- 2 Proyectiva el Rorschach, hace un andlisis exhaustivo del protocolo < duccién espontanea y lo contrasta con las respuestas y la conducta {rc terrogatorio y limites 31 aa ='/ Otro test especialmiite valioso en este proceso es el de la Kimilia Kinética, Sobre todo cuando se hace la aplicacién secuencial de la Actual y la Prospecti- va, ya que se puede extraer de sus diferencias el tipo de proyecto vital que tiene el sujeto para siy su familia. Esta produccion individual a su vez puede corre- Jacionarse con los datos obtenidos de la entrevista familiar, muy all para ver el tipo de expectativas y presiones. Se recomienda tomar durante su transcurso Fa- milia Kinética con técnica de consenso,* ya que el material asi recogido sirve co- mo punto de partida para el intercambio de ideas respecto de la experiencia de padres y hermanos y las expectativas y temores propios respecto del futuro, et- cétera. | b) Las TP en el 4rea laboral Mientras que la tarea en el campo educacional esta muy emparientada con Ja clinica, el contexto laboral tiene caracteristicas especificas que importa rese- far a fin de evaluar el rol de las TP. “Ya insercién del psicdlogo en este campo se origina en los estudios pione- _ros de Munstenberg, quien cuando trabajaba en Harvard establecié las prem!- sas basicas: “_. Toda profesién 0 trabajo debe ser examinado para establecer sus carac- teristicas y las cualidades de desempefio que requiere (fob-analysis). — Las propiedades requeridas para un buen desempefio pueden ser veri- ficadas anticipadamente mediante el uso de los tests. — Esto permitird un mejor funcionamiento de la empresa y un mayor de- sarrollo de la persona ubicada en.el puesto 0 profesin adecuada. ‘Aunque hoy en dia elrol del psicélogo en esta area se ha ampliado enorme- mente, pues se lo incluye por ejemplo como asesor institucional 0 experto en ca- ‘pacitacién y desarrollo, la seleccién de personal o evaluacion de recursos huma- nos sigue siendo una de sus tareas mas frecuentes. ya sea que trabaje dentro de Ta empresa 0 como consultor, en incorporacién 0 reubicacién de personal. La diferencia con la clinica esta claramente marcada por A. Fernandez. cuando sefiala: “La finalidad de esta evaluacin no sera el diagnéstico de perso- nalidad, sino el diagnéstico de una situacion total de individuo y empresa, y el énfasis estara puesto en el pronéstico de desempefio del individuo” (pag. 9). El objetivo es hallar la persona mas cercana al ideal para cada puesto per- filado en la descripcion de la tarea. Se considera que no existe el “candidato ide al”, sino que un candidato es “bueno” cuando al ubicarlo logra aprovechar al ma ximo sus aptitudes y satisfacer sus aspiraciones ¢ intereses, situacion que a la ‘vez redundara en un mejor rendimiento. _Otras caracteristicas del contexto que inciden en la rela entrevistador y también lo hacen en la producci6n, serian: — Para el entrevistado, se trata de una situacién impuesta por la empresa como requisito para acceder al puesto. Esto necesariamente llevaa un in- cremento de la ansiedad persecutoria y a una posible actitud defensiva que eventualmente se expresa como excesivo sometimiento, restriccién del material o incluso ocultamiento de datos. — Paral entrevistador, la tarea siempre es doble, en tanto que sélo habien- do logrado un adecuado diagnéstico dela “personalidad de base dela em- presa", comprender qué tipo de candidato ésta necesita para ajustarse cién_entrevistado- 32,al perfil de puesto. Junto a este mayor nivel de exigencia tiene poco tiempo para trabajar con una produccién muchas veces restringida, con sentimientos de culpa cuando informa negativamente y con frustracién cuando sus recomen- daciones no son tomadas en cuenta. Y muchas veces, con ciertos cues- tionamientos sobre los aspectos ético-sociales de su rol. que slo puede resolver por medio de una devolucién breve para reorientar al postulan- te que no logra su objetivo. Segtin Lagomarsino® “encontramos paradojalmente que a veces resultados negatives producen un gran alivio en sujetos que luego de presentarse se plan- tean dudas sobre su real capacidad de asumir el cargo” (pag. 7). Otra diferencia con la clinica, es que la mayor exigencia temporal y la nece- sidad de incluir pruebas especificas para determinado cargo, hacen que la selec- cin de tests sea un elemento crucial de la evaluacién. El psicélogo debera cono- cer muy bien cudles son los datos que puede aportar cada material, y qué signi- ficacién tendra un mismo dato si se trata de un candidato para un nivel de de pendenciao de supervision, para un cargo de vendedor ode perito contable.*...Es menester partir de las exigencias propias del trabajo en particular para buscar en las pautas de la prueba los datos que necesitamos. sin perder de vista que ca- da persona se ajusta a su manera a lo que la tarea le demanda”, destaca Juvert (, pag. 358). Para el andlisis de la personalidad las TP seran el eje de la bateria, ajustan- dose segiin la envergadura de la busqueda y del puesto la inclusién de tests mas completos 0 abreviados (por ejemplo Rorschach o Zullinger); se pueden incorpo- rar otros menos frecuentes tales como el Wartegg y el Test de las Piramides de Pfister, buscando no reiterar los que el candidato ya conoce. EITAT de Murray ha sido especialmente adaptado por Mc Clelland para in- vestigar motivacién de logro, afiliaciény poder. tema esencial en busqueda de eje- cutivos.” En términos generales, en cuanto a lo afectivo se buscara detectar la madurez emocional, las formas de reaccion a frustraciones 0 momentos criticos, * el grado de compromiso con la tarea, la capacidad de relacionarse interpersona mente, las condiciones para dirigir, supervisar y/o liderar grupos de trabajo, 0 para ser dirigido, etcétera. En nuestro pais, la versin abreviada del TRO que estableci con un equ de especialistas en este campo* propone un reordenamiento y sistematizac de variables a partir de los indicadores en la conducta (con el entrevistador ya tarea), la historia misma, y las caracteristicas proyectadas en los personajes, sus vinculos y el Ambito, respecto de: | — El tipo de pensamiento y la modalidad perceptiva. — La capacidad para organizar y planificar. — EI nivel de productividad, actividad y perseverancia. — El grado de autonomia. capacidad para tomar decisiones y responsabi- lidad. — La capacidad para adaptarse a situaciones nuevas. _ — La modalidad de contacto en las relaciones interpersonales, Al igual que en las demas areas, no hay una sola manera de @ teria ni un test que sea especifico, sino que lo esencial es la adecuad 1 sion de cuales la tarea que se solicita del psicdlogo y con cudnta solv - neja los tests. A esto se agrega el especial cuidado que debera tener oni aeabecasinsnienemnasiycomamasanenenn 3 Wand meena a Ee ee eer ogee si(6) Las TP en el area forense : wy S £-ya que alli solo deberd figurar aquello necesarlo para ingresaro no al can- Nato. afin de asegurar la privacidad de la informacion recogida. Semejante al area laboral, en tanto las personas a Ser evaluadas no se pres- tan en forma espontanea sino que son. citadas por un tercero, en este caso la au- toridad judicial. la tarea en el area forensc también requiere del psicdlogo un cla- toi mioatmiento acerca de las preguntas especificas que el derivante desea que Te cvaluacion y los tests le ayuden a responder. Pero, de acuerdo con, Exner, hay algo que diferencia esta area de otras: lo “definitiva’ que puede llegar a ser una settencia Este cardcter hace que al psicélogo le quepa la gran responsabilidad sen {ar con mucha prudencia. Deberia siempre funcionar en él rol de consul- tor y no de “testigo experto” que asume ‘el destino final de Ja situacion. sos materiales a aplicar también se elegirén de acuerdo con la problemati- ca planteada. Tal vez incluya una sola TP (generalmente et Rorschach), 0 tal vez $2 Recida por una bateria mas amplia, cuando el factor dela presion. temporal es menor. Aunque en la mayoria de los casos se le solicita una evaluacion de la per- Tonalidad, los rasgos esenciales a evaluar seran diferentes segtin 5¢ trate de: tae cor un clagnostico diferencial para discriminar el sustrato psicotico 0 psicopatico, etcétera, de un acto de agresién en un juicio penal. _ Evaluar el grado de peligrosidad o recuperabilidad de un preso a fin de decidir su destino carcelario y plan de rehabilitacioy __ Eealuar el dao sufrido de acuerdo con las caracteristicas de personali- Gad previa a una situacion traumatica, en un Juicio por dafos y perjuly clos. __ OoS ptecer el nivel de competencia y lucidez de un anciano cuando se cuestiona la validez de un testamento en relacion con una herencia. __ Eetablecer el grado de responsabilidad que le cabe a unajoven que quere- lla por haber sido victima de una violacion. ¥, en fos casos que involucran a menores en juzgados de familia: evaluat los rasgos de personalidad y actitud parental de una pareja que solicita adopcion. __ Sfaeer una evaluacion comparativa de la capacidad de proteccion y cui- wate de cada uno de los padres en una disputa por la tenencia de los hi- jos. — Detectar el peligro de recidiva en padres que han sometido aun nifio a maltratos 0 abusos, etcétera. Enrrelacion con estos casos que involucran al grupo familiar Bums” enfa- tizacl valor del Test de la Familia Kinética, que permite inferir.a party dela pro- Guceion del nifio, de quién se siente mas cerca, como vive a cada uno. a quién te- me, etcétera. También lo aplica a los padres. CONCLUSIONES Dos encuestas publicatias en 1984 concuerdan en resefiar a indudable pa radoja de que a pesar del proceso de aparente desprestigio de las TP, éstas atin ocupan un lugar privilegiado en la clinica, superando en mucho el uso de tecni- cas objetivas de espectro limitado. 34\« Piotrowski" realiz6 su encuesta en diferentes contextos y encontro que: — Lacomunidad académica considera la ensefianza de las TP como secun- daria y da mayor énfasis al aprendizaje de los tests objetivos. — La Asociacién Norteamericana de Psicélogos, en su rama dedicada ala evaluacion, nombra como los instrumentos mas usados el Rorschach y el TAT, y le otorga mayor credibilidad a su experiencia clinica positiva con ellos que a los reveses que éstos han sufrido en la investigacion de su va- lidez predictiva. — En los Centros de Entrenamiento de Residentes, un 65 por ciento de los Jefes se quejan de la mala formacién del psicdlogo en el area de Ia eva luacién y de su conocimiento sélo superficial del Rorschach y del TAT. — Las clinicas psiquiatricas usan de preferencia el Rorschach, TAT, Bender, Figura Humana y Frases Incompletas, y el 90 por ciento de los jefes considera que un postulante para incorporarse debe manejar TP — En el nivel privado, la técnica mas utilizada, sobre todo para el diagnos tico diferencial, es el Rorschach. Lubin y otros” investigan el rango que ocupa cada test de acuerdo con una lista de los 30 mas usados en 1969, que incluye TP y tests de inteligencia. Con- trastan el lugar que ocupa cada uno alo largo de los afios desde 1935 a 1982. Los resultados indican que el Rorschach, el TAT, el House, Tree, Person (ITP) y el Figura Humana se encuentran siempre entre los diez primeros, el Rotter ba- jadel décimo al duodécimo lugar y el que mas ha cambiado haciéndose cada vez mas popular es el MMPI: ;décimosegundo en 1946, séptimo en 1989 y segundo en 1982! Las razones por las cuales las TP atin siguen figurando en los prime- ros lugares segtin las encuestas son las siguientes: facilitan el rapport. ahorran tiempo porque son de espectro amplio. aytidan a ensefiar conceptos psicodina- micos a psicdlogos en formacién. En cuanto a su destino futuro, se subraya co- mo especialmente promisorios la mayor sutileza y relinamiento de los criterios de interpretacion del Rorschach al integrar items en escalas multidimensiona- das tales como las propuestas por Exner, Blatt, Holt, eteétera. Es evidente que dentro de este espectro de aportes son disimiles los enfoques de autores como Blatt, de clara raigambre psicoanalitica, y Exner, mas empirico, lo cual permi- teaeste ultimo integrar una bateria con ei MMPI y el Rorschach, enfatizando que és tan importante recoger en cl inventario la autopercepcion mas manifiesta que el paciente tiene de siy la imagen que quiere transmitir, como indagar los aspec. tos mas profundos de su personalidad para lograr una imagen integrada de! pa ciente como un todo. Es evidente que a pesar de los enfoques disimiles todos los autores enfati- zan la ineidencia de la capacidad del psicdlogo que utiliza las TP como factor esen- cial para su validez. Lo que éste mas requiere es una buena formacién general en clinica y un largo y profundo aprendizaje en el manejo e interpretacion de los tests, Junto a cualidades personales que dan, atin hoy, “caracter artistico” a la Vez que cientifico a una buena interpretacién. Esto senala la riqueza potencial de las TP pero también su debilidad, ya que como dice Hammer,” “En manos de al- gunos estudiantes los graficos son un instruumento exquisito y sensible, mient au otros, que aplican una lectura rigida y no empatica del matétial, funcionan como un teléfono desconectado” (pag. 175). Sin volver a las expectativas iniciales, que hoy sabemos exageraca amos entones sefialar que depende basicamente d@ana‘adecuada ens 35ria el valor cientifico de las TP. (élas TP puedan mantener o recuperar su lugar en las diferentes areas, rom- endo asi el circulo viciots negativo. Una mejor ensefianza lleva seguramen- fe también a un mayor interés y preocupacién por la investigacion “de y con” el instrumento, una constante revision de los criterios de interpretacion y la bus- queda de normas poblacionales mas precisas y especificas. lo que incrementa- REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 1. Verthelyl. R. F. de, Elproblema de la validez y la confiabilidad en las técnicas proyectivas. Se- fie Psique, Nueva Vision, Bs. As., 1973. 2. Verthelyi, RF. de, Breve revision del rol del pst- ‘codiagnéstico en la indicacién terapéutica, Primer Congreso de Psicoterapias, Universi= cad de Belgrano, 1981. 3, Exner, J., “Proyective Techniques”, en Clinical Methods in Psychology Ed. Weiner, 1., John ‘Wiley, N-Y., 1976. 4. Menninger. F. "Prefacio’, en Rapaport, D., Tests de diagnastico psicolégico, Paldés, BS. AS., 1965. 5. Abt, L. Psicologia Proyectiva, Paidés, Bs. As.. 1967. 6. 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