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burecient 22 i | | | TEMAS EN EVALUACION PSICOLOGICA NO ALCOBRO DE POSTGRADOS ~s CGUMEUU i» PROLOGO El primero, sobre técnicas proyectivas y evaluacién psicolégica en las diferen- tes Greas del quehacer psicolégico, con especial énfasis en la clinica, surge en res- puesta a una demanda precisa: es requisito para concursar por la titularidad de la materia que actualmente ejerzo en la Facultad de Psicologia de la UBA. Su te- matica especifica responde al interés de los jurados (Garcia Arzeno, Sorribas y Sluitell) yal azar del sorteo que favorecié a éste sobre los restantes temas en later- na propuesta. Miinterés al escribirlo—ademés del deseo de reintegrarme ala Facultad lue go de una larga ausencia—fue el de repensar y rescatar un area del quehacer psi- colégico antes muy valorada y que habia caido en desprestigio fuera y dentro de nuestro pais. Las reflexiones sobre devolucién e informe, en cambio, se fueron gestando de a. poco, como resultado del entrecruzamiento de la tarea docente, la supervision y el trabajo clinico. ‘La preocupacién por renovar la bibliograjia, las inquietudes, cuestionamien- tos y aportes de los alumnos en las clases y los resultados de las dramatizaciones enlos talleres, asi como la constante actualizacién y discusién interna de la cate- i dra son el origen de esta publicacion. i Ineluir un articulo sobre las caracteristicas del informe en el drea laboral (es crito por especialistas en el tema) me parecié esencial en funcion de las multiples preguntas y también criticas que suscita este campo en los alumnos. La incorporacion de citas y aportes de muchos autores que sostienen postu- ( ras tedricas y técnicas diversas tiene por objetivo favorecer la reflexion critica del ( | lector, facilitar el acceso a las fuentes y evitar actitudes rigidas de adhesion a de- Ensefiando siempre se aprende y a veces se escribe... Eneste caso, sin embargo, las circunstancias que rodean el origen de estos trabajos son disimiles y estan separadas por un lapso de cuatro afos. ov terminada teoria o estilo de trabajo. La intencién, al transcribir informes redactados por psicdlogos diferentes en respuesta a derivantes y demandas también disimiles, es hacer mas “gréfica” la idea central del trabajo: la “unicidad y creatividad” de la tarea psicolégica y el de- safio siempre renovado que esto implica. Todos los informes son perfectibles. Los aqut incluidos también. Su funcién primordial en este libro es ejemplificar estilos y enfoques miiltiples. Mucho antes debieron servira su objetivo primario: dar respuesta alas inquietudes delderivan- tey ser titiles ala persona lacual hacen referencia. También jerarquizaron al psi- célogo en su rol de asesor. ‘Agradezco a las licenciadas Lerman de Fulks y Martinez de Salamone por compartir conmigo la responsabilidad de esta publicacién, alas psicdlogas que tan gentilmente me brindaron sus informes, a quienes componen mi cdtedra por su siempre renovado esfuerzo y lealtad. y a todos aquellos que me ensenaron —pro- fesores, alumnos y pacientes— a lo largo de mas de veinte anos en la profesién. Capitulo I TECNICAS PROYECTIVAS Y EVALUACION PSICOLOGICA Aunque frecuentemente marcadas por la controversia, las téenicas proyecti- vas han constituido por mucho tiempo uno de los principales instrumentos del psicélogo clinico en la biisqueda de una adecuada descripeién de la personali- dad. ‘Una primera aproximacion muy general al momento actual por el que pa- san las técnicas proyectivas (TP) resulta bastante descorazonadora. Desde hace algunos aftos en el exterior y en nuestro pais parece haberse producido un circu- Jo vicioso por el cual un menor prestigio de las técnicas en Ja comunidad cien- tifica, y el escasontimero de publicaciones originales en esta area leva a una, des. ~jerarquizacion de la ensenanza especifica de los tests a nivel universitario, lo que redunda en una aplicacion mas mecanica y superficial de Tos mismos, y esto a su vez produce insatisfaccién en el “cliente” y un cuestionamiento sobre su uti- lidad en el psicdlogo. Es que este circulo vicioso llevard inevitablemente a la desaparicion de las técnicas como instrumento val ido para la indagacion psicoldgica tanto en la cli- nica como en la investigacion? gO es que se hace necesaria una reformulacion de sus alcances, objetivos y limitaciones junto con una mejor formacién de los psicélogos que las utilizan? En mi trabajo de 1973 sobre el problema de la validez y la confiabilidad de las TP' ya describi esta situacién en tn momento en que el cuestionamiento no era atin tan marcado en nuestro pais. Al retomarla en 1981 en mi caracter de pa- nelista en el Congreso sobre Psicoterapias de la Universidad de Belgrano* formu- 1é la pregunta mucho mas acuciante sobre cual era el rol del psicodiagnéstico en Ja indicacion terapéutica, pregunta que ampliaba la problematica a todo el abor- daje clinico que se hacia del paciente, dejando solo en segundo plano sise inclui- an 0 no los tests. Dado que las TP surgeny se desarrollan en primera instancia dentro del con- texto de la psicologia clinica, mientras que st uso en otras areas es més bien un See : paaet See a derivado, intentaré inicidtrcema haciendo una revisi6n historica del proceso de idealizacién-desidealizacién que éstas han sufrido, para presentar luego una Ponderacién mds ajustada de su papel actual y perspectivas futuras. Los precursores De acuerdo con Exner, bre la proyeccién es general: el uso de estimulos ambigu Jetiva o mas realista del mu: . A aunque el concepto de TP y la hipétesis clasica so- mente asociada con los trabajos de Frank de 1939, 0s y la preocupaci6n respecto de la percepcion sub. indo exterior puede rastrearse hasta los griegos. Pe- rian los pintores del Renacimiento Leonardo Da Vin- tren por primera vez a un material inestructurado co- mo punto de partida de sus producciones y lo usan ademas para evaluar la ca. pacidad imaginativa en la seleccion de los candidatos a ser alumnos de su taller. Se daria asi la primera “seleccin de personal” que incorpora estas técnicas pa- ra evaluar el talento artistico. En el siglo 20x, la té anchas-de-tinta-se.convierte.en.un juego de salon llamado “Blotto”, en que los ju igadores deben asociar imagenes ¢ inven- far poemas respecto de lo percibido. Este juego parece haber interesado a Binet, quien lo incluye como una prueba de imaginacién sistematizada en eu test. Tam- bién puede ser visto como antecedente directo del Rorschach, Sin embargo, es Galton quien propone la primera TP mas formalizada al ha- cer una lista de palabras estimulo para la asociacion, tema que luego retoma y amplia Carl Jung en 1912. Aunque otros autores también estuvieron inve: daderas potencialidades de las manchas de tinta sél sentar Rorschach su célebre tesis doctoral sobre e: 1921, refiriéndola directamente a la evaluacién de gicos. La primera TP que adquiere popularidad e mente el Rorschach, que es introducido por Le Por Beck y Hertz, También por esta época Bruno Kiopfer, recién emigrado a Nue, va York, comienza a dar seminarios a los jovenes psicdlogos sobre esta prueba, Pero a pesar de este "movimiento proyectivo", en las tres primeras décadan stigando en esta area, las ver- lo se ponen de manifesto al pre- sta técnica psicodiagnésticaen diferentes grupos psicopatolé- n los Estados Unidos es justa- vy y tomado como tema de tesis Gel siglo xx predomina la construccién y el uso de concepcién psicométrica de la personalidad que se dedi cia y sumisi6n, introversién, T contrastarlos con la norma, atic Apperception Test (TAT) de Morgan comienzan a esbozar una fundamenta- hipotesis proyectiva que subyace al test. gos especificos y delimitados tales como dominant éte., etc., cuantificando los resultados a fin de pode Solo a partir de la creacién del Them: y Murray (1935) un grupo de psicélogos cidn teérica para esclarecer y ampliar la 1) Las grandes expectativas nsidero que la practica de la psiquiatria sin la ayuda de los modemos tests psicolégicos es tan anticuada y fuera de lugar como lo seria la practica de la ortopedia sin la ayuda de los rayos X." KARL MENNINGER* Segtin Abt,‘ la psicologia proyectiva ha sido esencialmente un movimiento de protesta contra ciertos conceptos dela psicologia académica yla tradicién nor- teamericana del conductismo, y fue ya un gesto de irreverencia cientifica el cues- tionar un enfoque y comprensién del hombre ampliamente aceptados en la épo- ca. r sptual del rista pro} se consid a 2 cign holistica que insiste en el andlisis di cofuncional de la personalidad, que no se ocupa de segmentos aislados sinomés bien de las formas complejas por me- dio de las cuales el individuo busca organizar sus experiencias con el ambito fisi coy social y adaptarla a sus singulares necesidades. De ahi quela psicologia pro- ‘yectiva quer Tnves tigar rePsapeY de tadas las funciones y procesos psicologicos @que-actaan en la personalidad total, enfatizando Ja unicidad ¢ interaccion de los intereses, conflictos y estilos de organizacion que caracterizan a cada individuo. ‘Tiene su origen en una concepcién de la personalidad en la que se incluyen proposiciones de raigambre psicoanalitica, gestaltica, topologica y del New Look useando una integracién de las formulaciones descriptivas e interpretativas re- lativas al individuo, su conducta y el campo en el cual ella tiene lugar. Sostiene firmemente que la causalidad psicol6gica es siempre y en todas partes tnicamen- te personal y nunca simplemente general y de esta insistencia surge la profun- da conviccién de que se debe estudiar a cada individuo como tinico y no como un representante de tna clase de individuos cuyos miembros poseen un niimero fi- nito de rasgos determinables en cantidades variables. Hace suya la concepcion ideografica de Allport al enfrentarla con la preocupacion nomotéti¢a vigente en. | la psiquiatria clasica.— A 1 rH 's proyectivos buscan diferenciarse netamente de las técnic je- {vas tanto en su fundamentacién tedrica como en las caracteristicas del estimu- caine lo, forma de administracién, rol del psicdlogo y modalidad de evaluacién de los Prepecei 3 resultados, tal como he intentado resumir en el cuadro de la pagina siguiente. -& Posiblemente sea Rapaport *” quien mas se ocup6 lla época de fun- odyeto damentar la vigencia cientifica de la tarea psicodiagnéstica, ‘sefialar Sus objeti- ‘vos y ventajas para la clinica pero tambien alertar sobre los peligros de una apli- cacién indiscriminada o una interpretacion no. ‘contextuada de los tests. adelan- tandose a muchas de las criticas posteriores y.a los resultados contradictori de las investigaciones sobre validez que sobrevendrian pasado el primer mome) to de euforia. Este autor icolégica ap’ ‘ente nivel de significacion: — La practica psiquiatrica necesita el auxilio de los instrumentos de veri- ficacion diagnéstica. 2 — La teoria de la verificacién diagnéstica y la de la:psiquiatria estan de al- _gan-modo en armonia. ‘Laaseveracion dela primera premisa se basaria enla, aracion con laevaluacion mas subjetiva que el clin! ent : ementarias: esac 3.1 ne Simin | _ de las técnicas le otorgaria una mayor precision cientifica.a.[a tarea, y la jeraré a, quizaria respecto.de los métodos mas tradicionales de la psiquiatria, Dasados més en la “intuicion artistica” de la persona que levanta la historia y hace elexa- Administracion Teoria subyacente Material y rol del Evaluacion entrevistador ‘Técnicas Psicologia clisica | Estructurado, Control cuasi expe- | interés porlosresul- objetivas dela | Psiquiatria ple, inequivoco. oly- | rimental de varia- | tados: personalidad jelivo (con items de | bles. Enfasis en lo cuanti- _ | Estilos perceptivos | correecién cnirevistador consis | talivo, Estilos cognitivos (08). derado variable de | Cémputo. codifica- ) Factible de serauto- cion. adininistrado. i Presentacién de per- 3 ‘Autocvaluacion de | vidual y/o colectiva. | files, contrastacion conductas, rasgos, | Mctéfora de Cron- | conlanormaparade- sintomas, etc retrato auto- | tectar desvios. Tests de espectro | matico con camara amplioorediicido. Kj.: | fija. cuestionarios, inven- arios. Técnicas Psicoandlisis Tnestructuradoyam- | Control de variables |jinterés por resulta~ proyectivas de | Gestalt biguo, que facilita la | algo mas laxo. dos y proceso. la pezsonalidad | Topoldgica (K. Lewin)| proyeccin. Entrevistador const- | Enfasis en lo cualita- .» | New Look Evaluacion indirecta | derado como varia- | tivo. ¢ inadvertida de as- | ble interviniente de | Interpretacién. | pectos manificstos y 1 instrumental | Cuantificacion par- | latentes de la perso- | para Ia evaluacién | cial (indices porcen- | nalidad como un to- | del vinculo. tuales) docnsucontesto par- | Administracion indi- | Seleccién del_mate- “y ticular. “| vidualodeconsenso. | rial mas significativo | é Ej.: tests graficos, It | Registro de conduc- | para esa persona en dicos, verbales. tay secuencia. particular. Interrela- Metafora de Cron- | cién dinamica de da- bach: retrato artisti= | tos. Recurrencias y cocon camara movi- | convergencias. ble. te AR 4 men psiquiatrico. Aun para los més expertos, la evaluaci6n clasica siempre en- cierra el peligro de una doble selectividad mas o menos inconsciente: la que ha- ce el paciente al presentar el material y la del entrevistador al registrarlo e inter- pretarlo. Los tests, en cambio. al sistematizar un segmento limitado de conduc- ta, permiten obtener de todos los pacientes las mismas categorias de relacion, lo que posibilita comparaciones directas de los datos y en algunos casos su cuanti- ficacion, y esto redunda en un andlisis intra e interpersonal. En el caso delas TP, la objetividad se lograria también por las caracteristicas mismasdelmaterial, ya que a diferencia de lo que ocurre con las preguntas del entrevistador 0 los items de un cuestionario o inventario, la intencién y el objetivo de la evaluacion estan mas ocultos. Esto permitiria atravesar las defensas del paciente y legar en algunos cas Ss que son verdaderamente descon¢ sujeto mismo. Sin embargo, Rapaport inmediatamente sefiala que aunque la objetividad asi conseguida ayuda al examinador, en el andlisis final del material y su orga- nizacion y en las recomendaciones es inevitable que intervenga el juicio'subje- tivo basado en la experiencia. conocimiento tedrico € intuicién, aunque parta de Jos-datos objetivos de los testsi/"La afirmacién general de que los tests psicol6- gicos son herramientas objetivas de laboratorio en la psiquiatriaes verdadera s6- Con la misma actitud cuidadosa enfatiza que aunque puedan hacerse pre- dicciones a partir de un segmento limitado de conducta, ningun segmento por si mismo revelara todas las condiciones dinamicas subyacentes a la conducta to- roa tal del sujeto. Se.requiere por lo tanto una doble integragin: la de varios te \eecit.,) entre.si, que conforman una bateria diagnéstica’ y Ta de ésta con los datos dela rf ) éntrevista clinica. Dado que los. Srtisdee slated fos clinicds obi [ tienen una muestra de con= Gg 1 ducta amplia pero no sistematica, mientras que los tests obtlenen una muestra \ estrecha pero sistémica, 14 buéna practica clinica utilizara siempre: ambos, que compensaran mutuamente sus desventajas.” (°. pag. 228). ' ‘En cuanto a la configuracién de una bateria psicodiagnéstica queda muy a claro que Rapaport busca un adecuado equilibrio entre técnicas diferentes, de & simil grado de estructuracién, y sefiala la nece: Cate. clinica] ia inclusion de métodos psico- Concc. meétricos junto a los proyectivos asi como la doble lectura mas cuantitativa y cua- Cond sesioseS litativa di tests de inteligencia, especialmente el Wechsler-Bellevue. Asi, por dinémicasS ejemplo, eria utilizada en sus trabajos de investigacion én la Menfiinger Cli- Shy eentes nic, la conformaban ocho tests: dos tests de inteligencia, el Wechsler y el Babock; geen dos tests de formacién de conceptos, el de Clasificacion y el de Hanfmann Kasa- toh grey nin; dos proyectivos y perceptuales, el Szondi y el Rorschach; y dos de conteni- do ideacional, el de Asociacién de Palabras y él TAT. “Solo se alcanza la plena significacion de la verificacién diagnéstica cuando se estudian los datos de los tests, se infieren las razones de los procesos subya centes a ellos y se los incluye en una teoria unitaria que integra los aspectos di- namicos y psicopatolégicos, La investigacién clinica reconstruye los procesos psicodinamicos del paciente buscando sobre todo encontrar la organizacién de Tos procesos de pensamiento. Se apoya en dos premisas: la patologia es siempre una exacérbacion de rasgos que también existen en la personalidad adaptada y el diagnéstico necesariamente involucra la personalidad total. Con evidente criterio clinico Rapaport alerta también respecto de posibles excesos. Se refiere muy especialmente a que la sensibilidad de las TP para detec- tar procesos patolégicos puede hacer que.un entrevistador ingenuo indique a WW | | | | | | * Partir.del test un nivel de desequmorio que no esta acorde con los dat6S que apor- tala conducta manifiesta. Esto podria deberse a distintas causas, entre otras, que no se tomen en consideracién las diversas formas de existencia y adaptacion que la sociedad prove, que hacen que un sujeto que dentro de un contexto so- ial es considerado esquizofrénico, necesitado de internacién, en otro medio pue- da ser asimilado como el excéntrico del lugar. Otra causa puede ser que no se ha- ga_una correcta evaluacién del aspecto adaptativo de ciertos rasgos aparente- mente patologicos que.sélo pueden discriminarse a partir de la historia y etapa vital-del sujeto. Da como ejemplo el confundir los esfuerzos de una adaptacion. obsesiva con un cuadro obsesivo grave o una crisis adolescente con una descom. pensacién psicética. Esta problematica se inserta en otra mucho més esencial que es la relati- vidad de los conceptos de normalidad, ajuste, salud mental yadaptacién que ma- nejan la psiquiatria y la psicologia dinamica. Anivel practico, a fin de no minimizar o exacerbar la patologia, el psicélo- go debe cuidar un adecuado equilibrio entre un material mas estructurado (que pone de manifiésto la fuerza de los mecanismios de control) ylas técnicas proyec- tivas (que apuntan mas a develar ansiedades ictos), Aniivel tedrico del trabajarse constantemente en la busqueda dé una teoria general de los tests; mas que promover contraposiciones, es necesario encontrar complementariedades. Esta posible complementariedad reside, para Rapaport, en un estudio intensi- vo de los procesos subyacentes ligados a una teoria del pensamiento:/"El psico- Giagnéstico, tanto como un método clinico y.como un medio de la investigacion cientifica, necesita una fundamentacién sistematica, que es ante todo una teo- tia sistematica de la organizacién del pensamiento, y en segundo lugar, la inclu- Sion de esta teoria dentro de la teoria general de la psicodinamica’. (°, pag, 251). Aunque estos objetivos no terminan de cumplirse en esta época, la incorpo- Zacion de los tests marca definitivamente a la psicologia clinica. kas habilidades en el uso de las TP le dieron al psicologo un nuevo estatus entre los profesiona- les dela salud mental, ya que lo capacitaron para proveer una deseripcin rica y.concisa de los pacientes. Seguin Blatt.* durante y especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, la evaluacién psicolégica fue el vehiculo por el cual el psicologo se introdujo en el area clinica, ya que lo administrativo o lo terapéuti- co estaba en manos de los psiquiatras que sdlo admitian al psicélogo en su rol -gunda” al lograr de diagnosticador. El psicélogo dejé de ser un “ciudadano de se; por ser el tinico eapaz un mayor prestigio, y su importancia profesional aument6 de manejar la complejidad de los nuevos tests. En 1946 la psicologia clinica como campo se definia por la trinidad: evalua- cién psicolégica (con el uso de tests), psicoterapia e investigacién, en ese orden de importancia. 2) El desafio actuarial “Existe una mitologia respecto del test de Rorschach, al pun- to de haber experios norteamericanos que no usan ningiin otro metodo para evaluar la personalidad. Muchos psiquia- fas, desesperando de poder jamas abarcar las complejida- des de la conducta neurética con el método de entrevista, se @ferran al Rorschach como elemento salvador y prestan con- siderable atencién a su veredicto. Desafortunadamente, a 12 evidencia en cuantoa su validez indica que sise hubleranes- crto varios diagnbsticos sobre las diferentes caras de un dex doo y tirado al azar, el diagndstico lagrado con este método azaroso no seria considerablemente inferior al amribaclo por el experto en Rorschach en todo su esplendor." EYSENCK ('8, pag. 221) juellas que mas haya experimentado, ofrecen realmente tina informacion constleraiee respecto de las personas y la dinamica de ta personalidad. Pero desgraciadamente los mds convencidos e incluso aquellos que disponen ademas de métodos rigurosamente cientificos, no encuentran en sus i vestigaciones, nien las de los otros autores, resultados que Justifiquen su entusiasmo aprioristico. gA qué se debe esta contradiccion? gTan equivocada es nuestra practica clinica? gEs que no son adecuadas? ¢O es que no hemos planteado las tnwestigaciones acerca del problema de una manera res ponsable y fundamentada? MAC FARLANE y TUDDENNAM ("!, pig. 54) 1g. Psicologia llamada “actuarial”. con su énfasis en el andlisis estadistico lapredicoién y-lavalidez, surge en sus comienzos como respuesta a Tas necesi- dades especificas planteadas por la Segunda Guerra Mundial: cv yor rapidezy certeza posible amuchos sujeto miento de multiples pruebas objetivas y el uso del coeficiente de corrélacién per- miten la integracion de diferentes Tasgos, claramente definidos y cuantificables en un perfil facilmente utilizable para la prediccién. Pero el puntapié infcial de lo que seria una controversia que atin se mantie- Rg Parclalmente vigente lo dio Mehl en 1954 con su libro Clinical versus ste tistical prediction, que caus6 gran impacto en la psicologia de la época, Mech ca, Misa sistematicamente las premisas subyacentes a ambos enfoques, hace ug analisis comparativo de diferentes investigaciones y encuentra que en todee los ¢studios citados, con una sola excepcién, la prediccién actuarial era superior 0 sicamente era el funcionamiento mas o menos exitoso de una forma de interpre- tacion e integracion mecanica e impersonal versus aquella mas clasica que se centra en el juicio clinico del entrevistador. Holt.» tratando de mediar en este conflicto, salié en ardiente defensa de la linea clinica, aunque sin dejar de sefialar la falta de estrictez metodoldgica de sus disefios de investigacién. fade Primera vez la gran legion de psicologos clinicos que habian logrado se- seneady Prestigio mediante el uso de los tests proyectivos, debieron ponerse a fevisar su forma de pensar y trabajar para contrarrestar lo que fue viride come “el ataque actuarial”. {aencontrar posibles puntos de contacto. Revisando las ponencias con side, ra que en realidad “asomandose en el trasfondo, y nunca explicitado del todo, se haila- 13 a el nudo esencialmente filoSofico de la controversia... el rol de la objetividad en psicologia (...) Desde esta perspectiva, la controversia funciona como un recuer- do encubridor 0 un suefio manifiesto detras del cual se puede visualizar la lucha entre dos visiones del mundo incompatibles. Los defensores de la prediccién es- tadistica absorbieron su leche-filosofia en una madre de alambre mecanicista, mientras que los combatientes clinicos fueron alimentados por un grupo de di- versos sistemas metafisicos: animismo, idealismo, pragmatismo, e incluso mis- ticismo” (pags. 7 y 11). ‘Al final de este articulo brega por una posicién filoséfica que supere esta di- cotomia, a la vez que anticipa que, sin renunciar a su posicion clinica. esta in- corporando un programa de computacion para la evaluacién de datos del Test de Frases Incompletas de Loevinger, que puede legar a resultar superior al andli- sis mas artesanal basado en el juicio clinico del psicélogo. 3) El cuestionamiento de la evaluacién psicologica “En las primer Bpocas de tat peteotogia clinica el uso de la Ciatuaclan pstotsoica y la aplcacién de los tests era cutter fee tdiscutidaseien fos iltimos.qflos, la funcion del pstco- Giagndstico en general y de los tests en particular, ya no re- Sutta tan clara. RABIN A. y HAYES ('5, pg. 579) ‘Asi como en los afios 60 las polémicag entre los “actuapiales” y los “clinicos™ giraban en toro asi el psicodiagnéstien {hia esencighmente predecir 0 com- grender, basarse en técnicas objetivas o prbyectivas, a partir dela déeada del. 70 Prarecen nuevos cuestionamientos sobre la razén de ser de la tarea de evalua- aren como tal y de los tests mas conocidos, en articulos cuyos titulos son muy sig- fificativos: "zene futuro el psicodiagnéstico?”," “.Sobrevivira el Rorschach?”.” Este cuestionamiento Uene diferentes matices y gradé de Virulencia, apela aargumentos disimiles, de acuerdo con el enfoque teérico desde el cual se plan- tea la critica Resabio del fragor de la polémica actuarial es por ejemplo la pregunta de Meehi" sobre si tiene sentido invertir tanto tiempo, dinero y esfuerzo en una ta- rea de evaluacion de resultados siempre azarosos en relacién con el monto de in- formacién que brinda al terapeuta previamente a la iniciacién del tratamiento. Para responderla utiliza el Minnesota Multiphasic Personality Inventory (MMPI) en una investigacién en la que observa que un buen analista posee en la cuarta sesién un monto de informacién equivalente a la que podia brindarle el diagnésti- co previo, legando a la conclysién de que, por lo tanto, no vale la pena realizarlo. Representantes del psicoandlisis, el humanismo y el conductismo, asi co- mo rogerianos y sistémicos, entre otros, han fundamentado desde distintos 4n- gulos su propios cuestionamientos. Asi, por ejemplo, desde una linea psicoanalitica basada en las relaciones ob Jetales, Bleger se refiere al tema considerando que no se puede hablar de crite- rios de diagnéstico sin preguntarse “diagnéstico para qué tipo de terapia y para qué acepcién de enfermedad y curacién” (pag. 305). Continua afirmando queen el caso del tratamiento psicoanalitico “el diagnéstico en si no tiene importancia si estamos dispuestos a realizarlo”, enfatizando que el objetivo no es Ja curacion. de los sintomas sino el efecto mayéutico ligado al crecimiento mental que todo 14 ien Mevado tiene como meta final. Pero agrega inmediatamente | que esto seria: dierents 9 6) MlsenUGae0 SOE er Sec descar- tar psicosis 0 problemas psicopaticos, Osi debemos Hacer una orientacién labo- ral o una terapia breve". aa Refiriéndose al diagnéstico en nifios, Mannoni* critica Ja evaluaci6n clasi- ca de su pais, que hace un uso excesivo de los tests aplicados en desmedro de una verdadera escucha del discurso ms auténtico del paciente, haciendo a par- el abordaje del psicélogo, mas interesado en mas, y el del analista, que busca en cambio se en su unicidad. Desde tuna postura humanista, el reclamo esencial ha sido que el diagnés- tico corresponderia a un modelo ya anacr6nico de la enfermedad mental. La no- sologia o clasificacién de los sujetos en categorias conllevaria el peligro de etique- tary estigmatizar al paciente, del cual se acentuan o sefalan predominantemen- te los aspectos patolégicos dejando de lado los adaptativos."* ¥ La objecién de los conductistas, en cambio, se refiere a que el diagnostico tradicional se ocuparia excesivamente de la personalidad del pactente y dema- siado poco dela situacion en la cual la conducta se desarrolla, reemplazando con dudosas inferencias respecto de los rasgos y fantasias subyacentes su falta de precision en la observacién de la conducta manifiesta.** Lapropuesta conduc- tista no es, sin embargo, dejar de lado la tarea de evaluacién, sino modificarla en cuanto a sus caracteristicas y objetivosPara un enfoque-enel que la difieultad del paciente debe poder conceptualizarse dentro de un paradigma estimulo-res- puesta mas o menos complejo, el diagnostico tiene que ser certero: debe indicar los comportamientos a ser modificados, las situaciones que los provocan 0 re- fuerzan, el grado de ansiedad, el monto de beneficio secundario, etcétera. De ahi que las técnicas diagnésticas privilegiadas sean la observacion minuciosa, el re- lato del paciente, el rol-playing y los tests construidos como una muestra de las posibles respuestas del sujeto a sittiaciones de la vidadiaria. A partir de estos da~ tos, se elegird la técnica terapéutica mas adecuada: el condicionamiento operan- te, la desensitivizacion, la modelizacion, etcétera. Los rogerianos, muy por el contrario, consideran innecesario y hasta per- Judicial el diagnéstico, porque ubicaria al terapeuta.en un rol evaluative dema- 7 ‘siado omnipotente. Dado que esta linea no plantea contraindicaciones, todo pa- % ciente serd aceptado, surgiendo el diagnéstico dentro del mismo proceso terapéu- tico, pero a partir de la experiencia vivencial del paciente y no del pensamiento del terapeuta* i El enfoque sistémico también considera inoperante el psicodiagnéstico del paciente designado, y lo reemplaza por una evaluacién estructural de las relacio- nes dentro del sistema en el cual cobra significacion el sintoma. El problema cen- tral deja de ser como eliminarlo para pasar a qué puede ocurrirsiel.sintoma re- sulta modificado, a quién o quiénes va a afectar el cambio, de qué mariera, qué hara el grupo al respecto, en qué etapa de la evolutiva familiar esta estancada la familia, etcétera.1E] instrumento diagnéstico esencial es el operar mera entrevista y observar la respuesta! Se pesquisaran entonce: aracteris el grupo, su rigidez, grado de colaboracién u oposicién, potencial para el . etcétera, a fin de decidir la estrategia general y el tipo de intervenciones: paradoja, prescripciones, escalada, etcétera.” 45 } 8 Es evidente que algunas de estas criticas responden a posturas teéricas que sustentan una particular concepcién del hombre, asi como diferentes teorias de la enfermedad y la curacién. Proponen por lo tanto objetivos terapéuticos de los que se desprenden modalidades evaluativas disimiles. El fin de la evaluacion re- sulta entonces trazar una estrategia de las tacticas y técnicas a utilizar dentro de la terapia privilegiada por cada teoria. ‘ De ahi i i que Se disienta sobre si lo esencial a ser estudiado es el mundo in- terno y el aparato psiquico o la conducta; si el objeto de investigacién es el su- Jeto portador del sintoma o su grupo familiar: si este ultimo debe ser analizado en su aspecto interaccional, su devenir histérico, el interjuego de identificacio- nes proyectivas multiples o su mitologia inconsciente, etcétera. También de ahi deriva que se defina y justifique de manera diferente el encuadre, el numero de entrevistas, las caracteristicas del vinculo entrevistado-entrevistador, las técni- cas a emplear, su secuencia y muy especialmente los indices especificos para la indicacién terapéutica. ‘Otros cuestionamientos, en cambio, haven referencia a pautas del diagnos tico que han sido criticadas por los mismos defensores de la evaluacion y que co- rresponden a una errénea comprensién dela tarea. Asi, por ejemplo, lacritica hu- manista puede ser un adecuado toque de atencién cuando se refiere a usos abu- sivos e incorrectos de lo nomotético; pero es falsa cuando identifica diagnosticar con clasificar. De la misma manera, la observacion rogeriana es atertada en el caso en que eldiagnéstico se realice con un modelo de vinculo esencialmente asimétrico e im- personal. Deja de serio cuando la modalidad clinica y la comprensién del entre- vistador le presentan al paciente una nueva manera de ser escuchado, hed! rapéutico en si 10 te- mo, y muchas veces lo unico que recibe (por ejemplo, cuan- do se trata de un nifio al que luego los padres rehusan enviar a un tratamiento). La disociacion sehalada por/Mannani-entre psicdlogos y psicoanalistas no seria valida en todos aquellos casos en que, aunque el entrevistador sea psicd- logo, utilice una aproximacién que incluye una comprensién psicoanaliticay use los tests de la manera que esta autora misma estipula: "Considero alos tests so- lo como un medio y no como un fin. Los utilizo en un dialogo en cuyotranscur- 50 intento desentrafiar-un sentido, por supuesto en ftmcié familiar” ("!, pag 115) \ciérrde-unr cierto esque- 4) Defensa y revisién de la evaluacién psicologica “Aquellos terapeutas que no sientan ta urgencia de tratar ca da caso individual como tinico y que no sientan la necesidad de llegar a una planificacion que tenga sentido ideogrdsico, JSuncionan de una manera muy estereolipada; esta estereott- ‘pla puede tomar diversas formas y no es exclusiva deningin marco de referencia en particular.” KLOPFER, W2* “Enpsicoterapia, lomismno queen medicina, prescribir una in- tervencién errénea sobre la base de una evaluacién inicial inadecuada. olievar a cabo prematuramente investigaciones peligrosas, tienen potenciales consecuencias que van del do- lor innecesario en un extremo al desastre en otro.” MALAN, D. (, pag. 267) 16 ~ ‘aeberia poder especificar la naturaleza’y extension de las =a de conflicto, otganizacion jerarquica de las defensas y su efectividad- 1a adecuaci6n de la reamajon que hace el sujeto de la realidad. la modulacion de los afectos: laca- ppacidad para las relaciones interpersonales (basadas en Sus relaciones de obje- eae ae tempranas). Tiene que ser mucho mas que una simple enumeracion de procesos patologicos. conilictos y sintomas: debe aportar sna formulacion inte- prada y sintetizada de la interaceion de varios niveles del impulso, la defensa y see anciones adaptativas especificando su mutuo interjucgo. Esta evaluacion a la vez siempre se da en un contexto transaccional que inclaye a diferentes miem- Hae err requipo, sus objetivos. valores y actitudes hacia la psicologia clinica. En tanto parte integral de un proceso de resolucién de problemas. actual- mente habria tna aproximacion mas sofisticada y selectiva hacia él psicodiag- mettico, que no debe realizarse en forma ratinaria sino cuando se necesita ma- yor informacion para la toma de decisiones. Esta concepcion deja mas lugar a la creatividad del psic6logo para trarer £0 cada caso la estrategia para el mejor abordaje, y decidir la inclusion 9 no de téc- cae Ge acuerdo con las necesidades especificas, con lo que se revaloriza elrol reas cel psic6logo. Dicen Korchin y Schuldberg al cerrar su articulo® *.sdlos cate eg con lo mismo que una Tadiografia, como se crey6.en un principio. Pero si proveen un microcosmos para observar a las personas y pone? & prueba hipo- tesis respecto de su conducta (...) La evaluacién es un campo especialmente po- sitive para fortificar los conocimientos y las capacidades cognoscinvee ¥ Taima- ginacion creadora al servicio de la resolueion de problemas que Son parte esen- Sal de un funcionamiento clinico adecuado en cualquier contexto (...) Aunque pueden mejorarse las técnicas, la necesidad mayor esta evidentemente en formar Plinicos mas sensibles y comprensivos respecto de los seres humanos en sus cone fiictos adaptativos” (pag. 1156). EL ROL DEL PSICOLOGO EN LA EVALUACION PSICOLOGICA ¥ LA APLICACION DE LAS TECNICAS PROYECTIVAS “La apasionacia polémica que vienen librando los psicologos acerca de la validez de la mas fina y compleja de sus herra- mientas, el lest proyectivo, parece alcanzar sumas equilibra do final en el reconocimiento de que ella vale lo que valga el que la maneja.” BERNSTEIN, J. (°, pag. 15) “La orientacion psicodiagnéstica ubica al clinico mas que al testen el centro del proceso de evaluacién (...) ya que él va loriiltimo de los resultados de una evaluacion psicolégica de pende mayormente de la capacicad y conocimiento que tiene Bl clinico que interpreta el material.” KORCHIN y SCHULDBERG (*, pag, 1148 Resulta paraddjico que la tarea que en Jas décadas del 40 y del 50 diera cre dibilidad al psicdlogo en la practica clinica y prestigio en la comunidad cientifi ca, resulte ahora origen de sentimientos de desvalorizacién que lo llevan a aban donar lo antes posible el rol de “diagnosticador” pars adquirir el de “terapeuta” 18. Esta actitud, mas que las problematicas del instrumento mi: vado a las TP a su estancamiento actual, ___ Klopfer se pregunta por qué el psicdlogo se ha autorrelegado aesta area, yen- do contra el modelo médico, al que generalmente imita. En medicina. hacer un diagnéstico preciso es altamente valorado y se lo considera tarea 2 especialis- f iento puede ser una ocupacion de rutina. Para Campo" la rivalidad psiquiatra-psiclogo parece inevitable, para Blatt,* en cambio, estaria fomentada por la “curiosa” separacién institucional de diagnéstico y tratamiento, que realizan dos profesionales en forma aislada, cuan- do se enriquecerian mutuamente del intercambio respecto de los pacientes. AM- bas tareas en realidad requieren la misma capacidad de comprensién yempatia para trabajar: una actitud de espontaneidad, confianza y calidez para que el pa- ciente pueda revelar aspectos significativos de si. demas, ocurre en muchos ca- sos que cuando esto se cumple, él diagnéstico ya tiene de por siun valor terapéu- tico. Aunque Blatt considera que es ttil que la tarea diagnéstica y terapéutica la tealicen dos personas diferentes a firi de tener dos opiniones y poder hacer el se- guimiento_con mayor ecuanimidad; el primero debe funcionar como un puente facilitador de la relacién qué el paciente tendra luego con el segundo. Debe pro- Piciar la articulacin de material relevante y crucial para la terapia, preparando asi al paciente para que luego lo vea en su tratamiento con mayor profundidad. _ rm A evistador y la utllizacion del contexto de diagnéstico para facil asaje al terapeuta depenter totalmente dela capa- cidad clinica del psicélogo. del uso creativo que pueda darles a los tests ¥ del te ming de sus intervencionies. Debe poder detectar cuando y como debe actuarcon cada entrevistado. En un caso puede ofrecerse mas como continencia y apoyo. y en otro como companero de una exploracion mas profunda del material. Esta comprensién del diagnéstico como una interaccion activa y ya terapéutica pone en primer lugar la importancia de la capacidad creativa y'Juicio clinico del psi- célogo. Con un enfoque similar (quizds porque, sin conocer cada uno el trabajo del Ctro, ambos estan interesados en la exploracién de las relaciones objetales). Phi- llipson® describe el rol del psicélogo para llegar a los objetivos principales del psi- codiagnéstico. Su enumeracién incluye: — Desarrollarlaparticipacin activa y el compromiso emocional del pacien- te. z — _Demostrar. desde dentro del proceso diagnéstico, la relevancia de lo que “el psicélogo hace y de los tests que emplea, con respecto alos problemas del paciente. — Efectuar un pasaje gradual desde el contenido y desafios conocidos de la entrevista a los tests de inteligencia y las TP. =z Dtilizar los datos y el proceso de la entrevista para mostrar su-inciden- * cla sobre el “aqui y ahora” de la relacion con el psicdlogo, e incluir cuan- do sea apropiado la experiencia transferencial. — Tratar de optimizar las reciprocidades y complementariedades entre el rol cientifico-profesional del psicdlogo y el rol del paciente. — Intentar una integracién mas completa de los componentes diagnésticos y terapéuticos del procedimiento. 2 En sintesis. "poner a prueba al maximo la capacidad del paciente para de- 19 ismo, es lo que ha Il tas, mientras que proseguic un trat: lar la motivacion p. bajarsobresusproblemasenur _*~tienciain- sonal directa y para aprender de ella” (pag. 263). — ‘En nuestro pais encontramos un proceso similar de precursores, idealiza- on, desidealizacion y revision actual pero con caracteristicas muy particulares ‘elacionadas con la situacién cientifica y politica que nos tocé vivir. ‘Apesar de darse de manera disimil en las diversas universidades, puede ras- trearse algo de este proceso mas generalizado, mediante una somera revision de la particular historia de la materia Técnica Proyectivas I en la Facultad de Psi- cologia (primero carrera dependiente de Filosofia y Letras) de la Universidad de Buenos Aires, cuya repercusién en las demas fue indudable.* Para ello dividiremos el lapso desde su creacién hasta la actualidad en cua- tro etapas: 1) La jerarquizaci6on de las técnicas En este periodo fue notable la influencia de J. Bernstein. quien ademas de ser uno de los pioneros del establecimiento de la carrera en Buenos Aires y Ro- sario actué en su triple rol de docente, adaptadory creador de nuevos tests, yade- qs como editor de una amplia bibliografia referida al tema. Infatigable defen- sor de la cientificidad de la tarea diagnéstica, bajo su direccién la materia Téc- nicas Proyectivas es valorizada y temida; se la considera integradora de las que la anteceden.e indispensable para que el psicdlogo tenga una formacion adecua- da. El esquema referencial era basicamente Kleiniano, pero con aportes de otros autores: Freud, Adler. Jung, segtin los tests. \ 2) La jerarquizacién del proceso diagnéstico y del rol del psicélogo clinico Bajo la conduccion de las licenciadas Ocampo y Arzeno, aunque se manti¢- nen muchos aspectos de la época anterior, se evidencia una serie de cambios con- ceptuales que van a dar origen al primer texto nacional integramente dedicado al tema del diagnostico y que es a la vez resultante y motor del trabajo de equi- po de la catedra.* La importancia del aprendizaje exhaustivo de los instrumen- tos diagnésticos lleva a la creacién de la materia Técnicas Proyectivas Ily el Test de Rorschach es dictado como curso independiente. En el libro de Ocampo y Arzeno, al igual que en la ensefanza de la materia. se observa un pasaje de la preocupacion por las técnicas como instrumento ha- cia el diagnéstico como proceso: se delimita el campo y el rol del diagnosticador diterenciandolo del testista ¥ del psicoanalista, Junto ala jerarquizacion dela ta~ rea, se subraya la autonomia del psicdlogo, quien abre y cierra el proceso, a la vez que traza la estrategia de los materiales a arichale ane ‘Disminuye el ntimero de técnicas estudiadas, pero los materiales se enca- ran en mayor profundidad, acentuandose la influencia del pensamiento Kleinia no. El psicoandlisis y las técnicas conviven sin conflicto: se “adoptan” y se “adap- tan” enriqueciéndose mutuamente: se amplian consignas 0 modifican los crite- rios de interpretacion de tests cuyos autores y fundamentacion pertenecen en su origen al psicoandlisis del yo. Asi surge el Test de las Dos Personas (originalmen- te llamado de La Pareja), de Bernstein, a partir del de ‘Machover y se adaptan los criterios de interpretacion del Test de Relaciones Objétales (TRO), para el anali- sis del Test de Apercepcion Infantil, mas conocido como CAT (Children’s Apper- ae 20 &. ception Test). A la vez el TRO, rapidamente desplaza al Test de Apercepcién Tematica (TAT) como técnica privilegiada en el diagnéstico de adultos. La jerarquizacion del psicodiagnéstico dentro de la carrera es ala vez resul- tado del prestigio de las titulares de esta cAtedra y de las limitaciones y frustra- ciOn ocasionadas por las restricciones a la tarea terapéutica impuestas por la Ley de Incumbencias Profesionales. Se da entonces un fenomeno doble: por una par- te, el psicodiagnéstico es considerado esencial para la tarea cli casi por rutina én todos 165 Sérvicios, y por otra se valoriza cadavezmas sii ap dizaje como esencial para una pronta salida laboral. a5 La importancia del psicodiagnéstico en la clinica no se cuestiona, la forma de realizarlo tampoco, aunque aparece a partir del trabajo asistencial la inquic- tud de cémo lograr una evaluacién més breve a fin de adaptarse mejor a las li- mitaciones de tiempo, personal y espacio en las institucionesy evitar deserciones Rodriguez Amendbar* describe esa época con cierta nostalgia sin rel especificamente a la UBA: “Cuando el psicélogo, especialmente en el area clinica, no contaba con una identidad propia bien definida, un lugar reconocido y una ley que lo habilitara y lo amparara en el ejercicio profesional, el psicodiagnéstico era el escudo necesa- rio para lograr cabida en un medio que pertenecia a su ciencia aunque no fue- ra formalmente reconocido... Muchos psicdlogos entraron a la actividad clinica con una carta de presentacién que no se discutia: el psicodiagnéstico. Tuvo asi su periodo de auge y un lugar destacado en la interconsulta.~ Sin embargo al correr los afios 72-73. en relacién con cambios en el contex- to politico, aparece junto a la genuina preocupacién por encontrar materiales y establecer normas y patrones poblacionales que tomen en cuenta la extraccién socioeducacional del entrevistado, los primeros cuestionamientos y referencias despreciativas a los tests, vistos como instrumentos que pueden servir para ro- tular o discriminar al entrevistado. En esta apreciacién se incluyen tanto las téc- nicas proyectivas como los tests psicométricos. a y se realiza 8) Criticas a la tarea diagnéstica y exacerbacién de los cuestionamientos teéricos En esta etapa se inicia un proceso de desilusion que se convierte en desco- nocimiento y denigracion de los instcumentos y del psicodiagnéstico como acti- vidad propia del psicélogo. Se contraponen evaluacién y terapia jerarquizando- se la segunda por sobre la primera. El rol del psicélogo diferenciado del de psi ista se vuelve a desdibujar... Pero a diferencia de lo que ocurrié en otros paises, como los Estados Uni- dos, donde el cuestionamiento a las técnicas (tal como lo hemos descrito) se de- sencadena a partir de las criticas e investigaciones desde un enfoque actuarial, en nuestro pais este viraje en la apreciacién se produce esencialmente a partir de cambios del esquema conceptual predominante. Desde una “mirada” lacania- na, las téenicas se descartan como instrumento valido, al catalogarlas indi: tamente como demasiado “kleinianas” 6 éxcésivamente “conductistas una postura que deja de lado la segunda topica freudiana, son consid 6 neas ambas raices de las técnicas: la interpretacion simbdlica de los cod y la preocupacion empirica por la extraccién de normas. 7 os 21 es visién y defensa ucts técnicas oe Las técnicas sobreviven a pesar de los ataques, y nuevamente buscan en- iquecerse. Pero no tanto a partir de la adaptacién 0 creacién de nuevos ins entos, sino reflexionando respecto de sus fundamentos y relacién con la linea psicoanalitica vigerite. En jornadas y congresos aparecen trabajos que intentan describir el estatus cientifico de las tecnicas proyectivas,* darle una sustenta- cién epistemolégica a la tarea diagnéstica,”™ buscar las relaciones entre el psi- coandlisis y-el Rorschach. etcétera. Estos temas, aunque desde un esquema referencial distinto. son en parte semejantes a los ya tratados por los precurso- res, entre ellos Holt, al contrastar el concepto de fantasia en Freud y el que se tsa ‘ lisis del TAT, buscar la relacion entre las respuestas del Rorschach y los procesos primario y secundario, etcétera."* ‘i A pesar de los cuestionamientos, la materia Técnicas Proyectivas, con dife- rentes nombres y abarcando disimiles lapsos, sigue figurando en casi todas las curricula de la carrera. y el psicodiagnéstico, aunque ya no se realiza en formaru. tinaria, tiene su lugar en muchos servicios cuando se requiere una apreciaci6n mas fina 0 un diagnéstico diferencial del paciente. En la UBA, mi propia incorporacién resulté también dificil. Alguna vez com- paramos las vicisitudes de ese inicio con lo que ocurre si se intenta brindar “una terapia breve a un paciente resistente”. Sin embargo, luego de tres afios de in- corporada esta cAtedra, son los valiosos aportes y preguntas de los alumnos los que, tal como lo menciono en el Prélogo, han hecho surgir en parte este texto. DINAMICA INTERPERSONAL ¥-JUIGIO-CLINICO EN LA PRODUCCION ~ E INTERPRETACION DEL MATERIAL DE TESTS “La siluacion de test tiene una estructura psicologica comple: Ja. Noes una entrevista impersonal de dos personas donde una de ellas con la ayucla del rapport puede obtener de la otra algunas respuestas ‘objetivas’ del test... Una intrincada re: lacion interpersonal con aspectos més y menos realistas se da durante la situacion de test. Esta relacion debe ser const: derada como inevitable.” SCHAFER, E. (*', pag. 6) “Las TP son instrumentos que por sisolos no brindan mas que datos. y estos datos s6lo cobran sentido cuando son analiza: dos e interpretacos por el psicélogo... El manejo interpretati- vo de materiales clinicos no se basa en la aplicacién de nin: gunaregla mecénica, sino que descansa fundamentalmente en la habilidad del psicblogo para encontrar e integrar indi- cios significativos.” DUARTE. A. (*, pag. 1) Es Schafer quien més se ha preocupado por individualizar los aspectos di- namicos de la relacién entrevistado-entrevistador en la situacién de diagnésti- co y especificar su posible incidencia negativa sobre el proceso mismo y la pro- duccién e interpretacion del material. Enfatiza que asi como el paciente trae ala |. situacion una serie de ilusiones, miedos, hipotesis, expectativas y fantasias so- | ’ 22 abién el psi serie de preocupaciones y fantasias propias. Las rol profesional, sus expectativas respecto de las caracteristicas d .¥ Su capacidad para desentrafar la significacién de ésta, y interjuego ‘variable entre expectativas mas racionales y adultas y fantasias y/o deseos mas primitivos e infantiles. El psicélogo necesita que el paciente lo pro- vea de material abundante, significativo, claro e interesante a un ritmo que él pueda resenar, y tolera mal —sobre todo si es novato— situaciones de silencio, inhibicién o bloqueo. Espera que el entrevistado muesire sinceridad y confian- zay que no ponga en peligro o cuestione el encuadre, la tarea o su rol. Cuanto | mds inseguro esté de su propia identidad, presentaré mayor rigidez en su deman- \_ day menor tolerancia a las dificultades del otro para cumplirla, buscando asi re- ») | asegurarse por medio de una exacerbacion de la definicién del rol. ' ae. La *patologia” del entrevistador puede deberse, entre otras causas, a { CH fe, jlimadas por tas-cualés ron “espia” en el interior de las personas pero nunca'entra en un verdadero contacto con ellas y funciona entonces como un nifio curioso ¥ no como jasqueda de inform: is t — Aspectos autocratic exacerbados quelo hacen apovarse enlaidentidad del rol para genierar una relacion excesivamente asimétricay contolado- ie ij sn im as) “ Faftasias de omnipotencia infantil Qué le asi 1 in suloracular-y que ig despojan de ls capacidad de comprender Puede llegar a simpliicar odistarsionar material complejo 0 contradictorio afin le sentir evitar la dud: — Una exacerbacian del aspecte “pladese"- basadaen lanscesidad de sen-_ tirse indispensable, reparador. y buscar el constante reconocimiento del entrevistado y la institucién, sin tolerancia para la critica o el rechazo. Schafer describe ocho clases de entrevistadores cuya personalidad incidi- rd de manera diferente en el estilo de vinculo a establecer con el paciente:.elin- 7 seguro de su propia identidad, clgetraido social. el dependiente, eTrigidamenter’ intelectual,el sddico, el masoquista, el que presenta rigidas defensas contra 12 ¢ dependencia y aquel que las presenta contra la hostilidad. Hay diferentes grados y combinaciones de estas caracteristicas, pero e7. condiciones favorables, con un paciente cooperador y de no mediar una crisis vi tal en el entrevistador, puede darse unainterrelacién favorable en la cual ningu- na de estas orientaciones se vuelva prominente o disruptiva, Pero aun asi un nuevo peligro se cierne sobre la posibilidad de que la eva- luacién cumpla adecuadamente con sus objetivos, ya que, cuando a partir del material recogid erpretacion, las inferencias respecto de los da- jueden levarnos t lejos de la respuesta original. Las conclusion¢s pueden entonces parécer “fascinantés”, “profundas” y “brillantemente explicati- vas", peronot 2 oe A nada que ver con el paciente especifico al que se desea com- Ae \ prender. gDe qué manera piensa él paicdlogo los multiples datos que n la entrevisi esis? {Cémo juega el juicio clinico en esata Segiin Duarte, el juicio clinico es yin proceso de transformaci: una celal mn de hipotesi: SIcolOR Selécciona, jerarquiza, ox at Tecurrencias y convergenclas tral oh Involuera un proceso .-Amitivo-afecti- itament < “Snel cusal pueden reconocerse por lo menos tres variables: = El modelo, Teorico que. el. psicologo maneja. — See wicteristicas de personalidad y estilo cognitivo. Elmodelo teorico circunscribe la naturaleza de los ‘problemas que vaa abor- \dar y el tipo de juicio clinico que va a formular. Al igual que en el psicoandlisis, Iinterpretar es ir del texto manifiesto al texto latente, pero a diferencia de aquél, en elcaso de las TP el psicdlogo cuenta con criterios de interpretacion y respues- tas ‘populares o clisés” que orientan y restringen en parte Jamultiplicidad de in- terpret 1es posibles. - 2 Proyectiva el Rorschach, hace un andlisis exhaustivo del protocolo < duccién espontanea y lo contrasta con las respuestas y la conducta {rc terrogatorio y limites 31 aa = '/ Otro test especialmiite valioso en este proceso es el de la Kimilia Kinética, Sobre todo cuando se hace la aplicacién secuencial de la Actual y la Prospecti- va, ya que se puede extraer de sus diferencias el tipo de proyecto vital que tiene el sujeto para siy su familia. Esta produccion individual a su vez puede corre- Jacionarse con los datos obtenidos de la entrevista familiar, muy all para ver el tipo de expectativas y presiones. Se recomienda tomar durante su transcurso Fa- milia Kinética con técnica de consenso,* ya que el material asi recogido sirve co- mo punto de partida para el intercambio de ideas respecto de la experiencia de padres y hermanos y las expectativas y temores propios respecto del futuro, et- cétera. | b) Las TP en el 4rea laboral Mientras que la tarea en el campo educacional esta muy emparientada con Ja clinica, el contexto laboral tiene caracteristicas especificas que importa rese- far a fin de evaluar el rol de las TP. “Ya insercién del psicdlogo en este campo se origina en los estudios pione- _ros de Munstenberg, quien cuando trabajaba en Harvard establecié las prem!- sas basicas: “_. Toda profesién 0 trabajo debe ser examinado para establecer sus carac- teristicas y las cualidades de desempefio que requiere (fob-analysis). — Las propiedades requeridas para un buen desempefio pueden ser veri- ficadas anticipadamente mediante el uso de los tests. — Esto permitird un mejor funcionamiento de la empresa y un mayor de- sarrollo de la persona ubicada en.el puesto 0 profesin adecuada. ‘Aunque hoy en dia elrol del psicélogo en esta area se ha ampliado enorme- mente, pues se lo incluye por ejemplo como asesor institucional 0 experto en ca- ‘pacitacién y desarrollo, la seleccién de personal o evaluacion de recursos huma- nos sigue siendo una de sus tareas mas frecuentes. ya sea que trabaje dentro de Ta empresa 0 como consultor, en incorporacién 0 reubicacién de personal. La diferencia con la clinica esta claramente marcada por A. Fernandez. cuando sefiala: “La finalidad de esta evaluacin no sera el diagnéstico de perso- nalidad, sino el diagnéstico de una situacion total de individuo y empresa, y el énfasis estara puesto en el pronéstico de desempefio del individuo” (pag. 9). El objetivo es hallar la persona mas cercana al ideal para cada puesto per- filado en la descripcion de la tarea. Se considera que no existe el “candidato ide al”, sino que un candidato es “bueno” cuando al ubicarlo logra aprovechar al ma ximo sus aptitudes y satisfacer sus aspiraciones ¢ intereses, situacion que a la ‘vez redundara en un mejor rendimiento. _Otras caracteristicas del contexto que inciden en la rela entrevistador y también lo hacen en la producci6n, serian: — Para el entrevistado, se trata de una situacién impuesta por la empresa como requisito para acceder al puesto. Esto necesariamente llevaa un in- cremento de la ansiedad persecutoria y a una posible actitud defensiva que eventualmente se expresa como excesivo sometimiento, restriccién del material o incluso ocultamiento de datos. — Paral entrevistador, la tarea siempre es doble, en tanto que sélo habien- do logrado un adecuado diagnéstico dela “personalidad de base dela em- presa", comprender qué tipo de candidato ésta necesita para ajustarse cién_entrevistado- 32, al perfil de puesto. Junto a este mayor nivel de exigencia tiene poco tiempo para trabajar con una produccién muchas veces restringida, con sentimientos de culpa cuando informa negativamente y con frustracién cuando sus recomen- daciones no son tomadas en cuenta. Y muchas veces, con ciertos cues- tionamientos sobre los aspectos ético-sociales de su rol. que slo puede resolver por medio de una devolucién breve para reorientar al postulan- te que no logra su objetivo. Segtin Lagomarsino® “encontramos paradojalmente que a veces resultados negatives producen un gran alivio en sujetos que luego de presentarse se plan- tean dudas sobre su real capacidad de asumir el cargo” (pag. 7). Otra diferencia con la clinica, es que la mayor exigencia temporal y la nece- sidad de incluir pruebas especificas para determinado cargo, hacen que la selec- cin de tests sea un elemento crucial de la evaluacién. El psicélogo debera cono- cer muy bien cudles son los datos que puede aportar cada material, y qué signi- ficacién tendra un mismo dato si se trata de un candidato para un nivel de de pendenciao de supervision, para un cargo de vendedor ode perito contable.*...Es menester partir de las exigencias propias del trabajo en particular para buscar en las pautas de la prueba los datos que necesitamos. sin perder de vista que ca- da persona se ajusta a su manera a lo que la tarea le demanda”, destaca Juvert (, pag. 358). Para el andlisis de la personalidad las TP seran el eje de la bateria, ajustan- dose segiin la envergadura de la busqueda y del puesto la inclusién de tests mas completos 0 abreviados (por ejemplo Rorschach o Zullinger); se pueden incorpo- rar otros menos frecuentes tales como el Wartegg y el Test de las Piramides de Pfister, buscando no reiterar los que el candidato ya conoce. EITAT de Murray ha sido especialmente adaptado por Mc Clelland para in- vestigar motivacién de logro, afiliaciény poder. tema esencial en busqueda de eje- cutivos.” En términos generales, en cuanto a lo afectivo se buscara detectar la madurez emocional, las formas de reaccion a frustraciones 0 momentos criticos, * el grado de compromiso con la tarea, la capacidad de relacionarse interpersona mente, las condiciones para dirigir, supervisar y/o liderar grupos de trabajo, 0 para ser dirigido, etcétera. En nuestro pais, la versin abreviada del TRO que estableci con un equ de especialistas en este campo* propone un reordenamiento y sistematizac de variables a partir de los indicadores en la conducta (con el entrevistador ya tarea), la historia misma, y las caracteristicas proyectadas en los personajes, sus vinculos y el Ambito, respecto de: | — El tipo de pensamiento y la modalidad perceptiva. — La capacidad para organizar y planificar. — EI nivel de productividad, actividad y perseverancia. — El grado de autonomia. capacidad para tomar decisiones y responsabi- lidad. — La capacidad para adaptarse a situaciones nuevas. _ — La modalidad de contacto en las relaciones interpersonales, Al igual que en las demas areas, no hay una sola manera de @ teria ni un test que sea especifico, sino que lo esencial es la adecuad 1 sion de cuales la tarea que se solicita del psicdlogo y con cudnta solv - neja los tests. A esto se agrega el especial cuidado que debera tener oni aeabecasinsnienemnasiycomamasanenenn 3 Wand meena a Ee ee eer ogee si (6) Las TP en el area forense : wy S £-ya que alli solo deberd figurar aquello necesarlo para ingresaro no al can- Nato. afin de asegurar la privacidad de la informacion recogida. Semejante al area laboral, en tanto las personas a Ser evaluadas no se pres- tan en forma espontanea sino que son. citadas por un tercero, en este caso la au- toridad judicial. la tarea en el area forensc también requiere del psicdlogo un cla- toi mioatmiento acerca de las preguntas especificas que el derivante desea que Te cvaluacion y los tests le ayuden a responder. Pero, de acuerdo con, Exner, hay algo que diferencia esta area de otras: lo “definitiva’ que puede llegar a ser una settencia Este cardcter hace que al psicélogo le quepa la gran responsabilidad sen {ar con mucha prudencia. Deberia siempre funcionar en él rol de consul- tor y no de “testigo experto” que asume ‘el destino final de Ja situacion. sos materiales a aplicar también se elegirén de acuerdo con la problemati- ca planteada. Tal vez incluya una sola TP (generalmente et Rorschach), 0 tal vez $2 Recida por una bateria mas amplia, cuando el factor dela presion. temporal es menor. Aunque en la mayoria de los casos se le solicita una evaluacion de la per- Tonalidad, los rasgos esenciales a evaluar seran diferentes segtin 5¢ trate de: tae cor un clagnostico diferencial para discriminar el sustrato psicotico 0 psicopatico, etcétera, de un acto de agresién en un juicio penal. _ Evaluar el grado de peligrosidad o recuperabilidad de un preso a fin de decidir su destino carcelario y plan de rehabilitacioy __ Eealuar el dao sufrido de acuerdo con las caracteristicas de personali- Gad previa a una situacion traumatica, en un Juicio por dafos y perjuly clos. __ OoS ptecer el nivel de competencia y lucidez de un anciano cuando se cuestiona la validez de un testamento en relacion con una herencia. __ Eetablecer el grado de responsabilidad que le cabe a unajoven que quere- lla por haber sido victima de una violacion. ¥, en fos casos que involucran a menores en juzgados de familia: evaluat los rasgos de personalidad y actitud parental de una pareja que solicita adopcion. __ Sfaeer una evaluacion comparativa de la capacidad de proteccion y cui- wate de cada uno de los padres en una disputa por la tenencia de los hi- jos. — Detectar el peligro de recidiva en padres que han sometido aun nifio a maltratos 0 abusos, etcétera. Enrrelacion con estos casos que involucran al grupo familiar Bums” enfa- tizacl valor del Test de la Familia Kinética, que permite inferir.a party dela pro- Guceion del nifio, de quién se siente mas cerca, como vive a cada uno. a quién te- me, etcétera. También lo aplica a los padres. CONCLUSIONES Dos encuestas publicatias en 1984 concuerdan en resefiar a indudable pa radoja de que a pesar del proceso de aparente desprestigio de las TP, éstas atin ocupan un lugar privilegiado en la clinica, superando en mucho el uso de tecni- cas objetivas de espectro limitado. 34 \« Piotrowski" realiz6 su encuesta en diferentes contextos y encontro que: — Lacomunidad académica considera la ensefianza de las TP como secun- daria y da mayor énfasis al aprendizaje de los tests objetivos. — La Asociacién Norteamericana de Psicélogos, en su rama dedicada ala evaluacion, nombra como los instrumentos mas usados el Rorschach y el TAT, y le otorga mayor credibilidad a su experiencia clinica positiva con ellos que a los reveses que éstos han sufrido en la investigacion de su va- lidez predictiva. — En los Centros de Entrenamiento de Residentes, un 65 por ciento de los Jefes se quejan de la mala formacién del psicdlogo en el area de Ia eva luacién y de su conocimiento sélo superficial del Rorschach y del TAT. — Las clinicas psiquiatricas usan de preferencia el Rorschach, TAT, Bender, Figura Humana y Frases Incompletas, y el 90 por ciento de los jefes considera que un postulante para incorporarse debe manejar TP — En el nivel privado, la técnica mas utilizada, sobre todo para el diagnos tico diferencial, es el Rorschach. Lubin y otros” investigan el rango que ocupa cada test de acuerdo con una lista de los 30 mas usados en 1969, que incluye TP y tests de inteligencia. Con- trastan el lugar que ocupa cada uno alo largo de los afios desde 1935 a 1982. Los resultados indican que el Rorschach, el TAT, el House, Tree, Person (ITP) y el Figura Humana se encuentran siempre entre los diez primeros, el Rotter ba- jadel décimo al duodécimo lugar y el que mas ha cambiado haciéndose cada vez mas popular es el MMPI: ;décimosegundo en 1946, séptimo en 1989 y segundo en 1982! Las razones por las cuales las TP atin siguen figurando en los prime- ros lugares segtin las encuestas son las siguientes: facilitan el rapport. ahorran tiempo porque son de espectro amplio. aytidan a ensefiar conceptos psicodina- micos a psicdlogos en formacién. En cuanto a su destino futuro, se subraya co- mo especialmente promisorios la mayor sutileza y relinamiento de los criterios de interpretacion del Rorschach al integrar items en escalas multidimensiona- das tales como las propuestas por Exner, Blatt, Holt, eteétera. Es evidente que dentro de este espectro de aportes son disimiles los enfoques de autores como Blatt, de clara raigambre psicoanalitica, y Exner, mas empirico, lo cual permi- teaeste ultimo integrar una bateria con ei MMPI y el Rorschach, enfatizando que és tan importante recoger en cl inventario la autopercepcion mas manifiesta que el paciente tiene de siy la imagen que quiere transmitir, como indagar los aspec. tos mas profundos de su personalidad para lograr una imagen integrada de! pa ciente como un todo. Es evidente que a pesar de los enfoques disimiles todos los autores enfati- zan la ineidencia de la capacidad del psicdlogo que utiliza las TP como factor esen- cial para su validez. Lo que éste mas requiere es una buena formacién general en clinica y un largo y profundo aprendizaje en el manejo e interpretacion de los tests, Junto a cualidades personales que dan, atin hoy, “caracter artistico” a la Vez que cientifico a una buena interpretacién. Esto senala la riqueza potencial de las TP pero también su debilidad, ya que como dice Hammer,” “En manos de al- gunos estudiantes los graficos son un instruumento exquisito y sensible, mient au otros, que aplican una lectura rigida y no empatica del matétial, funcionan como un teléfono desconectado” (pag. 175). Sin volver a las expectativas iniciales, que hoy sabemos exageraca amos entones sefialar que depende basicamente d@ana‘adecuada ens 35 ria el valor cientifico de las TP. (élas TP puedan mantener o recuperar su lugar en las diferentes areas, rom- endo asi el circulo viciots negativo. Una mejor ensefianza lleva seguramen- fe también a un mayor interés y preocupacién por la investigacion “de y con” el instrumento, una constante revision de los criterios de interpretacion y la bus- queda de normas poblacionales mas precisas y especificas. lo que incrementa- REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 1. Verthelyl. R. F. de, Elproblema de la validez y la confiabilidad en las técnicas proyectivas. Se- fie Psique, Nueva Vision, Bs. As., 1973. 2. Verthelyi, RF. de, Breve revision del rol del pst- ‘codiagnéstico en la indicacién terapéutica, Primer Congreso de Psicoterapias, Universi= cad de Belgrano, 1981. 3, Exner, J., “Proyective Techniques”, en Clinical Methods in Psychology Ed. Weiner, 1., John ‘Wiley, N-Y., 1976. 4. Menninger. F. "Prefacio’, en Rapaport, D., Tests de diagnastico psicolégico, Paldés, BS. AS., 1965. 5. Abt, L. Psicologia Proyectiva, Paidés, Bs. As.. 1967. 6. 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PROLOGO Cartruto 1: Cartruto 1 Cartruto TH AvENDICE A: Avexoice B: INDICE TECNICAS PROYECTIVAS Y EVALUACION PSICOLOGICA - DEVOLUCION E INFORME DEVOLUCION E INFORME EN PSICOLOGIA LABORAL, 25 tee EJEMPLOS DE INFORMES DE LAS AREAS CLINICA, EDUCACIONAL Y FORENSE EJEMPLOS DE INFORMES DEL AREA LABORAL 39 103 113 135

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