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DEFINICIÓN DE JURISDICCIÓN.

Siguiendo al profesor Mario Mosquera Ruiz, podemos definir a la jurisdicción como el


poder-deber del Estado, que se radica preferentemente en los tribunales de justicia,
para que éstos como órganos imparciales e independientes, resuelvan de manera
definitiva e inalterable, con posibilidad de ejecución, los conflictos de relevancia
jurídica, que se susciten entre partes, en el orden temporal y dentro del territorio
nacional, y con efecto de cosa juzgada.

DEFINICIONES DOCTRINALES DE JURISDICCIÓN.


Para Eduardo Couture Etcheverry, jurisdicción es la función pública realizada por
órganos competentes del Estado con las formas requeridas por la ley en virtud de la
cual por acto de juicio se determina el derecho de las partes, con el objeto de dirimir
sus conflictos, controversias de relevancia jurídica mediante decisiones con autoridad
de cosa juzgada eventualmente factible de ejecución.

Juan Francisco Colombo Campbell la define como el poder-deber que tienen los
tribunales de justicia para resolver, por medio del proceso y con efectos de cosa
juzgada, los conflictos de relevancia jurídica en cuya resolución les corresponde
intervenir.

Cristián Maturana Miquel establece que la jurisdicción es el poder-deber del Estado,


radicado exclusivamente en los tribunales establecidos en la ley, para que éstos dentro
de sus atribuciones y como órganos imparciales, por medio de un debido proceso,
iniciado generalmente a requerimiento de parte y a desarrollarse según las normas de
un racional y justo procedimiento, resuelvan con eficacia de cosa juzgada y eventual
posibilidad de ejecución, los conflictos de intereses de relevancia jurídica que se
promuevan en el orden temporal y dentro del territorio de la República.

Finalmente, para Mario Casarino Viterbo la jurisdicción simplemente es la facultad que


tiene el Poder Judicial de administrar justicia.

LA JURISDICCIÓN EN LA LEGISLACIÓN NACIONAL.


Nuestro ordenamiento jurídico procesal considera entre sus disposiciones a la
jurisdicción, sin embargo, no se preocupa de definirla sino sólo de entregar nociones
fundamentales a nivel constitucional y legal.

El inciso 1°, primera parte, del artículo 76 de la Constitución Política de la República


dispone que la facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de resolverlas y de
hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la
ley.
Por su parte, y en similares términos, el artículo 1° del Código Orgánico de Tribunales
señala que la facultad de conocer las causas civiles y criminales, de juzgarlas y de hacer
ejecutar lo juzgado pertenece exclusivamente a los tribunales que establece la ley.

CONCEPTO DE CAUSA.

El legislador, tanto en el artículo 76 de la Constitución Política de la República como en


el artículo 1° del Código Orgánico de Tribunales, alude al expresión “causas”. Para
nosotros, la causa debe ser entendida como expresión sinónima de juicio, litigio o pleito
y puede definirse como la controversia jurídica actual entre partes sometida al
conocimiento de un tribunal de justicia.

EQUIDAD Y DERECHO EN LA JURISDICCIÓN.


La doctrina distingue dos manifestaciones de la jurisdicción en atención al ejercicio de
la actividad jurisdiccional. Nos referimos a la jurisdicción de derecho y jurisdicción de
equidad.

Jurisdicción de derecho es aquella en que el juez debe dar estricta aplicación a la norma
jurídica establecida con anterioridad a la resolución del conflicto. En nuestro país, por
aplicación del principio de la legalidad, es la regla general.

Jurisdicción de equidad es aquella en que el juez, frente a la necesidad de dar solución


al caso concreto, busca precedentes que hayan resuelto casos similares al que debe
juzgar o, en ausencia de tal precedente, se le permite crear norma jurídica que resuelva
el conflicto sometido a su decisión, en base a los principios generales del derecho y el
uso de su prudencia.

CARACTERÍSTICAS DE LA JURISDICCIÓN.
SE TRATA DE UNA FUNCIÓN PÚBLICA.

El Estado es el depositario de la soberanía nacional y por tal debe ejercer tres tareas
fundamentales, ellas son la legislativa, ejecutiva y judicial. En el marco de la función
jurisdiccional es el encargado de mantener y restablecer la paz social quebrantada.

ESTÁ RADICADA PREFERENTEMENTE EN LOS TRIBUNALES DE JUSTICIA.

La Constitución Política de la República y las leyes entregan la función jurisdiccional a


los tribunales de justicia, sin perjuicio de que se contemple que determinados órganos
de carácter administrativo también ejercen funciones jurisdiccionales de manera
eventual.
EL CONCEPTO DE JURISDICCIÓN ES UNITARIO.

La jurisdicción no admite clasificación o división alguna, pues cualquiera fueren sus


diversas manifestaciones, siempre se trata de una unidad conceptual mirada desde el
punto de vista de la función que el juez desarrolla al ejercerla.

PRODUCE EFECTO DE COSA JUZGADA.

La jurisdicción produce una consecuencia jurídica que le es propia y única, nos


referimos a la cosa juzgada. Cada vez que tribunales de justicia dicta una sentencia que
obtiene el carácter de firme o ejecutoriada, nace el efecto de cosa juzgada, entendido
como la facultad que permite al vencedor de obtener el cumplimiento de lo resuelto a
través de la acción de cosa juzgada y evitar al vencido para que se le enjuicie
nuevamente a través de la excepción de cosa juzgada.

LA JURISDICCIÓN ES INDEROGABLE.

Al ser una manifestación de la soberanía, la jurisdicción es inderogable. En


consecuencia, es nulo por ilicitud de objeto el hecho de que una persona decida someter
un determinado litigio a la jurisdicción de tribunales extranjeros, según lo establecido
en los artículos 1462 del Código Civil y 5° de la Constitución Política de la República.

LA JURISDICCIÓN ES INDELEGABLE.

El juez no puede delegar su función jurisdiccional en otro órgano u autoridad. La


jurisdicción emana de la soberanía de la nación, quien entrega su ejercicio en las
autoridades establecidas en la Constitución y las leyes. En este sentido el artículo 7°
inciso primero de la Constitución señala que los órganos del Estado actúan válidamente,
previa investidura regular de sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma
que prescriba la ley. Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las
responsabilidades y sanciones que la ley señale (inciso final del artículo citado).

LA JURISDICCIÓN ES IMPRORROGABLE.

Las partes no pueden, en virtud del principio de la autonomía de la voluntad, acordar


modificar la jurisdicción mediante la entrega de facultades jurisdiccionales a un órgano
público que legalmente no está investido de tales.

LA JURISDICCIÓN ES TERRITORIAL.

Al tratarse de una manifestación de la soberanía, las facultades jurisdiccionales de los


tribunales están restringidas al territorio geográfico de la nación.

LA JURISDICCIÓN ES DE EJERCICIO EVENTUAL.


La jurisdicción se pone en movimiento solo en caso de que la función legislativa resulte
insuficiente para mantener la paz social. En otras palabras, si la ley es cumplida por
todos, no se requerirá de la actividad jurisdiccional, pues su ejercicio depende de la
violación al ordenamiento jurídico vigente.

LÍMITES A LA JURISDICCIÓN.
Son límites a la jurisdicción todos aquellos factores que delimitan el ejercicio de la
función jurisdiccional estatal, ellos pueden adoptar un carácter interno o externo.

LÍMITES INTERNOS.

Los límites internos se determinan según la materia; la persona que la ejerce; el periodo
durante el cual se ejerce y la competencia.

MATERIA.

La función jurisdiccional limita su labor a controversias jurídicas, excluyendo a


cuestiones de carácter filosófico, moral o religioso.

PERSONA.

La jurisdicción está limitada preferentemente a los tribunales de justicia, función que


no puede ser prorrogada ni delegada.

TIEMPO.

Los tribunales de justicia, con excepción de los tribunales arbitrales, ejercen la función
jurisdiccional de manera permanente. Los jueces se mantienen en sus cargos mientras
dure su buen comportamiento y no cumplan los 75 años de edad.

COMPETENCIA.

Si bien es cierto, todos los tribunales de justicia tienen jurisdicción por expreso
mandato constitucional, esta se limita en razón de la competencia que posee cada uno
de los tribunales dentro de su territorio jurisdiccional.

LÍMITES EXTERNOS.

Los límites externos de la jurisdicción se relacionan con el territorio y las atribuciones


de otros poderes del Estado.

TERRITORIO.
La jurisdicción al ser una manifestación de la soberanía nacional, se limita bajo los
mismos términos que ella, es decir, no puede traspasar más allá de los límites
geográficos del territorio de la república.

ATRIBUCIONES DE OTROS PODERES DEL ESTADO.

La jurisdicción de los tribunales de justicia está limitada por el ejercicio que de sus
propias atribuciones pueden hacer otros poderes del Estado.

MOMENTOS DE LA JURISDICCIÓN.
La función jurisdiccional se materializa a través de proceso, el cual está formado por
una serie o secuencias de actos que se desarrollan de manera progresiva y que toman
diferentes caracteres según el procedimiento que se aplique a cada caso.

Con todo, podemos identificar tres etapas o fases de la jurisdicción, ellas son la fase de
conocimiento, la de juzgamiento y de ejecución.

CONOCIMIENTO.

En la etapa de conocimiento, el tribunal recibe los antecedentes que permiten resolver


la contienda jurídica. En materia civil, la presente fase se manifiesta en los periodos de
discusión y prueba, es decir, mediante la demanda y contestación (procedimiento
ordinario), además de la recepción de la causa a prueba y el término probatorio.
Mientras, en materia penal, se manifiesta en el juicio oral (procedimiento penal
ordinario) y la respectiva etapa en cada uno de los procedimientos especiales
contemplados por el Código Procesal Penal.

JUZGAMIENTO.

A través de la etapa de juzgamiento el tribunal realiza un razonamiento lógico y


sistemático que culmina con la dictación de una sentencia que resuelve la contienda
jurídica. Para llevar adelante dicha labor, el juez debe cumplir con las normas legales
que regulan la dictación de sentencias contenidas en los artículos 160 y 170 del Código
de Procedimiento Civil; artículo 342 del Código Procesal Penal y artículo 83 del Código
Orgánico de Tribunales.

EJECUCIÓN.

En la fase de cumplimiento, el juez ordena cumplir lo resuelto en la sentencia, incluso


mediante el uso de la fuerza. Tal coerción se manifiesta en la facultad de imperio, la cual
puede ser definida como la posibilidad que tienen los órganos jurisdiccionales de
ejecutar, por medios legales y coercitivos, las sentencias condenatorias dictadas.
Verbigracia, la ejecución en materia civil puede adoptar la forma del cumplimiento
incidental de la sentencia o el procedimiento ejecutivo por obligaciones de dar, hacer y
no hacer.

EQUIVALENTES JURISDICCIONALES.
Equivalentes jurisdiccionales son todos aquellos medios, que sin ser una sentencia
emanada del órgano jurisdiccional, dan solución a los conflictos de relevancia jurídica.

Son equivalentes jurisdiccionales, la transacción, conciliación, avenimiento y sentencia


extranjera.

TRANSACCIÓN.

La transacción es un contrato en que las partes terminan extrajudicialmente un litigio


pendiente, o precaven un litigio eventual (Artículo 2446 del Código Civil). La doctrina
complementa la definición agregando que las partes deben efectuar concesiones
recíprocas.

El artículo 2460 del Código Civil establece que la transacción produce el efecto de cosa
juzgada y que para lograr dicho propósito es necesario que el contrato conste por
escritura pública.

CONCILIACIÓN.

Se trata de un equivalente jurisdiccional mediante el cual las partes acuerdan dar


solución a un conflicto de relevancia jurídica dentro del proceso y con la activa
participación del juez.

La conciliación produce efecto de cosa juzgada una vez que el acuerdo queda ratificado
por las partes en el acta de conciliación. Tal acta, una vez suscrita, adquiere mérito
ejecutivo en los mismos términos que el numeral primero del artículo 434 del Código
de Procedimiento Civil establece.

AVENIMIENTO.

El avenimiento es un acuerdo de las partes que tiene por objeto dar solución a un
conflicto de relevancia jurídica dentro del proceso y que no se produce a instancias del
juez. La ley exige como requisito de validez del acto que el juez competente tome
conocimiento del acuerdo, que sea autorizado por un ministro de fe o excepcionalmente
por dos testigos.
SENTENCIA EXTRANJERA.

Por regla general, el nuestro país se aplica el principio de la territorialidad de los actos
jurídicos procesales, ello se traduce en que las sentencias extranjeras no tienen valor
en Chile.

Excepcionalmente, una sentencia extranjera puede llegar a tener eficacia si es sometida


al trámite denominado exequátur. El exequátur es un proceso de homologación
conocido por la Corte Suprema y que tiene como propósito el que una sentencia dictada
por un tribunal extranjero tenga eficacia jurídica y produzca efecto de cosa juzgada
dentro del territorio nacional.

MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE


LITIGIOS.
Durante las últimas décadas se ha puesto énfasis en la solución del conflicto de intereses
por la vía autocompositiva, incluso sin tener que acudir al proceso para su resolución.
Es así como en diversos países se han generado nuevos métodos de solución de litigios
a los cuales se les conoce como ADR (Alternative Dispute Resolution) o Resolución
Alternativa de Litigios.

Andrés Bordalí Salamanca nos explica que con la sigla ADR (Alternative Dispute
Resolution) se designa a todos aquellos modos de arbitraje, conciliación, mediación o
cualquier otra instancia privada o social que permite resolver una controversia jurídica
evitando el ejercicio de la función jurisdiccional.

En consecuencia, podemos definir a los mecanismos alternativos de solución de litigios


como aquellas herramientas procesales que la ley otorga a las partes con el objeto de
poner fin a un conflicto de relevancia jurídica sustrayendo su resolución de la actividad
jurisdiccional estatal. En nuestra legislación es la mediación su ejemplo más
trascendente.

MEDIACIÓN.

La mediación es definida por el artículo 103 de la ley número 19.698 que crea los
tribunales de familia (modificada por la ley número 20.286) como aquel sistema de
resolución de conflictos en el que un tercero imparcial, sin poder decisorio, llamado
mediador, ayuda a las partes a buscar por sí mismas una solución al conflicto y sus
efectos, mediante acuerdos.

Se trata de un mecanismo que tanto los particulares como nuestra legislación procesal
progresivamente han incorporado como una forma de solución de conflictos jurídicos.
Verbigracia, en materia de arbitraje comercial o marítimo, los interesados someten a la
decisión de un mediador la resolución de la controversias nacionales e internacionales
conocidas por el Centro de Arbitraje y Mediación de Santiago (CAM Santiago).

En materia de salud, conforme a la ley número 19.937, la Superintendencia de Salud


está a cargo de un sistema de mediadores privados acreditados e inscritos que actúan
como mediador entre los cotizantes o beneficiarios y las Aseguradoras, es decir, Fonasa
e Isapres.

Otra manifestación del presente mecanismo compositivo se expresa a través de la ley


número 19.966 que establece un procedimiento previo de mediación obligatorio y no
confrontacional, esta vez entre usuarios y establecimientos de salud, que busca generar
acuerdos, mutuamente convenientes, que permitan reparar el daño ocasionado con
motivo de una prestación de salud.

Finalmente, la ley número 19.496 que permite al consumidor recurrir a un mediador o


a un árbitro financiero que resuelva las controversias, quejas o reclamaciones, en el
caso de que considere que el servicio de atención al cliente no ha respondido
satisfactoriamente sus consultas o reclamos por cualquier producto o servicio
financiero del proveedor que se otorgue en virtud de un contrato de adhesión.

LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.
Asuntos contenciosos administrativos son aquellos conflictos de relevancia jurídica
suscitados entre un particular y un órgano de la Administración del Estado, a
consecuencia de un acto de autoridad administrativa y que requieren para su
resolución del ejercicio de la actividad jurisdiccional.

Acto administrativo, conforme al artículo tercero de la ley número 19.880, se define


como las decisiones formales que emiten los órganos de la Administración del Estado
en las cuales se contienen declaraciones de voluntad, realizadas en el ejercicio de una
potestad pública. Son manifestaciones del acto administrativo los decretos supremos,
resoluciones, dictámenes, acuerdos y ordenanzas.

Son competentes para conocer de los asuntos contenciosos administrativos los


tribunales ordinarios a menos que existe norma especial al respecto.

RELACIONES ENTRE LA JURISDICCIÓN, LEGISLACIÓN Y


ADMINISTRACIÓN.
El Estado, como depositario de la soberanía nacional, cumple tres funciones
fundamentales: gobernar, legislar y juzgar, las cuales son ejercidas por diversos
órganos públicos separados en tres poderes: el Gobierno, el Congreso Nacional y el
Poder Judicial.
DIFERENCIAS ENTRE JURISDICCIÓN Y LEGISLACIÓN.

La función legislativa persigue declarar el derecho en términos generales, mientras que


la función jurisdiccional involucra aplicar un derecho concreto a un caso particular. La
legislación sirve a los intereses generales de los ciudadanos, en cambio la jurisdicción
sirve a los intereses particulares de partes o terceros interesados, y sólo
excepcionalmente a terceros no interesados. La función legislativa actúa
espontáneamente, en cambio la jurisdicción es a instancia de particulares. Los actos
legislativos obligan a todos los ciudadanos, los actos jurisdiccionales sólo obligan a los
litigantes. Los actos legislativos son derogables o modificables por otro acto legislativo,
en cambio la sentencia que emana de la función jurisdiccional una vez firme es
inamovible, inderogable e inmodificable por efecto de la cosa juzgada.

DIFERENCIAS ENTRE JURISDICCIÓN Y ADMINISTRACIÓN.

Respecto a la función administrativa, ésta es distinta a la jurisdiccional, por lo siguiente:


es espontánea, está organizada en base al principio de unidad (no jerárquica); sus actos
afectan a todos y a todas las cosas; son esencialmente revocables, reclamables y
revocables por el órgano jurisdiccional. Los procedimientos administrativos deberán
ser ágiles y expeditos, sin más formalidades que las que establecen las leyes y
reglamentos. Además, los actos administrativos serán impugnables mediante los
recursos que establezca la ley. Todo esto sin perjuicio de las acciones jurisdiccionales a
que haya lugar.

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