“Nací en 1929”
2- ¿Trabajabas o estudiabas?
“Estudié a partir de los 7 años, fui solo hasta quinto año obligada porque mis
padres querían que lo hiciera, pero en ese año tuve un reuma, dejé de ir y no
volví más. No trabajé porque aún no había muchas cosas donde pudiera
trabajar, nunca sentí la necesidad de hacerlo.”
“En mi familia éramos 5, mis padres, yo y mis dos hermanos, vivíamos todos
juntos en mi casa y nuestro hogar era muy humilde.”
“En casa más o menos todos queríamos lo mismo, mis hermanos querían
conseguir un trabajo, casarse y tener hijos, se podría decir que el objetivo que
teníamos era irnos de nuestra casa y hacer nuestra vida. De mi parte anhelaba
casarme y formar una familia, lo pude cumplir.”
“Recuerdo que antes no era como ahora, o sea, ahora la gente se anima a
más, en mi época nos limitábamos a hacer muchas cosas porque no
queríamos avergonzar a la familia.
La menstruación era un tabú, cuando tuve mi primera regla recuerdo que pensé
que me estaba pasando algo malo, nunca nadie me había hablado de eso. Me
pegue semejante susto, las palabras de mi madre fueron “es normal”.
Me acuerdo que eso de tener dragoncitos como tienen ahora las gurisas era
algo poco viable, a todas nos gustó siempre un chico (se ríe) pero solo
podíamos estar con alguien cuando nos casáramos y tenía que ser nuestro
marido, mi madre siempre me decía que respetara la familia.
Otra cosa que era considerada tabú, era el tema de hacernos cambios de look,
ahora veo a todos cambiando variadamente, en mi época además de no tener
muchas alternativas, no nos hacíamos ni siquiera agujeros en las orejas, ahora
están llenos de caravanas y tatuajes (re ríe).
Por último algo que me llama mucho la atención, pero antes no sucedía, son
las diferencias y discusiones con los padres, antes hacíamos lo que nos decían
nuestros padres y no los cuestionábamos, ahora los chiquilines cuestionan todo
y encima discuten con sus padres sobre eso y todo.”
“La mujer era la ama de casa, se ocupaba de cuidar y criar a los hijos, se
ocupaba de que en la casa estuviera todo en orden y se cumplieran los deseos
del hombre. Era importante que cumpliera con todo, ya que de ella dependía
que la comida estuviera pronta, la casa estuviera limpia y nosotros como hijos
hiciéramos las cosas bien.”
El hombre era el que traía la comida a la casa, le debíamos respeto por eso y
por ser el señor de la casa, era quien nos cuidaba. Recuerdo que siempre se
hacía lo que el hombre decía, era palabra santa. Mi madre todo lo que hacía
era complacerlo para que fuera feliz, conmigo era muy distante.
“Aff (se ríe), los hombres siempre tenían encuentros con otras mujeres,
estando casados o no, era normal. Ah pero la mujer pobre, era una
irrespetuosa, una cualquiera. La mujer siempre era más juzgada que el
hombre. En todo sentido, ahora los tiempos cambiaron, pero el hombre siempre
ha sido un ganador y la mujer una atorrante.”