Resumen 3er Tema “Veni Sancte Spiritus”

En la actualidad el mundo ha ido por un camino de una falsa libertad en que los
placeres mundanos están a la orden del día, creando una visión donde el pecado
y aberraciones a la vida son normales e incluso formas de expresar “libertad”, ante
esta situación Jesús nos llama a vivir en un continuo llamado al Espíritu Santo en
el que este y transforme nuestras vidas, y ante tal lucha con el mundo como solo
podemos con su ayuda y la oración diaria que nos de fuerza para trasformar el
mundo y que reciban a la promesa divina: “Pero recibirán la fuerza del Espíritu
Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda
Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1,8).
Como Jovenes Carismáticos discípulos de Cristo Jesús tenemos que vivir en una
continua efusión del Espíritu Santo en nuestra vida, tomar el ejemplo de los que
han pasado por el camino de cristiano y tener disposición al actuar de Espíritu
Santo, ser instrumentos cada vez mas dignos del maestro, utilizar los carismas
recibidos con un corazón ardiente ante la misión en la que somos llamados ante la
necesidad de nuestro entorno, todo esto sin olvidar que el Espíritu Santo es el que
nos impulsa y brinda el amor de Dios, que nos trasforma en la nueva generación
de Enviados ungidos del Espíritu Santo para llevar el Evangelio y presentar el
Nuevo pentecostés al mundo.
Toda la misión y la sociedad por la cual luchamos depende del esfuerzo que
desempeñamos en el hoy, ya que son los semillas que vamos a sembrar para que
nuestras futuras generaciones tomen el fruto del camino que hemos seguido en
Cristo. Por ello el terreno en que sembraremos nuestra semilla debe ser firme y
fértil para que nuestra semilla no muera, es la hora del actuar del Joven ya que
somos el futuro y presente de la Iglesia de Jesús, una iglesia un movimiento y
guiados por el Espíritu Santo para las futuras generaciones hagan cosas más
grandes que nosotros: “Verás cosas más grandes todavía” (Juan 1,43-51).
El futuro empieza hoy en nosotros los Jovenes confiados en que Jesús tiene la
mirada sobre nosotros para esparcir la efusión del espíritu a todo el mundo en su
nombre: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la
unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación
a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar
un año de gracia del Señor” (Lucas 4,18-19).

Victor Ivan Vidales Delgado / Capilla Señor de las Maravillas