Anda di halaman 1dari 6

1

Tema | Monitorización del estado neurológico

Módulo | Técnicas diagnósticas y terapéuticas (EEH + Catástrofes)

Esther Gorjón Peramato y Juan Pablo Amador Álvarez

PRESIÓN INTRACRANEAL Y PRESIÓN DE PERFUSIÓN CEREBRAL Contenido


Presión intracraneal (PIC) Presión intracraneal y
El cráneo es una caja de paredes óseas, inextensibles a partir de los dos años, presión de perfusión
comunicada únicamente con el exterior por el orificio occipital. Para entender las cerebral
implicaciones clínicas que supone un aumento en la PIC, hay que considerar que Oximetría cerebral o
en el interior del cráneo existe un delicado equilibrio entre: saturación de oxigeno en
• El tejido cerebral que ocupa un espacio de unos 1.200 ml (80%). el bulbo de la yugular
• El líquido cefaloraquideo (LCR) que ocupa un espacio de unos 150 ml (10%). Bibliografía
• El volumen sanguíneo que supone aproximadamente unos 100 ml (7%).
• Las meninges ocuparían un espacio de unos 50 ml (3%).

El contenido intracraneal es, por tanto, de unos 1.500 ml. Éste es el volumen que
puede contener el cráneo, teniendo en cuenta que su capacidad de distensión es
mínima.

En condiciones fisiológicas normales, la PIC (presión intracraneal) se mantiene


por debajo de 15 mmHg.La hipótesis de Monro-Kellie (ver imagen) es esencial
para comprender la fisiopatología de la PIC y establece que el incremento del
volumen de uno de los componentes intracraneales debe ser compensado con la
disminución de uno o más de los otros dos, de forma que el volumen se mantenga
constante. (Figura 1)

La presión intracraneal (PIC) es la presión existente en el interior de la cavidad


craneal como resultado de la presión ejercida entre el cráneo (estructura ósea),
y su contenido (volumen cerebral, líquido cefalorraquídeo y volumen sanguíneo
cerebral). Según la hipótesis de Monroe-Kellie, la presión ejercida por estos tres
componentes permanece constante para mantener una PIC adecuada gracias a
que el aumento de volumen y presión de uno de cualquiera de ellos se compensa
con la disminución de uno o los dos restantes.

La PIC varía constantemente en respuesta a cambios en la frecuencia respiratoria


(FR), la posición corporal, la tos, el estornudo o la maniobra de Valsalva. El valor
normal oscila entre 0 y 15 mmHg y se considera patológico un valor superior
mantenido más de 10 minutos.

La medición de la PIC está indicada en TCE cerrado grave, Glasgow de 8 o


menos con TAC anormal al ingreso, hemorragia o edema cerebral significativo,
desplazamiento ventricular objetivado en TAC, hemorragia subaracnoidea de bajo
grado y hemorragia intraparenquimatosa.
Monitorización del estado neurológico | 2

Figura 1.

Las complicaciones asociadas son agravamiento »» Llave de tres pasos: Además de servir de
del edema cerebral, hemorragia cerebral, daño del sello permite obtener muestras de LCR y
tejido cortical, infección, convulsiones, extracción administrar medicación intratecal.
accidental del catéter, descalibración… »» Cámara de goteo reglada: Para efectuar
una medición visual. Se coloca a 15 cm del
La medición se realiza de forma invasiva a través de
conducto auditivo externo (CAE), lo que
un catéter que se puede alojar en diferentes zonas:
equivale al agujero de Monro.
1 Sistemas intracerebrales. »» Cámara de recolección del líquido ya
medido.
-- Intraventricular: La colocación del catéter se
realiza en quirófano y el transductor debe Su indicación es absoluta cuando se necesita
colocarse a la altura del agujero de Monro. Se drenar LCR . Entre sus inconvenientes destacan el
considera la mejor técnica de determinación mayor riesgo de infecciones, la difícil implantación,
de la PIC. También permite drenar líquido el riesgo de sangrado intracerebral, las pérdidas
cefalorraquídeo (LCR) (disminuir la PIC o tomar involuntarias de LCR, la obstrucción del catéter
muestras), administrar fármacos y contraste vía por coágulos o la misma pared ventricular y la
tecal. Habitualmente se sitúa a 1 cm por delante movilidad reducida del paciente.
de la sutura coronal y a unos 2-3 cm fuera de la
línea media (sutura sagital). El catéter se sutura
al cuero cabelludo y se conecta al sistema de
drenaje, el cual está compuesto por:
Monitorización del estado neurológico | 3

• Se ha de valorar la permeabilidad del sistema,


cantidad y aspecto del drenado, que las llaves
de tres pasos permanecen abiertas y el drenaje
no está pinzado en ningún punto del recorrido.
Si se sospecha obstrucción porque no sale LCR
se puede bajar el sistema por debajo del nivel
del CAE durante unos pocos segundos (no más
de 10) y si todavía no sale LCR se ha de sospechar
obstrucción y comunicar al facultativo. El total
de volumen drenado se contabiliza junto al resto
de pérdidas en el balance hídrico diario.
• Recalibrar el transductor cada 2-4 horas y
cuando sea necesario.
• Mantener el transductor y el dispositivo libre de
Figura 2. burbujas.
• Monitorización continua de la PIC
manteniéndola entre 0 y 15 mmHg.
-- Intraparenquimatosa: Catéter de fibra óptica
en el parénquima cerebral. No permite el • Cálculo de la PPC según estado del paciente.
drenado de LCR pero resulta de más fácil • Establecer las alarmas dentro de los rangos de
inserción y presenta menor tasa de infección seguridad para cada paciente.
que el intraventricular. (Figura 2) • Verificar la correcta morfología de las ondas de
2 Sistemas extracerebrales. PIC.
-- Epidural: Catéter en el espacio epidural con • Evaluar periódicamente la integridad,
menor tasa de infección y de hemorragia pero estabilidad y esterilidad del sistema de
valores de PIC menos exactos. No permite monitorización intracraneal, prestando
drenar LCR. atención a signos y síntomas de infección,
sangrado o pérdida de LCR.
-- Subaracnoidea o subdural: El catéter queda
alojado en el espacio subaracnoideo o • Proporcionar un entorno seguro para evitar la
subdural. Es de más fácil colocación pero no expulsión o salida accidental del catéter.
permite el drenado de LCR y con PIC elevada • Cambiar periódicamente el sistema de
los datos no son fiables. monitorización.
• Registrar todos los cambios en la PIC.
Vigilancia de la PIC

Se deben tener en cuenta las siguientes Presión de perfusión cerebral


consideraciones al vigilar la PIC:
La medición de la PIC nos permite la valoración de un
• La posición corporal correcta del paciente parámetro muy importante: La presión de perfusión
es cabeza alineada y cabezal a unos 30º cerebral (PPC). La PPC refleja el gradiente de presión
para favorecer el retorno venoso a través de necesaria para suministrar un riego sanguíneo
las yugulares. Una flexión del cuello puede necesario para lograr el flujo sanguíneo y un
aumentar la PIC. metabolismo cerebral adecuado. Su cálculo se realiza
• En cuanto a la altura del drenaje, éste debe estar restando la PIC a la presión arterial media (PAM) y sus
unos 15 cm por encima del CAE. La cámara de valores normales oscilan entre 60-70 mmHg.
goteo se alinea a una tira marcada en cm (regleta)
donde el cero coincide al agujero de Monro.
Monitorización del estado neurológico | 4

El organismo intenta compensar inicialmente venoso cerebral. Además, una estancia prolongada del
un incremento de la PIC mediante el aumento catéter puede provocar un aumento de la PIC debido a
fisiológico de la PAM. Cuando esto no ocurre, la PPC una afectación del retorno venoso de la yugular, con lo
baja produciéndose isquemia cerebral. que habrá que estrechar la monitorización sobre ésta.

Hoy en día existen dispositivos de superficie que


permiten la monitorización de la oximetría cerebral
OXIMETRÍA CEREBRAL O SATURACIÓN DE de modo no invasivo.
OXIGENO EN EL BULBO DE LA YUGULAR Los valores normales de SjO2 están entre el 55-75%
Saturación de oxígeno en el bulbo de la yugular en pacientes con saturación arterial y PaCo2 normal.
(SjO2) Valores inferiores a 54% reflejan un flujo sanguíneo
cerebral insuficiente para sus necesidades metabólicas.
Consiste en la medición de la saturación de oxígeno Valores inferiores al 40% nos orientan hacia una
en sangre obtenida a través de un catéter colocado isquemia cerebral global. Por el otro extremo, valores
en el bulbo de la yugular, ya que la mayor parte de la por encima del 75% indican hiperemia y por encima del
sangre cerebral drena en las venas yugulares internas. 90% se asocian a muerte cerebral.

Es un método de monitorización invasiva que


permite estimar el estado global de oxigenación
Cuidados generales
cerebral y detectar episodios de hiposa cerebral
global. Su utilización está especialmente indicada • Asegurar que la sujeción del TET no presiona
durante la hiperventilación como tratamiento para la las venas yugulares.
hipertensión intracraneal. • Efectuar los cuidados propios de un catéter
Se puede monitorizar de forma continua, mediante venoso. El catéter yugular requiere una
un catéter de fibra óptica conectado a un monitor perfusión continua de suero fisiológico
o de manera discontinua, extrayendo muestras de heparinizado a una velocidad suficiente para
sangre a través del catéter para analizarlas con la mantener la permeabilidad de la vía. Otra
frecuencia deseada. opción es utilizar una válvula antirreflujo y
realizar lavados periódicos con una solución
La oximetría cerebral (SjO2) permite valorar el heparinizada, evitando así la necesidad de
equilibrio entre el aporte de oxígeno y el consumo perfusión continua.
cerebral, detectando de forma precoz episodios de • Movilizar la cabeza del paciente con precaución
isquemia o hiperemia cerebral. manteniendo una elevación del cabecero de
unos 30º.
Para su medición hay que colocar un catéter en el golfo
de la yugular interna, donde existe una dilatación de • Reservar esta vía exclusivamente para la
la vena y se produce el drenado de la mayor parte de extracción de muestra hemáticas. Además,
la sangre intracerebral. Es preferible la canalización el evitar administrar fármacos o suplementos
de la yugular interna derecha por ser la que más de potasio por esta vía reduce el riesgo de
sangre recoge. La medición puede ser intermitente, trombosis.
realizando gasometrías periódicas, o continua • También se recomienda una comprobación
colocando un catéter oximétrico de fibra óptica. radiográfica diaria de su colocación.
• Si se requiere un control prolongado, y para
Entre las contraindicaciones encontramos coagulopatías,
reducir el riesgo de infecciones, reemplazar el
infección del punto de inserción, lesión medular y
catéter cada 5-7 días. (Figura 3)
traumatismo cervical local o deterioro del drenado
Monitorización del estado neurológico | 5

Hipertensión intracraneal (HIC)

Observación de signos y síntomas de HIC

• Soporte vital básico o avanzado según protocolo de la institución


• Aplicación de tratamiento para el control empírico de la PIC (según requerimiento médico)

Monitoriación neurológica básica o avanzada (según requerimiento médico)

No
PIC > 20 mmHg (mantenida)

Control y manejo básico de la PIC

• Monitorización neurológica
• Postural
• Entorno y manipulación
• Hemodinámica
• Respiratoria: Controlar PaO2 > 100 mmHg y PaCO2 sobre 35-40 mmHg mediante VM (actuación médica),
gasometría arterial según requerimiento médico, administración de O2, aspiración de secreciones (no
superior a 10-15 seg previa hiperoxigenación) y fisioterapia respiratoria (si es posible)
• Hidroelectrolítico: Normovolemia, diuresis, Na+ (135-145-155 mEq/l, glucemia (80-180 mg/dl),
osmolalidad plasmática (285-320 mOsM/l), K Ca++, lactato
• Temperatura: Mantener normotermia (36-37ºC). Se puede permitir ligera hipotermia hasta 34-35ºC
• Analgesia y sedación

¿PIC > 20 mmH?


No Medidas de primer nivel


Actividades de colaboración Objetivo: PIC < 20 mmHg y/o PPC > 60 mmHg
(indicación médica • Drenaje de LCR (máx. 20 ml/h)
• Hiperventilación moderada (actuación médica)
Admón. de soluciones hiperosmolares
¿Se han aplicado • Aumentar sedación/analgeisa
No
medidas de primer • Admón. de relajantes musculares
nivel?
• Manejo de la PPC

Medidas de segundo nivel
¿Se han aplicado
Sí No • Admón de barbitúricos (coma barbitúrico)
medidas de segundo
nivel? (Admón. de tiopental sódico en infusión continua)
• Craniectomía descompresiva (Actuación médica)

Figura 3. Imagen obtenida en: (Ver página).


Monitorización del estado neurológico | 6

BIBLIOGRAFÍA 9. Razola Rincón R, Barrajon Sanchez MJ. Monitorización


y medición de la presión intracraneal. Metas de
1. Latronico N, Shehu I, Seghelini E. Neuromuscular Enferm nov 2004; 7(9): 18-21.
sequelae of critical illness. Curr Opin Crit Care 2005; 10. Carmona JV et al. El paciente neurocrítico: actuación
11: 381-390. integral de enfermería. Enfermería Global 6; mayo
2. Alted López E, Bermejo Aznarez S, Chico Fernández 2005. URL disponible en: http://www.um.es/global.
M. Actualizaciones en el manejo del traumatismo 11. Calderón Martí AJ. Aumento de la presión intracraneal.
craneo-encefálico grave. Revista Medicina Intensiva. Rev. Enferm Científica 1992; 126: 33-39.
Febrero 2009; 33: 16-30.
12. NeuroScores: interesante página con escalas de
3. Adoni A, McNett M. The pupillary response in
valoración http://www.rccc.eu/ppc/indicadores/
traumatic Brain Injury: A Guide for Trauma Nurses. Neuro/NI.html.
J Trauma Nursing 2007; 14(4):191-196.
13. Álvarez M, Arkáute I, Belaustegi A, Chaparro S,
4. Jennett B. The Glasgow Coma Scale: History and
Erice A, Pilar M, et al. Guía de práctica clínica.
current practice. Trauma 2002; 4:91- 103. Cuidados críticos de enfermería. Vitoria: Hospital
5. Muñana JE, Ramírez E. Escala de coma de Glasgow: de Txagorritxu; 2004. Disponible en http://www.
origen, análisis y uso apropiado. Enfermería seeiuc.com/profesio/criticos.pdf.
Universitaria 2014;11(1):24-35. 14. De la Quintana Gordon F, Chamorro C, Planas A, López
6. Jimeno Galan ML. Hipertensión intracraneal. En: De E. Monitorización en anestesia, cuidados crítico y
la Fuente Ramos M. Enfermería Médico-Quirúrgica. medicina de urgencias. Madrid: Elsevier; 2004.
Vol. II. Colección Enfermería S21. 2ª ed. Madrid: 15. Gallego J, Soliveres J, Carrera J, Solaz C.
Difusion Avances de Enfermería (DAE); 2009. p. Monitorización clínica. Alicante: CECOVA; 2009.
972-979.Guías Prácticas. Disponible en http://www.bibliotecadigitalcecova.
7. Medina R. Guía de intervención rápida de enfermería com/contenido/revistas/cat6/pdf/libro_61.pdf.
en cuidados intensivos.Cuidados Neurológicos. 16. Hernández J, Díaz M, Sánchez J. Guía de intervención
8. Torrijos Rodriguez MI, Alvarez Garcia MP, Varona rápida de Enfermería en cuidados intensivos.
Ferrer G. Técnicas habituales en pacientes Madrid: DAE; 2011.
neurológicos. En: Morales Gil IM, Garcia Piñero JM. 17. Nicolás J, Ruiz J, Jiménez X, Net A. Enfermo crítico y
Cuidados intensivos pediátricos. Serie Cuidados emergencias. Barcelona: Elsevier; 2011.
Avanzados. Madrid: Difusión Avances de Enfermería
18. Salvadores P, Sánchez E, Carmona F. Enfermería en
(DAE); 2010. p. 457-474.
cuidados críticos. Madrid: Editorial Universitaria
Ramón Areces; 2011.

Anda mungkin juga menyukai