AGROPECUARIAS
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA
DEPARTAMENTO DE PRODUCCIÓN
VEGETAL
GUIA TEMATICA N° 6
LABORES CULTURALES DE
CULTIVOS
Equipo docente
Ing. Agr. ( M. Sc.) Gabriel Avila
Ing. Agr. (Mgter.) Marcelo Blanco
Ing. Agr. Jorge Corbellini
Ing. Agr. Jorge Fonseca
Ing. Agr. Jorge Luján
Ing. Agr. Marcelo Pignata
Ing. Agr. Carlos Vacchina
FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CORDOBA
PRACTICAS PREPROFESIONALES I (AGRICOLAS)
GUIA TEMATICA N° 6
DEFINICION:
Se entiende por Labores Culturales, a todas aquellas actividades o tareas que se deberá
realizar desde el momento de la siembra o implantación de los cultivos hasta la cosecha y que
son necesarias para asegurarles un óptimo crecimiento y desarrollo.
Entre ellas distinguimos a las Labores Culturales Generales, que son aquellas comunes a la
mayoría de las especies y las Labores Culturales Especiales, que son específicas para algunas
especies determinadas.
Descortezado o Descostrado:
Operación que se realiza con el objeto de romper la costra superficial, por ej. luego de
una lluvia intensa (planchado), para facilitar la emergencia de la plántula o bien para destruir la
capilaridad superficial evitando de ese modo una excesiva evaporación de la humedad del suelo
Entre la maquinaria utilizada para ello tenemos la rastra de dientes, rastra rotativa, rastrillo, etc.
Aporque:
Operación mediante la cual se arrima tierra al pie de las plantas con el objeto de:
- Favorecer el anclaje o sostén de la planta.
- Alejar el surco de riego
- Favorecer el desarrollo de raíces y bulbos
- Favorecer el blanqueo
- Proteger raíces y bulbos de las bajas temperaturas en invierno
Raleo:
Labor que se realiza para de eliminar plantas con el objetivo de dar al cultivo una densidad
poblacional adecuada en función de sus necesidades de crecimiento y desarrollo, evitando la
competencia intra especifica y así lograr una mejor calidad, tamaño y presentación del producto.
Atento a la superficie, se lleva a cabo en forma manual, con ayuda de escardillos o zapines; en
grandes superficies se puede utilizar rastras rotativas o rastras de dientes.
Métodos de Control
Los métodos de control utilizados pueden ser Físicos, Químicos o Biológicos.
- Métodos Físicos:
Manual: se realiza mediante escardillos, zapines, azadas, palas, etc.
Mecánicos: mediante herramientas como cultivadores, escardillos, rastras, etc.
Otros: coberturas con polietileno negro, o con paja, que impiden el crecimiento de las
malezas, conservando temperatura y humedad en el suelo.
- Métodos Químicos:
Mediante Herbicidas que matan o inhiben e crecimiento de las malezas. Si bien son una
valiosa ayuda en el control de las malezas, no debe esperarse de ellos la solución total
del problema. El uso indiscriminado y repetido del mismo producto puede conducir con
el tiempo a un cambio de la población de malezas creando resistencia al mismo, además
de provocar acumulación de residuos que pueden ser nocivos para cultivos posteriores.
La susceptibilidad, tanto de las malezas como del cultivo, está relacionado con el
momento d+en que se aplica el producto, por lo tanto su aplicación deberá ser
cuidadosa, efectuándola en el momento de máxima resistencia para el cultivo y máxima
susceptibilidad de las malezas. De acuerdo al momento de aplicación de estos
productos, distinguimos tres grandes grupos:
Pre-Siembra o Pre-Plantación: Se pueden aplicar directamente sobre el follaje de las
malezas, actuando por contacto sobre la parte aérea, o absorbidos y trasladado al
interior de toda la planta. También se aplican sobre el suelo productos de acción
residual que matan la maleza a medida que van emergiendo.
Preemergencia: su aplicación se realiza luego de la siembra y antes de la emergencia,
usando generalmente productos de acción selectiva y residual que controlan las malezas
a medida que van germinando.
Post-emergentes: Se usan herbicidas de contacto sobre el follaje de las malezas o
traslocables dentro de las mismas. También se pueden aplicar en forma dirigida o en
bandas, evitando tocar el cultivo.
- Métodos Biológicos:
Es el control de las malezas por otros organismos como insectos, hongos, bacterias u
otras plantas. En este caso se basa en la competencia que ciertos cultivos ejercen sobre
algunas malezas. Es efectivo para control de especies perennes en terrenos muy
infectados. Se requiere el empleo de cultivos de rápido crecimiento y que produzcan
buena cobertura del suelo. En este sentido pueden resultar de gran interés los cultivos de
alfalfa, trébol, sorgo, cebada.
Riego:
La aplicación artificial de agua al terreno con el fin de suministrar a las especies vegetales la
humedad necesaria, puede tener distintos objetivos:
- Riego de presiembra, para dotar al perfil del suelo de la humedad adecuada que asegure
la correcta germinación y emergencia
- Asegurar la cosecha contra sequías temporarias.
- Complementar los requerimientos de humedad de las especies cultivadas durante su
permanencia en el terreno.
- Refrigerar el suelo y la atmósfera del mismo, mejorando las condiciones ambientales
para el desarrollo de los cultivos
- Disolver sales que puedan estar contenidas en el perfil del suelo en la zona de absorción
de las raíces.
- Disminuir la acción negativa de fuertes heladas, regulando la atmósfera superficial.
Sistemas de Riego:
La elección del método de riego más conveniente, es muy importante para maximizar los
beneficios de su uso. La mala elección o uso incorrecto del Sistema a emplear puede originar
fallas o daños que en algunos casos son irreversibles, como por ejemplo erosión, acumulación
de sales, encharcamientos, etc., como así también una inversión improductiva en la instalación
del mismo.
Es necesario conocer los distintos parámetros que componen el sistema para una correcta
elección, como: topografía, pendiente, textura, estructura, permeabilidad, capacidad de campo,
profundidad de napas, caudal y calidad disponible, cultivos a realizar, frecuencia de vientos en
la región, etc. El factor económico también es decisivo en la elección, allí se comparan costos
de instalación y operativos con la eficiencia de cada método. Los sistemas de riego mas
utilizados, son:
- Riego por gravedad: consiste en hacer escurrir el agua sobre el terreno aprovechando
los desniveles, con pendientes suaves, adaptándose a cualquier textura si bien es mas
eficiente en suelos de textura media pesada. Dos modalidades de este sistema sería el
riego por manto y riego por surco.
- Riego por manto: Se divide el terreno en fajas denominadas tablones, melgas o
canteros, limitadas por bordos y cuya altura dependerá del caudal, la pendiente y la
especie sembrada. Se construyen mediante doble pasada de arado o con bordeador. Se
adapta a suelos con pendientes del 2 – 3%. El ancho y largo de la melga estará en
relación directa con la textura, pendiente, caudal disponible y cultivo, aunque
generalmente no conviene un ancho mayor a los 2- 3 metros para facilitar las labores
culturales.
- Riego por surco: consiste en proporcionar a los cultivos el agua que se desplaza por
los surcos aprovechando la pendiente, entre los bordos o platabandas tratando de
favorecer una mayor infiltración para que la humedad llegue a la zona de raíces. Las
ventajas con respecto al anterior son la utilización de menor cantidad de agua
reduciendo la evaporación y pérdidas. Se adapta a todos los cultivos sembrados en
líneas en especial en aquellos en que el contacto del agua con el cuello de la planta
trae aparejado problemas de enfermedades fúngicas, tal el caso de pimiento, tomate,
zapallo, berenjena, etc. Si bien estos sistemas exigen la nivelación previa del terreno
para una mayor eficiencia en el uso de los recursos, la longitud de los surcos estará
determinada por la textura y la pendiente; cuanto mas liviana sea la textura y mayor
sea la pendiente, menor será el largo de los surcos para logar una infiltración pareja en
todo el perfil. Los valores de eficiencia de estos sistemas varían entre el 50 y 65%. En
extensiones importantes, se pueden trazar los surcos siguiendo las curvas de nivel,
pudiendo adaptar así el sistema hasta con pendientes naturales del 8 a 10%.
- Riego Subterráneo: El agua se distribuye por una red de tuberías que se extienden
debajo de la superficie del terreno, el cual deberá permitir al agua moverse
transversalmente. Tiene un alto costo de implementación.
- Riego por Caudal Discontinuo: sistema de riego ideado por el INTA el que consiste
en conducir el agua desde la fuente de riego por manguera o tubería expandible (no
rígida) que generalmente se ubica en la cabecera de los surcos con “ventanas”
equidistantes de salida de agua en cada surco, disminuyendo con esto la perdida de
agua en cabeceras y acequias, facilitando la mano de obra. En estos se logra una
eficiencia del 60 – 65 %.
- Riego por Aspersión: Consiste en la aplicación del riego en forma de “lluvia”; dentro
de este sistema encontramos:
Equipos Fijos: compuestos por cañería principal y ramales secundarios que van
enterrados, conectados a una bomba de presión (de escasa difusión en el agro, se usa
en canchas, parques, jardines, etc.)
Equipos Semimóviles o Móviles: Donde el primero tiene como característica la
instalación permanente de la cañería troncal o principal, pudiéndose trasladar las alas
regadoras. Entre ellos tenemos los de Pívot Central o Avance Frontal. En tanto que en
los móviles tenemos los de cañón regador con una manguera extensible que se enrolla
en un carretel, que se desplaza mediante el tractor a la posición deseada. En estos
casos la fuente de agua puede ser mediante perforación o aguas superficiales como
ríos o canales. Generalmente la eficiencia del riego por aspersión es del 70 – 80%,
pero disminuye en zonas de vientos frecuentes, pues la distribución no es pareja, o
cuando el ambiente es muy seco, debido a la gran evaporación.
- Riego por Goteo: Consiste en la colocación y sistematización de mangueras al
costado de la línea de plantas con dispositivos de aplicación de agua llamados
microaspersores (“jet”), abastecidas desde un ramal principal mediante un equipo de
bombeo, filtros, dosificadores y mezclado, que hasta permite aplicar ferti-irrigación.
Fertilización:
Consiste en la distribución, en forma manual o mecánica, de abonos orgánicos y químicos. El
operario debe conocer la dosis a utilizar en cada caso y calibrar la maquinaria cuando
corresponda. La fertilización implica dos tipos de tareas. Por un lado, el análisis de las
condiciones que dan lugar a la aplicación y que es llevada a cabo por un técnico; por el otro, la
aplicación misma del abono. El uso de fertilizantes y su aplicación se verán en Seminario
correspondiente.
TUTORADO:
Ciertas plantas necesitan, en algún momento de su crecimiento, una guía o tutor en las cuales
enramarse (por ejemplo los porotos, las arvejas y las habas), o bien sostener el peso de los frutos
(como en el caso de los tomates).Es una práctica imprescindible para mantener la planta erguida
y evitar que las hojas y, sobre todo, los frutos toquen el suelo, mejorando así la aireación
general de la planta y favoreciendo el aprovechamiento de la radiación y la realización de las
labores culturales (destallado, recolección, etc.). Todo ello repercutirá en la producción final,
calidad del fruto y control de las enfermedades.
En espaldera: (figura y fotos siguiente) La sujeción suele realizarse con hilo de polipropileno
(rafia) sujeto de una extremo a la zona basal de la planta (liado, anudado o sujeto mediante
anillas) y de otro a un alambre situado por encima de la planta (1,8-2,4 m sobre el suelo).
Conforme la planta va creciendo se sujeta al hilo tutor mediante anillas, hasta que la planta
alcanza el alambre.
Su construcción es la siguiente:
Distancia entre surcos 1,20 a 1,80 m (según el implemento de trabajo). Cuando la planta posee
aproximadamente unos 30cm se colocan postes (2,20m de altura) en los extremos del surco a
una distancia de 10 a 15 m. Se colocan tres alambres a distintas alturas del suelo: el primero a
40 cm., el segundo a 1m y el tercero a 1,60m. Los alambres se estiran por medio de torniquetes
colocados en uno de los extremos y se atan a cada varilla con alambre blando.
Se colocan caños entre varillon y varillon a una distancia de 2m con el objeto de mantener la
distancia de los alambres y aumentar el sostén. En barracas o caballete: muy utilizado en la zona
de Cruz de Eje, Cuyo y Buenos Aires y zonas donde el viento es un limitante para construir la
contra espaldera. Se emplea para poroto, chaucha y tomate.
En carpas: muy utilizado en el cinturón verde de Córdoba en poroto para chaucha. El surcado
del terreno es similar al anterior, se colocan cañas o varillas a cada planta y se atan 3 o 4 cañas
en la parte superior con alambre blando.
ATADO: consiste en fijar la planta (tomate, pepino) al tutor para conducirla por el mismo;
varios son los elementos que se utilizan: totora, rafia, mimbre, cintas de plástico, etc. Se debe
tener cuidado en no apretar mucho y realizarlo preferentemente del tallo floral para evitar
lastimaduras y estrangulamientos. Utilizado para blanquear acelga, coliflor, repollo y cardo y
consiste en atar las hojas a medida que va creciendo la planta; se utiliza mimbre, rafia, tiras de
plástico, etc.
BLANQUEO: Consiste en evitar la fotosíntesis en ciertos órganos de las plantas a los fines de
aumentar su terneza y presentación. Se siguen los siguientes pasos:
Fajado: consiste en envolver paralelamente a las plantas con tiras de arpillera, polietileno o
papel impermeable y oscuro; los mismos se irán colocando a medida que la planta crece este
método es utilizado en Apio, Acelga, Cardo, etc.
Aporque: se aplica en suelos poco húmedos y en época seca, pues en caso contrario los órganos
a blanquear son fácilmente atacados por microorganismos y se desvalorizan comercialmente.
Para apio y acelga se hace lo siguiente: se comienza por atar fuerte los tallos con rafia u otro
material a unos 7 u 8cm de la superficie y luego se pasa algún implemento (aporcador, arado,
etc) para que arrime tierra; a los 10- 20 días se hace una nueva atadura y aporque. Para
espárrago únicamente hay que aporcar.
Estos métodos prácticamente van quedando en desuso ya que el blanqueo se logra
genéticamente, caso de acelga, apio, etc. En caso del espárrago todavía no se ha logrado una
variedad de tallo blanco, por lo que se continúa con el aporque.
DESCANUTADO: en esta operación se eliminan los tallos florales anticipados de las especies
bienales, y cuya finalidad es proteger de esa forma el órgano comerciable de que se trate. Las
especies hortícolas a las que se les practica esta labor son: ajo y cebolla.