Lenguaje
El lenguaje es innato pero se va desarrollando gracias a la sociedad. El primer
contacto del niño es con la madre y su predisposición al juego es fundamental, en
especial porque el lenguaje se estimula en este proceso de interacción verbal.
Según Bruner, basándose en tres aspectos que los lingüistas consideran que
desarrollan en el niño. El primero es la construcción de la gramaticalidad de la
expresión lingüística. Esto quiere decir, que las reglas no se aprenden por
imitación y muchas veces no son las que usan los adultos (no te vayes, por
“vayas”). El niño ha planteado una hipótesis, la cual usa y luego corrige cuando un
adulto le muestra la forma indicada de decirlo o cuando descubre que hay
diferentes formas del verbo.
El segundo es la capacidad del niño para atribuir significado, es decir, establecer
relación entre el signo y el objeto. (Es un conejo, tiene orejas largas). Estas
relaciones estimulan el desarrollo del lenguaje y sirven para transmitir la cultura a
partir del acrecentamiento de los saberes.
El tercero es cómo el niño desarrolla la competencia comunicativa. El niño
aprende las reglas pragmáticas gracias a la interacción con su madre. Aquí,
empiezan a conocerse la gramática, la referencialidad y los usos lingüísticos de
acuerdo con las intenciones comunicativas.