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Universidad Santo Tomás

Escuela de Psicología
Sede Viña del Mar

Conductas Autolesivas en Adolescentes: Una relación entre


Regulación emocional, afrontamiento y Disociación

Autores:

Alexander Fierro Castillo


Nicol Ponce Astorga
Claudia Valenzuela Cortez

Profesor Guía:

Hugo Plaza Villarroel

2017
Viña del Mar Chile
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Resumen

La presente investigación se enfocó en comprender las conductas autolesivas


mediante la relación existente entre los factores de afrontamiento, regulación emocional,
experiencias disociativas y las conductas autolesivas en adolescentes de la ciudad de san
Antonio, Valparaíso. Para este estudio participaron 112 estudiantes de los colegios de la
ciudad. A partir de esto, se realizó un estudio de regresión lineal múltiple entre los
factores y dimensiones abordados a través de la utilización de la Cédula de
Autolesiones, la Escala de Afrontamiento, la Escala de Dificultades de Regulación
Emocional (DERS-E) y la Escala de Experiencias Disociativas Modificada y Abreviada
(DES-M). Los resultados obtenidos evidencian correlaciones entre algunas dimensiones
de los factores de afrontamiento y experiencias disociativas, además algunas
dimensiones de dichos factores presentan un importante potencial predictivo de las
conductas autolesivas. Sin embargo, se presentaron dificultades para incorporar el factor
de regulación emocional.

Con estos resultados se observa la necesidad de contar con un único instrumento


que establezca relaciones entre los factores específicos referentes a los constructos
abordados en la investigación, con el propósito de producir un dispositivo que
contribuya en el diagnóstico, y en la creación de estrategias de intervención adecuadas
para cada caso.

Palabras Clave: Conductas autolesivas, Adolescentes, Estrategias de


afrontamiento, Experiencias Disociativas, Regulación Emocional, Modelo Compresivo.
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Abstract

This research focuses on understanding self-harm behaviors through the


relationship between coping factors, emotional regulation, dissociative experiences and
self-harm behaviors in adolescents in the city of San Antonio, Valparaíso. For this
research 112 students participated, all them of the schools of the San Antonio city. From
this, a multiple lineal regression study was carried out between the factors and
dimensions addressed through the use of the Self-injury Certificate, the Copying Scale,
the Emotional Regulation Difficulties Scale (DERS-E) and the Dissociative Experiences
Modified and Abbreviated Scale (DES-M). The final results showed correlations
between some dimensions of the factors of copying strategies and dissociative
experiences, as well as some dimensions of these factors showed an important
predictive potential of self-injurious behaviors. However we could saw difficulties to
incorporate the emotional regulation factor.

Finally, we noticed the need to have a single instrument that to establish


relationships between the specific factors related to the constructs addressed in the
research, with the purpose of produce a device that contribute to the diagnosis and to
create appropriate intervention strategies for each case.

Keywords: Self-injurious behaviors, Adolescents, Coping strategies, Dissociative


Experiences, Emotional Regulation, Compressive Model.
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Introducción

La presente investigación se enfoca en conocer la prevalencia de las conductas


autolesivas en adolescentes chilenos y además, generar información que permita obtener
un factor predictivo de las conductas autolesivas en Chile. A partir de esto se realizará
un estudio correlacional de factores que derivan de las conductas autolesivas, las cuales
corresponden a estrategias de afrontamiento, autorregulación emocional y experiencias
disociativas.

El estudio está dirigido a una muestra preliminar de 112 adolescentes chilenos


de los establecimientos educacionales Colegio Fénix y Liceo Nacional de la ciudad de
San Antonio, correspondientes a las edades entre 14 y 17 años, lo cual se justifica en el
marco de prevalencia, considerando que es en esta etapa donde encontramos una mayor
incidencia de conductas de este tipo.

Para analizar este fenómeno se recurre a los diversos aportes que han realizado
autores que han investigado sobre el tema, siendo necesario diferenciar las conductas
autolesivas de las autodestructivas, en cuyo caso el primer concepto excluye las
conductas excesivas y se dirige a actos que buscan regular las emociones a través de
cortes, quemaduras, mordeduras, golpes e interferencia en el proceso de cicatrización de
heridas.

Por último, la investigación que se llevará a cabo tiene un carácter cuantitativo


con instrumentos correspondientes a cada una de las variables. El propósito se basa en
la obtención de datos estadísticos objetivos sobre los factores relacionados, dado que
existen escasas investigaciones dirigidas al estudio de las conductas autolesivas en el
país, las cuales se relacionan directamente con los intentos suicidas y no como un
fenómeno independiente, es por ello que surge la necesidad de visibilizar esta
problemática a modo de generar conciencia y posibles estrategias preventivas.
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Marco Teórico

La adolescencia ha sido descrita como un período de tensión y tormenta según lo


expuesto por Muuss (1966), parece que se debe a Stanley Hall Goethe y Schiller la
adopción de los términos Sturm und Drang de la literatura alemana, a finales del siglo
XVII, caracterizada principalmente por cambios significativos a nivel físico,
psicológico, emocional y social. Sin embargo, Moral y Ovejero (2004) plantean que
más que hablar de un período individual típicamente adscrito a los adolescentes,
también se aplicaría por extensión el constructo “tormenta y tensión” a diversas crisis
afectivas y psicosociales en el plano relacional. En este sentido, Moral y Sirvent (2011)
señalan que la adolescencia ha de ser concebida, más bien como un largo y paulatino
proceso de adaptación que como un período de sucesivos e incontrolados tumultos y
crisis, representando una etapa de reajustes a nivel fisiológico, cognitivo, emocional y
social que tienden a ser resueltos adaptativamente. Cuando los mecanismos puestos en
marcha para resolver las diversas problemáticas se transforman en factores que
perjudican al individuo, entonces estas se consideran conductas desadaptativas, tales
como las conductas autolesivas (Miller y Smith, 2008)

Las conductas autolesivas, en adelante llamadas CAL, se definen como el hecho


o acto que comete un individuo de lesionarse o lastimarse a sí mismo (Castro, Kirchner
y Planellas, 2014), el cual tiene como fin ejercer hacia sí mismo un daño físico
generando impacto inmediato en el cuerpo (Rodríguez, Rodríguez, Gempeler y Garzón,
2013) o la destrucción del propio cuerpo (Woo, 2013). Por otro lado, Mosquera (2008)
en su libro “Autolesión: lenguaje del dolor”, hace referencia a que las personas se
autolesionan como un modo de estrategia de afrontamiento y como una medida
compensatoria, dejando claro que una autoagresión es una forma de manejar y tolerar
las emociones, que pueden surgir de una forma impulsiva e inesperada pero también
puede ser premeditada y planificada, siendo la consecuencia de un aprendizaje que se va
reforzando y se hace automático con el tiempo.

Cabe señalar que existe una diferencia entre CAL y Conductas Autodestructivas,
siendo la principal diferencia la señalada por Villarroel et al. (2013) donde el concepto
autolesivo excluye las conductas excesivas generadas por alcohol, drogas o alimentos,
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considerando como principales actos autolesivos los cortes, quemaduras, mordeduras,


golpes e interferencia en el proceso de cicatrización de heridas (Rodríguez et. al., 2013).

En la actualidad, las CAL se constituyen como un fenómeno de alta frecuencia;


en un estudio realizado el año 2011 referente a las manifestaciones de conductas auto-
lesivas evidenciadas en adolescentes y población adulto joven, las conductas de cortes
corresponden desde el 11% al 13% total de estos fenómenos (Roizblatt, 2011). De igual
modo Woo (2013) señala un aumento en estas conductas en la población infantil y
adolescente. Por otra parte, en estudios conducidos en países como Australia se ha
reportado que el 8.1% de la población general se ha autolesionado en algún momento de
la vida (Ulloa, Contreras, Paniagua y Victoria, 2013). Según Albores et al. (2004) la
prevalencia a lo largo de la vida es del 15 al 17% de adolescentes en la comunidad
mientras que en población clínica psiquiátrica va del 40-80% en adolescentes. En Chile,
la prevalencia no se diferencia de lo datos mundiales, así en el estudio de Carrera,
Guzmán y Molina (2005) se señala un porcentaje del 19,2% de ocurrencia de CAL en
adolescentes chilenos.

Consecuencias de las conductas autolesivas

Las conductas autolesivas no suicidas (NSSI) consisten en cualquier daño


autoinfligido de manera deliberada a la superficie del cuerpo que pueda inducir
sangrado, hematomas o dolor, pero sin intención suicida y para fines que no están
socialmente aprobados. Incluye métodos tales como cortar la piel, quemar, apuñalar,
golpear, rasguñar, entre otros (Klonsky, Muehlenkamp, Lewis y Walsh, 2011).

Sus consecuencias clínicas son entendidas de acuerdo a la clasificación


propuesta por Simeon y Favazza (1995) en las cual se encuentran conductas autolesivas
mayores que involucran consecuencias graves asociadas a enucleación ocular
amputación de extremidades, castración; su principal aparición se produce durante
episodios psicóticos con una incidencia de un 75%. Otra categoría incluye las conductas
autolesivas estereotipadas las cuales tiene su mayor aparición en trastornos del espectro
autista o retardo mental severo, estas conductas se manifiestan en actos que van desde
golpes en la cabeza contra la pared, rasguños, mordeduras, tirones de cabello, sin
embargo, las consecuencias asociadas son moderadas a pesar de su frecuencia altamente
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repetitiva. Las conductas autolesivas compulsivas sus consecuencias son leves, aunque
están referidas a actos repetitivos que pueden ocasionar excoriaciones o heridas en la
piel debido al rascarse reiteradamente o morder sus uñas. Finalmente se encuentra la
conducta autolesiva impulsiva las consecuencias o daños asociados a esta categoría
varían desde leve a moderado, sus actos más frecuentes son cortes o quemaduras en la
piel, etc.

En un principio, las conductas autolesivas no suicidas eran consideradas como


un síntoma del trastorno de personalidad borderline y se incluyó como tal en el Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-IV-TR (APA, 2000). No
obstante, la investigación ha indicado que las conductas autolesivas son concomitantes a
muchos otros trastornos como la depresión, el estrés post traumático, la ansiedad
generalizada, y los trastornos alimentarios (Bentley, Nock, & Barlow, 2014). Esto ha
contribuido a considerar las conductas autolesivas como transdiagnóstico. De hecho, se
ha incluido en el DSM-5 como una condición que requiere un examen más a fondo, en
consideración de que cuando este comportamiento se produce con frecuencia debido a
una necesidad de urgencia y ansiedad puede llegar a provocar un patrón de
comportamiento similar a la adicción (APA, 2014).

En la presente investigación, se profundizará en las conductas autolesivas


impulsivas, las cuales se presentan como actos ritualizados y simbólicos. Según
Villarroel et al. (2013) en las autoagresiones impulsivas se especula la existencia de
cierta predisposición obsesivo-compulsiva, la conducta puede darse con una frecuencia
casi diaria, sin un claro evento precipitante externo o interno, y se presenta con un
patrón compulsivo-adictivo. Es más común en mujeres, comienza en la preadolescencia.

Para entender mejor el efecto de las conductas autolesivas impulsivas, es


importante entender su relación con otros trastornos, así:

La presencia tanto de la conducta impulsiva y compulsiva se asocia con una


mayor depresión, mientras que la presencia de características impulsivas, en ausencia de
los compulsivos parece estar relacionado con una mayor duración de la enfermedad y a
una mayor tasa de deserción del tratamiento psiquiátrico. Ambos comportamientos
compulsivos e impulsivos autolesivas se asocian con una mayor falta de conocimiento
interoceptivo. (Favaro y Santonastaso, 1998, p. 161).
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Referente a esto es que un estudio reciente realizado por Ávila y Pachar (2016)
en Ecuador da cuenta que en los adolescentes, los ritos más realizados son quemaduras
en la piel, cortes o la introducción de objetos punzantes. Destacando principalmente que
quienes recurren con mayor regularidad a este tipo de conductas de carácter impulsivo,
son adolescentes mujeres con algún trastorno de personalidad. Se ha determinado que
las mujeres con trastornos de personalidad, especialmente el límite, trastorno por estrés
post – traumático, la conducta alimentaria, trastornos anímicos y particularmente en
individuos con antecedentes de abuso sexual en la infancia, se constituyen como
principales factores de riesgos para este tipo de conductas autolesivas (Villaroel et al.
2013).
Pérez (2015) señala que la conducta autolesiva podría surgir como una forma de
externalizar un conflicto emocional adverso agudo y muy intenso, frente a situaciones
del entorno interpretadas como vitalmente estresantes y que tal vez represente la
somatización irracional e impulsiva de manifestar afectos negativos y la urgencia oculta
de solicitar ayuda.

Dentro de esta categoría se pueden encontrar dos divisiones: las autoagresiones


impulsivas episódicas y agresiones repetitivas, en las cuales las primeras se definen
como las autoagresiones impulsivas episódicas existe un temor constante por dañarse a
sí mismo, es decir, la conducta se vive con egodistonía, el sujeto intenta resistirse a los
impulsos autolesivos pero fracasa en forma recurrente, por otro lado en las agresiones
repetitivas la conducta puede darse con una frecuencia casi diaria, sin un claro evento
precipitante externo o interno, y se presenta con un patrón compulsivo-adictivo.

Comorbilidad

Las conductas autolesivas en primera instancia se ligaban exclusivamente al área


de salud mental, siendo asociado a sintomatología de algunos trastornos mentales. En un
estudio realizado en España se les administró a una muestra de adolescentes la Escala de
Pensamientos y Conductas Autolesivas, de cuyos resultados se obtuvieron que el 42,7%
de los adolescentes tenían antecedentes psiquiátricos, a partir de ello se señala que el
68,6% de los adolescentes fueron diagnosticados de algún trastorno del
comportamiento, seguido por los trastornos de ansiedad 11,4%; y los trastornos del
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estado de ánimo 7,6%; Los trastornos de la conducta alimentaria afectaron al 4,5%.


Finalmente, el 4,2% fue diagnosticado de algún trastorno neuropsiquiátrico (Díaz et. al,
2015).

Por otra parte, los factores de riesgo asociados a las conductas autolesivas no
suicidas pueden observarse en abuso infantil, desregulación emocional además de los
desórdenes mentales (Klonsky & Glenn, 2009; Lofthouse, Adler, & Muehlenkamp,
2008). Por lo tanto, también es posible observar la presencia de esta conducta en
personas que no presentan un trastorno psicológico, pudiendo asociarse a factores
externos y/o ambientales estresantes que conllevan a conductas de afrontamiento más
adaptativas, en este sentido pueden hallarse diferencias en las estrategias de
afrontamiento utilizadas por la población adolescente, siendo las respuestas de tipo
evitativo aquellas que destacan por sobre la aproximación al problema (Kirchner,
Ferrer, Forns y Zanini, 2011).

Factores psicológicos o Sociales asociados a las Conductas Autolesivas

Dentro de los factores de riesgo existe un relativo consenso en considerar que las
conductas autolesivas son más frecuentes en el género femenino, ser adolescente
principalmente entre las edades de 14 - 17 años, de bajo nivel socioeconómico, y con
presencia de antecedente de haberse criado en un ambiente familiar adverso (violencia
intrafamiliar, abuso, separaciones, madre muy joven, escaso nivel educacional). Así
como también influye una serie de otros factores asociados tanto a las dimensiones
sociales, familiar e individual (Frías, Vázquez, Del Real, Sánchez y Giné, 2012)

Desde la dimensión social, el sistema escolar representa en ocasiones un factor


de riesgo cuando éste impacta de manera negativa en el desarrollo del estudiante, en
este sentido se establece una asociación con el bullying (Yates, tracy y Luthar, 2008;
Crowell, Beauchaine, Syed y Khan, 2008; McMahon et al., 2010; Landstedt y Gillander,
2011), considerando el acoso escolar como un predisponente de la conducta autolesiva
(Hankin y Abela, 2011; Jutengren, Kerr y Stattin, 2011). Por otra parte, hay estudios
que señalan que los adolescentes que recurren a estas conductas suelen tener “otros
significativos” que también lo hacen (O`Connor et al., 2009). Sin embargo, en un
estudio reciente también se han hallado evidencias de que las nuevas tecnologías
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representan medios para compartir experiencias y/o procedimientos autolesivos


(Messina y Iwasaki, 2011). Otro factor precipitante hallado en investigaciones es el
abuso sexual cuando esta es asociada a la presencia de algún tipo de patología,
especialmente al trastorno depresivo (Madge et al., 2011; Klonsky, 2007; Murray,
MacDonald & Fox, 2008).

A partir de la dimensión familiar, se han realizado estudios que apuntan a que la


presencia de conflictos interpersonales en el subsistema familiar, en conjunto con un
clima de mayor emoción expresada prevalecen los sujetos que se autolesionan (Crowel,
Beauchaine, McCaul, Smith, Vasil y Stevens, 2008; Syed y Khan, 2008; Yates, Tracy y
Luthar, (2008). Por otra parte, desde el enfoque sistémico se explica que, aspectos como
la organización de los miembros, los roles que desempeñan, la forma en que se
comunican, entre otros, pueden generar relaciones familiares que predisponen la
presencia y/o mantenimiento de problemas psicológicos (Soria, 2010). La violencia
intrafamiliar juega un rol importante en esta temática, en este sentido Núñez y Castillo
(2014) explican que generalmente los niños que viven violencia en sus hogares se
tornan introvertidos, y empiezan a presentar temor, inseguridad, culpa, vergüenza,
aislamiento, falta de empoderamiento, baja autoestima, depresión, dependencia
emocional y relaciones interpersonales deficientes. Estas mismas características
individuales se correlacionan con el perfil de los adolescentes que recurren a las
conductas autolesivas.

Analizando la dimensión individual, la adolescencia es considerada una etapa


evolutiva de gran inestabilidad emocional (Chaux, 2003; Farrington, 2004; Samper,
Aparici & Mestre, 2016). Por lo tanto, se puede considerar este factor el principal
desencadenante de la puesta en marcha de una serie de acciones que dirigen el actuar
más allá del control voluntario de la persona, considerando además que los sujetos
impulsivos presentan dificultades para resolver tareas por la precipitación de respuestas,
un menor control atencional y un uso inadecuado de estrategias de tipo analítico.
(Mestre, Samper, Tur-Porcar, Richaud y Mesurado, 2012). En este sentido, es posible
señalar un déficit en las estrategias de afrontamiento adoptadas por los sujetos que
incurren en esta conducta, lo cual se asocia a su vez con una baja autoestima, baja
autopercepción para manejar situaciones estresantes, menor capacidad de autocontrol y
pesimismo, propios de esta etapa (Claes, Houben, Vandereycken, Bijttebier &
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Muehlenkamp, 2010). El género pareciera ser otro factor, por una parte, hay estudios
que señalan que la presencia de conductas autolesivas están más presentes en mujeres
(Landstedt y Gillander, 2011; Madge et al., 2008; Hawton & Harris, 2008). Sin
embargo, no existe un acuerdo que avale completamente este factor, ya que hay autores
que no consideran diferencias significativas (Wan et al., 2011; Cerutti, Manca, Presaghi
y Gratz, 2010). Los rasgos de personalidad son también factores determinantes, en
conjunto con características psicopatológicas, en donde se incluye el consumo de
drogas, ánimo deprimido, trastornos alimentarios entre otros correspondientes al área de
salud mental (Frías, Vásquez, Del Real, Sánchez y Giné, 2012; Roca, Guardia y Jarne,
2012
Modelos Comprensivos de las conductas autolesivas

Para abordar de mejor manera esta temática se establecen tres modelos que tendrían
relación con la generación de las conductas autolesivas en los adolescentes:

Estrategias de afrontamiento y conductas autolesivas

El Modelo de Afrontamiento ha desarrollado una forma de comprender


teóricamente “la adaptación de las personas y el proceso de estrés que las mismas
enfrentan en su vida cotidiana” (Mikulic y Crespi ,2008, p. 306). Así según Pascual
Conejero y Etxeberria (2016) las estrategias de afrontamiento son un conjunto
de acciones y pensamiento que permiten al sujeto hacer frente a situaciones de alta
dificultad. A partir de esto el modelo de afrontamiento es comprendiendo como
un factor estabilizador, que permite al sujeto adaptarse de manera conscientes y
voluntariamente a variables psicosociales durante situaciones de estrés (Mikulic y
Crespi ,2008; Morales, Trianes, Miranda e Inglés, 2016; Quitmann et al., 2015). Así este
modelo da respuesta a como la adaptación actúa sobre la serie de mecanismos que se
ponen en marcha cuando el sujeto se relaciona con situaciones que generan estrés
(Morales et al., 2016). Centrándose así en los esfuerzos cognitivo-conductuales del
sujeto para manejar las demandas internas y/o externas y regular las emociones
(Kirchenner et al. 2011; González, Montoya, Cosullo y Berno, 2002; Pascual et al.,
2016), las cuales son evaluadas o percibidas como una carga o que exceden sus recursos
personales (Llorens, Perelló del Rio y Palmer, 2004). Así el afrontamiento estará
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determinado por distintos componentes individuales, ambientales, como también la


interacción entre estos (González y Landero, 2007; Mikulic y Crespi ,2008).

El Modelo de Afrontamiento establece dos formas de cómo se comportan las


estrategias de afrontamiento al estrés, así las estrategias focalizadas en el Problema se
centra en modificar la situación problemática mediante la búsqueda de una solución
activa para generar así que la problemática sea menos estresante, a diferencia de las
estrategias focalizadas en la emoción, las cuales buscan reducir la tensión, la activación
fisiológica y la reacción emocional (Llorens et al. 2004; Morales et al., 2016 ) a través
de conductas de escape (Mikulic y Crespi ,2008). Una segunda forma de
comportamiento “pone énfasis en la orientación o el foco, diferenciando entre formas de
afrontamiento activas versus formas pasivas de afrontar un problema” (Mikulic y
Crespi, 2008, p.306).

Si bien, las estrategias de afrontamiento no presentan gran diferencia en tema de


género (Pascual et al., 2016), si se observa la tendencia a que los hombres desarrollen
una evaluación positiva del problema y las mujeres generen estrategias más centradas en
la emoción (Pascual el al., 2016). Otro factor que se diferencia es que los adolescentes
tienden a generar formas de afrontamiento más complejas centradas en distracción y el
escape de problemas percibidos como incontrolables para ellos. (Quitmann et al., 2015)

A partir de esto, las autolesiones son comprendidas como un déficit en las


estrategias de afrontamiento, la cual unida a una baja percepción de las capacidades para
manejar situaciones estresantes gatilla o se relaciona con las conductas autolíticas
(Kirchenner et al. 2011), de este modo, a la base del Modelo de Afrontamiento se
encuentra la función moderadora que modifica los efectos desestabilizadores del estrés
que desde una mirada comprensiva de las autolesiones tendría relación con la
gratificación o alivio posterior a la ejecución de la lesión esperada (Mikulic y Crespi,
2008).

Regulación emocional y conductas autolesivas

El modelo de regulación emocional apunta una compresión de lo que es la


emoción y al alivio de afectos percibidos por el sujeto como negativos agudos e
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intensos. La regulación emocional puede definirse como toda estrategia dirigida a


mantener, aumentar o suprimir un estado afectivo en curso. (Silva, 2005)

Según Gross (1999) la regulación emocional se refiere a aquellos procesos por


los cuales las personas ejercemos una influencia sobre las emociones que tenemos,
sobre cuándo las tenemos, y sobre cómo las experimentamos y las expresamos”

La regulación emocional eficaz está asociada al funcionamiento social efectivo y


adecuado (Einsenberg, Fabes, Guthrie, & Reiser, 2000) de esta manera es que el modelo
de regulación afectiva da cuenta de que aquellos sujetos que poseen una mayor
capacidad de regular sus emociones negativas y/o positivas, tienen relaciones
interpersonales más positivas, mostrando menos conductas desviadas y menos
trastornos psicológicos.

Otra mirada es desde las perspectivas sistémica y cognitiva, en las que se postula
que ambientes tempranos invalidantes dificultan el desarrollo de apropiadas estrategias
de afrontamiento del estrés emocional. Sujetos que se han desarrollado en estos
ambientes y son vulnerables biológicamente hacia la inestabilidad emocional, pueden
encontrar en las conductas autolesivas medios útiles para regular afectos negativos
intolerables. (Villarroel et al., 2013)

La mayoría de los individuos que se autolesiona menciona querer aliviarse de


situaciones de gran contenido emocional. En este caso manifiestan poseer emociones
tales como enojo, vergüenza, ansiedad, tensión, tristeza, frustración o desprecio. En
contraposición, una minoría de individuos refieren querer aliviarse de estados en los
cuales se experimentan pocas emociones o disociación (Lamaletto, 2011).

La regulación emocional está compuesta de dos polos que juegan un rol de


carácter importante en las conductas autolesivas (CAL) por un lado está la
desregulación que podría ser enunciada como la presencia de un déficit en la activación
y/o efectividad de ciertas estrategias de regulación ante estados afectivos negativos
(Hervás y Vázquez, 2003) que a su vez da lugar a una excesiva labilidad emocional o
inercia afectiva y por otro lado el polo del excesivo autocontrol asociado a elevados
niveles de ansiedad, reactividad emocional, entre otros trastornos que pueden verse
potenciados por el excesivo autocontrol del sujeto.
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Disociación y conductas autolesivas

El concepto “disociación” era comprendido en un principio como un déficit en la


capacidad de integración de dos o más sistemas diferentes de ideas y funciones que
constituyen la personalidad, sugiriendo que se podía relacionar a un componente
genético de enfermedad grave, eventos adversos y traumatizantes (Nijenhuis, E. y Van Der
Hart, O., 2011). Sin embargo, otras investigaciones proponen la disociación para
describir un proceso en el cual el comportamiento, los pensamientos y las emociones se
pueden separar unos de otros, desconociéndose los mecanismos implicados en la
disociación (Avdibegović, E. 2012). Si bien no existe un consenso para explicar el
fenómeno de disociación, Avdibegović (2012) refiere que:

La mayoría se basa en los conceptos del rol del trauma u otras experiencias
emocionales que interfieren con el período de desarrollo o alteran la integridad
de la función mental en la adultez; considera la naturaleza adaptativa y
desadaptativa de la disociación y observa la disociación como una defensa o un
factor de resiliencia o como una forma de supervivencia en circunstancias
insoportables para una persona.

Es en este contexto que surge la propuesta del modelo BASK de Braun, el cual
fue diseñado para organizar el pensamiento y el tratamiento del trastorno de identidad
disociativo, trastorno de personalidad múltiple (TID/TPM), pero también el espectro
completo de trastornos relacionados con trauma y disociación. (Colin A. Ross, M.D.,
2017). En una situación normal, las personas experimentan los acontecimientos casi de
forma simultánea a lo largo de cuatro dimensiones: conocimiento, conductas,
sensaciones y afectos. Por el contrario, los sujetos que se encuentran en un estado
disociativo presentan interconexiones total o parcialmente cortadas y recombinadas”.

Menor (2014) refiere el modelo BASK como una alternativa al concepto


freudiano de defensa. La autora cree que una de sus virtudes es reunir varios procesos
que suelen ocurrir juntos pero que no siempre han sido vistos como relacionados, en
este sentido, señala la posibilidad de que el comportamiento se puede disociar como en
un estado de trance que lleve a la automutilación.
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Diversos son los motivos que conllevan a la conducta autolesiva, algunas


personas lo utilizan para evocar emociones cuando se sienten entumecidas o disociadas,
mientras que otras lo usan para aumentar la energía o mejorar su estado de ánimo, no
obstante, también puede ser utilizado como un medio de autocontrol, castigo o
distracción de los factores estresantes (Leong, Wu y Poon, 2014).

En este sentido, García, Carballo, Díaz, León y Baca (2015) apuntan a


considerar la conducta autolesiva como un regulador del afecto, y que puede servir a
otras funciones, tales como anti-disociación, límites interpersonales, influencia
interpersonal, auto-castigo, búsqueda de sensaciones o anti-suicidio (algunos individuos
se involucran en NSSI para reemplazar, comprometer o evitar el impulso de cometer
suicidio).

Planteamiento del Problema

Actualmente en Chile, los estudios realizados sobre conductas autolesivas


tienden a ser minoritarios, a diferencia de los dirigidos a las conductas de suicidio
(Silva, Vicente, Saldivia y Kohn, 2013; Valdivia, Silva, Sanhueza, Cova y Melipillán,
2015)., los cuales se basan en los criterios DSM. A partir de esto, es posible comprender
la falta de estudios considerando que el DSM no incluye las conductas autolesivas como
una categoría propia sino como características de otros trastornos.

Es así como entonces el presente estudio se centra en cómo los factores de


afrontamiento, la regulación emocional y la disociación se relacionan con el fenómeno
de las conductas autolesivas en adolescentes.

En conclusión, esta investigación busca visibilizar el fenómeno de las conductas


autolesivas en adolescentes en la ciudad de San Antonio, a partir de la generación de
datos que permitan en primera instancia conocer la prevalencia de las conductas
autolesivas en la muestra de estudio, en segundo lugar, establecer las correlaciones entre
los factores de regulación emocional, afrontamiento y disociación asociados a la
generación de las conductas autolesivas y finalmente posibilitar a partir de los
resultados obtenidos la obtención del potencial predictivo.
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Objetivos de Investigación

El objetivo central de la investigación es establecer la relación entre estrategias de


afrontamiento, disociación, regulación emocional y conductas autolesivas (CAL).

De este mismo modo, los objetivos específicos asociados a esta investigación son:
1. Describir el nivel de prevalencia de las conductas autolesivas a partir de los tres
modelos principales (afrontamiento, disociación y regulación emocional).
2. Examinar la relación de las conductas autolesivas y las explicaciones que los
distintos factores presentan para abordar esta temática.
3. Examinar el potencial predictivo que tienen los modelos de afrontamiento,
regulación emocional y la disociación sobre las conductas autolesivas.

Hipótesis

A partir de esta investigación se espera comprobar la existencia de una


correlación entre los factores de regulación emocional, disociación y afrontamiento con
las conductas autolesivas. De este modo, se plantea que a mayores estrategias de
afrontamiento habrá menor conducta autolesiva; a mayor regulación emocional menor
conducta autolesiva y a menor disociación habrá menor conducta autolesiva.

Metodología

Tipo y diseño de la investigación

El proyecto de investigación será realizado entre el octavo y noveno semestre de


la carrera de psicología perteneciente al año 2016 – 2017. El proyecto busca abordar los
factores relacionados con las conductas autolesivas en adolescentes a partir de un
estudio multifactorial de carácter cuantitativo, basado en una correlación bivariada y
una regresión lineal múltiple, considerando para ello instrumentos que midan las
estrategias de afrontamiento, la regulación emocional y la disociación, los cuales han
demostrado teóricamente estar ligados al fenómeno mencionado.
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El objetivo de llevar a cabo esta investigación es obtener datos estadísticos


concretos que permitan visibilizar un fenómeno que va en aumento en la población
chilena, como también conocer la relación que se produce entre los distintos factores y
la conducta autolesiva, y así determinar el nivel predictivo de los tres factores sobre la
conducta autolesiva en los adolescentes.

Población y Muestra

La población estudiada está compuesta por una muestra preliminar de 112


adolescentes estudiantes, pertenecientes al establecimiento educacional Colegio Fénix y
Liceo Nacional de Llolleo, ubicados en la ciudad de San Antonio, región de Valparaíso.

Así en conjunto con los acuerdos de investigación el cual establece el nivel de


confianza en un 95% de seguridad y un 3% de margen de error permitido para que el
estudio sea válido, los criterios de inclusión para participar del estudio serán, ser
estudiante hombre o mujer de enseñanza media entre 14 a 17 años, que estudie en San
Antonio.

Métodos de recolección o producción de datos

Se analizarán las conductas autolesivas mediante la Cédula de autolesiones, las


estrategias de afrontamiento mediante la escala de Afrontamiento, la regulación
emocional a través de la DERS-E y la disociación a través del instrumento DES-M, con
la finalidad de establecer la relación entre las conductas autolesivas y las tres
dimensiones mencionadas.

1. Cédula de autolesiones: Es un cuestionario desarrollado por Marín (2013) para


una tesis el cual se compone de 13 reactivos diseñados para detectar y medir
temporalmente autolesión no suicida. Los reactivos 1 al 12 presentan ejemplos
de autolesiones específicas (basados en la literatura sobre el tema) y se contestan
en una escala dicotómica (presencia-ausencia); en caso de respuestas
afirmativas, se proporcionan 5 opciones de respuesta para registrar: 1)
frecuencia y 2) cuándo fue la última ocasión en que la autolesión ocurrió. El
reactivo 13 permite establecer el inicio de las autolesiones y su empleo es de tipo
informativo pues no contribuye a la puntuación. Los datos se transformaron con
18

un algoritmo a fin de obtener puntuaciones en una escala continua, en donde un


mayor puntaje indica mayor severidad y frecuencia de cada tipo de autolesión.
Cinco reactivos se consideraron significativos de autolesión, en tanto que siete
de ellos se consideraron como autolesión menos severa, por lo que se requiere de
información adicional para confirmar un diagnóstico positivo.

2. Escala de Afrontamiento: Diseñada por Villalobos (2009) tiene como objetivo


conocer los estilos cognitivos y conductuales con el cual el adolescente enfrenta
sus objetivos. Las principales referencias de este instrumento son el cuestionario
de salud mental positiva de Lluch del 2003, la adaptación española del
inventario de estrategias de afrontamiento CSI de Cano, Rodriguez y Garcia del
2007 y la adaptación y validación de la versión hispana del cuestionario de
estilos de afrontamiento CSQ de Guarino, Sojo y Bethelmy en el 2007. La escala
está compuesta por 15 reactivos que agrupan dos factores del afrontamiento
(Afrontamiento Evasivo y Afrontamiento activo) los cuales describen formas de
afrontar eventos estresantes que haya ocurrido en los últimos 6 meses. Cada
frase es contestada en una escala Likert de 4 cuatro puntos: 1 (para nada), 2
(poco), 3 (bastante) y 4 (mucho). En su análisis el instrumento presentó un
coeficiente de consistencia interna Alfa de Cronbach de 0.70 en uno de sus
factores y 0.65 en el otro.

3. Escala de Dificultades de Regulación Emocional (DERS-E): Instrumento


adaptado en la población chilena por Guzmán-González, Trabucco y Urzúa en el
año 2013 a partir de la modificación de la escala adaptada al español de la
Difficulties in Emotion Regulation Scale (DERS), por Hervás y Jódar en el 2008
originalmente creada por Gratz y Roemer en el 2004. Consta de 25 ítems,
desprendiéndose 5 subescalas las cuales corresponden a descontrol emocional,
interferencia cotidiana, desatención emocional, confusión emocional, rechazo
emocional. El instrumento presenta un alfa de cronbach de la escala total de un
0,92, lo que indica que su consistencia interna es satisfactoria.

4. Escala de experiencias disociativas modificada y abreviada (DES-M):


Corresponde a una versión modificada por Montes, Ledesma y Poó (2011) de la
Dissociative Experiences Scale creada originalmente creada por Bernstein y
Putnam en el 1986, instrumento de autoinforme que evalúa la frecuencia con que
19

se experimentan en la vida cotidiana diversos fenómenos disociativos, como


sensaciones de desrealización, despersonalización, alteraciones en la identidad,
alerta y cognición. Esta escala abreviada se desarrolló a partir de la traducción
de la DES original al español, se evalúan 3 dimensiones correspondientes a
absorción e imaginación, amnesia autobiográfica y
despersonalización/desrealización, consta de 18 ítems, 6 ítems por dimensión y
utiliza un formato tipo Likert de 5 puntos, desde nunca o casi nunca (1), a
siempre o casi siempre (5). Los valores de consistencia interna (alfa de
cronbach) para la escala total y para las tres subescalas fueron satisfactorios
(Escala total de 0,83, Amnesia de 0,77; Absorción de 0,70; Despersonalización
de 0,73.) (Ledesma, Montes y Poó, 2011).

Plan de análisis de datos

Se utilizará para el presente estudio la Cédula de Autolesiones para detectar y


medir temporalmente autolesión no suicida en la muestra de adolescentes. También se
aplicará la Escala de Afrontamiento para conocer los estilos cognitivos y conductuales
con el cual el adolescente enfrenta sus objetivos. Otro instrumento a utilizarse para
complementar la investigación será Escala de Dificultades de Regulación Emocional
(DERS-E) con el propósito de medir descontrol emocional, interferencia cotidiana,
desatención emocional, confusión emocional, rechazo emocional. Posteriormente se
administrará la Escala de experiencias disociativas modificada y abreviada (DES-M) la
cual evaluará la frecuencia con que se experimentan en la vida cotidiana diversos
fenómenos disociativos, como sensaciones de desrealización, despersonalización,
alteraciones en la identidad, alerta y cognición.

Finalmente, los resultados obtenidos de la aplicación de estos cuatro


instrumentos permitirán analizar los datos para comprobar la existencia de una relación
entre las estrategias de afrontamiento, la regulación emocional y la disociación con las
conductas autolesivas. Durante el proceso de aplicación de los instrumentos la
investigación se guiará por tres objetivos centrales al momento de analizar los
resultados, los cuales serán explicados en la tabla 1.

Tabla 1.- Plan de análisis de Resultados


20

Objetivos Análisis

Describir el nivel de prevalencia de las Estadísticas descriptivas.


conductas autolesivas y los factores de Medidas de tendencia central
regulación emocional, afrontamiento, y dispersión.
disociación.
Examinar la relación de las conductas Análisis de correlación
autolesivas y las explicaciones que los bivariada de Sperman.
distintos factores presentan para abordar esta
temática.

Analizar el factor de predictivo de las Análisis de regresion lineal


variables correlacionadas con las conductas múltiple
autolesivas.

Procedimiento

Se efectuó una selección estratificada de la población (adolescentes entre 14 y


17 años que estuvieran cursando Enseñanza Secundaria Obligatoria) del
Establecimiento educacional Colegio Fénix y Liceo Nacional de Llolleo. Se contactó
con la directora y jefe de UTP de cada establecimiento y se les expuso el proyecto. Tras
la autorización de los padres de los alumnos se programó la visita para la aplicación de
los instrumentos. La participación de los alumnos fue voluntaria y el grado de
motivación manifestado fue elevado, ninguno de ellos rehusó participar en el estudio. Se
garantiza el anonimato de los datos recogidos y se administraron las pruebas de forma
colectiva a una muestra de 112 adolescentes.

Resultados

Estadísticos descriptivos

En la tabla 1 se presenta las medias, desviaciones típicas y el rango de cada uno


de los factores evaluados y sus dimensiones internas. De igual manera, en la tabla 2 se
presenta el porcentaje de realización de los actos autolesivos señalados en la cedula de
21

autolesiones (Marín, 2013). Por último, se presenta en la tabla 3, edades de la primera


incidencia de algún acto autolesivo.

Tabla 1.
Medias, desviaciones típicas y rangos de los diferentes factores y dimensiones

Factores Media D.T Rango

Autolesiones 0,35 ,53 0-5

Estrategias de afrontamiento
Afrontamiento Activo 2,66 ,62 1-4

Afrontamiento Evasivo 1,94 ,62 1-4

Escala Total 2,31 ,38 1-4

Regulación emocional

Rechazo Emocional 2,93 1,37 1-5

Descontrol Emocional 2,96 1,57 1-5

Inferencia Emocional 2,86 1,31 1-5

Desatención Emocional 2,86 1,03 1-5

Confusión Emocional 3,00 1,27 1-5

Escala Total 2,85 ,91 1-5

Experiencias Disociaciativas

Despersonalización y Desrealización 1,81 ,77 1-5

Amnesia Autobiográfica 2,41 ,93 1-5

Absorción e imaginación 2,79 1,01 1-5

Escala Total 2,34 ,82 1-5


22

Tabla 2.
Porcentaje de realización de actos Autolesivos

Actos autolesivos % de realización

Cortarse hasta lastimarse / Sangrar 24,1%

Rayar, Marcar, Pichar la piel 43,2%

Quemarse 6,3%

Impedir que sanen las heridas 15,2%

Sacarse Sangre 17,0%

Estrellar alguna parte cuerpo en la pared 29,5%

Golpearse hasta dejar algún moretón o cicatriz 16,1%

Morderse hasta sangrar 8,0%

Frotarse la piel con un objeto punzante 14,,3%

Usar sustancias agresivas para frotar en la piel 1,8%

Otros 3,6%
23

Tabla 3.
Edades de la primera incidencia algún acto autolesivo.

Edad de primer acto autolesivo

Nunca 49 44,5

9 años o menos 5 4,5

10 años 4 3,6

11 años 3 2,7

12 años 7 6,4

13 años 22 20,0

14 años 16 14,5

15 años 4 3,6

16 años o mas 2 1,8

Análisis de Correlación

Las correlaciones presentadas entre las conductas autolesivas, las dimensiones y


las escalas totales correspondientes a los factores de Estrategias de Afrontamiento,
Regulación emocional y Disociación son presentadas en la tabla 4.

El análisis de correlación respecto a las conductas autolesivas y las estrategias de


afrontamiento señala que en su dimensión de afrontamiento activo se presenta una
correlación negativa y significativa a un nivel 0,05, de igual modo la dimensión de
afrontamiento evasivo presenta una correlación positiva a un nivel 0,05, respecto a la
24

escala total de constructo afrontamiento se observa una correlación positiva y


significativa al nivel 0,01.

El análisis de correlación entre las conductas autolesivas y la regulación


emocional señala que sus dimensiones de rechazo emocional, descontrol emocional,
inferencia emocional, desatención emocional y confusión emocional no presentan
correlación con las, conductas autolesivas a ningún nivel, de igual manera la escala total
de regulación emocional no presenta correlación con las conductas autolesivas a ningún
nivel.

Para finalizar, el análisis de correlación entre las conductas autolesivas y las


experiencias disociativas señalan en su dimensión de despersonalización y
desrealización presenta una correlación positiva significativa al nivel 0,01 , de igual
manera en su dimensión de amnesia autobiográfica presenta una correlación positiva
significativa al nivel 0,01 y en su dimensión de absorción e imaginación presenta una
correlación positiva significativa al nivel 0,05, por último en la escala total de
experiencia disociativas se observa la presencia de una correlación positiva
significativa al nivel 0,01 entre este constructo y las conductas autolesivas.

Tabla 4.
Correlación entre Conductas autolesivas y Factores

Factores Conductas autolesivas

Coef. Correlación Sig.

Estrategias de Afrontamiento

Afrontamiento Activo -,241* ,011

Afrontamiento Evasivo ,555** ,000

Escala Total ,222* ,021

Regulación Emocional

Rechazo Emocional ,043 ,653


25

Descontrol Emocional ,031 ,747

Inferencia Emocional -,009 ,922

Desatención Emocional -,068 ,486

Confusión Emocional -,086 ,370

Escala Total ,051 ,605

Experiencias Disociativas

Despersonalización y Desrealización ,310** ,001

Amnesia Autobiográfica ,423** ,000

Absorción e imaginación ,227* ,018

Escala Total ,334** ,001

**La correlación es significativa al nivel 0,01 (Unilateral)


* La correlación es significante al nivel 0,05 (Unilateral)

Análisis de Regresión Lineal Múltiple

Para identificar las variables que predicen las conductas autolesivos en


adolecentes se realiza un análisis de regresión lineal múltiple con las dimensiones
significativas del análisis correlacional.

A partir de ello, el resultado obtenido con las dimensiones de Afrontamiento


Activo, Afrontamiento Evasivo, Despersonalización y Desrealización, Amnesia
Autobiográfica, Absorción e imaginación, señala que las variaciones de las conductas
autolesivas son explicadas en un 45% por estas dimensiones. (Tabla 5)
26

Tabla 5.-
Resumen del modelo predictor de las conductas autolesivas
R R2 R2 Corregida Error Típico
,691 ,478 ,450 ,414
Las Variables incluidas son: Conductas autolesivas ( Dependiente) y Afrontamiento Activo,
Afrontamiento Evasivo, Despersonalización y Desrealización, Amnesia Autobiográfica, Absorción e
imaginación, (Constantes)

Del conjunto de las variables predictivas de las conductas autolesivas (tabla 6),
tres resultaron estadísticamente significativas: Afrontamiento evasivo (β = ,445),
Despersonalización y Desrealización (β = ,602) y Absorción e imaginación (β = ,278).
Las dos variables restantes presentan poco peso respeto a las conductas autolesivas:
Afrontamiento Activo (β = ,032), Amnesia Autobiográfica (β = ,031).

Tabla 6.
Coeficientes de Variables Predictoras
Constantes B Error Típico β t
Afrontamiento Activo ,032 ,071 ,037 ,452
Afrontamiento Evasivo ,396 ,073 ,445 5,457
Despersonalización y Desrealización ,351 ,083 ,602 4,226
Amnesia Autobiográfica -,031 ,079 -,044 -,390
Absorción e imaginación -,151 ,065 -,278 -2,317
27

Discusión

A partir de los resultados obtenidos, se observan diferencias que se alejan de la


hipótesis inicial planteada, así como de algunas investigaciones realizadas que señalan
que tanto altos niveles de regulación emocional como de afrontamiento implican una
menor presencia de conductas autolesivas (Mikolajczak, Petrides y Hurry, 2009). Es por
ello que comprendiendo cada uno de los constructos analizados por separado pueden
plantearse correlaciones entre algunos de los factores para cada instrumento, lo cual
implica que las correlaciones no señalan efectivamente lo que se buscaba establecer de
un modo general, sino que de manera específica con aspectos centrales de las subescalas
de los instrumentos utilizados. Por otra parte, en relación a la regulación emocional no
fue posible establecer la correlación esperada con las conductas autolesivas, dando
cuenta de la posibilidad de que este factor podría no estar influyendo en la generación
de estas, o que el instrumento utilizado no haya sido el adecuado para evaluar la posible
correlación con la conducta autolesiva dado que ninguno de sus factores es
significativo.

Es posible establecer dos aspectos del presente estudio que contribuyen a


abordar los vacíos existentes en los estudios publicados sobre lesiones autolesivas. En
primer lugar, es posible detectar una relación significativa entre diversos factores que
determinan e influyen en el desarrollo de conductas autolesivas, lo cual descarta la
posibilidad de que estas se deban a un único motivo, y por el contrario, señala que estas
se deben a múltiples factores que se conjugan entre sí dando paso a que frente a
situaciones de estrés el individuo se provoque daño a sí mismo como un método para
afrontar situaciones adversas o un modo de inducir o romper con episodios disociativos
.

En segundo lugar, el presente estudio contribuye a clarificar que, si bien las


estrategias de afrontamiento son habilidades que disminuyen las posibilidades de que se
generen las conductas autolesivas, existen factores específicos que posibilitan la
aparición de dicha conducta observándose variables que no se relacionan directamente
con el desencadenamiento de estas, de este modo, cuando las estrategias apuntan a
generar una respuesta evasiva frente a una situación adversa es probable una mayor
aparición de la conducta autolesiva.
28

De acuerdo a lo anterior, es posible justificar los resultados a partir de tres


instancias, en primer lugar, la muestra de este estudio podría no ser representativa del
promedio de adolescentes de cada uno de los establecimientos dado que la participación
promedio no alcanzó a realizarse con un porcentaje representativo de cada uno de
ellos, generando posibles vacíos en la información reflejada en los resultados obtenidos.

En segundo lugar, se desprende de los hallazgos a modo de conclusión que solo


algunas de las subescalas de los instrumentos de estrategias de afrontamiento y
experiencias disociativas son pertinentes con el desencadenamiento de las conductas
autolesivas, es decir, existen factores específicos de cada constructo en cuestión que
influyen directamente en que se produzca o no la autoagresión, los cuales corresponden
a los elementos de absorción e imaginación y amnesia autobiográfica en el caso del
factor de experiencias disociativas; y en el factor de afrontamiento corresponde el
elemento de afrontamiento evasivo. En ambos casos, a mayor presencia de estos
elementos mayor presencia habrá de conductas autolesivas.

Por último, el presente estudio permite levantar datos estadísticos sobre la


población adolescente que dan cuenta de que esta es una problemática presente en la
actualidad, sin embargo, es invisibilizada y poco valorada con respecto al campo de
estudio debido a los pocos hallazgos de líneas investigativas que den cuenta de la
presencia de este fenómeno como un mecanismo defensivo y no como un intento
suicida. Por tanto, es posible señalar que existe correlación entre tres elementos que nos
permiten comprender las conductas autolesivas, siendo necesaria la presencia de estos
en su aparición.

En cuanto a las limitaciones del estudio, cabe señalar en primer lugar el hecho
de que no es posible extraer conclusiones o explicaciones causales que conllevan a
explicar la relación entre las conductas autolesivas y los factores biopsicosociales, dado
que no se incluyeron aspectos contextuales y ambientales que podrían explicar también
el desencadenamiento de dichas conductas. Además, el estudio genera resultados
representativos de la totalidad de participantes y no una evaluación específica de cada
uno de ellos pasando por alto las características individuales y subjetivas de cada caso
particular, lo cual podría ser predictor de conductas futuras.
29

Otra limitación, corresponde a la naturaleza de la muestra del estudio, dado que


se cuenta con una muestra reducida y por lo tanto, los resultados obtenidos podrían no
ser representativos de la población total generando vacíos y datos erróneos producto del
número de participantes.

Por último, el que no se disponga de un instrumento que aborde cada uno de los
factores específicos relacionados con las conductas autolesivas generan confusión en los
resultados obtenidos puesto que no dan cuenta de una correlación totalmente
significativa con el constructo sino con ciertos factores asociados a él, lo cual genera la
necesidad de contar con un instrumento estandarizado y validado en Chile que sea
exhaustivo en la valoración de la relación que se establece entre las conductas
autolesivas y los factores de regulación emocional, afrontamiento y disociación.

Por lo tanto, las contribuciones que los hallazgos del presente estudio permitirían
por una parte ampliar el campo de conocimiento generando una discusión respecto de
cuáles son los factores específicos que se relacionan con el desencadenamiento de las
conductas autolesivas y, por otra parte, permite la necesidad de configurar un nuevo
instrumento que incluya cada uno de los factores que sí se relacionan con la conductas
autolesivas para de este modo lograr detectar esta problemática en adolescentes y
desplegar las estrategias de intervención teniendo en consideración los factores
específicos que influyen, valorando como líneas de investigación las implicaciones que
este estudio otorga en relación al diagnóstico y tratamientos.

Una segunda implicación del presente estudio corresponde a que permite


visibilizar una problemática presente en la sociedad como un tema de relevancia en la
etapa adolescente que necesita ser abordada por especialistas considerando además la
contingencia actual del tema de las autolesiones, por lo tanto, el hecho de contar con
estadísticas y datos concretos aportan a generar conciencia y configurar planes de
acción que apunten a la intervención y prevención.

Finalmente, como conclusión cabe mencionar la correlación existente entre tres


elementos específicos de las sub escalas, correspondiendo estos elementos a
afrontamiento evasivo, amnesia y absorción, y en menor medida los elementos de
afrontamiento activo y despersonalización, los cuales se encuentran presentes al
momento de generar una predicción de las conductas autolesivas (CAL) en
30

adolescentes. De acuerdo a lo mencionado, se tiene como resultado investigativo que un


45% de los casos en que se evidencian aquellas conductas presentan altos niveles de
afrontamiento evasivo, amnesia y absorción, debido a lo cual se debe continuar con una
investigación acerca de la temática abordada y de esta manera generar nuevas
búsquedas que permitan levantar la información, con el propósito de aumentar el índice
predictivo.

De acuerdo a la teoría anteriormente señalada, cabe destacar la importancia de la


existencia del factor de regulación emocional en la generación de las conductas
autolesivas, sin embargo, en el presente estudio realizado con adolescentes estudiantes
de la comuna de San Antonio, no fue posible generar una correlación significativa entre
conductas autolesivas y el factor de regulación emocional, lo cual evidencia la
necesidad de realizar un estudio en mayor profundidad que permita hallar los elementos
predictivos específicos de los factores presentes en las CAL.

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Rodríguez M., Rodríguez N., Gempeler J. Y Garzón D. (2013). Factores


Asociados con intento de suicidio y comportamientos de autolesiones no suicida en
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Roizblatt A, Thomassen P, Pinedo M, Román P, Wolfenson A, Castillo-


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35

Anexos

Anexo A
Cédula de autolesiones (Marín, 2013)

CEDULA DE AUTOLESIONES
Instrucciones
Por favor contesta cada pregunta en las secciones Si/NO indicadas (primeras 12 preguntas),
marcando con una X donde corresponda. Contesta “Si” a aquello que hayas hecho intencionalmente,
con un claro propósito de lastimarte/ herirte pero sin intención de quitarte la vida. Si contestas que SI
a alguna pregunta, aclara tu respuesta con las dos secciones siguientes. Si contestas que NO, pasa a
la siguiente pregunta. Contesta la pregunta 13 marcando sólo uno opción de respuesta según aplique.

¿has hecho alguna de estas acciones ¿Cuándo fue la última vez?


a propósito pero sin querer quitarte ¿Alguna vez? Cuantas veces lo has hecho Esta Este + de 1
Hoy Este año
la vida semana mes año
1 ¿Cortarse hasta lastimarte/ sangrar la
NO SI 1 2-5 6-10 +10 +20
piel?
2 Raya, marca, pinchar tu piel ( sin
sangrar) NO SI 1 2-5 6-10 +10 +20

3 Quemarte ( con cigarro u otro


objeto) NO SI 1 2-5 6-10 +10 +20

4 Impediste que sanarán tus heridas NO SI 1 2-5 6-10 +10 +20


5 Sacarte sangre NO SI 1 2-5 6-10 +10 +20
6 Estrellaste tu cabeza o alguno de tus
miembros contra un objeto/ pared NO SI 1 2-5 6-10 +10 +20
para lastimarte
7 Te golpeaste con las manos con 1
objeto hasta dejarte 1 moretón o NO SI 1 2-5 6-10 +10 +20
cicatriz
8 Te mordiste al grado de hacer que
NO SI 1 2-5 6-10 +10 +20
sangrar a tu piel
9 Frotaste tu piel con algún objeto
NO SI 1 2-5 6-10 +10 +20
punzante ( vidrio/ fichas)
10 Usa acido u otra sustancia agresiva
NO SI 1 2-5 6-10 +10 +20
para frotar su piel
11 Hiciste cualquier otra cosa para
NO SI 1 2-5 6-10 +10 +20
lastimarte a propósito ( anótala aquí)
12 Necesitaste tratamiento para alguna
NO SI 1 2-5 6-10 +10 +20
de estas conductas
13 Si alguna vez has hecho alguna de estas
conductas descritas ¿qué edad tenías al Nunca lo he 9 o
10 11 12 13 14 15 16 17
hecho menos
hacerlo la primera vez?
36

Anexo B
Escala de Afrontamiento (Villalobos, 2009)

ESCALA DE AFRONTAMIENTO

Instrucciones

1) Piensa en alguna situación o acontecimiento que fuera muy estresante y que haya preocupado
mucho, que te haya sucedido en el último año (preferiblemente en los últimos 6 meses). Esta
situación pudo haber ocurrido con tu familia, tus amigos, en la escuela o el colegio o en un
grupo al que asistas.

2) En el siguiente cuadro te presentamos diferentes formar para enfrentar la situación, por favor
contesta cada frase marcando con una X según qué tanto se acerca a la forma en que tú te
enfrentaste a la situación.

Mucho Bastante Poco Para nada


Intenté buscar soluciones.

Dejé que el tiempo se encargara de resolverlo.

Me enojé y dejé todo tirado.

Me esforcé en resolver la situación.

Me eché la culpa de lo que pasaba.

Pedí ayuda a otras personas.

Me puse a llorar.

Lo repasé una y otra vez en mi mente hasta poder verlo


de una forma diferente.
Pensé que no había nada que pudiera hacer para poder
resolverlo.
Usé alcohol u otras drogas para sentirme mejor.

Hice cosas para mejorar la situación.

Pensé en acabar con mi vida.

Me negué a creer que eso estaba pasando y lo dejé de


lado.
37

Traté de verlo con un enfoque distinto para que


pareciera más positivo.
Acepté la realidad de que eso estaba pasando.

Anexo C

Escala de Dificultades de Regulación Emocional (DERS-E) (Guzmán, González,


Trabucco y Urzúa, 2013)

ESCALA DE DIFICULTADES DE REGULACIÓN EMOCIONAL


Instrucciones
Por favor indica qué tan frecuentemente te pasa lo siguiente en el último mes, marcando con una
X en la parte derecha de cada frase la respuesta que corresponda, puedes tomar en cuenta que
cada respuesta tiene el siguiente significado.

¿Que tan seguido te pasa esto en el último mes? Casi Algunas La La Casi
nunca veces mitad mayoría siempre
de las de las
veces veces
1. Percibo con claridad mis sentimientos
2. Presto atención a como me siento
3. Vivo mis emociones como algo desbordante y fuera de
control
4. No tengo ni idea de cómo me siento
5. Tengo dificultades para comprender mis sentimientos
6. Estoy atento a mis sentimientos
7. Doy importancia a lo que estoy sintiendo
8. Estoy confuso sobre lo que siento
9. Cuando me encuentro mal, reconozco mis sentimientos
10. Cuando me encuentro mal, me enfado conmigo mismo
por sentirme de esa manera
11. Cuando me encuentro mal, me da vergüenza sentirme
de esa manera
12. Cuando me siento mal, tengo dificultades para completar
trabajos
13. Cuando me encuentro mal, pierdo el control
14. Cuando me encuentro mal, me resulta difícil centrarme
en otras cosas
15. Cuando me encuentro mal, me siento fuera de control
38

16. Cuando me encuentro mal, me siento avergonzado


conmigo mismo por sentirme de esa manera
17. Cuando me encuentro mal, me siento como si fuera una
persona débil
18. Cuando me encuentro mal, me siento culpable por
sentirme de esa manera
19. Cuando me encuentro mal, tengo dificultades para
concentrarme
20. Cuando me encuentro mal, tengo dificultades para
controlar mi comportamiento
21. Cuando me encuentro mal, me irrito conmigo mismo por
sentirme de esa manera
22. Cuando me encuentro mal, empiezo a sentirme muy mal
sobre mí mismo
23. Cuando me encuentro mal, pierdo el control sobre mi
comportamiento
24. Cuando me encuentro mal, tengo dificultades para
pensar sobre cualquier otra cosa.
39

Anexo D
Escala de experiencias disociativas modificada y abreviada DES-M (Montes, Ledesma y
Martín, 2011)

ESCALA DE EXPERIENCIAS DISOCIATIVAS


Instrucciones: A continuación, te presentamos un listado de vivencias o pensamientos que
pueden ser algo extraños, pero que pueden experimentar las personas en ciertas circunstancias.
Te pedimos que respondas con qué frecuencia te suceden estas cosas usando la siguiente escala.

Nunca o Siempre o
Alguna Algunas Frecuent-
Ítems casi casi
vez veces emente
nunca siempre
Al trasladarme en un auto o autobús, no recodar lo que ha
sucedido durante parte del viaje
Estar escuchando una conversación y de repente darme
cuenta que no he oído parte o todo lo que se ha dicho.
Encontrarme vestido con ropa que no recuerdo haberme
comprando
Encontrar nuevas cosas entre mis pertenencias y no
recordar haberlas comprado
Tener la sensación de “verme desde afuera” mientras hago
algo, como si yo fuera otra persona que me está mirando.
No reconocer a miembros de mi familia o amigos
Ser acusado de mentir cuando estoy seguro de no haber
mentido
Tener la sensación de que las personas o cosas que me
rodean no son “reales”
Sentir o pensar que mi cuerpo no me pertenece
Recordar un acontecimiento pasado y sentir como si lo
estuviera viviendo.
Sentir que un lugar me es familiar, aunque nunca estuve
ahí.
Mientras miro televisión o una película , me siento tan
absorbido en la historia que no me doy cuenta de otros
acontecimientos que pasan alrededor mío
“Soñar despierto” o compenetrarme tanto en un
pensamiento que siento que si me estuviera pasando .
Sentir que soy capaz de no sentir dolor
40

Encontrarme mirando un punto fijo en el espacio, no


pensando en nada y perdiendo la noción del tiempo
Creer que hice algo, cuando en realidad solo lo he pensado
Darme cuenta que hecho algo que en realidad no recuerdo
haber hecho.
Encontrar escritos, dibujos o apuntes que están hechos por
mi, pero no recordar cuando los hice.

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Usted está invitado a participar del proyecto de investigación titulado “Conductas


Autolesivas en Adolescentes: Una relación entre, Regulación emocional, afrontamiento y
Disociación”. Este estudio será realizado por Alexander Fierro Castillo, Nicol Ponce Astorga y
Claudia Valenzuela Cortez de la carrera de Psicología de la Universidad Santo Tomás sede Viña
del Mar y será guiado por el Académico Ps. Hugo Plaza Villarroel el cual será el Investigador
Responsable de esta investigación.

El objetivo principal de este estudio es establecer la relación entre modelo de


afrontamiento, disociación y regulación emocional y conductas autolesivas (CAL).

Su participación en este estudio es voluntaria y si Ud. está de acuerdo se le realizarán


los siguientes procedimientos, ninguno de los cuales le implicará un gasto: En primera instancia,
deberá hacer entrega del presente documento con la firma del adulto responsable, o de ser
mayor de edad solo usted deberá firmar el documento. A partir de ello se procederá a un
asentimiento por parte del adolescente para continuar con la aplicación de instrumentos, los
cuales son:

· Cédula de autolesiones
· Escala de Afrontamiento
· Escala de Dificultades de Regulación Emocional (DERS-E)
· Escala de experiencias disociativas modificada y abreviada (DES-M)

La participación en estas actividades no involucra pago o compensaciones.

Es importante que sepa que Ud. no sufrirá ningún riesgo, incomodidad o molestia con
la realización de estos procedimientos y si algo ocurriese los autores de este estudio estarán
totalmente disponibles para ayudarle o contestar cualquier inquietud.

Su participación es de gran importancia para el desarrollo de este estudio ya que estará


contribuyendo a la obtención de datos estadísticos que permitan conocer la incidencia en la
población chilena de adolescentes, como también comprender de mejor manera este fenómeno y
así poder predecir el riesgo de aparición de las conductas adolecentes en adolescentes chilenos.
41

Se garantiza que sus datos personales se mantendrán en completa privacidad y


anonimato. Todos los datos y documentos de este estudio los mantendrá archivados durante 5
años el investigador responsable, periodo después del cual serán eliminados. Los resultados de
esta investigación pueden ser publicados, sin identificar a los participantes, en medios de
difusión con objetivos académicos.

Usted tiene la libertad para decidir si quiere participar del estudio y puede retirar su
autorización en cualquier momento, sin necesidad de justificarse.

Este Consentimiento Informado será firmado en 2 copias, quedando una en su poder y


otra en poder del Investigador Responsable. A continuación, se indican los datos de contacto
del investigador responsable para aclarar sus dudas e inquietudes siempre que Ud. lo encuentre
necesario.

o Investigador Responsable:

Hugo Plaza Villaroel

Teléfono: 322448125

Correo electrónico: hugoplaza@santotomas.cl

__________________________________________
Firma del Investigador Responsable

Declaro que leí este documento, estoy de acuerdo con lo expuesto y aceptó
participar de este estudio.

Nombre del participante: ________________________________________

RUT: ______________

________________________________

Firma del participante del estudio


42

Ciudad y Fecha: _____________, _____ de ______________2017

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