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LIBRO: TERAPIA DE FAMILIA – LA PRIMERA ENTREVISTA

Autores: Helm Stierlin, Ingeborg Rücker – Embden, Norbert Wetzel und Michael
Wirsching

INTRODUCCIÓN Y CAPÍTULO 1

Introducción
Ante relaciones complejas y de fuerte carga emocional, y una desconcertante oferta
de información, hay que captar la dinámica familiar, tratar de comprender la
situación crítica de todos los miembros de la familia, construir con todos un acuerdo
de trabajo basado en la confianza, distinguir lo esencial de lo accesorio y fijar los
derroteros del trabajo futuro. La primera entrevista constituye un desafío y una tarea
de reconciliación muy especiales.

En primer lugar, los capítulos dan una visión de conjunto de la concepción teórica,
de autores de Heidelberg. Dentro de esta concepción se exploran cinco
perspectivas fundamentales: la individuación relacional (Condicionada por la
relación de los demás integrantes de la familia), los modos de interacción de ligazón
y expulsión, la delegación, la perspectiva plurigeneracional de legado y mérito y el
status de la reciprocidad. Se mostrarán los integrantes

Capítulo 1
¿Por qué tiene sentido hablar con toda la familia?

Todos somos dependientes


“La independencia es un prejuicio burgués, todos somos dependientes” Se refleja
en la conciencia de la mutua necesidad y de la interdependencia de los
ecosistemas, a la vez que descubre una nueva dimensión de la comprensión
psicológica, en cuyo centro se sitúa la familia, su estructura, función y dinámica de
relación.

La familia evidencia ser el sistema central para el hombre: las principales


identificaciones, los más importantes valores y objetivos del hombre, su adaptación
social remite a lo que le sucedió y sucede en su familia, más que en otros dominio
de la vida, en la familia “el obrar de uno es el obrar de otro” (Hegel), por lo tanto de
aquí, más que de ninguna otra parte, resultan posibilidades para la terapia y la
prevención de perturbaciones psíquicas.

Modelos causales circulares versus lineales


El individuo se presenta influido por el sistema, Sullivan ya hablaba de la ilusión de
la individualidad personal. El terapeuta familiar ve a los integrantes de la familia
como se le presentan como elementos de un círculo de interacción, en el que la
conducta de un miembro influye necesariamente en la de todos los demás. Por eso
cierto comportamiento individual no puede considerarse unidimensionalmente como
causa del comportamiento de los demás: cada integrante influye en los demás y es
influido a la vez por estos.
Esta visión del sistema debe mucho a la moderna cibernética y la teoría de la
comunicación. Se la puede describir también como modelo circular y contraponerla
al modelo causal lineal, monocausal.

El nuevo paradigma revoluciona la práctica psicoterapéutica


El nuevo paradigma lleva a una nueva comprensión de la enfermedad y revoluciona
la practica psicoterapéutica, nos muestra la causa y el tratamiento con una nueva
óptica. Parten de: si ha de cambiarse el individuo, deberá modificarse el medio en
que se mueve.

Experimentar y superar los conflictos en su lugar de origen


En terapia familiar por lo que se aboga acentúa la labor de reestructuración en las
relaciones existentes, esto puede realizarse de diversas maneras. Su finalidad es a
menudo el experimentar y superar los conflictos en su lugar de origen, exige una
disposición para la reconciliación intrafamiliar. Una regla fundamental de la terapia
familiar es: intenten hablar entre ustedes en la medida de lo posible, de cosas de
las que hasta ahora no pudieron hablar. Se refieren a secretos familiares,
expectativas no satisfechas, justicia escatimada. Para posibilitar la superación de
conflictos y reconciliación el terapeuta familiar tiene que guiarse por dos propósitos:
activar recursos existentes de la familia y debe hacer justicia a cada integrante de
la familia.

Movilización de los recursos familiares


El analista deberá reconocer y movilizar los recursos aún improductivos o mal
dirigidos en el conjunto de la familia. Recursos de disposición para la acción y el
sacrificio, voluntad para la confrontación, capacidad para el duelo, para soportar la
realidad y para el justo “saldar cuentas”. Es típico que un terapeuta encuentre
recursos del tipo nombrado frecuente y precisamente donde menos lo sospecharía
un extraño: en un hermano que de entrada parece no participar, un niño pequeño,
el paciente portador del síntoma, ej. Un joven delincuente, de bajo rendimiento o
psicótico.

Las terapias individuales encuentran su lugar en el paradigma terapéutico familiar


Muchas veces es adecuado trabajar por fases con uno solo o con varios
subsistemas. El individuo constituye un elemento o bien un subsistema de una
familia. No pocas veces un tratamiento familiar puede o debe comenzar con uno
sólo de los integrantes. En determinadas circunstancias una fase de terapia
individual con el portador del síntoma puede ser el único camino para ayudar a toda
la familia (Stierlin, 1976).

La conversación en común sigue siendo el centro de la terapia familiar


El objetivo sigue siendo en la medida de lo posible, la confrontación, la elaboración
del duelo, la reunificación y la reconciliación de los integrantes a nivel intrafamiliar,
lo que quiere decir que se desarrollan o se inician en la conversación familiar.

¿Cuándo resulta particularmente urgente la conversación familiar en común?


Hay una serie de situaciones ante las que parece particularmente importante una
labor activa con la familia en su conjunto:
 Cuando existen vínculos fuertes y condiciones de explotación familiar. Dado
que la mayoría de los niños y adolescentes está forzosamente más atada a
la familia que los adultos. La psiquiatría infantil y juvenil constituye un dominio
de la terapia familiar.
 Cuando a causa de fuertes vínculos invisibles de lealtad, el trato confidencial
con un terapeuta, amigo o pareja se experimenta automáticamente como
traición de la lealtad a la familia, traición que se siente como una grave culpa
de evasión.
 Cuando existe el peligro de que una terapia individual separe una relación,
pareja o familia, en especial padres e hijos.
 Cuando se impone la aplicación de recursos terapéuticos al nivel de su mayor
eficacia posible, en la anorexia nervosa y determinados casos de
perturbaciones esquizofrénicas.
 Cuando se trata de contrarrestar un aislamiento profundo y una expulsión, tal
como se encuentra en personas enfermas, ancianas, moribundas.

Capítulo 2: LA CONCEPCIÓN DE INTERFERENCIA ENTRE INDIVIDUACIÓN,


INTEGRACIÓN, DELEGACIÓN, LEGADO Y MÉRITO

La teoría determina la observación, y la observación también determina la teoría.


Esto se refleja en las conversaciones familiares, en las que se pueden observar
tantos datos, se ofrecen cuantas intervenciones posibles, que la orientación teórica
es de gran trascendencia; y con la finalidad de enfrentar esta complejidad y
distinguir lo esencial de lo que no lo es, al igual que reconocer líneas directrices
para las intervenciones, se propone un modelo teórico inspirado en las
postulaciones de Stierlin.

Las fuentes del modelo


1) Cibernética: Los conocimientos y modelos de la cibernética moderna y la
teoría de la información, han sido utilizados para desarrollar conceptos dinámicos
sobre la familia ante todo por autores pertenecientes al Grupo Palo (G. Bateson, D.
Jackson, J. Haley, P. Watzlawik, J. Weakland)
2) Dialéctica: Dado que los conceptos cibernéticos corrientes parecen
demasiado restringidos para poder captar la dinámica esencial, es preciso proceder
dialécticamente.
Stierlin ha intentado demostrar la relevancia de esta comprensión dialéctica para la
comprensión de interrelaciones psicodinámicas complejas, puesto que esta mirada,
obliga el constate reajuste del enfoque del telescopio cognoscitivo, al cuestionar
definiciones de conceptos y distinciones establecidas (consciente-inconsciente,
psíquico-somático, individuos-interacción, enfermo-sano, real-irreal) con el
propósito de “fluidificar” el concepto (Hegel)
Los conceptos que se “fluidifican” en el curso de la terapia familiar son en particular
también las cualidades, roles o posiciones de poder de los miembros de la familia.
La constante modificación de la perspectiva pone de relieve que detrás de una
disposición conciliadora de mártir puede ocultarse una agresividad (al movilizar
fuertes sentimientos de culpabilidad), y que el poder puede revelarse como
impotencia y/o el egoísmo como abnegación altruista.

Reciprocidad positiva versus negativa. Una dialéctica de esta índole revela un


movimiento de las relaciones, que puede adoptar la forma de una reciprocidad
positiva, al contener un carácter dialógico-expansivo en donde los interlocutores se
reafirman y se reconocen mutuamente en planos cada vez más complejos y
existencialmente más importantes; o una negativa, en donde la devaluación entre
los interlocutores, perturba y restringe el movimiento dialógico, reduciendo las
posibilidades de una verdadera confrontación.

La relación del individuo con el sistema de interferencias. Esta dialéctica también


permite ver la jerarquía y la interacción entre sistemas. El individuo se presenta con
sus propiedades, impulsos, actos y expectativas a la vez como un sistema de valor
propio y como elemento de otros sistemas; y además, los distintos sistemas y sus
elementos se encuentran en continua alternación (estados de tensión, de
reconciliación o también de distanciamiento). La relación del individuo con su
sistema interferencial (familiar, social) puede ser determinado con el concepto
hegeliano de “Aufhebung”, aludiendo que el individuo es “conservado” y “superado”,
se le reconoce y aprecia en su peculiaridad y significación y, y a la vez, se le ve
como parte del sistema. También se “conserva” y “supera” el individuo como tal, en
cuanto se le considera una parte de sistemas precedentes y posteriores en los que
es asimilado de modo parecido a la flor que se convierte en fruto.

Estructuras verticales versus horizontales. El modelo distingue sistemas de


relaciones verticales (intergeneracionales) y horizontales (miembros de la misma
generación), con la intención de abarcar las relaciones internas de estos sistemas
relacionales y las que existen entre los mismos.
Ej. Preguntar cómo repercute una ligazón con los padres no resuelta, en la relación
con el cónyuge.
Desde el punto de vista dinámico, los sistemas verticales son tan importantes como
los horizontales y una terapia o dinámica de pareja no puede tratarse separada de
la dinámica familiar, la cual está sobre todo verticalmente determinada.

Lo históricamente constituido versus la apertura de un nuevo comienzo. La


distinción entre estructuras verticales y horizontales revela una relación de tensión
entre lo históricamente construido y la actualidad abierta al futuro: los impulsos,
motivaciones y actitudes más profundas, se demuestran como la consecuencia y la
expresión de un acontecer familiar que trasciende las generaciones. Lo cual,
paradójicamente, abre las posibilidades de un nuevo comienzo, del cambio de
orientación y la toma de una actitud terapéutica coherente aquí y ahora.

Las estructuras dinámicas relevantes están frecuentemente encubiertas, incluyendo


los procesos y patrones de conflictos. Puesto que los miembros de la familia no son,
o sólo en parte, conscientes de ellos, y la acentuación de estructuras y procesos
total o parcialmente inconscientes, es compartida con el psicoanálisis, aunque en
general, no se trate de los mismos procesos y estructuras que en la terapia familiar.

Se abre una dimensión ética. Los conceptos como explotación, honradez, mérito,
obligación, rendición de cuentas, disposición para el sacrificio, justicia, lealtad,
confianza y corrupción; indican las contribuciones de los sistemas o las fuerzas que
determinan la dinámica de relación y motivación familiar a lo largo de generaciones.
Por lo que, sus miembros resultan ser transmisores, víctimas y ejecutores, de las
estructuras y los procesos que entran en acción de modo vertical
(intergeneracional), y a la vez, estás fuerzas determinan la actuación presente y
futura.

Los cinco aspectos principales, que son comparados con los enfoques de un
telescopio, se entrecruzan y coinciden parcialmente, captando en cada caso
aspectos distintos de la realidad interhumana.
1) La individuación relacional
2) Los modos de interacción, de ligazón y expulsión
3) La delegación
4) La perspectiva plurigeneracional de mérito y legado
5) El estatus de la reciprocidad

1) Individuación relacional

El principio general del concepto de individuación hace referencia a la formación de


peculiaridades individuales y delimitaciones psíquicas. También existe la
sobreindividuación en donde la frontera con los demás es demasiado rígida y densa,
la independencia se convierte en aislamiento, la separación en soledad irremediable
y el intercambio con los demás cesa. En cambio, en la subindividuación ha
fracasado la delimitación segura, los limites son demasiado blandos, permeables y
quebradizos.
La pérdida de la individuación es el peligro que representa la fusión con, o absorción
por parte de organismos más fuertes y, por consiguiente, todo proceso de
individuación requiere nuevos esfuerzos de comunicación y reconciliación.
En algún momento y de alguna manera, las fronteras habitualmente sólidas y
protectoras se abrirán y el aislamiento debe conciliarse con la comunidad, la
individualidad, con la solidaridad y la autonomía con la interdependencia.
La individuación relacional expresa un principio general en el que el nivel más alto
de individuación exige y a la vez, posibilita un nivel correspondiente más alto de
interrelación.
Asimismo, este concepto se opone a la tendencia burguesa de concebir la
individualidad y la autorrealización sin ninguna referencia a la interdependencia y la
solidaridad, lo que significa la glorificación del individuo.

La individuación relacional significa capacidad para la autodiferenciación y


autodelimitación, es decir, la diferenciación del mundo interno en esferas
conscientes e inconscientes, en sentimientos, necesidades y expectativas
claramente articulados, en percepciones internas y externas y la delimitación (del
mundo interior diferenciado) respecto al mundo exterior, sobre todo, respecto a las
ideas, necesidades, expectativas y aspiraciones de los demás.

Los pacientes esquizofrénicos demuestran perturbaciones ejemplares de la


individuación relacional: Estos pacientes en situaciones de intensos problemas
interhumanos, denotan que la autodiferenciación y la autodelimitación se
encuentran perturbadas, ya que tienen percepciones que provienen de su propio
mundo interno como sí llegaran desde afuera (alucinaciones) o no logran delimitar
su propio mundo de sentimientos e ideas respecto de otras personas.

Hay tres tipos de individuación:


1. La fusión simbiótica: las vivencias propias, el sentimiento de mismidad, el
propio rol sexual o profesional son confundidos con las vivencias, los sentimientos
y el rol de otra persona.
2. El aislamiento autista rígido: tiene una tonalidad de desconfianza paranoica
3. La situación ambivalente: oscilante entre ambos extremos.

Las perturbaciones de la individuación relacional como rasgo característico del


sistema. Si se tiene una perspectiva que abarque todo el sistema referencial, la
perturbación de la individuación (esquizofrenia), parece como un rasgo
característico del sistema y hay que conceptuarla de acuerdo con el sistema.

Indicios de individuación relacional insuficiente en familias. Los miembros de la


familia no son capaces de delimitar sus propios deseos, expectativas, sentimientos,
ideas y motivaciones de los otros, y menos aun de situaciones en las que se exige
la proximidad y empatía. La consecuencia es que las posturas de sentimientos no
pueden articularse y los conflictos no pueden definirse ni resolverse.

Aislamiento versus fusión. La fusión intersubjetiva destaca que los sentimientos,


valoraciones, expectativas y/o posiciones no son delimitadas porque la pareja o la
familia no es capaz o se encuentra renuente, a determinarse a sí mismos y son
igualmente, incapaces de asumir la responsabilidad por lo que sienten, desean y
defienden. Todo se confunde y nadie puede verdaderamente pedir o rendir cuentas
a nadie, influyendo decisivamente en las dinámicas de las fuerzas éticas.
El otro extremo, el aislamiento, que conlleva la ruptura de la comunicación y de las
relaciones interhumanas, se manifiestan como una defensa desesperada, puesto
que todo consentimiento y todo comienzo de contacto parece implicar la amenaza
de fusión.
En algunas familias, alternan la fusión y el aislamiento, evidenciando perturbaciones
graves de la individuación relacional.

Capacitación de tendencias de individuación. Por lo general, en todas las familias


se puede observar la disposición para elevar el nivel de individuación, y para ello,
es primordial que cada cliente hable por sí mismo y que se fomente una
comunicación clarificadora y generadora de responsabilidad personal.
Las perturbaciones en la comunicación tienen ante todo la función de tapar, negar
y dejar en suspenso conflictos graves y duraderos.
Para captar y atacar estas constelaciones más profundas de conflictos, hace falta
un enfoque nuevo del telescopio cognoscitivo, en el cual se deben de incluir los
modos de interacción de ligazón y expulsión.

2) Los modos de interacción, de ligazón y expulsión

Son estructuras o escenarios de relación que ejercen una acción prolongada.


Ubican en el campo visual los enredos y las dificultades de la separación intentada
o no intentada, exitosa o fracasada, de padres e hijos.
Stierlin introdujo el concepto de modos de interacción y los definió a partir de la
ligazón, expulsión y delegación, la cual ahora constituye una tercera perspectiva
principal y no un modo de relación.
Los conceptos de ligazón y expulsión reflejan el predominio de fuerzas centrípetas
o centrífugas, en la dinámica de separación intergeneracional.
En general, si prevalece el modo de ligazón, el niño queda preso más
prolongadamente y con mayor fuerza en el gheto familiar y su separación de los
padres se retrasa. En cambio, si domina el modo expulsivo, se acelera la separación
de los padres y la consecuencia es la autonomía prematura.
Ligazón y expulsión contienen un factor dialéctico que apunta la compensación de
fuerzas ligantes y de expulsión: el niño ligado intentará escapar, pero sigue
prisionero por las estructuras ligantes profundamente arraigadas y de prolongado
efecto; en el caso de la expulsión, se genera un anhelo de ligazón cuya búsqueda
suele fracasar ante el poder de las estructuras que condicionan y mantienen la
expulsión.

Los tres planos principales de la ligazón y que corresponden con conceptos


psicoanalíticos.
1. Afectivo: se manipulan y explotan las necesidades infantiles de dependencia
(ligazón del ello).
Corresponde a la fuerte dosis de mimos regresivos, propiciando una disposición
pasiva de dependencia en el niño, si no es que de simbiosis, que refleja y fomenta
las perturbaciones de la individuación relacional.
2. Cognoscitivo: una parte de los padres es ligante e impone al niño a la fuerza
de su propio yo distorsionante (ligazón del yo).
Significa mistificación, dado que los padres exponen al niño dependiente a señales
contradictorias, de modo que al final no puede leer correctamente ni siquiera sus
propias señales interiores (ocurre en la obesidad).
3. En el que se nutren y se explotan las necesidades infantiles de lealtad
(ligazón del superyó).
El niño queda prisionero de una lealtad intensa, aunque invisible y desarrolla un
fuerte sentimiento del deber ser, al pensar que la supervivencia de sus padres
depende de él, trayendo como consecuencia una intensa culpa de evasión si alguna
vez intenta incluso pensar en la separación.
Otros aspectos de la ligazón. Al dirigir la mirada a los diversos planos de ligazón, se
captan qué tan fuertemente cargados unos respecto de otros están los miembros
de la familia, lo importante que es cada uno para el sistema existente y hasta qué
punto las perturbaciones de la individuación relacional se basan en determinados
patrones relacionales de larga duración.
La ligazón significa siempre para el ligado una privación, puesto que quedan
subdesarrolladas las capacidades de imponerse y de conformar su vida de modo
autónomo.

Características del modo de la expulsión. Es contrastante con el de ligazón, dado


que el niño es rechazado y descuidado. La vivencia central es la experiencia de que
no hay una catexis emocional puesta en él, siendo típico que la búsqueda de calor
y protección los incline hacia un intento de recuperación a través de varias parejas
y padres sustitutos que puedan satisfacer su necesidad. Pero como no han
aprendido a vivir la intimidad abiertos a la confianza, ni a convertirla en algo
constructivo, fácilmente retroceden asustados o provocan de nuevo su expulsión.
Otro grupo, en cambio, busca la reafirmación de manera sobrecompensadora,
narcisista, para obtener una sensación de la propia importancia.
Estas personas expulsadas, intentan de algún u otro modo, convertir su compulsión
a la autonomía prematura en una ventaja, intentando sacar beneficios de su escasa
capacidad para la lealtad y preocupación por los demás.
Según prevalezca la ligazón o la expulsión, el entrevistador matizará su primera
conversación familiar, procurando desde el principio, el aflojamiento de una ligazón
demasiado estrecha, o tratar de establecer una ligazón fundamental trabajando en
contra de la carencia de ligazones.

LA CONCEPCIÓN DE INTERFERENCIA ENTRE INDIVIDUACIÓN,


INTERACCIÓN, DELEGACIÓN, LEGADO Y MÉRITO
3. LA DELEGACIÓN: La tercera perspectiva es a menudo la expresión de un
proceso relacional necesario y legitimo; está relacionada al vínculo de lealtad que
une al delegante con el delegado (madre-niño), donde este último esta a cargo de
las expectativas e ideales que los padres le han transmitido con la finalidad de que
sean ellos los que consigan las satisfacciones y reafirmaciones que ellos no lograron
conseguir en su momento.
En una sesión terapéutica familiar, el delegado se refiere más que nada al papel del
paciente índex, quien es el portador del síntoma. En él se podrá observar que es
quien permite la supervivencia psíquica de sus padres, pues les quita cargas de
angustia, vergüenza y culpabilidad, dado que él es el enfermo y no ellos.
4. PERSPECTIVA PLURIGENERACIONAL DE LEGADO Y MÉRITO: Esta
perspectiva, en relación con la anterior, hace referencia a la ligazón, obligación y/o
compulsión de rendir cuentas que se mantiene a lo largo de varias generaciones.
Muchas de las sobreexigencias delegadas y de los conflictos de encargos están
determinados de manera transgeneracional y, el cumplimiento o incumplimiento de
las mismas repercute en el estado de cuentas de méritos de cada miembro familiar.
En una sesión terapéutica, el objetivo es determinar los respectivos legados y
deberes para impulsar la negociación correspondiente y, con ello, posibilitar ajustes,
rendiciones de cuentas y finalmente la reconciliación.
5. STATUS DE RECIPROCIDAD: Los cuatro puntos de vista anteriores confluyen
en el status de la reciprocidad. Esta quinta perspectiva capta sobre todo el aquí y
ahora, el estado presente del sistema; es decir, la actual constelación relacional.
Cuando este último punto se torna negativo suele denominarse enganche maligno
y es aquí cuando el sistema se vuelve completamente rígido y no permite que se
mueva algo dentro de la relación. En un enganche maligno ninguno puede
deshacerse de este ni avanzar el combate.
Va a ser aquí donde la situación terapéutica actúe; el terapeuta fungirá como arbitro
de boxeo e intentará desengancharlos de forma activa y enérgica, se encargará de
restablecer el espacio para que pueda desplegarse el juego de las individuaciones,
estrategias, motivaciones, etcétera.
Finalmente, el objetivo será movilizar dicho status, tanto en el propio paciente como
en sus familiares y, así, darles la posibilidad a todos de un nuevo comienzo para la
individuación y separación reciproca. ¿cómo se logrará? Ayudando a los miembros
de la familia a realizar un esfuerzo de duelo pendiente desde hace mucho tiempo.
Y, un vez roto el desenganche maligno comenzará a establecerse por sí sola una
reciprocidad positiva.

CAPÍTULO 3. LA TERAPIA FAMILIAR COMO PROCESO EMPÁTICO.


COMPRENSIÓN, INTERPRETACIÓN Y ESTRUCTURACIÓN EN LA PRIMERA
CONVERSACIÓN FAMILIAR.

En la primera conversación familiar, el terapeuta experimenta angustia porque se


enfrentará a mucha información presentada en poco tiempo.

Empatía en la terapia: Es la capacidad de penetrar y participar en los procesos


ajenos y percibirlos. Implica tener sensibilidad, comprensión integral e intuición. En
la conversación se debe tener una percepción empática integradora y dirigirla a 1)
los procesos individuales, 2) a la relación de los individuos con el terapeuta, 3) a los
fenómenos que tienen lugar entre los miembros de la familia y 4) la relación de toda
la familia con el terapeuta.

Captación de las fuerzas del sistema: La integración empática se logra cuando el


terapeuta tiene una visión completa del sistema y logra mantenerla en las sesiones.
Debe preguntarse ¿cómo se tratan las personas mutuamente? ¿se condicionan los
conflictos entre los miembros? ¿compensan la conducta o le motivo por el que
llegan?, en la primera sesión la familia no debe verse somo un simple grupo, porque
se perderá mucha información y se truncará la comunicación. Además del sistema,
no debe perderse de vista la parte individual (sistema monádico).

Firmeza cognoscitiva: Hay que registrar y ordenar la información, así como


estructurar la conversación (anotar información relevante, patrones relacionales
recurrentes).

Ver lo que ocurre: dejarse sorprender por sentimientos o visiones inesperadas


(como el llanto de un niño) y luego reaccionar de manera natural. El terapeuta es
como:
- Un director de escena: conduce el proceso dinámico, protege a los
participantes contra el potencial destructivo de los sentimientos. Fomenta
exteriorización de ideas y sentimientos, evita que las explosiones agresivas
no repitan patrones establecidos.
- Un observador participante: escucha y registra las tendencias, las fuerzas y
sentimientos contradictorios de la familia.

El terapeuta es parte del sistema y tiene que volver a desprenderse de él:


cuando el terapeuta está dentro del sistema familiar pierde la visión de conjunto,
pero también experimenta una sensación agradable al “formar unidad con la
familia”. Estar adentro es un proceso inevitable y deseable, que ayuda a observar
el sistema desde ese ángulo. Si nos resistimos a ingresar al sistema, se nos
dificultará reconocer las estructuras familiares ocultas y establecer un contacto
emocional y confidencial con los miembros de la familia. Es como quedarse “delante
de la puerta”. Hay que dejarse enredar por el sistema, para ubicar desde dónde
deben trazarse los límites. Para salir del sistema se puede modificar el patrón
relacional, preguntando activamente o con actitud exploratoria, o bien interrumpir,
hacer pausa y consultar con un co-terapeuta.

Omnipartidismo: Es la capacidad del terapeuta de hacer suya la posición de cada


uno de los miembros de la familia, incluso de los ausentes. Es tomar partido por
cada uno de los miembros de la familia, de manera comprometida y guiándose por
un sentido de justicia compensadora. Es dar a todos la sensación de ser personas
valiosas. Con esto se fomenta el deseo de imparcialidad y reconciliación familiar.
Para lograrlo se debe elaborar la contratransferencia.

No perder de vista lo positivo: Buscar las fuerzas y recursos de crecimiento de la


familia, hay que preguntarse ¿dónde están los puntos fuertes de esta familia? ¿qué
ha hecho esta familia para superar sus dificultades? Con esto evitamos que la
familia se auto perciba como irremediablemente patológica.

Actividad: El terapeuta es más activo aquí que en terapia individual. Si se da rienda


suelta a la sesión surgirán patrones destructivos y se refuerza la patología. Por
tanto, hay que captar el punto exacto en el que se repite un patrón de interacción
perturbada y en el que pueda intervenirse. El terapeuta debe usar toda su autoridad
para romper este círculo. La actividad implica que el terapeuta asuma la
responsabilidad y compromiso y que transmita esperanza, confianza, sin nutrir
ilusiones.

Problemas de transferencia y contratransferencia:


- Transferencia transfamiliar (excede el margen de la familia): patrones de
conducta, expectativas, fantasías (hechos de transferencia), etc., se
transfieren de manera inadecuada a personas que no son de la familia, una
variante de esta es la transferencia al terapeuta.
- Transferencia intrafamiliar: se da cuando los hechos transferenciales se
producen de forma inadecuada dentro de la familia. Participan al menos dos
generaciones (transferencia transgeneracional). Hay dos ejes:
o Transferencia de los padres al niño que es el blanco de las fantasías,
atributos y percepciones que a veces lo violentan.
o Del niño a los padres, aún cuando el niño sea adulto, transfiere
conflictos de la temprana infancia.
El terapeuta debe ocuparse de estas transferencias, especialmente la Intrafamiliar.
La contratransferencia en esta terapia implica manchas ciegas en el terapeuta que
dificultan la actitud empática con todos los miembros. El terapeuta, por lo tanto, debe
tener resueltos los temas de su propia familia.

Reglas: son las leyes que sobrepasan generaciones, marcan roles, misiones y los
legados de cada uno de los miembros, sin que estos sean conscientes. Ejemplo:
cuidar a otros. Mitos: fórmulas o clisés explicativos, compartidos por toda la familia,
sirven para ocultar los verdaderos conflictos. Ejemplo: armonía sin perturbaciones.
Secretos familiares: Se entrelazan con los mitos. Ejemplo: un intento de suicidio.
Reglas, mitos y secretos no deben desenmascararse en la primera entrevista.

Padres de pacientes index: padres que se defienden contra el estatus de


pacientes, están presionados por el miedo, la vergüenza y la culpa, se sienten
malvados padres fracasados, cooperan poco. El terapeuta debe conseguir que
cooperen, se logra al reconocer lo positivo de los esfuerzos paternos y aliarse con
ellos. Hay que comprender a los padres como hijos de sus propios padres, quienes
piden cuentas por lo que sus padres les impusieron. SI no hay alianza el tratamiento
fracasará. Sólo con la confianza de los padres se podrá entender a los hijos y mirar
críticamente a los padres.

Los pacientes index: Es el portador del síntoma, se presenta como el más débil,
el enfermo, pero esta debilidad es también el punto más fuerte porque los demás
pueden descargar en él las debilidades y dificultades. Es el único que permite a los
otros una terapia sin peligro. En la primera sesión reconocer la fuerza, el sacrificio
y poder de este paciente.

Reconocimiento de ambivalencias y de sabotaje encubierto: En la primera


entrevista surgen muchas resistencias, como que la familia no llegue, esto se debe
a que quien la canaliza tiene reservas secretas contra una terapia familiar. Por eso
este es un punto a tratar en la primera sesión.

Problemas de co-terapia: Un coterapeuta hace más complejo el proceso. Ambos


deben compenetrarse con la familia y estar atentos a lo que ocurre entre ambos
terapeutas, por eso deben conocerse a fondo, respetarse, evitar rivalidad y coincidir
en la orientación teórica. Un coterapeuta se usa es situaciones muy específicas. Por
ejemplo, un varón y una mujer pueden ser terapeutas con una familia que tiene
conflictos relacionales duraderos de los conyugues.

Co-terapia en la formación: no se recomienda. Se sugiere emplear cámara de


Gesell. Importancia del trabajo en equipo: En la primera sesión es muy importante
porque es mucha la información que surge. El equipo de Heidelberg usa cinco
terapeutas, dos en sala y tres detrás de la cámara de Gesell. La familia sabe que
son cinco y en cualquier momento se interrumpe la entrevista para el intercambio
de información entre ellos y planeación de estrategias.

CAPÍTULO 4 (págs. 81-91)


OBJETIVOS DE LA PRIMERA ENTREVISTA
Los cuatro objetivos para la primera entrevista son: el diagnostico, la motivación
para trabajar en problemas comunes, el contrato y la preparación orientadora para
la terapia posterior.
El diagnóstico es la visión sistemática de la familia y la comprensión situacional
motivacional de la familia. La visión del sistema aporta la base para la hipótesis
dinámico-relacional. Se obtiene por la exploración de hechos familiares centrales
(existenciales) y por la observación de patrones de interacción familiar típicos y en
parte activados por el terapeuta. Es importante parar de inmediato los patrones
potencialmente destructivos.
La motivabilidad, es la evaluación de la situación de las motivaciones como la
familia es motivable para una posterior labor en común y se observa a través de la
primera entrevista.
Celebración del contrato: Al finalizar la primera entrevista se deberá terminar con
un acuerdo entre terapeuta y familia, deberán establecerse expectativas y metas de
ambas partes. El contrato de terapia familiar fija el marco y las condiciones en que
se desarrollaran posteriormente las sesiones. Los objetivos y expectativas deberán
ser periódicamente reajustadas.
Preparación orientadora para la terapia ulterior, esta cuestión será central en la
primera entrevista, el terapeuta tiene que intervenir de manera estructurante para
conducir el drama familiar en una determinada dirección y guiarse por un modelo
terapéutico. Los modelos fundamentales son: curación por encuentro y modificación
del sistema.
Curación por encuentro: En la terapia familiar se trata del encuentro iniciado y
sustentado por el terapeuta entre los miembros de la familia y entre las
generaciones. Los objetivos del encuentro son el dialogo que va explorando planos
cada vez más esenciales, la reconciliación y reunificación.
Curación por modificación del sistema: La curación por encuentro puede
componerse por la curación por modificación del sistema. Esta se dará cuando el
terapeuta reconozca que los miembros de la familia están atrapados por el momento
y no pueden ni encontrarse, ni separarse, a no ser que se modifique algo decisivo
en el sistema. La estrategia central deberá apuntalar a una modificación del sistema
por medio de la intervención del terapeuta como una realidad más fuerte (por lo
menos en la primera fase de la terapia).
Curación por reestructuración activa: Este tercer modelo recoge elementos de
los dos primeros y a la vez se distingue de ellos. S. Minuchin, intenta modificar en
la línea de su terapia familiar estructural, los patrones relacionales y las alianzas
activamente existentes en el seno de la familia. Puede ocurrir que, con este objetivo,
se alíe con uno de los miembros de la familia en contra de otro, provocando con
este modelo de crisis en la familia que permitan nuevas experiencias, cambiar la
forma de pensar, etc. Por otra parte, N. Paul, quien trabaja más en un marco
referencial psicoanalítico, cuando confronta a los integrantes de la familia con
registros de videos de sesiones anteriores, o los exhorta activamente a buscar
parientes desaparecidos, realizar duelos en común, etc. Este tercer modelo de
curación por reestructuración activa, ocupa una situación intermedia: una parte
esencial de la labor modificadora de la estructura se desarrolla dentro de las
sesiones y otras fuera de las sesiones. Así, por ejemplo, el trabajo de reunificación
y duelo, que N. Paul suele prescribir a sus pacientes, que se desarrolla tanto en las
sesiones

Capítulo 5
Páginas. 93-102
Cómo transcurre la primera conversación familiar

Cada primera conversación familiar constituye una situación única y nueva para el
terapeuta, pues cada familia es un organismo particular y complejo. En la terapia de
familia debe quedar espacio para la flexibilidad, espontaneidad y la comprensión
empatica.
El terapeuta debería conocer el marco exterior en el que tiene lugar los primeros
contactos y las diversas fases del desarrollo de la conversación.

¿Donde tiene lugar la terapia de familia?


Hay terapeutas que vistan la familia en su ambiente ( casa) y otros en su consultorio.
El consultorio deberá de ser lo suficientemente amplio para una familia numerosa
para que así pueda moverse libremente y cada integrante pueda escoger si sitio a
una proximidad o distancia de los demás que le resulte agradable.
Un espacio demasiado estrecho puede elevar la tensión y dificultar la terapia.
La iluminación también es importante.

Juguetes
Para niños de cualquier edad (coches, muñecas, material para dibujar) y siempre a
la vista.

Medios audiovisuales y espejo unidireccional


En instituciones dedicadas a la terapia familiar y grupal emplean medios
audiovisuales (magnetófonos, aparatos de video y espejos unidireccionales). Para
su aplicación puede anunciarse tres motivos:

1) Sirven para el autocontrol del terapeuta.


2) Se aplicar con fines terapéuticos.
3) Son auxiliares de la supervisión, la formación y la investigación.

Todos estos tienen ventajas y desventajas. El más conveniente es el espejo


unidireccional, suficientemente grande para que pueda verse el consultorio entero
con todos los participantes.

La conversación comienza con el primer contacto


Cuales son los diversos pasos desde la primera toma de contacto con la familia
hasta la entrada de todos sus miembros en el consultorio?
Por lo general la madre es la que llama, pero en algunos el padre o un joven. Llaman
para qué contactar una fecha para una conversación y este es el primer contacto y
es muy importante.

El terapeuta y el teléfono
El terapeuta debe:
1) comprobar que es lo que verdaderamente quiere la persona que llama, debe
averiguar la causa de la llamada y tratarse de formar una primera idea de la
familia.
2) Deberá establecer ya en esta toma de llamada una relación emocional con el
cliente. De las preguntas y de la atención a la persona que llama depende qué
está se sienta comprendida y pueda sentir confianza y superar un poco su
vergüenza.
3) El terapeuta debe de modificar con sus preguntas la visión del problema. A
través de sus preguntas acerca de los demás integrantes de la familia afectados
por el problema deja entrever que está interesado en una determinación
equitativa de responsabilidades.
4) El terapeuta acuerda una fecha para la primera conversación , fechas en la que
puedan participar todos los integrantes de la familia.

Otras indicaciones para el primer contacto telefónico


La primera conversación no es una sesión individual con la persona que llame.
El terapeuta debe de ponderar la intensidad de los temores y las resistencias y hasta
qué punto los demás miembros de la familia los comparten. Puede pasar por la
ambivalencia mostrada, fijando una cita pese a todas las objeciones o puede
proponer que te piensen la situación y que vuelvan a llamarle.
Puede ajustarse al horario de la familia.

A partir de qué edad es posible- permitido -obligatorio que asistan los niños?
El carácter circular y dialéctico de nuestro modelo. Expusimos que cada uno de los
miembros de la familia influye en la conducta de los otros y está influenciado a su
vez por ellos. Esto es para el portador del síntoma y hasta para el hermano recién
nacido, para la abuela que vive arriba y para la madre y el padre.
Nos parece deseable que en la primera conversación familiar se presenten todos
los integrantes de la familia juntos.

Sacrificios realizados por los niños


Que en síntoma de un niño representa el esfuerzo de un sacrificio a favor de sus
padres. Es precisamente en la primera conversación familiar cuando se introducen
en el campo visual las diversas funciones que cada niño tiene para los padres y
entre los otros.

Existe el peligro de que la participación de los niños en una conversación


común les provoque algún prejuicio?
no debemos olvidar que estos niños están expuestos q los problemas familiares
desde hace tiempo; conviven con ellos como parte de la familia, los conocen,
consciente o inconscientemente; oyen las peleas y el ocultárselos puede producir
en ellos terribles fantasías o sentimientos de desesperacion.

Los niños como aliados del terapeuta.


Los niños pueden ser una ayuda decisiva para el terapeuta en su esfuerzo de
penetrar en la familia. Sobre todo los pequeños que no están inhibidos ó afectados
por convenciones, pueden ser valiosos aliados del terapeuta, en el sentido de hablar
y exponer con mayor soltura y espontaneidad el problema central.
Descubrimiento de secretos familiares versus protección de la esfera privada.
Es tarea importante del terapeuta romper el poder mágico que los secretos ejercen
sobre los miembros d la familia, que determina escisiones, malentendidos y
conflictos familiares. Atacar al secreto familiar, sólo es posible cuando todos los
participantes están presentes.
Motivación ajena versus motivación propia de la familia.
Ha crecido el número de familias que asisten a terapia por iniciativa propia, aunque
también existen familias que asisten porque las envía una oficina de gobierno,
maestros, incluso el juzgado. Si ése es el caso, es un elemento a tomar en cuenta,
el hecho que la familia asiste en contra de su propia voluntad.
Honorarios
Si la persona que contacta para hacer la cita pregunta por los honorarios, se le debe
de dar una respuesta lo más clara posible.
Tratamientos paralelos
Si uno ó varios miembros de la familia asisten ya a una terapia individual ó de grupo,
es necesario decirlo al terapeuta para que trabaje de acuerdo con estos
especialistas, También se les puede invitar como observadores de la primera
conversación.
La primera conversación familiar
La primera conversación familiar es cosa de expertos, no se debe confiar esta
responsabilidad a principiantes o a personas que aún están en formación.
Fases de la primera conversación familiar
Fase inicial
a)saludo, b) el comienzo de la conversación
Fase media
Fase final y la despedida de la familia
El saludo
Es importante citar a la familia media hora antes para tomar datos.
Es oportuno esperar a que todos los miembros de la familia estén presentes. Si en
el transcurso de la terapia algunos integrantes se retrasan continuamente, esa
conducta se tiene que elaborar.
Se puede comenzar la primera conversación aunque no estén todos presentes?
Si uno o varios miembros no han podido asistir, (lo que puede ser expresión de
ambivalencia o sabotaje), la primera conversación debe tener lugar de todos modos.
Cómo entran padres e hijos en el consultorio?
La elección del orden en que se sienta la familia ya indica a menudo posibles
coaliciones y enemistades, cercanías y distancias en el seno familiar.
Saludo y familiarización con el consultorio.
El terapeuta debe saludar de mano y pronunciar el nombre de cada integrante de la
familia, antes de entrar al motivo de la consulta. El terapeuta debe dejar claro que
quiere conocer individualmente a cada uno de los integrantes. Debe explicarle a la
familia, porqué el cuarto tiene micrófonos, cámara de video y espejo para los
observadores. Si un miembro o todos de la familia no quieren ser observados, se
debe cumplir su deseo.
Discreción
La familia tiene derecho a conocer a sus observadores si así lo desea.
Entablar la conversación: la invitación a hablar
Cuando comienza la verdadera conversación después del saludo, el nivel de
angustia de todos aumenta. La tarea del terapeuta consiste en tomar las riendas e
iniciar la conversación.
El terapeuta debe informar a todos los miembros lo que ha escuchado por teléfono
de parte de quien hizo el contacto para la consulta.
Se pregunta a cada miembro de la familia el motivo que los ha llevado a consulta.
En la disputa abierta o encubierta por la primera palabra suele mostrarse la jerarquía
familiar.

CAPÍTULO 5 (Pp. 115-125) Parte 3


 Reconocimiento de la familia- Que la familia acuda a una primera sesión
ya es una tarea difícil ya que las enfrenta a sentimientos de angustia y
culpabilidad. Es importante reconocer que la familia luche con sinceridad a
dichos sentimientos (expresarlo verbalmente en una frase como “estamos
felices de que estén todos aquí a pesar de las dificultades”). Con esto
expresamos que queremos ayudar a la familia y por otro lado dependemos
de su colaboración.
 ¿Cómo se facilita el hablar?- El terapeuta al hablar con tranquilidad y
determinación evita el bloqueo al hablar o la verborragia imparable causadas
por el miedo y el desconocimiento de esta situación. Del mismo modo invita
a cada integrante de la familia a decir su opinión evitando que se le
interrumpa y lleve a término su comentario. Hay un compromiso activo en la
conducción de la terapia familiar en la que el terapeuta asume gran parte de
la responsabilidad de la conversación familiar. La familia tiene la
responsabilidad de lo que dice; el terapeuta, la de cómo lo dice.
 Invitación a pintar y jugar- Los niños más pequeños pierden las ganas y la
capacidad de estar quietos por lo que se les pueden facilitar algunos juguetes
y permitir expresamente que se muevan y jueguen sin por ello excluirlos de
la conversación. A los niños entre 6-12 años se les puede pedir que dibujen
a su familia representándola con animales para después todos juntos
descifrar la franqueza con que los niños representan papeles y sentimientos
complejos.
 Observaciones del terapeuta durante los primeros minutos dela
conversación- No sólo las declaraciones sino también el comportamiento
brinda información importante. No interpretar precipitadamente un
comportamiento no verbal sin preguntar el valor de dicho comportamiento a
los integrantes de la familia. Al inicio de la sesión se aclara si todos están de
acuerdo con el motivo de consulta o si hay diversas visiones del problema.
Es importante observar la función que el síntoma (o síntomas) cumplen
dentro de toda la configuración relacional. Entonces en esta primera fase se
trata sobre todo de comprender el por qué la familia acude a terapia.
FASE MEDIA
1. Reconocimiento de la individuación relacional- Nos permite preguntarnos
respecto a la medida en que los miembros están en condición de delimitar
sus propios sentimientos, expectativas, necesidades, ideas, etc. de los de los
demás o si habla por sí mismo, si hay individuación o sólo una masa familiar.
2. Reconocimiento de ligazón y expulsión- El difícil deslinde entre la madre
y el hijo ante la fuerte proximidad emocional. El mimo extremo crea una
dependencia simbiótica. Para el terapeuta lograr una «desligazón» e
individuación, indica con prudencia la necesidad mutua.
3. Reconocimiento de la delegación- El termino «delegación» se refiere a la
encomienda de encargos de significación y orientación sobre la base de una
lealtad fuerte, aunque a menudo invisible.
4. Elaboración de una perspectiva plurigeneracional- Muchos padres
comparan la vida de sus hijos con su propia infancia lo cual ofrece al
terapeuta un enlace natural con las familias de origen. Si por el contrario evita
hablar de la familia de origen, las preguntas se dirigen en ese sentido.
5. Determinación del status de la reciprocidad- Determinar si existe un
enganche maligno o un «clinch familiar» en el que el terapeuta debería
preguntarse respecto a la disposición de los miembros de la familia para
dialogar, la voluntad y capacidad para tematizar y articular coherentemente
los problemas que se plantean en los cuatro puntos anteriores.

Capítulo 5.4
Pp: 125- 138

Fase final: despedida de la familia


El terapeuta deberá preguntarse si ha alcanzado los siguientes objetivos:
- Hipótesis de dinámica relacional y comprensión de la situación motivacional.
- Motivar a la familia para realizar una terapia.
- Contrato de terapia familiar.
- Preparar la orientación para terapia posterior.
El terapeuta debe resumir primero las informaciones que ha obtenido por medio de
la conversación. Debe lograr que la familia entienda el síntoma del paciente índex
como consecuencia y expresión de su problema común.
Limitación temporal: se recomienda en casos de problemas familiares de perfiles
nítidos (rendimiento escolar), también cuando la familia es demasiado temerosa
ante el terapeuta o ante el comienzo de conflictos familiares; en estos casos se
prevé la posibilidad de continuar con la terapia ya que resulta que munchas veces
estos temores son infundados.
El terapeuta debe definir y reafirmar los objetivos junto con la familia sobre la meta
de la terapia. En este consenso se fundamenta el contrato terapéutico.
Informe de la primera entrevista: se debe observar los aspectos de la dinámica
familiar, las intervenciones terapéuticas y las impresiones de los observadores. Se
va formulando la primera hipótesis sobre la dinámica relacional y los próximos pasos
necesarios para la terapia. Se descubren también las lagunas de información.
El informe debe ser claro, breve y conciso pero que ofrezca una imagen lo más
exacta de la familia a otro terapeuta que no conozca a la familia.
¿Cómo elaborar el primer informe?
- ¿Quién envía a la familia y porque fue referida?
- ¿De qué miembros consta la familia? (nombre, oficio, edad, escolaridad)
- ¿Quién asiste a la primera conversación?
- ¿Cuál es el aspecto y porte de los miembros?
Fase inicial: desarrollo de la conversación
- ¿Cuál es la causa de la presencia?
- ¿Qué problemas se mencionan?
- ¿Hay un problema común a toda la familia?
- ¿Cuándo comenzaron las dificultades? ¿qué motivo las desencadenó, cuán
graves eran, cómo fue la evolución?
- ¿A qué tipo de ayuda a recurrido la familia?
- ¿Qué intentos fracasaron, fueron interrumpidos y por qué?
Fase media: ¿cuál es la organización de la familia como sistema?
1. Individuación relacional:
- ¿qué formas predominan: sobre individuación o sub individuación o
individuación relacional?
- ¿Se respetan las fronteras generacionales?
- ¿Prevalece la fusión simbiótica entre los cónyuges?
2. Ligazón y expulsión
- ¿Qué modos de interacción se observan?
3. Delegación
- ¿En qué consisten los encargos de los padres a hijos?
- ¿Qué puntos de apoyo existen?
- ¿Son los niños delegados ligados o expulsados?

4. Perspectiva plurigeneracional
- Mitos familiares
- Familias de origen
5. Determinación del estatus de reciprocidad
- ¿Enganche maligno?
- Disposición para el diálogo
- Esfuerzos del terapeuta
Fase final: plan terapéutico
- ¿Cuáles son los puntos fuertes y débiles de la familia?
- Motivaciones y resistencias de la familia
- Recursos de la familia
- ¿Qué espera la familia de la terapia?
- Metas a corto y largo plazo de la familia
- ¿Qué otras instituciones han de colaborar?
Disposición
Consejos dados, qué acuerdos se establecieron, a qué personas o instituciones
se dio aviso.

Finalmente se muestra un ejemplo de informe de la primera entrevista tomando en


cuenta los pasos y especificaciones anteriores.

CAPÍTULO 6 : FAMILIAS PROBLEMÁTICAS


Existen aspectos que deben tomarse en cuenta en la primera entrevista familiar
cuando se tratan de cierto tipo de familias problemáticas que se describirán a
continuación.
Familias en proceso de disolución
En este tipo de familias que se dividen principalmente porque los padres se están o
están ya separados, el hecho de llegar a tener una conversación familiar ya
represente un paso significativo. El terapeuta en este caso podría hacerse algunas
preguntas que estén relacionadas con si sigue o se conserva alguna conexión entre
los cónyuges. Si existe algún tipo de conexión, entonces en qué medida hay también
catexis negativa dentro de estas conexiones que podrían reflejar fuerzas positivas
que puedan servir en la terapia y utilizarse para bien de todos los involucrados. Otro
punto a considerarse es cuando hay padres que hacen aliados a sus hijos o también
cuando hay niños que impiden que los padres tengan nuevas relaciones o hagan
otra familia. Por eso es que el terapeuta debe entonces desarrollar una capacidad
multidireccional. Menciona Stierlin que debería volverse como abogado de quienes
no pueden hacer escuchar su voz y cuyo futuro está en juego: en este caso los
niños, ya sea que estén unidos, eliminados o delegados de una forma
sobreexigente. A la par entonces, el terapeuta debería procurar que se muevan
recursos de parte de los niños como su sensibilidad, su disposición para interceder
y su lealtad, de esta forma les ayuda a los padres a que sean mejores,
independientemente de que decidan separarse. Por ello debe estar presente la
disposición a la reconciliación. Se habla entonces de una separación constructiva
de los cónyuges.

Problemas agudos versus crónicos


Si se llegan a presentar problemas agudos o crónicos durante la primera entrevista,
entonces el rumbo a seguir será distinto en las siguientes intervenciones. Se
menciona en el texto de Stierlin (1981) que las investigaciones de Ted Lidz y otros
de 1965 sugieren hablar de una “institucionalización de la irracionalidad” en las
familias que presentan aspectos psicóticos, a lo que se refieren es que los síntomas
crónicamente psicóticos de un paciente, pasan también a ser parte de las
necesidades, expectativas y actitudes defensivas de los otros miembros de la
familia; sin descartar que esto también puede presentarse en paciente neuróticos.
Suponemos entonces que los síntomas y malestares crónicos han asumido
funciones importantes también para los integrantes de su sistema relacional. Por lo
tanto
el terapeuta durante la primera entrevista debe procurar no intervenir mucho para
observar cómo será la precaria homeóstasis de tales sistemas relacionales. Además
procurar ver el potencial terapéutico que hay en cada crisis para todos los
integrantes del sistema y utilizar esos recursos en la terapia, ya que en estas
ocasiones los miembros de la familia no logran ver más que enfermedad,
perturbaciones, recaídas o dificultades, por lo tanto el terapeuta al ser capaz de
percibir algo positivo, destaca las tendencias de “curación”. Si el terapeuta tiene la
habilidad de comprender empáticamente la crisis desde la primera conversación, es
un paso decisivo para sintonizar e intervenir adecuadamente.

Familias con integrantes psicóticos


Cuando hay alguien con esquizofrenia en la familia, se suelen presentar problemas
con el contrato o consenso terapéutico familiar. Luc Kaufmann menciona que
aparecen los “recibos falsos”, debido a que se cambian de dirección de la
conversación sin darse cuenta y no se contestan en la misma longitud de onda. Los
siguientes términos se han utilizado para generalizar cómo es el tipo de
comunicación familiar esquizofrénica o fomentadora de la esquizofrenia en el
sistema familiar: Wynne (1963) habla de “caos cognoscitivo colectivo”, Lidz (1965)
de “fronteras de edad y sexo desdibujadas”, Bown (1960) de una “masa de familia-
yo no diferenciada”, Laing (1965) de “mistificación”, Reiss (1971) de “sensibilidad
consesual” y Stierlin (1972) de “ligazón cognoscitiva”. La tarea entonces para quien
hace la primera entrevista, será crear las bases para un contrato y un pacto de
trabajo, para con esto lograr que se formen estructuras, expectativas precisables y
puntos de orientación confiables. Desde la primera entrevista el terapeuta tiene que
saber qué caerá en el juego típico de la familia, y se deben aclarar los tipos de
tratamiento que ya se han intentado, aclarar las expectativas que hay sobre la
terapia familiar, así como de las relaciones con los profesionales que han o están
interviniendo con ellos. Stierlin nos comparte que una terapia familiar fracasará si
no se logra trabajar en conjunto con los terapeutas y las instituciones que envían a
la familia, por lo que hay que fijar bien las expectativas. En caso de que se apliquen
los modelos de la “curación por encuentro” o de la “curación por reestructuración
activa”, debe decidirse ya en la primera entrevista si es mejor trabajar con un
subsistema, ya sea por un tiempo con el paciente identificado o con la familia en
sesiones conjuntas.

Familias con jóvenes delincuentes


Primero que nada, es raro que este tipo de familias vayan por cuenta propia. En
estas familias, los padres se encuentran en situación de crisis, los jóvenes
delincuentes hacen notar el fracaso de los padres drásticamente, al hacer público
su vergüenza y la falta de control de límites; por lo tanto el terapeuta desde la
primera entrevista debe enfocar a los padres para que liberen su vergüenza y
aumenten su eficacia como padres. Aunque puede existir lo que Bateson llama la
“escalación simétrica” entre el joven delincuente y los padres, debido a que en una

terapia familiar los padres


confiesan su debilidad frente a sus hijos. Se propone entonces que la pelea en lugar
de cargarse de odio se vuelva una “disputa con amor”, es decir, aunque existan
diferencias intentar comprender y definir los conflictos. Hay que tomar en cuenta
que el delincuente le presta importantes servicios a la familia, pues por el general
es quien logra movilizar los recursos en cuento a los límites que la familia no tiene.
Como el joven fue delegado por los padres para la delincuencia, entonces se debe
reconocer el mérito y disposición que tenga este hijo para el bien de los padres
contenidos. Por el contrario si este joven se escapa, pues ya no hay posibilidad de
un diálogo familiar, y en los padres queda el sentimiento de impotencia. El terapeuta
tiene que esperar a que este joven vuelva, y mientras tanto intenta conseguir un
buen resultado de trabajo con los padres y demás integrantes.

Familias con padres que maltratan a sus hijos


Todavía es más raro que acudan a terapia estas familias. Los esfuerzos del
terapeuta tendrían que enfocarse a ver cuál sería la mejor forma posible de que el
niño maltratado se encuentre a salvo. Stierlin menciona que se incluso los hijos muy
maltratados muestran un gran altruismo y una fuerte lealtad a sus padres. En este
tipo de padres maltratadores hay una perturbación de la individuación relacional.
Por lo general estos niños están delegados a asumir funciones paternas, existiendo
entonces una determinada perspectiva plurigeneracional. Otras necesidades
terapéuticas son la empatía y el omnipartidismo, hasta con vistas a las generaciones
anteriores.

Familias con integrantes de tendencia drogadicta


En muchos adictos las relaciones familiares juegan un papel de importancia. Las
perturbaciones de la individuación relacional se manifiestan en los drogadictos
sobre todo en dos ámbitos: primero la poca capacidad para hacer suyos ciertos
sentimientos desagradables y convivir con ellos, en especial los enojos, la soledad
e incluso el aburrimiento prolongado; segundo se refiere a la incapacidad de guiarse
a sí mismos con responsabilidad propia y orientados hacia el futuro. En este tipo de
familias entonces hay que tomar en cuenta si prevalece la ligazón o la expulsión,
para conocer cuál estrategia terapéutica seguir; por ejemplo seguir el modelo de
Synanon con la familia que tienda a la “des-ligazón” o con un grupo de jóvenes de
la misma edad. Cuando se toma en cuenta la dinámica plurigeneracional, se
observa qué es lo que favorece un clinch familiar con miembros en peligro por abuso
de drogas, tratándose de un esfuerzo de duelo no realizado o mal dirigido.

 Familias con integrantes de tendencia suicida


El terapeuta debe primero ponderar la gravedad del peligro de suicidio, así como
también, debe captar la constelación relacional suicida, y celebrar tanto con el
posible suicida como con los demás integrantes un contrato que determine en lo
posible las medidas a tomar en vista del peligro de suicidio.
A veces es necesario tener varias conversaciones con la familia, ya que es una
situación que debe tomarse enserio y por ello es indispensable tomarse el tiempo
necesario para evaluar de manera adecuada la situación planteada por la familia.

Cuando hay un riesgo agudo de suicidio, casi siempre concurren tres factores:
1. Un creciente agotamiento del miembro familiar en peligro, y el aumento de
sentimiento de ser explotado y abandonado.
2. Fuertes sentimientos de soledad, abandono, imposibilidad de hallar una
solución, desesperanza y desamparo.
3. Impulso de revancha y venganza, que va dirigido hacia los demás integrantes
como contra la propia persona.

El mero reconocimiento del hecho de que el miembro familiar amenazado de


suicidio se siente agotado, abandonado y explotado, y de que, además, a menudo
lo está, puede poner en marcha una conversación sobre las cuentas corrientes de
mérito que reduce la compulsión a la acción suicida. A la vez que puede jalonar un
marco en el que las agresiones hasta ahora reprimidas y retroflejas obtienen la
posibilidad de dirigirse contra el verdadero o supuesto explotador, traidor, etc.
En el contrato de continuación de la familia hay que fijar que todos los miembros de
la familia tienen responsabilidad respecto del riesgo del suicidio. Tanto el suicida
como toda la familia deberían comprometerse a avisar de inmediato al terapeuta
sobre eventuales evoluciones preocupantes y señales de peligro, para que pueda
disponerse una posible internación en una clínica.
El terapeuta debe dejar claro qué es lo que puede y está dispuesto a hacer y qué
es lo que no puede ni esta dispuesto a hacer.

 Familias con niños con impedimentos psíquicos o físicos


Con frecuencia estas familias sienten una carga extraordinaria que suele
intensificarse recíprocamente en el sentido de un círculo negativo. Exigen del
entrevistador una toma de posición y, en la medida de lo posible una ayuda
inmediata.
Las familias con niños minusválidos suelen estar socialmente aisladas, a causa de
que con frecuencia experimentan que otros niños miran a su hijo de manera extraña
o incluso se burlan de él, así como también entre los adultos desencadenan
sentimientos de desvalimiento y una actitud culpabilizada de evitarlo. Se presentan
estados de agotamiento e irritación permanentes, reacciones depresivas,
perturbaciones vegetativas, alcoholismo o abuso de otras sustancias, lo cual no
hace más que agudizar la conflictiva familiar.
Los hermanos sanos reciben el encargo de compensar o tapar la vergüenza del
defecto familiar a través de méritos excepcionales y brillantes. Entonces, es estos
casos de lo que se trata es de reconocer las cargas y los méritos de todos y de
guiar a la vez a la familia hacia la necesaria confrontación con su situación especial
y el trabajo de duelo inherente que las recriminaciones y autoacusaciones no hacen
más que rechazar.
Por otra parte, el terapeuta brinda a la familia la información que le falte en relación
a la asistencia social, desgravación fiscal, y en caso de que sea necesario,
establece los contactos correspondientes.

 Familias con integrantes psicosomáticos

- Características de la comunicación e interacción


Es característico en estas familias la restricción del contacto con el mundo exterior,
así como la del contacto con el seno familiar, es decir, todas las formas de
comunicación están reducidas. Domina una homeóstasis rígida que deja poco
espacio de adaptación y restringe la capacidad de los miembros familiares para
resolver los conflictos. Todos están entrelazados, es decir, cada uno invade el
ámbito del otro, los límites interpersonales son quebradizos y las barreras
generacionales están suprimidas. Existe una sobre protección tanto de los padres
hacia los hijos, como de los hijos hacia los padres, sin embargo, esta protección no
es empática, mas bien, son distorsiones por proyecciones.

- Dinámica relacional
En el plano de la individuación relacional existen perturbaciones del tipo fusionista.
Las funciones de los objetos internos, que determinan la dinámica relacional
externa, están perturbadas o debilitadas, es por ello que toda separación real o
fantaseada se vive con una fuerte angustia de pérdida. La pérdida verdadera de una
persona de relación importante equivale a una catástrofe anímica.
Las delegaciones contienen a menudo la tarea de mantener la familia. Se identifica
a menudo el mandato de servir de sustituto de algo, y sobre todo el encargo de
reemplazar un objeto perdido.
Suele identificarse desde la primera entrevista un estancamiento en el saldo de las
cuentas de culpa y mérito. Se les silencia, o se les vuelve a presentar una y otra
vez en pequeñas y torturantes disputas, pero jamás se resuelven.

- En el centro está la enfermedad


A menudo la enfermedad somática de uno o varios miembros de la familia es el
único motivo por el cual se dejan enviar al terapeuta familiar. Lo único que puede
hacer el terapeuta al comienzo de una primera entrevista es aceptar y tomar en
serio la oferta de la familia: “nuestro problema es que nuestro hijo padece tal o cual
enfermedad”. Lo más conveniente es escuchar pacientemente las diversas historias
de sufrimientos corporales expuestas por cada uno de los miembros de la familia.
También les pregunta a los sanos qué sienten ante la enfermedad del otro,
mostrando de esta manera que reconoce la importancia existencial que tiene la
enfermedad para la familia.
- El abandono del plano médico
En cuanto el terapeuta se interesa por la situación vital de la familia y suele
preguntar ¿qué estaba pasando cuando se declaró la enfermedad?. La familia
informa entonces con una fuerte carga emocional sobre acontecimientos familiares
graves, que han quedado visiblemente sin elaborar.
El terapeuta debería aprovechar la ocasión para desplazar el foco de atención de la
enfermedad a acontecimientos que afectan a todos los integrantes de la familia. Así
como también, debería intentar que los miembros que hasta ahora no habían
intervenido participen en la conversación.

- Superación de sentimientos de vergüenza y culpabilidad


El terapeuta debería evitar relacionar prematuramente los conflictos enunciados con
las enfermedades somáticas. Ya el hecho de ser enviado al psicoterapeuta suele
representar una humillación y causar una inseguridad que provoca todo tipo de
asociaciones agobiantes. Más agobiante aun es el reconocer las conexiones entre
molestias corporales y los conflictos en el seno familiar.
Es recomendable dejar que sea la propia familia la que haga estas conexiones.

- No emprender acciones terapéuticas antes de haber establecido una relación


de confianza con todos los miembros de la familia
El terapeuta no debe dejar de tener presente la fragilidad de la familia
psicosomática, si quiere evitar que las intervenciones destinadas a descubrir y
modificar las fuerzas del sistema desencadenen incontrolables crisis destructivas.
Solo después de un prolongado contacto intimo tal vez será permitido al extraño
compartir el duelo de la familia. Puede comprenderse que el duelo de la familia
ensombrezca durante un tiempo todo lo demás, que es necesario y que sólo una
vez concluido el proceso de duelo vuelve a ser posible una vida de carácter normal.
Las familias con enfermedades psicosomáticas se encuentran en una situación
parecida.
La tarea del terapeuta es establecer una relación de confianza con la familia, misma
que permitirá superar este estancamiento juntamente con la familia.

- El bloque de hielo quebradizo


La superficie de tales familias es fría y lisa, y uno parece penetrarla con la vista,
parecido a un bloque de hielo. La familia se adapta de tal modo al medio que una
vida interior propia parece imposible.
Si se produce una sacudida demasiado fuerte, el bloque puede quebrarse. Si se
calienta imprudentemente a la familia mediante sentimientos, perderá su contorno,
se difumina y corre peligro de disolverse. La familia se defiende contra estas dos
formas de amenaza existencial. El precio que paga por ello es la enfermedad
somática, por ello es que la tarea del terapeuta consiste en desprender
cuidadosamente las figuras de cada uno de los miembros de la familia, ocultas en
las profundidades del hielo, y posibilitarles una vida personal.

La familia Bolt – conversación familiar.


En este capítulo, se examina el caso de una familia que tiende a la somatización y
como se fueron llevando las sesiones. La paciente designada de la familia, es una
mujer (la madre) que padece de enfermedades en el colon y articulaciones. En la
entrevista individual, relata el desarrollo en sus padecimientos aunados a momentos
complicados. Se queja de la poca empatía que mostraron su esposo y su suegra
cuando fallecieron personas importantes en su vida, como sus padres, tía y un
amigo. Las responsabilidades del negocio familiar también parecen afectarle
físicamente. Su hija menor sufre de asma y bronquitis, al igual que su abuelo.
En la sesión con la familia, el terapeuta se mantiene escuchando los malestares
físicos de la señora Bolt. Su esposo se muestra incomodo en la sesión, como
temiendo a ser señalado. En esta dinámica, se notan comentarios agresivos hacia
la enferma. Se percibe como una carga.
Escuchándolos, el terapeuta comprende que no han asociado las distintas
enfermedades con los eventos traumáticos. Así como la división entre los fuertes y
los débiles (enfermos y sanos). La paradoja es que la débil (madre) es la que se
preocupa por el bienestar del negocio; y no cree que el fuerte (padre) pueda asumir
esa responsabilidad. Al sentirse sola puesto que su esposo no la apoya, cuestiona
su fortaleza.
Se nota la perturbación de la individuación relacional, cuando habla el señor Bolt es
difícil distinguir si habla de sí o de su esposa.

- Duelo no elaborado
El Sr. Bolt desvaloriza los sentimientos de la Sra. Bolt por el miedo que tiene
a expresar sus sentimientos y su sensación de debilidad. A ambos cónyuges les
cuesta trabajo reconocer sentimientos dolorosos y amenazadores, por lo que se
defienden de estos y no pueden elaborar duelos.
El terapeuta, al mostrar comprensión por los sentimientos de la Sra. Bolt e
incluir al Sr. Bolt también como afectado en la situación familiar, permite que éste
hable de cuando lo operaron de urgencia del apéndice y tuvo miedo de morir, y unas
semanas después de salir del hospital murió su padre. Y relaciona estas situaciones
con el inicio de la enfermedad de su esposa.
Después de la muerte del padre del Sr. Bolt, falleció la mamá de la Sra. Bolt,
un día en el que se iban de vacaciones. Y en un periodo de seis semanas murieron
también el padre y tía de la Sra. Bolt, pérdidas que no fueron elaboradas. Estos
duelos no elaborados distanció más a la pareja, debido a la incapacidad de expresar
sus sentimientos y el miedo a sentir debilidad.

- Coaliciones y adjudicaciones de roles


El Sr. Bolt adopta un rol de “ser fuerte” y juzga a la esposa por “ser débil”. La
hija mayor se alía en el rol de “ser fuerte”, con el padre. Y la hija menor se alía con
la madre en el rol de “ser débil”.

- Duelo mal dirigido


En estos duelos, la Sra. Bolt no ha podido dirigirse a su marido, debido a que
éste la juzga por “ser débil”. La Sra. Bolt se ha sentido sola, pues no había podido
hablar con nadie acerca de estas pérdidas.
Para Anette, la hija menor, la pérdida del abuelo fue difícil. El abuelo la
consideraba la nieta favorita. El día antes de la muerte del abuelo, éste le dijo a
Anette que al otro día él ya estaría muerto. Esta coalición familiar muestra la
perspectiva plurigeneracional. El abuelo transmitió su presentimiento de muerte a la
nieta, no a su hijo ni a su esposa.
Ante tantas pérdidas, la Sra. Bolt se siente superada. Y como tiene que
defenderse contra tantos duelos, transmite a Anette una parte del duelo de la que
ella no puede hacerse responsable. Esto también nos permite ver la carencia de
una individuación relacional y el distanciamiento entre la pareja.

Tras la muerte del abuelo se observan coaliciones familiares en perspectiva


plurigeneracional.
El abuelo transmite su presentimiento de muerte a su nieta predilecta en vez de a
su hijo o esposa.
La Sra. Bolt al tener varios duelos delega a Anette a convertirse en una parte del
duelo que ella misma no logra hacer suya.
El duelo del padre
Sr. Bolt al igual que su padre suelen ser duros por fuera y blandos por dentro por lo
cual es difícil hablar de sus sentimientos. Dice solo haber heredado el asma.
El temor del señor Bolt a la debilidad es nítido. Podría morir como el padre y cuando
habla de él el miedo lo invade.
Se defiende contra el trabajo de duelo mediante un show de insensibilidad. El
trabajo de duelo es una amenaza para él como para su posición en la familia.
El padre a la luz de sus legados
El Sr. Bolt rechaza la posibilidad de que el asma fuera una enfermedad de la familia,
le echa la culpa a la guerra, esto por el rechazo al parecerse a su padre. La
sensibilidad y el asma sería peligroso para él.
El terapeuta permite al señor Bolt hablar de experiencias agobiantes en conexión a
la enfermedad del padre.
El motivo por el que el Sr. Bolt debe ser fuerte e insensible es para proteger el honor
de su padre.
¿Inversión de los roles?
El Sr. Bolt se sobre exige más que su esposa y ante su temor a mostrarse débil
apenas puede contar con su ayuda.
Cuando está más cerca el Sr. Bolt para mostrar su sensibilidad, más agresivas son
las reacciones contra su esposa.
Su propia debilidad constituye una amenaza grande, rechazándola agresivamente
en su esposa (por medio de identificación proyectiva). Ante las agresiones la sra.
Bolt empieza a llorar y él se siente impotente, ahí él es la víctima y ella quien provoca
culpabilidad. En la situación conflictiva se destaca la debilidad del hombre y la fuerza
de la mujer en su papel de víctima.
El duro destino de la Sra. Bolt
Se observa que la Sra. Bolt no ha superado sus duelos, esto provoca una
culpabilidad de supervivencia y para disminuir la culpa debe estar fuerte y sana en
una sobre exigencia crónica.
Distanciamiento de los cónyuges
Después de que la señora Bolt cuenta parte de su historia familiar, el terapeuta hace
conexiones que el señor Bolt pueda aceptar sin atemorizarse: en las familias
fuertemente ligadas el tiempo parece estar casi detenido.
El señor bolt reacciona ante la historia de su esposa con comprensión y miedo a la
vez.
El distanciamiento entre ellos es el resultado de la ligazón con sus respectivas
familias de origen.
Explotación mutua y poder del débil
Ambos cónyuges se causan los mismos prejuicios que sufrieron en sus familias de
origen.

La fuerza de los débiles


En este dialogo la madre se coloca en la postura de víctima y de esa manera puede
controlar al esquema familiar, ni el padre ni la madre aceptan sugerencias para
solucionar el conflicto que la madre lleva a sesión en el que se le observa como una
mujer agotada y sufriente.
Los niños como delegados de los padres
En este dialogo se pone de manifiesto como las hijas actúan el papel de los padres
siendo una incapaz de poder manifestar su estado afectivo por verse como una
debilidad y así poder complacer al padre, por el contrario, Anette es más bien la que
actúa la inmadurez de la madre, así como su alta sensibilidad y por esta razón el
padre la devalúa.
De esta manera las hijas les dan la posibilidad a los padres de expresar sentimientos
de agresión dirigidos entre ellos (Briggite se lo da a la madre y Anette al padre) De
tal modo que las hermanas viven el conflicto que debería dirimirse entre los padres.
De esta manera estos padres se distraen de su divorcio emocional.
Conflicto de la culpa y lealtad de los niños
En este pequeño dialogo se observa a una de las hijas defender a la madre la cual
no puede defenderse por sí misma y culpar a la hermana para desviar la culpa del
padre.

 Descarga de la culpa: Se revela la importancia de la tercera generación, que


no esta presente. Comentario de la nieta sobre la opinión de la abuela
paterna.
 Saldar cuentas: El terapeuta le pregunta a las hijas si creen que el Sr Bolton
también tiene parte de la culpa de la enfermedad de la Sra Bolton. Responde
que si porque se pone a gritar muy fuerte.
- La Sra Bolton le reprocha a su marido y a la hija que casi no le ayudan. Le
voltean la situación argumentando que ella misma tiene la culpa, al trabajar
tanto. Lo cual constituye a su ve una injusta desvalorización de la aplicación
efectiva de la Sra Bolton.
 Dificultades en la confección del contrato terapéutico: El terapeuta empieza
a fijar un limite e introduce la fase final de la conversación.
- Menciona el terapeuta que lo que hicieron en esencia no es muy distinto
a la terapia familiar, es decir estar sentados juntos y hablando entre todos.
 Continua la elaboración del contrato terapéutico: El terapeuta menciona que
lo anímico tiene un importante papel dentro de la enfermedad de la madre.
- El Señor Bolt manifiesta deseo de tener actividades comunes con la
señora Bolt.
- Se ponen de acuerdo sobre la periodicidad de las sesiones. El terapeuta
sugiere 1 vez cada dos semanas. Para que no sea demasiado agobiante.
- Menciona que las crisis tienen un componente emocional y la activación
de las mismas depende de las cargas anímicas, además de que le parece
que la señora Bolton está sobreexigida.
- En la fase final, el Sr Bolton resulta ser un constructivo abogado a favor
de un contrato terapéutico.
- La sra Bolton se retrae parcialmente organiza de la enfermedad.
- El fuerte rechazo inicial de la conversación por parte del Sr Bolton se ha
convertido en el curso de la sesión en una actitud menos expectativa.
 Contrato con toda la familia: El terapeuta no celebra el contrato para
posteriores sesiones.
- Incluye a padres e hijas.
- Aclara en que horario pueden acudir todos los integrantes de la familia
(subraya la importancia de todos los miembros de la familia).
- Intenta evitar que pueda atribuírsele a un miembro la culpa de no asistir.
- El terapeuta da las gracias para reconocer haberse sometido a difícil
situación.
- CAPÍTULO 8. DISCUSIÓN DEL CASO. LA HISTORIA FAMILIAR DE LA
SEÑORA BOLT.
-
- Durante el capítulo se irán describiendo los puntos mas importantes
durante la evolución de la familia de la señora Bolt.
- La infancia transcurre sin disputa entre los padres de forma evidente, con
gran severidad, poca cordialidad entre los padres. Fue el hijo menor. Fue
la única hija sana y sobreviviente, el hermano gravemente inválido en la
guerra, la hermana mayo murió al igual que la segunda hermana. No hubo
consuelo ni desahogo en la familia. Desde entonces su papel en la familia
se modificó por completo. Se decidió que asumiera la granja entre otras
responsabilidades. Se sentía obligada a no decepcionar, a pesar de ser
muy delicada y sensible, es obligada a sobre esforzarse. Desarrolla
artrosis obligándole a cambiar de trabajo a una nueva casa en al cual se
siente feliz y protegida como una hija; al tiempo la madre sufre un
accidente en el que queda postrada. Ella ingresa a la escuela del pueblo.
- A los 20 años conoce a su marido, con una gran represión sexual,
casándose en contra de su voluntad a los 25 años se muda a casa de los
padres de el lejos de su familia.
- La joven pareja vive en la casa paterna del esposo, junto con los suegros
y la madre de la suegra. El esposo siempre se muestra como un hijo
mimado y muy ligado a la madre, exigiéndole el y su madre que le atienda
como hasta ahora lo había hecho la madre de el. Existe mucha tensión
entre las dos mujeres mayores. El suegro es subordinado. Tiene dos
hijas, la primera nace dos años después del casamiento. A los 11 días
después de la segunda hija viene una terrible hemorragia en la que pierde
el útero.
- Durante los seis años siguientes hay mucho trabajo, ella se siente
sobrecargada y abandonada por su esposo, rechazada por la suegra. La
hija menor es la preferida de los abuelos, “el angelito” y la mayor siente
fuertes celos y martiriza a la hermana menor lo cual aún refuerza el
rechazo de los ancianos. La hija chica desarrolla síntomas
psicosomáticos y miedo a la soledad.
-
- La situación actual de la familia: Existe una profunda división, los padres
apenas se hablan, la señora Bolt parece atemorizada y se pregunta si no
es tal vez ella la responsable de la enfermedad, acusa con vehemencia a
su esposo porque no la comprende sobre todo con su enfermedad. Ella
vive buscando aliados que confirmen su gran valentía y que le reprochen
una y otra vez al marido que mal trata a su esposa. Ella haba de forma
quejumbrosa y depresiva y se presenta como una víctima débil y
necesitada de ayuda de un hombre egoísta y brutal. El marido cumple su
rol soltando con voz atronadora frases lapidarias acerca de la dureza y
autocontrol y la necesidad de imponerse en la vida: una mujer débil,
sensible, incapaz de enfrentarse a la vida y un hombre fuerte, frío y
combativo. A pesar de esto lo que observamos es que en realidad ella no
es tan débil, está acostumbrada a esconder sus sentimientos, a aceptar
el destino como obra del Señor, a trabajar duramente y a no permitirse
nada a si misma. El esposo, no es tan fuerte como se piensa, mas bien
es un hombre mimado por la madre, inseguro y con tendencia a
deprimirse. El poder y la fuerza de la víctima son innegables, por ahora
es inaceptable el reconocimiento puesto que implicaría fuertes
sentimientos de culpabilidad de parte de la esposa y la confesión de
debilidad por parte del marido. Las hijas se encuentran por otro lado
distanciadas, identificadas cada una de ellas con uno de los padres, la
mayor con el padre y la menor con la madre. Existe en ellas un conflicto
de lealtades.
-
- Reglas del sistema: Es una familia escindida. Los padres se atacan de
forma hostil y se culpan mutuamente. Cada u no se a pasa culpando al
otro. El esposo proyecta su debilidad y dependencia sobre ella y ella a su
vez lo somete haciéndolo sentir culpable desde el papel de víctima. Existe
ausencia de límites entre las generaciones y las niñas se ven explotadas
(parentificadas) por los padres mediante tareas de árbitro – mediadores
inadecuadas para sus edades. Esto a su vez les da mucha fuerza moral
ante los padres, les da importancia.
- La familia en su conjunto se encuentra en un estado de cohesión, en
peligro de perder su lábil equilibrio. No existen márgenes para un juego
creativo y fantasioso. Se la viven elaborando cada uno de ellos planes de
huida de lecho familiar. Hay renuncia total a la solidaridad y confianza y
falta de todo afecto duradero y mas profundo.
-
- Las fuerzas relacionales dinámicamente relevantes: modos de interacción
(ligazón y expulsión), la delegación y las cuentas corrientes de culpas y
méritos.
- En la familia no existen como individuos autónomos, no existe contacto
empático entre ellos. Al no haber individuación existe agudización critica
en la adolescencia, existe delegación desde entonces de
responsabilidades. El éxito o fracaso del esfuerzo de individuación está
indisolublmente vinculado a la intensidad y dirección de las fuerzas
relacionales que actúan en la familia y dependen también del tipo de
encargos que el niño recibe en el seno familiar. Existen cuentas corrientes
de culpa y mérito.
- CAPITULO 9 STIERLING, H. – TERAPIA DE FAMILIA/PRIMERA
ENTREVISTA
-
- Los test familiares: Rorschach y Tat.
-
- Introducción.
- El capítulo reproduce resultados de los test mencionados. Considera que
son necesarias algunas exposiciones teóricas previas para entender el
terreno de la diagnosis de interacción o relación.
-
- Evaluación de la relación versus diagnosis tradicional.
- La diagnosis orientada hacia lo relacional es un resultado relativamente
nuevo de la investigación Sociológica y Psiquiátrica. Comienza en la
década de los 50 con Strodtbeck, con un punto de vista sociológico.
-
- Después, algunos psiquiatras trabajaban con esquizofrénicos y dirigieron
su atención a las familias. Los norteamericanos Bateson(72), Lidz (56),
Wynne (68) y el inglés Laing (65) colocaron la piedra basal para un
diagnosis de orientación relacional.
-
- Los modelos interacciónales intentan captar relaciones interindividuales
estrechas y afectivamente catectizadas.
-
- Mientras que el diagnóstico psiquiátrico clasifica a los individuos por
separado, la evaluación interpersonal intenta comprender las acciones
recíprocas entre dos o más individuos.
-
- Práctica de la diagnosis de interacción.
- En su investigación sobre la interacción en adolescentes perturbados y
sus familias, Hassan (77) proporcionaba los fundamentos y principios de
esta diagnosis de interacción o relación. En su centro se sitúan diversos
procedimientos de test familiares. Pese a sus resultados estos no habían
atraído a muchos clínicos.
-
- Una orientación interaccional se puede aplicar tanto en los test
individuales como en los de varias personas. Cuando se aplican test
individuales la dinámica relacional se infiere de las interacciones entre el
investigado y el investigador.
-
- Cuando se realiza un test con varias personas juntas, se pueden distinguir
dos tipos de test:
- DIÁDICOS. Matrimonios, hermanos o padre e hijo (el investigador se
retira y se convierte en observador callado).
- MULTIPERSONALES O FAMILIARES. Van desde la tríada padre-madre
e hijo hasta los grupos trigeneracionales, qué consisten en la familia
nuclear y los abuelos.
-
- Hasta ahora sólo Singer(74) y Willi(73) han elaborado explícitamente
cómo pueden aprovecharse los resultados de tales test para la valoración
clínica y la terapia.
-
- El ancho de banda de los procedimientos de test colectivos.
- En el test proyectivo colectivo todos los miembros de una familia son
invitados a participar en el desarrollo de una fantasía compartida por
todos. Deben escoger relevantes percepciones comunes sobre las que
luego conversaran.
- el proceso de respuesta puede considerarse desde dos perspectivas
distintas:
- CENTRADO EN TAREAS: Se expresan en la comunicación verbal;
muestra como los miembros de la familia se ponen de acuerdo en la
persecución de un objetivo común, cómo tratan los desacuerdos y sí
logran uno un consenso.
- CENTRADO EN LAS RELACIONES: introduce en el campo visual planos
de la metacomunicación, el clima emocional y las diferenciaciones de
roles entre los miembros de la familia.
-
- Los test colectivos proporcionan una especie de corte transversal a través
de los múltiples hilos relacionales que existen en el seno de una familia.
Sensibilizan al investigador para interacciones que forman los síntomas,
para los recursos para dominar el conflicto y para el grado de
diferenciación individual (individuacion relacional) en el interior de la
familia. En consecuencia, las informaciones obtenidas de los test
colectivos proporcionan puntos de partida para el pronóstico a largo plazo
y para la planificación de una terapia familiar.
-
- *Página 266 describe las categorías directrices para la interpretación de
las producciones de los test que se encuentran en la página 268 y 269.
-
- La respectiva "autoría" (o quién expresa primero la idea) es un punto de
partida bueno para la determinación del reparto intrafamiliar de roles,
cuando se la relaciona con procesos de interacción diversos. El punto de
partida para una diferenciación de los roles es el de los subsistemas
"matrimonio" y "padres e hijo". otros factores centrales de la estructura
familiar de los roles son las diversas atribuciones de roles (quién es el
portavoz, el miembro callado, el chivo expiatorio, etc.), La distribución del
poder (desde la posición de mando hasta el outsider) y las intervenciones
de roles entre los cónyuges o también entre las generaciones (ejemplo:
hijos parentales).
-
- Por eso es importante preguntar: ¿Quién y cómo introduce cada
respuesta? ¿Quién sintetiza todo? ¿Quién coincide o disiente de la
opinión de quién? ¿Quién desvaloriza Qué cosa? Las respuestas a tales
preguntas permiten concluir cuáles miembros de la familia se apoyan
mutuamente y acerca de las formaciones de frentes y escisiones.
-
- Una validación cualitativa del resultado total de la familia en relación con
el contenido, el flujo interaccional y las contribuciones afectivas permite
una buena evaluación del "yo familiar", es decir,de la capacidad de
rendimiento del grupo familiar como un todo y del grado de individuación
de los diversos miembros. las interrupciones en el proceso de respuesta
pueden entenderse como síntomas de miedos elevados y como indicios
de zonas de peligro.
-
- Se expone la transcripción del test de Rorschach colectivo familiar (10
láminas), así como la transcripción de 4 láminas del T.A.T. colectivo
familiar.
La familia esta constituida por:
- Padre (40 años)
- Madre (39 años)
- Brigitte (12 años)
- Annette (10 años)
-
Se observó que en la “fase de calentamiento” todos los miembros de la
familia se concentraron en la tarea y se esfuerzaron por encontrar
soluciones comunes. Pese a las objeciones y observaciones que realizó
el padre, los demás integrantes de la familia seguían encaminados a la
tarea en el test de Rorschach. Al inicio todos parecen estar
desconcertados, destacando una tendencia del padre a desvalorizar las
actividades de los demás.
- Brigitte suele tomar la iniciativa, la madre se muestra tímida y Annette es
incluida fundamentalmente por la invitación de los directores del Test para
que exprese sus propias opiniones.
- En la aplicación del T.A.T., el padre se muestra renuente a la actividad y
toma una postura de discusión acerca de la relevancia de las pruebas
psicológicas y acepta con cierta renuencia a realizar la actividad para
observar las láminas del T.A.T.
- Brigitte es la primera en participar en la explicación de las láminas, lo que
consolida el rol de conductora y mediadora en la familia, al parecer es un
patrón grupal constante.
- Los padres suelen sostener repetidas veces opiniones contradictorias y
en pocas ocasiones muestran disposicion a establecer acuerdos.
- Respecto a las características en el seno de la familia se observa una
orientación en la realidad y buena adaptación de la familia que se
fundamenta en un estilo restringido. En la manera en que los diversos
miembros de la familia ven y definen objetos, relaciones interhumanas y
sus propios sentimientos mutuos es absolutamente convencional. Se
manifiesta la estructura de roles de la familia, con sus adjudicaciones y
escisiones. Es claro observar una diada padre-Brigitte, aparentemente
privilegiada que se contrapone a la diada madre-Annette, que parece
menos influyente.
- Los padres: a pesar de sus restricciones el señor y la señora Bolt se
complementan como matrimonio en un estilo cognitivo-comunicativo.
- El padre está deprimido y hostil, no permite reconocer ningún punto de
referencia común y hace casi imposible un diálogo entre los cónyuges.
Ante la actitud testaruda del padre, la esposa sólo puede luchar o
replegarse, decidiéndose por lo segundo; su silencio, mezcla de reproche
y agresión, permite fortalecer una y otra vez las reacciones explosivas de
su marido en las interacciones cotidianas.

El padre atrae a su hija Brigitte a una alianza; la incluye como árbitro, en


una relación triangular. Annette queda librada así misma y sólo a veces
se le invita de manera encubierta a tomar partido por su madre.
- El padre aparece como un hombre autoritario, que rápidamente se exalta
y se pone irritable. Sus aportes consiste en fundamentalmente en
instrucciones para los demás. Sus diálogos dejan ver una tendencia a
distanciarse de la enfermedad de su esposa. Sin embargo, posee una
cualidad que compensa muchas otras: la capacidad de hacer reír y relajar
de cuando en cuanto a los demás lo que consigue hacer neutralizar el
celo excesivo que su esposa que parece mostrar frente a problemas y
obligaciones.
- La madre habla en voz baja, es sumisa, no obstante es productiva. Ofrece
propuestas alternativas que a menudo se contradicen con las de su
esposo. La conducta observada sugiere la sospecha de que la madre
emplea secretos y técnicas indirectas para hacerse respetar en la familia.
- Como individuos, estos padres ofrecen a sus hijas dos modelos diferentes
respecto de cómo se piensa y se trata a las otras personas. La señora
Bolt esta solidamente enraizada en la realidad objetiva, en tanto que el
señor Bolt, muestra baja tolerancia de ambigüedad y complejidad.
- La productividad y la influencia mutua de los padres están en relación
inversa a la frecuencia de los aportes de cada uno. El discurso del padre
gira prolijamente en torno a su propia persona, mientras que la madre,
mediante su interés por los pensamientos de los demá.
- Las niñas: Brigitte la hija mayor, actuar como portavoz de la familia. Todos
le hablan a ella y a veces a través de ella; tiene un importante papel de
conservación de la cohesión del grupo. Cada vez que los padres no se
ponen de acuerdo, actúa como instancia de reconciliación. Reúne
algunas de las buenas cualidades de cada uno de los padres. Conduce,
como su madre, más bien por su superioridad racional.
Annette es tan despierta como su hermana, pero una y otra vez se le
otorga el papel de espectadora complaciente. Busca refugio en su madre
y suele estar cohibida e insegura, pero realiza esfuerzos aislados por
expresar pensamientos independientes, que luego son bloqueados por
Brigitte y su padre.
- Annette va a lo seguro: no tiene ninguna opinión y pretenden no entender
nada de lo que oye y ve. Éste patrón de conducta recuerda la táctica de
ocultamiento de la madre y hace sospechar que detrás de la máscara de
la reserva se oculta una fuerte voluntad de autoafirmación. En busca de
sobreproteger a Annette, los padres la infantilizan y paralizan su iniciativa.
- A niños que crecen con este tipo de constelación, a menudo se les
imponen luego el rol de “fracasado” o “débil". Entre ambas hermanas se
insinúa una complejidad: Brigitte encarna “el ideal del yo” de la familia, a
través de un hábil manejo de las tareas que se le encomienden,
ayudándole al mismo tiempo a la familia a superar sus problemas. A
Annette, se le mantiene en un rol de subordinación de desvalimiento y
dependencia.
- Es de esperar que la madre acepte la terapia y tome partido por el
terapeuta, el padre probablemente rechace inicialmente la terapia,
considerándola charlatanería.
- Lo mejor para esta familia sería encontrar un equipo de dos terapeutas,
un terapeuta masculino y otro femenino dado que hay aquí dos mujeres
fuertes frente a un hombre. Si no se acepta una coterapia, sería preferible
un terapeuta masculino ya que el padre podría identificarse con el
terapeuta y ser llevado así a aceptar los sentimientos, que hasta ahora le
intranquilicen.
- El informe de los test muestran cómo se puede obtener una serie de
informaciones importantes a través de la observación del comportamiento
de una familia que resuelven en conjunto tareas estándar. Los patrones
que se manifiestan en la conducta de los diversos miembros de la familia
acentúan aspectos estructurales antes que de contenido del acontecer
familiar.

CAPÍTULO 10: INTEGRACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN


La terapia: perspectiva de futuro
Se realiza una síntesis de la información de la entrevista individual, primera
conversación familiar y test familiares: nos centraremos en las preguntas que
ocupan el primer plano de cualquier terapia: 1) ¿Cuáles son los conflictos principales
de la familia?, 2) ¿Qué fuerzas alimentan estos conflictos?, 3) ¿Cómo pueden
solucionarse esos conflictos?
-
- ¿Cuáles son los conflictos principales de la familia Bolt?
- Ambos cónyuges se alternan en disputas y distanciamiento, hay
sentimientos de desesperanza que determina el clima familiar. Este
distanciamiento conlleva a restricciones para ambos, a la señora Bolt en
su calidad de “enferma y débil” se le niega el reconocimiento de su
capacidad real, su marido como el “fuerte y capaz para enfrentarse a la
vida” se encuentra al borde de la sobre exigencia. Cada uno vive a otro
como hostil, decepcionante e insolidario. La niñas como aliadas entran en
conflicto con sentimientos de lealtad a los padres, pero repiten la división
extrema de roles. Brigitte, sobre exigida por una independencia prematura
a la que su medio reconoce su capacidad pero ignora sus insatisfechos
deseos de apoyo y necesidades, corre el peligro de convertirse en chivo
expiatorio y outsider. Anette, encantadora a la que no se le cree capaz de
nada, permanece infantil y dependiente, se ha apropiado de las
estrategias de la madre. Ambas se enfrentan con hostilidad de modo
similar a los padres. El clima familiar está marcado por hostilidad,
decepciones, envidia, desesperanza y desamparo. La perturbación
familiar se acompañada de una profunda depresividad, asilando a los
miembros imposibilitándolos para enfrentarse juntos al peligro.
- ¿Qué fuerzas sustentan estos conflictos?
- Entre 1972 y 1973, la familia perdió el equilibrio hasta la fecha cuando
asumieron la responsabilidad del hostal y posteriormente fueron
afectados por 5 muertes; Murieron los dos padres de la Señora Bolt, su
madrina, el padre del Señor Bolt y un amigo de la pareja. El Señor Bolt
negó las pérdidas y la señora Bolt se sumió en un duelo patológico
volviéndose apática y malhumorada. Así las somatizaciones de la señora
Bolt y los demás conflictos familiares son consecuencia de la incapacidad
para el duelo. Ambos padres vienen de familias mal individuadas en las
que persistieron profundas ligazones hasta la adultez, jamás se
desprendieron de sus padres no logrando así internalizar una imagen viva
de estos, por eso siguieron dependiendo del contacto real con las
personas de referencia que seguían vivas. Ambos con fuertes
necesidades de dependencia, incapaces de entablar relaciones
profundas con otras personas a parte de sus padres, de ahí la pérdida les
hace peligrar en grado extremo.
- ¿Cómo pueden solucionarse estos conflictos?
- El primer paso es la creación de una relación de confianza con todos los
integrantes de la familia (logrado en la primera entrevista), a través del
“Omnipartidismo”, es decir, la participación del terapeuta dirigida a cada
uno de los miembros de la familia, la comprensión y ecuanimidad
demostrada también a los “acusados”. En casos de familias como esta,
con la incapacidad para elaborar duelos, es importante que al principio
del tratamiento el terapeuta ocupe el lugar de los objetos perdidos. En
esta transferencia materna-paterna positiva tratara de logra un
reacercamiento de los cónyuges, dándoles con su actitud comprensiva la
posibilidad de percibir también aspectos positivos entre ellos. Al permitir
que aproveche este potencial, ayuda al grupo familiar a adquirir un mejor
sentimiento de valor propio y a volver a experimentarse y reconocerse
como comunidad. A partir de aquí se procede a elaborar el proceso de
duelo que inicialmente les parece un retroceso al despertarse la pena y el
dolor, sin embargo, ya no será necesario defenderse contra estos
sentimientos pues ya han aprendido a comunicarse y consolarse
mutuamente. La reelaboración del duelo va acompañada de una
modificación del sistema familiar y por otra parte solo se vuelve posible
por determinados cambios en el sistema.
- Se vuelve importante el grado de “individuación relacional”. El terapeuta
apoya a los integrantes de la familia para la autodelimitación y a soportar
la delimitación de los demás, fomenta un estilo dialógico de relación y
comunicación, con lo cual prospera una reciprocidad positiva en la familia,
aprenden a escuchar y a manejar situaciones controvertidas. A través de
una diferenciación entre ligazones externas basadas en la infantilización
o la culpa, se convierten en ligazones maduras internas y aprenden que
pueden mantenerse interiormente unidos en caso de una separación
espacial.
- Haya que analizar las sobre exigencias y los conflictos de lealtades y
encargos surgidos por delegaciones contradictorias o por colisiones, se
descubren y renegocian las mutuas cuentas corrientes de culpas y
méritos. ¿Quién hace o hizo algo positivo o negativo para quién en el seno
de la familia? El “deudor” debe obtener una oportunidad para saldar su
deuda. La señora Bolt debe dar una oportunidad a su esposo de para
valorar el esfuerzo que ella hace en favor de la familia y recompensarla
en otro terreno. Determinadas intervenciones del terapeuta – por ejemplo,
prescripciones o indicaciones de “reparaciones” simbólicas o reales-
pueden fomentar este proceso.
- Reflexiones adicionales sobre la terapia
- Los objetivos y tareas terapéuticas hasta ahora descritos:
“reacercamiento de los padres elaboración del duelo, descubrimiento de
las delegaciones patológicas y saldar cuentas” se insertan en el modelo
“curación por encuentro”
- Después del primera conversación con la familia Bolt en otras cinco
sesiones durante tres meses, se mantuvo contacto con Brigitte quién
comunicó que la familia no asistiría por que perdía tiempo en el hostal,
cuatro meses después el terapeuta se contactó con el padre y se reanudo
el encuentro solo con los padres, se observó una mejoría en la salud de
la madre, además que ya no era condescendiente en todo, sin embargo,
el padre parecía mucho más depresivo e inseguro, respecto a las niñas
informaron que estaban bien y ya no requerían proseguir.
- Se considera que durante las sesiones se habían concentrado en la
madre como paciente, se abordó su duelo, su delegación como portadora
de preocupaciones y su sentimiento de trato injusto y explotación por
parte de su esposo y su suegra, hubo en la pareja una inversión de roles
sin que cambiara e patrón fundamental. Pero igual que antes no se
resolvían conflictos a través de diálogos o de forma constructiva. Se logró
solo una modificación del síntoma sin cambio en el sistema familiar
patológico subyacente.
- Se pudo haber predicho que toda vez que un miembro “débil” de la familia
se vuelve “fuerte” otro miembro, hasta ahora fuerte, debe y puede
debilitarse para mantener el equilibrio, la amenaza de una crisis najo el
signo de enfermedades corporales tenía que producirse cada vez que
había demasiados miembros fuertes o débiles.
- Así era necesario enfatizar que toda mejoría sintomática, todo signo de
fuerza y salud por parte de la madre y Anette como motivo de
preocupación y no como un éxito del tratamiento.

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