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ENTOMOLOGÍA Y MEDICINA

Esos pequeños seres curativos : Desde tiempos remotos, en México y en


otras partes del mundo, varias especies de insectos y de plantas han sido
reconocidas como poseedoras de propiedades curativas. Muchas especies de
insectos -que la Entomología estudia- han jugado un importante papel en el
tratamiento de algunas enfermedades. El conocimiento de los insectos
"medicinales" y sus usos ha persistido en muchas áreas rurales mediante
tradiciones orales muy antiguas. Los insectos son utilizados en forma práctica
por brujos o curanderos, y algunos se venden en los mercados de los pueblos.
Se dice que ciertas partes de estos insectos funcionan como diuréticos,
analgésicos, anestésicos, afrodisíacos, etc. Considerando que el número de
áreas rurales donde subsiste este conocimiento decrece cada año, y que en
algunas regiones la diversidad de los insectos sólo está disponible durante
algunos meses, es importante estudiar los insectos asociados con la medicina
contemporánea en las diferentes culturas mexicanas. Es fundamental aprender
y desarrollar la medicina indígena, pues ésta utiliza casi exclusivamente
productos naturales con mínimos efectos secundarios.
Materiales y métodos: La lista de insectos utilizados contra diferentes
enfermedades en el campo se redactó visitando las culturas de los nahuas,
otomís, mixtecos, zapotecos, mayas lacandones, tarascos, purépechas,
mazahuas, etc., de varios Estados del país. Se indagó sobre los insectos que
usan con propósitos medicinales y cómo, cuándo y para cuál enfermedad o
condición los preparados de estos insectos pueden ayudar. También se
recurrió a códices prehispánicos y a bibliografía actual.
Resultados y discusión
Problemas de identificación: Este tipo de estudio es, en verdad, bastante
extraño, más que aquellos en los que los componentes biológicos han sido
identificados. En la literatura sobre el tema hallamos que una enorme variedad
de insectos en todo el mundo se utiliza con propósitos medicinales, pero la
mayoría de ellos no ha sido clasificada taxonómicamente, y se los nombra,
entonces, como: saltamontes, hormigas, lombrices u orugas. Aun en este tipo
de clasificación pudimos reunir 211 especies de insectos empleados en la
medicina práctica para tratar diferentes tipos de enfermedades en varias
comunidades rurales; de éstos, 35 especies pertenecen a los himenópteros
(abejas, avispas, hormigas y abejas sin aguijón); 16 a los dípteros (moscas); 7
a los lepidópteros (mariposas, mariposas nocturnas y orugas); 68 a los
coleópteros (gusanos y escarabajos); 20 a los hemípteros (bugs); 17 a los
homópteros (mealybugs; aphids); 3 a los isópteros (termitas); 1 a los
dermápteros (earwings) y 35 a los ortópteros (grillos, cucarachas y
saltamontes).
Indicados para casi todo tipo de afección: El amplio espectro de insectos
muestra que su uso en los padecimientos de los sistemas del cuerpo humano
es muy amplio, empleándoselos en el tratamiento de afecciones digestivas,
circulatorias, urogenitales, endócrinas, respiratorias, óseas, neuromusculares,
nerviosas, inmunológicas; también en problemas dermatológicos, oculares,
auditivos y como tónicos, antídotos, antibióticos, bactericidas, bacteriostáticos
o como complemento dietético con diversas formas de aplicación. No es fácil
decir si los tratamientos son efectivos o no, ya que sabemos que muchas
enfermedades son sicosomáticas y que la "fe" que el paciente tiene en el
curandero, u otros elementos afectivos, pueden ayudar a la curación.
Algunos ejemplos de medicina naturista: La luciferasa -sustancia
involucrada en la luz de las luciérnagas- se utiliza en padecimientos hepáticos,
pero quizás los productos más conocidos sean los que proceden de las abejas:
la miel, la jalea real, el polen própolis, lo cual ha dado lugar a que, en algunos
países de Europa Oriental existan hospitales de "apiterapia". Los ejemplos se
prolongan hasta las larvas de los insectos, las que se usan como: agente
hemostático para reparación tisular (tejidos); suero para reducir el colesterol;
anticoagulante; fuente de antibióticos; vehículos de elementos antialérgicos;
curación de quemaduras y heridas; protección contra microorganismos
patógenos en la sangre y la piel.
En la medicina homeopática: Los insectos se han venido utilizando como
fuente de elementos tales como: sulfuro (de los grillos); calcio (de diversos
tipos de saltamontes o larvas de mosca); hierro, potasio y magnesio que tienen
distintas clases de termitas. Sucede lo mismo en cuanto a vitaminas de grupos
como la "B", que los insectos proveen en grandes cantidades y que son muy
escasas en los trópicos, por eso se recurre a hormigas, a mariposas, a ciertos
gusanos, saltamontes y avispas.
Estudios que podrían reducir importaciones: Es necesario realizar más
estudios en profundidad de los principios químicos activos que los insectos
poseen. Este grupo animal es muy abundante y está ampliamente distribuido
en el territorio. Una de las razones para esta tarea es que los insectos tienen
algunas sustancias químicas muy necesarias en México, por ejemplo, las
anestésicas o analgésicas, que se obtienen casi siempre del extranjero, creando
así una fuerte dependencia de elevado costo económico. Más investigaciones
permitirían conocer mejor las especies de los insectos, identificar sus
principios activos, estudiar la dinámica poblacional y ciclos de vida, etc., para
que, usándolos como fuentes de sustancias activas, los mexicanos pudiéramos
llegar a la autosuficiencia en el tratamiento de varias enfermedades.

(C) "Información Científica y Tecnológica" (Méx.) - CERIDE


¿Conoces a los insectos que se usan
con fines medicinales?
Los bichos no solamente son una fuente de alimento, además son
utilizados con fines medicinales
Alejandra Rodríguez |El Universal
27 Diciembre, 2017 | 14:00 hrs.
La variedad de insectos comestibles en México es amplia, seguramente en
alguna ocasión, por curiosidad o por gusto, has comido chapulines, que es el
insecto comestible más popular en el país. Sin embargo, los bichos no
solamente son una fuente de alimento, además son utilizadas con fines
medicinales.

Germán Octavio López Riquelme, investigador del Centro de Investigación en


Ciencias Cognitivas (CINCCO) de la Universidad Autónoma del Estado de
Morelos (UAEM) señala algunos de los insectos utilizados en la
farmacopea mexicana.

La abeja es uno de los insectos del cual se ha sustentado científicamente su


uso en la medicina, estos tratamientos denominados apiterapia utilizan
el veneno de la abeja para padecimientos como la artritis.

Las propiedades de inmunidad ante las bacterias colocan a los productos


derivados de la abeja como la miel, la cera y la jalea como un antimicotico y
una sustancia que no permite actuar a las bacterias.

Riquelme sostiene que el propóleo de las abejas tiene ácido cafeico, las
investigaciones de dicho compuesto han demostrado que tiene
propiedades antitumorales y antimetastasicas, “puede revertir el efecto de los
tumores cancerígenos y su proliferación”, señala el investigador.

La investigación del ácido cafeico no ha sido probada en humanos, afirma


Riquelme, aunque los resultados han sido positivos en ratas demostrando
revertir los efectos decáncer.

Las hormigas con aguijón son otro insecto que se está utilizando en la
medicina para tratar alergias. Al utilizar como tratamiento el veneno de
insectos es necesario hacerlo con la supervisión de un especialista, para no
tener contraindicaciones.
“El uso medicinal de los insectos no esta bastante explorado en México,
aunque en otros países como Estados Unidos, se está haciendo
uso moscas para tratar la heridas necrosadas, las larvas se colocan en la piel
en descomposición para que estas comas la piel muerta. No
existe infección porque el proceso de producción del insecto es controlado en
laboratorio”, explica Octavio López.

http://www.elbotiquin.mx/bienestar/conoces-los-insectos-que-se-usan-con-fines-medicinales

BICHOS QUE SANAN


En vez de tomar antibióticos para sanar las infecciones, el paciente bien podría cambiar
la pastilla por un cucarrón, una chinche, una libélula, una cucaracha o cualquier insecto
que se le atraviese en su camino. Todos tienen sustancias antibióticas en su esqueleto, el
cual es externo en los insectos, es decir, lo que vemos.
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Por: IVONNE MALAVER Redactora de EL TIEMPO

02 de agosto 1999 , 12:00 a.m.


Así lo hacen en México, en donde además de curar infecciones utilizan otras
propiedades de los insectos. Algunos son untados vivos para afecciones en la piel; de
otros se utilizan sus aceites como ungentos para calmar el dolor de cabeza, y de los
grillos se hierven las patas para tomarlas como diuréticos para humanos, e incluso
vacas.

Mientras tanto, en Alagoas, un estado de Brasil, las comunidades indígenas se curan de


las mordeduras de serpientes comiendo libélulas, y para aliviar los cólicos, el asma y la
epilepsia, entre otras dolencias, comen cucarachas. También acuden a cucarrones para
impotencia sexual, grillos para afecciones en la piel, y chinches para las enfermedades
del corazón.

La mexicana Julieta Ramos, primera autoridad mundial sobre el tema, explicó que en el
mundo se han rastreado 410 especies curativas (201 para México), las cuales se emplean
maceradas, secas, en polvo y hervidas.

Según Ramos, los insectos resultan curativos desde dos puntos de vista. Por un lado,
tienen en su cutícula sustancias antibióticas maravillosas (estas además hacen que los
insectos no se descompongan, pues no son agredidos por hongos ni bacterias), y por el
otro, son concentradores de principios activos que tienen las plantas que se comen.

Por ejemplo, en vez de utilizar una rama de yerbabuena, se puede comer un insecto que
se ha comido unas 10 ramas de yerbabuena , dijo Ramos.

Una explicación a esta propiedad medicinal de los insectos es que ellos se alimentan de
innumerables plantas, fruto de la biodiversidad de la zona donde habiten, señaló
Gonzalo Fajardo, entomólogo y licenciado en biología de la Universidad Pedagógica.
Arsenal terapéutico Según el especialista, en Colombia falta hacer un trabajo de
etnoentomología (entomología es la ciencia encargada del estudio de los insectos) para
reconocer qué especies utilizan nuestras comunidades. En Tolima se conoce de un
cucarrón que introducen en aguadepanela hirviendo para calmar con esta bebida el dolor
de estómago.

Entre tanto, en Zaire consumen mantis religiosa para curar la epilepsia; hormigas para la
bronquitis, y termitas para las hemorragias internas, entre muchos otros insectos.

Todos estos bichos sacan la cara por algunos que son considerados mundialmente como
plagas, los cuales atacan en especial los cultivos, y otros tachados de responsables de la
transmisión y dispersión de muchas de las enfermedades que afectan a las plantas, los
animales y el hombre (malaria, dengue...)., explicó Fajardo.

Dijo que con las nuevas tendencias en la medicina moderna de rescatar el saber
tradicional de las culturas aborígenes, se ha encontrado variada información sobre la
utilidad de los insectos en la medicina tradicional.

Las bondades de la hormiga negra (Polyrhachis vicina) son narradas en antiguos


compendios médicos de 1578, de la siguiente manera: ... el ingerir 6-10 gr de hormiga
diarios puede ayudar a incrementar la producción de leche en la mujer durante los
períodos de lactancia de sus hijos... hormigas combinadas con otras hierbas medicinales,
son usadas para incrementar la circulación de la sangre y el metabolismo; para activar el
sistema inmune .

No obstante, Ramos señaló que la entomología médica aún está en pañales, no se


conoce nada de lo que se desea, no hay conocimiento de la estructura química de los
insectos . Según la experta, actualmente se trabaja en la presencia de compuestos
activos en los insectos como por ejemplo la presencia de tres analgésicos y un
anestésico muy poderoso hallados en el cuerpo de una chinche.
Sin embargo, no todos los insectos son comestibles. Fajardo explicó que antes de
comerlos se debe tener en cuenta de qué plantas se alimenta (si tiene tóxicos) la larva de
cada una de las especies de insectos en su estado natural.

En México, según Ramos, el estudio del uso de insectos curativos se quedó como un
rastreo de etnias que está muy escondido. Mientras tanto, en China, es un mercado
abierto en tiendas naturistas que utilizan muchas especies para diferentes tipos de
enfermedades.

De esta forma, las bondades médicas de los insectos no han alzado vuelo. Son muchos
los secretos curativos que deben guardar, de pronto hasta la cura del sida, el cáncer...
sobre todo si se tiene en cuenta que son muchos: más de un millón de especies descritas,
y cerca de las dos terceras partes de los animales existentes en la tierra.

Otros beneficios Los curativos no son los únicos insectos benéficos. Algunas especies
son consideradas las más grandes benefactoras del hombre cuando realizan la
polinización de las plantas silvestres y cultivadas; producen la cera, la miel, la seda y
lacas, entre otros, y quizás lo más importantes son los parasitoides y depredadores de
gran utilidad en la agricultura como enemigos y controladores naturales de las plagas.

Por otro lado, en el mundo ya hay registradas 3.617 especies de insectos comestibles.
Como alimento son muy nutritivos porque son concentradores de las sustancias
nutritivas que se encuentran en las plantas que comen. Además, tienen un metabolismo
tal, que transforman los carbohidratos que existen en las plantas en proteínas de buena
calidad, de alto valor biológico.

Los insectos son abundantes. De cada 100 especies que existen en el mundo animal, 80
son insectos. Representan el 70 por ciento de los organismos vivos que existen sobre el
planeta.
Para comerlos y, eventualmente, utilizarlos en la medicina resulta sencillo
reproducirlos, pues no exigen demasiados cuidados. Por ejemplo, las hormigas y las
langostas son fáciles de cultivar.

La instalación de insectarios también es fácil. Por su tamaño no requieren mucho


espacio para conseguir grandes cantidades a la hora de criarlos masivamente.

La duración del ciclo de vida es bastante corto, en una o dos semanas se tiene una
generación.

Hallan nuevos escarabajos en el país El escarabajo de cuernos largos que aparece aquí
encima es noticia por estos días. El XXVI Congreso de la Sociedad Colombiana de
Entomología, que finalizó con éxito el viernes pasado, dio a conocer una investigación
que determinó una gran riqueza de esta familia en Zambrano (Bolívar).

Allí se halló una gran diversidad de escarabajos longicornios (Coleópteros:


cerambycidae), y lo más importante es que el área del hallazgo es de bosque seco
tropical, el cual es de los ecosistemas menos estudiados biológicamente y más
amenazados por las concentraciones humanas.

Hasta el momento el reporte de escarabajos longicornios en Colombia es de 850


especies, y en este solo lugar se hallaron 180. Germán Amat, biólogo del Instituto de
Ciencias Naturales de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional, explicó que
esta diversidad local es extremadamente alta y puede superar los valores de escarabajos
de esta familia en lugares tan biodiversos como las selvas tropicales del Amazonas y
Chocó.

En la investigación, a cargo de Claudia Martínez, con apoyo del Miguel Rodríguez,


también se hallaron nuevas especies de escarabajos para la ciencia.
Sobre escarabajos que curan, en la historia de la humanidad ninguno otro ha sido tan
nombrado como el Lytta vesicatoria, debido a la cantaridina, un compuesto químico que
este produce. Esta sustancia fue utilizada hace 2000 años por Hipócrates para tratar
problemas de gota y posteriormente empleado para enfermedades venéreas e
infecciones de la vejiga y los riñones. Pero su uso se generalizó al ganarse la reputación
de afrodisiáco y extenderse su consumo como estimulante sexual, tanto para hombres
como para mujeres; en algunos casos fatal.

https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-921919

Boletín UNAM-DGCS-397
Ciudad Universitaria

Julieta
Ramos-
Elorduy

LOS INSECTOS, RECURSO MEDICINAL

 Por siglos utilizados por indígenas para curar diversas enfermedades, aseguró
la investigadora del IB de la UNAM, Julieta Ramos-Elorduy
 Han sido usados contra 352 afecciones, entre respiratorias, renales, hepáticas,
estomacales, intestinales, parasitarias, pulmonares, bronquiales, entre otras
 A la fecha, se han reportado diversas especies con cualidades medicinales: 210
en México, 149 en China, 48 en Brasil, seis en Cuba

Los insectos son un recurso tradicional de la medicina mexicana y por


siglos han sido utilizados por las comunidades indígenas para curar
diversas enfermedades como cáncer, tos, quemaduras, infecciones,
reumatismos e incluso impotencia sexual.

Aunque en las urbes suelen ser exterminados, sus cualidades curativas son
más valoradas cada día, porque se ha comprobado que en su organismo
almacenan principios activos que obtienen de las plantas y flores con las
que se alimentan.

El hecho de ser usados como remedio es sorprendente, porque la gente suele


referirse a ellos de manera despectiva o se busca su extinción; sin embargo, muchos
de ellos contienen sustancias que alivian ciertos malestares, aseguró la investigadora
del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, Julieta Ramos-Elorduy.

Al alimentarse los insectos almacenan o "secuestran" propiedades de la


flora, lo que los transforma en "concentradores" de principios activos
vegetales o compuestos biodinámicos.

Una especie despreciada


Aunque constituyen el grupo dominante sobre la tierra (4/5 partes del
reino animal), los estudios en etnozoología son escasos. “No nos hemos
adentrado al mundo insectil y, por el contrario, lo hemos combatido”,
aseguró.

A la fecha, se han reportado diversas especies de insectos medicinales: 210


en México, 149 en China, 48 en Brasil, seis en Cuba, y en la India aún no
están determinados. Ocasionalmente, se han registrado en países como
Suecia, Francia, Alemania, Argentina, Panamá, Egipto, Japón, Estados
Unidos, Perú, Madagascar y la región de África del Norte, entre otros.

La mayoría pertenece al medio ambiente terrestre; de ellos, el 95.2 por


ciento es recurrente para aliviar padecimientos internos.

Se han aplicado en 352 afecciones respiratorias, renales, hepáticas,


estomacales, intestinales, parasitarias, pulmonares, bronquiales, del bazo,
pancreáticas, del aparato reproductor, renales, dermatológicas,
endocrinas, inmunológicas y del oído.

Los remedios indígenas tienen principios semejantes a los homeopáticos y


naturistas. “Se debe considerar que antes no se contaba con medicina social
o doctores, y los individuos se alimentaban y curaban con los recursos del
lugar. A base de error y prueba fueron conociendo sabores y efectos que
ocasionaban”, indicó.

Solos o mezclados
Ya sean enteros, molidos, en emplastos, infusiones o tostados son
indispensables en la medicina indígena o tradicional. Generalmente solos,
pero también se pueden mezclar con hierbas e incluso con lodo.

En el área rural, la miel de abeja se aplica en quemaduras o heridas para


evitar infecciones, porque contiene sustancias de tipo antibiótico e
inhibinas que evitan la proliferación de bacterias y hongos.

La miel que genera la especie Melipona beecheii (una abeja sin aguijón) se
utiliza para las parturientas cuando acaban de dar a luz; también para las
cataratas; proporciona energía y cura la tos de los niños, abundó la
especialista.

“Las personas están acostumbradas a ir cada mes por un piquete de abeja,


sobre todo en épocas de frío y humedad, cuando se reactivan los síntomas
del reumatismos y los dolores de prótesis”. El pinchazo de avispa, acotó, se
aplica para histeria, menopausia y síntomas neurológicos.

También son empleados los gusanos de la tierra llamados Tlalomitl para la


impotencia sexual, y algunas personas ingieren a las abejas vivas con la
misma finalidad.

Algunas larvas de moscas comen microorganismos y secretan antibióticos


o sustancias cicatrizantes; algunos insectos brindan frescura a la piel,
mientras que la miel contrarresta la resequedad, dijo.

Los grillos, cucarachas y abejorros son aprovechados para el dolor o


inflamación de la garganta; es probable que algunos posean sustancias
broncodilatadoras, así como antibióticos y vitaminas que ayudan al
aparato respiratorio.

Para los cálculos en la vejiga, se aplica la “teoría de la semejanza”, en la


que los femorales de la pata trasera de los tetigónidos (chapulines,
esperanzas, grillos) tienen la forma de una vejiga; probablemente posean
sustancias que provocan diuresis. Bajo la misma hipótesis, el gusano blanco
sirve contra la impotencia sexual.

Las cucarachas son utilizadas contra el cáncer, malestares estomacales, tos


y regeneración física. Los jumiles y las chinches sagradas de Taxco
combaten el bocio porque contienen abundante yodo, además de sustancias
analgésicas y anestésicas. Mientras, las chinches del género Thasus actúan
contra la tosferina.

El piquete de hormiga se aplica cuando está deprimido el sistema


inmunológico, en caso de artritis o enfermedades en los huesos. Las
mandíbulas de la especie Atta se usan como grapas para curar heridas
porque tienen sustancias antibióticas en sus glándulas.

Algunos escarabajos en estado de larva contienen bacterias que ayudan a


la flora intestinal. Los pinacates o escarabajos tenebriónidos se hierven y
curan la tos de los niños.

En África, hay épocas en que la población sólo se alimenta de chapulines


porque consideran que, por su alto contenido vitamínico, contrarrestan las
hambrunas.

La grasa de las mariposas generalmente se aplica en las cuarteaduras de


los pies y labios, y el excremento de la especie Bombyx mori contrarresta la
fiebre y ayuda contra la avitaminosis.

Con la entrada de la medicina social a las áreas rurales, este hábito ha empezado a
disminuir porque los jóvenes prefieren los nuevos fármacos; no obstante, en zonas
conurbadas la gente recurre cada día más a este tipo de remedios naturales,
concluyó.

-o0o-

http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2009_397.html

Insectos en la medicina
forense
hace 7 meses

Identificación de las causas

Héctor Velázquez Fernández (*)


Desde hace décadas es de uso común en Estados Unidos y en
Europa el estudio y práctica de la entomología forense, que es el
análisis de cómo los insectos pueden ayudar en la conclusión sobre el
origen de la muerte de una persona, a través de las condiciones de un
cadáver.

Esta técnica es útil cuando ya pasaron más de 72 horas de que una


persona falleció. Antes de ese lapso, para determinar las causas de
una muerte, entre otros elementos, se recurre a la auscultación de las
cavidades craneales, torácica, abdominal, etc. Después de ese lapso
la identificación de causa es un proceso más complejo.

¿Qué utilidad forense tienen los insectos? Sus larvas son casi lo
primero que aparece cuando se da un proceso de descomposición.
Hace 4 mil años que las culturas antiguas sabían que las moscas
verdes y azules iban apareciendo de acuerdo con el tiempo de
putrefacción del cadáver.

Etapas

Ante la descomposición, arriban primero los dípteros,


fundamentalmente las moscas. Luego los artrópodos; los arácnidos en
particular, y finalmente los escarabajos. Pareciera que el uso de
insectos fuera poco predecible, dado que la medicina forense solo
opera con datos que se puedan comprobar; sin embargo como se
conocen con precisión los patrones de crecimiento, alimentación y
propagación de los insectos, ellos nos pueden permitir establecer
cuánto tiempo ha pasado desde que una persona ha muerto.

La hembra pone sus huevos en orificios naturales, como los ojos del
cadáver, las heridas o los pliegues cutáneos. Una vez incubada, la
larva joven sale del huevo y una o dos mudas después, abandona el
cadáver y se entierra en el suelo. Si el cadáver está en una habitación,
la larva se entierra en la alfombra o se pone debajo de los muebles
para protegerse del sol y los predadores. Por ello, el forense hurga
debajo de los muebles o de la alfombra. De ahí la importancia de
preservar la zona donde se halla un cadáver en descomposición de
más de 72 horas. Los insectos también son útiles en la identificación
de los tóxicos por los que alguien murió, pues las larvas metabolizan
sustancias que nos pueden dar indicios sobre lo que originó la muerte.

Aunque la técnica era usada por egipcios y chinos, fue hasta el siglo
XIX cuando se comenzó el estudio de los insectos que aparecían en
los pies en las momias; y en el siglo XX, desde los años 70, el análisis
científico de los insectos en cadáveres se hizo más hecho habitual. En
nuestro país, la Procuraduría de Ciudad de México fue la primera en
utilizar los insectos con fines forenses. Siguieron Nuevo León y
Coahuila, pero es el Colegio de Posgraduados de Chapingo, donde se
estudia con más detalle esta peculiar y muy poco conocida técnica
para la identificación de las causas de la muerte de una persona.—
Puebla, Puebla.

hv_mx@yahoo.com.mx

Catedrático

http://www.yucatan.com.mx/editorial/insectos-en-la-medicina-forense

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0065-17372016000300370

http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-46342006000100005

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