1. La disciplina en la educación
2. Lo que causa la indisciplina en el curso
3. Enseñanza y Educación
4. Educación como "transacción " o "descubrimiento"
5. Autoridad y participación
6. Autoridad y disciplina
7. Autoridad y castigo
8. Soluciones para evitar la indisciplina
9. Conclusiones
10. Bibliografía
Este valor es fundamental y básico para poder desarrollar muchas otras virtudes, sin la disciplina es
prácticamente imposible tener fortaleza y templanza ante las adversidades que se presentan día a día.
Siempre debemos estar concientes del objetivo que queremos lograr y proponernos alcanzarlo; eso, es
eficacia. Ser eficaz es la capacidad de producir resultados; no solamente se debe dar en las áreas en que
producimos cosas, sino también debemos dar resultados como alumnos, padres, hijos, hermanos y como
ciudadanos. Todo ésto se ve reflejado cuando entregamos una tarea o un trabajo o cuando alguien espera
algo más de nosotros; es decir, un determinado resultado. Lo que tenemos que dar es ese resultado y no
podemos quedarnos en el esfuerzo ni en las buenas intenciones. Eso, es ser eficaz.
La disciplina es el valor de la armonía, por que todo guarda su lugar y su proporción. Los seres humanos
debemos tender a nuestra propia armonía de ser, pensando, y actuando siempre en relación a un buen fin.
Para conquistar este valor hay que empezar por aprovechar nuestra necesidad de orden en las casas y para
ello hay que tenerles un lugar a cada cosa y mantenérselo por medio de la disciplina, poner siempre allí esas
cosas. También hay que practicar el orden en el hablar, en el vestir y en nuestras pertenencias.
LA DISCIPLINA EN LA EDUCACIÓN
"Hay varias formas de disciplina pero por lo general la disciplina es un comportamiento humano, el cual es un
comportamiento como una cierta libertad que se rige a ciertas leyes o reglas en cierta forma."
"En una institución educativa la disciplina puede ser expresada como un comportamiento en el cual el alumno
se rige a las leyes del respeto hacia el profesor y con y para los compañeros del aula."
Si tomamos en cuenta lo antes expresado en los textos tenemos, como resumen que la disciplina en el curso
es la forma por la cual el estudiante en cierta forma "entrega" respeto al profesor y los compañeros, aunque
más se da el caso hacia el profesor ya que la disciplina la hace el curso entero y por lo tanto tenemos que la
INDISCIPLINA ES LA FALTA DE DISCIPLINA por la cual se lleva a la violación de la regla de oro que es dar
respeto y atención al educador en la institución.
La disciplina se da por diferentes factores como lo son el medio ambiente y la presión que sufren los
educados y es así como la disciplina e indisciplina son propiedades exclusivas de los educados ya que se
supone que la disciplina y la indisciplina es un hecho que "favorece" al educador.
Una persona puede carecer de disciplina cuando se encuentra bajo una cierta forma de libertinaje; tomemos
en cuenta que la libertad de uno acaba cuando comienza la del otro y es por eso que tanto el educador y el
educado se merecen respeto y por eso es que hay a veces indisciplina porque a veces el educador sofoca la
libertad del educando o hay casos en que el educando abusa de su libertad ocasionando una violación a la
libertad del educador.
Por lo tanto el educador como el educando se merecen respeto, que en este caso pasaría a ser disciplina.
"La disciplina es la entrega de lealtad a ciertas condiciones impuestas por algo o alguien, la indisciplina es la
deslealtad o irrespeto a esas condiciones".
En conclusión para que haya disciplina en una institución educativa (que en este caso pasaría a ser el aula de
un curso) tanto el educador como el educando deben respetar la libertad del otro y por lo tanto entre los dos
debe haber un mutuo respeto.
1. Que los alumnos regresan de tener varias horas libres y por lo tanto tener una conducta alterada y
llegan y hay una clase súper aburrida.
2. Que los profesores causan la risa en el curso haciendo un chiste y cuando los alumnos se ríen no
saben en que momento parar.
3. Que el profesor tiene como método para enseñar la típica clase entonces se va a la monotonía
haciendo que el alumno se sienta aburrido y haga lo posible por alejarse del aburrimiento.
4. Que los profesores lleguen bravos y nos intenten enseñar en una hora cosas que aprenderemos en
un mes.
5. Que después de venir de los recreos lleguemos a una clase donde vamos a tener además del
desgaste físico del recreo un desgaste intelectual ocasionando que la siguiente hora de clase
tengamos ganas de descansar.
6. Que los profesores nos den de corrido a veces dos horas sin descansar.
7. Que a la salida cuando los alumnos ya quieren irse a las casas haya una clase aburrida y larguísima
donde lo único que hacen los alumnos es intentar aprender o intentar esperar la salida.
8. Que los profesores lleguen tarde a la clase ocasionando que los alumnos hagan lo que quieran hasta
que llegue el profesor.
9. Que cuando los profesores están entregando notas dejen que los alumnos hagan lo que les da la
gana.
10. Que los profesores den la clase muy rápido ocasionando que el alumno se canse, se pierda de la
parte donde estaba y que después intente igualarse después.
11. Se ocasiona mucha indisciplina cuando los alumnos están haciendo cualquier cosa y el profesor no
hace nada para que se calmen.
12. Que los profesores al llegar a la clase no digan a los alumnos si sentarse o quedarse parados
ocasionando que algunos se sienten y otros se paren.
13. Se ocasiona indisciplina cuando los alumnos abusan de la confianza del profesor inclinándose hacia
estar haciendo cualquier cosa mientras los profesores dan la clase.
Enseñanza Y Educación
La enseñanza esta relacionada de manera directa con la educación, es lo que nos refiere el autor. Ha existido
siempre un debate sobre que si la educación se puede dar en ausencia de la enseñanza.
Es difícil que esto pueda suceder, ya que enseñar no es una sola actividad; se enseña desde que se entra al
salón de clases, como caminar, hablar, comportarse dentro del salón, desde el saludar a la llegada al mismo,
hasta como crear un ambiente donde el alumno aprenda.
El autor nos dice que es "difícil ubicar que separa a la enseñanza de otras actividades semejantes", ejemplo
¿cuándo informamos o castigamos estamos enseñando?, ¿nuestro comportamiento, forma de vida, de vestir,
de comportarnos, de hablar es otra forma de enseñanza?
Para poder entender como se debe dar la enseñanza es necesario que identifiquemos correctamente y de
manera muy clara lo que ésta significa, y sobretodo qué facultades del hombre son el objeto formal de nuestro
cometido; para que ésta se pueda llevar a cabo de una manera correcta debe haber alguien que quiera
aprender y que tenga la intención de hacerlo, además que entre el maestro y el alumno haya una relación
especial.
Si no existe la intención de aprender, cualquier cosa que se haga el maestro no será suficiente y difícilmente
se dará el aprendizaje. Es importante que cuando se quiere enseñar se prepare de manera exhaustiva lo que
se quiere dar, debemos recordar a quien nos estamos dirigiendo, en que nivel, que características presentan
las personas que nos van a escuchar, aunque las facultades de todo ser humano sean el entendimiento y la
voluntad, no a todos se les puede tratar de la misma manera. A veces aprendemos sin querer, lo que no
debemos, pero esto no se toma como un aprendizaje, para que éste se dé debe haber la intención.
"Es posible aprender sin ser enseñado", nos comenta el autor, un mal maestro de matemáticas, por ejemplo,
puede hacer que a un alumno no le gusten, porque no simpatiza con el maestro, aquí deliberadamente esta
enseñando a que algo no le guste.
"La enseñanza no debe ser obligatoriamente exitosa", dice el autor, se puede enseñar durante todo un día, sin
lograr nada, siendo esto porque los alumnos tienen flojera, están desvelados, van llegando o se van de
vacaciones, etc., o simplemente no hay intención de aprender.
Es difícil poder enseñar cuando no hay una buena relación maestro-alumno, ya que si ésta no se da, el lograr
el éxito en la enseñanza aprendizaje será muy difícil.
Debe haber atención, respeto, responsabilidad, reconocimiento, intención, compromiso y agrado de recibir la
educación y de dar la enseñanza. Se forma una empresa conjunta, ya que se adquieren compromisos de
ambas partes: el maestro enseña, el alumno aprende.
No se debe permitir la sombra de la irresponsabilidad, pereza o perversidad por cualquiera de las dos partes,
ya que esto rompería el vínculo de maestro-alumno.
El hombre es un ser humano por naturaleza educable, y su educación involucra todos los aspectos morales,
religiosos y de valores y principios.
El enseñar de manera adecuada, no implica necesariamente que se este educando, pero si el alumno
aprende, se está enseñando.
La educación contiene:
Se puede adquirir de manera independiente (autoeducación), donde la misma persona asume los papeles de
maestro y alumno, aunque siempre es necesario tener el apoyo del maestro.
Entrenamiento Y Adoctrinamiento
El adoctrinamiento está relacionado con la enseñanza y el entrenamiento, ya que aquí el alumno es tomado
por el maestro para su preparación, con el fin de educarlo, haciendo que el educando se desprenda de toda
atadura, considerando al hombre, no como un ser pensante, sino como un ser práctico, a quien el intelecto le
es dado, no para investigar y conocer la verdad pura, sino para orientarse en la realidad y actuar en la vida.
Es considerado como un método autoritario, algunos filósofos han negado que sea un método de enseñanza
y lo han tomado como una educación no normativa donde el alumno no es sometido a un razonamiento
lógico, generalmente es memorístico y no se llega a profundizar o hacer suyo un concepto, otros lo toman
como un método en el que se pretende que todo sea aceptado sin cuestionamientos, sean verdades o
falsedades, por lo cual, las personas que sostienen convicciones religiosas firmes podrían apoyar el
adoctrinamiento en el sentido de creer sin cuestionar y los políticos lo apoyan en el sentido de que sea verdad
o falsedad, se debe apoyar.
No es válido afirmar que el adoctrinamiento sea educación en el sentido normativo, por lo cual es tomado
como una enseñanza de tipo irracional, ya que no permite un cuestionamiento crítico.
Existen diversas teorías que ponen al hombre desde diferentes puntos de vista, primero como una máquina,
que puede ser moldeada desde afuera (mecanicista) y segundo como un organismo que se desarrolla por si
mismo en un ambiente propicio y adecuado (organicista). Estas teorías nos dan diferentes ideas de la relación
que debe llevarse entre alumno y maestro.
La teoría mecanicista nos dice que la relación de maestro-alumno en la educación se presenta como una
transacción, en ésta, el alumno tiene carencias y el maestro, ventajas. El maestro es el que sabe, la autoridad,
el experto, el guía, el instructor, el animador en un salón de clases, el transmisor que busca los medios
adecuados para poder proporcionar los conocimientos, la comprensión total y las habilidades necesarias para
hacer posible la enseñanza creando un ambiente de
Igualdad y respeto mutuo, estimulación y disciplina que el alumno debe recibir y aprovechar todos los
conocimientos del maestro por medio de diferentes actividades especificas como tareas, juegos, ejercicios,
lecturas, evaluaciones, etc., él no tiene nada que aportar en este momento y mucho que recibir.
En la teoría organicista se disminuye el concepto de transacción y se aumenta el concepto de descubrimiento.
El maestro se sigue considerando una autoridad pero ya no solo es el expositor, sino también un consultor,
supervisor, apoyo para los alumnos, estará al pendiente de lo que suceda en torno al salón de clases, será un
consejero y guiará al alumno por el mejor camino, apoyándolo en sus habilidades y capacidades. El alumno
deberá construir su mejor ambiente, descubrir lo que hay a su alrededor, formar diagnósticos con pruebas
experimentales, averiguar lo que rodea a las cosas que esta conociendo, distinguir entre lo positivo y lo
negativo de las situaciones que se le presentan. La educación se presenta ya no como una transacción, sino
como un proceso continuo de descubrimiento.
El alumno no se limitará a lo que el maestro diga, sino que tomará sus propias decisiones, se relacionara con
otros, cooperarán entre sí y mutuamente aprenderán. Esto ayudará a que se dé la tolerancia y el respeto
mutuo entre ellos mismos, la relación maestro alumno, se tornará en una relación humana, en la que el centro
de toda acción e intención es el respeto a la dignidad de la persona ayudando esto a que él mismo descubra
la naturaleza de su mundo. El maestro será como un supervisor, que regulará y apoyará las actividades de los
alumnos, realizará el proceso educativo y hará que el alumno descubra el bien, surja el amor por ese bien y
trate de conseguirlo.
Autoridad y participación
Los papeles del maestro y el alumno, refiere el autor, juegan papeles muy importantes en las doctrinas
mecanicista y organicista. Siempre se busca darle una educación y enseñanza al alumno, que mejore en
todos los aspectos que lo rodean y esto va a depender de la participación que tenga en su propia educación.
Del concepto que el maestro tenga del proceso educativo, de su capacidad y de la doctrina que adopte para
ello dependerá que el alumno descubra la bondad del bien que se le propone adquirir: si toma el
mecanicismo, donde se tiene el concepto de un ser pasivo, no permitirá la participación del alumno, el cual
solo se dedicará a escuchar e imitar, sin analizar ni cuestionar lo que le expongan. Solo responderá si es
requerida su participación y no por inquietud propia.
Si el maestro se inclina por el organicismo el proceso educativo se desarrollará de manera totalmente
diferente, el alumno será participe del proceso, participará de manera individual o conjunta, cooperará en
todas las tareas y a la vez irá adquiriendo el conocimiento, las habilidades y comprensión.
El papel del alumno es muy importante, ya que él es una de las piezas principales de un proceso educativo,
es indispensable su intención e interés en adquirir los conocimientos y habilidades, debe haber
necesariamente compromiso de su parte, responsabilidad, honestidad, atención y participación en su misma
enseñanza y educación, si el alumno no asume la responsabilidad y compromiso de atender y entender la
enseñanza, ésta no se dará y menos aún la educación.
El maestro es la otra parte del proceso educativo, dependerá en mucho de la doctrina que tome como suya
para impartir la educación.
El autor señala que si el maestro toma la teoría mecanicista fungirá de manera autoritaria, impartiendo sus
conocimientos y habilidades, proporcionando al alumno experiencias que lo conduzcan hacia la producción de
ideas que lo lleven al fin que persigue; moldeará el comportamiento del alumno sin darle oportunidad de
discusión o diálogo.
La teoría organicista se centra en el alumno, tiende a aumentar la relación entre el maestro y el alumno,
considerando la participación del mismo, aconsejándolo y supervisándolo.
Arregla su entorno y le permite crecer y desarrollarse como persona, lo atiende sin inmiscuirse con él, lo
ayuda a aprender y no le impone sus ideas.
El autor nos refiere la "metáfora de la horticultura" donde se hace una comparación del crecimiento y
desarrollo del niño con el de una planta, en ésta el maestro es comparado con el jardinero; el maestro ayuda a
acelerar o dirigir el crecimiento del alumno y el jardinero en su caso, atiende el proceso de crecimiento de la
planta.
Esta metáfora presenta ciertas limitaciones: la educación no es solo un asunto de crecimiento, en la forma que
lo es para una
planta, en este caso el maestro se limitaría a solo proporcionar un ambiente propicio y la finalidad de la
educación es además formar un hombre educado.
El maestro debe observar y conocer como se estructura la mente del alumno y además estar al pendiente de
que sepa utilizar lo aprendido e intervenir en su desarrollo.
El maestro es responsable de la educación de su alumno, por lo cual es necesario que haya una relación
especial entre ellos, otra característica es que debe tener autoridad en lo que enseña y conocer las
consideraciones materiales y psicológicas que ayuden al mejor progreso educativo del alumno.
"La autoridad es una condición necesaria para ser educador " afirmación dada por el autor.
En la enseñanza y educación tanto el maestro como el alumno tienen que estar comprometidos para que
pueda llevarse a cabo.
El maestro supervisa el aprendizaje, se hace responsable y maneja su autoridad en lo que enseña, ya que de
no ser así, no sería posible que participe en la educación.
El alumno se compromete a respetar la autoridad del conocimiento del maestro y sobre todo a esforzarse para
lograr su enseñanza.
Autoridad y disciplina
El primero es que el maestro presenta autoridad en lo que enseña, en el conocimiento y las habilidades para
transmitir la enseñanza y el segundo en su capacidad para controlar, manejar y hacerse cargo de un grupo,
siendo este un aspecto muy importante ya que el trabajo del maestro se complica para lograr su objetivo su le
falta autoridad para mantener la disciplina dentro de un salón de clases.
El autor nos dice que un maestro competente es aquel que mantiene el orden y la disciplina en un salón de
clases, así como, de manera tradicional se considera un maestro como aquel que mantiene el orden
generando el ambiente necesario para realizar la enseñanza y la educación.
El concepto de disciplina es importante en la filosofía de la educación aparte de ser complejo. Mantener la
disciplina en un grupo no es tan fácil, se debe imponer orden y esto ocasiona ciertas restricciones; para
mantener la disciplina la conducta esta sujeta a reglas y limitaciones. El maestro es el que las debe imponer
en las actividades del alumno.
La disciplina interna del grupo; se da alguna actividad en conjunto que requiere de un orden y se disciplina
entre los mismos compañeros.
Se debe de precisar en este punto, los dos conceptos de autoridad del maestro:
La autoridad formal: Es aquella que se da por razones de su puesto, el cual le concede el derecho de
obediencia.
La autoridad práctica: Es aquella donde se tiene la capacidad para lograr que el alumno obedezca las
órdenes.
Estos dos tipos de autoridad están relacionados aunque se debe tomar en cuenta lo siguiente:
Se puede tener un puesto que confiere autoridad, pero ser ineficiente en la acción de ejercerla y otros tener la
capacidad de lograr ser obedecidos sin tener la autoridad formal o de respaldo. Lo ideal es que se tengan
ambas y así mismo se descarte el uso del fraude, las amenazas o la fuerza, si el alumno obedece únicamente
por amenazas no es autoridad, sino uso de la fuerza o imposición.
La autoridad práctica se da cuando se logra la obediencia sin recurrir a las alternativas que se mencionan en
el párrafo anterior, si no sucede así es un signo de que no hay autoridad práctica.
Cuando se tiene que usar la fuerza y el poder lo que permanece es la autoridad formal la cual es inútil.
Autoridad y castigo
También sucede que en algunas ocasiones el castigo es proporcionado por alguien diferente a la autoridad,
en esta ocasión sería un castigo no autorizado.
Autoridad, disciplina y castigo son términos íntimamente relacionados con la educación-enseñanza. La
educación significa transmitir conocimientos y habilidades por parte del maestro al alumno, donde el maestro
debe tener la autoridad en lo que enseña y en la disciplina dentro del aula, y el alumno debe ser ordenado,
atento, obediente y sobre todo interesado en aprender. Es importante que el maestro además de tener la
autoridad formal tenga la autoridad práctica, ya que de no ser así, aunque tenga la del conocimiento su grupo
será un caos.
Tiene que ser justificado; debe haber una ofensa y el castigo impedirá la repetición de la misma.
Cuando se pierde la disciplina debiéndose admitir que se ha perdido la autoridad práctica y utilizando el
castigo para restaurarla.
Aunque esté relacionado con la enseñanza, el castigo no debe considerarse como una clase de la misma; el
alumno puede llegar a aprender algo por medio del castigo, por ejemplo, si llega tarde a su clase o si es
desordenado y se porta grosero con el maestro o compañeros, pero el castigo como tal no es el que enseña.
Este tipo de castigo involucra que el maestro hable con el alumno y le haga entender y razonar que lo que
hizo estuvo mal.
La enseñanza puede ser acompañada del castigo, siempre y cuando éste tenga un sentido positivo para el
alumno.
El castigo se puede aplicar por el maestro, pero la enseñanza y el castigo son dos cosas diferentes.
Conclusiones
En este trabajo se ha analizado lo que es la enseñanza y la educación, dándonos cuenta lo difícil que es
educar (búsqueda del cambio), sin utilizar la enseñanza (proceso necesario para lograr los cambios).
Entre los puntos más importantes para que se de la enseñanza se encuentra el que debe haber alguien que
quiera aprender, que tenga esa disposición e inquietud que se necesita para atender y entender los
conocimientos y habilidades que se le proporcionan, punto con el cual estoy totalmente de acuerdo, un
maestro puede poner todo de su parte, pero si el alumno no quiere, no pone el interés necesario, la
enseñanza, definitivamente no podrá llevarse a cabo de manera exitosa.
Otro punto no menos importante, es que exista una buena relación entre el maestro y el alumno, siendo esto
indispensable para que se lleve a cabo en buen término la enseñanza, cuantas veces nos ocurre en el
ejercicio profesional, que el alumno no tiene la motivación suficiente para adentrarse a la clase por falta de
una buena interrelaciòn maestro-alumno, alumno-maestro.
Es muy importante conocer las diferentes teorías para la enseñanza, una donde somos autoritarios, sin dar
espacio a los alumnos, sin permitir sus opiniones y sus ideas (mecanicista) o la otra donde somos guías
compañeros y amigos de los alumnos, sin llegar a inmiscuirnos con ellos (organicista). Método en el que en mi
opinión personal todos deberíamos de seguir por las bondades que presenta para el alumno, pienso que es
más difícil imponer, que trabajar en equipo y colaboración entre los alumnos. Por experiencia propia, el ser
autoritario, no deja nada bueno, al contrario, creo que se pierde la idea de lo que debe ser la enseñanza.
La autoridad del maestro tanto en lo que enseña, como en el aula para mantener la disciplina y el orden en un
grupo son puntos clave para una buena educación, si la autoridad falla, en cualquiera de las dos partes se
pierde el control de grupo y es cuando la educación peligra, cuando nuestra autoridad se llega a convertir en
autoritarismo y cuando en casos extremos es necesario utilizar los castigos, los cuales si se tienen que
aplicar, deben ser justos y acordes a la ofensa cometida. Creo yo que estos pueden se pueden y deben evitar,
si nosotros como maestros preparamos bien nuestra clase y la presentamos de tal modo que sea ágil y
comprensible, agradable al alumno, que él sienta el deseo de aprender, atender y participar en la misma, creo
en lo personal que así podremos mantener a nuestros alumnos cautivos en la clase y con el deseo de recibir
la enseñanza y educación.
Es muy importante darnos cuenta que en nuestras manos tenemos una riqueza muy grande que son los
jóvenes, que trabajamos con personas, no con seres inanimados y que de nosotros depende en gran medida
el que logren desear ser educados. Es probable que alguno de ellos llegue a dedicarse también a la
enseñanza y educación en un futuro y le sirvan nuestras habilidades y conocimientos transmitidos hacia su
persona para que llegue a ser un gran profesionista.
SOLUCIONES PARA EVITAR LA INDISCIPLINA
Como una solución general a la indisciplina hemos propuesto que los alumnos y profesores pongan parte para
evitar los atrasos, el abuso, las burlas, etc. Estableciendo lo siguiente como soluciones:
CONCLUSIONES
1. La indisciplina es algo normal en un aula, la misma es causada por la falta de concordancia entre
alumnos y profesores.
2. Para acabar con la indisciplina los alumnos y profesores deben llegar a un acuerdo en el cual se
arregle si le gusta a los alumnos la forma en que lleva la clase el profesor o no.
3. Si se desea acabar con la indisciplina se necesita el apoyo de ambas partes de interesados.
4. La indisciplina es algo causado por ambas partes, mas no se debe echar la culpa solo al alumno.
BIBLIOGRAFÍA
1. Resumen
2. Introducción
3. Desarrollo
4. Conclusiones
5. Referencias
6. Bibliografía
Resumen
INTRODUCCIÓN
La frase " disciplina en el aula" tiene un inmediato y claro significado para la mayoría de los
profesores, pero en verdad, este es un concepto complejo y difícil de definir. Por lo general
se asocia a vocablos como: control, respeto, normas, responsabilidad, autoridad,
cooperación, obediencia, acuerdo, recompensa, contrato, consistencia, castigo,
comportamiento, amabilidad, fluidez y muchos otros.
DESARROLLO
Con frecuencia se observan aulas disciplinadas con poco o ningún aprendizaje ocasionado
por la poca calidad de las actividades que se realizan, las que de por sí carecen de valor de
aprendizaje. Ciertamente, existe relación entre ambos, pero no es consistente o inevitable.
Nótese, sin embargo, que lo contrario tiende a ser más consistentemente verdadero, es
decir, poco o ningún aprendizaje se producirá dentro de una atmósfera indisciplinada. Sobre
esta base y como objetivo del presente artículo se ofrecen consejos prácticos a los
profesores de Secundaria Básica con la finalidad de resolver este problema.
Este tipo de indisciplina generalmente suele ser más perjudicial que la indisciplina activa, la
cual puede ser fácilmente detectada y corregida. Además, esta última, tiende a desaparecer
cuando los alumnos se involucran en el proceso de aprendizaje.
Otro rasgo que debe ser objeto de análisis es la correlación entre disciplina y motivación,
que aunque no es absoluta, por asociación, lo más probable es que si el grupo está
motivado para aprender, será de más fácil manejo por parte del profesor.
Por otro lado, los cambios e improvisaciones no siempre conducen a la indisciplina, sino que
puede que la eviten.
Según criterio de los autores del presente trabajo, las características de un aula disciplinada
son las siguientes:
A continuación se ofrece una lista de consejos prácticos para los profesores con vista a
lograr la disciplina de los alumnos en el aula. La misma se ha elaborado teniendo en cuenta
los resultados de una encuesta a aplicada a un grupo de profesores experimentados, así
como las opiniones de los autores de este trabajo.
Los profesores que con más éxito logran mantener la disciplina de sus alumnos en clase, no
son aquellos que sobresalen en el tratamiento a los problemas, sino por el contrario,
aquellos que saben cómo evitar que esto surja. Para ello se sugieren tres estrategias
preventivas fundamentales:
a. Planificación cuidadosa:
b. Instrucciones claras:
Algunas veces los problemas de disciplina aparecen debido a que los alumnos no
conocen ciertamente lo que se supone debieran estar haciendo en un momento
determinado. Las instrucciones, aunque toman una pequeña proporción del tiempo
de la clase, son cruciales. La información necesaria debe ser comunicada clara y
rápidamente. Esto no es incompatible con la existencia de la negociación alumno-
profesor acerca de qué hacer, pero demasiadas indecisiones y cambios
imprevistos pueden distraer y aburrir a los alumnos, con implicaciones obvias para
la disciplina.
c. Mantenerse al corriente:
El profesor necesita saber constantemente lo que está sucediendo en cada parte del aula.
Debe mantener sus ojos y oídos abiertos, como si tuviese antenas sensitivas o un radar
constantemente en alerta; esto garantiza dos cosas: primero, los alumnos conocen que el
profesor está al corriente de ellos todo el tiempo lo que anima la participación y desanima la
posible aparición de cualquier actividad desviadora. En segundo lugar, le permite al propio
profesor estar listo para detectar la pérdida de interés o distracción de los alumnos y hacer
algo antes de que esto se convierta en un problema. Para este primer momento el lema
debe ser: ¡ La prevención es mejor que la cura!
-La mejor acción es una clara y calmada respuesta que detenga la actividad que está
entorpeciendo el correcto desarrollo de la clase, siempre tratando de darle a esta última el
perfil más bajo posible. Por ejemplo, si el profesor ha ordenado que se abra el libro de texto
y hay un alumno que no la ha hecho, lo más aconsejable es dirigirse a su puesto e
indicárselo calmadamente en lugar de llamar la atención de todo el grupo, como resultado
de una reprimenda en alta voz.
-Esta es una instrucción difícil de obedecer algunas veces. Profesores de adolescentes con
poca experiencia en su labor, con frecuencia se irritan por planteamientos que no tenían una
intención personal. No permita que el alumno lo lleve a conflictos personales, centre la
atención más en el problema que en el alumno.
-En ocasiones las amenazas son una señal de debilidad. Utilice la formula "si usted...
entonces..." sólo como una opción real que usted está listo para poner en práctica , no como
un arma para intimidar. Para este segundo momento la regla debe ser "haga algo"
La prioridad en este momento es la de actuar rápidamente para lograr que el grupo regrese
lo antes posible a su estado de rutina fluida. En ocasiones es preferible tomar una rápida
decisión aunque esta no sea la mejor, que dudar y no hacer nada. Para este tercer
momento las estrategias son:
a. Actúe enérgicamente:
A veces un cambio, una orden en alta voz, resuelven el problema. Despliegue cierta
irritación , sin que realmente usted pierda su temperamento o se convierta personalmente
en muy agresivo.
Esta es una opción respetable, rechazada por muchos profesores quienes alegan que se
corre el riesgo de perder su prestigio. Su ventaja es que inmediatamente destruye o elimina
la situación y si se hace rápida y decisivamente no será vista como una decisión
deshonrable. Además, esta pone al profesor en una posición para demandar de los alumnos
algo a cambio.
Cuando los alumnos están conduciendo al profesor a una confrontación y este no pueda
rendirse, pero no desee imponer su voluntad, debe buscar una forma de apartar la crisis.
Algunas estrategias son:
-Compromiso, por ejemplo: deben hacer todas estas tareas, pero les voy a dar más tiempo
para su realización.
Para este tercer momento el lema debe ser: actúe rápidamente sin entrar en disputas.
El maestro que ama su trabajo, al comenzar cada clase olvida sus problemas, y las
situaciones docentes que se presentan en el aula contribuyen a mejorar su estado anímico;
por difícil que sea un contenido, tiene la paciencia suficiente para buscar diversas vías que
conduzcan a facilitar el aprendizaje en un entorno donde reine la armonía y la disciplina.
CONCLUSIONES
Las fórmulas brindadas no significan necesariamente que son la solución mágica a los
problemas de disciplina en el aula, son algunas consideraciones que constituyen el
resultado de la práctica y la experiencia de varios profesores.
Lograr la disciplina en la clase activa multitud de factores de los cuales no puede obviarse
nunca la exigencia, pero hay que utilizar también la ternura, como expresó el profesor
Horacio Díaz Pendás, especialista de Historia del MINED, en el III Seminario Nacional para
educadores: "La escuela cubana se sustenta en la pedagogía de la ternura, el esfuerzo y la
laboriosidad".
MODIFICACION CONDUCTUAL EN EL AULA
El programa que se presenta a continuación constituye una conjunción armonizada de técnicas de refuerzo
y de extinción (técnicas de modificación de conducta) y está formado por las siguientes fases:
A) INSTRUCCIONES
E) COMENTARIOS REFORZANTES
A) INSTRUCCIONES
Colocar en un lugar bien visible de la clase las NORMAS DE CONDUCTA que se deben observar en el aula.
Deben tener las siguientes características:
5. Recuerde las reglas a los alumnos en otros momentos que sean, a ser
posible, cuando se porten bien. No recordarlas cuando alguien se
comporte inadecuadamente.
- A media mañana
- En parte del horario de una materia concreta, turnándose el profesorado para que todos se involucren en la
tarea común.
- En la hora de Tutoría.
C) TÉCNICAS
No se le debe prestar atención a las conductas inadecuadas que interfieren con el aprendizaje o la
enseñanza, a menos que, por supuesto, un niño lastime a otro, en cuyo caso hay que usar un castigo que
parezca adecuado a la acción; es preferible la retirada de algo que sea reforzante para él.
El aprender a ignorar es bastante difícil. La mayor parte de nosotros presta atención a las transgresiones; por
ejemplo, muchas veces en vez de ignorar decimos cosas como las siguientes: "María, estate quieta", "José,
ya está bien de molestar", "Vicente, deja de andar y trabaja".
Las conductas que se deben ignorar comprenden conductas motoras tales como: dejar su asiento, correr,
andar, mover sillas, etc. También debe ignorarse cualquier comentario verbal que no esté relacionado con la
tarea como conversar con otros niños cuando no está permitido, decir el nombre del maestro para llamar la
atención, ruidos extraños, reir, etc.
Debe ignorarse cualquier ruido que haga con los lápices, objetos, así como molestar a otro compañero.
Se suele tener tendencia a dar por supuesta la conducta adecuada y a prestar atención solamente cuando un
niño actúa o se porta mal. La aplicación de esta técnica supone lo contrario, es decir: sorprender al niño
cuando se porta bien, y hacer un comentario adecuado para recompensarlo por su buena conducta aunque
sólo sea un ligero inicio de esa buena conducta deseada.
- Levantar la mano
- Estar en silencio
Trate de que sus comentarios reforzantes sean lo más variados posibles. Al principio probablemente tenga la
sensación de que alaba demasiado y de que eso suena un poco falso para Vd.. Esta es una reacción típica y
se vuelve natural con el paso del tiempo.
Si los comentarios interfieren la tarea de clase, entonces utilice gestos, sonrisas, es decir, atención facial para
alabar la conducta adecuada.
Camine por la clase y sorprenda a los alumnos que cumplen las conductas adecuadas, póngales la mano en
la espalda y refuércelos. Se ha comprobado que la alabanza que se dice a un niño con tranquilidad es eficaz
si se combina con algún signo físico de aprobación.
REGLA GENERAL:
CONDUCTAS INCOMPATIBLES:
REFORZAR
CONDUCTAS INADECUADAS:
IGNORAR
- Te has ganado...
- Tu conducta es la adecuada.
- Lo has conseguido.
El aislamiento, como modelo especial de castigo, es una técnica muy utilizada para eliminar una conducta
problemática y consiste en separar al niño del contexto en el que está ocurriendo la conducta anómala. Dicha
separación o aislamiento debe conllevar una privación social. Por ejemplo: separar a un alumno del resto de
compañeros de la clase cuando su comportamiento sea inaceptable y no se pueda ignorar por la
gravedad del mismo.
El aislamiento recibe también el nombre de tiempo-fuera (time-out) o receso de refuerzo y uno de los
principales problemas que plantea es el de la elección del lugar de aislamiento social (pasillo, patio...). El
nuevo contexto en donde se retire al alumno durante un tiempo aproximado de 5 minutos o hasta que cese la
conducta anómala, debe ser un lugar en el que no pueda obtener ninguna gratificación o refuerzo porque, de
lo contrario, el lugar de aislamiento sería una consecuencia agradable de molestar en clase con lo que se
estaría reforzando a esta última.
No sería efectivo la aplicación del tiempo-fuera en un alumno al que se le aisla en el patio y allí tiene la
oportunidad de practicar su deporte favorito durante el periodo de tiempo que dura su separación del resto de
la clase. Es muy conveniente conseguir la colaboración de otros profesores del Equipo Docente que en esos
momentos no den clase o que realicen alguna tarea que pueda ser compatible con la "custodia" del alumno
perturbador.
Para que el aislamiento sea efectivo el alumno ha de experimentar verdadero aburrimiento de modo tal
que prefiera estar en la clase a estar aislado, de lo contrario se le estaría reforzando. Si el niño es aislado en
el pasillo, encontrar a otros compañeros para contarles su "aventura" resultará reforzante para él.
Generalmente los pasillos son desaconsejables porque existen multitud de elementos distractores que no
benefician en absoluto la eficacia de la técnica aplicada por lo que sería recomendable el aislamiento en un
lugar apartado de la clase o en alguna dependencia donde pueda estar sometido a control, sin peligros y no
poder obtener refuerzo alguno ni por parte de sus compañeros ni por la existencia de estímulos gratificantes
en el lugar del aislamiento.
Algunas veces suele ocurrir que el alumno entabla un enfrentamiento verbal con el profesor, discusión que
debería ser evitada a toda costa y no debería producir alteración emocional en el docente. El alumno ha de
conocer previamente cuál va a ser la consecuencia de su conducta sin la necesidad de tener que producirse
discusiones acerca del porqué del tiempo-fuera. El tiempo-fuera debe complementarse con otras técnicas de
refuerzo para aumentar las conductas contrarias a las que se pretende eliminar.
- La técnica del time-out suele ser más eficaz que la ignorancia pasiva de la conducta-problema.
- No es aconsejable un periodo de tiempo-fuera de más de 20 minutos. Los periodos de tiempo más cortos
están más indicados.
- Debe asegurarse la correcta dinámica entre salir de clase, permanecer en el lugar de aislamiento y volver a
entrar a la clase de tal modo que el funcionamiento no quede a la improvisación y al descontrol de los
estímulos que pudieran entorpecer el correcto aislamiento temporal del alumno.
- Si la conducta-problema aumenta al indicársele al alumno que debe permanecer cinco minutos fuera de
clase, debe aplicársele un castigo moderado de uno o dos minutos en función de la persistencia del problema.
Por ejemplo: si al darle instrucciones al alumno de que se retire porque está dando gritos que perturban el
orden de la clase continúa en sus gritos, deberá decírsele que se aumentan en unos minutos más su tiempo
de aislamiento por el hecho de persistir en su conducta perturbadora.
- Esta técnica ofrece mayor ventaja que el castigo puesto que no se le ofrece al alumno un modelo negativo
de agresión para que pueda constituir una fuente de imitación tal y como suele ocurrir en la aplicación del
castigo.
- Si se pone en práctica la técnica del tiempo-fuera o aislamiento para la modificación de conductas altamente
disruptivas resulta necesario involucrar a los padres para que sigan las mismas pautas en el contexto familiar
PROCESO EN LA MODIFICACIÓN DE CONDUCTA
4. Señalar las conductas que primero deseamos modificar, aquellas en las que se puede obtener un resultado
más rápido (las menos complicadas o las más frecuentes).
6. Hacer un plan sobre las medidas que se tomarán en caso de que el niño funcione bien (positivas) y en caso
de que lo haga mal (negativas).
7. Explicar al niño la nueva situación. Se trata de explicar al niño las nuevas normas, no decirle por ejemplo,
que la cosa va a cambiar porque "ya no me vas a tomar el pelo". Si decimos algo así y no somos capaces de
mantenerlo, la derrota tendrá consecuencias muy negativas.
El alumno presenta problemas de actitud en el aula, tiene actitud provocadora, falta de motivación y rebelión
ante las normas y ante la figura de profesor. Presenta graves problemas de aprendizaje, como la repetición
del curso, debido a unos patrones de conducta incorrectos.
Nos vamos a centrar en sus problemas de conducta, no en su persona, y en conseguir mejorar su actitud
dentro y fuera del aula. Para ello es necesaria la colaboración entre la escuela y la familia. Esta
colaboración es sumamente importante si se quiere conseguir resultados positivos.
1.- que los alumnos imitan el comportamiento de los adultos, por lo que para conseguir un comportamiento
adecuado, nosotros debemos ser un ejemplo para él.
2.- Concretar el comportamiento: resumir lo que el alumno debería de hacer preferentemente en términos
positivos: "Céntrate en tu trabajo, acaba tus deberes y permanece en tu sitio". Dando estas instrucciones con
voz firme y sosegada, poniendo un "punto final" al concluir la frase.
3.- Enseñar soluciones alternativas a los conflictos: trabajar distintos tipos de pensamiento (ponerse en el
lugar del otro, consecuencias y causas de una conducta,...), manteniendo charlas individuales con el alumno,
conversando sosegadamente, con una relación cordial sin intimidación (hora de tutoría, Plan de Acción
Tutorial).
4.- Los elogios por los avances del chico deben de ser concretos, adecuados e inmediatos. Lo que
aumenta la probabilidad de que esta conducta se interiorice y generalice.
* La falta de consistencia y las amenazas vanas conducen a la mala conducta que se convierte en más firme y
resistente al cambio.
* Tener siempre en cuenta que el castigo continuado produce saciación, con lo que deja de ser eficaz.
* Los castigos a que nos referimos aquí se tratan de las pérdidas de refuerzos , como la pérdida del
recreo, de gratificaciones, responsabilidades, actividades preferidas,...
6.- Entre los reforzadores que podemos utilizar están los sociales (elogios,...), materiales (juguetes,
golosinas...), actividades (ver TV,...) O fichas. El refuerzo puede emplearse con el resto de la clase, para
afianzar conductas y actitudes que se estén trabajando con el alumno y ampliar al resto de la clase.
7.- Tener en cuenta que el prestar atención a un alumno/a puede convertirse en un fuerte reforzador.
Debemos tener cuidado en el uso involuntario de algunos reforzadores, como las reprimendas.
8.- Un modo eficaz de eliminar comportamientos específicos (malas miradas, hablar sin permiso,...) es
simplemente ignorarlos. Ignorar el comportamiento consiste en no hacer el mínimo caso a conductas que
desagradan y al mismo tiempo prestar atención y hacer comentarios de las conductas positivas que agradan,
sobre todo en compañeros cercanos al transgresor. Por ejemplo, si el chico habla sin permiso en una
asamblea, se le ignora totalmente que habla y nos dirigimos a alguien cercano a él diciéndole: "me gusta,
Juanito, que estés en silencio cuando Angel nos explica sus ideas,..."
9.- Tener en cuenta la importancia de un ambiente relajado y tranquilo, ya que los entornos tensos,
alborotados y desestructurados aumentan la tensión del alumno. Reflexionar sobre qué podemos hacer para
tener un entorno de aula tranquilo y relajado.
Estas orientaciones son para tenerlas en cuenta tanto en el centro escolar como en el ambiente familiar. Es
importante la coordinación y el diálogo entre ambos.
Tener en cuenta también que al iniciar un programa de modificación de conducta,sus resultados no son
inmediatos, pudiendo haber inicialmente un incremento de la conducta no deseada.
Es fundamental llevar un registro de las conductas del alumno. Los registros que lleva a cabo la profesora
en el aula, pueden ser enviados a su familia para que ésta recompense los avances y felicite al chico o retire
actividades agradables para él en el caso de que sean conductas negativas. La forma de utilizar los registros
debe ser un estímulo para incrementar actitudes y conductas adecuadas y hacer un seguimiento del alumno.
2. Hacer una lista de conductas-problema que se desean cambiar, incluyendo la frecuencia en que aparecen.
4. Señalar las conductas que primero deseamos modificar, aquellas en las que se puede obtener un resultado
más rápido (las menos complicadas o las más frecuentes).
5. Elegir una o dos conductas para modificar y olvidar las restantes. Más tarde se tratarán estas últimas.
6. Hacer un plan sobre las medidas que se tomarán en caso de que el niño funcione bien (positivas) y en caso
de que lo haga mal (negativas).
7. Explicar al niño la nueva situación. Se trata de explicar al niño las nuevas normas, no decirle por ejemplo,
que la cosa va a cambiar porque "ya no me vas a tomar el pelo". Si decimos algo así y no somos capaces de
mantenerlo, la derrota tendrá consecuencias muy negativas.
9.- Confeccionar un listado de cuáles van a ser los posibles reforzadores para el alumno de modo que sean
efectivos
10.- Al principio de iniciar el plan de modificación de conducta deberán administrarse los reforzadores de
modo más continuado, reduciendo gradualmente la frecuencia del mismo en función de la ocurrencia y de la
persistencia de la conducta-objetivo.
11.- Debe controlarse hasta qué punto el reforzador que se le administra produce saciedad en el alumno. Se
debe disponer de otros reforzadores y combinar los reforzadores sociales con los materiales.
12.- Llevar un registro de conductas negativas y progresos. Hacer dos listas; una la llevará la profesora y otra
la completará el alumno. Revisar la lista al final de la semana. Utilizar el registro como reforzador de la
conducta positiva.
Se trata de un juego para mejorar la conducta del alumno. El proceso comienza explicándole que se va a
realizar una experiencia para mejorar su comportamiento y por la que obtendrá algunos beneficios si se
realiza bien. Ejemplos de reglas del juego:
E)_____________________________
Cuando se incumple alguna de las reglas debe marcarlo en su hoja de registro. Este juego se realizará
durante los primeros minutos de la clase, incrementando su duración y organizarlo en intervalos. Para
organizar estos intervalos podemos tener en cuenta periodos, asignaturas, momentos del día, o con el
profesor/a con el que el comportamiento sea más negativo. Comenzar este juego en un ambiente facilitador
que sirva de entrenamiento y reforzador del alumno.
Cuando el alumno tenga éxito en el juego se empleará algún tipo de reforzador de los seleccionados.
14.- Colocar en un lugar de fácil acceso para el alumno un calendario que recoja su proceso.
Incluir en el Plan de Acción Tutorial algunas sesiones para trabajar las habilidades sociales (ponerse en el
lugar del otro, decir cumplidos, quejarse,...)
16.- Coordinar estas orientaciones con el resto de profesores que le imparten docencia al alumno.
EL JUEGO DE PORTARSE BIEN
Este juego está basado en las Técnicas de Modificación de Conducta y su objetivo es modificar el
comportamiento disruptivo de toda la clase.
* El profesor explica a los alumnos que, después de la clase de lenguaje (o de matemáticas, o de social, etc.)
van a hacer un juego, al cual, si funciona, se podrá jugar todos los días en las horas que señale el profesor.
* Los dos equipos pueden ganar en el juego y por ello pueden obtener ciertos privilegios que después se
señalarán.
* Establecer las reglas del juego para que los alumnos las conozcan bien y queden reflejadas en un mural
confeccionado al efecto y colgado en la pared.
REGLAS:
A) PARA LEVANTARSE DEL ASIENTO SE DEBE PEDIR PERMISO AL PROFESOR (LEVANTAR LA MANO
Y ESPERAR CONTESTACIÓN DEL PROFESOR).
G) NO SE HACEN RUIDOS.
CONSECUENCIAS:
a) Cuando uno de los equipos incumpla alguna de las normas se anota una marca (X) en su correspondiente
casillero que figura en el mural.
d) A cada uno de los miembros del equipo ganador se le entrega un distintivo o pegatina que lo acredita como
tal. Los distintivos se recogen al final de la jornada.
- Diez minutos de tiempo libre en el patio de recreo en el mismo día o al día siguiente.
- Otros...
f) El equipo perdedor no obtiene ningún beneficio y permanece cinco minutos más realizando tareas antes de
salir al recreo.
g) Si el equipo perdedor ha recibido menos número de marcas en una semana puede también obtener:
- Otros...
Equipo nº 1
Equipo nº 2
EQUIPO Nº 1. Componentes:
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
----------------------------
EQUIPO Nº 2. Componentes:
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
----------------------------
Algunos principios metodológicos para flexibilizar el juego y adaptarlo a las características de la clase son:
- No se debe permitir el cambio de grupo salvo en aquellos casos en los que por necesidades especiales deba
hacerse.
- El distintivo o pegatina de ganadores (uno por cada alumno) debe tener cierta relevancia estética (estrellas
coloreadas, fichas-chapas con inscripción, etc).
- Las consecuencias positivas y negativas a obtener deben ser negociadas con los alumnos, salvo en el caso
de los alumnos más pequeños que tengan dificultades para seleccionar sus consecuencias tanto positivas
como negativas.
- El número de marcas máximas exigidas al equipo perdedor para obtener ciertos privilegios establecidos
debe ser flexible. Se trata de premiar también su comportamiento grupal adecuado.
- El juego se pondrá en práctica durante media hora al día (este periodo puede ser variable). Sólo se registran
cruces o marcas durante dicho tiempo y no durante el resto de la jornada escolar en que no está vigente el
juego.
- Para lograr una mayor motivación hacia el juego se les puede proporcionar a los alumnos una tarea escolar
novedosa: reconocimiento de diferencias en ilustraciones, seguir series lógicas, localizar palabras en los
libros. Es decir, tareas que estando vinculadas con los objetivos referenciales del área sean distintas y
novedosas con respecto a las realizadas normalmente en la clase.
- El objetivo principal de la realización del juego durante periodos determinados de tiempo es conseguir que
los efectos benéficos que se van logrando (descenso del nivel de disruptividad), se generalicen al resto de
actividades de la jornada escolar.
- Se debe variar el tiempo dedicado al juego a criterio del profesor (en la primera hora, en la segunda,
después del recreo, etc).
- Implementar el juego en aquellos periodos de tiempo en que el comportamiento disruptivo sea más notorio.
Fomentar una conducta es reforzarla, tanto si esa conducta consiste en deletrear correctamente unas
palabras como en lanzar una pelota. Ten en cuenta este principio: "las acciones seguidas por un refuerzo
serán probablemente repetidas en situaciones futuras similares".
En el aula el profesor puede hacer un gran uso de este principio, reforzando simplemente las conductas
positivas. Aunque ésto es de fácil aplicación, en realidad supone un considerable esfuerzo, porque los casos
de mala conducta son advertidos con mayor facilidad, mientras que la conducta positiva frecuentemente pasa
desapercibida. Todos tendemos a ser buenos críticos, más capaces de señalar lo que va mal en un alumno
que de advertir lo que va bien. El elogio parece menos natural que la crítica.
Para muchos alumnos resulta reforzante cualquier atención del profesor, incluso la que reviste un aspecto
crítico. Advirtiendo constantemente a los alumnos que tomen asiento, el profesor está reforzando en realidad
la misma mala conducta con la que quiere acabar. El problema se alivia sólo cuando comienza a ignorar a los
alumnos que se hallan fuera de su sitio y dedica su atención a los que trabajan en sus puestos.
Los profesores pueden fomentar muchas conductas, tanto positivas como negativas, simplemente prestando
atención a éstas.
Puede ser que tengas en clase tres o cuatro alumnos difíciles. Si deseas cambiar su conducta intenta
experimentar los siguientes pasos:
En una primera fase anota cuidadosamente las conductas perturbadoras de tus alumnos (levantarse sin
permiso, pegar a otros chicos, no hacer las tareas...).
En la segunda fase, debate y acuerda con tus alumnos las reglas que es preciso observar en clase,
explicitando claramente lo que se debe y no se debe hacer. Siempre que sea necesario recuerda estas
normas a los chicos difíciles. Sin embargo, podrás observar que a pesar de la enseñanza de las normas, es
probable que la mala conducta persista.
En una tercera fase, recuerda periódicamente las reglas a los alumnos e ignora sistemáticamente las
conductas inapropiadas. Con esta última medida se elimina la atención del profesor como fuente de refuerzo
de las conductas. Este procedimiento es posible que también tenga escaso efecto.
En la cuarta fase se introduce un factor decisivo. Comienza a dispensar elogios y atención a tus alumnos
cuando trabajen o jueguen constructivamente. Dí cosas como: "me gusta la forma en que trabajas, tan
tranquilamente". Continúa formulando las reglas e ignorando las infracciones de éstas. La combinación de
normas, pasando por alto la conducta difícil y elogiando la conducta positiva disminuirá significativamente la
conducta perturbadora.
Si quieres comprobar la efectividad de este procedimiento, interrumpe esta fase y vuelve a la primera. En
pocos días observarás que las conductas inadecuadas reaparecen. Vuelve de nuevo a la cuarta fase y
observa los cambios.
En resumen, el establecimiento de unas reglas claras, sólo o en combinación con la ignorancia de acciones
inapropiadas, no interrumpe las carreras, los golpes u otras conductas perturbadoras en clase. Sin embargo,
cuando el profesor da muestras de advertir las conductas positivas de los alumnos mientras ignora
simultáneamente las negativas, el nivel de estas últimas disminuye espectacularmente. Parece así que la
alabanza de las conductas apropiadas constituye la clave de la mejora. En otras palabras, el elogio actúa en
la mayor parte de los alumnos como un reforzador. El elogio puede ser combinado con la ignorancia de las
conductas inapropiadas o con reprimendas individuales según sea la estrategia que resulte más eficaz con
cada alumno específico de la clase.
Las declaraciones negativas por sí solas, sin elogio para la conducta positiva, se han revelado como
totalmente ineficaces a la hora de cambiar las actuaciones de los alumnos. A un profesor con una clase de 20
a 30 alumnos probablemente le resultará difícil aprender a elogiar frecuentemente, pero si tenemos en cuenta
el efecto de sus elogios, puede muy bien valer la pena el esfuerzo necesario para realizarlo.
La atención y el elogio del profesor siempre resultan accesibles. Cuestan poco y son inagotables, son los
reforzadores ideales. El aprender a concentrarse en lo positivo constituye una destreza muy importante en la
enseñanza.
El condicionamiento vicario es una forma de aprendizaje que tiene lugar mediante la observación de una
persona que realiza una conducta y experimenta sus consecuencias. A este proceso se le denomina también
modelación.
La observación de una persona que está siendo reforzada por realizar una cierta conducta puede incrementar
esa conducta en el observador.
El principio del refuerzo vicario puede ser empleado en el aula para reforzar las conductas positivas de los
alumnos que están situados cerca de los más difíciles. Tan pronto como los alumnos difíciles comiencen a
manifestar la misma conducta deben ser gratificados por ello. Por razones obvias el refuerzo vicario se
desperdicia si se ignora que el observador realiza esa misma conducta. El profesor deberá tener cuidado en el
empleo del elogio. Los estudiantes se quejan frecuentemente de que lo que hacen es menos elogiado que lo
que hacen los "mimados del profesor". Así, al tiempo que emplea el refuerzo vicario, es conveniente realizar
un esfuerzo adicional para advertir las conductas positivas de aquellos alumnos que se revelan difíciles.
En su empleo real en el aula, el principio del refuerzo vicario posee importantes implicaciones en lo que se
refiere a la disposición de los asientos. Si los alumnos difíciles se hallan colocados cerca de los que son a
menudo reforzados por unas conductas positivas, resultará más probable que los perturbadores adviertan el
refuerzo y por eso se beneficien del refuerzo vicario.
Un profesor debe emplear la mala conducta de un alumno como indicio personal para hallar a alguien a quien
elogiar en el aula, preferiblemente un alumno que esté próximo al perturbador. En otras palabras, cada vez
que un alumno transgreda una norma, en vez de criticar al transgresor, el profesor recordará o tomará esa
transgresión como indicio de que debe hallar a alguien que cumpla la norma y elogiarle por ello.
RESUMEN
1. Siempre que sea posible, concentrar la atención en los alumnos que están obedeciendo las reglas e
ignorar a los que se comportan inadecuadamente. Ejemplos:
. Utilizar la mala conducta como un indicio personal para hallar alguna conducta positiva que reforzar.
2. Asegurarse de que todos los alumnos, incluso los problemáticos, reciben algún elogio, ciertos
privilegios, cuando hacen algo bien:
. Examinar la lista de clase para asegurarse de que todos los alumnos están siendo reforzados.
. Permanecer alerta a las posibilidades de elogiar a los alumnos que tiendan a crear problemas
Algunos ejemplos de conductas en estos niños serían aquellas en las que se rebelan frente a la autoridad del
maestro adoptando una postura de total negativismo hacia el trabajo escolar. Está aquel que dice "¡ no puedo
hacerlo!" y arroja el libro al suelo apareciendo el llanto. Otros expresan su rabia encerrándose en sí mismos,
estrujando los papeles o rompiéndolos.
Algunos niños tienden a desanimarse pronto y cuando se les obliga reaccionan con comportamientos
desadaptativos: rebelión, negativismo... El colegio debe ser un lugar estimulante y el aprendizaje debe ser un
proceso positivo, no un generador de grandes presiones. Sin embargo, cuando las expectativas de la escuela
no están sincronizadas con las aptitudes, o cuando un niño que normalmente se las arregla bien muestra
signos de frustración, ésto significa que algo está interfiriendo. Detecte las causas e intente suavizarlas si es
posible. Después deberá ayudar al niño a reaccionar de nuevas maneras a su falta de éxito.
Hay una serie de preguntas que nos podemos hacer para identificar la causa del problema:
. ¿Está el niño demasiado cansado?. Asegúrese que descansa lo suficiente. Todos los niños encuentran más
difíciles los obstáculos vitales y las relaciones cuando están cansados.
. ¿Tiene el niño un horario demasiado repleto?. Examine las tareas que realiza para determinar si le permite
recuperarse de una tarea a otra.
. ¿Es el niño perfeccionista?. Algunos tienen objetivos poco razonables, otros no saben pedir ayuda o tienen
miedo de pedirla.
. ¿Puede el niño identificar su frustración?. Si no comprende qué le está afectando, el maestro deberá
mostrarle cómo identificar sus sentimientos y cómo expresarse de forma apropiada.
. ¿Estamos exigiéndole demasiado?. Debemos tener en cuenta sus capacidades.
. ¿Tiene el niño oportunidades para el éxito?. Alterne tareas difíciles para el niño con otras fáciles que le
hagan obtener un éxito seguro.
Los maestros no pueden suprimir todas las fuentes de frustración y las presiones existentes en el mundo del
niño, lo que significa que éste deberá aprender formas positivas de hacer frente a estos sentimientos.
. Enséñele técnicas de relajación. Todos hacemos frente de una forma más positiva si estamos relajados.
Debemos enseñar a los pequeños a elevar su tolerancia a la frustración con la relajación del cuerpo.
. Enséñele a identificar. Debemos enseñar a los niños pequeños a identificar el sentimiento de frustración
cuando aparezca: "Pepito está rabioso porque no ha hecho bien esta resta. Inténtalo con otra, tómate más
tiempo".
. Indique al niño cuándo debe pedir ayuda. Mientras algunos niños son reacios a pedir ayuda, otros la piden
de inmediato. Debemos enseñar al niño a encontrar la solución primero. Se le dirá: "pruébalo otra vez para
mí". Cuando el niño no sepa ya que más hacer, hay que decirle que pida ayuda. Cuando nos demos cuenta
que el niño se está frustrando con alguna tarea, intervenga para enseñarle a evitar la frustración: "¿qué
podrías hacer en lugar de enfadarte o abandonarlo?".
. Representación de papeles. En clase se puede jugar con el niño o niños a interpretar una situación
frustrante. Se fingirá que se está recomponiendo un puzzle y no se encuentra la pieza que encaja. Primero el
niño interpretará la frustración y luego lo opuesto. Anímele a que hable consigo mismo de forma positiva y a
que busque una manera de resolver el problema.
. Se reforzarán las acciones apropiadas por parte del niño. Elógielo por haber retardado su respuesta
habitual de ira ante la frustración, y también cuando utilice una estrategia apropiada. Establezca un sistema
de recompensas para reforzar esa aptitud de madurez.
. Modifique la tarea. Enséñele al niño una forma alternativa de alcanzar el objetivo. Cuando sea posible, se
dividirá una tarea en pequeñas partes que puedan llevarse a cabo una a una.