apoyándonos en lo mencionado por Salazar:
“Los maestros de este período lograron hacer progresar mucho las técnicas
didácticas vinculadas con la silogística y el arte de la argumentación” (1967:73).
Siguiendo la misma idea debemos agregar que la definición que manejamos hoy en
día de escuela deriva del período escolástico cuyo nombre procede del termino
scholasticus que significa “el que enseña en una escuela” (Ferrater 1951:548). A
través del Renacimiento se dan los primeros pasos nuevamente hacia la
preocupación por el hombre, que en el campo de la educación se reflejaría en el
pensamiento humanista y en la importancia que tiene el pensar libremente.

Ahora pasamos a la educación filosófica en la época Moderna, afianzada por un


“cultivo de individualidad y un espíritu libre” (1967:73). La enseñanza durante esta
etapa había superado en gran manera los dogmatismos de la Edad Media, que se
había fundamentado en un pensamiento concientizado en una perspectiva
antropocéntrica. Salazar (1967) nos resalta la importancia que tuvo la creación de
institutos dedicados a la educación y que contribuían a la modificación de la
educación, entre estos podemos señalar al “(…) Gymnasium alemán, el College y
el licee franceses y las Grammar Schools inglesas (…)” (1967:14).

Como es sabido, una de las características fundamentales de la época Moderna, es


la difusión del pensamiento humanista, representado en una exaltación por el
hombre, su valor en el mundo y su dignidad como ser humano. La formación
intelectual estaba centrada en estudios de retórica, gramática e historia, en suma
saberes comprendidos dentro de las humanidades.

La educación filosófica moderna está constituida de rigurosos estudios de las obras


filosóficas clásicas. A través del uso de la hermenéutica se procuraba una
exhaustiva comprensión de estos textos, por lo que fue necesaria la implementación
de nuevas metodologías y sistemas didácticos basados en la argumentación y en
la correcta dilucidación de ideas (Salazar 1967). Esto es sin duda de gran
importancia para el desarrollo de la didáctica filosófica actual.

Por otra parte la invención de la imprenta y al mismo tiempo el uso del lenguaje
vulgar por parte de los filósofos, dio cabida a un mayor acceso a sus obras y a su
vez los docentes y encargados de la enseñanza estaban aún más afianzados con
sus estudiantes y el pueblo en general (Salazar 1967).
El Sapere aude1 representa la necesidad que se tiene de formar para el correcto y
autónomo uso de la razón a favor del individuo y su sociedad. El cultivo de la
individualidad al que se refiere Salazar en su obra se refiere al sentido de autonomía
necesario dentro de toda educación filosófica.

La enseñanza de la filosofía se institucionaliza en el siglo XIX en escuelas y


universidades, consolidándose en esta época las bases estructurales de la
enseñanza filosófica actual (Salazar 1967).

Es en esta etapa donde se establecen los fundamentos de la pedagogía actual. Es


significativo los aportes del humanista Jean Jacques Rousseau a través de su obra
Emilio o De la educación (1762) ya que plantea un modelo educacional en el que el
docente debe inculcar los valores y principios en el joven con el fin de que este se
desenvuelva correctamente en la sociedad. La “pedagogía crítica” es sin duda un
gran aporte al desarrollo de los procesos educativos actuales, Freire propone la
necesidad que se tiene de educar a partir de los problemas sociales, para ello la
educación del maestro debe estar encaminada a forjar el pensamiento
independiente y participativo del estudiante en su sociedad.

En la actualidad la enseñanza de la filosofía representa en sumo grado un


importante proceso en la formación del adolecente ante un mundo globalizado y
más unificado. Su formación como hemos mencionado, debe estar encaminada a
brindarle un cultivo de autonomía y racionalidad, necesarios para su buen actuar.
Las formas de enseñanza y las instituciones encargadas de impartir la filosofía sean
como área de estudio o como carreras universitarias, cuentan con un currículo
debidamente elaborado para inducir al estudiante no solo en los conocimientos
teóricos necesarios, sino que también como se ha dicho, en la construcción de una
conciencia reflexiva de su realidad. En esta tarea, la UNESCO (Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) ha encaminado sus

1
Sapere aude “atrévete a saber” locución encontrada en el ensayo ¿Qué es la ilustración? del filósofo alemán
Emmanuel Kant en 1784.
esfuerzos en la implementación de una correcta enseñanza de la filosofía en el
mundo.

Los primeros resultados presentados por la UNESCO en 1953 sobre la enseñanza


de la filosofía represento en gran medida un punto de partida hacia la ejecución de
su enseñanza en diferentes países y culturas a nivel mundial, respondiendo a
necesidades morales, humanas y sociales que solo pueden ser suplidas a través de
la toma de conciencia, la reflexión y la acción a través del correcto uso de la razón
(UNESCO 2011). En razón de lo anterior la UNESCO se ha propuesto a “fortalecer
su enseñanza donde ya existe y promoverla donde aún no se practica” (2011b:9)

Hasta este punto es necesario referirnos a la evolución de la enseñanza filosófica


como un resultado directo de la realidad contextual, aclaremos lo dicho a través de
la siguiente cita de Salazar:

“…a lo largo de la evolución histórica del pensamiento filosófico han


sido muy dispares los asuntos de que se han ocupado los filósofos e
igualmente diversas las circunstancias intelectuales y culturales que
han dado sustento a su actividad. Los filósofos han sido educadores,
oradores, políticos, religiosos, matemáticos, físicos, historiadores o
poetas, y han expuesto doctrinas y escrito libros sobre asuntos tan
diversos como el Estado, la materia, el lenguaje, el amor de Dios, la
belleza, la circulación de la sangre, la educación, los números o la
formación del universo.” (1969c:27).

De esta manera, la obra de Augusto Salazar Bondy en el campo de la educación


responde a necesidades suscitadas en su contexto social, cultural, político y
educativo, que si bien no solo se aplicaban a la nación peruana, sino que también
envolvía a Latinoamérica en general.
En nuestro contexto podemos percibir falencias presentes dentro de la enseñanza
de la filosofía y a las cuales Salazar se había ya referido a través de su obra
Didáctica de la Filosofía (1967).

En relación a la crisis de la nación peruana Salazar (1969b) se orienta hacia la


búsqueda de una cultura de la liberación, que contrario a la cultura de la dominación,
representa a una sociedad libre, autentica e independiente y la educación como
habíamos mencionado es un importante vehículo hacia este fin. En razón de lo
anterior, Salazar se preocupa por la situación en el campo educativo de su país. Las
inquietudes, reflexiones e intervenciones de Salazar en el sector educativo del Perú,
se reflejarían en algunas de las más importantes obras de este filósofo; en torno a
la educación (1965), didáctica de la filosofía (1967) y la educación del hombre nuevo
(1975), iniciación filosófica (1969). Buscando a través de la reflexión filosófica el
camino para reelaborar el sistema educativo peruano, el cual como habíamos
mencionado aseguraba que los sistemas de dominación siguieran en este proceso
(Salazar 1975).

La verdadera educación según nuestro pensador es la que busca formar, socializar,


cosechar valores, conseguir ideas y crear una conciencia crítica que permitan a este
individuo beneficiarse y beneficiar a la cultura a la que pertenece y a su vez, el factor
de sociabilidad habilita la moderación de su conducta y la inculcación de valores y
normas establecidas (Salazar 1975). La educación también está asociada a la
libertad, ya que en su sentido pedagógico permite una formación autóctona de su
conducta y forma de pensar propia, la cual estará orientada hacia el bien humano y
en este sentido se manifiesta en la educación como una formación concientizadora
y desalienante (cfr. Salazar 1975:15-16,58).

El papel del docente dentro de la educación es sumamente importante, ya que debe


estar en total capacidad de enseñar y transmitir los conocimientos, costumbres,
ideas y valores propios de su cultura, lo cual asegura que esta misma se sostenga
a lo largo del tiempo en su estructura social, política, económica; en este sentido,
en la cultura peruana, la educación en efecto colaboraba con la subsistencia de los
sistemas de dominación (Salazar 1975).

Hasta este punto partamos de que el estudiante recibe valores que el mismo puede
asimilar y mejorar con el fin de construirse de forma constante y propia, sin embargo
Salazar (1975) afirma que la educación que limita, retiene y aliena es dañina para
el individuo y en suma para el desarrollo de una sociedad libre, siendo la educación
de Perú un “instrumento de alienación”. Analicemos la siguiente afirmación para
corroborar esta idea:

“La escuela, mas quizás que ninguna otra institución, traduce la


organización de la sociedad y la consolida. La relación maestro-alumno, tal
como ha sido establecida y justificada tradicionalmente, es el modelo mismo
de la subordinación de la conciencia y la voluntad de unas personas a las de
otras, la disciplina escolar, que se impone en el plantel y se enseña en el
aula, es concebida y defendida como reflejo del orden social que requiere
una autoridad legítima que debe ser respetada y obedecida. La organización
de la enseñanza como parte de una serie bien determinada de acciones,
sujetas a calendarios y dependientes de la autoridad superior, el proceso
entero de la educación escolar considerada en sus aspectos formales más
significativos y persistentes, introduce al educando al mundo de la
dominación (…)” (1975:23)

Nuestro pensador también agrega que:

La educación institucionalizada en el Perú como también en otros países se


ofrece así como un gran instrumento de alienación (…) en sus principios
fundamentales, en la selección de la materia enseñada, en el énfasis puesto
en ciertos temas y en el olvido de otros, la educación de un grupo social o de
una nación revela su intencionalidad. (1975:23-24)
No solo a nivel de estructura educativa sino formativa, la educación que se impartía
en Perú según nuestro filosofo imposibilitaba crear en los estudiantes una
conciencia libertaria que ayudara a combatir la mistificación y específicamente la
alienación de la que hacia parte su cultura. Ante esto nuestro autor establece 3
normas pedagógicas que pueden moldear la estructura educativa de la nación
peruana:

a. Educar para la crítica: es decir formar al estudiante para crear en él


una noción critica, abierta y concientizada de su realidad. (cfr. Salazar
1975:37).
b. La creación: la educación debe promover y estimular la capacidad
creadora que posee el ser humano, lo cual sin ninguna duda contribuye al
desarrollo de la sociedad. (cfr. Salazar 1975:38).
c. La cooperación: en la educación se debe suscitar la cooperación
como medio de desarrollo y beneficio para el desarrollo social y humano (cfr.
Salazar 1975:38).

La finalidad de estos tres puntos menciona el filósofo son de asociar a la persona


con su realidad esto es: “La relación con el mundo, la relación consigo mismo y la
relación con los demás” (1975:39). Lo cual cómo podemos ver, brinda a la
educación un carácter totalizador que alcanza todas las dimensiones del individuo.

Lo que entonces hacía falta según nuestro filósofo, era sin más una correcta
educación y un pensar filosófico riguroso, imparcial y crítico, lo cual representa un
importante marco inicial en la desalineación del pueblo peruano, que alcanzando
plena razón de su condición, daría un primer paso en la construcción de una cultura
autentica y desarrollada (cfr. Salazar 1969b:65). Podemos notar también que
Salazar buscaba actuar en la educación de la filosofía y sobre todo en el campo
docente, con el fin de establecer una formación filosófica sólida en el joven la cual
sea capaz de derrumbar el status de alienación y dominación de la nación peruana,
la filosofía se convierte para nuestro pensador, el pensamiento que niega y acaba
con la condición de dependencia (Rivara 2004).

A pesar que la filosofía en este escenario sería un valioso ingrediente integrador,


crítico y emancipador dentro de la enseñanza como podemos suponer, según
nuestro pensador la filosofía en Perú y Latinoamérica también era impropia. No
debemos ignorar los planteamientos de Salazar en relación al problema de la
autenticidad de la filosofía latinoamericana, ya que este filosofo fue uno de los más
influyentes en el estudio de esta cuestión y su perspectiva crítica se expondría de
manera magistral en su obra ¿Existe una filosofía de nuestra América? (1969)
abriendo un nuevo camino de debates en torno a la originalidad de nuestra filosofía.

Desde la conquista española y la expansión, aceptación y asimilación de su cultura,


la filosofía se ha constituido respondiendo a una realidad impropia, no solo del Perú
sino de Latinoamérica en general, siendo las reflexiones filosóficas ilegítimas y que
solo hacen parte de una sociedad imitativa en la que el pensamiento filosófico no
nace de necesidades y problemáticas inherentes a su cultura y por el contrario
reflexiona sobre temas impropios que están lejos de la realidad social e histórica
(Salazar 1969a).

Salazar (1969a) respecto a esta Mistificación de la filosofía, establece la llamada


Filosofía de la crisis, que consiste sin más en la auto aceptación de las condiciones
mistificadas de la filosofía, lo que permitiría partir de dicha noción para la búsqueda
y conformación de lo que él la llamaría, una filosofía de la liberación la cual no solo
respondería a su cultura, sino que también ayudaría a derrumbar la dominación,
usando a la filosofía europea como un sistema provisional en la medida de que se
desarrolle un sistema de pensamiento propio y de este modo la educación y la
filosofía ofrecerían los elementos necesarios para la destrucción de los sistemas de
dominación; del estado mistificado y alienado de la cultura peruana permitiendo el
desarrollo e integración de esta misma.
Este pensador peruano no limitó sus planteamientos respecto a la educación, la
cultura y la filosofía a sus obras escritas, sino que como sabemos, fue un importante
actor político y tuvo un importante rol en la llamada Reforma Educativa Peruana en
1970 mientras ocupaba el cargo de vicepresidente en la Comisión de la Reforma de
la Educación y de presidente del Consejo Superior de Educación. Sin embargo
según Helen Orvig, Viuda de Salazar, su obra fue desplazada poco después de su
muerte en 1974, en la intervención del también filosofo Luis Felipe Alarco en su
puesto como ministro de educación en 1980 (Cfr.Licla 2014:190). Es importante
resaltar la relevancia que tuvo su labor pedagógica y filosófica en términos
generales, así mismo en la implementación de la enseñanza de la filosofía como
medio favorable en la formación crítica y autónoma del educando.

Luego de este breve pero importante preámbulo pasamos ahora al análisis de


Didáctica de la filosofía (1967) importante obra en relación a la enseñanza filosófica
en la educación. Esta obra representa un importante recurso para la praxis
educativa dentro de la clase de filosofía. Salazar en esta obra expone de manera
rigurosa una guía para el correcto accionar docente a través de su didáctica
filosófica. En esta obra junto a otras del mismo corte “(…) responden a su proyecto
de hacer docencia con la finalidad de reformar y elevar el nivel educativo de la
educación nacional” (Rivara 2004:266). Lo cual es sumamente importante para el
desarrollo interno de la misma. Nuestro pensador abarca todos y cada uno de los
elementos que conforman este proceso educativo y filosófico con el fin de promover
el desarrollo intelectual y humano y es allí donde radica la importancia de esta
unidad para nuestro contexto educativo, tema que trataremos más adelante.

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