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Patrimonio

La definición del vocablo si bien, atienden al aspecto económico o valor monetario de las cosas materiales, en su dimensión
jurídica se suma el valor generado por las cosas intangibles que representan un bien jurídico tutelado, en términos
principalmente del derecho real de propiedad, aunque no de forma exclusiva.

Cabe agregar que, desde la perspectiva del patrimonio como una relación de activo (bienes y derechos) y pasivo (deudas),
el sistema jurídico establece supuestos que permiten la separación, o bien, la afectación al patrimonio. En el primer caso,
los bienes que integran el patrimonio original son divididos creando un patrimonio diverso. tal y como sucede con los bienes
que integran.

En la sociedad conyugal el patrimonio se divide para cada cónyuge al 50%, por lo cual se convierte en otro
patrimonio para cada uno.

Los bienes de afectación, por su parte, surgen al momento en que determinados bienes son destinados a un fin específico.

De acuerdo con el artículo 723 del Código Civil Federal, el patrimonio de familia se constituye por la casa habitación
y en algunos casos, por la parcela cultivable.

Por cuestiones terminológicas, la idea de bien de afección puede ser confundido con los bienes morales estudiados en la
sesión anterior, de tal manera que es menester señalar las diferencias doctrinales. Al hablar del patrimonio como un
conjunto de elementos que integran el activo y el pasivo, los bienes de afección hacen referencia a bienes materiales que
son susceptibles de sujetar a un fin determinado (como por ejemplo la familia). En contraste, cuando hablamos de bienes
morales, tanto el maestro Gutiérrez y González señalan que se tratan de bienes de valor de afección y no de afectación.
En otras palabras, los bienes de valor de afección hacen referencia a bienes jurídicos tutelados de carácter sentimental,
emocional, por creencias, honor o cualquier otra situación análoga que la ley reconozca como objeto de protección jurídica,
tal y como sucede con el daño moral.

Definición de los bienes

El bien en principio fue comprendido como los elementos que producían bienestar, lo cual en su sentido filosófico consiste
en el objeto de estudio de la axiología, disciplina que estudia los valores. Al paso del tiempo, dicho concepto fue asociado
con aquellos elementos materiales que por sus propiedades representan una utilidad para el ser humano, y por tal razón,
tienen un valor de uso o de cambio para el ser humano, de tal manera que a partir de ello se construyó el objeto de estudio
de la economía. Por otra parte, en el ámbito jurídico, se desarrolla el tratado sobre los bienes desde la época de los
jurisconsultos romanos, estableciendo dos tipos: materiales e incorpóreos, estableciendo diversas hipótesis normativas en
sus diferentes ordenamientos.

Concepto de bien

Conforme a lo anterior, el concepto de bien en el devenir de la humanidad ha presentado diversos contenidos, dando lugar
a incontables definiciones orientadas principalmente por el pensamiento económico con criterios diferentes a la concepción
jurídica de tradición romano-canónica. En su doctrina remontada a los jurisconsultos romanos, en donde se formulan sus
primeras definiciones, Glauco Tozzi sostiene la existencia de una íntima relación entre la visión económica y las
aspiraciones morales, advirtiendo la gran distancia temporal existentes con el inicio de las codificaciones romanas, tal y
como puede apreciarse en el Digesto de Justiniano. La primera aportación económico-jurídica de los jurisconsultos
romanos que Tozzi resalta es la definición de bien “que aún hoy podría ser aceptada por la ciencia económica” (1974:328),
se trascribe del trabajo realizado por la Doctora Martha Patricia Irigoyen Troconis:

ULPIANO, en el libro quincuagésimo noveno al edito. La palabra “bienes” es natural o civil. En el sentido natural
se llaman bienes por que dan dicha, esto es, hacen dichosos: “beare” es “ser de provecho”. Sin embargo, debe
saberse que entre nuestros bienes se cuentan no sólo las cosas que son de nuestra propiedad, sino también las
que poseemos de buena fe o tenemos como superficiarias. Igualmente se contarán entre los bienes lo que exista
en acciones, peticiones o persecuciones, pues es evidente que todas esas cosas están entre los bienes. (2005:9-
10).

En opinión de Tozzi, en la obra de Gayo se observa la misma clasificación de bienes materiales e inmateriales, agregando
que el pensamiento de Ulpiano limita, además, el alcance de los bienes considerados como públicos, considerando como
tales aquellos bienes que pertenecen al pueblo romano.

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Existen, evidentemente, diversidad de textos jurídicos romanos que aportan a la materia. En este sentido, Paulo y Ulpiano
establecieron conceptos y clasificaciones sobre el gasto, realizando pronunciamientos de igual forma sobre los que hoy
denominamos bienes de capital. En el tema de la propiedad, los jurisconsultos sostuvieron criterios favorables a la
propiedad privada, misma que había sido garantizada por el marco jurídico desde la ley de las Doce Tablas. Por otra parte,
existe evidencia de la prohibición de actividades monopólicas, tal y como se prescribe en el Código Teodosiano y en el
Digesto.

Otros temas tratados por los jurisconsultos romanos corresponden al dinero (pecuniae), definido en el Digesto por Ulpiano
y Hermogeniano y que Paulo distingue del concepto cosa (rei) al establecer que ésta posee un contenido mayor que el de
pecuniae, pues comprende las cosas que están fuera de nuestro patrimonio, en contraste, el dinero se limita a las cosas
que forman parte del patrimonio. En el caso específico de las monedas (nummos), éstas se pesaban en lugar de contarse,
puesto que para los jurisconsultos romanos éstas eran consideradas mercancía, por lo que la moneda no era considerada
un símbolo sino una cosa, criterio sostenido por Gayo y Ulpiano. Adicionalmente, existen indicios sobre la existencia de
títulos de crédito en las operaciones comerciales romanas.

Finalmente, los jurisconsultos romanos realizaron numerosas referencias sobre el interés. Al respecto tanto en el Digesto
como en las instituciones justinianeas se muestra la aceptación de diversos tipos, mismos que Gayo atribuyó a la diversidad
de lugares o provincias. Entre la diversidad de tipos de interés, Tozzi estima que la tasa usual correspondía al seis por
ciento anual, en tanto que para los banqueros –quienes realizaban una actividad compleja en Roma- la tasa ascendía al
ocho por ciento. En la Ley de las Doce Tablas se permitió un interés del doce por ciento anual, al que los romanos llamaron
gravísima usura, o bien, maximae usurae.

En general, el préstamo con interés era considerado una actividad económica lícita durante el periodo clásico, que no
estuvo exento de limitaciones entre las que se encuentran las tasas mayores al uno por ciento mensual, en la cual, los
intereses pagados que excedían al uno por ciento mensual se aplicaban al capital y, para el caso de exceder el monto de
dicho capital eran reclamables; la tasa máxima del cuatro por ciento que podían estipular las personas ilustres, del ocho
por ciento para jefes de fábricas o de cualesquier otro negocio considerado lícito; en tanto que el doce por ciento anual era
aplicable para transporte marítimo o especies en préstamo y la absoluta prohibición del interés compuesto. En cualquier
otra situación diferente a las enunciadas, sólo era aplicable la tasa del seis por ciento anual.

Como se ha descrito, el tema de los bienes desde la época Romana contaba ya con un extenso número de hipótesis
normativas, mismas que en la actualidad siguen ejerciendo influencia en los órdenes jurídicos vigentes, incluido el nuestro,
en el entendido que dichas normas, por su especialización, se han incorporado a ordenamientos de diversas ramas del
Derecho, tal y como sucede con el Derecho Mercantil.

Definición jurídica de bien

Resulta curioso que, a pesar de los cambios en la dogmática jurídica, o quizá a causa de dichos cambios, los bienes no
presentan definición alguna en el sistema jurídico mexicano. En el Código Civil para el Distrito Federal, la regulación de los
bienes comienza en el libro segundo en el artículo 747, con las disposiciones preliminares del título primero, a saber:
“Pueden ser objeto de apropiación todas las cosas que no estén excluidas del comercio”. El primer aspecto que destaca
consiste en la sinonimia entre el concepto bien y cosa. Sin embargo, ésta es aparente, pues la idea de bien desde su propia
concepción etimológica es demasiado amplia, de tal manera que el vocablo “cosa” se convierte en una acepción jurídica
que restringe y limita jurídicamente la extensión del concepto. Es por ello que se ofrece la siguiente definición:

Cosa es toda realidad corpórea o incorpórea interior o exterior al ser humano, susceptible de entrar en una relación
de derecho a modo de objeto o materia de la misma, que le sea útil, tenga individualidad propia y sea sometible a
un titular. (Gutiérrez, 2004:73).

Aunado a lo anterior, la regulación establece que existen elementos que no pueden ser considerados como objeto de una
relación jurídica, ya sea por su propia naturaleza o por disposición de ley, tal y como prescribe el citado código en el artículo
748: “Las cosas pueden estar fuera del comercio por su naturaleza o por disposición de la ley”. El primer supuesto se
encuentra ejemplificado por el sol o el aire, en tanto que por disposición de la ley se señalan todas aquellas sustancias que
producen alteraciones al sistema nervioso central como las llamadas drogas, en términos de lo establecido por las leyes
penales. Lo anterior, se refuerza por la hipótesis normativa subsecuente, a saber:

Artículo 749. Están fuera del comercio por su naturaleza las que no pueden ser poseídas por algún individuo
exclusivamente, y por disposición de la ley, las que ella declara irreductibles a propiedad particular.

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El artículo transcrito define entonces los bienes incomerciables, mismos que deben analizarse a la luz de otras fuentes
integradoras de normas, tal y como lo es la jurisprudencia, con la cual se ilustra la segunda hipótesis.

PATRIMONIO DE FAMILIA. LOS BIENES QUE LO CONSTITUYEN ESTÁN FUERA DEL COMERCIO Y, POR
ENDE, NO SON SUSCEPTIBLES DE PRESCRIBIR (LEGISLACIÓN DE LOS ESTADOS DE CHIHUAHUA Y
NUEVO LEÓN). El patrimonio de familia se define como una institución de interés público, por el cual se destina
uno o más bienes a la protección económica y sostenimiento del hogar y de la familia, cuya existencia está
amparada en el artículo 123, fracción XXVIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual
prevé que las leyes determinarán los bienes que constituyan el patrimonio de familia, los cuales serán inalienables,
no podrán sujetarse a gravámenes reales ni a embargos, y serán transmisibles a título de herencia con
simplificación de las formalidades de los juicios sucesorios. Por su parte, el numeral 27, fracción XVII, párrafo
tercero, de la propia Constitución, establece que las leyes locales organizarán el patrimonio de familia,
determinando los bienes que deben constituirlo, sobre la base de que será inalienable y no estará sujeto a embargo
ni a gravamen. Ahora bien, en acatamiento a lo anterior, los Códigos Civiles para el Estado de Nuevo León y del
Estado de Chihuahua organizan esta institución en los artículos 723 a 740, y 702 a 713, respectivamente, de los
cuales deriva que el patrimonio familiar es un patrimonio de afectación, pues el bien del o los deudores alimentistas
(como por ejemplo la casa habitación) queda afectado a fin de dar seguridad jurídica al núcleo familiar y así la
familia tenga un lugar donde habitar, intocable para los acreedores de quien lo constituyó, pues no podrán
embargarlo ni enajenarlo mientras esté afecto al fin de patrimonio de familia. Ahora bien, los numerales 1134 y
1139 de los códigos citados establecen, respectivamente, que sólo pueden prescribirse los bienes y las
obligaciones que están en el comercio, salvo las excepciones establecidas en la ley. De ahí que, por mandato
constitucional, mientras algún bien constituya el patrimonio de familia y no exista una declaración judicial o notarial
que lo extinga, o bien, que esté dentro del caso de excepción de que se expropie, es inalienable, inembargable y
no está sujeto a gravamen alguno, es decir, está fuera del comercio, entendiéndose como tal, aquel bien que por
su naturaleza o por disposición de la ley no puede poseerse por algún individuo exclusivamente y, por tanto, al no
estar dentro del comercio no es susceptible de prescribir. (Tesis: 1a./J. 77/2014 [10a.]).

Definición económica de bien

La economía se define como “el estudio de la manera en que las sociedades utilizan los recursos escasos para producir
mercancías valiosas y distribuirlas entre los diferentes individuos (Samuelson y Nordhaus, 2002:4). En esencia, la
economía estudia la forma en que los seres humanos obtienen, transforman y consumen recursos para la satisfacción sus
necesidades. De esta afirmación podemos iniciar el estudio de los conceptos fundamentales económicos. La economía,
en esencia, centra su estudio en tres axiomas básicos, a saber:

 Necesidad: Percepción sensorial desagradable por la ausencia de un elemento externo. Recientemente, existe una
tendencia a considerar a la necesidad como un desequilibrio psíquicosomático en la persona. Aunado a lo anterior, existen
definiciones tradicionales sobre el tema, como la que ofrece Carl Meger, quien sostiene que: “llamamos necesidad de un
hombre a la cantidad de bienes que le son necesarios para satisfacer sus necesidades dentro del periodo de tiempo a que
se extiende su previsión” (2013:84). Agrega que existe un doble significado del vocablo, a saber: las cantidades de bienes
para la total satisfacción de las necesidades y, como segunda significación, las cantidades que consumirá una persona.

 Satisfactor: Es considerado como el elemento externo que extingue la necesidad. Está conformado a su vez, por dos
especies.

- Bienes: Se define como un elemento material que extingue una necesidad, tal y como sucede con la comida que extingue
el hambre.

- Servicios: Se entiende como el trabajo humano sin materialización, como sucede con el transporte, servicio por el cual
se satisface la necesidad de trasladarse sin que existe un objeto material.

 Escasez: Es el resultado de una relación cuantitativa entre el número de necesidades y los satisfactores existentes, de
tal manera que al existir un número mayor de satisfactores que las necesidades que de ellos existen, el satisfactor no es
escaso. Cuando la necesidad es mayor que los satisfactores que lo extingue, entonces se trata de un satisfactor escaso.
Para la economía, los satisfactores escasos son objeto de estudio, pues poseen un valor económico, pues para su
obtención requiere de trabajo humano. En este sentido, cuando se relaciona la escasez con el satisfactor denominado
bien, surgen las siguientes especies:

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- Bien libre o no económico: Los bienes no económicos surgen porque, en la relación cuantitativa entre los bienes
disponibles y la necesidad existente, el hombre advierte que dichos bienes están disponibles en cantidades suficientes e,
incluso, puede percatarse que no agotará las cantidades requeridas para la satisfacción de la necesidad en específico.

- Bien económico: Menger partiendo de la relación entre las necesidades existentes y los bienes disponibles, en un
periodo de tiempo dado, sostiene que son bienes económicos aquellos que, en la relación cuantitativa, se observa que la
“necesidad es mayor que la cantidad disponible” (2013:83).

De lo anterior, se concluye que son los bienes económicos los que interesan para el estudio de la economía.

Clasificación de los bienes

La formulación de categorías, en cualquier ciencia, determina los elementos que pueden formar parte de una especie en
particular, y en el caso de la ciencia jurídica, la utilidad práctica es invaluable en virtud que al determinar la categoría a la
que pertenece un elemento podemos conocer las consecuencias que se deriven. En el caso de los bienes, la determinación
de la categoría a la que pertenecen es útil al profesionista en virtud de que está en posibilidad de determinar los actos
jurídicos en los que la cosa puede ser, o no en su caso, objeto de la relación jurídica. Como es natural, las clasificaciones
son innumerables, por tal motivo, se consideran dos grandes grupos: la clasificación legal y la doctrinal.

Clasificación de los bienes en el Código Civil para el Distrito Federal (Ciudad de México)

El citado ordenamiento en el Título Segundo del Libro Primero ofrece las siguientes categorías:

 En atención a la movilidad de la cosa.

- Bienes inmuebles: Aquellos que no pueden ser desplazados de un lugar a otro, conforme a lo establecido en
los artículos 750 y 751.

- Bienes muebles: Aquellos que pueden ser trasladados de un lugar a otro, conforme a lo establecido en los
artículos 752 al 762.

Se sugiere consultar los artículos señalados. Por otra parte, cabe agregar que en la doctrina, los bienes
que pueden moverse por sí mismos reciben el nombre de semovientes.

 En atención a la fungibilidad del bien: Como una especie de los bienes muebles, los bienes son fungibles y no
fungibles, tal cual se prescribe en el ordenamiento en estudio:

Artículo 763. Los bienes muebles son fungibles o no fungibles. Pertenecen a la primera clase los que pueden ser
reemplazados por otros de la misma especie, calidad y cantidad. Los no fungibles son los que no pueden ser
sustituídos por otros de la misma especie, calidad y cantidad.

 En atención a la titularidad del derecho real: En esta clasificación se encuentran los siguientes bienes:

- Bienes del dominio público: Señalados en los artículos del 764 al 771.

- Bienes de dominio privado: Indicados en los artículos citados:

Artículo 772. Son bienes de propiedad de los particulares todas las cosas cuyo dominio les pertenece legalmente,
y de las que no puede aprovecharse ninguno sin consentimiento del dueño o autorización de la ley.

Artículo 773. Los extranjeros y las personas morales para adquirir la propiedad de bienes inmuebles, observarán
lo dispuesto en el artículo 27 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos y sus leyes reglamentarias.

- Bienes mostrencos: Señalados en los artículos del 774 al 784.

- Bienes vacantes: Señalados en los artículos del 785 al 788.

Clasificación de los Doctrinal de los bienes

Para el presente apartado, nos auxiliaremos de la propuesta del Maestro Gutiérrez y Gonzáles, quien establece las
siguientes categorías.

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 Bienes por sus cualidades físicas y jurídicas.

- Bienes por su naturaleza esencial.

- Bienes por su determinación.

- Bienes por su posibilidad de sustitución.

- Bienes por su posibilidad de uso repetido.

- Bienes por su posibilidad de fraccionamiento.

- Bienes por su existencia en el tiempo.

 Bienes por su existencia en el espacio y posibilidad de desplazamiento:

Bienes o cosas inmuebles e inmuebles.

 Bienes por las relaciones de conexión que guardan unos con otros.

- Bien por su constitución y contenido.

- Bien por la jerarquía con que entra en la relación de derecho.

 Bienes por la relación de pertenencia o apropiación.

- Bienes susceptibles de apropiación. –

Bien o cosa por su posibilidad de tráfico o comerciabilidad.

- Bien o cosa por su carácter de pertenencia.

Derechos reales

Al hablar de derechos reales hacemos referencia en primer lugar a un derecho subjetivo, es decir, a una prerrogativa o
beneficio establecido por mandato de ley sobre las cosas, considerando que la palabra “real” tiene como raíz etimológica
el vocablo res, rei, que significa cosa. Esta clasificación de los derechos es resultado del estudio en torno al tema de las
obligaciones, derivándose de este tratado categorías como el deber jurídico, que si bien serán motivo de estudio en la
siguiente unidad, es menester hacer una referencia breve.

El deber jurídico en sentido amplio puede definirse como “la necesidad de observar voluntariamente una conducta
conforme lo que prescribe una norma de derecho” (Gutiérrez, 1999:2). Esta definición señala con claridad que el origen del
deber jurídico es establecido por disposición de ley de manera abstracta e impersonal, en contraste, el deber jurídico en
sentido estricto se entiende como “la necesidad de observar voluntariamente una conducta, conforme a lo que prescribe
una norma de derecho, ya en favor de la colectividad, ya de persona determinada” (Gutiérrez, 1999:4). De esta manera, el
deber jurídico en sentido amplio presenta las siguientes especies:

 Deber jurídico en estricto sentido.

 Obligación en sentido amplio.

 Derecho de crédito indemnizatorio.

De la clasificación anterior, nos interesa la definición de obligación, que da cuenta de la necesidad jurídica de cumplir
voluntariamente una prestación, de carácter patrimonial (pecuniaria o moral), en favor de un sujeto que eventualmente
puede llegar a existir, o en favor de un sujeto que ya existe” (Gutiérrez, 1999:9). En estén sentido, la obligación, como un
vínculo que se establece entre un acreedor y un deudor, permite al primero de ellos exigir del otro una determinada
conducta que puede consistir en dar, hacer o no hacer, siendo la conducta debida la diferencia específica para la
clasificación que nos ocupa, tal y como se establece en el artículo 1824 del Código Civil para el Distrito Federal, que a la
letra prescribe:

Artículo 1824. Son objeto de los contratos:

I. La cosa que el obligado debe dar;


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II. El hecho que el obligado debe hacer o no hacer.

A mayor abundamiento, la obligación desde el punto de vista del acreedor es un crédito y desde el punto de vista del
deudor, consiste en una deuda, es decir, una obligación, de tal manera que el derecho de crédito (acreedor) o personal
(deudor) tiene su origen en el vínculo entre dos personas en las que existe una conducta debida de dar, hacer o no hacer,
situación que procesalmente da lugar a acciones personales en términos de lo previsto en el artículo 25 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, hoy Ciudad de México, a saber: “Las acciones personales se deducirán
para exigir el cumplimiento de una obligación personal, ya sea de dar, de hacer o no hacer determinado acto”.

En contraste, en el derecho real no existe la relación entre las dos partes vinculadas por la conducta debida, se trata del
poder que una persona ostenta de forma directa sobre una cosa, según la naturaleza del derecho que se haga valer. En
este sentido, el derecho real es una “regulación de su titular frente a todas las personas que tienen el deber (no obligación)
de no perturbar ese derecho, o sea un deber de simple abstención” (Arce, 2015:14). Definido de la esta manera el derecho
real, se establecen las siguientes características:

 Indeterminación del sujeto pasivo.

 Corporeidad de la cosa.

 Singularidad de su adquisición.

 Escaso poder de la voluntad.

 Preferencia y persecución.

 Posibilidad de abandono del derecho.

 Perpetuidad.

 Oponibilidad (Arce, 2015:13-20). Por lo que respecta a las especies que contiene el derecho real, el autor citado
establece:

1. De dominio: Propiedad.
2. Limitación de dominio:

a) De goce:

I. Temporales: Usufructo, uso y habitación.


ll. Servidumbres, censo y superficie.

b) De garantía:

I. Sobre muebles: prenda.

II. Sobre inmuebles: hipoteca y anticresis.

c) De adquisición: De retención, de tanteo y de retracto.

Propiedad
La propiedad puede definirse como “el derecho real más amplio, para usar, gozar y disponer las cosas dentro del sistema
jurídico positivo de limitaciones y modalidades impuestas por el legislador en cada época” (Gutiérrez, 2004:280). Desde la
normatividad vigente, el Código Civil para el Distrito Federal, retomando lo prescrito por el artículo 27 de la Carta Magna
establece: “Artículo 830. El propietario de una cosa puede gozar y disponer de ella con las limitaciones y modalidades que
fijen las leyes”. Conforme al precepto anterior, por limitación se entiende:

La carga positiva, o bien la abstención que el estado de la época que se considere impone al titular de un derecho,
a efecto de que no lo ejercite contra el interés de otros particulares o bien contra el interés general” (Gutiérrez,
2004:281-282)

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Por otra parte, la modalidad es “cualquier circunstancia, calidad o requisito, que en forma genérica, pueden ir unidos a la
sustancia, sin modificarla, de cualquier hecho, acto jurídico o derecho” (Gutiérrez, 2004:284). En nuestro sistema jurídico,
las modalidades son las siguientes:

 Plazo: hace referencia a un lapso de tiempo plenamente determinado. En otras palabras, se entiende como el
acontecimiento futuro de realización cierta. En este sentido, el artículo 1953 del Código Civil para el Distrito Federal señala:
“Es obligación a plazo aquella para cuyo cumplimiento se ha señalado un día cierto”. Aunado a lo anterior, el precepto
subsecuente indica: “Entiéndase por día cierto aquél que necesariamente ha de llegar”. Las hipótesis anteriores nos
permiten determinar que el plazo es un lapso de tiempo, mismo que puede ser de horas, días, semanas, meses o años, y
el último momento de dicho plazo recibe el nombre de término.

 Condición: Está determinada por el artículo 1938 del código sustantivo en comento, a saber: “La obligación es
condicional cuando su existencia o su resolución dependen de un acontecimiento futuro e incierto”. Vale la pena señalar
que existen dos tipos de condición, a saber:

- Condición suspensiva: De conformidad con el artículo 1939 del Código Civil para el Distrito Federal. La condición es
suspensiva cuando de su cumplimiento depende la existencia de la obligación.

- Condición resolutoria: Conforme al mismo código, en el artículo 1940 prescribe que esta clase de condición consiste
cuando cumplida la obligación, regresan las cosas al estado que tenían, como si ésta no hubiese existido.

Propiedad originaria y derivada

El dominio sobre las cosas encuentra su fundamento en el artículo 27 de la Carta Magna, el cual se trascribe a continuación:

Artículo 27. La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional,
corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los
particulares, constituyendo la propiedad privada.

Las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante indemnización.

En este primer párrafo se encuentra el fundamento de la propiedad originaria, misma que se entiende como dominio pleno,
es decir, hace referencia a todas las facultades con las que cuenta un propietario, a saber: el derecho de uso (ius utendi),
goce (ius disponendi), disfrute (ius fruendi) y abuso (ius abutendi), en este caso, de las tierras y aguas comprendidas dentro
de los límites del territorio nacional, dominio del que es titular la nación.

La nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés
público, así como el de regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles
de apropiación, con objeto de hacer una distribución equitativa de la riqueza pública, cuidar de su conservación,
lograr el desarrollo equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural y urbana.
En consecuencia, se dictarán las medidas necesarias para ordenar los asentamientos humanos y establecer
adecuadas provisiones, usos, reservas y destinos de tierras, aguas y bosques, a efecto de ejecutar obras públicas
y de planear y regular la fundación, conservación, mejoramiento y crecimiento de los centros de población; para
preservar y restaurar el equilibrio ecológico; para el fraccionamiento de los latifundios; para disponer, en los
términos de la ley reglamentaria, la organización y explotación colectiva de los ejidos y comunidades; para el
desarrollo de la pequeña propiedad rural; para el fomento de la agricultura, de la ganadería, de la silvicultura y de

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las demás actividades económicas en el medio rural, y para evitar la destrucción de los elementos naturales y los
daños que la propiedad pueda sufrir en perjuicio de la sociedad.

[…]

Es de agregar que la nación (estudiada anteriormente), es entendida en este tema desde el punto de vista sociológico. En
otros términos, las facultades sobre las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional pertenecen
a las personas y en este sentido, este dominio es susceptible de transmisión a los particulares, constituyendo una propiedad
derivada, misma que no es plena en contraste con la originaria. Da lugar a un derecho limitado que es denominado como
propiedad privada, la cual puede regresar al dominio de la nación por medio de la expropiación a causa de utilidad pública,
mediante la indemnización que corresponda al particular. La propiedad privada como una propiedad derivada es sujeta a
las modalidades que determine el interés público mediante las leyes que en la materia se expidan.

Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales de la plataforma continental y los
zócalos submarinos de las islas; de todos los minerales o substancias que en vetas, mantos, masas o yacimientos,
constituyan depósitos cuya naturaleza sea distinta de los componentes de los terrenos, tales como los minerales
de los que se extraigan metales y metaloides utilizados en la industria; los yacimientos de piedras preciosas, de
sal de gema y las salinas formadas directamente por las aguas marinas; los productos derivados de la
descomposición de las rocas, cuando su explotación necesite trabajos subterráneos; los yacimientos minerales u
orgánicos de materias susceptibles de ser utilizadas como fertilizantes; los combustibles minerales sólidos; el
petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos; y el espacio situado sobre el territorio
nacional, en la extensión y términos que fije el Derecho Internacional.

[…]

Por otra parte, el citado precepto constitucional establece una diferencia entre la propiedad de aguas, tierras y los recursos
naturales. Esta distinción implica que los recursos naturales son propiedad de la nación, mediante la propiedad originaria.
Sin embargo, no son susceptibles de apropiación privada, de tal manera que su aprovechamiento no corresponde a una
propiedad derivada, como lo es la privada, sino es resultado de procesos administrativos denominados concesión.
Consecuentemente, la transmisión a los particulares de la propiedad de tierras y aguas no implica que se transmita el
dominio de los recursos naturales que se encuentren presentes, así se ilustra con el siguiente criterio.

PROPIEDAD ORIGINARIA DE LA NACIÓN Y DOMINIO DIRECTO DE LOS RECURSOS NATURALES. SUS


DIFERENCIAS. El artículo 27, primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala
expresamente que la propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional
corresponde originariamente a la Nación, quien ejerce un poder máximo sobre aquéllas y, con base en él, puede
cederlas a los particulares para constituir la propiedad privada, o bien, una vez transmitido su dominio, si es
necesario, disponer de aquéllas por medio de las vías previstas en la propia Ley Suprema, siendo que tanto el
Congreso Constituyente de 1916, como la doctrina han denominado a dicha propiedad como "propiedad absoluta",
"dominio supremo", "dominio pleno" o "dominio eminente", similar al existente en el derecho colonial o virreinal,
delimitado actualmente por el derecho internacional. Así, aunque la propiedad de las tierras y aguas puede
transmitirse a particulares, no implica que siempre se transfiera el dominio de los recursos naturales encontrados
en ellas, porque los párrafos cuarto y quinto del referido precepto constitucional establecen que corresponde a la
Nación su dominio directo, es decir, sólo ella puede disponer de los recursos o bienes, vivos o no, descritos en
esos párrafos, pero en uso de esa soberanía autoriza a los gobernados -sin que en estos casos pueda constituirse
la propiedad privada-, su explotación y aprovechamiento temporal a través de una concesión, salvo los casos de
excepción previstos en el sexto párrafo del artículo 27 de la Ley Fundamental (Tesis: 2a. LXXVIII/2010)

Como se desprende del criterio transcrito, las concesiones también se encuentran limitadas por el precepto de la Carta
Magna. Sin embargo, estas limitaciones serán objeto de estudio de otras asignaturas. Corresponde ahora el estudio de los
derechos reales, objeto de la presente sesión.

Defensa ordinaria de la propiedad

La propiedad puede ser defendida por medio de tres acciones, a saber:

 Acción reivindicatoria: Aquella en la que el actor es propietario de una cosa que posee el demandado sin tener derecho,
por lo que se le solicita devuelta.

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 Acción plenaria de posesión: Procede en contra del poseedor sin título, de mala fe o contra el que teniendo algún título
de igual calidad, ha poseído por menos tiempo que el actor. El objetivo de esta acción es la restitución de la cosa con sus
frutos y accesiones. (Artículo 9 del Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal (Ciudad de México).

 Acción interdictal: Refiere a las acciones posesorias, tomando en cuenta los elementos de la posesión, el corpus, la
potestad, el poder físico, que el individuo ejerce sobre la cosa, y el animus que es la voluntad de poseer con ánimo de
dueño.

Copropiedad

La copropiedad es una especie de propiedad por virtud de la cual una cosa o derecho pertenece a varias personas, sin
que pueda determinarse qué parte específicamente corresponde a cada una de ellas, tal y como se establece en el Código
Civil para el Distrito Federal en el artículo 938, a saber: “Hay copropiedad cuando una cosa o un derecho pertenecen pro-
indiviso a varias personas”. La redacción del artículo anterior presenta una imprecisión en el caso de los derechos, lo que
se explica al considerar que las cosas, objeto de copropiedad generan un derecho de propiedad de parte indivisa (pro
indiviso), en tanto que los derechos generan un derecho de crédito, u otros. De tal manera que la figura jurídica que surge
es la cotitularidad de derechos y no su copropiedad. De lo anterior, podemos deducir que los elementos de la copropiedad
son:

 Pluralidad de sujetos.

 Unidad de objeto.

 Parte alícuota o pro indiviso.

Sobre la parte pro indivisa, se entiende que cada copropietario tiene un porcentaje de la cosa en común, pero no puede
determinarse específicamente la parte que corresponda.

Incremento a la propiedad

El sistema jurídico mexicano establece hipótesis en las que el derecho real de propiedad se incrementa, ya sea por la
producción de la misma cosa o por causas ajenas a ella. Dicho aumento recibe el nombre de accesión, la cual se define
como “el derecho por virtud del cual, el titular del derecho real de propiedad hace suyo todo lo que una cosa produce, o se
le une o incorpora, natural o artificialmente, a la misma” (Gutiérrez, 2004:443). Cabe agregar que, al igual que la propiedad,
la accesión es un derecho, tal y como se ilustra a continuación.

ACCESIÓN, DERECHO DE (LEGISLACIÓN DE COLIMA). La accesión es un medio de adquirir la propiedad


mediante una extensión del dominio. Todo lo que se une o incorpora natural o artificialmente a una cosa, pertenece
al dueño de ésta por virtud del derecho de accesión. De esta suerte, por la accesión se adquiere la propiedad
mediante la unión o incorporación de una cosa secundaria a una principal, y en la edificación, plantación o siembra,
el suelo o predio se reputa la cosa principal, toda vez que es el dueño del mismo quien por disposición de los
artículos 785 a 789 del Código Civil, adquiere el dominio de lo edificado, plantado o sembrado. La regla general
que gobierna esta materia, la expresan Planiol y Ripert, diciendo que "lo que se incorpora a una finca por efecto
del trabajo, es de la propiedad del dueño del suelo, independientemente del hecho de quien, o por cuenta de quien
se hubiera realizado el trabajo; superficias solo cedit" (Tesis Aislada [Civil], 342201).
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Es de observarse entonces que la accesión es un derecho de propiedad que surge por la unión o incorporación de una
cosa secundaria a una principal, presentando las siguientes especies:

Posesión

En el Código Civil, la posesión se define legalmente de conformidad con la siguiente hipótesis normativa del Código Civil
para el Distrito Federal.

Artículo 790. Es poseedor de una cosa el que ejerce sobre ella un poder de hecho, salvo lo dispuesto en el artículo
793. Posee un derecho el que goza de él.

Por su parte, el citado artículo 793 del código sustantivo en comento prescribe:

Artículo 793. Cuando se demuestre que una persona tiene en su poder una cosa en virtud de la situación de
dependencia en que se encuentra respecto del propietario de esa cosa, y que la retiene en provecho de éste en
cumplimiento de las órdenes e instrucciones que de él ha recibido, no se le considera poseedor.

Es menester señalar que el sistema jurídico mexicano reconoce, además, la posesión de derechos, tal y como se establece
en el siguiente artículo 794 del Código Civil para el Distrito Federal “Sólo pueden ser objeto de posesión las cosas y
derechos que sean susceptibles de apropiación”. La posesión tiene funciones jurídicas importantes, a saber:

 La posesión es contenido de un derecho.

 Es requisito para el nacimiento de un derecho.

 Es fundamento de un derecho.

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De lo anterior se observa que la posesión contiene un menor número de derechos que la propiedad, específicamente el
derecho de usar la cosa. Sin embargo, para que pueda ser motivo para el nacimiento de un futuro derecho de propiedad
debe contar con determinadas cualidades:

 Pacífica.

 Continua.

 Pública.

 A título de dueño.

Esta última cualidad es la más característica para poder adquirir en un futuro la propiedad de la cosa en posesión, pues de
ello depende el éxito de la usucapión.

El usufructo permite la posesión de la cosa pero no a título de dueño, sino a título de usufructuario, de tal
manera que no permite acceder a la propiedad por usucapión; a mayor abundamiento, llamamos título de
dueño a la causa generadora de la posesión.

Ernesto Gutiérrez y González sostiene que esta posesión puede estar viciada, entendiendo como vicio la realización
incompleta de los elementos de esencia de un acto jurídico, que en el caso del derecho real que nos ocupa son:

 Posesión violenta.

 Posesión discontinua.

 Vicio de clandestinidad.

 Vicio de equivocidad.

Por otra parte, los poseedores pueden ser:

Finalmente es de señalar que la posesión es originaria en el caso del titular del derecho de propiedad, tal y como se ilustra
a continuación.

POSESIÓN Y PROPIEDAD, PROTECCIÓN A LOS DERECHOS DE, EN EL AMPARO. De acuerdo con el artículo
833 del Código Civil de Jalisco, el que posee a título de propietario tiene una posesión originaria, lo cual significa
que si el quejoso acredita con los documentos correspondientes, la propiedad de ciertos bienes, implícitamente
justifica ser poseedor (originario) de los mismos, y por ende, pretender que pruebe además de su calidad de
propietario, el hecho de la posesión (tenencia material), implicaría el desconocimiento de las consecuencias
naturales del derecho de propiedad y de la presunción establecida por la ley, de ahí que la concesión del amparo
tenga como efecto el que las autoridades responsables respeten dichos derechos en un juicio al que es ajeno el
quejoso. (Tesis Aislada [Común], 219405).

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Hemos señalado que la posesión es requisito sine cuan non para el nacimiento del derecho de propiedad, corresponde
ahora el estudio de este acto jurídico denominado prescripción.

Prescripción

En la doctrina tradicional la prescripción toma su regulación con base en el Código Justiniano, de tal manera que en la
actualidad considera dos aspectos, la prescripción positiva y la prescripción negativa, en este sentido, el Código Civil para
el Distrito Federal señala en el artículo 1135 “Prescripción es un medio de adquirir bienes o de librarse de obligaciones,
mediante el transcurso de cierto tiempo y bajo las condiciones establecidas por la ley”. Por su parte, el artículo 1136
establece la distinción a la que se hace referencia: “La adquisición de bienes en virtud de la posesión, se llama prescripción
positiva; la liberación de obligaciones, por no exigirse su cumplimiento, se llama prescripción negativa”. Por lo que
corresponde al objeto de la prescripción el artículo 1137 del código sustantivo indica que sólo pueden prescribirse los
bienes y obligaciones que están en el comercio, salvo las excepciones establecidas por el citado código. Sin embargo,
dicha categorización es imprecisa pues hace referencia en realidad a dos figuras jurídicas que presentan semejanzas y
diferencias, a saber: usucapión y prescripción:

 Usucapión:

Es una forma de adquirir un derecho real mediante la posesión de la cosa en que recae, en una forma pacífica, continua,
con la apariencia de pública y con la apariencia del título que dice tener, a nombre propio, por todo el tiempo que fija la ley
(Gutiérrez, 2004: 626-627).

A mayor abundamiento, Gutiérrez y González señala que para el caso específico de la usucapión para el derecho real de
propiedad:

[…] es una forma de adquirir el derecho real de propiedad, mediante la posesión de la cosa en que recae, en una
forma pacífica, y con la apariencia de continua, pública y a título de dueño, por el tiempo que pide la ley (Gutiérrez,
2004: 626-627).

 Prescripción: Esta definición por su parte, tiene una doble significación.

La facultad o el derecho que la ley establece a favor del obligado-deudor, para excepcionarse válidamente, y sin
responsabilidad, de cumplir con la prestación que debe, o bien

Es la acción que tiene una persona deudora, para exigir a la autoridad competente, la declaración de que ya no se le puede
cobrar en forma coactiva, la prestación que debe, por haber trascurrido el plazo que otorga la ley a su acreedor para hacer
efectivo su derecho.”

Por lo que corresponde a los plazos de ley, estos son señalados en el Código Civil para el Distrito Federal desde
el artículo 1151 al :1157. Mientras que la prescripción negativa lo abarcan los artículos 1158 al 1164.

Finalmente, es de señalar que existen hipótesis normativas que permiten la suspensión (desde el artículo 1165 al
1167), así como la interrupción de la prescripción (artículos del 1168 al 1175).

Se recomienda la consulta la consulta de todos estos artículos.

Usufructo

La primera nota distintiva del usufructo corresponde a su reducción al derecho de uso y de disfrute, mismos que son
trasmitidos del propietario hacia otra persona constituyendo de esta manera el usufructo, así se prescribe en la hipótesis
correspondiente del Código sustantivo del Distrito Federal en su artículo 980 de la siguiente manera: “El usufructo es el
derecho real y temporal de disfrutar de los bienes ajenos”. Conforme a lo anterior, las características del usufructo son:

 Es un derecho real de carácter temporal.

 Es un derecho real que se concede a una persona por sus características propias, es decir, de tipo intuitus personae.

 No es transmisible por herencia, salvo casos particulares conforme lo disponga la legislación vigente.

 Es un derecho real que puede valuarse con independencia de la nuda propiedad que ostenta el propietario original.

 Desde el punto de vista subjetivo, el usufructuario y el nudo propietario no existe un estado de comunidad de bienes.
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Cosas sobre las que se constituye el usufructo

Se tienen los siguientes supuestos:

 Cosas materiales que producen frutos, ya sean naturales o industriales.

 Cosas materiales que producen frutos civiles.

 Cosas consumibles.

 Derechos reales: siendo este caso particular en el que un usufructo puede constituirse sobre otro derecho real, tal como
prescribe el artículo 430 del Código sustantivo para el Distrito Federal en el que se constituye un usufructo sobre otro
usufructo, a saber:

Artículo 430. En los bienes de la segunda clase, la propiedad y la mitad del usufructo pertenecen al hijo; la
administración y la otra mitad del usufructo corresponde a las personas que ejerzan la patria potestad. Sin embargo,
si los hijos adquieren bienes por herencia, legado o donación y el testador o donante ha dispuesto que el usufructo
pertenezca al hijo o que se destine a un fin determinado, se estará a lo dispuesto.

 Usufructo de derechos de crédito, tal y como prescribe el siguiente artículo del citado código sustantivo:

Artículo 995. Si el usufructo se constituye sobre capitales impuestos a réditos, el usufructuario sólo hace suyos
éstos y no aquéllos, pero para que el capital se redima anticipadamente, para que se haga novación de la obligación
primitiva, para que se substituya la persona del deudor, si no se trata de derechos garantizados con gravamen real,
así como para que el capital redimido vuelva a imponerse, se necesita el consentimiento del usufructuario

Formas de constitución del usufructo

El artículo 981 del Código Civil para el Distrito Federal prescribe lo siguiente: “El usufructo puede constituirse por la ley,
por la voluntad del hombre o por prescripción”. La hipótesis anterior establece las formas para realizar la constitución del
usufructo:

 Por disposición de ley: Tal y como sucede en el caso del transcrito artículo 430 del Código de la materia.

 Voluntario: Ya sea que se constituya por un contrato o por una sucesión testamentaria.

 Usufructo por usucapión: Tal y como se desprende del artículo 986 del Código Civil para el Distrito Federal: “Es vitalicio
el usufructo si en el título constitutivo no se expresa lo contrario”.

Por el elemento subjetivo

El usufructo puede constituirse en términos de la hipótesis normativa del artículo 982: “Puede constituirse el usufructo a
favor de una o de varias personas, simultánea o sucesivamente”. Con este fundamento, el usufructo puede ser.

 Singular: De acuerdo con el artículo 982 del CCDF “puede constituirse el usufructo a favor de una o de varias personas,
simultánea o sucesivamente”.

 Colectivo: En cuyo caso debe tomarse en cuenta la siguiente hipótesis normativa: “Si se constituye sucesivamente, el
usufructo no tendrá lugar sino en favor de las personas que existan al tiempo de comenzar el derecho del primer
usufructuario” (artículo 984 del CCDF).

Por la existencia de modalidades

El usufructo puede ser:

 Puro y simple, tal y como se ordena en el artículo 985: “El usufructo puede constituirse desde o hasta cierto día, puramente
y bajo condición”.

 A plazo no vitalicio, con idéntico fundamento que la categoría anterior.

 Condicional.

 Con carga o modo.


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Por la existencia de una contraprestación

El usufructo puede ser:

 Oneroso.

 Gratuito.

Por la cantidad de cosas, objeto material del usufructo

Las especies son:

 Particular.

 Universal.

Derechos del usufructuario

Los derechos y obligaciones del usufructuario, en opinión del Maestro Ernesto Gutiérrez y González, se localizan en tres
momentos:

 Antes de tomar posesión del usufructo:

- Ejercitar acción real y una persona contra el nudo propietario, tal y como se prescribe en el siguiente artículo del
Código de la materia.

Artículo 989. El usufructuario tiene derecho de ejercitar todas las acciones y excepciones reales, personales o
posesorias, y de ser considerado como parte en todo litigio, aunque sea seguido por el propietario, siempre que en
él se interese el usufructo.

- Deberes:

o Formular inventario, a saber:

Artículo 1006. El usufructuario, antes de entrar en el goce de los bienes, está obligado:

I. A formar a sus expensas, con citación del dueño, un inventario de todos ellos, haciendo tasar los muebles y constar
el estado en que se hallen los inmuebles;
[…]

o Otorgar fianza:

Artículo 1006. El usufructuario, antes de entrar en el goce de los bienes, está obligado:

[…

II. A dar la correspondiente fianza de que disfrutará de las cosas con moderación, y las restituirá al propietario con
sus accesiones, al extinguirse el usufructo, no empeoradas ni deterioradas por su negligencia, salvo lo dispuesto
en el artículo 434.

 Durante el Goce del usufructo

- Derecho de uso y disfrute.

- Deber de gozar la cosa como un buen propietario y conformarse con el uso de la cosa al modo establecido por los
anteriores propietarios o poseedores.

 Al extinguirse el usufructo.

- Derecho de retribución por gastos realizados.

- Extinción de la fianza.

- Deberes consistentes en la devolución de la cosa.

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Causas de extinción del usufructo

 Muerte del usufructuario.

 Vencimiento del plazo.

 Por cumplimiento de la condición.

 Reunido de usufructo y propiedad en una misma persona.

 Prescripción.

 Por renuncia expresa del usufructuario.

Uso

Gutiérrez y González, sobre el uso afirma:

Es un derecho real, temporal, vitalicio salvo pacto en contrario: A.- No trasmitible, ni enajenable o gravable para
usar de una cosa ajena y tomar de ella los frutos necesarios para el usuario y su familia, si la cosa esta sujeta a
propiedad individual, o B-El derecho de usar de manera exclusiva una sección de una parte alícuota en una
copropiedad en condominio (2004:515).

En este sentido, el Código Civil para el Distrito Federal en el artículo 1049 indica: “El uso da derecho para percibir de los
frutos de una cosa ajena, los que basten a las necesidades del usuario y su familia, aunque ésta aumente”.

Asimismo, es de señalarse las diferencias entre el usufructo y el uso, que son las siguiente:

 El uso es restringido, pues solo implica el aprovechamiento de los frutos naturales, en tanto que el usufructo hace
referencia a todos los tipos de uso.

 El derecho de uso es personalísimo, por lo que no es susceptible de enajenación o gravamen, a diferencia del
usufructo, tal y como se desprende del artículo 1051 del Código sustantivo de la materia.

Artículo 1051. El usuario y el que tiene derecho de habitación en un edificio, no pueden enajenar, gravar, ni
arrendar en todo ni en parte su derecho a otro, ni estos derechos pueden ser embargados por sus acreedores.

 El uso nunca es establecido por ley.

Derecho de habitación

El derecho de habitación se encuentra regulado en el artículo 1050 del Código Civil para el Distrito Federal, en el que se
indica lo siguiente: “La habitación da, a quien tiene este derecho, la facultad de ocupar gratuitamente, en casa ajena, las
piezas necesarias para sí y para las personas de su familia”. Doctrinalmente, “es un derecho real, temporal, vitalicio salvo
pacto en contrario, intransmisible, inalienable, no gravable, de usar en forma gratuita una o más habitaciones o piezas, de
una casa habitación ajena” (2004:517).

De conformidad con lo previsto en el artículo 1053 del Código sustantivo local, las disposiciones establecidas para el
usufructo son aplicables a los derechos de uso y de habitación, en cuanto no se opongan a lo ordenado en el capítulo
respectivo.

Servidumbre

Sobre este tema, el Código Civil para el Distrito Federal prescribe en el artículo 1057: “La servidumbre es un gravamen
real impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro perteneciente a distinto dueño”. Del precepto anterior se desprenden
las siguientes características.

 La existencia de dos inmuebles.

 Diversidad de dueños.

 Beneficio para uno de los dueños por el uso del otro predio.

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En cuanto a la configuración de los inmuebles, el citado precepto establece que el inmueble a cuyo favor está constituida
la servidumbre, se llama predio dominante. Por su parte, el que la sufre se denomina predio sirviente. En este mismo
sentido, la disposición vigente señala que la servidumbre da lugar a obligaciones de no hacer, tal como se indica en el
siguiente artículo:

Artículo 1058. La servidumbre consiste en no hacer o en tolerar. Para que al dueño del predio sirviente pueda
exigirse la ejecución de un hecho, es necesario que esté expresamente determinado por la ley, o en el acto en que
se constituyó la servidumbre.

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Derechos de autor

No existe uniformidad sobre la naturaleza jurídica del derecho de autor, sin embargo, algunos doctrinarios establecen que
pertenece a los derechos reales, o bien, es un derecho real de propiedad, en tanto que otros doctrinarios determinan que
es un privilegio de naturaleza propia. No obstante, lo anterior, se ha determinado incluir su estudio en este apartado de
derechos reales, a efecto de conocer la ley que los regula, a saber, la Ley Federal del Derecho de Autor, misma que es
reglamentaria del artículo 28 de la Carta Magna. De conformidad con el artículo 1 de la LFDA, se prescribe lo siguiente:

Articulo 10.- La presente Ley, reglamentaria del artículo 28 constitucional, tiene por objeto la salvaguarda y
promoción del acervo cultural de la Nación; protección de los derechos de los autores, de los artistas intérpretes o
ejecutantes, as! como de los editores, de los productores y de los organismos de radiodifusión, en relaci6n con sus
obras literarias 0 artísticas en todas sus manifestaciones, sus interpretaciones 0 ejecuciones, sus ediciones, sus
fonogramas 0 videogramas, sus emisiones, así como de los otros derechos de propiedad intelectual.

Aunado a lo anterior, el artículo 2 señala que sus disposiciones son de orden público, de interés social y de observancia
general en todo el territorio nacional, correspondiendo al Ejecutivo Federal por conducto del Instituto Nacional del Derecho
de Autor y, en los casos previstos por dicha ley, del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial su aplicación en el ámbito
administrativo.

De conformidad con el artículo 11 de la ley en comento, el derecho de autor es el reconocimiento que hace el Estado en
favor de todo creador de obras literarias y artísticas, en virtud del cual otorga su protección para que el autor goce de
prerrogativas y privilegios exclusivos de carácter personal y patrimonial. De la anterior definición, surgen dos principales
derechos, a saber: el derecho moral y el patrimonial, respectivamente. El artículo 18 prescribe que el autor es el único,
primigenio y perpetuo titular de los derechos morales sobre las obras de su creación, mismo que se considera unido al
autor y es inalienable, imprescriptible, irrenunciable e inembargable.

Por lo que corresponde al derecho patrimonial, el artículo 24 de la Ley en comento señala que corresponde al autor el
derecho de explotar de manera exclusiva sus obras, o de autorizar a otros su explotación, en cualquier forma, dentro de
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los límites que establece la Ley y sin menoscabo de la titularidad de los derechos morales. Respecto de la titularidad del
derecho, el artículo 25 de la multicitada ley prescribe que es titular del derecho patrimonial el autor, heredero o el adquirente
por cualquier título.

El autor es la persona física que ha creado una obra literaria y artística, según lo previsto en el artículo 12 de la Ley Federal
de Derechos del Autor, en tanto que la hipótesis normativa subsecuente hace referencia a las ramas cuyas obras son
susceptibles de ser protegidas mediante derechos de autor.

En el artículo 13 señalan las ramas a partir de las cuales se reconocen las obras protegidas por esta ley, mientras
que el artículo 14 indica el objeto de protección de las mismas, los cuales se sugieren consultar.

La protección de las obras, de acuerdo con lo prescrito en el artículo 14 se concede desde el momento en que hayan sido
fijadas en un soporte material, independientemente del mérito, destino o modo de expresión, entendiéndose como fijación
a la incorporación de letras, números, signos, sonidos, imágenes y demás elementos en que se haya expresado la obra, o
de las representaciones digitales de aquellos, que en cualquier forma o soporte material, incluyendo los electrónicos,
permita su percepción, reproducción u otra forma de comunicación, en términos de lo previsto por el artículo 6 de la Ley
en comento.

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