Sin embargo, no nos damos cuenta de los procesos por los cuales atraviesa,
ni de las características que adquiere con el paso del tiempo y su evolución dentro
de la madre tierra. Y es que el ser humano no siempre ha sido estático, si no que
se encuentra en constante evolución e interacción con su entorno lo que lo convierte
en un ser dinámico. Dentro de este análisis, me gustaría plantear la pregunta ¿Qué
es un ser humano?, a lo que Pablo Freire resalta que: “...es fundamental partir de la
idea de que el hombre es un ser de relaciones y no sólo de contactos, no sólo está
en el mundo sino con el mundo” (Freire, 1976, p. 28) ante esto no podemos
considerarlo como un ser indefinido, sino que, a partir de sus características, de su
razonamiento, su permanencia y su existencia misma crea una serie de relaciones
que lo posicionan dentro del mundo y lo hacen interactuar con el mundo. Sin
embargo, en ocasiones estas relaciones entre humanos se tornan difíciles y dan
pauta a la inequidad, ante estas situaciones surgen una serie de relaciones de poder
donde unos seres humanos son sometidos por otros, relaciones de opresión.
La importancia de poder decidir por sí mismo, es planteada como base de la
posibilidad de ser de las personas. Por lo tanto, aquellas personas que no pueden
decidir por sí mismas no existen, no son; así que, la tarea es orientarse a posibilitar
la capacidad de decisión de todos. Y dentro de este contexto la comunidad es un
factor de gran peso donde el ser humano se puede desarrollar en un entorno físico,
mental, y social con más individuos que tienen un fin común, sin embargo dentro de
esta misma comunidad se vive una constante lucha de poderes que deja entre ver
las relaciones de poder de las que Pablo Freire hace referencia.
Por otra parte la comunalidad como proceso integral de la vida misma, que
nos permite analizar al ser como un ente integral, total, natural y común con
capacidad de hacer vida, concepto que toma en cuenta la naturaleza, geografía,
territorio, tierra o suelo que pisa; la sociedad, comunidad, familia; el trabajo, labor,
actividad que realiza la sociedad, o comunidad; y finalmente, lo que obtiene o
consigue: bienestar, fiesta, distracción, satisfacción, cansancio con su trabajo, labor,
o actividad. Si nos damos cuenta el ser humano va mas allá que un simple enfoque
biológico, donde su autonomía no se pierde de vista, sin embargo, su desarrollo
dentro de una comunidad es de gran peso a pesar de la autonomía que por
naturaleza tiene.
Para concluir me gustaría recalcar que cuando el ser humano sea capaz de
poder observar todo lo que lo construye y lo caracteriza, y a partir de esto generar
conductas de respeto, tolerancia, prevención, cuidado, etc. De visualizar todo lo
antes mencionado; a lo que llamamos salud-enfermedad será en menor porcentaje
dentro de las sociedades, y podrá verse no como un mal que amenaza la vida si no
como parte del proceso vida y muerte. Aprenderemos a valorar más como seres
humanos la vida y a tener una visión de la muerte como el siguiente paso inevitable
y el fin ultimo de todo ser vivo.